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Exposición - "L'épopée des rois thraces", en el Museo del Louvre Sala de la exposición. Vista de perfil de la cabeza de Seutes III, con parte de su ajuar. Foto: Museo del Louvre / Antoine Mongodin El Museo del Louvre inauguró recientemente la exposición "L'épopée des rois thraces", que podrá visitarse hasta el 20 de julio en el Ala Richelieu. La muestra trata de acercarnos a la riqueza material de Tracia entre los siglos V y III a.C., concretamente de uno de sus pueblos más destacados: los odrisios, del que ha comenzado a recavarse mucha información como consecuencia de los hallazgos arqueológicos realizados tras décadas de campañas de trabajo en Bulgaria, que han sacado a la luz tumbas como las de Mushovita y Chernozem- Kaloyanovo o Zlatinitsa-Malomirivo(2005) y la llamada tumba de Seutes III, en Kazanlak (2004).

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Exposicin - "L'pope des rois thraces", en el Museo del Louvre

Sala de la exposicin. Vista de perfil de la cabeza de Seutes III, con parte de su ajuar. Foto: Museo del Louvre / Antoine Mongodin

ElMuseo del Louvreinaugur recientemente la exposicin"L'pope des rois thraces", que podr visitarse hasta el20 de julioen elAlaRichelieu. La muestra trata de acercarnos a la riqueza material de Tracia entre los siglos V y III a.C., concretamente de uno de sus pueblos ms destacados: los odrisios, del que ha comenzado a recavarse mucha informacin como consecuencia de los hallazgos arqueolgicos realizados tras dcadas de campaas de trabajo en Bulgaria, que han sacado a la luz tumbas como las deMushovitayChernozem-KaloyanovooZlatinitsa-Malomirivo(2005) y la llamada tumba deSeutes III, enKazanlak(2004).

Cabeza de Seutes III. Golyama Kosmatka. Siglo III a.C. Museo Arqueolgico de Sofa. Foto: Institut National d'Archologie et Muse - ABS / Ivo Hadjimishev

Los tracios ocuparon una franja muy amplia de territorio, sometida a la influencia de Persia, por un lado, y a la de los pueblos helenos, por otro lado, lo que marc indudablemente su cultura. Numerosas tumbas de reyes y aristcratas nos han proporcionado un rico abanico de cermicas, bronces y joyas de oro, testimonio de su riqueza material. Sin embargo, el hecho que todos los testimonios que nos han llegado sobre ellos sean de sus vecinos griegos -desde el mismoHomero-, que les teman enormemente, ha hecho que la imagen que nos hayamos forjado de este pueblo sea muy diferente a lo que debi ser en realidad. No podemos negar su carcter guerrero, pero su legado material nos habla de un grado de evolucin mucho mayor del que nos describen las fuentes.Herdotonos deca de ellos que eran el mayor pueblo de todos los hombres, descontando, naturalmente, el de los indios. Si lo rigiera una sola persona o bien pensaran todos de la misma manera en mi opinin este pueblo sera irreductible (Herdoto, V, 3).

Fale: Heracles y Auge. Rogozen. Siglo IV a.C. Foto: Museo Histrico de Vratsa / Todor Dimitrov

A travs de la exposicin, que recopila fabulosas piezas procedentes de diferentes museos blgaros - como los tesoros deBorovo,Rogozen,KazanlakoPanagyurishte-, se pretende profundizar en las caractersticas polticas, sociales y religiosas del reino odrisio, cuya realidad debe presentarse en relacin con el contexto histrico global del momento, en contacto con otras entidades regionales, como los getas, los tribalos, los peonios, los reinos griegos o los persas. Pueden distinguirse dos fases en la construccin de la identidad aristocrtica del reino de los odrisios, que se desarrollan entra la llegada de tropas persas a Grecia en el 479 a.C. y el inicio de las invasiones celtas alrededor del 279 a.C. Durante el perodo clsico, la dinasta odrisia jug un papel clave en sus relaciones con Atenas y Macedonia por el control de las colonias griegas del norte. Durante el perodo helenstico, los tracios, como aliados de Alejandro Magno, asumieron un importante poder y se abrieron tambin a la influencia oriental.

