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  • Mdulo 4 tica y deontologa

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    4. tica y deontologa 4.1. La importancia de la tematizacin

    del discurso tico al interior de las

    prcticas profesionales. Trabajo y

    profesin en la vida contempornea

    El trabajo es la fuente de las riquezas, afirman los especialistas en economa poltica. Lo es, en efecto,

    a la par de la naturaleza, que le provee los materiales que l convierte en riqueza. Pero el

    trabajo es muchsimo ms que eso. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que

    el trabajo ha creado al propio hombre. (Engels, citado por Gonzlez Martnez, 2006, p.326).

    Bienvenido al Mdulo 4 de la materia tica y Deontologa Profesional! La presente lectura se propone reflexionar acerca del papel de la tica en el ejercicio de las profesiones. Para ello exploraremos algunas nociones bsicas de la tica profesional o Deontologa, como as tambin los principios ticos que la orientan.

    En una segunda instancia, y dado que vivimos en una sociedad de organizaciones, se har particular hincapi en las dificultades pero tambin en la conveniencia de una tica empresarial en el marco de las organizaciones lucrativas.

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    tica y profesiones

    Por qu sera importante la tematizacin del discurso tico al interior de las profesiones? La tica, en tanto tematizacin del ethos, no puede quedar exenta de la reflexin sobre nuestras prcticas profesionales. De hecho, toda una rama especializada de la tica aplicada se ocupa de esta vinculacin entre la tica y las profesiones. Pero, qu sera tematizar sobre nuestras prcticas profesionales? Y qu incluimos dentro del concepto de prctica profesional?

    Para responder la primera pregunta, debemos retomar la conceptualizacin aportada por Maliandi (2009), quien sostiene que la tematizacin del ethos consiste en el esfuerzo reflexivo del hombre por auto-observarse. En tal sentido, la tica -junto a otras disciplinas como la Gnoseologa, la Antropologa o la Psicologa- es una de las formas en que el hombre dirige su atencin hacia sus propias prcticas.

    La tematizacin puede llevarse a cabo mediante distintitos procedimientos metodolgicos, entre ellos:

    Las explicitaciones: consisten en el esfuerzo por hacer explcito lo tcito o implcito. La tica filosfica es un tipo de reflexin sistemtica que busca explicitar un tipo de saber moral que todo hombre posee en tanto ser racional. Dicho de otro modo, todos los seres humanos podemos diferenciar de un modo intuitivo lo que es correcto e incorrecto, lo conveniente e inconveniente y podemos juzgar los actos humanos (propios y ajenos) de acuerdo con la adecuacin de tales actos a las normas y valores socialmente aceptados. Para ello no es necesario ser un filsofo o un especialista. Sin embargo, la tica implica dar un paso ms, al hacer explcito ese saber intuitivo, sometindolo a las dos operaciones de la razn: la fundamentacin y la crtica. Es por ello, sostiene Maliandi (2009), que la tica reconstruye normativamente al ethos, ya que constituye una elaboracin sistemtica de ese saber pre-terico.

    Problematizaciones: como su nombre lo indica, las problematizaciones consisten en el descubrimiento y planteamiento de los problemas ticos. stos, tambin llamados aporas (Maliandi, 2009, p. 25), exigen a la razn el esfuerzo de llevar a cabo investigaciones y teorizaciones, que si no pueden resolver los problemas detectados, al menos sirvan para mitigarlos.

    Investigaciones: la investigacin filosfica se caracteriza por llevarse a cabo mediante el dilogo con otros pensadores que, a su vez, han llegado a sus conclusiones y teorizaciones por medio de sus propias

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    investigaciones. Toda investigacin requiere un importante acopio de informacin. Sin embargo, su finalidad no es la acumulacin de informacin, sino utilizar estos datos para construir teorizaciones.

    Teorizaciones: consisten en la elaboracin de respuestas tericas a los problemas descubiertos o afrontados. Etimolgicamente, teora significa ver o visin. Hay muchas maneras de conceptualizar la teora. As, por ejemplo, algunos utilizan el trmino como sinnimo de especulacin o de vida contemplativa en oposicin a la vida prctica. Para otros, la teora es una condicin ideal o modelo a seguir. En tanto que para el racionalismo crtico, la teora es una hiptesis o conjunto de hiptesis susceptibles de ser falseadas. A su vez, las teoras pueden ser prescriptivas cuando indican un ideal o empricas cuando buscan establecer una relacin causal entre dos o ms fenmenos.

    Ordenaciones (o sistematizaciones): son una exigencia de la razn, en el sentido que cada uno de los pasos de la tematizacin debe llevarse a cabo de manera ordenada. Las sistematizaciones plantean, a su vez, diferentes problemas metodolgicos que son necesarios resolver, sin descuidar el objeto principal que son los problemas ticos o aporas.

    Meditaciones: toda reflexin tica es de algn modo una meditacin que nos permite ir valorando los hallazgos de nuestras investigaciones y contrastarlos con los razonamientos propios y ajenos. Esto se debe, sostiene Maliandi (2009), al carcter esencialmente dialgico del pensamiento racional.

    Discusiones (o disputaciones): consisten en un mtodo particular para dar a luz nuevas ideas cuyos orgenes se remontan a la Antigua Grecia, que tuvo como mximos exponentes a Scrates y su discpulo Platn. Al primero se le atribuye el origen de la mayutica entendida como aquella concepcin metodolgica segn la cual el conocimiento progresa mediante la contraposicin de una afirmacin y la crtica de la misma, que obliga a una nueva afirmacin (Maliandi, 2009, p. 28), y as sucesivamente. La mayutica adquiere la forma de un dilogo o discusin mediante argumentos que posibilita no slo descubrir problemas ticos, sino tambin arribar a teorizaciones. Una aplicacin contempornea de este mtodo la encontramos en la tica del discurso, representada por autores como K- O- Apel o J. Habermas.

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    Ahora bien, qu es una prctica profesional y cmo podemos juzgarla? Para MacIntyre (2001), la prctica es una forma coherente y compleja de actividad cooperativa, establecida socialmente, mediante la cual se realizan los bienes internos a la misma mientras se intenta lograr modelos de excelencia que le son propios a esa forma de actividad (citado por Guariglia y Vidiella, 2011, p. 186).

    Desglosando esta definicin encontramos que la prctica es una actividad coherente y compleja que se lleva a cabo de manera cooperativa entre dos o ms agentes sociales, y que para iniciarse en una prctica es necesario aceptar los modelos de excelencia y obedecer las reglas de conducta socialmente establecidos. Por lo tanto, toda iniciacin en una determinada prctica requerir del aprendizaje, basndonos en las reglas y modelos ya establecidos.

    Si tomamos los ejemplos aportados por Guariglia y Vidiella (2011), la pintura, la arquitectura, el ftbol o la poltica, podemos decir que son ejemplos de prcticas porque conllevan un bien intrnseco como estilo de vida, esto es: vivir como pintor, como arquitecto, como jugador de ftbol o como poltico. Obsrvese que esta definicin de prctica aportada por MacIntyre (2001) guarda una ntima relacin con el concepto de praxis aristotlico, en tanto en ambos casos el bien es interno a la accin. Sin embargo, las prcticas tambin poseen bienes externos, tales como el poder, la fama o el dinero. Retomando la distincin realizada por Weber (2002), el poltico que vive para la poltica es aquel que se dedica a esta actividad por pura conviccin. Mientras que el poltico que vive de la poltica es aquel que utiliza a la poltica como un mero instrumento para obtener dinero, prestigio o poder.

    Para MacIntyre (2001) el concepto de prctica es inseparable del concepto de virtud ya que se trata de una cualidad humana adquirida, cuya posesin y ejercicio tiende a hacernos capaces de lograr aquellos bienes que son internos a las prcticas y cuya carencia nos impide efectivamente lograr cualquiera de tales bienes (citado por Guariglia y Vidiella, 2011, p. 187). Los bienes internos, sostiene MacIntyre (2001), en tanto son el fruto del esfuerzo por la excelencia, son siempre beneficiosos para toda la comunidad, mientras que los bienes externos slo son posedos individualmente por quienes los alcanzan.

    Para responder a qu nos referimos con prctica profesional, es necesario primero sealar qu se entiende por profesin. Etimolgicamente, profesin y vocacin derivan del trmino alemn beruf que significa la ocupacin laboral a la que una persona se entrega con dedicacin total (Cobo Suero, 2001, p. 16). Como vemos, el concepto comprende dos vertientes, una objetiva que es el trabajo o servicio que cada profesin aporta a la sociedad y, por otro lado, una vertiente subjetiva, que se refiere

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    a la dedicacin o entrega con que se lleva a cabo ese trabajo y que implica el concepto de vocacin.

    Histricamente, las prcticas sociales que hoy llamamos profesiones han tenido su origen en Europa occidental. Se considera a los antiguos gremios medievales uno de los primeros antecedentes de las profesiones modernas. En la Edad Media, para poder dedicarse a una determinada actividad social, era necesario ingresar a los gremios o corporaciones. Dentro de ellos, las prcticas profesionales estaban fuertemente reguladas y posean una estructura de tipo fuertemente jerrquica. El sistema corporativo medieval implicaba la transmisin de la actividad profesional por medio de una relacin jerrquico-paternalista entre el maestro o jefe y el aprendiz o dependiente. Este sistema entr en decadencia con el advenimiento de la Modernidad. El despliegue de los procesos de secularizacin, racionalizacin y burocratizacin contribuy a que estos gremios o corporaciones fueran perdiendo fuerza. En la Modernidad, la profesionalizacin de las prcticas se llev a cabo por medio de dos instituciones nuevas: el Estado Moderno y la empresa capitalista.

    En el mbito del Estado, la creciente administracin pblica desarroll diversos grupos profesionales como las fuerzas armadas, los docentes estatales, el cuerpo sanitario estatal. Cada una de estas profesiones se ir desarrollando y autonomizando con el paso del tiempo. Iguales procesos encarnar la empresa capitalista en el mbito privado.

