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  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    1/17

    ESQUENAZI, Jean-Pierre (2014), Un abordaje cultural de Ia imagen ,

    en Gardies,

    Rene

    (comp.), Comprender e/ cine

    y

    las imagenes

    Buenos Aires: Ia marca editora (pp. 155-187).

    I . ~ u e

    es

    ver?

    7

    Un abordaje cultural

    de

    a imagen

    La primera carga a machete 1969) es un fi lm en blanco y negro, de ima-

    gen rayada, de ritrno a

    menudo

    irregular; algunos fotogramas parecen faltar,

    mientras que otros esran arruinados. El film narra una revuelta campesina

    en

    Ia

    Cu

    ba de comienzos del siglo:

    durante

    un momenro se cree estar

    en

    pre-

    sencia de

    un

    documenro extraordinario: una de las primeras camaras habda

    sido utilizada para registrar una rebelion procedenre de orro riempo. Pro-

    gresivamente comprendemos que el cineasta, Manuel Gomez, dio a su peli-

    cula todas las apariencias de una bobina analoga a aquella utilizada por los

    hermanos Lumiere, con el objeto de hacernos creer

    en

    Ia autenticidad de su

    narraci6n.

    136

    Orro

    cineasta, Peter Watkins,

    rea 1i

    z6 varios films para narrarnos

    aconrecimienros hisroricos reales como Ia batalla de CuJloden

    ent

    re escoce-

    ses e ingleses) o imaginarios

    {Ia

    explosion de

    una bomba

    atomica en suelo

    ingles, La bomba 966) utilizando rodos los recursos del film documental:

    enrrevistas, reporrajes, etcetera, son empleados para presentar los films

    como

    magazines rodados por

    Ia

    relevision.

    137

    Una vez mas,

    Ia

    reconstiruci6n fieri-

    cia

    es

    modelada gracias a las tecnicas que atribui

    mos

    a los documentales:

    Ia

    ambiguedad que se desprende

    de

    esro solo

    es

    levanrada en

    Ia

    medida

    en

    que

    poseemos los conocimie

    nr

    os hisroricos necesarios.

    Estos dos ejemplos nos muestran que

    Ia

    comprension

    de

    las caracreristi-

    cas esrilisticas

    de

    un film no nos da

    ninguna

    cerreza en

    cuanto al

    esraruro de

    esre ul

    ri

    mo:

    La primeracarga a machete

    o

    Culloden

    1967)

    se parecen a

    docu

    -

    menrales y sin embargo son ficciones. A

    Ia

    inversa, numerosos documenrales

    incluyen escenas compuesras a Ia manera de

    Ia

    ficcion. De una forma mas

    general, no falran las anecdoras que describen una situacion de ambigi.iedad a

    proposiro de una imagen. Por ejemplo, sabemos que muchos de los primeros

    136 La

    primertl carga a machete

    1969, Manuel Gomez.

    I37

    Cuilorkn

    1965,

    y

    La bomba 1966, Peter Wa

    tk

    ins.

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    2/17

    I •I•

    I

    111/fll 1 t

    I

    I l/1

    espccradorcs de: Ia

    l l l f i t l

    dt i\LIIll'l

    \'d,llll

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    l'\ ll l ll.tdtt1

    1111.1

    ''''·Htll

    I' '

    nog

    rafica,

    y

    no

    una ob

    ra de artc.

    'x

    El

    pinwr tU \o

    l

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    tlldtttsl

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    .tl

    ' 'It

    1 11.

    1

    a

    su

    caller

    una

    noche

    de 1909,

    no lograba idcntiliL Ir 11110 dl'

    \I

    I\

    l ' ' l ' 'm

    , 1111

    dros que supuescamenre represenraban un claro, an tcs de tom pt l' lldlt l j l l l lu

    estaba mirando aJ

    reYeS,

    lo que Jc clio la idea de pintar sin (jlll'IL'I

    IL

    'Jll l\l'll( ,ll

    cualquier cosa (esta historia, mas legcndaria que verdadc ra, cs wmidt·t.ad.a

    como uno de los punros de partida de la abstracci6n en pimura).

    Nuestra epoca es Ia del desarrollo de Ia imagen. Esta invadi6 nucstra vid .l

    cocidiana

    yen

    ella desempefi.a

    un

    enorm

    e papel,

    en

    formas variadas:

    Ia

    in1.1

    gen puede ser cinematogd.fica, focografica, pintada, relevisiva, digital. Adt·

    mas, el termino no d

    es

    igna solamente a objetos: cada w::z tiene mas tendenci.l

    a volverse sin6nimo de representaci6n. Se habla de Ia imagen de un polftico

    o de aquella de una marca, designando de esca manera su figura publica, cl

    modo en que apareccn en el espacio social. Es posiblc

    que

    el sinroma mas

    significacivo de esta presencia masiva de Ia imagen

    en

    nuestra sociedad resida

    en nuesrra tendencia a lamar con esta palabra a cierto ripo de objeros que,

    despucs

    de

    rodo, Lambien

    estin

    hec

    hos de

    signos verbales, graficos o sonoros,

    como

    CD-ROMS o

    Ia

    informacion tclevisada.

    UN

    UESTION DE DEFINI ION

    Para analizar

    el

    papel cultural

    de

    las imagenes en nuestra sociedad,

    e incluso si uno

    se limita

    a l

    os

    objetos que son imagenes, es por

    lo

    tanto

    preferible especificar

    cada

    vez

    de que

    modelo

    de

    imagenes

    se

    habla. Por

    ejemplo, se debera distinguir el desnudo fotografico del juego televisa

    do, el co-ROM pict6rico del cine hollywoodense: la s diferencias entre est os

    grandes generos de imagenes son enormes, y resulta dificil de creer que

    una afirmaci6n valida para uno de elias pueda serlo para los otros. Pero

    hay que

    se

    r mas precisos. Por ejemplo, el desnudo fotografico

    es

    una

    practica compleja que obedece a 16gicas distintas: el desnudo artistico

    se

    inserta

    en

    Ia

    tradici6n pict6rica

    de

    Ia

    celebraci6n

    de

    Ia

    belleza femenina;

    pero el desnudo er6tico Ia mayoria de las veces

    esta

    vinculado con prac

    ticas comerciales que apuntan a atraer al cliente mascul

    ino.

    Por eso, no

    ~ s t

    con oponer los diferentes generos de imagenes, todavia hay que

    asociar a estos

    ul

    timos con usos especificos, cuyo Iugar en el espacio

    social se

    debe

    comprender.

    138 Edouard Maner, Olympia 1863.

    I d

    ( o 1

    1 1 0

    lu

    Jllll

    . 1 ' ' l ' ' olua , d tl-amino de im.lgt'll

    M.:

    ha

    vudto

    inten

    polist'lllito: tlllli tl'

    .1 ob

    jcto > a vcccs concrcros, a vcces abstractos,

    1

    11\'tl\

    \

    OJlOI'lL'S

    lCCll iCOS SOn dispareS

    Y que

    nO SOlO COmprenden la imagen.

    l'nt ~ · s o LUando sc quiere decir algo a proposito

    de

    'Ia imagen',

    uno

    debe

    .lntdirsc .1 aclarar los objeros a los que se

    apuma,

    si

    nose

    quierc ser inmedia

    l.llllCIILC rcfurado

    por

    una muestra particular de imagen.

    Uno de los filosofos mas

    impor

    tances del siglo

    XX

    hizo

    de

    esa comproba-

    1 11 > n uno de sus ten1as preferidos: Ludwig Witrgensrein esraba fascinado por

    d hecho

    de que

    ,

    cuando

    miramos algo,

    nu

    estra vision siempre esra

    oriemada

    1

    1or

    nuestra interpretacion.

    139

    Wittgenstein estaba partic

    ularment

    e inreresa

    do en una imagen que le pareda muy demostrativa. Representa o un pato o

    un conejo; el enigma viene del hecho de que, una vcz que se ha vista el pato,

    ,, partir de ese momcnto se vuelve imposiblc ver el conejo,

    y

    redprocamente:

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    3/17

    I

    •II

    1/

    1

    1

    I I ~

    I

    t/

    /11 )

    /.It

    /111/

    II I

    2. Proccso

    de Ia

    intcrprctad(m

    2.1

    La imag

    en y su

    co

    ntcxto

    Las

    pr

    opiedades

    especificas

    de

    Ia

    imagen son por si

    solas impotentes

    para decirnos

    como interpretar

    esa imagen.

