Equilibrios del cielo y la tierra

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    CONTEXTOS DEL IMAGINARIO COLECTIVO

    PARA LOS NAHUAS de Chicontepec la cosmovisin

    es el referente que da sentido a sus compor-

    tamientos econmicos y sociales. Es el instru-

    mento mediante el cual se explican el lugar de los

    humanos en el universo, el origen y la configuracin de

    ste, los oficios de las divinidades y los mbitos del cielo

    y de la tierra. Su cosmovisin integra las diversas expre-

    siones del imaginario colectivo y las vincula con la vidamaterial y las relaciones sociales. Conciben el mundo a

    partir de su propia imagen social.

    Limitaciones econmicas y subordinacin poltica

    convergen en la vida cotidiana de los nahuas,son los de-

    terminantes de su precaria condicin social. Est mar-

    cada adems, por la insalubridad, el analfabetismo y la

    permanente resistencia a los efectos desintegradores de

    la cultura fornea. De manera semejante al resto de las

    comunidades indgenas del pas, los factores que inciden

    en la articulacin de los nahuas con la sociedad nacional

    refieren a dinmicas contrarias. Por un lado estn las ten-dencias que actan a favor de la disolucin comunitaria,

    opuestas a las orientadas a mantener la cohesin grupal

    que sustenta la identidad tnica. El trabajo asalariado,

    el intercambio mercantil, la castellanizacin compulsiva

    son,entre otras,fuerzas del primer tipo,cuyo signo sobre-

    saliente es la modernidad. En el segundo caso, las ten-

    dencias tradicionales arraigan en la propiedad agraria

    comunal, los vnculos de parentesco, los sitios sagrados,

    los rituales, la mitologa, las festividades del ciclo agrco-

    la, componentes simblicos que contribuyen a la cohe-

    sin y reproduccin cultural, en el marco del precario

    equilibrio de las relaciones intertnicas.

    Los rituales, la mitologa,en suma,la cosmovisin de losnahuas de Chicontepec evidencian los efectos de la re-

    presin religiosa iniciada en la poca colonial. Los cultos

    y las creencias autctonas fueron identificados por los

    evangelizadores como manifestaciones demoniacas, ex-

    presiones del Mal que alejaban a los indgenas de la re-

    ligin verdadera. Este proceso de intolerancia extrema

    estuvo acompaado de la imposicin de nuevas devocio-

    nes centradas en los santos patrones. No hay duda que

    la llamada conquista espiritual propici la enajenacin

    de la cultura indgena, fenmeno al que es inherente el

    autodesprecio a las lealtades comunitarias y una ambi-valencia acentuada respecto a la identidad tnica.Al ocu-

    rrir la destruccin del cuerpo sacerdotal mesoamericano

    y desmantelarse su organizacin ceremonial, las devocio-

    nes populares emergieron como alternativas a la cristiani-

    zacin compulsiva, o bien, como mediadores simblicos

    que en algunos casos terminaron sincretizndose con las

    imgenes catlicas. Los sacerdotes catlicos de nuestros

    Los equilibrios del cielo y de la tierra.

    Cosmovisin de los nahuas

    de Chicontepec

    Flix Bez-Jorge y Arturo Gmez Martnez

    -y : Facultad de An-tropologa de la Universidad Veracruzana.

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    das (dignatarios de la nueva evangelizacin) conti-

    nan ejerciendo las viejas prcticas persecutorias de la

    religiosidad autctona.1

    El lector advertir que en la cosmovisin de los nahuas

    chicontepecanos el principio no remite al logos sino al

    mito. Por lo mismo, en estas pginas los mitos no se en-

    tienden nicamente como relatos sino como formas de

    conocimiento y pensamiento distintas al racionalismo.

    En tal sentido, la mitologa nahua aqu esbozada impli-

    ca un concepto discontinuo de espacio, una nocin no

    lineal del tiempo y una concepcin diferente (a la nues-

    tra) de la causalidad. En su mbito el hombre no se expli-

    ca como individuo aislado, sino como parte articulada a

    la naturaleza (al universo en su acepcin de entidadsagrada) y a la comunidad tnica.

    El grupo nahua, motivo de este ensayo, habita en el

    noroeste de Veracruz, en la clida regin conocida como

    Huasteca Meridional; las cifras censales de 1990 reportan

    ms de 100 mil hablantes asentados en los municipios

    de Benito Jurez, Ilamatln de Madero, Zontecomatln y

    Chicontepec. Precisamente en este ltimo municipio se

    registr el grueso de los materiales etnogrficos que se pre-

    sentan en las pginas siguientes, particularmente en las

    comunidades de Teacatl, Ixcacuatitla, Tepeica, Cuatzapo-

    titla,Xalatla, Coaxiloapa, Teposteco,Xoquixhual y Zaca-titla, entre otras.

    Desde la antigedad prehispnica los nahuas de esta

    regin comparten su territorio con huastecos, tepehuas

    y otomes, vecindad que explica las semejanzas en sus

    creencias y en la cultura material. El comercio intertnico

    es la matriz que propicia una interaccin permanente,

    acrecentada en los rituales pblicos realizados en el ce-

    rro de Postectitla, espacio sagrado de particular relevan-

    cia en las cosmovisiones de las etnias citadas.

    El maz es el centro de la economa y la vida social de

    los nahuas; su cultivo se vincula (en la tecnologa y el ri-tual) al frijol. Cuando siembran sus semillas practican el

    xinachtlacualtiliztli, ceremonia en la que solicitan permi-

    so a la tierra para sembrar, pidindole buenos frutos y

    proteccin contra los roedores.Cuando realizan la cose-cha celebran elotlamanaliztli (ofrenda al maz tierno)

    para agradecer a las deidades el alimento vital.El comple-

    jo simbolismo nahua asociado al maz ha sido analizado

    con detalle por Alan Sandstrom,2y muestra su impor-

    tancia en la reproduccin cultural del grupo y en la for-

    macin de su cosmovisin.

    La cra de los animales domsticos, la ganadera,el co-

    mercio en pequea escala y el trabajo asalariado, com-

    pletan el cuadro de la vida econmica de los nahuas,

    signado por la creciente pauperizacin.

    COSMOGONA Y TEOGONA

    Ompacatotiotzih, el Dios Doble, es un protagonista so-

    bresaliente en la mitologa de los nahuas de Chicontepec.

