TESIS DISEÑO DE UNA POLÍTICA PÚBLICA LOCAL, A TRAVÉS DEL ...
Esta es la tesis política del MAS por el SI
Click here to load reader
-
Upload
ahoradigital-info -
Category
News & Politics
-
view
346 -
download
2
Transcript of Esta es la tesis política del MAS por el SI
TESIS POLÍTICA DE LA CAMPAÑA POR EL SÍ
DIEZ AÑOS DE UN NUEVO MODELO DE ESTADO
1. GOBERNAR HASTA EL 2025 ES DAR CONTINUIDAD AL PROCESO DE CAMBIO 2005-2025
El referéndum del 21 de febrero de 2016 es para nosotros una batalla decisiva e histórica, que
precede a las elecciones generales de 2019. Al margen de triunfalismos, vamos a ganar este 21
de febrero y el binomio Evo-Álvaro participará en las elecciones de 2019, en una batalla
importante en la cual nos estamos jugando diez años de lucha contra el neoliberalismo y diez
años de construcción del Estado Plurinacional.
La Nueva Constitución del Estado Plurinacional rige desde 2009 y hoy todos los bolivianos y
bolivianas somos demócratas y defendemos nuestra ley porque es la ley de todos; pero la
Constitución no tuvo origen en una decisión pacífica que decidiera convocar a una
Constituyente. La Nueva Constitución no nació en un bufete americano contratado como
consultor ni en los pasillos del poder. La Nueva Constitución nació en medio de una lucha
encarnizada contra el neoliberalismo, nació de la entraña del pueblo y de sus justas
reivindicaciones, que eran de vida o muerte, como en el caso de las campesinas y campesinos
cocaleros, esos pobres que emigraron al Trópico para sobrevivir al hambre y a la relocalización,
y a quienes se quería erradicar para convertir el Chapare en un centro turístico para la clase
adinerada, pero rodeado por grandes empresas agrícolas transnacionales, ni siquiera
bolivianas; y a las seis federaciones de cocaleros y cocaleras hay que añadir a los trabajadores,
la clase obrera y sus organismos matrices, intelectuales progresistas y sectores importantes de
la clase media y el movimiento popular. En homenaje a ellos debemos decir que lo que no nos
mata nos hace más fuertes y hoy las campesinas y campesinos cocaleros son el núcleo duro del
partido de gobierno, a los cuales hay que sumar a todos los sectores que conforman el
movimiento popular.
La Nueva Constitución forjada en el movimiento popular es la más avanzada en conquistas
fundamentales que van de la democracia representativa, de la democracia pactada a la
democracia participativa y directa, porque es el pueblo el que toma decisiones mediante sus
dos instrumentos: las calles y las urnas electorales; es la más avanzada en consagrar derechos
colectivos como el acceso a los servicios básicos que antes se privatizaban, y de registrar
derechos colectivos de las mujeres.
Por estas razones, lo más importante para nosotros es la decisión del pueblo boliviano en las
urnas en el referéndum del 21 de febrero de 2016, para evitar la enajenación de las empresas
estatales, la entrega de los recursos naturales a las transnacionales y la defensa de las
conquistas sociales de la Nueva Constitución.
Si esto no es el pueblo, ¿el pueblo dónde está? Si esto no es democracia, ¿dónde está la
democracia?
2. LA CONSTITUCIÓN ES PRODUCTO DE LAS LUCHAS POPULARES
La Nueva Constitución no nació por capricho de la clase política; al contrario, ratificó sus
orígenes sociales producto de una correlación de fuerzas favorable al movimiento popular,
porque se dio en un terreno de conflicto permanente, en una crisis nacional general.
El neoliberalismo y su criatura, la democracia pactada, estrenaron su segundo mandato y
durante éste los éxitos aparentes de la capitalización se habían esfumado porque mostraron
las empresas del Estado desmanteladas, como ENFE, YPFB, ENDE y el LAB, que era el corazón
de Cochabamba y nuestra línea bandera, pero también con las propiedades de los fondos
complementarios abandonadas en todo el territorio, como lo fue el edificio del Cine y Hotel
Capitol, de propiedad del Magisterio, hoy en pleno uso pero muchos años con las puertas
cerradas. Incluso un derecho humano como es el agua fue privatizado y concedido a Aguas del
Tunari, en Cochabamba, y Aguas del Illimani, en La Paz, socios de la transnacional Bechtel, que
tenía también socios bolivianos; pero con él se entregaban todos los recursos acuíferos de esas
cuentas al capital transnacional.
