Experiencias de formación laboral: análisis y reflexiones ... · algún oficio, las convocatorias...
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Experiencias de formación laboral: análisis y reflexiones sobre políticas de
juventud. Comodoro Rivadavia 2013 – 2015.
Carrizo Paula Gabriela. UNPSJB. [email protected]
Belgrano 1080, Comodoro Rivadavia. Chubut.
Jaramillo Alejandra Soledad. UNPSJB. [email protected]
Código 2456 n°1307 Standar Norte, Comodoro Rivadavia. Chubut.
Rojas Pamela Gisella. UNPSJB. [email protected]
Belgrano 1080, Comodoro Rivadavia. Chubut.
GT10: Trabajo y representaciones laborales
Resumen:
La presente ponencia tiene como propósito caracterizar y reflexionar acerca de las políticas
públicas vinculadas a la formación laboral para jóvenes en C.R., la misma se enmarca en tres
investigaciones de culminación de la carrera Licenciatura en Trabajo Social de la UNPSJB
(Chubut).
Estas reflexiones se realizan a partir de las experiencias en tres programas llevados a cabo en la
ciudad: “Programa Juventud: Punto de Encuentro”, “Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo” y
“Proyecto de Capacitación Laboral para Jóvenes, Fundación ProCap” los cuales tienen en común
la implementación de estrategias para la formación en el trabajo de jóvenes de sectores populares,
considerados “sujetos de riesgo”.
Estas experiencias nos invitan a pensar cómo están diseñadas las políticas públicas para jóvenes,
indagando que visiones/representaciones plantean sobre la relación juventud - trabajo, pensar
como se relacionan con las características de la ciudad, del mundo del trabajo, etc. Un primer
punto que se desprende del análisis es que poseen reconociendo en ellas lineamientos
adultocentristas. Este punto es una afirmación entonces hay que decir de donde viene, ejemplificar,
etc.
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Para ello se caracterizará el funcionamiento de estos programas, a partir de las actividades que
despliegan, además se identificarán otros factores que influyen en la ejecución de los mismos, por
ejemplo, la condición salarial de sus trabajadores, la constitución de los equipos técnicos, el
financiamiento destinados a ellos, entre otros.
Orientamos el análisis a partir de los siguientes interrogantes, ¿qué concepciones o
representaciones sobre el sujeto juvenil subyace en los lineamientos de los programas
analizados?; ¿existe una correlación entre la formación laboral que se ofrece para estos jóvenes y
los perfiles demandados por el mercado laboral? ¿Qué valoración le asignan los jóvenes a su
participación en estos programas?
A partir del análisis de los dispositivos institucionales que acompañan los procesos de inserción
laboral, identificaremos si son tenidos en cuenta los intereses y necesidades de los jóvenes que
participan en estos programas, evaluando si se logra la inserción laboral de estos grupos teniendo
en cuenta sus trayectorias de aprendizaje.
La recolección de estos datos se produjo en el marco de prácticas preprofesionales de la carrera
Trabajo Social y la relación laboral con estos programas mediante la participación en los equipos
técnicos. Teniendo en común el trabajo de campo a través de técnicas etnográficas y cualitativas
como entrevistas a jóvenes y referentes institucionales, observación participante, coordinación de
actividades, análisis de documentos y fichado bibliográfico que nos permitió comprender los
significados de las prácticas juveniles y la implementación de estos programas.
Por otra parte cuando pensamos estas políticas públicas consideraremos la intervención del
Estado en cuanto a la construcción social que realiza de los jóvenes desde la elaboración de
políticas públicas juveniles. De este modo reconocemos cómo el Estado posiciona a los jóvenes
frente a este tipo de políticas públicas, ya sea como beneficiarios, receptores, población en riesgo,
población vulnerable, etc. De esta manera sostendremos un diálogo entre las experiencias de los
programas y la propia concepción que se tiene sobre juventudes. Considerando a los mismos
como actores en permanente contacto con relaciones sociales, de géneros, de clases, de
identidades, de etnias, barriales, laborales, que implica pensar el concepto más allá de las
definiciones biológicas o etarias.
Palabra claves: Juventud – Formación Laboral – Políticas Públicas.
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Políticas públicas Juveniles de la ciudad de Comodoro Rivadavia:
Adherimos a la concepción de políticas públicas elaboradas por Dina Krauskopf (2003, 2005),
quien plantea que “una política es publica en la medida que su formulación compromete a las
instituciones del Estado en su conjunto, con la responsabilidad de las condiciones requeridas para
su realización, a los jóvenes aportando, tomando decisiones y comprometiéndose con ellas y a la
sociedad en sus diversas expresiones y organizaciones”.
