Enfoque Vol. 46

Pro

du

cto

890

036

06 Marie TaMayo

Editorial

08 rebeca Knowles

Me atraparon las

ballenas de la vida

10 Michael J. anThony y JaMes esTep, Jr. Una evaluación bien

hecha marca nuevos rumbos

12 chip ingraM

Eres lo que piensas

14 enfoque a la faMilia

Boletín

15 chrisTopher J. h. wrighT

Diferentes tipos de incomprensión

16 henry blacKaby, richard blacKaby y claude King

Cómo hacer la voluntad de Dios

18 JaiMe Mirón

La Nueva Traducción Viviente: la verdad con claridad

20 Joseph prince

Sabiduría divina para el éxito

21 descubre lo nuevo

Novedades editoriales

25 gary d. chapMan

Conocerse a uno mismo: La conducta

revela la realidad de la elección

26 dr. dobson

Responde a tus preguntas

28 charles r. swindoll

Respuestas maduras a circunstancias

difíciles en el ministerio

29 francisco güell

La clave del verdadero éxito

30 dino rizzo

Servolución

32 la iglesia alrededor del Mundo

Noticias sobre cómo Dios se mueve

34 priscilla shirer

Una voz persistente

36 MarTha gonzález rovirosa

La mejor herencia

37 JaiMe Mirón

Éxito + bendición = Verdadero éxito

38 bill y paM farrel

Receta vital: Los waffles y los

espaguetis entienden sus diferencias

40 danTe gebel

¿Qué es el éxito?

41 JudiTh barbieri

últimas palabras

Rebeca Knowles

Henry Blackaby

Charles R. Swindoll

46

21 descubre lo nuevo

Novedades editoriales

25 gary d. chapMan

Conocerse a uno mismo: La conducta

revela la realidad de la elección

26 dr. dobson

Responde a tus preguntas

28 charles r. swindoll

Respuestas maduras a circunstancias

difíciles en el ministerio

29 francisco güell

La clave del verdadero éxito

30 dino rizzo

Servolución

32 la iglesia alrededor del Mundo

Noticias sobre cómo Dios se mueve

34 priscilla shirer

Una voz persistente

36 MarTha gonzález rovirosa

La mejor herencia

37 JaiMe Mirón

Éxito + bendición = Verdadero éxito

38 bill y paM farrel

Receta vital: Los waffles y los

espaguetis entienden sus diferencias

40 danTe gebel


41 JudiTh barbieri

últimas palabras

P o r M a r i e T a M a y o 46

w w w . r e v i s t a e n f o q u e . c o m6

Gradúate con éxito en la universidad de la vida, tienes un Maestro personal

E s muy probable, y espero que coincidas conmigo, que quien

escribiera la frase que antecede esta nota, aunque no sabemos su

nombre, ha pasado airoso grandes obstáculos en su vida, familia o labor. Es

evidente, que estas son palabras de alguien que en la distancia considera y evalúa como ganancia hasta sus momentos más oscuros. Y si pensamos en momentos sombríos, no caben dudas de que este año pasado lo fue. Todo un «desafío», que en ocasiones, pareció imposible de conquistar. En lo laboral, en lo personal y familiar, somos bombardeados diariamente con principios de un mundo falto de moral, que ponen en peligro la integridad de nuestros hogares e hijos. En el trabajo, muchos han experimentado esa sensación de «supervivencia laborar», donde la preocupación invade los huesos e impide ser objetivos. Ante esa presión están los que reaccionan con valentía y entusiasmo, sabiendo que es solo un peldaño más en la universidad de la vida, y que todo está en el plan de Dios para prepararnos a lo que viene. Otros se dan por vencidos y «cuelgan los guantes», y dejando así que «los del otro equipo» ganen terreno. En estos tiempos he experimentado que muchos de estos «desafíos» son iniciados por Dios y necesarios para provocar cambios en nosotros. La gran ventaja que tenemos, a diferencia de los que no cuentan con «Papá», es que el paquete viene completo. Él está interesado en que aceptemos esos desafíos con confianza y con plena certeza que Él proveerá los recursos necesarios para superarlos, convertirlos en grandes victorias y salir airosos, EXITOSOS. Por ello, nuestra actitud ante los desafíos debe ser la única digna de un hijo de Dios, la valentía y el entusiasmo. Otra de las actitudes o «desafíos» que voluntariamente he decidido tomar y me ha funcionado bastante bien es estar absolutamente convencida que cada situación o persona que de alguna manera incomode mi camino; no es más que uno de los maestros que Dios milagrosamente envía para ayudarme a lograr el «doctorado» de la vida. Cada día, con

sus altos y bajos debe ser tomado como un día más en la carrera universitaria de Dios. Cuántos de nosotros no hemos tenido en nuestros años de estudiante, alguno de uno de esos profesores que tienen el maravilloso «talento» de lograr ser despreciados desde lo más profundo de nuestro ser por su rigidez y severidad. Pero al final del camino nos dimos cuenta que su rigor, de alguna manera, nos llevó a lograr ese tan deseado diploma. Y que su inflexibilidad nos obligó a ser más certeros, su exigencia a ser más responsables, su disciplina a ser más respetuosos, y así podríamos continuar la lista. Así que, aunque algo a primera vista parezca desagradable, seguramente no lo es tan malo. Solo tengamos presente el pasaje donde el gran apóstol Pablo nos recuerda: «que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman» (Romanos 8: 28, NVI). Toma cada tropiezo o adversidad con valentía y entusiasmo. Ten la certeza que es un escalón más para alcanzar un rango mayor en madurez espiritual. Confiado que con Él puedes superar ese y cualquier otro «desafío» y que además te llevará a hacia una objetivo mayor de acuerdo al plan de Dios. No bajemos los brazos. Este año mi fe ha sido fortalecida como nunca antes, gracias a la presencia de Dios a través de mi camino. «Padre, gracias por los desafíos. Acepto el reto y tengo la certeza de que mientras yo haga mi parte tú harás la tuya». Así como el salmista, levantemos nuestras voces y confiados avancemos sabiendo que solo Él nos adiestra para el desafío que tenemos por delante.

¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? Es él quien me arma de valor y endereza mi camino […] Tú me cubres con el escudo de tu salvación, y con tu diestra me sostienes; tu bondad me ha hecho prosperar. Me has despejado el camino, así que mis tobillos no flaquean.Salmo 18:31-36, NVI

¡Avanza, Dios está de tu parte!

PresidenteDavid Ecklebarger

Director ejecutivo de SEPA

DirectoraMarie M. Tamayo

EditoraJudith Barbieri

Publicidad y VentasAngélica [email protected]

Revista Enfoque es una publicación cua tri mestral y forma parte de

Expolit Promotions. Esta publicación tiene como propósito ser brazo de apoyo a las casas editoriales que por años han luchado para la publicación y expansión del evangelio a través de la página impresa. Nuestro deseo es ser un

recurso para la distribución de la literatura y la música cristiana a escala internacional, y promover la lectura de buena literatura que presente el evangelio de Jesucristo con claridad e incentive a los lectores

a una relación personal con Jesús.

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«Haz que las contrariedades te alienten y los obstáculos te engrandezcan».

EN

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Por áLVAROHERNáNDEZ

Me atraparon lasballenas de la vida

w w w . r e v i s t a e n f o q u e . c o m

Director de Ventas: México, América Central y Europa - Editorial Unilit C onfieso que muchas veces me he sen-

tido atrapada en la desobediencia.¿Quién no conoce el libro de Jonás? A

los niños pequeños les enseñamos esta historia porque uno de los problemas que Jonás tenía era la desobediencia y se lo tragó una balle-na... Bueno, es cierto, la Biblia no dice que fue una ballena, sino «un gran pez» (Jonás 1:17). Sin embargo, la historia de este profeta es muy apropiada para demostrar el resultado de la desobediencia.En el primer versículo del libro, se identifica de manera específica al profeta Jonás como su autor. Ahora bien, los problemas de Jonás fueron el resultado de sus malas actitudes, sus decisiones y sus patrones de pensamientos errados.

El libro de Jonás nos enseña que Dios no cam-bia su manera de pensar. Por lo tanto, nosotros hacemos lo que Él nos dice o permaneceremos miserables en el vientre de la ballena. El mila-gro no es que Dios nos saque de las circuns-tancias, sino que el paso por esas situaciones no nos haga iracundos. Sin duda, Jonás era un iracundo, pero vivió para contarlo y su vida y sus sufrimientos nos sirven hoy de ejemplo.Entonces, ¿quién fue Jonás? Fue un hombre al que Dios le hablaba y que por eso la Biblia lo reconoce como profeta. Un hombre que cono-cía la voz de Dios y él mismo también hablaba con Dios. Un judío escogido por Dios para res-catar a toda una ciudad. A pesar de eso, Jonás nos dice que todos somos susceptibles a que las malas actitudes nos lleven a decidir mal y a pagar las consecuencias.

¿En qué me parezco a Jonás? Bueno, todosentendemos que Jonás tenía actitudes erradas, porque las «confesó» en su libro. Así que creo que, si podemos identificar ese tipo de actitudes, es por el simple hecho de que el profeta las pudo ver al final y plasmarlas como historias en su pequeño libro. No obstante, recuerda que nos referimos a un hombre que tenía el privilegio de hablar con Dios. Y esta es la otra semejanza que tengo con el profeta: Conocía a Dios y Dios le hablaba, pero sus ac-titudes le hacían infeliz, iracundo y le llevaban a la frustración con facilidad. En mi caso, todas mis malas actitudes las experimenté aun cono-ciendo a Cristo.Mi esposo, Brian, explicándoles a nuestros hi-jos la historia de Jonás, les decía: «A Jonás se lo tragó la ballena, pero la ballena le salvó la vida al evitar que se ahogase en el mar, y también fue el medio, como el barco, que llevó a Jonás a un lugar en el que pudo escoger mejor. La ba-llena lo vomitó justo donde quería Dios». ¡Qué maravillosa revelación recibí de mi esposo! La verdad es que si nos humillamos en el interior del «pez» de nuestras circunstancias, Dios se encarga de llevarnos a un lugar donde puede restaurarse su voluntad para nuestras vidas.Las «ballenas de Dios» vienen en diferentes formas y tamaños. Así que cuando estés den-tro del estómago de una de ellas, recuerda que tal vez Dios te esté salvando mediante esa ba-llena, aunque quizá pienses que debido a tus errores merezcas estar allí.

¡Tengo que confesarte algo más!Antes de terminar, tengo que confesarte que Dios me pidió que escribiera mis experiencias con Él a la luz de su Palabra. Entonces, llegó mi libro: Confesiones de una mujer desesperada, donde concluyo que, si Dios obró un cambio maravilloso en mí, lo puede hacer en ti tam-bién, y decir como el salmista: «Vengan y es-cuchen todos los que temen a Dios, y les con-taré lo que hizo por mí» (Sal. 66:16-20, NTV).

Rebeca Knowles es ingeniera de sistemas, graduada en teología y misiones, y prolífica

escritora. Sus populares reflexiones «Un minuto con Dios» se transmiten por radio y televisión en toda América Latina. Rebeca y

su esposo, Brian, son fundadores de Reaching Out Network, Inc.

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p o r R E B E C A K N O W L E S

El libro de Jonás nos enseña que Dios no cam-bia su manera de pensar. Por lo tanto, nosotros hacemos lo que Él nos dice o permaneceremos

tragó la ballena, pero la ballena le salvó la vida al evitar que se ahogase en el mar, y también fue el medio, como el barco, que llevó a Jonás a un lugar en el que pudo escoger mejor. La ba-llena lo vomitó justo donde quería Dios». ¡Qué maravillosa revelación recibí de mi esposo! La verdad es que si nos humillamos en el interior del «pez» de nuestras circunstancias, Dios se encarga de llevarnos a un lugar donde puede restaurarse su voluntad para nuestras vidas.Las «ballenas de Dios» vienen en diferentes formas y tamaños. Así que cuando estés den-tro del estómago de una de ellas, recuerda que tal vez Dios te esté salvando mediante esa ba-llena, aunque quizá pienses que debido a tus errores merezcas estar allí.

¡Tengo que confesarte algo más!Antes de terminar, tengo que confesarte que Dios me pidió que escribiera mis experiencias con Él a la luz de su Palabra. Entonces, llegó mi libro: donde concluyo que, si Dios obró un cambio maravilloso en mí, lo puede hacer en ti tam-

S alvaje de corazón, por John Eldredge, ¡no es un libro más sobre temas para hombres! es

un libro que nos desafía a los hombres a eliminar y destruir con verdadero coraje y decisión las «buenas intenciones» (que a veces formamos en nuestra mente) de hacer cosas mejores y significativas.Eldredge nos señala que el hombre fue creado con un potencial, mayor del que comúnmente conoce, y que debemos descubrirlo y realizarlo a cualquier precio. Nos invita a iniciar, en lo más íntimo de nuestro corazón, la búsqueda de el verdadero hombre de Dios, y plasma un desafío en cada página a lograr lo «mejor de la vida». Si ha perdido la identidad, el tiempo, los valores y las oportunidades de vivir con éxito y a plenitud, habrá que pelear salvajemente para recuperarlos. El autorexpone varios ejemplos de la Biblia para ilustrar que muchos hombres se equivocaron pero rectificaron su hombría, recuperando su seguridad personal, valor, fortaleza perdida, fe y alcanzaron su máximo potencial a pesar de los riesgos, y aún hasta la misma muerte, porque su salvaje corazón estaba afiliado al corazón de Dios. Un punto interesante y digno de resaltar en este libro, es la siguiente pregunta y respuesta del autor: ¿Para qué sirve un hombre? Si usted sabe para qué se diseñó algo, entonces sabe su propósito en la vida. A un perro labrador le apasiona el agua; a un león le gusta cazar; a un halcón le encanta remontarse a las alturas. Para eso fueron hechos. El deseo revela el diseño y el diseño revela el destino. A Adán, y a todos sus hijos después de él, se les dio una misión increíble: gobernar y someter, fructificar y multiplicarse. «Adán, he aquí toda la tierra. Explórala, cultívala, cuídala... este es tu reino». Este es el permiso para hacer muchísimas más cosas que solo cruzar la calle. En mis propias palabras…

hay mucho más por hacer, ¡pero la última palabra la tenemos nosotros!

hay mucho más por hacer, ¡pero la última palabra la tenemos nosotros!

