Entre La Antropologia y El Documental
-
Upload
martin-zuniga-ch -
Category
Documents
-
view
220 -
download
0
Transcript of Entre La Antropologia y El Documental
7/25/2019 Entre La Antropologia y El Documental
http://slidepdf.com/reader/full/entre-la-antropologia-y-el-documental 1/7
34 revistavalencianad’etnologia
En el verano de 1987 se fundó en la Universidad de
Manchester, Inglaterra, un programa académico
único que combinaba medios audiovisuales con laantropología, bajo el patrocinio de la Televisión
Granada de ese país. Entonces la antropología vivía
una época de oro en la televisión británica, donde
series con contenido antropológico como Bajo el Sol
(Under the Sun) y Mundo en Desaparición
(Disappearing World) eran transmitidas a la hora de
mayor audiencia televisiva. Los productores de televi-
sión habían logrado desarrollar una fórmula televisi-
va exitosa: ir a regiones remotas del planeta y encon-
trar allí a antropólogos profesionales, generalmente
norteamericanos y británicos, que pudieran servir de
traductores culturales para explicar a sus audiencias
las vidas de los pueblos y personas generalmente no
occidentales y analfabetos viviendo en t ales localida-
des. Para mediados de los años 1980 Granada TV,
con sede en la ciudad de Manchester, ya había pro-
ducido unos 60 documentales de este tipo.
35revistavalencianad’etnologia
ENTRE LA ANTROPOLOGIAY EL DOCUMENTAL ETNOGRÁFICO
ENTREVISTA A PAUL HEMLEY
CARLOS Y. FLORES*
* Carlos Y. Flores realizó estudios en la Escuela Nacional de
Antropología e Historia de México y continuó su formación enla Universidad de Manchester, Inglaterra, en donde completó su
doctorado con especialización en antropología visual en el
Granada Centre for Visual Anthropology. Luego se desempeñó
como catedrático visitante en el p rograma de maestría en antro-
pología visual del Departamento de Antropología de
Goldsmiths College, Universidad de Londres. Actualmente es el
Coordinador del Departamento de Antropología de la
Universidad Autónoma del Estado de Morelos, México. Su
correo electrónico es: [email protected]
El Granada Centre for Visual Anthropology, surgido de la cooperación entre el Departamento de
Antropología de la Universidad de Manchester y Granada TV, dirigido por el antropólogo y cineasta
Paul Henley, es una de las principales escuelas en antropología visual donde capacitar a antropólogos
en el uso de las técnicas del documental, con el fin de producir películas según los objetivos y méto-
dos de la antropología.
Palabras clave: formación, antropología, audiovisual, documental, cine.
7/25/2019 Entre La Antropologia y El Documental
http://slidepdf.com/reader/full/entre-la-antropologia-y-el-documental 2/7
Sin embargo, con el tiempo se fue haciendo evi-
dente que los ritmos, tratamientos y enfoques
antropológicos en relación a sus sujetos en el campo
con frecuencia diferían radicalmente con los de los
productores televisivos, quienes estaban normal-
mente preocupados con finalizar sus producciones
con parámetros específicos de tiempo y financia-
miento. Esta situación generó la idea de capacitar a
antropólogos profesionales en el uso de cámaras,
técnicas de edición y manejo narrativo documental
con la idea de que ellos mismos pudieran producir
películas con mayor cercanía a los objetivos y méto-
dos de la disciplina antropológica. El resultado de
tal iniciativa fue el nacimiento del Granada Centre
for Visual Anthropology y su programa de maestría
en antropología visual, un proyecto de cooperación
entre el Departamento de Antropología de la
Universidad de Manchester y Granada TV, producto-
ra de la serie Mundo en Desaparición. El antropólo-
go Paul Henley, él mismo un cineasta entrenado en
la prestigiosa National Film and Televisión School, en
Beaconsfield, fue llamado a dirigir este novedoso
proyecto desde sus inicios. Hoy en día, el Granada
Centre es reconocido a nivel mundial como una de
las principales escuelas en antropología visual.
En la siguiente entrevista, llevada a cabo con
motivo del XX Aniversario del Granada Centre, el
profesor Paul Henley reflexiona sobre la antropolo-
gía visual en general, su relación con el cine y laantropología, sus transformaciones en los últimos
años y las contribuciones que de cara al futuro el
Granada Centre ha hecho en tal sentido.1
************************
¿Es necesario ser antropólogo para hacer docu-
mentales etnográficos? Pienso en las películas
que normalmente ganan en los festivales de
cine etnográfico, son en su mayoría producidas
por quienes no son antropólogos.
Bien, la respuesta a ello depende de lo que se
entiende por “películas etnográficas”. Para mí, la
categoría de “cine etnográfico” abarca diferentes
tipos de películas. Por un lado, están las lo que yo
llamaría “películas de documentación”. Ya desde
que A. C. Haddon llevó una cámara operada por
manivela al Estrecho de Torres en 1898, los antropó-
logos han usado medios visuales para tal propósito.
Posiblemente la mayoría de los antropólogos que
han llevado una cámara de imágenes en movimien-
to al campo, incluso los de hoy en día, ven en la
cámara un instrumento para recoger datos que
puede producir este tipo de documentación visual.
