Ética Módulo III

51
Ética Profesional Módulo III. Los valores 3.1 Valoración de los actos humanos………………………………2 Gutiérrez, R. (1988). Introducción a la ética. (20ª edición). México: Esfinge. (Páginas 91 a 115) 3.2 Enfoque moderno de los valores………………………………27 3.3 Principios y valores institucionales……………………………43 Zamorano, E. (2012). Ética en las universidades. México: Instituto Mexicano de Contadores Públicos. (Páginas 21 a 29)

description

Ética Profesional Módulo III "Los Valores"

Transcript of Ética Módulo III

Page 1: Ética Módulo III

Ética Profesional Módulo III. Los valores 3.1 Valoración de los actos humanos………………………………2 Gutiérrez, R. (1988). Introducción a la ética. (20ª edición). México: Esfinge. (Páginas 91 a 115)

3.2 Enfoque moderno de los valores………………………………27

3.3 Principios y valores institucionales……………………………43 Zamorano, E. (2012). Ética en las universidades. México: Instituto Mexicano de Contadores Públicos. (Páginas 21 a 29)

Page 2: Ética Módulo III

CAPITULO

LAS PROPIEDADES DE LOS YALORES

Toda la segunda parte se refiere a los aetas humanos, tales como son. Es, mas bien, una labor fenomenol6gica, una des­cripci6n de la esencia del acto humano; es un trabajo previa, pero indispensable, a la labor netamente etica, como es la de valorar moralmente esos actos humanos.

La Etica consiste, pues, eo valorar, en ascender ~lano de los hecbos al_plaoo de lQs derechas La Etica no estudia tanto lo que es como lo que debe ser.

Pero, si vamos a valorar, buena es que nos pongamos de acuerdo acerca de lo que es el valor. Se impone ahara una tarea, hay que contestar estas preguntas: ien que consiste pro­piamente el valor ? , i cuales son sus caracteristicas ? , i cull es su jerarquia ?, ic6mo reconocer el valor moral? Estamos pi­sando en los terrenos de una rama filos6£ica que Ultimamente se ha desprendido con mucho auge; se trata de la Axiolagia ( tratado ...dJ!_ los val ores), tan cultivada en el siglo XX por autores como Max Scheler y Nicolai Hartmann.

Si. reflexionamos acerca del valor y sus propiedades, pode­mos encontrar las siguientes ~ctedsticas:

1. BIPOLARIDAD. Consiste en que Jos valores siempre _se_

J?Eed~n mencio~ por pares;_a_un valor pasitivo corresponde 1.!.1) valor n~gatjyq> ~vic~~sa; la belleza y la fealdad, la bon­dad y la maldad, la riqueza y la miseria, la verdad y la false­dad, la virtud y el vicio, etc. Se trata de una caracteristica muy tipica en los valores, y todo el mundo puede constatarlo nom­brando el opuesto del valor que se quiera.

Pero algo mas difkil es penetrar en la naturaleza de esta propiedad. i En que consiste propiamente un valor negativo ?

[91]

Carlos
Typewritten Text
Carlos
Typewritten Text
Carlos
Typewritten Text
Carlos
Typewritten Text
Carlos
Text Box
Valoración de los actos humanos Gutiérrez, R. (1988). Introducción a la ética. (20ª edición). México: Esfinge. (Páginas 91 a 115)
Page 3: Ética Módulo III

92 INTRODUCCI6N A LA EriCA

~Tiene consistencia real? Los fi16sofos escolasticos han estudia­do con mucho detenimiento esta cuesti6n en lo relative al bien y al mal, y han inventado dos palabras que se aplican a estas cualidades proporcionando mucha claridad. Los tc~rminos son: privaci6n ( pt·ivatio, en latin) y negaci6n ( negatio ) . Privaci6n es la ausencia de algo que debe.da exis& par_ propia natw:ale­za. Negaci6n es la simple ausencia de algo. Por ejemplo: un niiio nace sin brazos; se dice que adolece de una privaci6n, o sea, no tiene algo que debeda tener por propia naturaleza. En cambio, un pez no tiene brazos; se dice entonces que adolece de una simple negaci6n.

Pues bien, el valor oegati.v:o (como ya se puede imaginar) corr~~12onde a la pri'IUJ.fi6.n,_:r no_a.Ja sim.ple_negaci6n_ No, porque un pez o un arbol carezcan de manos, se les va a valo­rar negativamente. En cambio, el nifio que nace sin brazos tiene efectivamente un valor negativo ( al menos, en el orden onto16gico; porque esta privaci6n puede ser fuente de valo­res positives morales, en sus padres y en el mismo, cuando crezca).

La_naturaleza de cada ente es la que sieve pa.ra-determi­nar si una cualidad que.lalta es .una... privaci6n. o una nega­.d6n, Otro ejemplo: un niiio de tres aiios no sabe leer y es­cribir; tiene una negaci6n. Pero un adulto que no sabe leer tiene una privaci6n. Un abogado no sabe construir una ca­sa, tiene una negaci6n. Pero un ingeniero constructor que ado­Ieee de la misma ignorancia tiene un privaci6n o valor nega­tivo en sus conocimientos profesionales; etc.

Esto es importante hacerlo notar, porque se acostumbra tratar el valor negative como un ente real, como si tuviera una existencia tan real y positiva como la del correspondiente valor positive. Esto es un sofisma a que da Iugar el vocabula­rio mismo. En realidad, .tado cuanto existe_es, por el mismo hecbo, un valor positive; de tal manera que ~1 valor ne_gati.YQ es la ausenc;lil de algo que debeda existir, y que, por alg1ln motivo, no se da.

La aplicaci6n de esto al orden etico proporciona conclusio­nes que no dejan de ser sorprendeotes al ne6fito. Por ejemplo, se dice en Metafisica: .. el mal no existe", y protesta inme­diatamente el profano, acusando al sabio de ignorancia o de

Page 4: Ética Módulo III

LAS PROPIEDADES DE LOS VALORES 93

encastillamiento en el mundo abstracto. Como si no se palpa­ran los males "realmente existentes" en este mundo . . . Pero atiendase a la explicaci6n y se vera la congruencia de am­bos asertos.

La existencia es una perfecci6n y, por tanto, es un bien, es un valor positivo. Todo lo que efectivamente existe es un va­lor positive en el orden metafisico. Pero puede suceder que eso que realmente existe, adolezca (como ya lo hemos visto) de una privaci6n en el orden moral o en otro nspecto. En ese mo­mento, recibe el nombre de valor negative; y, n6tese bien, no por lo que efectivamente es, sino por lo que le £alta, pot lo que no existe debiendo existir, o, mejor dicho, por lo que esta pri­vado. Subsisten, pues, las dos proposiciones: "el mal no existe", puesto que es una privaci6n; pero es cierto que "ha:r males en el mundo", puesto que no todos los seres existen en la medida de las perfecciones que les corresponden por propia naturaleza. "No existe el mal; pero existen cosas malas ...

Concretamente, esto se aplica en el orden moral de la si­guiente manera: la_persana q.ne acbla. coofotm.e.. a su .Da~­.kza, o mejor, que adecua su conducta a las leyes inscritas en la misma naturaleza humana, esa persona tieoe nn. v.a)o.t. posh tivo moral mente bahlando;. en cambio, quien no realiza dicha adecuaci6n con las leyes que le corresponden como ser huma­ne, adolece de una privaci6n o valor negative, es decir, esta actuando mal en el orden moral. La waldad mow es, pues, la privaci6o .de la correspondiente adecuaci6n a las !eyes natu: ra]es Pero esto se vera mas claro en el capitulo XVIII

La b.i.[H;lttrid.ad.., en resumen, es la caracterfstica por la cual los val(lres sedan por pare!_; uno positivo y otro negaJivo; pero solo el positivo existe_!lectivarnente; el valor negativo solo es ttna _privaci6n del correspondiente valor positivo.

2. TRASCENDENOA. Consiste en que los valores se dan de un modo pet.fecto .s6lo en...SlLeseocia; pero cuando se en­carnan en 1, )S seres materiales, exist en de un modo imperfecto. Trascen.de.t .ill.g_nificaJ~Lrnas alia.; por lo tanto, el termino mismo nos indica que los valores s6lo se dan con pe.cfecci6n mas alla de este mundo, g_o agui. _

Page 5: Ética Módulo III

94 INTRODUCCION A LA ETICA

Efectivamente, y sin necesidad de caer en un facil plato­nismo, 1 a cada momenta se puede constatar que las perfeccio­nes y valores que encontramos encarnados en las casas y en las personas estan afectados de una graduaci6n muy diver sa; pero siempre se nota que £alta algo ~a la perfecci6n de ese

_valor, tal como se concibe en su esencia. Por ejemplo: la jus­ticia de hecho deja mucho que desear, en comparaci6n con la esencia pura de Justicia.

La importancia de esta propiedad es de orden vivencial. El adolescente suele concebir los valores en toda su perfecci6n, y no faltan ocasiones en las que sufre una grave desilusi6n cuan­do se percata de que la realidad de la vida no esta a la altura de su concepcion. La justicia, el amor, la fidelidad, la honra­dez, la bondad en general, siempre estan en un nivel inferior al ideal que les corresponde. Lo peor acontece cuando la de­cepci6n crea un resentimiento; el sujeto llega a renegar de todos los valores. Porque no encuentra la libertad perfecta, re­niega de la libertad y dice que no existe; no encuentra la jus­ticia, la verdad, el amor perfectos, y reniega de ellos y actUa como si no existieran. Esto hay que delatarlo; porque, lejos de ser una actitud aceptable, es simplemente . un acto de cobardia y debilidad. Los valores no est!Q encarnados con perfecci6n; pero es el hombre el ensar_gago de encarnarlos con su esfuerzo

_y su perscverancia. Los valores proporcionan grandes satisfa~ _ciones al hombre; pero antes hay que conquistarlos.

3. PREFERI~ILIDA.Q.:_ Con esta propiedad estamos en el coraz6n mismo del valor. Consiste en esa particularidad por la cual Ips valores atraen o inclina!!_hacia si mismos la aten­ci6n, las facultades y, en especial, la voluntad del hombre que los capta. Enfrente de las cosas, el hombre prefiere las que en­cierran un valor.

En efecto, un objeto o una persona valiosa, inmediatamen­te nos inclina bacia ella. El hombre tiene una tendencia natu-- -ral _para dirigirse hacia lo valios.2.:.._ Cuando una persona no ha captado un valor, queda indiferente bacia el, su animo no se indina en pro o en contra. Pero basta atisbar el valor conte-

1 Ver capitulo XXI.

Page 6: Ética Módulo III

LAS PROPIEDADES DE LOS V ALORES 95

nido en una persona o en un objeto, para que entre en funci6n toda nuestra capacidad de apropiad6n. Quien ha captado la belleza trata de conservarla para si, e inclusive crearla. Asi se explica que el niiio de siete aiios suela ser indiferente bacia una sinfon1a de Beethoven; ordinariamente, todavia no ba te­nido oportunidad de captar su belleza. Desde la pubertad, y a lo largo de la adolescencia, suele asomarse a una gama muy diversa de valores y quedar fuertemente impresionado por ellos: la valent1a del militar y del conquistador, la elevaci6n del amor, la nobleza de la amistad y de la fidelidad. Entonces es la edad del entusiasmo, del bero1smo, del sacrificio; todo se entrega en pos del valor ( o ideal) que da sentido a la vida entera. Luego vendra. la decepci6n que se explic6 en los parra­fos anteriores. Pero siempre sera el...Yalor una. especie de imcin que polatiza la....en.ergia...hum'W.a~

Sin embargo, se dan cases excepcionales. Existe el fen6-meno de la ceguera axiol6gica, es decir, la incapacidad para constatar por si mismo cierto tipo de valores. Por ejemplo: hay quienes no captan la belleza artlstica, sea en la musica o en la pintura, o en la literatura. Estes cases son frecuentes en los medios donde la cultura todavia no se ba extendido.

Lo mas corriente es que la educaci6n, las circunstancias concretas de la vida, e incluso la propia estructura anat6mico­psicol6gica, determinen una cierta orientaci6n o preferencia bacia un sector de valores, que va dejando en la sombra el cultivo de los restantes. Esto es normal. No se le puede pedir a todo el mundo que cultive por igual todo tipo de valores. Es mas, la propia vocaci6n profesional no es otra cosa sino la aptitud para realizar determinado tipo de valores, sin perjuicio del cultivo de los demas en la medida de las posibilidades y necesidades.

Pero lo peor es la ceguera axiol6gica en el terrene de la moral. Quien juzga lo mismo la virtud que el vicio, quien no encuentra diferencia entre lo bueno y lo malo, quien ha endu­recido su cotaz6n por medio de costumbres anormales, ese tal adolece ( usando los terminos ya explicados) de una verda­dera privaci6n.

Ordinariamente el valo.c. se entrega aL.homb.r_e, es un iman que atrae la voluntad humana; es el correlate de las faculta-

Page 7: Ética Módulo III

96 INTRODUCCION A LA ETICA

des apetitivas del ser humane; es lo que perfecdona al hombre en sus distintos aspectos.

4. ~QBJ.EIJYUMD.. Consiste en que los valores se dan en las _casas o pe.rSQJlas ( objetos) independientemente de que seaQ conocido.s~ o JJ.O..,.. por algu.i, n en 12-articular.

Asi, por ejemplo, el valor ttutilidad" reside en una maquina de escribir, aunque esta cai ga en poder de unos salvajes anal­fabetos que no conozcan !_ U uso y, por tanto, su utilidad. El valor moral _<k_yua...p~§.Q ta reside .£n..Slla.,~ aun cuando otros la juzguen en senti do opu .!sto, e inclusive, aun cuando el pro­pia sujeto no sepa valorlzar su propia actitud honesta. A prop6sito de esto, se puede afiadir aqui que no es raro que se den cases de alto valor moral en los que el propio sujeto no se percate de los niveles que esta viviendo, tan inaccesibles para el comnn de los mortales. Tambien sucede (y esto es lo mas comnn) que la persona se sobrevalorice en el or den mo­ral, o intelectual o estetico.

Por lo dicho, ya se puede concluir que .JlO~s lo mismo el valo.t que la. Y.aloraci6n ,EI valoz es objetivo, · se da independien­t~ del .c.o.nodmiento que de el se tenga. En cambio, la yalo.caci6.o. es subjetiy~, o sea, depende de las personas que juzgan. Sin embargo, hasta la...misma valoraci6n, para que sea vallQ.sa, necesita ser Qbjetiva, es decir, basarse efectivamente en los.. hecbas reales que se estan juzgando y no ser un produc­to arbitrario de las tendencias viciosas o circunstancias des­favorables del que juzga.

La importancia de esto reside en la critica al relativismo, segiln el cual los valores dependen de cada persona que los juzga. Y a haremos en el capitulo XX una descripci6n y una critica mas prolija de esa corriente.

