FEBRERO - escaleradelexito.com · 12 - D. MATÍAS PRATS CAÑETE - PERIODISTA CRONISTA TAURINO 13 -...

68 Páginas de Cultura 68 Páginas de Cultura TTaur inaaur ina

Año XI - N.o 45 • 3 € • 12.000 ejemplares. Distribución Personalizada ENERO - FEBRERO - MARZO 2007

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Homenajes Escalera del ÉxitoHomenajes Escalera del Éxito2222 ddee nnoovviieemmbbrree ddee 220000662222 ddee nnoovviieemmbbrree ddee 22000066

DDoonn JJoosséé MMiigguueell AArrrrooyyoo DDeellggaaddoo

DDoonn JJuuaann JJoosséé GGóómmeezz ÁÁllvvaarroo

DDoonn AAgguussttíínn DDííaazz YYaanneess

DDoonn ÁÁnnggeell NNiieettoo RRoollddáánn

D. José Pedro Gómez Ballesteros, Doña Mercedes Valverde Candil, D. José María Moreno Bermejo y D. Salvador Sánchez-Marruedo

(Presidente del Círculo Cultural Fundación Escalera del Éxito) hacen entrega del Galardón a los homenajeados.

boletin 45.qxd 14/2/07 08:51 Página 1

2 • sabiosdeltoreo.com

127 Personalidades Homenajeadas con nuestro Galardón127 Personalidades Homenajeadas con nuestro GalardónEEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo es el reconocimiento del esfuerzo humano...Es, el símbolo del triunfo en cualquiera de los aspectos noblesde la vida... Pero en la base de este TTrrooffeeoo,, y esto es lo importante,hay unas personas que recuerdan ese trabajo y ese triunfo... Unaspersonas que reconocen que nuestro sacrificio no fue baldío...Unas personas que aplauden el esfuerzo que supone siempresubir con ÉÉxxiittoo los peldaños de la EEssccaalleerraa de nuestra vida.

Salvador Sánchez-MarruedoPresidenteS.A.R.Doña María de las Mercedes de Bordón y de Orleáns, Condesa de Barcelona, recibe de D. Salvador

Sánchez-Marruedo, Presidente del Círculo Cultural Taurino Internacional, el primer homenaje EEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo

2 - D. JOSÉ MARÍA AZNAR LÓPEZ - PRESIDENTE PARTIDO POPULAR3 - D. SAMUEL ROMANO FLORES - GANADERO4 - D. LIVINIO STUYCK (IN MEMORIAM) - EMPRESARIO TAURINO5 - D. MANUEL NAVARRO SALIDO - MATADOR DE TOROS6 - DINASTÍA «BIENVENIDA» - MATADORES DE TOROS 7 - D. RAFAEL SÁNCHEZ «PIPO» (IN MEMORIAM) - EMPRESARIO - APODERADO TAURINO8 - D. VÍCTOR PUERTO - MATADOR DE TOROS

9 - D. ESTEBAN RIVAS MARTÍN - EMPRESARIO10 - D. VÍCTOR MENDES - MATADOR DE TOROS11 - D. VICTORINO MARTÍN - GANADERO12 - D. MATÍAS PRATS CAÑETE - PERIODISTA CRONISTA TAURINO13 - D. JUAN ANDRÉS GARZÓN DURÁN - GANADERO14 - DINASTÍA «DOMINGUÍN» - MATADORES DE TOROS15 - D. RAFAEL CAMPOS DE ESPAÑA - PERIODISTA CRONISTA TAURINO

16 - D. JOSÉ CARLOS ARÉVALO DÍAZ DE QUIJANO - PERIODISTA CRONISTA TAURINO17 - D. LUCIO SANDÍN - MATADOR DE TOROS18 - D. LUIS FRANCISCO ESPLÁ - MATADOR DE TOROS19 - DOÑA SONSOLES ABOÍN ABOÍN - GANADERA - D. ANDRÉS HERNANDO - MATADOR DE TOROS20 - D. JOSÉ CUBERO «YIYO» (IN MEMORIAM) - MATADOR DE TOROS21 - D. CARMELO ESPINOSA YEBRA - MATADOR DE TOROS22 - D. ÁLVARO DOMECQ ROMERO - REJONEADOR DE TOROS

23 - D. JOSÉ ANTONIO CAMPUZANO - MATADOR DE TOROS24 - D. ENRIQUE GARCÍA ASENSIO - DIRECTOR DE LA ORQUESTA FILARMÓNICA 25 - D. JAIME OSTOS CARMONA - MATADOR DE TOROS26 - D. RAFAEL PUENTE-VILLEGAS - DIRECTOR GERENTE COMUNIDAD MADRID ASUNTOS TAURINOS27 - D. MARIANO PÉREZ MORTERERO - PRIMER TRIUNFADOR «LOS SABIOS DEL TOREO»28 - D. SEBASTIÁN PALOMO LINARES - MATADOR DE TOROS29 - D. RAMÓN SÁNCHEZ AGUILAR - CRONISTA TAURINO


sabiosdeltoreo.com • 3

30 - DOÑA CRISTINA SÁNCHEZ - MATADOR DE TOROS31 - D. FERMÍN MURILLO PAZ - MATADOR DE TOROS32 - D. MANUEL GARCÍA-MIRANDA Y RIVAS - EMBAJADOR DE ESPAÑA - PRESIDENTE CASINO MADRID33 - D. ANTONIO CHENEL «ANTOÑETE» - MATADOR DE TOROS34 - D. MANUEL MOLÉS - PERIODISTA CRONISTA TAURINO35 - D. MIGUEL FLORES - MATADOR DE TOROS36 - D. ANDRÉS VÁZQUEZ - MATADOR DE TOROS

37 - D. PEDRO MARTÍNEZ «PEDRÉS» - MATADOR DE TOROS38 - D. FÉLIX COLOMO DÍAZ - MATADOR DE TOROS39 - D. AGAPITO GARCÍA «SERRANITO» - MATADOR DE TOROS40 - D. DÁMASO GONZÁLEZ - MATADOR DE TOROS41 - D. JUAN PALMA HERNÁNDEZ - PERIODISTA CRONISTA TAURINO42 - D. PIERRE ARNOUIL - PERIODISTA CRONISTA TAURINO43 - D. ALBERTO LOPERA «LOPERITA» - MATADOR DE TOROS - PERIODISTA TAURINO

44 - D. MIGUEL CID CEBRIÁN - DOCTOR EN DERECHO45 - D. ANTONIO MÉNDEZ MORENO - GANADERO46 - D. ÁNGEL ESCRIBANO HERAS - PRIMER TENIENTE ALCALDE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES47 - D. VICTORIANO DEL RÍO CORTÉS - GANADERO48 - D. JORGE GARCÍA DE LORITE - DIRECTOR GERENTE COMUNIDAD MADRID ASUNTOS TAURINOS49 - D. GUSTAVO PÉREZ PUIG - DIRECTOR TEATRO ESPAÑOL DE MADRID50 - D. GREGORIO LOZANO SÁNCHEZ - MATADOR DE TOROS

51 - D. TOMÁS CAMPUZANO - MATADOR DE TOROS52 - D. MARCELINO MORONTA - PRESIDENTE DE LA PLAZA DE TOROS DE MADRID53 - D. JOSÉ BELMONTE - DINASTÍA BELMONTE - MATADORES DE TOROS54 - D. JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ DEL MANZANO Y LÓPEZ DEL HIERRO - ALCALDE DE MADRID55 - D. MÁXIMO GARCÍA PADRÓS - CIRUJANO JEFE DE LA PLAZA DE TOROS DE MADRID56 - DOÑA MARÍA TERESA RIVERO - PRESIDENTA DEL RAYO VALLECANO57 - D. MARCO ANTONIO RAMÍREZ VILLALÓN - EMPRESARIO PLAZA DE TOROS DE MORELIA - MÉXICO

58 - D. PÍO GARCÍA ESCUDERO - COORDINADOR GENERAL DEL PARTIDO POPULAR59 - D. ANTONIO BRIONES DÍAZ - GANADERO - PRESIDENTE HOTELES TRYP60 - D. RAFAEL RAMOS GIL - SECRETARIO GENERAL TÉCNICO DEL MINISTERIO DEL INTERIOR61 - D. MANUEL MARTÍNEZ FLAMARIQUE «CHOPERA» - GANADERO Y EMPRESARIO TAURINO62 - D. ENRIQUE MÚGICA HERZOG - DEFENSOR DEL PUEBLO63 - DOÑA PEÑUCA DE LA SERNA (DINASTÍA DE LA SERNA) - PINTORA TAURINA64 - D. ANTONIO MINGOTE BARRACHINA - ACADÉMICO Y DIBUJANTE



65 - D. FERNANDO VIZCAÍNO CASAS - DOCTOR EN DERECHO Y ESCRITOR66 - D. JESÚS OVELAR CALVO - PRESIDENTE ECUMAD - IBERTORO67 - D. AGUSTÍN MARAÑÓN RICHI - PRIMER DIRECTOR GERENTE COMUNIDAD DE MADRID ASUNTOS TAURINOS68 - D. JAVIER SÁNCHEZ ARJONA - GANADERO69 - D. HIGINIO-LUIS SEVERINO CAÑIZAL - ABOGADO, EX-GANADERO Y EMPRESARIO TEATRAL70 - D. RAFAEL BERROCAL RODRÍGUEZ - BIBLIÓGRAFO71 - D. RAMÓN VILA GIMÉNEZ - CIRUJANO JEFE DE LA REAL MAESTRANZA DE SEVILLA

72 - D. ÁNGEL ACEBES PANIAGUA - MINISTRO DE JUSTICIA73 - D. JOSÉ LUIS RUIZ SOLAGUREN - EMPRESARIO DE HOSTELERÍA74 - D. MIGUEL PADILLA SUÁREZ - DIRECTOR GENERAL DE LA U.N.E.D. - MADRID75 - D. MANUEL FRAGA IRIBARNE - PRESIDENTE XUNTA DE GALICIA76 - D. MARIANO AGUIRRE DÍAZ - PRESIDENTE REAL FEDERACIÓN TAURINA DE ESPAÑA77 - D. JUAN ANTONIO GÓMEZ - ANGULO - SECRETARIO DE ESTADO PARA EL DEPORTE78 - D. ROBERTO DOMÍNGUEZ DÍAZ - MATADOR DE TOROS

79 - D. FERNANDO FERNÁNDEZ ROMÁN - DIRECTOR PROGRAMAS TAURINOS RADIO TELEVISIÓN ESPAÑOLA80 - LOS SABIOS DEL TOREO - REVISTA CULTURAL TAURINA - Depositario Perpetuo: D. JUAN SILVA BERDÚS81 - D. SANTIAGO ESTRADA SÁIZ - GENERAL DEL CUERPO DE INGENIEROS POLITÉCNICOS DEL EJÉRCITO82 - D. JUAN BARRANCO POSADA - MATADOR DE TOROS, PERIODISTA - CRÍTICO DIARIO LA RAZÓN83 - DOÑA M.ª PILAR LÓPEZ PARTIDA - ALCALDESA - PRESIDENTA DE VALDEMORILLO84 - D. JOSÉ LUIS CARABIAS SÁNCHEZ-OCAÑA - PERIODISTA - CRONISTA TAURINO85 - D. BENJAMÍN BENTURA REMACHA - PERIODISTA - FUNDADOR DE LA REVISTA «FIESTA ESPAÑOLA»

86 - D. FRANCISCO CAMINO SÁNCHEZ - MATADOR DE TOROS87 - D. LORENZO GALLEGO CASTUERA - COMPOSITOR Y DIRECTOR BANDA MÚSICA LAS VENTAS DE MADRID88 - D. CÉSAR PALACIOS ROMERA - PINTOR TAURINO89 - D. IGNACIO DE COSSÍO Y PÉREZ DE MENDOZA - DINASTÍA DE LOS COSSÍO - ESCRITORES TAURINOS90 - D. JAIME GONZÁLEZ SANDOVAL «EL PUNO» - MATADOR DE TOROS91 - D. JOSÉ LUIS SUÁREZ-GUANES YBAÑEZ - ESCRITOR, HISTORIADOR TAURINO92 - D. SANTIAGO DE SANTIAGO - ESCULTOR

93 - D. FEDERICO MARTÍN BAHAMONTES - CICLISTA, PRIMER ESPAÑOL GANADOR DEL TOUR DE FRANCIA 195994 - D. FRANCICO CORPAS BROTONS - MATADOR DE TOROS95 - D. FEDERICO CARLOS SAINZ DE ROBLES - ABOGADO Y EX PRESIDENTE TRIB. SUPREMO Y C.G.P. JUDICIAL96 - D. VIDAL PÉREZ HERRERO - FUNDADOR EDITOR DE LA AGENDA TAURINA97 - D. PEDRO NUÑEZ MORGADES - DEFENSOR DEL MENOR EN LA COMUNIDAD DE MADRID98 - DOÑA JACQUELINE ÁLVAREZ RODRÍGUEZ - LICDA. EN DIPLOMACIA Y RELACIONES INTERNACIONALES99 - D. FERNANDO CUADRI VIDES - GANADERO



100 - EXCMA. SRA. DOÑA CAYETANA FITZ-JAMES STUART Y DE SILVA - DUQUESA DE ALBA101 - D. FRANCISCO ROMERO LÓPEZ «CURRO ROMERO» - MATADOR DE TOROS102 - D. EDUARDO Y D. ANTONIO MIURA MARTÍNEZ - GANADEROS103 - D. JOSÉ JULIO GARCÍA SÁNCHEZ - PERIODISTA, CRONISTA TAURINO104 - D. ELÍAS RODRÍGUEZ VARELA - PERIODISTA - PRESIDENTE GRUPO ABAIRA - VICEPRESIDENTE BOSQUES NATURALES105 - D. JUAN LAMARCA LÓPEZ - PRESIDENTE DE LA PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS106 - D. JEAN GRENET - ALCALDE DE BAYONA - PRTE. DIPUTADOS TAURINOS PARLAMENTO FRANCÉS

107 - DOÑA CONCHITA CINTRÓN - REJONEADORA DE TOROS108 - D. ENRIQUE CORNEJO FERNÁNDEZ - EMPRESARIO Y PRODUCTOR TEATRAL109 - DOÑA PALOMA SAN BASILIO - CANTANTE ESPAÑOLA DE NIVEL INTERNACIONAL110 - D. JOSÉ MARÍA MONTILLA ÁLVAREZ - MATADOR DE TOROS111 - D. JOSÉ SERRANO CARVAJAL - PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN UNIVERSITARIA TAURINA EL BIRRETE112 - D. FELIPE DÍAZ MURILLO - DIRECTOR GERENTE DE LA ESCUELA DE TAUROMAQUIA DE MADRID113 - D. ANTONIO PURROY UNANUA - CATEDRÁTICO DE PRODUCCIÓN ANIMAL

114 - DOÑA YOLANDA BARCINA ANGULO - ALCALDESA - PRESIDENTA DE PAMPLONA115 - D. JOSÉ PEDRO GÓMEZ BALLESTEROS - DIRECTOR GERENTE COMUNIDAD MADRID ASUNTOS TAURINOS116 - D. DAVID SHOHET ELÍAS - FUNDADOR DEL PREMIO LITERARIO TAURINO «DOCTOR ZUMEL»117 - D. ARTURO PÉREZ-REVERTE - ACADÉMICO, ESCRITOR Y PERIODISTA118 - D. HUBERT Y DOÑA FRANÇOISE DE YONNET - CRIADORES DE TOROS DE LIDIA119 - D. JULIO APARICIO MARTÍNEZ - MATADOR DE TOROS120 - DOÑA MERCEDES VALVERDE CANDIL - DIRECTORA DE MUSEOS MUNICIPALES DE CÓRDOBA

121 - D. JOAQUÍN BERNADÓ Y BARTOMÉU - MATADOR DE TOROS122 - D. JUAN CARLOS NAVAS GÓMEZ - PRTE. PLAZA DE TOROS DE ÁVILA - VOCAL COM. REG. TAU. CASTILLA Y LEÓN123 - D. JOSÉ MARÍA MORENO BERMEJO - BIBLIÓFILO TAURINO112244 -- DD.. JJUUAANN JJOOSSÉÉ GGÓÓMMEEZZ ÁÁLLVVAARROO -- DDIIRREECCTTOORR PPRROOPPIIEETTAARRIIOO ««JJOOTTAACCIINNCCOO»»112255 -- DD.. AAGGUUSSTTÍÍNN DDÍÍAAZZ YYAANNEESS -- DDIIRREECCTTOORR DDEE CCIINNEE YY GGUUIIOONNIISSTTAA112266 -- DD.. JJOOSSÉÉ MMIIGGUUEELL AARRRROOYYOO DDEELLGGAADDOO -- MMAATTAADDOORR DDEE TTOORROOSS112277 -- DD.. ÁÁNNGGEELL NNIIEETTOO RROOLLDDÁÁNN -- CCAAMMPPEEÓÓNN DDEELL MMUUNNDDOO DDEE MMOOTTOOCCIICCLLIISSMMOO ««1122++11»»


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Frases que nos hacen seguir 7Bibliografía básica 8España, sus plazas de toros 10Aragón y el arte taurino 12Cirugía taurina 14Toro de lidia 15Dinastías cordobesas 16Con el dedo en la llaga 18Y ahora ¿qué está pasando? 20La pintura en los toros 22Salamanca, tierra mía 24Museos taurinos 26La mujer en los toros 28La torería gitana 30Sucinto historial de la tauromaquia en Francia 32Crónica de los Homenajes 34El tributo de la gloria… 44La música en los toros 45¿Sabe usted esto, aquello y lo otro? 46...Sólo unos versos 47Los Toros de Madrid vistos desde Francia 48Los europeos del suroeste, los animales y la tauromaquia 50¡Torero! Los toros en el cine 52La obra taurina de Mariano Benlliure 53Tauromaquia añeja 54Anecdotario taurino 55De los novilleros 56ArQte2 interiorismo 58El tiempo en los toros 60Plaza de Toros «El Castañar», Bejar, y otras Históricas 62Profusión reglamentaria 64Misceláneas 66

en portada

SUMARIOEnero - Febrero - Marzo 2007

2222 ddee nnoovviieemmbbrree ddee 22000066CCíírrccuulloo CCuullttuurraall TTaauurriinnoo IInntteerrnnaacciioonnaall

EEssccrriibbee eenn ssuu ««LLiibbrroo ddee OOrroo»» llaass eennttrreeggaass ddee ssuu EEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittooNNúúmm.. 1124 - DD.. JJuuaann JJoosséé GGóómmeezz ÁÁllvvaarrooNNúúmm.. 1125 - DD.. AAgguussttíínn DDííaazz YYaanneessNNúúmm.. 1126 - DD.. JJoosséé MMiigguueell AArrrrooyyoo DDeellggaaddooNNúúmm.. 1127 - DD.. ÁÁnnggeell NNiieettoo RRoollddáánn

¡ENHORABUENA!