Entendemos por esto que los programas referidos a juventud deben ser llevados a la acción desde
las diferentes instituciones representantes del Estado, generando trabajos en red que permitan la
integración de saberes desde distintas disciplinas y áreas con el fin de integrar diversas miradas
respecto a las juventudes, que puedan ser transmitidas al conjunto de la sociedad, y de esta
manera empoderar a los jóvenes que participan en los programas; como sujetos involucrados,
conscientes, autónomos, emprendedores, capaces de decidir por ellos y para ellos, condiciones
que permiten mejorar su calidad de vida.
La primer política pública que nombraremos es el Programa Juventud: Punto de Encuentro que
depende de la Secretaría de Desarrollo Humano y Familia perteneciente a la Municipalidad de
Comodoro Rivadavia, este programa se basa en ofrecer cursos de capacitación socio - laboral que
permiten a los jóvenes adquirir conocimientos y recursos necesarios como herramientas que sirvan
al momento de iniciar la búsqueda del primer empleo, y así poder insertarse laboralmente.
Actualmente las capacitaciones socio laborales que se brindan son auxiliar en cocinero; camarero;
corte y confección; manicuria integral y belleza de pies; jóvenes pasteleros; auxiliar montador –
electricista; y diseño juvenil.1
De acuerdo a lo expresado por la directora2 el Programa Adolescencia y Juventud comienza a
funcionar en marzo de 2004 con carácter unipersonal, con apoyo de profesionales idóneos que
elaboraron “proyectos orientados al tratamiento integral de la problemática adolescente, teniendo
en cuenta los lineamientos de promoción, prevención, participación e integración. En sus inicios al
no contar con un equipo de profesionales se optaba por articular en red con áreas de Salud
Municipal y Educación.
En el año 2006 reciben una donación en equipamiento de Panadería por lo que crean el Proyecto
de la Escuela de Panadería municipal para jóvenes, de esta manera inician las capacitaciones en
este rubro para luego ir ampliando sus ofertas. Durante el 2008 se crea el Proyecto Comodoro
Incluye, a través de un convenio entre el Estado Municipal y Provincial destinado a adolescentes
1 Entrevista realizada a la directora del Programa Juventud. Octubre 2015.
2 Idem
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entre 12 y 18 años en “situación de calle”. Para ello se contrataron a Operadores Inclusivos,
quienes recorren distintos barrios de la ciudad para acercarse a diferentes grupos de adolescentes
que no se encuentren incluidos en el sistema formal de educación o salud.
A partir de febrero del año 2016 el Programa Adolescencia y Juventud se subdivide generando que
el área de adolescencia pase a depender de otra dirección, quedando de esta manera una nueva
conformación como Programa Juventud.
La población destinataria del presente proyecto son jóvenes de 17 a 25 años que demandan
atención del Programa Juventud y que se encuentran en estado de vulnerabilidad. Entendiendo la
vulnerabilidad como concepto amplio, ya sea derechos vulnerados familiares, afectivos,
educativos, de salud, recreativos, deportivos, sociales, culturales o laborales. En general los
jóvenes se acercan al Programa por intereses propios o motivados en aprender específicamente
algún oficio, las convocatorias principalmente son a través las redes sociales, como medio de
comunicación de mayor frecuencia y luego el “boca en boca”, ya que los jóvenes al llegar al
programa manifiestan haberse enterado a través de otros. También sucede que algunos jóvenes
lleguen a través de otros programas sociales que solicitan su incorporación, aunque es en menor
medida.
Para llevar a cabo sus funciones el Programa utiliza como metodología el abordaje grupal de las
problemáticas de los jóvenes, focalizando en cuestiones individuales según las demandas que
vayan surgiendo. Se tiene en cuenta la construcción de un “Proyecto de vida” propio y singular de
cada joven, como uno de los objetivos principales del programa.
Según el equipo técnico el “proyecto de vida” implica el acompañamiento de los jóvenes brindando
herramientas que les permitan ser autónomos, autogestivos, poder finalizar sus etapas educativas,
adquirir responsabilidades y que logren visualizar con las capacidades que cuentan para poder
realizarse como personas.
Se puede apreciar que en general las propuestas que brinda el Programa se orientan a la
formación en oficios y en tareas de servicios, por ejemplo Mozo, Manicuria Integral, Gastronomía,
entre otros. Así podemos notar que en general persiste una mirada que proyecta a los jóvenes
como trabajadores “al servicio de otros”, con actividades de baja calificación y con escasa
proyección hacia otros tipos de formación.
Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo (PJMMT): El Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social Nº 497/08, creó el Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo en el año 2008. El
cual tiene como objetivo según resolución Nº 2370, generar oportunidades de inclusión social y
laboral para jóvenes través de acciones integradas que les permitan identificar su perfil profesional,
finalizar su escolaridad obligatoria, realizar cursos de formación y/o practicas calificantes en
5
ambientes de trabajo, iniciar una actividad productiva de manera independiente o insertarse en un
empleo3.
