EVALUACIÓN DE LA CARGA DURACIÓN - insht.es DE... · Centro Nacional de Condiciones de Trabajo -...

138

Transcript of EVALUACIÓN DE LA CARGA DURACIÓN - insht.es DE... · Centro Nacional de Condiciones de Trabajo -...

  • EVALUACIN DE LA CARGA FSICA DURANTE LAS

    INTERVENCIONES QUIRRGICAS DE LARGA

    DURACIN

  • Ttulo: Evaluacin de la carga fsica durante las intervenciones quirrgicas de larga duracin

    Autoras:

    Gemma Combe Boladeras

    Unitat Bsica de Prevenci - Hospital Universitari de la Vall d Hebron - Institut Catal de la Salut Neus Alcaide Altet

    Unitat Bsica de Prevenci - Hospital Universitari Germans Trias i Pujol - Institut Catal de la Salut Isabel Nos Piol

    Unitat Bsica de Prevenci - Hospital Universitari de Bellvitge - Institut Catal de la Salut Silvia Nogareda Cuixart

    Centro Nacional de Condiciones de Trabajo - Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo

    Edita:

    Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT)

    C/ Torrelaguna 73, 28027 Madrid

    Tel. 91 363 41 00, fax 91 363 43 27

    www.insht.es

    Composicin:

    Servicios Grficos Kenaf, s.l.

    Camino de Hormigueras 124, portal 3, 4 G

    28031 Madrid

    Tel. 91 380 64 71/72, fax 91 380 13 53

    [email protected]

    Edicin: Madrid, octubre 2014

    NIPO (papel): 272-14-032-6

    NIPO (en lnea): 272-14-031-0

    Depsito legal: M-24038-2014

    Hipervnculos:

    El INSHT no es responsable ni garantiza la exactitud de la informacin en los sitios web que no son de su propiedad.

    Asimismo la inclusin de un hipervnculo no implica aprobacin por parte del INSHT del sitio web, del propietario

    del mismo o de cualquier contenido especfico al que aquel redirija.

    Agradecimientos: Agradecemos a Carmen Puigcerver su paciencia ayuda para que este texto haya podido salir a la luz.

    Catlogo general de publicaciones oficiales: http://publicacionesoficiales.boe.es

    Catlogo de publicaciones del INSHT: http://www.insht.es/catalogopublicaciones/

    http://www.insht.es/catalogopublicacioneshttp:http://publicacionesoficiales.boe.esmailto:[email protected]:www.insht.es

  • Presentacin

    MARA DOLORES LIMN TAMS

    Directora del INSHT

    ganosApartir de la publicacin de la Ley 30/1979, de 27 de octubre, sobre extraccin y trasplante de r-

    , la donacin y trasplante de rganos estn al-canzando unas cifras muy elevadas, y Espaa es uno de los primeros pases del mundo en practicar este tipo de operaciones.

    Como es bien sabido, hablar de trasplantes de rganos es hablar de salvar vidas y estas especta-culares cifras implican una logstica muy compleja y exhaustiva tras la que se engloba un proceso que se inicia con el registro y control de los donantes y culmina en una intervencin quirrgica. En cada una de estas intervenciones quirrgicas participan un elevado nmero de profesionales, sin contar que cuando se trata de una donacin multiorgnica tienen que intervenir varios equipos quirrgicos, que llegan a estar hasta ms de doce horas en el quirfano y que, a lo largo de este tiempo, deben adoptar diversas posturas forzadas tanto de tronco, como de cuello y de extremidad superior, aparte de la carga esttica que supone mantener una postura de bipedestacin prolongada.

    Adems, los profesionales que intervienen en estas operaciones se enfrentan a una situacin de estrs que, en la mayora de ocasiones, se prolonga durante largas jornadas no exentas de complicacio-nes. Cul es la mejor manera de hacer frente a estas intervenciones?, cules son las principales inquietudes que tienen en cuanto a sus condiciones de trabajo para que estas repercutan lo menos po-

    de las condiciones de trabajo en quirfanos, se ha realizado el estudio ergonmico de los puestos de trabajo asistiendo, de manera ntegra, a dos tras-plantes (uno de pulmn y otro de hgado), anali-zando las diferentes posturas, planos de trabajo y factores de riesgo.

    Dado que la ergonoma es la disciplina tcnica que persigue disear los puestos de trabajo de tal manera que este se adapte a las capacidades de los profesionales y no a la inversa, se han analizado aquellos factores de riesgo ergonmico susceptibles de derivar en un trastorno musculoesqueltico y se ha propuesto una solucin de diseo en forma de medidas correctoras.

    Este trabajo es el resultado final de horas de es-tudio y anlisis, en el que se presentan los resulta-dos de la encuesta pasada a los trabajadores, el anlisis ergonmico de las distintas posturas ana-lizadas y las medidas correctoras propuestas con el fin de hacer ms llevadera, mediante una mejora de las condiciones de trabajo, la tarea de trasplantar rganos y, por tanto, salvar vidas.

    Finalmente, cabe subrayar dos aspectos diferen-ciales en relacin con este texto: el primero es que, aunque hay estudios sobre la carga postural en qui-rfanos, no hay referencias sobre los trastornos musculoesquelticos en operaciones de larga dura-cin y mucho menos de trasplantes, probablemente por la dificultad que entraa hacer un seguimiento exhaustivo de la misma. El segundo es que se apor-

    sible en su trabajo? A partir de una encuesta, realizada a ms de 100

    trabajadores que participan en operaciones de tras-plantes de rganos en los Hospitales Universitarios de la Vall dHebrn y de Bellvitge (Barcelona), en la que se buscaba recabar informacin tanto de sus hbitos personales en cuanto a alimentacin, per-cepcin de salud en general y descanso as como

    tan datos que no suelen ser habituales en este tipo de investigaciones como son los que hacen referen-cia al consumo metablico o a los hbitos saluda-bles tanto antes como durante las intervenciones, entendiendo estos hbitos saludables, tal como co-mentan las propias autoras, como factores que pue-den potenciar o minimizar la aparicin de la fatiga fsica.

    5

  • NDICE

    1. INTRODUCCIN...................................................................................................................................... 9

    2. ANTECEDENTES...................................................................................................................................... 13 2.1 Datos sobre trasplantes ............................................................................................................... 15 2.2 Trasplantes y ergonoma ............................................................................................................. 17

    3. OBJETIVOS................................................................................................................................................. 19 3.1 Objetivo principal ........................................................................................................................ 21 3.2 Objetivos secundarios.................................................................................................................. 23

    4. JUSTIFICACIN........................................................................................................................................ 25

    5. MATERIAL Y MTODOS......................................................................................................................... 29 5.1 Metodologa de trabajo ............................................................................................................... 31

    5.1.1 Fase de identificacin de los factores de riesgo .............................................................. 31 5.1.2 Fase de anlisis .................................................................................................................... 32 5.1.3 Fase de propuestas de medidas preventivas y rediseo ............................................... 33

    5.2. Descripcin de los equipos ......................................................................................................... 35 5.3 Descripcin del proceso de grabacin ...................................................................................... 37

    6. RESULTADOS ............................................................................................................................................ 41 6.1 Anlisis de los resultados del cuestionario. Descripcin del grupo estudiado .................. 43

    6.1.1. Descripcin de las caractersticas generales................................................................... 43 6.1.2. Descripcin de los hbitos saludables ............................................................................ 45 6.1.3 Percepcin del estado de salud de los profesionales ..................................................... 46 6.1.4. Descripcin de las molestias a nivel musculoesqueltico............................................ 48

    6.2. Resumen de los resultados de las filmaciones......................................................................... 55

    7. MEDIDAS CORRECTORAS .................................................................................................................... 71

    8. CONCLUSIONES ...................................................................................................................................... 77 Referencias bibliogrficas ......................................................................................................................... 80

    ANEXO A. Cuestionario: Evaluacin de la carga fsica durante intervenciones de trasplantes ........ 83

    ANEXO B. Tablas de resultados del anlisis estadstico de los cuestionarios ........................................... 84

    ANEXO C. Anlisis detallado de los resultados por puesto de trabajo y tipo de trasplante. ................. 101

    ANEXO D. Resultados segn mtodos ergonmicos aplicados.................................................................. 107

    ANEXO E. Clculo del consumo metablico.................................................................................................. 161

    7

  • 1. INTRODUCCIN

  • 1. Introduccin

    Gracias a la Ley 30/1979, de 27 de octubre, sobre extraccin y trasplante de rganos, la donacin y trasplante de rganos en Espaa alcanza unas ci-fras altsimas. En el ao 2008 se realizaron un total de 3.945 trasplantes, 4.028 en 2009 y 3.773 en 2010.

    En 2011, gracias a 1.667 donantes se lleg a una tasa de 35,3 donantes por milln de personas. En total, se realizaron 2.494 trasplantes, 1.137 renales, 237 cardacos, 230 pulmonares, 111 de pncreas y 9 de intestino. Por lo tanto, en 2011 se produjo un in-cremento del 11,8% en trasplantes y se realizaron casi 500 intervenciones ms respecto al ao ante-rior. Slo el 15,3% de las familias se negaron a la donacin de rganos.

    Los trasplantes se realizan en 120 hospitales de Espaa. En cada operacin intervienen de 10 a 12 profesionales que desarrollan su labor durante una media de 8-10 horas aproximadamente (segn el tipo de trasplante). Durante las intervenciones se repiten posturas forzadas de extremidades supe-riores (cuello, manos, brazos, antebrazos) y de otras partes del cuerpo que pueden dar lugar a trastornos musculoesquelticos (TME). La bipedes-tacin prolongada es otro de los factores de riesgo que puede aparecer en los profesionales.

    Por otro lado, las caractersticas de los quirfa-nos (dimensiones, alturas del plano de trabajo, dis-posicin del material) y el tipo de instrumental que se utiliza pueden hacer aumentar el riesgo ergon-mico durante las intervenciones de trasplantes. Una altura de la mesa de intervenciones incorrecta puede comportar una mayor flexin del tronco y un instrumental quirrgico determinado puede exigir ms fuerza con las manos.

    Tambin hay que considerar durante las opera-ciones de trasplantes los hbitos saludables de los profesionales, puesto que una alimentacin ade-cuada, una calidad del sueo correcta y suficiente

    y la realizacin de deporte pueden influir en la pre-sencia o ausencia de fatiga fsica.

    Este trabajo presenta una evaluacin de la carga fsica de los profesionales que intervienen en estas operaciones. Para profundizar en este tema y pro-poner medidas que sirvan para disminuir la carga fsica, se ha estudiado la situacin de los trasplan-tes y la bibliografa existente hasta el momento. Se ha considerado muy importante saber qu moles-tias conlleva a nivel musculoesqueltico la labor de los profesionales y cules son sus hbitos saluda-bles. Igualmente, se han filmado dos intervencio-nes (trasplante de pulmn y de hgado) para analizar todas las posturas y obtener unos valores de riesgo. Estos resultados, junto con los del anli-sis de consumo metablico, se presentan resumidos a nivel global y detallados para cada puesto de tra-bajo (anexo C). Finalmente, para cerrar el trabajo, se proponen unas medidas correctoras y unas con-clusiones finales.

