Fase 2.2

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FASE 2.2_TEXTO Christian Gómez Scheele El proyecto en la plaza de Stortorget parte de las reflexiones realizadas a lo largo del curso sobre el contexto de Hamar, los artículos vertidos en el blog, la visita a la ciudad y nuestras propias inquietudes personales. El clima frío propio de la latitud de Hamar afecta en la manera de socialización de la población, que pasa gran parte de su tiempo en espacios protegidos y cubiertos. Por ello se propone una revitalización del espacio público en Stortorget, mediante la prolongación de situaciones domésticas sobre la misma plaza. Entendemos lo doméstico como una serie de condiciones que son confortables, personales y reconocibles para un individuo o un grupo reducido, frente a aquellas situaciones que son comunes para todos los ciudadanos. Domesticar, en su acepción más común, es acostumbrar a la vista y compañía a un animal fiero. Es decir, influir de manera personal en un elemento para moldearlo y, de alguna manera, hacerlo propio. Es precisamente esta personalización del entorno la que hace que un espacio se convierta en un lugar propio. No es la apropiación a nivel jurídico la que nos interesa, sino la manera en que las personas pueden influir en su entorno para enriquecerlo. Sin embargo, las controversias que esta personalización plantea son evidentes: ¿no estaríamos acaso privatizando el espacio público? ¿Sería esto positivo? Creemos firmemente que sí, en la medida que esta personalización estuviera controlada. Por un lado, entendemos que la relación entre los individuos es positiva en la medida que, como seres sociales que somos, las condiciones personales de cada uno pueden enriquecer a los demás en un espacio de interacción. Por otro, la personalización del espacio no debe ser realizada de manera directa y permanente, sino mediante herramientas que nos ayuden a configurar un espacio de una manera temporal y presencial. Por ello, en nuestra propuesta no se diseña una forma, sino unas condiciones de la forma. Nos valemos de los avances tecnológicos para proponer una plaza hiperconectada, donde los espacios están controlados por sensores y por script. Los primeros parametrizan el entorno y los flujos de información; los segundos procesan y convierten la parametrización de los sensores en acciones concretas, que reflejan las situaciones domésticas que queremos representar. Abandonamos así la cultura estrictamente formal para la creación de espacios y objetos, trasladándonos hacia un entendimiento casi biológico de la actividad. El resultado del conjunto es un nuevo concepto de paisaje: un paisaje relacional como consecuencia de las acciones, frente a un paisaje figurativo como consecuencia de las formas. Esta plaza adaptativa reaccionará a la actividad de los usuarios mediante parámetros concretos. Sin embargo, con la propuesta estratégica se propone que sean los mismos usuarios quienes puedan modificar temporalmente la respuesta de los dispositivos, a través de una plaza virtual y de Apps onsite. De este modo, la plaza como organismo (animal) podrá ser personalizada (domesticada) por los usuarios. Así, la plaza se divide en tres dimensiones: una plaza física, material y perceptible sólo para los visitantes; una plaza digital, que engloba todos los dispositivos y soportes media; y una plaza virtual, desde la que se puedan controlar dichos dispositivos. El objetivo de la convergencia de estas tres dimensiones será generar nuevas formas de comunicación en el espacio público.

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Fase 2.2 de Proyectos IV en Alicante.

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FASE 2.2_TEXTO Christian Gómez Scheele

El proyecto en la plaza de Stortorget parte de las reflexiones realizadas a lo largo del curso sobre el contexto de Hamar, los artículos vertidos en el

blog, la visita a la ciudad y nuestras propias inquietudes personales. El clima frío propio de la latitud de Hamar afecta en la manera de socialización

de la población, que pasa gran parte de su tiempo en espacios protegidos y cubiertos. Por ello se propone una revitalización del espacio público en

Stortorget, mediante la prolongación de situaciones domésticas sobre la misma plaza.

Entendemos lo doméstico como una serie de condiciones que son confortables, personales y reconocibles para un individuo o un grupo

reducido, frente a aquellas situaciones que son comunes para todos los ciudadanos. Domesticar, en su acepción más común, es acostumbrar a la

vista y compañía a un animal fiero. Es decir, influir de manera personal en un elemento para moldearlo y, de alguna manera, hacerlo propio. Es

precisamente esta personalización del entorno la que hace que un espacio se convierta en un lugar propio. No es la apropiación a nivel jurídico la

que nos interesa, sino la manera en que las personas pueden influir en su entorno para enriquecerlo.

Sin embargo, las controversias que esta personalización plantea son evidentes: ¿no estaríamos acaso privatizando el espacio público? ¿Sería

esto positivo? Creemos firmemente que sí, en la medida que esta personalización estuviera controlada. Por un lado, entendemos que la relación

entre los individuos es positiva en la medida que, como seres sociales que somos, las condiciones personales de cada uno pueden enriquecer a los

demás en un espacio de interacción. Por otro, la personalización del espacio no debe ser realizada de manera directa y permanente, sino mediante

herramientas que nos ayuden a configurar un espacio de una manera temporal y presencial.

Por ello, en nuestra propuesta no se diseña una forma, sino unas condiciones de la forma. Nos valemos de los avances tecnológicos para

proponer una plaza hiperconectada, donde los espacios están controlados por sensores y por script. Los primeros parametrizan el entorno y los

flujos de información; los segundos procesan y convierten la parametrización de los sensores en acciones concretas, que reflejan las situaciones

domésticas que queremos representar.

Abandonamos así la cultura estrictamente formal para la creación de espacios y objetos, trasladándonos hacia un entendimiento casi biológico de

la actividad. El resultado del conjunto es un nuevo concepto de paisaje: un paisaje relacional como consecuencia de las acciones, frente a un

paisaje figurativo como consecuencia de las formas.

Esta plaza adaptativa reaccionará a la actividad de los usuarios mediante parámetros concretos. Sin embargo, con la propuesta estratégica se

propone que sean los mismos usuarios quienes puedan modificar temporalmente la respuesta de los dispositivos, a través de una plaza virtual y

de Apps onsite. De este modo, la plaza como organismo (animal) podrá ser personalizada (domesticada) por los usuarios.

Así, la plaza se divide en tres dimensiones: una plaza física, material y perceptible sólo para los visitantes; una plaza digital, que engloba todos los

dispositivos y soportes media; y una plaza virtual, desde la que se puedan controlar dichos dispositivos. El objetivo de la convergencia de estas tres

dimensiones será generar nuevas formas de comunicación en el espacio público.

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Матрёшка

La matrioska o muñeca rusa (ruso: Матрёшка /mʌˈtrʲoʂkə/) son unas muñecas tradicionales rusas creadas en 1890, cuya originalidad consiste en que se encuentran huecas por dentro, de tal manera que en su interior albergan una nueva muñeca, y ésta a su vez a otra, y ésta a su vez otra, en un número variable que puede ir desde cinco hasta el número que se desee.

1. La plaza confortable

3. La plaza multidimensional2. La plaza multicapa

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