La modalidad que se utiliza es el formato taller iniciando al Curso introducción al trabajo: este curso
constituye una actividad introductoria a las acciones del programa destinadas a que los jóvenes
actualicen, revisen y/o construyan su proyecto formativo ocupacional. En base a los fundamentos
del programa se plantean como objetivos el brindar conocimientos cognitivos de análisis y
valoración, que les permita la identificación de sus intereses, necesidades y prioridades; de su
entorno social y productivo; los saberes y habilidades para el trabajo adquirido durante su
trayectoria ocupacional, y estrategias adecuadas para planificar y desarrollar su recorrido de
formación para la búsqueda y acceso al empleo. El curso de introducción estará compuesto por
tres talleres: a) Construcción del Proyecto Formativo Ocupacional, b) Alfabetización Digital y c)
Derechos Sociales y Laborales y salud Ocupacional.
En el reglamento del programa se plantea que la primera actividad que deberán tomar los jóvenes
es la realización de este curso el cual es obligatorio. Tendrá una duración máxima de tres meses y
una carga de ciento treinta horas4.
Por otra parte una vez finalizado dicho taller los participantes podrán acceder a las “Acciones de
Entrenamiento”, previamente pactadas por la Oficina de Empleo y el sector empresarial, quienes
realizan un convenio con el fin de brindarle a los jóvenes que han finalizado el Curso de
introducción al trabajo pasantías de 4 meses como experiencia de trabajo formal5.
De las entrevistas de campos realizadas se puede decir; que los jóvenes llegan en primer lugar a la
Oficina de Empleo en busca de trabajo formal: ya sea por los padres y/o conocidos que les
comenta del lugar y la función que esta tiene6, como así también por folleteria, difusión en medios
de comunicación y redes sociales. Una vez hecha la primera entrevista y según el perfil del
postulante, es decir; si el joven responde a los requisitos del PJMMT se les comenta del mismo y
de los beneficios a recibir, si aceptase iniciar el curso. Nos resulta relevante atender a los requisitos
3 Disponible en http://www.trabajo.gov.ar/jovenes/?id_seccion=177
4 No será exigible la realización del curso de introducción al trabajo cuando los jóvenes acepten una oferta
de empleo a través de los procedimientos previstos por el Programa de Inserción Laboral.
5 Los proyectos de entrenamiento para el trabajo podrán ser ofrecidos por organismos del sector público,
empresas privadas o instituciones sin fines de lucro y se ejecutaran en el marco de los procedimientos
establecidos por la Resolución del Ministerio de Trabajo Empleo y Seguridad Social Nº 708/10.
6 Función de la Oficina de Empleo; Orientación y acompañamiento en la búsqueda de trabajo, formación y
capacitación laboral, asesoramiento para el trabajo independiente y emprendimientos socio productivos.
6
solicitados de los jóvenes beneficiarios del programa el cual traza un perfil y una representación
sobre los mismos: tener entre 18 y 24 años, tener los estudios primarios y/o secundarios
incompletos y que tanto ellos como su grupo familiar se encuentren desocupados o se
desempeñen en la economía informal o formal y tengan ingresos no superior al Salario Mínimo,
Vital y Móvil.
El Programa empieza a regir en la ciudad a partir del año 2012, en principio ejecutado por la
Fundación Comodoro y la Oficina de Empleo en la cual se desprendieron tareas compartidas
respecto a su ejecución. Sin embargo, para el año 2015, el Ministerio de Trabajo, Empleo y
Seguridad Social, plantea que sea las oficinas de empleo dependiente de los municipios quienes
lleven adelante la convocatoria del programa junto con su ejecución.
La población destinataria es de dieciocho a veinticuatro años de edad, desocupados con estudios
formales obligatorios incompletos, y que se encuentren desempleados7. Hasta el año 2015 los
inscriptos fueron de 120 de los cuales culminaron el “Curso Introducción al Trabajo” con sus
respectivos talleres 90 jóvenes con certificación. Cabe destacar que no todos los jóvenes continúan
con las propuestas que enmarca el Programa8, lo que dificulta su seguimiento por parte de la
Oficina de Empleo, indicando que del 75% de los jóvenes que culminan el Curso de introducción,
un 40% continúa vinculado al Programa y a la respectiva institución9.