Estas películas de documentación pueden usarse
para varios propósitos, como apoyar los hallazgos de
la investigación, ilustrar las clases, como recurso
visual en sitios web interactivos, etc. Pero en todos
estos casos, las películas no se apoyan en sí mismas;
tienen que ser respaldadas y contextualizadas por
algún tipo de marco verbal.
Lo que a mí me interesa, y la forma en que capa-
citamos a los estudiantes en el Granada Centre es en
el “documental etnográfico”. Aunque sigo clasifi-
cando a esto como una forma de “cine etnográfico”,es diferente de la documentación que acabo de des-
cribir. En este caso, no tratamos de utilizar la cámara
como medio de recopilación de datos, sino más bien
como una forma de representación. Nuestro objetivo
36 revistavalencianad’etnologia
busca combinar un interés etnográfico en la docu-
mentación con las convenciones narrativas y estéti-
cas del cine tal y como ha sido desarrollado en
Occidente con el fin de comunicar un entendimiento
particular, una visión particular, de una realidad cul-
tural dada. No pretendemos poner meramente un
espejo sobre el mundo, sino más bien contar una his-
toria motivada sobre éste que no dependa de una
contextualización verbal para hacerla comprensible.
En ese sentido, el documental etnográfico es algo
como un híbrido, situándose provocativamente entrelas fronteras de la etnografía y el cine. Por tal razón,
ha sido sujeto de inacabables controversias. Entre
éstas están las que se dan en los contextos académi-
cos antropológicos que intentan minimizar la canti-
dad de lenguaje cinematográfico que va en la pro-
ducción de una película, y por otra parte está la de
los cineastas profesionales que hacen todo lo posible
para evitar recargar sus trabajos con lo que conside-
ran un detalle etnográfico pedante. Por lo tanto,
algunos ven esto como algo profundamente proble-
mático. Ciertamente, con frecuencia no es fácil
reconciliar las demandas del reportaje etnográfico
con las de la coherencia narrativa. Sin embargo, tam-
bién hay otra forma de ver el asunto: el documental
etnográfico puede igualmente ser visto como una
oportunidad para apoyarse en lo mejor de los dos
campos de conocimiento.Digo todo esto como un preludio para responder
a la pregunta de si hay que ser un antropólogo para
realizar películas etnográficas. Depende del tipo de
cine etnográfico que esté hablando. Si está haciendo
un documental etnográfico, se necesitará tanto com-
petencia etnográfica como cinematográfica. Muy
37revistavalencianad’etnologia
1 Para mayor información sobre el Granada Centre for Visual Anthropology, ir a la página:
http://www.socialsciences.manchester.ac.uk/disciplines/socialanthropology/visualanthropology/
Paul Henley en práctica de video-documental con estudiantes del Granada Center (foto Carlos Flores).
7/25/2019 Entre La Antropologia y El Documental
http://slidepdf.com/reader/full/entre-la-antropologia-y-el-documental 3/7
pocas personas tienen la oportunidad de desarrollar
una competencia de alta calidad en ambos campos,
así que inevitablemente la mayoría de cineastas etno-
gráficos tienen su fuerte en uno de los dos. Ahora
bien, si se piensa en los héroes de la tradición del
documental etnográfico, con la notable excepción de
Jean Rouch – e incluso él era un poco foráneo que
llegó a la antropología a través de su interés por el
surrealismo – por lo general son cineastas que han
pasado largos periodos acampando en el mismo
terreno que los antropólogos, en vez de haber sido
capacitados primero en antropología y de ahí se
hayan vuelto grandes cineastas. Esto es cierto, por
ejemplo, para los casos de David y Judith
MacDougall, John Marshall y Robert Gardner.
Marshall y Gardner me parece que hicieron maestrí-
as en antropología en algún momento, pero ambos
son o fueron cineastas con un interés en la antropo-
logía, o en los mismos temas que generalmente inte-
resa a los antropólogos. Ni David ni Judith
[MacDougall] tienen algún tipo de certificación en
antropología como tal, hasta donde sé, pero una
parte importante de su formación como cineastas
fue a través del Programa de Capacitación en Cine
Etnográfico (Ethnographic Film Training Program)
que Colin Young y otros organizaron en la
Universidad de California en los Ángeles (UCLA) en
los años 60. Sin embargo, si se toma en cuenta a
toda esta gente, ellos llegaron al mundo de la antro-pología como cineastas, y no al revés. Ahora bien, no
hay razón, al menos en principio, de por qué uno no
pueda llegar a la producción cinematográfica desde
un contexto de antropología formal. Eso fue lo que
hizo Rouch, y lo que hicimos varios de nosotros cuan-
do se nos dio la oportunidad a través del Esquema
Leverhulme de Capacitación Cinematográfica
(Leverhulme Film Training Scheme) en la Escuela
Nacional de Cine y Televisión (National Film and
Television School) cerca de 20 años atrás. Es también
lo que estamos tratando de lograr en el Centro
Granada al capacitar a nuestros propios estudiantes.
