Evolución Del Pensamiento Económico
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EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO
EL APOGEO DEL CAPITALISMO
El nuevo sistema industrial exigió un cambio en el mundo de las finanzas. Las
antiguas sociedades integradas con capitales familiares fueron cediendo ante la
aparición de las grandes sociedades anónimas, indispensables para costear los
gastos que demandaban la fabricación de las máquinas y la construcción de los
ferrocarriles. Gracias a esta concentración del capital, se formaron los grandes
bancos internacionales y el crédito permitió emprender obras cada vez más
costosas y más rentables. Así se fue afirmando progresivamente a lo largo del s.
XIX un sistema económico en el que la dirección de las empresas pertenecía
exclusivamente a los poseedores del capital: el capitalismo. A ello colaboraron
diversos factores: la libertad de enriquecimiento que benefició a quienes poseían la
capacidad empresarial, la economía de mercado basada en el libre juego de la
oferta y la demanda en la fijación de precios y salarios, así como la formación de las
nuevas sociedades anónimas capaces de concentrar el capital indispensable para
financiar los elevados costos del maquinismo.
Para la era del apogeo del capitalismo, la incorporación de Francia a la categoría de
los países económicamente dirigentes tuvo una importancia tan decisiva como la
unión económica de Alemania con dirección de Prusia. Esta unificación, es decir, la
formación y ampliación de la unión aduanera alemana, debiera ser reconocida
como una de las condiciones político-económicas fundamentales de la nueva era del
apogeo del capitalismo.
ADAM SMITH
Smith enriqueció la economía con un nuevo supuesto: en materia económica, el
ser humano se mueve principalmente por su interés individual antes que por el
Bien de los demás. Adam Smith explica esta teoría al señalar que el pan no lo
obtenemos en el Mercado por la benevolencia del panadero, ni la carne por la
benevolencia del carnicero, sino porque éstos buscan una Ganancia monetaria.
Este hecho se repite, según él, en todas las esferas del ámbito económico. Sin
embargo, no implica que las personas se muevan siempre egoístamente. A su
juicio, el interés propio se ciñe de manera exclusiva al ámbito económico, pero
en otros aspectos de la vida es perfectamente posible -y es incluso un deber
moral- ser generoso.
Para Adam Smith, el Estado debía abstenerse de intervenir en la economía ya
que si los hombres actuaban libremente en la búsqueda de su propio interés,
había una mano invisible que convertía sus esfuerzos en beneficios para todos.
¿Cómo es posible que una Sociedad donde cada uno vela por su Interés
económico funcione perfectamente? ¿Cómo es posible, por ejemplo, que una
persona pueda encontrar de todo para comprar sin habérselo dicho previamente
a nadie? La respuesta que da Adam Smith es que se logra gracias a una "mano
invisible" que coordina los mercados y los distintos intereses propios, los que,
gracias a ella, se armonizan espontáneamente.
La importancia de la mano invisible aumenta en la medida en que la Sociedad se
va desarrollando y la división del Trabajo crece. Así, la labor de este mecanismo
viene a ser el uniformar información cada vez más parcializada y dividida ente
los individuos.
La existencia de este orden natural hace que la interferencia gubernamental sea
indeseable en la mayoría de las materias, y es precisamente por esto que Adam
Smith se identifica con el Laissez Faire. Las labores del gobierno, por lo tanto,
deben centrarse en la defensa interior y exterior, en administrar justicia y en
proveer Bienes Públicos (por ejemplo, hacer caminos). El resto lo debe hacer la
mano invisible.
Sin embargo, Adam Smith no era dogmático. La tolerancia, característica de su
personalidad explica por qué, a pesar de ser un liberal, no solo aceptó, sino que
también propuso algunas intervenciones de la autoridad en temas como la
educación e, incluso, la beneficencia pública.
Para Adam Smith la División del Trabajo es la principal fuente de Crecimiento y
Desarrollo de un país. Esto es posible debido a que aumenta la habilidad del
trabajador al dedicarse a un número pequeño de operaciones. Su postulado lo
ejemplifica con una fábrica de alfileres (y lo hace porque existía una fábrica de
alfileres muy cerca de la casa donde vivía cuando era niño). Si un alfiler fuera
hecho íntegramente por un trabajador, este hombre se demoraría mucho en
estirar el alambre, luego en cortarlo, luego en afilar la punta para finalmente
ponerle una cabeza. Es decir, si diez personas realizan aisladamente alfileres,
podrían hacer sólo unos cuantos por persona; en cambio, si trabajando juntos
cada trabajador se especializa en una parte del proceso (sólo uno corta, el otro
estira el alambre, el otro pega la cabeza, etc.), al final del día se tendría una
producción muchísimo mayor. Ésta es la clave del Crecimiento Económico.
