Espiar en méxico, un día de campo

5
Espionaje: “Una Operación militar significa un gran esfuerzo para el pueblo, y la guerra puede durar muchos años para obtener una victoria de un día. Así pues, fallar en conocer la situación de los adversarios por economizar en aprobar gastos para investigar y estudiar a la oposición es extremadamente inhumano, y no es típico de un buen jefe militar, de un consejero de gobierno, ni de un gobernante victorioso. Por lo tanto, lo que posibilita a un gobierno inteligente y a un mando militar sabio vencer a los demás y lograr triunfos extraordinarios con esa información esencial. La información previa no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculos. Debe obtenerse de personas; personas que conozcan la situación del adversario. Existen cinco clases de espías: el espía nativo, el espía interno, el doble agente, el espía liquidable, y el espía flotante. Cuando están activos todos ellos, nadie conoce sus rutas: a esto se le llama genio organizativo, y se aplica al gobernante. Los espías nativos se contratan entre los habitantes de una localidad. Los espías internos se contratan entre los funcionarios enemigos. Los agentes dobles se contratan entre los espías enemigos. Los espías liquidables transmiten falsos datos a los espías enemigos. Los espías flotantes vuelven para traer sus informes. Entre los funcionarios del régimen enemigo, se hallan aquellos con los que se puede establecer contacto y a los que se puede sobornar para averiguar la situación de su país y descubrir cualquier plan que se trame contra ti, también pueden ser utilizados para crear desavenencias y desarmonía.

description

Segundo articulo que trata de espionaje en Mexico

Transcript of Espiar en méxico, un día de campo

Page 1: Espiar en méxico, un día de campo

Espionaje:“Una Operación militar significa un gran esfuerzo para el pueblo, y la guerra puede durar muchos años para obtener una victoria de un día. Así pues, fallar en conocer la situación de los adversarios por economizar en aprobar gastos para investigar y estudiar a la oposición es extremadamente inhumano, y no es típico de un buen jefe militar, de un consejero de gobierno, ni de un gobernante victorioso. Por lo tanto, lo que posibilita a un gobierno inteligente y a un mando militar sabio vencer a los demás y lograr triunfos extraordinarios con esa información esencial.

La información previa no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculos. Debe obtenerse de personas; personas que conozcan la situación del adversario.

Existen cinco clases de espías: el espía nativo, el espía interno, el doble agente, el espía liquidable, y el espía flotante. Cuando están activos todos ellos, nadie conoce sus rutas: a esto se le llama genio organizativo, y se aplica al gobernante.

Los espías nativos se contratan entre los habitantes de una localidad. Los espías internos se contratan entre los funcionarios enemigos. Los agentes dobles se contratan entre los espías enemigos. Los espías liquidables transmiten falsos datos a los espías enemigos. Los espías flotantes vuelven para traer sus informes.

Entre los funcionarios del régimen enemigo, se hallan aquellos con los que se puede establecer contacto y a los que se puede sobornar para averiguar la situación de su país y descubrir cualquier plan que se trame contra ti, también pueden ser utilizados para crear desavenencias y desarmonía.

Page 2: Espiar en méxico, un día de campo

En consecuencia, nadie en las fuerzas armadas es tratado con tanta familiaridad como los espías, ni a nadie se le otorgan recompensas tan grandes como a ellos, ni hay asunto más secreto que el espionaje.

Si no se trata bien a los espías, pueden convertirse en renegados y trabajar para el enemigo.

No se pueden utilizar a los espías sin sagacidad y conocimiento; no puede uno servirse de espías sin humanidad y justicia, no se puede obtener la verdad de los espías sin sutileza. Ciertamente, es un asunto muy delicado. Los espías son útiles en todas partes.

Cada asunto requiere un conocimiento previo.

Si algún asunto de espionaje es divulgado antes de que el espía haya informado, éste y el que lo haya divulgado deben eliminarse.

Siempre que quieras atacar a un ejército, asediar una ciudad o atacar a una persona, has de conocer previamente la identidad de los generales que la defienden, de sus aliados, sus visitantes, sus centinelas y de sus criados; así pues, haz que tus espías averigüen todo sobre ellos.

Siempre que vayas a atacar y a combatir, debes conocer primero los talentos de los servidores del enemigo, y así puedes enfrentarte a ellos según sus capacidades.

Debes buscar a agentes enemigos que hayan venido a espiarte, sobornarlos e inducirlos a pasarse a tu lado, para poder utilizarlos como agentes dobles. Con la información obtenida de esta manera, puedes encontrar espías nativos y espías internos para contratarlos. Con la información obtenida de éstos, puedes fabricar información falsa sirviéndote de espías liquidables. Con la información así obtenida, puedes hacer que los espías flotantes actúen según los planes previstos.

Page 3: Espiar en méxico, un día de campo

Es esencial para un gobernante conocer las cinco clases de espionaje, y este conocimiento depende de los agentes dobles; así pues, éstos deben ser bien tratados.

Así, sólo un gobernante brillante o un general sabio que pueda utilizar a los más inteligentes para el espionaje, puede estar seguro de la victoria. El espionaje es esencial para las operaciones militares, y los ejércitos dependen de él para llevar a cabo sus acciones.