Debo confesar que hay una parte en mí que le
preocupa que posiblemente el entrenamiento intelec-
tual que uno recibe a través de una educación formal
en antropología, como la que yo recibí, en la que uno
aprende a analizar la información etnográfica y pre-
sentar conclusiones en la forma de un argumento tex-
tual, dificulta hacer la transición al diferente tipo de
lenguaje, a la diferente inspiración que se necesita
cuando se hace cine. Sobre la base de mi propia expe-
riencia, diría que si uno se quiere volver un cineasta de
documentales etnográficos, es una desventaja en
cierto sentido el haber tenido un entrenamiento for-
mal en antropología, porque significa que es necesa-
rio un poco de desentrenamiento para permitirnos
utilizar los medios visuales de forma más creativa e
interesante. Sin embargo, mantengo la esperanza de
que es posible trabajar en diferentes registros intelec-
tuales según el medio que se esté utilizando.
¿Cuáles han sido los principales objetivos del
Granada Centre desde que fue fundado en
1987?
Durante la mayor parte de su existencia, el GranadaCentre se ha desarrollado principalmente alrededor
de su programa de maestría, que implica la capacita-
ción de estudiantes que ya han obtenido un primer
grado en antropología en la utilización de medios
visuales para propósitos antropológicos, definidos
estos ampliamente, ya sea al interior o fuera de la vida
38 revistavalencianad’etnologia
académica. En los últimos 20 años, más de 200 estu-
diantes han pasado por el programa. Más reciente-
mente, en los últimos cinco o diez años, hemos ido
desarrollando el programa de Doctorado con Medios
Visuales ¡del que tú fuiste el pionero! Hasta ahora,
cerca de 25 estudiantes han terminado o están den-
tro del programa de doctorado. También hay una
nueva Maestría en Documental Etnográfico, de la que
se puede pensar como una versión más larga del
Proyecto Final de la maestría original, o como una ver-
sión corta del doctorado. Empezamos este programa
el año pasado, y en la actualidad hay dos estudiantes
de medio tiempo participando en él. Lo interesante
de este nuevo programa es que el trabajo del estu-
diante podrá ser evaluado en su totalidad a través de
la entrega de un portafolio de películas en un DVD
con una duración máxima de cuatro horas. Aunque
también pueden entregar un texto escrito, no están
obligados a hacerlo, pero al menos un elemento del
DVD tiene que proveer un meta-comentario sobre los
métodos y teorías que están detrás de sus películas.
¿Y en cuanto a la investigación?
Queremos desarrollar al Granada Centre como un
lugar basado no sólo en actividades educativas o de
capacitación. Nos interesa que crezca también alrede-
dor de investigaciones sobre la relación entre los
diversos entendimientos antropológicos contemporá-
neos, la percepción visual y sensorial, el arte y la esté-tica, y en las maneras en las que los medios visuales y
auditivos pueden ser usados para desarrollar y repre-
sentar tales entendimientos. Para darle a esta activi-
dad colectiva de investigación mejor enfoque, hemos
creado una nueva unidad de investigación en el inte-
rior del Granada Centre y le hemos dado el nombre
de EIDOS. Este es un acrónimo para Etnografía,
Imágenes, Documental, Objetos, Sonidos y Sentidos,
que también hace referencia al término filosófico clá-
sico griego que se refiere a la forma exterior de una
cosa, así como a la idea detrás de ello. Además de ser
un foro para la reflexión teórica, también queremos
que EIDOS sea un lugar donde sean producidos docu-
mentales y otras producciones audiovisuales basadas
en la investigación, así como que sea un centro de
recursos para la investigación. Hemos empezado la
producción de películas de investigación a través del
apoyo a nuestro Profesor-Investigador Honorario,
Dick Werbner, en la producción de una serie de mate-
riales basadas en su trabajo de campo de muchos
años en Botswana, que tratan sobre el asunto del
bienestar social, las consultas ocultistas y las curacio-
nes carismáticas basadas en la fe. También hemos
desarrollado la infraestructura de recursos para la
investigación a través de la mejora activa de los mate-
riales ya existentes en el Granada Centre. Planeamos
desarrollar esto mucho más el próximo año con la
ayuda de un interinato que nos acaba de otorgar una
agencia gubernamental británica para promover la
enseñanza y el aprendizaje en las ciencias sociales.
También recibimos recientemente un apoyo de la
Fundación Granada, que estamos utilizando para la
creación de una colección de obras maestras de
documentales etnográficos, organizada en base a
autores. Ésta estará alojada en las instalaciones queahora tenemos en el nuevo Edificio Arthur Lewis,
donde podrán ser consultadas por investigadores que
se interesen en su uso contemporáneo o en otros
temas como la historia de la disciplina académica de
la antropología, o más generalmente, en la forma en
que Occidente ha representado a sus Otros.
39revistavalencianad’etnologia
7/25/2019 Entre La Antropologia y El Documental
http://slidepdf.com/reader/full/entre-la-antropologia-y-el-documental 4/7
Estos recursos no serán sólo para antropólogos
entonces.