    Las

    observacion

    es

    pre

    cedem es

    condujl·mn

    .r .11lrt11

    tir una

    idea a

    primera

    vista extraiia: las caraucdstil.t \ pr n

    pias de Ia imagen, sus formas, relaciones

    de

    colo r, c tlCll l.t,

    son po r si solas i

    mpotences

    para d ecirn

    os

    co mo in tcrpt'l'l,\1

    esa imagen. P

    ara

    comprend

    er

    el arte contempod.neo nc

    cesitamos

    conocer

    algo de su h

    istoria

    y

    de

    sus

    renden

    cias

    ab

    stractas

    . Para

    comp

    render

    que

    Gomez

    qu iso

    imitar

    un

    documento cinematografico d e com ienzos del si

    glo

    xx debemos saber a q u ~

    se parece este tipo de documento.

    INTERPRETAC ION Y SABER

    La interpretaci6n de

    una

    imagen, por lo tanto, depende de un

    sabe

    r

    posefdo por aquel que Ia interpreta. Esta idea nos resulta familiar cuando

    se

    trata de decodificar un texto escrito

    en

    una lengua extranjera, sobre

    todo cuando no con

    oce

    mos esta lengua. De Ia misma manera , cada di

    ferente

    genera

    de

    imagen

    esta

    ligado a un conjunto

    de

    presupos

    iciones

    cuyo conocimiento por el

    espectador

    le permite

    una

    interpretacion corr

    ec

    ta

    . Por otro lado, las

    imagenes

    tie nen Ia

    flex

    ibilidad de pe rm itir varias in

    terpretaciones:

    lo

    que torna justamente dudosa

    Ia

    idea

    de

    que existe

    una

    sola

    interpretacion

    de Ia

    que

    pueda

    decirse que

    es 'c

    orrecta ' o 'justa', con

    exclusi6n del resto. Otro filosofo

    de Ia

    imagen,

    Georges

    Didi

    -H

    uberman,

    pretendio

    que cuando

    uno

    se

    acerca

    lo

    sufici

    ente de Ia

    Anunciaci6n  fres

    co de Fra Angelico, se olvida por complete

    su

    tema y uno se siente

    fasc

    i-

    nado como por

    una

    obra abstracta.

    140

    De

    ma

    nera mas precisa, puede concebirse

    Ia

    interpretacion de

    Ia

    ima-

    1

    gen

    como una relacion entre, por un lado, proposiciones que contiene y,

    por el otro, Ia intencion

    de

    interpret

    ac

    ion

    de

    un espectador. Este

    ulti

    mo

    selecciona en Ia imagen los elementos que le permiten verla 'como' quiere

    verla; esto

    supone

    por supuesto que esos elementos pueden desempenar

    el papel que

    ese

    espect

    ador

    quiere hacerles desempenar. Es en esto

    do

    n

    de hay 'relacion ' entre Ia imagen y su

    espectador

    .

    I40 Geo r

    ges

    Didi-Huberman, Devant / image, Paris, Edirions de Minuic, 1990.

    I

    •'I

    l J J•l c

    I 11111u

    .1, I wlu•

    Uno de lm ckrru: rnos decisivos

    de

    esra relacion es el papel que atribuye

    el

    n pcu ador al auwr de

    Ia

    imagen.

    Por

    ejempl

    o,

    si el considera que el au or de

    La

    f l lllll l fl carga

    a machete

    es un testigo

    de

    los aconrec

    im

    ienros que constiruyen el

    tcrna del film, esre espectador otorga al

    mismo

    tiempo un

    estatuto documental

    .tl film. En

    cambio,

    si imagina que este autor se inspir6 en hechos reales para

    realizar una reconstituci6n hist6rica, piensa el film como una ficcion.

    En consecuencia

    ,

    pueden 'de

    t

    ermi

    narse regimenes difer

    entes

    de

    interpre-

    tacion de Ia imagen

    en

    funci6n de l

    os

    tipos de estatuto atribuido al auror'.

    En

    csta perspectiva pueden d isringuirse varias figuras espedficas asociadas a d is

    tintos

    mo

    dos de enunciaci6n de Ia significacion. Observemos, sin sorpresa,

    que esros

    no

    son caracrerlsticos

    de

    l

    os proc

    esos

    de

    Ia imagen: Ia enunciaci6n

    narra

    tiva, por ejemplo, obedece a las mismas eyes ge

    ner

    ales, ya

    se

    a oral,

    escritural o

    gra

    fica.

    Primera figura, ya evocada, b del

    'tesL

    igo' .

    Ro

    ger

    Odin mo

    srrc> c.laramen-

    te q ue u

    na

    condi

    cion

    necesaria p ara que

    una ima

    gen sea intcrpn·t;lda como

    describiendo una

    situaci6n

    de Ia

    rea lidad (sc

    h,rbl.r n t o n

    c c ~

    dl

    ·

    r q ~ i m e

    ' in -

    dicia '

    de

    Ia

    imagen

    ) es que su

    auwr

    sea tomp rt·ml ido Ulrtlll

    1111.1

    pe

    rson

    a

    real

    qu

    e ruvo u n

    co

    n

    tacto

    dire

    cto

    lO

    ll c'

    ta t

    l'•

    tlid.td.

    111

    l .t rt.ll t

    ttdltta de

    este

    c

    ontacto define

    el credito

    qu

    e se lc podd Ulllll 'dl'l' .tl.t oht ,l lll\'lll ttl rada;

    por

    ejemplo, un especrador del

    docum

    emal

    de

    Rolw

    rt

    l·LIIH 11 ) Mt el esqui-

    mal (1922) no

    aceptara

    el valor inforrnacivo dd ltlrtr r rtH 1111

    qtu

    pre nse que

    el au

    to

    r

    co

    mp

    artio

    el modo

    de

    vi

    da de las

    pobl:tl iorw'

    '' II''''Ldt

    1

    u

    La

    seg

    unda

    de

    esras figuras es Ia del

    'na

    rrador'. I m rd .

    11

    11' 111

    tH

      l a veces

    narradores explicitos,

    como

    Las aventuras de Shrrlol k /loll/In

    11 11

    1 das por

    el doctor Watson. Este ultimo es

    el

    sustitulO del Yl'H I.tdttll 1111111 Conan

    Do yle. Los relatos que roman las tecnologfas de

    Ia

    itn.t(.\l' ll t il t i l l ton men

    or

    frecuencia narradores explfciros que tambien son per O il.tjl'\, N

    11

    obstante,

    debemos suponer que hay 'alguien'

    perfectamenr

    c int roduddo t

    ll

    l'l mundo

    en

    el

    que

    se

    ubica

    el rel

    ato

    qu

    e

    nos

    hace ver

    lo

    que

    ocurrc.

    1

    1

    rt.trrador

    de

    La guerra e

    las

    galaxias no

    es George Lucas, producto r d e Lt " t tl' y realiza

    dor del pr imer episod ic, sino su representante ficticio, siempll' prt·senre allf

    do nde ocurre algo en el mundo de Ia

    guerra

    de las ga laxias.

    111

    141 Roger Odin, "Film d o c u m e n r ~ r e lecrure documemarisame", en J. C l.y.tnl, R.

    Odin

    (di r.), Cinbruts

    et

    realitb,

    Sa

    im-Ecienne,

    C

     EREC

    ,

    1994, PP·

    263-278.

    I42

    Roberr Flaherry,

    Nanuk

    e/ esquimal,

    1922.

    143 George Lucas, La guerra de Lts

    galaxias

    , l

    977

    .

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    4/17

     

    Un pcr/>O

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    5/17

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    nencra y

    los u.sos nm

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    11

    11111111111

    1

     

    11

    go de Ia

    acrualidad; por

    lomcnos,

    de

    esta m.tiH'I.Il'' l

    Oll

    to ptcH

    t•dt•n

    111

    w,

    1

    ;

    1

    ,

    conremporaneos .

    En

    la medida en

    que

    qucrcmo1> panit.ip.

    11 1

    11

    1

    1

    vrd.

    1

    r.d,

    debemos

    comenzar por

    reconocer las cosrumbres inrerp rc tativa

    d

    1111

    1

    ,

    11

    1

    s ~ c i e d a d

    .. lo d e m a ~ , es lo que h

    aremos

    al

    desarrollar

    los cjcm plm

    dl·

    lc

    1

    ,

    parrafos

    s1gwentes: las mrerpretaciones

    que

    propondremos son

    a q u c l l a dt·

    l.•

    mayor parte de

    los publicos involucrados.

    2.4 l regimen

    indicial

    e a imagen

    ' .Fu

    er

    a

    del. e ~ i m e ~

    'del rel

    ato,

    esrudiado en Otra parte,

    un primer gran

    : e g r . ~ e n

    de

    sig.mficacwn de

    las imagenes

    es por

    lo

    tanto

    e1

    de

    Ia imagen

    r n d r

    c ~ a l ,

    es decJr, de una

    ~ a g e

    cuyo

    lazo con Ia

    realidad

    es

    direcro

    y que

    consmuye una

    represenrac1on exacra o

    jusra de una parte de lo

    real.