    Se quiere resaltar que, aunque se pas un cues-tionario a todos los profesionales que intervienen en los trasplantes y se les film, el anlisis de los riesgos con metodologas ergonmicas se ha reali-zado slo en los puestos de cirujano e instrumen-tista. Por tanto, consideramos que el resto de profesionales que intervienen en el trasplante son homlogos a "cirujano". Nos interesa conocer la opinin y percepcin de todo el colectivo impli-cado en los trasplantes con el fin de recoger infor-macin previa que permita centrarse en los problemas existentes, pero hemos considerado que, a nivel ergonmico, los lugares con ms carga fsica son los mencionados anteriormente. Las medidas correctoras propuestas irn encaminadas, princi-palmente, a estos colectivos, pero sern extensibles y de utilidad para todos los puestos de trabajo que intervienen en este tipo de operaciones.

    11

  • 2. ANTECEDENTES

  • 2.1 Datos sobre transplantes

    Las cifras de donacin y trasplante registradas en Catalua durante 2011 la sitan lder tanto en Es-paa como en el resto del mundo. Se han realizado 892 trasplantes, 34 de los cuales son peditricos.

    Catalua experimenta, en relacin con el ao 2010, un incremento de la donacin del 18,4%.

    El aumento ms importante se produce en el trasplante renal, tanto de donante cadver como de donante vivo, con un incremento del 25,3% y un total de 579 trasplantes, 15 de los cuales son pedi-tricos. En cuanto al trasplante heptico, la donacin se ha incrementado un 18,35% en relacin con 2010 y se han realizado un total de 187 trasplantes de h-gado, 7 de los cuales son de donantes vivos. El tras-plante cardaco ha aumentado un 25,58%, con 54 trasplantes realizados. En trasplante pulmonar, se ha producido una ligera disminucin, con un total de 49 trasplantes. Se han realizado 23 trasplantes de pncreas, que representan el 21% de toda la ac-tividad que se realiza en el Estado. En cuanto al

    trasplante de progenitores hematopoyticos, en2011 se han llevado a cabo un total de 497 trasplan-tes, 58 de los cuales han sido peditricos. Esta cifra representa un incremento del 16% respecto del ao anterior.

    Algunos de los factores que han propiciado los buenos resultados alcanzados han sido: el aumento de la donacin de cadver y la disminucin de las negativas a la donacin, el aumento de la donacin y el trasplante de donante vivo y el elevado ndice de aprovechamiento de los rganos obtenidos.

    Las listas de espera para trasplantes de rganos han disminuido, de manera global, un 6,7% res-pecto de diciembre de 2010, concretamente, en 91 pacientes.

    En 2011, el Hospital Universitario de la Vall d He-bron ha batido un rcord histrico al haber practicado 49 trasplantes de pulmn y se ha convertido en el cen-tro lder en Espaa en este tipo de intervenciones.

    FIGURA 1. Datos comparativos de las listas de espera para trasplantes de rganos en Catalua

    Fuente: OCCAT, Generalitat de Catalunya, Dept. de Salut

    15

  • 2.2 Trasplantes y ergonoma

    Los sobreesfuerzos en el sector sanitario son una de las causas ms frecuentes de accidente labo-ral. La adopcin de posturas forzadas, la moviliza-cin de enfermos, la exposicin a movimientos repetitivos y la bipedestacin y sedestacin prolon-gadas son factores de riesgo ergonmico de ele-vada incidencia en la mayora de puestos de trabajo de los centros sanitarios y, por tanto, deben ser tratados por el servicio de prevencin, tanto por el personal tcnico como por el servicio mdico.

    Algunos de estos factores de riesgo ergonmico son comunes tanto en intervenciones por va lapa-roscpica por va abierta. El estudio de la carga f-sica de trabajo del personal que interviene en quirfanos es reciente y se centra principalmente en cirujanos y en el personal de enfermera durante operaciones por va abierta de corta duracin o por laparoscopia. Estos estudios, en su mayora, reali-zan un anlisis postural para determinar el nivel de riesgo asociado a cada postura.

    Sin embargo, la literatura existente en este m-bito no aborda las lesiones por TME en interven-ciones de larga duracin, como pueden ser los trasplantes de rganos, donde las operaciones pue-den durar ms de 10 horas. Este campo no est muy estudiado debido, entre otros motivos, a la di-ficultad de acceder a los quirfanos en este tipo de intervenciones y a las complicaciones horarias que suponen, ya que la mayora de trasplantes se sue-len practicar en horario nocturno por lo que el tc-nico debe estar localizable a cualquier hora.

    Respecto de los riesgos ergonmicos de los ci-rujanos, la mayor parte de los estudios se centran en la ciruga laparoscpica. Un ejemplo es el art-culo de Bereguer, R. et al. (2011) Ergonomics pro-blems associated with laparoscopic surgery, en el que se distribuy un cuestionario a 149 cirujanos que deban calificar la frecuencia con la que expe-rimentaban dolor y rigidez en las zonas del cuerpo tras realizar diferentes operaciones laparoscpicas. Los resultados de este cuestionario mostraban que del 8% al 12% referan dolor frecuente en cuello y extremidades superiores despus de operar. En

    este estudio tambin se estudi el esfuerzo muscu-lar mximo realizado por los cirujanos durante el uso de los instrumentos laparoscpicos. Otro estu-dio que cabe sealar es el de Park, A. et al. (2009) Patients benefit while surgeons suffer: an impen-ding epidemic, que describe la encuesta on line re-alizada entre 317 cirujanos, donde el 86,9% (272 profesionales) informaban de sntomas de dolor f-sico y solicitaban mejoras en cuanto a la posicin y la resolucin de los monitores.

    Por otra parte, existen algunos estudios que se basan en una comparacin entre los riesgos ergo-nmicos existentes tanto en la ciruga laparosc-pica como en ciruga por va abierta. Szeto G.P. et al. (2011), en su estudio Surgeons Static Posture and Movement Repetitions in Open and Laparos-copic Surgery, realizan un anlisis de las posturas y los movimientos realizados por 14 cirujanos en periodos de 30 y 80 minutos. Segn estos autores, en las intervenciones por va abierta se mantiene una postura de cuello ms flexionada mientras que en la laparoscopia se tiende a realizar ms ex-tensiones de cuello manteniendo una postura ms esttica. Cabe sealar que no se encontraron dife-rencias significativas en la postura de abduccin del hombro izquierdo en ambos tipos de ciruga. Otro estudio a destacar es el de Sanz, E. et al. (2002), "Estudio ergonmico del cirujano durante la colecistectoma por va abierta y laparosc-pica", donde se recogieron datos sobre 16 inter-venciones quirrgicas (11 laparoscpicas y 5 abiertas) aplicando el mtodo OWAS (Ovako Wor-king Posture Analisis System) y se compararon ambas tcnicas. Se encontraron diferencias signi-ficativas en los dos tipos de intervenciones: en la ciruga abierta la columna cervical sufre ms mus-culoesquelticamente debido a la altura del plano de trabajo pero permite una mayor libertad de mo-vimientos de la regin cervicobraquial. En ciruga laparoscpica se observaron muchas posturas ca-talogadas en nivel 2 de riesgo de lesin derivadas de la postura estirada de brazos y hombros y del apoyo sobre una pierna, que se debera rectificar.

    17

  • En la ciruga abierta se observan un conjunto de posturas de la cabeza de nivel 3 de riesgo de le-sin.

    Entre los estudios centrados nicamente en ci-rugas de va abierta, destaca el realizado por Auer- bach, J.D. et al., "Muscoleskeletal Disorders among spine Surgeons: results of a survey of the SRS mem-bership" (2011), en el que se evalu la prevalencia de los trastornos musculoesquelticos entre ciruja-nos de deformidades de la columna por medio de una versin modificada de la Encuesta de Malestar Fsico. A la encuesta respondieron un 62% de los cirujanos, de los cuales un 38% manifestaron dolor a nivel de cuello y un 31%, hernia del disco lumbar como consecuencia de su prctica profesional. Un estudio importante en este mbito, en nuestro pas, es el realizado en el ao 2005 por la Dra. Silvia No-gareda, del Centro Nacional de Condiciones de Trabajo (del INSHT), basado en el anlisis postural de un equipo de cirujanos del Hospital Clnico de Barcelona con el objetivo de disminuir la postura esttica de estos, analizar una silla que permitiera una sedestacin activa incorporando el movi-miento y detectar algunas condiciones de trabajo que se debera modificar. Para ello, se pas un cues-tionario y se probaron distintos tipos de sillas, tanto

    para el rea quirrgica como para oficinas. A este respecto, el 100% de los encuestados se manifest ms descansado operando sentado que hacindolo de pie.

    El diseo del puesto de trabajo es otro factor que no ha sido abordado ampliamente por la lite-ratura existente y debe ser considerado uno de los principales campos a estudiar y corregir para mi-nimizar los factores de riesgo. Al respecto, se ha en-contrado poca bibliografa. Entre los artculos a destacar se encuentran "Methodological infraes-tructura in Surgical ergonmicos: a review of task, modelos and measurement system", publicado por Lee G., Lee T., Dexter D., Klein R.I., Park A. en el ao 2007, y "The operating room: architectural condictions and potenzial hazards" (Koneczny S., 2009), que proponen diferentes mejoras a nivel er-gonmico y a nivel de espacios de trabajo.

    De toda la bibliografa recogida, a nivel general no se observa una profundizacin en el consumo metablico de los profesionales ni en sus hbitos saludables tanto antes como durante las intervenciones, entendiendo estos hbitos saludables como factores que pueden incrementar o disminuir el riesgo de fatiga fsica.

    -

    18

  • 3. OBJETIVOS

  • 3.1 Objetivo principal

    El objetivo principal del estudio es conocer y va-lorar los riesgos que supone la carga fsica du-rante las intervenciones de trasplantes. Se pretende profundizar en el nivel de riesgo ergonmico que corren los cirujanos y los instrumentistas durante las operaciones.

    21

  • 3.2 Objetivos secundarios

    Los objetivos secundarios son: 1) Conocer la percepcin del estado de salud y

    la sintomatologa de dolor a nivel musculoesque-ltico de todos los profesionales que intervienen en las intervenciones.

    2) Conocer y analizar los hbitos saludables de los profesionales y su relacin con la incidencia en los trastornos musculoesquelticos.

    3) Estudiar el diseo de los quirfanos para pro-poner mejoras que permitan disminuir la carga f-sica y los factores de disconfort ambiental.

    23

  • 4. JUSTIFICACIN

  • 4. Justificacin

    Con este estudio se pretende conocer y evaluar los factores de riesgo ergonmicos presentes en intervenciones de trasplantes de rganos, ope-raciones consideradas de larga duracin. Los resul-tados se podrn relacionar directamente con aspectos del diseo de los actuales quirfanos as como con los hbitos saludables de los profesiona-les y permitirn proponer medidas correctoras para una mejora en los factores de riesgo o en sus consecuencias para la salud.

    Los cambios en el diseo de los quirfanos ser-virn para la planificacin y la construccin de los

    futuros quirfanos en todos los centros hospitala-rios y para mejorar las condiciones de trabajo de todos los profesionales.

    El anlisis preliminar de los hbitos relaciona-dos con el descanso y la alimentacin que tienen los diferentes profesionales y su relacin con la sen-sacin de fatiga permitir realizar una prevencin primaria de la misma. Los resultados que se obten-gan sern extrapolables a otros equipos asistencia-les que realicen este tipo operaciones, en especial a las medidas propuestas para los hbitos saludables y el de diseo del puesto de trabajo.

    27

  • 5. MATERIAL Y MTODOS

  • 5.1 Metodologa de trabajo

    5.1.1 FASE DE IDENTIFICACIN DE LOS FACTORES DE RIESGO

    Mediante el uso de diferentes metodologas de trabajo se ha procurado recoger tanto la percepcin del profesional sobre el riesgo y sus consecuencias sobre su estado de salud, como la visin tcnica, re-copilada a travs de visitas y filmaciones durante las intervenciones.

