Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

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Tesis de maestría Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y cálculo del flujo de calor en el sector noroeste de la Cuenca Norte (Uruguay) Estudiante: Ing. Ricardo De León Tutora: Dra. Ethel Morales Co-tutor: Dr. Fábio Pinto Vieira Montevideo, Uruguay 2020

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Tesis de maestría

Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y

cálculo del flujo de calor en el sector noroeste de la Cuenca Norte

(Uruguay)

Estudiante: Ing. Ricardo De León

Tutora: Dra. Ethel Morales

Co-tutor: Dr. Fábio Pinto Vieira

Montevideo, Uruguay 2020

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Tutor: Dr. Ethel Morales

Integrantes del tribunal evaluador: ………………………………

………………………………

………………………………

Fecha:

Calificación:

Autor: Ricardo José De León Carreño

Título: Estimación de la distribución de la temperatura en subsuelo y

cálculo del flujo de calor en el sector noroeste de la Cuenca Norte (Uruguay).

Tesis de Maestría – PEDECIBA Geociencias

Facultad de Ciencias, UDELAR (2020) – 111 pp.

Agradecimientos

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iii

Primeramente a Dios por permitirme cumplir mis metas en la vida y por cada

bendición que me entrega cada día.

A mi mama Milagros Carreño, por ser mi pilar, mi ejemplo a seguir y por estar

siempre a mi lado apoyándome en todo momento sin importar cuanto o cuando pueda

necesitar de ella. Aprovecho estas etapas para además de agradecerte, dedicártelas

porque con los hechos quiero agradecerte más ¡mamá!

A mi papa Ricardo De León, por ser otro ejemplo y pilar en mi vida, por ayudarme

en la vida en general para seguir adelante sin importar lo cerca o lejos que esté. Esto

también es para ti.

A mis hermanos, por brindarme todos sus mejores y más positivos apoyos en las

buenas y en las malas.

A la Ing. Eliana Pérez, por ayudarme, ser mi compañera en la vida y estar conmigo

siempre que necesite brindándome su cariño y sus conocimientos profesionales y

morales en cada momento.

A la profesora Ethel Morales, por darme un voto de confianza desde un comienzo

sin conocerme, por guiarme en todo este camino y en cada momento que necesite. Por

brindarme todos sus conocimientos científicos y ser muy responsable y atenta en todo

instante. ¡Muchas gracias!

Al profesor Fábio Pinto, por ser una parte clave e importante en este proyecto al

brindarme profesionalmente sus conocimientos y ser de gran apoyo para el desarrollo del

mismo. ¡Muito obrigado!

A Agostina Pedro, por su amabilidad y ayuda siempre que acudí con alguna duda

y por ser parte de esta investigación con sus valiosos conocimientos.

A Analía Fein, por ser una guía, porque en todo tramite, en toda duda y en

cualquier momento siempre que estuvo a su alcance, me ayudo a hacer las cosas bien y

a estar encaminado. Muchas gracias.

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iv

A todos los que participaron en esta etapa conmigo y que se me pueda escapar,

mis disculpas y mis más sinceras ¡Gracias!

A ANCAP y CeReGAS por haber facilitado parte de los datos empleados en el

desarrollo de este trabajo.

A la Universidad de la República por permitirme realizar estudios de postgrados

en sus instalaciones.

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Resumen

Las cuencas Paraná y Chacoparanaense se corresponden con una extensa área de

sedimentación gondwánica, la que se extiende parcialmente por los territorios de Brasil,

Argentina, Paraguay y Uruguay. La porción más austral de la Cuenca Paraná recibe en

el territorio uruguayo el nombre de Cuenca Norte. La misma se desarrolla en la región

centro-norte de Uruguay, siendo el sector noroeste el comprendido en esta investigación.

En el área de estudio se presenta el denominado Sistema Acuífero Guaraní (SAG), el

que se ubica a profundidades crecientes hacia el Oeste, por debajo de una espesa

cobertura de basaltos, que en algunos sectores supera los 1.000 m, lo que le otorga

características de termalismo y surgencia. Las temperaturas encontradas en el SAG

oscilan entre 34 ºC y 48 ºC y, por tanto, son reconocidas como temperaturas de baja

entalpía. Actualmente son empleadas con fines de recreación y turismo. En este trabajo

se realizó la estimación de las temperaturas de superficie y subsuelo, a partir de una base

de datos diversa, a efectos de determinar el gradiente geotérmico y el flujo de calor

terrestre. Los gradientes geotérmicos estimados para los pozos del área de estudio se

ubican entre 15 ºC/km y 30 ºC/km, siendo la región oeste del departamento de Salto la

que presenta los valores más elevados. El flujo de calor se mantuvo en una media de 60

mW/m2, de forma coherente con lo que ocurre en ambientes continentales. En ningún

caso se consideró la ocurrencia de anomalías geotérmicas, al encontrarse los valores

obtenidos próximos a la media global. Adicionalmente, se estimaron las pérdidas de calor

durante el ascenso del agua desde el reservorio geotermal para cada uno de los pozos

del área de estudio. Encontrándose que, bajo los caudales presentes, dichas pérdidas

pueden en la mayoría de los casos, considerarse despreciables. Por lo dicho, las medidas

de temperatura del agua en superficie pueden ser consideradas como representativas de

las temperaturas del agua en el reservorio geotermal siempre que se utilicen equipos

adiabáticos. Como consecuencia de los resultados obtenidos, el sector oeste del

departamento de Salto se presenta como el área de mayor interés para futuros proyectos

geotérmicos.

Palabras Clave: Gradiente geotérmico, geotermia de baja entalpia, Sistema Acuífero

Guaraní (SAG).

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Abstract

The Parana and Chacoparanaense basins represent a large area of gondwanic

sedimentation, partially covering the territories of Brasil, Argentina, Paraguay and

Uruguay. The southernmost part of Parana Basin is located in uruguayan territory called

Norte Basin. This place is found in the Uruguay’s center-north region, being the northwest

sector the region covered in this investigation. In the study area is the so-called Guaraní

Aquifer System (SAG), located at increasing depths towards the west, under a thick

volcanic rock coverage (basalts), which in some places exceeds 1.000 m, giving it

thermalism and upwelling characteristics. Temperatures found on SAG range between 34

ºC y 48 ºC and, therefore, they are recognized as low-enthalpy geothermal energy,

currently, being developed for recreation and tourism purposes. In this work, the surface

and subsurface temperature estimation was carried out from a database diverse, with the

purpose of get the geothermal gradient and heat flow. Geothermal gradients estimated by

wells located in the study area ranged between 15 ºC/km y 30 ºC/km, being the west

region of Salto department the place with the highest values. The heat flow kept a mean

of 60 mW/m2, which is consistent with continental environments. Geothermal anomalies

were not considered at all, because the values were around global mean. Additionally,

heat loss was calculated taking into account an outflow from bottom hole in every well

considered in the work. Resulting that, because of flow present, such losses can be, in

the most of cases, negligible. Whereby, the water temperature measurements on surface

can be considered similar to in situ temperature if adiabatic equipments are used. Finally,

as result of this work, the west sector of Salto department is presented like the area with

the most interest to next geothermal projects.

Keywords: Geothermal gradient, low-enthalpy geothermal, Guaraní Aquifer System

(SAG).

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Índice de figuras

Figura 3.1: Ubicación geográfica del área de estudio. ........................................................ 17

Figura 3.2: Mapa geomorfológico del Uruguay (Panario, 1988), indicando el área de

estudio (rectángulo rojo). ........................................................................................................... 18

Figura 4.1: Cuencas Paraná y Chacoparanense ubicadas en distintos países de

Sudamérica (Modificado de Franca et al., 1995 en Marmisolle, 2015). ............................ 19

Figura 4.2: Columna estratigráfica de Cuenca Norte. (???) Indican la posible continuidad

de estas unidades hacia el Oeste. Tomado de Marmisolle, (2015). .................................. 23

Figura 4.3: Cuencas onshore de Uruguay y las megasecuencias aflorantes. Modificado

de Veroslavsky et al., (2006) en Marmisolle (2015). ............................................................. 24

Figura 4.4: Corte geológico del sector noroeste de la Cuenca Norte. Modificado de De

Santa Ana et al. (2006). ............................................................................................................. 29

Figura 5.1: Diagrama T-v de una sustancia pura. Tomado de (Yunus y Boles, 2012). 31

Figura 6.1: Ubicación geográfica de los pozos en el área de estudio (Noroeste de la

Cuenca Norte). ............................................................................................................................ 42

Figura 6.2: Ejemplo del gráfico de Horner. Tomado de Beardsmore y Cull (2001). ....... 44

Figura 6.3: Perfil de temperatura transitoria en una superficie solida expuesta a

convección. Tomado de Yunus y Afshin (2011). ................................................................... 54

Figura 6.4: Distribución empleada de la temperatura en un pozo para el cálculo de las

pérdidas de calor. Tomado de Alvarado y Bánzer (2002). .................................................. 56

Figura 7.1: Mapa de la Temperatura de superficie para el área de estudio. ................... 71

Figura 7.2: Comportamiento de la BHT para los pozos Belén, Pelado y Yacaré. .......... 72

Figura 7.3: Gráfico de Horner aplicado al pozo Pelado. ..................................................... 74

Figura 7.4: Gráfico de Horner aplicado al pozo Yacaré. ..................................................... 75

Figura 7.5: Perfil de temperatura obtenido en el pozo Yacaré mediante la correlación de

Schlumberger en el track 6. RhoFl (track 5) representa la densidad del filtrado del lodo.

ILD (Deep Induction Log) en el track 2. .................................................................................. 77

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Figura 7.6: Perfil de temperatura del pozo Itacumbú obtenido mediante la correlación de

Schlumberger en el track 6. RhoFl (track 5) representa la densidad del filtrado del lodo.

ILD (Deep Induction Log) en el track 2. .................................................................................. 78

Figura 7.7: Perfiles de resistividad y potencial espontáneo (SP) del pozo Belén

mostrando secciones no empalmadas y sin información. ILD (Deep Induction Log) en el

track 2. ILM (Medium Induction Log) en el track 3. ............................................................... 79

Figura 7.8: Comportamiento de la temperatura con la profundidad para el área de

estudio. ......................................................................................................................................... 82

Figura 7.9: Temperatura vs profundidad para los pozos del área de estudio. Se indica el

gradiente geotérmico calculado. .............................................................................................. 87

Figura 7.10: Comparacion entre perfiles de temperaturas regristrados (negro) y

calculados (azul) para los pozos Itacumbú, Belén y Yacaré. .............................................. 88

Figura 7.11: Mapa de Gradiente geotérmico (°C/km) para el área de estudio. ............... 90

Figura 7.12: Mapa de Flujo de calor (mW/m2) para el área de estudio. ........................... 91

Figura 7.13: Pérdida de calor calculada para el pozo Altos de Arapey. ..................................... 94

Figura 7.14: Pérdida de calor calculada para el pozo Arapey. .......................................... 94

Figura 7.15: Pérdida de calor calculada para el pozo Arapey 2. ....................................... 95

Figura 7.16: Pérdida de calor calculada para el pozo Belén. ............................................. 96

Figura 7.17: Pérdida de calor calculada para el pozo Club Remeros. .............................. 96

Figura 7.18: Pérdida de calor calculada para el pozo Colonia Viñar. ............................... 97

Figura 7.19: Pérdida de calor calculada para el pozo Daymán. ........................................ 97

Figura 7.20: Pérdida de calor calculada para el pozo Quebracho. ................................... 98

Figura 7.21: Pérdida de calor calculada para el pozo Horacio Quiroga. .......................... 99

Figura 7.22: Pérdida de calor calculada para el pozo Kanarek. ...................................... 100

Figura 7.23: Pérdida de calor calculada para el pozo Posada del Siglo XXI................. 100

Figura 7.25: Pérdida de calor calculada para el pozo Ose Salto. .................................... 101

Figura 7.26: Pérdida de calor calculada para el pozo San Nicanor. ............................... 102

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Figura 7.27: Pérdida de calor calculada para el pozo Pelado. ......................................... 102

Figura 7.28: Pérdida de calor calculada para el pozo Gaspar. ........................................ 103

Figura 7.29: Pérdida de calor calculada para el pozo Yacaré. ........................................ 103

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x

Índice de tablas

Tabla 5.1. Valores promedios de gradientes geotérmicos. Tomado de Plate River

Associates, Inc., 2003 ................................................................................................................ 37

Tabla 5.2. Flujo de calor promedio. Tomado de (Stein, 1995)............................................ 38

Tabla 5.3. Clasificaciones de recursos geotermales de acuerdo a diferentes autores por

medio de la temperatura (Celsius) (Inga S. Moeck, 2014). ................................................. 40

Tabla 6.1. Coeficientes para la determinación de TD. Tomado de Beardsmore y Cull,

(2001) ............................................................................................................................................ 46

Tabla 6.3. Conductividades térmicas de las formaciones de la Cuenca de Paraná.

Tomado de (Gomes y Hamza, 2003). ..................................................................................... 50

Tabla 6.4. Conductividades térmicas de las rocas sugeridas por distintos autores.

Tomado de Beardsmore y Cull (2001) .................................................................................... 51

Tabla 7.1. Pozos completados en la zona de estudio (Figura 6.1) .................................... 61

Tabla 7.2. Topes de las formaciones de la Cuenca Norte de Uruguay (N/P: No está

presente) ...................................................................................................................................... 62

Tabla 7.3. Topes de las formaciones de la Cuenca Norte de Uruguay (N/P: No está

presente) (Continuación) ........................................................................................................... 63

Tabla 7.4. Topes de las formaciones de la Cuenca Norte de Uruguay (N/P: No está

presente) (Continuación) ........................................................................................................... 64

Tabla 7.5. Temperaturas estimadas a través de geotermómetros por Pedro y Morales

(2020) ............................................................................................................................................ 66

Tabla 7.6. Perfiles de pozos ..................................................................................................... 67

Tabla 7.7. Información disponible en cada pozo ................................................................... 68

Tabla 7.8. Temperatura media del aire en la estación meteorológica Salto, desde 1961

hasta 2017 ................................................................................................................................... 69

Tabla 7.9. Temperatura media del suelo y el aire en varias estaciones ........................... 70

Tabla 7.10. Parámetros requeridos para la elaboración del gráfico de Horner para el pozo

Pelado. .......................................................................................................................................... 73

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Tabla 7.11. Parámetros requeridos para la elaboración del gráfico de Horner para el pozo

Yacaré. ......................................................................................................................................... 74

Tabla 7.12. Temperaturas de subsuperficie para cada pozo y métodos empleado para su

cálculo. .......................................................................................................................................... 81

Tabla 7.13. Conductividades térmicas de las unidades geológicas en el área de estudio.

....................................................................................................................................................... 84

Tabla 7.14. Conductividades térmicas promedio ponderadas en cada pozo................... 85

Tabla 7.15. Flujo de calor estimado para los pozos del área de estudio. ......................... 89

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Índice

Agradecimientos ........................................................................................................................... ii

Resumen ........................................................................................................................................ v

Abstract ......................................................................................................................................... vi

1. Introducción ......................................................................................................................... 14

2. Objetivos .............................................................................................................................. 16

2.1 Objetivo General .................................................................................................................. 16

2.2 Objetivos específicos ........................................................................................................... 16

3. Área de estudio ................................................................................................................... 17

4. Contexto geológico ............................................................................................................. 19

4.1 Cuencas Paraná y Chacoparanense ...................................................................................... 19

4.2 Cuenca Norte ....................................................................................................................... 23

5. Marco Teórico ...................................................................................................................... 30

5.1 Transferencia de calor .......................................................................................................... 30

5.1.1 Mecanismos de transferencia de calor .......................................................................... 32

5.2 Conductividad térmica ......................................................................................................... 35

5.3 Difusividad térmica .............................................................................................................. 35

5.4 Gradientes geotérmicos ........................................................................................................ 36

5.5 Flujo geotérmico .................................................................................................................. 37

5.6 Energía geotérmica .............................................................................................................. 38

6. Materiales y métodos ............................................................................................................. 41

6.1. Datos e información utilizada ............................................................................................. 41

6.2 Conceptos básicos y metodológicos .................................................................................... 42

6.2.1. Estimación de la temperatura en subsuelo ................................................................... 42

6.2.2. Estimación de la temperatura de superficie ................................................................. 48

6.2.3. Estimación del gradiente geotérmico .......................................................................... 49

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6.2.4. Estimación de la conductividad térmica ...................................................................... 49

6.2.5. Estimación del flujo de calor terrestre ......................................................................... 52

6.2.6. Estimación de la pérdida de calor ................................................................................ 55

7. Resultados ............................................................................................................................... 60

7.1 Estimar el gradiente geotérmico y el flujo de calor como una solución analítica de la

distribución de temperatura y transferencia de calor en régimen estacionario .......................... 60

7.1.1 Organizar una base de datos que concentre la mayor cantidad de información del área de

estudio ........................................................................................................................................ 60

7.1.2 Determinar la temperatura de superficie, subsuperficie y la conductividad térmica de las

rocas ........................................................................................................................................... 68

7.1.2.1 Temperatura de superficie ......................................................................................... 68

7.1.2.2 Temperatura de subsuperficie .................................................................................... 72

7.1.2.3 Coductividad térmica ................................................................................................. 82

7.2 Estimar la pérdida de calor promedio de los fluidos desde los reservorios geotérmicos hasta

superficie en función del flujo de calor calculado ..................................................................... 92

8. Conclusiones ..................................................................................................................... 105

9. Referencias bibliográficas ............................................................................................... 107

Apéndice A ................................................................................................................................. 109

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1. Introducción

El flujo geotérmico puede definirse como la transferencia de calor desde el interior

de la Tierra hacia la superficie, siendo el principal agente controlador de los procesos

geológicos a escala cortical (Sigismondi, 2009). Asimismo, el conocimiento del campo de

temperaturas del subsuelo es fundamental para el entendimiento del origen y evolución

de las cuencas sedimentarias, la generación de hidrocarburos, la ocurrencia de

terremotos y vulcanismo, entre otros fenómenos geológicos.

Actualmente la energía geotérmica (entendida como el calor contenido en la

Tierra), es una de las energías renovables de mayor importancia, tanto por ser utilizada

para la generación de energía eléctrica, como por emplearse en forma directa en

sistemas de calefacción, balnearios y piscinas climatizadas, lo que ha sido la forma más

antigua de aprovechamiento de este recurso. Asimismo, es una fuente de energía limpia,

cuyo uso es fomentado al presente en gran medida, como consecuencia de los distintos

escenarios que presentan los combustibles fósiles (López, 2008).

En la actualidad, países que no poseen, o poseen escasas reservas de

hidrocarburos, se esfuerzan cada vez más en basar su matriz energética en este tipo de

fuentes. Tal es el caso de Uruguay que para el balance energético del año 2017, realizado

por la Dirección Nacional de Energía (DNE), mostró que las fuentes de energía

renovables (biomasa, hídrico, eólico y solar) tuvieron una participación superior al 55%

en la matriz de abastecimiento, mientras que el restante correspondió a fuentes no

renovables (petróleo y derivados, gas natural, carbón mineral y coque). En el año 2019,

la contribución de fuentes renovables en la matriz energética nacional ascendió a 62.3%

(MIEM, 2019).

En Uruguay, aguas termales provenientes del Sistema Acuífero Guaraní (SAG),

en el Norte del país, han sido utilizadas con fines de recreación y turismo desde hace

más de 50 años. El sistema geotérmico conocido es de baja entalpía (30ºC < T < 100ºC)

y se corresponde con un acuífero profundo, situado por debajo de 1.000 m de basaltos,

en una cuenca sedimentaria con gradiente geotérmico normal. Sin embargo, no se

descarta la presencia de recursos de media entalpía (100ºC < T < 150ºC), en sectores

de cuencas profundos, aún no perforados, asociados a unidades geológicas ubicadas

por debajo del SAG, las cuales eventualmente podrían contener acuíferos confinados a

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15

temperaturas que permitan la producción de energía eléctrica utilizando plantas binarias

(Marmisolle 2015; Morales 2015; Cernuschi 2014).

Este trabajo pretende ampliar la información y contribuir al conocimiento del

recurso geotérmico en el sector noroeste de la Cuenca Norte, a través del entendimiento

de la distribución de la temperatura en el subsuelo y la estimación del flujo de calor. Se

analiza la transferencia de calor en el área de estudio, integrando datos de temperatura

en el subsuelo y en superficie, con el propósito de establecer valores fijos para determinar

las condiciones de fronteras en las que se lleva a cabo el flujo de calor terrestre.

La evaluación del flujo de calor en el área de estudio es relevante para la

exploración y explotación de recursos geotérmicos, pudiendo ser un aporte significativo

para estudios posteriores. En este análisis se integra información multidisciplinaria

obtenida durante diversas operaciones y estudios previos, tales como la exploración de

hidrocarburos, perforación, completación y posterior etapa de producción de aguas

termales.