Salvaje de corazónDescubramos el secreto

del alma masculinapor John Eldredge

Disponibles en tu librería cristiana favorita.

www.editorialunilit.com


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E s trágico y desalentador ver líderes que se creen y actúan como señores, y no como

servidores; que actúan como amos y tratan a la gente como siervos; a los que por la autoridad que se les ha conferido abusan del poder con acciones para las que nunca se les eligió; a los que dan paso a sus fines egoístas y perversos. Son líderes que no quieren rendirle cuentas a nadie pues dicen que «solo responden al Señor». Claro, esta clase de liderazgo comienza en el hogar; se desarrolla, se consolidad y se reproduce en la iglesia.

Necesitamos urgentemente líderes cristianos que dejen a un lado sus intereses personales, los moldes del mundo, y que comiencen a practicar el modelo que Jesús enseñó y practicó; quien dijo: «el que quiere ser el primero (líder) tiene que ser siervo de todos». Necesitamos líderes que escuchen con temor y temblor las palabras del profeta: «¡Ay de ustedes malos gobernantes! Ustedes debieran cuidar a los israelitas, como cuidan los pastores a sus ovejas, ¡pero solo se cuidan a sí mismos! En vez de cuidar a las ovejas, se beben la leche, se hacen vestidos con la lana, y hasta matan a las ovejas más gordas. No apoyan a las ovejas débiles, ni curan a las ovejas enfermas, ni les ponen vendas a las ovejas heridas. Tampoco van tras las ovejas que se pierden, ni tras de las que se apartan del camino. Al contrario, las golpean y las maltratan… Por lo tanto… escúchenme lo que voy a decirles. Yo me declaro en contra de ustedes, y voy a pedirles cuentas por lo que han hecho con mi pueblo… Les quitaré a mi pueblo para que no lo sigan maltratando. Yo mismo lo cuidaré. Les juro que así lo haré» (Ezequiel 34:2-11, TLA).

Evaluación es el proceso de obtener res-puestas a la pregunta: ¿Cómo nos va? Cada vez que hacemos comentarios

acerca del ministerio, o expresamos cuánto nos gustan o nos disgustan las políticas del ministerio, los procedimientos, los programas, el personal, etc., estamos haciendo una evalua-ción. La evaluación del ministerio puede aho-rrar tiempo y esfuerzo. También puede evitar el desperdicio de recursos preciosos. La clave para lograr evaluaciones eficaces es recaudar información correcta e interpretar objetiva-mente los hallazgos. El proceso de evaluación, que puede ser formal e informal, da forma a la manera en que hacemos el ministerio.Los procesos formales de evaluación propor-cionan, a una iglesia u organización cristiana, información objetiva sobre «cómo nos va». Las medidas objetivas obtenidas de encuestas y registros organizacionales ayudan a los líderes del ministerio a hacer apreciaciones exactas de la salud de un ministerio, que a la vez afectan futuras actividades del mismo ministerio.Los procesos informales, tales como las ob-servaciones casuales y conversaciones, sumi-nistran medidas objetivas del status del mi-nisterio. Sin embargo, la evaluación informal tiene ciertos peligros, ya que información sub-jetiva y cuestionable puede filtrarse por el chis-morreo y la crítica, y opiniones insubstanciales podrían ser incluidas en los descubrimientos. Esto podría llevar a una evaluación distorsiona-da de la salud de un ministerio.Haríamos bien si en el ministerio siguiéramos el aviso que se nos da al cruzar las vías del ferrocarril: ¡Alto! ¡Mire! ¡Escuche! En vez de desechar toda la crítica como destructiva y proveniente de un espíritu criticón, necesita-mos hacer alto y escuchar las preocupaciones

de otros, mirar y considerar cuidadosamente la validez de las preocupaciones y la fiabilidad de las evaluaciones, y escuchar el grano de verdad en lo que se ha dicho. Si evaluamos cuidadosamente la crítica constructiva y la des-tructiva, podríamos evitar ser golpeados por un tren expreso lleno de problemas del minis-terio justo al otro lado del horizonte.El apóstol Pablo cuando le escribe a la iglesia primitiva corrige actitudes y patrones de con-ducta que eran incompatibles con las normas de Dios para el ministerio de la iglesia. Algu-nas preferencias y prácticas incompatibles te-nían que cambiar. Sin embargo, cuando los cambios propuestos resultarían incompatibles con la misión y las metas de nuestro ministerio no podemos darle cabida a una evaluación o crítica. La resistencia a la evaluación es normal. El te-mor al fracaso, al castigo, y al cambio nos em-pujan a resistir la evaluación. Sin embargo, es mediante la evaluación que podemos avanzar en nuestro crecimiento personal en Cristo, y en nuestro crecimiento compartido como iglesia u organización cristiana. La evaluación puede traer valiosos resultados al ministerio:1. Ayuda la formación del ministerio. Los

esfuerzos están en línea con la misión y los valores de la iglesia u organización cristiana.

2. Da prioridad a los logros. El ministerio que es evaluado recibe atención en vez de ser pasado por alto o ser descuidado.

3. Alienta la tasación del ministerio. El desempeño pagado y voluntario es

revisado con propósitos de ampliar los esfuerzos del ministerio.

4. Alienta la afirmación del ministerio. La moral se eleva cuando el personal recibe aliento y se le muestra aprecio por sus esfuerzos.

5. Incita la corrección en el ministerio. Los puntos fuertes y débiles se hacen

evidentes alentando las modificaciones cuando es necesario.

6. Atrae el progreso. Los cambios al ministerio debieran hacerse basados en la autorregulación objetiva.

Este artículo fue adaptado por David Fajardo del libro Administración básica para iglesias y ministerios cristianos.

Una evaluación bien hechamarca nuevos rumbos

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Por DAVID FAJARDOGARCÉS

Editorial Mundo Hispano

p o r M I C H A E L J . A N T H O N Y y J A M E S E S T E P , J R .


5.

6.

Este artículo fue adaptado por David Fajardo del libro ministerios cristianos

10

Para ampliar este tema, sugerimos

el libro Liderazgo verdadero, de Vicente Vieira.


Epresar nuestro pensamiento en térmi-nos de un hábito parece poco espiri-tual para mucha gente; sin embargo,

bastante de nuestro pensamiento es una innegable cuestión de hábito. De hecho, la mayor parte de nuestra conducta está com-puesta de hábitos, y hay muchos de los que ni siquiera nos damos cuenta. La mayoría de nosotros nos vamos a la cama a cierta hora

cada día. Nos levantamos en la mañana a un horario regular; cepillamos nuestros dientes un par de veces al día; nos subimos al auto y conducimos hacia el trabajo, usualmente por la misma ruta todos los días. Nadie nos dice que hagamos todas esas cosas. No tenemos que recordar hacerlas, porque son habituales.

Es sencillo ver la aplicación de esta verdad en lo físico. Si pasamos nuestras vidas comiendo medialunas y golosinas, bebiendo varias tazas de café y latas de gaseosa al día, y no hace-mos demasiado ejercicio, entonces podemos predecir que nuestro nivel de salud será bajo. Lo que introducimos en nuestros cuerpos va a determinar la calidad de vida que ellos tengan.

Pablo, de forma sencilla, dice que la mente fun-ciona del mismo modo. Hay una cierta clase de pensamiento que debe convertirse en habitual para nosotros, porque él nos llevará a la piedad y a la paz. La presencia de Dios acompaña a estos pensamientos. Al igual que con nuestro cuerpo, tal vez no veamos inmediatamente los resultados de nuestro plan nutricional, pero los veremos con el correr del tiempo. Cada uno, sea en la carne o en el Espíritu, cosecha lo que sembró. John Stott, en su comentario acerca de Gálatas, lo expresa de este modo: «Siem-bra un pensamiento, cosecha una acción.

Siembra una acción, cosecha un hábito. Siem-bra un hábito, cosecha un carácter. Siembra un carácter, cosecha un destino». A la larga, todos seremos producto de nuestros pensamientos.

¿Cuál es tu dieta mental?Para muchas personas la práctica de meditar en las Escrituras y tener revelación interior pa-rece algo complicado. He oído a fieles creyen-tes decirme que no tienen la disciplina para memorizar versículos o concentrarse en la ver-dad de Dios por largos períodos de tiempo sin distraerse.

Pero todos saben cómo hacerlo. Cuando es-tamos ansiosos y preocupados; podemos concentrarnos en los problemas y temores du-rante horas, de una sola vez, separando cada detalle y obsesionándonos con cada contin-gencia. Pensar grandes pensamientos significa tomar esa increíble habilidad de enfocarnos en lo negativo y usarlo para propósitos posi-tivos y verdaderos.

Eres lo que piensas

«Siembra un pensamiento,

cosecha una acción. Siembra una acción,

cosecha un hábito. Siembra un hábito,

cosecha un carácter. Siembra un carácter, cosecha un destino».


p o r C H I P I N G R A M

En vez de obsesionarnos sobre los dilemas en los que estamos atrapados, o en los que po-dríamos estar atrapados si cada variable cam-biara para mal como esperamos, tratemos de llenar nuestras mentes con la verdad.

Somos un pueblo que ha sido llamado a la transformación final. Romanos 12:2 (NVI) nos dice: «No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la vo-luntad de Dios, buena, agradable y perfecta».

Aunque vivimos en un mundo caído y peleamos la batalla diaria, la voluntad de Dios para nosotros es buena y apacible. Según la Palabra, solo podemos experimentarlo me-diante una mente renovada. Y solo podemos tener una mente renovada si la llenamos con grandes pensamientos.

Extracto tomado del libro: De bueno a grandioso

Chip Ingram es presidente de un ministerio internacional de discipulado y enseñanza, además de pastor por más de veinte años. Es poseedor de una singular cualidad para comunicar la verdad y

desafiar con gracia a la gente a vivir su fe.

medialunas y golosinas, bebiendo varias tazas de café y latas de gaseosa al día, y no hace-mos demasiado ejercicio, entonces podemos predecir que nuestro nivel de salud será bajo. Lo que introducimos en nuestros cuerpos va a determinar la calidad de vida que ellos tengan.

Pablo, de forma sencilla, dice que la mente fun-ciona del mismo modo. Hay una cierta clase de pensamiento que debe convertirse en habitual para nosotros, porque él nos llevará a la piedad y a la paz. La presencia de Dios acompaña a estos pensamientos. Al igual que con nuestro cuerpo, tal vez no veamos inmediatamente los resultados de nuestro plan nutricional, pero los veremos con el correr del tiempo. Cada uno, sea en la carne o en el Espíritu, cosecha lo que sembró. John Stott, en su comentario acerca de Gálatas, lo expresa de este modo: «Siem-bra un pensamiento, cosecha una acción.

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w w w . r e v i s t a e n f o q u e . c o m 13

BoletínBoletín


UNA PUBLICACIóN DE ENFOQUE A LA FAMILIA

Hablar del diseño inteligentePor Jennifer Walker

El estudio de mi esposaPor Mitch Temple

Una de las primeras cosas que me atrajo de Rhonda, mi esposa, fue su espontaneidad. Pero después de

casarnos, mi obsesión de planificar el futuro pronto chocó con su tendencia a esperar hasta el último minuto. Tuve que aprender que su personalidad libre de preocupaciones no era «mala» y que en realidad nues-tras diferencias habían sido creadas por Dios. Así que decidí convertirme en un estudioso de la personalidad de Rhonda. Libros sobre el matrimonio como: Los cinco lenguajes del amor de Gary Chapman, resul-taron ser particularmente útiles. También desarrollé

una lista de cosas que admiraba de mi esposa y agradecía a Dios todos los días. Cuanto más me centraba en lo positivo, más comenzaba a apreciar su personalidad. También hemos hablado con sinceridad sobre nuestras diferencias. Sin llegar a ser críticos o estar a la defensiva, hablamos de cómo nuestro comportamiento a veces creaba tensión, y de qué podíamos hacer para resolverlo. Con el tiempo, empezamos a entender que nuestras diferencias eran opor-tunidades de crecimiento. Rhonda me ayudó a relajarme más y yo la ayudé a darse cuenta de que a veces vale la pena planear con anticipación. Así que la clave del éxito fue compren-der, aceptar y arreglar nuestras diferencias. Un proceso similar puede llevar a cualquier pareja a alcanzar nuevos niveles de intimi-dad.

Una vez, la esposa de un agricul-tor pasó el día cocinando para sor-prender a su marido con su comida favorita. Con la ayuda de su amiga, limpió la cocina hasta que brilló y se puso un vestido nuevo. La luz parpadeaba en las altas velas que había sobre la mesa.Su esposo entró cansado de un duro día de trabajo en el campo. Mientras pasaba por el frega-dero, antes de quitarse las botas, grandes montones de barro caían de sus botas sobre el piso que había sido lavado recientemente.Lista para partir, la amiga se dirigió a la esposa y le dijo con disgusto: «¡Uf! ¡Mira todo ese barro!» La esposa sonrió: «Sí, las botas traen el barro, pero lo traen a él también».

Darle la bienvenida al barroPor Cindy Sigler Dagnan

La teoría de la evolución puede dominar la manera en que se enseña biología en las escuelas públicas de hoy,

pero usted puede equipar a sus hijos para defender su fe en Dios como Creador. Una base espiritual firme, junto con un sólido conocimiento de Dios preparará a su hijo para resistir la cosmovisión darwiniana.

Pregúntele a su niño:• Si arrojo una caja de piezas de Lego al suelo, ¿qué crees

que harán las piezas de Lego? ¿Por qué no caen en forma de robot?

• Si coloco los bloques de Lego y las instrucciones para armar el robot, juntos, por unos días, ¿me encontraré con el tiempo una creación increíble? ¿Por qué no? ¿Qué se necesita para hacer algo?

• ¿Qué pensarías si alguien te dijera que todo lo que existe en el mundo está aquí porque todos los elementos funda-mentales han sido colocados juntos? ¿Se pueden construir cosas por casualidad? Piensa en todo lo que existe, desde un insecto hasta un iPod o una persona. ¿Hay algo que exista que no haya sido hecho por alguien?

• ¿Quién es nuestro Creador? (Lean juntos Efesios 2:10.) ¿Por qué es importante saber que Dios te ha creado y tiene un plan para ti?

«Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás» (Efesios 2:10, NTV).

Una noche, tuve que asistir a una reunión de trabajo mientras mi esposo, Mike, se quedaba en casa con nuestros hijos. Esperaba que los niños estuviesen en la cama al llegar a casa. En cambio, al entrar encontré cajas de pizzas apila-das, y a Mike jugando juegos de video con los niños. En ese momento me di cuenta que tenía que tomar una decisión: podía quejarme delante de los niños sobre lo que se debería haber hecho o podía hacer notar cuán divertido es un papá como Mike y dejar que los niños me vieran agra-decer a mi esposo por haberles dedicado tiempo. Elegí lo último. Elogiar a mi esposo no significa que ignoro mis preocupaciones o guardo mis frustraciones. Hay un tiempo y un lugar para que tratemos nuestras diferencias en privado. Dar el regalo del amor de mis hijos a su padre es el resultado de tener una actitud respetuosa y amorosa, incluso en medio de las diferencias sobre la crianza de los hijos. Tal vez su cónyuge no juegue con los niños tanto como a usted le gustaría o no esté tan invo-lucrado en la disciplina como esperaba. Aun así, ¿está dispuesta a destacar los aspectos positivos frente a sus hijos? Cada vez que usted lo hace, está alimentando un amor que es tan vital para sus hijos como lo es para su cónyuge.

Destaque lo positivoPor Juli Slattery

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BoletínBoletín


UNA PUBLICACIóN DE ENFOQUE A LA FAMILIA

S in embargo, el problema filosófico y teo-lógico del mal es una cosa; la torcida realidad del sufrimiento real es otra; y

mientras más lo vemos, más difícil es llegar a comprender a Dios en relación con él. ¿Cómo se supone que respondamos al desconcertante y asombroso grado de sufrimiento que tiene lugar en este mundo? Una respuesta que en-contramos en la propia Biblia es el lamento. Una palabra más moderna para la misma cosa es protesta. ¿Qué significa lamentarse y protestar delante de Dios por cosas que no podemos comprender? ¿Y por qué parece que pensamos que de alguna manera está mal el hacerlo?

Hay cosas que no comprendo sobre Dios porque son muy extrañas. ¿Por qué dijo e hizo Dios cosas en la Biblia que han sido tan incomprendidas en generaciones posteriores? Quizá esto sea más un problema que tengo, al tratar de comprender la forma en que muchos cristianos parecen aturdirse en la manera que interpretan la Biblia, que un problema con el propio Dios.

Hay cosas que no comprendo sobre Dios, pero me llenan de gratitud porque no podría vivir sin la realidad de su verdad, aceptada por la fe. El ejemplo supremo es, por supuesto, la misma cruz. ¿Quiénes son tan atrevidos que pueden decir que comprenden exactamente cómo la cruz ha resuelto nuestras más profun-das necesidades? Pero de todas formas nos aferramos al hecho de que, por la gracia de Dios y con la autoridad de la Palabra de Dios, lo ha hecho. Se ha señalado con sabiduría que, cuando Jesús se dispuso a explicar la expiación

a sus discípulos, no les dio una teoría, sino una comida. Eso, por supuesto, no ha impedido que la gente teorice, comenzando de hecho con esos primeros discípulos y aquel que pron-to se les sumó, el apóstol Pablo. Y todavía la controversia se desata alrededor del signifi-cado de la cruz.

Sin pretender comprenderla del todo, ¿pode-mos al menos disipar algunas de las peores in-comprensiones? Hay cosas que no comprendo sobre Dios, pero ellas me llenan de esperanza en medio de la deprimente destrucción de la tierra y sus habitantes. La Biblia lidia con las verdades más oscuras de la vida sobre la tierra en el presente, incluyendo los temas mencio-nados arriba. Pero lo hace con un lento cre-scendo de expectativa de un mundo mejor en el futuro. Tanto en el Antiguo como el Nuevo Testamento, una visión de la nueva creación de Dios nos deslumbra. Aquí tampoco soy capaz de explicar a como será o cómo se realizará, pero lo que sí encuentro es que el verdadero retrato bíblico de la nueva creación brilla más que muchos de los mitos populares y caricatu-ras del «cielo» y me parece mucho más digna de que se la busque. Estoy feliz de esperar la nueva creación de Dios sin una comprensión total (creyendo, igual que Pablo, que el mo-mento para eso llegará), pero no sin una go-zosa confianza.

Estas, entonces, son algunas de las cosas que encontré que en realidad no comprendía sobre Dios; no todas son del mismo tipo, no todas representan la misma carga emocional o espiri-tual. Y sin embargo, cuando nos enfrentamos a estos problemas con la ayuda de la Biblia, parece que podemos al menos esclarecer al-gunas respuestas equivocadas, inadecuadas o engañosas que se les dan. No obstante, hay algunas consideraciones so-bre estas cosas que son útiles e instructivas, aunque no den respuesta a todas nuestras dudas. Así que, dondequiera que haya tales consideraciones las quiero decir, porque pue-den arrojar una luz sobre temas difíciles de discusión. Por lo tanto, mediante un análisis de ambos puntos de vista de lo que se pue-da decir, espero mostrar que es posible ser muy claro sobre cosas que sí comprendemos, o debemos comprender, porque Dios las ha

aclarado en la Biblia, mien-tras que aceptamos nuestra falta de comprensión (incluso nuestra confusión y dolor) de muchas otras cosas que Dios ha decidido no explicarnos, y lo hacemos con humildad y hasta con gratitud y alivio. Podemos ser perfectamente honestos sobre cosas que no comprende-mos sin amenazar la esencia de nuestra fe en la verdad de las cosas que podemos y debemos comprender.

Extracto tomado y usado con permiso de la introducción del libro El Dios que no entiendo de

Christopher J. H. Wright.

Christopher J. H. Wright es director internacional de Langham Partnership

International, donde tomó el cargo que ocupó John R. W. Stott durante treinta años.

También sirve como presidente de la junta directiva del Grupo de trabajadores del comité

Teológico Lausana y del Panel de recursos teológicos del fondo TEAR, una fundación

líder en la ayuda para cristianos y desarrollo caritativo. Es autor de muchos de libros.

Hay cosas que no comprendo de Dios

y me dejan irritado o apesadumbrado, porque

eran, o son todavía, horribles e inexplicables. Todos nosotros luchamos para encontrarle sentido a la presencia del mal en

medio de la bondadosa creación de Dios.

Diferentes tipos de incomprensión

p o r C H R I S T O P H E R J . H . W R I G H T

w w w . r e v i s t a e n f o q u e . c o m16 w w w . r e v i s t a e n f o q u e . c o m16

D ios tiene mucho más interés en una relación de amor contigo que en lo que puedas hacer por Él. Desea que

los ames. A medida que camines a su lado, te guiará hacia actividades específicas; pero aún, mientras hagas esas cosas, trabajará a través de ti para cumplir sus propósitos. Él es todo lo que necesitas. El Cristo que vive en ti es tu camino. Él es tu mapa. Cuando sigas su direc-ción, un día a la vez, siempre estarás en el cen-tro de su voluntad.Durante años, fui pastor de una iglesia en una ciudad rodeada por comunidades agrícolas. Un día, un agricultor me invitó a su casa. Sus indi-caciones fueron más o menos así: «Vaya hasta unos cuatrocientos metros después del límite de la cuidad, entones verá un granero rojo y grande a su izquierda. Siga hasta el siguiente camino y doble a la izquierda. Siga poco más de un kilometro por ese camino, hasta que vea un álamo grande. Allí gire a la derecha y siga otros seis kilómetros más. Luego verá una roca grande…» ¡Escribí todo eso, pero solo por la gracia de Dios logré encontrar la granja!

La siguiente ocasión en que fui la casa de este hombre, él me acompaño en mi vehículo. Había más de una manera de llegar a su casa, y él podría haberme hecho seguir el camino que hubiera querido. En esta oportunidad, no necesité instrucciones escritas. El hombre fue mi mapa. ¿Qué tuve que hacer? Sencillamente escucharlo y hacer lo que me decía. Cada vez que dijo: «doble aquí», eso fue lo que hice. Me llevó por otro camino que seguramente no habría descubierto por mis propios medios. Sin dudas, no podría volver a seguir esa ruta por mí mismo porque el agricultor fue mi mapa y él sí conocía el camino.

A menudo hay personas que, para conocer y hacer la voluntad de Dios, le preguntan al Señor: «¿Qué quieres que haga?», «¿Cuándo quieres que lo haga?», «¿Cómo debo hacer-lo?», «¿Dónde debo hacerlo?», «¿Cuál será el resultado?»

¿Acaso no nos caracterizamos por pedirle a Dios un mapa de carreteras antes de estar dis-puestos a emprender una travesía? Decimos: «Señor, si solo me dices adónde es necesario que llegue, entonces podré determinar mi rumbo y marchar». Incluso tal vez decidas que no avanzarás hasta que Dios te anticipe los de-talles del camino; pero en las Escrituras vemos que esa no fue la manera en que Dios condujo a las personas.

Dios no nos envía como si fuéramos un mu-chacho que ejecuta una comisión o cumple una orden por encargo. Él quiere acompañar-nos en la travesía. Desea que prestemos aten-ción a su voz todo el tiempo y que lo sigamos día tras día. En tanto que caminemos a diario con Cristo, siempre sabremos en donde esta-mos: precisamente a su lado. Así llegaremos siempre adonde Él quiere que estemos. Jesús no dijo: •«Tedarétodoelplan». •«Tedaréunmapadecarreteras». •«Tediréquérumbotomaryteenviaré».

Él dijo: «Yo soy el camino» (Juan 14:6). Jesús conoce el camino; Él es tu camino.

¿Puedes confiar en Dios para que te guíe y se-ñale cada giro a lo largo de la ruta, así como el agricultor me guió? Tal vez digas: «No, Jesús no dirige a las personas de esa manera específica». ¡Pero lo hace! La Biblia está llena de ejemplos donde Dios guió a su pueblo en forma precisa.

Cuando llegues a confiar en que Jesús te guiará paso a paso, experimentarás una enorme libertad; pero mientras confíes en tu propio criterio, cada vez que necesites tomar una decisión, te preocuparás ante la posibili-dad de haber tomado el camino equivocado.

Conozco varias personas a quienes la preocu-pación las inmovilizó de tal manera, que pasa-ron años en estado de indecisión, solo porque no creyeron que Dios les daría una dirección precisa; pero Dios no quiere que vivamos con esa ansiedad. (Ver: Filipenses 4:6; 1 Pedro 5:7).

Cuando me concentro en mi relación con Dios, mediante esa comunión divina, Él comparte

conmigo su propio corazón. Cuando habla, responde a todo, y me da bastante que hacer para que cada uno de mis días tenga sentido y propósito. Cuando cumplo lo que Él dice, es-toy en el centro de su voluntad y puede usar mi vida para cumplir sus propósitos. Mi inquie-tud primordial no será: «¿qué haré con mi vida mañana?», sino: «¿qué quiere Dios que haga hoy?». Cuando sigas a Jesús día a día, Él te mantendrá en el centro de su voluntad.

Henry Blackaby es fundador y presidente emérito de Blackaby Ministries International, una organización creada para ayudar a las personas a tener una experiencia con Dios. Richard Blackaby

es presidente de Blackaby Ministries y el hijo mayor de Henry y Marilynn Blackaby. Claude King es

editor en jefe de incontables recursos para LifeWay Christian Resources.

Dios desea que prestemos atención

a su voz todo el tiempo y que lo sigamos

día tras día.

Cómo hacer lavoluntad de Dios

D

p o r H E N R Y B L A C K A B Y , R I C H A R D B L A C K A B Y y C L A U D E K I N G


H ace unos años estuve con mi esposa en un país sudamericano cuando una dama se nos acercó en busca de con-

sejos. Después de escuchar su problema, abrí la Palabra de Dios para enseñar los principios bíblicos que tenían que gobernar el caso. Todo marchaba bien hasta que me di cuenta de que a ella le fue difícil entender los pasajes. Es cuando comencé a meditar sobre la posi-bilidad de una traducción de la Biblia de fácil lectura con conceptos claros y fiel a los idiomas originales.

Mi sueño se hizo realidad con la Nueva Tra-ducción Viviente y su lema «la verdad con claridad». Es una traducción de la Biblia que se concentra en el lector tanto como en los escri-tores. Fue Martín Lutero quien dio forma a esta clase de traducción, dijo: «El que hable alemán [español] no debe usar un estilo hebreo, más bien deberá procurar concentrarse en el sen-tido del texto y preguntarse a sí mismo: “A ver, ¿qué dicen los alemanes [latinoamericanos] en una situación como ésta?” Cuando ya tenga las palabras alemanas [españolas] adecuadas,

que se olvide de las palabras hebreas, y que exprese libremente el significado en el mejor alemán [español] de que sea capaz».

Es lo que cincuenta y dos eruditos se propu-sieron a hacer y el resultado de diez años de arduo trabajo es la Nueva Traducción Viviente. La NTV no sirve sólo para personas a quienes les es difícil entender ciertos pasajes sino que, como hemos visto en la práctica, sirve siempre cuando existe la necesidad de más claridad: para el estudio, para la lectura devocional, para el evangelismo, para citar en artículos, para la radio, para la predicación y para la lec-tura en voz alta.

Sabiendo perfectamente bien que una tra-ducción de esa naturaleza precisa más «inter-pretación» procedimos con mucha cautela y oración. En el Antiguo Testamento tratamos de preservar las metáforas antiguas y el sabor del hebreo para que fuera fiel al texto antiguo y a la vez comprensible. En el Nuevo Testamen-to, a veces el griego es muy rico, entonces nos permitimos emplear dos palabras en el espa-ñol para representar el sentido y la riqueza del idioma original.

Aparte de los estudios del hebreo, griego y arameo, a propósito invitamos a unos jóvenes a formar parte del comité para darle al texto una forma compresible en el lenguaje contem-poráneo.

Pablo le dice a Timoteo: Hasta que yo llegue, dedícate a leer las Escrituras a la iglesia, y a animar y a enseñarles a los creyentes (1 Timo-teo 4:13). Para que la NTV fuera apta para ser leída en voz alta «a la iglesia», decidimos volver a leer toda la Biblia en voz alta con al-guien que no había visto antes el manuscrito. Tardamos otros 18 meses en cumplir con esta lectura pero quedamos muy satisfechos con el resultado.

