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    Entre razn y fe ( Debate entreHabermas Ratzinger )

    Publicado por Biblioteca Escptica en mayo 7, 2009

    El entonces cardenal Joseph Ratzinger, actual Papa Benedicto !", y el

    #il$so#o J%rgen &abermas, pro#esor de la escuela de 'ran(#urt, celebraron el d)a *9 de enero del

    200+ un dilogo en la -cademia .at$lica de /unich sobre los Fundamentos prepolticos del

    Estado democrtico de derecho, desde las fuentes de la razn y de la fe.

    Una breve biografa de Jrgen Habermas

    Textos completos ledos por Jrgen a!ermas y Joseph "atzinger#

    Habermas :

    El tema que hoy debatimos me hace evocar aquella pregunta que Ernst-WolfgangBckenfrde plante a mediados de los aos sesenta en trminos claros y concisos !es

    posible que el Estado liberal secular se sustente sobre unas premisas normativas que l

    mismo no puede garanti"ar# $%&' (o que se pregunta Bckenfrde es si el Estado

    democr)tico constitucional es capa" de renovar sus presupuestos normativos valindose

    de recursos propios* ya que no es inconcebible que pueda depender en realidad de

    tradiciones ticas autctonas* ya sean ideolgicas o religiosas+ en cualquier caso*

    vinculantes a escala colectiva' ,ara el Estado* que debe hacer profesin de neutralidad

    en el terreno ideolgico* esto representara un obst)culo ante el .hecho innegable del

    http://bibliotecaesceptica.wordpress.com/2008/01/10/jurgen-habermas/http://bibliotecaesceptica.wordpress.com/2008/01/10/jurgen-habermas/
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    pluralismo/ $0a1ls&* aunque esta conclusin no basta para descartar la mencionada

    sospecha'

    Para empezar, uisiera caracterizar el problema en dos sentidos1 En sentido cognitio, la duda se

    circunscribe a la cuesti$n de si el poder pol)tico, consumada la total positiizaci$n del 3erecho,

    sigue admitiendo una 4usti#icaci$n secular, es decir, no religiosa o posmeta#)sica1 -un en el caso de

    ue se acepte esa clase de legitimaci$n, desde el punto de ista motiacional se mantiene la duda

    de si es posible estabilizar desde un punto de ista normatio 5es decir, ms all de un mero

    modus iendi5 una colectiidad ideol$gicamente pluralista sobre la base de un consenso

    #undamental ue no pasar)a de ser en el me4or de los casos meramente #ormal y limitado a

    procedimientos y principios 621 -un en el caso de ue se pueda despe4ar esa duda, resulta

    indiscutible ue los ordenamientos liberales dependen de la solidaridad de sus ciudadanos, cuyas

    #uentes podr)an agotarse por completo si se produ4era una secularizaci$n desencaminada de lasociedad1 Este diagn$stico no se puede rechazar de plano, pero eso no signi#ica ue los elementos

    cultos entre los de#ensores de la religi$n puedan e8traer de l, por as) decirlo, unaplusvala 61

    En lugar de ello, propongo entender la secularizaci$n cultural y social como un doble proceso de

    aprendiza4e ue obligue tanto a las tradiciones de la ilustraci$n como a las doctrinas religiosas a

    re#le8ionar acerca de sus l)mites 6+1 'inalmente, en lo ue respecta a las sociedades

    postseculares, cabe preguntarse, desde el punto de ista cognitio y e8pectatio, u premisas

    normatias debe imponer el Estado liberal a sus ciudadanos creyentes y no creyentes en su

    relaci$n rec)proca 6:1

    ! E" "#$ER%"#&' "*+#, 5 al ue me adhiero en su ariante espec)#ica del republicanismo

    (antiano 625 se concibe a s) mismo como una 4usti#icaci$n no religiosa y posmeta#)sica de los

    #undamentos normatios del Estado democrtico constitucional1 Esta teor)a se encuadra en la

    tradici$n de un derecho racional ue renuncia a las hip$tesis #uertes cosmol$gicas o hist$rico5

    teol$gicas de las doctrinas clsicas y religiosas del derecho natural1 ;a historia de la teolog)a

    cristiana en la edad media, en especial la escolstica espain embargo, a mi

    entender, desde el punto de ista cat$lico, ue asume sin problemas la e8istencia del lumen

    naturale, nada se opone en lo esencial a una #undamentaci$n aut$noma 6es decir, independiente

    de las erdades reeladas de la moral y el derecho1

    En el siglo , la #undamentaci$n pos(antiana de los principios constitucionales liberales ha

    adoptado pre#erentemente la #orma de una cr)tica historicista y empirista, y ha descuidado el

    anlisis de las consecuencias negatias del derecho natural ob4etio 6como por e4emplo la tica

    material de alores1 3esde mi punto de ista, para de#ender #rente al conte8tualismo un concepto

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    de raz$n no derrotista y #rente al positiismo 4ur)dico un concepto no decisionista de la alidez del

    derecho, basta con #ormular algunas hip$tesis dbiles acerca del contenido normatio de la

    constituci$n comunicatia de #ormas de ida socioculturales1 ;a tarea #undamental consiste en

    e8plicar? 5por u el proceso democrtico es considerado un proceso de legislaci$n leg)tima? en la

    medida en ue satis#ace las condiciones de una #ormaci$n de la oluntad colectia inclusia y

    discursia, 4usti#ica la hip$tesis de la aceptabilidad racional de los resultados@ y 5por u la

    democracia y los derechos hulline( manos se limitan rec)procamente de manera euiprimordial en

    el proceso constituyente? la institucionalizaci$n 4ur)dica del proceso de legislaci$n democrtica

    e8ige la simultnea garantizaci$n de los derechos #undamentales, tanto liberales como pol)ticos

    61

    El punto de re#erencia de esta estrategia de #undamentaci$n es la constituci$n ue se otorgan los

    ciudadanos asociados, y no la domesticaci$n de una autoridad estatal ya e8istente, pues statoda)a ha de ser creada por medio de un proceso constituyente democrtico1 Ana autoridad

    estatal constituida 6y no s$lo domesticada constitucionalmente est #undamentada en derecho

    hasta lo ms )ntimo de su esencia, de modo ue el derecho impregna por completo la autoridad

    pol)tica, sin e8cluir ning=n aspecto1 .on la concepci$n positiista de la oluntad de Estado, la

    doctrina del derecho p=blico alemana 6de ;aband y Je5hasta .arl >chmitt, cuyas ra)ces se

    retrotraen a la poca del imperio alemn, de4aba abierta una puerta para una sustancia tica del

    Estado o de lo poltico no sometida a derecho@ en cambio, en el Estado constitucional no e8iste

    ninguna autoridad ue se sustente en una sustancia pre4ur)dica 6+1 ;a soberan)a preconstitucional

    del monarca no de4a libre ning=n hueco ue #uera necesario rellenar 5en #orma del ethos de un

    pueblo ms o menos homogneo5 por medio de una soberan)a popular igualmente sustancial1