Cualquier texto y fotografía de esta publicación, puede ser reproducido siempre que se citenombre del Autor y de La Revista.

Según artículo 5 de la Ley Orgánica 15/1999:Protección de Datos de Carácter Personal, le informamosque sus datos serán incluidos y tratados en un fichero propiedad de Teletrofeo, S.L. (A.A.A.) y cuya fi-nalidad es remitirle puntualmente información de los homenajes, actos culturales,etc., organizadospor este Círculo-Fundación “Escalera del Éxito”. Los interesados podrán ejercer su derecho de acce-so,rectificación,cancelación u oposición de sus datos dirigiéndose por escrito a:A.A.A.Teletrofeo,S.L.C/ Cartagena, 47 - 28028 Madrid.

Fundador Director EditorSalvador Sánchez-Marruedo

Coordinador GeneralPoul Christiansen de Querol

Asesor BibliográficoBerrocal Libros Antiguos

Asesor ArtísticoJosé Miguel Palacio

Asesor JurídicoMiguel Ángel Hernández H.

Asesores TaurinosDaniel Daudet

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Fernando López MeleroAsesores MaquetaciónSalvador Sánchez VegaAlfredo Casado Manso

Asesor Página webMiguel Ángel CárdenasAmigos Colaboradores

Adela H. HerranzAlberto Lopera «Loperita»

Alfredo Otero VillariaArturo Pérez-Reverte

Benjamín Bentura RemachaCésar Palacios RomeraDiego Alfonso Ledesma

Fernando del Arco de IzcoFernando Claramunt López

Fernando García BravoHiginio-Luis Severino Cañizal

Higinio Severino de VegaIsabel G. LaranjinhaJean-Pierre Digard

José Julio García SánchezJosé Luis Carabias

José Luis García GarcíaJosé María Moreno Bermejo

José Serrano CarvajalJuan Carlos Navas Gómez

Juan Lamarca LópezJulio Martín Fraile

K-AlamaresLorenzo Gallego CastueraLucrecia Enseñat BenlliureLuisa Moreno FernándezManuel de la Fuente Orte

Marc RomengouMiguel Ángel «Pipo V»

Muriel FeinerPablo Ramos Colorado

Pierre ArnouilRafael Berrocal Rodríguez

Rafael Carvajal RamosRamón Sánchez Aguilar

Saturnino Napal LecumberriTomás García-Aranda

LogísticaÁngel Díaz Arroyo

FotografíaJesús Carrera Aparicio

Domingo Estringana SanzRubén Vega Baena

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Cartagena, 43, 1.° • 28028 MadridImprime

EDIGRAFOSVolta, 2 • 28906 Getafe (Madrid)


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NOTA DE REDACCIÓNLas opiniones y datos reflejados de información

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Miguel Ángel«Pipo V»

FFrraasseess qquuee nnooss hhaacceenn sseegguuiirr««LLaa ccuullttuurraa ttaauurriinnaa...... ppaattrriimmoonniioo ddee ttooddooss»»

AAggrraaddeezzccoo,, eenn nnoommbbrree ddee ttooddooss llooss qquuee iinntteerrvveenniimmooss eenn llaa rreeaalliizzaacciióónn ddee LLooss SSaabbiiooss ddeell TToorreeoo,, ttooddaass llaass ffeelliicciittaacciioonneess rreecciibbiiddaass yy ddee llaass qquuee rreepprroodduuzzccoo aallgguunnaass ddee eellllaass.. FFeelliizz 22000077..


BBERCKEMEYER Y PA-ZOS,Fernando.El arte ylos toros. Museo Tauri-

no de Arte de Lima. México D.F., impreso por Litoarte, 1966.4.o M. XI p. de preliminares eíndices, [174] p. de texto y lá-minas en color y blanco y ne-gro.

Es el catálogo de la colec-ción completa del MuseoTaurino de Lima (Perú), for-mada por la colección delpropio autor.

En B. Nacional.

SSiigglloo XXVVIIII

BRAVO DE LAGUNAS Y CAS-TILLA, Pedro Joseph. Discursohistírico-jurídico del origen,fundación, reedificación, de-rechos y exenciones del hos-pital de San Lázaro de Limadedicado a la Real Audienciade los Reyes, escribiolo... Lima(Perú), Oficina de los Huer-phanos, 1761. 4.o m. Portadaorlada, 4 h. de dedicatoria alRey, 1 h. de censura, 4 h. deaprobación y juicio, 6 h. deépistolas y 1 h. de erratas. 272p. adornos tipográficos y capitularesilustradas.

José M.a de Cossío se refiere a estararísima obra en Los toros, Tomo IV,pág. 188 y dice:

«Este libro no es sólo una justifica-ción de los fines benéficos de cons-trucción de la plaza y empleo del im-porte de los ingresos de las corridas,sino una defensa de la fiesta tauri-

na contra los argumentosque en tal época solían es-grimirse contra ella.»

Este libro es una justifica-ción de que los Hospitales Ge-nerales y en particular el deleprosos de San Lázaro deLima, sean los beneficiariosde los resultados de las co-rridas de toros.

No en Díaz Arquer. Palaun.º 34.802. En B. Nacional.En CCPB.

SSiigglloo XXVVIIIIII

CARTELES.Carteles de torosde la Plaza de Toros de Acho,Lima. 4.o. Recoge 20 cartelesfacsimilados, normalmente de2 h. escritas por las cuatro ca-ras, de las corridas celebradasdesde diciembre de 1779 aenero de 1798. Algunas ilus-traciones xilográficas en loscarteles, alusivos a la fiesta.

Ejemplar facsímil en papelde hilo. Se refieren a las co-rridas que se celebraban enesta plaza de toros y cuyosbeneficios eran dedicados alHospital de leprosos de San

Lázaro. Raramente aparecen des-critos estos carteles, que son básicose imprescindibles para estudiar lasfiestas de toros en Lima. Describenel nombre de los toros, rejoneadores,capeadores, toreros parlapanes, des-jarretadores, etc.

Ejemplar único cuyos originalesforman parte de un archivo-biblio-teca particular.


Rafael Berrocal RodríguezBibliógrafo

EEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo 7700

PPaarraa eell eessttuuddiioo ddee llaass FFiieessttaass ddee TToorrooss eenn eell PPeerrúú SSiiggllooss XXVVII aall XXIIXX

BBiibblliiooggrraaffííaa BBáássiiccaa


CCAARRTTEELLEESS.. SSiigglloo XXIIXX

CARTELES de toros de la Plaza de to-ros de Acho, Lima. Folio. Recoge 115carteles facsimilados, normalmente de2 h. escritas por las cuatro caras, de lascorridas celebradas entre enero de 1800y mayo de 1821. Llevan ilustracionesxilográficas alusivas y la caja de tintava orlada.

Ejemplar facsímil en papel de hilo.Carteles de las corridas cuyos bene-ficios se destinaban a institucionesde caridad, ya desde el siglo ante-rior. En ellos se detallan los partici-pantes, distinguiendo entre «ameri-canos» y «europeos» y se incluyenpoemas y otros pequeños textos, al-gunos con contenido político y clarasalusiones a la Guerra de la Inde-pendencia contra los franceses. Sonraramente descritos y son completa-mente imprescindibles para conocer

de forma exhaustiva las corridas enLima y de forma concreta en la Pla-za de Acho. Un estudio pormenori-zado de ellos daría para hacer ungrueso volumen sobre la Fiesta de To-ros y sobre la vida política y culturaldel Perú en general, y en particularde la ciudad de Lima.

Ejemplar único, cuyos originalesforman parte de un archivo-biblio-teca privado, y cuyo periodo no hasido nunca estudiado, ya que el úni-co estudio conocido de «Geromo» serefiere a los toros en Lima hasta elsiglo XVIII.


Continuará.


Juan Silva Berdús Musicólogo

Escalera del Éxito 80

Cádiz

sus plazas de toros

San RoqueSan Roque

ESPAÑA

Alguna que otra petición llega a nuestra revista,interesando se publique y comente el hecho his-tórico de la Plaza de Toros de su ciudad natal.

Hoy correspondo y voy a satisfacer la petición de mibuen amigo Félix Vázquez de Sola y Otero, dejandosobre esta página una breve semblanza del coso deSan Roque, precioso pueblo de la provincia de Cádiz,y para ello nada mejor que seguir a don Antonio Pé-rez Girón, cronista de tan acogedora y bella ciudad ga-ditana.

Al referirme a la fiesta de los toros en San Roque, nopodemos olvidar que fue en su Plaza Mayor donde, se-gún reza en una lápida fijada en dicho recinto, se dioel primer pase de muleta de la Historia de la Tauro-maquia, a cargo de Manuel Ballón «El Africano». Tan

histórico acontecimiento taurino tuvo lugar el día 16de agosto de 1720; y sería en la citada Plaza Mayordonde se corrieran toros hasta 1848, año en que co-menzaron las obras destinadas a edificar lo que mástarde sería el coso sanroqueño. Ante el notario señorTarragó se firma, el 3 de julio de 1850, el documentopara la edificación de la Plaza de Toros de San Roque,

Plaza de Toros de San Roque(Fotografía cortesía de JuanLeón Espinosa)




mediante emisión de acciones, cuyo precio se fijó en1000 reales, a abonar en el plazo de 10 meses. De los110 suscriptores, 73 eran vecinos de San Roque y 37 loeran de Gibraltar.

Para la construcción de tan novedoso coso se contócon los terrenos de 10.209 varas cuadradas de superfi-cie, sitos en El Haza del Calvario, generosamente ce-didos por el vecino de Jerez, residente en San Roque,Juan Díaz Guerra.

Para su edificación se tomó como modelo la de laReal Maestranza de Ronda, invirtiéndose en su cons-trucción cerca de tres años, dándose la pintoresca cir-cunstancia de que acabados los cimientos y dar co-mienzo a la elevación de las gradas, se tuvo la sensaciónde que el coso en cuestión resultaba un tanto peque-ño y menos amplio de lo que se había proyectado yconstaba en los planos (63 metros de diámetro el rue-do, con lo que se hubiera convertido en el mayor deEspaña). Todo obedeció a un error de cálculos efec-tuados por un profesor de Matemáticas de San Roque,al que se habían confiado los mismos. Ello ha sido mo-tivo de que dicha plaza carezca de callejón.

De dos pisos, conforma un polígono regular de 16 la-dos, con un diámetro exterior de 63 metros, que enprincipio iba a ser interior. Sus muros son de mam-postería con refuerzos de arcos y puertas, destacandoen su interior la galería del cuerpo superior con co-lumnas toscanas de piedra. Con un ruedo de 42,50 me-tros de diámetro y aforo para poco más de 6.000 es-pectadores, fue inaugurada con dos corridas de toroscelebradas los días 20 y 21 de agosto de 1853, en las

que actuaron el espada madrileño Cayetano Sanz y elgranadino Francisco Vilches «Llilli».

La primera tarde se corrieron ocho toros de la vaca-da de José Arias Saavedra,conocido por «El Barbero deUtrera», toros que atendían por los nombres de: Clari-nero, Sultán, Sumidero, Carasucia, Fabaito, Aceituno,Guineo y Pitero. La segunda tarde los toros fueron dela divisa de Jerónimo Martínez, antigua de Varela, yatendían por los nombres de: Almendrito, Polvareda,Relámpago, Cocinero, Piñón, Baratero, Zurito y Cha-rretera.

Dos cogidas mortales registra la plaza de toros deSan Roque. La primera, ocurrida el día 3 de agosto de1885, en la que el banderillero Mariano Tornero Seri-sola encontraría la muerte al ser herido de suma gra-vedad por el toro Capirote de la vacada de AnastasioMartín. La segunda ocurriría el 18 de agosto de 1946,cuando el novillo, de nombre Jaranero, de la divisa deConcha y Sierra, infirió mortal cornada al novillero me-jicano Eduardo Liceaga.

El coso sanroqueño, desde el mes de diciembre delaño 1993, ha pasado a ser de propiedad municipal.

Vista interior de la Plazade Toros de San Roque

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FACHADAS, PATIOS Y CUBIERTAS


Por esos misterios que lagenética no nos descu-bre, casi todos los tore-

ros aragoneses no han figura-do en esa sutil clasificación quese concentra bajo el epígrafede ARTISTAS. Rudos, valientes,técnicos o arrojados han sidocasi todos y solo a uno, el des-afortunado Florentino Balleste-ros, cabría incluirlo en ese gru-po de privilegiados que casisiempre localizan su cuna en Se-villa y sus alrededores. Florenti-no vino al mundo en Zaragoza ytuvo su primer refugio en el hos-picio zaragozano, contó con elbeneplácito del poderoso «Joseli-to» y murió en Madrid cuando ini-ciaba su segunda temporada comomatador de toros. Sin embargo, enel arte plástico que eterniza el mo-mento etéreo de la lidia, fue un ara-gonés –el más universal, tal vez– elque descubrió la belleza inmóvil deltoro y el torero, de la fiesta en laplaza de toros o la más popular dela vaquilla encerrada en el anillo decarros y hombres. Ese aragonés,cuyo nombre apenas es necesarioapuntar, puso la primera piedra del artetaurino e hizo posible que surgieran,con el paso del tiempo y la labor maes-tra de artistas como Fortuny y Unceta,también aragonés, los impresionistasdel color y el movimiento que fueronRoberto Domingo, Antonio Casero,Santos Saavedra, González Marcos, Ri-cardo Marín, Martínez de León y nues-tro contemporáneo García Campos,

que vive en el húmedo Bilbao, peroque madura sus colores al frío vientosalmantino.

Pero don Francisco de Goya y Lu-cientes había dado el primer aldabo-nazo genial y había pintado en los to-ros todo lo que se podía pintar. Habíapintado el dramatismo de la fiesta ruraly la gloria de los fenómenos de su tiem-po: Pedro Romero, «Costillares», «Pepe-Hillo» y «Martincho». A estos les daba lacategoría de invitados a una galería de

retratos que envidiaba la altasociedad. Y como además eraun cronista se le ocurrió aque-llo de la «Tauromaquia» y «Lostoros de Burdeos», grabadosen los se puede entender me-jor todo lo que los tratadistasescribieron sobre lo que erala fiesta de los toros en sutiempo, aunque haya queaclarar que la auténtica pri-mera «Tauromaquia» la dibu-jó Antonio Carnicero y quela auténtica de Goya fue laserie de ocho hojalatas alóleo conocida por la colec-ción de Ceán Bermúdez,pintor, historiador y críticode arte (Gijón 1749 - Ma-drid 1829), mientras quelos famosos grabados sonreflejo del relato de míni-mo rigor histórico de Ni-colás Fernández Moratíny los recuerdos del artista,las crónicas dibujadas. No

son ese otro relato técnicoque empieza con la salida del toro ytermina con su arrastre compuesto dedoce estampas grabadas por el señorCarnicero (Salamanca 1748 - Madrid1814).

Al margen de estas puntualizacioneshay que reconocer el legado taurinogoyesco que tanto nos ayuda para ar-gumentar culturalmente a favor de lafiesta de los toros. Hace pocos días re-juvenecí más de 30 años al ver en latelevisión un programa que dirigía Vic-toriano Fernández Asís y que se lla-


Benjamín Bentura RemachaPeriodista… y Fundador de la revistaFiesta Española, EEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo 8855

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Aragón y e



maba «Sí y No». En esta ocasión se tra-taba del sí o el no a los toros y los in-vitados a favor eran Luis Miguel Do-minguín y el ganadero Sánchez Fabrésy en contra la señora Garbayo, de laSociedad Protectora de Animales, y elnovillero pánico Diego Bardón, al queArrabal había operado de fimosis en elescenario de un teatro parisino y se ha-bía dejado vivo un novillo porque sehabía encariñado de él. Yo estaba allíde moderador partidista puesto que es-taba clara mi heredada inclinación tau-rina. Alguna intervención a favor de laseñora Garbayo porque la supremacíadel número 1 se mostraba también ante

las cámaras. Intervine en alguna oca-sión más, pero no tuve que acudir a lacita de don Francisco el de los torosporque los argumentos de Luis Migueleran demoledores. Ni siquiera acudir aPablo Ruiz Picasso, con el que el tore-ro madrileño tenía amistad y con el quehabía colaborado con los textos de unlibro en el que se reproducían muchasescenas de la «Tauromaquia» picasiana.No hizo falta. Pero ahí está otra de lasherencias goyescas.