La capitalización fue una confiscación del capital social de los fondos de los trabajadores
generado con el esfuerzo popular. Antes hubo 19 constituciones bolivianas y ninguna convocó
a una Constituyente ni menos utilizó ese mecanismo democrático de consulta popular que es
el referéndum, como lo haremos este 21 de febrero de 2016, el cual, por su efecto vinculante,
es una ordenanza radicalmente democrática de los electores a la clase política.
Toda sociedad se define por las luchas sociales. No vamos a olvidar la primera vez que se habló
de convocar a una Asamblea Constituyente luego de la Marcha por la Vida y el Territorio, que
protagonizaron los pueblos de tierras bajas en 1992; luego estalló la crisis del agua en
Cochabamba bajo el gobierno de Banzer y la guerra del gas bajo el gobierno de Sánchez de
Lozada, y lo que era una reivindicación parcial se convirtió en una reivindicación política: no
había medias tintas, había que tumbar al gobierno neoliberal, liquidar la democracia pactada y
consagrar una nueva visión de Estado Plurinacional en una Asamblea Constituyente.
Parece fácil decirlo, pero la lucha en las calles generó violencia de la policía y el ejército, y
resistencia del pueblo boliviano a la privatización del agua; y si sumamos la guerra del gas en El
Alto, vamos a tener un cuadro con un centenar de muertos, dos centenares de heridos y tres
gobiernos que el pueblo boliviano sacó del Palacio Quemado: el de Sánchez de Lozada, que
huyó en 2003; el de Carlos D. Mesa, que fue sancionado por su falta de firmeza con la Agenda
de Octubre, y el de Eduardo Rodríguez Veltzé, que buscó una salida institucional convocando a
las elecciones de 2005.
3. LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE NO NACIÓ POR GENERACIÓN ESPONTÁNEA
La Nueva Constitución nació contra la voluntad y los intereses de la Embajada americana y el
poder oligárquico económico y político. Nació en una Asamblea Constituyente popular y
soberana para implantar la justicia social en nuestro país y la revolución democrática y
cultural. Ganamos el gobierno con el binomio Evo-Álvaro, pero la lucha continuaba. La agenda
de octubre exigía una Asamblea Constituyente. Ya no era el tiempo de los partidos
tradicionales, que pasaron al basurero de la historia porque decían representar al pueblo
boliviano cuando en realidad se sirvieron de la democracia para imponernos el neoliberalismo,
el botín oficialista y el cuoteo de cargos en los tres poderes del Estado. Incluso connotados
izquierdistas decían que no era tiempo de una Constituyente, que primero se hicieran
reformas sociales y económicas y luego se buscara una nueva Constitución, pero la Asamblea
Constituyente se instaló en Sucre y eligió como Presidenta a Mama Silvia, la dirigente cocalera
Silvia Lazarte, contra la voluntad de 5 comités cívicos y empresas “capitalizadas”, que
desplazaron hacia Sucre a una cantidad enorme de asesores que sólo querían bombear la
Constituyente e impedir que de ella saliera cualquier texto constitucional.
4. CON LA CONSTITUCIÓN SE CONSAGRÓ NUESTRO MODELO DE ESTADO
PLURINACIONAL
Con la Constituyente, Bolivia vivió una coyuntura de lucha encarnizada. La oposición sacó a
relucir una demanda impracticable como era la capitalidad efectiva para Sucre, una ciudad
blanca y colonial que querían transformarla en sede del gobierno. La estrategia de la derecha
utilizó el sentimiento chuquisaqueño por una capitalidad efectiva confrontándolo con el
sentimiento de los movimientos sociales. Ellos trataron de engañar al valeroso pueblo
chuquisaqueño e instrumentalizarlo con osadía porque recurrieron al engaño, la mentira y la
impostura, sabiendo que la capitalidad efectiva no era técnicamente posible. Con ello querían
el fracaso de la Constituyente, en una zancadilla difícil para los movimientos sociales que
querían instaurar un Estado Plurinacional mediante una nueva Constitución, que fue aprobada
en Oruro con los sucesos de La Calancha y sancionada por el referéndum más votado por el
pueblo boliviano.