Y con esto hemos llegado al final de nuestro capitulo. Todavia no podemos definir la esencia del valor, pero la des­cripd6n de sus propiedades nos ha hecho adentrarnos en este mundo maravilloso que nos enriquece y nos hace mas humanos.

Page 8: Ética Módulo III

LAS PROPIEDADES DE LOS VALORES 97

En resumen, l_os val.Qt.e.s ron bipo/ares; pero el val ot: J:U.gi~­tiuo .es solo una p.r.iP.aci6n del correspondiente valor posi{ivo.

Los valores son trasceodentesJ es decir, soLo se dan con toda Sl{ pet'fecci6n en su pro pia eJel'Jcia; pero en su existencia real se ..dt:m can..tUJa gama muy variada de perfeccion.

Son preferibles,_ lC!._f!!_al iJ:Ldjca la baJe de ttna relacion can el h.tlmbre., que_g_ incli.na..hftfia eltos en cuanto los capta4

Y, con todo, SO..!! obif!.Jvo.l.J o sea, l'lO dependen'" en su exis­tencia..]_g!ado}. del co}'Joci,miento o ifticio que de ellos prafiera ai.gJU.e.o. eJJ particular -..

Int. a Ia t.tica.-7

Page 9: Ética Módulo III

CAPITULO XVI

JERARQUIZACION DEL VALOR

Existe una cantidad enorme de valores, pero pueden ser cwieOJ!dos_ dentro de una jerarquia_ que rouestre, al mismo tiempo, la .ma~or_o...menor.. calidad de di~ ~UOD;!~ra­dqs entre sL Es claro que no es igualmente valioso lo material que lo espiritual, lo animal o lo intelectual, lo humane o lo divino, lo estc~tico o lo moral, etc.

Siendo el hombre el pun to de referenda (no este o aquel hombre determinado, sino la naturaleza humana), cabe la ord~ na,ci6n de los valores por Sl! cap,.!fjdad .n.ara ...... B.erfeccioQar al_. homh.te. U..n V41Qr sera tanto mas llll.(2..Qttante, ocupara_ una categoda mas elevada, en cuanto perfeccione al hombre en un estrato cada vez mas intirnamente humane. De acuerdo con este criterio, podemos hacer una clasificaci6n de los valores en cuatro categorias, como sigue: 1

1. YALo~ JNFRM"IUMANOS. Son aquellos que perfeccio­nan.. al.llomb.te.. en_.sus estratos inferiores, en lo que tiene en comll.n cop.__los oqos seres, como los anirnales, por ejemplo. A qui se encuentran val ores tales como el placer, la fuerza, la agilidad, la salud, etc. Todos ellos pueden ser poseidos (y, a veces, con mayor intensidad) por las mismas bestias.

Es importante aclarar que el placer sensible es ciertamente un valor, es positivamente un bien que perfecciona al hombre; por supuesto, dentro de un nivel todavia no netamente burna­no; pero al fin y al cabo es valor, y como tal hay que apre­ciarlo. Esta aclaraci6n es una cdtica contra los dos extremes que se suelen tomar respecto a la valoraci6n del placer.

1 DE FINANCE, Ensayo sobre el obrar humano1 pag. 392 y sgs.

[98}

Page 10: Ética Módulo III

JERARQUIZACION DEL VALOR 99

Algunos lo rechazan como malo o pecaminoso; tal parece­da que s6lo podria aceptarse en Ultimo recurso, cuando fl!era ya imposible rechazarlo. Tal es la posicion del ptJritanismo.

Por otro lade esta el hedonismo, doctrina que coloca al placer sensible corpo centro de todos los valores. En la practica, abunda mucho esta actitud; mucho mas que en teoria.

Y, en contra de los dos extremes descritos, se coloca la tesis de esta jerarquia del valor: el placer es ciertamente un valor, perc ocupa la categoda inferior dentro de toda la es­cala de valores.

Lo mismo se diga de la fuerza y de la agilidad y destreza. Son ciertamente valores que perfeccionan al hombre; sin em­bargo, no ocupan, ni mucho menos, el primer puesto. Tambien aqui hay que saber guardar en la vida practica una correcta jerarquia. de valores. Ni despreciar al atleta que cultiva estes valores, ni sobrevaluarlo basta llegar a descuidar los valores realmente superiores.

2. V ALORES HUMANOS JNFRAMORALES. En esta segunda categoria de nivel superior se pueden colocar todos los valores humanos, es decir, aquellos que son exdnsiv.os d.el hombre, que perfeccionan los ~At.QLql!e ~lo .posee un ser humane, tales como, pdr ejemplo, los siguientes:

a) TZ.dlores _e.C..Q.fl6micos1 como la riqueza, el exito y todo lo que expansione la propia personalidad (val ores eudem6nicos).

b) J{ a]Qres noeticos ( es decir, ref~ntes al conocimiento), tales como la verdad, la inteligencia, la dencia.

c) V.11loreus.tW..cos, como la belleza, la gracia, el arte, el buen gusto, etc.

d) Valor.es soci4i~.L....f.omo la cooperaci6n y cohesion so­cial, la prosperidad, el poder de la naci6n, el prestigio, la autoridad, etc.

3. Y.ALQIUiS_ MQRALES. En tercer lugar, siempre ascendien­do, estan los val ores morales, comp Jas yirtudes ;_, prudeoda, justicia, fortaleza y templanza.

Page 11: Ética Módulo III

100 INTRODUCCION A LA ETICA

Aqui es importante destacar la superioridad de los valores morales con respecto a los valores humanos de la segunda ca­tegoda y que, por esto, hemos llamado humanos inframorales. Muestran dos diferencias · fundamentales:

a) Los valores morales dependen exclusivamente del libre glb_s__clriQ.. Cada sujeto va forjando sus propias virtudes y es responsable de su conducta moral. En cambia, los valores de la segunda categoria no dependen exclusivamente del libre albedrio ( aun cuando la libertad tambien tenga parte en la consecud6n de ellos), puesto que las riquezas pueden heredar­se, y lo mismo se diga del grade de inteligenda y el buen gusto. La.s Yitt.!lde.S,_ po.r su parte, nunca se heredan, sino que se. adq.uie.ren a base.. de esfuerzo y constanda. Los valores mo­rales estan colocados en un nivel mas intima dentro de la ~r~onalidad humana; son superiores porque se obtienen a base de merito, por el fundonamiento del hombre en cuanto hombre; el hombre es sujeto activo, no pasivo, con respecto a los valores morales.

Esto no quita que un mismo acto humane pueda propor­donarnos los dos tipos de valores, como sucede en el siguiente ejemplo:

Dos estudiantes aprenden su lecci6n. Pero uno lo tiene que hacer con gran esfuerzo, debido a sus circunstancias familia­res; y el otro, no. El resultado objetivo es el mismo, los dos han poseido el valor "ciencia" en el mismo grado; pero el pri­mero ha obtenido ademas un incremento en su valor moral, debido a su tenaddad y fortaleza, por el merito de haber sobrellevado las dificultades familiares o econ6micas que pa­.deda.

b) La segunda raz6n por la cual son superiores los valores morgle~ es definitiva. :Estes perfeccionan al hombre de tal modo que lo hacen mas humano. En cambia, los de la segunda cate­goda perfecdonan al hombre en cierto aspecto, exclusive del hombre, pero no en su nucleo propiamente personal, 0 sea, como profesionista, como sabio, como artista, como gobernan­te. Por ejemplo: la virtud de la justicia hace al hombre mas noble, de mayor dignidad personal, de mayor calidad en su persona misma; en cambia, la ciencia o la riqueza perfeccionan

Page 12: Ética Módulo III

;

JERARQUIZACION DEL VALOR 101

al hombre en un cierto aspecto, pero no en su misma persona. Esta diferencia se utiliza en las valoraciones cotidianas, y as.l se dice de Fulano: "como profesionista es excelente; pero, como personalidad humana, no tanto". 0 de otro sujeto: "como sa­bio y rico es muy valioso; pero, como hombre, en el fondo de su personalidad, hay defectos de mezquindad que no me gus­tan .. . ,

En resumen, los valo.res mo.rales_b.acejl. al ho.tnhte...m.is _p.e.t­sana }! .depe.o.den exdusivamente del.uso de su libre albedr.io. En cambio, los valores humanos inframorales perfeccionan al hombre, exclusivamente, aunque nolo hacen de mayor personali­dad, y ademas no dependen exclusivamente del libre albeddo, sino que el hombre los puede recibir pasivamente, sin ningun merito para el.

4. VAT ORES B RI IGJosos_ Ocupando la cumbre de esa je­rarquia, estan los valores sobtehumanos, sobrenaturales, o, mas facilmente, los valores religiosos. Son una participaci6n de DiQS que esta en un nivel superior a las potencias naturales del.homp.re. Son la santidad, la amistad divina (gracia), la caridad y, en general, las virtudes teologales, etc.

Estes valores, como se puede notar, perfeccionan al hombre de un modo superior, ya no digamos en lo que tiene de mas intimo como persona, sino en un plano que no esta dentro de los moldes naturales de lo humane. Aqui se deja la puerta abierta a todo lo sobrenatural que provenga de Dios. Su estu­dio corresponde mas bien ._a_la_T.eQlogia.

En general, cuando se estudian las jerarquias de valores de los principales axi6logos, se nota un cierto paralelislilo den­tro de sus diferentes categorias. Un ejemplo tipico es la jerar­qu1a propuesta por Max Scheler:

a) V alores de lo agradable y lo desagradable

b) V alores de lo noble y de lo vulgar

c) Valores espirituales

d) Valores de lo santo.

La importancia de una correcta jerarquia de valores reside, sobre todo, en la facilidad que puede proporcionar para una

Page 13: Ética Módulo III

102 , ,

INTRODUCCION A LA ETICA

eficaz orientaci6n de la vida enter a. Qui en no tiene clara la jerarquia de valores, a menudo se encuentra perplejo £rente a una decision que tomar. Cuando hable en el capitulo IX del libre albedrio, hice referencia a este terna. La experiencia en­seiia que, en la practica, muchos problemas de la libertad van aparejados a la mayor o menor conciencia respecto a1 valor e importancia de ciertos hechos de la vida. Es tesis de algunos psicoanalistas 2 que la tergiversaci6n en el orden de la jerar­quia de valores ( es decir, la sacralizaci6n de lo profano y la degradaci6n de lo sagrado, por ejemplo) puede caer dentro de la etiologia de una neurosis. En efecto, u.a_homb.te que no sepa valotizar lo netamente humano, corre el riesgo de .no al-. canzar las metas que le corresponden como ser humano y que­darse estancado dentro de niveles inferiores y anormales para su esencia y estructura racional.

Quedaria par resolver el problema de la relaci6n entre el valor moral y los demas valores. Problema que surge porque si todos ellos son participaci6n de lo Absolute, len que consiste que no son valores morales? iCuai es su diferencia? Se podria responder que todos los valores participan de lo Absoluto, pero en aspectos diferentes. El valor moral participa del aspecto personalidad suprema de lo Abs()luto, lo cual confiere a este valor sus caracteristicas de libertad, autonomia, responsabilidad, racionalidad. etc.

2 CARuso, IGoR, A.nalisis p.siquieo y .slnte.si.s existendaJ, pag. 124.

Page 14: Ética Módulo III

CAPITULO XVII

LA ESENCIA DEL VALOR EN GENERAL

Los capitulos anteriores son una descripci6n de las carac­ter.lsticas de los valores. Per medic de elias se capta con bas­tante propiedad lo tipico de los valores. Sin embargo, para que el nivel filos6fico se cumpla dentro de esta etapa axiol6gica, es necesario penetrar basta la esencia misma de los valores, labor dificil y abstracta, pero que nos servira para fundamentar lo que digamos acerca del valor moral en el capitulo proximo.

1. E]EMPLOS QUE CONDUCEN A LA ESENCIA DEL VALOR.

Tomemos varios ejemplos de valores concretes y examinemos lo que hace que sean justamente valores:

a) Esta el caso de una maquina, en cuya utili dad reside el valor por el cual se aprecia. Esta utilidad consiste en que su funcionamiento esta adecuado a cierta finalidad, como la de obtener planchas de acero, por ejemplo. No es u.til para fabri­car llantas, pero si lo es para fabricar planchas de acero. La utilidad se define, pues, en funci6n de una determinada fina­lidad expresada en la palabra tcpara". Lo util es util para algo. Lo util consiste en la adecuaci6n de un objeto con una cierta finalidad. En el memento en que la maquina ya no realice correctamente esa funci6n, se dice que se ha inutilizado. Lo importante aqui es destacar esa relaci6n de adea1aci6n del ob­jeto con respecto a otra cosa, que ahora es una finalidad.

b) Un alimento tiene valor nutritive cuando sus cualidades intrinsecas son aptas para ser digeridas por un aparato encar­gado de esa fund6n. La piedra no es nutritiva, porque posee substancias que no estan en relaci6n de adecuaci6n con un

[103)

Page 15: Ética Módulo III

104 INTRODUCCION A LA ETICA

aparato digestive. De nuevo surge, tambien en este valor nu­tritivo, la relaci6n de adecuaci6n de un objeto ( el alimento) con otra cosa ( el aparato digestivo) .

c) Una proposici6n es verdadera ( es decir, tiene valor "ver­dad") cuando se adecua convenientemente con la realidad, o sea, cuando es fiel expresi6n de lo que realmente existe o no. Una vez mas tenemos, como elemento fundamental en este valor, la relaci6n de adecuaci6n entre dos entes.

d) Se dice que una obra de arte tiene val ores esteticos cuando cumple con los requisitos de ciertos canones ya estable­cidos, es decir, cuando se relaciona convenientemente con los patrones de belleza dentro de cierto estilo. Una pintura im­presionista es bella cuando se compara con los ideales de esta corriente moderna; pero no lo es si se la compara con los d.­nones del Renacimiento, por ejemplo. Entre parentesis, pode­mos afiadir que aqui esta la base para esclarecer tantas confu­siones dentro de las valoraciones esteticas.

Estos cuatro ejemplos correspondientes a sendos valores: la utilidad, la nutrici6n, la verdad y la belleza estetica, estan fun­damentados en una relaci6n. Siemp.re que se valora un objeto, se le esta comparando con otr.o que sirve como medida o patr6n basicQ;_Lo mismo sucede en el caso del valor monetario, o del valor inteligencia, etc. Y, como se vera, tambien pasa esto con el valor moral. La base de comparaci6n en el valor "utilidad" es una finalidad; en el valor "nutrici6n", es una £unci6n di­gestiva; en el valor "verdad" es la misma realidad. Como lo veremos poco mas adelante, el hombre es el detector de dicha relaci6n que se da entre los dos entes, y s6lo incidentalmente es la base de comparaci6n de un ente consigo mismo, con el sujeto que juzga.