    Cabe preguntarnos ahora qu tipos de prcticas llevan a cabo los profesionales. Hemos hecho referencia al hablar del concepto de prctica que la misma supone un proceso de aprendizaje mediante el cual se van incorporando ciertos conocimientos y las destrezas necesarias. En el caso de las prcticas profesionales, este proceso de formacin generalmente est formalmente establecido, siendo necesario un ttulo que certifique la formacin especfica recibida. Adems, los bienes o servicios profesionales son considerados de gran utilidad para la sociedad. Es por ello que estamos dispuestos a pagar por los servicios de un profesional esperando de l no slo que acte con competencia, sino tambin de una manera tica. Por otro parte, la mayora de los profesionales sustentan econmicamente sus vidas por medio del ejercicio de su profesin obteniendo de ella una forma de vida propia. Retomando los ejemplos citados ms arriba, los estilos de vida no son los mismos para el pintor, el arquitecto, el futbolista o el poltico.

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    Podemos sintetizar estas nociones apelando a la conceptualizacin de profesin brindada por Cobo Suero (2001) quien la define como:

    Una actividad diferenciable de otras, que ocupa a un grupo de personas de forma estable en la produccin de bienes o servicios necesarios o convenientes para la sociedad, para lo cual esas personas manejan unos conocimientos y destrezas propios de la profesin, que requieren una formacin especfica y que han de utilizar con tica. Y una actividad con cuyo desempeo obtienen esas personas su forma de vida (p. 16).

    Asimismo, es preciso destacar que para que estas prcticas profesionales se vayan institucionalizando se requiere la constitucin de un campo profesional, entendiendo por tal al conjunto de prcticas histricamente aceptadas y con un alto grado de reconocimiento por parte del resto de los integrantes de una sociedad (Bulcourf y Vzquez, 2004, p. 291). Estos campos profesionales se distinguen entre s por su grado de profesionalizacin y por la intensidad del disciplinamiento de sus prcticas. Por ejemplo, el ejercicio profesional de la medicina se encuentra sometido a estrictas regulaciones jurdicas y asociativas. En el caso de las primeras, el Estado es quien fija las leyes que establecen no slo la formacin acadmica especfica que deben recibir los futuros profesionales, sino tambin toda la estructura jerrquico-burocrtica que debern transitar los recin recibidos para poder ejercer la medicina y que comprenden prcticas como las residencias, las concurrencias, entre otras. Este estricto control ejercido por el Estado obedece al carcter de bien pblico asignado a la salud, aunque no se trata de la nica profesin sometida a estas fuertes regulaciones.

    Adems de las leyes sancionadas por el poder poltico, la mayora de las profesiones se encuentran reguladas por asociaciones profesionales que dictan las normas obligatorias para todos quienes comparten una misma profesin. En los sucesivos apartados de esta lectura se analizarn la necesidad e importancia que desempean los cdigos deontolgicos dictados por estas asociaciones, no slo para la defensa de los derechos legtimos de los profesionales, sino tambin para la proteccin de los derechos de los clientes o usuarios frente a abusos o faltas de tica del profesional.

    En sntesis, podemos afirmar que todo campo profesional se constituye para atender a una problemtica socialmente relevante, que supone

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    disponer de ciertos conocimientos y habilidades especficos, que generalmente se obtienen por medio de un sistema formal de formacin y reclutamiento. El campo profesional comprende tambin a las instituciones y asociaciones de referencia, normalmente encargadas de dictar los marcos regulatorios complementarios a los que dicta el Estado. En este sentido, el campo profesional comprende a una comunidad profesional que comparte un mismo estilo de vida y un involucramiento afectivo intersubjetivo. Adems, todo campo profesional comparte una determinada estructuracin del trabajo (ya sea por horarios, por objetivos u otros) y variados sistemas de remuneracin (como pueden ser salarios, honorarios profesionales y otros).

    Grficamente, representamos todos estos atributos en el siguiente esquema:

    Figura 1: Atributos de un campo profesional.

    Fuente: Bulcourf y Vazquez, 2004 p. 293.

    Si tenemos en cuenta estos atributos, podemos diferenciar los distintos contextos en los que se desenvuelve el profesional, ya que, por un lado, el ejercicio profesional est sometido a las contingencias histricas de cada sociedad en particular, constituyendo sta el macro contexto social para el ejercicio profesional. Por el otro, toda profesin se desenvuelve en el marco de estos tres contextos prximos: el marco personal, el marco legal

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    y el marco laboral. El marco personal, constituye el medio social ms inmediato en el que se desenvuelve la vida del profesional. En este marco cobran una vital importancia las relaciones familiares y de amistad y las normas y valores morales incorporados por medio de la socializacin. En las sociedades actuales, el marco personal le plantea al profesional oportunidades y desafos. Ya que, por ejemplo, contar con el apoyo de sus familiares y amigos puede ser fundamental para el crecimiento profesional, pero tambin las aspiraciones o presiones familiares pueden conducir al profesional a situaciones dilemticas como, por ejemplo, retacear tiempo a la vida familiar para obtener una mayor remuneracin, conseguir un ascenso o para continuar formndose. Respecto al marco legal, como ya se hizo referencia, ste comprende tanto las leyes dictadas por el Estado como las normas de conducta que emanan de las distintas asociaciones profesionales. La mayora de ellas establece la formacin especfica (en trminos de conocimientos y habilidades) que requiere cada profesin como as tambin establece las formas correctas e incorrectas de ejercer la profesin. Finalmente, en lo que respecta al marco laboral, las organizaciones (ya sean pblicas o privadas) se han convertido en el principal medio en el cual los profesionales ejercen sus actividades. Cabe aclarar que por organizacin se entiende un grupo humano compuesto por especialistas que trabajan en una tarea en comn. En la actualidad, las organizaciones desempean un rol tan importante que Drucker (1996) ha llegado a afirmar que vivimos en una sociedad de organizaciones. En la sociedad del saber, sostiene el autor, las organizaciones se componen cada vez ms de especialistas cada uno de los cuales sabe ms sobre su especialidad que ninguna otra persona en la organizacin (p. 93). En este marco, la funcin social de la organizacin es hacer que los saberes especializados sean productivos. Y para ello se requiere de una nueva concepcin del rol directivo, donde ste no sea visto como quien imparte rdenes a sus subordinados sino como director de orquesta, que, sin conocer las especificidades de cada instrumento, conoce lo que cada uno puede aportar al conjunto. En palabras de Drucker (1996), la tarea de la direccin en una sociedad basada en el saber no es hacer que todo el mundo sea un jefe; la tarea es hacer que todo el mundo sea un contribuyente (p. 95).

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    La tica profesional o Deontologa

    Retomando nuestra definicin de profesin, qu significa que un profesional se comporte de manera tica? Si seguimos a Cobo Suero (2001), entendemos por conducta tica aquella conducta libre y responsable de una persona cuando ella es juzgada por el propio agente moral y por los dems como adecuada a un ser humano, esto es, como digna de alabanza y merecedora de imitacin y como deseable en todos los seres humanos (p. 25). El juicio moral sobre nuestras prcticas profesionales como adecuadas, deseables, loables o imitables suele realizarse sobre la base de las normas y valores imperantes en el contexto socio-cultural. Sin embargo, guiarnos slo por esta reflexin espontnea puede conducir a que personas con otra cultura o con distinta formacin juzguen una misma accin de diferente manera. Es por ello que se hace necesario apelar a la tica, en tanto tematizacin del ethos, para dilucidar los criterios o principios que nos permitan juzgar una determinada conducta como adecuada a un ser racional. Estos criterios o principios no slo son aportados por la tica general, sino tambin por las distintas ticas aplicadas a cada mbito de actividad. En este sentido, la tica profesional o Deontologa, es una tica aplicada que se ocupa de los comportamientos ticos en el ejercicio de una determinada profesin. Ella cumple un doble cometido, ya que, por un lado, aplica a la actividad profesional los criterios y principios aportados por la tica bsica o universal, y, por el otro, aporta criterios o principios especficos de cada profesin. En cuanto a los contenidos de las ticas profesionales, stas se alimentan de dos fuentes: por un lado, de la tica normativa, que aporta los principios ticos bsicos o universales, y, por el otro, de la ciencia o disciplina cientfica a la que cada profesin pertenece (ya sea que se trate de ciencias humanas, sociales o naturales). De acuerdo con Maliandi (2009), tica normativa y ciencia colaboran entre s aportando informacin para la reflexin moral y constituyen el primer paso del procedimiento de aplicacin en la tica aplicada. Dicho de otro modo, en una situacin dilemtica concreta, el agente moral puede actuar guiado por el sentido comn, la prudencia, dejarse llevar por sus intuiciones o prejuicios morales, o bien puede obrar con conciencia en el marco de la tica aplicada. Para ello ser necesario apelar a la tica normativa, para conocer cules son los principios ticos implicados en la situacin como as tambin al saber cientfico que aportar los conocimientos y la experiencia sobre los usos

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    correctos o incorrectos de los conocimientos y destrezas profesionales en el ejercicio de cada profesin. De acuerdo con el autor, las relaciones entre la Ciencia y la tica constituyen uno de los principales problemas de la tica aplicada. En este marco, la ciencia puede cumplir tres roles diferentes: por un lado, aportando informacin para la reflexin moral (primer paso de la aplicacin); y, por el otro, la ciencia constituye un campo en el que hay que tomar decisiones de significacin moral (segundo paso de la aplicacin). En este sentido, la ciencia no slo aporta informacin para la reflexin moral, sino que ella misma es objeto de tal reflexin. En palabras de Maliandi (2009), todo saber cientfico est ligado a compromisos sociales y tiene repercusiones prcticas que lo insertan entre los elementos del ethos (p. 71). Por ltimo, la ciencia es tambin objeto de enjuiciamiento moral, en el caso de las conductas cientficas moralmente aprobables o reprochables. Graficamos estas vinculaciones en el siguiente cuadro.