Fundación ProCap (Proyecto de Capacitación Laboral en gastronomía para jóvenes)
El tercer caso que vamos a presentar es ProCap, el cual brinda capacitación en el rubro
gastronómico y formación en cuanto a las habilidades básicas de los jóvenes a partir de la
creación de un espacio educativo no formal. El mismo se plantea como un espacio “de contención
y donde se efectúa efectuando un abordaje tanto individual como familiar, que apunte a la
formación integral de los jóvenes para que puedan desarrollar un proyecto de vida diferente,
7 Véase Resolución 2370, título IV de las prestaciones especificas del programa, art; 84.
8 Entre estas propuestas se encuentran cursos de apoyo a la empleabilidad e integración social,
Clubes de empleo, Talleres de apoyo a la búsqueda de empleo, Apoyo para la certificación de
estudios formales obligatorios, Cursos de formación profesionales, Certificación de competencias
laborales, Procesos de inserción laboral asistida, Apoyo para la puesta en marcha de un
emprendimiento independiente
9 Estos datos no fueron verificados por la Oficina de Empleo ya que hasta el momento de haberse iniciado la
entrevista, no contaban con datos cuantitativos, es un dato aproximado por la notas de campo que se
tomaron durante las entrevistas realizadas a los referentes institucionales, principios del 2016.
7
incorporando una visión distinta del trabajo como herramienta que favorece la igualdad de
oportunidades y la restitución de la dignidad como personas.”10
La experiencia de capacitación cuenta con tres cursos cuatrimestrales y anuales; auxiliar en
elaboración de alimentos, auxiliar en cocina y auxiliar panadero – repostero. Está propuesto a
jóvenes de ambos géneros con una edad estipulada de 14 a 20 años aproximadamente. Este
programa se vincula con el Ministerio de Educación de la Nación a través del Centro de Formación
Profesional Nº652, este impone ciertos requisitos, que forman parte de la inclusión del joven,
acepta a menores de 16 años que estén cursando la escuela. Ya que la capacitación otorga en su
finalización un titulo que es validado por el Ministerio.
ProCap nace en el año 1996 a través de Caritas Diocesana y respaldada por el Programa de
Atención a Menores en riesgo (ProAme) del Ministerio de Desarrollo de la Nación. El equipo
institucional del proyecto está constituido por un coordinador/a, trabajador/a social y un/a
promotor/a social, más los/as dos instructores que son enviados por el CPF.
Para la década del 2000 finalizados los aportes del ProAme, ProCap se conforma como Fundación
que depende de la Diócesis de Comodoro Rivadavia. La relación con los referentes de la iglesia
católica tuvo implicancias en el perfil de este emprendimiento que generó dificultades en el
funcionamiento de la institución, como por ejemplo inestabilidad en la permanencia del equipo
técnico. Dificultad en el acceso a los insumos, y mayor exigencia a los jóvenes destinatarios lo que
incidió en que disminuyera el número de los jóvenes que participan.
Entre los objetivos de ProCap se encuentra “mejorar las condiciones de empleabilidad de los
jóvenes, de modo que favorezcan el acceso al mundo laboral y el protagonismo en la vida
ciudadana mediante saberes consolidados en la convivencia diaria, promoviendo un mejor modo
de vivir la vida en comunidad.”11
Teniendo en cuenta que la población beneficiaria del proyecto son jóvenes con los derechos
amenazados y vulnerados, especialmente el derecho a la educación; se ha organizado un horario
que no interfiera con la escolaridad, generando un espacio de acompañamiento y asesoramiento
escolar dentro del proyecto con la intención de fortalecer su reinserción.12 A través de nuestra
experiencia de campo pudimos ver que la relación con su formación escolar en muchos casos era
tensa dado que se superponían los horarios y tampoco existía el acompañamiento y
asesoramiento escolar a través de actividades concretas.
10 Extraído de Informe Institucional ProCap año 2007.
11 Extraído de Informe Institucional “Fundación ProCap”. Año 2007.
12 Informe institucional “Fundación ProCap”. Año 2007.
8
Jóvenes, Empleo y Políticas Públicas:
En primer lugar nos parece pertinente reflexionar y afirmar la convivencia de juventudes. Hay
distintas maneras de ser joven en el marco de la intensa heterogeneidad que se observa en el
plano económico, social y cultural. No existe una única juventud: en la ciudad moderna las
juventudes son múltiples, variando en relación a características de clase, el lugar donde viven y la
generación a que pertenecen. Además, la diversidad, el pluralismo, el estallido cultural de los
últimos años se manifiestan privilegiadamente entre los jóvenes que ofrecen un panorama
sumamente variado y móvil que abarca sus comportamientos, referencias identitaria, lenguajes y
formas de sociabilidad. Juventud es un significante complejo que contiene en su intimidad las
múltiples modalidades que llevan a procesar socialmente la condición de edad, tomando en cuenta
la diferenciación social, la inserción en la familia y en otras instituciones, el género, el barrio o la
micro cultura grupal. (Margulis y Urresti: 1998).