    - la luz de este problemtico legado, la pregunta de Ernst5ol#gang BCc(en#Crde ha sido

    entendida en el sentido de ue un ordenamiento constitucional completamente positiizado

    necesitar)a la religi$n o alg=n otropoder sustentador como respaldo cognitio de sus #undamentos

    de alidez1 3e acuerdo con esta interpretaci$n, la aspiraci$n de alidez del derecho positio

    depender)a de su #undamentaci$n en las conicciones ticas5prepol)ticas de las comunidades

    religiosas o nacionales, ya ue tal clase de ordenamiento 4ur)dico no puede 4usti#icarse =nicamentede modo autorre#erencial a partir de procesos 4ur)dicos generados democrticamente1 En cambio,

    si se concibe el proceso democrtico no a la manera positiista de Delsen o ;uhmann, sino como

    mtodo para la creaci$n de legitimidad a partir de la legalidad, no puede hablarse de un d#icit de

    alidez ue deba ser compensado mediante la eticidad1 En contraste con la concepci$n del Estado

    constitucional procedente de la derecha hegeliana, la doctrina procedimentalista de inspiraci$n

    (antiana insiste en una #undamentaci$n aut$noma de los principios constitucionales con la

    pretensi$n de ser racionalmente aceptable para todos los ciudadanos1

    -! E. " /UE UE partir de la base de ue la constituci$n del Estado liberal puede satis#acer

    su necesidad de legitimaci$n de #orma autosu#iciente, es decir, a partir de los recursos cognitios

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    de una econom)a argumentatia independiente de toda tradici$n religiosa y meta#)sica1 >in

    embargo, aun ba4o esta premisa persiste una duda desde el punto de ista motiacional1 En

    e#ecto, las premisas normatios del Estado democrtico constitucional e8igen al indiiduo un

    mayor compromiso en la medida en ue ste asume el papel de ciudadano del Estado 6y por lo

    tanto autor del derecho, y un compromiso menor en la medida en ue se concibe a s) mismo

    como miembro de la sociedad 6y por lo tanto mero destinatario del derecho1 3e los destinatarios

    del derecho s$lo se espera ue no traspasen los l)mites legales a la hora de materializar sus

    libertades 6y aspiraciones sub4etias1 ;as motiaciones y actitudes ue se esperan de los

    ciudadanos en su papel de colegisladores democrticos tienen poco ue er con la obediencia

    prestada a las leyes coercitias ue regulan la libertad@ se espera de ellos ue materialicen sus

    derechos comunicatios y participatios de manera actia, y no solo en un leg)timo inters propio,

    sino en pro del bien com=n1 Esto reuiere un mayor es#uerzo motiacional, ue no puede

    imponerse por )a legal1 En un Estado de derecho democrtico, la obligaci$n de otar en las

    elecciones estar)a tan #uera de lugar como la solidaridad por decreto ley1 ;a disposici$n a tomar

    ba4o su responsabilidad, en caso necesario, a conciudadanos desconocidos y an$nimos, y a hacer

    sacri#icios en nombre del inters colectio, es algo ue a los ciudadanos de una comunidad liberal

    solo se les puede, como mucho, sugerir1 Por eso las irtudes pol)ticas, aunue solo se recauden en

    calderilla, son esenciales para la e8istencia de una democracia1 'orman parte de la socializaci$n y

    de la habituaci$n a las prcticas ymaneras de pensar de un cultura pol)tica liberal1 El estatus de

    ciudadanodel Estado se halla, en cierto modo, insertado en una sociedad ciil ue se nutre de

    #uentes espontneas, prepol)ticas por as) decirlo1 3e ello no cabe deducir, sin embargo, ue elEstado liberal sea incapaz de reproducir sus presupuestos motiacionales a partir de recursos

    seculares propios1 >in duda, los motios para la participaci$n de los ciudadanos en la opini$n

    p=blica y los procesos de decisi$n tienen su origen en proyectos de ida ticos y #ormas de ida

    culturales@ pero las prcticas democrticas desarrollan una dinmica pol)tica propia1 >$lo un

    Estado de derecho sin democracia, algo a lo ue en -lemania hemos estado acostumbrados largo

    tiempo, sugerir)a una respuesta negatia a la pregunta de BCc(en#Crde? FPueden los pueblos

    uni#icados estatalmente apoyarse s$lo en la garantizaci$n de las libertades indiiduales, sin ue

    e8ista un )nculo uni#icador preio a esas libertadesGH 6:1 En e#ecto, el Estado de derecho

    constituido democrticamente no solo garantiza libertades negatias para los miembros de la

    sociedad preocupados por su propio bien, sino ue, al o#recer libertades comunicatias, moiliza

    tambin la participaci$n de los ciudadanos del Estado en el debate p=blico en torno a temas ue

    a#ectan a toda la colectiidad1 El vnculo unificadorperdido es un proceso en el ue se discute, en

    =ltima instancia, la interpretaci$n correcta de la constituci$n1

    -s), por e4emplo, en las discusiones actuales en torno a la re#orma de Estado del bienestar, la

    pol)tica de inmigraci$n, la guerra de "ra y la abolici$n del sericio militar obligatorio, lo ue se

    4uzga no son meramente pol)ticas concretas, sino tambin, en todos los casos, la interpretaci$n

    correcta de los principios constitucionales, y, de modo impl)cito, el modo en ue ueremos

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    entendernos a nosotros mismos como ciudadanos de la Rep=blica 'ederal -lemana y como

    europeos, a la luz de la multiplicidad de nuestras #ormas de ida culturales y del pluralismo de

    nuestras ideolog)as y conicciones religiosas1 .iertamente, al oler la ista atrs debe

    reconocerse ue el hecho de compartir religi$n y lengua, y sobre todo la recuperaci$n de la

    conciencia nacional, #ueron =tiles para el surgimiento de una solidaridad ciudadana, por otra parte

    sumamente abstracta1 Pero entre tanto las conicciones republicanas se han desprendido en

    buena parte de esos lastres prepol)ticos? el hecho de ue no estemos dispuestos a morir por

    Niza no representa ob4eci$n alguna contra una constituci$n europea1 Piensen ustedes en los

    discursos pol)tico5ticos en torno al holocausto y la criminalidad de masas, ue han permitido a los

    ciudadanos de la Rep=blica 'ederal ser conscientes del logro ue representa la .onstituci$n1 El

    e4emplo de unapoltica de la memoria de carcter autocr)tico 6algo ue hoy en d)a ya no es

    e8cepcional, pues tambin est presente en otros pa)ses muestra hasta u punto la propia

    pol)tica puede ser un caldo de cultio para la #ormaci$n y renoaci$n de los )nculos del

    patriotismo constitucional1

    -l contrario de lo ue sugiere un malentendido muy #recuente, elpatriotismo

    constitucionalsigni#ica ue los ciudadanos se hagan suyos los principios de la .onstituci$n no solo

    en su contenido abstracto, sino en su signi#icado concreto, desde el conte8to hist$rico de su

    respectia historia nacional1

    El proceso cognitio no basta para ue los contenidos morales de los principios #undamentales se

    a#iancen en las conicciones de los ciudadanos1 El razonamiento moral y la coincidencia mundial

    en la indignaci$n ante las iolaciones masias de los derechos humanos solo bastar)an para

