Epidemiologia de Vibrio Parahaemolyticus

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Epidemiologia de Vibrio Parahaemolyticus El V. Parahaemolyticus se halla en las aguas saladas de los estuarios y en las aguas costeras, pero no en mar abierto. Puede adsorberse a la quitina y con frecuencia se asocia con mariscos y el zooplancton. En los climas templados el microorganismo parece estar limitado al sedimento durante el invierno, pero a medida que la temperatura se eleva durante la primavera los niveles del microorganismo en el agua aumentan. Existen algunas evidencias en cuanto a que el microorganismo es susceptible a la lisis por Bdellovibrio y a que la variación estacional puede ser regulada de acuerdo con la presencia de este microorganismo. El número de casos de infecciones por V. Parahaemolyticus aumenta durante el verano y esto se debe al incremento en el número de microorganismos. La mayor parte de los casos de enfermedad gastrointestinal se atribuyen a la ingestión de mariscos y pescados de agua salada crudos o mal cocidos. En Japón el V. Parahaemolyticus es la causa más común de diarrea durante el verano y con mayor frecuencia se asocia con la ingestión de sushi. En los estados unidos las epidemias se han rastreado hasta la mezcla de alimentos marinos crudos y cocidos, alimentos marinos mal refrigerados y la re contaminación de alimentos marinos cocidos por el empleo de algas marinas para envolverlos o adornarlos. El rápido periodo de generación del microorganismo permite que la carga del microorganismo en los alimentos llegue a la dosis infecciosa de 10 6 microorganismos en el lapso relativamente breve. El V. Parahaemolyticus también causa infecciones de heridas en los pacientes con lesiones traumáticas ocurridas en un medio ambiente marino. Tratamiento: Los casos más comunes de gastroenteritis son leves y auto limitados y el paciente no busca tratamiento médico. Los casos severos requieren de reposición de líquido y electrolitos y antibioticoterapia. La tetraciclina, el cloramfenicol y las céfalosporinas en general son efectivos.

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Epidemiologia de Vibrio Parahaemolyticus

El V. Parahaemolyticus se halla en las aguas saladas de los estuarios y en las aguas costeras, pero no en mar abierto. Puede adsorberse a la quitina y con frecuencia se asocia con mariscos y el zooplancton. En los climas templados el microorganismo parece estar limitado al sedimento durante el invierno, pero a medida que la temperatura se eleva durante la primavera los niveles del microorganismo en el agua aumentan. Existen algunas evidencias en cuanto a que el microorganismo es susceptible a la lisis por Bdellovibrio y a que la variación estacional puede ser regulada de acuerdo con la presencia de este microorganismo.El número de casos de infecciones por V. Parahaemolyticus aumenta durante el verano y esto se debe al incremento en el número de microorganismos. La mayor parte de los casos de enfermedad gastrointestinal se atribuyen a la ingestión de mariscos y pescados de agua salada crudos o mal cocidos. En Japón el V. Parahaemolyticus es la causa más común de diarrea durante el verano y con mayor frecuencia se asocia con la ingestión de sushi. En los estados unidos las epidemias se han rastreado hasta la mezcla de alimentos marinos crudos y cocidos, alimentos marinos mal refrigerados y la re contaminación de alimentos marinos cocidos por el empleo de algas marinas para envolverlos o adornarlos.El rápido periodo de generación del microorganismo permite que la carga del microorganismo en los alimentos llegue a la dosis infecciosa de 106

microorganismos en el lapso relativamente breve. El V. Parahaemolyticus también causa infecciones de heridas en los pacientes con lesiones traumáticas ocurridas en un medio ambiente marino.

Tratamiento: Los casos más comunes de gastroenteritis son leves y auto limitados y el paciente no busca tratamiento médico. Los casos severos requieren de reposición de líquido y electrolitos y antibioticoterapia. La tetraciclina, el cloramfenicol y las céfalosporinas en general son efectivos. Las infecciones de las heridas también se tratan con antibióticos y con desbridamiento según sea necesario.