    Figura 2. tica aplicada: pasos de aplicacin.

    Fuente: Maliandi, 2009 p. 70.

    Nos resta todava clarificar en qu sentido usamos el trmino Deontologa. Histricamente se afirma que fue el filsofo ingls J. Bentham (1748-1832) el primero en emplear el trmino en el ttulo de su libro Deontologa. Ciencia de la moral, publicado originalmente en 1834. En l Bentham

    tica

    aplicada

    1 paso de

    aplicacin

    Nivel de reflexin

    tico-normativa

    Informacin

    cientfica

    Nivel de reflexin

    moral

    2 paso de

    aplicacin Situacin prctica

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    presenta a la deontologa como una disciplina cientfica descriptiva, emprica y normativa, que, estudiando las ventajas de los comportamientos, determina los deberes morales. Dicho de otro modo, para Bentham el deber se deduce de un clculo utilitarista sobre las ventajas de un determinado curso de accin.

    Sin embargo, el trmino sufri un cambio en su significacin a partir de las contribuciones de I. Kant (1724-1804), a tal punto que hoy llamamos a su teora tica y todas las teoras que se derivan de ella, ticas deontolgicas. Recordemos que para Kant el hombre es un ser libre y racional cuya ley moral se deduce del imperativo categrico que manda tratar a todo ser humano como un fin en s mismo y nunca como un medio. La ley moral, al ser autoimpuesta por el hombre, no restringe su libertad sino que la presupone y la hace posible, ya que al obedecer a la ley moral no hacemos otra cosa que obedecer a nuestros propios mandatos.

    Es este sentido del deber el que recoge la mayora de los cdigos ticos profesionales que se autodenominan deontolgicos. Ya que se trata de compendios de principios ticos y criterios profesionales bsicos que cada profesin reconoce y asume como necesarias desde su sentido del deber y desde su propia razn (Cobo Suero, 2001, p. 34). Por lo tanto, las normas y reglas de conducta reunidas en estos cdigos son obligatorias no porque las imponga una determinada asociacin profesional o la sociedad en su conjunto, sino porque obedecen a una autoimposicin en la medida que los profesionales comprenden la necesidad de tener reguladas algunas conductas para poder diferenciar las buenas prcticas profesionales de las malas praxis.

    Principios fundamentales de la tica profesional

    Al igual que en el caso de la Biotica, los principios fundamentales de la tica profesional son cuatro:

    Respetar la dignidad de la persona humana, la igualdad y los derechos humanos de todas las personas;

    Proceder siempre conforme a la justicia;

    Poner los conocimientos y habilidades profesionales al servicio del bien de los clientes o usuarios;

    Proceder siempre con conciencia y responsabilidad profesional, es decir, con competencia (cualificacin, formacin continua y evaluacin) y dando un servicio de calidad.

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    Respecto al primer principio, el reconocimiento de la dignidad

    humana y la igualdad de todos los hombres constituyen sin lugar

    a dudas, el principio ms importante de la tica general.

    Este principio bsico y universal sirve de fundamento a todos los dems (principio de justicia, de beneficencia, de responsabilidad). La dignidad y la igualdad humanas confluyen en el respeto de los derechos humanos sin distincin de sexo, raza, cultura o condicin social. En el ejercicio profesional, estos derechos se traducen en el deber de respetar la igual dignidad de todos los seres humanos. Por ejemplo, la mayora de los cdigos deontolgicos expresan la obligacin de tratar a todos los usuarios o clientes con ecuanimidad, sin discriminaciones por motivo de sexo, raza, religin, opiniones polticas, origen social, condiciones econmicas, nivel intelectual, entre otras.

    Es el caso del Cdigo de tica para los profesionales en Relaciones Pblicas confeccionado por el Consejo Profesional de la Repblica Argentina, que establece el deber de los relacionistas pblicos de enmarcar su labor:

    () dentro de los valores de libertad, justicia y dignidad humana y respeto por los derechos individuales y colectivos consignados en la Constitucin Nacional, brindando los servicios que la especialidad genere en cualquiera de los campos de la sociedad y que propicien el progreso, la solidaridad y el bienestar general1.

    En algunos cdigos, el respeto a los derechos humanos se expresa bajo frmulas de rechazo a todo tipo de prcticas discriminatorias y la obligacin de informar, denunciar u oponerse a las violaciones de derechos humanos descubiertas en el ejercicio profesional. As, por ejemplo, la Ley Provincial de Ejercicio de la profesin de abogado y la colegiacin obligatoria, N 5805 de la Provincia de Crdoba, establece en su Art. 19 inc. 11 el deber de denunciar al Directorio las ofensas, restricciones o trabas de que fuere objeto por parte de los magistrados, funcionarios y empleados judiciales o de cualquier otra autoridad, en el ejercicio de sus funciones. En tanto que en su Art. 21 inc. 22 considera una falta grave pasible de sancin no denunciar a la autoridad competente o al Colegio, el

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    Art. 1, inc. 2 -Cdigo de tica del Consejo Profesional de Relaciones Pblicas de la Repblica Argentina. [Recuperado de: http://goo.gl/sUzr7C]

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    ejercicio ilegal de la profesin o toda conducta sancionable de jueces y colegas que hubiere constatado en su desempeo profesional2.

    En cuanto al principio de justicia ste es inseparable del primero, en la medida que dar a cada uno lo que le corresponde implica reconocer que todos los seres humanos somos portadores de derechos y obligaciones. La justicia puede adoptar dos modalidades: por un lado, la justicia conmutativa es aquella tiene lugar entre las partes de algn tipo de intercambio, trueque o permuta, como, por ejemplo, entre el profesional que brinda un servicio y el cliente para paga por el mismo. Por el otro, la justicia distributiva es aquella que tiene lugar en el marco de una distribucin de bienes (como, por ejemplo, los beneficios de una empresa) o de cargas (como es el caso de las polticas impositivas). En cualquiera de los dos tipos, el ncleo central lo constituye la equidad, ya sea entre lo que cada uno da y recibe, en el primer caso, y en el acceso al reparto de bienes y cargas, en el segundo. La equidad puede requerir, en algunos casos, la igualdad en el reparto (por ejemplo, una igual remuneracin por igual trabajo), o puede exigir en otros una proporcionalidad (por ejemplo, si unos han trabajado ms y otros menos) (Cobo Suero, 2001).

    El principio de justicia no slo debe guiar las relaciones del profesional con sus clientes o usuarios, sino tambin con sus colegas y miembros de otras profesiones. De esta manera, el Cdigo de tica del Consejo Profesional en Ciencias Econmicas de la Provincia de Crdoba establece:

    La obligacin de los profesionales de Ciencias Econmicas de conducirse con plena conciencia del sentimiento de solidaridad profesional de manera que promueva la colaboracin y buenas relaciones entre los integrantes de la profesin; hacer o exponer de buena fe y slo inspirados en el celo por el mantenimiento de la probidad y honor profesional, en la formulacin de cargos contra otros profesionales; desarrollar en exclusividad actividades profesionales cuando integre asociaciones entre profesionales constituidas para tal fin; comunicar al colega cuando empleados de ste le soliciten ser ocupados; comunicar al colega cuando un cliente de ste le solicite sus servicios3.

    2 Art. 19, inc. 11 y Art. 21, inc. 22 - Ley Provincial N 5805 del Ejercicio de la profesin de

    abogado y colegiacin obligatoria de la Provincia de Crdoba. Recuperado de: http://goo.gl/JtIxlY] 3 Art. 2, incisos e; j; k; l; m Cdigo de tica del Consejo Profesional en Ciencias Econmicas de la Provincia de Crdoba. [Recuperado de: http://goo.gl/8zcWBq]

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    Por su parte, los profesionales de la Abogaca con residencia en la provincia de Crdoba est obligados en virtud del Art. 19, inc. 3 de la Ley N 5.805 a ejercer la defensa de personas carentes de recursos en los casos en que la Ley o disposiciones reglamentarias lo determinen4. En tanto que el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, establece en el Art. 33 de sus normas de tica profesional el deber del abogado de

    Ajustar la fijacin y el cobro de honorarios a las reglas de la ley. Puede solicitar del cliente entregas a cuenta de honorarios o gastos, siempre que observe la moderacin adecuada a su ministerio. Debe evitar los apremios y toda controversia con el cliente acerca de los honorarios, hasta donde sea compatible con su dignidad y con el derecho a recibir la justa retribucin. Slo debe recurrir a la demanda contra su cliente para impedir la injusticia, la injustificada demora o el fraude, y en tal caso se aconseja al abogado se haga representar o patrocinar por un colega5.

    El principio de beneficencia implica poner los conocimientos y habilidades profesionales al servicio del bienestar de los usuarios o clientes. En otros trminos, si bien el ejercicio profesional es la ocupacin principal de los profesionales y habitualmente su fuente de ingresos, no deben perder de vista que su actividad tiene como principales beneficiarios a los clientes y usuarios, a quienes provee de ciertos bienes o servicios considerados esenciales por la sociedad. De all que Cobo Suero (2001) afirma que ste principio expresa el sentido y la funcin social de toda profesin (p. 90). El principio de beneficencia es de gran trascendencia para la tica de las profesiones, en tanto el profesional ejerce una especie de poder social sobre sus clientes o usuarios. En palabras de Cobo Suero (2001), los clientes o usuarios dependen de la competencia, eficacia e incluso de la voluntad de hacer y hacer bien su trabajo por parte del profesional. Ese poder es ms asimtrico cuanto ms especializado es el servicio que brinda el profesional. De all que la mayora de los colegios y asociaciones profesionales dicten normas que obligan a los profesionales a tener en cuenta este principio. Es el caso por ejemplo de Ley N 9.723 que crea el

    4 Ley Provincial N 5805 Ejercicio de la profesin de abogado y colegiacin obligatoria de la Provincia de Crdoba. [Recuperado de: http://goo.gl/JtIxlY] 5

    Art. 33 Normas de tica profesional del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires. [Recuperado de http://goo.gl/wxlkOk]

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    Colegio de Profesionales en Turismo de la Provincia de crdoba y que en su Art. 30, inc. 2, establece la obligacin de los profesionales del turismo de

    Asegurar a los turistas los mayores beneficios: de asesoramiento general, del traslado, de los alojamientos, las estadas, los retornos, los ingresos y egresos a los sitios preestablecidos de recreacin: natural, cultural o histrico; la seguridad personal, el seguro del viajero y bienestar de los mismos6.