    #omentar la integraci$n de una sociedad constituida de ciudadanos del mundo 6si tal cosa llega a

    e8istir alg=n d)a1 Entre los miembros de una comunidad pol)tica, la solidaridad, tan abstracta

    como se uiera, y 4ur)dicamente mediada, s$lo puede surgir en el momento en ue los principios

    de 4usticia encuentran acomodo en el entramado, ms denso, de las orientaciones de alor

    culturales1

    1! DE %,UERD ,. las anteriores consideraciones, la naturaleza secular del Estado

    democrtico constitucional no muestra ninguna debilidad inherente al sistema pol)tico como tal, es

    decir, interna, ue pueda di#icultar su autoestabilizaci$n desde el punto de ista cognitio o

    motiacional1 Esto no e8cluye #actores e8ternos1 Ana modernizaci$n desencaminada de la sociedad

    en su con4unto podr)a muy bien debilitar el )nculo democrtico del ue depende necesariamente

    6pero no puede #orzar por )a legal el Estado democrtico1 En ese caso nos hallar)amos

    e8actamente ante la situaci$n ue describe BCc(en#Crde? la trans#ormaci$n de los ciudadanos de

    las sociedades liberales bienestantes y pac)#icas en m$nadas aisladas ue actuar)an s$lo por su

    propio inters y s$lo se dedicar)an a usar las unas contra las otras como armas sus derechos

    sub4etios1 En un conte8to ms amplio, se aprecian indicios de esa clase de desmoronamiento de

    la solidaridad interciudadana en la dinmica, no controlada pol)ticamente, de la econom)a y la

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    sociedad globales1 ;os mercados, ue como es sabido no pueden democratizarse como si se

    tratara de instituciones estatales, asumen de manera creciente #unciones de control en sectores de

    la ida cuya cohesi$n se hab)a mantenido hasta ahora de modo normatio, es decir, por )as

    pol)ticas o mediante #ormas prepol)ticas de comunicaci$n1 .on esto, no s$lo las es#eras priadas se

    inierten trans#ormndose en medida creciente en mecanismos de acci$n al sericio de las

    pre#erencias propias de cada uno, ue persiguen e8clusiamente el 8ito, sino ue tambin se

    reduce el mbito sometido a las necesidades de legitimaci$n de la es#era p=blica1

    El priatismo del ciudadano se e re#orzado por la desmoralizante prdida de #unci$n de un

    proceso democrtico de #ormaci$n de opini$n y oluntad ue a estas alturas ya s$lo #unciona, y de

    manera parcial, en los mbitos nacionales, y por ello ya no alcanza a los procesos de decisi$n

    desplazados a nieles supranacionales1Iambin la esperanza cada ez ms mermada en la

    capacidad estructuradora de la comunidad internacional #omenta la tendencia a la despolitizaci$nde los ciudadanos1 - la ista de los con#lictos y de las sangrantes desigualdades sociales de una

    sociedad global #uertemente #ragmentada, crece la decepci$n con cada nueo tropiezo en el

    camino, iniciado s$lo a partir de *9+:, hacia la constitucionalizaci$n del derecho internacional1

    ;as teor)as posmodernas, e4erciendo una cr)tica de la raz$n, entienden las crisis no como

    consecuencia de un agotamiento selectio de los potenciales de racionalidad acumulados en la

    modernidad occidental, sino como resultado l$gico de un proyecto de racionalizaci$n intelectual y

    social autodestructio1 -unue el escepticismo radical con respecto a la raz$n es algo

    intr)nsecamente e8train embargo, antes de proseguir la discusi$n por esta l)nea, uisiera

    mencionar una deriaci$n plausible del dilogo en otra direcci$n1 3ebido a la creciente

    radicalizaci$n de la cr)tica de la raz$n, la #iloso#)a se ha implicado tambin en la autorre# le8i$n

    acerca de sus propios or)genes religioso5meta#)sicos, y ocasionalmente tambin en el dilogo con

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    una teolog)a ue, por su parte, busca conectar con los intentos #ilos$#icos de autore#le8i$n

    poshegeliana de la raz$n 61 E8curso1 Ano de los posibles puntos de arranue del discurso

    #ilos$#ico sobre la raz$n y la reelaci$n es una #igura de pensamiento ue reaparece

    continuamente? la raz$n, al re#le8ionar acerca de sus #undamentos ms pro#undos, descubre ue

    tiene su origen en otra cosa@ y si no uiere perder su orientaci$n racional en el calle4$n sin salida

    de la autoapropiaci$n h)brida, debe aceptar el poder #atal de esa otra cosa1

    .omo modelo sire el e4ercicio de una mutaci$n lleada a cabo, o por lo menos puesta en marcha,

    mediante las propias #uerzas, una conersi$n de la raz$n por medio de la raz$n@ el

    desencadenante de la re#le8i$n puede ser la autoconciencia del su4eto cognoscente y actuante

    6como en >chleiermacher, o la historicidad de la autocon#irmaci$n e8istencial del indiiduo 6como

    en Dier(egaard, o el desgarro doloroso de los alores ticos imperantes 6como en &egel,

    'euerbach y /ar81 - pesar de carecer inicialmente de intenci$n teol$gica, la raz$n ue se haceconsciente de sus propios l)mites acaba conirtindose en otra cosa, sea por medio de la

    amalgama m)stica con una conciencia de aspiraciones c$smicas, o la espera desesperada de un

    acontecimiento hist$rico en #orma de mensa4e redentor, o la solidaridad anticipatoria con los

    humillados y o#endidos, ue pretende acelerar la redenci$n mesinica1 Estos dioses an$nimos de la

    meta#)sica poshegeliana 5la conciencia de alcance c$smico, el acontecimiento inmemorial y la

    sociedad no alienada5 son presa #cil para la teolog)a, pues se prestan a ser desci#rados como

    seud$nimos de la trinidad del 3ios personal ue se comunica a s) mismo1

    Estos intentos de renoaci$n de una teolog)a #ilos$#ica despus de &egel despiertan, en cualuier

    caso, ms simpat)a ue ese nietzscheanismo ue se limita a tomar prestados los conceptos, de

    connotaci$n cristiana, de escuchar y aprender, deoci$n y e8pectaci$n de la gracia, llegada y

    acontecimiento, a #in de proyectar un pensamiento ac)o de proposiciones hacia una era arcaica

    inde#inida, ms all de .risto y >$crates1 'rente a esto, una #iloso#)a consciente de su #alibilidad y

    de su posici$n #rgil dentro del comple4o edi#icio de la sociedad moderna, ha de insistir en la

    di#erenciaci$n genrica, pero de ning=n modo peyoratia, entre el discurso secular, ue aspira a

    ser accesible a todo el mundo, y el discurso religioso, ue depende de erdades reeladas1 -

    di#erencia de lo ue sucede en Dant y&egel, esta delimitaci$n gramatical no se incula con laaspiraci$n #ilos$#ica de determinar de modo aut$nomo u hay de erdadero o #also en el

    contenido de las tradiciones religiosas, ms all del saber mundano socialmente institucionalizado1