    Insisra

    mos una

    vez

    mas,

    se rr

    ara de un regim

    en de

    interpretacion

    , vale decir,

    de

    una pcrspectiva escogida

    por el

    especrador en funci6n de indicaciones

    que

    sc

    cncue

    ntran

    a

    la

    vez en y fuera de Ia i

    magen.

    Como v

    im

    os l n ~ c o n d c i 6 n fundamental para que una imagen

    sea

    in-

    terpretada

    esta

    .

    ~ n c r a

    ataiie a a

    uror

    de

    la imagen: debemos estimar que

    aqu:l

    a qu1

    en

    arnbwmos

    responsabilidad de su fabricaci6n fu

    e primero

    r ~ s u g o ~ campo

    de la realrdad

    de

    que

    se

    rrara.

    Evi denremenre, hay muchas ma neras de ser

    un

    tesrigo. Vamos a enume-

    rar algunas.

    a)

    N o s o t r ~ s :

    que frecuentamos los supermercados y esramos h

    ab

    iruados a

    las series televrsrvas, sabemos

    que

    un simple sistema

    de

    vigilancia auroma

    ri

    ca

    puede

    ~ a c e r ~ v e ~ e s de tcsrigo: L ~ n a

    imagen registrada de csra mancra

    pue

    de

    servtr de

    ~ n d r

    para cualqurer po lida. La fndole maquinal y p

    or

    lo

    tanto impare1al, .o

    bj

    etiva,

    Ia

    camara represenra una garanrfa del valor

    de

    ver

    dad de Ia

    tmagen:

    a s ~

    las maquinas foromat6n son emple

    c1a

    . . . a s para

    g ~ r ~ n o z ~ u

    .nuescras

    r d e ~

    e s .

    Esra sistematicidad rambien puede ser

    vlVIda

    dtfiCtlmenre: las camaras colocadas en

    el

    coraz6n

    de

    las ciudades son

    capaces de

    capta

    r comporcamicnros privados

    que no

    deberian involucrar a

    sus usuarios.

    b)

    ~ b i o Ia t ~ l e v i s i 6 n

    no vacila ya

    en

    mostrar imagenes romadas

    poe testJgos tnvolunranos,

    cuyo

    camino rropieza

    con

    crfmenes

    0

    incidences

    graves. Asi, Ia filmaci6n porun aficiona

    do de

    Ia

    go

    lpiza de Rodney King dio

    Ia

    vuelta al

    mundo,

    revelando las pricricas brurales y racistas

    de

    Ia policia

    IIIII

    It

    I

    lilt

    I h til

    l

    11111 j, 111.11111

    lk.

    lloll.l

    lklt

    n llllllllll

    ll

    l.t

    'I' p.

    11.1tl11jl• 11111

    Ill • l1111d.o II .llll

    l'

    tHiLid.t(

    l.

    le

    o\

    ll (1U

    I111tll

    l cJo

    rnt

    o

    rpr

    otacl6n

    una perspective

    escogida por

    el espectador

    l l l l l

    11

    m .

    11

    ll\ llll1lbr6 a una fo r

    ma

    particular

    de

    o

    ·

    portajc

    don1k

    t

    ll

    n tllltonio csta asociado

    a

    una muestra. Por

    t•jc:rnplo,

    si

    c a n iluscrar la suerte actual

    de

    las enfermeras,

    I

    d

    c

    1

    en

    funci6n de

    os perio istas escogen a

    una

    enrermera particu

    ar

    para

    rcpresenrar al conjunto

    de Ia

    profesi6n. Los periodistas

    dan

    testimonio de los problemas

    con

    los

    que

    se

    da

    de bru ces es

    ra

    enfermera, los cuales supuescamenre expresan los de codas

    la

    s enfermeras.

    indicaciones

    a Ia

    vez en y

    fuera

    de

    Ia imagen.

    d)

    Una

    paradoja

    de Ia

    television ataiie a algunas imagenes cuya difusi6n

    es

    infiniramenre repetida.

    La de Ia

    explosion

    de

    la lanzadera espacial

    norteam

    er

    i

    ca

    na, lade las win

    owers

    que se d

    er

    rumban, a fuena de pasar

    una y otra vez en rodos los canales, parecen separarse del aconrecimienro

    que

    testimonian. Las invade un proceso de irrealizaci6n,

    que

    hace

    de

    elias

    no

    tanto indicios

    de Ia

    realidad como lconos

    de

    La

    televisualidad informariva.

    e)

    Es

    sin

    duda

    por

    el

    l

    ado de

    los documentalistas fot6grafos y cineasras

    que

    se encuenrran las

    ma

    s interesanres reflcxioncs sobrc el rol del tescigo

    por Ia

    imagen. Algunos

    de

    ellos se vieron en situaciones

    que

    los obligaron

    a invenrar su comportamienro. Garranger, joven recluta del contingence

    frances, fue obligado

    por

    orden

    de

    las aucoridades mi

    li

    tares a focografiar

    mujeres argelinas sin

    su

    velo ni su consenr

    imi

    enro.

    El

    conjunro de rerra

    to

    s

    que hoy conservamos expresa todavfa su revuelta. El fot6grafo supo adaptar

    su act

    itud

    y converrirse

    en un

    testigo que sus jefes

    no

    esperaba.n .

    f) Jean Rouch, primero em6logo, miliz6

    un

    mcwdo muy cerca.no al de su

    disciplina

    de

    origen cuand o se convirci6 en cineasta. Utilizando

    el

    pro

    cedc1

    de Ia observaci6n participante, Rouch hacia

    de

    su cimara uno de los actores del

    fi

    lm y obtenfa

    asf

    una actitud perfeccamente natural

    de

    sus personajes.

    S11

    obra manifiesta a

    las

    mil marav

    ill

    as

    Ia.

    complicidad obtenida.

    g)

    Mas cerca de nosotros,

    el

    cineasta Raymond Depardo n puso a punw

    un

    merodo inverso

    de

    no-inrervenci6n. Colocando su

    dmara

    en gr

    aiHb

    in

    sc

    icuciones (hospital,

    co m

    isaria), esperaba

    que

    ocurriera algo y enrontl

    empezaba a filmar.

    sf

    logr6 hac

    er que

    la

    s personas

    qu

    e ib

    an

    a las

    ur

    gc

    nti

    .l\

    o a

    Ia

    oficina de los inspecrores olvidaran su presencia. Su

    natu

    ralidad d.t

    testimonio

    de

    esce olvido.

    Como vemos, lo

    s

    autores encarnan de maneras muy

    variadas l.t ltl\fll 1

    del tcsr igo . Por

    eso,

    sus imigenes dese mpeiian roles muy diversos en

    1 1 1 1 1

    1

    relaci6n con

    Ia realidad. El

    regimen ic6nico, como vamos

    a comprol

    wl .

    .

    ''

    es menos var iado.

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    6/17

    2.5

    l re

     im

    en k n ico tic l a

    m

    u

     

    u

    El

    ejemplo de las

    cimar

    as nos lo h.t m

    mt

    t.cdo, I.e \I I

    ll

    " 11111

    del

    'tesrigo

    ' puede ser s

    implific

    ada al extrem e. Nu m:a ocu

    r ' to

    111 11 1,, d, I

    '

    traducror',

    que

    siempre

    requiere un

    dispo

    sitive s

    im b

    6

    1i c.:

    o

    wm p

    k·Jo.

    l'oc

    ejemplo Peter Watkins

    necesita

    conocer el pr oceso d el repon

    ajc

    n todos ' " '

    detalles el objero de dar

    una imagen parec

    id

    a de

    Cl ,

    c uanu o fin

    gc l.'l l t l t'

    vistar

    a

    combatientes de

    la

    baralla de Culloden par

    a qu e s u

    fi lm

    se ,,

    un

    reportaje

    del teled

    i

    ar

    i

    o. Ye

    s

    preci

    se

    que

    lo

    s

    espe

    c

    rador

    es sep

    an

    lo

    q ue cs

    - el relediario;

    - un film de ficci6n;

    - la batalla

    de

    Culloden;

    para

    apreciar Ia ob ra en su jusro valor.

    Esto explica por que Ia pintura dej6 de ser un

    arte

    popular cuando dej6 dt•

    ser figurariva. Cuando los cuadros se c

    ompladan

    en representar

    la

    realidad,

    siempre era posible mirar la tela de manera indicial y al

    pincer

    como un restigo

    amable y sutil: Ia

    im

    agen encomraba su valor en el hecho

    de

    esrar lo mas cerca

    po sible

    de

    lo rea l. Pero pa ra apreciar

    un

    cuadro

    figurative en

    un

    modo ic6ni

    co, hay que considerar

    que no

    ha ce sino asemejarse a

    La

    realidad en funcion

    d e

    cierta

    l ~ y

    de

    semejanza,

    la que

    constitu

    ye Ia

    interpretacion prop uesta

    por

    el

    pintor.