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16

2. Objetivos

2.1 Objetivo General

Estimar la distribución de la temperatura en subsuelo y el flujo de calor en el sector

noroeste de la Cuenca Norte (Uruguay).

2.2 Objetivos específicos

1. Estimar el gradiente geotérmico y el flujo de calor como una solución analítica de

la distribución de temperatura y transferencia de calor en régimen estacionario.

2. Estimar la pérdida de calor promedio de los fluidos desde los reservorios

geotérmicos hasta la superficie en función del flujo de calor calculado.

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3. Área de estudio

El área de estudio está ubicada en la región noroeste de la Cuenca Norte de

Uruguay, abarcando los departamentos de Salto y Artigas, y parcialmente el

departamento de Paysandú (Fig. 3.1)

Figura 3.1: Ubicación geográfica del área de estudio.

Desde el punto de vista geomorfológico, según Panario, (1988), el área de estudio

comprende mayoritariamente el sector denominado “cuesta basáltica” y en forma

subordinada la “cuenca sedimentaria del litoral oeste” (Fig. 3.2).

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Figura 3.2: Mapa geomorfológico del Uruguay (Panario, 1988), indicando el área de estudio

(rectángulo rojo).

Las unidades geológicas aflorantes, en el área de estudio están representadas

mayoritariamente por los basaltos de la Formación Arapey (Eocretácico), aunque también

se reconocen unidades sedimentarias mesozoicas y cenozoicas. Las unidades

mesozoicas se corresponden con rocas sedimentarias clásticas del Cretácico Superior,

pertenecientes a las formaciones Guichón y Mercedes, aflorantes en el área denominada

desde el punto de vista geomorfológico “cuenca sedimentaria del litoral oeste”. En el

extremo occidental del área de estudio, sobre el río Uruguay, se identifica la presencia

de rocas sedimentarias Cenozoicas, pertenecientes a las formaciones Fray Bentos

(Oligoceno) y Salto (Pleistoceno).

Leyenda

Cuenca sedimentaria del noreste

Cuesta basáltica

Zona de retroceso del frente de cuesta

Cuenca sedimentaria del litoral oeste

Cuenca sedimentaria del suroeste

Fosa tectónica del Santa Lucía

Sistema de planicies y fosa de la laguna Merín

Región cristalina centrosur

Sierras del este e isla cristalina de Rivera

Colinas y lomadas

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4. Contexto geológico

4.1 Cuencas Paraná y Chacoparanense

Las cuencas Paraná y Chacoparanaense albergan depósitos sedimentarios de

edad paleozoica y mesozoica así como importantes registros magmáticos mesozoicos

asociados a su evolución (Marmisolle, 2015) (Fig. 4.1). Esta enorme depresión se originó

hacia el Neo-ordovícico, emplazándose sobre una corteza continental estabilizada luego

de los procesos tectónicos correspondientes al final del Ciclo Brasiliano (Milani, 1997).

Figura 4.1: Cuencas Paraná y Chacoparanense ubicadas en distintos países de Sudamérica

(Modificado de Franca et al., 1995 en Marmisolle, 2015).

Definidas como cuencas intracratónicas, diversos aspectos de su evolución son

aún controvertidos en particular su origen, asunto que no escapa a la discusión sobre el

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20

origen de las grandes cuencas desarrolladas en el interior de áreas cratónicas (Allen &

Allen, 2005).

Milani, (1997) planteó que las correlaciones establecidas entre unidades y

procesos dentro de la Cuenca Paraná están íntimamente asociadas a los grandes

eventos tectónicos que ocurrieron en el margen gondwánico, siendo la misma el resultado

de complejos procesos tectono-sedimentarios actuantes durante el Fanerozoico, entre

los que alternaron momentos de sedimentación, magmatismo, no depositación y erosión

(Marmisolle, 2015).

El relleno de este gran ámbito de sedimentación es de tipo volcano-sedimentario,

y comprende rocas que van desde el Ordovícico al Cretácico, producto de la

superposición de diversas cuencas, las cuales evolucionaron en el tiempo con estilo,

arreglo de facies y sedimentación diferentes (Zalán, 1991).

Los primeros registros de la Cuenca Paraná son de edad Ordovícico - Silúrico. En

Argentina, esta secuencia está representada por las formaciones Pirañé, Árbol Blanco,

Las Breñas y Caburé (Chebli et al., 1999). En Brasil, está representada por el Grupo Río

Ivaí y en Paraguay, también se cortaron unidades que se correlacionan con este grupo

(Fúlfaro, 1995). En Uruguay, no hay registros sedimentarios que se conozcan para ese

momento evolutivo de la cuenca. Milani, (1997) señaló que el Ordovícico estuvo

controlado por los lineamientos del basamento y que la sedimentación estuvo ligada a

fosas alargadas de dirección NE – SW; ejemplo de ello es la fosa tectónica de Las Breñas

en Argentina y la gran depresión central denominada Calha Central en Brasil (Marmisolle,

2015). Desde el punto de vista estructural la Cuenca Norte presenta un importante

conjunto de estructuras de dirección general N°315-N°325 y un conjunto de fallas de

menor extensión y rumbo general N-S, N°20 (De Santa Ana et al., 2006). Bossi (1974)

menciona que los basaltos de la Formación Arapey presentan un basculamiento general

hacia el Oeste, con diferencias considerables de espesor a un lado y al otro de la falla

Arapey (Bossi y Navarro, 1991). En el área de estudio se destaca el “Corredor Salto -

Tambores”, definido por Marmisolle (2015), el cual presenta un rumbo general NW y está

delimitado por las fallas Arapey al Norte y Daymán al Sur.

Las condiciones de sedimentación para el Silúrico son diferentes a las anteriores

dando inicio a una depositación de tipo plataformal, las cuales continuaron durante el

Page 21: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

21

Devónico. Algunos autores (Astini, 1990; Toro & Sánchez, 1995 y Milani, 1997) señalaron

la existencia de paquetes silúricos asociados a frentes deltaicos rellenando fosas

alargadas de rumbo N-S a partir de áreas fuentes situadas al Este, o grandes aportes

clásticos atribuidos al levantamiento de elementos estructurales en el interior de la

Cuenca Paraná.

Los registros del Devónico presentan una mayor distribución superficial que el

Silúrico y están bien representados en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay (Milani,

1997). En Brasil, el Grupo Paraná (formaciones Furnas y Ponta Grossa) alcanza

espesores de hasta 850 m, mientras que en Argentina (formaciones Caburé y Rincón)

supera los 1.000 m. En Uruguay, el Grupo Durazno (Bossi, 1966) muestra un espesor

máximo de 300 m.

Durante el Permo-Carbonífero, la Orogenia Herciniana o Chánica descripta por

varios autores, entre ellos Zalán, (1991), López Gamundi & Rossello, (1993), sumado a

los fenómenos de descensos del nivel del mar como producto de la glaciación

Carbonífera (López Gamundi & Rossello, 1993; Fúlfaro, 1995; Milani, 1997), fueron

responsables de la discordancia regional entre los registros Siluro/Devónicos y

Carboníferos. En términos generales la secuencia Permo-Carbonífera ocupó una

extensión aún mayor que la secuencia Devónica (Marmisolle, 2015).

En Uruguay, la sedimentación Carbonífera está representada por la Formación

San Gregorio, de acuerdo a la definición de Preciozzi et al., (1986). Cobbold et al., 1986,

Zalán et al., (1990), López Gamundi & Rossello (1997), Milani & Ramos (1988) y otros,

propusieron que el Pérmico estuvo marcado por el cierre paulatino del mar y por el

levantamiento generalizado de áreas cratónicas como repuesta a la tectónica compresiva

del margen occidental de Gondwana. El Pérmico Medio en Uruguay está representado

por las Formaciones Tres Islas, Fraile Muerto, Mangrullo, Paso Aguiar y Yaguarí, (De

Santa Ana, 2004).

Cabe señalar que durante todo el Pérmico hubo actividad volcánica intensa, la cual

se reconoce en los niveles de cenizas volcánicas presentes en las formaciones Rio Bonito

(Brasil), Mangrullo y Yaguarí (Uruguay) y San Miguel (Argentina).

Hacia el Pérmico Tardío - Triásico Temprano la continentalización y desertificación

de la cuenca que propuso Milani, (1997) quedó representada por las formaciones Buena

Page 22: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

22

Vista (Uruguay), Sanga do Cabral (Brasil), existiendo además una extensión en el

Triásico Superior que está representada por depósitos continentales y fosilíferos que son

reunidos en las formaciones Santa María y Caturrita (Brasil). Milani, (1997) sugirió que

parte de los potentes depósitos arenosos que se encuentran en el extremo noroeste de

la Cuenca Norte puedan estar relacionados a esa sedimentación del Triásico Medio a

Superior.

Luego del proceso de continentalización ocurrió un fuerte proceso erosivo

responsable de la discordancia formada durante el Triásico y buena parte del Jurásico.

Uliana et al., (1989) y Milani, (1997) señalaron que durante el Jurásico hubo continuidad

de las condiciones dominantes del Triásico Superior, con el desarrollo de grabens y

magmatismo asociado, abarcando áreas cada vez mayores en Gondwana Occidental.

El período Jurásico está representado por rocas sedimentarias de origen

continental y marino dependiendo de la región paleogeográfica de la Cuenca Paraná.

Milani (1997) destacó que dicha cuenca, en el dominio de intraplaca, se caracterizó por

el aislamiento y una máxima restricción a la entrada de agua oceánica quedando

representado por las formaciones Botucatú y Pirambóia en Brasil; Tacuarembó en

Uruguay y Argentina y Misiones en Paraguay.

Durante el Cretácico la apertura del Atlántico Sur constituyó un evento extensional,

policíclico, que afectó y reactivó las antiguas discontinuidades del basamento

precámbrico. Tal evento forjó importantes fenómenos de subsidencia que generaron

espacio de acomodación para los depósitos eólicos de las formaciones Botucatú (Brasil),

Tacuarembó (Argentina y Uruguay) y/o Misiones (Paraguay). Adicionalmente, benefició

la migración del depocentro magmático hacia el Sur (Turner et al., 1994). La

desagregación continental produjo la emisión de enormes volúmenes de lavas basálticas,

representadas por las formaciones Serra Geral (Argentina y Brasil), Alto Paraná

(Paraguay) y Arapey (Uruguay).

Fúlfaro et al. (1982), Zalán et al., (1990), Rossello & Mozetic, (1999), entre otros,

indicaron que la Cuenca Paraná llegó a su fin como ámbito de sedimentación y unidad

geotectónica regional, con la sedimentación Cretácica post-basáltica representada en

Uruguay por las formaciones Guichón y Mercedes, en Argentina por las formaciones

Page 23: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

23

Puerto Yeruá y Pay Ubre y en Brasil por las formaciones Aracatuba, Adamantina,

Uberaba y Marilia.

4.2 Cuenca Norte

La región más austral de la Cuenca Paraná recibe en el territorio uruguayo con el

nombre de Cuenca Norte. Dicha cuenca se desarrolla en la región centro-norte de nuestro

país abarcando una superficie aproximada de 90.000 Km2. Presenta un espesor máximo

de 2.377 m, registrado en el pozo “Yacaré” (Salto), aunque se estima que en algunos

sectores (particularmente al Oeste del departamento de Salto) el espesor del relleno

podría superar los 3.500 m (De Santa Ana et al., 2006: Marmisolle, 2015). De acuerdo a

De Santa Ana et al., (2006), la Cuenca Norte presenta un relleno volcano-sedimentario

de edades comprendidas entre el Devónico Temprano y el Cretácico Superior compuesto

por 4 secuencias depositacionales, denominadas: Secuencia Devónica, Secuencia

Permo-Carbonífera, Secuencia Juro-Eocretrácica y Secuencia Neocretácica (Fig. 4.2),

(Marmisolle, 2015).

Figura 4.2: Columna estratigráfica de Cuenca Norte. (???) Indican la posible continuidad de

estas unidades hacia el Oeste. Tomado de Marmisolle, (2015).

Page 24: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

24

En la figura 4.3 se muestra el área de afloramiento de cada una de las secuencias

depositacionales definidas por De Santa Ana, (2004).

Figura 4.3: Cuencas onshore de Uruguay y las megasecuencias aflorantes. Modificado de

Veroslavsky et al., (2006) en Marmisolle (2015).

A continuación, se describen brevemente las unidades geológicas formales que

constituyen el relleno de la Cuenca Norte en el área de estudio, agrupadas en las

secuencias definidas por De Santa Ana (2004).

Secuencia Devónica

Integrada de base a tope por las formaciones Cerrezuelo, Cordobés y La Paloma,

las que constituyen el Grupo Durazno (Bossi, 1966). Se trata de una sucesión

sedimentaria, depositada en ambientes sedimentarios transicionales y marinos poco

profundos (Veroslavsky et al., 2006).

Formación Cerrezuelo: Constituida por areniscas predominantemente medias

a gruesas, friables a consolidadas, con composición cuarzo–feldespática a

feldespática a veces con abundante mica. Presentan frecuentes

Leyenda

Page 25: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

25

intercalaciones de pelitas, a veces algo arenosos, otras veces muy arcillosos,

con espesores que no superan el metro. Niveles pelíticos ocurren hacia el tope

de la unidad, próximo al pasaje con la Formación Cordobés.

Formación Cordobés: Reúne a una sucesión relativamente monótona de

pelitas (desde francamente lutíticas a, por sectores, con importante

participación de arenas finas), grises oscuros, a veces negras, laminadas a

macizas, fosilíferas, micáceas y ocasionalmente con abundante pirita. Pueden

localmente contener delgados niveles de areniscas finas. Comúnmente

ocurren niveles ferruginosos y ocasionalmente niveles lenticulares de yeso.

Formación La Paloma: Constituida por areniscas finas a medias, cuarzo–

feldespáticas a feldespáticas y micáceas. Hacia la base se intercalan niveles

pelíticos y hacia la parte superior de la unidad alternan niveles de areniscas

gruesas a conglomerádicas.

Secuencia Permo-Carbonífera

Los registros del Permo-Carbonífero conforman el Grupo Cerro Largo (De Santa

Ana et al. 2006; Goso et al., 1996; Goso, 1995), integrado de base a tope por las

formaciones: San Gregorio, Cerro Pelado, Tres Islas, Fraile Muerto, Mangrullo, Paso

Aguiar, Yaguarí y Buena Vista. Estos registros conforman un ciclo Transgresivo-

Regresivo, cuyos registros basales están ligados a un importante evento glacial conocido

como “Glaciación Gondwánica” (formaciones San Gregorio y Cerro Pelado) y los

cuspidales a ambientes continentales (Formación Buena Vista). El momento de máxima

transgresión marina se corresponde con la Formación Fraile Muerto.

Formación San Gregorio: Reúne a un conjunto de rocas sedimentarias cuyo

atributo litológico distintivo es la variabilidad de sus facies representada por

diamictitas, tillitas, areniscas, pelitas y ritmitas.

Formación Cerro Pelado: definida a efectos de separar con un criterio

operacional. un conjunto de litologías de naturaleza esencialmente pelítica y

pelítica-arenosa, de tonalidades grises, negras y castañas, con porcentajes

variable de materia orgánica (de Santa Ana, 2004).

Page 26: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

26

Formación Tres Islas: Está constituida por una sucesión de areniscas,

predominantemente finas a medias, a las que se intercalan areniscas

conglomerádicas y pelitas. Se asocian ocasionales niveles de carbón y pelitas

con restos carbonosos.

Formación Fraile Muerto: Reúne un conjunto de litologías de naturaleza marina

plataformal, integradas por pelitas grises a negras finamente laminadas,

fosilíferas, localmente bioturbadas, areniscas finas a muy finas y niveles

calcáreos asociados.

Formación Mangrullo: Reúne una sucesión de calizas arenosas y dolomíticas,

lutitas pirobituminosas, pelitas micáceas fosilíferas, de colores grises oscuro a

negros, asociadas a condiciones subacuáticas restringidas.

Formación Paso Aguiar: Está compuesta de base a tope por una sucesión de

pelitas grises micáceas con intercalaciones de areniscas calcáreas y venas

calcosilicosas, que pasan gradualmente a ritmitas finas (pelíticos/arenosos).

Formación Yaguarí: integrada en forma dominante por limolitas micáceas y

arcillosas, de baja permeabilidad, en menor proporción areniscas finas a muy

finas y lutitas que gradan a una alternancia de areniscas finas a muy finas y

limolitas de colores vivos.

Formación Buena Vista: Está compuesta por una potente sucesión de

areniscas finas a medias, rojas a blanquecinas, que se intercala con niveles

pelíticos rojos y conglomerádicos, caracterizando a ambientes transicionales

proximales y a sistemas continentales (fluviales y eólicos).

Secuencia Juro-Eocretácica

Representada fundamentalmente por rocas sedimentarias de origen continental,

fluvial y eólico, reunidas en las formaciones Rivera, Tacuarembó e Itacumbú y por rocas

volcánicas (basaltos) de la Formación Arapey y Gaspar (De Santa Ana et al., 2006).

Formación Gaspar: Reúne basaltos subsuperficiales de escaso desarrollo en

la cuenca.

Formación Itacumbú: De distribución restringida, sin afloramientos, constituye

una sucesión de estratos de areniscas sublíticas y arcósicas, muy micáceas, a

Page 27: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

27

las que se intercalan estratos pelíticos y ocasionales niveles arcillosos,

margosos y carbonáticos.

La Formación Rivera (o Tacuarembó Superior, según autores) comprende

espesores que oscilan entre los 30 a 40 m de espesor, con abundante

presencia de areniscas finas a medias y de buena a moderada selección, que

representan depósitos de dunas eólicas en condiciones áridas, que gradan

lateralmente a otras facies.

La Formación Tacuarembó (o Tacuarembó Inferior, según autores) presenta

espesores aproximados de 200 a 250 m de espesor, comprende areniscas con

buena selección, de escasa matriz y alta homogeneidad y pelitas, depositadas

en condiciones continentales subacuáticas, con abundante contenido de

fósiles.

Formación Arapey: Está constituida principalmente por rocas basálticas de

naturaleza toleítica de grano medio a fino.

Secuencia Cretácico Superior

Los depósitos clásticos post-basálticos en el litoral oeste del Uruguay están

representados por depósitos continentales esencialmente fluviales.

Formación Guichón: Se trata de areniscas finas y medias, de selección regular

a buena, cuarzosas, a veces feldespática. El cemento es arcilloso abundante;

en partes con un grado de compactación que le da a la roca una considerable

coherencia (Bossi, 1966).

Formación Mercedes: Integrada por diversas litologías que incluyen

predominantemente areniscas y conglomerados. Son frecuentes las litologías

calcáreas, ferrificadas y silicificadas. Subordinadamente ocurren litologías de

tamaño de grano fino (Goso, 1999).

Page 28: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

28

Cobertura Cenozoica

Formación Fray Bentos: Incluye areniscas finas, limolitas, fangolitas y niveles

conglomerádicos, presentan procesos relativamente intensos de

carbonatación y silicificación.

Formación Salto: Reúne areniscas, areniscas conglomerádicas y

conglomerados a los que se intercalan ocasionales niveles de pelitas verdes,

a veces arenosas y/o arcillosas.

Sistema Acuífero Guaraní

El Sistema Acuífero Guaraní (SAG) se incluye en la Secuencia Juro-Eocretácica,

estando constituido por el conjunto de rocas sedimentarias continentales siliciclásticas de

edades Mesozoicas. Está limitado estratigráficamente por una discordancia regional

Permo-Eotriásica en su base y al tope por los derrames basálticos de la Formación

Arapey en Uruguay y la Formación Serra Geral en Brasil, de edades aproximadas entre

145 - 130 Ma (Lebac, 2008). De esta forma, se excluyen del SAG a la Formación Arapey

(basaltos y areniscas) así como a las unidades sedimentarias paleozoicas infrayacentes,

incluyendo a aquellas como la Formación Buena Vista con la que, en algunos sectores

de cuenca, existe una franca comunicación hidráulica (Lebac, 2008). Por tanto, desde el

punto de vista litoestratigráfico, de tope a base, el SAG está integrado por la Formación

Rivera, definida por Ferrando et al., (1987), la Formación Tacuarembó, definida por Bossi

et al., (1975) y la Formación Itacumbú, definida por De Santa Ana, (2004). Las mismas

comprenden edades que van desde el Jurásico Superior al Cretácico Inferior.

Las areniscas Juro-Cretácicas que conforman el SAG se localizan a profundidades

crecientes hacia el Oeste manteniendo en general, un espesor que promedia los 250 –

300 m (Lebac, 2008). Hacia el Oeste, las rocas volcánicas suprayacentes incrementan

su espesor (Fig. 4.4) superando los 1.050 m en áreas próximas al río Uruguay (por

ejemplo, en la ciudad de Salto y alrededores). Esta situación determina que el agua que

se extrae de las rocas que conforman el SAG en ese sector de cuenca se encuentre a

temperaturas que oscilan entre los 34ºC y los 48ºC (Lebac, 2008).