    En el hospital de la Vall dHebron se llevaron a cabo:

    Reuniones con los responsables de quirfano para explicarles el proyecto: - Se realiz una entrevista con la Dra. Ca-

    nela, jefa del Servicio de Ciruga Torcica del Hospital Universitari de la Vall dHe-bron, para explicar el proyecto y solicitar su ayuda y permiso para realizar las gra-baciones necesarias para su anlisis pos-terior. La Dra. Canela nos permiti asistir al final de una reunin del equipo de ci-rujanos para exponerles tambin a todos ellos el objetivo del trabajo y explicarles el contenido del cuestionario para que lo contestaran.

    - Se realiz tambin una entrevista con el Dr. Charco, jefe del Servicio de Ciruga Hepatobiliopancretica (HBP) y Tras-plantes del Hospital Universitari de la Vall dHebron, para explicar el proyecto y poder pasar los cuestionarios a los ci-rujanos del servicio.

    - Finalmente se entrevist a la Sra. Car-men Valls, coordinadora de enfermera de la Direccin de Planificacin y Eva-luacin de Trasplantes de rganos y teji-dos, en la que explic detalladamente cmo funciona toda la gestin de un trasplante y nos puso en contacto con las enfermeras instrumentistas y circulantes para que pudiramos explicarles el obje-tivo del estudio y proporcionarles el cuestionario.

    Charla informativa a los diferentes profesio-nales que participan en una intervencin de larga duracin.

    Explicacin del Checklist especfico para cap-tar la percepcin del riesgo de los diferentes profesionales, de su estado de salud y de sus hbitos saludables. (Anexo A).

    Encuesta de incomodidad fsica para detec-tar las zonas corporales que acumulan ms fatiga fsica y, por tanto, donde se localizan las repercusiones a nivel musculoesquel-tico.

    Filmaciones mediante vdeo de dos trasplan-tes de larga duracin en el Hospital Univer- sitari de Bellvitge y en el Hospital Universitari de la Vall dHebron.

    En el hospital de Bellvitge: En abril de 2010 se realiz una reunin for-

    mal con el Dr. Salvador Gil-Vernet, director del Programa de Trasplantes del Hospital Universitario de Bellvitge, para presentarle el proyecto y contar con su aprobacin. Una vez finalizada esta reunin, nos emplaz a asistir a una reunin del equipo de trasplantes para explicar el proyecto y poder repartir los cues-tionarios de recogida de informacin previa. Dichos cuestionarios se elaboraron con la fi-nalidad de conocer mejor y ms ampliamente los hbitos de trabajo de los profesionales; y para ello constaban de dos partes diferencia-das: una primera parte en la que se pregun-taba sobre el tipo de intervenciones en las que participaban (trasplante orgnico o mul-tiorgnico), duracin, turnos de trabajo, an-tigedad en la empresa, antigedad en el puesto de trabajo, categora profesional, edad y sexo, etc. y una segunda parte ya centrada en las mismas operaciones de trasplantes donde se preguntaba sobre la duracin de estas, tareas ms penosas desde el punto de vista ergonmico, percepcin de la dureza f-sica de su tarea, valoracin y localizacin de molestias musculares, etc.

    31

  • Finalmente, y dada la dificultad para agrupar a todos los profesionales en reunin, se deci-di entregar los cuestionarios al personal de enfermera, por un lado, y al mdico, por otro. La Sra. Marta Pags, adjunta de enfer-mera responsable del bloque quirrgico, organiz dos reuniones a primera hora de la maana para poder explicar el proyecto y en-tregar los cuestionarios al personal de enfermera. Una vez entregados, se estableci un periodo mximo de 15 das para devolvr-selo contestado a la adjunta. Para poder en-tregarlo al personal facultativo, se entreg a la secretara del bloque quirrgico, anestesis-tas y al Dr. Joan Torras, jefe de Seccin de Ne-frologa, y al igual que con el personal de enfermera, se acord un plazo de 15 das para rellenarlo y devolverlo a la secretara.

    Cuando ya se entregaron todos los cuestio-narios, nos pusimos en contacto con la Dra. Eva Oliver, coordinadora hospitalaria de trasplantes, para ultimar detalles e infor-marle de cmo localizarnos en caso de una operacin para poder asistir a filmarla. Por indicaciones del Dr. Gil-Vernet, se decidi que nos avisaran cuando hubiera un tras-plante de hgado, debido a su complejidad y larga duracin. Se pact con la Dra. Oliver que podramos entrar tres tcnicos de pre-vencin de riesgos laborales con tres cmaras y filmar toda la intervencin desde distintos ngulos, para despus poder analizar las imgenes con los mtodos descritos ms abajo.

    5.1.2 FASE DE ANLISIS

    Para la valoracin y anlisis de la carga fsica se ha buscado utilizar diferentes herramientas y m-todos de evaluacin, de forma que se pudieran comparar los resultados obtenidos a partir de la aplicacin del mtodo Ergo-IBV (mdulo de pos-turas forzadas), mtodo REBA (Rapid Entire Body Assessment), Determinacin del Consumo Meta-blico y la aplicacin de la UNE-EN 1005-4 (Eva-luacin de las posturas y movimientos de trabajo en relacin con las mquinas).

    El hecho de utilizar diferentes metodologas para cuantificar la magnitud del riesgo ha permitido analizar con mayor detalle la complejidad de una operacin y recoger los datos sobre las postu-ras adoptadas por los diferentes profesionales, a pesar de las particularidades de las tareas indivi-dualizadas durante la intervencin.

    Para hacer el anlisis nos hemos centrado en los periodos que comprenden desde el inicio de la in-tervencin hasta el cierre del campo quirrgico; no

    -

    -

    -

    se tienen en cuenta el lavado prequirrgico ni los pasos previos de colocacin y disposicin del ma-terial quirrgico.

    Programa informtico Ergo-IBV (mdulos de posturas forzadas):

    Este mtodo parte de la observacin directa del lugar de trabajo, considerando las diferentes varia-bles y permite determinar si un puesto de trabajo es ergonmicamente aceptable o no.

    Con el anlisis por medio del programa infor-mtico Ergo-IBV del Instituto de Biomecnica de Valencia se puede conocer la frecuencia con que se repite un nivel de riesgo durante toda la intervencin.

    Desde el punto de vista de posturas forzadas, las variables que se tienen en cuenta son:

    Postura de la espalda: Recta. Inclinada. Girada. Inclinada y girada. Posicin de los brazos: Ambos brazos por debajo del hombro. Un brazo por encima del hombro. Ambos brazos por encima del hombro. Postura de las piernas: Sentado. De pie, piernas rectas. De pie, con una pierna recta. De pie, rodillas flexionadas. De pie, con una pierna flexionada. De rodillas, con una o dos piernas. Caminando. Fuerza realizada: Menor o igual a 10 kg. Entre 10 y 20 kg. Mayor de 20 Kg. En base a estas variables, obtenemos cuatro ni-

    veles de accin o intervencin ergonmica: Nivel 1: Posturas que se consideran norma

    les, sin riesgo de lesiones musculoesquelti-cas y en las que no es necesaria ninguna accin.

    Nivel 2: Posturas con ligero riesgo de lesin musculoesqueltica sobre las que se precisa una modificacin, aunque no inmediata.

    Nivel 3: Posturas de trabajo con riesgo alto de lesin. Es necesario modificar el mtodo de trabajo tan pronto como sea posible.

    Nivel 4: Posturas con un riesgo extremo de lesin musculoesquelticas. Hay que tomar medidas correctoras de forma inmediata.

    Mtodo REBA: El mtodo REBA (Rapid Entire Body Assess-

    ment) ha sido desarrollado por Hignett, Sue y McAtamney, Lynn y avalado por el Instituto Na-cional de Seguridad e Higiene en el Trabajo para estimar el riesgo de sufrir molestias corporales re-

    -

    -

    32

  • METODOLOGA DE TRABAJO

    lacionadas con el trabajo. Combina los movimien-tos repetitivos y las posturas forzadas del trabaja-dor, junto con la manipulacin de cargas,analizando la repercusin sobre la carga fsica de la manipulacin de cargas.

    El mtodo establece dos grupos de partes del cuerpo. El grupo A tiene un total de 60 combina-ciones posturales de tronco, cuello y piernas.

    La puntuacin obtenida de la tabla A est com-prendida entre 1 y 9, a cuyo valor hay que aadir la puntuacin resultante de la carga / fuerza, com-prendida entre 1 y 3.

    El grupo B tiene un total de 36 combinaciones posturales para la parte superior de brazo, ante-brazo y mueca. La puntuacin final de este grupo, tal y como se recoge en la tabla B, se encuentra entre 0 y 9; a este resultado, hay que aadir el ob-tenido de la tabla de sujecin, es decir, de 0 a 3 pun-tos.

    Los resultados A y B se combinan en la tabla C para dar un total de 144 posibles combinaciones y, finalmente, se aade la puntuacin de la actividad.

    Con ello, se llega al resultado final, que indicar el nivel de riesgo y el nivel de accin.

    La puntuacin que hace referencia a la activi-dad (+1) se aade cuando:

    una o ms partes del cuerpo estn permanen- temente estticas: por ejemplo, sostenidas durante ms de un minuto;

    se dan repeticiones cortas de una tarea: por ejemplo, ms de cuatro veces por minuto (queda excluido el andar);

    ocurren acciones que causan grandes y rpi-dos cambios posturales;

    la postura es inestable. A las 144 combinaciones posturales finales hay

    que sumar las puntuaciones correspondientes al concepto de puntuaciones de carga y a las activi-dades, lo que nos dar la puntuacin final, que es-tar comprendida entre 1 y 15, e indicar el riesgo que supone desarrollar el tipo de tarea analizado y los niveles de accin necesarios en cada caso.

    En base a estas variables, obtenemos cinco cate-goras de accin o intervencin ergonmica:

    Nivel de accin Puntuacin Nivel de riesgo Intervencin y posterior anlisis

    0 1 Inapreciable No necesario

    1 2-3 Bajo Puede ser necesario

    2 4-7 Medio Necesario

    3 8-10 Alto Necesario Pronto

    4 11-15 Muy alto Actuacin inmediata

    UNE-EN 1005-4: 2007 Parte 4: Evaluacin del riesgo por manipulacin repetitiva de alta frecuencia.

    El mtodo propuesto por esta norma realiza evaluaciones de manera independientes de las di-ferentes partes superiores del cuerpo y de las dos extremidades superiores. El resultado se expresa en funcin de la zona del cuerpo analizada.

    Para evaluar los riesgos derivados de las postu-ras corporales en el trabajo, se evala cada zona o segmento del cuerpo con requerimientos significa-tivos en el trabajo. Las zonas o segmentos corporales a analizar son:

    Tronco Cabeza y cuello Brazos Otras partes del cuerpo Determinacin del Consumo metablico:

    -

    El consumo metablico son las caloras consu-midas a lo largo de la jornada, datos referentes a esfuerzo fsico que complementan el anlisis pos-tural. Se ha analizado a partir de los componentes de la actividad y de los componentes posturales.

    5.1.3 FASE DE PROPUESTAS DE MEDIDAS PREVENTIVAS Y REDISEO

    Para finalizar, y tras evaluar todos los factores de riesgo y conocer los hbitos saludables de los trabajadores, se propondr un conjunto de medi-das preventivas que permitan reducir el riesgo er-gonmico en nuestros profesionales.