Saboreamos unos pasajes de la NTV:No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece porque, cuando aman al mundo, no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos y el orgullo de nuestros logros y

posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto de-sea. Pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre (1 Juan 2:15-17).

Mientras estaba junto a la ventana de mi casa, mirando a través de la cortina, vi a unos muchachos ingenuos, y a uno en particular que le faltaba sentido común. Él cruzaba la calle cercana a la casa de una mujer inmoral y se paseaba frente a su casa. Era la hora del crepúsculo, al anochecer, mientras caía la den-sa oscuridad. La mujer se le acercó, vestida de manera seductora y con corazón astuto. Era rebelde y descarada, de esas que nunca están conformes con quedarse en casa. Suele fre-cuentar las calles y los mercados, ofreciéndose en cada esquina. Lo rodeó con sus brazos y lo besó, y mirándolo con descaro le dijo: «Acabo de hacer mis ofrendas de paz y de cumplir mis votos. ¡Tú eres precisamente al que estaba buscando! ¡Salí a encontrarte y aquí estás! Mi cama está tendida con hermosas colchas, con coloridas sábanas de lino egipcio. La he perfu-mado con mirra, áloes y canela. Ven, bebamos sin medida la copa del amor hasta el amane-cer. Disfrutemos de nuestras caricias, ahora que mi esposo no está en casa. Se fue de viaje por mucho tiempo. Se llevó la cartera cargada de dinero y no regresará hasta fin de mes». Y así lo sedujo con sus dulces palabras y lo enga-tusó con sus halagos. Él la siguió de inmediato, como un buey que va al matadero. Era como un ciervo que cayó en la trampa, en espera de la flecha que le atravesaría el corazón. Era como un ave que vuela directo a la red, sin sa-ber que le costará la vida (Proverbios 7:6-23).

El Dr. Jaime Mirón es escritor, consejero bíblico, maestro de la Biblia, conferencista que ha ministrado al lado del evangelista Luis Palau en las Américas, Asia y Europa por más de treinta años.

Además, es autor de libros de consejería y maestro de Biblia. El Dr. Mirón y su esposa, Gail, tienen un

hijo adulto y tres nietos.

«Pero el que hace lo que a

Dios le agrada vivirá para siempre» (1 Juan 2:15-17, NTV)

p o r J A I M E M I R Ó N

La Nueva Traducción Viviente:

la verdad con claridad

Hsejos. Después de escuchar su problema, abrí


poráneo.

Pablo le dice a Timoteo: Hasta que yo llegue, dedícate a leer las Escrituras a la iglesia, y a animar y a enseñarles a los creyentes (1 Timo-teo 4:13). Para que la NTV fuera apta para ser leída en voz alta «a la iglesia», decidimos volver a leer toda la Biblia en voz alta con al-guien que no había visto antes el manuscrito. Tardamos otros 18 meses en cumplir con esta lectura pero quedamos muy satisfechos con el resultado.

Saboreamos unos pasajes de la NTV:No amen a este mundo ni las cosas que les ofrece porque, cuando aman al mundo, no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos y el orgullo de nuestros logros y


Se puede depender de la sabiduría de Dios para alcanzar el éxito. Esa sabiduría nos es dada por el inmerecido favor de Dios.

No se logra con mucho estudio, ni puedes con-seguirla por tu propio esfuerzo. Es algo que el mundo no tiene ni puede tener. No quiero decir con esto que no haya sabiduría en el mundo. Entra en cualquier librería y encontrarás estan-tes llenos de libros que contienen teorías y mé-todos de expertos sobre toda clase de temas. Pero la gran mayoría, lo que contienen surge de la sabiduría humana, que fortalece y edifica solo la carne. Lo sepan o no, la gente del mundo pide a gritos la verdadera sabiduría, que viene del Señor. El Salmo 1:1 nos dice esto desde el comien-zo mismo: «Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados…» Eso significa que en la sabiduría humana sí hay consejo, pero es dichoso el hombre que no lo sigue. Al mismo tiempo, si su deleite está en Jesús y medita en Él día y noche, dice el Salmo 1:3 que «Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuan-do llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!» Pon en práctica el consejo del que sigue a Dios, y no el del mundo, y verás que todo lo que haces prospera. Dios ha levantado per-sonas establecidas en las verdades del Nuevo pacto, que te ayuden a mantener los ojos fijos en Cristo. En Él encontrarás toda la sabiduría que necesitas. La Biblia nos dice que en Él «están escondidos todos los tesoros de la sa-biduría y del conocimiento» (Colosenses 2:3). Es lo que necesitas para que te vaya bien.

Joseph Prince es el pastor principal de la New Creation Church, una iglesia dinámica,

vibrante y de rápido crecimiento, con más de 19.000 miembros en Singapore.

Sabiduría divinapara el éxito

p o rJ O S E P HP R I N C E

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para ti Tyndale Español

B&H EspañolEditorial UnilitEditorial Vida

Editorial Mundo HispanoCasa Creación

NuevoLo

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ISBN 978-1-4143-3783-8Tyndale Español

El arte de la guerra para la batalla espiritualCindy TrimmEste libro enseña las disciplinas necesarias para un guerrero de oración moderno, las tácticas para tomar ciudades y naciones por medio de la oración, y las estrategias para establecer y expandir el reino de Dios.

ISBN 978-1-61638-077-9Casa Creación

ServoluciónDino RizzoEn Servolución, Dino Rizzo relata su afán en buscar formas de bendecir a los afligidos en el nombre de Jesús. Este libro inspirará al lector a conocer cómo Dios ha utilizado a la Iglesia Centro de Sanidades para satisfacer las necesidades de miles de personas. ISBN 08297-5558-6 Editorial Vida

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La voluntad de Dios: Compruebe la dirección y el propósito de Dios para su vidaJohn MacArthurAudio-libro narrado por Henry Tolopilo (la voz en español del pastor MacArthur en el programa radial «Gracia a Vosotros»). Duración: 79 minutos

ISBN 978-0-311-55020-3Editorial Mundo Hispano

Revista-PAGS.21-24.indd 1 12/1/10 1:24 AM

Lo Nuevo


22

Hermanos no somos profesionalesJohn PiperEn este libro, John Piper ruega a los pastores que abandonen la actual secularización del pastorado y se dediquen al llamado profético de la Biblia: un ministerio radical.

IISBN 84826-7464-1Editorial Vida

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Salvaje de corazónJohn EldredgeEn este provocativo libro, el autor les da a las mujeres una mirada al interior del verdadero corazón de un hombre y les permite a los hombres ser arriesgados, apasionados, vivos y libres, tal y como los diseñó Dios.


El Desafío del Amor para cada día: Devocionales Diarios para ParejasStephen and Alex KendrickEl Desafío del Amor para cada Día alienta y desafía a las parejas a dar nuevos pasos en fe y amor a partir de 365 desafíos de aliento en cuanto a la vida matrimonial, recordatorios y sugerencias repetibles año tras año.

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La apacible y poderosa voz de DiosBill HybelsJesús proclama que sus ovejas conocen su voz y le escuchan con atención. ¿Qué sonido tiene esta interacción entre lo humano y lo divino? Bill Hybels aporta muchos ejemplos de su vida personal y experiencias sobre la apacible voz Dios en su vida.

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Gente común, poder extraordinarioJohn EckhardtAprenda lo que es una cultura apostólica, sus creencias, su conducta y sus valores. Los creyentes necesitan ser activados para sanar, liberar, profetizar y predicar, pero más que nada, demostrar el reino de Dios.


Los hábitos de JesúsJay DennisEl mundo siempre ha estado fascinado con Jesús. Aunque hay quienes creen y quienes no creen en Él, todos están interesados en Jesús, el hombre, quién fue y qué hizo. Los hábitos de Jesús, constituyen eventos observables en la vida de Jesucristo.

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RVR 1960 Biblia Edición Especial con ReferenciasRica en material de consulta, una concordancia de 62 páginas y mapas a todo color, está ahora disponible en una nueva edición encuadernada tanto en cuero como en tela denim.

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23Lo Nuevo

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Una guía esencial para la guerra espiritual y los demoniosRon PhillipsEste libro es un manual básico para todo el que quiera entender la lucha espiritual, y cómo enfrentar y salir victorioso ante los ataques del enemigo. Identifica varios espíritus demoníacos que atacan a los creyentes.


Liderazgo verdaderoVicente VieiraEn este libro su autor nos lleva a descubrir el verdadero líder de acuerdo con las Escrituras: un espíritu de servicio, la perspicacia organizadora, la pericia administrativa y el fervor en la oración.


La esencia de los cinco lenguajes del amorGary ChapmanAplica los principios adecuados, aprende el lenguaje apropiado y pronto conocerás la profunda satisfacción y el gozo de ser capaz de expresar tu amor... y sentirte amado de verdad a cambio. ISBN 978-0-7899-1731-7 Editorial Unilit

Las mujeres lideran mejorNancy BeachUna líder del ministerio y pastora de enseñanza habla de los retos y alegrías de su jornada de treinta años. Nancy anima a las mujeres a través de un poderoso mensaje: Dios tiene una obra inmensamente importante para cada una.


Cómo criar a las hijasJames DobsonCómo criar a los varones ha sido y sigue siendo un éxito de venta. Ahora, el Dr. Dobson presenta su muy esperado libro compañero: Cómo criar a las hijas. Este libro equipará a padres como usted para enfrentar los retos de criar a sus hijas


RVR 1960 Biblia Vive tu Fe Mujeres de la Biblia y de Nuestros DíasLa Biblia RVR 1960 Vive tu Fe es una Biblia devocional para mujeres. Es única su tipo y tiene como finalidad inspirar a las lectoras a vivir su fe con esperanza, fortaleza y gracia en cada una de las situaciones que la vida les presente.

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De bueno a grandioso a los ojos de DiosChip IngramLos grandes cristianos viven su fe con un propósito. Por medio de las Escrituras, anécdotas personales y vidas ejemplares, el autor presenta una serie de pasos claros que pueden convertir en grandiosas las cosas que realmente más importan.



Lo Nuevo


24

Secretos de ultratumbaPerry StoneEste libro contestará las preguntas que pueda tener sobre la vida más allá de la muerte. Descubra los misterios de la eternidad, los lugares donde están las almas de los que murieron en Cristo y los que no.


El fin del cristianismo: Cómo encontrar a un Dios bueno en un mundo maloWilliam A. DembskiEl fin del cristianismo, se suma al debate y plantea el desafío de reformular la teodicea que resulta funcional tanto a la ortodoxia cristiana como a las nuevas posturas críticas. ISBN: 978-1-4336-6838-8 B&H Español

Guía de una joven para las buenas decisionesElizabeth GeorgeLas jóvenes descubrirán los puntos de control para tomar buenas decisiones y la tremenda sabiduría, dirección y respuestas disponibles en la Palabra de Dios. Ideal para el uso personal, grupos pequeños y consejería.


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El Dios que no entiendoChristopher J. H. WrightHemos de admitir que hay muchas cosas acerca de Dios que no entendemos, especialmente cuando nos enfrentamos a un gran sufrimiento o mal. Wright ofrece aliento, basado en las Escrituras, para que aquellos que necesitan fortaleza en su fe.


2 Corintios. Recordando lo que realmente importaMax LucadoNo es intencional, pero sucede. Nos olvidamos de que le pertenecemos a Jesús. La carta les recuerda a los corintios que deben dejar sus costumbres mundanas, y pensar y vivir de maneras que honren a Dios.


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El niño que volvió del cieloKevin MalarkeyDisponible febrero 2011Kevin Malarkey y su hijo, Alex, sufrieron un accidente automovilístico. El impacto paralizó a Alex y, humanamente, no había posibilidades de que sobreviviera. Una verdadera historia de milagros, vida después de la muerte y del amor de un padre.


El poder de la oración por tus hijos adultosStormie OmartianEn este libro, Stormie ayuda a los padres a orar por sus hijos adultos con el poder de la Palabra, de modo que tengan el cuidado, la protección y la dirección que les brinda Dios.


Descanso en tus brazos Contiene 10 canciones interpretadas, la mayoría de ellas, por Alejandra Martínez. Esta producción musical tiene variedad de ritmos y un toque muy fresco. Algo diferente a lo que comúnmente identificamos como cantos de alabanza y adoración para la mujer.


El poder de la oración por tus hijos adultos

Descanso en tus brazos Descanso en tus brazos Contiene 10 canciones

El niño que volvió El niño que volvió del cielo

El poder de la oración por tus hijos adultos

2 Corintios. Recordando lo que realmente importa

RVR 1960 Biblia Letra Grande Tamaño Manual

CD



L a mentalidad de «no te quedes ahí, haz algo» es propia del ser humano. Somos criaturas de acción. En respuesta

a nuestra experiencia sensorial y a nuestra interpretación de determinada experiencia, con sentimientos y deseos, tomamos la de-cisión de actuar de tal o cual manera. En el momento, la decisión que tomamos nos parece totalmente lógica; la mayor parte del tiempo todo parece tener sentido. Nuestra conducta es la porción más visible de nuestra vida. Es la parte acerca de la cual opinan los demás. Jesús afirmó: «Por sus frutos los conocerán» (Mateo 7:16, NVI). En otra ocasión, Jesús expresó lo siguiente: «De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros» (Juan 13:35, NVI). Resulta evidente que la referencia de Jesús al amor, implica acciones observables que surgen del interior de la persona. De ahí que nuestra conducta sea de extrema importancia en nuestro ministerio hacia los demás.

Por lo general, cuando nuestras acciones son positivas y apropiadas nos sentimos con-formes con nuestras decisiones, pero cuando nuestra conducta es pecaminosa nos sentimos avergonzados o culpables. Si he sido injusto con mi esposa me siento culpable y, como deseo estar en comunión con Dios y con mi cónyuge, mi reacción será: «Lo siento, me equivoqué. ¿Me perdonas?». Mi esposa escuchará mi confesión, verá la expresión de mi rostro, interpretará que he sido sincero y manifestará un sentimiento de comprensión. Como desea hacer lo correcto frente a Cristo, decidirá perdonarme, para que se restablezca la relación.