En los programas observados encontramos que las heterogeneidades de los jóvenes no son
contempladas, ya que se proyecta una imagen de joven/problema joven/riesgo que demandan ser
atendidos, por lo que sus tareas se proyectan en actividades que “corrijan” o “preparen” a los
jóvenes para generar un “proyecto de vida” pensado desde los adultos. En relación a esto resulta
importante reconocer estas heterogeneidades entre los jóvenes que participan en los programas
analizados, para tener en cuenta que esta población se va transformando constantemente, por lo
que las políticas públicas debieran estar atentas a estas modificaciones para reveer continuamente
sus objetivos y modos de intervención, a fin de comprender que los jóvenes no son similares sino
que provienen de contextos sociales distintos.
Ya presentadas las características formales de los programas, nos enfocamos en los jóvenes
destinatarios: A partir de las entrevistas y actividades realizadas con los distintos grupos de
jóvenes que participan en los tres programas pudimos observar que los jóvenes perciben distintos
prejuicios y estigmas sobre ellos, en general las dificultades rondan en tenerles desconfianza,
temor, subestimando sus conocimientos y actitudes.13
De esta manera visualizamos cómo su condición de ser jóvenes influye de manera negativa para la
obtención de un empleo formal, ya que expresan que son vistos por los Adultos y medios de
comunicación como “irresponsables”, “vagos”, “delincuentes”, “cómodos”, “desinteresados”14. Aquí
cobra relevancia la imagen que prevalece en la sociedad sobre los jóvenes, la cual se refuerza en
los discursos adultocéntricos que los posiciona como actores sociales y trabajadores que deben
13 Entrevista de campo a jóvenes pertenecientes al Programa Juventud.
14 Ídem.
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ser “preparados”, “atendidos” en sus problemas ya que podrían alterar el orden social o ser fuente
de conflicto.
La condición juvenil desde sus palabras es representada como la carencia de experiencia y de
una trayectoria laboral formal, lo que produce que sean solo considerados para ocupar cargos en
condiciones precarias, es decir en trabajos que requieren menos calificación. Estas problemáticas
se agravan en relación a quienes provienen de hogares en vulnerabilidad.
Cuando pensamos la relación entre juventudes y trabajo desde el presente en el particular contexto
de Comodoro Rivadavia, encontramos las consecuencias de la implementación de políticas
neoliberales, acentuadas sobre todo en la década del 90 en donde prevalecieron los intereses del
mercado, provocando que una de las poblaciones más afectadas fueran los jóvenes. Este contexto
benefició que crecieran los marcos de flexibilización laboral, las condiciones precarias, inestables e
informales de trabajo, pero además generó que los empresarios aumenten las exigencias en la
incorporación de jóvenes al mercado laboral; promocionando valores de competitividad, mayor
especialización y división social del trabajo de acuerdo a las trayectorias educativas de los jóvenes.
Esto repercutió en nuestra ciudad a partir de la privatización de YPF, para el año 1993 más de
6400 trabajadores quedaron desafectados de la empresa estatal. En términos porcentuales esto
significó que cerca del 87% de la población ocupada por la empresa quedara en situación de
desempleo (Saldivia; 1997)
Esto registró un impacto altamente negativo para la economía local, la fractura del mundo del
trabajo implicó para estas sociedades la generación de horizontes inciertos y la pérdida de un gran
número de beneficios sociales ligados al ingreso. Pero fundamentalmente constituyó un hecho
traumático para la experiencia subjetiva estructurada en torno a un fuerte sentido de pertenencia, a
un complejo de relaciones productivas, sociales y simbólicas forjadas a partir de un sistema de
valores compartidos (Castel; 1997). El derrumbe del sistema de protecciones tradicionales que
tenía el Estado como principal productor de incertidumbre, operó una serie de transformaciones en
las representaciones de la realidad y la vida cotidiana de las comunidades de la región, padeciendo
estos resabios los hijos y nietos de ypefianos, como así también el resto de la población, estas
condiciones se reflejan aun hoy en la población joven de la ciudad.
Al respecto Jacinto plantea que en la Argentina la oferta de capacitación laboral o formación
profesional para jóvenes ha sido escasa, y ha atendido a la población juvenil de los sectores más
vulnerables que no finalizaron la educación media (Jacinto; 1998). Si bien consideramos que la
capacitación laboral es un medio para modificar las situaciones socio - laborales de estos jóvenes,
observamos que los programas que implementan estas tareas no logran cumplir por completo sus
objetivos y además no contemplan los intereses de los jóvenes.
10
Por ejemplo: el PJMMT tiene como objetivo15 generar oportunidades de inclusión social y laboral a
través de su participación en actividades que les permitan construir un perfil profesional en el cual
deseen desempeñarse, finalizar estudios formales obligatorios, realizar experiencias y/o de
entrenamiento para el trabajo, iniciar una actividad productiva de manera independiente o
insertarse en un empleo. A continuación se procede a desglosar cada apartado del objetivo con el
fin de dar cuenta cuales son los aspectos que no se tienen en cuenta para su cumplimiento:
“Oportunidades de inclusión social y laboral” se aprecia que la duración de tres meses de
capacitación resulta escasa para que esto se concrete y se logre construir jóvenes con un perfil
profesional definido.