    33

  • 5.2. Descripcin de los equipos

    Para grabar las intervenciones quirrgicas se uti-lizaron tres cmaras de filmacin: Cmara SONY Handycam SR58E, Cmara SONY Handycam HDR CX130 Videocmara JVC GZ-HD440BEUM Una memoria externa extra de 16 GB. Dos trpodes, que permitieron tener siempre

    dos puntos de grabacin fijos y no tener que ocupar un espacio dentro de los quirfanos.

    Una batera de repuesto, ya que las intervenciones duraban mucho ms que la autonoma de las bateras.

    -

    35

  • 5.3 Descripcin del proceso de grabacin

    Para poder registrar los trasplantes de hgado y de pulmn, el equipo de ergonoma se puso en contacto con los coordinadores de trasplante de cada hospital. El personal de coordinacin explic cmo se organizan para avisar en caso de tras-plante y a lo largo de los meses de enero, febrero y marzo de 2011, dispusieron de los telfonos del equipo para avisar en el momento en que se fuera a realizar un trasplante.

    El primer trasplante registrado se hizo en el Hospital Universitari de la Vall dHebrn. El per-sonal de coordinacin de trasplantes se puso en contacto con el equipo de ergnomos el jueves 10 de febrero de 2011, a las 22:45 h (aunque la inter-vencin estaba prevista para las 00 h de la noche, y el trabajo de coordinacin haba comenzado mu-chas horas antes). Se trataba de un trasplante de pulmn en un hombre de mediana edad. El pul-mn provena del Hospital Reina Sofa de Cr-doba.

    La intervencin se realiz en el quirfano de la 6 planta del Hospital General de la Vall dHe-brn. Se pudo utilizar la sala de descanso para cargar las bateras de repuesto de las cmaras, ya

    que la intervencin dur nueve horas, aproxima-damente.

    La primera actividad que se desarroll en el quirfano fue la de enfermera. La enfermera cir-culante abra las cajas de material provenientes de esterilizacin y la instrumentista preparaba los dos campos estriles.

    Una vez el equipo de trasplante estuvo insta-lado en el quirfano (dos anestesistas, dos ciruja-nos, una instrumentista, una enfermera circulante, una perfusionista y una auxiliar), y siempre tra-tando de no molestar con el cableado el desplaza-miento de la circulante, del auxiliar y del resto de personas, se colocaron dos cmaras fijas sobre tr-podes para obtener la mejor imagen posible, tanto de la instrumentista como de la cirujana (aquella que nos permitiera valorar las posturas forzadas de tronco, cuello y extremidades superiores). La ter-cera cmara no estaba fija, lo que permiti tomar planos diferentes a los de las cmaras fijas para completar las filmaciones.

    La temperatura de la sala era de 16 C. La disposicin dentro del quirfano era la si-

    guiente:

    37

  • Se observ que la mesa de ciruga tena la posi-bilidad de regularse pero con un tope, lo que pro-vocaba que la cirujana trabajase de puntillas mucho tiempo, a pesar de disponer de una banqueta de 20 cm de altura.

    La instrumentista trabajaba sobre una banqueta y muy a menudo se pona de puntillas.

    Tanto la circulante como la perfusionista dispo-nan de taburetes para sentarse.

    El movimiento dentro del quirfano era difcil, debido al gran volumen de aparatos existente (equipo de perfusin, monitores de oxgeno, las dos tablas de instrumental que utiliza la enfermera circulante, mesa de medicacin, los equipos de anestesia....)

    La instrumentista trabajaba con dos mesas a al-turas diferentes:

    Una mesa que le llegaba a medio antebrazo, colocada encima del paciente.

    Una mesa al lado derecho que le llegaba por encima de la cintura.

    La cirujana que realizaba la intervencin traba-jaba en el lado del pulmn intervenido y el otro ci-rujano en el lado opuesto. La extraccin dur tres

    horas, la implantacin, tres horas ms y el cierre, tres horas. No hubo rotacin de personal.

    El segundo trasplante se registr en los quir-fanos de la planta 1 del Hospital Universitari de Bellvitge, el 9 de marzo de 2011. El personal de co-ordinacin avis al equipo de ergnomas el da 8 de marzo a las 22 h para un trasplante a las 9 h de maana pero que no se pudo realizar hasta las 14 h del da 10 de marzo de 2011.

    Se trataba de un trasplante domin: a media noche se haba producido un primer trasplante. El primer receptor tena una enfermedad autoinmune que haca que rechazase su hgado, que, en cambio, s era compatible con el segundo receptor, el de las 14 h. Por tanto, el equipo de enfermera llevaba tra-bajando desde la maana del da anterior. Uno de los cirujanos intervino en el primer trasplante y otro entr a las 8 h de la maana.

    El equipo de trasplante lo formaban dos ciruja-nos y un residente, una instrumentista, una circu-lante y dos anestesistas.

    Una vez el equipo instalado, se colocaron tam-bin dos cmaras fijas sobre trpodes.

    La disposicin era la siguiente:

    38

  • DESCRIPCIN DEL PROCESO DE GRABACIN

    La instrumentista tena dos campos estriles co-locados en ngulo recto:

    Uno ms alto situado sobre las piernas del paciente y a su izquierda a 134 cm.

    El otro, ms bajo, a su lado. La instrumentista trabajaba sobre una banqueta

    de 22 cm junto a uno de los cirujanos, que estaba a su derecha mientras que, opuesto a l, se encontra-ban el otro cirujano y el residente.

    La mesa de quirfano la regulaba el cirujano y a lo largo de la intervencin cambi su posicin, de lado contrario a Trendelenburg.

    A lo largo de la intervencin, que dur unas ocho horas, se produjo rotacin en el puesto de trabajo de la instrumentista y tambin entre los cirujanos. Pa-sadas las 15 h, la instrumentista fue sustituida por una compaera que sala de trabajar en otro quir-fano, y hacia las 18:40 h esta fue sustituida por otra compaera que tambin estaba trabajando desde la maana, aunque no como instrumentista. La extrac-cin la realiz el cirujano que haba intervenido en el primer trasplante y la implantacin y cierre, el otro. La residente no cambi.

    La extraccin dur tres horas, la implantacin, dos horas y el cierre, tres horas.

    39

  • 6. RESULTADOS

  • 6.1 Anlisis de los resultados del cuestionario. Descripcin del grupo estudiado

    6.1.1. DESCRIPCIN DE LAS CARACTERSTICAS GENERALES

    En total se han contestado 102 cuestionarios (N=102). De estos 102 profesionales que han res-pondido, 72 son mujeres (70,6%) y 30 son hombres (29,4%). (Ver Figura 2).

    El grupo de edad prevalente es de 45-55 aos, representado por un 72%, seguido del grupo de 35-45 aos (24,5%).

    La antigedad media en el puesto de trabajo de este colectivo es de de 22 aos.

    De todos ellos, un 86,3% son diestros (N = 88) frente a un 13,7% (N = 14) que utilizan la mano iz-quierda para desarrollar sus tareas. (Ver Figura 3).

    Todos los profesionales que intervienen en el es-tudio pertenecen a los Servicios de Trasplantes de los hospitales universitarios de Bellvitge y de la Vall dHebron.

    Los puestos de trabajo que ocupan son: DUE (Diplomado universitario en enferme-

    ra), con 40 respuestas 40,2% (N = 41). Facultativo, un 24, 5% (N = 25). Perfusionistas, un 10, 8% (N = 11). Auxiliar de enfermera, un 10, 8% (N = 11). Instrumentista, con 14 respuestas, que equi-

    valen a un 13, 7%. Desarrollan la jornada mayoritariamente en el

    turno de trabajo de la maana (57,6%), mientras que un 15,2% realizan su labor durante la noche y

    FIGURA 2. Distribucin segn sexo

    FIGURA 3. Distribucin de diestros y zurdos

    43

  • FIGURA 4. Distribucin segn categora profesional

    FIGURA 5. Distribucin por turnos

    FIGURA 6. Distribucin de las intervenciones segn turnos

    FIGURA 7. Distribucin segn tipo de trasplantes

    un 13,1% trabajan en el turno de tarde. Un 10,1% trabaja en jornada partida (maana y

    tarde) y un 4% realiza su labor durante la tarde y la noche.

    Segn el 38,2% de los profesionales encuesta-dos, las intervenciones se producen mayoritaria-mente durante la noche y segn el 60, 8% en otros momentos.

    Una gran parte de estos profesionales (40,2%) participan en ambos tipos de trasplante (orgnico y multiorgnico). El 37,3% trabaja nicamente en trasplantes de un solo rgano y un 22,5%, sola-mente en intervenciones multiorgnicas.

    El 77,8% manifiesta prestar servicios en tras-plantes con una frecuencia semanal y el 21% inter-viene mensualmente, es decir, no son llamados

    44

  • ANLISIS DE LOS RESULTADOS DEL CUESTIONARIO. DESCRIPCIN DEL GRUPO ESTUDIADO

    FIGURA 8. Duracin de las intervenciones

    FIGURA 9. Actividad fsica de los profesionales

    FIGURA 10. Distribucin segn hbito tabquico

    FIGURA 11. Nmero de cigarrillos / da

    para intervenciones de trasplantes cada semana. En este sentido, de los profesionales que son llamados cada semana, una gran parte de la poblacin estu-diada (89,1%) establece un orden de entre 2-3 ope-raciones por semana mientras que el 10,9% afirma participar en una intervencin semanal.

    La duracin de estas intervenciones es de ms de 8 horas para el 61,8%, mientras que para el 35,3% se prolongan entre 6 y 8 horas.

    6.1.2. DESCRIPCIN DE LOS HBITOS SALUDABLES

    El 73,3% de los profesionales que han partici-pado en el estudio realizan actividad fsica frente al 26,7% que no lo hace. De manera preferente, practican deporte dos veces por semana como m-nimo.

    El hbito tabquico est presente en el 24,5% de la poblacin encuestada: de este porcentaje, el 65,4% fuma de 10 a 19 cigarrillos / da y el 30,8% consume menos de 5 cigarrillos / da.

    45

  • FIGURA 12. Horas de descanso de los profesionales

    FIGURA 13. Nmero de comidas al da

    FIGURA 14. Percepcin del estado de salud

    En cuanto al descanso, el 46,1% de los encues-tados duerme 7 horas / da aproximadamente, y el 26,5% duerme 6 horas aproximadamente. Slo un 16,7% del grupo duerme 8 horas cada da y el 9, 8% llega a dormir ms de 8 horas. El 57,8% valora la calidad de su descanso como regular y el 19,6% como buena. Un 21,6% opina que duerme mal.

    En referencia a los hbitos alimenticios, el 35,6% realiza dos comidas por da y el 36,6% come tres veces. El 15,8% come 4 veces. Como extremos, el 7,9% ingiere alimentos ms de cinco veces y el 4% slo se alimenta una vez en todo el da.

    En esta lnea, el 33,7% de los profesionales cali-fican su alimentacin como buena o muy buena y el 55,4% como regular.

    Los alimentos que toman son variados (ver-dura, carne, pescado, ensalada) segn el 100% de los encuestados; un 80% come platos grandes y, en cambio, un 20% consume cantidades pequeas. El

    93% afirma que incluye mucha fruta en su alimen-tacin.

    Respecto a la alimentacin durante las interven- ciones de larga duracin, el 100% afirma que come a deshoras (cuando la intervencin lo permite) e in-giere bocadillos o cualquier tipo de comida rpida.