    Se vincula al nacimiento del mundo, al origen de las di-

    vinidades y al de los hombres. Relatos mitolgicos regis-

    trados en Ixcacuatitla, Cuatzapotitla y Xalatla, detallan

    lo acontecido en las cinco eras del universo, vinculadas a

    cinco diferentes humanidades. La primera de stas na-

    ci de una pareja que los dioses hicieron de barro, sealimentaba de piedras y tierra; fue destruida por las fie-

    ras (tecuanimeh). Le sucedieron los hombres de papel,

    que coman cortezas de rboles,y murieron azotados por

    huracanes.Las deidades hicieron a los humanos de la ter-

    cera generacin de madera de cedro; coman el ohxihtli

    (ojite) y fueron exterminados por el fuego. La cuarta hu-

    manidad naci de tubrculos cocidos y amasados, que

    eran tambin su comida; fue destruida por inundaciones

    como castigo por practicar el canibalismo. Finalmente,

    1 En las pginas de este ensayo se sintetizan las ideas expuestas en unestudio ms amplio sobre el tema. Vase F. Bez-Jorge y A. GmezMartnez, 1998, Tlacatecolotl y el Diablo. La cosmovisin de los na-huas de Chicontepec, Secretara de Educacin y Cultura, Gobiernodel Estado de Veracruz. Xalapa, Mxico.

    2 Vase A. Sandstrom, 1991, Corn is our Blood. Culture and Ethnicidentity in a contemporary aztec indian village, University of OklahomaPress; y El nene lloroso y el espritu del maz: El cuerpo humanocomo smbolo clave de la Huasteca Veracruzana, en J. Ruvalcaba Mer-cado (coord.), 1998,Nuevos aportes al conocimiento de la Huasteca,CIESAS, Mxico. Consltese tambin A. Gmez Martnez, 1999, Tla-neltokilli. La espiritualidad de los nahuas chicontepecanos, tesis profe-sional, licenciatura en Antropologa, Facultad de Antropologa de laUniversidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz.

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    los hombres actuales (la quinta generacin) fueron con-

    cebidos por Ompacatotiotzih con el auxilio de otros dio-

    ses. Los cuerpos de la primera pareja de esta humanidadse crearon con huesos de los ancestros, pasta de maz,

    amaranto y frijol, cobrando vida con el auxilio divino,

    manifestado en la luz del sol, el viento, el fuego y el agua,

    fuerzas, estas ltimas, que (como se ha dicho) destruye-

    ron humanidades precedentes. Ompacatotiotzih dio el

    maz a los hombres de la quinta generacin inculcndo-

    les que sera su sustento, es decir, su carne y su sangre (ni

    cintli elis inmonacayo huan inmoeeso).

    Precisamente antes del nacimiento de la quinta genera-

    cin se orden el cosmos (al que los dioses llamaron se-

    manahuactli) y se repartieron los oficios divinos. Despusse configur la Tierra, cuya superficie plana y cuadran-

    gular fue sostenida (desde sus cuatro esquinas) por los

    tlamameh (cargadores), parados sobre el suelo (conver-

    tido en inframundo) que ocup la anterior humanidad.

    El autosacrificio de Tonatih y Meetzli propici el naci-

    miento del Sol y la Luna, respectivamente. Los tlamameh

    levantaron, adems, un plano superior que constituyel cielo.

    Segn la teogona de los nahuas de la Huasteca, en el

    principio de los tiempos, Ompacatotiotzih reuni a las

    deidades en el cerro Postectitla para distribuir sus oficios.

    A Tonatih(Sol) se le encarg iluminar el da, para lo cual

    pidi ayuda a Tlacatecolotl (hombre bho), aprove-

    chando sus poderes mgicos. Tambin se le encomend

    a Tlacatecolotl que vigilara la conducta de los humanos

    y castigara su desobediencia, tarea que cumplira con el

    auxilio de su esposa Meetztli (Luna).La regencia de la fer-

    tilidad humana y vegetal correspondi a Chicomexochitl(Siete Flor) y Macuilxochitl (Cinco Flor). Mikistli fue de-

    signado deidad de la muerte; Atl y Apanchaneh (sirena)

    patronos de las lluvias; Ehecatl del control de los vientos;

    Ichcatl del tejido y de la ropa; Tlitl Xahuantzi del manejo

    NAHUAS.

    FOTOGRAFA

    DE

    VERNICA

    BRAVO

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    del fuego, y Santa Rosa de la sapiencia.3 Las imgenes de

    estas divinidades son representadas por los nahuas enpapel ceremonial (fig. 1).

    En el imaginario nahua el cerro Postectitla tiene espe-

    cial relevancia.Se dice que en los primeros tiempos era tan

    grande que una al cielo con la Tierra.Desde su cima los

    hombres antiguos espiaban a los diosespara robarse la

    comida de sus almacenes. Enojadas, las divinidades lo

    partieron en pedazos, conservando el nombre de Postec-

    titla la porcin mayor. Las seis partes (cerros) restantes

    quedaron distribuidas a su alrededor, sirviendo de mora-

    da a las deidades: en Tzoahcali se entroniz el Tonatih;

    Tlacatecolotl ocup Xochicoatepec; Macuilxochitl y Chi-comexochitl habitaron en Postectitla. En Tepenahuac,

    Tepeicxitla, Xihuicomitl y Ayacachtli se instalaron los

    restantes dioses. Despus abandonaran sus moradas

    trasladndose al cielo, cansados de que los hombres no

    los respetaran.

    El universo se imagina formado por tres planos super-

    puestos y orientados hacia cuatro tlanescayotl(regiones)

    y tlaketzalmeh (literalmente horcones): el celeste (ilhui-

    cactli), el terrestre (tlaltepectli) y el inframundo o lugar

    de los muertos (mictlah), llamado tambin tlazcuitla

    (bajo la tierra) o yoalcalco (cara de la noche). Latierra siempre aparece como el plano principal, colocada

    en medio del espacio celeste y del inframundo. Este con-

    cepto de universo es muy claro en el pensamiento n-

    huatl y recibe el nombre de semanahuactli (que puede

    traducirse como contenedor), en el que estn agrupa-

    das las cosas.Hay quienes lo denominan tlanextli, aunqueeste trmino se refiere ms al plano terrestre, y significa

    superficie, literalmente donde se refleja la luz, donde

    hay luz.

    Los rumbos del universo se identifican a partir del mo-

    vimiento del sol, la presencia de las lluvias y la muerte,

    asignando a cada mbito colores especficos, segn se de-

    talla en el cuadro 1.

    Los tlalcueitlo faldas de la tierra se imaginan como

    muros de contencinubicados a los costados del cielo

    y de la tierra; su funcin es evitar la salida de las aguas

    marinas. En las oraciones rituales el trmino tlacueitlesutilizado como sinnimo de regiones cardinales.

    En otras versiones la forma del universo semeja una

    pirmide escalonada, representacin colectiva en la que

    estn presentes las cuatro esquinas o rumbos antes men-

    cionados.Al igual que en la idea precitada, la Tierra ocupa

    el eje central y est sostenida por los tlaketzalmeh,parados

    en el caparazn de una ayotl(tortuga) o sobre el lomo del

    cipactli (monstruo de la tierra). Arriba ubican el cielo,

    igualmente sostenido por pilares; abajo localizan el in-

    framundo y debajo de ste (pero separado de la figura

    csmica) se encuentra otro cuadrngulo llamado Tzopilo-tlacualco (comida de zopilotes, o lugar de la podre-

    dumbre),que viene siendo como un ultramundo (fig.3).

