Experiencia de mujeres honda Colombia

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http://www.javeriana.edu.co/puj/rectoria/asist_rec/ pps2007-2008/proyectosSociales_14.pdf

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“ ¿Quién dijo que en Honda no se puede cultivar lechuga?, fue la sentencia de María Fena Toledo quien después de aprender a construir las barbacoas y hacer el abono, tomó el cultivo como una parte de su economía familiar.

Lo mismo sucedió con el pimentón, el tomate y otras plantas que ahora se dan en los patios de varias casas de esta población a orillas del río Magdalena, que en promedio alcanza los 28 grados centígrados, pero que al medio día por lo general llega a los 35 grados.”

Iniciativas

“Se discutieron alternativas y nos dimos cuenta de que en los patios de las casas podía haber un potencial interesante con el establecimientode cultivos de ciclos cortos. Es una apuesta complicada porque no es algo que se mantengay sea permanente. Si la cosa marcha como debe ser se puede cosechar a los dos meses y otros dos meses para tener todo listo y volvera cosechar”, relata Devia.Y así inició el Proyecto al que se vincularon varias familias de Honda, entre ellas madres cabeza de hogar pertenecientes a la ACJ. Laprimera tarea fue construir las barbacoas, unos recipientes de madera ubicados a un metro del piso que son utilizados para los cultivos.

“Con este método las plantas son menos propensas a las plagas, en cuestión de temperatura también, porque a esa altura es menoscaliente. En términos de manejo de agua son más eficientes y ergonómicamente también es mejor, porque se puede trabajar de pie”, señala el experto.

La segunda tarea fue aprender a hacer el compost. “Para el abono se usan las cáscaras de papa, de huevo, más los desechos orgánicos. Se ponen a fermentar y se revuelve con melaza, ceniza, cascarilla de arroz, estiércol y tierra. Con el tiempo se zarandea y queda listo, es muy fácil de hacer y no se demora mucho”, recalca Olga Cecilia Castilblanco, una de las alumnas.

Mientras tanto, muchos de los viejos cultivadores de la región seguían insistiendo que si sembraban lechuga y pimentón, entre otras plantas, iban a perder el tiempo. Sin embargo, unos meses después las hojas de estas plantas empezaron a salir de entre el abono revuelto con la tierra, y muy pronto aparecieron los frutos.

“Cuando empezaron a recoger su producto se emocionaron demasiado y se motivaron a continuar trabajando. Una señora, además de la barbacoa, utilizó una matera, prepara su propio abono y ahí cultiva rábanos, otra de ellas aprovechó los cocos de una nevera vieja y ya tiene un cultivo ahí”, aseguró Mariela.

Lechugas de hojas grandes, pimentones de un rojo fuerte, habichuelas muy largas y tomates carnosos se abrieron paso entre las barbacoas ante el escepticismo de los lugareños. Sin embargo, es necesario combatir las plagas y otras amenazas que pueden afectar los cultivos.Uno de esos inconvenientes son los aguaceros que pueden dañar las plantas, o plagas que no se prevén como, por ejemplo, las iguanas que se comieron las lechugas que se cultivaban cerca al río.

Comercialización

Todo lo que producen las barbacoas en los patios de las casas elegidas es orgánico. La fumigación la hacen con una mezcla de ajo, cebolla y ají, “eso sí, que no quede muy fuerte porque se queman las hojas”, dicen las cultivadoras.Esto se convierte en un valor agregado, todos sus productos son orgánicos y las nuevas empresarias saben que su comercialización en el futuro va a ser importante.

“Yo vendo gallina y sopa a los viajeros, utilizo mucho el cilantro para que le dé sabor, entonces lo mismo que cultivo lo utilizo en mi empresa. Yo pago a mis compañeras y así nos ayudamos entre todas”, comenta, orgullosa, Olga Cecilia.

Pero Maria Fena Toledo, otra de las participantes en el proyecto, pensó en llevar el negocio más allá. “Alguien me avisó que de la javeriana nos iban a dar una clase de hortalizas y yo fui. Nos dieron todo para trabajar: las tablas para hacer las barbacoas, el abono y las semillas. Como acá es muy duro paraque salgan las semillas las compro en Bogotá y ahora yo vendo la lechuga a los negocios de comida rápida en Honda. Les llevé la muestra y les gustó, además es orgánica”.

Tanto María, como Olga Cecilia ven en las barbacoas una alternativa a sus labores diarias, pues en ellas ocupan muy pocas horas al día.“Tenemos un concepto erróneo, la agricultura no es para trabajarla de sol a sol, no es necesario matarse, se trabaja por la mañana con la sombra y otro ratico por la tarde. Esto es muy importante que la gente lo conozca porque podríamos estar dando una pequeña solución al problema alimentario”, señala Sidel Melo,otro de los habitantes de Honda que presta un lote para el trabajo con la comunidad.

Las barbacoas requieren de un compromiso constante por parte de los cultivadores, por eso en la época decembrina decayeron cuando una gran parte de ellos se olvidó de las barbacoas o cuando la subienda llegó a principio del año. Sin embargo, las madres cabeza de hogar vinculadas a la ACJ, las señorasque por iniciativa propia participaron de las clases del ingeniero Carlos Devia y de los demás capacitadores, así como los ciudadanos que ven en esta práctica una entrada para su economía familiar o una posibilidad de alimentarse mejor, son concientes de que con este sistema es posible obtener alimentos de muy buena calidad.