Lagasca, 4828001 MadridTel. 91 431 12 47Fax 91 431 12 47 Camisería y Complementos

Gustavo Doré vio de esta forma lasfiestas de nuestros pueblos.

Julián Borreguero: Segoviano (1937)estuvo en Zaragoza en 1958 después deacabar sus estudios en la Academia deSan Fernando.Este «Toro» pertenece a laexposición que presentó en el Gran Hotelde Zaragoza en 1972.

el arte taurino(Primera parte)


AntibioterapiaPor las características propias de es-

tas heridas, traumatismo sucio, existeun gran riesgo de infección y de so-breinfección con flora del tracto diges-tivo bajo; por tanto, la estrategia anti-biótica debe ser de amplio espectro.Tenemos los microorganismos propiosde la región colorrectal: enterobacte-rias y anaerobios. La profilaxis quirúr-gica corresponderá a una cefalosporinacon actividad anaerobicida (cefoxitinao cefminox gramos intravenoso). Alter-nativas: metrodinazol 500 ml. Intrave-noso o clinamicina 600 mg intraveno-so junto con gentamicina o cefazolina.Importante los lavados mecánicos consolución salina. Además se debe pau-tar profilaxis antitetánica.

Profilaxis antitetánica1.o Antecedentes de vacunación: no va-

cunados, vacunación dudosa o conmenos de tres dosis con heridas pe-queñas limpias, hay que procedera la vacunación. En cualquier otraherida que no sea pequeña hay queproceder a la vacunación y a la co-locación de inmunoglobulina espe-cífica.

2.o Si la vacunación ha sido completa,con tres o más dosis en heridas pe-queñas, no es preciso tomar otrasmedidas, y se debe vacunar en casode que la última dosis lleve más de10 años. Para cualquier otra heridaen pacientes ya vacunados no espreciso completar el tratamiento. Lainmunoglobulina se debe adminis-trar por vía intramuscular a dosis de250 unidades internacionales paraniños y de 500 unidades interna-

cionales para adultos. La vacuna yla inmunoglobulina deben de ad-ministrarse con jeringas de agujasdistintas y en lugares separados. Enpacientes inmunodeprimidos, in-cluyendo los pacientes con sida,debe prescribirse siempre la inmu-noglobulina específica porque larespuesta a la vacuna suele ser sub-óptima.

Vacunación antitetánica1.o Personas no vacunadas. Vacuna con

toxis inactivada. Tres dosis de 0,5ml a los 0,1 y 12 meses. Produceuna protección mayor del 95%

2.o A personas vacunadas. Dosis de re-cuerdo cada 10 años.

Tratamiento con inmunoglobulina:administración de 500 a 3.000 unida-des intramuscular.

El resumen es que la política anti-biótica debe ser de amplio espectro entodos los casos combinando anaerobi-cidas con antibióticos de amplio es-pectro para grampositivos y gramne-gativos a dosis intravenosas cada 8horas.

La técnica quirúrgica debe concluircon la instalación de drenajes para evacuar colecciones potencialmentecontaminadas después de la toillete ydesbrillamento amplio de tejidos ne-cróticos desvitalizados.

Pruebas complementarias: en aque-llos casos con fiebre, producción porel drenaje, debe considerarse la reali-zación de TAC pelviano con contraste,o enema opaco ante la posibilidad deuna lesión del recto desvitalizado. Larectosigmoidoscopia flexible tambiénresulta de utilidad.


Saturnino Napal LecumberriMédico Urólogo - Autor y Editor de:

Navarra tierra de toros y Heridas urológicas por asta de toro

Cuatro siglos de casta navarrawww.evidenciamedica.es.com

[email protected]

Cirugía TaurinaCirugía TaurinaProfilaxis infecciosa

Otto Dix, óleo sobre lienzo 1921.


Una de las familias ganaderas em-blemáticas del campo salmanti-no es la de los Fraile. En la ac-

tualidad los tres hermanos Nicolás,Lorenzo y Moisés, así como los here-deros de Juan Luis: sus hijos Juan Luisy Carolina, son los representantes ga-naderos de algo que un día iniciara elabuelo Juan Antonio Fraile Fernándezdel Campo, que sería ganadero hastalos años de la guerra civil. Su hijo JuanLuis Fraile Valle toma el testigo conaquellas reses de procedencia Carri-quiri, que terminaría por eliminar, dadoque lo navarro no funcionaba y no eraquerido por los coletudos, al igual quele pasaría a Bernabé Cobaleda, quecompró lo de Carriquiri y también loeliminaría.

Juan Luis Fraile Valle y su esposa Ca-rolina Martín Puerto se van a la fincade El Puerto, propiedad del padre deCarolina, y lo hacen con aquellos ani-males de casta navarra, cosa que eli-mina y compra el hierro de Maximilia-no Sánchez, que al final vendería aCarlos Arruza y de éste pasaría a Saya-lero y Bandrés.

En el año 1958 se crea el hierro de ElPuerto, comprando a los Flores, de Al-bacete, el hierro que diseñaría con elanagrama actual de El Puerto, lidiandoa nombre de Juan Luis Fraile, NicolásFraile y María Gascón, comprando a Ar-turo Sánchez ganado que, por ser pe-queño, vendería en 1973 a Baltasar Ibán.

En 1962 se compran a Infante de laCámara dos camadas de eralas y tressementales. En 1976 se compra la mi-tad de lo que le quedaba a Lisardo Sán-chez de origen Atanasio, y en 1982 leadquieren a Atanasio Fernández 125hembras de lo de la línea Lisardo, de-jándole durante un tiempo los semen-tales, aunque no llegaría a sacar se-mentales mas que de lo de Lisardo.

En 1987, Moisés Fraile se separa delos hermanos; compra el hierro que fuede Alicio Cobaleda y compra a José Ma-tías Bernardo una partida de vacas com-puesta por la camada de eralas, añojasy 20 vacas a escoger; la mitad paridascon machos y la mitad de hembras, de-jándole sementales de Aldeanueva,puro María Antonia Fonseca, hasta quelogró sacar él sus propios sementales,

llevándose su parte de El Puerto –lomás puro de Lisardo– que actualmen-te hierra con el hierro de Moisés Frai-le, lidiando como El Pilar los rabosos,habiendo vendido al vasco Uranga unas90 eralas de la camada del presenteaño, habiéndose convertido con la úl-tima campaña realizada en uno de losganaderos de mayor éxito entre los deLa Unión de Criadores; logro al queayuda en el campo su hijo Moisés, buenconocedor de la ganadería. La de Moi-sés será una de las que en mejor mo-mento se encuentra de la cabaña debravo en tierras charras.

En 1992, se separan Nicolás y Lo-renzo, quedándose este último con elhierro de El Puerto de San Lorenzo enla finca de El Puerto de la Calderilla, elcual lleva varias temporadas en la cres-ta de la ola como ganadero deseadopor las figuras del escalafón y lleván-dose Nicolás la mitad de la ganaderíaa Valdefresno en Tabera de Abajo, hie-rro que diseñaría él mismo con el deEl Puerto con una V, herrando sus pro-ductos como Valdefresno y HermanosFraile Mazas, teniendo el apoyo de sushijos José Enrique y Nicolás, y seguroque desde el cielo Juan Luis, novilleroal que presidí su debut con picadoresen Ávila, y al que un día un tren se lollevó por delante. En la temporada ac-tual, Nicolás ha echado toros sensa-cionales; esos lisardos que embisten

con un temple especial, habiendo ob-tenido el premio del indulto de dos desus productos.

Y Juan Luis compraría el hierro y elganado que quedaba en 1973 y que fuedel excepcional ganadero de bravoGracialiano Pérez-Tabernero, que tuvoen su casa de Matilla lo más bravo delcampo charro –los Santacolomas de Sa-lamanca–. Se los llevó a su finca de Co-jos de Robliza, y allí, hasta 1999, en quefallece un día de mayo, víspera de li-diarse su corrida en la feria de San Isi-dro de Madrid, que resultó bravísima,continuando su labor sus hijos, espe-cialmente Juan Luis, en el campo, y Ca-rolina, llevan por separado lo que sehierra a nombre de María Gascón, pro-cedencia de El Puerto, y lo de Graci-liano.

Estos cuatro hermanos, Juan Luis, Ni-colás, Lorenzo y Moisés, han luchado ysiguen luchando, tratando de buscarun toro bravo, siendo orgullo del cam-po charro de esa buena sangre gana-dera que un buen día iniciase el abue-lo Juan Antonio y que ha llegado a sushijos y a sus nietos, los cuales, en laactualidad apoyan la labor de sus pa-dres, por lo que esta raza de ganade-ros de bravo esperemos continúe mu-cho años para bien de la cabaña debravo charra y española. Mi agradeci-miento a esta familia que siempre mebrindó su amistad.


Toro de Juan Luis Fraile (Graciliano)

Juan Carlos Navas GómezPresidente Plaza de Toros de Ávila

Vocal de la Comisión Regional Taurina de Castilla y León


Hermanos Fraile: Unafamilia charra ganadera

Toro de lidia


Hubo una época, larga y gloriosa,en que floreció todo un jardínde magníficos banderilleros,

gente de plata para diferenciarlos delos matadores-rehileteros que tanto seprodigan hoy en día. Fue, como dijoD. Ventura, «... la época de una toreríaexaltada, impulsiva, generosa y román-tica, en la que existía un gran idealis-mo»; los banderilleros, en su manerade actuar en el ruedo, ponían un an-helo vehemente por obtener aplauso ynombradía, sin menoscabo para lasprerrogativas de los jefes de fila, quie-nes, con plausibile cordura, permitíanaquellas expansiones. Todo ello con-tribuía al auge del espectáculo, a su ex-tensión y a su intensidad. Las corridasde toros ofrecían una variedad de ma-tices que hoy no tienen, porque exis-tía un sentimiento entusiasta y fervo-roso incluso para los aspectos mássecundarios de la fiesta...; se esperabala intervención de los banderilleros (ymás si se trataba de notabilidades) conun interés que a veces sobrepasaba ysuperaba al que algunos espadas pu-dieran inspirar, y aquellas actividadespróceres creaban un estimulo que hoyno vemos por parte alguna.

Por ello, o tal vez a causa de ello, lostoreros iniciaban sus andanzas tauró-macas como subalternos, para ir esca-lando grados en experiencia, arte yfama, antes de dar el salto a la catego-ría de matador, siempre que demostra-ran estar en posesión de dignos atri-butos para ello, según la objetividad desu jefe si así lo hubiese demostrado ensu trayectoria. Y claro está, el que as-pirara a sobresalir, o vaya como subal-terno o podía pensar en dedicarse aotro menester; el interés, el esfuerzopor destacar, el afán por ascender y eldemostrar afición y sapiencia, eran másprimordiales que el valor.

Así, en cualquier dinastía torera,como la que hoy nos ocupa, son nu-merosos los subalternos que figuran enella. Sin menoscabo para tal gradua-ción, pues todo torero (y los banderi-lleros y picadores lo son) merece la má-xima consideración y respeto. Muchosde los de segunda fila han alcanzadomás fama y dinero que tantos matado-res de alternativa.

Y así, la saga de los González-Luqueestá repleta de nombres famosos. Si no-toriedad merecida han alcanzado losmatadores de la dinastía (no todos, desa-fortunadamente), no menos solicitadosy aplaudidos eran muchos de sus hom-bres de plata, incluidos hombres de acaballo y hasta puntilleros. A los «Pan-chón», «Machaquito» o «Camará»... Pero,mejor será hacer, como siempre, un re-paso al árbol genealógico de la fami-lia, para comprender su frondosidad ycomplejidad.

Francisco González Díaz «Panchón».Primer hijo del matrimonio formadopor Francisco González y Ana Díaz, ini-ció la andadura (o al menos así es con-siderado, pues con anterioridad a él sesabe de toreros de a pie cordobeses,que puede ser tema para otro capítulo)histórica de la abundante lista de tore-ros desmontados de esta tierra. Ade-más de buen torero (poco artístico perodominador y valiente) ello solo le valepara entrar en la historia.

Juan González Díaz.Hermano del an-terior, banderillero artístico donde loshubiera, y además con un valor dignode encomio, logró notoriedad y fama,y hubiera alcanzado aún más reputa-ción si hubiera contado con mayor li-bertad de acción para poner en juegotodas sus facultades y aptitudes. Su es-pecialidad era clavar al relance, aun-que no desdeñaba (ni desentonaba)otros modos de parear. La envidia pro-fesional (¿Será esto un mal generacio-nal?) lo relegaron injustamente a un se-gundo término.

Rafael Rodríguez González «Meloja».Hijo del primer matrimonio de Victo-ria (hermana de «Panchón» y Juan Gon-zález) con Bernardo Rodríguez (toreroque no destacó). Rafael, sin embargo,fue un destacadísimo banderillero alque solicitaban los mejores espadas nosolo por su arte con los rehiletes, sinoque con el capote cumplía como unhábil lidiador que demostraba sus do-tes en cualquier ocasión por compro-metida que fuese. Iniciado con su tío«Panchón», no alcanzó mayores cotascon el traje de luces, porque se con-formó con la fama, solicitación y dine-ro que consiguió con los avivadores,porque cualidades, las tenía sobradas.

Antonio Luque González «Camará I».Hijo del segundo matrimonio de Vic-toria con Alfonso Luque; hermanastrode «Meloja», sobrino de «Panchón», pri-mo de «Machaco» y «Machaquito» y pri-mo segundo de los «Camará», no podíaser otra cosa que torero. Iniciado por sutío carnal, tomó la alternativa en Madriden las corridas Reales de 1835, y segúnotros, en Baena (Córdoba) en 1836.Otros historiadores dan aún otra fecha:la que le dio «Cúchares» en Madrid el 24de abril de 1848. Espada valeroso yarriesgado, inteligente y voluntarioso,pero de pocas condiciones físicas. Sutoreo oscilaba de lo extravagante a loextraordinario, como cualquier torerode los considerados artistas.

Antonio Luque González «Cúcharesde Córdoba». Hijo de «Camará», era laotra cara de la moneda respecto a supadre: Un gran vigor físico y un artemenguado. No llegó a destacar pese alas oportunidades que tuvo por ser fa-milia de tan aplaudida dinastía.

Ricardo Luque González «Camará II».Nieto de «Camará I», desposó a DoloresFlores González, y al igual que su abue-lo, estaba destinado a ser torero. Adop-tó el apodo de «Corruco» y «Curro Cá-mara» al iniciarse como novillero. Lascrónicas de la época dicen de él: «Sepresento en la tarde de ayer como no-villero (en Madrid) y logró captarse lassimpatías de los que le vieron torear.Maneja con desahogo la muleta y dejallegar al cornúpeta hasta tomar el tra-po, consiguiendo pases de lucimientoy castigo,...» Abandonó muleta y esto-que, y demostró su buen juicio al dedi-carse de lleno a banderillear, bajo cuyoaspecto logró alcanzar un puesto envi-diable y ser comparado con los mejores.

Juan Flores González «Camará III».Pri-mo de «Machaquito» y tío de los «Ca-mará», no pasó del escalafón de novi-llero por problemas de salud, peromientras estuvo en el uso de la frane-la demostró unas dotes dignas de elo-gio, que hicieron concebir a la aficiónunas esperanzas que se vieron frustra-das por los designios de la fortuna.Mala suerte para uno que, valiendo, nollegó.

José Flores González «Camará IV». El4.o en el uso del apodo, aunque pos-


Dinastías

cordobesas

Rafael Carvajal RamosIngeniero Técnico Naval

Bibliófilo TaurinoPresidente del «Rincón

de los Artistas Cordobeses»

La saga de los

González-Luque


teriormente se quedó solo en «Cama-rá», es de sobra conocido, más aún quecomo torero, como apoderado de to-reros, empezando por el malogrado«Manolete». Como hombre de luces semantuvo siempre en un discreto pla-no, aunque destacó en muchos aspec-tos respecto a otros compañeros coe-táneos. Pero pronto se dedico a la vidaprofesional empresarial. No obstante,su fama ha trascendido en el tiempo ytraspasado fronteras.

José González Madrid «Machaco».Her-mano de «Machaquito», dio origen alapodo por su condición de remendónde zapatero; desde que su hermanoempezó a destacar en el mundo deltoro, le acompañó, hasta su retirada (yaque no era portador de otras cualida-des para el toreo), como puntillero ensu cuadrilla, labor en la que destacó sin

duda, por el acierto que demostraba enel manejo de la puntilla de despenar,lo que le hizo merecedor de la plenaconfianza del Califa.

Rafael González Madrid «Machaquito».Nada que añadir a la trayectoria tauri-na del que llegó a ser Califa del toreocordobés (III o IV según la teatralidadpuntillosa de algún historiador deltema).

Antonio Luque González «El Gordo».Primo de «Machaquito», destacó en elpapel de picador. Nacido en 1879, fa-lleció el 11 de diciembre de 1939, ha-biendo alcanzado aplausos y recono-cimientos en el manejo de la puya enuna época en que picar toros tenía unaconsideración de la que hoy carece.

Rafael González Luna. Primo carnaldel Califa, destacó como novillero, aun-que su vida taurina fue corta. Nació en

septiembre de 1911 y falleció el 29 dejunio de 1987.

Añadir a esta extensa lista los nom-bres de Rafael Caballero González «Ma-tacán», picador (1848). Antonio de DiosGonzález «Comearroz», picador (1868).Francisco González de Dios «Patateri-llo», banderillero (1873). Los hermanosFrancisco González «Chiquilín», bande-rillero (1876), José González «Josepe»,banderillero (1890) y Manuel González«Recarcao», banderillero (1873). RafaelGonzález «Gordoncho», picador (1888)así como los hermanos Sisenando Mu-ñoz-Corchado «Corchaito II» y Alfonso,novillero (1886); todos ellos nacidos enel siglo XIX, y nos haremos una idea dela extensión de estos apellidos en laHistoria taurina cordobesa y universal.Dejemos para otra ocasión los nacidosen el siglo XX.