Ritn. Tesoro de Panagyuristhe. Foto: Museo Arqueolgico de Plovdiv / Todor Dimitrov.

Los tracios participaron, ya como enemigos, ya como aliados o mercenarios, en los principales hechos de armas de la historia antigua de Grecia. En la batalla eran unos soldados especialmente mviles, expertos en las escaramuzas, muy favorables por lo intrincado del terreno en el que habitaban. Utilizaban con frecuencia la noche, en la que se refugiaban a menudo para sorprender al enemigo, segn nos cuentaPolieno, en suEstratagemas.Jenofonte, en suAnbasis, que relata la aventura de los diez mil mercenarios griegos que acompaaron aCiro el jovenpara hacerse con el trono de Persia, tambin nos da cuenta de la eficacia de estas unidades ligeras, lospeltastas, de cuyo modo de actuacin tom buena notaFilipo II de Macedoniapara la reforma de su ejrcito.Estrabntambin destaca la excelencia blica de algunas tribus tracias, como los misios cuando combaten cuerpo a cuerpo (Estrabn, VII, 3).

Ritn. Tesoro de Borovo. 400-350 a.C. Muse Rgional Historique de Ruse / Todor Dimitrov.

Hasta la propia mitologa griega parece refrendar este carcter indomable de los tracios, aunque algunos personajes tienen un carcter ms afable. Es el caso deReso, aliado de los troyanos que muri joven; el msicoTmiriso el cantorOrfeo, que inspir un culto de gran arraigo en el mundo heleno: elorfismo. La mayora de los dioses que tienen all su origen son de una naturaleza violenta. El dios de la guerra,Ares, tena su hogar en Tracia;Breas, el indmito viento del norte, soplaba desde all;Licurgo, que acos aDionisoy a sus nieras, era tambin tracio, comoDiomedes, que alimentaba a sus caballos con carne humana, la marcial amazonaHarpliceyTereo, que viol a su cuada y le corto la lengua. El panorama mitolgico no deja de traslucir una asociacin entre lo tracio y lo violento que resulta muy interesante desde el punto de vista histrico.

Grebas. 350-300 a.C. Kazanlak. Foto: Muse historique de Kazanlak / Todor Dimitrov.

Sobre sus creencias,Herdotonos dice que los getas creen en la inmortalidad y que tenan costumbres diferentes al resto de tribus, aunque eran ms las caractersticas que les unan. Segn l, daban culto a tres dioses:Ares,Dionisoyrtemis, que para los tracios eraBandis. Tambin nos explica que los reyes rinden culto aHermes, puesto que aseguran ser descendientes suyos (Herdoto, IV, 93 y V, 3).Herdototena la costumbre de asimilar las divinidades locales a los dioses griegos, sin embargo, en tesoros como el dePanagyuristhe, que hemos mencionado poco antes, aparecen representaciones de estas divinidades griegas.Estrabnnos relata cmo algunos tracios viven aislados de mujeres y no consumen carne debido a su piedad. Uno de estos personajes, de nombreZamolxis, esclavo dePitgoras, de quien aprendi algunos conocimientos de los cuerpos celestes, tras ser consejero del rey y por su capacidad para dar a conocer los designios de los dioses, fue elevado a la condicin de dios y se convirti as en la mxima divinidad de los getas (Estrabn, VII, 3). Todo parece indicar, segn este relato, que Zamolxis fue una persona que alcanz un papel relevante dentro de este pueblo gracias a sus conocimientos y, si el testimonio deEstrabnes cierto, podramos vincularlo incluso a la escuela de los pitagricos. Tanto la existencia de divinidades griegas en su panten como la divinizacin de una persona en contacto con el mundo griego, parecen indicar que los tracios consideraban la cultura griega como una cultura de referencia, pero es difcil plantear hiptesis al respecto debido a la escasa informacin de que disponemos.

AutorMario Agudo Villanueva

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