Page 29: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

29

Figura 4.4: Corte geológico del sector noroeste de la Cuenca Norte. Modificado de De Santa Ana et al. (2006).

Page 30: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

30

5. Marco Teórico

5.1 Transferencia de calor

El calor es la forma de la energía que se puede transferir de un sistema a otro

como resultado de la diferencia en la temperatura. Se trata de un tipo de energía asociada

con el movimiento aleatorio de los átomos y moléculas.

La energía puede existir en numerosas formas (térmica, mecánica, cinética,

potencial, eléctrica, magnética, química y nuclear) y su suma constituye la energía total

E (o e en términos de unidad de masa) de un sistema (Yunus y Afshin, 2011). Las formas

de energía relacionadas con la estructura molecular de un sistema y con el grado de la

actividad molecular se conocen como energía microscópica. La suma de todas las formas

microscópicas de energía se llama energía interna de un sistema y se denota por U (o u

en términos de unidad de masa) (Yunus y Afshin, 2011). Se puede considerar la energía

interna como la suma de las energías cinética y potencial de las moléculas. La parte de

la energía interna de un sistema que está asociada con la energía cinética de las

moléculas se conoce como energía sensible o calor sensible. La velocidad promedio y el

grado de actividad de las moléculas son proporcionales a la temperatura. Por

consiguiente, en temperaturas más elevadas las moléculas poseen una energía cinética

más alta y como resultado, el sistema tiene una energía interna también más alta. La

energía interna asociada con la fase de un sistema se llama energía latente o calor latente

(Yunus y Boles, 2012).

En el análisis de los sistemas que comprenden el flujo de fluidos, con frecuencia

se encuentra la combinación de las propiedades u y Pv. En beneficio de la sencillez y por

conveniencia, a esta combinación se la define como entalpía h. Es decir, h = u + Pv, en

donde el término Pv representa la energía de flujo del fluido (también llamada trabajo de

flujo), que es la energía necesaria para empujar un fluido y mantener el flujo. En el análisis

de la energía de los fluidos que fluyen, es conveniente tratar la energía de flujo como

parte de la energía del fluido y representar la energía microscópica de un flujo de un fluido

por la energía h (Yunus y Boles, 2012).

Existen procesos térmicos durante los cuales no hay transferencia de calor, los

que se denominan como procesos adiabáticos. El término adiabático proviene de la

Page 31: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

31

palabra griega adiabatos, que significa “no pasar”. Hay 2 maneras en que un proceso

puede ser adiabático, o bien el sistema está bien aislado de modo que sólo una cantidad

insignificante de calor cruza la frontera, o bien el sistema como el exterior están a la

misma temperatura y por lo tanto no hay fuerza impulsora (diferencia de temperatura)

para la transferencia de calor (Yunus y Boles, 2012). Hay que distinguir entre un proceso

adiabático y uno isotérmico, aunque no hay transferencia de calor durante un proceso

adiabático, otros medios como el trabajo pueden cambiar el contenido de energía y, en

consecuencia, la temperatura de un sistema. En ocasiones, es deseable conocer la tasa

de transferencia de calor (cantidad de calor transferida por unidad de tiempo) en lugar del

calor total transferido durante cierto intervalo de tiempo. La tasa de transferencia de calor

se expresa con �̇�, donde el punto significa la derivada con respecto al tiempo, o “por

unidad de tiempo”. La tasa de transferencia de calor �̇� tiene las unidades kJ/s,

equivalente a kW.

Las variaciones que experimentan las propiedades en una sustancia como el agua

durante los procesos de transferencia de calor se comprenden mejor con la ayuda de

diagramas de propiedades. A continuación, se presenta un diagrama T-v para sustancias

puras.

Figura 5.1: Diagrama T-v de una sustancia pura. Tomado de (Yunus y Boles, 2012).

Page 32: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

32

Los estados de líquido saturado que se presentan en la figura 5.1 pueden

conectarse mediante una línea llamada línea de líquido saturado, y los de vapor saturado

mediante la línea de vapor saturado. Estas 2 líneas se unen en el punto crítico formando

un punto máximo en la curva, mientras todos los estados de líquido comprimido se

localizan en la región a la izquierda de la línea de líquido saturado, conocida como región

de líquido comprimido, y los de vapor sobrecalentado se encuentran a la derecha de la

línea de vapor saturado, en la región de vapor sobrecalentado. En estas 2 regiones la

sustancia existe en una sola fase, líquida o vapor. Todos los estados que abarcan ambas

fases en equilibrio se localizan bajo la curva de saturación, en la región llamada de mezcla

saturada líquido-vapor o región húmeda (Yunus y Boles, 2012).

5.1.1 Mecanismos de transferencia de calor

Un análisis termodinámico se interesa en la cantidad de transferencia de calor

conforme un sistema pasa por un proceso, de un estado de equilibrio a otro. La ciencia

que trata de la determinación de las razones de esas transferencias de energía es la

transferencia de calor. La transferencia de energía como calor siempre se produce del

medio que tiene la temperatura más elevada hacia el de temperatura más baja, y la

transferencia de calor se detiene cuando los dos medios alcanzan la misma temperatura

(Yunus y Afshin, 2011)

La temperatura es una medida de las energías cinéticas de las partículas, como

las moléculas o los átomos de una sustancia. En un líquido o gas, la energía cinética de

las moléculas se debe a su movimiento aleatorio de traslación, así como a sus

movimientos de vibración y rotación. Cuando chocan 2 moléculas que poseen energías

cinéticas diferentes, parte de la energía cinética de la molécula más energética (la de

temperatura más elevada) se transfiere a la menos energética (la de temperatura más

baja), de manera muy semejante a cuando chocan 2 bolas elásticas de la misma masa a

diferentes velocidades, parte de la energía cinética de la bola más rápida se transfiere a

la más lenta. Entre más alta es la temperatura, más rápido se mueven las moléculas,

mayor es el número de las colisiones y mejor es la transferencia de calor (Yunus y Afshin,

2011).

Page 33: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

33

El calor se puede transferir en 3 modos diferentes: conducción, convección y

radiación:

Conducción

Es la transferencia de energía de las partículas más energéticas de una sustancia

hacia las adyacentes menos energéticas, como resultado de interacciones entre esas

partículas. La conducción puede tener lugar en los sólidos, líquidos o gases. En los gases

y líquidos la conducción se debe a las colisiones y a la difusión de las moléculas durante

su movimiento aleatorio. La Ley de Fourier es la que describe la transferencia de calor

por mecanismos de conducción (Yunus y Afshin, 2011):

𝑄 = −𝑘𝐴𝑑𝑇

𝑑𝑥

Ecuación 1

donde 𝑄 representa la transferencia de calor por conducción en W, la constante

de proporcionalidad k es la conductividad térmica del material en W/m-°C, que es una

medida de la capacidad de un material para conducir calor. dT/dx es el gradiente de

temperatura, el cual es la pendiente de la curva de temperatura en un diagrama T-x (la

razón de cambio de T con respecto a x), en la ubicación x. La relación antes dada indica

que la razón de conducción del calor en una dirección es proporcional al gradiente de

temperatura en esa dirección. El calor es conducido en la dirección de la temperatura

decreciente y el gradiente de temperatura se vuelve negativo cuando esta última decrece

al crecer x. El signo negativo en la Ecuación 1 garantiza que la transferencia de calor en

la dirección x positiva sea una cantidad positiva. Por lo tanto, se concluye que la razón

de la conducción de calor a través de una capa plana es proporcional a la diferencia de

temperatura a través de ésta y al área de transferencia de calor, pero es inversamente

proporcional al espesor de esa capa.

Convección

Es el modo de transferencia de energía entre una superficie sólida y el líquido o

gas adyacente que está en movimiento y comprende los efectos combinados de la

conducción y el movimiento de fluidos. Mientras más rápido es el movimiento de un fluido,

mayor es la transferencia de calor por convección. En ausencia de cualquier movimiento

masivo de fluido, la transferencia de calor entre una superficie sólida y el fluido adyacente

Page 34: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

34

es por conducción pura. Esta transferencia de calor se expresa por medio de la Ley de

Newton del enfriamiento (Yunus y Afshin, 2011):

𝑄 = ℎ𝐴𝑠(𝑇𝑠 − 𝑇∞) Ecuación 2

donde h es el coeficiente de transferencia de calor por convección, en W/m2-°C o

Btu/h-ft2-°F, As es el área superficial a través de la cual tiene lugar la transferencia de

calor por convección, Ts es la temperatura de la superficie y 𝑇∞ es la temperatura del

fluido suficientemente alejado de esta superficie. Nótese que en la superficie la

temperatura del fluido es igual a la del sólido (Yunus y Afshin, 2011).

Radiación

Es la energía emitida por la materia en forma de ondas electromagnéticas (o

fotones) como resultado de los cambios en las configuraciones electrónicas de los

átomos o moléculas. A diferencia de la conducción y la convección, la transferencia de

calor por radiación no requiere la presencia de un medio interventor. De hecho, la

transferencia de calor por radiación es la más rápida (a la velocidad de la luz) y no sufre

atenuación en un vacío. Esta es la manera en la que la energía del Sol llega a la Tierra.

En los estudios de transferencia de calor es de interés la radiación térmica, que es la

forma de radiación emitida por los cuerpos debido a su temperatura. Es diferente de las

otras formas de radiación, como los rayos X, los rayos gamma, las microondas, las ondas

de radio y de televisión, que no están relacionadas con la temperatura. Todos los cuerpos

a una temperatura arriba del 0 absoluto emiten radiación térmica. La radiación es un

fenómeno volumétrico y todos los sólidos, líquidos y gases emiten, absorben o transmiten

radiación en diversos grados. Sin embargo, la radiación suele considerarse como un

fenómeno superficial para los sólidos que son opacos a la radiación térmica, como los

metales, la madera y las rocas, ya que las radiaciones emitidas por las regiones interiores

de un material de ese tipo nunca pueden llegar a la superficie, y la radiación incidente

sobre esos cuerpos suele absorberse en unas cuantas micras hacia adentro de dichos

sólidos. La razón máxima de la radiación que se puede emitir desde una superficie a una

temperatura termodinámica Ts (en K o R) es expresada por la ley de Stefan-Boltzmann

como (Yunus y Afshin, 2011):

Page 35: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

35

𝑄 = 𝜀𝜎𝐴𝑠𝑇𝑠4 Ecuación 3

donde 𝜎 = 5.67x10-8 W/m2-K4, es la constante de Stefan-Boltzmann. La superficie

idealizada que emite radiación a esta razón máxima se llama cuerpo negro y la radiación

emitida por este es la radiación del cuerpo negro. 𝜀 es la emisividad de la superficie y

varía entre 0 y 1 (radición emitida por un cuerpo negro).

5.2 Conductividad térmica

Los materiales almacenan calor en forma diferente y una propiedad que considera

este aspecto es el calor específico cp, entendido como una medida de la capacidad de

un material para almacenar energía térmica. Por ejemplo, cp = 4.18 kJ/kg-°C, para el

agua, y cp =0.45 kJ/kg-°C, para el hierro, a la temperatura ambiente, indica que el agua

puede almacenar aproximadamente 10 veces más energía que el hierro por unidad de

masa (Yunus y Afshin, 2011).

Del mismo modo, la conductividad térmica k es una medida de la capacidad de un

material para conducir calor. Por ejemplo, k = 0.607 W/m-°C, para el agua, y k = 80.2

W/m-°C, para el hierro, a la temperatura ambiente, indican que el hierro conduce el calor

más de 100 veces más rápido que el agua. Por lo tanto, se puede afirmar que el agua es

mala conductora del calor en relación con el hierro, aún cuando el agua es un medio

excelente para almacenar energía térmica (Yunus y Afshin, 2011).

Por lo tanto, la conductividad térmica de un material se puede definir entonces

como la razón de transferencia de calor a través de un espesor unitario del material por

unidad de área por unidad de diferencia de temperatura, siendo una medida de la

capacidad del material para conducir calor. Un valor elevado para la conductividad

térmica indica que el material es un buen conductor del calor y un valor bajo indica que

es un mal conductor o que es un aislante.

5.3 Difusividad térmica

El producto 𝜌cp, que se encuentra con frecuencia en el análisis de la transferencia

de calor, se llama capacidad calorífica de un material. Tanto el calor específico cp como

Page 36: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

36

la capacidad calórica 𝜌cp representan la capacidad de almacenamiento de calor de un

material. Pero, cp la expresa por unidad de masa, en tanto que 𝜌cp la expresa por unidad

de volumen, como se puede advertir a partir de sus unidades J/kg-°C y J/m3-°C,

respectivamente. Otra propiedad de los materiales que aparece en el análisis de la

conducción del calor en régimen transitorio es la difusividad térmica, la cual representa

cuán rápido se difunde el calor por un material (Yunus y Afshin, 2011).

Nótese que la conductividad térmica k representa cuan bien un material conduce

el calor y la capacidad calórica 𝜌cp representa cuánta energía almacena un material por

unidad de volumen. Por lo tanto, la difusividad térmica de un material se puede concebir

como la razón entre el calor conducido a través del material y el calor almacenado por

unidad de volumen. Es obvio que un material que tiene una alta conductividad térmica o

una baja capacidad calorífica tiene una gran difusividad térmica. Cuanto mayor sea la

difusividad térmica, más rápida es la propagación del calor por el medio. Un valor

pequeño de la difusividad térmica significa que, en su mayor parte, el calor es absorbido

por el material y una pequeña cantidad de ese calor será conducida a través de él (Yunus

y Afshin, 2011).

5.4 Gradientes geotérmicos

Un gradiente geotérmico no es más que la variación de la temperatura en función

de la profundidad. Los valores de gradiente geotérmico son expresados en ºC/km y se

considera que dentro de la corteza varían entre 10 y 50 ºC/km, con un valor promedio de

30 ºC/km (Plate River Associates, Inc., 2003). Dichas variaciones van a depender

principalmente del ambiente tectónico y de las propiedades conductivas de las unidades

litológicas (Plate River Associates, Inc., 2003). En la tabla 5.1 se muestran valores

promedios de gradientes geotérmicos para algunos ambientes tectónicos.

Page 37: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

37

Tabla 5.1. Valores promedios de gradientes geotérmicos. Tomado de Plate River

Associates, Inc., 2003

Ambiente tectónico Rango de gradiente

geotérmico (ºC/km)

Interior del continente 20 – 40

Margen continental 25 – 50

Complejo deltáico 15 – 30

Graben post-rift Hasta 80

Centro de expansión Hasta 200

Cuencas retroarco/volcánicas 15 – 25

Cuencas antearco 30 - 25

5.5 Flujo geotérmico

Cuando se habla de flujo geotérmico, se refiere a la energía térmica que es

predominantemente transmitida por conducción desde del interior de la Tierra a través de

las distintas capas de esta (Beardsmore y Sass, 2011). El flujo de calor es una propiedad

fundamental de la Tierra. La Tierra es el motor térmico que impulsa la tectónica de placas.

De este modo, el flujo geotérmico es una medida de la energía térmica que impulsa este

motor térmico. Además, la temperatura en la Tierra, que está estrechamente relacionada

con el flujo de calor, es un parámetro primario que controla las propiedades físicas de los

materiales dentro de la misma. En general, las áreas de alto flujo de calor están

respaldadas por temperaturas más altas, al menos a poca profundidad, que las áreas de

bajo flujo de calor (Beardsmore y Sass, 2011).

El factor principal que controla la distribución del flujo de calor es el tipo de litósfera,

continental u oceánica. La litósfera continental es generalmente relativamente antigua

(>500 Ma.) y el mecanismo dominante de transferencia de calor a través de esta litósfera

es la conducción. Por el contrario, la litosfera oceánica es joven (<200 Ma) y el calor es

transmitido de forma convectiva a medida que la litósfera se va formando en las dorsales

oceánicas (Beardsmore y Sass, 2011).

Antes del desarrollo de la tectónica de placas, se pensaba que el flujo de calor

oceánico promedio podría ser menor que el de los continentes porque el basalto de la

Page 38: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

38

corteza oceánica presenta menos isótopos radiactivos en comparación al material

continental. Sin embargo, el flujo de calor es proporcional a la radioactividad de la corteza

superficial en una región determinada y disminuye con el tiempo desde el último evento

tectónico importante. En la siguiente tabla se puede observar el flujo de calor medio de

acuerdo al tipo de ambiente (oceánico o continental) (Stein, 1995).

Tabla 5.2. Flujo de calor promedio. Tomado de (Stein, 1995)

Ambiente Flujo de calor

promedio, mW/m2

Oceánico 101 ± 2.2

Continental 65 ± 1.6

Global 87 ± 2.0

5.6 Energía geotérmica

Geotermia es una palabra de origen griego, deriva de “geos” que quiere decir

Tierra, y de “thermos” que significa calor: el calor de la Tierra. Se emplea indistintamente

para designar tanto a la ciencia que estudia los fenómenos térmicos internos del planeta

como al conjunto de procesos industriales que intentan explotar ese calor para producir

energía eléctrica y/o calor útil al ser humano (Rodrigo y Llopis, 2002).

La energía geotérmica es la energía almacenada en forma de calor por debajo de

la superficie sólida de la Tierra. El calor contenido en rocas y suelos es demasiado difuso

para ser extraído directamente de forma económica, siendo necesario disponer de un

fluido, generalmente agua, para transportar el calor hacia la superficie de forma

concentrada, mediante sondeos, sondas geotérmicas, colectores horizontales, o

mediante intercambiadores de calor tierra-aire enterrados a poca profundidad en el

subsuelo. Una vez en superficie, el fluido geotermal, en función de su contenido en calor,

se destinará a la producción de energía eléctrica, si es posible, y en caso contrario, se

aprovechará su calor directamente recurriendo al empleo de intercambiadores de calor,

o de bombas de calor, en caso necesario (Rodrigo y Llopis, 2002).

El calor contenido en los materiales que componen el núcleo y el manto se

transmite paulatinamente a la corteza generando un flujo ascendente de calor que luego

Page 39: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

39

de atravesarla y alcanzar la superficie terrestre se disipa en la atmósfera. Este proceso

se puede corroborar cada vez que se efectúa una perforación, aunque sea de relativa

poca profundidad. Las temperaturas que se registran son siempre mayores en los niveles

más profundos. Es conveniente aclarar, para evitar confusiones, que en los casos en que

la perforación es muy superficial (y también en los primeros tramos de otras más

profundas) el efecto mencionado no es observable por la presencia de aguas infiltradas

circulantes que enmascaran el proceso térmico (Rodrigo y Llopis, 2002). Si esas aguas

se conservaran más tiempo y no recibieran un constante aporte, alcanzarían la

temperatura correcta.

El flujo de calor desde el interior de la Tierra hacia los estratos superiores de la

corteza, como se ha mencionado produce cambios de temperatura a distintas

profundidades, conocidos como gradientes geotérmicos. Éstos pueden variar desde

valores normales (alrededor de 30 ºC/Km) hasta unos 200 ºC/Km, en los bordes de las

placas tectónicas (Santoyo y Barragán, 2009).

Los sistemas geotérmicos existentes en la Tierra se clasifican en forma general,

en base a la temperatura del fluido endógeno que se extrae, o del fluido que se inyecta

para la extracción de calor de la roca. Por tanto la temperatura es el elemento principal

de la mayoría de los sistemas de clasificación. Para las evaluaciones de USGS (U.S.

Geological Survey), los sistemas geotérmicos se han dividido en tres clases de

temperatura: baja temperatura (< 90 °C), temperatura moderada (90 a 150 °C) y alta

temperatura (> 150 °C).

Los sistemas de alta temperatura incluyen recursos dominados tanto por líquidos

como por vapor. Los sistemas de temperatura moderada están dominados casi

exclusivamente por líquidos, y todos los sistemas de baja temperatura están dominados

por líquidos. Las tres clases de temperatura son adecuadas para aplicaciones de uso

directo, pero en general los sistemas de temperatura moderada y alta son viables para la

generación de energía eléctrica. Los sistemas en el extremo superior del rango de baja

temperatura pueden explotarse para la generación de energía eléctrica si se dispone de

temperaturas suficientemente bajas para el fluido de trabajo en una planta de energía

binaria. Se han propuesto otros sistemas de clasificación térmica, y la mayoría se centra

Page 40: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

40

en dividir los recursos geotérmicos de baja a alta temperatura (o entalpía) (Tabla 5.3)

(Inga S. Moeck, 2014).

Tabla 5.3. Clasificaciones de recursos geotermales de acuerdo a diferentes autores por

medio de la temperatura (Celsius) (Inga S. Moeck, 2014).

En cada caso, los límites de temperatura/entalpía se establecen considerando las

temperaturas significativas en un contexto de utilización termodinámica o económica.

