Faringitis Crónica y Macrólidos

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  • Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 441-443 441

    Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 441-443

    FARINGITIS CRNICA Y MACRLIDOS

    A. ROSELL CERVILLA, F. J. GARCA PURRIOS, J. CALVO MOYASERVICIO DE OTORRINOLARINGOLOGA. HOSPITAL DE HELLN. ALBACETE.

    CHRONIC PHARYNGITIS AND MACROLIDES

    RESUMEN

    Correspondencia: A. Rosell Cervilla. C/ Rambla, 6-1. izqda. 02400 Helln (Albacete).

    Fecha de recepcin: 18-12-2001Fecha de aceptacin: 5-2-2002

    CARTA AL EDITOR

    Hemos observado que los macrlidos son capaces de

    mejorar los sntomas de muchos pacientes con faringitis

    crnica. Pensamos que este efecto es debido a las pro-

    piedades antiinflamatorias que parecen presentar este grupo de

    antibiticos. Sin embargo, pensamos que su uso en esta patolo-

    ga no est justificado en el momento actual.

    We have noticed that macrolides can improve the main

    symptoms of many patients with chronic pharyngitis. We

    feel that the efficacy of macrolides for chronic pharyngitis

    can be due to the anti-inflammatory effect of this group of anti-

    biotics. However, we think that at present the use of macrolides is

    not the therapy of choice for chronic pharyngitis.

    ABSTRACT

    KEY WORDS: Chronic pharyngitis. Macrolides.

    PALABRAS CLAVE: Faringitis crnica. Macrlidos.

  • A. ROSELL CERVILLA ET AL. FARINGITIS CRNICA Y MACRLIDOS

    Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 441-443442

    El motivo de esta carta es transmitir una curio-sa e interesante observacin clnica que se ha da-do, paradjicamente, por una dudosa utilizacin delos macrlidos por parte de algunos mdicos enpacientes con faringitis crnica.

    El mal (dudoso, si se quiere ser benvolo) em-pleo de los antibiticos en el tratamiento de la fa-ringitis crnica por gran parte del colectivo mdicoes muy conocido por todos nosotros. En nuestrasconsultas hemos visto enfermos que nos visitandesesperados pensando que tienen una infeccinimposible de erradicar al no mejorar tras haber to-mado varios envases de antibiticos. Estos trata-mientos, adems, les producen en muchas ocasio-nes efectos secundarios, lo que refuerza sus ideassobre lo mal que se hallan. Habitualmente solven-tamos estas situaciones informando al paciente dela naturaleza inflamatoria intermitente -y no infec-ciosa- de su proceso, retirndoles los antibiticos yprescribiendo hidratacin y algn AINE duranteunos das si la faringitis crnica se halla en faseaguda.

    Sin embargo, en los ltimos meses nos hemosencontrado con pacientes en la consulta que, deentre los mltiples tratamientos a los que han sidosometidos por su mdico de atencin primaria, re-fieren haber mejorado mucho tras la toma de algu-no de los nuevos macrlidos. Esta observacin,hecha por los propios pacientes, apoya sus creen-cias sobre la naturaleza infecciosa de sus moles-tias farngeas y les hace ms resistentes a admitirnuestra explicacin sobre la naturaleza inflamato-ria de su faringitis. La eficacia del frmaco provo-ca, adems, que el paciente solicite que se le sigarecetando en las fases agudas de la enfermedad.No lo hacemos porque pensamos que es correctala actitud general de la mayora de los otorrinola-ringlogos de no emplear antibiticos en el trata-miento de la faringitis crnica. Sin embargo, la ob-servacin clnica de que los macrlidos parecenmejorar los sntomas de algunos de estos pacien-tes nos ha planteado una serie de cuestiones quepasamos a exponer.

    La primera pregunta evidente es: La faringitiscrnica puede tener un factor etiolgico infecciosoan no reconocido que responda al uso de macr-lidos? En una revisin que hemos hecho de la li-teratura hemos encontrado dos artculos1, 2 escritospor un grupo sueco que dice que la Chlamydiapneumoniae puede ser un agente etiolgico de lafaringitis crnica y que dicha faringitis se resolveratras tratamiento antibitico adecuado (macrlidosconcretamente). Sin duda, se trata de un hallazgomuy interesante, ya que cada vez hay ms eviden-cia de que Chlamydia pneumoniae puede estar im-

    plicada en el inicio y desarrollo de ciertas enferme-dades crnicas no consideradas actualmente deetiologa infecciosa como la aterosclerosis y el as-ma3. Aunque siempre hay que ser prudentes, de-bemos mirar con respeto cualquier posible relacinentre ciertos patgenos y entidades clnicas apa-rentemente no infecciosas. Quin nos iba a decirhace aos que la ulcera gstrica tena relacin conuna bacteria (Helicobacter pylori)!

    No obstante, sin poder negar rotundamente suutilidad antimicrobiana, pensamos que la eficaciade los macrlidos en la faringitis crnica puede de-berse principalmente a sus favorables propiedadesantiinflamatorias e inmunomoduladoras no relacio-nadas con su actividad microbiolgica que justifi-can ya su uso en procesos o enfermedades comoel asma, la exacerbacin de la bronquitis crnica,la panbronquiolitis difusa o la sinusitis crnica4. Eneste punto, la pregunta es macrlidos o AINESpara controlar las fases agudas de la faringitis cr-nica?

    Nosotros pensamos que de momento los ma-crlidos no se deben usar por varias razones. Enprimer lugar, y la ms importante, porque a dife-rencia de otros procesos crnicos no hay suficien-te evidencia cientfica para ello. Antes de nada,habra que disear estudios que confirmaran la ob-servacin clnica sobre su utilidad en la faringitiscrnica y, una vez confirmada, compararla con losAINES.

    Pero an en el caso de que fueran mejores, eluso generalizado de macrlidos en la faringitis cr-nica tendra inconvenientes tales como su precio,favorecer el incremento de las resistencias bacte-rianas en infecciones respiratorias y sus numero-sas interacciones farmacolgicas. A diferencia deotras patologas crnicas como el asma, la bron-quitis o la sinusitus, la faringitis crnica presentaleve morbilidad y nula mortalidad y puede ser con-trolada aceptablemente con medidas higinicas,dietticas y AINES5.

    En resumen, debemos seguir transmitiendo anuestros compaeros de atencin primaria que nodeben tratar las faringitis crnicas con ninguna cla-se de antibiticos, a pesar de que se hayan dadocuenta de que los macrlidos parezcan beneficio-sos. Pero al mismo tiempo, creo que los otorrinola-ringlogos nos hemos equivocado al transmitirlesnuestra poca simpata por esta patologa, lo que hallevado a muchos mdicos de familia a tomarla co-mo algo banal. El problema de la faringitis crnicaes su diagnstico diferencial con patologas msgraves, lo que requiere una completa y cuidadosahistoria y exploracin ORL que lamentablemente aveces nadie tiene la suficiente paciencia de hacer.

  • Esta fase diagnstica, junto al consejo mdico (in-cluida la explicacin de que los macrlidos alivianla faringits crnica probablemente por su capacidadantiinflamatoria), son el pilar del tratamiento. Y amenos que los mdicos de familia sepan hacer una

    exploracin ORL correcta completa, ningn proto-colo de actuacin impuesto con fines econmicospuede negarle ticamente a un paciente con snto-mas de faringitis crnica a ser valorado, cuando loprecise, por un especialista ORL.

    ACTA OTORRINOLARINGOLGICA ESPAOLA

    Acta Otorrinolaringol Esp 2002; 53: 441-443 443

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    REFERENCIAS