    El respeto ue a asociado a esa renuncia cognitia al 4uicio se #undamenta en la consideraci$n

    hacia las personas y modos de ida ue claramente e8traen su integridad y autenticidad de sus

    conicciones religiosas1 Pero hay algo ms ue respeto? a la #iloso#)a no le #altan motios para

    adoptar ante las tradiciones religiosas una actitud dispuesta al aprendiza4e1

    2! % D#3ERE.,#%de la austeridad tica del pensamiento posmeta#)sico, al ue resulta a4eno todo

    concepto general inculante de ida buena y e4emplar, en los libros sagrados y las tradiciones

    religiosas se articulan intuiciones de error y salaci$n, de la redenci$n de una ida ue se

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    e8perimenta como huera de esperanza, ue han sido deletreadas sutilmente durante milenios y

    re#rescadas continuamente gracias a la hermenutica1 Por eso en la ida de las comunidades

    religiosas, en la medida en ue eiten el dogmatismo y las restricciones a la conciencia, puede

    permanecer intacto algo ue en otros lugares se ha perdido y ue no puede recuperarse s$lo por

    medio del saber pro#esional de los e8pertos? me re#iero a la sensibilidad y la capacidad de

    e8presi$n di#erenciada para hablar de la ida carente de ob4eto, para las patolog)as sociales, para

    el #racaso de proyectos de ida indiiduales y la de#ormaci$n de conte8tos de ida des#igurados1 -

    partir de la asimetr)a de las aspiraciones epistmicas se puede #undamentar la disposicion de la

    #iloso#)a al aprendiza4e con respecto a la religi$n, y no por motios #uncionales, sino 5en recuerdo

    de sus e8itosos procesos de aprendiza4e hegelianos5por motios de contenido1 .omo es sabido, la

    in#luencia rec)proca del cristianismo y la meta#)sica griega no s$lo ha dado lugar a la concreci$n

    intelectual de la dogmtica teol$gica y a una helenizaci$n 5no siempre positia5 del cristianismo,

    sino ue, por otro lado, tambin ha #omentado la asunci$n de ideas genuinamente cristianas por

    parte de la #iloso#)a1 Esa tarea de apropiaci$n se ha plasmado en redes de conceptos normatios

    #uertemente connotados, como los de responsabilidad, autonom)a y 4usti#icaci$n, historia y

    recuerdo, recomienzo, innoaci$n y retorno, emancipaci$n y realizaci$n, renuncia, interiorizaci$n y

    encarnaci$n, indiidualidad y comunidad1 Esa tarea ha trans#ormado el sentido religioso original de

    los conceptos, pero sin de#lacionarlo y consumirlo hasta de4arlo ac)o1 An e4emplo de ese tipo de

    trans#ormaci$n saladora es la traducci$n de la idea del ser humano a imagen y seme4anza de

    3ios a la idea de ue todos los hombres poseen la misma dignidad, ue debe respetarse

    incondicionalmente1 -s) se e8pande el contenido de los conceptos b)blicos ms all de las #ronterasde una comunidad religiosa hacia el p=blico general de creyentes y no creyentes1 Por e4emplo,

    alter Ben4amin logr$ ms de una ez realizar ese tipo de trans#ormaciones1- partir de esa

    e8periencia de la liberaci$n secularizadora de potenciales de signi#icado encapsulados en la

    religi$n, podemos con#erir un sentido no capcioso al teorema de BCc(en#Crde1 Ka he mencionado el

    diagn$stico seg=n el cual el euilibrio conseguido en la modernidad entre los tres grandes medios

    de integraci$n social est en peligro debido a ue los mercados y el poder administratio e8pulsan

    de cada ez ms mbitos de la ida la solidaridad social, es decir, la actuaci$n coordinada en lo

    ue a#ecta a alores, normas y usos ling%)sticos al sericio del entendimiento1 Por eso al Estado

    constitucional le coniene, por su propio inters, tratar de modo respetuoso a todas las #uentes

    culturales de las ue se nutre la conciencia normatia y la solidaridad de los ciudadanos1 Esa

    conciencia ue se ha uelto conseradora se re#le4a en el discurso en torno a lasociedad

    postsecular 671 .on ello no se alude s$lo al hecho constatable de la superiencia de la religi$n en

    un entorno crecientemente secularizado y la persistencia en el tiempo de las comunidades

    religiosas1 ;a e8presi$npostsecular tampoco se limita a pagar pea4e p=blico a las comunidades

    religiosas por su aportaci$n #uncional a la reproducci$n de motiaciones y actitudes deseables1 Lo?

    en la conciencia p=blica de una sociedad postsecular se re#le4a, ante todo, una isi$n normatia

    ue tiene consecuencias para las relaciones pol)ticas entre ciudadanos no creyentes y ciudadanos

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    creyentes1 En la sociedad postsecular se abre paso la noci$n de ue la modernizacin de la

    conciencia pblicaabarca y modi#ica, por medio de la re#le8i$n y de modo asincr$nico, todas las

    mentalidades, tanto las religiosas como las mundanas1 -s), ambos bandos, si entienden

    con4untamente la secularizaci$n de la sociedad como un proceso de aprendiza4e complementario,

    pueden tomar en serio rec)procamente, y por motios cognitios, sus respectias aportaciones al

    debate p=blico sobre temas su4etos a controersia1

    4! R U. "%D, la conciencia religiosa se ha isto #orzada a llear a cabo procesos de

    adaptaci$n1 Ioda religi$n es originariamente visin del mundo o doctrina omniabacadora, y

    tambin en el sentido de ue reclama la autoridad para estructurar en su con4unto una #orma de

    ida completa1 ;a religi$n deber)a abandonar esa aspiraci$n a erigirse en monopolio de la

    interpretaci$n y a organizar la ida en todos sus aspectos, para lo cual deber)an cumplirse

    condiciones como la secularizaci$n del saber, la neutralizaci$n de la autoridad estatal y lageneralizaci$n de la libertad religiosa1 .on la di#erenciaci$n #uncional de los sistemas sociales

    parciales, la ida de la comunidad religiosa se separa tambin de sus entornos sociales1 El papel

    de miembro de la comunidad religiosa se disocia del papel de miembro de la sociedad1 K como el

    Estado liberal depende necesariamente de una integraci$n pol)tica de los ciudadanos ue aya ms

    all de un mero modus iendi, esa disociaci$n no debe agotarse en una adaptaci$n, priada de

    aspiraciones cognitias, delethos religioso a las leyes impuestas de la sociedad secular1 -ntes bien,

    el ordenamiento 4ur)dico uniersalista y la moral social igualitaria deben conectarse de modo

    interno al ethosde la comunidad religiosa de modo ue los primeros se deduzcan de manera

    consistente a partir del segundo1 Para esa insercin 6Einbettung, John RaMls escogi$ la imagen de

    un m$dulo? a pesar de ue ha sido construido sobre #undamentos ideol$gicamente neutrales, ese

    m$dulo de la 4usticia mundana debe poder insertarse en los respectios conte8tos de