Existe tanto una dimensión espiritual como una humana para cambiar nuestra conducta. A la dimensión espiritual se refiere el apóstol Pablo al hablar de su vida cuando expresa: «No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco […] Aunque

deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace sino el pecado que habita en mí» (Romanos 7:15, 18-20, NVI).

Después de discurrir acerca de esta lucha interna, Pablo señala que por medio del Espíritu Santo en nuestras vidas, somos liberados de la naturaleza pecaminosa para poder hacer el bien que deseamos (Romanos 8:1-2). Por eso, los cristianos sabemos que el poder supremo para llevar una vida recta consiste en rendirnos al Espíritu Santo y permitir que Él controle nuestro proceder.

En la sociedad occidental existe la tendencia a exaltar las emociones y los deseos a expensas de la razón. Se trata de un error bastante común. Nuestra sociedad tiende a exaltar los sentimientos y los deseos como lo más importante. Es decir, hemos llegado a la conclusión de que lo que siento o deseo es mi verdadero yo. Se trata de un craso error que nada tiene que ver con lo que enseña la Biblia. La cual declara: «pues como piensa dentro de sí, así es» (Proverbios. 23:7, LBLA). Aquí el énfasis está puesto en los pensamientos y no en los sentimientos. En el Nuevo Testamento leemos: «Finalmente, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, en todo lo que merece respeto, en todo lo que es justo y bueno; piensen en todo lo que se reconoce como una virtud, y en todo lo que es agradable y merece

ser alabado. Practiquen todas las enseñanzas que les he dado; hagan todo lo que me vieron hacer y me oyeron decir. Y Dios, que nos da su paz, estará con ustedes siempre» (Filipenses 4:8-9, VP). Notemos el énfasis que se da en estos pasajes al pensamiento y la conducta. La manera en que interpretamos las experiencias de la vida y nuestra forma de actuar frente a ellas, es mucho más importante que cómo nos sentimos o qué deseamos.

En esto hay una gran enseñanza para nosotros, sobre todo en nuestra sociedad que exalta las emociones y los deseos, y nos hace creer que si no nos dejamos guiar por ellos jamás seremos felices. Debe existir un equilibrio entre los sentimientos y los deseos por un lado, y el intelecto y la voluntad por el otro. La peor manifestación de inmadurez se da cuanto permitimos que los sentimientos y los deseos controlen nuestra vida. Nuestra mente evalúa lo sabio que es actuar de acuerdo a determinadas emociones y nuestra voluntad lleva a cabo la decisión tomada.

¿Significa esto que los deseos y los sentimientos carecen de importancia? De ninguna manera. Son parte vital de nuestra personalidad y no se pueden negar ni ignorar. Solo si tenemos conciencia de nuestras emociones y deseos podremos analizarlos y tomar decisiones sabias acerca de nuestra conducta.

Gary D. Chapman ha surgido como uno de los principales escritores y conferencistas

sobre el matrimonio y las relaciones. El Dr. Chapman sugiere métodos prácticos

que le permitirán incrementar la comunicación.

«...no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero.

Y si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace sino el pecado que habita en mí»

(Romanos 7:15, 18-20, NVI).

Conocerse a uno mismo:La conducta revela la realidad de la elección

p o r G A R Y D . C H A P M A N


RESPONDE A TUS PREGUNTASDR. DOBSON

¿


PREGUNTAS DIFÍCILES QUE HACEN LOS NIÑOS

Respuesta: La razón principal para orar por nuestros enemigos es porque Dios nos lo indica. En realidad, nos dice que debemos amar a nuestros enemigos. Orar por nuestros enemigos y amarlos es lo que Dios quiere.

Otra razón es que todas las personas, especial-mente las malas, nece-sitan oración. No hay mejor manera de cam-biarlas. Si queremos que las personas dejen de ser malas, tenemos que pedirle a Dios que lo haga.

¿¿Cómo pueden mis hijos mantenerse firmes en la fe mientras estudian en la universidad?

¿

¿¿Por qué orar por nuestros enemigos?

¿¿

Respuesta: A Hay tres conceptos que ayudarán a sus hijos a lo largo de los años de universidad, y más allá. En primer lugar la vida se trata de mayordomía, no de posesiones (Dios es dueño de todo). Sus hijos no son los dueños, sino los administradores de una vida. Dios les ha dado un trasfondo particular. Les ha dado oportunidades y un cierto tiempo en esta tierra. Les ha dado pasiones y deseos. Pero Él espera que usen todos estos dones sabiamente. Dios los hizo administradores de su tiempo, sus dones y sus talentos. Una parte de asumir los privilegios de un adulto, la clase de privilegios que tendrán en la universidad, es también asumir las responsabilidades de un adulto.En segundo lugar, todos los argumentos contra el cristianismo tienen una respuesta. Puede estar seguro de que una de las cosas que les sucederá a sus hijos en la universidad, incluso en una universidad cristiana, es que su fe será desafiada. Lo animo a explorar profundamente en la Biblia y en los grandes libros que se han escrito sobre el tema de la apologética cristiana.Por último, una cosmovisión bíblica ayudará a sus

hijos a ver la poderosa verdad de Dios. Nuestra cosmovisión es como un par de gafas a través de las cuales vemos todo. Si estos cristales son oscuros, entonces nuestra visión del mundo es imperfecta. Si los cristales son claros, también lo será nuestra cosmovisión. Sus hijos estarán rodeados por personas que tienen opiniones muy divergentes del mundo. La obra y el propósito de Dios en el mundo son evidentes para todos los que están dispuestos a buscarlos. Pueden estar involucrados en cualquier universidad, pero si saben qué buscar, van a encontrar la verdad incluso en el más oscuro de los lugares.

(Esta pregunta fue tomada de Stand Strong: In College [Mantenerse firme en la universidad] de Alex McFarland, autor, orador y experto en la apologética

que ha pasado dos décadas formando adolescentes en una cosmovisión bíblica).

Respuesta: A menudo, los esposos y esposas suponen que sus suegros los amarán y acep-tarán por el mérito de haberse casado con uno de sus hijos. Este puede ser el caso, pero por lo general toma tiempo establecer confianza y respeto. Así como se necesita tiempo para construir otras relaciones íntimas, ser aceptado en una familia no es algo que se produce instantáneamente. El factor más importante en la solución de los problemas de aceptación por parte de los suegros es el apoyo del cónyuge. Apoyar a su cónyuge, sin entrar en una pelea ni alimentar su descontento, es un arte. Aquí están los principios fundamentales para recordar cuando se trata de lidiar con un pariente político que no parece aceptarlo:

• Aprenda a apoyar a su esposo evitando tomar partido.• Anime a su cónyuge a compartir sus

sentimientos directamente con usted.• Mantenga el sentido del humor.• Muéstrele a su cónyuge que para usted es el número uno.• No tome las cosas demasiado personal.• Recuerde, la construcción de una relación requiere tiempo.• Perdone, perdone, perdone.• Recuerde que usted ama a su esposo

al honrar a sus padres.

Una idea más: Cuando se enfrente a lo que pa-rece una situación sin salida con respecto a sus suegros, use la teoría de la «caída de la cuerda». Imagine que tiene una cuerda en sus manos. Puede optar por seguir tirando de ella o dejarla caer. Dejarla caer puede parecer que está de-sistiendo, pero en realidad es muy beneficioso. También es mucho más eficaz que dar tirones.

Esta pregunta fue tomada de: Complete Guide to the First Five Years of Marriage, (Guía completa de los cinco primeros años de matrimonio), por Romie Hurley, uno de los muchos autores del libro. Romie

es una consejera profesional licenciada y certificada nacionalmente de Enfoque a la Familia).

Respuesta: Seamos realistas, algunos maestros son más divertidos que otros. Cada persona es diferente, se necesita toda clase de maestros para enseñar a toda clase de niños. Pero nadie está tratando de que no tengas maestros divertidos. Ten una buena actitud hacia la clase y da una oportunidad a tus maestros. Puedes descubrir que son más divertidos de lo que pen-sabas. Además, recuerda el principio de que la hierba, que «siempre se ve más verde en el jar-dín del vecino»: o sea que los otros niños pueden pensar que tú tienes los profesores divertidos.

¿¿¿Qué puedo hacer para que mis suegros

me acepten?

¿Tenía música la gente en los tiempos bíblicos?


E l ministerio auténtico no es para medro-sos ni para farsantes. No hay la promesa de una vida de holgura ni de fama, ni

tampoco de los privilegios del mundo empre-sarial, donde las cuentas de gastos no tienen límite y el trato es muy considerado. La mayo-ría de los ministros del evangelio pasan treinta, cuarenta o cincuenta años en el ministerio, y lo que reciben al final, como reconocimiento de toda una vida de logros, es poco más que un agasajo con torta y refrescos. A decir verdad, el ministerio del evangelio es una mezcla de sueños y realidades, de gozo y de sufrimientos, de comienzos nuevos y de transiciones dolorosas. Para algunos que sirven en muchas partes del mundo es un trabajo ver-daderamente duro, que incluye persecuciones, cárceles, fuertes maltratos, torturas e incluso la muerte.

Dios tiene una manera de despertarnos cada cierto tiempo a la realidad, en la peregrinación que hacemos hacia el logro de nuestros sue-ños. A partir de este momento, eso será cierto

para nuestro principal personaje, Saulo, lla-mado ahora Pablo, y para su colega y amigo, Bernabé. El joven Juan Marcos también se les había unido en este primer viaje. Él también tenía sueños y esperanzas. Sin embargo, se amilanaría pronto por todas las presiones, de-jando que Pablo y Bernabé siguieran su cru-zada de evangelización sin él.

Pablo emprendió su primer viaje misionero con un objetivo claro y pleno de convicción: proclamar la Palabra de Dios. No se trataba de un crucero de placer en una temporada de va-caciones. Pablo puso su rostro firme como un pedernal y jamás miró hacia atrás. Su mensaje estaba lleno de gracia, pero él fue un modelo de determinación que era verdadera firmeza. Era su llamado; era su destino.

Sin duda alguna, Pablo y Bernabé resolvieron ante el Señor: «Esto es lo que queremos hacer. Queremos ir donde tú nos has llamado a ir... queremos hacer el trabajo que tú nos has lla-mado a hacer». Ellos ignoraban por completo los detalles de su futuro. Esto siempre es así.

Los siervos de Dios nunca saben lo que les es-pera. (Si lo supiéramos, probablemente jamás iríamos).

Sin embargo, Pablo tuvo abundancia de com-promiso, vitalidad, resistencia y firmeza. Uno de los aspectos apesadumbrados del ministerio es el enorme gasto de energías que hay que hacer por períodos prolongados. Una vez que Pablo y Bernabé llegaron a Chipre, no encen-dieron simplemente un fuego a la orilla de la playa y se pusieron a esperar que se supiera que habían llegado. La narración histórica dice que atravesaron «toda la isla», proclamando el evangelio y enseñando la Palabra de Dios.El largo y arduo viaje los llevó finalmente hasta Listra (14:8). Los hombres, sin duda, tenían la esperanza de encontrar allí un poco de des-canso y alivio, después de haber sido persegui-dos en las ciudades que habían visitado hasta ese momento. Sin embargo, todo el tiempo si-guieron predicando y enseñando las Escrituras. De repente, algo sorprendente sucedió: ¡Dios hizo un milagro!

¡Qué momento tan tentador! Cuando la gente está tan impactada y conmovida por nuestro

mensaje, puede cometer el error de tratarnos como si fuéramos un Dios. ¡Qué fácil es que esto se nos suba a la cabeza y comencemos a esperar una adoración tal! Pero esto no le sucedió a Pablo ni a Bernabé. Por el contrario, ellos no tenían la intención de ceder a la peli-grosa seducción de la popularidad. Observe su respuesta, algo realmente hermoso:

«Cuando los apóstoles Bernabé y Pablo oye-ron esto, rasgaron sus ropas y se lanzaron a la multitud dando voces y diciendo: “Hombres, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de la misma naturaleza que vosotros, y os anunciamos las buenas nuevas para que os convirtáis de estas vanidades al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos”» (Hechos 14:14-15).

En vez de aceptar, aunque fuera por un mo-mento, la adulación de la multitud, Pablo predicó un breve sermón, que señalaba a las personas el único Dios verdadero (14:15-17). Pero casi no los oyeron, por lo que inten-taron ofrecer sacrificios de adoración a los dos

hombres. ¡Qué breve fue su popularidad! El extremo opuesto fue cosa de minutos. Lucas escribe: «Entonces de Antioquía y de Iconio vi-nieron unos judíos, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad, suponiendo que estaba muerto» (Hechos 14:19).

Concluyo citando las palabras textuales de Charles R. Swindoll: «¡Bienvenido al minis-terio! En un momento estás recibiendo reco-nocimientos, y en el siguiente esquivando tomates o, aun peor, piedras. Ha sido mi expe-riencia. Una vez que se acaba la luna de miel, comienzan a caer las piedras. La popularidad en el ministerio es un precipicio peligroso que tiene aristas filosas que pueden cortar en dos a un ministerio».

Artículo adaptado por David Fajardo del libro: Pablo, un hombre de gracia y firmeza.

Respuestas maduras a circunstancias difíciles en el ministerio

Los siervos de Dios nunca saben lo que les espera.

(Si lo supiéramos, probablemente jamás iríamos).

p o r C H A R L E S R . S W I N D O L L


La meta al operar un negocio desde la casa es tener éxito. La realidad es que en la Biblia, la palabra «prosperidad»

aparece casi siempre muy ligada a la palabra «éxito». No se puede tener éxito sin haber prosperado y viceversa. Josué 1:7-9, nos habla de la clave del éxito: «Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas» (énfasis del autor).

El éxito y la prosperidad en la Biblia, no siempre tienen que ver con el dinero y los negocios. Sin embargo, en muchas ocasiones, tienen que ver las finanzas. Una vieja traducción del idioma hebreo lo define como: «Éxito es para mí el moverme consistentemente de acuerdo a mi potencial, caminar hacia cumplir el plan de Dios y sus propósitos para mi vida. El éxito es un camino, no un destino final».