    6.1.3 PERCEPCIN DEL ESTADO DE SALUD DE LOS PROFESIONALES

    De los resultados extrados, se observa que el 46% percibe su estado de salud como muy bueno y 52% valora su estado de salud como bueno. Slo un 1% opina que su estado de salud es excelente y otro 1% lo valora como regular.

    En cuanto al estado tensional, el 19,6% se en-cuentra muchas veces cargado y en tensin y el

    46

  • ANLISIS DE LOS RESULTADOS DEL CUESTIONARIO. DESCRIPCIN DEL GRUPO ESTUDIADO

    FIGURA 15. Percepcin del estado de tensin

    FIGURA 16. No dormir bien

    FIGURA 17. Dolor de cabeza en los profesionales

    FIGURA 18. Dificultad de concentracin

    39,2% se ha sentido a menudo en la misma situa-cin. Frente estos datos, el 33,3% slo alguna vez sufre estados de tensin.

    El 66,7% afirma no dormir bien slo alguna vez y el 20,6% descansa, a menudo, mal.

    El dolor de cabeza aparece en los profesionales encuestados mayoritariamente (63,7%) slo alguna

    vez y en un 19,6% a menudo. El 15,7% no lo sufre nunca.

    Las dificultades de concentracin son espordi-cas en el personal encuestado, pues un 84,3% ma-nifiesta que slo alguna vez le cuesta concentrarse y el 15,7% afirma que nunca se encuentra en esta situacin.

    47

  • FIGURA 19. Dificultad para tomar decisiones

    FIGURA 20. Desnimo de los profesionales

    Una situacin muy similar ocurre con las difi-cultades para tomar decisiones ya que el 52,9% afirma que slo en alguna ocasin se ha encontrado con dificultad para decidir y el 44,1% nunca ha te-nido esta dificultad.

    Respecto al desnimo, el 11,8% afirma sentirse muchas veces desanimado, el 28,4% a menudo, el 47,1% slo alguna vez y el 12,7% nunca.

    Se ha querido profundizar en la influencia de unos buenos hbitos saludables en la percepcin del estado de salud y se han obtenido los siguientes resultados: las personas que realizan actividad f-sica tienen una percepcin muy buena (50%) o buena (47,3%) de su salud. La gente que duerme mal slo alguna vez percibe su salud como muy buena (50%) o buena (48,5%).

    Otro dato significativo nos muestra que los pro-fesionales no fumadores perciben, en mayor pro-porcin, su estado de salud como muy bueno (44,2%) o bueno (54,5%).

    Para finalizar este apartado podemos afirmar que a menor frecuencia de intervenciones, mejor estado de salud, segn la percepcin de los traba-jadores.

    6.1.4. DESCRIPCIN DE LAS MOLESTIAS A NIVEL MUSCULOESQUELTICO

    En este apartado, el primer punto evaluado ha sido la percepcin de los profesionales del esfuerzo a realizar durante las intervenciones de trasplantes por medio de la escala de percepcin del esfuerzo de Borg.

    Los resultados muestran que el 48% percibe que deben realizar un esfuerzo un poco duro (valores entre 13 y 14 de la Escala de Borg). Un 28,4 consi-dera que el esfuerzo que realizan es duro-pesado, representado por los valores 15 y 16 de la Escala. Para finalizar, un 16,7% valora el esfuerzo realizado como ligero (valores 11 y 12 de la Escala).

    Esta escala de percepcin del esfuerzo se ha es-tudiado, igualmente, segn los puestos de trabajo analizados:

    La plantilla de enfermera valora el esfuerzo a realizar como esfuerzo un poco duro (63,4%) o esfuerzo duro (31,7%).

    El equipo de cirujanos opina que el esfuerzo que realizan durante este tipo de intervencio- nes es, para un 32%, un poco duro y para el 44%, un esfuerzo duro.

    Respecto a los perfusionistas, el 90,9% opina que realizan un esfuerzo ligero durante el transcurso de la intervencin.

    El 54,55% del personal auxiliar de enfermera lo valora como esfuerzo un poco duro y el 36,4% como ligero.

    El 57,1% de las instrumentistas percibe el es-fuerzo realizado como un poco duro y el 28,6% de las mismas como duro-pesado.

    Un 50% de los profesionales opina que las ta-reas ms penosas se realizan en la fase de implan-tacin, mientras que el 44% cree que se dan tanto en la extraccin como en la implantacin del r-gano. Estas tareas ms duras, el 41% las realiza entre 2 y 4 veces durante toda la intervencin, mientras que el 38% opina que se suceden conti-nuamente.

    48

  • ANLISIS DE LOS RESULTADOS DEL CUESTIONARIO. DESCRIPCIN DEL GRUPO ESTUDIADO

    FIGURA 21. Resultados de la percepcin del Esfuerzo segn Escala de Borg

    FIGURA 22. Presencia de molestias cervicales

    FIGURA 23. Presencia de molestias lumbares

    Respecto a las molestias en las diferentes partes del cuerpo, lumbares, cervicales, hombros y pies han sido las partes peor valoradas.

    En cuanto a las cervicales, un 42,4% afirma tener molestias moderadas y un 14,1% percibe el dolor como intenso.

    A nivel lumbar, el 39,4% tiene un dolor mode-rado, el 16,2%, intenso y el 19,2%, ligero.

    En los hombros, un 7,8% sufre un nivel intenso de molestias y el 20,6%, tiene un dolor moderado.

    49

  • FIGURA 24. Presencia de molestias en los hombros

    FIGURA 25. Presencia de molestias en los pies

    FIGURA 26. Presencia de molestias en las dorsales

    FIGURA 27. Presencia de molestias en las manos

    Los pies son otro foco importante de molestia en los profesionales, ya que el 23% los ha puntuado con un valor moderado.

    El 18,4% de profesionales tiene molestias mode-radas en las dorsales y un 2% siente molestias de forma intensa.

    En cuanto a los codos, el 98% no tiene ningn tipo de molestia mientras interviene. Igualmente,

    el 87,9% tampoco tiene molestias en las manos. Asimismo, el 73% no tiene ninguna molestia en

    las rodillas, pero, en cambio, s hay un 13% que sufre molestias en esta zona de forma moderada.

    El 63,6% opina que todo este dolor, tiene una mayor incidencia despus de las operaciones mien-tras que el 28,3% sufre el dolor durante y despus de las intervenciones.

    50

  • ANLISIS DE LOS RESULTADOS DEL CUESTIONARIO. DESCRIPCIN DEL GRUPO ESTUDIADO

    FIGURA 28. Presencia de molestias en las rodillas

    FIGURA 29. Presencia de dolor

    FIGURA 30. Distribucin de molestias en las cervicales con relacin al puesto de trabajo

    Se ha estimado interesante estudiar la distribu-cin de molestias en diferentes partes del cuerpo segn el puesto de trabajo. Las cervicales han sido la regin anatmica peor calificada por los diferen-tes puestos. Un 48,8% de la plantilla de enfermera sufre dolor moderado en esta zona, un 60% del equipo de auxiliares de enfermera ha puntuado con un valor intenso las molestias de cervicales y el 92,9% de los instrumentistas tienen, igualmente,

    dolor moderado. Del personal mdico, el 21,7% va-lora las molestias como moderadas.

    A nivel lumbar se aprecian molestias modera-das. El 58,5% de la plantilla de enfermera tiene molestias moderadas y el 20,8% de los cirujanos tambin las sufre en este grado, as como el 71,4% de las instrumentistas.

    51

  • FIGURA 31. Distribucin de molestias en las lumbares con relacin al puesto de trabajo

    FIGURA 32. Distribucin de molestias en los hombros con relacin al puesto de trabajo

    Los hombros tambin son fuente de malestar en estos profesionales, aunque no en un grado tan ele-vado. El personal de enfermera los ha puntuado con valores de moderado (17,1%) y ligero (29,3%). Un 63'6% del equipo de auxiliares de enfermera sufre dolor moderado y un 27,3%, intenso. En

    cuanto a los instrumentistas, el 35,7% tiene molestias ligeras, el 28,6%, moderadas y el 28,6%, intensas.

    Un 50% de los Instrumentistas tiene un dolor moderado a nivel dorsal. El 52,2% de los cirujanos dice no padecer ninguna molestia y el 17,4% mo-lestias moderadas.

    52

  • ANLISIS DE LOS RESULTADOS DEL CUESTIONARIO. DESCRIPCIN DEL GRUPO ESTUDIADO

    FIGURA 33. Distribucin de molestias en las dorsales con relacin al puesto de trabajo

    FIGURA 34. Distribucin de molestias en las manos con relacin al puesto de trabajo

    FIGURA 35. Das de baja laboral

    En cuanto a las manos, el 50% de las personas que tienen molestias son cirujanos.

    Para finalizar, en codos y rodillas no se obser-van valores significativos de molestias.

    El 79% de los encuestados no ha estado de baja por tener dolor o molestias musculoesquelticas durante el ltimo ao y el 15% ha estado entre 1 y 7 das de baja.

    53

  • En este sentido, cabe sealar que el 62,9% no tiene diagnosticada ninguna patologa musculoes-quelticas y a un 37,1% s se le ha diagnosticado al-guna.

    Las tablas correspondientes a todos estos resul-tados se pueden consultar en el anexo B.

    FIGURA 36. Diagnstico de enfermedades musculoesquelticas

    54

  • 6.2. Resumen de los resultados de las filmaciones

    Los puestos evaluados son: cirujano 1, cirujano e instrumentista. Las diferentes fases de trabajo contempladas son tres: extraccin del rgano, im-plantacin del rgano y cierre de la intervencin.

    Se ha evaluado un total de 2.820 posturas por

    medio del mdulo de posturas forzadas del pro-grama Ergo-IBV (Ver Tabla 1). De estas 2.820 pos-turas, 927 corresponden a los cirujanos 1, 297 a los cirujanos y 1.596 a las instrumentistas.

    TABLA 1. Evaluacin posturas forzadas

    Pulmn HUVH Hgado HUB

    Nivel 1

    Nivel 2

    Nivel 3

    Nivel 4 Total

    Nivel 1

    Nivel 2

    Nivel 3

    Nivel 4 Total

    Extraccin

    Instrumentista 114 77,6% 29

    19,7% 3

    2,0% 1

    0,7% 147

    100% 343

    82,5% 69

    16,6% 3

    0,7% 1

    0,2% 416

    100%

    Cirujano 1 29 24,0% 7

    5,8% 19

    15,7% 66

    54,5% 121

    100% 45

    33,6% 9

    6,7% 10

    7,5% 70

    52,2% 134

    100%

    Cirujano 2 18 25,7% 37

    52,9% 15

    21,4% 0

    0,0% 70

    100% 42

    56,8% 12

    16,2% 8

    10,8% 12

    16,2% 74

    100%

    Implantacin

    Instrumentista 100 73,0% 33

    24,1% 4

    2,9% 0

    0,0% 137

    100% 631

    87,4% 91

    12,6% 0

    0,0% 0

    0,0% 722

    100%

    Cirujano 1 73 31,7% 64

    27,8% 18

    7,8% 75

    32,6% 230

    100% 48

    19,4 73

    29,4% 38

    15,3% 89

    35,9% 248

    100%

    Cirujano 2 12 17,4% 22

    31,9% 32

    46,4% 3

    4,3% 69

    100% 24

    28,6% 49

    58,3% 11

    13,1% 0

    0,0% 84

    100%

    Cierre

    Instrumentista 14 77,8% 4

    22,2% 0

    0,0% 0

    0,0% 18

    100% 152

    97,4% 3

    1,9% 1

    0,6% 0

    0,0% 156

    100%

    Cirujano 1 29 29,6% 26

    26,5% 21

    21,4% 22

    22,4% 98

    100% 24

    25,8% 26

    28,0% 21

    22,6% 22

    23,7% 93

    100%

    Cirujano 2 42 52,5% 38

    47,5% 0

    0,0% 0

    0,0% 80

    100% 35

    45,5% 42

    54,5% 0

    0,0% 0

    0,0% 77

    100% 431

    44,4% 260

    26,8% 112

    11,5% 167

    17,2% 970

    100% 1344

    67,1% 374

    18,7% 92

    4,6% 194

    9,7% 2004 100%

    TABLA 2. Resultados globales con el mtodo Ergo-IBV

    NIVEL 1 Posturas que se pueden considerar normales, sin riesgo de lesiones msculo esquelticas. No es necesario intervenir.