    Por su parte, el Art. 25 expresa que el cliente tiene derecho a los beneficios de todos los recursos y defensas autorizados por la ley y debe esperar de su abogado que apele a todos esos recursos y defensas7.

    En algunos cdigos, el principio de beneficencia se expresa de manera negativa, es decir, como el deber de no producir daos a los clientes y usuarios, a los colegas y otros profesionales, como as tambin en el deber de no utilizar su cargo y poder profesional para obtener ventajas extraposicionales, ya sea para s mismo, sus familiares o amigos. Como en los casos de designacin de allegados en determinados puestos por caminos irregulares, el trfico de influencias o el uso de informacin privilegiada (Cobo Suero, 2001).

    Finalmente, el principio de responsabilidad profesional implica no slo proceder siempre con conciencia, asumiendo las consecuencias de las decisiones y actuaciones profesionales, sino tambin supone que el profesional se preocupa por su competencia profesional. Esta competencia no est slo garantizada por la formacin inicial y certificada mediante la titulacin correspondiente, sino que es imprescindible que el profesional se comprometa con la formacin continua y la autoevaluacin de sus actos. Es competente el mdico que no se actualiza o el abogado que no est al tanto de los cambios en las leyes? Parece claro que el dinamismo y los cambios constantes en las tcnicas mdicas y en las legislaciones obligan a estos profesionales a estar permanentemente actualizando sus conocimientos, por citar slo estos dos casos.

    La responsabilidad profesional atae principalmente a la relacin entre el profesional y sus clientes o usuarios, pero no exclusivamente, ya que el profesional tambin debe obrar con responsabilidad en las relaciones con

    6

    Art. 30, inc. 2 Ley N 9723 Colegio de Profesionales en Turismo de la Provincia de Crdoba. [Recuperado de: http://goo.gl/kOerg9] 7 Art. 25 Normas de tica Profesional del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos

    Aires. [Recuperado de: http://goo.gl/AOGGqu]

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    sus colegas, con la organizacin en la que presta servicios y con toda otra persona o institucin con la que entable relaciones de trabajo (Cobo Suero, 2001).

    As, por ejemplo, el Cdigo de tica de los ingenieros en Software de Repblica Dominicana establece que

    Los Ingenieros de Software debern participar en el aprendizaje de por vida del ejercicio de su profesin y debern promover un enfoque tico para el ejercicio de la misma. En particular, los ingenieros de software debern continuamente esforzarse en: 1. Promover su conocimiento de desarrollo en el anlisis, especificacin, diseo, desarrollo, mantenimiento y prueba de software y documentos relacionados, junto con la gerencia del proceso de desarrollo. 2. Mejorar su habilidad de crear software de calidad, seguro, confiable, y til a un costo y un tiempo razonable. 3. Mejorar su habilidad de producir documentacin precisa, informativa y bien escrita. 4. Mejorar su entendimiento del software y documentos relacionados con los que trabajan y del ambiente en que utilizarn. 5. Mejorar su conocimiento concerniente a estndares y a la ley gobernante del software y documentos en los que trabajan. 6 Mejorar su conocimiento de este Cdigo, su interpretacin, y su aplicacin en su trabajo. 7. No dar tratamiento injusto a nadie debido a cualquier prejuicio irrelevante. 8. No influenciar a otros para emprender cualquier accin que involucre una violacin de este Cdigo. 9. Reconocer que violaciones personales de este Cdigo no van acordes con ser un ingeniero de software profesional8.

    8

    Principio N 8 Cdigo de tica y ejercicio profesional de Ingeniera de Software, Comit Conjunto IEEE/CS/ ACM, Repblica Domicana. [Recuperado de: http://goo.gl/cy8Xht]

    Cmo se aplican estos principios ticos a tu profesin?

    Qu criterios especficos de tu disciplina son imprescindibles en el ejercicio profesional?

  • 17

    Cdigos deontolgicos: necesidades y funciones

    Como se observa en los ejemplos sealados, la mayora de las profesiones renen y sistematizan sus criterios y principios ticos en cdigos de conducta, usualmente denominados cdigos deontolgicos que compendian sinrgicamente los principios ticos y criterios profesionales bsicos en las ticas aplicadas de cada profesin, con un sentimiento e imperativo del deber que conduce al profesional a asumir y autoimponerse libremente aqullos (Cobo Suero, 2001, p. 34).

    Estos cdigos obedecen a la necesidad de contar con una herramienta de autorregulacin tica que fije criterios objetivos sobre lo que se considera un servicio profesional tico y de calidad. De all que, de acuerdo con Cobo Suero (2001), los cdigos deontolgicos cumplen algunas de las siguientes funciones:

    Funcin reguladora y de gua para el ejercicio profesional: ya que estos cdigos de conducta orientan al profesional ante situaciones ticamente dilemticas estableciendo criterios o principios para discriminar la licitud o ilicitud tica de un determinado acto o conducta profesional.

    Funcin identificadora de la profesin: por otro lado, los cdigos ticos contribuyen a definir la identidad de la profesin al equiparar, por ejemplo, la formacin que deben recibir los profesionales de una misma disciplina y lo que se espera de ellos.

    Funcin declarativa de los principios y valores ticos y criterios profesionales: los cdigos de tica expresan los criterios y valores compartidos por la mayora de los miembros de una determinada profesin y contribuyen a definir su perfil profesional.

    Funcin informativa hacia los clientes/usuarios, otros profesionales, poderes pblicos y sociedad en general: los cdigos no slo cumplen importantes funciones al interior de la comunidad profesional, sino que desempean tambin una importante funcin para los usuarios o clientes y la comunidad en general, al hacer explcitas la atencin, los servicios y los comportamientos que caben esperar del profesional.

    Funcin protectora de la profesin: de acuerdo con Cobo Suero (2001), los cdigos cumplen esta funcin de proteccin por tres caminos principales: asegurando la competencia profesional, la

  • 18

    correcta conducta profesional y la defensa de los intereses de la profesin.

    Trabajo y profesin en la vida contempornea

    Es lo mismo trabajo que profesin? Qu ocurre cuando nuestro trabajo no se corresponde con nuestra titulacin? Dnde se adquieren las competencias profesionales: en la academia, en el puesto de trabajo o en ambas? Para responder a estos interrogantes, comenzaremos planteando el origen y evolucin del concepto de trabajo.

    De acuerdo con Gorz (1991), nuestra concepcin contempornea del trabajo es una construccin que comenz a elaborarse alrededor del siglo XVIII en Europa occidental y que luego se fue transformando y consolidando hasta nuestros das.

    Hoy en da se entiende por trabajo slo aquellas actividades

    remuneradas con dinero.

    En la afirmacin precedente se excluyen del concepto todas aquellas otras actividades, imprescindibles para la conservacin y la reproduccin de la vida humana (como las tareas del hogar, el cuidado y la educacin de los nios, el mantenimiento de la salud, entre muchas otras) que no son remuneradas o se desarrollan con un cometido desinteresado o privado

    Pese a estas funciones positivas de los cdigos deontolgicos, no son pocos los que piensan que su

    existencia coarta la libertad en el ejercicio profesional y que la conducta tica en las profesiones es una cuestin de conciencia

    individual.

    Cul es tu opinin respecto a esta controversia?

  • 19

    Juan Calvino (1509-1564)

    Telogo y reformador protestante, conocido por su teora de la predestinacin, segn la cual los destinados por Dios a la salvacin estaban obligados a llevar una vida recta, dedicada al trabajo.

    (como las actividades artsticas, el voluntariado, la participacin poltica, entre otras).

    Sin embargo, no siempre el trabajo ha sido considerado de la misma manera.

    Si nos remontamos a la antigua Grecia, all el trabajo estaba

    vinculado a ciertas actividades imprescindibles para la

    supervivencia humana, como el procesamiento de los alimentos

    o el cuidado de los animales.

    Por tratarse de tareas fsicas y materiales eran consideradas indignas por los hombres libres, razn por la cual eran llevadas a cabo por las mujeres o los esclavos. Recordemos que en el mundo griego se privilegiaba la vida contemplativa y que slo los hombres libres, es decir, los ciudadanos, estaban llamados a dedicarse a tareas como la filosofa, la poltica, la poesa o la vida pblica.

    Con la irrupcin de la concepcin judeocristiana, el trabajo adquiri el carcter de castigo divino, ya que de acuerdo con las enseanzas del Gnesis, en razn de la desobediencia de la primera pareja, los hombres deberan conseguir su subsistencia con el sudor de su frente. As, el trabajo se convierte en el castigo que debe cumplirse y la relacin con Dios una relacin transaccional de padre e hijo, con todas las implicaciones que puede entraar la permanente minora de edad de la humanidad entera (Gonzlez Martnez, 2006, p. 329).

    La concepcin judeocristiana tiene una variante que modifica sustancialmente la perspectiva del trabajo como castigo, a la que llamaremos -siguiendo a Gonzlez Martnez (2006)- la perspectiva protestante. Especialmente a partir de la Reforma Protestante y las enseanzas de Calvino, el trabajo comienza a ser concebido como el instrumento individual por medio del cual el hombre puede obtener su salvacin.

