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SOBRE INVESTIGACION CUALITATIVA, SINTESIS CONCEPTUAL DE MIGUEL MARTINEZ

Dr. Ángel Gómez Navarro

El texto reconoce la relevancia de la metodología cualitativa no sólo por la gran diversidad de instrumentos, técnicas, estrategias y procedimientos que incluye sino también por la sensibilidad de la misma a la hora de aproximarse a la realidad, la cual nos desafía a desarrollar un entendimiento más sistémico, no solo causal, unidireccional o lineal.

La epistemología de esta metodología es abierta, dinámica y flexible que promueve la interrelacionalidad en sus procesos investigativos, pero que aún experimenta serias dificultades de validación epistémica por parte de las corrientes filosóficas dominantes de corte neopositivista, las cuales se han logrado imponer con su monismo metodológico ‘cuantitativo’, que no sólo reduce los elementos de la realidad polisistémica, sino que también desconoce al investigador como un pensador integrativo que busca integrar los diversos aportes en un todo coherente y lógico.

Las neurociencias nos han mostrado que existen diversos ámbitos de la realidad que no pueden ser verificadas sólo con el método científico tradicional, primero porque

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nuestra estructura humana es cognitiva-afectiva (cerebro con dos hemisferios), y segundo porque dichos ámbitos configuran una realidad compleja y poliédrica. Esto nos exige mirar más allá y buscar un marco conceptual que nos ayude a plantear explicaciones globales y unificadas donde se tome en cuenta los diversos ámbitos que involucran aspectos psicológicos, sociopolíticos, antropológicos, axiológicos, etc.

Esta exigencia epistemológica justifica la gran variedad de metodologías cualitativas (fenomenológico, etnográfico, hermenéutico, etc.), las cuales enriquecen nuestra comprensión de la realidad dinámica abriendo el paso a la inter y transdisciplinariedad, así como a la capacidad de relacionar, interpretar y teorizar con la información obtenida.

La metodología cualitativa, en cuanto que considera aquello que hace a un ser o cosa tal cual es, estudia las cualidades de un todo integrado, es decir, una unidad de análisis que puede ser una persona, grupo, institución, etc. Y lo hace a partir de la recolección necesaria de la información (según el problema planteado y los objetivos señalados) y la estructuración de dicha información.

Por consiguiente, como en toda investigación, la metodología cualitativa considera siempre la observación de datos o hechos y la interpretación de su respectivo significado, y aunque en un primer momento predomina la

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observación y el uso de sus técnicas apropiadas (observación participante, entrevistas semi-estructuradas, focus group), luego, cambia dicho predominio por la categorización e interpretación.

En este tipo de metodología, el marco teórico no es un modelo sino solo un referente de la investigación, cuya finalidad gira en torno a la exposición de lo que se ha estudiado hasta el momento, con el afán de esclarecer el objeto de estudio y contrastar con las conclusiones. Asimismo, se fijan los objetivos que orientan las técnicas metodológicas y que enmarcan el área problemática en la que se pueden encontrar varios problemas entrelazados.

El enfoque cualitativo no pretende que sus conclusiones sean generalizables y no busca demostrar o verificar hipótesis debido a la apertura de todas las hipótesis que puedan surgir del estudio de los datos, las cuales, sin embargo, se pueden ir modificando durante todo el proceso investigativo.

Es importante analizar el sistema de relaciones en donde están insertas las variables (ya que no se estudian a estas por separado) y de donde reciben su sentido, estructura y función. De aquí surgen y cobran sentido las categorías y la categorización.

La muestra no es probabilística sino intencional, y aunque también incluya datos estadísticos, se trata de elegir a los

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informantes según los criterios de la relevancia y la representatividad, teniendo en cuenta los objetivos propios de la investigación. Es conveniente considerar las variables de sexo, edad, nivel socioeconómico, profesión, etc., para que la información sea diferente y contrastante.

En suma, la investigación cualitativa exige que el investigador desarrolle un pensamiento sistémico-ecológico, con capacidad para el análisis y la crítica reflexiva, y sobre todo para la interpretación, que le permita encontrar la unidad y el sentido de los datos obtenidos y, al mismo tiempo, que le ayude a poner de manifiesto a la realidad poliédrica, que nos desafía con sus diversos ámbitos, y que exige de nosotros una actitud abierta a la inter y transdisciplinariedad, ya que nuestro modo de conocer y ser humano (cognitivo-afectivo) es también “un todo integrado más complejo de todo cuanto existe en el universo”.