    Las dos concepciones anotadas, tanto el cielo como el

    inframundo tienen subdivisiones, y a cada capa o escaln

    se le asigna un nombre atendiendo a los elementos de la

    naturaleza o divinidades que en stos se localizan. El

    cielo tiene siete capas igualmente cuadrangulares y se

    Figura 1. Las divinidades autctonas

    Mikistli Chicomexochitl Meetzli Tlacatecolotl Tonatiuh Macuilixochitl Ichcatl

    3 Con el nombre de Santa Rosa se conoce a la Cannabis indica.

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    comienzan a contar de abajo hacia arriba. La

    primera se le llama Ehecapa (lugar de los

    vientos) y engloba al ihyotl(aire), a los cualli

    ehecameh (vientos buenos) y a los tlasolhe-

    cameh (vientos malos); la segunda se deno-

    mina Ahuechtla y en ella se encuentra el

    ahuechtli (roco); en la tercera est Mixtla,

    donde habitan mixtli (nube) y tecihuitl (gra-

    nizo); en la cuarta se ubica Citlalpa, el sitio delas citlalimeh (estrellas); en la quinta se lo-

    caliza Tekihuahtla (lugar de autoridades)

    donde moran los tlamocuitlahuianeh (guar-

    dianes superiores); a la capa sexta le llaman

    Teopanco, en ella habitan los totiotzitzih (san-

    tos catlicos) y las divinidades autctonas

    Ompacatotiotzih (Dios doble), Chicomexo-

    chitl (siete flor), Macuilixochitl (cinco flor),

    Tonatih (Sol), Meetztli (Luna) y Tlacateco-

    lotl (hombre bho).

    En el sptimo plano hay una especie de ba-rrera llamadaNepancailhuicac, que se traduce

    como lmite del cielo. Piensan que ste es

    un espacio slido (como de concreto) y que

    Cuadro 1

    Nombre Color asociado Equivalencia cardinal

    = Inesca Tonatih Rojo Oriente(el lugar donde sale el sol)

    = Ihuetzica Tonatih Amarillo Poniente

    (el lugar donde se oculta el sol)

    = Inesca Xopanatl Blanco Norte

    (el lugar donde surge la lluvia)

    =Mihcaohtli Negro Sur4

    (camino de muertos)

    4 En la figura 2 se advierte la representacin de las orien-taciones csmicas en el papel ceremonial. Figura 2. La orientacin csmica

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    su interior es muy oscuro, lleno de escombros y cosas

    desechadas por las divinidades; en su parte superior

    anidan los huitzitzilmeh (colibres),que alegran al Sol en

    su paso al medioda. El espacio o estrato que contiene

    las estrellas tambin se llama Citlalcueitl (falda de

    estrellas o camino de Santiago Apstol.5 El Mictlah

    (inframundo) posee cinco capas: la primera se llama

    Tlaketzaltla (lugar de horcones), ah estn los cuatrocargadores de la tierra (tlalmamameh, tlaketzalmeh). En

    la segunda (Cipactla) habitan la tortuga y el monstruo

    de la tierra que sirven de pedestal de los tlaketzalmeh

    (cargadores). En la tercera, Tlalhuitzoctla, residen unos

    gusanos llamados tlalhuitzocmeh. La cuarta se llama Tzi-

    tzimitlay alberga las tzitzimimeh(fantasmas) y otros seres

    que causan sustos. A la quinta y ltima capa se le deno-mina Mihcapantli, donde estn Mikistli o Mikilistli

    (Seor de los Muertos) y Tlacatecolotl Tlahue-

    liloc (hombre bho enfurecido).

    Consideran que el Sol y la Luna giran

    constantemente alrededor del cosmos,

    de arriba hacia abajo, en direccin

    contraria de las manecillas del

    reloj. El Sol da vuelta a la figu-

    ra csmica y pasa por todas

    las capas; cuando amanece em-

    pieza a subir las siete capas celes-tes, llega a la cspide al medioda y

    luego baja por el oeste las seis capas,has-

    ta introducirse al inframundo; desciende los

    cinco estratos y luego sube por el este cuatro ca-

    pas, para llegar nuevamente a la posicin que marca

    el nuevo da. La Luna realiza el mismo recorrido, des-

    de que inicia su crecimiento hasta que llega a la llena.

    Durante ocho das da vueltas completas al cosmos usan-

    do la ruta del Sol; sin embargo, durante 20 das recorre

    slo la mitad de este camino,quedndose a descansar a

    media noche en el sitio separado del universo llamadoTzopilotlacualco. Consideramos que los tiempos del

    movimiento lunar podran asociarse a la fertilidad y la

    muerte, respectivamente. Son stos, como se sabe, dos

    planos luminosos integrados en las deidades selnicas

    mesoamericanas.

    La idea del universo escalonado explica con perfec-

    cin el ascenso y descenso del Sol y la Luna. De acuerdo

    con esta concepcin, el universo se imagina como un

    rombo con tecuemitl(escalones), que se extienden tanto

    en el espacio celeste como en el inframundo. La tierra

    siempre ocupa la parte central y contina siendo planay cuadrangular; lo que cambia es la forma del cielo, que

    semeja una gran cpula o montaa. Hay quienes dicen

    que es como el fondo de una olla que tiene trece escalo-

    nes para subir y bajar; seis estn dispuestos en el extremo

    este y seis al oeste, a los que se agrega el ltimo que est

    colocado entre ambos extremos. El inframundo tambin

    cambia y, conforme van descendiendo los escalones, se

    Figura 3. El universo

    5 Respecto a este estrato existe diferencia de opiniones: hay quienescreen que el universo est dentro del Citlalcueitl.

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    convierte en el fondo de una jcaracon cuatro escalones

    en el este y cuatro al oeste, ms el ltimo, que sirve de

    fondo y base, suman nueve escalones.Se piensa que el l-timo escaln del inframundo es ms grande que el de la

    cima del cielo porque sirve de base al cosmos, evitando

    que se caiga. Del Mictlah al Tzopilotlacualco hay un va-

    co, en su lugar ira otro escaln; si se unieran tambin

    tendra trece escalones, al igual que el cielo. La parte de

    arriba, la de abajo y los lados de la figura escalonada, son

    sitios de posicin del Sol llamados Tonatincalli,casas del

    Sol. Por el este se ubican Yoatzinco (maana) que indica

    la salida del Sol; arriba est Tlahcotona (Sol del medio-

    da); al oeste est Teotlac (el ocaso) y abajo sitan al Tlah-

    coyahualli (Sol de la media noche).En ambas concepciones del universo imaginan que en

    la parte media de la distancia que hay entre el cielo y la

    tierra se localiza un rbol llamadoxochicuahuitl(rbol

    florido) oyolcacuahuitl(rbol de la vida). Imaginan

    que esta planta mtica nace en un precioso lago con aguas

    cristalinas,con mltiples peces y plantas alrededor de ella.