Como puede verse, estamos en el meollo del valor, en aque­llo que hace que a un objeto se le aplique el calificativo de valioso, e inclusive se le llame con el sustantivo "valor", a saber, en su relaci6n de adecuaci6n con otro ente. En atenci6n a esto, el valor se_define asi: e.L ftn_ ser en cttarJto se relacitmtl ad&_cuadamente con otro ser..._

Page 16: Ética Módulo III

LA ESENCIA DEL VALOR EN GENERAL 105

El tomismo define el valor en funci6n del bien.1 El bien es una perfecci6n, es el ser en cuanto que es amable. El bien puede conside­rarse en cuanto fin (en el orden de la ejecuci6n) o en cuanto valor (en el orden de la especificaci6n) . El valor es, pues, el bien en el orden de la especificaci6n.

2. LAS PROPIEQ_ADES DEL VALOR EMANAN DE SU ESENCIA.

La definicion esta en intima conexion con las propiedades que del valor estud.iamos en los dos capitulos anteriores. Y vale la pena revisar esas propiedades en funcion de esta esen­cia asi definida. En otras palabras, veamos como emanan esas propiedad~s a partir de 1~ esencia del valor:

a) E.L_valor reside en el. obieto fQismo, aun £!ntes de_ql!e sea conocido, o sea: sus cualidades_guardan una proporci6n armo:.... niosa o adecuada con las de otro objeto, independientemente de que sean o no conocidas. Esto lo hemos estudiado con el nombre de obietividad. El hombre (lo repetimos con insisten­cia) es testigo de esa adecuacion, y su conocimiento de ella no la crea. Los valores, ordinariamente, tLenen qy_e ser descu~ biertos por el hombre; _ y_ solo asi es como p_uede encarnarlos, o sea, crearlos en su pro pia personalidad. El hombre crea sn ,

participacion en los valoresJ pero no crea el mismo valo_r_. _

b) No importa que el valor se defina en funcion de una relacion. El valor no es la relacion de adecuacion, sino que_e~ el mismo ser_, s~constituciqn intiiit_a, en cuanto que guarda una relacion adecuada con q_tros seres. El mismo objeto puede en­cerrar varios tipos de valores, tantos cuantas relaciones adecua­das guarde con otros seres. Una obra de arte puede ser bella, util, moral y verdadera simultaneamente; todo depende de la base que se tome como referencia en la apreciacion del valor. Cuando se toma como punta de referencia el gusto del sujeto, entonces se dice que es agradable o desagradable, segU.n el caso. Una de las relaciones que pueden considerarse en el ob­jeto valioso es la que guarda con la voluntad humana. He­mos visto que el hombre tiende _hacia el valor por pro pia na­turaleza. A esto lo hemos Jlamado la preferibilidad del valor ..

1 Or. MARrrAIN, Las nociones preliminares de Ia Filosofla Moral, pagi­nas 35-55.

Page 17: Ética Módulo III

106 INTRODUCCION A LA EriCA

c) Tam bien a esta definicion esta ligada la bipolarid4L Simplemente consiste en que los objetos, .siendcweales, .siempr-e SQfi... valiosos posiliYamente. De tal man era que solo se dice de ellos que tienen un valor negativo, cuando no poseen una relaci6n de adecuaci6n con otro ser, y que deberian tener; o tambien, cuando tienen una relaci6n de inadecuaci6n con otro ser, no debiendola tener. Esa privaci6n de relaci6n adecuada_ es lo que hemos definido como valor negativo.

d) La trascendencia tambien queda implicada en esta de­finicion, porque, efectivamente, las relaciones de adecuaci6n que existen en la realidad extramental siempre son defectuo­sas, de tal manera que en los diferentes grados de perfecci6n de un objeto siempre se tiende a un ideal como limite ( o asin­tota matematica) , inalcanzable ~ la _practica~ pero copcebible como la esencia o idea de dicho valor. Por eso estamos acos­tumbrados a decir que tal cosa tiene valor, pero que no es el valor en si mismo.

En efecto, las cosas participan de los valores; y estos, en toda .;u puridad, solo son perfectos en su esencia. Y la esencia es trascendence. S6lo que aqui se corre el peligro de entender mal esta trascendencia del valor.

Unos sustantivan lo valioso y hablan del valor en abstracto, como si fuera un ente de razon, cuya existencia es proporcionada por la in­teligencia del que lo piensa. Pero este tipo de valor, asi concebido, en realidad no existe. Sucede lo mismo que con el concepto de existenda; la existencia, asi en abstracto, no existe; es s61o un concepto por el cual se refiere uno con comodidad a esa cualidad de todo ente que lo distingue de la nada y lo hace participar del ser. Este tipo de tras­cendencia del valor, sustantivado en la mente, como algo diferente y superior a los valores encarnados, no nos sirve de nada. Es un puro concepto, ineficaz para hacer participar su valor a las cosas valiosas.

Otros hipostasian el valor al estilo platonico, como entes extra­mentales, perfectos, paradigmas de los seres de este mundo, y de los cuales partidpan su valor. Esta concepcion ha sido criticada des de Aris­t6teles; y, con todo, aparece mas o menos transformada en filosofias romanticas que aspiran a una perfeccion superior al hombre, trascen­dente al hombre, pero sin tener que admitir la ex.istenda de Dios. Como cr.itica, bastaria decir que hay que demostrar la existencia real de dichos valores extramentales, subsistentes y cuyo valor es partici­pado por los seres de este mundo.

Page 18: Ética Módulo III

LA ES.ENCIA DEL VALOR EN GENERAL 107

La soluci6n que queda, y que se vera con mayor extension en el parrafo que sigue, consiste en que, una vez demostrada la existencia de Dios (de lo cual se ocupa la. Teodicea) como un ser absoluto, per­fecto e infinito, se puede hablar tambien de un valor absoluto, perfecto e infinito, del cual participan todos los demas valores. Aqui no se sustantiva el valor en un concepto racional y abstracto, ni se hiposta­sian los valores en entes subsistentes, sino que se capta la naturaleza de Dios y se hace notar su capacidad de hacer participar sus perfec­ciones y valores, hecho por el cual Dios merece el nombre de Valor en s.i mismo, y que da consistencia y fundamento a la trascendencia de los valores. Los valores son trascendentes, estin mas alia de este mundo en forma perfecta, estin en la esencia divina.

e) Por ultimo, la jerarquizaci6n, que esta intimamente co­nectada con la trascendencia.

En efecto, los mismos valores entre sf ocupan un rango de mayor o menor im12ortancia. Es decir, unos_son,_mas ~roos que otros. Una comp.aracif>n eutrullos roismos, tomando como

pun to de referencia al hombre ( la naturaleza human a), es 1'!_ base deJa jerarquia _cle_ya]Qrss~-

De tal manera, que en cuarta categoria quedaron los va­lores sobrenaturales, los que ligan al hombre con Dios, por encima de las fuerzas humanas. 2

Esto significa que Dios es ~ valor supremo. Y en relaci6n con las cualidades contingentes del hombre y del mundo, Dios es un ~or absolute. Por eso no se tiene ningun empacho en afirmar qu~ Dios es el mismo V ru.or, base, fundamento y fuen­te de togo valor._

Esto no es lo mismo que hipostasiar plat6nicamente los valores, porque la calidad superior de este ente llamado Dios hace que todos sus adjetivos queden leg.itimamente sustantivados. Dios no solamente es un ente valioso, sino que de tal manera lo es, que se confunde con el rnismo valor absoluto.

En la jerarquia de valores, Dios esta en la cima de todo valor. Es el Valor efectivamente trascendente. Hipostasiando los valores en entes plat6nicos no es el modo como se debe entender la trascendencia de

2 Aquf se sobreentiende que se ha demostrado en otro curso filos6fico la existencia de Dios, como un ser perfecto, absoluto y creador del mundo y del hombre. Igualmente se supone, ya en un njvel metafisico, la teoria de la ana­logfa del ser.

Page 19: Ética Módulo III

108 , ,

INTRODUCCION A LA ETICA

ellos, sino intuyendolos como realizados en una esencia infinitamen­te perfecta, como es la de Dios.

Quien no acepte la existencia de Dios, tiene que aceptar el valor perfecto, o como un ente de raz6n, o como un ente al estilo de las ideas plat6nicas; pero los dos son ineficaces para explicar 1a participa­ci6n del valor en el mundo. En cambia, quien ha entendido la necesi­dad de la existencia de Dios, comprende perfectamente la trascenden­cia del valor implicada en su jerarquia, que tiene a Dios en la cumbre de todos los valores. La participaci6n queda asi explicada, porque no se trata solo de causalidad formal, sino tambien, y sobre todo, de cau­salidad eficiente.

Con esto hemos calado en la esencia del valor. En resumen: Un valor es un ser en cuanto se relaciona adect!.fJfi.a.mente con otro !_et·.

De aquf emanan laLf2r_o;piedades del valof:

a) El_ objetivo1 es dec.it1 .tiene cualidJ.Ules.. que. se_adecuan co!] otro 1..er, independientemente de que_se_conozca o..J.UJ..

b) Es preferible, o sea, guarda relaciones de adecuaci6n_ con la 11oluntad del hombre. -

c) Es bipolar, lo que significa qu.e en_rel4.c..i6n corL SJL/2LQ.­.pia natut·aleza tie1J.§ algg P.!21itiv~ y lo que k falta_y_ deberia .te12er es un valor negativo.

d) Es trascendente, es decir, guarda una relaci6n imJ:!.t ::_ fecta r.especto a un valor absolutoJ como es Dios.

e) Es jerarquizableJ lo cual significa que todos estan ade­cuados mas o menos petfectamente con el hombreJ QI...U..flando. el.lugar cumbre U.!J:....!alqJ_· suf!.!.rior al mismo hombre, la base .Y fundamento de todo valor, que es Dios.

Page 20: Ética Módulo III

CAPITULO XVIII

LA ESENCIA DEL VALOR MORAL

Hemos llegado al capitulo central de nuestro estudio. Ahara estamos en condiciones propicias para reflexionar sobre la con­ducta humana y emitir juicios de valor sobre dla.

Como ya se puede sospechar, el valor moral, igual que el resto de los valores, tambien s.e.-exp..r.esa_por una relaci6n. 0 mejor, e~_un_L_cualidad contenida en el hombre y en su con­ducta, y q¥e .§e relasi_pna adecuadamente con otro Q.Qjet<1 el cual se t_gma como_ .J2.unto de referenda. Y (_cual es ese ente que puede servir como patron para valorar la conducta del hombre? (.En comparaci6n con que objeto se puede decir que una conducta es mejor que otra?

Y a estamos en la pista desde el momento en que hemos estudiado con cierto detalle la libertad humana. En efecto, no habrfa moralidad si no hubiera libertad. La libertad es una condici6n necesaria para que se de el valor moral. La moralidad se da, pues, en el acto libre, o, mejor dicho, se da en la persona que ejecuta ciertos actos libres. Y con esto avanzamos otro poco: no todos los actos lib res tienen un valor moral positivo. No es lo mismo trabajar que mentir. Con lo cual estamos en posesi6n de un hecho: la libertad no basta para dade valor moral positivo a un acto. Tambien hay actos libres con valor moral negativo. La libertad queda, pues, como una condici6n necesaria, pero no suficiente, para otorgar valor moral a la conducta humana.

Subsiste, pues, la pregunta: tcual es la condici6n que deben llenar todos los actos libres, para que puedan se.r catalogados como ados humanos buenos des de el pun to de vista moral?

1. EL VA_kOR MORAL EN SU ASPECTO MATERIAL. El uso de la palabra Jtu_§JJ.P nos puede dar la clave. Utilizamos bien una pluma cu~ndo la usamos de acuerdo con_su natu.t.alez~ .I. escri­bimos con ella sobre papel y no sabre el pizarr6n. Del mismo

[109]

Page 21: Ética Módulo III

110 INTRODUCCION A LA ETICA

modo, dames buen uso a un automovil cuando lo conducimos de acuerdo con sus propias reglas de funcionamiento, las cua­les surgen de su propia naturaleza. Exactamente lo mismo sucede con el hombre y su conducta. Una persona acrua bieo cuando acrua cOll.fu.tme_a las exigencias de su misma natur~l_e.za_ humana. Un acto es bueno cuando esta de acuerdo con la na-- - -- --turaleza de fiUien lo ejec"Q..ta...:... Y aqui tenemos ya un escalon para definir el valor moraL

Il.t:Lacto es_bueno ( desde el punto de vista del contenido o materia del valor moral) CU'!f!.dO guard a relaciones de ade.:.. cuacion con las~xi~ncias de la naturaleza humana. Y con esto hemos encontrado el punto de referencia para valorar la con­ducta humana. psa base para valorar al hombre es su misma naturaleza, racional y lib~. Cuando acrua libre y racionalmente, de acuerdo con su naturaleza, es cuando actua con valor moral. La naturaleza racional del hombre es el fundamento de mora­lidad, o sea, la base para juzgar la moralidad de un acto.

Por tanto, ya podemos definir el valor moral (en su aspecto material o contenido) : es la adefuaciOn entre nn a.kto y las exjgencias de la naturaleza racional y libre del que lo eiecu~a.

A partir de esta definicion, ya podemos hacer infinidad de aplicaciones concretas. Matar no es bueno, porque no esta de acuerdo con las exigencias mas intimas de la naturaleza huma­na que tiende siempre bacia la vida. Robar no es bueno, porque esta en desacuerdo con la naturaleza humana, que pide la pro­piedad para poder subsistir. La mentira es mala, porque esta en desacuerdo con la palabra, cuya naturaleza es expresar el pensamiento. En cambio, educar es buena, porque es lo que exige la naturaleza del niiio. Trabajar es bueno, porque esta de acuerdo con las exigencias naturales de la vida humana. Respetar a los padres es bueno, porque es lo que pide la natu­raleza de las relaciones interpersonales. El amor es buena, por­que esta de acuerdo con la tendencia mas honda de todo hom­bre, cual es la de darse a los demas.

AnaHcese la naturaleza humana, observese las exigencias enraizadas en esa naturaleza en cuanto tal, y se podra inferir lo que es bueno o malo desde el punto de vista humano. Tal es el contenido o materia del valor moral.

Page 22: Ética Módulo III

LA ESENCIA DEL VALOR MORAL 111

Podemos, pues, valorar la conducta humana en relad6n con su mayor o menor adecuad6n con las exigendas de la naturaleza humana. Sucede, en efecto, que el hombre, con su libertad, puede escoger una defecci6n de dicho nivel o una actuaci6n dentro del nivel que le co­rresponde. El hombre recibe una naturaleza humana al nacer. Alli esta contenida una serie de exigencias, de potencialidades por realizar. Con su conducta las puede ir realizando o no, y tambien, a medida que crece, va acrecentando su .Posibilidad de realizar dichas potencialida­des o de quedarse en un nivel inferior al que le corresponde. Cuando no act:Ua conforme a su naturaleza, se dice que tiene un valor moral negative. La madre desnaturalizada que abandona a su hijo, actlia mal moralmente, porque actlia en contra de la naturaleza que le corces­ponde.