    Por ejemplo, un cuadro impresionista,

    en

    este sentido, no vale sino

    a

    travcs de su 'rraduccion'

    de

    efectos luminosos. La pintura absrracta excluy6 Ia

    posibilidad

    de una

    interpretacion indicial (salvo si Ia tela es considerada como

    el indice

    de los mareriales

    que

    utiliza): al obli

    gar

    a los especradores a encont rar

    interpretaciones iconicas

    de

    los cuadros, engendro modelos de rraducci6n a

    menudo

    diffciles y

    oscuros

    ,

    que desorienraron

    al publico.

     

    t e p r e t a c i n iconica,

    por

    lo tanto, supone

    una

    forma de compli

     

    real

    o supuesta con el auror-traductor, fundada

    en

    Ia comprens i

    on

    c o m u   u n ~ a n a l ~ g i a

    o- de

    una simil

    i

    tud. La compre

    nsion

    iconica de

    Ia

    imagen, porque nose refiere directameme ala

    realidad

    sino mas

    bien

    a

    una

    ley

    de

    interpretacion

    de

    la

    re

    alidad, arestigua

    una

    forma cultural:

    ella

    nos

    remire a

    universes

    espedficos que

    nos invita

    a recorrer, en busca

    de otras

    seme

    anzas.

    a)

    Nuestro primer ejemplo se referira a una situaci6n

    de

    Ia vida cotidjana:

    cuando

    un

    am igo saca de su cartera

    las

    fotograffas de sus hijos o de su rnujer,

    rodos sabemos

    que debemos

    decir "jOh, que monada ", o bien

    "jOh

    , que bo

    nita ", cualesquiera que sean nuestras irnpresiones efectivas. Es decir, que

    dt fll IIIII > 1

    1111

    . 11\ 1 1111 l l l l l l I tl 11111

    11

    d 1 f f

    1111

    11 lt l t

    d1

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    t I I Il l

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    ' 1

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    11 I  '' 11 1 ln

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    111

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    .

    1111 111

    o

    ff1111J. Il l , , Il l l i t

    I I I . I II L I\IlO\ditl

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    llillll .1

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    , 0 , .1 de Ia metH.. ibn de eMa an.tlogL q11 •

    1

    11

    1111

    h.11111" ,, 'H>) •l

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    lll

    l'lOdo particular. El primer trabaju del .

    tl

    un tnu

    t O II \1 \

    I I '

    1 111

    111111

    111 111

    11 1

    ' " c·u1H:ibn como una imagen pare

    ci

    da de Ia n

    11.11

    1

    11

    dpo } 1n 1r.

    11l111

    It

    to rrectameme los sfmbolos.

    L) La

    scrie no rreamericana DintlStfll n o ~ di1c Ia sot

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    7/17

    I ( (I

    I

    / 11

    IIIII II

    t l c .

    ~ l . I R y h t l l l \

    J l O d t l l d l l lllllf '•lh l• l 1 t //lpll topto lllollll\1

    sitadas por U r i ~ t l ~ un.•gin.  ,

    .1v1du,

    d• 1. ulo , l l t t l t tol l l , l l t l lht 1

    y bella. El autor preLCnd a

    a ~ i LOill

    t:llt ,ll l l n l .lllll•t .1 lm ldtm lo1111mm dt• l.t

    hisroria del cine, hoy considerad os como mo11ut1H 1ttm tclttw  ) .lll.ll..toui

    cos.

      50

    Potemkin es como un museo, una escritu

    ra

    m.ucm.

    il i

    t. l co

    mo

      un

    razonamiento, los trazos pict6ricos de Hartung son como  gcsros: se lo pucdt·

    co mprobar, Ia imaginaci6n de los fabricames de imagenes parece ilimitac.la.

    llos

    logran prolongar Ia maxima wingensteiniana tan lejos como

    es

    posiblc.

    Hacer ver como aparece como un precepro mora  explfcito, a traves del cual

    Ia imagen nos iovita ave r de otra manera.

    3. Las practicas culturales

    Clasificar los

    Ahora

    vamos a examinar las imagenes, no a partir del

    cuadros sociales

    en

    tipo de regimen significanre en cuesrion, sino en funcion de

    seis grandes tipos los cuadros sociales en que se inscriben. Yo propongo clasi-

    representa

    t

    ivos

    fi

    car

    esos

    cuadros en seis grandes ripos represenrativos de las

    de las pract

    icas

    culturales.

    pracci

    cas

    culturales en los

    qu

    e Ia imagen aparece

    como

    un

    elemenro importanre. Como veremos, cada uno de ellos

    es

    definido

    por

    una forma part icular de relacion social no solo con Ia imagen

    sino ma

    s generalmenre

    con

    la

    com

    u

    nidad

    .

    - La primera agrupa las practicas

    artf

    sticas , herederas

    de

    una gran

    tra-

    dicion y a menudo pensadas como auronomas frenre a otras accividades cul

    rurales.

    - Res

    ul

    ra facil oponerle las pracricas de los aficionados , q ue a menudo

    son pr

    es

    enradas

    como

    su

    imagen

    in verrida.

    -E n Ia accualidad se hace mucho caso de los usos de Ia imagen

    con

    fines

    de diversion : las grandes industrias del cine, de la televi

    sion

    ode os uegos de

    video saben

    proponer

    productos que

    tienen

    vasros publicos.

    - La imagen es

    ig

    ualmenre

    ut

    il izada con fines directam enre 'comercia les':

    la publicidad es un ejemplo evidenre de esto.

    - Es

    impos

    i ble

    dejar

    en

    el

    rintero

    que

    Ia

    ima

    gen desempefi.a

    un

    papel

    muy impo.rtame en el sistema de la informacion: este empleo

    'informativo'

    orientara nuestra quinta serie de ejemplos.

    -

    Por

    ultimo , nos interesaremos en la

    vocaci6n

    crudita' de Ia im agen:

    cada vez mas, e

    ll

    a es empleada en conrextos cientificos.

    150 Z bigniew Rybczynski Steps I 985.

    J

    II

    UN J[ Ml

    1

    10

    Antes de sumergirnos en Ia exploracion de cada una de estas familias

    a traves de una muestra de prckticas contemporaneas, y porque resulta

    dif

    ic

    il captar Ia interaccion entre nuestras propias maneras de vi : ir y nues

    tras practicas especificas, me gustaria describir un ejemplo ·mas antiguo

    que mostrara hasta que punto Ia emergencia de Ia imagen

    ;sta

    ligada a

    estos contextos culturales.

    Cuando uno se inclina sobre Ia historia del film documental, no pue

    de de ar de sentirse impactado por el hecho de que os grandes per·odos de

    produccion coinciden siempre con un cuestionamiento profundo de una

    sociedad sobre su propia definicion. Los esfuerzos de Dziga Vertov y de

    sus colaboradores para constituir Ia actualidad de Ia Union Sovieftca ape

    nas nacida en los aiios 20, los del equipo reunido alrededor de John

    Grierson en Ia sse para documentar el estado de lnglaterra tras Ia terrible

    crisis de 1929 o los de los canadienses franceses de Ia Office National

    du Film (Michel Brault, Claude Jutra, Pierre Perrault) para explicar y justi

    ficar Ia existencia de una identidad francofona en el Canada de los

    aiios

    60 estan todos vinculados con una situacion de

    cr

    isis en el seno de su

    propia sociedad. Y

    no

    es para nada sorprendente que Vertov trate de

    inventar una nueva manera de mirar (un cineojo ) para presentar Ia nue

    va sociedad; que Grierson se muestre a tal punto didactico y preciso en

    su exploraci6n de Ia sociedad britimica; o que los cineastas canadienses

    privilegien personajes y situaciones ancladas e n practicas herederas

    de

    costumbres y lenguajes de origen frances.

    Podrian multiplicarse los ejemplos en este sentido: las epocas mas

    ricas del documental siempre surgen bajo Ia presion de acontecimien

    tos sociales de importancia (aunque otras condiciones, tecnicas, profe

    sionales, institucionales, etcetera, tambien deban ser observadas). Estos

    acontecimientos dan a los productores su fuerza y su determinacion y

    suministran a los films sus primeros publicos. Por lo tanto, a menudo es

    imprudente querer captar Ia logica de esta produccion sin i

    nt

    errogar las

    condiciones sociales que dieron significaciones y valores a los mismos

    objetos, en este caso los fi lms.