    Primero fuepochotl(ceiba) y despus

    se convirti en un rbol que rene

    las especies vegetales y animales, pro-

    digando los mejores frutos, aves, in-

    sectos y toda clase de seres orgnicosy alimentos. Se piensa que elxochi-

    cuahuitl (oyolcacuahuitl) tiene ml-

    tiples tetas y que su leche alimenta a

    los nios difuntos, lactantes en vida.

    La representacin de este rbol mti-

    co es frecuente, aparece en los borda-

    dos de la indumentaria autctona y

    en los arreglos de palma utilizados

    durante el Domingo de Ramos. En

    este ramo de palma, llamado cuaxi-

    huitl, se representan toda clase deanimales, cestos, hojas y frutos, clara

    alusin al Yolcacuahuitl.

    En el Tlaltepactli o plano terrestre

    ubican a Tlaltenana (Madre Tie-

    rra) y a Tlaltetata (Padre Tierra),

    los cuales forman una dualidad.

    Tambin estn presentes las aguas

    terrestres y marinas, los vegetales, los animales, las rocas,

    el hombre y algunas deidades.

    Tlaltepactli es el punto de equilibrio entre el plano ce-leste y el inframundo, entre el hombre y las divinidades;

    entre lo caliente del da y el fro de la noche. El hombre

    es el actor principal y el agente que puede destruir el equi-

    librio, razn por la cual debe cuidar su conducta y el uso

    indebido de la superficie terrestre, tlalixpantzi (la cara

    de la tierra).Por esta razn,para realizar cualquier accin

    debe pedirse permiso a la tierra y hacerle mltiples

    ofrendas y oraciones. Este principio rige la orientacin y

    funcin de los rituales. El plano terrestre se imagina ha-

    bitado por algunas deidades y otros seres malvolos. Los

    tlamocuitlahuianeh(guardianes) se encuentran en distin-tas partes de la geografa accidentada; los chanehketl

    (duendes) estn en las aguas terrestres y en los cerros; la

    Apancihuatl (Sirena) vive en la mar;6 Tepetlacatl (Seor

    del Cerro) mora en las colinas; Tecohmilli (Seor de la

    Milpa) y los dems tecohmeh (patrones) de los vegetales

    comestibles viven en la superficie de la tierra; y el Tlalte-

    tataPadre Tierrajunto con la Tlal-

    tenana Madre Tierra habitan en

    el interior.

    La forma del universo es represen-

    tada en los bordados de los textilesy en el papel ceremonial, figuras

    comparables con las que registran

    los cdices y otros materiales pre-

    colombinos. (figs. 4 y 5). Algunos

    altares domsticos estn construi-

    dos bajo esta idea, dispuestos sobre

    una tarima que consta de dos plan-

    chas. La parte de arriba seala el

    cielo y en ella se colocan las divini-

    dades autctonas, imgenes cristia-

    nas y objetos del rito; en medio se

    6 Entre los otomes el culto de la sirenatiene particular importancia; vase J. Ga-linier, 1990, La mitad del mundo. Cuerpo ycosmos en los rituales otomes, UNAM, M-

    xico. El tema, como se ha evidenciado enotro estudio (F. Bez-Jorge, Las voces delagua, 1992, Universidad Veracruzana, Xa-lapa), merece un anlisis particular.

    Figura 4. El universo basado en el bordadode un mamalli (rebozo para cargar niospequeos)

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    localiza otra plancha que simboliza la

    parte terrestre, donde depositan el incen-

    sario y algunas ofrendas; el inframundoes sealado con el piso en donde est cla-

    vada la tarima cuadrangular.

    Conviene sealar que la tierra y el cielo

    tambin son representados en papeles ce-

    remoniales, se trata de imgenes diviniza-

    das. Las figuras recortadas tienen imagen

    humana, la mayora de ellas con las ma-

    nos hacia arriba. En su parte central y en

    sus tocados evidencian signos que las dis-

    tinguen. El cielo y la tierra (en su represen-

    tacin divina) son imaginados acostadosen bales con la forma de cada mbito

    del universo; el primero es curvado y el se-

    gundo es cuadrado. Las imgenes tienen

    dispuestos los pies por la parte este,Inesca

    Tonatih (la salida del Sol); su cabeza per-

    manece colocada al oeste, Ihuetzica To-

    natih (por la cada del Sol) y su yolotl

    (corazn) se dispone en el centro, de don-

    de se piensa que parten los puntos hacia

    las cuatro esquinas. Durante las oraciones ejecutadas por

    los especialistas, se les asocia con el trmino tescatl, quesignifica espejo o luminosidad, utilizado para subrayar

    su carcter divino.

    El medio natural y algunos elementos como el agua

    terrestre, las rocas, el fuego, la masa de la tierra y los

    cristales de cuarzo son imaginados como componentes

    del cuerpo terrestre (animado).En este sentido, los cerros

    representan la cabeza; los cuarzos, la masa enceflica;

    el fuego, el corazn; las rocas, los huesos; la masa de la

    tierra, la carne y el agua, la sangre (fig. 6).

    En la cosmovisin de los nahuas de Chicontepec los

    sitios sagrados tienen especial significacin, particular-mente los cerros de Postectitla-Ixcacuatitla, Tzoahcalli,

    Xochicoatepec (morada de Tlacatecolotl), Xihuicomitl,

    Ayacachtli, Tepenahuac, Tepeicxtitla, Teposteco, Cuatza-

    potitla, Xalatla, El Jaguey, Sasaltitla, Tepetzintla, Tres

    Pozos y Tamazolinco.7 Tambin destacan las ruinas

    arqueolgicas (tepetzacualli) de Ahuatln, Zacatitla,

    Chapictla, Tecomaxochitl, Cacahuatengo, Siete Palmas yPedernales; consideran a stas moradas de los ances-

    tros. Los ros, manantiales y encrucijadas tambin son

    importantes. Hay otros espacios sagrados situados de-

    masiado lejos a los que jams acuden; entre ellos desta-

    can los volcanes Popocatepetl, Iztaccihuatl y Citlaltepetl;

    las lagunas de Necaxa, San Jernimo, Tamihua (To-

    miahuatl) y Mxico;el mar de Tuxpan, el ro Pnuco,

    el cerro La Sirena, la casa de los Tlaloques, la casa de San-

    ta Rosa8 (Cannabis indica), la casa del roco (Ahuechca-

    lli) y la casa de la neblina (Ayohuicalli).