Reflex.ionemos sobre el hombre, su conducta y su valor fundamen­tal. lEn que otra cosa podria consistir el valor de la conducta humana, si no es precisamente en su adecuaci6n con su misma naturaleza hu­mana? lQue otra cosa es lo mas intimamente valioso para el hombre si no es hacerse, forjarse a sf mismo como un ser humano dentro de toda la grandeza que le corresponde como poseedor de dicha esencia? El valor de su conducta reside, pues, en su adecuaci6n con la natura­leza humana, en su conformidad con las mismas !eyes inscritas en su ser hum:tno. Y, como condici6n indispensable en este valor, esta el libre albedrio ( o libertad psiquica) con que se ejecuta el acto humano. A esta adecuad6n del acto libre con la ley natural es a lo que hemos llamado el aspecto material del valor moral del hombre y de su con­ducta. 0, en otras palabras, una persona es moralmente buena cuando sus actos libres apuntan a la realizaci6n de la propia perfecci6n hu­mana, expresada en las leyes naturales. El valor moral en su aspecto material, es, pues, la adecuad6n del acto bumano con las !eyes o exi­gencias inscritas en la misma naturaleza del hombre.

Aqui podr.iamos dar por terminada esta reflexi6n sobre el valor moral. Y, de hecho, para algunos es suficiente. A partir de la defi­nicion dada, se pueden resolver infinidad de problemas de tipo moral. Todo consiste en acatar las exigendas de lo que uno mismo es. Pero en realidad estamos a la mitad del camino, si es que queremos pro­fundizar filos6ficamente en la esencia del valor moral.

2. EL ASPECT_O FORMAL DEL VALOR MORAL._ lo que basta aqui hemos visto sobre el valor moral es solo su materialidad o contenido. Falta lomas importante, a saber: su formalidrul_o_ estructura esencial.

Como es sabido, Arist6teles estudia la materia y la forma que constituyen cada esencia. La materia es el contenido; la forma es la estructura o unidad especial que adquiere ese contenido. Pues bien, la adecuaci6n con la naturaleza bumana es la materia del valor moral,

Page 23: Ética Módulo III

112 INTRODUCCION A LA ETICA

o sea, su contenido, lo que materialmente hay que realizar para obte­ner el valor moral. Pero £alta la forma, o sea, 1a estructura especial que hay que dade a dicho contenido.

Si se quiere una respuesta absolutamente definitiva respecto a la esencja del valor moral, hay que recurrir a una norma absoluta que nos sirva como patron o medida completamente universal, necesaria e inmutable, para decidir acerca del valor moral. Y justamente poseemos esa norma absoluta~ a saber: la recta raz6n. Lq_que este de acue!do con la recta raz6n, es bue­nn; pero, ademas, es absclutunentUJleno. _los aetas bumanos acmdes con .1a naturaleza humana, al estar de ~erdo con la rec.ta raz6n,. acl.quieren un valor definitivo..a absoluto, universal. :Esta es la esencia o estructura intima del valor moral.1

El hombre debe ajustar su conducta a las exigencias de su propia naturaleza. Esos actos as! considerados tienen un valor natural, ontol6gico. Tal es el contenido o materialidad del valor moral. Pero, ademas, esos mismos ados, en cuanto par­ticipan o estan de acuerdo con la recta raz6n,~ quedan entron­cados o iluminados por un nuevo y definitivo valor, el valor absoluto de la recta raz6n. Esa adecuaci6n es la forma o estruc­tura del valor moral.

Desde este memento estamos en posesi6n de una norma de mora­lidad absolutamerite valida, independiente del tiempo y del espacio. La raz6n es la facultad de lo absolute. Lo que ella juzga cuando fun­dona como tal, como recta raz6n, es verdadero, valido, es universal­mente aceptable para todo aquel que participe de la raz6n. Que la recta raz6n sea facultad de lo absolute no cabe duda. Ella dice lo que es, lo que participa del ser, lo que se instala de un modo definitive en el reino del ser. Cuando el hombre participa de esa facultad queda unanimemente de acuerdo con todo hombre (que tambien participe de esa misma facultad) . Por otra parte, nadr-de extrafio hay en el heche de que sea la raz6n quien gwe los actos de la naturaleza racional del hombre.

Habiamos dicho ya ( cfr. capitulo XII) que es el espiritu humane (raz6n y voluntad) el que se autodetermina y esta por encima de los bienes de este mundo. Ahora se comprende que es el espiritu el que confiere valor moral al acto humane. La norma de moralidad no esta

1 Or. DE FtNANCE, J., P.thique generale, pags. 180-184. 2 Por recta raz6n debe entenderse la raz6n que fundona eo cuaoto tal,

sin que se vea desviada de su objeto propio por otras fuerzas o inclinaciones.

Page 24: Ética Módulo III

LA ESENCIA DEL VALOR MORAL 113

en ning6n bien o fin terreno. Procede del mismo hombre. Pero, aun asi., esta norma no es definitiva, sino que esta subordinada a un Valor Absoluto, al cual tiende a priori el esp.iritu hu.mano por su raz6n y voluntad.

En resumen: el Ideal Absoluto jalona al esp.iritu humano (raz6n y voluntad) y le conf.iere valor moral; a su vez, la raz6n y la voluntad, participantes de lo Absoluto, se dirigen a los bienes y revisten de valor moral a su elecci6n en la medida en que efectivamente realicen su participaci6n con lo Absoluto, es decir, en la medida en que la raz6o y la voluntad humana se puedan denominar recta raz6n y recto apetito racional.

As! es como la Etica llega basta una norma definitiva para medir la moralidad de los actos humanos. Para la Etica filos6fica no basta determinar que es bueno y que es malo ( aspecto material del valor moral), sino que es necesario fund amen tar de un modo absoluto esa caracterizaci6n del valor moral. La Ultima respuesta a la pregunta c"Por que e.s bueno mora/mente e.ste acto congruente con Ja naturaleza hu­mana?, es la siguiente: porque este acto esta dictado por la recta razon, y por tanto, participa del valor absoluto que ella significa.

Con esto queda daro que el hombre es juez de su propia conduc­ta, pero no es juez absoluto ( cfr. cap. XX). Se debe guiar por su propia conciencia, 8 pero debe fonnar esa misma conciencia de acuerdo con normas y fundamentos objetivos y universalmente validos. Los actos humanos se hacen partkipes del valor de la concienda que los ordena, y esta adquiere valor por su adecuaci6n a la recta raz6n, la cual tiende, a priori, a su Ideal Absoluto.

3. DESCRIPC16N_J)..EL VALO.B....MQML. Habiendo caracteriza­do el valor moral desde su esencia, tanto en su aspecto material como en su aspecto formal, conviene ahora hacer una descr1p­ci6n del mistno, en un nivel tal vez menos preciso, pero mas humano y asequible.

a) Una expresi6n que sintetiza los dos aspectos ya expli­cados del valor moral es: la trascendentalidtld_d_e .1o:_f1-er.l.Qll1J humana. Esta expresi6n ha de entenderse como la realizaci611. de una capacidad tipica en el hombre, la de trascender~ la de a.e,untar a un horizonte fuera de si mismo. La trascendentalid.ad humana es la actu~ci6n conforme a su intencionalidad ex.is:

3 No debe confundirse 1a conciencia moral y Ja conciencia psicol6gica. l!sta s6lo constata un hecho que se presenta. La conciencia moral expresa la relaci6n que tiene un acto con la norma moral. Or. DB FINANCE, &hiq11e genl­rale, pag. 341.

Int. a Ia ttica.-8

Page 25: Ética Módulo III

114 INTRODUCOON A LA ETICA

tendal, conforme a su estar proyectado bacia el futuro en horizontes trascendentes; es vivir una existencia autentica, tan seiialada en la fenomenologia y el existendalismo modernos. •

La trascendentalidad sintetiza el aspecto material y formal del valor moral. Representa el aspecto material, porque la trascendentali­dad es la realizaci6n de lo que caracteriza a la naturaleza bnmana, a saber: su apertura, su exigencia de trascenderse (seg6n lo explican los existencialistas modemos) . Representa el aspecto formal, porque la tras­cendentalidad es justamente la tendencia a lo Absoluto, pero ya reali­zada. La trascendentalidad consiste en trascenderse y participar de lo Trascendente Absoluto, realizando precisamente asf la facultad inten­cional del hombre, su propia naturaleza como participaci6n, tendencia y exigencia de lo Absoluto.

b) U~n autentico valor moral actUa siempre en funci6rt..de un id~~l valioso. Su intenci6n esta p~sta en la realizaci6n de ese ideal tanto mas valioso cuanto mejor parti­cipe_delldeal d~_la Raz6n practica. 5 Su conducta no esta cen­trada en s1 mismo, en su propia felicidad, sino que busca siem­pre UQ horizonte mas amplio, mas humano. Generalmente se trata de personas que dedican su vida (publica o privada­mente) a un bien propio de la humanidad.

c) La persona con valor moral es todo lo contrario del sujeto mezquino, egocentrico, interesado exclusivamente en su propio bienestar y comodidad. El nlo.:r_moral laoza al hombre fuera de ~i mismo_,__en un amor noble, desinteresado, de ben~­volencia. El amor interesado, de concupiscencia, es solo una etapa de su verdadero centro de interes, que es la comunidad, la familia, la Patria, Dios.

d) El valor moral no es la felicidad. Esta es un valor natu­ral y ontol6gico. Mucho menos es el placer. Tampoco es la pura intenci6n, pues el acto humano tiene tam bien una materia. No es la ley, que tan s6lo representa el camino, no la realiza­ci6n. Tampoco es la perfecci6n natural, que es un valor onto-16gico. El valor moral incluye y absorbe todos estos yalo..c_es en un nivel superior, poL_su adecuaci6n a la recta raz6o.. Con _jus-

• Or. LUYPEN, La fenomenologra es un humanismo, pag. 58. y. ademas, Pmomenologra existential, pag. 266.

5 Or. DE FINANCE, P.thique generale, pigs. 189 y sigs.

Page 26: Ética Módulo III

LA ESENCIA DEL VALOR MORAL 115

ticia_ se ha identificado el valor moral y la ma.xima integridad de up sujeto, gue de aguf £_n ru!_elante llamaremos: trascenden­talidad de la persona humana.

e) Por Ultimo, cl valor moral puede describirse tambien en fun­cion de las propiedades comunes a todo valor:

1) El valor moral es bipolar. Una sana ~tica subraya e1 valor moral positive, y no tanto lo negative, lo prohibido, lo malo, que es una privaci6n del valor moral positivo.

2) El valor moral es trascendente, es decir, en su perfecci6n, es el Ideal de la Raz6n practica, del cual se trata de participar en la con­ducta honesta.

3) El valor moral es preferible, puesto que es la perfecci6n y la felicidad humana en cuanto es asumida por el juido de la recta raz6n.

4) Es objetivo, en cuanto que no depende de la arbitrariedad sub­jetiva de cada persona, sino que tiene validez de un modo absoluto y universal, por estar adecuado a la recta raz6n, facultad de lo absolute.

5) Es jerarquico, en cuanto que envuelve y asume en un nivel superior todos los valores naturales propios del hombre. Solo es supe­rado por el orden sobrenatural, tal como se estudia en la Teologia cristiana.

Page 27: Ética Módulo III

7

HACIA UN ENFOQUE MODERNO

DE LOS VALORES:

EL PROCESO DE VALORACION

EN LA PERSONA MADURA •

Carl R. Roa:ere

Actualmente existe gran interes por el problema de los valores. En casi todos los paises, la juventud esta profundamente insegura de su orientaci6n valoral; los valores asociados con varias religiones han perdido mucha de su influenda; los individuos sofisticados en todas las culturas, parecen inseguros y perturbados por las metas que apre­cian. Para buscar las razones, no hay que i.r muy lejos. La cultura mundial, en todos los aspectos, parece cada vez mas dent1fica y rela­tivista, y los dgidos puntos de vista absolutos sohre valores que nos vienen del pasado parecen anacr6nicos. Todavia mas itnportante es, quiza, el hecho de que el individuo modemo es atacado en todos los angulos por dernandas valorales que son clivergentes y contradic­torias. Ya no es posible, como lo era en el no muy distante pasado hist6rico, establecerse confortablemente en el sistema de valores de los mayores o de la propia comunidad y vivir 1a propia vida sin exa­minar jamas la naturaleza y los supuestos de ese sistema.

En esta situaci6n, no es sorprendente que las orientaciones valo­rales del pasado parezcan encontrarse en un estado de desintegraci6n o de hundimiento. Los hombres se preguntan si hay o puede haber algunos valores wuversales. A menudo se siente que tal vez hemos perdido, e..fl nuestro mundo moderno, toda posibilidad de alguna base general o transcultural para los valores. Un resultado natura l de esta incertidumbre y confusi6n es que existe una creciente inquietud acerca de, un .interes en y una busqueda de un enfoque valoral sensato o significativo, que pueda sostenerse por si rnismo en el mundo de hoy,

• Tornado del Journal of Abnormal and SodaJ Psy~ho/ogy, 1%4, 68 ( 2) , pags. 160-167 Howard F. Hw1t y Daniel Katz (din.).

137

Page 28: Ética Módulo III

138 SEGUNDA PARTE. !.A RELACION INTERPERSONAl

Compa rto esta inquic:htd gene :·al. Tamhi{n he experimentado :nis especific unente los temas acercL de los va lores que surgen en mi prcpio Cafl1 p0, Ia r :- icoterJp i::t . Los sentimiento:; y convicciones Jel p:i­ciente acerCJ de los vdores suelcn camhiar J urante b terapi:t (Como podrb e! ( o nosotros) saber si e~LCS (l os valores) han tom:1do u :1a direcci6n :!•.lecuada ?, (O si el simplemente (como algunos alegan) toma el sistem~ de valores de su terapeuta?, ~~ !a psicoterapia sim­plemente un medio por el cual los valores del te ,·apeuta, no recono­cidos ni examinados por el, son trasmitidos sin saberlo al paciente sin que {ste Io sospeche ?, iO sed. esta trasmisi6n d~ valoH:::i un pro. p6sito perscguido abiertamente por el terapeuta ?, ~ llegara el terapeuta a ser un sacerdote moderno que sostiene e imparte un sistema de valores adecuados a este tiempo ?, ;_y cual seria dicho sistema de valo­res? Ha habido mucha discusi6n respecto a tales temas, que se ex­tienden desde exposiciones reflexivas y empiricamente basadas, como la de D. D. Glad, basta formulaciones mas polemizantes.