Seguridad alimentaria y cuidado del medio ambiente, una sola misión

El llamado de la Universidad Javeriana estuvo centrado en las mujeres amas de casa, madres de familia sin fuentes de recursos económicos evidentes que, además de interés, tuvieran tiempo y disponibilidad para participar. El proyecto fue formulado con el apoyo de Corporhonda, que facilitó el contacto con comunidad en Honda, y específicamente la conformaciónde los grupos de trabajo en los barrios Arrancaplumas, Las Delicias y La Concordia.

En una segunda fase, la ACJ (Asociación Cristiana de Jóvenes) se unió al trabajo con otros grupos de mujeres interesadas en la iniciativa.Todos ellos debieron asistir a ocho talleres en los que recibieron la información pertinente acerca de la construcción de barbacoas, lafabricación de abonos orgánicos, la propagación de material vegetal y el control de plagas y enfermedades.

En algunos de los talleres se dio la colaboración de Jonny Chávez, tecnólogoen producción agropecuaria limpia, quien participó en procesos similares desarrollados en la Granja SOS Armero Guayabal.

“Se propone la elaboración de barbacoas inicialmente de tipo individual y con la vinculación de la ACJ barbacoas de tipo grupal. La meta del proyecto era tener cincuenta y llegamos a tener ochenta. La lista final dice que participaron setenta”.La propuesta inicial consideraba la construcción de barbacoas de tres metros de largo, uno de ancho y 20 centímetros de profundidad, elevadas a un metro de altura, con patas enterradas en la tierra; sin embargo, algunos patios estaban pavimentados, lo cual dificultada enterrar postes, por lo que se remodeló su estructura para que quedaran superpuesta sobre la superficie peroigualmente levantadas de éste. Como la madera tiene una vida útil que se prevé de dos años, los responsables del proyecto optaron por empleartécnicas que alargan su duración, una de ellas consistente en añadir agua con sal y otra, en rociar con agua y cemento.

Luego de obtener los conocimientos básicos sobre la elaboración y manejo de los abonos, las técnicas para el cultivo y el control de plagas, los participantes iniciaron el trabajo en los patios de sus casas y en el caso de la ACJ, en lotescomunitarios. En poco tiempo de las barbacoas empezaron a brotar lechugas, tomates, pimentones, plantas aromáticas como el cidrón, hierbabuenay cilantro, también albahaca y lechugas especiales como la rúgula y la crespa.

Todas éstas con manejos naturales sin el uso de químicos, lo que las introduce dentro de la categoría de productos orgánicos.

Carlos Devia y su grupo de trabajo, además de propiciar seguridad alimentaria y la posibilidad de generar ingresos a las familias, obtienen otros beneficios para la comunidad. Se rompe el paradigma de la tierra infértil, de clima extremo y se ayuda a mantener el equilibrio del ecosistema.Quienes pensaban que allí no se podía cultivar ven ahora a las mujeres vendiendo el producto de sus cosechas y, por otra parte, se emplea el agua estrictamente necesaria y el abono elaborado con deshechos que salen de las mismas casas (entre los desechos se cuentan principalmente las hojas de los árboles que comúnmente se barren, se recogen y se botan a la basura), lo que disminuye la contaminación, especialmente del río Magdalena.

Es importante señalar que tanto la producción en barbacoas (agricultura desarrollada en objetos levantados del suelo) como la producción de abonos orgánicos utilizando desechos de los patios de las casas para ser empleados en éstas, es una práctica de uso muy común en diversos lugares del mundo, que hace parte de los muchos conocimientos tradicionales que se han ido perdiendo con el tiempo y la “modernidad”, y toma nuevamente vigencia cuando de agricultura urbana y de apoyo a la seguridad alimentaria se trata.

“Este proyecto contribuyó a la misión de la Pontificia Universidad Javeriana en la solución de dos problemáticas. Primero, la crisis ética y la instrumentalización del ser humano; y segundo, la irracionalidad en el manejo del medio ambiente y de los recursos naturales”, aseguró Devia.

Algunas de las setenta familias que concluyeron las diferentes fases de los “patios productivos” continuaron con las siembras, y sueñan con convertir las barbacoas en una fuente permanente de alimentos y productos orgánicospara la venta.

Para el desarrollo del proyecto fue necesario contactar diversos proveedores de productos y servicios quienes suministraron material vegetal (plántulas y semillas), tablas de madera, postes, puntillas, alambres y demás productos requeridos durante el trabajo, así como en algunos casos su conocimiento para el desarrollo de algunas prácticas, como en talleres de construcción de las barbacoas, viverismo y control de plagas y producción de abonos y material vegetal.

Todas las etapas de vida en el ciclo de vida familiar femenino participando en el patio productivo

Una empresa en el patio de la casa

Participantes del proyecto social

El Proyecto de presupuesto Social San Francisco Javier “Patios productivos, seguridad alimentaria y fuente de ingresos en comunidades vulnerables del municipio de Honda, Tolima”, sigue su desarrollo gracias a la vinculación de organizaciones sociales como la ACJ y las iniciativas de la comunidad que espera convertirse en proveedores de los comedores que la Alcaldía dispone para los estudiantes y habitantes de bajos recursos de esta población. Los responsables del proyecto son:

Carlos Alfonso Devia CastilloFacultad de Estudios Rurales y AmbientalesDirector del Departamento de Ecología y TerritorioPontificia Universidad [email protected]

Hernán Rodríguez CastroCorporhondaDirector

Agradecimientos a:Mariela Correa Suárez,Coordinadora del Programa Medio Sociofamiliar