Este enfoque ha sido refinado en su mayor parte por Sanyal, (2005), quien propuso una

serie de divisiones centradas en los límites térmicos de importancia para el desarrollador

geotérmico. Por ejemplo, el límite a 100 °C está vinculado al punto de ebullición del agua,

mientras que a 190 °C está relacionado con la capacidad de los pozos geotérmicos para

fluir por sí mismo (en lugar de requerir el bombeo de los fluidos del yacimiento), (Colin,

Marshall y Arlene, 2011).

Muffler (°C) Hochstein (°C)Benderitter

and Cormy (°C)

Haenel

et al. (°C)

Low enthalpy < 90 < 125 < 100 < 150

Moderate enthalpy 90 - 150 125 - 225 100 - 200 -

High enthalpy > 150 > 225 > 200 > 150

Sanyal Non-electrical (°C) Very low (°C) Low (°C) Moderate (°C) High (°C) Ultra High (°C)

< 50 - 100 100 - 150 150 - 180 180 - 230 230 - 300 > 300

Page 41: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

41

6. Materiales y métodos

6.1. Datos e información utilizada

La base de datos utilizada incluyó información geológica (litológica y

estratigráfica), diagrafías de pozos (registros de resistividad, gamma ray, temperatura y

potencial espontáneo) y geotérmica (temperatura, conductividad térmica), proveniente

del acervo de diversas instituciones y organismos nacionales, tales como la Dirección

Nacional de Agua (DINAGUA), la Dirección Nacional de Minería y Geología (DINAMIGE),

la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (ANCAP), el Centro

Regional para la Gestión del Agua Subterránea de América Latina y el Caribe (CeReGas)

y el Instituto Uruguayo de Meteorología (INUMET).

Asimismo, se utilizó información bibliográfica respecto a estudios de flujo de calor

y recursos geotérmicos, de los que se obtuvieron valores de propiedades térmicas

promedio, en función de las características litológicas (e.g. Beardsmore y Sass, 2011;

Inga S. Moeck, 2014; Beardsmore y Cull, 2001; Stein, 1995). De igual manera, se contó

con diversos antecedentes de investigaciones brasileras y argentinas de análisis térmicos

realizadas en la Cuenca Paraná, de los cuales se obtuvieron valores de propiedades

térmicas de las unidades geológicas regionales, tales como la conductividad térmica

promedio de las rocas (Hamza y Vieira, 2019; Hamza, 2009; Gomes, 2007; Gomes y

Hamza, 2003).

Para el análisis y procesamiento de los datos se utilizaron las herramientas

computacionales: a) Interactive Petrophysic (IP), para la evaluación de registros de pozos

(térmicos, eléctricos y radiactivos); b) ArcGis para realizar el mapeo de la temperatura de

superficie, de subsuelo, del gradiente geotérmico y el flujo de calor y c) Google Earth para

el posicionamiento de los pozos seleccionados. En la figura 6.1 se presentan los 17 pozos

del área de estudio que se consideraron en la elaboración del presente trabajado.

Page 42: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

42

Figura 6.1: Ubicación geográfica de los pozos en el área de estudio (Noroeste de la Cuenca

Norte).

6.2 Conceptos básicos y metodológicos

6.2.1. Estimación de la temperatura en subsuelo

La temperatura de subsuelo puede ser estimada por medio de métodos directos o

indirectos. La medición directa de la temperatura en el subsuelo requiere que un

dispositivo de medición de temperatura se introduzca en el pozo, ya sea temporalmente

(operaciones de guaya fina, DST, etc.) o permanentemente (sensores de cuarzo

instalados como parte de la completación del pozo). Dichos dispositivos miden la

temperatura del fluido de perforación, aunque no la de la roca circundante, por lo que,

para obtener estimaciones significativas y precisas de la temperatura ambiente de la roca,

el fluido de perforación debe estar en equilibrio térmico con su entorno. Si el pozo se ha

perforado recientemente, es posible que el fluido no haya tenido tiempo de alcanzar el

equilibrio térmico (Beardsmore y Cull, 2001).

Page 43: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

43

De igual manera, cualquier evento que posteriormente perturbe el fluido de

perforación también causa una perturbación térmica. Es por esto que, para obtener el

valor más exacto de la temperatura, se necesita de un tiempo requerido para el

reequilibrio, el cual va a depender de la magnitud de la perturbación. La interrupción del

equilibrio térmico de la columna de fluido de perforación causada por la circulación de

grandes volúmenes de fluido durante la perforación puede tardar mucho tiempo en

disiparse. Se requieren tiempos de recuperación más largos para tiempos de perforación

mayores. En general, se requiere de 10 a 20 veces el tiempo de perforación antes de que

un pozo se equilibre (Beardsmore y Cull, 2001).

Las operaciones de registros de pozos también pueden perturbar el equilibrio

térmico después de la perforación a causa del movimiento de las herramientas a través

de él; sin embargo, la perturbación es mucho menor. Por este motivo, lo ideal es que el

registro de temperatura se realice durante el descenso de las herramientas (lo cual lo

hace poco convencional respecto a la toma de los otros registros) (Beardsmore y Cull,

2001).

Las temperaturas que se miden a la profundidad total de los pozos mediante las

operaciones mencionadas previamente son denominadas Temperatura de Fondo del

Pozo o BHT (Botton Hole Temperature). La BHT se encuentra entre la temperatura de

circulación de fondo de pozo (BHCT) y la temperatura estática de fondo de pozo (BHST).

Por este motivo, la BHT suele corregirse para hallar un valor próximo al BHST.

La temperatura del fondo de pozo también necesita estabilizarse para poder

obtener el valor exacto de la temperatura de la formación, ya que el fluido dentro del pozo

necesita alcanzar el equilibrio térmico. De esta manera, mientras mayor es el tiempo que

el pozo este cerrado, mayor será la precisión del valor real de esta propiedad física de la

formación; sin embargo, en la práctica no es usual mantenerlos cerrados el tiempo

necesario para su estabilización. Por tal motivo, existen técnicas que permiten extrapolar

el valor de la temperatura en función del tiempo, tales como el método de Horner

(Beardsmore y Cull, 2001). Este método fue diseñado originalmente para corregir los

datos de pruebas de restauración de presión o buildup (Horner, 1951), pero luego fue

adoptado para observar el comportamiento de la temperatura de la formación luego de la

perforación. Los parámetros que definen un punto en un diagrama de Horner son:

Page 44: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

44

T = Temperatura del fondo del pozo

Δt = Tiempo transcurrido entre el cese de la circulación del fluido y la medición de la

temperatura T.

tc = Tiempo transcurrido entre el cese de la perforación y el cese de la circulación del

fluido.

La figura 6.2 muestra la temperatura BHT en función del ln[1 + (tc/ Δt)], en la misma

se observan distintos puntos graficados a una misma profundidad, los que generan una

curva que intercepta el eje de las ordenadas en un punto denominado VRT (Virgin Rock

Temperature), conocido como la temperatura de la formación.

Figura 6.2: Ejemplo del gráfico de Horner. Tomado de Beardsmore y Cull (2001).

La precisión del gráfico de Horner depende de la confiabilidad y la precisión de los

datos de T, Δt y tc. Casi siempre, la temperatura es registrada durante diversas corridas

de registros y se halla comúnmente en los informes de completación de pozos o en los

encabezados de los perfiles de pozo. Asimismo, la precisión con la que se obtienen los

datos, a veces, es cuestionable. En algunos casos, no se registra ningún cambio en la

temperatura entre varias ejecuciones de registro separadas por muchas horas, o las

temperaturas se redondean a los 5 °C o 10 °C más cercanos (Beardsmore y Cull, 2001).

Page 45: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

45

Es poco probable que esto refleje condiciones reales y debe atribuirse a una falla del

instrumento o error humano. Desafortunadamente, la magnitud de estos errores es

indefinible y los datos deben ser aceptados al pie de la letra o rechazados (Beardsmore

y Cull, 2001).

Adicionalmente, se debe tener en cuenta que si (tc/Δt) < 1/3 para todos los puntos

de datos, la técnica de Horner debería dar resultados aceptables (Roux et al., 1982). Sin

embargo, una investigación rigurosa de las matemáticas que rigen el equilibrio de la

temperatura del fondo del pozo revela que, para valores más altos de (tc/Δt), las

extrapolaciones en línea recta a través de los datos de Horner están sesgadas

inherentemente hacia la subestimación de la VRT (Dowdle y Cobb, 1975). La magnitud

del sesgo aumenta a medida que aumenta (tc/Δt). Roux y Col. (1982) desarrollaron un

procedimiento para compensar el sesgo teórico en el método de Horner en aquellas

ocasiones en que (tc/Δt) > 1/3. Para esto, se requiere un pequeño número de parámetros

adicionales para la corrección, basados en aproximaciones lineales de curvas de

enfriamiento teóricas. Un parámetro de tiempo adimensional, tD, se deriva de la

difusividad térmica de la formación, K (m2s-1), el tiempo de circulación, tc (h) y el radio del

pozo, rw (m):

𝑡𝐷 = 3600𝑘𝑡𝑐

𝑟𝑤2

Ecuación 4

Donde, k (difusividad de la formación) = 10-6 m2s-1 es un valor sugerido en la

mayoría de los casos: rw representa el radio del pozo. Así, un factor de temperatura

adimensional TD, es luego obtenido:

TD = A + (BtD) + (CtD1/2) + (D tD1/3) + (EtD1/4) + (FtD1/5) Ecuación 5

Los coeficientes A-F se pueden encontrar en la Tabla 6.1, los cuales dependerán

del valor del tiempo de Horner como se muestra. Seguidamente, el sesgo en la trama de

Horner se corrige mediante:

𝑇𝑟𝑢𝑒 𝑉𝑅𝑇 = 𝐻𝑜𝑟𝑛𝑒𝑟 𝑉𝑅𝑇 − (2.303𝑚𝑇𝐷) Ecuación 6

Donde m es la pendiente del grafico de Horner.

Page 46: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

46

Tabla 6.1. Coeficientes para la determinación de TD. Tomado de Beardsmore y Cull,

(2001)

(𝒕𝒄 + ∆𝒕)/∆𝒕 a b c d e f

1.25 – 2 0.4874 0.0027 -0.2862 1.4077 -0.7836 0.7732

2 – 5 0.2516 -0.0072 0.3650 -0.0001 -3.4989 3.1534

5 - 10 2.3502 0.0024 -0.0609 4.7833 -5.9058 0.0365

Esta corrección es sensible a la calidad de los datos y es dudoso que la mayoría

de los datos reales sean lo suficientemente precisos para garantizar la corrección. El valor

de Δt suele ser en muchos casos desconocido, por este motivo, diversos autores han

realizado varias correlaciones empíricas en función de la profundidad para corregir la

BHT. Un ejemplo de esto, es la correlación de Willett y Chapman (1987), quienes

utilizaron 95 pozos con múltiples mediciones de temperatura en la Cuenca de Uinta (Utah,

EE.UU.), para obtener la siguiente correlación:

VRT = BHT + TC Ecuación 7

TC = Az + Bz2 + Cz3 + Dz4 Ecuación 8

Donde A = 6.93, B = -1.67, C = 0.101 y D = 0.0026. TC es la temperatura en °C y

z es la profundidad en km.

Adicionalmente, la AAPG (American Association of Petroleum Geologists) en 1976

desarrolló un método para corregir los datos de BHT. El método consiste en una relación

empírica desarrollada que compara datos medidos de BHT y datos de temperatura de

equilibrio. AAPG utilizó datos de temperatura de 602 pozos de Louisiana y West Texas

(EE.UU.) (Benevides, 2016). El resultado es la siguiente ecuación:

∆𝑇 = 𝑎𝑧 + 𝑏𝑧2 + 𝑐𝑧3 + 𝑑𝑧4 Ecuación 9

Page 47: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

47

Donde ∆T es la corrección de temperatura en grados Celsius, z es la profundidad

en metros y a, b, c y d son coeficientes polinómicos cuyos valores son 1.878×10−3 °C/m,

8.476×10−7 °C/m2, 5.091×10 −11 °C/m3 y 1,681×10−14 °C/m4, respectivamente (Benevides,

2016).

En cuanto a los métodos indirectos, cuando se cuenta con perfiles de resistividad,

es posible correlacionar los mismos con la temperatura de la formación para su

estimación mediante, por ejemplo, la Ecuación 4.

Por su parte, cuando se cuenta con registros de resistividad, temperatura de la

formación (Tf) y potencial espontáneo (SP), la empresa de servicios Schlumberger

desarrolló la Ecuación 10 para estimar la densidad del filtrado del lodo. La cual puede,

matemáticamente emplearse en sentido inverso para determinar la temperatura:

𝜌𝑚𝑓 = 1 + 7 ∗ 𝑆𝑎𝑙𝑖𝑛𝑖𝑑𝑎𝑑 ∗ 10−7 − (𝑇𝑓 − 80)2

∗ 10−6 Ecuación 10

Donde 𝜌𝑚𝑓 es la densidad del filtrado del lodo en g/cm3, Tf, la temperatura de la

formación en °F.

En los casos donde no se contaba con ninguno de los datos mencionados, se

utilizaron las temperaturas de subsuelo estimadas mediante geotermómetros químicos

por Pedro y Morales (2019, 2020) (la mayoría de los pozos contaban con estimaciones

de la temperatura por medio de esta técnica). En la Tabla 6.2 se pueden observar los

modelos matemáticos de los geotermómetros usados por esos autores. En aquellos

casos donde no se contó con ninguna información, se estimó la temperatura de

subsuperficie mediante una correlación definida por Oleaga, (2002), la cual establece una

relación directa entre el espesor de basalto (Formación Arapey) y la temperatura del

acuífero (Ecuación 11).

Page 48: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

48

Tabla 6.2. Correlaciones usadas por Pedro y Morales (2019, 2020)

Nombre del modelo Correlación

Cuarzo (Rimstidt, 1997) 𝑇𝑆𝑖𝑂2= [

−1107

𝑙𝑜𝑔[𝑆𝑖𝑂2]+ 0.0254] − 273.15

Cuarzo (Verna y Santoyo, 1997)

𝑇𝑆𝑖𝑂2= −44.19 + (0.24469[𝑆𝑖𝑂2]) + ((−1.7414𝑥10−4)[𝑆𝑖𝑂2]2)

+ 79.305𝑙𝑜𝑔[𝑆𝑖𝑂2])

α – Cristobalita (Fournier, 1977) 𝑇𝑆𝑖𝑂2= [

1309

5.19 − 𝑙𝑜𝑔[𝑆𝑖𝑂2]] − 273.15

Calcedonia (Fournier, 1977) 𝑇𝑆𝑖𝑂2= [

1032

4.69 − 𝑙𝑜𝑔[𝑆𝑖𝑂2]] − 273.15

𝑇 =1

36.5∗ 𝐸𝑠𝑝𝑒𝑠𝑜𝑟 𝑑𝑒 𝑏𝑎𝑠𝑎𝑙𝑡𝑜 + 20.2 Ecuación 11

Donde Espesor de basalto representa el espesor por encima del SAG en metros

y T, la temperatura del agua en °C.

6.2.2. Estimación de la temperatura de superficie

Cuando se habla de la temperatura de superficie, se refiere a la temperatura en la

capa superior del suelo o roca, no a la temperatura del aire. La temperatura del suelo o

roca generalmente supera la temperatura promedio del aire en unos pocos grados,

debido al albedo superficial (Beardsmore y Cull, 2001). En cuanto a la temperatura en

superficie, estas fueron determinadas tomando en cuenta la Ecuación 12:

𝑇𝑜 = 3 +(𝑇𝑝𝑟𝑜𝑚.−𝑎𝑖𝑟𝑒)

2 Ecuación 12

Donde To es la temperatura de superficie en °C y Tprom.-aire es el promedio entre la

temperatura máxima y mínima de cada día en °C.

En este trabajo se calculó la Tprom.-aire usando los registros de temperatura del aire

de los últimos 30 años en las estaciones meteorológicas de Salto, San José,

Tacuarembó, Treinta y Tres, Trinidad, Young, Punta del Este, Paso de los Toros,

Page 49: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

49

Paysandú, Prado, Rivera, Rocha, Aeropuerto Carrasco, Aeropuerto Melilla, Artigas, Bella

Unión, Colonia, Durazno, Florida, Laguna del Sauce, Melo y Mercedes, proporcionados

por el Instituto Uruguayo de Meteorología (INUMET).

6.2.3. Estimación del gradiente geotérmico

Una vez estimadas las temperaturas de superficie y de subsuelo, es posible

calcular el gradiente geotérmico, por medio de la Ecuación 13.

Γ =𝑇𝑠𝑠 − 𝑇𝑜

𝑍𝑤 Ecuación 13

Donde Γ es el gradiente geotérmico en °C/km, Tss es la temperatura de subsuperfie

obtenida ya sea por mediciones directas, mediciones BHT corregidas, correlaciones o por

otro método en °C, To es la temperatura media anual de la superficie en °C y Zw es la

profundidad a la cual se determinó la temperatura de subsuelo en metros.

6.2.4. Estimación de la conductividad térmica

Las conductividades térmicas de las unidades geológicas que constituyen el

relleno de la Cuenca Norte en el área de estudio se estimaron, cuando fue posible,

mediante correlaciones con las medidas para las formaciones equivalentes de la Cuenca

Paraná. En los casos restantes fueron estimadas a partir de sus características

litológicas, analizadas durante la etapa de perforación y presentadas en los masterlogs.

Luego, de acuerdo al tipo de roca presente en la formación se estimaron las

conductividades térmicas promedio, a través de tablas teóricas (Beardsmore y Cull,

2001).

En las Tablas 6.3 y 6.4 se presentan algunos valores teóricos de acuerdo al tipo

de litología encontrado en formaciones geológicas de Brasil en la Cuenca de Paraná

(Gomes y Hamza, 2003) y en forma general de acuerdo al tipo de roca (Beardsmore y

Cull, 2001), respectivamente.

Page 50: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

50

Tabla 6.3. Conductividades térmicas de las formaciones de la Cuenca de Paraná.

Tomado de (Gomes y Hamza, 2003).

Una vez determinadas las conductividades térmicas para cada formación, se

calculó un valor medio ponderado de esa propiedad en cada pozo, mediante la Ecuación

14.

𝐾𝑝𝑟𝑜𝑚. = ∑𝑘𝑖∆𝑧𝑖

∆𝑧𝑖

𝑛

𝑖=1

Ecuación 14

Donde Kprom. representa la conductividad térmica promedio en W/(m-°C), ki la

conductividad térmica en cada formación en W/(m-°C) y ∆𝑧𝑖 el espesor en consideración

en metros.

Mínima Máxima Media

Quaternário/Terciário 6 - - 2.3

Bauru (BAU) 64 - - 3.7

Serra Geral (SGL) 520 1.5 2.2 1.8

Botucatu (BOT) 279 2 4.2 3.8

Piramboia 10 - - 2.7

Sills 67 - - 2.3

Corumbatai 124 - - 2.2

Rio do Rasto 87 1.8 2.5 2.3

Morro Pelado 15 1.6 3 2.3

Serrinha 19 1.4 2.8 2.2

Terezina 39 1.6 2.8 2.2

Estrada Nova 27 - - 1.9

Serra Alta 35 1.3 2.3 2

Iratí 53 1.6 4.5 2.3

Palermo 70 1.5 4.3 2.7

Tatuí 9 1.8 0.4 1.8

Rio Bonito 54 1.5 4.4 2.8

Itararé (IT) 171 2 4.4 3.1

Aquidauana 4 3.8 5.4 4

Ponta Grossa 32 1.5 3.8 2.7

Furnas 32 4 6 5.3

Vila Maria 3 4.5 6 4.5

Embasamento 88 3 4.7 3.8

Rocha encaixante 45 2.8 3.6 3.2

Total/Medias 1853 2.2 3.7 2.8

FormaciónNúmero de

medidas

Conductividad térmica (W/m.K)

Page 51: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

51

Tabla 6.4. Conductividades térmicas de las rocas sugeridas por distintos autores. Tomado de Beardsmore y Cull (2001)

Fuentes

Litología 1a 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11

Arenisca 7.1 4.2 ± 1.4 3.1 ± 1.3 3.7 ±1.2 2.8 3.7 ± 1.2 4.7 ± 2.8

Arcilla 2.9 2.0 1.8

Lutolita 2.9 2.0 ± 0.4 1.9 ± 0.4

Esquisto 2.9 1.5 ± 0.5 1.4 ± 0.4 2.1 ± 0.4 1.4 2.1 ± 0.4 1.8 ± 1.2

Limolita 2.9 2.7 ± 0.9 3.2 ± 1.3 2.7 ± 0.2 2.7 ± 0.9 2.7 ± 0.2

Caliza 3.1 2.9 ± 0.9 2.4 ± 0.9 2.21 2.8 ± 0.4 3.4 ± 3.0 2.8 ± 0.3 2.5 ± 0.6

Marga 3.2 2.1 ± 0.7 3.0 ± 1.1 2.7 ± 0.5 2.4 ± 0.5

Dolomita 5.0 ± 0.6 3.1 ± 1.4 4.7 ± 0.8 4.8 ± 1.5 4.7 ± 1.1 3.7 ± 1.8

Esquisto 4.2 ± 1.5 1.4 ± 0.5 1.4 ± 0.5

Cuarcita 6 5.0 ± 2.4 5.9 ± 0.8 3.5 ± 0.4 5.6 ± 1.9

Granito 3.4 ± 1.2 3.5 ± 0.4 2.8 ± 0.6

Basalto 1.8 1.7 1.7 ± 0.6 2.0 ± 0.2 1.5

Toba 1.7 ± 0.3

Conglomerado 2.4 ± 0.8 3.2 ± 1.8 2.1 ± 1.0

Carbón 0.3 ± 0.1 0.2 ± 0.2 0.2 ± 0.04 0.2 ± 0.1 0.3 ± 0.1

Arena suelta 2.44 ± 0.8

Sedimento en

general 2.3 ± 2.0

*Matriz: valores de conductividad, que solo representan la conductividad aparente cuando ø=0

Fuentes: 1= Beardsmore (1996), 2= Majorowiez y Jessop (1981), 3= Beach, Jones y Majorowiez (1987), 4= Raznjevic (1976), 5=

Reiter y Jessop (1985), 6= Taylor, Judge y Allen (1986), 7= Roy et al. (1981), 8= Reiter y Tovar (1982), 9= Touloukian et al.