Esa debe ser nuestra manera de ver el éxito, la prosperidad y las metas en la vida: un camino hacia el cumplimiento de los propósitos de Dios, según nuestras habilidades y nuestro deseo de hacer su voluntad. Si así lo ha-cemos, Él nos recompensará adecuadamente. No temamos el hablar de dinero y negocios, pues ambos son vehículos que nos ayudan a movernos por ese camino. Dios desea que tú te levantes de la crisis financiera, hagas negocios y ganes dinero. Pero hay que afrontar un impedimento que todos tenemos en momentos como éste: el miedo.

Esa es tu primera excusa, aunque sea difícil admitirlo. El miedo es el primer impedimento que tienes que eliminar, porque es el peor

ene-migo en el camino hacia el progreso. «No se angustien ni se acobarden» (Juan 14:27, NVI).

Un examen objetivo del miedo te dirá que lo peor ya pasó: ya perdiste el trabajo, no has podido emplearte enseguida, ya no tienes crédito, perdiste el plan médico, si lo tenías, y tal vez ya te has ido a la bancarrota. Sin embargo, no puedes pensar objetivamente. Te sientes atrapado, como si estuvieras en un callejón sin salida. Hasta piensas que Dios se ha olvidado de tu familia y de ti.

No te sientas mal. El miedo es la primera reacción natural, humana, ante las amenazas, pero no podemos albergarlo mucho tiempo. Paraliza, y no nos deja ver la verdad. Tu situa-ción es temporal. Dios te dio todo lo que necesitas para levantarte de la crisis, con su ayuda. Es mejor que inviertas tus energías en lo siguiente:

1. Reconoce que, ante todo, eres un ser espiritual. Busca de Dios.

2. Entiende bien que el miedo no es de Dios. «Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio»

(2 Timoteo 1:7, NVI).

3. Sacúdete el miedo. El miedo es fe en lo negativo, y es paralizante.

4. Desarrolla tu fe. La fe te va a sacar de donde estás, cuando tú

actúes sobre esa fe. «Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta» (Santiago 2:17, NVI).

5. Aprende a depender de Dios. Él es el mejor jefe que puedes tener.

Podrá cambiarte el trabajo, pero nunca te va a despedir. A fin de cuentas, el jefe que tu tuviste hasta hace poco era solo un canal de ben-dición. Tu proveedor es Dios.

6. Estudia bien e identifica cuáles son tus talentos y habilidades. Ahí tienes un negocio propio esperando que lo pongas a trabajar.

7. Admite que tu única alternativa para nunca más sentir amenazado tu sustento, es establecer tu propio negocio.

8. Entiende que tu única opción para dejar de sentir que otro controla tu ingreso y tu futuro es creando un negocio propio. En tu negocio, el control lo tiene Dios y tú.

Después de hacer todo esto, toma acción. El mejor antídoto del miedo, después de la fe y la oración, es la acción determinada y la de-cisión de no volver atrás jamás.

Francisco Güell es el autor del éxito de librería Aprenda inglés con la ayuda de Dios. Cuenta con más de cuarenta años de experiencia en el campo

del periodismo y las relaciones públicas en el Caribe, Estados Unidos y Latinoamérica. Además, es cono-cedor de lo que es tener un negocio propio desde

su casa y tener éxito en la vida.

p o r F R A N C I S C O G Ü E L L

Francisco GüellAprenda inglés con la ayuda de Diosmás de cuarenta años de experiencia en el campo

del periodismo y las relaciones públicas en el Caribe, Estados Unidos y Latinoamérica. Además, es cono-cedor de lo que es tener un negocio propio desde

¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el

SEÑOR tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.

La clave del verdadero éxitoDios desea que tú te levantes de la crisis

financiera, hagas negocios y ganes dinero


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U na importante revista publicó un interesante informe acerca de la cantidad de dinero que

haría feliz a una persona. Con cierta seguridad, pensé, esa sensación de felicidad que imaginamos acompaña la suficiente comida, el vestido, te-cho, educación y entretenimiento, también conduce a la idea de haber alcanzado el «éxito».Sin embargo, de acuerdo a estas ideas de hoy, o a su equivalente con-textual en el pasado, al menos dos de las personas más importantes de la historia, y más relevantes para todo creyente cristiano, simplemente no serían «exitosos».Uno de ellos fue educado con los mejores maestros religiosos de su co-munidad, seguramente era políglota y pertenecía a un alto nivel social. Sin embargo, toda su formación aca-démica y estatus quedaron anulados en un episodio de literal iluminación traumática, con ceguera temporal de por medio. Desde ese episodio, pasó el resto de su vida haciendo algo que tenía poco que ver con lo que estudió o con lo que le haría ganar mucho dinero o aprobación social general. En ocasiones, tuvo que construir tien-das de campaña, lejos de su verdade-ra vocación, con tal de no ser carga para otros.Otro más, mayor que el anterior, in-cluso llegó a reconocer que no tenía ni siquiera un lugar para recostar su cabeza. Ni almohada, cobija, cama o habitación. Por supuesto, varios de sus amigos cercanos hicieron todo por proveerle lo necesario. Dirigió un grupo de gran diversidad pero que no era plenamente aceptado en su entorno social. Aparentemente, sus posesiones materiales nunca trascendieron la pequeña aldea que le vio crecer.Sin embargo, Pablo, el primer per-sonaje descrito, es conocido como el más grande apóstol.Y nuestro Señor Jesús, es Rey de Reyes y Señor de Señores. El Reden-tor del mundo. ¿Qué modelo de felicidad y éxito nos corresponde emular?

P o r D A V I DC O Y O T L


Alo largo de la historia del mundo vemos ejemplos de revoluciones y oímos testimonios de los bravos

héroes que dieron sus vidas por su causa. Mi experiencia tiene que ver con una revolución. Sin embargo, se trata de un tipo de revolución diferente, ya que no está fomentada por la ira, la violencia y la revuelta, sino por la compasión, el amor y el servicio. Esta revolución tiene una misión clara, dando respuesta al clamor de los pobres, los afligidos y los olvidados, y se compone de revoluciona-rios dispuestos a sacrificar sus vidas con el fin de alcanzar a la gente en sus ciudades y naciones. Le llamamos una servolución: un cambio significativo en el curso de la historia provocado por simples actos de amabilidad.

Una de las primeras chispas de esta servolución representó también una de las experiencias más humillantes de mi vida. Con mi esposa DeLynn, llevábamos casados tan solo unos años y estábamos de visita en Houston durante una de las etapas más cruciales de nuestras vidas.

En octubre de 1993 nos encontrábamos en la sala del pastor John Osteen, el fundador de Lakewood Church. El pastor Osteen era una leyenda para muchas personas, incluyéndonos a nosotros, y aquí estábamos, gozando del privilegio de visitarle en su casa, con la familia que tanto quería. Yo hacía preguntas a diestra y siniestra, queriendo aprender del hombre que tanto respetaba. De pronto, me dejó mudo con una de sus preguntas: «Hijo, ¿qué es lo que quieres hacer? ¿Qué es lo que Dios ha puesto en tu corazón?». Eran muchos los pensamientos y sueños que DeLynn y yo habíamos intentado analizar. Al principio, no supe qué decir. No entendíamos todas las cosas, pero deseaba con desesperación ser capaz de explicar los que sentíamos en nuestros corazones. Así que cuando empecé a responderle, no me pude contener. Fue uno esos momentos en los que no sabemos ni lo que decimos. Estás tan lleno de sueños, ideas y preguntas que no puedes dominarte, y como si se tratara de una presa que se desborda, las palabras fluyen libremente. Por último, habiéndolo dicho todo, me quedé sin palabras.

En realidad, no supe de qué forma él iba a responder. Con honestidad, no estaba muy seguro de lo que había dicho, pero de alguna forma esperé que me diera un gran consejo. En lugar de eso, el pastor Osteen simplemente me miró. El silencio fue ensordecedor y empecé a reproducir todo mi monólogo en mi mente.

Seguidamente, se puso de pie y salió de la sala. ¡Solo se levantó y se marchó! Después de una eternidad de tres minutos, regresó y me sorprendió con un cheque de cuatrocientos dólares. Me indicó: «Esto es lo que tienes que hacer. Necesitas fundar una iglesia en Baton Rouge para alcanzar a los pobres y los afligidos. Aquí tienes el primer diezmo». Él había escuchado a nuestros corazones, y tuvo la sabiduría para decirnos que lo que sabíamos, en lo más profundo de nuestros corazones, era lo que Dios quería para nuestras vidas.

Y entonces, con su propio tono bromista, pero hablando muy en serio, me dijo: «Ahora bien, si no fundas esa iglesia, voy a ir y te voy a mandar a la cárcel por haberme robado mi dinero». Tomé esas palabras muy en serio conforme llevaba ese cheque amarillo con un valor de cuatrocientos dólares firmado por John Osteen de vuelta a Baton Rouge.

Regresamos a casa para fundar una iglesia, no porque John Osteen nos lo hubiera dicho, sino porque nos había ayudado a reconocer lo que Dios ya había puesto en nuestros corazones, y a cobrar el valor necesario para dar un paso al frente y dedicarnos a la tarea.

Extracto tomado y usado con permiso del primer capítulo del libro Servolución

de Dino Rizzo.

Dino Rizzo es el fundador y Pastor líder de Healing Place Church (La iglesia centro de

sanidades) en Baton Rouge, Louisiana. Esta congregación ha crecido a más de siete mil

asistentes en varios países.

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Director de Mercadotecnia Editorial Vida-Zondervan

Servolución

p o r D I N O R I Z Z O


LA IGLESIA ALREDEDOR DEL MUNDONoticias sobre cómo Dios se mueve

País en foco: ChileLa republica de Chile, como es su nombre oficial, ocupa una extensa franja de tierra que desde Perú llega hasta el pasaje de Drake, un tramo de mar de solo 800 km que separa América del Sur de la Antártida. Sus más de 17 millones de habitantes disfrutan de los mas varios paisajes y climas, que van desde los calurosos desiertos del norte hasta los helados lagos del sur.Luego de años duros de dictadura regresa a la democracia en la década del 80. Y la destaca desde esos años una pujante economía que la ha situado entre los países de mayor nivel de vida en toda América latina. La iglesia cristiana acompaña la vida del país austral y se haya reconocida como pocas en el mundo, incluso la presidenta Michelle Bachelet, durante su gestión, promulgó una ley que establece el día 31 de octubre como «Día Nacional de las Iglesias Evangélicas» y lo declara feriado. Una fecha de mucho simbolismo ya que en ese mismo día, en el año 1517, Martín Lutero publicó sus 95 tesis, clavándolas en las puertas de la iglesia del castillo Wittenberg. Oremos: • Para que las distintas denominaciones consoliden la unidad. • Para que la iglesia chilena envíe más misioneros al mundo. • Para que los líderes mantengan firme la bandera del evangelismo bíblico.

«Nunca se vio una multitud semejante reunida en Santia-go, ni siquiera cuando fueron rescatados los 33 mineros con vida», dijo un líder chileno sorprendido por las más de 130.000 personas que se con-gregaron para escuchar las nuevas buenas del evangelio de salvación en el mensa-je de Palau y la música de Marcos Witt, Jaci Velásquez y muchos otros renombrados artis-tas más. Envuelto en una cobertura periodística secular inédita para un evento respaldado por las iglesias evangélicas chilenas, el Festival Luis Palau hizo vibrar las fibras más intimas de la sociedad. Desde que la gigantesca plataforma comen-zó a construirse en Plaza Italia, justo en el cen-tro de la vida capitalina, la prensa auguró el éxito: «Evento evangélico promete ser un hit». «Se harán desvíos de transito por el Festival». «Minero estará en el evento». «Luis Palau dice “Sí a la Vida” en Plaza Italia». «Evangéli-cos celebran con Palau». Estos y algunos otros fueron titulares de periódicos que se leyeron

durante los días previos. Palau, antes de las con-centraciones masivas en Plaza Italia, por su parte, se reunió con el presidente Sebastián Piñera, compartió con autori-dades de distintas jerarquías, mantuvo encuentros con mu-jeres de la alta sociedad chilenay disertó ante un numeroso

grupo empresarios.En las noches del Festival, la figura invitada fue el minero José Henríquez, quien contó su experiencia con el Señor en la oscuridad de las entrañas de la tierra en Copiapó, y cómo fueron rescatados, él y sus 32 compañeros. Luego él mismo oró por los presentes mar-cando a la multitud, que en silencio atendía a sus palabras con lágrimas de alegría por el sano orgullo de sentirse cada uno parte de ese rescate. Palau predicó con la camiseta que Henrí-quez había salido de la mina, y a través de su mensaje 13.900 personas también salie-ron de la oscuridad en la profundidad de una vida sin Cristo para ver una nueva luz de esperanza.

Ahora en CHILE, otro Festival evangelístico con Luis Palau que supera todas las expectativas

La organización de socorro internacional Samaritan’s Purse se ha compro-metido a construir 7.500 refugios para las víctimas que aún no tienen hogar tras el terremoto de Haití, a principios de este año. La organización cristiana, dirigida por el evangelista Franklin Graham, ya ha completado 2.360 refugios temporales, más que cualquier otra agencia de socorro que opera en Haití. «Han pasado meses desde el terremoto, pero el pueblo de Haití continúa

sufriendo» dijo Graham en una declara-ción. «Esta es la mayor respuesta a una catástrofe en la historia de Samaritan’s Purse y estamos trabajando con la mayor celeridad posible para construir miles de refugios para aquellas familias que aún viven a la intemperie». Samaritan’s Purse ha recaudado 51 millones de dólares para tareas de socorro y recuperación en Haití.Samaritan’s Purse le proporciona a los

haitianos alivio del sol y las tormentas

Haití

Nota al abuelo minero chileno Entrevistar en privado a uno de los 33 mineros chilenos rescatados puede considerase un imposible para los experimentados periodistas del mundo entero que lo intentaron sin éxito. Sin embargo, esa no fue la experiencia de Melissa Barbieri, hija de la editora de esta revista, quien con solo 14 años, y para sorpresa de muchos, logró la nota tan deseada, en exclusiva para nuestra revista Enfoque.José Henríquez, minero perforador de 54 años, padre de dos hijas y abuelo de su primera nieta, habla de su encierro:—¿Qué le impactó más cuando cayó en la realidad que una roca de 700 mil toneladas lo había sepultado en vida?—Primero la confusión y la angustia, pero luego inmediatamente la paz de Dios con una fe increíble que saldríamos todos vivos del fondo de la tierra.—¿Tuvo la oportunidad de compartir su fe con los demás compañeros?—Sí, lo hice. Orábamos juntos cada día y al menos 22 de ellos decidieron aceptar a Cristo en sus corazones.—¿Cómo transcurría su tiempo atrapado en la mina?—Cuando nos encontraron, y hasta que nos rescataron, a través de una sonda nos enviaban cosas. Yo pedí música cristiana y mensajes, así que me enviaron mensajes grabados de Palau y canciones de Marcos Witt, y escuchábamos eso.La nota se extendió por algunos minutos en el backstage del evento con el evangelista Luis Palau en Santiago, Chile. Henríquez de personalidad introvertida, minutos atrás le había dirigido la palabra a más de 70.000 personas y había orado por ellos suplicando que la fe en el Dios que le había sostenido cuando yacía 250 pisos bajo tierra, sostuviera la vida de quienes estaban allí.


p o r P R I S C I L L A S H I R E R


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¡Aprovechen la bendiciónde ser muchos!