    NIVEL 2 Posturas con riesgo bajo de lesin musculoesqueltica. Se requiere intervenir pero no de forma inmediata.

    NIVEL 3 Posturas con riesgo alto de lesin. Se requiere intervenir tan pronto como sea posible.

    NIVEL 4 Posturas con riesgo extremo de lesin. Se requiere intervencin inmediata.

    55

  • FIGURA 37. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV para el trasplante de pulmn

    FIGURA 38. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV para el trasplante de de hgado

    De los resultados del anlisis de las filmaciones con el mdulo de posturas forzadas del mtodo Ergo-IBV se desprende que las posturas de los ciru-janos 1 se encuentran clasificadas, de manera signi-ficativa y mayoritariamente, en el nivel 4 de riesgo. De este modo, de las 449 posturas evaluadas en el

    trasplante de pulmn, 163 pertenecen al nivel 4 de riesgo y de las 475 posturas del cirujano 1 del tras-plante de hgado, 184 tambin corresponden al nivel ms elevado de riesgo para la salud de los profesionales. El siguiente nivel de riesgo predomi-nante en los cirujanos 1 es el nivel 2 en ambos casos.

    FIGURA 39. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano 1.Trasplante de hgado. Extraccin

    56

  • RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LAS FILMACIONES

    FIGURA 40. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano 1. Trasplante de hgado. Implantacin

    FIGURA 41. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano 1. Trasplante de hgado. Cierre

    FIGURA 42. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano 1. Trasplante de pulmn. Extraccin

    57

  • FIGURA 43. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano 1. Trasplante de pulmn. Implantacin

    FIGURA 44. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano 1. Trasplante de pulmn. Cierre

    Respecto a los cirujanos, tanto en el trasplante de hgado como en el de pulmn las posturas for-zadas evaluadas se encuentran predominante-

    mente en el nivel 2, excepto en la fase de la extrac-cin, donde los valores predominantes se encuen-tran en nivel 1.

    FIGURA 45. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano. Trasplante de hgado. Extraccin

    FIGURA 46. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano. Trasplante de hgado. Implantacin

    58

  • RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LAS FILMACIONES

    FIGURA 47. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano. Trasplante de pulmn. Extraccin

    FIGURA 48 Resultados globales con mtodo Ergo-IBV por cirujano. Trasplante de pulmn. Implantacin

    Respecto a las instrumentistas, se han eva-luado 302 posturas en el trasplante de pulmn y 1.294 en el de hgado. En ambos casos el nivel de riesgo prevalente es el 1 (228 posturas en el tras-plante de pulmn y 1.126 en el de hgado). El nivel

    2 engloba la mayora del resto de las posturas. En nivel 3 de riesgo encontramos slo 7 posturas en el trasplante de pulmn y 4 en el de hgado y en el nivel 4 hay slo una postura en los dos tipos de trasplantes.

    FIGURA 49. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV para instrumentistas. Trasplante de hgado. Extraccin

    FIGURA 50. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV para instrumentistas. Trasplante de hgado. Implantacin

    59

  • FIGURA 51. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV para instrumentistas. Trasplante de hgado. Cierre

    FIGURA 52. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV para instrumentistas. Trasplante de pulmn. Extraccin

    FIGURA 53. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV para instrumentistas. Trasplante de pulmn. Implantacin

    FIGURA 54. Resultados globales con mtodo Ergo-IBV para instrumentistas. Trasplante de pulmn. Cierre

    Por medio del mtodo REBA se han evaluado 15 posturas para cada puesto de trabajo incluido en este estudio, analizndose 5 posturas por cada fase de intervencin: extraccin de rgano, implan-tacin de rgano y cierre. Estas mismas posturas las hemos analizado posteriormente con la Norma

    UNE-EN 1005-4 para ver si se cumplan sus crite-rios de aceptabilidad.

    De la evaluacin con el mtodo REBA, cabe des-tacar:

    Cirujanos 1: los niveles de riesgo obtenidos en la extraccin del rgano son medio y alto

    60

  • RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LAS FILMACIONES

    en todos los casos. Por tanto, la intervencin a nivel ergonmico es necesaria y en los casos de riesgo alto se requiere que se intervenga pronto.

    En la fase de implantacin del rgano, los ni-veles de riesgo resultantes del anlisis de imgenes son medios, altos y muy altos. Por lo tanto, se hace necesario tomar medidas co-rrectoras y en los casos de riesgos altos y muy

    TABLA 3. Resultados obtenidos por los cirujanos 1 con el mtodo REBA

    altos deberan tomarse de manera rpida e inmediata.

    Durante el cierre, el nivel de riesgo preva-lente es medio, requiere una intervencin, aunque no de manera inmediata. En una oca-sin, nos encontramos con una situacin de riesgo alto y, por lo tanto, habr que priori-zarla en la fase de ejecucin de medidas co-rrectoras.

    Pulmn Hgado

    Grupo A+B Grupo A+B

    Imagen 1 2 3

    Imagen 2 2 2

    EXTRACCIN Imagen 3 3 2

    Imagen 4 2 2

    Imagen 5 2 2

    Imagen 1 2 2

    Imagen 2 2 3

    IMPLANTACIN Imagen 3 2 2

    Imagen 4 2 2

    Imagen 5 3 2

    Imagen 1 2 2

    Imagen 2 2 2

    CIERRE Imagen 3 2 3

    Imagen 4 3 2

    Imagen 5 2 2

    FIGURA 55. Comparativa de resultados con el mtodo REBA

    Respecto a la evaluacin con la Norma UNE-EN 1005-4 se puede concluir:

    Cirujanos: A nivel de cabeza y cuello, predominante-

    mente, los cirujanos no tienen una lnea de visin aceptable segn la Norma UNE-EN. Este hecho se da en la mayora de imgenes visualizadas. As mismo, aunque de una ma-nera menos prevalente, se producen situacio-

    nes en que la flexin lateral y torsin del cue-llo no son aceptables. Con el mtodo REBA, los cirujanos siempre han tenido penalizacio-nes por torsin y / o lateralizacin del cuello, alejando la lnea de visin de la postura de confort.

    Respecto a los brazos, en numerosas ocasio-nes el brazo derecho de los cirujanos no cum-ple con los criterios de la norma de

    61

  • aceptabilidad en cuanto a la flexin y exten-sin del mismo. La abduccin, en la mayora de casos en que la metodologa REBA supone un riesgo alto y muy alto por los profesiona-les, se considera no aceptable por la Norma UNE-EN 1005-4.

    La flexin y extensin del tronco se da, en al-gunos casos, en parmetros de no aceptabili-dad, en especial en la fase de implantacin de rgano.

    FIGURA 56. Resultados con la Norma UNE-EN. Cirujano 1.Trasplante de pulmn

    FIGURA 57. Resultados con la Norma UNE-EN. Cirujano 1. Trasplante de hgado

    62

  • 63

    RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LAS FILMACIONES

    TABLA 4. Resultados obtenidos por los cirujanos 1 con Norma UNE-EN 1005-4

    Pulmn HUVH Hgado HUB

    Tronco BrazoCabeza y

    cuelloTronco Brazo Cabeza y cuello

    Tron

    co-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Tron

    co-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Tron

    co-t

    orsi

    n

    Braz

    o iz

    q.-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Braz

    o iz

    q.-a

    bduc

    cin

    Braz

    o de

    r.-Fl

    exi

    n /

    Exte

    nsi

    n

    Braz

    o de

    r.-ab

    ducc

    in

    Cue

    llo-l

    nea

    de

    visi

    n

    Cue

    llo-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Cue

    llo-t

    orsi

    n

    Tron

    co-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Tron

    co-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Tron

    co-t

    orsi

    n

    Braz

    o iz

    q.-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Braz

    o iz

    q.-a

    bduc

    cin

    Braz

    o de

    r.-Fl

    exi

    n /

    Exte

    nsi

    n

    Braz

    o de

    r.-ab

    ducc

    in

    Cue

    llo-l

    nea

    de

    visi

    n

    Cue

    llo-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Cue

    llo-t

    orsi

    n

    Extraccin

    Imagen 1 1 1 1 1 1 2 2 3 1 1 1 1 1 1 1 2 1 3 1 1

    Imagen 2 1 1 1 1 1 2 1 3 1 1 1 1 1 1 1 2 1 3 2 1

    Imagen 3 1 1 1 2 1 2 2 3 1 1 1 1 1 2 1 2 3 3 1 1

    Imagen 4 1 1 1 1 1 2 1 3 2 1 2 1 1 2 1 2 1 3 1 1

    Imagen 5 1 1 1 2 2 2 2 3 2 1 1 1 1 2 1 3 1 3 1 1

    Implantacin

    Imagen 1 1 1 1 1 1 2 2 3 1 1 1 1 1 2 1 2 2 3 1 1

    Imagen 2 1 1 3 1 1 1 1 3 1 1 2 1 1 1 1 2 1 3 1 1

    Imagen 3 1 1 3 2 1 2 2 3 1 1 1 1 3 2 1 2 2 3 1 1

    Imagen 4 1 1 1 1 1 2 1 3 1 1 1 1 3 3 1 3 1 3 1 1

    Imagen 5 1 1 1 2 1 2 1 3 1 1 1 1 3 3 1 2 1 3 2 1

    Cierre

    Imagen 1 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 1 1 1 2 1 1 1 3 1 1

    Imagen 2 1 3 1 2 1 3 1 3 2 1 2 3 3 2 3 2 1 3 2 1

    Imagen 3 1 1 3 2 1 2 1 3 2 1 1 1 1 2 1 1 1 3 1 1

    Imagen 4 1 1 1 2 1 2 3 3 1 1 2 3 1 1 1 1 1 3 1 1

    Imagen 5 2 1 1 1 1 2 1 3 1 1 1 3 1 2 1 1 1 3 2 1

    Cirujanos: los cirujanos del trasplante de pul-mn tienen un nivel de riesgo medio en todaslas imgenes excepto en una en la extracciny otra en la implantacin donde el riesgo es

    alto, segn la aplicacin del mtodo REBA.En el trasplante de hgado existe alguna oca-sin (tres imgenes de 10 visualizadas) enque el nivel de riesgo es alto.