Como se ve con frecuencia, el problema general al que se enfrenta la cultura es grave y espedficamente obvio en el microcosmos cultural que se conoce como relaci6n terapeutica, que es mi carr ·)0 de expe· riencia. Como resultado de esta experiencia, me gustai :a formular un modesto enfoque te6rico de todo este problema. He observado cambios en el enfoque de los valores al pasar el indiv .duo de la infancia a la edad adulta. Observe cambios posteriores cuando, si el es afortunado, continUa creciendo hacia la verdadera madurez psico­l6gica. Muchas de estas observaciones surgen de mi exp,;riencia como terapeuta, en Ia que he tenido !a gran oportunidad de ver la ma.nera en que los individuos se desempe.iian bacia una vida m3.s rica. A partir de estas observaciones, me parece ver surgir algunas tendencias direc­cionales que podrlan ofrecer un nuevo concepto del proceso valora· tivo mas sostenible en el mundo modemo. He comenzado presentando algunas de estas ideas parcialmente en escritos previos (Rogers, 1951, 1959); ahara deseo preser.~ ··arlas mas clara y completamente.

Subrayare que mi punto de vista para hacer estas observaciones no es el del escolar o el del fil6sofo: estoy hablando de mi experiencia sabre el funcionamiento del ser bumano, como lo he vivido con ~~ en la experiencia intima de la terapia y en otras situacion~ de creci­miento, cambia y desarrollo.

ALGUNAS DEFINICIONES

Antes de presentar algunas de estas observaciones, tal vez dcbcri:1 tratar de clarificar lo que entiendo per valores. Hay much;.J.s defini·

Page 29: Ética Módulo III

7. PROCESO DE VALORACION EN LA PERSONA MA!:>U RA 139

ciones que se h;ln empleado, pero he encontrado utiles a!t;'1lnas dis­tinliones hcchas po r Charles Morris (1956, pags. 9-12) . £1 indica que valor es un termino que se emplea en diferentes mane:-as. Se uti­Iiza para mencionar· la tendenci ~t gue tiene cualquier str viviente a mostrar preferencias, por . medio sus acciones, por un objeto u obje­tivo mas que por otro. A esta conducta de preferencia la lla_-na valores operativos. No necesita implicar ning{ln pensamiento cognosc.itivo o conceptual. Es simplemente la elecci6n del valor que se indica de modo conductual cuando un organismo escoge un objeto y rechaza otro. Cuando una lombriz puesta en un simple laberinto Y escoge el brazo liso de !a Y, en vez del brazo cubierto con papel de lija, esti indicando un valor operativo.

Un segundo ernpleo del tt~rmino podda ser llamado valores con­cebidos. Esto es la preferencia del individuo por un objeto simbolizado. Generalmente, en· dicha preferencia bay una anticipaci6n o previsi6n -del resultado de la conducta dirigida bacia dicho objeto simbolizado. · Una selecci6n como la de .. la honestidad es la tnejor polftica" es uno de tales valores concebidos.

Un tercer empleo del termino podr.ia ser llamado valor obietivo. La gente utiliza la palabra de esta manera cuando desea hablar de lo que es objetivamente preferible, ya sea que se sienta o se conciba como deseable 0 no. Lo que tengo que decir solo incluye esta defi­nicion en forma muy leve. Me referire mas bien a los valores opera­tives y a los conceptualizados.

MANERA DE VALORAR DEL LACTANTE

Permftaseme hablar primero acerca del lactante. El ser humane tiene en el principio un daro enfoque de los valores. Prefiere algunas cosas y experiencias y rechaza otras. Del estudio de su conducta) se puede inferir que prefiere aquellas experiencias que mantienen, me­joran o actualizan su organismo, y rechaza aquellas que no sirven a este fin. Observesele por Wl. momento:

El ham.bre (.'S valorada negativamente; su expresi6n de esta. valo:a.cion casi siempre es clara y fuerte.

La comida es valorada positivamente; pero cuando el individuo ya esti satisfecho, la comida es valorada negativamente, y la misma Jeche a la que .respondia con tanta disposici6n ahora la escupe, a el pecho que pareda tan satisfactorio ahora es rechazado apartando su cabeza del pez6n con un gt:~to de disgusto y repulsi6n.

V alora Ia seguridad, asi como los abrazos y caricias que parecen comuni· carle seguridad.

Page 30: Ética Módulo III

140 SEGUNOA ?AfHE. lA REl.AClON lNTERf' Ef.tSONAL

./

Valdr.l la nuev .1 expcrienCJa. per :,1 rn isn:~, y se obsenJ est<> en su tJL)'•ll•

pb.ce:r p0r desluhrir SllS dtdos del pie, en SUS mo\•iffiientOS L'SGlltaJores, er1 SU interminable curiosidd.

Muestra un:1 dar:t ,-alor~ci6n negativa del do:or, de los snborc--s amar.~::os, de los fuertcs ruidos repent inos.

Todo esto es coml.in, pero veamos estos hechos en terminos de lo que pueden decimos acerca del enfoque que el lactante tiene de los valores. Primero, es un proceso valoral flexible y cambiante, y no un sistema establecido. Le gusta y le disgusta la cornida. Valora la segu­ridad y el descanso, y lo rechaza por UJ."la nueva experien.cia. Lo que pasa puede describirse mejor como un proceso valoral organfsmico, en el cua.l cada elemento, cada memento de lo que esta experiencian­do es medido de alg{m modo, y aceptado o rechazado, df ?endiendo de si en ese memento tiende a actualizar al organismo o no. Esta com­plicada consideraci6n de la experiencia es claramente una funci6n orgarusmica, no consciente o simb6lica.

l!stos son valores operatives, no valores concebidos o conceptuali­zados. Pero este proceso puede igualmente tratar co· complejos pro­blemas de valores. Cabe recordar el experimento en 1Ue los lactantes volcaron frente a ellos una linea o mas de platos de comida natural ( es dedr, sin sabor). Despues de cierto tiempo, claramente tendieron a valorar las comidas que serv.ian para su propia supervivencia, cre­cimiento y desarrollo. Si durante un tiempo un infante se saci6 con almidones, esto pronto seda balanceado por una mezda de proteinas. Si algunas veces escogi6 una dieta deficiente en alguna vitamina, mis tarde buscaria las comidas que fueran ricas en esta rnisma vitamina. Estaba utilizando la sabidurla del cuerpo en sus elecciones valorales o, tal vez mas correctamente, la sabiduria fisiol6gica de su cuerpo guiaba sus movimientos conductuales, resultando en lo que se puede Hamar elecciones valorales objetivamente firmes.

Otro aspecto del enfoque que el lactante tiene del valor es que el origen del foco del proceso valorativo se halla claramente dentro de Sl mismo. A diferencia de muchos de nosotros, el sabe lo que le gusta y lo que le disgusta, y el origen de estas elecciones valorales se encuentra estrictamente dentro de el mismo. 111 es el centro del proceso valorativo, la evidencia para sus elecdones es proporcionada por sus propi.as sensaciones. En este punta, el no es influido por lo que SUS padres piensan f que el deberfa preferi r, 0 por lo CJUe la Iglesia dice, o por Ia opini6n del mas .. experto' ' en el campo o por los talentos persuasivos de una agencia de propaganda. Dentro de su propia experiencia, su organismo esti diciendo en terminos no verba­les: "Esto es bueno para mr·, "eso es malo para mi", .. me gusta

Page 31: Ética Módulo III

7. PROCESO DE VALORACION EN LA PERS ONA MADURA 141

I?Sto''' "me disb'USta mucho aquello"' etc. Si el rudiera entender, se reida de nuestra preoc:upaci6n acerca de es6s valores. (COmo puede ;tlguien dejar de saber lo que le gustaba o lo que le disgustaba, lo que era buena para el y lo que no lo era?

EL CAMBIO EN EL PROCESO VALORAL

iQue su~ede con este proceso valoral s6lidamente basado y alta­mente eficaz?, ~por medio de que secuencia de eventos lo cambiamos por el enfoque valoral mas r!gido, incierto e ineficaz que caracteriza a l.a mayoria de nosotros como adultos? Perm1taseme tratar de formu­lar brevemente una de las principales formas en que creo que esto sucede.

El lactante necesita amor, lo desea, tiende a comportarse en for­mas que produzcan una repetici6n de esta experiencia deseada. Pero esto trae complicaciones. Jala el pelo a su hermanita, y encuentra satisfactorio oirla llorar y protestar. Entonces escucha que el es un "ni.fi.o malo, un niiio travieso"; esto puede ir reforzado con un ma­na.zo. Se le excluye del afecto. AI ser repetida esta experiencia, y muchas otras como esta, gradualmente aprende que lo que se "siente bo­nito" suele ser .. malo'" a los ojos de los demis. Entonces ocurre el siguiente paso, en el que llega a tener bacia si mismo las mismas actl­tudes que los otros han tornado. Ahora al jalarle el pelo a su bermana, solemnemente dice: "Niiio malo, .malo." Esta. introyectando el juicio valoral de otro, tomandolo como propio. Ha abandonado la sabidur1a de su organismo, dejando el foco de evaluaci6n, y esta tratando de cornportarse en terminos de los valores puestos por otro, para rete­ner el amor.

Considerese otro ejemplo en un nivel de mayor edad. Un niiio slente, aunque tal vez no conscienternente, que es mis amado y apre­ciado por sus padres cuando plensa en ser doctor que cuando piensa en ser artista. Gradualmente introyecta los valores atribuidos al ser doctor. Llega a querer, sobre todo, ser doctor. D espues, en la prepa­ratoria se desconcierta por el heche de que reprueba repetidamente en quimica, que es absolutamente necesaria para 1 !egat a ser medico, a pesar de que el orientador le asegura que tiene la capacidad para aprobar el curso. S6lo en entrevistas de orientaci6n empezara a darse cuenta. de como ba perdido completamente el contacto con sus reac­ciones organisrnica.s, de como esta fuera de contacto con su propio proceso valoral.

Perm1taseme dar otro ejemplo de una clase mia, un grupo de futures maestros. En el comienzo del curso pedi a los alumnos: "Por

Page 32: Ética Módulo III

142 SEGUNOA PARTE. LA RELACI6N INTER?EQSONAL

favor, nombrenme dos 0 treS Y.doreS que maS deSeJ.fJ,H1 iml·, .·r;:! :oc; ni.i1os con los que trabJjJ.ran.·· Entregaron muchas metas vai(H.tle: .. pero me sorprendieron algunos de los itemes. Algunos nombr:.!.run cuestiones cnmo "habbr currcctame:1te", ''usJ.r buen ingtes", ''no us.u .... p~Ll br.ts como ain't", etc. Otros mencionaron "puliJez" ~ "h~tcer bs cosas de acuerdo con las instrucciones"; uno explic6 su Jeseo Je que "cuando les diga que escriban su nomb:e en el angulo superior dere­dro con la fecha abajo, quiero que lo hagan de esa manera y no de alguna otra form..'l··.

Confieso que me desanim6 algo el que, para algunos de estos muchachos, los valores mas in1portantes para trasmitir a los alum­nos fueran el evitar la mala gramatica o el seguir meticulosamente las instrucciones de la maestra. Me senti desconcertado. Ciertamente, estos comportamientos no habian sido experienciados como los elementos mas satisfactorios y significativos en sus propias vidas. El __ !Ilencionar dichos valores solo pudo explicarse por el hecho de que estas con­ductas ha.bian servido para obtener aprobaci6n y entonces habian sido introyectad11s como profundamente importantes.

Tal vez estos ejemplos indicaran que, en nn intento por obtener o mantener amor, aprobaci6n, estima, el individuo renuncia al foco de evaluaci6n que era suyo en la infancia y lo sima en otros. Aprende a tener una de..rconfianza basica de su propia experiencia como gufa de su conducta.. Aprende de los otros un gran nu.mero de valores concebidos o conceptualizados y los adopta como propios, aunque sean muy discrepantes de lo que el esta experimentando. A causa de que estos conce_ptos no estan basados en su propia valora.ci6n, tienden a ser fijos y rigidos, en vez de flexibles y cambiantes.

ALGUNOS PATRONES INTROYECTADOS

En esta forma, creo, Ia mayoria de nosotros acumulamos los pa­trones valorales introyectados por los que nos regimos. En esta cul· tura de ahora, fantasticamente compleja, los patrones que introyecta· mos como deseables o indeseables provienen de una variedad de fuentes y suelen ser muy contradictorios en sus significados. Permi­taseme nombrar algunas de las .introyecciones que comtlnt-nente se sostienen.

los d.eseos y conductas sexuales son malos . por J.Q. general. Los origen~ de esta premisa son muchos: padres, Iglesia, maestros.

La desobediencia es mala. Aqui las padres y los maestros se combinan con la milida par: enf~iza.r este concepto. ·Obedecer es bueno; obedecer sin preguntas es todav1a me,or.

Page 33: Ética Módulo III

7. PROCE50 DE VALORACION EN LA PER.SONA MADURA 143

El hacer dinero ts c: l P.icn maxtmo. Las fuentcs de este valor concebido son dema.siado numert.r5:i> para mcncionarsc. •

Aprender y acum t.J!J.: htchos e:sc' ,Jares es sumamcnk deseable. Las lccturas expluratr. rias y sjn un pwposito mas que el de divertir son

indese:ables. El origen de estos dos ult:mos conceptos parece ser la escuela, el sistema educacional.

£1 arte abstracto o el arte ''pop" o el arte "op" es bueoo. Aqui, la gente que considerarnos sofisticada es )a que origina el valor.

El comunisrno es absc lutamente malo. Aqui el gobierno es la fuente prin­cipal.

El amor a tu pr6jimo es el m:is alto bien. Este concepto proviene de la Iglesia, tal vez de los padres.

La cooperaci6n y el trabajo en grupo son preferibles a actuar solo. Aqui, una fuente importante son los compaiieros.

Ser tramposo es ser h.ibil, lo cual es deseable. El grupo de compaiieros es, otra vez, el origen.

Las coca-colas, las gomas de mascar, Los refrigeradores electricos y los autom6viles son muy deseables. Esta concepd6n nc;> $6lo rroviene de los anun­cios, sino qu~ ademas es reforzada por gente de todo e mundo. De Jamaica a Hong Kong, de Copenhague a Kowloon, la cultura de Ia "coca-cola" ha llegado a ser estimada como Ia cumbre de lo apetecible.

l!ste es un pequeiio y diversificado ejemplo de los innumerables valores concebidos que los individuos suelen introyectar y mantener como propios, sin nunca haber considerado sus reacciones organlsmi­cas a esos patrones y objetos.