    #undamentaci$n ortodo8os 6N1

    Esa e8pectaci$n normatia con la ue el Estado liberal con#ronta a las comunidades religiosas se

    da la mano con los intereses propios de dichas comunidades en la medida en ue de este modo se

    les abre la posibilidad de e4ercer, a tras de la opini$n p=blica pol)tica, una in#luencia sobre la

    sociedad en su con4unto1 .iertamente, las consecuencias de la tolerancia, como muestran lasdistintas regulaciones del aborto ms o menos liberales, no reparten simtricamente entre

    creyentes y no creyentes@ pero tambin la conciencia secular tiene ue pagar un precio por el

    e4ercicio de la libertad religiosa negatia1 3e ella se espera la prctica de una autorre#le8i$n ue

    permita #amiliarizarse con los l)mites de la ilustraci$n1

    En las sociedades pluralistas dotadas de una constituci$n liberal, el concepto de tolerancia #uerza a

    los creyentes a comprender, en su trato con los no creyentes o los creyentes de otras religiones,

    ue deben contar, razonablemente, con el desacuerdo persistente de auellos@ pero por el otro

    lado, en el marco de una cultura pol)tica liberal tambin se #uerza a los no creyentes a asumir esa

    misma posibilidad en su trato con los creyentes1 Para el ciudadano carente de odo para la religi$n,

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    esto signi#ica la nada triial e8igencia de determinar autocr)ticamente la relaci$n entre la #e y el

    saber desde la perspectia del saber global1 K es ue la e8pectatia de una #alta de coincidencia

    persistente entre la #e y el saber s$lo merece el cali#icatio de racional si, a su ez, a las

    conicciones religiosas tambin se les concede, desde el punto de ista del saber secular, un

    estado epistmico no totalmente irracional1 Por eso, en la opini$n p=blica pol)tica, las isiones del

    mundo naturalistas, deudoras de una elaboraci$n especulatia de in#ormaciones cient)#icas, y

    releantes para la autoconciencia tica de los ciudadanos 69, no tienen ni mucho menos

    preponderanciaprima facie ante las concepciones ideol$gicas o religiosas ue les hacen la

    competencia1 ;a neutralidad ideol$gica de la autoridad estatal, ue garantiza las mismas

    libertades ticas para todos los ciudadanos, es incompatible con la generalizaci$n pol)tica de una

    isi$n del mundo secularista1

    ;os ciudadanos secularizados, en la medise da en ue act=en en su papel de ciudadanos delEstado, no deben negarles en principio a las isiones del mundo religiosas un potencial de erdad,

    ni negarles a sus conciudadanos creyentes el derecho a hacer aportaciones a los debates p=blicos

    utilizando un lengua4e religioso1 Ana cultura pol)tica liberal puede esperar incluso de los

    ciudadanos secularizados ue tomen parte en los es#uerzos para traducir las aportaciones

    releantes del lengua4e religioso a un lengua4e ms accesible al p=blico en general 6*01

    23456

    %' E'-W' Bckenfrde* 78ie Entstehung des 6taates als 9organg der 6:kularisation7$%;reiheit* >rankfurt $%;;%&* p)gina ;? y siguientes* aqu

    %%?

    ?' @' Aabermas* 8ie Einbe"iehung des 5nderen* >rankfurt $%;;akti"it:t und Celtung* >rankfurt $%;;?&* captulo DDD

    ' A' Brunkhorst* 8er lange 4raduccin @oan ,arra 6chatten des

    taats1illenspositivismus* (eviathan* % *$?FF&* p'

  • 7/25/2019 Entre Razn y Fe

    11/19

    J&EH R%+5#.0ER

    En la poca de aceleracin del ritmo de la evolucin histrica en la que nos

    encontramos* hay* a mi entender* ante todo dos factores caractersticos de un fenmeno

    que hasta ahora se haba venido desarrollando lentamente por un lado* la formacin de

    una sociedad global en la que los distintos poderes polticos* econmicos y culturales se

    han vuelto cada ve" m)s interdependientes y se ro"an e interpenetran recprocamente en

    sus respectivos espacios vitales' El otro es el desarrollo de las posibilidades humanas*

    del poder de crear y destruir* que suscita mucho m)s all) de lo acostumbrado la cuestin

    acerca del control Ourdico y tico del poder' ,or lo tanto* adquiere especial fuer"a la

    cuestin de cmo las culturas en contacto pueden encontrar fundamentos ticos que

    condu"can su convergencia por el buen camino y puedan construir una forma comQn*

    Ourdicamente legitimada* de delimitacin y regulacin del poder' El eco que ha

    encontrado el proyecto de tica globalpresentado por Aans IMng muestra* en cualquier

    caso* que la cuestin est) abierta' R eso no cambia aunque se acepte la perspica" crtica

    que 6paemann dirige a ese proyecto $%&* ya que a los dos factores mencionados

    anteriormente se aade otro en el proceso del encuentro y la interpenetracin de las

    culturas se han quebrado en buena parte una serie de certe"as ticas que hasta ahora

    resultaban fundamentales' (a cuestin de qu es entonces realmente el bien*

    especialmente en el conteSto dado* y por qu hay que hacer el bien* aunque sea en

    perOuicio propio* es una pregunta b)sica que sigue careciendo de respuesta'

    /e parece eidente ue la ciencia como tal no puede generar una tica, y ue por lo tanto no

    puede obtenerse una conciencia tica renoada como producto de los debates cient)#icos1 Por otro

    lado, es indiscutible ue la modi#icaci$n #undamental de la imagen del mundo y el ser humano a

    consecuencia del incremento del conocimiento cient)#ico ha contribuido decisiamente a la ruptura

    de las antiguas certezas morales1 Por lo tanto, s) e8iste una responsabilidad de la ciencia hacia el

    ser humano como tal, y especialmente una responsabilidad de la #iloso#)a, ue deber)a acompa

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    iolencia, ue entendemos como e4ercicio del poder prescindiendo del derecho y uebrantndolo1

    Por eso es importante para toda sociedad superar la tendencia a descon#iar del derecho y sus

    ordenamientos, pues solo as) puede cerrarse el paso a la arbitrariedad y se puede iir la libertad

    como algo compartido por toda la comunidad1 ;a libertad sin ley es anaru)a y por ende

    destrucci$n de la libertad1 ;a descon#ianza hacia la ley, la reuelta contra la ley se producirn

    siempre ue sta de4e de ser e8presi$n de una 4usticia al sericio de todos y se conierta en

    producto de la arbitrariedad, en abuso por parte de los ue tienen el poder para hacer las leyes1