(1970b), 10= Drury (1986), 11= Barker (1996).

Page 52: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

52

6.2.5. Estimación del flujo de calor terrestre

La transferencia de calor puede ser considerada estacionaria, cuando se mantiene

relativamente constante por mucho tiempo como consecuencia de un suministro continuo

y homogéneo de calor; como también, transitoria cuando la temperatura de un mismo

punto del cuerpo estudiado varía en un intervalo de tiempo determinado debido a que el

flujo de calor no es constante.

Aplicando la definición de flujo de calor terrestre como el producto de la

conductividad térmica de la roca y el gradiente geotérmico, se determinó esta propiedad,

tal como se muestra en la Ecuación 15 (Hamza, 2009):

𝑞 = 𝜆 ∗ 𝛤 Ecuación 15

Esta propiedad se determinó asumiendo condiciones estacionarias (Ecuación 15),

sin tomar en cuenta las condiciones transitorias. No obstante, se analizó una correlación

para el estudio de la transferencia de calor teniendo en cuenta el análisis de sistemas

concentrado, asumiendo que la temperatura en una formación de poco espesor, puede

considerarse constante (Yunus y Afshin, 2011). En el caso de la Cuenca Norte, este

método puede presentar dificultades, ya que la Formación de Arapey, particularmente,

presenta grandes espesores en comparación a las demás formaciones; sin embargo, aun

así, el método puede ser aplicado, aunque implicará que mientras mayores sean los

espesores, mayor será el porcentaje de error. El análisis de flujo transitorio se muestra a

continuación:

Transferencia de calor hacia la formación durante dt = el incremento en la energía

de la formación durante dT, por lo tanto,

𝑘𝐴𝑠(𝑇∞ − 𝑇)𝑑𝑡

𝐿= (𝑚𝑐𝑝𝑑𝑇)𝑟𝑜𝑐𝑎 + (𝑚𝑐𝑝𝑑𝑇)𝐴𝑔𝑢𝑎 Ecuación 16

Page 53: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

53

Teniendo en cuenta que la temperatura tanto de la formación como del agua

contenida en esta, en estado de equilibrio, es constante, el diferencial dT en este caso

será el mismo,

𝑘𝐴𝑠(𝑇∞ − 𝑇)

𝐿𝑑𝑡 = [(𝑚𝑐𝑝)

𝑟𝑜𝑐𝑎+ (𝑚𝑐𝑝)

𝐴𝑔𝑢𝑎] 𝑑𝑇 Ecuación 17

A su vez, se conoce que 𝑚 = 𝜌𝑉, 𝑑𝑇 = 𝑑(𝑇 − 𝑇∞) y que 𝑇∞ es constante.

Quedando la correlación del siguiente modo:

−𝑘𝐴𝑠

[(𝜌𝑉𝑐𝑝)𝑟𝑜𝑐𝑎 + (𝜌𝑉𝑐𝑝)𝑎𝑔𝑢𝑎]𝐿𝑑𝑡 =

𝑑(𝑇 − 𝑇∞)

𝑇 − 𝑇∞ Ecuación 18

Integrando ambos lados desde t = 0, donde T = Ti hasta cualquier instante t, en el

cual se tendrá T = T(t), se obtiene,

−𝑘𝐴𝑠 𝑡

[(𝜌𝑉𝑐𝑝)𝑟𝑜𝑐𝑎+(𝜌𝑉𝑐𝑝)𝑎𝑔𝑢𝑎]𝐿= ln (

𝑇𝑡−𝑇∞

𝑇𝑖−𝑇∞) Ecuación 19

Teniendo en cuenta que el producto de la densidad y el calor específico tanto de

la formación como del agua es igual a la capacidad calorífica de una roca saturada, el

denominador del término izquierdo puede simplificarse, quedando la correlación como,

−𝑘𝐴𝑠 𝑡

𝑀𝑉𝐿= ln (

𝑇𝑡 − 𝑇∞

𝑇𝑖 − 𝑇∞) Ecuación 20

Siendo M, la capacidad calorífica de la roca saturada:

𝑀 = (1 − ∅)𝜌𝑟𝐶𝑟 + ∅(𝑆𝑖𝜌𝑖𝑐𝑖) Ecuación 21

Mientras que V puede ser entendido como el volumen total en estudio,

𝑉 = ∑ 𝐴𝑖ℎ𝑖

𝑛

𝑖=1

Ecuación 22

Es importante destacar que la Ecuación 15 aplica solo para el caso de una sola

formación; sin embargo, en caso de ser varias formaciones, puede utilizarse como un

promedio �̅� =∑ 𝑀𝑖

𝑛𝑖=1

𝑛, de todos los estratos que se están tomando en consideración. De

esta manera, siendo 𝐴𝑠 = ∑ 𝐴𝑖𝑛𝑖=1 , la ecuación final quedó como,

Page 54: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

54

−𝑘 ∑ 𝐴𝑖

𝑛𝑖=1 𝑡

(∑ 𝑀𝑖𝑛𝑖=1 ∗ ∑ 𝐴𝑖ℎ𝑖

𝑛𝑖=1 )𝐿

= ln (𝑇𝑡 − 𝑇∞

𝑇𝑖 − 𝑇∞) Ecuación 23

La conductividad térmica k representa el valor de la formación de mayor

temperatura. La Ecuación 23 se desarrolló para poder ser empleada bajo el esquema

mostrado en la figura 6.3, donde se debe considerar que las temperaturas pueden

cambiar en el tiempo, pero no debe variar mucho con la posición, es decir, que la

temperatura de la formación permanece uniforme en el tiempo y se puede considerar la

variación de temperatura sin referir a una ubicación especifica. Adicionalmente, se debe

tomar en cuenta que 𝑇𝑖(𝐹𝑜𝑟𝑚𝑎𝑐𝑖ó𝑛) > 𝑇∞(𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑓𝑖𝑐𝑖𝑒) y h es el coeficiente de

transferencia de calor por convección, en la figura 6.3 se puede ilustrar el comportamiento

del perfil de temperatura transitoria bajo las suposiciones inferidas previamente.

Figura 6.3: Perfil de temperatura transitoria en una superficie solida expuesta a convección.

Tomado de Yunus y Afshin (2011).

Asimismo, se debe añadir que la deducción previa fue realizada tomando en

cuenta la ecuación de difusividad de calor (Ecuación 24) que es estrictamente en 3D; sin

embargo, por la simetría del pozo y sus alrededores, esta puede ser simplificada a una

dimensión 2D. Adicionalmente, si solo se consideran secciones cortas dentro de una

columna de gran espesor, esta puede ser aún más simplificada, volviéndose un problema

de difusividad en 1D, como fue el caso de la Ecuación 23.

Page 55: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

55

∇2𝑇 =𝜕2𝑇

𝜕𝑥2+

𝜕2𝑇

𝜕𝑦2+

𝜕2𝑇

𝜕𝑧2=

1

𝛼

𝜕𝑇

𝜕𝑡 Ecuación 24

Se debe aclarar que la estimación del flujo de calor fue realizada asumiendo

condiciones estacionarias (Ecuación 15) debido a los grandes espesores que presentan

las formaciones en la Cuenca Norte, particularmente la Formación Arapey, lo cual

representa una limitante para los métodos de análisis transitorios tal como fue

mencionado.

6.2.6. Estimación de la pérdida de calor

La determinación de la pérdida de calor del agua desde las formaciones donde se

encuentran hasta la superficie fue realizada tomando en cuenta como modelo, la

geometría cilíndrica del pozo y aplicando parte del Método de Willhite, (1967). Dicho

método se fundamenta en el uso de un coeficiente de transferencia de calor total para un

sistema formado por el espacio anular, las tuberías de inyección/producción y

revestimiento, el cemento y el aislante en caso que exista (Alvarado y Bánzer, 2002).

Para este análisis se asumió:

1. Flujo de agua a través de la tubería de producción a temperatura, presión y

tasa constante.

2. El espacio anular se consideró lleno de aire a baja presión e inmóvil.

3. La transferencia de calor en el pozo se realiza bajo condiciones de flujo

continuo.

4. Dentro de la tubería de producción, los cambios en energía cinética, así como

cualquier variación en la presión del agua debido a efectos hidrostáticos y a

pérdidas por fricción son despreciables.

5. Se desprecia la variación de la conductividad y difusividad térmica de las

unidades geológicas con la profundidad.

6. Se considera despreciable la variación del calor específico con la profundidad

y por lo tanto, con la presión.

Page 56: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

56

Los principales segmentos o componentes del sistema que se consideraron fueron

la tubería de producción (tubing), tubería de revestimiento (casing), aislante (en caso de

existir), zona de cementación y la formación (Fig. 5.4). Se asumió a su vez que todas las

propiedades dentro de cada segmento permanecen constantes dentro de ellos.

Figura 6.4: Distribución empleada de la temperatura en un pozo para el cálculo de las

pérdidas de calor. Tomado de Alvarado y Bánzer (2002).

El procedimiento para determinar la pérdida de calor consistió en los siguientes

pasos:

1. Determinación del tiempo fondo arriba, usando la Ecuación 25 y considerando

la profundidad total de pozo y el caudal aproximado probado en ese pozo:

𝑡 =𝑃𝑟𝑜𝑓.

𝑄𝐴 Ecuación 25

Donde t representa el fondo arriba en horas, Prof. es la profundidad total en m y

se puede observar en la Figura 5.6 como ∆𝑧 si se considera al punto z como el cabezal

del pozo, Q es el caudal en m3/h y A es la sección de área transversal del tubing en m2.

2. Cálculo de la temperatura adimensional TD a partir del tiempo adimensional

tD bajo las siguientes condiciones:

2.1 Si 𝑡𝐷 ≤ 1.5 ∶

Tz

Tz+Δz

Z

Z+Δz

Δz

W

Q

Q

Q

Page 57: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

57

𝑡𝐷 ≤ 1.5 ∶ 𝑇𝐷 = 1.1281√𝑡𝐷(1 − 0.3√𝑡𝐷) Ecuación 26

2.2 Si 𝑡𝐷 > 1.5 ∶

𝑡𝐷 > 1.5 ∶ 𝑇𝐷 = (0.4063 + 0.5 ln(𝑡𝐷)) (1 +0.6

𝑡𝐷) Ecuación 27

Siendo tD:

𝑡𝐷 =𝑘𝑒𝑡

𝜌𝑒𝐶𝑒𝑟𝑤2 Ecuación 28

Donde ke representa la conductividad térmica promedio de la formación en W/(m-

°C), t es el tiempo fondo arriba estimado en el paso anterior, el producto 𝜌𝑒𝐶𝑒 viene

representado por la capacidad calorífica de la formación en W/(m3-°C) y rw es el radio del

pozo en m.

3. Cálculo de la temperatura promedio del subsuelo o la Tierra (Inicialmente Tci,

será igual a Te) (Moradi, Ayoub, Bataee y Mohammadian, 2019):

𝑇𝑒 = 𝑇𝑠𝑢𝑝 + 𝐺𝑔 (𝑃𝑟𝑜𝑓

2) Ecuación 29

Donde Te representa la temperatura de la Tierra en °C y se asumió igual a la

temperatura del casing en su radio interno Tci (°C). Tsup es la temperatura de la superficie

en °C y Gg es el gradiente geotérmico en °C/m.

4. Cálculo de la temperatura promedio y conductividad térmica del aire en el

anular:

𝑇𝑝𝑟𝑜𝑚 =𝑇𝑐𝑖 + 𝑇𝑡𝑜

2 Ecuación 30

Donde Tprom representa la temperatura promedio en el anular en °C, Tci fue descrita

anteriormente y está expresada en °C, mientras que Tto es la temperatura externa de la

tubería de producción en °C y se considerara igual a la temperatura del fluido dentro del

tubing debido a la elevada conductividad térmica que poseen estas tuberías al ser

Page 58: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

58

comúnmente de acero. En cuanto a la conductividad térmica del aire, esta fue estimada

mediante la siguiente expresión (Alvarado y Bánzer, 2002):

𝐾𝑐 = 0.01328 + 2.471𝑥10−5𝑇𝑝𝑟𝑜𝑚 − 4.247𝑥10−9𝑇𝑝𝑟𝑜𝑚2 Ecuación 31

5. Cálculo del coeficiente de transferencia de calor total (Uto) tomando en cuenta

el radio externo del tubing.

𝑈𝑡𝑜 = ℎ𝑐 + ℎ𝑟 Ecuación 32

Donde Uto esta expresado en W/(m2-°C), hc representa el coeficiente de

transferencia de calor por convección (en este caso se asumió conducción pura al

considerar inmóvil el aire dentro del anular) en W/(m2-°C) y hr es el coeficiente de

transferencia de calor por radiación dentro del anular en W/(m2-°C). Ambas expresiones

(hc y hr) vienen dadas por,

ℎ𝑟 = 𝜎 ∗ 𝜀 ∗ (𝑇𝑐𝑖2 + 𝑇𝑓

2)(𝑇𝑐𝑖 + 𝑇𝑓) Ecuación 33

Donde 𝜎 se conoce como la constante de Stefan-Boltzmann, cuyo valor es

5.67x10-8 W/m2-K4. 𝜀 representa la emisividad de las superficies dentro del anular, el cual

se asumió igual a un cuerpo negro o superficie oscura (𝜀 = 1).

ℎ𝑐 =𝑘𝑐

𝑟𝑡𝑜𝑙𝑛 (𝑟𝑐𝑖

𝑟𝑡𝑜)

Ecuación 34

Donde rto y rci representan el radio externo de la tubería de producción y el radio

interno de la tubería de revestimiento en m, respectivamente.

6. Cálculo de la temperatura del cemento:

𝑇𝑐𝑒𝑚 =𝑟𝑡𝑜𝑈𝑡𝑜𝑇𝐷𝑇𝑓 + 𝑘𝑒𝑇𝑒

𝑟𝑡𝑜𝑈𝑡𝑜𝑇𝐷 + 𝑘𝑒 Ecuación 35

Donde Tcem representa la temperatura del cemento en °C, las otras variables

fueron descritas previamente.

Page 59: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

59

7. Cálculo de la transferencia de calor (Q):

𝑄 =2𝜋𝐾𝑒(𝑇𝑐𝑒𝑚 − 𝑇𝑒)

𝑇𝐷∗ ∆𝑧 Ecuación 36

Donde Q viene a ser la pérdida de calor total en W/h.

8. Comparación entre la temperatura interna del casing y la temperatura externa

del mismo hasta alcanzar una tolerancia de aproximación ≅ 0.01 °C.

𝑇𝑐𝑜 = 𝑇𝑐𝑒𝑚 +𝑟𝑡𝑜𝑈𝑡𝑜ln (

𝑟𝑤

𝑟𝑐𝑖) (𝑇𝑓 − 𝑇𝑐𝑒𝑚)

𝐾𝑒 Ecuación 37

Una vez obtenido el valor de la transferencia de calor total (Q), este fue comparado

con la cantidad de calor que debe transferir el fluido bajo las condiciones aproximadas de

flujo que se tienen en los pozos completados en la Cuenca Norte para que puedan

disminuir su temperatura en al menos 1 °C hasta llegar a superficie (es importante señalar

que esta cantidad de calor es independiente de la presión del sistema). Esta aproximación

permitió observar cuan cerca o lejos están los fluidos de disminuir su temperatura en al

menos 1°C. Para obtener este valor de referencia, se aplicó la Primera Ley de la

Termodinámica asumiendo el sistema como un volumen de control a presión constante,

�̇� =𝑊 ∗ 𝑐𝑝 ∗ ∆𝑇

∆𝑡 Ecuación 38

Donde �̇� es la transferencia de calor necesaria para que el agua disminuya su

temperatura en al menos un grado, expresada en W/h; W es el flujo másico en kg/s y el

calor específico cp se asumió aproximadamente igual a 4.18 kJ/kg-°C (considerado

constante) y ∆𝑇 se consideró como 1°C. Es pertinente mencionar que en aquellos casos

donde no se contó con propiedades mecánicas del pozo, difusividad térmica y los

caudales, se sensibilizó en función de esas variables para obtener un intervalo de

aproximación de las pérdidas de calor (Q).

Page 60: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

60

7. Resultados

La presentación de los resultados está organizada para cada uno de los objetivos

específicos planteados en esta tesis.

7.1 Estimar el gradiente geotérmico y el flujo de calor como una

solución analítica de la distribución de temperatura y transferencia de

calor en régimen estacionario

7.1.1 Organizar una base de datos que concentre la mayor

cantidad de información del área de estudio

Para alcanzar este objetivo específico y tal como se mencionó en capítulos

anteriores, se realizó la revisión de múltiples informes de diversas procedencias, en los

que se identificaron datos e informaciones de relevancia para el proyecto en general.

Cabe destacar que esta etapa comprendió la compilación y normalización de todos los

datos e informaciones que posteriormente fueron empleados en alcanzar los restantes

objetivos específicos.

Primeramente, se identificaron los pozos que podían contar con información

valiosa para la investigación y que fueron completados dentro de la zona de estudio

(Tabla 7.1):

Page 61: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

61

Tabla 7.1. Pozos completados en la zona de estudio (Figura 6.1)

Pozo Coordenadas Prof.

Total (m) Latitud Longitud

Altos del Arapey -30.942 -57.518 956

Arapey -30.949 -57.518 1494

Arapey 2 -30.947 -57.523 900

Belén -30.831 -57.698 2336

Club Remeros -31.380 -57.976 1322

Colonia Viñar -30.467 -57.616 681

Daymán -31.458 -57.909 2204

Gaspar -30.629 -57.664 2297

H. Quiroga -31.277 -57.917 1295

Itacumbú -30.541 -57.478 2099

Kanarek -31.458 -57.905 1280

Ose Salto -31.377 -57.962 1368

Pelado -30.556 -56.730 1996

Posada Siglo XXI -31.439 -57.909 1209

Quebracho -31.842 -57.887 1107

San Nicanor -31.545 -57.802 1104

Yacaré -30.295 -56.970 2387

Adicionalmente, se obtuvo información referente a la sección estratigráfica

perforada por cada pozo (Tablas 7.2 – 7.4). Estos datos fueron compilados de diversas

fuentes, entre las que se destacan las bases de datos de ANCAP, OSE, DINAMA y los

trabajos de De Santa Ana (2004), De Santa Ana et al., (2006), Veroslavsky y Manganelli,

(2018) y Pedro y Morales, (2020). La información referente a la litología es considerada

muy importante para la estimación de las conductividades térmicas promedios y,

asimismo, el comportamiento del gradiente geotérmico, debido a que mientras mayor es

la conductividad térmica, menor es el gradiente geotérmico y viceversa y del flujo de calor.