    7 Sandstrom (op. cit., 1991) presenta un mapa de sitios sagrados,don-

    de el Postectitla figura como el principal en la regin, llamado po-pularmente el gobernador.8 La asociacin de Santa Rosa con la Cannabis indica pudo motivar-se en las visiones de Santa Rosa de Lima, cuyo culto en la Huastecafue introducido por los misioneros. Las visiones de la Santa difun-didas por los evangelizadores pudieron haber motivado relaciones conla alucinacin que provoca la planta.

    Figura 5. Papel ceremonial donde se representan los rumbos del universo

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    Desacatos

    En el pensamiento nahua la imagen de Tlacatecolotl

    (hombre bho, como se ha dicho),es relevante en tanto

    deidad propiciatoria del equilibrio. Dicen que Tlacate-colotl acude por la noche al cerro Xochicoatepec; de da

    visita la casa del Sol (Tzoahcalli) a quien, como hemos

    dicho, auxilia en su tarea de alumbrar la Tierra. Tlacate-

    colotl siempre mantiene muy buena relacincon otros

    dioses; es un sabio (Tlamatihketl), maneja todo; se

    encarga de resolver las peticiones de los hombresy ma-

    nifiesta su inconformidad cuando stos no cumplen con

    la costumbre (rituales) y la entrega de ofrendas, pla-

    neando los castigos correspondientes.

    De acuerdo con los relatos mticos, los macehuales

    eran muy delicados(los dioses los hicieron de los hue-sos de los antepasados, as como de maz, frijol,amaran-

    to y chile), Tlacatecolotl se encarg de ensearles buenas

    acciones, y las formas de defenderse de sus enemigos;

    invent con este propsito la tetlahchihuilli (hechicera).

    Cuando los dioses abandonaron sus moradas en los ce-

    rros y se fueron al cielo porque ya nadie los respetaba,

    Tlacatecolotl se fue de Xochicoatepec pero dej en su lu-

    gar al bho,que todas las noches canta ah y pasea alre-

    dedor de la montaa; el bho es su Tonal. Tlacatecolotl

    vive ahora donde se oculta el Sol, a quien acompaa en

    su recorrido nocturno hacia el inframundo, aunqueen ocasiones se traslada con l durante el da, principal-

    mente durante la temporada de secas (abril-mayo).

    El aprecio de Tlacatecolotl al cerro Xochicoatepec es

    singular. Tenantzitzimitl (Vieja enojona) lo dio a luz

    ah cuando trabajaba en su milpa. Tlacatecolotl naci

    junto con Ehecatl (Viento), a quien llamaron tambin

    Tlachpoastli (Escoba), porque se dedic a limpiar el

    ambiente y a quitar los malos vientos. Siendo gemelos,

    Tlacatecolotl y Ehecatl eran diferentes: el primero era

    morenito y el segundo blanco. Los dos nios crecie-

    ron apresuradamente: en siete das hablaron; caminarona los trece das; a los dieciocho eran adolescentes y a los

    veinte llegaron a ser hombres; a los 25 llenaron las tro-

    jes de alimentos. Cuando cumplieron 52 das de naci-

    dos, los gemelos pelearon porque Ehecatl trabajaba y

    Tlacatecolotl descuidaba su labor por andar cortejando

    a las mujeres. En sus milpas, Tlacatecolotl obtena ms

    productos que su gemelo Ehecatl, pese a no trabajar.Con

    su magia haca que los animales laboraran por l: la tuza

    haca canales de riego, el conejo quitaba la hierba de la

    milpa, las aves combatan las plagas. Su madre le rega

    por este proceder, poniendo como ejemplo a su herma-

    no. Molesto, Tlacatecolotl embruj a Ehecatl quien par-

    ti rumbo a Tuxpan y no volvi: se fue muy lejos hacia

    las aguas grandes (el mar), hacia la parte norte.

    Tlacatecolotl se arrepinti de embrujar a su hermano,pero no logr que regresara. A partir de entonces vivi

    solitario y enojado. Permaneci un buen tiempo al pie

    del Postectitla y siempre tuvo alimento en abundancia,

    ropa, joyas y bienes materiales.Cuando vea que alguien

    no tena comida, l le regalaba una porcin;al contrario,

    si alguno le quitaba algo sin pedirlo,se vengaba hacin-

    dole maldades. Un da, Tlacatecolotl tambin decidi

    Figura 6. El cuerpo de la Tierra

    Cuarzos

    (Masa enceflica)

    Cerros

    (Cabeza)

    Fuego

    (Corazn)

    Masa de la Tierra

    (Carne)

    Rocas

    (Huesos)

    Agua

    (Sangre)

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    Desacatos

    marcharse dejando todos sus bienes a su madre Tenan-tzitzimitl. Visit los tianguis (mercados); construy una

    granja y se cas con una muchacha muy bonita llamada

    Meetztli (Luna). En la granja tena tigrillos, serpientes,

    lechuzas y martas, animales con los que haca trueques.

    Logr reunir mucho dinero que enterr en ollas en varios

    lugares. Cuando la madre de Meetztli falleci, ste repar-

    ti parte de esa riqueza a los ms necesitados, parti del

    Postectitla con su esposa y se dedic a ser tepahtihketl

    (curandero): se converta en bho y guajolote; andaba

    siempre apoyado con un bastn y cuando haca fro, cui-

    daba que no se apagara la lumbre. Al morir, su cuerpofue quemado sobre los tenamastles, de sus cenizas mez-

    cladas con la lluvia nacieron algunas plantas comestibles

    y otras venenosas.9

    Otro relato mtico cuenta que a los cuarenta das delnacimiento de Tlacatecolotl una manada de bhos lleg

    al cerro Xochicoatepec y empez a cantar, diciendo: Gran

    hombre-bho, tu misin en esta tierra ha tenido fin y

    ahora tendrs que regresar con el Sol, porque te necesita.

    Tlacatecolotl acudi al llamado llevando incienso y

    ofrendas, dialog con los tecolotes y pidi un plazo de

    veintiocho das para dejar en orden sus asuntos. Su pe-

    ticin fue aceptada; unos bhos lo esperaron en el cerro

    Xochicoatepec y otros lo vigilaban desde la altura del

    cerro Postectitla. Prepar a varios tepahtianeh (curande-

    ros) y tetlahchihuianeh (hechiceros), ense la tlaixcah-cayahualli (magia) y enterr su dinero diciendo que era

    el patrimonio de los pobres. Para que alguien tuviera ac-

    ceso a este tesoro, dijo que tenan que hacerle una gran

    peticin con ofrendas.

    En la cotidianidad, los nahuas expresan el carcter dual

    de Tlacatecolotl asocindolo al Demonio. Es imaginado

    ambivalente, indistintamente como hombre o mujer,

    9 Se cuenta tambin que del cadver de Tzitzimitl, madre de Tlaca-tecolotl, salieron todo tipo de plantas venenosas y animales que ha-cen dao al hombre.