    Las vinculaciones entre el protestantismo y el desarrollo del capitalismo fueron estudiadas por Weber en su clebre obra La tica protestante y el espritu del capitalismo (1904-05). Para el autor, el protestantismo -en particular, el calvinismo- fue crucial para el nacimiento del espritu del capitalismo. Esta afirmacin surga de la observacin de que en los pases donde ms prontamente se desarroll el capitalismo moderno, los lderes del sistema econmico (grandes magnates, dueos del capital, trabajadores altamente especializados tcnica y comercialmente) eran predominantemente protestantes.

  • 20

    Esto quera decir que el protestantismo fue una causa significativa en la eleccin de esas profesiones y, a la inversa, que otras religiones (por ejemplo, el catolicismo romano) fracasaron en la produccin de sistemas ideolgicos que impulsaran a los individuos hacia esas vocaciones. (Ritzer, 2001, p. 308).

    Por otro lado, el calvinismo y su teora de la predestinacin fueron fundamentales para el desarrollo de un ethos particular caracterizado por virtudes como el ahorro, el ascetismo, la responsabilidad, la puntualidad, la honestidad y los altos estndares de calidad, todas ellas vinculadas al espritu del capitalismo moderno.

    Para el calvinismo las personas estaban predestinadas a la salvacin o la condenacin y no haba nada que pudieran hacer para torcer ese destino. Sin embargo, para reducir la incertidumbre que esta idea produca entre los individuos, los calvinistas desarrollaron la teora de que existen signos en esta vida que pueden indicarnos si una persona se salvar y uno de estos signos es el xito econmico.

    De esta manera, el calvinismo contribuy a que los individuos

    trabajaran con ahnco en la produccin de su xito individual.

    La valoracin religiosa del trabajo incesante, continuado y sistemtico en la profesin, como medio asctico superior y como comprobacin absolutamente segura y visible de regeneracin y de autenticidad de la fe, tena que constituir la ms poderosa palanca de expansin del espritu del capitalismo (Weber, 1904-05 citado por Ritzer, 2001, p. 310).

    Si bien esta concepcin se fue secularizando con el paso del tiempo, muchos de estos valores como el tiempo es dinero, s laborioso, s prspero o ganar dinero es un fin legtimo en s mismo siguen estando presentes en el sistema capitalista contemporneo.

  • 21

    Sin embargo, no ser hasta bien entrado el siglo XVIII en que se d inicio al capitalismo fabril. La caracterstica sobresaliente de este sistema es que comienza a diferenciarse entre los jornaleros y/o peones que reciban una retribucin por su trabajo y los artesanos que se hacan pagar sus obras. Se da inicio de este modo a una cadena de produccin donde tanto la materia prima como los medios de produccin eran propiedad del trabajador, en tanto que los productos por l producidos volvan a sus manos para satisfacer sus propias necesidades.

    En este sistema el trabajo no slo era un modo de subsistencia sino sobre todo un modo de vida tradicional (Gonzlez Martnez, 2006, p. 331) que tena sus lmites en el consumo familiar, ya que la produccin era slo para garantizar la supervivencia y un pequeo excedente era mercanca intercambiable. Representamos grficamente el sistema en el siguiente diagrama.

    Figura 3: El sistema de produccin fabril en el siglo XVIII.

    Fuente: Gonzlez Martnez, 2006, p. 331

    Hasta qu punto, en la actualidad, la eleccin de una profesin obedece a una decisin tomada en libertad o, por el contrario, est determinada por

    condicionantes sociales y/o econmicos? Cmo llegaste t a la eleccin de tu profesin?

    Proceso de produccin

    Materia prima

    Producto

    Medios de produccin

    Trabajador

  • 22

    Este sistema, descripto en el diagrama comienza a modificarse en el siglo XIX con la introduccin del capitalista, es decir, aquel individuo que ha acumulado capital producto del trabajo sobrante y con ello ha adquirido la posesin de todos los elementos del sistema de produccin, despojando al productor de la tenencia de los medios y apropindose de su trabajo (Gonzlez Martnez, 2006, p. 332). De este modo, el crculo virtuoso del sistema fabril se modifica ya que el trabajador no produce para s, sino para otro: el capitalista. Y el trabajo ya no posee su carcter de sentido de la vida, sino que se transforma en un medio para obtener dinero.

    Esta es una de las modificaciones ms perversas que ha introducido el capitalismo moderno, por va del proceso de racionalizacin al desplazar al ser humano como centro de la economa, para poner en su lugar a la acumulacin de riqueza. De all que un pensador del siglo XIX como Karl Marx (1818-1883) pensaba que sta nueva fase del capitalismo eliminaba la capacidad creativa de los seres humanos, ya que la mayora de la gente se limitada a querer tener el dinero suficiente para poseer las mercancas en lugar de desarrollar su potencial. As, la meta en el capitalismo era la propiedad, en lugar de la expresin de las capacidades humanas (Ritzer, 2001, p. 198). Representamos el nuevo sistema de produccin en el siguiente grfico.

    Figura 4: El sistema de produccin en el siglo XIX.

    Fuente: Gonzlez Martnez, 2006, p. 333.

    Para comprender la crtica de Marx al sistema capitalista moderno es necesario partir de su concepcin antropolgica del trabajo.

    Proceso de produccin, propiedad del capitalista

    Medios de produccin, propiedad del capitalista

    Materia

    prima,

    propiedad

    del

    capitalista

    Producto,

    propiedad

    del

    capitalista

    Trabajador Siglo XVIII Siglo XVIII

    Siglo XIX Siglo XIX Capitalista

  • 23

    Karl Marx (1818-1883)

    Pensador y activista revolucionario alemn. Junto a su amigo F. Engels fue autor de clebres obras como El Manifiesto Comunista (1848) y El Capital (1867).

    Ejerci una dura crtica al sistema econmico capitalista. Crea que ste sera superado por una sociedad comunista.

    Para Marx, el trabajo consiste en una actividad consciente y

    deliberada que se realiza en el proceso productivo.

    Por medio del trabajo el hombre no slo produce objeto, sino que se produce a s mismo, produce su humanidad, al ser la expresin de sus potencialidades humanas. De este modo, el trabajo no slo consiste en la fuente la riqueza, sino que adems tiene una doble funcin ontolgica pues el da su ser al hombre y por medio de l exterioriza su interioridad (Gonzlez Martnez, 2006, p. 339). En palabras de Marx el trabajo es:

    Un proceso en que el hombre media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza. El hombre se enfrenta a la materia natural misma como un poder natural. Pone en movimiento las fuerzas naturales que pertenecen a su corporeidad, brazos y piernas, cabeza y manos, a fin de apoderarse de los materiales de la naturaleza bajo una forma til para su propia vida. Al operar por medio de ese movimiento sobre la naturaleza exterior a l y transformarla, transforma a su vez su propia naturaleza. Desarrolla las potencias que dormitaban en ella y sujeta a su seoro el juego de fuerzas de la misma, (citado por Ritzer, 2001, p. 200).

    De esta manera, por medio de trabajo el hombre expresa su ser material, en tanto ser corpreo inserto en la naturaleza; su ser genrico, que tiene conciencia de s mismo y de los otros; y su ser social, en tanto ya no es posible trabajar en soledad, sino siempre en colaboracin con otros. Sin embargo, el capitalismo destruye todo esto con la introduccin del trabajo enajenado. Dicho en otros trminos, en el capitalismo el trabajador ya no es dueo de su trabajo, sino que ahora debe producir para otro. As para Marx, la enajenacin tiene el sentido de dar de s, vaciar-se, salir de s y en ello, distanciar-se, separar-se, hasta desconocer-se (Gonzlez Martnez, 2006, p. 341).

    Para comprender ms cabalmente el concepto debemos analizar los cinco tipos de enajenacin presentes en el sistema de produccin capitalista:

    Enajenacin del trabajador con respecto al producto de su trabajo. Como se grafic en el Cuadro N 4, en el capitalismo del siglo XIX el trabajador no es el dueo del producto de su trabajo, sino que lo es el capitalista. A tal punto llega esta enajenacin en la actualidad que no es poco frecuente que, por ejemplo, un trabajo manual

  • 24

    nunca llegue a consumir un bien de lujo que l mismo ha colaborado a construir.

    Enajenacin del trabajador en relacin con el proceso de produccin. Una de las caractersticas del trabajo moderno es la creciente especializacin y fragmentacin del proceso productivo. Cuanto mayor es esta fragmentacin, ms enajenado estar el trabajador con respecto a este proceso total, constituyendo un mero engranaje en el sistema global.

    Enajenacin del trabajador como ser genrico. Para Marx el hombre como ser genrico es un ser consciente de s mismo y de los otros. As, lo que distingue a un albail de una abeja es que slo el primero puede concebir primero en su imaginacin su obra y luego llevarla a cabo. Pero el trabajo altamente atomizado y rutinizado hace que el hombre pierda esta posibilidad de desplegar sus potencialidades creativas para quedar reducido al papel de bestias de carga o mquinas inhumanas (Ritzer, 2001, p. 204).

    Enajenacin del trabajador con respecto a sus compaeros de trabajo. Para Marx el hombre es un ser social por naturaleza, las personas desean y necesitan colaborar con otras para extraer de la naturaleza lo necesario para su subsistencia. Sin embargo, el capitalismo rompe esta solidaridad natural al obligar a los trabajadores a competir entre s. Con el fin de extraer la mxima productividad y evitar el desarrollo de relaciones cooperativas, el capitalista enfrenta a los trabajadores entre s para detectar cul de ellos produce ms, trabaja ms rpidamente y agrada ms al jefe (Ritzer, 2001, p. 203).

    Enajenacin del capitalista. Finalmente, la enajenacin no slo afecta al trabajador, sino tambin al capitalista. Si el trabajo es lo que le aporta su ser al hombre, el capitalista tambin se encuentra enajenado, ya que no realiza una vida productiva en los trminos propuestos por Marx. De este modo, el capitalista se enajena en un mundo de mercancas y de necesidades creadas, extraas a sus necesidades humanas y a su productividad vital (Gonzlez Martnez, 2006, p. 344).