CARACTSRISTICAS COMLJ:NES DE LA VALORACION AD.ULTA

Creo que de lo anterior resultad. evidente que el adulto comful -siento que estoy hablando por la mayorfa de nosotros- tiene un enfoque de los valores que poseen las caractedsticas que cito a con­tinuad6n:

la mayoda de sus valores son introyectados de otros individuos o grupos que son significativos para el, pero el los considera como suyos.

El origen o foco de evaluaci6n, en la mayoria de las cosas, radica fu.era de el mismo. El criterio mediante el cual sima sus valores es el grado en que estos le hagan ~er amado 0 aceptado.

Estas prefc ·encias coocebidas no eslin relacionadas por completo o no lo estin clararnente con su propio proceso de experiencia.

A menudo existe una discrepancia amplia y no reconocida, entre las prue­bas dadas por su propia experiencia y estos valores concebidos.

Dado jUe estas concepciones no estan abiertas a ser probadas en Ia expe­riencia, el debe mantenerlas en una forma rigida e inconmovible. La posibili­dad seria un colapso de sus valores. De aqu! que sus valores sean "correctos" -como la ley de los medas y los persas, que no cambiaba.

Page 34: Ética Módulo III

144 SEGU NDA PARTE. LA REL.tt.~..:t6N INTERPERSONAL

Dt+ido ,1 que no se pt!eden <:•)mtkr a rrueba. no extste una iorm,i r.i._? .<-.. 1

p.uo. r~sPh·er contradi(ciones. Si el ha tc•mado de ]a comunidad la conc~pci6r. dt: qu.c C'i diner;) es el bien uh~\·lm? y de 1~ Iglesia la concqxt6n d~ <pe el amur zl pr6iin1o es cl YJ.lor mas ai:o, el no tiene manera de Jescubrir cui l Li C"'fic m:J.;',l[ Y.l!Or ?ara ei. Por tan to, un aspc-cto comun de la viJa moJer·n e)

et vivtr cw, valores a~s~.. .... lt:t..u:1ente conlradiaorios . Calm::.damente dis(utirnos la posibi lidad de lanzar una bomba de h,idi6gen(·

sobre Rus ia, pero luego encontramos lagrimas en nuestros ojos cua.ndo v.ernos eucabezados acercl del sufrimiento de un nino.

Debido a que el ha dejado el foco de evaluaci6n a otros y ha perdido conta.cto con su· propio proceso valorativo: se siente profundamcnte inseguro y Hcilmc.nte amenazado en sus valores. Si aJgunas de estas concepciones fuera,n destruid <l$, (que es lo que totnaria su lugar? Esta amenazante posibilidad lo hace aferrarse a sus concepciones valoral~ mas rigidamente 0 con mas con­fusi6n o ambas cosas. ·

' LA DISCREPANCIA FUNDAMENTAL

Creo que esta imagen del individuo, con valores p.dndpalmente introyectados, mantenidos como conceptos fijos, rara vez examinados o comprobados, es Ia que presentamos la mayoria. Al tom:ar como nuestras las concepciones de otros, perdemos contac o con la sabi­duria potencial de nuestro propio funcionamiento, y perdemos con­fianza en nosotros mismos. Como estos modelos valorales estan frecuente y fuertemente en desaruerdo con lo que acontece en nuestra propia experiencia, nos hemos, en forma basica, divorciado de nos­otros mismos, lo cual explica mucho de la tension e inseguridad moden1as. Esta fundamental discrepancia entre los conceptos del in­dividuo y lo que esta experimentando realmente, entre la estructura intelectual de sus valores y el proceso evaluative que sin ser recono­cido ocurre dentro de el, es una parte de la extraiieza fundamental que el hombre modemo tiene bacia si znjsmo. Este es un problema central para el terapeuta.

RESTAURAR EL CONTACTO CON LA EXPERIENCIA

.Algunos individuos son afortunados al haber ido mas alia del ruadro que acabo de exponer, desarroll!ndose mas :'1elante en la clirecci6n de la madurez psicol6gka. V emos que esto ocurre en psico­terapia, donde nos esforzamos por propiciar un clima favorable para el crecimiento de Ia persona. Tamhien lo vemos ocurri.r en la vida. cada vez que esta propicia un dirna terapeutico para el individuo. Permitaseme concentrarme en esta maduraci6n mas amplia de un en­foque valorativo como lo he visto en terapia.

Carlos
Typewritten Text
Page 35: Ética Módulo III

7. PROCESO DE VALOIAClON EN LA PERSONA MADURA 145

C:uando el paciente siente y cae en Ia cuenta de que es apreciado cornu person.1, * lentamente puede empezar a· valorar los distintos aspectos de si mismo. Lo que es mas importante: puede empezar con mucha dificultad al principia a percibir y a sentir lo que ocurre den­tro de el, lo que esta sintiendo, lo que esta experimentando, como reacciona. Utiliza su experiencia como una referencia directa a la que se puede dirigir para formar conceptualizaciones certeras y que puede tomar como gufa de comportamiento. E. T. Gendlin (1961, 1962) ha elaborado la manera en que esto ocurre. Como su experiencia se ,,~elve cada vez mas abierta para el, como el es capaz de vivir mas librernente dentro del proceso de sus sentimientos, entonces empiezan a ocurrir cambios significativos en su enfoque de los valores, y co­mienza a asurnir mucbas de las caracteristicas que terua en la infancia.

VALORES INTROYECTAD.QS EN RELACI6N CON LA EXPEIIENClA

Tal vez puedo indicar esto reTisando algunos de los breves ejem­plos de los valores introyectados que he dado, y sugiriendo lo que les sucede cuando el individuo se acerca a lo que esti ocurriendo dentro de el.

El individuo en terapia ve bacia atds y se da. cuenta: "Pero yo disfr11tl bastante a1 jalarle el pelo a mi hermana -y eso de ninguna forma me hace ser una persona mala.''

El estudiante que ttprueba quimica se da cuenta, al acercarse a su propia experiencia: "No valoro el ser un doctor, aunque mis padres lo hagan; no me gusta la quimica, ni esforzarme por llegar a. ser doctor; y no me siento fra­casado por no tener estos sentimientos."

El adulto reconoce que los deseos y el comportamiento sexuales pueden ser muy satisfactorios y permanentemente enriquecedores en sus consecuencia:s, o superficiales y temporales y menos que satisfactorios. Avanza por medio de su propia experiencia, que no siempre coincide coo las no.rmas soc.iales. Coo. sidera e~ arte desde un nuevo enioque valoral. :m dice: "Esta pintu.ra JDe

conmueve p:ofundamente, significa bastante para m.L_ T~ien ocwre que c:s una abstracct6n, pero (:sa no es la base de ID.l valoraci6n.

Reconoce libremente que esta persona o libro comunista tiene actitudes y metas que comparte, al m1smo tiempo que tambien tiene ideas y valores que no comparte.

Cae en la cuenta de que algunas veces experimenta la cooperaci6n como significativa y valio~a para el, y que otras veces desea estar solo y actuar solo.

'

• La reJaci6n ter~plutica oo esta desprovista de va.lores, sino todo lo contrario. Me parece que cu.ando es mas efertiva.. ~ta sdialada por un valor prim.uio, a saber: esta persona ( el paciente) tiene un valor en su indif!idlldlidild y ring11luid4d.

Page 36: Ética Módulo III

146

lA VALORACI6N EN LA PE-RSONA MADURA

El proceso evaluative que parece desarrollarse en esta persona mf:.~ rnadura es, en cierto modo, muy parecido al del infante y, en ciert.1 manera, muy diferente. Es fluido, flexible, basado en este momento particular, y el grade en que este mom en to es experimentado como productor de crecimiento y actualizante. Los val ores no son manteni­dos r1gidamente, sino que estan cambiando con continuidad. La pin­tura que e1 aiio pasado pareda significativa ahora apatece sin interes ; la forma de trabajar con individuos, que antes era experimentada como buena, ahora parece inadecuada; la creencia que entonces pare­c_ia verdadera, ahora es experimentada como parcialmente verdadera o tal vez falsa.

Otra caracteristica de la manera en que esta persona valora Ia experiencia es que resulta altamente diferenciada o, cot 10 los semin­ticos dirfan, extensional. Como aprendieron los m.iembros de mi clase de futuros maestros, los principios generales no son tan utiles como las reacciones sensitivamente discriminadoras. Una dice: "Con este niiio, senti que deberfa ser muy firme, y parece que el acept6 esto, y me sentf bien de haber sido asi. Pero en la mayor parte del tiempo, yo no soy asi con los otros nifios... Ella ron.fiaba en su experiencia de la rela­ci6n con cada niiio, para guiar su conducta. Ya he indicado, por medio de ejemplos, c6mo las reacciones del individuo son mucho mas dife­renciadas que lo que anteriormente eran mas bien s6lidos valores monoliticos introyectados.

En otro sentido, el enfoque del individuo maduro es como el del infante. El foco de evaluaci6n de nuevo se establece firmemente den­teo de la persona. Es su propia experiencia la que proporciona l:l retroalimentaci6n o informaci6n valoral. Esto no significa que el no este abierto a toda l.a evidencia que puede obtener de otras fuentes, pero si que esto es tornado por lo que es --evidencia extern.a- y no resulta tan significative como sus propias reacciones. As!, puede scr que un amigo les haya dicho que un nuevo libro es muy decepcion an­te. £1 lee dos revisiones desfavorables del libro. De esta manera, su hip6tesis tentativa es que, para el, el libro no tendra valor; pero si de todos modos lee el libro, su valotad6n se basara en las reacciones que provoca en II, y no en lo que otros le han dicho.

En este proceso valorativo esti induido un dejarse ir uno mismo en Ia inmed.iatez de lo que se esti experienciando, esforzandose por sentir y clarificar todos sus complejos significados. Pienso en un fY.l· dente, quien, bacia el final de Ia terapia, confundido por un problema, pondria su cabeza entre sus manos y diria: .. Bien, ique es lo que estoy

Page 37: Ética Módulo III

7. PlfOCESO DE VALORACION EN LA PERSONA MADURA 147

si ntiendo ~ Quje;ro ,..tccrcarme 3. ello, quiero saber lo que es." Enton­(CS, cl esperarh callada y pacientemcnte, tratando de escucharse a Sl rnismo, basta que pudiera discernir la importancia exacta de los sen­tirn icntos q\<e estabJ. experienciJ.ndo. :El, como otros, estaba tratando Jc acercarse a s! mismo.

El acercarse a lo que esta pasando dentro de si mismo, constituye un proceso mucho mas complejo de lo que es en el infante. En la persona madura, esto tiene mucho mas alcance y campo de acci6n, pues ahi estan incluidos en el momento de experienciar las huellas mncrnicas de todos los aprendizajes importantes del pasado. Este mo­mcnto tiene no s6lo su impacto sensorial inmediato, sino tambien un significado que surge de experiencias simi lares del pasado ( Gendlin, 1962). Tiene ambas cosas: lo nuevo y lo viejo. As!, cuando conozco una pintura o una persona, mi experiencia contiene los aprendiza jes que he acumulado de enruentros pasados con pinturas o con personas, ademas del nuevo impacto de este encuentro particular. Asimismo, el memento de la experiencia contiene, para el adulto maduro, hip6tesis con respecto a las consecuencias. .. Ahora siento que disfrutaria una bebida mas, per:o aprencliza jes pasados indican que podria lameotarlo por la manana··; "no es agradable expresa.r directamente mis senti­mientos negatives a esta persona, pero la experiencia pasada indica que en una relaci6n que continua esto sera de mucha ayuda a la larga" . Tanto el pasado como el futuro estan en este momento y cntran en la valoraci6n.

Encuentro que en la persona de la que estoy hablando (y aqui tam bien vemos una similitud con el infante), el criterio del proceso valorativo es el grado en que el objeto de la experiencia actualiza al individuo mismo. (Esto lo bace una persona mas rica, mas completa, mas enteramente desarrollada? Esto podria sonar como si fuera un criterio ego1sta o asocial, pero prueba no serlo asi, pues las relaciones profundas y provechosas con otros son experienciadas como actuali­zantes.

Como el infante, tambien el adulto psicol6gicamente maduro cree y emplea el criterio de su organismo, con la diferencia de que el es capaz de hacerlo conscientemente. Comprende que si puede creer en si mismo compler.J.mente, sus sentimientos y sus intuiciones podd.n• ser mas SensatOS c1ut SU mente, que COIDO persona total puede Ser mas sensitivo y exacto que solamente con sus pensamientos. En consecuen­cia, no teme deci r: "Siento que esta experiencia ( o esta cosa o esta direcci6n) es buena." Mas tarde, probablemente sabra por que siente que es buena Confia en la totalidad de si mismo, buscando ser lo que Lmcelot \X~1. ·te ( 1950) considera "el hombre unitario".

Page 38: Ética Módulo III

148 !:EGUNDA PARTE. LA RELACI6N INTERPEISONAL

De lo que he expuesto, cleberi:t ser evidente que este proccso valorativo en el individuo m~1du ro no es una cosa simple o facil. El proceso es complejo, las elecciones suelen ser inquietantes y difkiles, y no existe garantiJ. de que la elecci6n que se efecrua resulte: de hecho, ser autoactualiz:tnte . Pero, debido a que cua!guier evidenci:.1 exist(!Ote es accesible al individuo y debido a que el esta abierto a su experiencia, ios errores se puedert correg1r. Si un curso de acci6n ele­gido no es acrecentador del self, esto sera percibido y el podra hace r un ajuste o revision. El avanza en un maximo intercambio de retro­alimentaci6n y,_ asi como la brujula girosc6pica de una nave, continua­mente puede dirigir su curso bacia el llegar a ser .mas el m.ismo

ALGUNAS PROPOS1CION·ES RESPECTO AL PROCESO VALORAT·IVO

Permitaseme precisar e1 significado de lo que he expuesto formu­lando para ello tres proposiciones que contienen los elementos esen­dales ae este punto de vista. Mientras que quiza 00 sea _.")()Sible idear pruellas empiricas de cada proposici6n en su totalidad, de todas ma­neras cada una es, basta cierto grado, comprobable por medio de metodos cientifkos. T ambien sefial.aria que aunque las siguientes pro­posiciones estm fonnuladas firmemente para darles mayor claridad, estoy desarrollandolas en la actualidad como hip6tesis decididamente tentativas.

Hip6tesis 1. "Existe una base organismica para un proceso valo­rativo organizado dentro del individuo bnmano.'•

Se supone que esta base es algo que el se.r humano comparte con el resto del mundo animado. Forma parte del funcionamiento del proceso vital de todo organismo saludable. Es la capacidad para recibir informaci6n retroalimentativa que capacita continuamente at organismo para ajustar su conducta y reacciones, asi como para ad­quiri.r el aecimiento truiximo del self, que sea posible.