    FAMILIA

    NAHUA.

    FOTOGRAFA

    DE

    VER

    NICA

    BRAVO

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    Desacatos

    anciano o nio, Seor de la Noche o Seor del Da. Di-

    cen que, a la vez, puede ser bueno y malo; que cura y em-

    bruja; da la vida y propicia la muerte; otorga y quita lariqueza; es muy voluble, puede estar contento o enoja-

    do, razn por la cual se le alegra con danzas, msica,

    comidas y cohetes. En el plano imaginario de su asocia-

    cin satnica, hablan de Tlacatecolotl como Masehual-

    diablo (diablo indgena) y de Coyodiablo (diablo

    mestizo) o Tecocolihketl (envidioso), entidad maligna

    que odia a los indgenas, asusta en los caminos, des-

    truye las milpas asumiendo la forma de toro. Se dice

    que es el patrono de los mestizos. Lo describen alto, de

    color rojo, con cuernos y cola, porta trinche(tridente)

    y vive en el infiernocomiendo lumbre. Desde luego, estadescripcin corresponde a la imagen del Diablo que los

    catequistas difunden de manera insistente.

    RITUALES Y EQUILIBRIOS.

    LOS ESPACIOS DE TLACATECOLOTL

    Los principios mitolgicos que sustentan la cosmovisin

    de los nahuas de Chicontepec estn presentes en diversos

    rituales pblicos y privados. Las prcticas ceremoniales

    de este tipo se orientan a mantener los necesarios equi-librios entre el cielo y la tierra; las pertinentes relaciones

    entre los hombres y los dioses; en fin, las debidas media-

    ciones en los planos de la vida y de la muerte; la nive-

    lacin de la balanza del bien y del mal. Oraciones y

    ofrendas son los elementos simblicos mediante los

    cuales se instrumentan los ritos.

    Atlatlacualtiliztli es el nombre de un ritual de primera

    importancia destinado a pedir a las deidades del agua

    propiciar las lluvias. En este ceremonial se representan a

    Tlacatecolotl y a los tlasolehecameh (vientos nefastos)

    en papel revolucinblanco y papel de chinapolicro-mo.Las figuras son utilizadas, inmediatamente, en el acto

    de purificacin (tlaochpanaliztli, barrida), donde los

    malos vientos son conjurados. El huehuetlacatl (o ri-

    tualista anciano) y sus ayudantes tlamatineh (sabios)

    se dirigen al exterior delxochicalli (templo tradicional),

    acomodan en el suelo figuras de papel cortado, ofrendas

    y dems objetos de la parafernalia. Tlacatecolotl y sus

    advocaciones se alinean en el centro y alrededor; for-

    mando un crculo se disponen los Tlasolehecameh sobre

    hojas olorosas de laurel y naranja cimarrn. En las cua-tro esquinas son colocados terrones (obtenidos del piso

    de la casa de los ritualistas), refrescos, aguardiente, pan,

    tabaco, huevos, caf, guisos, copal, velas de cebo y de

    cera; flores y manojos de hojas de coyol. El rea de las

    deidades y ofrendas es delimitada por un aro manufac-

    turado con bejuco y decorado con flores de cempoalxo-

    chitly hojas de plantas olorosas, llamado xochicopin-

    cayahualli (aro florido que quita lo malvolo). Una vez

    encendidas las velas y ordenado los papeles con las vian-

    das, el huehuetlacatly su squito comienzan a rezar y

    sahman.10

    A un lado del aro se colocan los msicosque tocan los sones de la barrida; la concurrencia es-

    cucha y observa con atencin el ritual.

    Cuando los rezos terminan, los comestibles y bebidas

    se derraman sobre las figuras de papel; prenden hojas de

    tabaco y sahman. Enseguida un grupo de ritualistas

    ayudantes limpian a toda la concurrencia con los ma-

    nojos de hojas de coyol y velas, sin dejar de pronunciar

    oraciones en las que piden a Tlacatecolotl y a los Tlasol-

    hecameh que no intervengan negativamente en el ritual

    y que dejen trabajar bien a todos. Luego dos de los ayu-

    dantes del huehuetlacatltoman elxochicopincayahualliyencierran en l a un grupo de personas para ser pasadas

    14 veces sobre este aro (siete al oriente y siete al occiden-

    te); a este acto se llamaXochicopinaliztli (cambiarse de

    flores), metafricamente cambiarse de cuerpo o de piel.

    El procedimiento se repite con todos los asistentes con la

    finalidad de captar la energa negativa que deambula y

    no pudo ser conjurada con la barrida. Cuando salen del

    aro, otro ritualista se cerciora de que han desaparecido

    los malos aires, balanceando sobre el grupo un ramo de

    ortigas y espinas que captan el mal que no desapareci.

    Una vez que todos los asistentes han pasado sobre el aro,ste se destruye cortndolo en cuatro partes que son de-

    positadas sobre las deidades, figuradas en papel. Cuan-

    do las velas son consumidas, recogen las imgenes

    10 Cfr. Sandstrom y Sandstrom, 1986, Traditional papermaking andpaper cult figures of Mexico, University of Oklahoma Press.

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    Desacatos

    se llevan a cabo a media noche, ofrecen comida, papel

    ceremonial, velas, sangre de gallinas, bebidas y otros co-

    mestibles.Ocho das despus (con el dinero y las semillas colec-

    tadas por los mecohmeh, ms la cooperacin que ellos

    aportan), realizan elMecohtlacualtiliztli (comida de los

    mecos), ritual de agradecimiento a Tlacatecolotl.Orga-

    nizan un baile popular al que acude toda la poblacin;

    mientras, en la casa del tlayecanketlse contrata el servi-

    cio del huehuetlacatlpara que oficie el rito de agradeci-

    miento, ofreciendo papel ceremonial con la imagen de las

    divinidades (a las que rocan con sangre de aves), comi-

    das, bebidas, rezos y msica ritual.Agradecen a Tlacate-

    colotl la realizacin del carnaval y le devuelven su Tonal,prestado a los mecohmeh. Finalmente los participantes

    se purifican con humo de copal y limpias con ramas.

    En algunos poblados a media noche de este da, vuelven

    a bailar los mecohmehy enseguida van al monte a despo-

    jarse de sus disfraces y purificarse. Con esta ceremonia

    culmina el carnaval; los miembros de la cuadrilla de me-

    cohmeh guardan sus mscaras y disfraces con los que

    volvern a participar anualmente, hasta cumplir un pe-

    riodo de siete aos. De no hacerlo,Tlacatecolotl los cas-

    tigara con enfermedades y desgracias.

    Los tetlahchihuianeh (hechiceros) piden la ayuda deTlacatecolotl para castigar o provocarle mal a alguien.