  • 64

    TABLA 5. Resultados de los cirujanos segn mtodo REBA

    Pulmn Hgado

    Grupo A+B Grupo A+B

    Imagen 1 2 3

    Imagen 2 2 2

    Extraccin Imagen 3 3 2

    Imagen 4 2 2

    Imagen 5 2 2

    Imagen 1 2 2

    Imagen 2 2 3

    Implantacin Imagen 3 2 2

    Imagen 4 2 2

    Imagen 5 3 3

    FIGURA 58. Comparativa de resultados segn mtodo REBA. Cirujanos

    La evaluacin con la Norma UNE-EN 1005-4 delos cirujanos nos indica que:

    En el trasplante de pulmn todos los valoresson aceptables excepto los de la lnea de vi-sin, donde no se cumplen los criterios deaceptabilidad, salvo en dos situaciones, enque resulta aceptable con condiciones. La tor-sin del cuello en una ocasin no es aceptabley en dos es aceptable con condiciones. Res-pecto a los brazos, se ven afectados slo enuna ocasin, tanto el izquierdo (no aceptable)como el derecho (aceptable con condiciones),

    as como la abduccin del brazo izquierdo(aceptable con condiciones).

    En el trasplante de hgado, la lnea de visin,la flexin y la extensin de los brazos nocumplen los criterios de aceptabilidad enmuchas situaciones. La abduccin pocasveces es apta y siempre con la condicin deque no est el profesional expuesto a largosperodos de tiempo. As mismo, la torsin delcuello se ve limitada muchas veces a que nose mantenga durante largos perodos detiempo.

  • 65

    RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LAS FILMACIONES

    TABLA 6. Resultados del cirujano segn Norma UNE-EN

    Pulmn HUVH Hgado HUB

    Tronco BrazoCabeza y

    cuelloTronco Brazo Cabeza y cuello

    Tron

    co-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Tron

    co-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Tron

    co-t

    orsi

    n

    Braz

    o iz

    q.-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Braz

    o iz

    q.-a

    bduc

    cin

    Braz

    o de

    r.-Fl

    exi

    n /

    Exte

    nsi

    n

    Braz

    o de

    r.-ab

    ducc

    in

    Cue

    llo-l

    nea

    de

    visi

    n

    Cue

    llo-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Cue

    llo-t

    orsi

    n

    Tron

    co-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Tron

    co-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Tron

    co-t

    orsi

    n

    Braz

    o iz

    q.-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Braz

    o iz

    q.-a

    bduc

    cin

    Braz

    o de

    r.-Fl

    exi

    n /

    Exte

    nsi

    n

    Braz

    o de

    r.-ab

    ducc

    in

    Cue

    llo-l

    nea

    de

    visi

    n

    Cue

    llo-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Cue

    llo-t

    orsi

    n

    Extraccin

    Imagen 1 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 1 1 1 2 1 2 1 3 1 1

    Imagen 2 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 1 1 1 2 1 2 1 3 1 2

    Imagen 3 2 1 1 1 1 1 1 3 1 1 2 1 2 1 1 3 3 3 1 2

    Imagen 4 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 1 1 1 1 1 3 3 3 1 1

    Imagen 5 1 1 2 3 2 2 1 3 1 3 1 1 1 1 1 3 3 3 1 2

    Implantacin

    Imagen 1 1 1 1 1 1 1 1 3 1 2 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1

    Imagen 2 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 3 2 2 1 1 1 1 1 1 1

    Imagen 3 1 1 1 1 1 1 1 2 1 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1

    Imagen 4 1 1 1 1 1 1 1 2 1 1 1 1 3 1 1 1 1 3 1 1

    Imagen 5 1 1 1 1 1 1 1 3 1 3 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1

    FIGURA 59. Resultados segn Norma UNE-EN. Cirujano. Trasplante de pulmn

  • 66

    FIGURA 60. Resultados segn Norma UNE-EN. Cirujano. Trasplante de hgado

    Instrumentistas: la evaluacin con la metodo-loga REBA aporta valores diferentes segnel tipo de trasplante. En el trasplante de pul-mn el valor ms prevalente es el nivel deriesgo medio para la salud en todas las fasesy, por tanto, se hace necesaria una accin de

    mejora. En cambio, en el trasplante de hgadose dan valores de riesgo muy altos y altos enlas fases de implantacin y cierre; durante laextraccin, los niveles de riesgo son altos ymedios.

    TABLA 7. Resultados de las instrumentistas segn mtodo REBA

    Pulmn Hgado

    Grupo A+B Grupo A+B

    Imagen 1 2 2

    Imagen 2 2 3

    Extraccin Imagen 3 2 3

    Imagen 4 1 3

    Imagen 5 2 2

    Imagen 1 2 4

    Imagen 2 2 3

    Implantacin Imagen 3 2 3

    Imagen 4 2 4

    Imagen 5 2 4

    Imagen 1 2 2

    Imagen 2 1 3

    Cierre Imagen 3 2 3

    Imagen 4 2 3

    Imagen 5 2 3

  • 67

    RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LAS FILMACIONES

    FIGURA 61. Comparativa de resultados segn mtodo REBA para instrumentistas

    La evaluacin con la Norma UNE-EN 1005-4nos aporta la siguiente informacin:

    En la fase de extraccin de rgano en el tras-plante de hgado, tanto la flexin y la exten-sin del tronco, como la del brazo izquierdoy la abduccin de este, son aceptables con lacondicin de que sea durante demasiado detiempo en cuatro de las cinco imgenes vi-sualizadas. La misma situacin se da con lalnea de visin.

    En la fase de implantacin de rgano, la fle-xin y la extensin del brazo izquierdo no esaceptable en cuatro casos, as como la lneade visin que adopta la profesional.

    En la fase de cierre los resultados son varia-dos: la lnea de visin no es aceptable en tresde los cinco casos; la flexin y la extensin deambos brazos no resulta aceptable en dos decinco casos y en otros dos slo uno de los bra-

    zos no cumple con los criterios de aceptabili-dad. La abduccin no es buena en dos casosy en otros dos es apta con condiciones.

    En el trasplante de pulmn, en la fase de ex-traccin, se ven ms perjudicados el tronco ylos brazos ya que a menudo se obtienen va-lores de no aceptabilidad o de aceptabilidadcon condiciones.

    Para este mismo trasplante, durante la im-plantacin, las posturas ms negativas se de-rivan de la torsin del tronco y de lasflexiones y las extensiones de los brazos, enespecial del brazo derecho.

    Finalmente, durante el cierre del trasplantede pulmn se observan flexiones y extensio-nes de brazo derecho con abducciones y fle-xiones de cuello que son consideradasinaceptables.

  • 68

    TABLA 8. Resultados segn Norma UNE-EN. Instrumentistas

    Pulmn HUVH Hgado HUB

    Tronco BrazoCabeza y

    cuelloTronco Brazo Cabeza y cuello

    Tron

    co-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Tron

    co-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Tron

    co-t

    orsi

    n

    Braz

    o iz

    q.-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Braz

    o iz

    q.-a

    bduc

    cin

    Braz

    o de

    r.-Fl

    exi

    n /

    Exte

    nsi

    n

    Braz

    o de

    r.-ab

    ducc

    in

    Cue

    llo-l

    nea

    de

    visi

    n

    Cue

    llo-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Cue

    llo-t

    orsi

    n

    Tron

    co-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Tron

    co-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Tron

    co-t

    orsi

    n

    Braz

    o iz

    q.-F

    lexi

    n /

    Ext

    ensi

    n

    Braz

    o iz

    q.-a

    bduc

    cin

    Braz

    o de

    r.-Fl

    exi

    n /

    Exte

    nsi

    n

    Braz

    o de

    r.-ab

    ducc

    in

    Cue

    llo-l

    nea

    de

    visi

    n

    Cue

    llo-f

    lexi

    n la

    tera

    l

    Cue

    llo-t

    orsi

    n

    Extraccin

    Imagen 1 2 1 1 3 1 2 1 1 1 1 3 1 1 1 2 1 1 3 1 1

    Imagen 2 3 1 1 3 2 1 1 1 1 3 1 1 1 2 2 1 1 2 1 1

    Imagen 3 3 1 1 1 1 3 2 1 1 1 1 1 1 2 2 1 1 2 1 1

    Imagen 4 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 2 1 1 2 1 1

    Imagen 5 1 1 1 1 1 2 2 1 1 1 1 1 1 2 2 2 2 2 1 1

    Implantacin

    Imagen 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 3 3 1 1 3 1 1

    Imagen 2 1 1 3 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 3 1 3 1 1

    Imagen 3 1 1 1 1 1 3 2 1 1 1 1 1 1 3 3 3 1 1 1 1

    Imagen 4 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 1 1 1 3 3 1 1 3 1 1

    Imagen 5 1 1 3 2 1 3 3 1 1 1 1 1 1 3 3 1 1 3 1 1

    Cierre

    Imagen 1 1 1 1 2 1 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1

    Imagen 2 2 1 1 1 1 3 1 3 1 1 1 1 1 1 1 3 1 1 1 1

    Imagen 3 1 1 3 1 1 2 1 1 1 1 1 1 1 3 2 3 2 1 1 1

    Imagen 4 1 1 1 1 1 3 2 1 1 1 1 1 1 3 3 3 3 3 1 1

    Imagen 5 1 1 3 2 1 3 3 1 1 1 1 1 1 3 3 1 1 3 1 1

    Respecto al anlisis del consumo metablico,dado que en ambos tipos de trasplantes se realizanlas mismas tareas con posturas, fuerzas y movi-mientos muy parecidos para los puestos de trabajoprincipales, se ha llevado a cabo la evaluacin parainstrumentistas y cirujanos, sin diferenciar el tipode trasplante o entre cirujanos 1 o cirujanos. Esteconsumo metablico se refiere al consumo durantela intervencin de trasplante.

    Los resultados obtenidos para los cirujanos arro-jan un consumo metablico total de 232,98 kcal/hen los hombres y 232,89 kcal/h en las mujeres.

    Las instrumentistas presentan un consumo me-tablico total de 232,89 kcal/h. Comparando los re-

    sultados obtenidos con la tabla A.2. "Clasificacinde la tasa metablica por categoras" de la UNE-EN-ISO 8996 Ergonoma del ambiente trmico.Determinacin de la tasa metablica, se puedeafirmar que estas tareas tienen una tasa metablicamoderada. Hay que decir que estos resultados delconsumo metablico pueden variar en funcin delas condiciones ambientales existentes en cadapuesto de trabajo.

    Los resultados explicados de manera ms de-tallada, segn lugar de trabajo y trasplante, se pue-den consultar en el anexo C, mientras que las tablascon los resultados del consumo metablico se pue-den consultar en el anexo E.

  • 69

    RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LAS FILMACIONES

    FIGURA 62. Resultados por instrumentistas segn Norma UNE-EN. Trasplante de pulmn

    FIGURA 63. Resultados para instrumentistas segn Norma UNE-EN. Trasplante de hgado

  • 7. MEDIDAS CORRECTORAS

  • 1- A raz del anlisis de la carga fsica se reco-mienda realizar un estudio de rediseo de los qui-rfanos que tenga en cuenta la reduccin de lossiguientes factores de riesgo:

    Mejora de la ubicacin de la instrumentistarespecto al cirujano para evitar las posturasde torsin del tronco. Se detecta que en ope-raciones donde la instrumentista se sita endiagonal en lugar de estar de lado del ciru-jano, la postura de trabajo se vuelve ms con-fortable.

    Mejora de la disposicin del material, el al-cance y las alturas de los planos de trabajo.El objetivo es evitar trabajo con los brazos ensuspensin durante perodos prolongados ysituaciones donde la dificultad de acceso almaterial hace adoptar a la instrumentista,posturas forzadas, que incluyen flexin ante-rior y lateral de tronco, as como trabajar conlos brazos por encima de los hombros.