Control: La naturaleza ubicua del microorganismo impide su eliminación del medio ambiente. Las medidas de control deben apuntar a mantener el numero de microorganismos por debajo de la dosis infecciosa. La refrigeración de los alimentos marinos crudos es esencial y deben hacerse todos los esfuerzos posibles para impedir la re contaminación de los alimentos marinos cocidos que se sirven fríos. La international commission on microbiological specification for foods ha impuesto un límite de 100 unidades formadoras de colonias de V. Parahaemolyticus por gramo de camarones crudos, si bien existen dudas en cuanto a la eficiencia de los métodos de recuperación utilizados para detectar los vibriones de las fuentes ambientales. Esta preocupación se debe a la creencia de que el V. cholerae puede ingresar en un estado de reposo “viable pero no cultivable”. Algunos investigadores consideran que otros vibriones pueden representar un estado similar.

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Epidemiologia de clostridium perfringens

El C. perfringens es ubicuo; las cepas del tipo A se hallan habitualmente en el tracto intestinal de los seres humanos y de los animales y son numerosas en los suelos en las formas vegetativa y de esporas. Las infecciones pueden deberse a clostridios endógenos o exógenos. En las lesiones traumáticas, sean estas accidentales o producidas durante épocas de guerra, la fuente de los clostridios en general es la tierra presente en las heridas; la incidencia de la contaminación e infección depende de la concentración de C. perfringens en los suelos, la cual varia con la localización geográfica.las infecciones endógenas se originan en la flora fecal presente en la piel o en partículas de las vestimentas introducidas en las heridas o en los clostridios que escapan del intestino cuando su integridad es alterada por una enfermedad, una lesión traumática o una intervención quirúrgica.Entre los factores esenciales que predisponen a la mionecrosis por clostridios se encuentran los traumatismos asociados con heridas profundas y laceradas o por aplastamiento de los músculos y con daño vascular de vasos importantes y lechos capilares. Sin embargo, si hay isquemia y necrosis en la profundidad del musculo no es necesario que el traumatismo haya sido severo y puede producirse infección, por ejemplo, con inyecciones intramusculares de agentes vasoconstrictores como la adrenalina.la base del requerimiento de un traumatismo con áreas isquémicas o necróticas es la naturaleza anaerobia de los clostridios, que hace necesaria la presencia de una tensión de oxigeno y un potencial de oxidorreducion disminuidos para la proliferación de los microorganismos.

Los clostridios son incapaces de iniciar una infección en tejidos sanos en los cuales el potencial de oxidorreducion es normal. Incluso con la alta frecuencia de clostridios patógenos en las heridas, la incidencia de gangrena gaseosa continúa siendo relativamente baja debido a esas limitaciones de la proliferación. Los principales contextos para las infecciones de este tipo se dan durante las épocas de guerra, cuando son comunes las heridas masivas de los músculos contaminadas con tierra y fragmentos de las vestimentas y de metal. Antes de la década de 1950 la evacuación y la atención médica de los heridos luego de las lesiones no eran inmediatas, lo cual proporcionaba las condiciones optimas para que los clostridios histotoxicos iniciaran las infecciones.

Sin embargo, más recientemente la rápida evacuación de los heridos y la atención médica temprana han reducido de forma drástica la incidencia de mionecrosis por clostridios en las épocas de guerra. En la vida civil las situaciones que pueden conducir a esta enfermedad son los accidentes relacionados con vehículos de motor, las heridas de bala, las fracturas compuestas, los accidentes industriales, las complicaciones quirúrgicas, los abortos sépticos y las inyecciones de fármacos como la adrenalina. La reducción por irrigación por edema, frio o shock y la presencia de microorganismos facultativos en las heridas también predisponen a las infecciones por clostridios.