A mi prima Maritín Muñoz Se-verino, excelente aficionadaa los toros, crítica taurina yuna gran persona.

AAunque quizás por el desarrolloque viene a continuación pue-da parecerlo, no es mi objetivo

hablar de la gran figura del toreo quefue mi tío Paquito Muñoz, pues sobreeso, poco podría añadir a lo que se-guro que todos los lectores, grandesaficionados, ya saben.

Sé por lo que me han contado, queme tenía gran cariño, aunque no le re-

cuerdo porque cuando murió en aque-lla trágica noche toledana yo apenastenía unos meses.

Sin embargo, en mi casa he oído in-contables veces su historia a lo largode los años, desde su nacimiento enel por aquel entonces pequeño pue-blo madrileño llamado Paracuellos delJarama (hoy tristemente recordado porlos miles de asesinatos ordenados porun recientemente nombrado DoctorHonoris Causa), con unos inicios mar-cados por la ausencia de anteceden-tes taurinos familiares y con una niñezforjada en la única obsesión de ser to-rero.

A la muy temprana edad de 10 añoscomenzó a torear becerradas haciendo

pareja con Pablito Lalanda, siendo am-bos apoderados por Eduardo Lalandadel Pino, y así continuó hasta llegar ala cúspide del toreo en aquella difícilépoca de tan grandes figuras como fue-ron Manolete, Arruza, Luís Miguel Do-minguín, Parrita, Manolo González,Pepe Luís Vázquez, y un largo etcéte-ra.

Tenía Paco en la plaza una alegríadesbordante y según me cuentan, siem-pre lucía una perenne sonrisa en loslabios, para deleite del público que dis-frutaba con sus magistrales faenas.Cuenta una leyenda que he oído queun gran compositor y letrista hizo unpasodoble llamado «Francisco Alegre yOlé» por encargo de una afamada can-zonetista que estaba locamente ena-morada de mi tío. La canción comen-zaba así: «En los carteles han puesto unnombre que no lo quiero mirar: Fran-cisco Alegre y Olé, Francisco Alegre yOlá». Para despistar sobre la identidaddel verdadero destinatario del pasodo-ble en él se decía lo siguiente: «No sete olvide mujer, que soy torero anda-luz y llevo al cuello la cruz de Jesúsque me distes tú…» «Francisco Alegrecorazón mío tiene un vestido con unsuspiro que entre sollozos yo le bor-dé…»

Tenía una simpatía como personaque como decía conquistaba al públi-co, llegando hasta el extremo de queen un corrida de la Feria de Plasencia,alternando con Parrita y Luis Miguel,este último, en un acto muy propio desu soberbia, dirigiéndose al públicoalzó un dedo indicando que era el «nú-mero uno». Paquito saltó al verlo comoun resorte del burladero y le dio unmordisco en el dedo causando las car-cajadas del público.


EEll ssuueeññoo ddee uunnaa Higinio Severino

de Vega Abogado-Empresario


Pasaron los años, y demostrando unalealtad imperturbable poco habitual enel mundo taurino, y menos todavía enla actualidad, siempre estuvo dirigidocomo matador de toros por el mismoapoderado: Carlos Gómez de Velasco.Así era Paquito, leal y muy amigo desus amigos.

Se compró una gran finca de 2.000hectáreas al lado de Peñaranda de Bra-camonte (Salamanca), llamada Arauzo,con una enorme casa – palacio que ha-bía construido su antiguo dueño Ri-cardo Soriano «Marqués de Iván Rey»,quien posteriormente emigró a Marbe-lla siendo uno de los verdaderos pio-neros de la eclosión de esa ciudad.

Más adelante, en el año 1953, Paqui-to se casó con mi tía Margarita en unaboda multitudinaria en el Hotel Ritz deMadrid, oficiándose la ceremonia reli-giosa en la Iglesia de la Concepción deGoya por el Prelado de Su Santidad, D. Jesús García Colomo, íntimo amigode mi abuelo Higinio que todos losaños iba con su chófer de vacacionesa Fuenlabrada (finca de mi familia).

Mi abuelo Higinio les regaló a mí tíaMargarita y a Paco la mitad de la gana-dería de Espioja (adquirida a SalustianoRodríguez de Villaseco de los Gamitos).

Y debido a ello construyeron en sufinca de Arauzo una espléndida plazade tientas, que fue inaugurada con unagran fiesta precedida de un tentaderode ocho utreras con la siguiente ternade «lujo»:

Mario Moreno «Cantinflas», AgustínParra «Parrita», Manolo Gómez y Pa-quito Muñoz.

Os he contado todo lo anterior, por-que hace apenas dos meses tuve unextraño sueño que recuerdo con vívi-da nitidez y que fue así:

Apareció en la imperial Toledo, re-gada por el río Tajo y en el cauce queva debajo del puente de San Martín uncadáver con el rostro desfigurado e irre-conocible, que el forense identificócomo el tuyo, tío Paco.

Una somera identificación, basadano en evidencias clínicas o científicas,sino en el hallazgo de tu D.N.I. y car-net de conducir entre tus pertenen-cias.

Sin embargo, la realidad fue que unagran mujer, médico de profesión, y uni-da a ti por lazos familiares, fue la úni-ca persona de la familia con las he-


nnoocchhee ddee vveerraannooCon el dedo en la llaga...

Mi tío Paco, con mi tía Marisa y mi padre, en la celebración de mi bautizo en elhotel Luz Palacio, unos meses antes de su viaje a la eternidad mexicana.

(Primera parte)

churas suficientes para ver tu cadáver,y afirmó que no eras tú. Carecía elmuerto de cicatrices en los muslos, algode por sí extraño dado a las «heridasde guerra» que poblaban tu cuerpo.Tampoco tenía tu característica promi-nencia en la oreja izquierda.

Imagino que todo esto sería una malajugada del destino, un malentendidoenvuelto en las brumas de aquella no-che toledana, pero después vi en misueño con una nitidez extraordinaria,casi como si estuviese allí, como te ibasa México con tu gran amigo Mario Mo-reno Cantinflas.


Haremos una pequeña his-toria de nuestro deveniren la preparación de es-

tas publicaciones que tan mara-villosamente edita la imprenta denuestro querido ayuntamientomadrileño, dirigida técnicamen-te por nuestro admirado ÁngelGarcía, jefe de sus talleres, conobjeto de mostrar una visión so-mera del cómo hemos llegadoa este 9.o año en nuestras reco-pilaciones. El primer tomo deesta colección se editó el año1998, y en él se incluyeron losfestejos celebrados en nuestraquerida plaza de «Las Ventas»durante las ferias de San Isi-dro de los años 1997 y 1998.Una vez comprobada la acep-tación que la obra tuvo, el pa-dre de la idea de su ejecu-ción, nuestro querido amigoFelipe Díaz Murillo, nos ani-mó a César y a mí a recopi-lar todos los festejos que secelebraran en «Las Ventas»durante el año, sin limitar-nos a la Feria de San Isidro,argumentando que dichacompilación podría servirde gran ayuda para lasconsultas de los aficiona-dos, en cuanto a datos yreseñas se refieren, y derecordatorio al abonadoque vería con agrado elpasar las páginas del libro admirandolos bellos apuntes de César, en los quese refleja fielmente lo que en el ruedopasó. La idea de Felipe Díaz Murillo

nos pareció muy acertada y a ambosnos sedujo la posibilidad de aplicar unmayor esfuerzo en aras a lograr una

mejor propagación de nuestra queri-da Fiesta.

Ya han pasado nue-ve años de aquel pri-mer episodio; hemosido pintando y descri-biendo lo que sucedíaen nuestra Plaza día trasdía, merced al ánimoque nos facilitaba nues-tra mucha afición por laFiesta, y siempre ha sidoun placer poder hacerlo.Siempre, aunque en losúltimos años hemos idoconstatando que nuestrosdeseos de asistir a los fes-tejos menguaban, porquelo que aquí, en esta plazase nos ofrecía iba perdien-do calidad, carecía del in-terés que siempre había te-nido para nosotros eldisfrutar de una corrida enesta Plaza, la primera plazade toros del mundo. Unaplaza en la que la novilladamás modesta ofrecía a nues-tra afición más importanciaque una buena corrida encualquiera otra plaza. ¡Cuán-tas veces hemos dicho que noíbamos a otras plazas si habíafestejos en «Las Ventas», aun-que fuese una novillada!

Y ahora, ¿qué está pasando?Sabemos que todo es subjeti-vo, y que la botella puede te-ner el mismo nivel, pero unos

la vemos medio llena y otros mediovacía. Sin embargo, con la objetividad


Y ahora ¿quéJosé María

Moreno BermejoBibliófilo Taurino


Presentación del


tajas que se toma el to-rero para no arriesgar lomás mínimo en su lidia.El toro fue siempre va-riando sus condicionesa lo largo de la historiapara adecuarla a los gus-tos de la afición, es cier-to; ya en el siglo XVIII

José Vicente Vázquezsolicitaba al Marqués deVistahermosa que le fa-cilitara machos paraatemperar las bruscasembestidas de sus pupi-los, procedentes demezclas de sangres dereses de Ulloa, Bezquery Cabrera; y de ahí en

adelante, son cotidianas, normales, laspruebas que se hacen en la mayoríade las ganaderías para obtener un «pro-ducto» bonancible que pueda permitirel placer y el relajamiento de las figu-ras cuando se pongan delante. Y aque-llos ganaderos románticos (como diríanuestro admirado Fernández Salcedo)que persisten en criar toros de lidia, ose quedan con ellos porque las figu-ras no los quieren, o los lidia en el Va-lle del Terror ante animosos jóvenesque, por su poca costumbre de lidiar(no de dar pases: de lidiar) están ex-puestos a cornadas graves que nadiedesea. Y mientras las figuras dando 80pases a toritos de tori-factoría, que noles cogerán, a no ser que por despis-te se caigan ellos encima.

é está pasando?

que debe dar la independencia y la ausencia de in-tereses, considero, y ahora hablo en primera per-sona para no involucrar a César en mis opiniones,que llevamos una larga época de descenso conti-nuado en el interés que nos ofrece nuestra fiesta ac-tual. El camino ha sido continuado y decreciente;algunas islas nos hicieron olvidar el solitario mar,como supusieron los triunfos de Rincón, Joselito,José Tomás...,pero la base de nuestra corrida ha idodecreciendo, sin duda. Y es que, no nos olvide-mos, el interés del aficionado surge del riesgo, dela competencia, de la verdad, de la integridad…Una corrida sin riesgo, ya lo dijeron pensadores ta-les como Ortega y Gasset, Cossío, Valle, etc., estáabocada a desaparecer. Y ya entonces, en los al-bores del pasado siglo Ortega acusaba a la Fiestade «amaneramiento». Está claro, y lo hemos dichoen múltiples ocasiones, que ningún aficionado de-sea que un torero sufra una cogida, pero esta mag-nífica profesión de torero exige que se sienta laverdad en el ruedo, que nadie en el tendido pue-da pensar que aquello no emociona por las pau-pérrimas condiciones en las que llegan la mayoríade las reses al último tercio y por las enormes ven-

(Primera parte)

Autores: César Palacios y José María Moreno,EEssccaalleerraass ddeell ÉÉxxiittoo 88 y 123.

libro: Temporada 2005


La cartelería realizada en torno a lacelebración de una corrida de to-ros es una de las incipientes ma-

nifestaciones gráficas en el Reino deEspaña donde se fecha en 1737 la másremota muestra conocida. Pero habríaque esperar hasta 1879 para que en lapaleta del aragonés Marcelino Uncetase vislumbrase la fisonomía del cartelmoderno. Se fraguaba en él la afortu-nada preponderancia de la obra pictó-rica en detrimento paulatino de la letraimpresa, que con el tiempo se combi-narían con sumo gusto en artístico con-junto. El auge definitivo con la difusióna escala mayor de las reproduccionesfue por supuesto auspiciado por el des-cubrimiento de la litografía en color.

Evocar la litografía en materia tauri-na es hacer obligada referencia a la va-lenciana imprenta creada por RamónOrtega Font en 1871, un empresariocon visión de futuro que tuvo la genialiniciativa de publicar en 1893 su pri-

mer catálogo de carteles queremitió a todas las empresasespañolas y galas.

En 1912 el levantino CarlosRuano Llopis pinta su primercartel taurino que envía justa-mente a la Casa Ortega. El co-tizado pintor nacido en Orba(Alicante) en 1879, cuarto hijode siete hermanos oriundos deuna modesta familia agudiza-da como tantas por una pe-nosa situación económica, esya un artista curtido a sustreinta y cuatro años. Sus co-nocimientos taurinos se pa-tentizan en las entonaciones

cálidas y sugestivas de un armoniosoempaque unido a la vivacidad que sedesprende del dibujo. Credenciales su-ficientes para que José Ortega no dudeen hacerse rápidamente con sus servi-cios, fiel a la costumbre de la empresafamiliar de contratar a los creadores demayor fuste, a semejanza de los casosprecedentes de Emilio Porset y Rober-to Domingo, o posteriores a Ruanocomo pasaría con Juan Reus y JoséCross Estrems. Para la anécdota añadirque el referido cartel de muestra remi-tido por Ruano anunciaría la tempora-da siguiente la despedida de RicardoTorres «Bombita», acontecida el 16 deoctubre de 1916. Era el inicio de unafructífera colaboración que se iba a pro-longar hasta 1934, concentrada en elcartel taurino, esencia y cumbre del le-gado del pintor, en el cual ponía demanifiesto sus sólidos conocimientossobre los toros, la fuente de inspiraciónque acaparó desde joven el grueso de

la producción del alicantino cuya ma-dre había frustrado con rotunda repro-bación las ilusiones toreras. En ciertaocasión en que Joselito «El Gallo» con-templaba uno de los magníficos carte-les del artista, dijo: «El que ha pintadoesto, sabe torear, aunque nunca hayatoreado». Este monumental desplieguede la iconografía taurina queda recogi-do en su célebre «pase de las Flores», in-mortalizando a Victoriano de la Sernaen la famosa suerte por la espalda eje-cutada con gran serenidad y citando alpitón contrario para rematar una tandacon la franela. En este lienzo se impo-ne la figura en su dinámica, al instar dela mayoría de su tauromaquia sin so-bresaltos, sin tragedias y de criterio uni-


GGrraannddeess CCaarrtteelliissttaass:: CCGGrraannddeess CCaarrtteelliissttaass:: CCJosé Miguel Palacio

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forme. Pero Ruano gozaba también delas estampas camperas y realizó porejemplo uno de los más recordados ycotizados carteles editados por la casaDomecq para promocionar sus pro-ductos, el popular cuadro del maletillaacosado por un toro en la dehesa. Tra-bajó así mismo para la industria cine-matográfica de Hollywood, diseñandolos carteles taurinos de la película «San-gre y Arena» basada en la famosa no-vela de Vicente Blasco Ibáñez e inter-pretada por Tyrone Power y RitaHaywoorth.

Por iniciativa de la misma litografíaOrtega se publica su primer libro en1931 bajo el título Impresiones al natu-ral, un compendio que incluye múlti-ples facetas de la lidia, con las suertesa cargo de los más afamados diestrosde la época, mientras Ruano conservael vínculo con un buen puñado de pe-riódicos y revistas como Blanco y Ne-gro, Las Provincias, La Voz Valencia-na, El Pueblo, etc., y con publicacionestaurinas tales La Garrocha, El Ruedo yEl Clarín, en las cuales sus apuntesadornan las reseñas.

Una mutua deuda de gratitud unepara la posteridad a Ruano Llopis conMéxico, desde aquel primer viaje de1933 que traslada el levantino a tierrasaztecas después de corresponder a lainvitación del diario «Toros y deportes»y ante los reiterados ruegos de los ma-tadores Silveti y Armillita. Al otro ladodel «charco», según la consagrada fór-mula, el artista recoge las mieles de unsentido reconocimiento de la crítica ydel público a una destacada exposiciónsuya. Tan sólo una breve visita a la pe-nínsula ibérica precede su arraigo de-finitivo a la capital azteca. En este cortotiempo encuentra todavía la inspiración

y el prolijo dinamismo para plasmar loscarteles falleros de 1934, el de la «Gran-diosa Corrida de Toros organizada porla Asociación de la Prensa» y el cartel dela vuelta a los ruedos del «Divino Cal-vo».

El fallecimiento de su madre confinea Ruano Llopis en un estado depresivoque acaba propiciando el retorno yasentamiento definitivo del pintor enMéxico. La diversidad y el fastuoso cro-matismo de la tauromaquia charra se-rán inagotables motivos que el artistaplasmará a lo largo de cuarenta años,principalmente en su estudio de la es-quina de Cinco de Mayo y FilomenoMata número 11.

«Mi Tauromaquia», su segundo libro,vería la luz en 1943 en una edición li-mitada, numerada y firmada, de reco-nocida calidad técnica y artística, todoun auténtico tratado de cultura tauri-na. La cátedra de pintura del alicanti-no se estaba perfilando, y su «BarajaTaurina» fue entoncesun cante a las torerí-as mexicanas y espa-ñolas.

Su personalidad re-sultó tan fuerte quemuy pocos lograronevadirse de la influen-cia de su impronta yde su estilo suelto conmano y maneras reco-nocibles que perdura-ron hasta su muerteen 1950, siendo maes-tro de destacados pin-tores nacionales como

Ramón Espino Barrios y Antonio Na-varrete, y por supuesto del valencianoJuan Reus, otro de los pilares que asen-taron el cartel taurino, y que le suce-dió en la litografía Ortega.