    Cules de estas caractersticas del trabajo enajenado descriptas por Marx consideras que siguen estando presentes en la fase actual del

    capitalismo?

  • 25

    La conformacin de la identidad en el trabajo

    moderno

    La identidad personal, es decir, la idea que las personas se hacen sobre quines son y sobre lo que tiene sentido para ellas, es una construccin que se conforma por medio de procesos simblicos relaciones e institucionales en un determinado horizonte temporal, espacial y cultural. En ese proceso de construccin y apropiacin de la identidad intervienen diferentes agentes de socializacin, cuya influencia sobre el sujeto depende principalmente de la edad cronolgica del mismo. Por ejemplo, en la niez los principales agentes socializadores son la familia y la escuela; en la adolescencia lo son el grupo de amigos y los medios masivos de comunicacin; y, por ltimo, en la edad adulta el mayor agente modelador y afirmador de la identidad es el lugar de trabajo (Gonzlez Martnez, 2006, p. 345).

    Sin embargo, las fuertes transformaciones que ha sufrido el trabajo moderno generan ciertos problemas especficos en la conformacin de la identidad profesional, por ejemplo, Sennett (2000), en su obra La corrosin del carcter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo, compara el carcter y los valores de los trabajadores de empresas tradicionales con los trabajadores de las empresas bajo el capitalismo contemporneo y encuentra que valores como el trabajo duro o la postergacin de la gratificacin, que formaban parte de la tica del trabajo, pierden su sentido bajo el capitalismo actual.

    Una tica del trabajo como sta depende en parte de unas instituciones lo suficientemente estables para que una persona pueda practicar la postergacin. Sin embargo, la gratificacin postergada pierde su valor en un rgimen con instituciones rpidamente cambiantes; se vuelve absurdo trabajar largo y duro para un empleador que slo piensa en liquidar el negocio y mudarse. (Sennett, 2000, p. 5).

    La temporalidad del trabajo en las antiguas empresas que ofrecan un trabajo de por vida le permita a sus trabajadores la construccin de un relato de sus propias vidas que se corresponda con una lnea progresiva en el tiempo. Pero esto ya no es posible en el contexto del capitalismo actual que, por varias razones, principalmente financieras, considera hoy como valioso la juventud y la flexibilidad.

  • 26

    La juventud se amolda perfectamente a los nuevos paradigmas de productividad, dinamismo, salud, apertura a nuevas tecnologas, y tambin, hay que decirlo, menores compromisos econmicos familiares, menores salarios, etc. Asimismo, poseer una movilidad absoluta en todos los sentidos y en todos los niveles, incluso en la flexibilidad horaria y en el llamado tele-trabajo, ampla las posibilidades de contacto y disponibilidad pero, en forma simultnea, impide por completo establecer una narracin lineal con pretensiones progresistas, que otorgue sentido a la vida. (Gonzlez Martnez, 2006, p. 347).

    El problema se agrava an ms cuando la titulacin inicial del individuo no coincide con su ocupacin real, lo que Cobo Suero (2001) llama un desajuste ocupacional. Si bien, en muchos casos, el hecho de que la formacin profesional inicial no coincida con el trabajo actual, no genera mayores problemas en individuos que pueden adaptarse a los cambios o que asumen una actitud de formacin constante; en otros casos, este desfasaje puede generar conflictos en la identidad profesional.

    Estos desajustes ocupacionales no slo generan problemas de identidad profesional, sino que tambin conducen al individuo y a la sociedad actual a replantearse la relacin entre educacin y competencia profesional. Dicho de otro modo, puede la formacin acadmica inicial garantizar la adquisicin de las habilidades y destrezas necesarias para el puesto de trabajo? La dinmica de los empleos en la actualidad parece requerir una formacin constante, de modo tal que la titulacin acadmica es slo la puerta de acceso al mundo laboral y el punto de arranque de una formacin que se ha de continuar a lo largo de toda la vida (Cobo Suero, 2001, p. 19).

    De qu manera resuelve el conflicto de identidad profesional una licenciada que trabaja como

    secretaria o un ingeniero que maneja un taxi? Qu profesional se siente esa persona? Cmo se

    relaciona esa identidad con las expectativas sociales sobre su profesin?

  • 27

    4.2. La implicancia de la tica general

    en el devenir de la tica profesional:

    discurso y conducta en tiempos de

    prdida de confianza

    Homo homini lupus es una de las mximas ms

    inquebrantables de la moralidad eterna. En cada

    uno de nuestros vecinos tememos que haya un

    lobo Somos tan pobres, tan dbiles, se nos

    arruina y destruye tan fcilmente! Cmo

    podramos no sentir miedo!... Slo vemos peligros y

    ms peligros (Shestov, 1970 citado por Bauman,

    2008, p. 119).

    Hasta aqu hemos sealado la importancia de la tica general y profesional en el devenir de las profesiones al aportarnos una serie de principios generales y criterios especficos que debern servirnos de gua en el actuar profesional. Sin embargo, no nos interesa la tica slo como discurso acerca del buen obrar, sino tambin cmo ella efectivamente puede servirnos para actuar correctamente en el campo de nuestras profesiones.

    Pero, cmo decidir si una determinada prctica profesional es buena o mala, correcta o incorrecta? Dicho de otro modo, cul es la estructura de nuestros juicios morales? Son todas nuestras acciones conductas intencionales? Puedo siempre, en cualquier circunstancia, acusar de mala praxis a un abogado que pierde un juicio o a un mdico que no logra salvar la vida de su paciente? Para responder estos interrogantes comenzaremos analizando los distintos tipos de acciones humanas.

    Remontndonos al pensamiento aristotlico, diremos que la accin es un tipo de entidad en la cual se puede determinar claramente su causa inmediata y primera, que es el hombre (Guariglia y Vidiella, 2011, p. 49). Las acciones se distinguen de los meros acontecimientos por su carcter intencional. Guariglia y Vidiella (2011) nos aportan el siguiente ejemplo:

  • 28

    Si nos golpean debajo de la rtula de la rodilla estando sentados, levantamos la pierna mediante un reflejo, y, por lo tanto, no es una accin; si, en cambio, estiramos la pierna en el momento en que alguien al que le tenemos antipata est pasando, estamos realizando una accin. (p. 49).

    Por lo tanto, toda accin es por definicin intencional y est

    unida a motivos e intenciones para actuar.

    Los motivos se refieren a las razones por las cuales emprendemos una determinada accin y las intenciones se refieren a las acciones o estados posteriores al momento de la accin. Ahora bien, toda accin intencional es voluntaria a la vez? Aristteles distingue cuatro tipos de acciones: las voluntarias, las no voluntarias, las involuntarias y las mixtas.

    Las acciones voluntarias son el grado ms alto de aquellas que tienen el carcter de intencionales (Guariglia y Vidiella, 2011, p. 53), pues se trata de acciones que no slo tienen al agente como motor o principio, sino que ste las realiza con pleno conocimiento de lo que est realizando al haber deliberado bien acerca del fin de su accin y los medios para alcanzarlo.

    Las acciones mixtas son una subespecie de las voluntarias ya que son aquellas que se realizan con conocimiento del agente pero bajo la constriccin de ciertas circunstancias. El ejemplo que aportan Guariglia y Vidiella (2011) es el de un capitn de navo que se ve forzado a arrojar su carga con motivo de un temporal. Es decir que no se trata de una accin voluntaria en s sino solamente en el momento y bajo las circunstancias de su realizacin (p. 53). De aqu se desprende una conclusin muy importante y es que:

    Para juzgar el carcter de una accin es necesario agotar el

    anlisis de todos los elementos que entran en juego como

    condicionantes o determinantes de ella (Guariglia y Vidiella,

    2011, p. 53).

    Las acciones no voluntarias son aquellas que se realizan sin conocimiento por parte del agente. El ejemplo ms claro es el del estado de ebriedad, ya que bajo los efectos del alcohol el agente no es plenamente consciente de lo que hace bajo ese estado, pero s lo era en el momento previo en

  • 29

    que comenz a beber. Es por ello que para Aristteles tambin en este caso el agente es responsable de sus actos, en razn de un conocimiento previo que el agente no puede desconocer.

    Las acciones involuntarias son aquellas en las que la causa de la accin es ajena por completo al agente, de modo que la accin se desarrolla sin ninguna contribucin de su parte (Guariglia y Vidiella, 2011, p. 55). Estas, a su vez, pueden clasificarse en acciones involuntarias por la fuerza o por ignorancia. Las primeras son aquellas en las que el agente es coaccionado por fuerzas naturales o por otros hombres, mientras que las involuntarias por ignorancia se refieren al desconocimiento de las causas particulares de la accin. Para diferenciar estas ltimas de las acciones no voluntarias, Aristteles introduce el criterio del estado de nimo del agente. As, por ejemplo, si el agente no demuestra pesadumbre por lo que ha hecho sin ser consciente de ello, la accin deja de ser presuntamente involuntaria y pasa a ser no voluntaria (Guariglia y Vidiella, 2011, p. 54). Es decir, que, si bien sigue primando el estado de ignorancia al momento de cometer el acto, el hecho de que no se sienta pesar por sus actos acta retroactivamente como si el agente en cierta forma asintiera con posterioridad. Dicho de otro modo, para que una accin sea considerada involuntaria el agente debe sentir dolor y pesadumbre por lo que ha hecho.

    Qu diferencia hay entonces entre las acciones intencionales y las voluntarias? En opinin de Guariglia y Vidiella (2011), las nicas acciones que no tienen ningn aspecto intencional son las acciones involuntarias por fuerza externa, ya que todas las dems, en distintos grados, tienen algn aspecto intencional. Resumimos esta clasificacin en el siguiente cuadro.

  • 30

    Tabla 1: Clasificacin de las acciones segn Aristteles.

    Fuente: Adaptado de Guariglia y Vidiella, 2011.