Hip6tesis 2. "'Este proceso valorativo en el ser humano es efec­tivo para la adquisici6n del crecim.iento del self basta el grado en que el inclividuo esta abierto a la experiencia que ocurre dentro de .LI • " a m•srno.

He tratado de dar dos ejemplos de individuos que estan cercanos a su propia experiencia: el infante que todavia no ha aprendido a negar en su conciencia el proceso que ocurre intemamente, y la per­sooa psicol6gica.mente madura que ha reaprendido las ventajas de este estado abierto.

Page 39: Ética Módulo III

1. PROCESO DE VALORACION EN LA PERSONA MADURA 149

llip6tesis 3. "La manera de ayudar al in:diYiduo a encamin.arse !uria una apertura a Ia experiencia es por medio de una. relaci6n en ~ 3. ~qe .el sea apreciado como pe~sona por s;J:>arado, en la que la ~­penenoa que oc:urre dentro de el sea empat!tamente comprendida y v.ll~ra?a, y en la que se le de li?ertad para experimentar sus propios sentlrruentos y los de los otros sm ser amenazado por hacerlo de esa

. . Ill' man era. Obviamente, esta proposici6n surge de la experiencia terapeutica;

es una breve presentaci6n de las cualidades esenciales de la relaci6n tetapeutica. Ya existen algunos estudios emp!ricos, de los cuales el de Barret-Lennard {1962) es un buen ejemplo, que apoyan dicha

. . . , ex postaon.

PROPOS·ICI.O.NES EN RELACIGN CON LC>S RESULTADOS DEl PROCESO VALO.RATI·VQ

1\hora llego al meollo de cualquier teor!a de los valores o la valo­raci6n. iCuales son sus consecuenaas? Me gustaria moverme dentro de este nuevo campo formulando daramente dos proposiciones,. asi como las cualidades del comportamiento que surgen de este proceso valorativo. Despues, con mi propia experiencia como terapeuta, apor­tare pmebas par.a apoyar estas prop<;Jsiciones.

Hip6.1esis. 4. "En las personas que se encaminan bacia una mayor apertu_ra a su experiencia, hay una comunidad organismica de direc­ciones de valores."

Hip6tesis 5. "Estas direcciones valorales son de naturaleza tal que promueven el desarrollo del individuo mismo, de otros en su comunidad, y prcx.1.1ran la supervivencia y evoluci6n de sus especies."

Un hecho notable en mi experienda ha sido que en terapia1 donde los individuos son valorados, donde hay mayor libertad para sentir y ser, parecen surgir ciertas direcciones valorales. &tas no son direc­ciones ca6tica.s, sino que tienen una comunalidad sorprendente. Esta comunalidad no depende de la personalidad del terapeuta, pues he visto surgir estas tendencias en pacientes de terapeutas marcadamente distintos en Sll personalidad. Esta comunalidad no parece ser ocasio­nada por influencias de ningu.na cultura, pues he encontrado pruebas de estas clirecciones en culfuras tan diversas como la de Estados Uni­dos, Holru .da, Francia y Jap6n. Me gusta pensar que esta comuna­lidad de chrecciones valorales se debe a1 hecho de que todos pertene­cemos a la misma especie -que asi como un infante humano tiende, individualmente, a seleccionar una dieta similar a la que otros infantes

Page 40: Ética Módulo III

150 SEGUNOA PARTE. LA RHACION lNTERPERSONAL

humJ.nos seleccionan ~ Uil paciente en terJ.pia tiencle, indiYiciualmcnte, a eleg ir direcci0nes valorales similares a las escogidas por otros pa­cientes.

Como especie, debe hacer ciertos elementos de experienci~ que h enden a t1n desarrollo interior que seria elegido por todos los indi­viduos si fueran genuinan1ente libres para escoger.

Permitaseme indicar algunas de estas direcciones va.lorales como las veo en mis pacientes que se mueven en la direcci6n del creci­rniento y madurez personales.

Ellos tieuden a alcjarse de falsas imagenes. Las pretensiones, las defensas, y las falsas jrruigenes tienden a ser valorad.as negativamente.

T ienden a alejar~e de los "deberias". El sentimiento apremiante de que "debo hacer o ser de este modo o de aquel" es valorado nega·ivamente. El paciente se aleja del ser "lo que debe ser", sin importar quier ha impuesto ese imperative.

Tienden a alejarse del satisfacer las expectativas de otros. El agradar a otros, como meta en si misma, es valorado negativamente.

Ser real es valorado positivamente. El paciente tiende a ~ncaminarse hacia llegar a ser el mimlo, ser sus sentimientos reales, ser lo que es. :£sta parece ser una preferencia muy profunda.

La autodirecci6n es valorada positivamente. El paciente descubre un cre­cieote orgullo y confianza para hacer sus propias elecciones, guU.odo su pro­pia vida.

E1 propio self y los propios sentim.i.entos llegan a ser valorados positiva­mente. DeSde un punto en que seve a si mismo con menosprecio y desespera­ci6o, el paciente llega a considerar su self y sus reacciones como valiosos.

El ser un proceso es valora.do positivamente. Del deseo de algunas metas eru.blecidas, los pacientes llegan a preferir la excitaci6n de ser un proceso de potendalidades nacientes.

La sen.sibilidad haria otros y Ia aceptaci6n de otros son valorados positiva­mente. EI paciente llega a apreciar a otros por lo que son, asi como ha llegado a aprc:iarse a sf mismo por lo que es. ·

Finalmente, las relaciones profundas son valoradas positivamente. Uegar a una relaci6n cerc.ana, Intima, real, completa y comunicativa con otra persona parece encontrarse como una necesidad profunda en todo individuo, y se tiene como un valor muy alto.

Tal vez mas que todo, el individuo llega. a valorar una apertura a toda su experiencia interxu y extema. Ser abierto y sensitivo a sus propias reacciones y sentimientos mtnnos, a las reacciones y sentimientos de otros y a las reali­dades del mundo objetivo, es una direcci6n que et claramente pmiere. Esta apertun. l1ega a ser el reouso mas valorado def paciente.

£sta.s son entonces algunas de las dicecciones preferidas que he observado en individuos que se dirigen bacia una madurez de perso­nalidad. .Aunque estoy seguro de que Ia lista que he dado es inade­mada y tal vez en cierto grado inexacta, tiene, segU.n yo, posibilidades excitantes. Permitaseme tratar de explicar por que.

Page 41: Ética Módulo III

7 . PJWCESO OE VALORAC16N EN LA PERSONA MADURA 151

Encucntro significative que cuanJo a los :ndivi -.!uos se \c ; aprecia como ~:s?n:Is. los v:1lores que eligen no . alAtrc:J.n Ia escala cumplcta de pos•btl1dades. No encuentro que en diCho clima Je lilx-rt.1J , una persona llegue a valorar el fraude, el asesi nJto y el robo, mientras c;u e otra valore la vida de sacrificio, y otra v..1!ore solamente el dinero. En Yez de esto, parece existir un rulo de comunalidad profundo y fu ndJJTiental. Me atrevo a creer que cuando el ser huma,o es interior­mente libre para escoger lo que valera en forma proftinda, tiende a \·alorar aquellos objetos, experiencias y metas que lo conducen a su propia supervivencia, crecimiento y des;:trrollo, y a la supervivencia y desarrollo de otros. Supongo que es caracteristico del organismo humano preferir dichas metas aqualizantes y socializadas cuando esta expuesto a un clima promotor de crecimiento.

Un corolario de lo que he estado cliciendo es que en cualquier cultura, dado un dima de respeto y libertad en el que es valorado como persona, el individuo maduro tended. a escoger y preferir estas misma.s direcciones valorales. £sta es una hipotesis sumamente signi­ficativa que podr!a ser sometida a prueba. Significa que, aun cuando el individuo del que estoy hablando no tuviera un consistente ( o por lo menos estable) sistema de valores concebidos o conceptualiza­dos, el proceso valoral dentro de el lo conduciria bacia direcciones valorales que surgeo del mismo proceso y que serian constantes a traves de las cultu.ras y a traves del tiempo.

Otra implicaci6n que veo es que los ind.ividuos que manifiestan el fluido proceso valoral que he tratado de describir, cuyas direccio­nes valorales suelen ser aquella.s que he mencionado, serian su.ma­mente eficaces en el proceso de la evoluci6n humana. Si la especie lnunana va a sobrevivir en este globo, el ser hurna.no debe llegar a ser mas prcntamente adaptable a nuevos problemas y sih1aciones, ser capaz de .>elecciona.r partiendo de situaciones nuevas y comp!ejas ( lo cual es va.li.oso para el desarrollo y la supervivencia), y ser exacto en su apreciaci6n de la realidad si ha de hacer tales selecciones. La persona psicologicamente rna.dura, tal como la he descrito, tiene, creo, las cualidades que la harian valorar aquellas experiencias que ayudan l la supervivencia y al engrandecimiento de la raza humana . Ella seria un -..a lioso partKipante y guia en el proceso de la evolucion hu.mana.

FinaLmente~ parece que hemos vuelto al teiDJ. de la un iversalidad Je los valores, pero por una ruta diferente. En lugar de los valores universales "alia afuera" o de un sistema valoral universal impuesto por algU.n grupo -£il6sofos, gobema.ntes o sacerdotes--. tencmos la posibilidad de contar con direcciones valorales hum:tn~s universales que emergen de la experiencia del organismo humano. L1 evidencia

Page 42: Ética Módulo III

152 SEGUNDA PARTE. .LA RELACION INTERPERSONAL

terapeutica indica que tanto los valores personales como los sociJ.lcs sur.gen como naturales y experienciados, cu.ando el individuo esta cer­cano a su propio proceso valoral organismico. La sugerencia es que aunque el hombre moderno ya no confia en la reEgi6n o en la cienc!a o en la filosofla, ni en cualquier sistema de creencias que le de sus valores, puede encontrar nna base valoral organismica dentro de s! mismo que, si puede aprender nuev:unente a estar en contacto con e}Ja, demostrara ser tin enfoque organizado, adaptativo y social de las confusas cuestiones valorales que enfrenta.mos todos.

UfERENCIAS B1BLIOGRAFtCAS

Barrett-Lennard, G. T., "Dimensions of thempist response as causal factors in therapeutic change". P.rychoJ. Mono gr., 1962, 76 ( 43, todo el nfunero 562).

Gendlin, E. T., "Experiencing: a variable in tbe process of therapeutic change". A.mer. J. Psychoter., 1961, 15, 233-245.

Gendlin, E. T., E.xperiendng and the creation of mettning. Glencoe, Ill.: Free Press, 1962.

Morris, C. W., Varieties of human value. Chicago: Un.iver. Chicago Press, 1956.

Rogers, C. R., Clienl..cmtered tht>'apy. Boston: Houghton Mifflin, 1951. Rogers, C. R., .. A theory of therapy, personality and interpe:tsonal relation­

ships'". En Ia obra de S. Koch (dir.), Psychology: a Jtttdy of a scimclf, voL 3. PfJf'lnMlillions of the fJet'son and the socitd context. Nueva York: McGraw·Hill, 1959, pigs. 185-256.

Whyte, L L, Tlu1 next developme'fll in man. Nueva York: !~Ientor Books, 1950.

Page 43: Ética Módulo III

PRINCIPIOS Y VALORES INSTITUCIONALES

La universidad y a cada uno de los miembros de La comunidad que ta integran, tes corresponde ta misi6n de preservar, fomentar y difundir los principios y valores en que la instituci6n apoya la educaci6n que proporciona a sus alumnos, los cuales se describen a continuaci6n:

2.1 Calidad en la educaci6n, responsabilidad hacia la sociedad

2. 1 . 1 Los maestros

La vida de una instituci6n educativa esta siempre marcada por sus maestros. Oeben tener habilidad para comunicar sus conocimientos y hacer sentir a cada uno de sus alumnos que es alguien valioso; tener la delicadeza de respetar sus pensamientos y valores, asi como sus ideales. Maestros que logren despertar e inculcar en la juventud el amor al estudio y a la vida; el valor y respeto a la dignidad humana; el amor a la libertad, y el coraje necesario para participar en forma creativa y comprometida en el presente y futuro de nuestra patria. Deben estar dotados de imaginaci6n, intuici6n, sensibilidad, voluntad y dina­mismo; capacidad y fuerza comunicativa, y disponibilidad a La entrega de si mismo para ponerse al servicio de la causa de formar profesionales integros. 1

Uno de los componentes indispensables y esenciales de la educaci6n es la figura del maestro. Par ello, es necesario predsar cuales son las cualidades principales que le permiten a alguien estar a La altura de ser maestro y la responsabilidad que sobre else arroja. Con esto entramos ya en el terreno de La etica, pues es a esta a La que corresponde determinar que clase de hombre hay que ser para tener derecho a poseer este titulo.

Puede decirse que, entre otras, las cualidades importantes son: la pasi6n y el sentido de responsabilidad.

Pasion en la entrega a la causa de formar profesionales fntegros y responsabi­lidad por la formaci6n que se da ala juventud, La cual debe incluir, ademas de los aspectos cientificos y tecnicos, los valores humanos y el conjunto de convic­ciones en los que la profesi6n basa todas sus normas de etica.

1 Lara Castilla Alfonso, Vuelve Maestro . .. Vuelve. Editorial Diana, Mexico 1988

)7

Carlos
Typewritten Text
Zamorano, E. (2012). Ética en las universidades. México: Instituto Mexicano de Contadores Públicos. (Páginas 21 a 29)
Page 44: Ética Módulo III

ENRIQ_UE ZAMORANO GARCIA

De entre las responsabilidades y privilegios que nos brinda la vida, ninguno iguala en importancia al de tener que formar a la siguiente generaci6n.

Everyt Koop

La formaci on de la juventud se ofrece, de forma especial, como tarea del maes­tro. En ella encuentran el principal carisma de su vida docente, su especifi­ca vocaci6n personal. En esta noble tarea, el maestro esta llamado a inspirar principios de fondo y suscitar motivaciones que estimulen la capacidad moral y espiritual de La persona. Le corresponde La misi6n de asegurar en el mundo futuro ta presencia de valores como la verdad, la independencia de criteria, la dignidad del hombre, la responsabilidad, la capacidad profesional, la honesti­dad y la justicia.

Los principios de etica determinan las bases esenciales del comportamiento, deciden el valor moral de los actos del profesional, y permanecen en relaci6n con su propia vocaci6n. El c6digo de etica debe quedar inscrito en la con­ciencia moral de los j6venes estudiantes. Que su conciencia consiga aquella transparencia madura que en nuestra vida nos permite ser siempre personas de principios, personas que inspiran confianza; esto es, que son creibles, to cual es esencial para cualquier profesional en el ejercicio de su profesi6n. La perso­nalidad moral, asi formada, constituye la contribuci6n mas importante que los maestros pueden aportar a La vida comunitaria, a La familia, a la sociedad y a La actividad profesional.

