EXPLICACIÓN DE AJUSTES M. SUP.
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Ajustes de clavícula
Clavícula decúbito dorsal
Se coloca la paciente decúbito dorsal en la cama.
Nos colocamos del lado contrario a la clavícula que vamos a ajustar.
Sostenemos la clavícula con la yema de nuestros dedos, tratando de abarcarla toda y hacemos presión sin soltar.
Le pedimos al paciente que inhale y al exhalar va a levantar su brazo lentamente hasta la altura de su cara, y
de igual forma, lentamente la va a regresar a su lugar.
Nota: El ajuste se hace al sostener con firmeza la clavícula y al movimiento del brazo del paciente.
Clavícula sentado
Sentamos al paciente en un banco o sobre la cama (dependiendo del tamaño del quirofísico y del paciente)
Nos colocamos detrás del paciente y sostenemos con firmeza su clavícula.
Con la otra mano tomamos la mano del paciente y hacemos una tracción a su brazo y llevamos su mano a la nuca.
Le pedimos que inhale y al exhalar damos un empujón en dirección de su
antebrazo.
Nota: Una vez que sostenemos la clavícula no perdemos la presión hasta terminar el ajuste.
pág. 1 Ana María Pelcastre Calva
Acromioclavicular
Este ajuste se hace igual que el anterior solo que sujetando la articulación acromioclavicular.
Ajuste de húmero
Escapulo-humeral
Colocamos al paciente decúbito ventral. Colocamos la mano en su espalda, para
abrir el espacio articular de la escapula que vayamos a ajustar.
Sostenemos su hombro y realizamos unos giros, simultáneamente vamos haciendo presiones y/o masaje por debajo de la escapula.
Nota: Al girar el hombro hacia la derecha el masaje en la escapula debe hacerse en dirección ascendente y al cambiar el giro a la izquierda el masaje es en dirección descendente.
pág. 2 Ana María Pelcastre Calva
Glenohumeral
El paciente decúbito dorsal. Colocamos nuestra mano en forma de
cuña sobre la axila del hombro que vayamos a ajustar y cuidando que nuestro antebrazo este bien recargado sobre las costillas de nuestro paciente.
Con la otra mano tomamos la mano de nuestro paciente y la colocamos por encima de su cabeza.
Le pedimos que inhale y al exhalar hacemos una tracción al brazo del paciente y llevamos su mano (sin perder la tracción) en dirección recta hacia la ingle del paciente.
Glenohumeral con rotación externa
Este ajuste es igual que el anterior, sólo que en lugar de llevar la mano del paciente en dirección recta, en este caso se hace una rotación externa dirigiéndose hacia la ingle del paciente.
Cabeza de húmero con brazo flexionado
Sentamos al paciente en un banco o sobre la cama (dependiendo del tamaño del quirofísico y del paciente).
pág. 3 Ana María Pelcastre Calva
Nos colocamos detrás del paciente y le pedimos que flexione su brazo tratando de tomar su hombro.
A esa altura que quede el brazo del paciente vamos a iniciar el ajuste, recargamos su hombro en nuestro esternón, y sujetamos su codo con nuestras manos.
Le pedimos que inhale y al exhalar jalamos su brazo hacia nuestro pecho, firme y con fuerza en 3 tiempos y subiendo la posición para terminar en un ángulo de 90°
Nota: El ajuste se hace al colocar el hombro de nuestro paciente en una superficie firme de nuestro pecho y la presión que se realiza al brazo, permitirá que se ajuste correctamente.
Cabeza de húmero con brazo flexionado y cruzado
Este ajuste se realiza igual que el anterior sólo que el paciente tomara el hombro contrario al brazo que esta flexionando.
Cabeza de húmero con rotación externa
Colocamos al paciente de pie. Nos ubicamos atrás del paciente y sostenemos
su brazo, haciendo un ángulo de 90° con su codo. Separamos un poco su brazo para colocar
nuestro antebrazo en su axila (nos colocaremos una toalla en el antebrazo).
Elevamos nuestro antebrazo y pegamos el brazo del paciente hacia su cuerpo manteniendo el codo en 90° y haciendo presión con nuestro antebrazo sobre el brazo del paciente para tratar mantener su brazo pegado al cuerpo (en este momento estamos abriendo el espacio articular del hombro).
Le pedimos que inhale y al exhalar y sin perder esta posición hacemos una rotación externa al brazo del paciente.
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Nota: El ajuste se hace al elevar nuestro antebrazo y pegar el brazo del paciente hacia su cuerpo, en este momento abrimos el espacio articular y al hacer la rotación se ajusta.
Cabeza de húmero en silla
Sentamos a nuestro paciente en un banco o en una silla.
Le colocamos una silla bajo su axila (le colocamos una toalla a la silla para no lastimar al paciente).
Tomamos de la muñeca al paciente y cacemos una tracción hacia abajo, al mismo
tiempo que pegamos su brazo hacia la silla (esto abrirá el espacio articular del hombro).
Mantenemos esa tracción con una mano, le pedimos al paciente que inhale y al exhalar, con la otra mano haremos unas torsiones al brazo del paciente por abajo y por arriba del codo.
Nota: El ajuste se hace al abrir el espacio articular y al hacer la torsión del brazo.
Cabeza de húmero de pie
Colocamos al paciente de pie Nos ponemos a un costado del paciente (del lado
del hombro que se va a ajustar). Levantamos el brazo del paciente y lo colocamos
sobre nuestro hombro, ajustando la altura para tratar de quedar a la misma altura.
Colocamos nuestras manos sobre el hombre del paciente (en el músculo deltoides).