Page 62: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

62

Tabla 7.2. Topes de las formaciones de la Cuenca Norte de Uruguay (N/P: No está presente)

Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m

36,6

Fm. Salto N/P N/P N/P N/P N/P N/P 0 12 N/P N/P N/P N/P

Fm. Fray Bentos N/P N/P N/P N/P N/P N/P 12 21 N/P N/P N/P N/P

Fm. Guichón 0 102 N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Arapey 102 677 0 530 0 539 21 968 0 960 0 940

Fm. Rivera 677 732 N/P N/P N/P N/P

Fm. Tacuarembó 732 892 968 1295 940 1280

Fm. Itacumbú N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Gaspar N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/PPérmico

SuperiorFm. Buena Vista 892 967 830 900 780 956 N/P N/P 1110 1209 N/P N/P

Fm. Yaguarí N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Paso Aguiar N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Mangrullo N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Fraile Muerto N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Tres Islas N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Cerro PeladoN/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. San Gregorio N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. La Paloma N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Cordobés N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Cerrezuelo N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

1105 1109 N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

956 1295 1209 1280

Precámbrico Basamento

Prof. total perforada, m 1109 900

Infra SA

G

Pa

leo

zo

ico

Pérmico

Inferior

Carbonífero 1105

Devónico

530 830 539 780 960 1110

Kanarek

Z_KB

Cenozoico

Supr

a SA

G

MesozoicoSA

G

Quebracho Arapey 2 Altos del Arapey H.Quiroga Posada Siglo XXIPozos

Page 63: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

63

Tabla 7.3. Topes de las formaciones de la Cuenca Norte de Uruguay (N/P: No está presente) (Continuación)

Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m

93,4

Pozos

Z_KB

Intrusivos (Yacaré)Dayman Ose Salto Arapey Club Remeros Colonia Viñar Yacaré

Fm. Salto N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 0 8 N/P N/P N/P N/P

Fm. Fray Bentos N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 8 20 N/P N/P N/P N/P

Fm. Guichón N/P N/P N/P N/P N/P N/P 0 16 N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Arapey 0 955 0 1070 0 543 16 1045 20 556 0 420 N/P N/P

Cenozoico

Supra SA

G

Fm. Rivera N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Tacuarembó 556 681 420 725 N/P N/PSAG

Mesozoico

1045 1322955 1487 1070 1368 543 820

Fm. Itacumbú 1487 1663 N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 725 895 N/P N/P

Fm. Gaspar N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/PPérmico

SuperiorFm. Buena Vista 1663 1932 N/P N/P 820 1465 N/P N/P N/P N/P 895 1440 N/P N/P

Fm. Yaguarí N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 1440 1443 1443 1572

Fm. Paso Aguiar N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 1572 1595 1595 1600

Fm. Mangrullo N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 1600 1688 1688 1757

Fm. Fraile Muerto 1932 2004 N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 1757 1780 1780 1848

Fm. Tres Islas N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 1848 2178 N/P N/P

Fm. Cerro Pelado 2004 2178 N/P N/P 1465 1494 N/P N/P N/P N/P 2178 2248

Fm. San Gregorio N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 2276 2330

Fm. La Paloma N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Cordobés N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Cerrezuelo N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

2178 2204 N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 2330 2387 N/P N/P

- -Prof. total perforada, m

Carbonífero

Devónico

Precámbrico Basamento

Mesozoico

Infra SA

G

Pa

leo

zo

ico

Pérmico

Inferior

681 2387

2248 2276

2204 1368 1494 1322

Page 64: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

64

Tabla 7.4. Topes de las formaciones de la Cuenca Norte de Uruguay (N/P: No está presente) (Continuación)

Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m Tope, m Base, m

202,4 34,2 83,7 102,2

Pozos

Z_KB

Pelado GasparIntrusivos (Pelado) BelénIntrusivos (Gaspar) Itacumbú Intrusivos (Pelado) San NicanorIntrusivos (Pelado)

Fm. Salto N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P 0 18 N/P N/P N/P N/P N/P N/P 0 43

Fm. Fray Bentos N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Guichón N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Arapey 0 234 N/P N/P 0 523 N/P N/P 18 477 N/P N/P 0 421 N/P N/P 43 838

Cenozoico

Supr

a SA

G

Fm. Rivera 234 270 523 558 N/P N/P 477 529 N/P N/P 421 455 N/P N/P N/P N/P

558 765 765 775

775 940 940 978

Mesozoico

782N/P N/P

SAG

Fm. Tacuarembó 270 684 N/P N/P 838 1104529 888 N/P N/P 455

782 915 915 918 N/P N/P

918 972 N/P N/P

975 993 N/P N/P

Fm. Gaspar N/P N/P N/P N/P 1142 1290 N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

1290 1373 1373 1388 1015 1255 1255 1260

1388 1490 1490 1492 1260 1355 1355 1360

1492 1495 1495 1498 1360 1371 1371 1553

1498 1509

1512 1880

1670 1705 1330 1332 1332 1344 N/P N/P

1344 1410 N/P N/P

1412 1440 N/P N/P

1458 1461 1440 1458 N/P N/P

1623 1635 1461 1623 N/P N/P

1653 1677 1635 1653 N/P N/P

1686 1692 1677 1686 N/P N/P

1692 1698 N/P N/P

1701 1710 N/P N/P

1177 1688 1934 2018 1790 1934 1710 1713 N/P N/P

1708 1804 2132 2278 2018 2132 1863 1954 N/P N/P

Fm. Tres Islas 1804 1834 N/P N/P N/P N/P N/P N/P 1954 1960 N/P N/P N/P N/P

1960 1966 1966 1971 N/P N/P

1971 1983 1983 1989 N/P N/P

1989 2001 N/P N/P

2013 2040 N/P N/P

Fm. La Paloma N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Cordobés N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

Fm. Cerrezuelo N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P N/P

1964 1996 N/P N/P 2246 2297 N/P N/P 2330 2336 N/P N/P 2040 2097 N/P N/P N/P N/P

- - - - - - - -2297Prof. total perforada, m

Mesozoico

Infra SA

G

Pa

leo

zo

ico Pérmico

Inferior

Devónico

1996

Pérmico

SuperiorFm. Buena Vista 770 1177 N/P N/P

Precámbrico Basamento

Fm. Fraile Muerto 1688 17082053 2080

1509 1512

1945 2053

1698 1701N/P N/P

N/P N/P

1553 1666 1670

993 1330 N/P

Fm. Itacumbú 684 770 N/P N/P 1015 N/P N/P972 975

1666

978 1142 N/P N/P 888

1410 1412

Fm. Paso Aguiar N/P N/P

N/P N/P N/P

Fm. Yaguarí N/P N/P 1194 1197 1705 1710

18801200 1476

1486 1488

1734 17751945

1775 1790

1710 1734

Carbonífero

1834 1964 N/P N/P

N/P

Fm. Mangrullo N/P N/P 1592 1686

N/P N/P N/P

2080 2246

N/P

1713 1863

Fm. Cerro Pelado

Fm. San Gregorio

N/P

2001 2013

2336 2097 1104

N/P

N/P N/P

2278 2330 N/P

Page 65: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

65

Asimismo, se recopiló información respecto a mediciones directas de temperatura

en pozo, tales como perfiles de T, BHT y temperatura del agua medida en boca de pozo.

También, se obtuvieron informaciones sobre perfiles de pozos (tales como resistividad)

para poder utilizar la correlación de Schlumberger, datos sobre espesores de basalto que

pudieran emplearse en la correlación de Oleaga (2002) y adicionalmente, valores de

temperatura en el reservorio geotermal obtenidos a través de geotermómetros químicos

por Pedro y Morales, (2020).

Es importante tener presente que los geotermómetros químicos hacen

estimaciones al relacionar la composición química del fluido con la temperatura de la

formación. Estas se fundamentan en el equilibrio que existen en la interacción agua –

roca en función de la temperatura, donde las reacciones son suficientemente rápidas

como para preservar las condiciones de equilibrio dentro del yacimiento y así se puedan

ver reflejadas en la superficie mediante los fluidos de descarga (Beardsmore, 2001).

Pedro y Morales, (2020) aplicaron un conjunto de geotermómetros de sílice (cuarzo,

cristobalita, calcedonia y silica amorfa) y catiónicos en los pozos donde se disponía de la

información necesaria. Debido al alto caudal de bombeo de los pozos se consideraron

representativos valores obtenidos que eran comparables a las temperaturas del agua

medidas en boca de pozo. En la Tabla 7.5 se observan los resultados de los

geotermómetros que presentaron resultados aproximados a las temperaturas medidas

directamente, garantizando que las suposiciones de dichas correlaciones cumplían con

las condiciones físicas de la interacción roca – fluido.

En la Tabla 7.6 se presentan los distintos perfiles (Gamma Ray, Potencial

Espontaneo (SP), Temperatura y Resistividad) disponibles para cada uno de pozos que

contaron con datos de este tipo. Datos sobre los cabezales de algunos perfiles, también

fueron recopilados para observar cómo variaba la temperatura dentro del pozo en función

del tiempo de circulación de los fluidos de perforación (esta información será analizada

posteriormente).

Page 66: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

66

Tabla 7.5. Temperaturas estimadas a través de geotermómetros por Pedro y Morales

(2020)

Arapey 38,4 - - 40,72 -

Club Remeros 45 - - 39,3 -

Colonia Viñar 35,1 - - 29,88 -

Daymán 45,5 44,51 - - -

H. Quiroga 41,3 45,02 - - -

Kanarek 45,5 - - 35,19 -

OSE Salto 48,3 47,77 - - -

Quebracho 39,2 - - - 35,46

San Nicanor 43,6 43,99 - - -

Arapey 38 - - 31,75 -

Club Remeros 45 - 46,79 - -

Daymán 46 46,38 - - -

H. Quiroga 44 41,37 - - -

Kanarek 45,5 49,11 - - -

Posada del

Siglo XXI46,5 44 - - -

Quebracho 40 - - 38,99 -

San Nicanor 43,5 45,32 - - -

Arapey 2 34,7 - - 34,01 -

Club Remeros 43,3 43,74 - - -

Daymán 40,8 41,04 - - -

Quebracho 36,7 41,04 - - -

San Nicanor 40,7 38,2 - - -

2006

2016

PozoAño de la

campaña

T (°C) in

situ

Temperatura estimada por Geotermómetros (°C)

2001

Cuarzo

(Rimstidt, 1997)

Cuarzo (Verna y

Santoyo, 1997)

Calcedonia

(Fournier, 1997)

α - Cristobalita

(Fournier, 1977)

Page 67: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

67

Tabla 7.6. Perfiles de pozos

Pozo

Perfiles

Po

tencia

l Esp

on

tán

eo

Resistiv

ida

d

Ga

mm

a R

ay

Ca

liper

nico

Den

sida

d -

Tem

pera

tura

Neu

trón

Belén x x x x x x x

Gaspar x x

Itacumbú x x x x x x

Pelado x x x x x

Yacaré x x x x x x

En la Tabla 7.6 se puede observar que solo 5 pozos presentaron registros de

pozos importantes para determinar la temperatura en subsuelo. Asimismo, solo los pozos

Yacaré, Belén e Itacumbú presentaban directamente perfiles de temperatura. En cuanto

a los restantes perfiles, se consideró relevante el que tuvieran disponibles registros de

resistividad y potencial espontáneo, ya que mediante la Ecuación 4 sería posible la

estimación de la temperatura de la formación. En relación al registro de Gamma Ray es

importante tener en cuenta que es una magnitud que no siempre aporta valores

significativos al cálculo de flujo de calor, a pesar de que responde a la desintegración

radioactiva de diversos compuestos químicos (Beardsmore y Cull, 2001). Adicionalmente,

se compiló información diversa, la que será presentada en los siguientes capítulos.

A modo de resumen, la información con la que contó cada pozo, parcial o

completamente se presenta en la tabla 7.7.

Page 68: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

68

Tabla 7.7. Información disponible en cada pozo

Pozo Perfil

estratigráfico

Perfiles

de pozos

Diagramas

de

completación

Temperatura

en boca de

pozo

Temperatura

de fondo

(BHT)

Geotermómetros

Altos de Arapey x x

Arapey x x x

Arapey 2 x x x x

Belén x x x

Club Remeros x x x

Colonia Viñar x x x

Daymán x x x

Gaspar x x x

Hotel H.Quiroga x x x x

Itacumbú x x x

Kanarek x x x

Ose Salto x x x x

Pelado x x x

Posada del Siglo

XXI x x x x

Quebracho x x x

San Nicanor x x x x

Yacaré x x x

7.1.2 Determinar la temperatura de superficie, subsuperficie y la

conductividad térmica de las rocas

7.1.2.1 Temperatura de superficie

Para la determinación de la temperatura de superficie, se utilizaron los datos

suministrados por el Instituto Uruguayo de Meteorología (INUMET). Se dispuso de

valores comprendidos entre los años 1961 y 2017 para la estación meteorológica Salto y

entre los años 2010 y 2017 para las restantes estaciones meteorológicas del país.

En la Tabla 7.8, se presentan los datos correspondientes a la estación

meteorológica de la ciudad de Salto. En la misma se puede observar que en los últimos

50 años la temperatura media del aire ha sido de 19.5 °C; asimismo, se puede notar como

ha ido incrementando progresivamente.

Page 69: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

69

Tabla 7.8. Temperatura media del aire en la estación meteorológica Salto, desde 1961

hasta 2017

En la Tabla 7.9 se presentan las temperaturas medias calculadas tanto para el aire

como para el suelo de las restantes estaciones del país, entre los años 2010 y 2017.

ENE FEB MAR ABR MAY JUN JUL AGO SET OCT NOV DIC PROM. ANUAL

1961-1990 25.4 24.6 22.5 18.9 15.7 12.9 13.1 14.4 16.0 18.7 21.4 24.0 19.0

1991 24.6 24.9 24.5 19.6 18.3 13.8 12.6 15.6 18.1 18.4 21.2 24.8 19.7

1992 25.7 25.2 23.8 19.0 15.9 15.9 10.2 13.9 15.9 18.6 20.7 24.6 19.1

1993 26.6 23.6 24.1 20.5 15.3 13.4 11.7 14.6 15.5 20.2 21.4 23.7 19.2

1994 25.3 24.6 22.8 19.3 18.4 15.0 13.8 14.0 17.8 19.1 22.1 26.9 19.9

1995 26.3 24.0 22.8 19.4 15.7 13.0 13.6 14.3 16.8 18.3 22.8 26.4 19.5

1996 25.8 24.8 23.5 20.3 15.6 11.1 11.2 17.5 16.7 20.7 23.0 25.8 19.7

1997 27.6 24.3 23.2 19.4 16.7 13.4 15.4 15.6 16.3 19.5 22.0 23.8 19.8

1998 23.8 23.6 20.5 18.2 15.9 13.0 13.8 13.7 14.5 19.4 21.3 23.0 18.4

1999 24.1 24.6 24.7 16.9 14.3 12.6 12.1 14.5 17.2 18.7 21.7 24.8 18.8

2000 26.8 25.1 21.9 20.2 15.1 13.9 10.0 13.8 15.6 19.1 20.1 23.7 18.8

2001 25.2 26.2 24.7 19.7 14.8 14.4 13.9 18.0 15.9 19.5 21.0 23.3 19.7

2002 25.2 23.9 25.0 18.4 17.6 12.0 12.3 15.6 15.7 20.7 22.0 23.2 19.3

2003 25.8 24.7 22.6 17.9 16.2 15.0 12.5 12.6 16.3 19.8 21.1 22.0 18.9

2004 26.1 23.6 22.9 21.2 13.9 14.3 12.9 14.8 17.3 18.4 20.9 24.6 19.2

2005 27.2 24.6 22.3 17.8 16.8 16.9 14.0 15.3 14.1 17.1 21.9 23.3 19.2

2006 27.1 25.1 22.9 20.0 13.7 14.5 15.9 13.2 15.3 20.8 21.4 24.5 19.5

2007 25.5 24.7 22.7 20.6 12.7 11.5 9.6 11.4 17.8 19.6 20.2 24.0 18.3

2008 25.7 25.4 22.8 19.0 15.6 10.9 15.5 13.1 14.6 18.8 23.4 24.7 19.1

2009 25.8 24.3 23.0 19.4 16.3 10.7 9.9 15.9 14.2 18.9 22.8 23.1 18.7

2010 27.6 26.2 25.3 20.1 16.6 13.8 13.2 14.1 17.2 19.4 23.5 27.2 20.4

2011 28.6 26.0 24.0 21.4 16.5 13.3 12.6 14.0 18.6 19.2 24.5 25.5 20.3

2012 28.4 26.3 24.1 20.2 19.3 14.8 11.8 17.7 19.0 20.6 25.0 26.2 21.1

2013 26.2 25.2 22.3 21.1 16.2 14.3 14.5 14.0 17.5 20.9 23.3 28.7 20.3

2014 28.6 25.3 21.7 19.7 15.9 13.5 14.5 16.5 17.9 22.4 21.9 24.8 20.2

2015 25.9 26.0 24.4 22.3 18.0 15.3 14.0 18.2 16.6 18.3 22.0 25.2 20.5

2016 28.5 27.4 22.7 20.0 13.9 11.4 12.6 15.6 15.5 19.6 23.1 26.1 19.7

2017 26.4 26.0 23.4 19.9 16.7 14.9 16.4 16.6 18.4 20.0 22.7 26.9 20.7

PROM. MENSUAL 26.3 25.0 23.2 19.6 16.0 13.5 13.0 14.9 16.5 19.5 22.1 24.8 19.5

TEMPERATURA DEL AIRE MEDIA EN ºC

Page 70: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

70

Tabla 7.9. Temperatura media del suelo y el aire en varias estaciones

Estación Latitud Longitud Taire, ºC Tsuelo, ºC

Aeropuerto Carrasco 34º 50,0' 56º 00,7' 16.7 19.7

Aeropuerto Melilla 34º 47,3' 56º 15,7' 18.27 21.27

Artigas 30º 23,9' 56º 30,6' 19.5 22.5

Bella Unión 30º 16,6' 57º 35,7' 20.03 23.03

Colonia 34º 27' 57º 46' 18.4 21.4

Durazno 33º 21,1' 56º 30,1' 18.84 21.84

Florida 34º 05,3' 56º 11,2' 18.04 21.04

Laguna del Sauce 34°51.7’ 55°05.6’ 16.41 19.41

Melo 32º 22,1' 54º 11,6' 18.31 21.31

Mercedes 33º 15,0' 58º 04,1' 18.57 21.57

Paso de los Toros 32º 48,0' 56º 31,6' 18.68 21.68

Paysandú 32º 20,57' 58º 02,13' 19.93 22.93

Prado 34º 51,7' 56º 12,4' 17.45 20.45

Punta del Este 34º 58,1' 54º 57,1' 17.36 20.36

Rivera 30º 53,8' 55º 32,6' 18.39 21.39

Rocha 34º29,6' 54º18,7' 16.66 19.66

Salto 31º 23,8' 57º57,9' 19.51 22.51

San José 34º 21,2' 56º 45,4' 18.49 21.49

Tacuarembó 31º 42,7' 55º 59,05' 16.53 19.53

Treinta y Tres 33º 13,3' 54º 23,3' 18.45 21.45

Trinidad 33º 32,2' 56º 55,0' 17.18 20.18

Young 32º 41,2' 57º 38,8' 18.11 21.11

Considerando todas las estaciones presentadas en las tablas anteriores se

mapearon las temperaturas medias del suelo (superficie), a efectos de observar su

variación geográfica (Fig. 7.1). Vale la pena mencionar que en la figura 7.1 solo se

presenta el gráfico obtenido para el área de estudio; sin embargo, se usaron todas las

estaciones para realizar la interpolación. Los mayores valores de temperatura se

encuentran en el Noroeste del área de estudio con una media de 23 °C, en la zona central

la temperatura media es de 22 °C y hacia el sector Sureste se registran los valores más

bajos (21 °C – 20.55 °C).

Page 71: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

71

Figura 7.1: Mapa de la Temperatura de superficie para el área de estudio.

Page 72: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

72

7.1.2.2 Temperatura de subsuperficie

La estimación de la temperatura en subsuperficie para cada pozo se realizó en

función de la base de datos disponible.

En la figura 7.2 se presenta el comportamiento de la BHT, a la misma profundidad,

al cabo de distintos tiempos de haber cesado la circulación de lodo en los pozos Belén,

Pelado y Yacaré. En estas condiciones la formación transfiere calor al pozo para buscar

el equilibrio de la temperatura, por lo tanto, mientras mayor es el tiempo, mayor será la

temperatura del pozo en el fondo y más próxima al valor de la temperatura de formación.

Figura 7.2: Comportamiento de la BHT para los pozos Belén, Pelado y Yacaré.

La figura 7.2 fue realizada con datos extraídos de los cabezales de los registros

de cada pozo, donde se especifica el tiempo que estuvo parada la circulación del lodo y

la temperatura tomada en el fondo del mismo. En la misma puede observarse que los 3

pozos tienen un punto de inflexión en ciertos intervalos de temperatura y rango de tiempo,

pudiéndose asumir que ese punto si bien no indica el valor real de la temperatura de

formación es una aproximación al valor de la misma al presentar menores cambios en

Page 73: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

73

sus pendientes y tender a una estabilidad o un rango de temperatura cada vez menor.

Las temperaturas medias estabilizadas de los pozos Belén, Pelado y Yacaré, de acuerdo

al comportamiento observado, fueron de 66 °C, 48 °C y 57 °C respectivamente.

La medidas de BHT de los pozos Pelado y Yacaré fueron corregidos por el método

de Horner, dado que contaban con datos variados en cuanto al tiempo de circulación del

lodo de perforación. El pozo Belén contó con tres pares de BHT en función del tiempo

como se observa en la figura 7.2; sin embargo, una de las medidas (la de menor valor)

se tomó a 200 metros por encima de la profundidad máxima, por lo cual a pesar de

considerarse para la visualización del comportamiento de la temperatura en el tiempo, no

se tomó en cuenta para aplicar el método de Horner al no estar todas las medidas a una

misma profundidad como es sugerido por el método.