    Volviendo a la discusin sobre las prcticas profesionales, cmo juzgamos moralmente la conducta de un profesional? Al partir de la base, como dijimos, de que la mayora de nuestras acciones son intencionales, juzgamos moralmente nuestras acciones siguiendo la estructura argumentativa del juicio moral o juicio prctico. De acuerdo con Guariglia y Vidiella (2011), el juicio prctico tiene la misma estructura que los juicios tericos, es decir, un explanans y un explanandum solamente que en el juicio moral el explanandum sera el juicio particular y el explanans la norma universal sobre la que aquel se apoya (p. 43).

    En otros trminos, el juicio particular establece, por un lado, la existencia de una accin particular realizada por un individuo particular (nivel epistmico). Sobre estos hechos podemos afirmar su veracidad o falsedad. Un segundo nivel, que es el juicio moral propiamente dicho, por medio del cual valoramos esa conducta particular en funcin de una norma universal para ese tipo acciones (nivel moral). Y una conclusin que consta de dos partes: en primer lugar, establecer si efectivamente el individuo realiz la accin que se juzga y en segundo lugar, determinar si la accin es del tipo de acciones prohibidas por la norma universal.

    Si volvemos a nuestras preguntas originarias, cundo una determinada conducta profesional puede ser considerada correcta o incorrecta? En primer lugar, deberemos establecer de acuerdo con la clasificacin aristotlica si la accin en cuestin ha sido una accin voluntaria, no voluntaria, involuntaria o mixta, teniendo en cuenta todas las circunstancias y elementos de la accin. En segundo lugar, deberemos establecer si realmente el sujeto en cuestin realiz la accin que se le imputa y evaluar si la misma se corresponde o no con lo que prescribe la norma universal para este tipo de acciones. Norma universal que obtiene, a

    Voluntarias Realizadas por s mismas, elegidas y decididas.

    Mixtas Realizadas por fuerza o necesidad.

    No voluntarias Por ignorancia y sin pesar o en estado de ignorancia

    (encolerizado, embriagado).

    Involuntarias Por fuerza (sin contribucin del agente) o por

    ignorancia (de las circunstancias particulares y con

    pesar).

  • 31

    su vez, su validez de los principios ticos generales. Resumimos estas cuestiones en el siguiente cuadro.

    Tabla 2: Estructura argumentativa del juicio moral.

    Fuente: Guariglia y Vidiella, 2011, p. 44

    Por ltimo, de qu manera afecta la prdida de confianza a las relaciones profesionales, no slo entre el profesional y sus clientes o usuarios, sino tambin con sus colegas y dems profesionales? De acuerdo con Estvez (2005), la confianza surge de relaciones interpersonales sinceras y responsables. Actuamos de manera responsable y sincera cuando somos honestos con nosotros mismos y con los dems, respetndolos en su dignidad, es decir, tratndolos siempre como fines en s mismos, nunca como medios. La confianza es garanta de transparencia en la comunicacin y accin entre los hombres, y signo de su sentido de vinculacin comn con la comunidad poltica en la cual todos se hayan comprometidos (2005, p. 56).

    Las relaciones de confianza tienen la capacidad de irradiarse a

    toda la comunidad por medio de sus instituciones, comenzando

    por la familia, la escuela, el mbito laboral y dems instituciones

    intermedias.

    Pero cuando estas instituciones son fuertemente jerrquicas los ndices de confianza tienden a bajar, ya que las personas que no se conocen entre s o estn sometidas a estrictos controles tienen pocas probabilidades de desarrollar relaciones basadas en la confianza. Por el contrario, sostiene Estvez (2005) que cuanto ms flexible y mediada sea la estructura de una

    Nivel I Epistmico

    (hechos)

    Verdadero/falso

    Nivel II Moral (normas) Correcto/incorrecto

    Nivel II Principios

    universales

    (garantas)

  • 32

    institucin, ms confianza desarrollarn sus miembros ya que cada quien ser consciente de su responsabilidad compartida.

    Sin embargo, de acuerdo con Bauman (2008), vivimos en una poca donde crece la desconfianza y el miedo al otro, donde el otro se convierte en una amenaza para la satisfaccin de mis intereses egostas. En este sentido, el autor disiente con Lgstrup (1997) para quien lo caracterstico de la vida humana es que las personas suelan encontrarse entre s con natural confianza (citado por Bauman, 2008, p. 117). Para Bauman (2008), en cambio, las nuevas generaciones han crecido incorporando un mensaje distinto. Mensaje que expresan series televisivas como El Gran Hermano o Survivor a las que stas generaciones suelen ser adictas: No confes en nadie (p. 117). Este tipo de espectculos televisivos, con millones de espectadores en todo el mundo, parece expresar que el otro es un competidor que conspira contra el logro de mis objetivos y donde cooperar es slo una estrategia para vencer, porque, en definitiva, siempre el ganador es slo uno. De este modo, hemos regresado a la sombra verdad del mundo darwiniano: los que sobreviven son invariablemente los ms aptos (Bauman, 2008, p. 118).

    Nuestros jvenes, sostiene Bauman (2008), han incorporando como una nocin del sentido comn la advertencia de Shestov (1970) con quien abrimos esta seccin: el hombre es lobo del hombre.

    Cul es tu opinin respecto a esta afirmacin? De qu manera piensas que afecta la prdida de

    confianza a las relaciones profesionales?

  • 33

    4.3. La problemtica tica en las

    organizaciones lucrativas. Valores

    ticos empresariales. El debate sobre

    la doble moral de la empresa

    Los comits de tica empresarial no son, desde

    luego, de fcil implementacin (tampoco lo son los

    de biotica), pero se revelan como una necesidad

    creciente en una poca en que la corrupcin y la

    injusticia social (con graves secuelas, como la

    exclusin) amenazan a la humanidad en su

    conjunto (Maliandi, 2009, p. 145).

    La tica empresarial en el contexto de una tica de

    las organizaciones

    La empresa, como toda organizacin, tiene una meta por la cual cobra todo su sentido y que la legitima ante la sociedad. Esta meta o fin es un bien social para toda la comunidad. En este sentido, toda organizacin se caracteriza por la produccin de bienes internos y externos. Los bienes internos son aquellos que slo ella puede aportar a la sociedad. Por ejemplo, la actividad empresarial, la actividad docente o la poltica aportan distintos tipos de bienes en funcin de los cuales cada una de ellas se legitima ante la sociedad. Dicho de otro modo, si el empresario, el docente o el poltico no cumplen con su funcin social o se desvan de su fin principal, la sociedad en su conjunto tiene el derecho de reclamarles su cumplimiento.

    Los bienes externos, en cambio, son aquellos tipos de bienes que son comunes a todas o a muchas organizaciones, es decir, que no estn directamente ligados con su fin propio, como, por ejemplo, el poder, el prestigio o el dinero. En otras lecturas nos hemos referido al bien interno de la poltica, esto es, el bienestar de la comunidad. Si los polticos privilegian la obtencin de renta, prestigio o poder por medio de la actividad poltica, claramente se trata de una desnaturalizacin de sta,

  • 34

    donde el bien externo reemplaza al bien interno. Hemos caracterizado a este tipo de prcticas como corruptas.

    Pero por qu es tan relevante referirnos a la tica de las empresas o de las organizaciones en general?

    Su importancia radica, en opinin de Cortina (2000), en que

    vivimos en una poca managerial, en una sociedad de

    organizaciones en la cual la empresa constituye el paradigma

    de todas las restantes (p. 13).

    De all que remoralizar la sociedad, es decir, recuperar aquellos valores morales que en opinin de Cortina (2000) hemos perdido, implica, en primer lugar, que las organizaciones, y de manera especial la empresa, recuperen el sentido de la actividad que les es propio.

    De manera que definir una tica de las organizaciones exige a su vez cumplir con los siguientes pasos:

    Determinar claramente cul es el fin especfico de la organizacin, es decir, el bien interno del cual obtiene su legitimacin social, como as tambin los medios ms adecuados para alcanzarlo;

    Indagar qu hbitos y valores sern necesarios ir incorporando de manera que la organizacin vaya forjando su carcter;

    Discernir qu relacin debe existir entre los bienes internos y externos como as tambin con las dems organizaciones y actividades.

    Finalmente, pero no por ello menos importante, la organizacin deber conocer y respetar la conciencia moral de la sociedad en la cual se encuentra inserta, es decir, conocer cules son los derechos de sus miembros y de los consumidores y proveedores que no pueden ser atropellados aduciendo que su meta es lograr el beneficio econmico (Cortina, 2000).

    Sin embargo, de acuerdo con la autora, para hablar de un comportamiento tico de las organizaciones, no slo basta con cumplir con el derecho vigente o respetar la conciencia moral alcanzada por una sociedad determinada, sino que es preciso averiguar qu valores y derechos han de ser racionalmente respetados; es decir, es preciso encontrar un criterio

  • 35

    racional, tarea de la que se ocupa la tica (Cortina, 2000, p. 26), entendida como filosofa moral.

    Para comprender las especificidades de la tica empresarial que la distinguen de otras ticas aplicadas, es preciso remitirnos, en primer lugar, a la tica del capitalismo y los orgenes de la empresa moderna. En este sentido, Cortina (2000) distingue entre la tica econmica que se refiere o bien a todo el campo en general de las relaciones sobre economa y tica, o bien especficamente a la reflexin tica sobre los sistemas econmicos (p. 51) de la tica empresarial o tica de los negocios que

    () se centra principalmente en la concepcin de la empresa como una organizacin econmica y como una institucin social; es decir, como un tipo de organizacin que desarrolla una peculiar actividad y en la que resulta fundamental la funcin directiva y el proceso de toma de decisiones. (pp. 51-52).