E s habitual que todos enfrentemos obstáculos. Algunos los fabricamos nosotros mismos y otros vienen por

causas externas. Pueden ser financieros, personales o físicos. Pero la buena noticia es que esos obstáculos no tienen por qué limitarnos.Este pasaje bíblico es un ejemplo que lo demuestra. Cada una de las tribus de Is-rael había recibido una porción de la tierra prometida, pero las de Efraín y Manasés, «los hijos de José» (Josué 16:4), por ser consideradas una entidad unificada obtu-vieron solamente una parcela en común.Esto los decepcionó, porque eran un pueblo demasiado numeroso para amon-tonarse. Entonces Josué dijo: «Ya que son tan numerosos y encuentran que la región montañosa de Efraín es demasiado pequeña para ustedes, vayan a la zona de los bosques que están en territorio ferezeo y refaíta, y desmonten tierra para que habiten allá» (Josué 17:15, NVI). ¡Apro-vechen la bendición de ser muchos!Pero ellos comenzaron a lamentarse ar-gumentando que existían demasiados obstáculos, los cananeos tenían carros de hierro, y los rafaías eran considerados unos gigantes (Deuteronomio 3:11). Es-tas tribus miraron los obstáculos y no al-canzaron a ver la oportunidad.En 1994 acepté la invitación para ser di-rector del Seminario Bautista Southwest-ern en Fort Worth. En ese momento, la institución educativa estaba enfrentando varios desafíos inusuales. Recuerdo que un día, durante el culto, le dije a la comu-nidad de Southwestern: «Las circunstan-cias difíciles son el trampolín para que Dios demuestre su actividad sobrenatural». Es verdad, a menudo descubrimos que el Se-ñor está más activo en las áreas complica-das de nuestra vida.¿Qué enemigo con «carros de hierro» es-tás enfrentando hoy? ¿Tienes un bosque de dudas y desaliento que debes limpiar? No te olvides de las palabras de estímulo que Josué les dio a los hijos de Israel. Tú puedes limpiar la tierra y echar fuera al enemigo. ¡Dios está contigo y te da poder para triunfar!

Ken Hemphill es un estratega nacional para Empowering Kingdom Growth, una iniciativa

conjunta de Southern Baptist Convention y de LifeWay Christian Resources.

C i Cierto día mi vecina llamó a mi puerta. No estaba de humor para socializar ni estaba vestida para

recibir visitas, así que me quedé en mi habitación y traté de ignorar el llamado. Supuse que al no obtener respuesta, se iría después de golpear un par de veces. Pero no fue así, siguió golpeando con fuerza a pesar de que no atendía su llamado. Al cabo de algunos minutos, que parecieron eternos, de mala gana, fui a abrir la puerta.¡Y cuánto me alegré de haberlo hecho! Había venido a avisarme que veía salir humo del costado de mi casa. Le agradecí muchísimo su persistencia hasta lograr hablar conmigo.

Cuando Dios tiene un mensaje para nosotros, es muy persistente. No se limita a transmitir el mensaje una sola vez, para luego marcharse diciendo: «No importa que no haya atendido; supongo que está muy ocupada en este momento».

En tu búsqueda para poder oír la voz de Dios en las situaciones concretas que ahora enfrentas, pregúntate lo siguiente: «¿Qué señales persistentes recibí últimamente? ¿Qué siento en mi interior que Dios me pide que haga, y de qué manera puedo corroborarlo exteriormente?»

Cuando sientes que Dios habla en tu interior, y te confirma el mensaje desde el exterior, debes estar atento a recibir sus instrucciones. Si notas que hay un mensaje consecuente que está corroborado por la guía del Espíritu Santo, las Escrituras, lo que sucede a tu alrededor y por otras personas, presta mucha atención. Dios te está hablando de múltiples maneras para asegurarse de que recibas el mensaje.

El texto en Job 33:15-21 (NVI) muestra tan solo algunas de las muchas maneras en que Dios habló incansablemente en tiempos del Antiguo Testamento, sin claudicar jamás en su propósito de lograr que los seres humanos oyeran y prestaran atención a su voz.

• Dios nos habla «algunas veces en sueños, otras veces en visiones nocturnas» (v. 15)

• «Él nos habla al oído y nos aterra con sus advertencias» (v. 16)

• «Para apartarnos de hacer lo malo y alejarnos de la soberbia» (v. 17)

• «Para librarnos de caer en el sepulcro y de cruzar el umbral de la muerte» (v. 18)

• «A veces nos castiga con el lecho del dolor, con frecuentes dolencias en los huesos» (v. 19)

• «Nuestro ser encuentra repugnante la comida; el mejor manjar nos parece aborrecible» (v. 20)

• «Nuestra carne va perdiéndose en la nada, hasta se nos pueden contar los huesos» (v. 21)

En cada uno de estos ejemplos, el Señor preparó los acontecimientos de tal manera que su pueblo se diera cuenta de que Él les estaba hablando. Sin embargo, Dios usa cada uno de nuestros errores para enseñaros algo más sobre cómo reconocer su voz cuando nos habla.

Priscilla Shirer es una reconocida conferencista y expositora de la Biblia en el

ámbito nacional, además de un talentosa cantante. Obtuvo su Maestría en Biblia en el Seminario

Teológico de Dallas. Es hija de los renombrados escritores cristianos Tony y Lois Evans.

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Por KENHEMPHILL

Una voz persistente


Mi abuelo procuraba crear tradiciones para reunirnos como una gran familia. Aunque soy hija única, siempre me rodearon muchos tíos y primos. Y... ¿cómo lo explico? Algunos eran un poco excéntricos como tío Tiburcio. Aun así, todos nos amábamos muchísimo. Algunas veces ocurrían intercambios «interesantes», pero nada muy serio. Al contrario, en nuestras reuniones siempre había risas, amor y memo-rias por todos los rincones. Varios años después pude darme cuenta que este grupo peculiar llamado «mi familia» me ayudó a formar mis opiniones y valores. Era muy divertido estar con mis abuelos. Nos permitían jugar con libertad en la casa y no les preocupaban que les rompiéramos algo «valio-so». Así demostraban que nosotros éramos lo más valioso para ellos. Estas son las enseñanzas y los recuerdos donde sus ejemplos forjaron mi carácter y me convirtieron en una persona que debe servir al prójimo para encontrar propósito en la vida. Las cosas han cambiado con el tiempo, pues hoy somos una nueva generación de abuelos porque nuestro estilo de vida, los milagros de la medicina moderna, los tintes de pelo y los cosméticos nos ayudan a vernos más jóvenes. ¡Quién me iba a decir que yo tendría una silla para bebés en mi automóvil descapotable!

El legado de los abuelosAntes de continuar, quiero mostrarte el poema anónimo «La mecedora de abuelita»:

En un pasado muy lejanoCuando el ritmo de la vida no era rápidoLa abuelita solía mecerse y tejer,Hacer ganchillo y cuidar al bebé.

Cuando nosotros estábamos en problemas,Siempre podíamos contar con la abuela.En la época de la prosperidad,La vida de abuelita era una para dar.

PERO HOY...

Ahora la abuelita va al gimnasio,Hace ejercicios para delgada estar,Se va de viaje con su grupo a pasear,O se lleva a sus amigas para almorzar.

Va hacia el norte para pescar o caminar,Dedica tiempo para su bicicleta montar.No hay impedimentos que la detengan ahora,Pues ya esa abuelita no está en su mecedora. Así debe actuar esta nueva generación de abuelos: Con una mente amplia donde nuestra influencia no sea solo en nuestros nietos, sino también para los que Dios nos dé por nuestro cónyuge, un concepto que tenemos que acep-tar en estos tiempos donde son comunes las familias mixtas. Aquí los abuelos tenemos la oportunidad de darles a nuestros nietos el tiem-po y la atención que quizá los padres, debido a sus responsabilidades, no pueden ofrecerle. Por lo tanto, debemos dejar un legado firme en las riquezas que tenemos como hijos de Dios. ¡Debemos dejarles recuerdos inolvidables! Hace poco leí esta frase: «Cuando aho-rres para tu vejez, cerciórate de depositar unos cuantos recuerdos placenteros» que, debo agregar, influyan de manera positiva en nuestros nietos. Por esta razón, hagamos lo necesario para que nuestros nietos, sobrinos y vecinitos se distingan entre los demás y que sientan compasión que les motive a ayudar al prójimo. Debido a este anhelo de mi corazón, nace el libro Las aventuras de abuelita.

Mis aventurasEn este libro, relato las vivencias de mis viajes misioneros a diferentes lugares del mundo y también donde resido. Sus historias muestran cómo ser sensibles a las necesidades que hay a nuestro alrededor y, de ese modo, mostrarles a los niños que es divertido y agradable ser más útiles a los que nos rodean. Aquí relato también cómo el servicio al prójimo, tanto en mi ciudad como en los inolvidables viajes hacia las regio-nes más remotas, Dios nos permitió poner en práctica su amor que es capaz de transformar corazones. Abuelos, padres, hijos y nietos encontrarán anécdotas emocionantes y reveladoras de esta abuelita misionera, que ayudarán a los niños a descubrir y apreciar las cosas más importantes que tienen en la vida: ¡Hacerles bien a otros! Cada uno de nosotros, que pertenece a la nueva generación de abuelos, puede dejar un legado que dure por la eternidad, pues... «En los ancianos esta la ciencia, y en la larga edad la inteligencia» (Job 12:12).

Martha González Rovirosa nació en Varadero, Cuba, es una viajera incansable para llevar el amor

de Dios a todos los necesitados y a los niños en especial.

La mejor herencia

La gente buena deja una herencia

a sus nietos. Proverbios

13:22, NTV


p o r M A R T H A G O N Z á L E Z R O V I R O S A

S i crees que este mensaje es solo para una persona mayor, piénsalo de nuevo, pues la edad promedio de la mujer para

ser abuela es cuarenta y seis años...Sin duda, las abuelas podemos influir en un grupo muy especial: nuestros nietos. Si aprove-chamos este tiempo de la vida, esto será muy precioso y transformador para ellos y quizá para otros también.

Recuerdos de antaño Los recuerdos más especiales de mi niñez son con mis abuelos, en especial con el abuelo Juan que nos ponía a trabajar a mi prima, Emily, y a mí para enseñarnos principios de trabajo y ética. Claro, nunca recuerdo que nos pagara por nuestro esfuerzo. También recuerdo sus consejos acerca de ser justos y tratar a todos por igual.


N adie comienza su carrera con el deseo de fracasar. Todo lo contrario, queremos ser personas de éxito y decir

con Pablo: «He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel» (2 Timoteo 4:7, NTV).

Comúnmente se define el éxito como la capacidad de una persona de lograr sus objetivos personales. Sin embargo, esta definición no toma en cuenta cómo se logran dichos objetivos, cómo otras personas fueron tratadas en la persecución de esa meta y, sobre todo, qué dice Dios de nuestro «éxito». Es mucho mejor entender que nuestro éxito depende de ser lo que Dios quiere que seamos y hacer lo que Dios nos llama a hacer. Por lo tanto, si estamos seguros de que andamos con Dios (1 Juan 1:7) en la iglesia, en la familia, en el empleo, con las finanzas, en la toma de decisiones y en la mente y el corazón, podemos decir con confianza que «soy una persona de éxito».

Esta revolucionaria definición del éxito nos ayuda a superar los aparentes «fracasos», expulsa el temor a la desilusión, y hace desaparecer la envidia.

El éxito que deriva de estar en el lugar que Dios desea que estés, es su bendición. Y la gran diferencia que existe entre alcanzar «éxito» según el mundo y «éxito» según Dios, es que su bendición no le agrega tristeza a tus logros y permite que disfrutes la vida de una nueva manera (Proverbios 10:22). Dios nos regala la posibilidad de disfrutar los logros alcanzados. Te recomiendo que solo busques el «éxito» que se encuentra en los caminos del Señor, para que así puedas disfrutar cada día de tu vida.

El Dr. Jaime Mirón es escritor, consejero bíblico, maestro de Biblia y conferencista que ha

ministrado al lado del evangelista Luis Palau por más de treinta años.