No sólo para antropólogos, por supuesto. Si es que
ha de servir para algo, la antropología debe de ser
una forma de reflexión acerca de la condición huma-
na lo cual es del interés de personas fuera del gre-
mio inmediato de la antropología. Se puede pensar
de la antropología – ésta por supuesto es una pers-
pectiva metropolitana, en vez de la que se pudiera
tener en Latinoamérica por ejemplo – como un pro-
ceso sistemático de reflexión de la diferencia y diver-
sidad cultural. Entonces sus producciones deben de
estar abiertas a todo aquel interesado en estos asun-
tos y no sólo entre quienes llevan la etiqueta de
antropología. Esto se refiere de otra forma a la pre-
gunta acerca de los objetivos del Granada Centre, ya
que cualquier intento por definir los objetivos del
Granada Centre últimamente depende de algún tipo
de definición sobre el propósito de la antropología.
Obviamente, antes de que se pueda contestar la
pregunta: ¿qué es la antropología visual? se tiene
que preguntar, más generalmente, ¿qué pudiera o
debiera ser la antropología? Con frecuencia me
encuentro con personas que miran una película del
Granada Centre y dicen: “¿Qué tiene de antropoló-
gico esta película?” Mi respuesta usualmente es:
“dime lo que piensas que es la antropología, y luego
te diré qué vínculo hay entre esta película y tu defi-
nición de antropología”.De todas maneras la antropología es un fenó-
meno muy variado. Mi percepción es que a lo largo
de toda la práctica de un siglo o más de una antro-
pología basada en el trabajo de campo, lo que ha
permanecido como un logro duradero son las expli-
caciones etnográficas de comunidades, regiones y
experiencias particulares, en vez de las teorías que
han generado sobre las sociedades humanas. Al
final, estas teorías e ideas son una parte necesaria e
importante de la disciplina, pues han permitido una
forma más sofisticada de descripción, una forma
más sutil para comprender algo. Han respondido a
diferentes intereses a través de las generaciones. Sin
embargo, al final lo que ha resultado valioso es la
descripción etnográfica producida por tal reflexión
teórica. Si se piensa en nuestro héroe, Bronislaw
Malinowski, se ve que la mayoría de sus teorías eran
descabelladas. Lo que hemos conservado de su tra-
bajo como algo valioso son en realidad dos cosas: su
metodología de campo por un lado, y la descripción
etnográfica que produjo acerca de la forma de vida
de los isleños trobrian. Se puede decir lo mismo de
Radcliffe Brown: sus teorías de la sociedad son
ahora casi risibles, pero al leer su descripción etno-
gráfica de los isleños andaman a partir de más o
menos 1905, uno todavía puede quedar impresio-
nado por la calidad de tal descripción.
¿Qué ha cambiado y qué continúa existiendo en
el Granada Centre después de 20 años?
Pienso que los objetivos del Granada Centre se han
diversificado en vez de cambiado como tal. Es decir,
con la contratación de mis colegas Rupert Cox y
Andrew Irving, hemos expandido el rango de nues-
tros intereses colectivos para incluir medios decomunicación que no sean cine/video y nuevos inte-
reses teóricos. En ese sentido, ahora nos interesa-
mos no sólo en documentales sino también en una
etnografía fotográfica y acústica, y también en una
variedad de temas teóricos que provienen del inter és
actual en la antropología sensorial. También hay
40 revistavalencianad’etnologia
colegas en el departamento mayor de antropología
en Manchester que tienen un interés en la cultura
material, objetos y museología, por lo que existen
ciertas sinergias de intereses que estamos desarro-
llando con ellos. En la práctica, lo “visual” que se
incluye en el nombre del Granada Centre for Visual
Anthropology se ha convertido en algo no tan apro-
piado desde que ahora tenemos un rango de intere-
ses más amplio que meramente lo visual. Tanto el
abanico de actividades en el interior de EIDOS, nues-
tro centro de investigación, y la variedad de opcio-nes en el interior del programa de maestría reflejan
esta diversificación de objetivos. En el programa de
maestría, por ejemplo, ahora hay dos “caminos”: en
el primer semestre, todos los estudiantes del progra-
ma toman cursos en antropología visual en general
y en la historia del cine etnográfico al mismo tiempo
que reciben un entrenamiento básico de producción
documental a través del trabajo en tres proyectos
documentales diferentes. En el segundo semestre,
sin embargo, mientras que a lgunos estudiantes con-
tinúan desarrollando sus habilidades cinematográfi-
cas, con más proyectos de producción de videos,
otros toman un camino más amplio, que incluye
fotografía, etnografía acústica y cultura material,
aunque tal elección también significa un trabajo
práctico.
Sin embargo, con respecto a la produccióndocumental en sí misma, no estoy seguro de que
haya cambiado mucho, en el sentido que todavía
está fundamentada por una tradición muy particular
de cine etnográfico, que yo diría toma su inspiración
– más que ser una simple reproducción – del cine
observacional. En el mundo en que vivimos, esto
41revistavalencianad’etnologia
Paul Henley en práctica de video-documental con estudiantes del Granada Center (foto Carlos Flores).
7/25/2019 Entre La Antropologia y El Documental
http://slidepdf.com/reader/full/entre-la-antropologia-y-el-documental 5/7
suena casi como una admisión de derrota, pues uno
debería de estar cambiando todo el tiempo. Sin
embargo, la calidad de los documentales ha mejora-
do enormemente durante ese periodo, y su sofistica-
ción también. Pero, en su mayor parte, estos todavía
pertenecen a un estilo particular muy identificable.