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A Paco Camino y su mujer Isa-bel Sánchez Flor con todo micariño.

Conocí a Paco Camino en sus ini-cios novilleriles en la década delos 50, cuando mi entrañable

amigo Vicente Vega de los Reyes (Gi-tanillo de Triana Chico), hombre conuna sensibilidad artística fuera de lo co-mún, me hablaba maravillas de un chi-quillo de Camas al que había descu-bierto y apoderaba, y me invitó a untentadero en la finca sevillana de Fran-cisco Rincón Cañizares, pues tenía in-terés en que yo comprobara su aserto,con la intención de que dada mi amis-tad con el empresario de Zaragoza, donLuis Baquedano, era su ilusión que se

lo pusiera en dicha plazaen una novillada sin pica-dores. Tengo que confesarque nunca en mi vida pro-fesional vi un caso igual.Y en el tentadero conutreras demostró una in-teligencia más propia deun matador de toros quede un principiante quedaba sus primeros pasosen el dificilísimo mundode la tauromaquia.

Y dado que yo frecuen-taba asiduamente la capi-

tal maña, por mi estrecha relación ju-venil con Aniana Baquedano, a la quefestejaba (frase típica de allí), hablé conLuis, su padre, y le dije que había vis-to en Sevilla a un novillero que apun-taba condiciones excepcionales y queme gustaría lo anunciara en su coso de«la misericordia», lo que hizo de inme-diato. Esa tarde se paró el reloj de laPlaza de Pignatelli ante la maestría delimberbe «Niño de Camas».

Su éxito fue de tal calibre que actuóen las siguientes seis novilladas que secelebraron en Zaragoza.

Su carrera desde entonces fue impa-rable, y la verdad es que a Vicente Vega,de naturaleza sentimental y bohemia,le desbordó el volumen profesionalque adquiría la ejecutoria del diestrocamero, por lo que cambió de apode-

rado y le perdí la pista personal, hastaque en el año 1960, sin él saberlo, yentre otras causas por la utilización uni-lateral de su nombre, me concedieronla plaza de Pozoblanco en muy reñidasubasta, pues ante la competencia quehabía, se me ocurrió ofrecer un cartel«estrella», sin haber contado con losmentores de los diestros que propuse,que eran:

«Puerta, Camino y Mondeño, y los Pe-ralta por delante.»

Nunca pensé contratar a esos tore-ros, y sobre todo mucho menos a Ca-mino, porque estaba entonces dirigidopor un empresario vasco cuyo nombreno recuerdo con el que no tenía ni tuvenunca relación.

Aguardé hasta quince días antes de laferia para decirle al alcalde y abogado,Luis García Tirado, que habían falladolos componentes del cartel, y ante lapremura del tiempo no tuvo más re-medio que tragar con la programaciónque yo tenía preparada:

Una corrida de toros de Antonio Es-cudero Calvo (Albaserrada, hoy Victo-rino) para César Girón, Victoriano dela Serna y José Martínez «Limeño» y dosnovilladas con ganado mío, la primerapara la rejoneadora portuguesa GinaMaría y los espadas Rafael Montero «Ra-faelete», de Pozoblanco (hoy afamadoindustrial dulcero, creador y propieta-rio de la firma Productos Montero), yManuel Benítez «El Cordobés», y la se-gunda con los anteriores diestros y Te-rremoto de Málaga, con Alvarito Do-mecq de rejoneador.

Ésta, con un llenazo histórico comojamás se había conocido, con más deocho mil personas en aforo muy infe-rior.


Salamanca, tierra míaHiginio-Luis Severino Cañizal

Abogadoex-ganadero-apoderado-empresario


Las doDe Alfonso Merin(Segunda parte)

y última

Entrega de la EEssccaalleerraa ddeellÉÉxxiittoo a Paco Camino,quien está con su mujerIsabel Sánchez Flor, HiginioLuis Severino, SalvadorSánchez-Marruedo eHiginio Severino de Vega.


En la Feria de Maracay (Venezuela)de 1968, coincidí con el Camero de for-ma circunstancial, por estar anunciadoen dos corridas alternando en dichociclo con mis patrocinados, la rejone-adora californiana Edith Evans y losmatadores de toros: el mejicano Jose-lito Huerta, y el local Adolfo Rojas(principal atractivo de los carteles). Eraempresario un venezolano en socie-dad con el apoderado de Paco y da-das mis nulas relaciones con dicho se-ñor, en el hotel Maracay a las 11 de lamañana de cada día de corrida, cobréen metálico los 20.000 dólares de Adol-fo, los 12.000 de Joselito y los 8.000 deEdith... Y en la barra del bar del hotelsiempre estaba el fornido empresariovasco con una cara de «cabreo» que eraun poema.

Por las circunstancias que compren-deréis nunca lidió Camino toros de miganadería, y en una comida a la quenos invitó nuestro común amigo EliseoMoro «Giraldés» en el Gran Hotel de Sa-lamanca durante la feria del 71, nos in-dicó que estaba organizando la feria deArenas de San Pedro y que le gustaríase lidiaran toros míos y actuara Paco, yme cupo la satisfacción de que el ca-mero, sin contar con su apoderado, die-ra su aquiescencia por la ilusión quemanifestó de que no quería retirarsesin lidiar una corrida mía.

A primeros de octubre y a altas ho-ras de la madrugada, me despierto so-bresaltado en mi Finca de Fuenlabra-da al oír el estruendo de una guitarray los ladridos de los perros… y de in-mediato me asomo a una ventana quedaba al patio grande de la parte deatrás de la casa, y el «cuadro» que veoes el siguiente:

Tres automóviles pa-rados, un guitarrista to-cando, mi gran amigoRafael Farina cantando«Salamanca Tierra Mía»y haciendo de «palme-ros» Giraldés y PacoCamino con varias per-sonas más… Me vestíy salí enseguida y medicen que habían idopara escoger los torospara Arenas de San Pe-dro. Una vez más lostoros y el flamencohermanados en esa«golfería» con clase deaquella época.

Después de descan-sar unas horas los in-esperados visitantes, severificó la reseña de losastados que se lidiaronel 21 de octubre congran éxito, alternandoCamino con Julio Apa-ricio y José Fuentes.

Pasaron muchosaños y el 8 de noviem-bre de 2002, coincidi-mos en Salamanca enla impresionante e in-creíble boda de MariÁngeles Moro (hija deGiraldés) y mi queridoPaco me vino a dar ungran abrazo que sella-ba una amistad indi-recta de 50 años.

Madrid, Cáceres yCamas fundieron elarte… Pero con suertedispar.


os caras de la Fiestano y Luis Alvíz a Paco Camino

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César PalaciosRomera

Pintor Taurino


En las galerías altas de «La Malague-ta» fue inaugurado el 25 de mayode 1999 el museo taurino Antonio

Ordóñez, coincidiendo con la ilumina-ción nocturna del exterior de este cosoneo-mudéjar en forma de polígono re-gular de 16 lados, construido en 1874por Joaquin Rucoba e inaugurado enjunio de 1876. Una escultura de bron-ce de esta figura de la saga rondeñaque fue Antonio Ordóñez Araujo nosrecibe en la misma entrada del museo.

La exposición permanente que se hadiseñado para la ocasión se vertebraen varios ejes, con una clara vocaciónencauzada hacia el rescate del olvidode la memoria y del presente de la tau-romaquia malagueña, y que este mo-nográfico acerca al visitante con uncontenido variado de obras o piezasrelevantes, algunas que deparan sinduda más de una sorpresa por su ori-ginalidad.

Así, en este recinto se puede con-templar el único traje que José Tomásha depositado en un museo, junto aotro terno que cabe resaltar por el arrai-go de su recuerdo, ciertamente amargopero a la vez glorioso. Se trata del ves-tido ensangrentado de Curro Romero,con el cual sufrió una aparatosa cor-nada que le propinó en el muslo iz-quierdo un toro de Núñez Hermanosel 17 de septiembre de 1972 mientrastrataba de descabellarlo. Y al que des-orejó.

Otra reliquia que alberga el museoes una muestra gráfica de histórico sig-nificado, tratándose ni más ni menosque de la última foto tomada al malo-grado Manuel Granero, menos de unahora antes que se consumara la trage-dia en las astas de Pocapena del Du-que de Veragua en Madrid en 1922. Lainstantánea fue tomada en su estudiopor Cánovas del Castillo, aprovechan-do una parada del diestro en su reco-rrido para acudir a la plaza. Pero en

este museo se con-servan a la par varias fotografías

emblemáticas de Joselito y Manolete, yse pueden descubrir trabajos de menorfuste pero que despertarán igualmenteel entusiasmo del visitante como la pre-ciosa maqueta de «La Malagueta» queha cedido un aficionado de meticulo-sa paciencia, los instrumentos quirúr-gicos del doctor Isidro García Recio,hoy día auténticas piezas de colecciónfechadas de los años 1924-1937, ense-res del siglo XVIII como una puntilla, unfundón de espadas de Larita o la es-cultura de un toro realizada en estamisma época.

A lo largo del recorrido de esta ex-hibición permanente, en parte didácti-co y que pormenoriza para los neófitossobre el desarrollo de un festejo tauri-no, podrán ver el capote que utilizóEnrique Ponce la tarde que indultó untoro de «Buenavista», efemérides sin ha-berse repetido aún en los 130 años dehistoria del coso andaluz.

La lógica dedicación a los coletudosde la tierra se centra en las vitrinas de-dicadas a los matadores Manolo y Ri-cardo Ortiz, Manolo Segura, Pepe LuisRomán, y los valores más recientes de

la cantera local como losdiestros Juan José Trujillo yJavier Conde. Toreros mala-gueños de hondo calado enel recuerdo de los aficiona-dos como Antonio Ordóñez,el varilarguero José Gonzá-lez «Pepillo de Málaga», o elmatador Antonio José Galáncopan el protagonismo enestas salas junto a otras mu-chas figuras del mundo delos toros que han protagoni-zado más de una gesta enesta plaza, algunos con ran-go de hijo adoptivo comoPaco Ojeda, «Niño de la Ca-pea», Juan Antonio Ruiz «Es-

partaco», Paco Camino, «Utrerita»… Aellos pertenecen la mayoría de los tra-jes y trastos de torear expuestos, juntoa las cabezas disecadas de ilustres ejem-plares, como el toro de alternativa deJavier Conde, el primer toro lidiado porel ganadero José Luis Martín Lorca en«La Malagueta», el astado de confirma-ción de alternativa de Pepe Ordóñez,toros importantes lidiados por Moran-te de la Puebla, José Mari Manzanaresy Francisco Rivera Ordóñez…


Museos Taurinos...Museos Taurinos...


Para los amantes de los carteles tau-rinos con solera este museo conservaprogramas tan singulares como los ori-ginales de la inauguración de «La Ma-lagueta», de la plaza de Las Ventas, la deBenidorm y el también cartel originalde seda del centenario de la plaza ma-lagueña.

Ciertas personas han tenido la feliziniciativa de ceder piezas y materialesde sus archivos particulares para en-grosar los fondos del museo, como estegran aficionado malagueño que tuvoel detalle de ceder la hombrera de untraje de Manolete que tenía expuestoen su restaurante.

Financiado desde su creación confondos europeos y gestionado por laDiputación Provincial, el museo Anto-nio Ordóñez resulta perfectamente in-tegrado en la red de museos malague-ños, enmarcado en el ambiciosoobjetivo de promoción y difusión de lacultura local, centrada a bien decir este

añoen el 125 aniversario del naci-

miento de su ilustre hijo e insigne afi-cionado Pablo Ruiz Picasso. No se es-catiman esfuerzos a la hora de ofreceractividades orientadas a la educación ysensibilización sobre el extraordinariopatrimonio artístico heredado, y mues-tra de esta voluntad son las visitas gra-tuitas organizadas para los colegios.

Sin prisas ni pausas, este intenso tra-bajo de musealización está consi-guiendo el asentamiento definitivo, la

expansión y el reconocimientocomo elemento cultural por antono-masia del legado taurino de este rin-cón del sur, rincón que sumándose almonográfico de la capital, goza del pri-vilegio de mantener en esta provinciaun número elevado de museos tauri-nos, concretamente localizados en lasciudades de Mijas, Ronda, Antequera yFuengirola.


Antonio Ordóñez, de Málaga

En recuerdo al matador de toros Paco Pallarés.Alfonso Ordóñez, Salvador Sánchez-Marruedo (apoderado de Pallarés) y Antonio Ordóñez con la mirada puesta en el torerosalmantino, un 22 de septiembre de 1965, lidiando en la feria de Logroño un toro de Atanasio Fernández.Tarde en la que

Antonio Ordóñez y S.M. «El Viti» compartían el cartel. El cronista de El Ruedo, Fernando de Giles, dijo: «Me gustó muchoPallarés.Tiene cabaza de torero, valor y arte. Es la esperanza más esperanzadora que he visto».

Reportaje gráfico:Anabel Fernández de la Puebla

Antonio Ordóñez, de Málaga


Se lee en el nuevo reglamento tau-rino de Andalucía, en el Artículo58.2, que el primer aviso se dará

al matador «transcurridos tres minutosdesde la primera entrada a matar...» Esdecir, que el tiempo del toreo de mu-leta, hasta entrar a matar, se puede alar-gar más allá de los diez minutos regla-mentados anteriormente... ¡Sabiosdoctores tiene el mundo del toro!

Desde luego, los matadores no ne-cesitan que nadie venga a recordarleslos síntomas destructivos de su oficio,y yo no voy a hacerlo. Pero no me ne-garán el derecho a inmiscuirme, aun-que sólo sea porque ni apoderados nisubalternos deben «estar capacitados»para darlos a quien por su jerarquía ycomo su nombre índica, son «maestros»en el oficio, y ofrecer mi opinión desimple aunque buena aficionada.

Y hoy quiero dedicar mi crítica endefensa de la Fiesta al riesgo que su-ponen esas faenas largas a que nos tie-nen acostumbrados tantos diestros. To-dos vemos con frecuencia que unafaena que empieza casi con apatía (mo-tivos personales al margen), se va alar-gando porque el toro despierta de suletargo o porque el torero pasa mástiempo en buscar el aplauso fácil queen lidiar y preparar al toro para su fin.La embriaguez que produce el aplau-so (deseado y buscado legítimamente)hace que el maestro lo desee más ymás, sin ver que el éxito tiene una me-dida justa; si no la alcanza, se quedaen nada, y si se pasa se transforma enbúsqueda peligrosa pues se enfrenta auna confabulación entre el reloj y elreglamento. Es cierto que el tiempo yel reglamento consideraban la faena de

muleta como preparación para la «suer-te suprema»; pero siempre, al alargar-se, esa preparación resultaba pesada,y tantas veces contraria a la pura di-versión de la Fiesta. Si hoy esos con-ceptos resultan pretéritos por Regla-mento, el cansancio del espectador estáservido.

Hoy día la faena es todo, y la muer-te del toro es (casi) nada. Cuando lafaena se prolonga, olvidando que eltoro tiene derecho a una muerte co-rrecta en el tiempo no más allá de lojusto, el diestro sufre el baldón (con-vertido en avisos cuando no la devo-lución de la res) de no haber podidovencer la bravura, la fiereza y la aspe-reza del toro, y éste sufre el baldón deno haber tenido enfrente a un dignocompetidor de su casta.

La auténtica belleza de la Fiesta pasapor una faena precisa, justa, adecuada,que cumpla con su misión de prepa-ración y no fin en sí misma; si así setermina con una estocada en los ru-bios, certera y suficiente, ejecutada cru-zando y llegando a jurisdicción, será elsumun. Si no se cumplen estos pre-ceptos, se corre el riesgo del fracasoen vez del triunfo. El primer riesgo esel de que el toro aprenda, a fuerza dereiterar en el engaño, que su embesti-da es inútil, que se fatigue más de loconveniente, que busque el bulto, y así,la briosa y noble embestida, que llevaa los más bellos lances, se convierta enun receloso y agostado caminar, sin po-sibilidad de lucimiento. Lo más des-concertante y difícil a la hora de matares un toro gazapón y distraído, que setapa resistiéndose a cuadrar, humillary ayudar al matador.

Si aún después de una buena faena,si ésta ha sido larga, y el estoque noha sido certero y necesita del descabe-llo, vienen las prisas y el nerviosismoque todo lo trastorna. Y ahí el «maes-tro» se achica hasta nivel del «último dela clase». Pinchan en el cuello, una yotra vez, machaconamente, como si elatronar al animal fuese cuestión de for-tuna más que de conocimiento de ana-tomía, y miran al público como discul-pándose de que su poco acierto es


Luisa Moreno FernándezBibliófila

Vicepresidenta del Club «Rincón de los Artistas Cordobeses»

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consecuencia de que el toro es el cul-pable por no estar quieto, por taparse.Y se tapa, señores «maestros», porquecon tanto pinchazo, una hemorragia in-terna va cegando sus vías respiratorias,y para no ahogarse, mantiene el hoci-co erguido. En este caso es más acer-tado entrar de nuevo a matar, para evi-tar así la infamante carnicería y ladesvergüenza del aviso.

Claro que nada de esto ocurriría contanta prisa si la faena hubiera sido ajus-tada y el margen de tiempo fuera pru-dencial para esperar la muerte del toro.Lidia, sólo la necesaria; menos carreri-tas, desplantes, viajes al burladero, lan-ces eternos y paseos interminables entorno al contrincante. Ganaría la belle-za de la Fiesta, la paciencia del espec-tador y la tranquilidad del torero.