    ;a tarea de someter el poder al control de la ley nos llea, en #in, a otra cuesti$n? Fde d$nde surge

    la ley, y c$mo debe estar con#igurada para ue sea eh)culo de la 4usticia y no priilegio de

    auellos ue tienen el poder de legislarG Por un lado se plantea, pues, la cuesti$n del origen de la

    ley, pero por el otro tambin la cuesti$n de cules son sus propias proporciones internas1 ;a

    necesidad de ue la ley no sea instrumento de poder de unos pocos, sino e8presi$n del interscom=n de todos, parece, al menos en primera instancia, satis#echa gracias a los instrumentos de

    la #ormaci$n democrtica de la oluntad popular, ya ue estos permiten la participaci$n de todos

    en la creaci$n de la ley, y en consecuencia la ley pertenece a todos y puede y debe ser respetada

    como tal1 E#ectiamente, el hecho de ue se garantice la participaci$n colectia en la creaci$n de

    las leyes y en la administraci$n 4usta del poder es el motio #undamental para considerar la

    democracia como la #orma ms adecuada de ordenamiento pol)tico1

    K, sin embargo, a mi entender ueda una pregunta por responder1 3ado ue di#)cilmente puede

    lograrse la unanimidad entre los seres humanos, los procesos de decisi$n deben echar mano

    imprescindiblemente de mecanismos como, por un lado, la delegaci$n, y por el otro la decisi$n de

    la mayor)a, esta =ltima de distintos grados seg=n la importancia de la cuesti$n a decidir1 Pero las

    mayor)as tambin pueden ser ciegas o in4ustas1 ;a historia nos proporciona sobrados e4emplos de

    ello1 .uando una mayor)a, por grande ue sea, so4uzga mediante leyes opresoras a una minor)a,

    por e4emplo religiosa o racial, Fpuede hablarse de 4usticia, o incluso de derecho en sentido

    estrictoG -s), el principio de la decisi$n mayoritaria no resuele tampoco la cuesti$n de los

    #undamentos ticos del derecho, la cuesti$n de si e8isten cosas ue nunca pueden ser 4ustas, es

    decir, cosas ue son siempre por s) mismas in4ustas, o, inersamente, cosas ue por su naturalezasiempre sean irreocablemente 4ustas y ue por lo tanto estn por encima de cualuier decisi$n

    mayoritaria y deban ser respetadas siempre por sta1

    ;a era contempornea ha #ormulado, en las di#erentes declaraciones de los derechos humanos, un

    repertorio de elementos normatios de ese tipo y los ha sustra)do al 4uego de las mayor)as1 ;a

    conciencia de nuestros d)as puede muy bien darse por satis#echa con la eidencia interna de esos

    alores1 Pero esa clase de autolimitaci$n de la indagaci$n tambin tiene carcter #ilos$#ico1

    E8isten, pues, alores ue se sustentan por s) mismos, ue tienen su origen en la esencia del ser

    humano y ue por tanto son intocables para todos los poseedores de esa esencia1 /s adelante

    oleremos a hablar del alcance de una representaci$n seme4ante, sobre todo teniendo en cuenta

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    ue hoy en d)a esa eidencia no est reconocida ni mucho menos en todas las culturas1 El islam ha

    de#inido un catlogo propio de los derechos humanos, diergente del occidental1 En .hina impera

    hoy una #orma cultural procedente de Occidente, el mar8ismo, pero eso no impide a sus dirigentes

    preguntarse 5si estoy bien in#ormado5 si los derechos humanos no sern acaso un inento

    t)picamente occidental ue debe ser cuestionado1

    .UE7%& 3R'%& DE DER 6 .UE7%& ,UE&+#.E& E. +R. % &U ,.+R"!.uando se

    habla de la relaci$n entre el poder y la ley y de los or)genes del derecho, debe contemplarse

    tambin con atenci$n el #en$meno del poder mismo1 Lo pretendo de#inir la naturaleza del poder

    como tal, sino esbozar los desa#)os ue se derian de las nueas #ormas de poder ue se han

    desarrollado en los =ltimos cincuenta ae impon)a la pregunta? Fu mecanismos pol)ticos son necesarios para

    impedir esa destrucci$nG F.$mo pueden crearse esos mecanismos y hacerlos e#ectiosG F.$mo

    pue5den moilizarse las #uerzas ticas capaces de dar cuerpo a esas #ormas pol)ticas y dotarlas de

    e#ectiidadG Pero lo ue nos preser$ de facto de los horrores de la guerra nuclear durante un

    largo periodo #ue la competencia entre los bloues de poder opuestos y su temor a desencadenar

    su propia destrucci$n si proocaban la del otro1 ;a limitaci$n rec)proca del poder y el temor por la

    propia superiencia se reelaron como las =nicas #uerzas capaces de salar a la humanidad1

    ;o ue nos angustia en nuestros d)as no es el temor a una guerra a gran escala, sino el miedo al

    terror omnipresente, ue puede golpear e#icazmente en cualuier momento y lugar1 -hora nos

    damos cuenta de ue la humanidad no necesita una guerra a gran escala para hacer imposible la

    ida en el planeta1 ;os poderes an$nimos del terror, ue pueden hacerse presentes en todo lugar,

    son lo bastante #uertes para in#iltrarse en nuestra ida cotidiana, y ello sin e8cluir ue elementos

    criminales puedan tener acceso a los grandes potenciales de destrucci$n y desencadenar as) el

    caos a escala mundial desde #uera de las estructuras pol)ticas1 -s), la cuesti$n en torno a la ley y

    la tica se ha desplazado hacia otro terreno? Fde u #uentes se alimenta el terrorismoG F.$mo

    podemos poner #reno desde dentro a esa nuea en#ermedad del gnero humanoG- este respecto,resulta muy inuietante ue el terrorismo consiga, aunue sea parcialmente, dotarse de

    legitimidad1 ;os mensa4es de Bin ;aden presentan el terror como la respuesta de los pueblos

    e8cluidos y oprimidos a la arrogancia de los poderosos, como el 4usto castigo a la soberbia de

    estos y a su autoritarismo y crueldad sacr)legos1 Parece claro ue esa clase de motiaciones

    resultan conincentes para las personas ue ien en determinados entornos sociales y pol)ticos1

    En parte, el comportamiento terrorista tambin es presentado como de#ensa de la tradici$n

    religiosa #rente al carcter imp)o de la sociedad occidental1

    En este punto cabe hacerse una pregunta sobre la ue igualmente deberemos oler despus? si

    el terrorismo se alimenta tambin del #anatismo religioso 5y e#ectiamente, as) es5, Fdebemos

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    considerar la religi$n como un poder redentor y sal)#ico o ms bien como una #uerza arcaica y

    peligrosa, ue erige #alsos uniersalismos y conduce, con ellos, a la intolerancia y el terrorG FLo

    deber)a la religi$n ser sometida a la tutela de la raz$n y limitada seeramenteGK en tal caso,

    Fuin ser)a capaz de hacerloG F.$mo habr)a ue hacerloG Pero la pregunta ms importante sigue

    siendo? si la religi$n se pudiera ir suprimiendo paulatinamente, si se pudiera ir superando,