En general los jóvenes al ingresar al programa provienen con experiencias laborales como
albañilería, vendedores ambulantes, elaboración de alimentos y artesanos, etc., a lo cual el
programa propone fortalecer esos conocimientos; apuntando a construir el perfil laboral. Sin
embargo este no termina siendo el deseo de quienes participan del programa, ya que muchas
veces los jóvenes demandan otro tipo de capacitación como por ejemplo percibir estudios en
contabilidad, tareas administrativas, fotografía, administración de empresas, entre otros. Se busca
puntualizar en la trayectoria que traen como herramienta para la salida laboral pero no son
tomados los intereses de conocimiento que estos demandan.
En cuanto a la “culminación de sus estudios formales obligatorios”, también se observa que el
tiempo que posee el capacitador no es el suficiente para que los jóvenes logren comprender la
importancia de culminar sus estudios, dado que no se logra construir con todos el mismo vinculo y
comunicación.
Por otra parte realizar “experiencias de formación y/o de entrenamiento para el trabajo” es una
tarea que debe ser llevada a cabo por la Oficina de Empleo, quien debe generar el vínculo entre
los empresarios y el Estado para contratar a jóvenes pertenecientes del programa. Aunque la
oficina realiza este labor, son muy pocos los jóvenes que logran acceder a este tipo de
experiencias ya que la propia oficina también tiene ciertos requisitos que los jóvenes debían
cumplir, como por ejemplo ser respetuosos, ser puntuales respecto al horario de la capacitación,
justificar inasistencias, ser responsables, encontrar un equilibrio entre la introversión y la
extroversión, esto imposibilita que dicho objetivo se cumpla.
Por último “iniciar una actividad productiva de manera independiente” en este punto, se podrían
apreciar varios jóvenes que sin darse cuenta habían creado actividades productivas de manera
independiente. Sin embargo cuando se inician las tareas para la elaboración de un proyecto de
emprendimiento se observa que las propuestas debían ser acordes a las leyes del mercado, es
15 Resolución N°2370: título I disposiciones generales Articulo N°1
11
decir debían ser innovadoras y creativas para poder acceder a los financiamientos que ofrece el
Programa, y por otra parte esperar a que el proyecto resulte seleccionado y que los fondos y el
valor sea acorde a la región patagónica.
En cuanto a la Fundación ProCap, - como mocionamos anteriormente - tiene entre sus objetivos
mejorar las condiciones de empleabilidad de los jóvenes, de modo que favorezcan el acceso al
mundo laboral y el protagonismo en la vida ciudadana mediante saberes consolidados en la
convivencia diaria, promoviendo un mejor modo de vivir la vida en comunidad. También se plantea
apuntar al desarrollo de un micro emprendimiento productivo que sirva de práctica a la
especialización de los egresados, sostén para la sustentabilidad del Proyecto y salida laboral
hasta la ubicación definitiva en el mercado laboral.16
A lo largo de estos últimos años ProCap ha sufrido modificaciones que genera pocas posibilidades
de acceso al mercado laboral por parte de los jóvenes, porque a raíz de los cambios de gestiones
en su dirección se dejaron de hacer actividades como pasantías en restaurantes y hoteles, la
articulación con instituciones del barrio y la venta de pastas que era una de las fuentes de
abastecimiento del lugar. El quite de estas tareas hace que no se pueda asegurar un futuro acceso
al empleo puesto que no hay diálogo entre la capacitación y la demanda del mercado, entonces
nos preguntamos de qué manera se puede construir ciudadanía y participación protagónica cuando
los jóvenes no tienen cercanía con otras instituciones, tal como lo proponía ProCap. Vale además
mencionar que actualmente la Fundación se encuentra cerrada por situaciones económicas.
Según las funciones y misiones que resalta el Programa Juventud, podemos mencionar: fomentar
el protagonismo de los jóvenes en la asunción de responsabilidades para garantizar la protección
integral de adolescentes y jóvenes, coordinar las acciones de los distintos actores e instituciones
involucradas con adolescentes, jóvenes y sus familias, para el diseño de políticas que se traduzcan
en acciones especificas para su aplicación.
Promover la participación y protagonismo de los adolescentes, jóvenes y su familia en diferentes
espacios socioeconómicos y culturales.
A partir de las entrevistas realizadas podemos observar que en el transcurso de su historia el
Programa ha optado por no trabajar con las familias de los jóvenes que participan en él. El equipo
técnico indica al respecto: que los jóvenes “son personas autónomas capaces de decidir por ellos
mismos”, aunque coincidimos con esto, consideramos que esta decisión no permite conocer la
historia de vida de los jóvenes, ni tampoco conocer que es lo que piensan las familias respecto a
ellos y a las juventudes que habitan la ciudad.