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Una faena larga... larguísimaUna faena larga... larguísimaLa mujer en los toros

Córdoba.Muralla árabe.Parte de laciudad y Sierra Morena, vistos desde

el Calvario de la Puerta de Plasencia.(George Vivian, 1798-1873)


José Julio García SánchezEscritor - Periodista


LLaa TToorreerrííaa GGii ttaannaaLLaa TToorreerrííaa GGii ttaannaa««YYoo nnoo ssooyy uunn ttoorreerroo ddee ccllaassee,, ssooyy uunnaa ccllaassee ddee ttoorreerroo»»

…fracasos y triunfos se podrían repre-sentar del mismo modo que se traza ungráfico clínico para la fiebre de cual-quier paciente.

Con toreo ocurrente y artificioso,cuando no la huida descarada, llega Ra-fael a la alternativa, el 28 de septiem-bre de 1902, en la plaza de la Maes-tranza de Sevilla. El padrino, EmilioTorres «Bombita», el testigo Ricardo To-rres «Bombita» y los toros de la gana-dería Otaolaurruchi. «Lagartijo Chico»,con quien alternó mano a mano, el 20de marzo de 1904, en Madrid, le con-firmó la alternativa con toros de Vera-gua.

Artista tan extraordinario, duranteaños le echan al corral tres o cuatro to-ros cada temporada. Por contraste, crealas tres o cuatro faenas más grandes ygeniales del año. Supo de lo grave quepueden herir los toros al sufrir un per-cance, el 7 de diciembre de 1902, enMéxico, y otro causado por un toro deMoreno Santamaría, el 14 de junio de1914, en la Plaza de Algeciras. El astapenetró en el pecho rozando fuerte-mente el esternón y del golpe doblóuna medalla que llevaba, regalo de lareina Victoria por un brindis.

Después del percance reaparece enValencia con apoteosis. Le bastaba conabrir el capote o jugar la muleta, paraborrar con un lance o un pase, toda latinta con que escribía la crítica pontifi-cando que estaba acabado y medroso.Con los toreros gitanos no sirve eso deque ya no vale o que se limita a ali-viarse. Es tan genial y escriben de ver-dad, grabando en la piedra con un bu-ril al rojo vivo, una página memorablede la historia del toreo, o nada. En losdías de inspiración su toreo es grande,

era como el cante gitano que estreme-ce, pone el bello de punta y se sienteel pellizco de la genialidad del arte,como un comunal calambre. Las telastoreras templaban la embestida del toroy, al unísono, una multitud se dejabael alma en un ¡Olé! El genio gitano deRafael «El Gallo» acertaba a embarcar laembestida del toro y en el semicírculoque describía la muleta seguida del as-tado, tenía el acompañamiento de losclamores y las palmas, como tiene elauténtico eco de los fandangos. Estosucedía cuando el gran Rafael demos-traba que es distinto concepto torear,que pegar pases. Se pueden dar mu-chos pases y torear mal. Cuando se to-rea bien, el poco o el mucho, no sonunidades de medida válidas. Es el es-píritu, el sentimiento, lo que debe emi-tir su juicio. Su padre tuvo siempre con-ciencia de cuánto valía Rafael.

Corría el año 1893, cuatro antes demorir, después de una interminable en-fermedad cardiaca, cuando el señorFernando «El Gallo» le dice a su mujer:«Gabriela, te dejo con seis hijos y pocodinero, porque la enfermedad se lo hallevado casi todo, pero no te preocu-pes. Porque mientras mi hijo Rafael ten-ga un capote en las manos, ningunode vosotros se quedará sin comer».Aquello fue como una profecía: era yaRafael matador de toros y había cruza-do el «Charco» en varias ocasiones; alvolver de hacer una campaña en Mé-xico, el año 1910, su madre se sor-prende cuando afanada en deshacer elbaúl para ordenarle la ropa encontróen el fondo noventa mil duros en pie-zas de oro, o sea, cuatrocientas cin-cuenta mil pesetas, una fortuna enaquellos tiempos.

Hombre cargado de melancolía, pue-

de que buena dosis de ésta se la pro-porcionasen las circunstancias que lereservaba su sino. Su boda con Pasto-ra Imperio, el año 1911, tuvo un enor-me eco popular y despertó la gran cu-riosidad de la época. Se casaban eltorero famoso y la «bailaora» de máspostín y prestigio artístico. La de losbrazos alados con ritmo gracioso demuñecas y manos. Las paradojas deldestino son imprevisibles. Aquella ce-remonia tan sonada se rompía rápida-mente. Unión tan frágil como un bú-caro al caer desde el vacío y hacerseañicos al chocar contra el suelo. Comoen el despertar de un sueño, se dis-tanciaron el uno del otro, emprendie-ron senderos distintos. Las desatadaslenguas de las comadres se alborota-ron y se expresaron a su gusto por ca-llejas y plazuelas de Sevilla, desde laAlameda de Hércules al Barrio de laMacarena, de Osario a la Puerta de Je-rez y hasta en la Campana y en la mis-mísima calle Sierpes. En los distintosrincones sevillanos se decía de todopor la separación. Mientras que aque-llos, los del buen humor, se limitaron adecir:

«¡Otra “espantá” más de “El Gallo”!».Las revistas de sociedad de aquellostiempos, tan distintas en contenido ysentido a las actuales, llamadas del co-razón o del hígado, porque, a veces,se las exprime y rezuman bilis, noaprovecharon la ocasión para hincar eldiente a la buena tajada del comenta-rio. De haberse dado el caso en lostiempos actuales se hubieran vertidomares de tinta negra y sacado edicionesespeciales.

Todo cuanto se dijo no se pudo com-probar y quedó en el respeto al secretode la vida privada de dos seres, que se



amaron y fugazmente sevolatizó. La inevitable re-percusión del caso en el co-mentario popular para to-dos los pareceres, es obviodecir, que se debió al relie-ve famoso de los protago-nistas. Aunque se sabe, portestimonios próximos a Ra-fael «El Gallo», que éste, enel ruedo, a veces, alucina-do, repetía: «¡Pastora, Pasto-ra, Pastora!». No podía alejar de su men-te, de su corazón, el sentimiento y elrecuerdo de la mujer a la que amó y nopodía tener.

Rafael «El Gallo» corta su primera ore-ja en Madrid, el 2 de mayo de 1912, altoro «Peluquero», retinto, bragao, vele-to, de la divisa colmenareña de Ba-ñuelos, corrido en quinto lugar. Con «ElGallo» actuaron Vicente Pastor y Ro-dolfo Gaona. Rafael, entusiasmado, es-tuvo a punto de llorar. El toreo, cuan-do se identifica con el arte y no esfalsificado, produce ese «escalofrío» se-mejante al «espeluzno» del cante. Ra-fael obtuvo la oreja más artística corta-da hasta entonces... y después, en laPlaza de Madrid, cuarta de las pasea-das por el ruedo de la Carretera de Ara-gón o de la Fuente del Berro, hasta esafecha. Después del buen sabor de bocaque dejó y en la cumbre del toreo, Ra-fael «El Gallo» anunciado en el clásicoabono de Madrid, repite diez días des-pués y le echan un toro al corral enmedio de una enorme bronca. Vuelveal ruedo madrileño el 15 de mayo. Enla mañana de la corrida, se está afei-tando cuando llegan los banderillerosde su cuadrilla del sorteo y apartadode los toros, a su cuarto del Hotel In-glés, en la calle del Lobo, luego deEchegaray. Mientras se apura la barbacon la navaja, mira a través del espejoa su peón de confianza, Manuel Álva-rez «Posturas» y le pregunta:

–Manuel, ¿qué ha pasao?–Todo bien, Maestro.

–¿Qué dice la gente por ahí?–Maestro, ¿qué quiere que diga?, si el

toro del otro día todavía nos está bus-cando por la calle de Alcalá.

–Pues no te preocupes, esta nocheno se hablará en España más que deRafael «El Gallo».

Esa tarde del día de San Isidro de1912, toreó al famoso toro «Jerezano»,retinto, marcado con el número 63, derespetable cornamenta, de la ganaderíade García Aleas. Al noble y bravo torole realizó Rafael «El Gallo» la mejor fae-na de su vida torera. Al otro día, el crí-tico José de la Loma, «Don Modesto»,publicó junto a su comentario un apun-te en el que se veía a un gallo con lacabeza de Rafael y en el bolsillo delchaleco de éste, salía una cabeza delentonces todopoderoso torero RicardoTorres «Bombita», a quien el propio«Don Modesto» había llamado «El Papa»del toreo. El divertido pie del apuntedecía:

«Y pudiera suceder que El Gallo, animal sencillo al león, rey de la selva se lo meta en un bolsillo.»

Los días gloriosos, el arte torero deRafael «El Gallo» consistía en hacer concalidad idealizada el toreo que de so-lito hacían los demás. Cuidado que ide-alizarlo no es disfrazarlo. Convertía ensublime la representación y la imagenhumana emergía de la alegoría. Lo pe-culiar de esa imagen consistía en saberaunar con plasticidad, en un solo con-

junto, torero y toro. Reu-nión de actitudes que Ra-fael «El Gallo» era capaz dellevar a la figuración quedefinía su intencionalidadúltima: crear ostensible-mente en ese momento,con el instrumento toro,arte espontáneo impulsa-do por el sentimiento.

El mismo Rafael decía:«Lo mío ha sido siempre colo-

sal, en los triunfos como en los fraca-sos». En contradicción al repetido he-cho de arrojar la espada y muleta ycorrer desolado hacia la barrera, con elsemblante cubierto de los livores delmiedo, están otras actuaciones glorio-sas. Después de la tremenda cornadaque sufre el año 1914, en Algeciras, queconsterna a toda España, le dan ya poracabado. A los cuarenta días reapare-ce en Valencia con toros de Pablo Ro-mero. Al primero de la tarde le haceuna de las faenas más completas, conun toreo erguido en el ápice del artede las suertes clásicas, coronado conun estoconazo en las agujas, de efectofulminante. Cuando Rafael se mostra-ba valiente, lo era como el que más.Ése fue su secreto. Solía decir: «A mí nome dan miedo los toros. Si me gustan,los toreo, y si no, a juí s’ha dicho». Suclásica «espantá», se ha llegado a decirque no era consecuencia del miedo,sino de la superstición, para explicar loinexplicable, de estar haciendo una fae-na grandiosa y bella derrochando valorhasta la temeridad y, repentinamente,afligirse y acobardarse extremadamen-te, malogrando lo realizado, con el másdoloroso y cínico de los espectáculos.Aunque él negaba que fuera supersti-cioso. Solía decir que simplemente ocu-rría que cuando un toro le parecía bue-no a los otros toreros, a él le parecíaimposible o al contrario. Añadía: «elloshabían visto la manera de entrarle y yono, o ellos no lo habían visto, yo sí yentraba».


Continuará.


Pero en 1892 se concretan las ame-nazas de expulsión: después detorear en Dax el 30 de agosto de

1892, «Guerrita» es objeto de un decre-to de expulsión el 8 de septiembre. Alvolver a Francia el 28 de agosto delaño siguiente, es detenido en Henda-ye y conducido a la frontera. El alcal-de de Dax, Rafael Milliés-Lacroix, e in-cluso el sous-préfet, telegrafían alministro del Interior, el cual recuerdalas disposiciones de la ley pero sus-pende para 48 horas el decreto de ex-pulsión, para permitir que «Guerrita»participe en la corrida del 29 de agos-to en Dax.

En el Mediodía, conforme va au-mentando el número de corridas, lasinfracciones a la ley Grammont se ha-cen cada vez más frecuentes. En Nî-mes, en 1892, se manda estoquear losúltimos toros, luego se matan tres, lue-go cuatro. Y al final de la temporada1893, se organizan corridas formales enlas que los matadores matan los seistoros en público. Aquel año, se esto-quearán 33 toros. Es probable que elpréfet ni siquiera señale estas numero-sas infracciones, ya que el ministro delInterior no reacciona.

A principios de 1894, el alcalde deDax, apoyado por dos parlamentariosdel Sudoeste, ministros en activo, hacegestiones dirigiéndose al Presidente delgobierno, ministro del Interior, y lograla suspensión del decreto de expulsióncontra «Guerrita» que cumplirá con trescontratos en Francia.

La partida se da por ganada. Arlés,Bayona en su plaza nueva, Dax, Nîmes,celebran corridas «formales», quedandoel adjetivo en los carteles casi hastahoy.

Un industrial multimillonario, Max Le-baudy, hará estallar la bomba. El 19 deseptiembre de 1894 organiza una co-rrida privada en su finca de Maisons-Laffitte1. Por orden del préfet, los gen-darmes2 se presentan para impedir elespectáculo, pero el alcalde, alegandosu autoridad, les despide y la corridase celebra sin más incidentes. Cuatrotoros importados de España son pica-dos, banderilleados y estoqueados.

La reacción de la S.P.A. es muy mor-daz; publica artículos violentos en laprensa. El 26 de septiembre, el presi-dente Charles Dupuy prohíbe la déci-ma corrida de la temporada nimeña,corrida prevista para el día 30. La po-blación del Gard manifiesta y el muni-cipio manda una delegación en París.En balde.

Para compensar esta suspensión, elmunicipio decide organizar una grancorrida de protesta, y el 14 de octubre,frente a una muchedumbre colosal ve-nida de todo el Mediodía, «El Gallo» pa-dre, Francisco Bonal «Bonarillo», «Pe-pete II», Joaquín Navarro «Quinito»,Francisco González «Faico», y MiguelBáez y Quintero «Litri», estoquean seistoros de Benjumea.

Este mismo 14 de octubre de 1894se da en Dax una corrida hispa-no-landesa en la que el matador

francés Félix Robert debía matar untoro de sobrero. El alcalde había dadoel visto bueno el 6 de octubre, motivopor el cual era revocado tres días mástarde. El día de la corrida, el préfet con-voca a todos los gendarmes de la co-marca. Para engañarles, habiendo co-rrido la voz de boca en boca, la corridaempieza a las doce en vez de las tres

y media. Ya está un picador en el rue-do cuando se precipita el comisario depolicía y se apodera de la garrocha. Seabre la puerta del toril, sale el toro yse escapa el comisario. Félix Robert co-loca dos estocadas sin efecto, el torosalta las tablas y, por la puerta grandeque se acaba de abrir para permitir elacceso al ruedo de los gendarmes a ca-ballo, se va por la ciudad. Persecucióngrotesca por las calles: el matador conel estoque, el comisario con la garrochaal hombro, la policía de Dax, gendar-mes, mirones...

Finalmente el sobresaliente mata altoro en la plaza Thiers. Detenidos en


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el puesto de policía, los toreros son sol-tados una hora más tarde por el fiscaly aclamados por la muchedumbre reu-nida en este sitio.

La revocación del alcalde de Dax du-rará un año. Su sustituto dimitirá parapermitir que se le vuelva a elegir, cosaque se produjo. Más tarde, será conse-jero general, senador y ministro de Co-lonias. En estas dos circunstancias, losaficionados a los toros, con la ayudade sus diputados en las asambleas mu-nicipales y nacionales, habían demos-trado que estaban dispuestos a defen-derse.

Alo largo de los años, los jueceshabían recibido varias demandaspor lo que el ministerio público

consideraba como infracciones a la leyGrammont. Las sentencias diferían ensus posturas sobre si las plazas de to-ros eran o no lugares públicos, peroconsideraban que el término «pública-mente» incluido en la ley significaba«en la vía pública», cosa que no es unaplaza de toros, y sobre todo se nega-ban todos a clasificar los toros de lidiaen la categoría de los animales do-mésticos.

Por hechos acontecidos en Bayona yotros lugares, los toreros habían sidosoltados, y los empresarios habían sidocondenados a multas por infracción alas órdenes gubernativas. Los ministe-rios públicos apelaron contra estos fa-llos.

Fue así como en 1895, la Cour deCassation tuvo que entender en las co-rridas. En la audiencia del 16 de febre-ro de 1895, pronunciaba un fallo queanulaba las sentencias anteriores y re-mitía a otro tribunal.

Son fundamentales los consideran-dos de este fallo:

a) se dice que «públicamente» significaen un lugar público, y que las pla-zas de toros son uno;

b) a raíz de un decreto del 17 de agos-to de 1822, se precisa que son ani-males domésticos todos aquellosque viven, se crían, alimentan y re-producen bajo el techo del hombrey con sus cuidados. Hasta hoy estadefinición ha dado mucho que ha-blar y sigue chocando a muchos afi-cionados franceses que por una par-te, confunden doméstico con dulce,

sociable, cariñoso, y por otra parte,salvaje con agresivo, feroz, malo.Sin embargo, cabe admitir que ladefinición del animal domésticodada por la Cour de Cassation seaplica plenamente al toro de lidia,«la creación más hermosa de la zo-otecnia» según el profesor Gumer-sindo Aparicio-Sánchez, de la facul-tad de Veterinaria de Córdoba, y «laúnica aportación original de Españaa la zootecnia» según Cesáreo SanzEgaña.

Esta decisión de la Cour de Cassation–cuarto hecho más arriba evocado–sienta desde entonces jurisprudenciaen cuanto a corridas se refiere: la leyGrammont se les puede aplicar plena-mente.

Los pleitos cuya sentencia había sidoanulada son enviados a Limoges y, aun-que esta ciudad se sitúa fuera de laszonas de tradición taurina, el juez esindulgente «considerando que existencircunstancias muy atenuantes ... quelas corridas de toros han entrado ya enlas costumbres de la población, quehasta entonces han sido toleradas y amenudo favorecidas…».

De ahora en adelante, la S.P.A. de-nunciará con frecuencia a toreros y em-presarios, los tribunales no podrán sinocondenar, pero limitarán la sanción auna pequeña multa que la empresaorganizadora, condenada por solidari-dad en gastos y costos, pagará por lostoreros.