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    8/17

    3 1 a imagen

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    9/17

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    I ll I

    II

    I

    L NOCION DE TRANSGRESION EN E l ARTE

    En su libro

    Le Triple u de 'art contemporain,

    51

    Nathalie He1nich dosc1 1bo

    de manera muy precisa el funcionamiento actual del mundo de Ia pintura. Lo

    idea directriz puede ser resumida en Ia noci6n de transgresi6n: todo artista

    verdadero debe mostrar que es capaz de pasar por alto las maneras norma

    les de proceder. Por ejemplo, utilizando materiales extravagantes, exponien

    do sin tr

    ?J.nsform

    arlas mucho materias consideradas teas

    o

    sucias, insertando

    en

    arquitecturas clasicas objetos que cambian

    su

    ordenamiento, como lo hizo

    Daniel Buren con sus columnas instaladas en

    el

    jardin del Palais-Royal. Los

    artistas deben hacer Ia prueba de que son capaces de adaptarse a lo que el

    autor llama un 'imperative de singularidad': sus obras deben establecer su

    poder

    de

    intervenci6n y de originalidad respecto de las costumbres comunes.

    En consecuencia, las obras no tienen otras referencias que elias mis

    mas,

    Y

    ni Ia historia del arte ni Ia realidad constituyen puntos de referenda

    suficientes para aprehenderlas. Por eso, el primer resultado de esta

    16gica

    del arte contemporaneo es apartar al

    'g

    ran publico', a menudo desarmado

    ante sus· 16gicas singulares. Hasta los conocedores de Ia tradici6n del

    arte se pierden, lo que acarrea reacciones de reprobaci6n y

    de

    rechazo.

    En cierto modo, insiste Nathalie Heinich, es el vigor de estos rechazos

    lo que mide Ia 'calidad' de las obras: puesto que estas son definidas por

    su

    volun fd

    transgresiva, Ia condena publica constituye su garantia. Las

    obras deben comenzar por ser rechazadas para luego volverse famosas.

    El

    mundo del arte contemporaneo, por consiguiente, se establece en

    el murmullo de una reprobaci6n popular; luego interviene un mundo de

    expertos, de galeristas, de funcionarios encargados de proveer a los mu

    seos de arte contemporaneo, de

    marchands

    que deben establecer las

    reputaciones, los precios y los valores. Los artistas, por su parte, deben

    aplicarse en justificar sus respectivos procederes y en mostrar como Ia

    transgresi6n que expresan sus obras

    es

    importante y significante en el

    marco social contemporaneo. Andy Warhol daba el ejemplo desde co

    mienzos de los afios '60 al presentar como 'obra' un conjunto de litogra

    fias que copiaban una fotografia de Marilyn Monroe; queria mostrar el

    peso de las imagenes de las estrellas en nuestra sociedad.

    151 Nathalie Heinid1,

    Triple de l'ar t conlt mporain,

    Paris, Editions de Minui[, 1998.

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    l11 .I Mitll"

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    llll'lll.Hogl.tfito.

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    durante

    los anos '50

    por

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    u1lt·1

    y dcc

    idid

    os.

    Sc

    rrataba de los j6venes redactores de

    11;

    1 rcvista rcci

    cnrc

    Hamada

    Les Cahiers du Cinema.

    Se

    llamaban

    r a n ~ o

    '

    lruflam,

    Jean-Luc

    Godard,

    Claude

    Chabrol, Er

    ic Rohmer, Jacques

    Ri

    vet te,

    lo Llnico

    que

    les inrer

    esa

    ba era el cine y

    se

    pasaban el tiempo

    en

    a

    Cinemare-

    u

    para ver

    una

    y otra vez

    lo

    s films

    que

    rebuscaba su director H enr i

    Langlois

    .

    b cierro que

    no

    eran los

    primeros en

    considerar

    que

    el cine es esencialmente

    un

    arte: a

    partir

    de

    1910,

    cr i

    ticos

    como

    Ricciotto Canudo

    y luego

    un

    poco

    m:is tarde Louis

    Dellu

    c o Jean Epstein defendieron con ralemo y

    cierto

    exito

    csta idea. No obstante, tanto para el publ i co como para Ia

    mayoda

    de los

    productores y realizadores,

    el

    c

    in

    e era p

    rim

    ero y sobre rodo

    una

    industria del

    cntretenimiemo.

    Pero el asalto organizado por Tru iT.1ut y sus u'Hnpliccs t'l,l 1 Ia

    Vt ' /

    m;h

    riguroso y m:is coherence que los de los dt•ft' II\OI ' dt•l ,(opli111o 1 111 lfiH

    lm

    precedieron. Fue baur izado por t.u

    np

    t'tliH'' 11111111 11 'pull l l• .l dt l11• .1111u

    res' y consisti6 en

    la

    afirmaci6n dt· lllll' t'X i\1 f.111

    d11'

    'If"' de lrl111 upu lin • 11

    que una personalidad sobrcsnlicn l t' h.tld.t

    ,,,t.ld"

    I ' ' '

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    1

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    1111

    d

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    os producidos en cl anoni111.

    11

    o th

    l u ' ' tudu

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    11lrl

    dan

    de manera esencial, y cualcsqlnt'l,l

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    1111o

    d• I,

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    orros colaboradores del fi

    lm

    , cl p1oyn to ,

    clt.th '

    lo I''''" lu lu l t l 1111

    ve

    rd

    adero artista. El principal dcsign1o

    de

    lu

    , •

    11111

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    d l11 (

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    11 ( I

    nema, por lo

    tanto,

    era

    reconoccr a CM>S 1 111111•

    '11

    11 I l l '" '

    I

    1111lt 111 I

    arte del cine: entre ellos,

    Alfred l l i tchto,

    lt

    I'

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    "L

    111

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    11

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    uno

    de cuyos

    films

    de f

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    Esta estraregia

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    ampliameme

    comp.t11 HL

    III11t•

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    luego

    porque

    lo

    s anilisis de los reda

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    zadores de Ia

    Nouvelle

    Vague, a

    bri cm11 1

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    ,,,lltllu•

    '

    tltl 1

    profunda

    de los Elms; y

    por

    ultim

    o,

    ponllll' lm ' ' I l l

    polirica

    de los aurores

    pu

    s

    ieron la

    s

    m a n o ~

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    l.1 1111

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    111

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    obruvieron

    exito y

    estima. Este ex

    ito sc m .t ll rf l

    '\1

    11 .1. I I I I I

    It

    Ill

    invenci6n de

    una ca

    tegor

    fa

    de

    salas

    de cine ll.

    1111.ttl.

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    :

    se

    sabe

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    11

    so lame

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    e se tiene

    acceso

    a

    los films comc

    rt i.tln I

    1 1111 r II

    culrura c

    in

    ematografica - Ia c

    in

    efilia-

    fund.1d.1 1

    11

    1111

    films y de autores fuc orro de sus efecro

    s:

    h.rltl.t

    .1

    nera en Buenos

    Ai

    r

    es,

    en Nueva

    York

    , en l(,kio 11 • I

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    10/17

      72 Ci11nprencler ei cine y las imdgenes

    afios '60. La

    poll

    ica de los aurores, sin embargo, cs un esque

    ma

    exigente

    y

    ambiguo:

    no

    siempre

    es sencillo

    decidir

    si un film es un film de auror o no;

    ademas,

    algunos

    films de realizadores r econoc

    ido

    s a veces son mediocres. Y

    sobre todo Ia barrera establecida entre el verdadero cine y el cine comercial

    remire a una parte

    muy

    grande de los aficionados al dcsden de los verdaderos

    especialisras.

    Los conocimie

    ntos

    y los amores

    del cine se

    complej izan,

    construyendo

    culturas

    cinematograficas

    ineditas.

    Hoy en dia,

    Ia

    culrura

    cinefila es vigorosa y a la vez esra

    en crisis.

    Sigue animando

    los

    debat

    es de los especialisras

    de

    c

    ine, pero

    en Ia tonalidad de Ia 'muerte del c

    ine

    ' : los

    grandes

    a

    utor

    es esrarian

    muerto

    s o cansados, o

    im p

    edidos de realizar

    sus films porIa

    nu

    eva

    edad

    de oro del capita ismo financie-

    ro. A

    las salas de arre y cnsayo les cuesta el

    mayor

    rrabajo

    sob revivir, amenazadas

    en

    parti

    cular

    por

    los

    multiplex,

    su

    comod

    idad y sus a

    bono

    s.

    Ap

    a

    recen

    otras

    culruras

    del

    cine

    o

    ya

    nose

    oc

    ultan:

    films

    como

    El

    gran

    azul o

    La guerra de

    las

    gafaxias

    no son

    solam

    ente gran

    des exiros comerciales, sino que

    ponen de

    manifiesro gusros•

    cinematograficos

    de

    cienos publicos.

    Por eso, Ia division casi tradicional

    entre

    cine

    comercial

    y film de auror se

    fragiliza. Algunos 'aurores' se

    consideran

    a sf mismos

    como

    perreneciemes al

    campo del c

    in

    e comercial.

    Y

    los publicos no ven inconveniemes en mezdar

    Ia

    frecuemaci6n

    de ambas especies de cines.