¿Están ustedes abiertos a abrir las puertas a
diferentes estilos, a otra clase de propuestas
visuales?
En principio quisiera pensar que estamos abiertos a
cualquier tipo de perspectivas. No pienso que el cine
observacional y sus variantes deben de ser un feti-
che. Sin embargo, desde mi punto de vista, existe
cierta simpatía entre la metodología del cine obser-
vacional y la perspectiva general de la antropología.
Hay ciertos aspectos comunes entre las ideas de la
observación participante y el respeto por la voz de
los indígenas, y la metodología que fundamenta al
cine observacional. También hay una forma similar
de estética, que es un t anto puritana. Es importante
enfatizar que es puritana no tanto porque se le aso-
cie con una ciencia natural seria y cierto reclamo ilu-
sorio de objetividad, sino porque se cree que mien-
tras más se cargue al documental con efectos visua-
les especiales o música, más se oscurecen las voces
y experiencias de los protagonistas, y los ritmos y
sonidos de su forma de vida. Son precisamente estos
rasgos de una realidad cultural dada que las pelícu-las están particularmente bien situadas para refren-
dar y que son casi imposible de comunicar con el
mismo grado de efectividad a través de un texto
etnográfico. Por supuesto, todos reconocemos que
cualquier película etnográfica está basada en la
visión subjetiva del cineasta, pero es una cuestión de
gradación. Quisiera pensar que esta estética sobria
tiene que ver más con el respeto al sujeto, que con
una falta de visión o ambición en la ejecución del
documental.
¿Normalmente a dónde van sus estudiantes
después del curso? ¿Han mantenido ustedes un
registro de lo que pasa con ellos después de
dejar el Granada Centre?
Es muy difícil darles seguimiento a unos 200 estu-
diantes dispersos en todo el mundo a lo largo de
más de dos décadas. Hemos mantenido un registro
razonable, pero no puedo dar de memoria ninguna
información estadística. Lo que puedo decir es que,
inicialmente, más de la mitad de nuestros graduados
van a trabajar en a lgún tipo de actividad relacionada
con la producción cinematográfica fuera de la vida
académica. Las cifras pudieran ser de hasta 60 o 70
por ciento en los primeros años. En el Reino Unido,
esto significa normalmente trabajar en la televisión,
pero en otras partes puede significar trabajar en
museos, con autoridades gubernamentales regiona-
les o en cuestiones por el estilo. Sin embargo, muy
pocos pueden continuar siendo especialistas en pro-
ducción cinematográfica por el resto de sus vidas.
Simplemente no hay tantas oportunidades de traba-
jo para los cineastas y ciertamente no las hay si se
quieren especializar en cine etnográfico. Muchos de
nuestros graduados en el Reino Unido trabajan en latelevisión por cuatro, cinco, y posiblemente diez
años, pero la seguridad y continuidad que se
comienzan a percibir como necesarias para cuando
se alcanzan una edad cercana a los 35 años simple-
mente no se encuentra allí. Así que llegado ese
momento, varios buscan formas más estables de
42 revistavalencianad’etnologia
empleo, aunque éste pueda seguir estando relacio-
nado con el cine (por e jemplo trabajar como organi-
zadores de festivales de cine). O puede existir un
tipo diferente de empleo que utiliza habilidades
similares, ya que la producción documental requiere
de la implicación intensiva con los sujetos, y conver-
tir tal experiencia en una narrativa comunicable.
Pienso que nuestra maestría da a los estudiantes
todo tipo de capacidades transferibles que les serán
útiles en la vida. Una de nuestras graduadas, por
ejemplo, se volvió periodista de texto escrito y más
adelante se hizo una exitosa novelista. Cuando le
comenté que esperaba que ella no sintiera que
había perdido todo un año con nosotros, me contes-
tó: “para nada, todo lo que sé acerca de narrativas
escritas las puedo rastrear en lo que aprendí prime-
ramente en el Granada Centre”. Otros graduados
regresan, de una forma u otra, al mundo académi-
co, aunque ellos encuentran con frecuencia que se
han vuelto posibilitadores más que hacedores.
Ciertamente esta fue mi propia situación. Tomando
en préstamo una imagen de mi antiguo mentor en
la National Film and Television School, Colin Young,
ya no me describiría más como un cineasta, sino
más bien un “hacedor de cineastas” [film-maker-
maker]. No hago muchas películas en la actualidad,
pero sí produzco cineastas. Pienso que es la misma
experiencia de mucha gente, y en muchas carreras.
Hacer cine es muy divertido, pero es poco predeci-ble. No existe una carrera fácil en la producción de
cine.
¿Las solicitudes para entrar a la maestría toda-
vía siguen estando en el rango de tres por cada
estudiante aceptado?