1 Localidad situada en los alrededores de París.2 Policía militar, generalmente a caballo por aquelentonces.


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Director-propietario de «Jota Cinco», nace en Madrid en 1938. En el 2006 ha celebrado sus bodas de Oro coempresario, y su veinte aniversario como patrocinador-mecenas de los Trofeos Taurinos «J5 Feria de San dro», los de mayor tradición en Madrid. Con dieciséis años decidió hacerse empresario de transportes. En 1cambia su negocio por el de hostelería. Su primer local: carretera de Aragón, hoy Alcalá 455, al año siguieuno más en la calle General Aranaz. En 1970 inaugura lo que todos conocemos «Jota Cinco». Siempre gran cionado a la Fiesta, conoce al gran matador de toros Luis Gómez «El Estudiante», y al mismo tiempo a RamSánchez Aguilar, quien le sugiere instaurar un trofeo por San Isidro; a partir de ahí y con gran éxito desfdurante estos veinte años infinidad de personalidades relacionadas con el mundo de los toros. En su facetatabernero ostenta las menciones de «Chaine des Rotisseurs», «Maitre de Table Restaurateur» y «La Cazuela Gtronómica». Hoy a sus veinte años de mecenas y cincuenta de empresario, la Fundación Escalera del Éxito ne el honor de hacerle entrega de su galardón. Hace entrega de la Escalera: José Pedro Gómez Ballesteros, rector Gerente Comunidad Madrid de Asuntos Taurinos y también EEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo 115.

AAgguussttíínn DDííaazz YYaanneess Nace en Madrid en 1950. En 1970 consigue un grado en Historia y trabaja como crítico literario. Aficionadséptimo arte empieza a escribir guiones y en 1989 se produce su primera colaboración en el cine con «BaRouge», que es nominada al Goya como mejor libreto original. Otra nominación con «A solas contigo» le uría por primera vez con una de las que iban a ser personas claves dentro de su carrera, Victoria Abril, que jto a Javier Bardém le brindaría con «Nadie hablará de nosotras cuando hallamos muerto» su primer gran éxen 1996. Éxito refrendado con Penélope Cruz en «Sin noticias de Dios», con varias nominaciones a los GoSu filmografía: en 1989 «Baton Rouge»; en 1991 «A solas contigo»; en 1993 «Demasiado Corazón»; en 1995 «die hablará de nosotros cuando hayamos muerto», galardonada con 8 Premios Goya; en 2001 «Sin noticiasDios», nominada a 12 de Premios Goya; en 2002 «La Reina del Sur»; y el guión de su última entrega «Alatrisbasada en la exitosa serie de Arturo Pérez-Reverte, consigue innumerables nominaciones... Hace entrega dEEssccaalleerraa: Mercedes Valverde Candil, directora de los Museos Municipales de Córdoba, Museo Julio RomeroTorres, Museo Taurino, Alcázar de los Reyes Cristianos, Baños Califales y también EEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo 120.

JJoosséé MMiigguueell AArrrrooyyoo DDeellggaaddoo ««JJoosseelliittoo»»Nace en Madrid en 1969. Mata su primer becerro en Trujillo (Cáceres) 7 de junio de 1981. Debuta con callos en Lerma (Burgos) un 8 de septiembre de 1983. Se doctora en Málaga el 20 de abril de 1986, cediéndDámaso González el toro Correvías de Carlos Núñez en presencia de Juan Mora. En la Isidrada del mismo aCurro Romero le confirma la alternativa con Paco Ojeda de testigo. Se presenta en Sevilla el 27de abril de 1y se instala pronto en un sitio de privilegio dentro del escalafón de matadores, y se consolida como primfigura del Toreo hasta su retirada que anuncia a principios de 2004, lo cual no le impide seguir sumando trifos en festivales benéficos celebrados en las temporadas 2004, 2005 y 2006 en los cosos de Valencia, Las Vtas y Vistalegre de Madrid, etc. Cabe destacar, que desarrolló toda su carrera al lado del que considera cosu padre adoptivo, el empresario, apoderado y ganadero Enrique Martín Arranz. Hace entrega de la EEssccaalleerraabibliófilo Taurino Jose María Moreno Bermejo, también EEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo 123.

ÁÁnnggeell NNiieettoo RRoollddáánnNace en Zamora en 1947. Con solo trece años se inicia en carreras de aficionados y sin apenas experiengana en 1969 sus dos primeros Premios. A lo largo de sus veinte años en activo suma noventa triunen grandes competiciones y en diferentes cilindradas, desde que empezara a destacar en los años 80. Aténtico pionero y maestro de maestros de las nuevas generaciones de pilotos, y tras su retirada, crea1987 una escudería bajo el nombre de «Team Ducados Ángel Nieto». Es, además, actualmente comenrista deportivo. Irremediablemente supersticioso, por lo que es siempre recordado como el campeónlos 12+1. La ciudad de Madrid le ha dedicado un museo y Zamora, su ciudad natal, una calle.

Hace entrega de la EEssccaalleerraa, nuestro presidente Salvador Sánchez-Marruedo, con el deseo de que egalardón que le entregamos hoy, sea el preludio a la concesión del premio Príncipe de Asturias al Dporte, que tan merecido lo tiene.



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María José Ruiz López,Agustín Díaz Yanes,Mercedes Valverde Candil y Ángel Nieto Roldán.

Juana Canora de Gómez Álvaro,Juan José Gómez Álvaro,

José Miguel Arroyo «Joselito» y Olga María Gómez Canora.

Julián Castillo García,Ignacio Gonzalo Hernández,

José Álvarez-Monteserín Izquierdo,José Miguel Arroyo «Joselito» y Fernando Somoza Muñoz.



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19

Rafael Berrocal Rodríguez, María José Ruiz López,Mercedes Valverde Candil y Agustín Díaz Yanes.

Luis Cañizares Andreu, Macarena FernándezLascoiti y Jaime Bosqued Biedma.

Antonio Martínez Abellán, Juan Sáez de RetanaRodríguez y Tomás García Aranda.

Margarita Peces, Sra. de García Aranda, Mercedes Rodríguez,Sra. de Martínez Abellán y Carmen LLadó, Sra. de Saéz de Retana.

Purificación García Fernández, María MatéArgüello, José Miguel Arroyo «Joselito», BeatrizBadorrey Martín y Gaspar Escalona García.

Muriel Feiner, Justo Portoles de la Cruz, José GallegoGómez, José Asensio Maestro y Domingo Estringana Sánz.

Alicia Hernández Cruz, Cristina Hernández López,César Palacios Romera y Muriel Feiner.

Juan Pablo Jiménez Pasquau, María Victoria RodríguezGarcía, Beatriz Yagüe García y Isabel García Laranjinha.

Santiago de Santiago y Marino Gómez Escobar.



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91

Ramón Sánchez Aguilar, Paloma Camiña Mendoza, José MiguelArroyo «Joselito» y Pepita Sánchez, Sra. de Sánchez Aguilar.

Federico Montero García, Carlos Bravo Antón, José Miguel Arroyo«Joselito», José María Llinas de la Peña y Félix Herránz Rodríguez.

Juan José Gómez Alvaro, Ignacio GonzaloHernández, Angel Nieto Roldán, FernandoSomoza Muñoz y José Álvarez-Monteserín.

Ángel Nieto Roldán, María Dolores Vega deSánchez-Marruedo, Belinda Alonso, Sra. deNieto y Salvador Sánchez-Marruedo.

Félix Herránz Rodríguez, ÁngelNieto Roldán y Antonio Gavilán.

Elías Bocos Peña, María Canora Bellido, Encarnación CanoraBellido, Juana Canora Bellido, Juan José Gómez Álvaro,

Olga María Gómez Canora y Andrés Isern García.

Luis Alegre Gay, José Miguel Arroyo «Joselito»,Julián Agulla López y Miguel Moreno Ardura.

Ramón Sánchez Aguilar, Mercedes ValverdeCandil, Rafael Berrocal Rodríguez, María

José Ruiz López y José Miguel Arroyo «Joselito».

Salvador Sánchez-Marruedo y Agustín Díaz Yanes.





19

Julián Chamorro Gay, Luis Perals Polo, Miguel Flores, VidalPérez Herrero y Francisco Román Arévalo (Don Paco).

Miguel Perucha Romero, Máximo BlascoGómez y Atanasio Candelas Moreno.

Jesús Fuentes Serrano, José AntonioEncuentra Guerra y Julián Prado Acosta.

Elías Rubio Mayo, Francisco SorianoIglesias y José Luis González Mendiondo.

Rafael Serrano García, Felipe Díaz Murillo, AgustínMarañón Richi y José Julio García Sánchez.

Claudio Cornejo Vinagre, Antonio Tomás García, AdelinoAlonso Ríosalido y Arturo Barriopedro de la Fuente.

Juan Sáez de Retana Rodríguez, José Antonio EncuentraGuerra, Antonio Tomás García, Antonio Martínez

Abellán y Tomás García Aranda.

Federico Díaz Suárez y SalvadorSánchez-Marruedo.

Luis Casado Morante y José Luis Rodríguez Reyero.





91

Jesús Soria Medina, VidalPérez Herrero, José MiguelArroyo «Joselito» y Julián

Chamorro Gay.

Eugenio del Valle, María José Ruiz López, SalvadorSánchez-Marruedo y José Miguel Arroyo «Joselito».

José AntonioGarcíaQuiñones yRosario Mateo.

José Miguel Arroyo«Joselito» y RosarioSánchez Marruedo.

Juan Fernández Álvarez, Andrés Ortega Martín-Pajares, José Miguel Arroyo «Joselito»,

Jesús Santa María y García de la Chica.

José Pastor Díaz, Ángel Nieto Roldán y Miguel Ángel Ávila López.

Rosa Sánz Ruiz de Novalvos, José Miguel Arroyo, CarmenGarcía, Sra. de Díez Cifuentes y Diego Alfonso Ledesma.

Andrés Hernando y Sonsoles Aboín,Sra. de Hernando.

José Miguel Arroyo«Joselito» y PoulChristiansen de Querol.





19

María José Ruiz López, Agustín Díaz Yanes, Higinio LuisSeverino Cañizal, Cristina Gómez, Sra. de Gómez Canora,Mercedes Valverde Candil, Juan José Gómez Canora yRamón Sánchez Aguilar.

José Pastor Díaz, Mario Galvache Gómez y Miguel Ángel Ávila López.

Ramón Sánchez Aguilar, Salvador Sánchez-Marruedo,Agustín Díaz Yanes, Mercedes Valverde Candil

y María José Ruiz López.

Ángela Asín de Álvarez, José Miguel Arroyo«Joselito» y César Álvarez Pura. Ignacio Gonzalo Hernández, José Álvarez-Monteserín

Izquierdo, Antonio Gonzalo Hernández y Fernando Somoza Muñoz.

Antonio Armesto Nozaly María Ángeles Torres,

Sra. de Armesto.

María Dolores Vega,Sra. de Sánchez-Marruedo

y Federico Díaz Súarez.

César Palacios Romera, JoséMiguel Arroyo «Joselito»

y Salvador Sánchez-Marruedo.

José María Llinas de la Peña,Federico Montero García, ÁngelNieto Roldán, Carlos Bravo Antón,Elías Rubio Mayo y Pilar Peón.

Evaristo Pérez Hernández, Francisco Javier García González,Miguel Ángel García González y David San Andrés Heredia.





91

Juan José Gómez Canora, Raúl Ysern Canora,Andrés Ysern García y Elías Bocos Peña.

Jaime Sánchez Pascual, José Antonio Lamas Amor,Antonio J.Vela Ballesteros y Francisco Pérez Rivilla.

Antonio Iglesias García, Ángela Asín, Sra. de Álvarez,César Álvarez Pura y Fernando Claramunt López.

Alfonso Díez Cifuentes, Carmen García,Sra. de Díez y Pilar Vázquez.

María Canora Bellido, EncarnaciónCanora Bellido, Cristina Gómez Martín

y Olga María Gómez Canora.

María Teresa Sánchez Orden,Carlos Felipe Solís Moreno

y Luis Antonio Hinchado Martínez,

David Arias Pando, Elisa García,Sra. de Arias y Sonia Fernández Gómez.

Rosa Sánz, Sra. de Novalvos, Manuel Novalvosy Emilio Antelo Bravo.

Salvador Sánchez-Marruedo, María DoloresVega de Sánchez-Marruedo, Antonio ArmestoNozal y Belinda Alonso, Sra. de Nieto.




19


Andrés Ortega Martín-Pajares, Juan FernándezAlvarez, Jesús Santa María y García de la Chicay José María Serra Benítez.

Julián Agulla López,Muriel Feiner y Fernando García Bravo.

Miguel Perucha Romero, AtanasioCandelas Moreno, Máximo BlascoGómez y Diego Alfonso Ledesma.

Vicente Más Domingo, Blanca Polo Rodríguez y Higinio Luis Severino Cañizal.

Margot Lozano, Javier Moreno y Carmen Mazmela.

Juan Antonio Jiménez Ullasán,Alfredo García París

y Ramón Rodríguez Sánz.

José Javier Gómez Salcedo, José MaríaHervás y Francisco Cózar Almagro.




91


Julián Castillo García,Francisco Román

Arévalo (Don Paco), LuisGarcía Barrio

y Anastasio SánchezIzquierdo.

Manuel Sánchez , Ángel Díaz Arroyo, Higinio Luis SeverinoCañizal, Ana María Vinuesa y Ainhoa Arrogante.

Salvador Sánchez-Marruedo, José Miguel Arroyo«Joselito» y José María Moreno Bermejo.

Joaquín Marqueta Melus y Miguel Ángel Olivas Haro.

Félix Herránz Rodríguez, Luis Perals Polo,Pedro Lozano Román y Carlos Bravo Antón.

Luis Alegre Gay, José Luis Galicia Gonzalo, Miguel Moreno Ardura y Gumersindo Galván Hernández.


Diego Alfonso LedesmaMatador de Toros

Pródigo en víctimas del toreo sonlos comienzos del siglo XX reco-gidas durante los años 1903 y

1904. Veamos cómo fueron sucedién-dose.

Año 1903 En México capital fue corneado desuma gravedad el picador sevillano JoséHuertas Rivera «Brazo de Hierro», quehabía acudido a torear al país azteca alas órdenes del espada Joaquín Capa«Capita». El astado causante de las le-siones pertenecía a la vacada de Santín,y el hecho tuvo lugar el 8 de marzo,falleciendo el buen varilarguero sevi-llano el día 12 de dicho mes.

También en tierras mejicanas, enCiudad Dolores Hidalgo, en el Estadode Guanajato, resultó herido el novi-llero gaditano Ildefonso Lago-MazziniArias «Salunqueño». La importancia delas heridas que le causara un astadoel día 19 de abril fueron determinan-tes de su posterior muerte, ocurrida eldía 23 en su domicilio de San Luis dePotosí.

En Robledo de Chavela dejaría deexistir el modesto espada valencianoTomás Fernando Gil «El Chés»,a conse-cuencia de las heridas que le produje-ra un astado en aquella ciudad, el día3 de mayo.

Integrado en la cuadrilla de ManuelMejías Rapela «Bienvenida», acudió aValladolid el banderillero sevillano An-tonio Romero Márquez «Romerito»,quien el 21 de mayo sería seriamenteherido por un novillo de la vacada deJosé Bueno. Fallecía en Madrid el 9 dejunio siguiente.

Sería en Zaragoza, el 24 de mayo,donde resultara gravemente herido enla región anal el novillero marchenero

Ignacio Laza Martín. El novillo causan-te de tan grave cogida atendía por elnombre de Atrevido, y pertenecía a laganadería de López Navarro. El valienteespada fallecía el siguiente día 28 en elHospital de la capital aragonesa.

En Valdepeñas de Jaén encontraría lamuerte el modesto novillero VicenteNavarro «Tito», recogido en algún otrotratado con el nombre de FranciscoPuerta Cantos «Tito». Ocurría la trage-dia el día 17 de septiembre en una pla-za de talanqueras montada al efecto, yel morlaco causante ya había sido to-reado en el mismo e improvisado cosoaquella misma mañana.

Año 1904Baldomero Soto Gabaldón,que en los

carteles anunciábase como Manuel Ba-llesteros, «El Meco», sería corneado enel vientre al intentar colocar un par de

banderillas al quiebro a un novillo deFernando Pérez-Tabernero. El escena-rio fue la plaza de toros de Valencia, yel hecho tuvo lugar el día 12 de mayo,falleciendo a las pocas horas de ocu-rrido el accidente.

Del hierro de Muriel era el novillo,de nombre Americano, causante dela muerte del banderillero zaragoza-no, Jesús Amadeo Sánchez Lahoz «Per-lita», ocurrida en Madrid el 21 deagosto.

El novel novillero Tomás Fernández«Monaguillo», resultó cogido y muertoen la vallisoletana localidad de Medi-na del Campo el día 4 de septiembre.

El banderillero mejicano, de León delas Aldamas, Rafael Melo «Melito»,dejóde existir en la enfermería de la plazade toros de Guadalajara (Méjico), al serherido de muerte el día 30 de noviem-bre, al romperle la yugular un astadode la ganadería de «Arroyo Hondo».

El Tributo de la Gloria...


El dramatismo de esta caída de picador lo refleja, de manera inconfundible,Gustavo Doré en este genial dibujo.