No obstante, a pesar de los grandes beneficios que le genera a un país la
División del Trabajo, Adam Smith considera que esta división es la causa
principal de que un grupo importante de la población se idiotice, al tener que
realizar labores muy mecánicas. Aquí radica la importancia que le da este autor
a que el Estado incentive la educación y la religión como una forma de mitigar
este mal causado.
DAVID RICARDO
David Ricardo desarrolló su teoría del Comercio Internacional, estableciendo de
forma explícita, que a un país le conviene concentrarse en elaborar aquellas
mercancías en las que tiene Ventajas Comparativas.
Con esta teoría argumentó de manera convincente a favor del librecambismo y
propició la abolición de las "Corn Laws" (Leyes de granos) británicas. Estas
disposiciones buscaban proteger la agricultura nacional inglesa contra las
Importaciones extranjeras de grano. Según Ricardo, este mecanismo
proteccionista contribuía a enriquecer a los terratenientes -quienes dominaban el
Parlamento y la vida política- a costa del bienestar del país.
Toda la teoría de David Ricardo se cimenta en la "ley de los rendimientos
decrecientes". Esta ley, establecida por Malthus, dice que en la medida que se
intensifica la mano de obra o el Capital, su rendimiento va siendo cada vez
menor. En este panorama ricardiano, la razón humana sólo podía adoptar una
postura pasiva: adaptarse a las exigencias de esa ley.
Ricardo planteó lo que para él era una gran paradoja: la consecuencia del
crecimiento económico es que se irían reduciendo los márgenes de Ganancia de
las empresas, hasta llegar a ser prácticamente cero. Aquí se produciría el fin del
Crecimiento y se llegaría a un Estado estacionario. Por lo tanto, tarde o
temprano, el crecimiento económico terminaría debido a la Escasez de Recursos
Naturales.
La paradoja era que el resultado del Crecimiento Económico a la larga sería el
estancamiento. Este planteamiento tuvo una gran trascendencia para la historia,
principalmente porque Karl Marx lo hizo suyo y lo convirtió en un pilar para
demostrar por qué el Capitalismo se terminaría autodestruyendo.
Otra idea nde Ricardo fue su teoría del Valor, que se conoce como la "teoría del
valor- Trabajo". El resultado de su análisis concluyó que los Precios relativos de
la gran mayoría de los Bienes se determinan por la cantidad de Trabajo utilizado
en su producción, y no por su Escasez o por la Utilidad que el Bien reporta.
JOHN STUART MILL
El laissez Faire es uno de los principales libros de Mill es Sobre la libertad, el
cual se transformó en una fuente del Liberalismo, y es donde expone el principio
absoluto que debería gobernar las relaciones entre la Sociedad y sus miembros.
Este principio consiste en la no intervención de la autoridad, ya que las personas
son soberanas en sus Acciones. Como ejemplo, Mill señaló que el Estado no
puede impedir a una persona que pase por un puente en malas condiciones en
consideración de su propio Bien. Sólo podrá aconsejar, advertir o incluso
suplicar, pero en ningún caso obligar a alguien a que haga algo -o deje de
hacerlo- por su propio Bien. Este ejemplo se proyecta a la gran mayoría de los
actos sociales y, por supuesto, a los económicos. A juicio de Mill, cuando el
Estado interviene, en general lo hace tarde o lo hace mal.
Planteó que una vez cumplidos sus deberes de policía, la autoridad podía hacer
mucho, directa o indirectamente, para ayudar a mejorar el bienestar material de
la gente. Un aporte importante fue la reducción de horas de Trabajo. Para él, la
única forma de acortar la jornada laboral era por ley, puesto que para lograrlo se
necesitaba que todos los trabajadores se organizaran, lo cual era muy
improbable (se debe recordar que en esa época, en plena Revolución Industrial,
los horarios de Trabajo duraban muchas veces más de dieciséis horas diarias).
Introducidas sus excepciones, Mill llegó a afirmar la ahora famosa dicotomía
entre las leyes. Por una parte, existían las Leyes Económicas de producción, que
eran gobernadas por leyes inmutables que se debían acatar. Por otra, existían
las leyes sociales de la Distribución, las cuales no estaban determinadas sólo
por las fuerzas económicas. Según Mill, las leyes de la distribución son casi por
entero materia de la voluntad de cada uno y de las instituciones humanas, las
cuales, a su vez, son Producto de valores, costumbres, filosofías sociales y
gustos cambiantes.
(Kenneth Galbraith, 1998)