    Valorar instrumental y material ergonmicodisponible en el mercado y hacer una detec-cin de necesidades para reducir la carga f-sica.

    2- Debido a que la duracin de la intervencines variable y los niveles de fatiga muscular depen-den tanto de factores directamente vinculados conla tcnica aplicada como de la duracin de la ope-racin, se recomienda:

    Considerar la posibilidad de alternancia detareas y posturas (teniendo en cuenta la com-plejidad de la intervencin y la posibilidadde cambio).

    Cuando sea posible, reducir la carga fsica al-ternando bipedestacin y sedestacin.

    Realizar pequeas pausas (si se puede, en se-destacin) entre la fase de extraccin y la deimplantacin.

    Estudiar la posibilidad de realizar rotacionesdurante la intervencin.

    3- Formar e informar a los profesionales sobrehbitos de trabajo (pivotar en lugar de realizar tor-sin de tronco, previamente al inicio de la interven-

    cin valorar la disposicin del material y las altu-ras...) y concienciar del riesgo derivado de las pos-turas forzadas. Poner a disposicin de losprofesionales formacin sobre educacin gestual yescuela de la espalda para prevenir lesiones (espe-cialmente a nivel de raquis), realizar talleres prc-ticos y poner a disposicin de los profesionalestablas de ejercicios preventivos de relajacin, con-cienciacin, respiracin, basculacin plvica, po-tenciacin de abdominales y estiramiento de lacadena muscular posterior.

    4- Elaborar informacin y dar charlas informa-tivas donde los profesionales puedan aportar susexperiencias. Mejora continua. Aprovechar la ex-periencia de los diferentes equipos de trabajo y h-bitos saludables para exportarlos a todos losprofesionales del hospital.

    5- Segn la experta en la materia del INSHT, laDra. Silvia Nogareda, se deben seguir las principa-les pautas alimentarias en los siguientes puntos:

    Beber abundante agua sin gas o zumos defruta o vegetales naturales, comer alimentosque sean pobres en azcares y grasas, procu-rando que no sean flatulentos y sean de fcildigestin. La ingesta lquida ha de ser deentre un litro y medio y dos litros al da.

    Elevar el consumo de frutas, verduras y fibra. Utilizar, sea para cocinar, sea en crudo, acei-

    tes vegetales, especialmente aceite de oliva,es decir, procurar consumir cidos grasosmonoinsaturados, evitando las mantequillas,margarinas, etc.

    Comer protenas preferentemente en formade pescado y mejor an si es pescado azul. Sise quiere comer carne, que sea pollo o conejo,evitando las carnes rojas o con alto contenidoen grasas (pato, cordero, etc.).

    Recordar que hay que mantener el consumode leche o derivados lcteos como el yogurto el queso.

    Por ltimo, hay que resaltar que, aunque estaceptado de forma general y para casi todo tipo detrabajo un tiempo de descanso de 30 a 45 minutos

    73

    7. Medidas correctoras

  • para comer, hay que tener en cuenta que en situa-ciones de estrs y acumulacin de fatiga o en lasque no se puede elegir el tiempo de pausa, comoes el caso que nos ocupa, necesita ms tiempo derecuperacin. As mismo, es muy importante dis-poner de un lugar adecuado donde poder comer ydescansar.

    6- La Sra. Cleof Prez-Portabella, supervisorade la Unidad de soporte nutricional del Hospitalde la Vall dHebron, invita a seguir las siguientesrecomendaciones dietticas:

    La dieta ms adecuada para este grupo de pro-fesionales, que se somete a largas horas de inter-vencin, ha de garantizar un aporte adecuado denutrientes (macro y micronutrientes) en las propor-ciones adecuadas, evitando carencias nutricionalesque dificulten el ejercicio de estos profesionales. Elobjetivo de la dieta es proporcionar energa deforma regular, evitar toxiinfecciones y favorecer unconfort digestivo.

    La dieta equilibrada debe garantizar el aporteadecuado de nutrientes a travs de los alimentos y,para conseguirlo, es preciso que incluya una granvariedad de alimentos.

    Como gua debemos seguir las raciones indica-das en la pirmide (ver Figura 64), asegurndonosde la presencia diaria de lcteos, verdura, hortali-zas, fruta, farinceos y alimentos proteicos (carne,

    pescado, huevos, legumbres), tomando en menormedida azcares y productos elaborados.

    NORMAS GENERALES

    Practique ejercicio fsico con regularidad.Entre 45 minutos y una hora de ejercicio dia-riamente.

    La dieta ha de ser suficiente y completa, sinllegar a ser copiosa (grandes comidas, gran-des platos).

    Evitare alimentos flatulentos y de digestinpesada (legumbres, platos excesivamentecompletos, como cocido o pucheros).

    Ha de ser una dieta baja en grasas, evitandoembutidos, carnes grasas.

    Cocine evitando salsas, fritos, rebozados yguisos. Haga platos a la plancha, hervido,brasa, papillote, horno.

    Se debe garantizar un aporte constante de hi-dratos de carbono de asimilacin lenta, (pas-tas, arroz).

    No consuma ningn tipo de bebida alcoh-lica el da de la intervencin, especialmenteen la comida previa a la intervencin.

    Limite alimentos excesivamente ricos en fibra.

    74

    FIGURA 64. Pirmide alimentaria

  • La ingesta hdrica debe suponer de 6 a 8 mi-lilitros de lquido por cada kilogramo de pesocorporal y hora de intervencin, lo que se co-rresponde a las necesidades de unos 400-450mililitros por hora de intervencin.

    Puede incluir bebidas isotnicas con o sinazcar, evitando aquellas que contengan gas.

    Evite cualquier tipo de comida precocinada,alimentos crudos o de riesgo (tortillas crudas,mahonesas caseras, ostras, etc.).

    Evite condimentos picantes, alimentos nue-vos o desconocidos.

    Coma con suficiente antelacin a la interven-cin. Mnimo 2 horas antes.

    Modere el consumo de caf y t.

    PLANTEAMIENTO DIETTICO

    DESAYUNO250 cc de leche semidesnatada con azcar(grupo 1).60 g de pan blanco o integral (grupo 2).50 g de jamn dulce (grupo 4).1 vaso de zumo natural o fruta (grupo 5).

    MEDIA MAANA50 g de pan blanco (grupo 2).30 g de jamn dulce (grupo 4).1 fruta de temporada (grupo 5).

    COMIDA- Primer plato:

    90 g de pasta (peso en crudo) (grupo 2).300 g de verdura (ensalada variada) (grupo3).

    - Segundo plato:200 g de pollo a la plancha (grupo 4)

    - Postre:2 yogures desnatados edulcorados (grupo 1)50 g de pan2 cucharadas soperas de aceite de oliva paratoda la comida.

    MERIENDA200 cc de leche semidesnatada (grupo 1).30 g de cereales sin azcar o integrales(grupo 2).150 g de fruta: manzana, mandarinas(grupo 5).

    CENA- Primer plato:

    30 g de arroz (grupo 2) + 150 g de verdura(grupo 3).

    - Segundo plato:200 g de pescado blanco a la plancha (grupo 4)

    - Postre:2 yogures desnatados edulcorados (grupo 1)50 g de pan1 cucharada sopera de aceite de oliva paratoda la comida.

    RECENA200 cc de leche semidesnatada o con sacarina(grupo 1).15 g de galletas (grupo 2).

    Grupo 1 (Lcteos)200 ml de leche natural.1 yogur natural no desnatado2 yogures desnatados edulcorados150 g de queso de Burgos80 g de requesn30 g de queso Emmental2 quesitos descremadosGrupo 2 (Farinceos)20 g de pan que se puede sustituir por:

    15 g de bastones de pan normal o integral.15 g de pan tostado (tipo biscote)30 g de cereales sin azcar o integrales

    30 g de arroz que se pueden sustituir por:30 g de pasta alimentara (fideos, macarro-nes)40 g de legumbres secas (garbanzos, habas)40 g de pan100 g de patatas120 g de guisantes frescos160 g de guisantes congelados

    Grupo 3 (Verduras)Un plato de verdura es:Si es una ensalada: *(50 g de lechuga + 50 gde tomate)

    50 g de lechuga80 g de tomate naturalCebolla al gustoZanahoria al gustoLos ingredientes siempre de origen vege-tal.

    Si es plato de verduras:300 g de acelgas o de espinacas300 g de berenjena, de calabacn300 g de col, de coliflor200 g de judas verdes o de puerros100 g de alcachofas, de coles de Bruselas,de zanahorias

    Verduras libres: champin, lechuga, esca-rola, endivia, esprragos, berros, tomate, pe-pino, apio, rbano.

    Grupo 4 (Crnicos)Si son segundos platos:

    90-125 g de ternera, buey, caballo de pollo o de conejo150 g de pescado blanco125 g de sepia, calamar o pescado azul1 huevo

    Si es embutido:30 g de jamn cocido35 g de jamn serrano30 g de lomo30 g de pavo

    75

    MEDIDAS CORRECTORAS

  • Grupo 5 (Frutas)Una pieza: naranja (150 g), manzana, melo-cotn, peraDos piezas: 150 g de albaricoque, mandarina,ciruelaUn trozo grande: 200 g meln, sanda, freso-nes, pltano, cerezas

    Es importante comer adecuadamente siemprepero especialmente el da de la intervencin.

    Es necesario disponer de pequeos snaks,

    zumos de fruta naturales y agua mineral en la salade relajacin.

    Una vez finalizada la intervencin, beber abun-dante agua y zumo de fruta natural.

    Las cantidades de las raciones estn calculadaspara una persona de estatura y peso medio. Debenadecuarse a las caractersticas personales.

    7- Informar y formar al personal de los riesgosergonmicos y medidas preventivas a adoptar.

    76

  • 8. CONCLUSIONES

  • 79

    8. Conclusiones

    Las intervenciones de larga duracin, como sonlos trasplantes, suponen para los profesionalesuna elevada carga fsica, aunque no es la mismapara todos. Los resultados obtenidos por medio dela metodologa del Ergo-IBV (mdulo posturas for-zadas) indican que el colectivo mdico (tanto los ci-rujanos 1 como el resto de cirujanos) se engloba,principalmente, en el nivel 4 y el nivel 2, mientrasque los instrumentistas lo hacen en el nivel 1. En lasdos intervenciones, trasplante de pulmn y tras-plante de hgado, se observan posturas muy simila-res y, en muchos casos, perjudiciales para ambospuestos de trabajo. Este hecho se relaciona con losdatos que se han obtenido de las molestias muscu-loesquelticas que manifiestan sufrir los profesiona-les, derivadas de estas posturas forzadas y que seconcentran, prioritariamente, en cervicales, lumba-res, hombros y pies. Tal y como explican Szeto G.P.et al. (2011), en su estudio "Surgeons Static Postureand Movement repetition in Open and Laparosco-pic Surgery", la flexin del cuello de los cirujanos eselevada, hecho que se demuestra con la aplicacinde la Norma UNE-EN 1004-5 donde los resultadosde la lnea de visin resultan inaceptables o acepta-bles con condiciones. Adems, la postura esttica delcirujano tambin se ve reafirmada por Szeto, G.P. etal. (2010) en el artculo "Work-related musculoske-letal Symptoms in Surgeons", donde afirman queeste estatismo del cuello es el factor ms comn depatologa en esta extremidad.

    Con las filmaciones de los dos trasplantes sehan observado posturas mantenidas de cuello deduracin larga (ms de dos minutos) que causantrastornos musculoesquelticos considerables. El48% de los profesionales percibe que deben realizarun esfuerzo un poco