16 Informe Institucional “Fundación ProCap” Año 2007.
12
Como así también no se favorece la comunicación entre todos los actores, lo que limita generar
instancias de participación y protagonismo de los jóvenes y su familia. Por otro lado, tampoco se
visualiza que el programa articule proyectos con otras aéreas involucradas con jóvenes, sino más
bien han apelado a trabajar de manera individual relacionándose solo con otros entes para
beneficios presupuestarios.
Teniendo en cuenta las características de estos programas resulta importante destacar la
conformación de sus equipos técnicos, a fin de identificar si existe una mirada social respecto a la
población juvenil, es decir si existe la capacidad de generar trabajos en red que permitan
empoderar a estos sujetos y los espacios por los cuales transitan. Creemos que estos aspectos a
tener en cuenta son condición necesaria para el funcionamiento favorable de los programas
analizados, entre ellos destacamos desde nuestra experiencia como próximas egresadas de la
carrera de Trabajo Social17 la relevancia que posee esta profesión en relación a su participación en
el diseño e implementación de políticas publicas en una perspectiva que reconozca la diversidad y
la pluralidad, y los múltiples modos que se vive la condición juvenil en la ciudad.
Según entrevistas realizadas a la directora de la Oficina de Empleo (PJMMT), el equipo que lleva a
cabo dicho programa se encontró conformado por talleristas de profesión: docente, abogado,
trabajadora social, estudiante de comunicación social, directores de consultoras y un acompañante
de la oficina de empleo por cada taller que se diera.
La selección de estos no era menor ya que se buscaba que estuvieran relacionados con el campo
laboral y/o social, por ejemplo el abogado que dictaba el curso “derechos sociales y laborales” y
“salud ocupacional” era un abogado que según su relato, nunca había trabajado con jóvenes pero
logró entender los objetivos del PJMMT a partir de haber formado parte del equipo técnico que
llevo a cabo el Programa de Mejoramiento Barrial (ProMeBa), esto le permitió tener un
conocimiento sobre las problemáticas que vivencian los barrios periféricos de nuestra ciudad,
generando una empatía hacia los jóvenes que asistían al programa ya que trataba de ponerse en
el lugar de ellos18, dando ejemplos a partir de situaciones que estos habían vivenciado, previo al
17 Compartimos la definición de Trabajo Social de Norberto Alayón “[…] profesión basada en la práctica y
una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar” (Alayón; 2014)
18 Entrevista realizada a Tallerista del Programa Jóvenes Con Más y Mejor Trabajo, a cargo de del Taller:
Derecho Laboral y Salud Ocupacional. Año 2016.
13
taller. De esta manera, se lograba que los jóvenes tomaran conciencia de lo importante que es
conocer sus derechos.
En la Fundación ProCap el equipo técnico estaba conformado por un coordinador de la institución,
una trabajadora social, una promotora social y dos instructores que dictaban la capacitación
gastronómica. Estos instructores fueron los que más tiempo permanecieron en la institución, una
de ellas ha estado casi 18 años en ProCap, por lo que conoce toda la trayectoria y los perfiles de
jóvenes que han pasado por allí. En cuanto al resto del personal, dentro de los márgenes de esta
investigación entre los años 2013 – 2015, visualizamos su recambio año a año.
Según las propuestas de ProCap y según el relato de algunos de los jóvenes a través de
entrevistas, la función del equipo era generar la vinculación del joven con el proyecto, hacerlo
partícipe y generar espacios de contención si fuera necesario, los instructores además de brindar
la capacitación también cumplían estas tareas socializadoras. Por ejemplo: en una entrevista con
un joven que cursaba en ProCap, manifestó lo importante que había sido para él asistir al lugar,
porque además de la capacitación laboral, había recibido un buen trato por parte de las personas
que se encontraban allí, lo sentía como su casa. Él contaba que en un momento de su vida hacía
cosas que ahora no lo enorgullecen, por ejemplo; “perderse” los fines de semana con los amigos, y
tomar alcohol. A estas conductas, que él reconoció, las vinculó con su relación con el instructor de
ProCap, ya que fue quien lo ayudó a reflexionar y darse cuenta de las cosas que podía hacer por sí
mismo, como cocinar de manera profesional, estudiar y terminar la secundaria19. Entonces este
joven expresó cómo su experiencia en ProCap había cambiado su forma de ver la vida y le dio
ánimos para continuar estudiando y superándose.
En cuanto al Programa Juventud si bien el equipo técnico se encuentra conformados por: una
trabajadora social, dos operadoras sociales, e instructores de cada capacitación que se dicta en el
lugar. Podemos apreciar que los jóvenes que asisten no referencian a una persona específica.