Entonces los asesores de la oposición, que habían desplegado sus artes en Sucre, proclamaron
a los cuatro vientos que la nueva Constitución no representaba a los bolivianos, que era una
Constitución del MAS, y que no nos obligaba como parte de un nuevo Estado y, por tanto, se
imponía el desacato. Afortunadamente hoy la nueva Constitución es de todos porque todos
somos demócratas, incluso quienes defendieron en el pasado a las dictaduras. Y, lo que parece
paradójico, es que los más conspicuos enemigos de la Constituyente defienden hoy la
Constitución de 2009.
5. EN UNA SOCIEDAD NO HAY PRINCIPIOS INAMOVIBLES PORQUE TODO ES PRODUCTO
DE LA CORRELACIÓN DE FUERZAS
La historia de la Asamblea Constituyente es la historia de una correlación de fuerzas favorable
al movimiento popular en su eterna lucha, coyuntura tras coyuntura, contra la oposición. A
partir de ella, ningún partido tradicional sobrevivió y sus líderes hoy descalificados hacen
esfuerzos por dar un rostro indígena originario campesino a sus propuestas. En la sociedad
todo es lucha económica, política, jurídica e ideológica, y cuando la crisis es general, sólo
puede haber una salida política que recompone el conjunto del Estado y la sociedad, como
ocurrió con la nueva Constitución, pero en realidad desde 2005.
La exportación de gas a Brasil y Argentina permitió retomar el control sobre ENTEL, YPFB, ENFE
y otras empresas “residuales” con la capitalización y crear otras como BOA, que hoy generan
recursos económicos para la inversión pública y el pago de los bonos de solidaridad. La
exploración de nuevos pozos nunca será suficiente, pero nos conmueve el apuro histórico del
binomio Evo-Álvaro, pues el tamaño del nuevo Estado y de la inversión pública nunca antes
había sido ni siquiera soñado por los gobiernos neoliberales. La oposición criticó que fuéramos
exportadores de recursos no renovables, como el gas, pero entonces el Estado Plurinacional
construyó dos grandes plantas separadoras de líquidos en Santa Cruz y el Gran Chaco tarijeño,
y una planta de urea y amoniaco en el Chapare para revolucionar la agricultura a partir del gas.
No solo eso, sino que la inversión pública permitió soñar con una Agenda 2025 muy ambiciosa,
que ya ha registrado éxitos reconocidos por organismos multinacionales como el Banco
Mundial, la Corporación Andina de Fomento y la Organización de Naciones Unidas, todos los
cuales destacan el crecimiento más importante y sostenido en América Latina, pues hace un
lustro que crecimos más del 5%, un modelo para toda Sudamérica. Una administración
prudente y democrática de la economía plural nos permite contar con un PIB que pasó de
9.000 a 34.000 millones de dólares de 2005 a 2014; con reservas internacionales que pasaron
de 1.700 a casi 15.000 millones de dólares en el mismo período y una inversión pública que
pasó de 600 a casi 7.000 millones de dólares de 2005 a 2014. Hoy vamos a exportar energía
eléctrica y si tenemos el dominio energético nos convertiremos en una potencia económica.
Tres son las claves de la Agenda 2025: las reservas internacionales, el PIB y la inversión pública,
con las cuales construimos nuevas carreteras, riego, el satélite Tupac Katari, la ensambladora
de computadoras Quipus, plantas separadoras de líquidos en Santa Cruz y en el Gran Chaco
tarijeño, red de energía eléctrica y energías solar y eólica. Con este programa de gobierno
encaramos el futuro del Estado Plurinacional con una enorme cantidad de megaobras y
megaproyectos que contiene la Agenda 2025.
Esto significa que la correlación de fuerzas favorable en plena lucha popular nos permite
construir el Estado que soñamos y que comenzó a hacerse realidad el 2005. Luego de diez años
de construcción, ¿qué es más importante, un nuevo Estado y una nueva economía o
someternos a las políticas de la Embajada americana y sus organismos internacionales como el
FMI y el Banco Mundial; permitir la desnacionalización de las empresas estatales y la entrega
de los recursos naturales a las transnacionales sólo por ser fieles a la letra muerta de la ley?