En la Tabla 7.10 se presentan los parámetros requeridos para la elaboración del

gráfico de Horner para el pozo Pelado, obtenidos de los cabezales de los registros de

pozos.

Tabla 7.10. Parámetros requeridos para la elaboración del gráfico de Horner para el

pozo Pelado.

Al graficar estos parámetros se obtiene el comportamiento presentado en la figura

7.3, donde la intersección con las ordenadas se corresponde con una temperatura de

51.5 °C; es decir, aproximadamente 2.5 °C más elevada que la tendencia observada en

la figura 7.2. Para este pozo no fue necesario aplicar el factor de corrección, debido a que

la relación tc/Δt fue mayor a 1/3 solo en un único caso.

2.20 45.56 31980 0.36

2.20 47.78 49740 0.23

2.20 48.89 71820 0.16

2.20 48.89 86580 0.13

D relativa

a KB, km

Temperatura

máxima, C

Tiempo desde última

circulación Δt, stc/Δt

Page 74: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

74

Figura 7.3: Gráfico de Horner aplicado al pozo Pelado.

En cuanto al pozo Yacaré, los parámetros utilizados para aplicar el método de

Horner se presentan en la Tabla 7.11. En la misma puede observarse que todos los

puntos presentaron valores de la relación tc/Δt > 1/3, por lo cual fue necesario la aplicación

de una corrección a los mismos.

Tabla 7.11. Parámetros requeridos para la elaboración del gráfico de Horner para el

pozo Yacaré.

En la Figura 7.4 se puede visualizar que el comportamiento de los puntos de la

tabla 7.11 no presentó un buen ajuste al graficarlos (R2 = 0.37), a pesar de obtenerse un

valor de VRT = 61 °C, cercano a los 57 °C observado en la figura 7.2. Además, se

2.46 52.20 38700 0.94

2.45 56.60 39240 0.93

2.48 57.20 80700 0.45

D relativa

a KB, km

Temperatura

máxima, C

Tiempo desde última

circulación Δt, stc/Δt

Page 75: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

75

aplicaron las correcciones correspondientes con un rw = 0.108 m y el resultado fue una

temperatura de 72.48 °C, representando esto un incremento de al menos 10 °C.

Figura 7.4: Gráfico de Horner aplicado al pozo Yacaré.

Por su parte, en los registros de los pozos Itacumbú y Gaspar solo se encontró un

único dato de temperatura máxima, correspondiente a 54 °C y 56 °C, respectivamente.

Por lo tanto, para esos pozos y para el pozo Belén, debido a las razones explicadas

previamente, se corrigieron las temperaturas máximas mediante la ecuación presentada

por la AAPG. Los valores de temperatura obtenidos son iguales a 74 °C, 61 °C y 64 °C,

para los pozos Belén, Itacumbú y Gaspar, respectivamente.

Mediante la correlación de Schlumberger (Ecuación 10) se obtuvieron perfiles de

temperatura para los pozos Yacaré, Belén e Itacumbú, ya que los mismos contaban en

conjunto con perfiles de potencial espontáneo (SP) y resistividad.

En la figura 7.5 se presenta el perfil de temperatura obtenido para el pozo Yacaré

en el track 6 (Tform, °C). El mismo presenta un comportamiento muy sensible a la curva

de salinidad de la zona virgen (track 4), permaneciendo uniforme en un valor de

Page 76: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

76

aproximadamente 38 °C y variando únicamente donde se tienen las mayores deflexiones

en las curvas de salinidad y potencial espontáneo, entre los 1432 m y 1889 m, con valores

entre 45.5°C y 77 °C, en promedio.

En la figura 7.6 se observa el perfil de temperatura obtenido para el pozo Itacumbú

(track 6). Nuevamente, se observa una fuerte relación entre el mismo y la salinidad del

agua de la formación. El perfil de temperatura presenta un valor relativamente uniforme,

próximo a los 30 °C hasta los primeros 1400 m, luego se observan valores anómalos

mayores a 100 °C, lo cual no representa una buena aproximación de los valores de

temperatura de la zona circundante.

En cuanto al pozo Belén, los perfiles tanto de resistividad como de potencial

espontáneo no se encontraron empalmados y en muchas secciones se presentaban sin

información (Fig. 7.7), por lo cual fueron descartados del presente análisis.

Page 77: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

77

Figura 7.5: Perfil de temperatura obtenido en el pozo Yacaré mediante la correlación de Schlumberger en el track 6. RhoFl (track 5)

representa la densidad del filtrado del lodo. ILD (Deep Induction Log) en el track 2.

Page 78: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

78

.

Figura 7.6: Perfil de temperatura del pozo Itacumbú obtenido mediante la correlación de Schlumberger en el track 6. RhoFl (track

5) representa la densidad del filtrado del lodo. ILD (Deep Induction Log) en el track 2.

Page 79: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

79

Figura 7.7: Perfiles de resistividad y potencial espontáneo (SP) del pozo Belén mostrando secciones no empalmadas y sin

información. ILD (Deep Induction Log) en el track 2. ILM (Medium Induction Log) en el track 3.

Page 80: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

80

De los perfiles de temperatura obtenidos para los pozos Itacumbú y Yacaré, a partir

de la correlación de Schlumberger, puede concluirse que el valor de temperatura no

representa una función clara respecto a la profundidad y por lo tanto, tampoco en relación

al gradiente geotérmico, sino que presenta una relación con la salinidad de los fluidos

contenidos en la formación. Por este motivo, los resultados obtenidos por medio de este

método no fueron considerados como valores representativos de temperatura en estos

pozos y solo se tomaron en cuenta los BHT mencionados previamente.

Para los pozos que no contaban con medidas de BHT se consideraron las

estimaciones obtenidas mediante geotermómetros por Pedro y Morales (2020) o las

medidas directas de temperatura del agua en boca de pozo. 11 pozos presentaron

conjuntamente medidas directas de temperatura y estimaciones a través de

geotermómetros (Tabla 7.8). En estos casos, se consideró por preferencia la temperatura

estimada por geotermómetros, debido a que los autores Pedros y Morales (2020)

sugirieron que son valores sostenibles en cuanto a los datos de las composiciones

químicas. Las mediciones directas de temperatura del agua fueron consideradas en

aquellos pozos donde se observó mucha diferencia entre las estimaciones aportadas por

los geotermómetros (Tabla 7.6). En los casos donde se contaban con más de dos valores

de mediciones directas o geotermómetros, se realizó un promedio entre ellos.

En cuanto al pozo Altos de Arapey, su temperatura fue estimada mediante el uso

de la correlación de Oleaga, (2002). Al aplicar dicha correlación, se obtuvo un valor de

35 °C en la base de los basaltos.

Las temperaturas estimadas para cada pozo de acuerdo a las distintas

metodologías, se presentan en la tabla 7.12.

Page 81: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

81

Tabla 7.12. Temperaturas de subsuperficie para cada pozo y métodos empleado para

su cálculo.

Pozo

Temperatura

en el fondo

pozo, °C

Método

Altos del

Arapey 35 Correlación de Oleaga

Arapey 38 Geotermómetro

Arapey 2 34 Geotermómetro

Belén 74 BHT + Corrección AAPG

Club Remeros 44 Medición directa

Colonia Viñar 30 Geotermómetro

Daymán 44 Geotermómetro

Gaspar 64 BHT + Corrección AAPG

H. Quiroga 43 Geotermómetro

Itacumbú 61 BHT + Corrección AAPG

Kanarek 45.5 Medición directa

Ose Salto 47.8 Geotermómetro

Pelado 52 BHT + Corrección por Método de

Horner

Posada Siglo

XXI 44 Geotermómetro

Quebracho 38.5 Geotermómetro

San Nicanor 42.3 Medición directa

Yacaré 57 BHT + Corrección por Método de

Horner

El comportamiento de las temperaturas en subsuelo (considerando como punto

de referencia el SAG) obtenidas para cada pozo se presenta en la figura 7.8. En la misma

se puede visualizar que existe una relación lineal entre la temperatura de subsuelo y la

profundidad (al menos hasta la profundidad del SAG), indicando que los procesos de

transferencia de calor pueden deberse a conducción pura. En la misma se logran

visualizar dos grupos, uno compuesto por los pozos termales que están ubicados al sur

de la zona de estudio donde los basaltos presentan un mayor espesor (lo que podría

implicar porque las temperaturas del acuífero son mayores) y el acuífero un menor

espesor.

Page 82: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

82

Figura 7.8: Comportamiento de la temperatura con la profundidad para el área de estudio.

Y el otro grupo constituido por los pozos históricos, los cuales están ubicados al norte de la

zona de estudio y donde el espesor de los basaltos de la formación Arapey tienden a ser menores y

el espesor del acuífero mayor. La Falla Arapey mostrada en la figura 6.1 puede tener incidencia en

este comportamiento.

7.1.2.3 Coductividad térmica

Esta propiedad fue estimada a partir de valores establecidos para las unidades

geológicas de la Cuenca de Paraná en Brasil (Gomes 2007), correlacionables con las

unidades geológicas de la Cuenca Norte en Uruguay, y valores teóricos de acuerdo a las

litologías dominantes.

De acuerdo a la litología de cada formación y al tratarse de las mismas unidades

geológicas, solo que en distintos territorios y con diferentes nomenclaturas, se asociaron

los valores de la conductividad térmica promedio en cada caso. Tales casos fueron:

Formación Arapey – Formación Serra Geral: 1.8 W/(m-K).

Formación Tacuarembó y Rivera – Formación Botucatí: 3.8 W/(m-K).

Formación Yaguarí, Mangrullo y Paso Aguiar - Formación Terezina: 2.2

W/(m-K).

y = 0,0247x + 20,599R² = 0,93

0

10

20

30

40

50

60

0 200 400 600 800 1000 1200

Tem

per

atu

ra, °

C

Profundidad, m.

Pozos Históricos

Pozos Termales

Page 83: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

83

Formación Fraile Muerto – Formación Palermo: 2.7 W/(m-K).

Formación Tres Islas – Formación Rio Bonito: 2.8 W/(m-K).

Formación Cerro Pelado y San Gregorio – Formación Itararé: 3.1 W/(m-K).

Basamento – Embasamento: 3.8 W/(m-K).

Las formaciones Tacuarembó y Rivera, junto con el basamento cristalino son las

unidades que presentan los mayores valores de conductividad térmica. En el caso de las

formaciones Tacuarembó y Rivera, se debe a que las mismas están constituidas por

areniscas, aunado a su saturación de agua, indicando que a través de ellas la

transferencia de calor por conducción y su propagación es mayor en comparación con

las demás litologías. Por su parte, la Formación Arapey presentó el menor valor de

conductividad térmica, debido a la presencia de basaltos, los cuales tienden a ser

menores conductores de calor. De este modo, estas formaciones influirán ampliamente

en el valor medio final que se utilizará para estimar el flujo de calor en toda la columna

estratigráfica en estudio.

Las unidades geológicas cuyo valor de conductividad térmica fue estimada a partir

de valores teóricos de acuerdo al tipo de litología son presentadas a continuación:

Formación Salto: 2.1 W/(m-K) correspondiente a la clasificación

conglomerado. Esta unidad involucra areniscas conglomerádicas y conglomerados en

su mayoría.

Formación Fray Bentos: 2.0 W/(m-K) correspondiente a la clasificación

Limolita, debido a la litología de esta formación que está compuesta por areniscas muy

finas, fangolitas y limolitas.

Formación Guichón: 2.0 W/(m-K) correspondiente a la clasificación Limolita,

por la presencia de areniscas de grano fino, muy similares a la formación a la anterior.

Formación Itacumbú: 2.7 W/(m-K) correspondiente a la clasificación

Limolita, por la presencia de areniscas muy finas sublíticas-arcosicas.

Formación Gaspar: 1.8 W/(m-K) correspondiente a la clasificación Basalto.

Formación Buena Vista: 3.7 W/(m-K) correspondiente a la clasificación

Arenisca, al ser una formación constituida por areniscas acuíferas en muchos casos

con conectividad hidráulica con el SAG.

Page 84: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

84

Formación Cerrezuelo: 2.1 W/(m-K) correspondiente a la clasificación

Conglomerado, por la presencia de areniscas de grano medio a grueso y areniscas

conglomerádicas.

De este modo, la conductividad promedio en cada formación puede observarse en

la siguiente tabla.

Tabla 7.13. Conductividades térmicas de las unidades geológicas en el área de estudio.

Formación Conductividad

promedio, W/(m-K)

Salto 2.1

Fray Bentos 2.0

Guichón 2.0

Arapey 1.8

Rivera 3.8

Tacuarembó 3.8

Itacumbú 2.7

Gaspar 1.8

Buena Vista 3.7

Yaguarí 2.2

Paso Aguiar 2.2

Mangrullo 2.2

Fraile Muerto 2.7

Tres Islas 2.8

Cerro Pelado 3.1

San Gregorio 3.1

Cerrezuelo 2.1

Basamento 3.8

Intrusiones ígneas 1.8

En la Tabla 7.14 se presentan las conductividades térmicas promedio para cada

pozo del área de estudio, ponderadas en función de los espesores de las diferentes

unidades geológicas que cada uno atravesó.

Page 85: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

85

Tabla 7.14. Conductividades térmicas promedio ponderadas en cada pozo.

Pozo Conductividad

promedio, W/(m-K)

Altos del

Arapey 2.7

Arapey 3.0

Arapey 2 2.6

Belén 3.0

Club Remeros 2.2

Colonia Viñar 2.2

Daymán 2.7

Gaspar 2.9

H. Quiroga 2.3

Itacumbú 3.1

Kanarek 2.3

Ose Salto 2.2

Pelado 3.1

Posada Siglo

XXI 2.2

Quebracho 2.5

San Nicanor 2.3

Yacaré 3.0

Las conductividades térmicas medias en los pozos Pelado, Itacumbú, Belén,

Yacaré y Arapey presentaron los mayores valores, mientras que las calculadas en los

pozos Posada Siglo XXI, Ose Salto, Club Remeros y Colonia Viñar fueron las de menores

magnitudes, debido al gran espesor de basalto perforado por estos pozo y al bajo valor

de conductividad térmica que presenta este tipo de roca en comparación a las restantes.

Adicionalmente, el gradiente geotérmico fue estimado en función de la temperatura

media de superficie, definida previamente con un valor de 22-23 °C para el área de

estudio, las temperaturas de subsuelo calculadas anteriormente y la profundidad a la que

fue estimada esta última variable. En la figura 7.9 se presenta el comportamiento de la

temperatura en subsuelo para cada pozo y el gradiente geotérmico calculado. En la

misma se puede observar que los pozos Yacaré y Pelado presentaron los menores

gradientes geotérmicos, mientras que el pozo Arapey representó el pozo con mayor valor.

Page 86: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

86

Se debe señalar que los valores de gradientes geotérmicos obtenidos en los pozos

del área de estudio son en algunos casos muy bajos en comparación al gradiente

geotérmico promedio mundial (30 °C/km). Esta situación puede deberse a las

propiedades conductivas de las unidades litológicas encontradas o puede ser

consecuencia de la calidad de los datos a partir de los cuales se estimaron las medidas

de temperatura en subsuelo. Particularmente, esta situación se presentó con los pozos

Yacaré, Pelado e Itacumbú, los cuales mostraron un gradiente entre 15 y 18 °C/km. Los

gradientes en estos pozos se calcularon utilizando los valores de temperatura observados

en los cabezales de sus respectivos perfiles de pozo (BHT), tomando en cuenta el

comportamiento de la temperatura después de ciertos periodos de tiempo de haber

cesado la circulación de lodo. Por lo tanto, estos valores bajos de temperatura pueden

implicar que el pozo no permaneció el tiempo necesario sin circulación como para

alcanzar la temperatura de equilibrio de la formación.

Los pozos Itacumbú, Belén y Yacaré presentaban perfiles de temperatura

registrados en el pozo en el año de su perforación (1986). El comportamiento de estos

perfiles de la temperatura (negro) es presentado en la figura 7.10, conjuntamente con el

perfil calculado (azul). En el track 2 de la figura, correspondiente al pozo Itacumbú, se

puede visualizar como el gradiente calculado se aleja del perfil de temperatura,

presentando menores valores en los primeros 1.000 metros, mientras que luego adquiere

valores mayores al perfil. En los tracks 3 y 4, correspondientes a los pozos Belén y

Yacaré, respectivamente, los gradientes calculados presentan una tendencia similar; sin

embargo, solo en los últimos metros el perfil de temperatura tiende a presentar un cambio

gradual de la pendiente, cada vez mayor al gradiente geotérmico calculado. La tendencia

de las curvas de los tracks 3 y 4 es siempre la de presentar pendientes menores al

gradiente geotérmico calculado, a excepción de los últimos metros donde la pendiente

comienza a incrementarse.

Page 87: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

87

Figura 7.9: Temperatura vs profundidad para los pozos del área de estudio. Se indica el gradiente geotérmico calculado.

0

500

1000

1500

2000

2500

15 25 35 45 55 65 75 85

Pro

fun

did

ad

, m

Temperatura, °C

Quebracho (24.4 °C/km) Arapey 2 (22.3 °C/km) Altos del Arapey (23.7 °C/km)

H. Quiroga (21.7 °C/km) Posada Siglo XXI (21.9 °C/km) Kanarek (25.5 °C/km)

Daymán (23.0 °C/km) Ose Salto (24.0 °C/km) Arapey (29.5 °C/km)

Club Remeros (21.1 °C/km) Colonia Viñar (22.3 °C/km) San Nicanor (25.1 °C/km)

Itacumbú (18.3 °C/km) Gaspar (18.3 °C/km) Yacaré (14.4 °C/km)

Belén (22.1 °C/km) Pelado (14.9 °C/km)

Page 88: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

88

Figura 7.10: Comparacion entre perfiles de temperaturas regristrados (negro) y calculados (azul) para los pozos Itacumbú, Belén y

Yacaré.

Page 89: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

89

Seguidamente, el flujo de calor fue calculado con los valores de conductividad

térmica y gradiente geotérmico determinados previamente. Usando la Ecuación 15 fue

posible realizar estos cálculos y se obtuvieron los valores mostrados en la Tabla 7.15.

Tabla 7.15. Flujo de calor estimado para los pozos del área de estudio.

Pozo Conductividad

promedio, W/(m-°C)

Gradiente

geotérmico, °C/km q, mW/m2

Altos del Arapey 2,7 23,7 64

Arapey 3.0 29,5 89

Arapey 2 2,6 22,3 58

Belén 2,7 22,1 60

Club Remeros 2,2 21,1 46

Colonia Viñar 2,2 22,3 49

Daymán 2,7 23,0 62

Gaspar 2,7 18,3 49

H. Quiroga 2,3 21,7 50

Itacumbú 2,7 18,3 49

Kanarek 2,3 25,5 59

Ose Salto 2,2 24,0 53

Pelado 2,9 14,9 43

Posada Siglo XXI 2,2 21,9 48

Quebracho 2,5 24,4 61

San Nicanor 2,3 25,1 58

Yacaré 2,8 14,4 40

Desviación estándar (𝝈) 0,3 3,7 10,9

Los valores obtenidos fueron en promedio cercanos a los 60 mW/m2, los cuales

pueden considerarse típicos de plataformas continentales, donde el promedio es del

mismo orden de 60 mW/m2 (Platte River Associaties, 2003). Salvo algunos pozos como

el Arapey, Altos de Arapey, Quebracho y Daymán que presentaron valores por encima

de la media. En la Figura 7.11 y 7.12 se observan la distribución del gradiente geotérmico

y el flujo de calor para el área de estudio, respectivamente.

Page 90: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

90

Figura 7.11: Mapa de Gradiente geotérmico (°C/km) para el área de estudio.

Page 91: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

91

Figura 7.12: Mapa de Flujo de calor (mW/m2) para el área de estudio.

Page 92: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

92

Los mayores gradientes de temperatura se encontraron en el Noroeste del

departamento de Salto y el Noroeste del departamento de Paysandú. Mientras que en

las demás regiones los valores permanecieron similares, a excepción del Noreste del

departamento de Artigas donde se presentaron los valores más bajos del gradiente

geotérmico. En promedio los valores de gradiente geotérmico que se obtuvieron son

típicos de zonas del interior continental de acuerdo a los datos publicados por Plate River

Associates, Inc. (2003), por lo cual no se consideraron en ningún caso como anomalías

térmicas.

Además, se puede observar que la mayor concentración de calor se obtuvo cerca

de los pozos Arapey y Altos de Arapey situados en el Noroeste del departamento de Salto

con valores que oscilaron entre los 64 y 89 mW/m2. No obstante, aun así, los resultados

no se considerados como valores asociados a anomalías térmicas. En el Norte los valores

de flujo de calor presentaron bajos valores; sin embargo, esto podría deberse a la calidad

de los datos de estos pozos, por medio de los cuales se realizaron las estimaciones, por

lo que se sugiere tomar nuevas mediciones de temperatura en los pozos vinculados a

esa región. En cuanto a las otras regiones, las mismas presentaron distribuciones del

flujo de calor muy similares.