A pesar de las pocas posibilidades de un empleo de
largo plazo en la producción documental etnográfi-
ca, la demanda se mantiene muy fuerte para lugares
como el Granada Centre, aunque la proporción de
solicitud-aceptación ha disminuido considerable-
mente. En parte esto se debe a que ahora tenemos
muchas más plazas. Seguramente recuerdas que
durante los primeros diez años de vida del curso
nuestro número ideal era de ocho estudiantes,
mientras que ahora es de 24. También se debe a que
ahora hay otras dos buenas maestrías en antropolo-
gía visual en el Reino Unido, una en Goldsmiths
College, Universidad de Londres, y la otra en Oxford.
Cada uno de los tres programas ofrece una compo-
sición diferente de teoría y práctica: la nuestra con-
tinúa siendo intensamente práctica, mientras que en
Oxford virtualmente casi no hay instrucción técnica,
ciertamente no en producción documental, y
Goldsmiths se encuentra de cierta forma entre los
dos, con más instrucción técnica que en Oxford,
pero considerablemente menos de la que ofrecemos
nosotros. Sospecho que padecemos de alguna
manera del hecho de que como ciudades, Oxford y
Londres son más atractivas que Manchester para los
potenciales solicitantes, particularmente entre los
extranjeros. Sin embargo, de hecho, pienso que
Manchester es una gran ciudad para desarrollar un
programa como éste debido a que tantos diferentes
mundos culturales colisionan aquí y por lo tanto pro-vee infinitas oportunidades para el cine etnográfico.
En comparación, Oxford es una ciudad muy unifor-
me, culturalmente hablando, y sospecho que
Londres es simplemente una ciudad muy grande y
cara para la mayoría de estudiantes.
43revistavalencianad’etnologia
7/25/2019 Entre La Antropologia y El Documental
http://slidepdf.com/reader/full/entre-la-antropologia-y-el-documental 6/7
¿Qué hay de otros programas de antropología
visual en el mundo?
Los programas de antropología visual parecen ser
altamente susceptibles a los caprichos de modas
intelectuales y de su financiamiento. Esto en parte se
debe a que es difícil lograr un buen equilibrio entre
lo intelectual y lo técnico de tal forma que llene los
requerimientos indicados en un ambiente académi-
co. La producción documental, en particular, tam-
bién consume mucho tiempo y además necesita
numerosos recursos, tanto para los estudiantes
como para los maestros. Así que los programas
basados en la producción documental siempre son
vulnerables a la hora de recortes por razones econó-
micas. Alrededor del mundo, han existido una
buena cantidad de programas que han florecido por
un tiempo para luego desaparecer o pasar a un esta-
do de relativa hibernación. Puedo pensar en algunos
como por ejemplo el de la Universidad del Sur de
California, o el de la Universidad de Nueva York
(NYU), en los que hace diez o quince años atrás se
encontraban tan activos como el nuestro, y cuyos
documentales hechos por sus estudiantes se podían
ver con frecuencia en los festivales internacionales
de cine. Sin embargo, de pronto entraron en un
periodo de relativa inactividad, aunque ahora pare-
ce que pudieran estar despertando otra vez. Muchos
de estos programas dependen de un personaje cen-
tral que anima y los mantiene en funcionamientodurante un periodo largo de tiempo. Cuando esta
persona abandona el lugar o tiene otras cosas que
hacer, los programas decaen. Por ejemplo, existió
por un tiempo un programa muy dinámico en la
Universidad de Amsterdam, que era inspirado por
una persona en particular, pero cuando los recortes
económicos llegaron, su contrato temporal no fue
renovado y el programa colapsó. Por otra parte, el
programa en la Universidad de Leiden, dirigido por
Stef Meyknecht y Metje Postma, lleva ya funcionan-
do bastante tiempo, aunque se restringe a estudian-
tes de licenciatura. También está el programa en
Tromsø [Noruega] que continúa floreciendo pese a
cambios recientes en su personal. También está un
programa relativamente nuevo en el Film Studies
Center en Harvard, dirigido por Lucien Taylor y Ilisa
Barbash. Sus estudiantes están produciendo trabajos
muy interesantes. Sin embargo en Francia, no estoy
seguro de que algo esté sucediendo en este sentido
desde la muerte de Jean Rouch, lo cual es trágico.
Tampoco parece haber ningún programa práctico de
larga duración en Alemania, aunque ciertamente
existe un fuerte interés por la antropología visual
entre los estudiantes alemanes, ya que muchos de
ellos solicitaron un lugar en nuestra maestría.
Una de mis preocupaciones, obviamente, des-
pués de haber hecho esto durante 20 años, es
encontrar a otra persona que quiera continuar tra-
bajando en la misma dirección general en que lo
hemos venido haciendo. Esto no ha sido fácil. El
número de solicitudes que hemos recibido para las
plazas que hemos anunciado en el Granada Centre
ha sido mucho menor del que recibimos cuando
anunciamos una plaza en antropología social más
general. Una posición en el Granada Centre requie-re de una combinación de habilidades que no es
usual. Por un lado, requiere una competencia técni-
ca considerable, y por el otro una competencia teó-
rica en antropología visual y más ampliamente una
competencia en antropología social en general.