    Le rezan a la advocacin Tlahueliloc (malo, enfureci-

    do), ofrecindole papel ceremonial manufacturado con

    fibras de ortigas y cornisuelos; comidas, bebidas, velas,

    copal y sangre de aves negras y rojas. Algunas personas

    ofrendan un convite a esta divinidad para pedirle ayuda

    en problemas difciles; ms tarde, si todo se arregla con

    perfeccin, le agradecen con mltiples banquetes.Los to-

    nalnotzaneh (llamadores del Tonal) rezan a Tlacateco-

    lotl y le ofrendan aguardiente, tabaco y guisos pidindole

    que ayude a devolver el Tonal a las personas que lo hanperdido a causa de sustos, estado al que se llama To-

    nalhuetztoc(decado,desbalanceado). Los tepahtianeh

    (curanderos) tambin recortan las imgenes de Tlaca-

    tecolotl y Ehecameh; las sahman, encienden velas, rezan

    y les invitan guisos, bebidas, dinero, tabaco y huevos; el

    ritual tiene la finalidad de pedirles a estas divinidades

    que levanten los castigos y se mantengan en equilibrio. MSICO

    NAHUA.

    FOTOGRAFA

    DE

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    BRAVO

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    Desacatos

    Cada especialista conoce la iconografa de Tlacateco-

    lotl y lo representa (en los papeles) en sus mltiplesformas y advocaciones. Es muy importante en casi todos

    los rituales, la presencia de la imagen de Tlacatecolotl, si

    bien en algunos no figura en papel ceremonial ni se le

    ofrenda. En las oraciones es mencionado pidindole

    serenidad (ma ax mosisini).

    La asociacin de Tlacatecolotl con el Sol y la Luna (sus

    amos) es reiterada en uno de los rezos. Envidias, ma-

    los vientos, maleficios, son planteados como entida-

    des que deben ser conjuradas mediante el copal, desde

    luego,gracias a la intervencin de Tlacatecolotl que, de tal

    manera, agradece las ofrendas. En otra de las plegariasdestaca el poder propiciatorio de la fertilidad agraria atri-

    buido a esta divinidad.Se dice que es l quien da el maz,

    trae el agua para beber y la lluvia. El sincretismo en la

    cosmovisin nahua se hace presente cuando se pide a San

    Ramn, Seor Santiago,Seora Cecilia, Santa Catalina y

    San Andrs Olmo que aconsejen al Seor hombre b-

    ho, a fin de que no se enoje.

    Atribuyen a Tlacatecolotl otros oficios: le vinculan

    con los difuntos (a los que se le pide saludar) y consi-deran que cumple con la difcil tarea de defender al Sol.

    Por ltimo, se destaca la asociacin de Tlacatecolotl con

    los lugares sagrados; en las oraciones son mencionados,

    en particular, cerros, encrucijadas, cuevas,manantiales y

    sitios arqueolgicos.

    COSMOVISIN E IDENTIDAD COMUNITARIA

    La cosmovisin de los nahuas de Chicontepec se explica

    en el marco de lo que Alfredo Lpez Austin ha llamadotradicin religiosa mesoamericana, integrada dialctica-

    mente por la historia comn y las historias locales de los

    pueblos mesoamericanos, formacin en la que las va-

    riantes expresan peculiaridad extraordinaria. Este plan-

    teamiento establece, desde luego, la diferencia entre las

    actuales cosmovisiones indgenas y el antiguo pensa-

    miento religioso mesoamericano. En efecto, las actuales

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    Desacatos

    religiones indgenas proceden tanto de la religin me-

    soamericana como del cristianismo; pero una historia

    colonial los ha distanciado considerablemente de ambasfuentes, por otra parte diferentes entre s. Se subraya,

    entonces,el carcter dinmico de las cosmovisiones, po-

    sicin contraria a las formulaciones que priorizan la bs-

    queda de remanentes culturales.12 La cosmovisin y los

    rituales de los nahuas de Chicontepec expresan la din-

    mica de la represin religiosa colonial instituida a partir

    del siglo XVI. Sus centros numinosos (mitos, ceremonias,

    lugares sagrados, deidades autctonas e imgenes catli-

    cas) devienen piezas fundamentales de un lenguaje sim-

    blico que es, simultneamente, pasado y presente de las

    modalidades asumidas por la conciencia social del grupotnico en el cual arraigan y al que proporcionan marcos

    de identidad comunitaria y lealtad tnica. En tanto repre-

    sentaciones colectivas configuradas en el proceso colo-

    nial, operan como morfologay sintaxisen su ordena-

    cin sociocultural, interactuando estructuralmente en

    condicin de determinantes y determinadas.13

    En el imaginario de los nahuas de Chicontepec se ad-

    vierten elementos simblicos propios de la tradicin me-

    soamericana. La imagen del universo en forma de escale-

    ra (y el recorrido que el Sol hace en esta figura csmica)

    remite a la que registra Durn14 cuando informa acercade la base del cuauhxicalli solar que orden labrar Hue-

    huemoctezuma.Los cargadores del cielo y de la tierra (lla-

    mados tlalmamameh, como se dijo) que se imaginan para-

    dos sobre una tortuga (o en el lomo de Cipactli), es una

    idea muy antigua en el pensamiento mesoamericano:

    est presente en una escultura olmeca de Potrero Nuevo

    y en la escultura de Cuilotitla (Chicontepec), piezas cus-

    todiadas por el Museo de Antropologa de Xalapa. Tam-

    bin se ilustra en la lmina 53 del Cdice Borgia. La

    concepcin de las regiones cardinales y sus colores aso-

    ciados remite tambin a tiempos remotos; la registran la

    lmina 1 del Cdice Fjrvary-Meyer; las 75 y 76 del C-dice de Madridy la 53 del Cdice Borgia.15

    Por otra parte, el rbol de la vida (Xochicuahuitl,

    cubierto de tetas que alimenta a los pequeos difuntos)

    recuerda la imagen que se ilustra en el folio cuatro del C-

    dice Vaticano Latino. Las ideas respecto a la tierra no han

    variado mucho; los nahuas de Chicontepec la siguen

    considerando como el sitio mantenedor, el plano don-

    de el hombre nace y muere. En ella habita Tlaltetata (Pa-

    dre Tierra) y Tlaltenana (Madre Tierra), quienes regulan

    el uso de la superficie del suelo,igual que el Tlaltecutli en

    la poca prehispnica. En su interior habita Cipactli,monstruo al que los mexicas llamaban de igual manera.