6. LAS LEGISLACIONES EN OTROS PAÍSES NO PROHIBEN LA REPOSTULACIÓN Y EL
RESULTADO SE VE EN LAS URNAS
Así como el Estado chileno es irracional en su apego a la letra muerta de la ley y el Tratado de
1904, así la oposición y sus defensores, hoy todos demócratas, defienden la Constitución que
antes menospreciaban y dicen que es inviolable, que no se la puede reformar ni siquiera para
postular por última vez al binomio Evo-Álvaro. Pero nosotros vamos a votar por el SÍ porque
queremos repostularlos. ¿Para qué? Para dar continuidad a la Agenda 2025.
En realidad, hay múltiples ejemplos de democracias que reformaron su constitución sin
siquiera debatir el problema. En los Estados Unidos, la primera enmienda se realizó en 1789,
es decir, 11 años después de la independencia firmada en 1776, y hoy tiene más de 30
enmiendas aprobadas y quizá algo menos no aprobadas. Es decir que los Estados Unidos no
necesitó convocar a Asamblea Constituyente para retocar su Constitución.
En México, el presidente Peña Nieto reformó partes sustanciales de la Constitución el año
2013 sin convocar a Constituyente, mucho menos a referéndum popular, como lo hacemos
nosotros para consultar al pueblo el 21 de febrero de 2016. La nueva Constitución boliviana
exigía una ley de convocatoria al referéndum y cumplimos ese trámite, y ahora estamos
empeñados en una campaña por el SÍ frente al NO.
En Alemania, Konrad Adenauer gobernó 14 años y Ángela Merkel está 10 años y puede
repostularse en 2017. En Francia, De Gaulle gobernó 10 años y 3 meses. En los Estados Unidos,
Franklin Delano Roosevelt fue Presidente durante 16 años y encaró la crisis mundial de 1929.
En España, Felipe González gobernó 14 años y en Bolivia, Andrés de Santa Cruz fue presidente
durante 9 años y 8 meses. Y a estos ejemplos debemos añadir los de El Salvador, Panamá,
Cuba, Venezuela y otros países que admiten en sus Constituciones la repostulación.
Juristas internacionales y un alto funcionario de la Organización de Naciones Unidas coinciden
en que no hay normativa en el mundo ni en el Derecho Internacional que limiten la
repostulación cuando hay un referéndum de por medio, que garantiza una gestión
democrática.
Por último, el pacto de unidad que firmaron 5 representantes del movimiento popular: la
Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Federación
Nacional Única de Mujeres Campesinas, Indígenas y Originarias, conocidas como Las
Bartolinas, el Consejo Nacional de Markas y Ayllus del Qollasuyo (CONAMAQ), la Central
Indígena del Oriente Boliviano (CIDOB) y las 6 Federaciones de Campesinos Cocaleros y
Cocaleras para impulsar la Asamblea Constituyente no tuvo como requisito un límite a la
repostulación del binomio Evo-Álvaro.
7. UNA MAYORÍA DE ALCALDÍAS PROMUEVE EL SÍ
Felizmente hay una inmensa mayoría de alcaldes y electores que harán campaña por el SÍ,
porque ven los intereses de sus ciudades: llevarse muy bien con el gobierno central y con el
Presidente para hacer lo mismo que La Paz, que es una ciudad maravilla, o Santa Cruz, una
capital moderna. ¿Qué sacarán los alcaldes que voten NO? ¿Los recordará la historia por su
oposición al gobierno constituido? ¿No será mejor atraer al Presidente al progreso de sus
respectivas ciudades?
8. DIGAMOS SÍ A LA SOBERANÍA Y NO A LA OLIGARQUÍA CHILENA
Siempre hemos hablado del Estado chileno, que es oligárquico desde su fundación, pero jamás
del valeroso pueblo chileno que apostó por el voto popular en las urnas y no por las armas
para tratar de construir el socialismo democrático desde la Presidencia de Salvador Allende.
Pero se enfrentó con el poder económico y político de la oligarquía chilena, que no reconoce el
problema indígena mapuche ni la reivindicación legítima de los bolivianos por recuperar
nuestra cualidad marítima.
Por eso insistimos en que apegarnos a la letra muerta de la ley es repetir la conducta de la
oligarquía y el Estado chilenos que juzgan inamovible el Tratado de 1904, cuando todo
depende de la correlación de fuerzas y todo está sujeto a la voluntad de los pueblos.