    Los

    conocimientos y los

    amores

    del cine se complejizan, construyendo culruras cinematograficas

    incditas

    . La

    cuesti6n de saber si estas n uevas cinefilias consagran un

    arre

    verdadero o bien

    un succda neo de arre, o aquella de saber siesta Ulti

    ma

    cuesti6n es realmente

    importanr

    e no esd. zanjada, en verdad . .

    3.2 La

    imagen de

    los aficionados

    Las encuesras sobre las Prdcticas cufturafes de los

    Jrrmce

    sl's,

    1

    llevada' .t

    cabo

    regularmeme desde los afios

    '70

    por el Minisrerio de C ultura, llHil'\ll,lll

    que

    los acrores soc iales encuemran cada vez mayor imcrcs en

    l.t

    l'rl'l ll l'lll.tl lllll

    de los clubes o asociaciones

    que promue

    ven los esparc imi entm udiiJJ.dl

    ' '· \ i

    bien

    muy

    pocos franceses

    van

    al r

    eatro

    (mcnos

    de

    I 0

    11

    o). po1 l J<

    utpl"

    mucho mas numerosos

    los

    qu

    e parric

    ip

    a n e n Ia

    wnfn

    l io11 d1· ~ ' ~

    t.

    lt t dm

    propuestos en fiestas diversas. En cl

    ;\

    mhi to d1·

    l.t

    '"'·'

    g'"·

    l.t

    · ' ' ' '

    J HIId ttl

    I iJ. I .1 111.h U IIC' III t': ( l ll vll' l ll11111 hll, I ro / ,.tll•fllfl cultwrllro ,{,, ' ' ' 1/1 1171•il II Iii

    1

    l'.u 1 • 11 .....u. •••ul

    ,, , . 1

    ~ ' '

    Un abordaje culturaL de Ia imagen

    1

    73

    financiera

    de

    recnologfas refinadas

    permite

    a casi

    todo

    el mundo filrmu

    lm

    desempefios

    de

    los chicos

    en

    los

    terrenos

    de

    deporte,

    Ia fiesta

    de Ia cscud.t

    o

    Ia reunion

    familiar

    en

    Navidad.

    Hasra

    los

    pimores

    aficionados resi

    stc

    n,

    y

    s

    o11

    numerosas Las exposiciones por motivos festivos y locales.

    Se

    pueden encarar

    esras practicas

    de do

    s

    maneras

    bastante

    i ~ t i l l t . l \

    '

    J,

    puede

    examinar globalmente y co

    nsiderar su funci6n en

    el

    cquililuto

    ' •

    I d

    pero

    rambien

    se puede encarar el rol que desempefian en un m.11t l11ntl tn

    L

    intimo, buscar

    el

    semido que adopran

    para los

    acto

    res

    soc

    iak·s

    Ill\ ' '

    1t.l"

    Los

    dos

    ejemplos

    que

    vamos a

    proponer muesrran c6mo

    t ad.t

    1111

    .1d, • t • d .h

    perspectivas

    puede dar cuenta

    del fen6meno. Obscrww 1pu l.1 Itt

    'I

     ·

    11 .I,

    aficionados es

    Ia mayo

    ria

    de

    las veces indicia , como si p.11, lm ,11 11111 \ ' tl1 -

    primero se trarara

    de

    dar

    testimonio de

    ell

    os

    m ~ 1 1 1 m } d1 ., ," 111""",

    ,J, \

    11l1

    A comienzos de Los afios

    '60,

    Pierre Bourdit·

    tt

    inu 1 1 1111.1 ' ' '' '

    11

    ..1,,, d

    uso

    de

    Ia forografla en nuesrra sociedad.

    1

    H

    AIH

    ll lllljll tul•.• q111 I '

    ,J

    lltllllt•

    porque Ia forogra6a es una recnica realista y s1·m ill.t,, 11 .u l111  1 d, 1111.1 IIIIIJIIII •• t

    dad dclica, susceptible

    de

    recog

    er Ia

    rilll;tlid.td dt·l .t

    vt

    d 1, " 'I '

    '' 111 1 lllljll l\11

    como

    un instrumenro

    de inregracion r.muli.u I

    1 1

    11 td.td ,J, lutow tlw cs

    ante

    todo una necesidad de focograna s d,· l. Jll'IJIIl'

    ll

    ,l \ lt'll IHllll.ts que

    ritman

    Ia vida de familia. Se realiza en

    cl

    seno d

    llll.II'St lllllliJ.I sotial

    panicular

    , Ia de Ia

    familia ampliada. La constituci6n de

    1111

    l.unpo de lo f()[ografiablc, dcfinido por

    SUS objetOS particulares (Ia parcja, los nifJOS, CLCCtCra) y SUestetica (pose frontal,

    decorado simb6lico, etcetera), rcsulta

    de

    csto. Por eso el album de familia re-

    presema 'Ia verdad del recuerdo social' . Por supuesto,

    no hay que

    esperar de las

    practicas forograficas familiares

    ninguna

    originalidad: por el conrrario , las ima-

    genes

    deben

    obedecer a los estereotipos sociales

    que

    atafien

    ala

    represenraci

    6n.

    Como

    Ia

    practica

    de

    Ia foro

    de

    familia se generaliz6 en las clases

    po-

    pulares, se

    conv

    irti6 en

    una

    suerte

    de modelo de lo

    que

    no

    hay

    que hacer

    para las clases mas elevadas

    de

    Ia

    poblaci6n.

    Estas, al

    tiempo que rambien

    practicaban

    Ia foro

    de

    familia, trararon

    de ennoblecer Ia

    pracrica forografica.

    l

    ccn

    icameme,

    dos

    caminos eran posibles. El

    primero

    consistia en tomar el

    lc.:nguaje del

    arrey en definir

    Ia forograffa respecto

    de

    Ia

    pintura;

    y el

    segundo

    l'll cm pl

    ear

    el realismo forografico en

    otro contexto

    que el

    determinado

    por

    l'

    l111ar

    co

    f.1mi

    liar. El ca

    mino

    presrigioso del arte

    y

    el del didactismo

    pudieron

    \t'l Jlii

    i '\J(}\

    cl

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    11/17

    inciUS

    en

    las

    claSCS

    mas clcvadas de l l pohl.tdc lll , l.t jll h lh I llll \ ih

    llllllll

    consiste igualmenre

    en

    forografiar nin os y

    u n l s

    lllltdiltt ,, l.t tl

    l.t

    cion con esta practica, mas distanciada

    0

    mas ironica.

    Podrla aii.adirse

    al

    esrudio de Bourdieu que, con ayuda de

    Ia

    cvolucion dl·

    las costumbres, aparecen nuevos objeros forograficos: Ia pareja y sus amorc\,

    forografiada Ia mayoria de las veces

    por

    su elemento masculino, se han con

    vertido por ejemplo en la acrualidad en otra modalidad del conformismo fo

    rografico. El caso es

    que

    la idea general que hace

    de una

    practica de aficiona

    do

    Ia

    expresion de

    un

    deseo

    de

    adaptarse

    -dirin

    uno

    s-

    ode

    participar

    -diran

    los otros- en los modelos

    co

    lectivos, sigue siendo

    una

    fuenre

    de

    reflexion.

    Roger

    Odin, por

    su parte,

    se

    interes6 en un objeto

    muy

    cercano a Ia foto

    graffa familiar, el film de familia.

      54

    Su primer centro de interes fue el propio

    objero, sus desordenes y sus irregularidades. Todos aquellos que hicieron

    Ia

    experiencia de una proyecci6n lo saben: un film de familia es incomprensible

    para todas las personas exterior

    es

    a la familia. Por lo tanto, es Ia corresponden

    cia estrecha ent re un film y

    un

    publico lo que suscit6la atcnci6n del autor.

    Como lo muestra Roger Odin, lo que sostiene Ia proyeccion de un film

    de familia

    es

    ante rodo Ia memoria familiar. El recuerdo del acontecimiemo

    que conservan los miembros de Ia familia, el tejido de anecdotas con que

    pueden acompaiiar Ia proyecci6n, da sustancia y materia a las rorpes image

    nes. Ademas, los recuerdos de las precedences proyecciones, comprendidas

    como evocaciones cole

    ct

    ivas, acompanan las proyecciones siguient

    es

    y con

    tribuyen a recomponer los recuerdos de familia. En cierro

    modo,

    el film de

    familia finalmente evoca Ia memoria familiar en su

    conjunto

    y

    por

    lo ramo

    rodos los arreglos sucesivos que sosrienen  a

    Ia

    misma familia.

    El caso

    es

    evidentemenre singular, puesro que aquf el publico precede a

    Ia

    fabricaci6n del objeto: el film de familia

    no

    existe sino porque hay familias.