    Es importante la ubicacin de las moradas del Sol y de

    la Luna, los cuales existen gracias al autosacrificio de las

    deidades; esta concepcin remite al pensamiento registra-

    do por Sahagn16 en torno a Nanahuatzin y Tecuzistecatl,

    las divinidades que se convierten en Sol y Luna, respecti-

    vamente.Las ideas relativas a las cinco generaciones y cata-

    clismos por las que ha pasado la humanidad se asemejan

    a las del relato mtico de los Cinco Soles narrado en la

    Historia de los mexicanos por sus pinturas y en otras fuentes

    (Ixtlilxchitl, Muoz Camargo y Ruiz de Alarcn).17La ubicacin de los cerros como lugares sagrados evi-

    dencia, tambin, la presencia de elementos del antiguo

    pensamiento mesoamericano. En este sentido tiene espe-

    cial importancia el Postectitla, sitio donde las divinidades

    crearon a los humanos y mtico depsito de comestibles.

    Estas atribuciones corresponden a las funciones de Ta-

    moanchan (nocin fundamental en la cosmovisin pre-

    hispnica), que Lpez Austin ha examinado de manera

    exhaustiva.18

    12 A. Lpez Austin, 1998, Los mitos del tlacuache, pp. 31, 37, UNAM,Mxico.13 Vase F. Bez-Jorge, 1988, Los oficios de las diosas. Dialctica de lareligiosidad popular en los grupos indios de Mxico, p. 350, Univer-sidad Veracruzana, Xalapa; y F. Bez-Jorge, 1998, Entre los naguales ylos santos. Religin popular y ejercicio clerical en el Mxico indgena,Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz.14 D. Durn, 1995, Historia de las Indias e islas de tierra firme,t.I,pp.245-248, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Mxico.

    15 Cfr. Gonzlez Torres, 1975, El culto a los astros, SEP-Setentas, p.141, Mxico.16 B. de Sahagn, 1992, Historia general de las cosas de la NuevaEspaa, Porra, p. 431, Mxico.17 Cfr. Moreno de los Arcos, 1967, Los cinco soles cosmognicos,en Estudios de Cultura Nhuatl, vol. 7, pp.183-210, Instituto de In-

    vestigaciones Histricas, UNAM, Mxico.18 A. Lpez Austin, 1994, Tamoanchan y Tlalocan, p. 77, Fondo deCultura Econmica, Mxico.

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    Desacatos

    Por otra parte, el carcter numinoso de Tlacatecolotl

    corresponde a los atributos de los antiguos dioses mesoa-

    mericanos, en particular tiene paralelos numinosos conTezcatlipoca. Al referirse a la fiesta Toxcatl, Sahagn19

    seala que Tezcatlipoca era dios de los dioses, creador

    del cielo y de la tierra y era todopoderoso, el cual daba a

    los vivos todo cuanto era menester de comer y beber y ri-

    quezas era invisible y como obscuridad y aire, y cuan-

    do apareca y hablaba a un hombre, era como sombra; y

    saba los secretos de los hombres daba a los vivos po-

    breza y miseria, y enfermedades incurables y contagio-

    sas de lepra y bubas, y gota,sarna e hidropesa, las cuales

    enfermedades daba cuando estaba enojado20

    Recordemos que en las narraciones presentadas sedice que Tlacatecolotl es una de las deidades

    ms temidas; otorga riquezas y las quita; es

    piadoso y envidioso; provoca discordias y

    ayuda a resolver problemas difciles; pro-

    vee alimentos, castiga, cura las enferme-

    dades y provoca la muerte: opera como

    mediador entre el bien y el mal. Cuan-

    do no atiende las peticiones de los he-

    chiceros, stos lo insultan y le entregan

    comida podrida y carne de zopilotes.

    En los relatos se dice que Tlacatecolotltiene un Tescatlapetlantli (espejo lumi-

    noso) en el cerro de Xochicoatepec; se le

    imagina con indumentaria color tecolo-

    te (caf) y con un sahumerio en el que que-

    ma copal. Los ritualistas en algunas ocasiones lo

    han visto vestido con los colores del maz: blanco,

    amarillo, rojo y negro; y con otras telas pigmentadas de

    azul y verde, idea que remite, desde luego, a los colores

    del Tezcatlipoca ilustrado en el Cdice Borgia. Es evidente

    que las creencias de los nahuas de Chicontepec en torno

    a Tlacatecolotl tienen similitud con los oficios que losantiguos mexicanos atribuan a Tezcatlipoca.

    Las correspondencias entre las deidades del panten

    de los nahuas de Chicontepec con las de los antiguos me-

    xicanos refieren, adems, a Ompacatotiotzih que esidentificable con Ometeotl;Apancihuatl (o Apanchaneh)

    con Chalchiuhtlicue; Ehecatl (gemelo de Tlacatecotl) con

    Quetzalcoatl; Tonatih con Tonatiuh y Huitzilopochtli;

    Meetztli con Tlazolteotl; Chicomexochitl con Chicome-

    coatl; Macuilixochitl coincide con el nombre de la an-

    tigua deidad, y se identifica con Xochipilli; Mikistli es

    Mictlantecuhtli y Atl se relaciona con Tlaloc. Tzitzimitl

    (madre de Tlacatecolotl) remite a las tzitzimimeh(las mu-

    jeres muertas durante el parto). El contenedor de las es-

    trellas llamado Citlalcueitl (va lctea) es la Citlallin Icue

    mencionada por Sahagn.Si bien estas asociacio-nes refieren a un arcaico sustrato cultural

    compartido, deben entenderse en el con-

    texto del actual sistema religioso de los

    nahuas de Chicontepec que expresa

    las secuelas de la evangelizacin.

    Desde luego, el anlisis de cada

    una de ellas precisa de un estudio

    particular.

    Entre los nahuas de la Huasteca

    las formas de conciencia social, los

    patrones de organizacin, los rela-tos mticos, la prctica ritual, ma-

    nifiestan diferencias de localidad a

    localidad, e inclusive dentro de una

    misma comunidad. Esto quiere decir

    que la dinmica cultural sigue ritmos alter-

    nos; se presenta en forma diferente dentro del

    cuerpo comunitario, contextuada siempre por la hege-

    mona del desigual proceso modernizador.21 El cambio

    se produce con mayor aceleracin en unas instituciones

    culturales que en otras, determinando que la cosmovi-

    sin se transforme de acuerdo con particulares procesosde continuidad y reinterpretacin.

    19 B. de Sahagn, op. cit., pp. 194-195.20 Sahagn (ibid.) compila los discursos que le hacan a Tezcatlipoca,donde se resaltan los atributos positivos de esta divinidad:piadoso, bon-dadoso, humano, noble, valeroso y amparador (Cfr. Barjau, 1991,Tezcatlipoca. Elementos de una teologa nahua, UNAM, Mxico).

    21 En este sentido, y en relacin con los otomes, J. Galinier (op. cit.,p. 335) anota: Cada pueblo, cada ranchera, alberga variantes quereflejan las condiciones locales de su adaptacin al medio ambienteas como sus modalidades de insercin en la sociedad nacional.