TORMENTA SOLAR ACECHA LA TIERRA

Son muchos los peligros que “atormentan” a la tierra, pero, entre

los más sonados, se encuentran las conocidas tormentas solares de las

que tanto se ha hablado en los últimos años. Se trata de un peligro al

acecho.

En primer lugar y para comprender este fenómeno definiremos lo que es una

tormenta solar. Una tormenta solar es una

explosión que tiene lugar en la atmósfera

del Sol y que es capaz de calentar el gas a

decenas de millones de grados. Estas

explosiones pueden provocar cambios en

el campo magnético del planeta lo que nos

afecta directamente.

En todas las tormentas solares se

observan principalmente tres etapas:

Erupción solar: en esta fase los satélites se ven afectados.

Tormenta de radiación: afecta a los tendidos eléctricos.

CME (Eyección de Masa Coronal): en esta fase se producen flujos de partículas

muy energéticas que pueden presentar peligros por radiación para naves

espaciales y astronautas, contribuyen a la aurora boreal y a la aurora austral y

pueden acabar con todas las comunicaciones globales.

La tormenta solar conocida más importante tuvo lugar en 1859, sin embargo, al

no depender mucho de la electricidad la vida de la población de ese momento, la

tormenta solar, no supuso un gran problema. Por otro lado si se produjese una

tormenta de esta magnitud en la actualidad nos afectaría gravemente.

En los últimos años se ha hablado de la posibilidad inminente de que ocurra

una tormenta solar que afecte a las comunicaciones terrestres, a la electricidad… y en

una sociedad tan dependiente de la

electricidad, este fenómeno supone una

catástrofe. MUY INTERESANTE

Este fenómeno no ha sido objeto

de preocupación anteriormente puesto

que se producía en el lado del sol opuesto

a nuestro plantea, sin embargo en los

últimos años las erupciones son más

potentes y pueden alcanzar la Tierra.

El mayor problema de esta tormenta no es el fin del mundo, afortunadamente,

pero si podría afectar duramente al mundo en el que nos hemos acostumbrado a vivir

basado, fundamentalmente, en el uso de aparatos electrónicos. Los satélites, la

telefonía móvil y todas las redes de comunicación podrían verse alterados e incluso

devastados por los efectos de la tormenta. El mundo podría verse paralizado y las

consecuencias se prolongarían durante seis meses.

En concreto, los científicos prevén que se producirá una tormenta solar a

finales de este año, debido al cambio del ciclo solar: el sol entra en un nuevo ciclo de

mayor intensidad que provocará mayor actividad magnética y erupciones solares.

Es tal la preocupación que algunos países como EE.UU, Alemania, Francia y

Reino Unido, ante los últimos informes, han decidido elaborar planes de emergencia.

Concretamente, Reino Unido cuenta con una ventaja, un sistema de telefonía móvil

exclusivo que no se basa en las señales de GPS con el que ni siquiera cuenta EEUU. Si

realmente llega el momento de la explosión eléctrica, nuestra única solución sería

aprender a vivir sin hacer uso

todas las comunicaciones que

usamos diariamente.

No obstante, hay

sectores de la población que

consideran estas

informaciones una

exageración de un proceso

totalmente natural, ya que si

se produjese una tormenta

solar sus consecuencias no serían tan negativas.

Vídeo sobre erupciones solares www.youtube.com/watch?v=D6G9qFKBBLY

Esther Méndez Requena