Esto, más el hecho de que se espera que alguien
44 revistavalencianad’etnologia
venga a vivir a Manchester, significa que la cantidad
de personas que se están seleccionando es relativa-
mente pequeña comparada con la antropología
social más general. Sin embargo, sólo se necesita de
un buen candidato para lograr una buena contrata-
ción, y estoy muy contento de que recientemente
logramos captar a tu compañera de promoción,
Angela Torresán, quien ha hecho un excelente debut
y tomará la dirección del programa de maestría a
partir del otoño de 2008.
¿Se puede ser optimista sobre el futuro de la
antropología visual o continuará siendo margi-
nal en el interior del campo antropológico más
amplio?
Tengo mucho optimismo por el futuro de la antro-
pología visual. Sin embargo, pienso que siempre
será una especialidad. No puedo verla tan central a
la antropología como, por ejemplo, el estudio de la
religión, o como el parentesco una vez lo fue. No
obstante, dado que lo visual es una parte ta n impor-
tante de nuestro mundo contemporáneo no es posi-
ble que no sea también un aspecto importante de la
disciplina académica de la antropología. Cada eva-
luación externa que tenemos sobre la antropología
en Manchester en años recientes apuntan a lo
importante que es el Granada Centre para el depar-
tamento de Manchester, o para el “área disciplinar”,
como se le llama ahora. Esto también es fácil dedemostrar por las estadísticas estudiantiles. Más de
la mitad de todos los estudiantes de maestría en
Manchester son estudiantes de antropología visual.
Todavía más significativo es que por lo menos un
tercio de todos los estudiantes de doctorados son
estudiantes de antropología visual.
¿Qué temas están trabajando los estudiantes de
doctorado?
Existen bastantes temas sobre Latinoamérica.
Valentina Bonifacio, de Italia, está trabajando sobre
identidad indígena y derechos territoriales en
Paraguay; Alex Boudreault-Fournier, que es de
Québec, trabaja en el hip-hop en Santiago de Cuba y
cultura popular; mientras que Raúl Zevallos, del Perú,
está trabajando en conceptos culturales de los paisa-
jes en los Andes y la amenaza de las compañías mine-
ras que planean devastar la región. Johannes Sjöberg,
originario de Suecia y que se encuentra en el área dis-
ciplinar de Drama, pero que es uno de nuestros gra-
duados de la maestría y también uno de los estudian-
tes que superviso, ha hecho una excelente etnoficción
roucheana sobre travestís en São Paulo; Andrea
Cicaló, de Italia, ha venido trabajando en Salvador de
Bahía, sobre identidad negra. Todos ellos tienen cor-
tometrajes como parte de su investigación.
No es sólo sobre Latinoamérica que nuestros
estudiantes de doctorado han hecho documentales.
Penny Moore, de Australia, ha producido un docu-
mental en Viena como parte de su estudio etnográ-
fico de músicos jóvenes en la ciudad; Alyssa
Grossman, de los Estados Unidos, estará editando
uno o más documentales a partir del material que
filmó alrededor de la memoria en la Bucarest post-
socialista. Rachel Webster se encuentra actualmente
en el campo en Kashmir y estará produciendo undocumental sobre la niñez entre pastores nómadas
musulmanes; Aliaa Remtilla, que es canadiense y de
origen ismaili, estará produciendo una película como
parte de su trabajo de campo entre la comunidad
ismaili en Tajiskistán. También hay otros proyectos en
la línea de producción. Más cerca de casa, empezan-
45revistavalencianad’etnologia
7/25/2019 Entre La Antropologia y El Documental
http://slidepdf.com/reader/full/entre-la-antropologia-y-el-documental 7/7
do el próximo año, Michael Atkins estará trabajando
sobre encuentros furtivos gay (cruising) en las calles
de Manchester, pero dadas las obvias dificultades
éticas de utilizar video en este tema, planea apoyar
su etnografía con una combinación de fotografías y
gráficas sobre-impuestas que él mismo producirá.
En términos institucionales, ¿cuál puede ser la
proyección del Granada Centre más allá de
Manchester? Sé que están apoyando un progra-
ma de antropología visual en China. También
has estado en Cuba, me parece, y en México.
¿Es una práctica personal o institucional?
Existe un enorme interés a nivel internacional en la
antropología visual que durante mis 20 años como
director del Granada Centre he tratado de atender.
Por mucho que pensemos que el planeta se ha hecho
uniforme por la globalización, continúa existiendo
una remarcable diversidad de experiencias humanas
a lo largo del mundo contemporáneo. Pienso que el
papel potencial del documental para dar testimonio
de toda esta variedad de experiencia humana sigue
siendo muy importante. Ciertamente, tenemos estos
vínculos con China. Ayudamos a levantar un progra-
ma en Kunming, en el suroccidente de China.
Floreció por un tiempo, pero ahora parece que pasa
por un periodo de inactividad, aunque quién sabe,
quizá vuelva a florecer nuevamente. Al mismo tiem-
po, recientemente establecí una nueva serie de con-tactos con la Universidad de Tsinghua, en Beijing.
Igualmente y por pura coincidencia, se están estable-
ciendo dos programas diferentes en antropología
visual en San Petersburgo, y nosotros estamos en
contacto con ambos. Tengo otro colega, a quien
conozco desde mi estancia en Cambridge, que traba-
ja en la Universidad Nacional de Singapur y está
levantando un programa allí. Como sabes, Sylvia
Caiuby modeló su centro en São Paulo sobre el pro-
grama que teníamos en el Granada Centre.