    No

    obstante, nos hace ver con nuesrros propios ojos hasra que punto toda

    definicion de un producto culrural ode una

    obra

    de arre debe estar asociada

    al publico para

    el

    cual esta definicion es significativa. Estc cjemplo muestra

    que

    el hecho de que un a practicasea ampliamence compartida por un grupo

    Lo que sostiene

    Ia proyecci6n de

    un film de familia

    es ante todo Ia

    memoria familiar.

    no significa

    que

    carezca

    de

    significaci6n: para cada familia,

    los films realizados en casamienros bautismos, vacaciones,

    etcetera, pueden ser huellas vivas de Ia vida familiar y des

    empeti.ar un papel importance en

    el

    apego

    que

    los

    miem

    bros del grupo tienen unos

    por

    orros.

    154 Roger

    Odin

    (cd.  , e Film de fomille  Par(s, Meridiens Klincksieck, 1995.

    1

    2

    a imagen

    e

    los aficionados

    Otro ambito de imagen que posee sus temas preferenciales y su estetica:

    una de las pequenas ceremonias que ritman Ia vida de familia (imagen 1);

    - sonrisa, mirada frontal y encuadre inclinado para dos j6venes enamorados

    (imagen 2).

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    12/17

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    3.3

    Las

    n c ~

    de

    cnlrctc:nlmlt•ucu

    En nuesrra rradici6n crisriana y occiden tal,

    Ia

    diversic'>n r.u .r vu frrl , or t

    siderada favorablemenre. Es inuril evocar aquf a Pascal o a Rom\ndres, BFt, 1987.

    . ., J

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  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    13/17

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    I II II ol l

    sentido).

    3 3 2

    Elpublico como comunidad de debate

    No obstante, ocurre que algunos productos culturales cncucmran pt'rhliul\

    que

    se los toman en serio; estos publicos integran esos productos en d c b a t l · ~ qu l

    los araiien dircctamente, y los utilizan en argumenraciones gravese

    r n p o n t n t c ~

    Asf, Ia historiadoraJanct Staiger se intereso en

    e1

    debate

    que

    suscit6 allcu

    de el Arl:intico

    el

    film El silencio de los inocentes.

    6

    Es sabido hasta

    que pun

    o en los Estados Unidos Ia cuestion de las identi

    Jades sexuales es apremiante; noes imposible

    que un

    film origine una discu

    si6n a cste respccro. Sin embargo,

    un

    film dest inado al gran publico

    no

    es en

    principio una intervencion en

    un

    debate cultural. Para

    que

    sea considerado

    como ral es preciso, como lo

    muc

    stra Staiger, que sc cumplan dos

    cond

    icio

    nes. L _p rimera concierne al conrc>.:to

    de

    recepcion: este debe ser part s:u

      ~ n ~ sensible a Ia cuestion

    que

    sc va a po lemizar. La segunda atane al

    mismo film,

    que

    debe permitir el desarrollo de inrcrpretacioncs confl.ictivas.

    En

    este caso, ciertas alusiones

    muy

    discretas a

    una

    posible homosexualidad

    del terrible

    doctor

    Lecter llevar

    on

    a Ia

    comunidad

    gay

    aver

    el film

    como que

    promovfa

    Ia

    idea

    de que un monstruo

    canibal solo puede ser homosexual. En

    consecuencia, csra atac6

    el

    film y tambien a su herofna representada por

    Jody

    Foster,

    que

    defendfa el film, a la

    que

    se atribuia

    una

    feminidad fuerte y casi

    masculina. De inm

    cdiaro, algunos movimientos feministas defendicron a

    Ia

    acrriz y a su personaje, y Ia po lemica sigui6 su marcha ..

    Esta hisroria nos muesrra corno los producros del imaginario estan dispues

    tos a fundirse sobre Ia realidad y a participaren Ia discusion sobre su definicion,

    si sc encuenrran suficienres personas que se sienren tocadas e involucradas.

    3 3 3

    El

    p1l.blico como

    comunidad

    e

    fans

    A veces, rambien, un film o una serie televisiva son literalmeme adoptados

    por

    una comunidad particular, que hace de este film ode esta serie el emblema

    de su idcmidad en el espacio social. Todo ocurre como si este produc

    to llegara en el momento

    oportuno

    para ofrecer al grupo no solo una

    156 J:mcr Staiger,

    Perverse

    Spectators

    Nueva

    York,

    Nueva

    York Univcrsiry Press,

    2000.

    II

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    i ;toria cultural

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    de

    los publicos

    1m .

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    11

    1

    ,

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    1

    1

    " 11 1 \II part icular. El grupo

    de las imagenes

    consagradas a Ia

    recreaci6n todavia

    esta por escribirse.

    11

    u

    bu1.c.1

    t.utlll

    .1 u111l

    romacion con otros grupos, co-

    1110

    en d caso Jc

    las

    com unidades de debates, sino una coa

    gulacion de sus propias fuerzas. Las

    com

    unidades de fans ex-

    11,1cn de la obra involucradaun

    con unto

    de signos coherenres

    pcro indescifrables para todos aquellos

    que no

    forman parte

    de Ia

    comunidad.

    La

    historia cultural de los publicos de las im:igenes consagradas a la re

    creacion rodavia est:i

    por

    escribirse. Sin Iugar a dudas, ella nos reserva muchas

    sorpresas agradables, si se acepta considerarla sin prejuicios.

    A

    PROPOSITO DE LOS FILMS DE UL

    TO

    Dos soci61ogos norteamericanos se interesaron en

    el

    extrano desti

    no de films como La noche de los muertos vivos o Rocky Horror Picture

    Show.\51 Estos films , producidos de manera dificultosa, sin dinero, sin un

    mercado previsible, a menudo sin un verdadero proyecto de distribuci6n,

    al

    fin

    y al cabo resultaron negocios extremadamente provechosos y sobre

    todo especies de totems para comunidades de publico a veces reducidas

    pero activas. En

    cada

    caso,

    lo

    aleatorio parece presidir Ia producci6n: en

    cuentros inesperados, errores o desventuras que se convierten en golpes

    felices

    de

    Ia suerte, parecen presidir su realizaci6n. El promotor del film

    es

    un hombre a menudo aislado pero portador de una cultura vivaz,

    Ia

    del

    film fantastico

    en

    el caso de Georges Romero, realizador de

    La noche de

    los muertos vivos 

    o

    Ia

    de l travestismo homosexual

    en

    el de los fabrican-

    tes del Rocky Horror Picture Show.

    Los dos

    films

    salen confidencialmente y no encuentran ningun exito

    ante

    Ia

    critica

    0

    incluso ante el publico. Salvo que en una

    sa

    la primero ais

    lada, un pequeno grupo repara en

    el film

    , cr

    ea

    el 'boca a boca', transfor

    ma las proyecciones en ceremonias reservadas a iniciados y termina por

    convertirl

    as en

    acontecimientos cu

    lt

    urales,

    de

    los que luego

    se

    hace eco

    Ia prensa: asf, van disfrazados a las representaciones del Rocky Horror

    Picture how  interpretan las canciones del

    film

    al

    mismo tiempo que los

    actores;

    en

    suma, Ia proyecci6n es una ocasi6n para hacer fiesta. La re

    putaci6n del film se propaga entonces rapidamente: pareceri a convertirse

    157 Jim Hoberman

    y

    Jonaman Rosenbaum, Midnight Movies Nueva York, Da Capo Press,

    1991.

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    14/17

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    facilidad a traves de una g on pwtu tlul plwutlh

    3.4

    a imagen comerdal

    desarrollo _Ia prensa de gran tiraje y bajo precio en Ia segunda p.trtl

    del s•glo XIX fue rap•damente acompafiado porIa comunicaci6n publicitaria:

    casi en seguida se trat6 de completar financierameme los ingresos sacados

    de

    Ia

    vema

    de los diarios reservando lugares a las empresas

    que

    deseaban

    dar

    a

    c o n o ~ e sus

    ~ r o d u c t o s .

    Por

    otra

    parte, los progresos ra.pidos de Ia impresi6n

    r : r ~ m e r o n

    tncorporar a los diarios Ia imagen

    dibu

    jada y luego fotogra.fica:

    rap1damenre se desarrollo un uso comercial de la imagen. En el

    campo

    de

    Ia

    forografla, este ultimo resulto incluso dominante: casi todos los grandes

    non:bres

    de Ia

    fotografia vivieron de

    Ia

    publicidad y

    de

    las ganancias que

    suscJta. Algunos, como Jean-Loup Sieff o Helmut Newton, no vacilaron en

    exponer imagenes primero fabricadas para

    Ia

    publicidad: l

    es

    bast6 con ret irar

    las indicaciones de marca que acompafiaban su trabajo. En 1a actualidad,

    numerosos cineastas no vac

    il

    an en fabricar spots

    para

    1a publicidad. Desde

    el

    punta

    de

    vista

    de

    Ia produccion,

    por

    lo tanto,

    no

    hay

    un

    limite

    claro

    entre Ia imagen comercial

    y

    los orros tipos de imagenes. En cambia, estas

    se distinguen claramente

    cuando

    se considera su uso social: son anundadas

    como publicitarias y cl publico sabe

    que

    su objetivo confeso

    es

    hacer vender

    un

    ~ r o d ~ c ~ o

    particular. Por eso se las puede examinar primero en esta pers

    p e c n v ~ c m e m e comercial.