    Pero, qu es una empresa? Una empresa consiste en la realizacin de un plan de gran alcance cuya ejecucin requiere la colaboracin permanente de varias personas bajo el signo de una voluntad unitaria (Sombart, citado por Cortina, 2000, p. 70). La empresa moderna, tal como la conocemos hoy, como unidad productora de riqueza en la sociedad, surge en la historia en un momento particular cuando, por medio de la creacin o la compra de unidades operativas ms pequeas, comienza a internalizar actividades y transacciones que antes eran producidas por varias unidades operativas, bajo la direccin de un ejecutivo asalariado.

    De esta manera, la empresa multiunitaria reemplaz a la

    pequea empresa cuando la coordinacin administrativa

    permiti mayor productividad, costes ms bajos y beneficios

    ms elevados que la coordinacin por medio de los mecanismos

    del mercado (Cortina, 2000, p. 71).

    As, la empresa conducida por directivos asalariados reemplaz a la antigua empresa familiar tradicional como instrumento para dirigir la produccin y distribucin de bienes escasos, transformndose en la institucin ms poderosa de la economa y sus directivos en el grupo que concentra la

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    toma de decisiones. A tal punto que autores como Lindblom afirman que las decisiones importantes, esto es, las decisiones que afectan al conjunto de la sociedad, estn concentradas hoy en da en dos grupos: los polticos y los empresarios.

    Cundo surge la tica empresarial? De acuerdo con Cortina (2000), es a partir de la dcada del 70 que comienza a ponerse de moda tanto en Estados Unidos como en Europa la llamada tica de los negocios, tica empresarial, tica de las organizaciones o tica de la direccin. Se desarrollan en ese momento programas acadmicos, asociaciones nacionales e internacionales y revistas especializadas que buscaban recuperar la confianza en el empresariado, ayudar a tomar decisiones de largo plazo, o bien concientizar acerca de la responsabilidad social de las empresas. En opinin de Cortina (2000), la concepcin de la empresa se ha modificado sustancialmente en los ltimos aos, pasando de entenderla como el terreno de hombres sin escrpulos, movidos exclusivamente por el afn de lucro a considerarla como una institucin socioeconmica que tiene una seria responsabilidad moral con la sociedad, es decir, con los consumidores, accionistas, empleados y proveedores (p. 81). De este modo, comienza a esclarecerse que no slo los individuos son moralmente responsables, sino tambin lo son las empresas.

    Sin embargo, no son pocas las dificultades para implementar una tica de este tipo porque se suele pensar que tica y empresa son trminos irreconciliables (la primera se rige por la racionalidad comunicativa mientras que la segunda lo hace por la racionalidad estratgica) (Maliandi, 2009, p. 143). Por otro lado, el empresariado suele sentir desconfianza hacia la tica al suponer que para hacer negocios es necesario prescindir de la tica comn y corriente, ya que los negocios tienen sus propias reglas de juego, regidas por una tica propia, o bien que la tica de la empresa se limita a unos mnimos que coinciden con el cumplimiento de la legalidad y la sujecin a las leyes del mercado (Cortina, 2000, p. 76).

    Los problemas de la tica empresarial, sostiene Maliandi (2009), son mltiples y variados. Entre ellos podemos diferenciar aquellos que se refieren a las relaciones intraempresariales, es decir, entre los directivos y sus empleados; las relaciones interempresariales, principalmente entre la empresa y su competencia que suscita el problema del fair play en los negocios; y las relaciones entre la empresa y la comunidad, como as tambin con el poder poltico.

    La empresa impacta de diferente manera en cada uno de sus pblicos (internos y externos, dando lugar a diferentes dilemas ticos. As, por ejemplo, con los pblicos internos deber resolver cuestiones relativas a la motivacin e incentivacin de sus empleados, polticas injustas de salarios, malas condiciones de trabajo o amenazas para la salud de los empleados;

  • 37

    en tanto que entre los directivos pueden surgir conflictos de competencia, favoritismos o jerarquizacin arbitraria.

    En lo que respecta a sus pblicos externos, la empresa deber resolver, por un lado, cuestiones relativas a la competencia en una economa de libre mercado con sus proveedores y competidores; y, por el otro, deber responder ante la sociedad, por ejemplo, por el uso de la energa nuclear o de otros insumos contaminantes, la manipulacin gentica de productos, la experimentacin con seres humanos y animales, la imposibilidad de reciclar sus residuos, entre muchos otros.

    Qu caractersticas tiene la tica empresarial? Al recurrir a la famosa distincin realizada por Max Weber (2002) entre tica de la conviccin y tica de la responsabilidad, Cortina (2000) afirma que la tica empresarial debe ser una tica de la responsabilidad convencida (p. 90), es decir, una tica que, sin descuidar las convicciones, tenga principalmente en cuenta las consecuencias de las decisiones que se toman en la empresa. Por otro lado, teniendo en cuenta la tica dialgica, la autora afirma:

    La tica empresarial debe considerar a sus miembros como as

    tambin a los consumidores y/o usuarios como interlocutores

    vlidos

    Esto exige tener en cuenta sus intereses a travs de mecanismos de participacin activa. Sin embargo, en el caso de sus miembros stos no slo tienen derechos sino tambin obligaciones, lo cual implica aceptar el principio de corresponsabilidad por la marcha de la organizacin. Finalmente, la empresa actual debe atenerse a un marco postconvencional de la conciencia moral, que representa la capacidad cognoscitiva que tenemos, terica y prctica, de ir ms all de de las normas sociales, sean stas tradicionales, religiosas o jurdicas (Cortina, 2000, p. 126) para adoptar un punto de vista universal.

    De qu manera se institucionaliza la tica empresarial? Segn Cortina (2000), la tica empresarial se institucionaliza en la empresa de distintas formas, entre las cuales, la autora distingue la asesora tica directa de la indirecta. La asesora tica directa es aquella que se ocupa de ayudar al empresario en la toma de decisiones en circunstancias dadas y particulares (p. 137). Este tipo de asesora puede tener tres formas diferenciadas pero interrelacionadas: como el consejo tico, cuando el empresario busca una opinin acerca de un problema estructural determinado (p. 142); el juicio tico, cuando no slo se pide un consejo sino tambin una toma de posicin ante una decisin o propuesta (p.

  • 38

    142); y el examen tico, que consiste en valorar los puntos fuertes y dbiles de una accin empresarial (p. 142).

    La asesora tica habitualmente no es la tarea de un solo individuo, sino que se lleva a cabo por medio de equipos interdisciplinarios que conforman los llamados comits o comisiones de tica. Estos comits tienen como principal funcin:

    Vigilar el cumplimiento del cdigo tico o cdigo de conducta de la empresa;

    Cumplir el papel de experto asesorando en la aplicacin de la filosofa empresarial a los casos particulares;

    Actuar como un centro de iniciativas para la generacin, complementacin y desarrollo de normas y lneas de accin relevantes para la resolucin de conflictos (Cortina, 2000, p. 143).

    La asesora tica indirecta, en cambio, es que, si bien se lleva a cabo en la empresa, tiene por finalidad establecer pautas de carcter general, como la elaboracin de cdigos ticos, el managment tico y la valoracin tica global, llevada a cabo sta ltima por organizaciones especializadas.

    Los valores ticos empresariales

    De acuerdo con Cortina (2000), la meta de la actividad empresarial (es decir, su fin especfico) es la satisfaccin de necesidades humanas pero paralelamente a sta, lo es tambin desarrollar al mximo las capacidades de sus colaboradores, metas ambas que no podr alcanzar si no es promocionando valores de libertad, igualdad y solidaridad desde el modo especfico en que la empresa puede y debe hacerlo (p. 43).

    Es por ello que la tica empresarial es inseparable de la tica cvica, es decir, de una tica pluralista y de mnimos, la cual alude al peculiar sistema de interrelaciones sociales en el que pueden convivir diversos modelos de vida feliz, correspondientes a distintas concepciones del mundo, sin que nadie intente imponer por la fuerza la suya a los dems (Maliandi, 2009, pp. 141-142).

    Estos mnimos ticos compartidos por todos, en una sociedad moderna y pluralista, son los valores de libertad, igualdad, solidaridad, tolerancia activa y ethos dialgico, y las empresas deben intentar encarnar y respetar estos valores atendiendo siempre a la especificidad de su actividad.

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    Sin embargo, existen tambin unos valores que son propios de la actividad empresarial. Entre ellos Cortina (2000) menciona: la calidad en los productos y en la gestin, la honradez en el servicio, el mutuo respeto en las relaciones internas y externas a la empresa, la cooperacin y la solidaridad en alza, la creatividad, la iniciativa, y el espritu de riesgo.

    De acuerdo con la autora, las empresas que no asuman estos valores no slo no podrn sobrevivir en estos tiempos, sino que tampoco podrn llevar a cabo el proyecto de mantener en alza la moral de la sociedad en su conjunto (Cortina, 2000, p. 44).

    En este sentido, una empresa desmoralizada es aquella que ha olvidado que el fin propio de la actividad empresarial es la produccin de riqueza para satisfacer necesidades humanas, y que, por tanto, carece de un proyecto compartido, no considera la calidad de sus productos, o bien mantiene relaciones intraempresariales e interempresariales puramente instrumentales.

    Por el contrario, una empresa alta de moral es aquella que cuenta con un proyecto compartido, en el que la calidad de los productos y la gestin son un valor fundamental, que se basa en relaciones de confianza entre todos sus miembros y tambin con sus pblicos externos, donde estas relaciones humanas no slo son comprendidas como instrumentales o regidas por el derecho vigente, sino que se las entiende como comunicativas y cooperativas en un marco deontolgico postconvencional.

    En sntesis, afirmamos con Cortina (2000) que la tica empresarial consiste en el descubrimiento y la aplicacin de los valores y normas compartidos por una sociedad pluralista- valores que componen una tica cvica- al mbito peculiar de la empresa, lo cual requiere entenderla segn un modelo comunitario, pero siempre empapado de postconvencionalismo (p. 89).

    Piensas que la empresa capitalista puede efectivamente comportarse de un modo tico?

    Qu ejemplos de responsabilidad social empresarial encuentras en tu comunidad?

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