Sino que en general expresan sentirse cómodos dentro de la institución y a gusto con el personal
que trabajan en el lugar. Esto se expresa en algunas encuestas realizadas a jóvenes en el año,
2015. “me siento muy bien, me hacen sentir parte de una familia”, “me siento bien y siento que me
ayudan”, “me gusta mucho es como mi segunda casa”.
De esta manera se vislumbra cómo la labor de los equipos técnicos que se encuentran trabajando
en estos programas pueden influir y generar cambios en los jóvenes siempre y cuando no se tenga
una mirada adultocéntrica sobre ellos, si no que más bien se los considere como sujeto de
derechos que requieren de la presencia, no solo de su familia como pilar fundamental, sino
también del Estado, en este caso representado por las instituciones que ejecutan este tipo de
19 Entrevista realizada ex alumno de ProCap año 2016.
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programas, a partir de empoderarlos y generando oportunidades para que los jóvenes ensayen y
encuentren en estos espacios lugares que les permita experimentar los aciertos y desaciertos, para
construirse como conocedores de sus propios derechos.
Conclusiones:
A partir del análisis de las estructuras y de las actividades que llevan a cabo los programas
mencionados podemos concluir:
En primer lugar, las políticas públicas se continúan presentando desde modelos tradicionales
tomando la juventud como una etapa de transición, promoviendo políticas compensatorias. De esta
manera se han marginado sus intereses, tomando a los jóvenes como espectadores más que
protagonistas, acciones que no han logrado superar las desigualdades en relación al desarrollo de
trayectorias laborales estables. Esto se logra visualizar en los tres programas analizados, ya que
no se organizan ni se planifican tareas en las que se consulte previamente a los jóvenes; es decir
que no se tienen en cuenta sus opiniones.
En segundo lugar observamos que los lineamientos de los programas tienden a clasificar a los
jóvenes y a reforzar el estado de vulnerabilidad ya que entre sus objetivos se proponen “construir
proyectos de vida”, aportar para que los jóvenes “se realicen como personas”, “restituir la dignidad
como personas”, plantean “el deber ser de los jóvenes en relación a su imagen, estética,
comportamientos, y a otras pautas instituidas” 20 . De este modo se visualizan las acciones
adultocentricas que poseen estos programas, al considerar a los jóvenes como inferiores e
incompletos, dejando de lado las trayectorias de vida y los conocimientos que los jóvenes traen
consigo.
En tercer lugar observamos que no se logra una correlación entre la formación laboral que se
ofrece para los jóvenes y el perfil que demandan ellos, ya que se visualiza que los tres programas
desempeñan capacitaciones “tradicionales” tales como la gastronomía, camarero o tareas de
atención al público, sin realizar a los jóvenes una consulta sobre sus aspiraciones.
En cuarto lugar se aprecia que dichas instituciones permanecen estáticas en sus respectivas
ubicaciones barriales, sin poder salir de esos límites que les permita llegar a otros sectores de la
ciudad, con el fin de poder generar y articular un trabajo en red con otras instituciones que
posibilite que los jóvenes realicen otro tipo de experiencias.
Además se observa que las áreas destinadas a trabajar con Juventud suelen ser espacios
individuales y sin comunicación y/o relación con otras instituciones involucradas en el tema,
20 Extraído de las propuestas institucionales de los tres programas analizados.
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desconociendo la labor que los demás realizan, cuestión que podría beneficiar plenamente el
trabajo con las y los jóvenes al potenciar los grupos de profesionales y los recursos económicos.
En quinto lugar se visualiza que los equipos técnicos de los programas suelen ser insuficientes y
en condiciones de precariedad laboral que no condice con las tareas que deben llevar a cabo; ya
que no solo se trata de realizar una capacitación laboral sino de incluir a los jóvenes con sus
necesidades e intereses.
Por último nos parece relevante destacar que los jóvenes reconocen a estos espacios como
ámbitos para encontrarse con otros jóvenes, como espacios de participación, recreación, escucha
y aprendizaje. En este sentido revalorizan estos lugares como propios y parte de ellos, ya que
varios una vez que finalizan sus capacitaciones suelen volver de visita, apreciando sus
experiencias como positivas. También esos espacios generan ámbitos de confianza que permite a
los jóvenes compartir sus problemáticas como así también elaborar propuestas colectivas para la
resolución de estos conflictos.21
Finalmente este trabajo es sólo un paso más para seguir interpelándonos e investigando con las
juventudes, buscamos aportar a la construcción de nuevos saberes sobre la relación entre políticas
públicas, juventudes y empleo desde el trabajo social como perspectiva, con una mirada crítica y
analítica respecto al contexto local donde desarrollamos nuestras investigaciones.
21 Extraído de entrevistas a jóvenes participantes de los programas.
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