No será ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo, y conocer la situación del enemigo no es posible sin el espionaje”. Sun Tzu.

mail:[email protected] Raymundo Riva Palacio

Espiar en México, un día de campo

By Raymundo Riva Palacio Junio 17, 2013    1:27 am

El espionaje que realiza un gobierno sobre sus gobernados, siempre ha sido motivo de conflicto. En los regímenes autoritarios no hay forma de enfrentarlo, pero en los sistemas abiertos, los espacios para combatirlo son amplios y sólidos. Pero para que este sistema funcione y sirva de contención al gobierno, la sociedad tiene que actuar como anticuerpo. Hay países maduros donde la sociedad presiona a los medios -sus voceros- para que la defiendan de lo que consideran abusos, y hay otros casos –como el mexicano- donde la sociedad presiona a los medios para mantener privilegios. En las primeras se avanza; en las segundas, gana el status quo y el reacomodo.

Page 4: Espiar en méxico, un día de campo

 Durante las dos últimas semanas se desató un escándalo mundial por el programa de vigilancia electrónica de las telecomunicaciones del gobierno de Estados Unidos, donde a través de cuatro programas para telefonía e internet, minaron millones de datos de personas que podían tener vínculos con el terrorismo, y colateralmente se metieron a ver sus registros personales y su relación con un número incalculable de usuarios. El espionaje no ha escalado hacia un conflicto que ponga en peligro la presidencia de Barack Obama porque está dentro de la ley. Puede no gustarle a muchos, pero el marco jurídico le da el espacio a Obama para sobrevivir. Lo que no impide es la discusión sobre la invasión de privacidad, que viola las garantías individuales, que es uno de los derechos fundamentales de las personas. En una sociedad abierta, como por ejemplo la inglesa, cuando proliferó la instalación de las cámaras de vigilancia en las calles de Londres se dio una intensa discusión pública sobre si esas cámaras no violaban la privacidad de las personas, aun si fuera en una vía pública. Aunque el argumento fue derrotado, el mero hecho de haberlo puesto a discusión reflejó a una sociedad en permanente defensa de sus derechos, que obliga a crear consensos sobre acciones que, como en ese caso, beneficiarían a la propia sociedad sin conculcar sus derechos fundamentales. Una sociedad inmadura, como la mexicana, ha llegado al extremo de justificar los espionajes telefónicos como un mecanismo de rendición de cuentas políticas. Grupos interesados en dañar a sus adversarios han gozado de puertas abiertas en los medios de comunicación que, sin cuestionar procedencia y motivaciones, difunden acríticamente los contenidos. Estos grupos cuentan con la ayuda de la propia clase política, que se monta en el espionaje para denostar rivales. En ningún caso se pregunta quién espió y mucho menos se investiga al autor o autores del delito. Se suele estigmatizar a quienes atrapan en sus chapucerías, irregularidades e incluso ilegalidades, pero al estar diseñada esa acción como un método que intenta acabar con políticos -algo que rara vez sucede- y no para que el sistema de justicia actúe contra quien violó la ley, su efecto es efímero y sin trascendencia real que beneficie a la sociedad. Esta práctica no es vieja en México, aunque el espionaje político ha sido un brazo de la política gubernamental desde finales de los años cuarenta del siglo XX, cuando se creó la Dirección Federal de Seguridad, precursora del Cisen. Durante la segunda parte del siglo pasado, su información se utilizó con fines de poder político, no como un método para ventilar extractos de expedientes o documentos falsos para dañar adversarios. El giro se dio en la primera década del año, con la llegada de los gobiernos panistas, donde no sólo se empezó a recurrir a ese tipo de acciones para perjudicar principalmente a priistas, sino que se toleró que grupos ajenos al gobierno en turno realizaran espionaje y lo difundieran. Permitir que el espionaje se convirtiera en un recurso de los políticos para ajustar cuentas, pervirtió la disciplina de la inteligencia que requiere un Estado para salvaguardar su seguridad interna y su seguridad nacional. Para la gran mayoría de los mexicanos, inteligencia

Page 5: Espiar en méxico, un día de campo

es sinónimo de espionaje, aunque sean muy distintas. Hoy en día, la inteligencia en México, admiten funcionarios, es deficiente, pero el espionaje es claramente boyante. La pregunta es por dónde quiere caminar el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Funcionarios estadunidenses han expresado preocupación porque en los primeros meses de la administración hubo un giro en las solicitudes de compra de equipo del Cisen a proveedores en esa nación. Según explicaron, dejaron a un lado la adquisición de equipos de inteligencia para intensificar la compra de equipos de intrusión y disrupción telefónica, que está más asociado con el espionaje. Como este es un tema que entra en la categoría de la seguridad nacional, no es algo que fácilmente se pueda abrir a los medios. Pero el Congreso es otra cosa. Ahí es donde se debe y se puede pedir al Cisen información sobre lo que está comprando y el porqué de ese cambio de orientación. Las primeras señales de hacia dónde vamos no son luminosas y tendríamos que saber de alguna manera, como sociedad, qué pasos está siguiendo nuestro gobierno, para saber con mayor claridad, que nos espera en el sexenio.