9. LA ALTERNANCIA DEMOCRÁTICA NO GARANTIZA LA CONTINUIDAD DEL PROCESO DE
CAMBIO
Nos preguntamos ¿está garantizado el cumplimiento de la Agenda 2025 con la alternancia
democrática en la conducción del Estado Plurinacional? ¿Si ganara la oposición, respetará la
inversión pública, el tamaño del Estado, el cumplimiento de la Agenda 2025? ¿Si el binomio
Evo-Álvaro no debe postularse en las elecciones de 2019, qué líder y qué modelo de la
oposición escogeríamos? ¿Tienen acaso un plan de gobierno, una propuesta alternativa, un
líder suyo?
Dar continuidad y solidez a la construcción de un nuevo país es cortar con la vieja sucesión de
golpes de Estado que no nos permitían construir. No tenemos el derecho de privar al pueblo
boliviano de este instrumento. Si el manejo honesto, prudente y acertado de un modelo de
Economía Plural nos permitió tener un PIB nunca ni siquiera soñado, reservas internacionales
sólidas y una inversión pública constante, estamos seguros de que la crisis mundial no nos va a
derrotar. El Presidente Evo ha tenido iniciativas importantes para atraer a inversores
extranjeros como socios y no como patrones. ¿Por qué entonces cambiar de gobierno si
tenemos un crecimiento anual sostenido y nuevas iniciativas de inversión? ¿Por qué cambiar el
Bien por el Mal? ¿Por qué no respaldar al proceso de cambio votando por el SÍ y jamás por el
NO que promueve el Neoliberalismo?
Escoger el NO es la solución por el desastre, sería empujar a Bolivia al abismo, perder
soberanía, seguir las órdenes de la Embajada, el FMI y el Banco Mundial, perder nuestras
empresas estratégicas, nuestros recursos naturales y sumirnos nuevamente en la pobreza.
Sería votar NO por capricho, por apego a la letra muerta de la ley, como si perteneciéramos a
la oligarquía chilena; por un sentido formalista de la democracia, en suma, sería oponerse por
oponerse, sin una alternativa clara de reemplazo.
No olvidemos que la oligarquía puso en peligro la integridad de nuestro país para sumirlo en la
guerra civil mediante el embajador Philip Goldberg, quien fue el comandante que dirigió la
guerra civil y figura clave para la división de Yugoeslavia. Por eso el gobierno del binomio Evo-
Álvaro hizo bien en expulsar a la Embajada americana de nuestro país.
Si el binomio Evo-Álvaro lo ha hecho bien hasta hoy, votemos por el SÍ; si hay cosas que se
debe reformar, hagamos reformas; si hay casos de corrupción en los cuales el gobierno debe
dar señales claras de escarmiento, que lo haga; pero ¿eso será suficiente para buscar su
reemplazo por otros líderes? Hay otros, sin duda, y cada boliviano tiene derecho a ser
Presidente del Estado Plurinacional; pero ¿habrá alguno que tenga el apoyo del binomio Evo-
Álvaro para repostularse en las elecciones de 2019? Eso lo dirá el voto popular, que nosotros lo
acataremos porque es el símbolo más visible de nuestra democracia.
10. LA HISTORIA NO ES INAMOVIBLE, ES EL RECUENTO DE LOS CAMBIOS SOCIALES
La historia no es un recuento del pasado inamovible, es el ser humano en el tiempo, es el
relato de los cambios que se propuso ayer, que se propone hoy y que se propondrá mañana.
Incluso la civilización maya juzgaba que el cambio generacional era una construcción con
estabilidad que duraba 20 años. Como toda América Latina, somos una sociedad en cambio
permanente, tal vez la sociedad más viva y cambiante de todos los tiempos y lugares, y por
eso, ahora que hemos apostado por el voto y no por las armas, nos interesa que se consulte las
reformas constitucionales para que todos y todas acudamos a las urnas y demos nuestro voto
entusiasta, nuestra participación masiva en un proceso de cambio que nos toma en cuenta.
¡Cochabamba dio sangre, persecución y muerte y fue el inicio del proceso de cambio y la
Asamblea Constituyente. Los héroes y heroínas del proceso de cambio se forjaron en
Cochabamba. Honremos su memoria votando SÍ!
Cochabamba, 19 de noviembre de 2015
Ramón Rocha Monroy
JEFE DE LA CAMPAÑA POR EL SÍ EN COCHABAMBA