Éxito + bendición

= Verdadero éxitop o rJ A I M EM I R Ó N


A las personas de ambos géneros les gusta lograr cosas. Por algo a la inter-acción entre los hombres y las mujeres

se le ha llamado «la batalla de los sexos». To-dos somos en alguna medida competitivos, ambiciosos y tercos. No es justo decir que a los hombres les gusta producir mientras que a las mujeres les gusta nutrir; a ambos géneros les encanta producir, y todos deberíamos vernos como personas inteligentes y creativas. Tanto los hombres como las mujeres se sienten mejor consigo mismo cuando han ad-quirido un nuevo concepto o encontrado un método adecuado para la consecución de sus metas. Es una de las grandes áreas de la vida, que hombres y mujeres tienen en común. Por eso los esposos y las esposas hablan de «construir una vida juntos». Una familia no se edifica solamente para dar lugar al nacimiento de los hijos. Se construye porque persiguen metas financieras, sociales, de desarrollo y culturales en común. En esta búsqueda se deben decidir las ca-rreras. Cada pareja quiere tener éxito en la decisión de la carrera que debe seguir, y tam-bién quiere encontrar el equilibrio que fun-cione mejor para su familia en particular. Lo que se asume con demasiada frecuencia es que los hombres y las mujeres trabajan de la misma manera. Los esposos creen, y a veces lo proclaman, que sus esposas serían más felices si pudieran encontrar el trabajo que más les gusta. Las esposas muchas veces se preguntan, cómo hacen sus esposos para dejar su vida fa-miliar en casa y su vida laboral en la oficina, sin nunca mezclar las dos. Los hombres y las mujeres son diferentes desde el comienzo de sus vidas; no encaran los logros de la misma manera. La diferencia co-mienza a surgir durante la infancia y luego per-dura por el resto de la vida. Recientemente, los fabricantes de juegos infantiles para computa-dora han llegado a la sorprendente conclusión de que a los muchachos les gustan juegos dife-rentes que a las chicas. ¿Cuál es la diferencia? «A las niñas les gusta el juego cooperativo en

lugar del competitivo. Quieren involucrar su creatividad cuando juegan, y algunos de los juegos diseñados para varones no ofrecen esa alternativa». Sin embargo, esto no es solamente un asunto infantil. Los niños y las niñas acarrean estos mismos rasgos hasta su vida adulta, y vemos que sus preferencias laborales son significativamente diferentes. Cada pareja necesita comprender estas diferencias. Este conocimiento permitirá que puedan ayudarse a elegir las carreras en las que será más posi-ble que tengan éxito. Además, sus diferencias tienen implicaciones vitales en cuanto a cuál es la mejor manera de animarse uno a otro en la progresión de sus sueños. A los hombres les gusta asumir más riesgos que a las mujeres. Esto no quiere decir que las

mujeres le tengan miedo a los riesgos o que no quieran asumir riesgos a lo largo de sus carreras. Es simplemente que los hombres lo disfrutan más. Las mujeres prefieren el consenso más que los hombres. Si uno considera que la vida de la mujer promedio consiste en una red de rela-ciones y asuntos interrelacionados, encontrará sensato pensar que las relaciones y decisiones

también estén conectadas. También aprenden de manera diferente. So-mos capaces de asimilar la misma información, pero la procesamos en forma desigual. Manejan el estrés laboral de manera dis-tinta. Cuando los hombres se enfrentan con el estrés en el trabajo, se concentran en la tarea que tienen por delante y la completan, o di-rigen su atención hacia alguna otra actividad más fácil. Las mujeres sienten que tienen que trabajar más duro que los hombres. Comenzando con los años de secundaria, resulta evidente que las mujeres sienten que tienen que trabajar más duro que los hombres para lograr el mismo nivel de éxito. Esto puede tener que ver con el hecho de que tienden a atribuir los logros que obtienen al esfuerzo, mientras que los hombres atribuyen los suyos

a su capacidad. A las mujeres las afecta más la vida hoga-reña que a los hombres. Esta es una de las áreas más obvias en las que se destacan las diferencias. Las mujeres conectan todo en sus vidas, el trabajo es una ocupación integrada. Su día de trabajo afecta sus relaciones en casa y sus relaciones en casa afectan su trabajo. Les gustaría separarlos, pero descubren que les resulta más difícil mantenerlos separados que permitir que se relacionen. Así que disfrutan más de su trabajo cuando su vida hogareña funciona bien, y disfrutan más de su familia cuando las cosas van bien en su trabajo.

Este artículo fue adaptado por David Fajardo del libro: Los hombres son como waffles, las

mujeres como espaguetis.

Ase le ha llamado «la batalla de los sexos». To-

p o r B I L L y P A M F A R R E L

resulta más difícil mantenerlos separados que permitir que se relacionen. Así que disfrutan más de su trabajo cuando su vida hogareña funciona bien, y disfrutan más de su familia cuando las cosas van bien en su trabajo.

Este artículo fue adaptado por David Fajardo del libro:

Los hombres y las mujeres

son diferentes desde el comienzo de sus vidas; no

encaran los logros de la misma manera. La diferencia comienza a surgir durante la infancia y luego

perdura por el resto de la vida.

Receta vital: Los waffles y los espaguetis

entienden sus diferencias


En cada sitio a donde viajo suelo encon-trarme con jóvenes que se me acercan y me dicen: «Recuerde mi rostro, algún

día llenaré los estadios de las naciones», o en su defecto me escriben y señalan: «Sé que voy a ser el próximo reformador de la alabanza en todo el mundo». O, «seré el primer presidente cristiano de mi país», y cosas por el estilo.Con respecto a esto, siempre digo que prefiero que los jóvenes tengan sueños ambiciosos a que vivan en la «zona gris» de la mediocridad, sin embargo, el grave peligro es que algunos de ellos estén enamorados del éxito y no de las almas perdidas.Una persona exitosa no es necesariamente la que llena un estadio, es millonaria o viaja por el mundo. Hay decenas de artistas que hacen todo eso y son infelices por completo. El ver-dadero éxito es lograr descubrir tu propósito en la vida, conocer el motivo por el cual na-ciste, y tener un destino claro. Lo que sucede es que ese destino no coincide de manera ine-ludible con los parámetros de lo que todo el mundo conoce como «éxito».

El éxito del fracasoAlguna vez escuché una historia verídica de un misionero, al cual enviaron a una isla lejana para evangelizar a los nativos. Este hombre era un reconocido médico, pero había aban-donado su profesión solo para dedicarse a las misiones. Se preparó durante varios años en un seminario bíblico y cuando estuvo listo partió hacia la isla. Apenas llegó, el cacique de la tribu lo recibió en persona, pero le aclaró que no podría predicar. «Nosotros tenemos nuestros propios dioses», le dijo, «así que si solo ha venido a hablarnos de su Dios, regrese por donde vino».Al misionero, aunque entristecido, se le ocu-rrió que quizás podría ganarse la confianza

del cacique ejerciendo la medicina, así que le ofreció sus servicios médicos. Le dijo que vacu-naría a los niños, atendería los partos y trataría de traer todo tipo de medicamentos desde el continente, si lo dejaba quedarse. El cacique aceptó con la condición de que jamás hablara de religión, o debería regresar de inmediato.Así que durante los siguientes años, el mi-sionero guardó su Biblia y se dedicó a curar a los enfermos. Instaló una tienda hospital, y cada día atendía a los cientos de nativos que necesitaban algún tratamiento o cura para sus enfermedades.Cada mes enviaba un reporte al departamento de misiones y les decía: «Aún no he podido hablarles del Señor, pero estoy ganándome la confianza y el cariño de la tribu, tengan un poco de paciencia».La comisión que lo había enviado sentía que los días pasaban y su misionero no predicaba, estaban malgastando el presupuesto. Por úl-timo, una peste invadió la isla y terminó con la vida de aquel misionero.El departamento de misiones llegó a la con-clusión de que aunque este hombre tenía un buen corazón, había fracasado rotundamente en su misión. En más de diez años no había salvado ni a una sola alma. Por lo tanto, deci-dieron enviar a otro misionero, más capacitado y, según ellos, con más ímpetu que el anterior.Apenas llegó el nuevo evangelista a la isla fue recibido por el mismo cacique, un tanto más viejo. «No me importa lo que usted viene a hacer aquí», dijo. «Solo le pediré que nos hable de su Dios y nos enseñe todo lo que hay en su libro».

El misionero, sorprendido, le respondió que tenía entendido que no querían que predicara el evangelio. El viejo cacique señaló: «Eso fue antes de conocer al misionero anterior. Ese hombre nos demostró con su vida y su amor que debe tener un Dios muy grande. Quiero que le quede claro que usted puede hablarnos de ese Dios solo porque admiramos al misione-ro que ofrendó su propia vida por ayudarnos. Solo quien tenga un Dios muy poderoso pue-de hacer algo como lo que él hizo».Por supuesto, este nuevo misionero pudo predicar y evangelizar con toda libertad. Y el departamento de misiones celebró que esta vez sí habían enviado a la persona correcta, a un evangelista exitoso.Y es que este último, a la vista humana, en rea-lidad tuvo un éxito rotundo, ya que logró que todos los nativos conocieran al Señor.

Sin embargo, el primero había sido eficiente. Y si no hubiera abierto el camino con su testimo-nio, quizás nunca nadie habría podido predicar el evangelio en aquella isla.

¡En sus méritos, nuestro éxito!Lo cierto es que la muestra de que Dios te está bendiciendo no es cuántas veces apareces en televisión, el número de entrevistas que te hagan o la cantidad de discos que grabes, sino aquello que haces en tu intimidad, cuando na-die te ve.Y no me refiero solo a la oración, sino a cómo reaccionas ante las circunstancias, a la forma en que rindes las materias ineludibles de una vida que se entrega al Señor, y está dispuesta a darlo todo.Por eso, antes de pedirle a Dios que te honre frente a tus hermanos y te permita como a José, administrar los tesoros y graneros de Egipto, dile que primero estás dispuesto a soportar que tus hermanos te envidien y te arrojen en una cisterna, solo porque luces diferente. También recuerda decirle que no te importará que mancillen tu testimonio o en-sucien tu moral. Y no olvides estar preparado para pasar un tiempo en la cárcel, de ser ne-cesario. Entonces, quizás puedas tener ese éxito con el que tanto sueñas.Sin embargo, te aseguro que cuando lo alcan-ces, y luego de haber pagado semejante pre-cio, lo pensarás varias veces antes de pedirle «ser exitoso» al Señor.


p o r D A N T E G E B E L


la confianza y el cariño de la tribu, tengan un poco de paciencia».La comisión que lo había enviado sentía que los días pasaban y su misionero no predicaba, estaban malgastando el presupuesto. Por úl-timo, una peste invadió la isla y terminó con la vida de aquel misionero.El departamento de misiones llegó a la con-clusión de que aunque este hombre tenía un buen corazón, había fracasado rotundamente en su misión. En más de diez años no había salvado ni a una sola alma. Por lo tanto, deci-dieron enviar a otro misionero, más capacitado y, según ellos, con más ímpetu que el anterior.Apenas llegó el nuevo evangelista a la isla fue recibido por el mismo cacique, un tanto más viejo. «No me importa lo que usted viene a hacer aquí», dijo. «Solo le pediré que nos hable de su Dios y nos enseñe todo lo que hay en su libro». Dante Gebel es evangelista y pastor de La Catedral

de Cristal, en California, Estados Unidos.


Solo se trata de vivir

aminaba el agricultor por la tierra arada y lista para recibir la semilla. Marchaba y soñaba con los campos amarillos de altas espigas. En su mano llevaba la semilla y esta, soñaba a la par del agricultor y le decía:

–Pronto estos campos estarán repletos de espigas, que alimentarán a toda tu familia por mucho tiempo. Y cuando vendas la harina que de ellas extraigas, podrás comprar todo lo necesario.–Sí –le contesta el campesino, pero de pronto se agacha y su mano lleva la semilla a tierra para enterrarla.–¿Qué haces? –grita desesperado el grano.–Es que tienes que morir aquí, para que luego nuestros sueños se hagan realidad.–Morir, ¡no quiero morir! –dice la semilla.–La vida está en ti, y los campos colmados de fruto están en tus entrañas. El éxito de la siembra no radica en que vivas, sino en que mueras.

Cuando visualizo en mi mente aquella colina en las afueras de Jerusalén y veo a Jesús clavado en la cruz, pienso que simplemente podría haberse cruzado de brazos. Pero su éxito no estaba en bajarse de la cruz, sino en morir allí, en nuestro lugar.

¡Qué fácil que muchas veces los conceptos «populares» se aferran a nuestra mente! Incluso, hasta el punto de hacernos confundir y creer que la historia podría ser distinta para nosotros, sus discípulos.

No se trata de prosperidad, ni de felicidad, ni de sueños realizados o logros alcanzados, no se trata de años vividos y caminos transitados, no se trata de hijos, de árboles o libros. Solo se trata de morir, para que la vida de Cristo que está en nosotros brote y cubra los campos.

Muriendo seremos prosperados en miles de granos, muriendo alcanzaremos la verdadera felicidad de alcanzar la meta. Muriendo viviremos y disfrutaremos de cuantos caminos pisemos. Muriendo tendremos nuestros hijos en sumisión, plantaremos nuestros árboles y escribiremos nuestros libros.

Solo se trata de vivir, pero vivir la vida de Cristo. Sin religiosidad, ni ostentación de santidad forzada. Porque el éxito de un cristiano esta en seguir a Cristo e intentar ser como Él. Pero algunos le siguen desde tan lejos, que de lunes a viernes casi ya no le ven, y solo se acercan a paso vivo el sábado, o quizá el domingo, ayudados por algún encuentro de «avivamiento espiritual» para luego alejarse otra vez. No puede emparentarse el éxito con tales actitudes. O mueres para vivir o vives para morir.

Ayudémonos, que para eso estamos juntos, a reevaluar el concepto de éxito de acuerdo a parámetros bíblicos, y releamos una vez más las palabras de Phillips Brooks cuando dijo:

He aquí un hombre que nació en una aldea insignificante. Creció en una villa oscura. Trabajó hasta los 30 años en una carpintería. Durante tres años fue predicador ambulante. Nunca escribió un libro. Nunca tuvo un puesto de importancia. No formó una familia. No fue a la universidad. Nunca puso sus pies en lo que consideraríamos una gran ciudad. Nunca viajó más de trescientos kilómetros de su ciudad natal. No hizo ninguna de las cosas que generalmente acompañan a los grandes. No tuvo más credenciales que su propia persona. La opinión popular se puso en contra suya. Sus amigos huyeron. Uno de ellos lo traicionó. Fue entregado a sus enemigos. Tuvo que soportar la farsa de un proceso judicial. Lo asesinaron clavándolo en una cruz, entre dos ladrones. Mientras agonizaba, los encargados de su ejecución se disputaron la única cosa que fue de su propiedad: una túnica. Lo sepultaron en una tumba prestada por la compasión de un amigo.

Según las normas sociales, su vida fue un fracaso total.

Han pasado veinte siglos y hoy es la pieza central en el ajedrez de la historia humana.

No es exagerado decir que todos los ejércitos que han marchado, todas las armadas que se han construido, todos los parlamentos que han sesionado y todos los reyes y autoridades que han gobernado, puestos juntos, no han afectado tan poderosamente la existencia del ser humano sobre la tierra como la vida sencilla de Jesús.

C

p o r J U D I T H B A R B I E R I

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