7.2 Estimar la pérdida de calor promedio de los fluidos desde los

reservorios geotérmicos hasta superficie en función del flujo de calor

calculado

Bajo las propiedades físicas de presión y temperatura, el agua encontrada en el

SAG de la Cuenca Norte se sitúa en la región de líquido comprimido en un diagrama de

fase termodinámico. De esa manera, se puede afirmar que las pérdidas de calor que

ocurren en los pozos durante el ascenso del agua son en forma de calor sensible, ya que

no cambia la estructura molecular ni cambia de fase (sólido, líquido, gaseoso), a pesar

de que puedan observarse cambios de temperaturas.

Las pérdidas en calor en cada pozo fueron estimadas mediante el modelo

planteado previamente, el cual involucraba el Método de Willhite, (1967) bajo ciertas

suposiciones y con el propósito de observar si las temperaturas de los fluidos obtenidas

Page 93: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

93

en cada uno de ellos cambian como consecuencia de la pérdida de calor que tienen

durante su producción.

En varios pozos no se contó con información sobre la completación del mismo

(tamaño nominal del tubing y casing) y tampoco con la difusividad térmica de la formación

por lo cual fue necesario, en esas ocasiones, asumir valores razonables. En el caso de

la completación del pozo, los radios de las tuberías fueron obtenidos en función de las

secuencias usuales de los diámetros de los revestidores, tubing y hoyos. Para el caso de

la difusividad térmica se asumieron 3 valores (0.01 m2/h, 0.005 m2/h, 0.001 m2/h),

empezando con el mayor valor que puede alcanzarse en rocas saturadas de agua como

la caliza (Alvarado Douglas, 2002). La cual puede alcanzar valores aún mayores. A

continuación, se presentan los resultados obtenidos.

En la figura 7.13 se observan los resultados obtenidos para el pozo Altos de

Arapey, donde la curva de Qreferencia representa la pérdida de calor sensible necesaria

para que el fluido disminuya su temperatura en al menos 1 °C, mientras que las otras

curvas corresponden a las pérdidas de calor dentro del pozo bajo distintos caudales y

difusividades térmicas. En la misma (Figura 7.13) se puede observar que prácticamente

en todo el rango de estudio considerado, el fluido no alcanza a tener una pérdida de calor

considerable como para disminuir en al menos 1°C su temperatura, tomando en cuenta

la profundidad total del pozo. Solo entre los 50 y 70 m3/h, el fluido puede llegar a perder

calor hasta el punto de poder descender su temperatura en 1°C, por encontrarse los

valores por encima del calor sensible necesario para bajar su temperatura; sin embargo,

a mayores caudales las pérdidas de calor no se consideran apreciables. Se debe señalar

que se consideró la profundidad total del pozo, a efectos de observar las máximas

perdidas de calor que podría tener un fluido desde el fondo del mismo hasta la superficie.

Sin embargo, las formaciones productoras al estar situadas a profundidades más

someras, menores pérdidas de calor tendrán, ya que se necesitarán valores más altos

de transferencia de calor para que pueda disminuir la temperatura del fluido, al ser menor

la distancia a recorrer para llegar a superficie. A difusividades mayores a 0.005 m2/h, no

se hallaron valores de pérdida de calor por debajo del calor sensible en el Pozo Altos de

Arapey.

Page 94: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

94

Figura 7.13: Pérdida de calor calculada para el pozo Altos de Arapey.

El pozo Arapey (Fig. 7.14) presentó un caso singular en comparación a los demás

debido a que bajo todos los caudales los valores de pérdida de calor se mantuvieron por

encima del calor sensible en el rango de la difusividad entre 0.001 y 0.005 m2/h, mientras

que, a difusividades más altas, solo a caudales mayores a 100 m3/h las pérdidas de calor

resultaron menores al calor sensible. Este comportamiento pudo ser debido al radio

interno del pozo, el cual resultó ser mayor en comparación a los demás pozos.

Figura 7.14: Pérdida de calor calculada para el pozo Arapey.

939947

325241

81424

0

100000

200000

300000

400000

500000

600000

700000

800000

900000

1000000

0 50 100 150 200

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

386279,626

133769

334420

200000

400000

600000

800000

1000000

1200000

0 50 100 150 200

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.005

0.001

0.01

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

Page 95: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

95

El Pozo Arapey 2 (Fig. 7.15) presentó pérdidas de calor muy por debajo del calor

sensible calculado, manteniéndose por debajo de los 86.392 W/h, considerándose así,

despreciables. La diferencia entre la transferencia de calor obtenida en este pozo y el

Pozo Arapey se debe a la diferencia de profundidades, siendo este último más profundo

y, asimismo, debido a la configuración de la completación, la cual resultó ser distinta en

ambos pozos.

Figura 7.15: Pérdida de calor calculada para el pozo Arapey 2.

En la figura 7.16 se pueden visualizar las pérdidas de calor calculadas en el pozo

Belén, las cuales a pesar de tratarse de un pozo profundo resultaron ser más bajas que

las necesarias para que ocurra una disminución de temperatura de al menos 1º C. Así,

sin importar las tasas de producción que se tengan las pérdidas de calor se mantendrán

despreciables. Los valores del calor sensible tomados como referencia son

independientes de las propiedades térmicas de la formación, tales como la conductividad

térmica, la difusividad y capacidad calorífica de la misma, pero es sensible a la magnitud

de flujo que se tenga, mientras mayor es el caudal, mayor es la transferencia que debe

ocurrir en el tiempo para que exista una disminución de la temperatura y viceversa.

1117647

341503

86392

0

200000

400000

600000

800000

1000000

1200000

0 50 100 150 200

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

Page 96: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

96

Figura 7.16: Pérdida de calor calculada para el pozo Belén.

El pozo Club Remeros mostró valores por encima del calor sensible mínimo

requerido para que disminuya la temperatura a tasas menores a 70 m3/h y solo a

difusividades próximas a 0.001 m2/h (Fig. 7.17).

Figura 7.17: Pérdida de calor calculada para el pozo Club Remeros.

La siguiente gráfica (Fig. 7.18) muestra los resultados obtenidos para el pozo

Colonia Viñar, donde los cálculos arrojaron valores muy bajos de pérdidas de calor en

2073413

747496

83055

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

0 50 100 150 200 250 300

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

423649

236961

58642

0

50000

100000

150000

200000

250000

300000

350000

400000

450000

0 20 40 60 80 100 120 140 160

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

Page 97: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

97

comparación al calor de referencia (Qreferencia). Por lo tanto, refleja que no es apreciable

considerar la pérdida de calor del fluido en este pozo.

Figura 7.18: Pérdida de calor calculada para el pozo Colonia Viñar.

El Pozo Daymán presentó en todo el rango de difusividades y tasas de producción

considerados (Fig. 7.19), pérdidas de calor poco importantes, pudiéndose así asumir que

la temperatura del agua en toda la columna del pozo puede considerarse constante.

Figura 7.19: Pérdida de calor calculada para el pozo Daymán.

2177083

967593

241898

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

0 50 100 150 200

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

2199074

791667

87963

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

0 50 100 150 200 250 300

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

Qreferencia, W/h

0.01

0.005

0.001

Difusividad térmica, m2/h

Page 98: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

98

El Pozo Quebracho presentó una situación similar a la anterior, manteniéndose el

calor sensible muy por encima de los valores de transferencia de calor que se pueden

encontrar en este pozo (Fig. 7.20).

Figura 7.20: Pérdida de calor calculada para el pozo Quebracho.

Solo a caudales menores a 100 m3/h el pozo Horacio Quiroga (Fig. 7.21) mantuvo

pérdidas de calores mayores al Qreferencia, a difusividades superiores a 0.005 m2/h, a su

vez se puede apreciar que a medida que aumenta la difusividad térmica, la perdida de

calor tiende a mantenerse entre un rango de valores cada vez menor.

605736

430041

422220

100000

200000

300000

400000

500000

600000

700000

0 20 40 60 80 100 120 140

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

Page 99: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

99

Figura 7.21: Pérdida de calor calculada para el pozo Horacio Quiroga.

En la figura 7.22 se observan 2 comportamientos distintos de las pérdidas de calor

en el Pozo Kanarek, donde a tasas de producción mayores a 100 m3/h, las pérdidas de

calor se mantienen por debajo del calor mínimo sensible, mientras que a menores

caudales, las pérdidas de calor se sitúan por encima, incidiendo en posibles

disminuciones de temperatura. Este último comportamiento se mantuvo entre

difusividades de 0.005 y 0.001 m2/h. En este pozo a menos que se conozca con certeza

los valores de la difusividad (para saber en qué punto de estos dos se encuentra), no es

conveniente asumir que la temperatura permanece constante en toda la columna.

1271693

240396

598510

200000

400000

600000

800000

1000000

1200000

1400000

0 50 100 150 200 250

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

Page 100: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

100

Figura 7.22: Pérdida de calor calculada para el pozo Kanarek.

El pozo Posada del Siglo XXI mostró un caso parecido (Fig. 7.23) al anterior, solo

que se observa una mayor área donde las pérdidas de calor permanecen despreciables.

Por lo tanto, este pozo se acerca un poco más a un comportamiento isotérmico en

comparación al caso previo.

Figura 7.23: Pérdida de calor calculada para el pozo Posada del Siglo XXI.

1620155

504831

1262080

200000

400000

600000

800000

1000000

1200000

1400000

1600000

1800000

0 50 100 150 200

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

836000

257453

645060

100000

200000

300000

400000

500000

600000

700000

800000

900000

0 50 100 150 200 250

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividadtérmica, m2/h

Page 101: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

101

2303792

833333

92445

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

0 50 100 150 200 250 300

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

4030303

2049020

910675

455338113834

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

3000000

3500000

4000000

4500000

0 100 200 300 400 500

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad térmica, m2/h

En las figura 7.24 a 7.29 se observa en promedio un mismo comportamiento con

variadas pérdidas de calor, pero siempre despreciables en comparación al calor sensible

calculado en cada caso.

Figura 7.24: Pérdida de calor calculada para el pozo Itacumbú.

Figura 7.25: Pérdida de calor calculada para el pozo Ose Salto.

Page 102: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

102

Figura 7.26: Pérdida de calor calculada para el pozo San Nicanor.

Figura 7.27: Pérdida de calor calculada para el pozo Pelado.

2418982

870833

96759

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

3000000

0 50 100 150 200 250 300

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad

térmica (m2/h)

4030303

2049020

910675

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

3000000

3500000

4000000

4500000

0 50 100 150 200 250

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividadtérmica, m2/h

Page 103: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

103

Figura 7.28: Pérdida de calor calculada para el pozo Gaspar.

Figura 7.29: Pérdida de calor calculada para el pozo Yacaré.

Para todos los casos presentados se puede concluir que casi en su totalidad los

pozos evaluados en el área de estudio presentaron pérdidas de calor despreciables,

siendo una excepción los pozos Arapey, Club Remeros y Kanarek. De esta manera, las

condiciones estables de temperatura interna de los pozos bajo las configuraciones de

completación, propiedades térmicas de la Tierra, tasas de producción, profundidad

perforada y gradiente geotérmico encontrados, pueden considerarse isotérmicas,

permitiendo realizar procedimientos prácticos importantes como la medición de

temperatura en superficie. Como se mencionó anteriormente, los cálculos fueron

2073413

757246

82937

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

0 50 100 150 200 250 300

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

2073413

725694

82937

0

500000

1000000

1500000

2000000

2500000

0 50 100 150 200 250 300

Cal

or,

W/h

Caudal, m3/h

0.01

0.005

0.001

Qreferencia, W/h

Difusividad

térmica (m2/h)

Difusividad

térmica (m2/h)

Page 104: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

104

obtenidos considerando las profundidades totales, por lo cual, a menores profundidades,

las pérdidas de calor son aún menos relevantes.

Page 105: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

105

8. Conclusiones

Los resultados presentados en esta tesis representan un avance en la valoración

cuantitativa del campo térmico en el sector noroeste de Cuenca Norte (Uruguay),

contribuyendo a una mejor comprensión del comportamiento geotérmico en la región de

estudio.

La estimación de la distribución de la temperatura en subsuelo se realizó a partir

de una base de datos dispar para los pozos del área de estudio. De un modo general, se

cuenta con datos antiguos y muy escasos de mediciones directas de Temperatura (BHT

y perfiles), concentrados en el sector norte y noreste del área de estudio. Mientras que la

mayoría de los pozos cuentan con análisis químicos y mediciones de temperatura del

agua en boca de pozo.

Los gradientes geotérmicos estimados se ubican entre 15 ºC/km y 30 ºC/km.

Destacándose el sector oeste del departamento de Salto (pozos Arapey, Altos de Arapey

y Arapey 2) con los valores más elevados y los sectores Norte y Noreste del área de

estudio con los valores más bajos (pozos Yacaré, Pelado, Gaspar e Itacumbú). Los

valores bajos pueden deberse a la calidad de los datos a partir de los cuales se realizaron

las estimaciones de la temperatura. Se considera muy importante la obtención de nuevas

medidas directas de Temperatura en pozo (perfiles de Temperatura), a efectos de

confirmar o no los valores bajos registrados en el norte y noreste del área de estudio;

como asimismo, la variabilidad en los valores de gradiente geotérmico obtenidos.

Debido a que los valores de gradiente geotérmico obtenidos se mantienen por

debajo de 30 °C/km, el sistema geotérmico es de baja entalpía, no pudiendo utilizarse de

forma convencional para generar electricidad, pero sí para la climatización en general de

edificios, instalaciones deportivas y recreativas como piscinas, y para algunos procesos

industriales y agrícolas que requieran temperatura (ej. Acuicultura, piscicultura, secado

de productos agrícolas, maderas, pescados, calefacción de invernaderos, entre otros).

La conductividad térmica promedio de las unidades geológicas que conforman el

relleno de la Cuenca Norte en el área de estudio, para todos los pozos, osciló entre 2.2 y

2.8 W/m-K, en respuesta a la homogeneidad estratigráfica presente en los mismos.

Page 106: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

106

El flujo de calor promedio obtenido se ubicó en torno a los 60 mW/m2, los cuales

están asociados efectivamente con ambientes continentales, tales como el representado

por el área de estudio. Este aspecto fue evaluado teniendo en consideración un régimen

estacionario, ya que debido a los importantes espesores de las unidades geológicas que

conforman el relleno de la Cuenca Norte en el área de estudio, un análisis en régimen

transitorio podría inducir a un margen de error apreciable en las estimaciones.

Las pérdidas de calor obtenidas durante el ascenso del agua desde el reservorio

geotermal, bajo las configuraciones encontradas (flujo de agua, completación,

propiedades térmicas de las rocas) para los pozos del área de estudio, se consideran

despreciables, en la mayoría de los casos, al ser en promedio menores al calor sensible

mínimo requerido para que ocurra una disminución de al menos 1 °C. Valores

despreciables de pérdidas de calor dentro del pozo implican que pueden obtenerse

mediciones representativas de la temperatura en el reservorio geotermal en superficie

(cabezal del pozo), siempre que sean utilizados equipos adiabáticos, que a su vez eviten

importantes caídas de presión.

La región oeste del departamento de Salto se constituye en el área de mayor

interés para futuros estudios y proyectos geotérmicos debido a que presentó los valores

de gradiente de temperatura y flujo de calor más elevados (a pesar de no constituir en

ningún caso anomalías geotérmicas) del área de estudio.

Page 107: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

107

9. Referencias bibliográficas

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2. Beardsmore, G. y Cull, P. 2001, Crustal Heat Flow, A Guide to Measurement and

Modelling, Cambridge University Press (ed.).

3. Beardsmore, G. y Sass, J., 2011 Heat Flow Measurements, Continental, Monash

University, Melbourne, Australia.

4. Benevides, A., 2016, Inversão de Temperaturas de Fundo de Poço para

Determinação de Gradiente Geotérmico, Universidade Federal Da Bahia.

5. Cernuschi, F. 2014, Energía Geotérmica: potenciales aplicaciones para la

diversificación de la matriz energética de Uruguay, Revista de la Sociedad

Uruguaya de Geología.

6. Colin, W., Marshall, R. y Arlene, A. 2011, Updating the Classification of Geothermal

Resources, Stanford University.

7. Gomes, A. y Hamza, V., 2003, Avaliação de Recursos Geotermais do Estado do

Rio de Janeiro, Coordenação de Pós-Graduação do Observatório Nacional/MCT.

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Coordenação de Pós-Graduação do Observatório Nacional/MCT.

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10. Marmisolle, J. 2015, Análisis tectonosedimentario de depocentros en el sector

noroeste de Cuenca Norte, Universidad de la República.

11. Milani, E. J. 1997. Orogenias paleozoicas no dominio sul-ocidental do Gondwana

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12. Moradi, B., Ayoub, M., Bataee, M., y Mohammadian, E., 2019, Calculation of

temperature profile in injection wells, Journal of Petroleum Exploration and

Production Technology.

13. Morales, E. 2015, Evaluación del potencial geotérmico del Departamento de

Artigas (Uruguay), Facultad de Ciencias, Universidad de la República.

14. Rodrigo, V. y Llopis, G., 2002, Guía de la Energía Geotérmica, Dirección General

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Page 108: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

108

15. Santoyo, E. y Barragán-Reyes, R., 2009, Energía geotérmica, Centro de

Investigación en Energía de la Universidad Nacional Autónoma de México

(UNAM).

16. Stein, C., 1995, Heat Flow of the Earth, American Geophysical Union, University

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17. Veroslavsky, G., Ubilla, M. y Martínez, S., 2006, Cuencas Sedimentarias de

Uruguay (Cenozoico), DIRAC, Montevideo, Uruguay.

18. Veroslavsky, G., Ubilla, M. y Martínez, S., 2004, Cuencas Sedimentarias de

Uruguay (Mesozoico), DIRAC, Montevideo, Uruguay.

19. Veroslavsky, G., Ubilla, M. y Martínez, S., 2004, Cuencas Sedimentarias de

Uruguay (Paleozoico), DIRAC, Montevideo, Uruguay.

20. Yunus, A. y Afshin J. 2011, Transferencia de calor y masa, The McGraw-Hill (ed.).

21. Yunus, C. y Boles, M., 2012, Termodinámica, The McGraw-Hill Companies (ed.)

Page 109: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

109

Apéndice A

Algoritmo 1. Cálculo empleado en Visual Basic para estimar la pérdida de calor

(Q)

Function Q(tasa, Prof, Ts, Gg, rw, rti, rto, rci, Ke, Difu)

Tco = 20

Do

Tci = Tco

'Determinación del tiempo fondo arriba (FA) considerando la profundidad total de

pozo y el caudal aproximado probado en ese pozo. M: Capacidad calorífica, Difu:

Difusividad térmica

A = 3.1416 * rti * rti

FA = (Prof / tasa) * A

M = (Ke / Difu)

'Cálculo de la temperatura adimensional Tadi a partir del tiempo adimension tD

tD = (FA * Ke) / (M * rw * rw)

If tD <= 1.5 Then

Tadi = (1.1281 * ((tD) ^ 0.5) * (1 - 0.3 * ((tD) ^ (0.5))))

Else

Tadi = (0.4063 + 0.5 * Log(tD) * (1 + (0.6 / tD)))

End If

'Cálculo de la temperatura promedio de la tierra

Tf = Ts + (Gg / 1000) * (Prof)

Te = Ts + (Gg / 1000) * (Prof / 2)

'Cálculo de la temperatura promedio y conductividad térmica del aire en el anular

Tprom = (Tci + Tf) / 2

Kha = (0.01328 + (0.00002471) * Tprom - (0.000000004247) * Tprom ^ 2) * 1.7307

hc = Kha / (rto * Log((rci / rto)))

'Cálculo del coeficiente de transferencia de calor total (Uto) tomando en cuenta el

radio externo del tubing

Page 110: Estimación de la distribución de temperatura en subsuelo y ...

110

hr = (0.0000000567) * (((Tci + 273) ^ 2) + ((Tf + 273) ^ 2)) * ((Tci + 273) + (Tf +

273))

Uto = hc + hr

'Cálculo de la temperatura del cemento y temperatura del casing en el radio

externo (Tco)

Tcem = (rto * Uto * Tadi * Tf + Ke * Te) / (rto * Uto * Tadi + Ke)

Tco = Tcem + (rto * Uto * (Log((rw / rci))) * (Tf - Tcem)) / Ke

'Iteración hasta que la temperatura interna del casing y la temperatura externa del

mismo sean similares (Tci = Tco)

Loop Until Tci = Tco

'Cálculo de la pérdida de calor

Q = (2 * 3.1416 * Ke * (Tcem - Tci) * Prof) / Tadi

End Function