    Frepresentar)a tal cosa un necesario progreso de la humanidad en su camino hacia la libertad y la

    tolerancia uniersal o noG

    En los =ltimos tiempos ha pasado a primer plano otra #orma de poder ue en principio aparenta

    ser de naturaleza plenamente ben#ica y digna de todo aplauso, pero ue en realidad puede

    conertirse en una nuea #orma de amenaza contra el ser humano1 &oy en d)a, el hombre es

    capaz de crear hombres, de #abricarlos en una probeta, por as) decirlo1 El ser humano se conierte

    as) en producto, y con ello se inierte radicalmente la relaci$n del ser humano consigo mismo1 Kano es un regalo de la naturaleza o del 3ios creador? es un producto de s) mismo1 El hombre ha

    penetrado en el sanctasanct$rum del poder, ha descendido al manantial de su propia e8istencia1 ;a

    tentaci$n de intentar construir ahora por #in el ser humano correcto, de e8perimentar con seres

    humanos, y la tentaci$n de er al ser humano como un desecho y en consecuencia uitarlo de en

    medio, no es ninguna creaci$n #antasiosa de moralistas enemigos del progreso1

    >i antes hab)amos de preguntarnos si la religi$n es realmente una #uerza moral positia, ahora

    debemos poner en duda ue la raz$n sea una potencia #iable1 -l #in y al cabo, tambin la bomba

    at$mica #ue un producto de la raz$n@ al #in y al cabo, la crianza y selecci$n de seres humanos han

    sido tambin concebidos por la raz$n1 FLo ser)a, pues, ahora la raz$n lo ue debe ser sometido a

    igilanciaG Pero Fuin o u se encargar)a de elloG FO uiz ser)a me4or ue la religi$n y la raz$n

    se limitaran rec)procamente, se contuieran la una a la otra y se ayudaran mutuamente a en#ilar el

    buen caminoG En este punto se plantea de nueo la cuesti$n de c$mo, en una sociedad global con

    sus mecanismos de poder y con sus #uerzas desencadenadas, as) como con sus di#erentes puntos

    de ista acerca del derecho y la moral, es posible encontrar una eidencia tica e#icaz con

    su#iciente capacidad de motiaci$n y autoridad para dar respuesta a los desa#)os ue he apuntado

    y ayudar a superarlos1

    3U.D%'E.+& DE" DERE,H: "E68.%+UR%"E5%8R%59.! En este punto se impone ante

    todo echar una mirada a situaciones hist$ricas comparables a la nuestra, suponiendo ue sea

    posible la comparaci$n1 En cualuier caso ale la pena recordar breemente ue recia tambin

    tuo su propia "lustraci$n, ue la alidez del derecho #undamentado en lo diino de4$ de ser

    eidente y ue se hizo necesario indagar en busca de #undamentos ms pro#undos del derecho1

    -s) naci$ la idea de ue #rente al derecho positio, ue pod)a ser in4usto, deb)a e8istir un derecho

    ue surgiera de la naturaleza, de la esencia del hombre, y ue hab)a ue encontrarlo y usarlo para

    corregir los de#ectos del derecho positio1

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    En una poca ms cercana a nosotros, podemos e8aminar la doble #ractura ue se produ4o en la

    conciencia europea en el inicio de la modernidad, y ue puso las bases para una nuea re#le8i$n

    sobre el contenido y los or)genes del derecho1 En primer lugar est el desbordamiento de las

    #ronteras del mundo europeo5cristiano, ue se consum$ con el descubrimiento de -mrica1 En ese

    momento se entr$ en contacto con pueblos a4enos al entramado de la #e y el derecho cristianos,

    ue hasta entonces hab)a sido el origen y el modelo de la ley para todos1 Lo hab)a nada en com=n

    con esos pueblos en el terreno 4ur)dico1 Pero Feso signi#icaba ue carec)an de leyes, como algunos

    a#irmaron 5y pusieron en prctica5 por entonces, o bien hab)a ue postular la e8istencia de un

    derecho ue, situado por encima de todos los sistemas 4ur)dicos, inculara y guiara a los seres

    humanos cuando entraran en contacto di#erentes culturasG -nte esa situaci$n, 'rancisco de !itoria

    puso nombre una idea ue ya estaba #lotando en el ambiente? la del ius gentium 6literalmente

    elderecho de los pueblos, donde la palabra gentes se asocia, sobre todo, a la idea de paganos, de

    no cristianos1 >e trata de una concepci$n del derecho como algo preio a la concreci$n cristiana

    del mismo, y ue debe regular la correcta relaci$n entre todos los pueblos1

    ;a segunda #ractura en el mundo cristiano se produ4o dentro de la cristiandad misma debido al

    cisma, ue diidi$ la comunidad de los cristianos en diersas comunidades opuestas entre s), a

    eces de modo hostil1 3e nueo #ue necesario desarrollar una noci$n del derecho preia al dogma,

    o por lo menos una base 4ur)dica m)nima cuyos #undamentos no pod)an estar ya en la #e, sino en

    la naturaleza, en la raz$n del hombre1 &ugo rotius, >amuel on Pu#endor# y otros desarrollaron la

    idea del derecho natural como una ley basada en la raz$n, ue otorga a sta la condici$n de

    $rgano de construcci$n com=n del derecho, ms all de las #ronteras entre con#esiones1

    El derecho natural ha seguido siendo 5en especial en la "glesia cat$lica5 la #igura de argumentaci$n

    con la ue se apela a la raz$n com=n en el dilogo con la sociedad secular y con otras

    comunidades religiosas y se buscan los #undamentos para un entendimiento en torno a los

    principios ticos del derecho en una sociedad secular pluralista1 Pero por desgracia el derecho

    natural ha de4ado de ser una herramienta #iable, de modo ue en este dilogo renunciar a

    basarme en l1 ;a idea del derecho natural presupon)a un concepto de naturaleza en el ue

    naturaleza y raz$n se daban la mano y la naturaleza misma era racional1 Pero esta isi$n haentrado en crisis con el triun#o de la teor)a de la eoluci$n1 ;a naturaleza como tal, se nos dice, no

    es racional, aunue e8istan en ella comportamientos racionales? ese es el diagn$stico

    eolucionista, ue hoy en d)a parece poco menos ue indiscutible 621 3e las di#erentes

    dimensiones del concepto de naturaleza en las ue se #undament$ originariamente el derecho

    natural, solo permanece, pues, auella ue Alpiano 6principios del siglo """ despus de .risto

    resumi$ en la conocida #rase? "us naturae est, uod natura omnia animalia docetH 61 Pero

    precisamente esa idea no basta para nuestra indagaci$n, en la ue no se trata de auello ue

    a#ecta a todos los animalia, sino de cuestiones ue corresponden espec)#icamente al hombre, ue

    han surgido de la raz$n humana y ue no pueden resolerse sin recurrir a la raz$n1

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    El =ltimo elemento ue ueda en pie del derecho natural 6ue en lo ms hondo pretend)a ser un

    derecho racional, por lo menos en la modernidad son los derechos humanos, los cuales no son

    comprensibles si no se acepta preiamente ue el hombre por s) mismo, simplemente por su

    pertenencia a la especie humana, es su4eto de derechos, y su e8istencia misma es portadora de

    alores y normas, ue pueden encontrarse, pero no inentarse1 Quiz hoy en d)a la doctrina de los

    derechos humanos deber)a complementarse con una doctrina de los deberes humanos y los l)mites

    del hombre, y esto podr)a uiz ayudar a renoar la pregunta en torno a si puede e8istir una raz$n

    de la naturaleza y por lo tanto un derecho racional aplicable al hombre y su e8istencia en el

    mundo1 An dilogo de esas caracter)sticas solo ser)a posible si se lleara a cabo y se interpretara a

    escala intercultural1 Para los cristianos ese concepto tendr)a ue er con la .reaci$n y el .reador1