Esperamos que existan más desarrollos en ese senti-
do en México, ahora que tú y Alejandra Navarro
Smith se encuentran bien establecidos allí. Fui a
Cuba recientemente, donde existe un creciente inte-
rés en la antropología visual, aunque realmente no
existe allí ningún tipo de actividad antropológica ins-
titucionalizada con el que se pueda asociar. Existe
incluso cierto tipo de escepticismo oficial acerca de la
antropología en general. Esta desconfianza posible-
mente se da porque ellos ven la antropología como
algo que se dedica a la preservación de la última cos-
tumbre de esto o lo otro, en vez del estudio de for-
mas emergentes de experiencia cultural como el hip-
hop en Santiago del que hablaba antes o muchas
nuevas actividades culturales que se están desarro-
llando en muchas partes de la isla. Sin embargo,
como es sabido, la cultura es en buena medida una
preocupación central del Estado, así que el control de
la expresión cultural es también parte de su preocu-
pación. Por lo tanto, el tipo de principios sobre los
que se basa el cine observacional, que tiene que ver
con la observación discreta de la vida social, es algo
que es muy difícil de practicar en el contexto cubano
contemporáneo. Sin embargo, éste es un ejemplo de
situaciones en las que se necesita encontrar un enfo-que apropiado, por lo que se tendrá que desarrollar
allí un método de trabajo distinto.
¿En estos 20 años la antropología visual en el
Granada Centre se ha visto afectada por
corrientes teóricas emergentes, como el pos-
46 revistavalencianad’etnologia
tmodernismo, o la antropología sensorial, o de
alguna manera se ha mantenido independiente
de tales vertientes mayores?
La corriente principal de la antropología otorga cierto
contexto en el que la antropología visual puede flore-
cer. Sin embargo, no necesariamente implica un vín-
culo de causa y efecto. El postmodernismo represen-
tó un paso en una dirección diferente a la abstracción
y en un interés en la etnografía, lo cual es bueno para
la antropología visual basada en la producción de
películas, ya que el cine es bueno en la descripción,
corporeidad, representación y es inútil para la abstrac-
ción. El interés por los sentidos también es bueno
para la recepción de una antropología basada en el
cine debido a que, nuevamente, esto tiene que ver
con la corporeidad. Ahora, obviamente, en una pelí-
cula uno sólo tiene acceso a dos sentidos primarios, el
de la vista y el auditivo, pero dado que mucha de la
literatura contemporánea es acerca de estos dos sen-
tidos, todo esto es bueno para alentar a la gente a
abrirse al cine como un medio para la antropología.
Verdaderamente, como lo he descrito, el interés en la
aplicación de los medios auditivos y visuales para la
exploración de los temas de la antropología sensorial
es una de las preocupaciones centrales de nuestra
nueva unidad de investigación de EIDOS.
Sin embargo, pienso que continúa existiendo un
tipo de tensión entre la antropología visual entendi-
da como el uso de los medios auditivos y visualespara propósitos de la antropología, y la antropología
visual entendida como el estudio de lo visual, lo que
no es necesariamente la misma cosa. Uno puede
usar los medios visuales para representar lo visual, ya
que manejan formas únicas que el texto escrito
nunca tendrá. Pero sigo pensando que existe cierto
tipo de desfase entre el llegar a una conclusión teó-
rica en la antropología visual y su concreción en el
cine. Existe una tendencia entre los antropólogos
académicos en creer en que uno debe llegar prime-
ro a una conclusión teórica y luego hacer una pelí-
cula de ello. Sin embargo, el proceso no funciona
así. Partir de la teoría a la práctica generalmente pro-
ducirá una película que no va más allá de algo pare-
cido a un dibujo con números indicando qué colores
deben ir en sus secciones (paint-by-numbers film),
en vez de una película inspirada por el tipo de visión
creativa que es diferente al texto escrito.
¿Algunas reflexiones finales?
Finalizaría reiterando lo que dije al principio: que es
responsabilidad de cada generación de antropólo-
gos servir como testigos del mundo como ellos lo
encuentran en su tiempo particular. Dado que con-
tamos con esta maravillosa tecnología para ayudar-
nos a producir tal testimonio, debemos pensar cui-
dadosamente en cómo utilizarla. No simplemente
como forma de esclavitud que responda a modas
teóricas contemporáneas, ni simplemente como un
medio para demostrar nuestra virtuosidad poética, y
ciertamente, no meramente como un tipo de instru-
mento de registro banal, sino más bien como una
forma de mostrar cierta sensibilidad a las formas cul-
turales del mundo tal y como existe y lo vivimos. Eso
es lo que pienso que debiera ser la ambición de todoantropólogo, sea textual o visual. En especial aque-
llos equipados con las habilidades y con la concien-
cia que conlleva el aprender a usar la tecnología del
cine se encuentran en una posición particularmente
privilegiada, y deben asegurarse de que harán el
mejor uso de ella.
47revistavalencianad’etnologia