La formaci6n de un hombre de tales caracteristicas representa, al mismo tiem­po, la primera tarea, la primordial misi6n del maestro. De hecho las caracte­rfsticas y cualidades; es decir, La indiscutible importancia de la cultura, at igual que el cutto a los valores: la leattad y La franqueza, la fidelidad a las obliga­ciones asumidas y a la palabra dada, el respeto, la honestidad, la libertad, la justicia; estos son un patrimonio que tambien les pertenece. Eran y son cuali­dades de los maestros, que seguramente por transmisi6n de conocimientos han pasado a sus alumnos.

Los maestros, como profesionales de la educaci6n, deben estar conscientes de que conseguir unos objetivos elevados no depende solo de los sistemas pedag6-gicos. El mejor metodo de educaci6n es el ejemplo para sus alumnos y su auto­ridad moral, asimismo, por los valores que representan, saben que no pueden transmitir una imagen decepcionante de su profesi6n.

Este es el gran compromiso que como maestros deben asumir, antes que nada, frente a su conciencia: No deben transmitir a sus alumnos una imagen decep-

??

Page 45: Ética Módulo III

ETICA EN LAS UNIVERSIDADES

cionante de su propia profesi6n, sino enseiiarles a amarla, desarrollando en ellos la capacidad de analisis y discernimiento, la busqueda de la verdad, la educaci6n en las virtudes, el sentido de responsabilidad, la dedicaci6n genero­sa y vocaci6n de servicio a la sociedad.

Los principios eticos determinan las bases esenciales del comportamiento, de­ciden el valor moral de los actos del profesional, permanecen en relaci6n con la vocaci6n a su profesi6n.

En este punto, los principios del c6digo de etica asumen un significado decisive, en especial los que se refieren a la responsabilidad hacia la sociedad.

2.1. 2 Los alum nos

El prop6sito fundamental de cualquier profesi6n es servir a la sociedad y esta tiene el derecho de exigir servicios profesionales de caUdad.

La universidad, como instituci6n educativa, comprende en sf, antes que nada, a la juventud, por lo cual su principal objetivo consiste en proveer a los estu­diantes los conocimientos tecnicos, cientificos, valores, actitudes y etica pro­fesional que los preparen para prestar tales servicios.

Para lograr ese objetivo, el estudiante debe comprender que es necesario luchar para alcanzar la perfecci6n, ser muy riguroso consigo mismo, no satisfacerse con llegar a ser solamente un buen profesionista. La responsabilidad de sus decisiones influira no solo en su propio destine, sino en el de muchos otros.

Los conocimientos que la sociedad demanda de los profesionistas son cada vez mas extensos y variados; por ello, el estudio y la actualizaci6n profesional de­ben ser una constante en su vida diaria.

La competencia es tan fuerte que los profesionales que no tengan la oportunidad de la actualizaci6n permanente no la podran sobrevivir; deben desarrollar nue­vas conocimientos y habilidades para competir a nivel mundial, con capacidad de aprender a aprender, permanentemente, y adquirir nuevos conocimientos y habilidades para coexistir con un cambia dinamico, para comunicarse y trabajar en equipo.

Las universidades estan considerando una transformaci6n de su quehacer. Deben3.n enfocar sus actividades a formar profesionales, capaces de identificar problemas mas complejos que los del presente, que demandaran colaboraci6n

23

Page 46: Ética Módulo III

ENR I ~UE ZAMORANO GARCIA

interdisciplinaria con sus pares de otros pafses. Seran profesionales que posean habHidades y destrezas para crear y transformar conocimientos, aptos para participar activa y criticamente en el cambio social y en los mercados nacional y global.

Se trata de introducir procesos de aprendizaje que permitan a los estudiantes identificar problemas de manera sistematica, generar sus propios modelos para resolver esos problemas y actuar en consecuencia. Esto demanda armonizar la docencia y la investigaci6n, fomentar la curiosidad y el espiritu de busqueda. Los futures profesionales deberan saber generar sus conocimientos o buscarlos en ellugar del mundo donde estos se encuentren.

En gran numero de instituciones educativas en todo el mundo, se avanza en estas direcciones y se experimenta con nuevos metodos.

Los posgrados no prosperaran sin cuerpos academicos de dedicaci6n exclusiva o tiempo complete, auxiliados por laboratories, bibliotecas y centres de docu­mentaci6n interconectada por medics electr6nicos, asi como por sistemas de vinculacion de la docencia con la investigaci6n.

Los planes de estudio deben mantener un equilibrio entre el componente cien­tifico-tecnico y el formador de cualidades profesionales y morales, que permita a los egresados de la instituci6n adaptarse afectivamente a las demandas de una sociedad dinamica y cumplir con su responsabilidad social. El profesionista debe estar dotado de identidad y de un equipaje muy fuerte de conocimientos y valores.

2.1. 3 La comunidad universitaria

Los miembros de la comunidad universitaria, en general, deben reconocer como norma, lo que se describe a continuaci6n, no para su observancia pasiva, sino como un conjunto de principios que guien su conducta y su forma de vida en la comunidad. Estos principios y las normas de etica contenidas en este c6digo determinan las bases esenciales del comportamiento de los maestros, investi­gadores, alumnos y personal directive y de apoyo de la instituci6n.

2.1.3.1 Respeto

Este principio, enfocado a cada uno de los miembros de la comunidad universi­taria, establece el deber de respetar la dignidad de cada individuo, maestros, investigadores, alumnos, directives y personal de apoyo de La instituci6n. El

?4

Page 47: Ética Módulo III

E TI CA EN LAS UN I VE R S I DADES

respeto a La dignidad de cada persona es una constante en esa instituci6n, un valor fundamental, cuya efectividad depende del grado en que sea fomentado por los directives, maestros y alumnos, y practicado por todos y cada uno de los integrantes de la comunidad universitaria.

Las relaciones interpersonales deben basarse en el respeto a la dignidad de cada individuo y seguir normas que rechacen cualquier tipo de discriminaci6n.

Conductas como el acoso sexual, el racismo, La crueldad y todo tipo de manifes­taciones de intolerancia quedan terminantemente prohibidas.

En este c6digo se establece el compromise de tratar a los demas con respeto, equidad y cortesia.

2.1.3.2 El sentido de responsabilidad

Uno de los valores mas apreciados por la sociedad, es el sentido de responsabilidad.

En el Libro de Las virtudes, de William J . Bennett se menciona:

Responsabilidad significa capacidad de responder, de dar cuenta de nuestros aetas. La conducta irresponsable es conducta inmadura. Asumir una responsabilidad -ser responsable- es indicia de madurez [ ... ] Las personas responsables son personas

maduras que se hacen cargo de si mismas y su conducta, que son dueiias de sus aetas y dan cuenta de ellos, responden por ellos.

Julio Roldan, en su llbro Etica Medica, afirma que por media de la reflexi6n el hombre se sentira responsable de sus aetas, de sus intenciones y de sus pro­pies proyectos. Se atribuira su "acci6n" y sentira la conciencia de culpabilidad cuando llegue a faltar a sus deberes, poniendo asi de manifiesto su madurez al relacionarlos con los principios eticos conocidos.

Cuando el hombre realiza una acci6n siente que esta va acompanada de una " sensaci6n de responsabilidad".

De alguna manera, se siente comprometido como persona, en cada acci6n que realiza o piensa realizar. Se siente responsable de lo que elige y hace libremen­te. Lo caracteristico de esa sensaci6n de responsabilidad es que se manifiesta con un caracter absolute.

25

Page 48: Ética Módulo III

ENR I Q_UE ZAMORANO GARCiA

De acuerdo con Julio Roldan, La responsabilidad es la obLigaci6n de todo hombre de rendir cuenta de sus propios actos. Cuando una persona siente y atiende a esa obligaci6n, puede decir de ella que es una persona responsable.

Si no la siente y mucho menos La atiende, es una persona irresponsable.

La responsabilidad supone La imputabilidad de los actos realizados y obliga aL hombre a responder de ellos ante una especie de tribunal que puede ser su conciencia.

Esta se denomina responsabilidad moral. EL hombre puede ser llamado tambien a responder de sus actos ante las autoridades o el poder publico, y esta es La llamada responsabilidad civil.

La responsabilidad profesional cae bajo La responsabilidad moral, sin que esta excluya la posible responsabilidad penal ante las leyes y el Derecho.

La responsabilidad primordial del alum no y del maestro es adoptar una acti ~ tud decidida hacia eL estudio y la investigaci6n y mantener sus conocimientos actualizados. Cuidadosos de su formaci6n cientifica, tecnica y etica llegaran a poseer un perfil profesional definido para interpretar, rectamente, las diversas situaciones que se les presenten en su desarrollo y decidir, correctamente.

No es facil mantenerse actualizado en esta epoca en que La constante es el cambia y en la que la sociedad exige del profesionista conocimientos sobre te­mas diversos. Mantenerse actualizado en los respectivos campos de actuaci6n profesional requiere del alumna y del maestro constante dedicaci6n al estudio de temas muy variados y complejos.

No debe desperdiciarse La oportunidad de responder adecuadamente a estas exigencias, ya que en esa actitud de responsabilidad esta la base de la confian­za y de ta credibilidad que la sociedad otorga a los profesionistas egresados de la instituci6n.

2.1. 3.3 Honestidad

Ser honesto es ser real, genuino, autentico, de buena fe. Ser deshonesto es ser fatso, impostado, fict icio. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demas. La deshonestidad no respeta a la persona misma ni a los demas. La honestidad tiiie la vida de apertura, confianza y sinceridad, y expresa la

26

Page 49: Ética Módulo III

t.11CA l::.N LA.) UNlVt.R.S JD ADES

disposici6n de vivir a la luz. La deshonestidad busca la sombra, el encubrimiento, el ocultamiento. Es una disposici6n a vivir en la oscuridad.

William J. Bennett

La honestidad es de suma importancia. Toda actividad social, toda empresa humana que requiera una acci6n concertada, se frena cuando La gente no es franca. La honestidad no consiste solo en la franqueza, la capacidad de decir la verdad, sino en la honestidad del trabajo honesto por una paga justa.

Los servicios que el profesionista presta a la sociedad y a sus clientes tienen que fundarse en la honestidad.

Por honestidad, el maestro acepta la obligaci6n de sostener un criteria libre e imparcial al expresar cuaLquier juicio profesional; por honestidad el maestro y el alum nose preparan y se actualizan en sus conocimientos para realizar sus ac­tividades profesionales satisfactoriamente, y por honestidad, rechazan interve­nir directa o indirectamente en arreglos o asuntos que no cumplan con la moral.

2.1.3.4 Lealtad

Los integrantes de la comunidad universitaria desean identificarse con ella, necesitan confiar y creer en su instituci6n, ya que contribuyen con su esfuerzo a lograr su mtsi6n.

Un sistema de valores en una instituci6n genera en su comunidad una estrecha identificaci6n con la misma, a la cual consideran su instituci6n, en La que vi­ven y progresan, con La que se identifican y a la que pertenecen, el Lugar que merece su compromise y su lealtad. Ese vinculo de valores es fundamental para lograr que las personas asocien sus lealtades con la instituci6n William J. Bennett afirma que:

[ ... ] nuestras lealtades constituyen un tmportante indicia de la clase de personas que hemos decidido ser. Seflalan derta constancia o tes6n en nuestro apego por las personas, grupos, instituciones o ideates con los que hemos decidido identificarnos" y agrega: "La verdadera lealtad sobrevive a los contratiempos, resiste La tentaci6n y nose acobarda ante los ataques, y la confianza que nace de una lealtad genuina impregna nuestra vida entera.

En efecto, la lealtad a principios, valores e tdeales se convierte en un sistema de creencias para todas las personas que integran la comunidad universitaria.

27

Page 50: Ética Módulo III

ENRI Q__U E ZAMORANO GA RC f A

Es un valor humano mas alla del beneficia personal y una espede de "polo mag­netico" que orienta a todos en la misma direccion.

2.1.3.5 Conflicto de intereses

Uno de los principales atributos que distingue a cualquier profesionista es su objetividad de criteria. Su papel fundamental consiste en expresar una opinion profesional, libre de cualquier influencia personal o corporativa, propia o de aquel a quien sirve. Las reglas de conducta de cualquier profesion establecen que esta opinion debe ser objetiva y que el profesionista tiene la responsabili­dad de subordinar los intereses personates a los de la sociedad.

Estas son las condiciones, ademas de los conocimientos cientificos y tecnicos, sobre los que el publico deposita su confianza en las opiniones expresadas yen los trabajos desempenados por el profesionista. Esta confianza descansa no solo en sus conocimientos y experiencia profesional sino en su capacidad de expre­sar opiniones objetivas y desinteresadas; es decir, en su integridad.

El conflicto de intereses se refiere a la contradiccion que puede existir entre los intereses particulares de los miembros de un grupo y el interes general del mismo. Esto sucede cuando la actuacion de uno de sus integrantes afecta el bienestar de la agrupacion al obtener un beneficio personal. Una practica co­mun de este comportamiento es el soborno. Cuando alguien acepta un soborno, el interes del grupo pierde a favor del interes individual del sobornado. Otra forma comun de conflicto de intereses es cuando una persona utiliza su posi­cion dentro de un grupo para beneficiar o perjudicar a otra. En resumen, puede decirse que existe conflicto de intereses cuando se da cualquier situacion en la que el miembro de la comunidad utlliza su posicion para obtener un beneficio distinto al que esa posicion supone, perjudicando o poniendo en riesgo el bien­estar y el prestigio de la institucion.

2.1.3.6 lntegridad

El maestro, el alumno y cualquier miembro de la comunidad universitaria, de­ben tener esa cualldad moral que impulsa al hombre al mas severo cumplimien­to de sus deberes respecto a los demas y a si mismo.

El ser integro implica ser honrado, cabal, recto, probo; la gente sabe lo que se puede esperar de el; cuando hace un compromise con una persona lo cumple a cabalidad, nunca hace una promesa que no pueda cumpllr. Esta virtud en una persona se revela hasta en sus actos cotidianos mas simples. En su actividad siempre tiene en mente que la imagen que la sociedad se forma de el, es tam-

?R

Page 51: Ética Módulo III

ETICA EN LAS UNIVERSIDADES

bien la de la instituci6n. Es una persona comprometida con La instituci6n a La cuaL pertenece.

La imagen de la instituci6n depende de la imagen que sus directivos, maestros, alumnos, personal de apoyo y sus propios egresados proyecten.

2.1. 3. 7 Justicia

Justicia es dar a cada uno lo que le corresponde, dejar que ocupe el lugar que debe ocupar. El valor etico por excelencia es la justicia. Frente a el falla cualquier intento de fundar una filosoffa moral individualista. La justicia como virtud etica fundamental, es impensable, en rigor, sin la noci6n de una comunidad de hombres.

Karol Wojtyla

29