Le pedimos que inhale y al exhalar hacemos presión en el deltoides hacia abajo y al mismo tiempo nos vamos desplazando para quedar frente a nuestro paciente en 3 tiempos (la primer presión es a 0° la segunda a 45° y la tercera a 90°).
Nota: El ajuste se hace cuando hacemos la presión hacia abajo y nos vamos desplazando; es importante que la presión sea sobre el deltoides ya que la idea es desarticular el hombro para que ajuste.
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Cabeza de húmero con rotación interna y externa
Colocamos al paciente de pie. Nos colocamos del lado del hombro que vamos a
ajustar y lo sujetamos con ambas manos, entrelazando nuestros dedos.
Le vamos a indicar a nuestro paciente que cierre su puño y lo gire hacia adentro y hacia afuera lo más que pueda.
Después hacemos presión sobre el hombro y la mantenemos. Le pedimos al paciente que inhale y al exhalar gire su puño de 3 a 5 veces como se lo
indicamos.
Nota: Es importante que la presión sea fuerte y firme y exactamente sobre la articulación y no sobre el deltoides.
Ajuste de codo
Exprimido de codo
Colocamos al paciente decúbito dorsal. Colocamos nuestras manos por arriba y por abajo
del codo del paciente. Le pedimos que inhale y al exhalar realizamos un
exprimido sujetando con firmeza el brazo y tratar de no lastimar la piel.
Se repite de 3 a 5 veces.
Exprimido de codo arriba de la cabeza
Este ajuste se realiza igual que el anterior pero ahora colocamos el brazo del paciente por arriba de su cabeza.
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Tracción de codo
Colocamos el paciente decúbito dorsal Flexionamos el codo a 90°. Con una mano tomamos la muñeca del paciente
y la otra la colocamos sobre el músculo bíceps. Le pedimos que inhale y al exhalar hacemos una
tracción, sujetando el brazo hacia la cama y jalar la muñeca hacia arriba.
Se repite de 3 a 5 veces.
En forma de martillo
Colocamos al paciente decúbito dorsal Flexionamos su codo a 90°. Con una mano sujetamos firmemente el codo
del paciente y al mismo tiempo lo pegamos hacia su cuerpo.
Le pedimos que inhale y al exhalar con la otra mano hacemos un pequeño jalón hacia afuera a la altura de la muñeca, haciendo una especie de
chicotazo. Se repite de 3 a 5 veces.
Nota: Es importante presionar con fuerza y firmeza el codo, ya que esa presión ayuda a que se realice el ajuste.
Antebrazo muñeca y falanges
Radio-cubital
Colocamos al paciente decúbito dorsal
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Sujetamos el brazo del paciente ligeramente por arriba de la muñeca, sobre el cubito y el radio.
Le indicamos a nuestro paciente que estire su mano y que realice un movimiento hacia arriba y hacia abajo lo más que pueda.
Hacemos una presión con los pulgares y la mantenemos. Le pedimos que inhale y al exhalar sosteniendo la presión, le indicamos al paciente que
realice el movimiento que le habíamos mencionado. Se repite de 3 a 5 veces.
Túnel del carpo
Colocamos al paciente decúbito dorsal. Nos sentamos al lado de él y colocamos
nuestro brazo sobre su músculo bíceps. Encontramos las palmas de la mano y
entrelazamos los dedos. Hacemos una tracción para abrir el espacio
articular de la muñeca del paciente y sostenemos esa tracción todo el tiempo.
Con nuestros dedos medio y pulgar, masajeamos el túnel del carpo, desde la muñeca hasta el tercio medio del antebrazo, aproximadamente unas 10 veces.
Después, sin perder la tracción, sujetamos la muñeca del paciente y la giramos para colocar nuestra palma de la mano sobre el dorso de la mano del paciente y entrelazamos los dedos para seguir manteniendo la tracción.
Nuevamente seguimos dando masaje aproximadamente unas 10 veces y volvemos a sujetar la muñeca, abriendo el espacio articular de esta y sin perder la tracción.
Comenzamos a hacer giros a la mano del paciente y ejercemos fuerzas contrarias.
Nota: Este ajuste también se puede hacer sentado.
Muñeca (carpo) con tracción
Colocamos al paciente decúbito dorsal. Tomamos con una mano del radio y del cubito
y con la otra entrelazamos los dedos del paciente.
Le pedimos que inhale y al exhalar hacemos una tracción abriendo el espacio articular de la muñeca.
Y realizamos giros para hacer el ajuste.
Muñeca (carpo) con rotación
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Colocamos al paciente decúbito dorsal Nos colocamos del lado de la muñeca a ajustar. Flexionamos el brazo del paciente a 90° y sujetamos su muñeca con nuestros dedos índice,
medio y pulgar de ambas manos. Hacemos una presión para desarticular la muñeca y la sostenemos. Le pedimos al paciente que inhale y al exhalar giramos la muñeca. Lo hacemos de 3 a 5 veces.
Nota: Es importante cuidar en todo momento la postura y mantener nuestros brazos abiertos para poder generar más torsión a la muñeca.
Metacarpos
Colocamos al paciente decúbito dorsal. Sostenemos la mano del paciente con
nuestras 2 manos, una sosteniéndola por el dorso y la otra con el puño cerrado sobre la palma.
Le pedimos que inhale y al exhalar hacemos presión y friccionamos nuestro puño contra la palma del paciente.
Nota: Este ajuste también se puede hacer apoyando la mano del paciente sobre la cama.
Falanges
Colocamos al paciente decúbito dorsal. Tomamos la mano del paciente y sujetamos
sus dedos (uno a la vez). Le pedimos que inhale y al exhalar hacemos
tracciones a cada uno de los dedos.
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