    En el mundo hind= corresponder)a al concepto del Dharma, la ley interna del ser, y en la tradici$n

    china a la idea de los $rdenes del cielo1

    "% #.+ER,U"+UR%"#D%D 6 &U& ,.&E,UE.,#%&! -ntes de intentar llegar a alguna

    conclusi$n, uisiera transitar breemente por la senda en la ue acabo de adentrarme1 - mi

    entender, hoy en d)a la interculturalidad es una dimensi$n imprescindible de la discusi$n en torno

    a cuestiones #undamentales de la naturaleza humana, ue no puede dirimirse =nicamente dentro

    del cristianismo ni de la tradici$n racionalista occidental1 Es cierto ue ambos se consideran, desde

    su propia perspectia, #en$menos uniersales, y lo son uiz tambin de iure@ pero de #acto tienen

    ue reconocer ue solo son aceptados en partes de la humanidad, y solo para esas partes de la

    humanidad resultan comprensibles1 .on todo, el n=mero de las culturas en competencia es en

    realidad mucho ms limitado de lo ue podr)a parecer1

    -nte todo es importante tener en cuenta ue dentro de los di#erentes espacios culturales no e8iste

    unanimidad, y todos ellos estn marcados por pro#undas tensiones en el seno de su propia

    tradici$n cultural1 En Occidente esto salta a la ista1 -unue la cultura secular rigurosamente

    racional, de la ue el se

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    las de -mrica ;atina, ue e8perimentan un resurgimiento gracias a la acci$n de determinadas

    teolog)as cristianas completan el panorama1 En buena parte parecen poner en cuesti$n la

    racionalidad occidental, pero al mismo tiempo tambin la aspiraci$n uniersal de la reelaci$n

    cristiana1

    FQu se deduce de todo estoG Para empezar, tal como lo eo, el hecho de ue las dos grandes

    culturas de Occidente, la de la #e cristiana y la de la racionalidad secular, no son uniersales, por

    ms ue ambas e4erzan una in#luencia importante, cada una a su manera, en el mundo entero y

    en todas las dems culturas1 En ese sentido, la pregunta del compatrauss, es decir, deuna situaci$n europea marcada por la #atiga del racionalismo1 ;o cierto es, en cualuier caso, ue

    nuestra racionalidad secular, por ms plausible ue aparezca a la luz de nuestra raz$n con#igurada

    a la manera de Occidente, no es capaz de acceder a toda ratio, y ue en su intento de hacerse

    innegable acaba topando con sus l)mites1 >u eidencia est ligada #cticamente a determinados

    conte8tos culturales, y debe reconocer ue no es reproducible como tal en el con4unto de la

    humanidad y, en consecuencia, no puede ser operatia a escala global1 En otras palabras, no

    e8iste una de#inici$n del mundo, ni racional, ni tica ni religiosa con la ue todos estn de acuerdo

    y ue pueda serir de soporte para todas las culturas@ o por lo menos actualmente es

    inalcanzable1 Por eso mismo, esa tica denominada global tampoco pasa de ser una mera

    abstracci$n1

    ,.,"U.E&! FQu se puede hacer, puesG En lo ue respecta a las consecuencias prcticas,

    estoy en gran medida de acuerdo con lo e8puesto por el se

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    &ace poco, Durt &%bner #ormul$ una e8igencia similar, a#irmando ue esa tesis no implica un

    inmediato retorno a la #eH, sino ue nos liberemos de la idea enormemente #alsa de ue la #e ya

    no tiene nada ue decir a los hombres de hoy en d)a, porue contradice su concepto humanista de

    la raz$n, la ilustraci$n y la libertadH 6:1 3e acuerdo con esto, yo hablar)a de la necesidad de una

    relaci$n correlatia entre raz$n y #e, raz$n y religi$n, ue estn llamadas a depurarse y redimirse

    rec)procamente, ue se necesitan mutuamente y ue deben reconocerlo ante el otro lado1

    -! Esta regla bsica debe concretizarse luego de modo prctico en el conte8to intercultural de

    nuestro presente1 >in duda, los dos grandes agentes de esa relaci$n correlatia son la #e cristiana

    y la racionalidad secular occidental1 Esto puede y debe a#irmarse sin caer en un euiocado

    eurocentrismo1 -mbos determinan la situaci$n mundial en una medida mayor ue las dems

    #uerzas culturales1 Pero eso no signi#ica ue las otras culturas puedan de4arse de lado como una

    especie de quantit ngligeable1 Eso representar)a una muestra de arrogancia occidental uepagar)amos muy cara y ue de hecho ya estamos pagando en parte1 Es importante ue las dos

    grandes componentes de la cultura occidental se aengan a escuchar y desarrollen una relaci$n

    correlatia tambin con esas culturas1 Es importante darles oz en el ensayo de una correlaci$n

    poli#$nica en el ue ellas mismas descubran lo ue raz$n y #e tienen de esencialmente

    complementario, a #in de ue pueda desarrollarse un proceso uniersal de depuraci$n en el ue, al

    cabo, todos los alores y normas conocidos o intuidos de alg=n modo por los seres humanos

    puedan aduirir una nuea luminosidad, a #in de ue auello ue mantiene unido el mundo

    recobre su #uerza e#ectia en el seno de la humanidad1

    23456

    %' 0' 6paemann* JWeltethos als ,roOektL* en Terkur H=FUH=%* p)ginas G;-;F

    ?' (a presentacin m)s brillante de esa filosofa de la evolucin* todava dominante a

    pesar de algunas correcciones de detalle* se encuentra en @' Tonod* El a"ar y la

    necesidad* 4usquets* Barcelona %;;' ,ara la distincin de los resultados efectivos de la

    investigacin frente a las filosofa que los acompaa* vase 0' @unker K 6' 6cherer

    $Ag'&* Evolution' Ein kritisches (ehrbuch* ' 5'* CieVen %;;G' 6obre la discusin en

    torno a la filosofa que acompaa a la teora de la evolucin @' 0at"inger* >e* verdad y

    tolerancia* 6gueme* 6alamanca $?FFH&

    ' 6obre las tres dimensiones del derecho natural medieval $din)mica del ser en general*

    finalidad de naturale"a comQn a seres humanos y animales finalidad especfica de la

    naturale"a racional del ser humano& vanse las observaciones formuladas en el artculo

    de ,h' 8elhaye* 2aturrecht* en (4hI? 9DD G?%-G?H' Es interesante el concepto de

    derecho natural que figura al inicio del 8ecretum Cratiani .Aumanum genus duobus

    regitur* naturali videlicit iure* et moribus/' .Dus naturale est* quod in lege et Evangelio

    continetur* quo quisque iubetur* alii facere* quod sibi vult fieri* et prohibetur* alii inferre*

    quod sibi nolit fieri/

  • 7/25/2019 Entre Razn y Fe

    19/19

    ' Este asunto he intentado tratarlo con m)s detalle en mi libro mencionado en la nota ?

    $>e* verdad y tolerancia&+ vase tambin T' >iedro1ic"* 5pologie im frMhen

    Nhristentum* ?' 5'* ,aderborn $?FF%& H' I' AMbner* 8as Nhristentum im Wettstreit der

    0eligionen* 4Mbingen $?FF&* p)gina %G

    .../...