    Es

    Ia iconicidad de 1a imagen lo que explota

    mayontanamente

    Ia pub licidad:

    en

    ella, las propiedades de las imagenes pro

    puestas supuestamenre se asemejan a los productos propuestos.

    El trabajo de los publicitarios consiste

    en

    hacer coincidir

    un

    'objetivo'

    co

    n

    un

    'concepto' . El pr i

    mero

    esta determinado por las categorias sociales

    a las que se supone

    que

    llega el producto: estas no son definidas a craves de

    las clases s

    in

    o mas bien en

    func

    i

    on

    de

    tipos

    de

    comportam

    iento.

    El

    'b

    urgu

    es

    bohemia' relev6 asf al 'joven cuadro dinamico'. El concepto debe traducir las

    aspirac

    ion

    es del objetivo a partir

    de una

    codificaci

    on

    espedfica de Ia imagen.

    Recuerdese como los fil

    ms

    publicitarios para e1 chide Hollywood, destina

    dos a un publico joven y activo, terminaban con

    Ia

    imagen simb6

    li

    ca

    de una

    explosion de voluptuosi

    dad

    Hquida.

    obstante, si las imagenes publicitarias lograron formar una parte

    no

    desdenable de nuestro imaginario ic6nico,

    no

    fue gracias a sus cualidades

    IHI

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    rdinamic

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    en su

    com

    posicion

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    0

      pot imporrantes medios financieros puesros a su

    J

    1

    pmici6n.

    Sc wmtiwy6 una

    culrura publicitaria que supo encontrar un

    1111

    h li

    l0:

    las noches de la publicidad organizadas ~ o c o

    en

    todas pa_nes_

    lt.IIH.ia, 0 el exito duradero del programa de teleVISIOn ulture Publtcaczon

    ,

    011

    tcstimonios

    de

    la constancia de

    una

    vision en 'segundo grado' de

    Ia

    pu-

    hlllidad, que nose interesa ni en los calzados Eram ni e

    n d

    queso Boursin

    \

    no

    en

    los gags

    Eramo en

    Ia

    atmosfera Boursin.

    Desde

    este

    punro de

    vista,

    Ia

    publicidad participa en nuestra vida cultural proveyendole konos,

    es

    lbganes

    v slmbolos. Los reclamos de las feministas, que se quejan con justa razon del

    ;ol desagradable dejado a las mujeres en Ia imagen publicitaria, son en este

    scntido una suerte de homenaje a peso cultural de

    a

    publicidad.

    La

    cu tura publicitaria de la imagen no deja de influir en el conjunto de

    Ia

    producci6n: el clip de video, tambien compromet ido

    en

    una

    o g i c a _ c ~ m ~ r -

    cial (se rrata de hacer vender d iscos), aprovech6 adquisicion

    es

    publtctranas

    para ofrecer producros cuidadosamenre compuestos

    donde

    , por una

    vez,

    cl

    primer papel

    es

    dejado a la banda sonora. El mismo cine imegr6 las cstcricas

    publicirarias

    en

    ciertas producciones, aunquc primero sc lo n:prm ht > a ~ ~ n

    cineasta

    como

    Jean-Jacques Beinex cuand o

    rcaliz(>

    / i/JII

    en

    IIJH

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    Y

    y.t

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    :

    dl)o

    hasra

    que punto

    la hisroria de Ia forografla es t.\ ltgad;t .1

    Ia

    puhlit icl.1d . I "

    practicas comerciales de la imagen, por lo ramo,

    no

    p u c d ~ : n

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    rnlmtd. ·'

    una lisa y Ilana instrumemalizacion de tecnicas ardsti

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    15/17

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     .

    defendido

    por

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    en Ia

    definicion

  • 8/17/2019 ESQUENAZI%2c Jean-Pierre - Un Abordaje Cultural de La Imagen

    16/17

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    17/17

    I Ht.

    Las

    imagenes eruditas

    Etienne-Jules Marey,

    ombre desnudo en bicicleta

    hacia

    1890).

    La

    fotografia

    se

    inscribe

    en un

    proceder continuo

    de

    utilizaci6n de Ia imagen por

    Ia

    ciencia.

    Con su

    fusil

    fotografico,

    el fisi61ogo

    Marey puede descomponer el movimiento.

    Y nose rerminarfa nunca

    de enume

    rar los usos acruales

    de

    la imagen

    en

    el

    campo

    de

    Ia ciencia. La herramienra universal del fin del milenio, Ia

    compu-

    tadora, no existirfa sin Ia proyecci6n sobre

    una

    pantalla,

    que

    permite mezclar

    facilmenre sfmbolos e iconos. La imagen funcional medica aporta

    una

    ayuda

    decisiva

    en

    el ejercicio

    de Ia

    asistencia medica; y somos muchos los

    que

    nos

    extasiamos ante las imagenes proporcionadas

    por

    Ia

    ecografia

    de

    los fetos.

    Los arquitectos ya

    no

    trabajan sino con programas que les permiten dibujar

    los edificios

    que

    proyectan. La imagen digital

    de

    sintesis, antes

    de

    invadir la

    produccion cinematografica y

    una cant

    idad crecienre

    de

    profesiones, permi

    ti6 una experimenraci

    on que

    hubiera sido inconcebible sin ella.

    Las tecnologfas de la imagen desempefian un papel crecienre en nuestro

    conocimiemo de la realidad

    a

    permirirnos acceder a campos de la experien

    cia inaccesibles para nuesrros ojos humanos, asi como

    en

    nuesrra capacidad

    de

    razonamienro a craves de Ia modelizacion y Ia representacion de

    mundos

    o

    configuraciones notables. Desde este

    punro

    de vista, elias

    co

    nfirman las ideas

    de alguicn como Arheim, quien

    prededa

    Ia extension de su vocacion erudita.

    I n'' ''' ' w ttu I l / ;

    ' '''

    IH

    1. u n d u ~ U m

    E>tc.: breve recorrido

    no

    dejad LO IW C nc.:c.: rn os de Ia L

    ecci6n

    de metodo:

    nportancia

    de

    Ia imagen

    en todo

    s los campos de

    nu

    esrra

    es imposible

    t

    l t

    culwral. El arre, Ia familia, la recreacion,

    l

    comercio,

    decir algo

    de Ia

    producci6n y el

    uso

    1

    in lormacion,

    la

    ciencia, a su manera cada campo induce de las imagenes sin

    pdc

    ti

    cas de Ia imagen diversas y variadas, utilizando codas situar a estas en

    l.t

    s cecnologias ic6nicas disponibles, sin conr ar aquellas

    de Ia

    el

    contexto

    en que

    c :sc

    rirura y

    de

    Ia palabra,

    y

    produciendo objetos siernpre adquirieron sentid

    o.

    rc

    novados.

    En

    esta perspectiva, es un poco peligroso hacer

    pron6sticos. Sin embargo,

    vamo

    s a apostar

    que

    las

    im

    agenes seguiran sie ndo

    uno

    de nuesrros compafieros simbolicos privilegiados.

    Pero

    Ia

    leccion principal

    que

    podemos sacar

    de

    esto

    es una

    leccion

    de

    metodo. Es imposible decir algo

    de Ia

    produccion

    y el

    uso

    de

    las imagenes sin

    siruarlas

    en

    el contexto o los contextos, porque,

    en part

    icular desde el

    punto

    de

    vista

    de Ia

    interpretacion, estos pueden cambiar)

    en

    que adquirieron sen

    rido. Nuesrra propia cornprension depende

    de

    nuestros habiros,

    de

    nuesrros

    saberes,

    de

    las situaciones

    en

    las

    que

    nos encontramos:

    Ia

    investigacion

    no

    puede contentarse

    con

    los objetos que llamamos imagenes.

    Debe

    ser

    ampl

    ia

    da

    a las sociedades

    que

    las ernplean.

    t

    Puntos

    clave

    lntroducci6n de conjunto sob re los diversos tipos y generos de image

    nes como se efectua su interpretacion , como esta es inseparable de

    practicas culturales especificas.

    - el proceso de interpretacion de las

    ima

    genes;

    l os generos de imagenes;

    - sus modes de relacion

    con

    lo real y el espectador;

    -

    las

    reglas

    de

    los diversos publicos y las practicas culturales

    de

    Ia

    imagen: artistica, aficionada ..