PISTA DE KARTING, CAFETERÍA-RESTAURANTE,SALÓN DE ACTOS, SALA RECREATIVA INFANTILY ADULTOS, LASERDROMO.FIESTAS, INCENTIVOS, REUNIONES,PRESENTACIONES, CONVENCIONES…


etorno de nuevo el tema músi-co-taurino, que como recordaréishe centrado en el repertorio to-

rero mexicano. Y retorno de nuevo elnombre del buen músico de Huicha-pán, Abundio Martínez Magos,quien enel año 1905 estrena un precioso paso-doble, al que titula «El Hidalguense».

Por su parte, Alfredo Núñez Borbón,compositor mejicano de temas román-ticos, se introduce en el repertorio to-rero de su país al componer el paso-doble, «La Oreja de Oro», en tanto elcompositor michoucano, Miguel Prado,que fuera novillero en su juventud,compone un precioso pasodoble, untanto aflamencado, al que titula «El Sol-dado», en honor al espada Luis Castro.

Un gran maestro, investigador de laHistoria de la Música Popular Mexica-na, Juan Sebastián Garrido,compone lospasodobles: «Balderas», «Calesero, poe-ta y torero», «Jorge Aguilar, El Ranche-ro» y «Cañitas», sin duda, el más logra-do de todos ellos.

Habré de dejar constancia tambiéndel saxofonista y director de orquestaveracruzano, Rodolfo Reyna, autor depasodobles toreros tan celebrados enMéxico, como los de «Joselito Huerta»,«Capetillo» y «Toreros Mexicanos».

Un pasodoble de obligada interpreta-ción, no solo en el coso capitalino, sinoen la mayoría de las plazas de toros az-tecas, es el conocido pasodoble «La Vir-gen de la Macarena», de Monterde y Ca-lero, cuya versión más conocida enMéxico tal vez sea la del arreglo musicalque de dicha partitura hiciese el maes-tro Genaro Núñez, cuya Banda de Mú-sica, al interpretarlo, le infundía un airetan andaluz, un acento tan sevillano ytan propio de la tierra de María Santísi-ma, que al ejecutar las coplas del trom-peta solista, de inmediato eran seguidaspor una especie de arrebato entre los es-pectadores asistentes a la corrida.

No podía dar título a tan conocidapartitura otra Virgen que no fuese la se-villana Macarena. La Virgencita a quien,cada noche, reza esa mocita enamora-da, pidiéndole y suplicándole que nun-ca la olvide el gitano por el que ha «per-dío» el «sentío» y bebe los vientos.

Bernardino Bautista Monterde y An-tonio Ortiz Calero, sus autores, cono-cedores sin duda de la gitanería y to-rería de tan venerada imagen sevillana,recurrieron a ella para titular a su pa-sodoble. La prefirieron a la mejicanaVirgen de Guadalupe, tal vez, por en-tender que «La Madresita» como la lla-

man los cuates, entiende poco de amo-ríos gitanos.

En mi modesta opinión, creo que losautores acertaron de pleno al titular asu pasodoble con el nombre de esa Vir-gen –La Macarena– que toda Sevilla lle-va en el corazón. Una Virgen, la Ma-carena, con tanta torería que, incluso,llevó luto y vistió oscuro manto por lamuerte del más conocido y universalhermano de su piadosa Cofradía, eldiestro José Gómez Ortega «Joselito».

López Alarcón así lo reconoce y noshabla de ello en su sentido poema. Eseque dice:

Ven, forastero: dobla la rodilla. Que en la Semana Santa de Sevilla, porque ha muerto José, este año estrena lágrimas de verdad la Macarena.


� � � � � � � � � � � � � � � � � �La Música en los Torosy la Música de los Toros

Lorenzo Gallego Castuera Director de la Banda de Música de Las Ventas de Madrid • EEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo 8877



Sabías que... han sido muchas las he-roicidades de los hombres que vistiendoel traje de seda y oropel han rebasado laslindes de la realidad, inscribiéndolas en laleyenda. Así, se dice que:

–Luis Freg, cogido aparatosamente enplena faena de muleta, se acercó al ca-llejón a pedir una espada y dio orden ta-jante a su mozo de estoques, que salióde la plaza con toda urgencia. Luego definiquitar al toro, cortar una merecida ore-ja y dar la vuelta al ruedo, Luis se dirigióa la enfermería, en cuyas dependenciasentró al mismo tiempo que lo hacía el sa-cerdote avisado por el fiel mozo de es-padas; sacerdote que le daría la extre-maunción, por haber sido herido en elpecho con una gravísima cornada que leatravesaba el pulmón.

–Se cuenta, asimismo, que con Juan Sil-veti agonizante en la enfermería de la pla-za de toros, el Jefe de Estación próximaal coso, amigo y admirador del «Tigre deGuanajato», dio orden expresa que aque-lla noche los trenes circularan sin utilizarsus estridentes silbatos con el fin de de-jarle morir en paz; pero «El Tigre de Gua-najato» sanó.

–Que el mejicano Eligio Hernández«El Serio» aguantó en el ruedo dela plaza de Sevilla, con una cor-nada en el pecho que podíaser mortal, en tanto su com-pañero de cartel, AntonioAndrés «El Trueno» prácti-camente moría en la en-fermería del coso.

–Que Carlos Vera«Cañita» banderilleó alnovillo de su presen-

tación en la plaza mejicana de «El Toreo»,con los muslos atravesados por sendascornadas.

–Que Lorenzo Garza,con una herida re-ciente y abierta, se vistió de luces con dostoallas dentro de la taleguilla para empa-par la sangre y enfrentarse a una dura co-rrida, en la que se había puesto en en-tredicho su presencia.

Todo ello parece increíble. Más parecefábula o leyenda, pero fue verdad.

Sabías que... el primer toro muerto porun torero catalán se llamaba Peinero, de laganadería de José Bermejo, y fue corridoen quinto lugar en la corrida celebradael día 1 de julio de 1855, celebrada en elya desaparecido coso de la Barcelonetade la Ciudad Condal. El hecho ocurrióasí:

Cuando tocaron a matar, el público sor-prendido pudo observar cómo el primerespada, Manuel Arjona, se dirigía a la pre-sidencia acompañado de Pedro Aixelá

«Peroy», el torero catalán de Torredemba-rra (Tarragona), que no había matado untoro en su vida, a fin de solicitar aquél ladebida autorización para que este últimodiera muerte a Peinero.

Concedida la venía, el joven diestro ca-talán se dirigió con los avíos de matar ha-cia el toro al que después de algunos pa-ses, tumbó de una certera estocada queprodujo un verdadero delirio entre sus pai-sanos asistentes a la corrida. Para los bar-celoneses de aquella época el caso insó-lito de ver a un catalán matar a un toro detan certera estocada, como si de un dies-tro andaluz o madrileño se tratase, fue unahazaña objeto de cálidos y sabrosos co-mentarios. ¿Dónde se había visto a un «noi»matador de toros? No faltó, incluso, algúnrevistero barcelonés, testigo presencial detan inusual acto, que exclamase:

«¡Molt bé por la gente fina!¡Visca la sangre torera!Puede nuestra barretina medirse con la montera.

Sabías que... el 28 de agosto de 1888,un cronista aragonés comenzaba así la

reseña de una corrida de toros cele-brada en Tarazona: «La corrida de

ayer, como todas las de Tarazo-na, transcurrió sin pena ni glo-

ria...». Y no pasó nada más,sino que el toro Azafranerocogió de muy mala mane-ra al «Espartero»; hirió al«Lolo»; metió en el calle-

jón a toda la cuadrilla;y, finalmente, el feste-jo hubo de suspen-derse.

K-AlamaresK-Alamares

¿SABE USTED ESTO,AQUELLO Y LO OTRO?¿SABE USTED ESTO,

AQUELLO Y LO OTRO?


Tomás García-Aranda

Comentarista Taurino

...Sólo unos versosAA llaa mmeemmoorriiaa ddee

AAnnttoonniioo BBiieennvveenniiddaaSe fue dejando una esteladesde la tierra hasta el cielo,pero su estampa torerase quedó en nuestro recuerdo.

Sonriente se marchó,como siempre, sonriendo,Bienvenida, el mejor hombreque pisó sobre los ruedos.

En General Mola, tres, un Cristo del Gran Poder,con capotes de paseo,y trastos de torearen los fundones de cuero.

Mientras Antonio vivióen su casa se encontrórodeado de toreros.

Antonio con sus hermanosal lado del Papa Negro;gentes del mundo del toro,picadores, ganaderos,algunos mozos de espadas,peones, banderilleros,hablando siempre del toro,divisas y tentaderos.

Gloria de tu dinastía,artista de pura cepa,torero de recia postura,lo mismo que en tu esculturafrente a la Plaza de Ventas.

A este grandioso torerono lo mató un toro fieroni un toro de cinco hierbas.

Hasta en eso fue sencilloal llegar la hora postrerani siquiera un paseíllola tarde del Escorial,Que el sol dejó de brillar,Nublándose las estrellas.

¡Que tarde de mala suerte,de tiniebla y pedernalcuando se cruzó la muerte,por tierras del Escorial!

¡Qué inmortal sombra apagaba,la resplandeciente luz,de un torero que traía tanta fama como tú!

A ti, Antonio Bienvenidallegó el final de tu vidaen una plaza campera;y en inmenso contraluzun torero como tújuntaste gloria con pena.

El Cristo del Gran Poderquiso llevarlo con El,al gran redondel del Cielo,por eso ya está en la Gloriael mejor de los toreros


GARANTÍA

años3o 100.000 Km.


Durante la Feria de Otoño de Ma-drid, el Círculo Taurino de VieuxBoucau (localidad de tradición

taurina de Las Landas, Suroeste deFrancia), tuvo la excelente idea de in-vitar a sus socios –amigos– aficionadosde la zona y curiosos a presenciar portelevisión los festejos taurinos transmi-tidos por Canal Plus. Proyecto intere-santísimo ya que para los televidentesLa Monumental Plaza de Toros de lasVentas, y sus espectáculos representa-ban el no va más.

Varias decenas de espectadores seaglutinaron en la bonita sala de pro-yecciones y de reuniones del Círculo yse dispusieron para disfrutar de lo queconsideraban como un acontecimien-to y una referencia. Estábamos a 1 deoctubre de 2006, domingo, era la pri-mera corrida de toros del abono. La no-villada del día anterior había transcu-rrido de una manera anodina comomuchas veces en ese coso.

LA ANTÍTESIS DEL TORO BRAVOLa corrida había empezado a las cin-

co y media y eran las siete de la tarde.No había pasado nada o mejor dichollevabámos hora y media de aburri-miento no por culpa de los toreros,sino por la falta de bravura, de agresi-vidad, de fuerza del ganado que ibadesfilando por el redondel de la lla-mada Primera Plaza del Mundo. Hartode presenciar tal espectáculo que notenía nada que ver con la Fiesta Brava,la Fiesta de los toros, Emilio Muñoz,que desde el principio del festejo se lasingeniaba para encontrar detalles inte-resantes que ilusionasen sus comenta-

rios, declaró a secas que Ranchero, elquinto ejemplar de la ganadería de ElSierro, constituía «la antítesis del torobravo». Con esta afirmación el matadorde toros, a su vez ganadero de resesbravas, forzosamente conocedor deltema, dejaba constancia de lo que es-taba ocurriendo desde el inicio de lafunción. De hecho, el público disgus-tado pero cansado de expresar su in-satisfacción, habia perdido interés porla lidia que transcurría entre claudica-ciones, cojeras y sobre todo monoto-nía. Ya, ni se enfadaba.

En el Círculo Taurino de Vieux Bou-cau las caras expresaban cierto estu-por; algunos espectadores pregunta-ban:

–¿Pero esto es normal?

–Cómo puede ser que dejen estosanimales en el ruedo cuando es evi-dente que no pueden permitir el buendesarrollo del espectáculo?

El presidente parecía más atento asalvaguardar la economía del empre-sario que el interés del público que esel que paga.

POR FIN UN SOBREROA las siete y veinte de la tarde, cuan-

do el sexto cojo de la ganadería anun-ciada iba deambulando por la plaza,por fin apareció un pañuelo verde enel palco presidencial, y salió el sobre-ro. Barrillete de nombre, n.o 14, 525 ki-los, de la ganadería de Torres Gallego.Castaño, aparatoso, bien hecho, astifi-


LOS TOROS DE MADRPierre Arnouil

Periodista, Cronista Taurino, Comentarista en Radio France



no, un tío. Buen comportamiento detoro encastado en el tercio de varas,espectacular en banderillas: un torobravo.

El joven matador columbiano LuisBolívar, no se lo pensó dos veces. Sefue al centro del ruedo, brindó al res-petable y desde allí, aguantó la brillanteembestida del morlaco en un espeluz-nante pase cambiado. Siguió con bue-nos naturales y pase de pecho largo yprofundo. Todo con temple, aguante y personalidad. De pronto, el públicovibraba, estaba atento, entregado. Lafaena transcurrió entre derechazos hon-dos, largos y olés entusiastas de acom-pañamiento. Hubo hasta manoletinasy... un estoconazo. Ovación para el toro.Vuelta para el torero. Habíamos vueltoa la Fiesta, la fiesta brava. Palmas, son-risas, alegría.

Pero los espectadores de Vieux Bou-cau, aficionados o no, entendidos o no,no comprendieron por qué en Madridse podía aguantar tal espectáculo queno tiene nada que ver con lo que ellosllaman con razón «la course de taure-aux», la corrida de toros. Les expliquéque eso ocurría ...a veces y que no to-das las corridas era triunfales, sobretodo en Madrid. Y que lo importantepara el aficionado era ser paciente ysaber esperar. Dijeron que entendíanel razonamiento pero que no estabande acuerdo.

De todas formas, seguirán viendo co-rridas en la televisión. No les cuestanada y les permite reunirse con ami-gos y oír hablar de toros.

Y SIGUIÓ LA FERIA DE OTOÑOCON BUEN SON

Esta vez hubo toros, toreros, presi-dentes y espectadores satisfechos. Elsábado y el domingo siguientes los te-lespectadores de Vieux Boucau pre-senciaron espectáculos que tenían mu-

cho parecido con lo que ellos espera-ban. Disfrutaron el sábado con la tore-ría de un Esplá siempre sonriente, lasganas de vencer las dificultades de Te-jela, el delicado pero eficaz estilo dePerera, que consiguió un trofeo, y to-ros de Puerto de San Lorenzo que ani-maron el cotarro. Christian y Alain, quehabían venido de Burdeos especial-mente (160 kilómetros) porque se ha-bían enterado que en Vieux Boucau sepodían ver toros de Madrid por televi-sión, comentaron que «después de ha-ber presenciado esta retransmisión, fi-nalmente Burdeos no estaba lejos. Y sefueron a dormir a Biarritz para volveral día siguiente.

El domingo 8 de octubre, última co-rrida de la Feria de Otoño, los toros deAdolfo Martín con mucha casta, nosiempre de la mejor, plantearon mu-chos problemas y el público de Madridsiempre satisfecho... «El Fundi» estuvo

dominando la tarde con su extraordi-naria profesionalidad, Encabo estuvodiscreto pero en su sitio. El que real-mente estuvo colosal fue Domingo Ló-pez Chaves, con una firmeza, un valor,una serenidad, unos deseos de triunforealmente maravillosos. Los especta-dores de Vieux Boucau se asustabancuando observaban el aguante del to-rero salmantino; y no pasaba nada, omejor sí, el toro, aunque a regañadien-tes, pasaba y el torero se quebaba allí,sin asustarse. Por televisión y sobretodo gracias a las repeticiones de lasimagenes. ¡Impresionante!

El valiente torero no pudo matar conla rapidez y la contundencia necesariasy perdió los trofeos, pero no la estimade los espectadores que le aplaudieroncon entusiasmo. En Vieux Boucau ledimos dos orejas y le sacamos a hom-bros. Se lo había ganado.

Y todos contentos, por fin.


RID VISTOS DESDE FRANCIA

Pierre Arnouil en su retiro actual.

Su Francia natal.


III. Vías de la integibilidaddel sistema animalariooccidental

1. La construcción del animalContrariamente a una creencia común,la domesticación de los animales nofue primero utili-taria: carne

exceptuada, los servicios y productosderivados de los animales son los re-sultados, no los factores que han deter-minado la domesticación. Ésta encuen-tra su fundamento en la satisfacción dedos impulsos propios a la naturaleza delhombre:

1) una curiosidad gratuita, una nece-sidad de observar y de compren-der lo que le rodea;

2) una tendencia casi megalómana porapropiarse la naturaleza, por actuarsobre ella, por transformarla. Eneste sentido, la acción humana so-bre los animales puede ser motiva-da al mismo tiempo por pulsionespsicológicas y por la satisfacción denecesidades alimenticias y econó-micas, o solamente por pulsionespsicológicas. Por ejemplo, la mul-tiplicación de las razas de animalesdomésticos sobrepasa ampliamen-te la satisfacción de las necesida-des humanas ¡algunas decenas ha-brían bastado! La inmensa mayoríade las hibridaciones, cruces, se-lecciones, que condujeron a estadiversificación traducen un «ver-dadero ahínco zoo-técnico».

2. La construcción del dueño oel animal espejo y hacer valer

Amamos a nuestros animales domésti-cos por la imagen que nos devuelven

de nosotros mismos como seres supe-riores de los cuales depende la vida deotros individuos.

Esta imagen se potencia más aúncuando choca con nuestra vida a dia-rio: cuanto más se ceba con él su jefede departamento o su capataz, cuantomás le pone mala cara su esposa y mássus hijos le desobedecen, resulta queFulanito más ama a su perro, el únicoque se muestra agradecido en todo mo-mento; más los miembros de la fami-lia denigran las preparaciones culina-rias de Menganita, más ésta quiere a sugato que se precipita sobre su plato.

Detrás de Fulanito y Menganita sevislumbran las dos figuras extremas dela zoomanía moderna: el mega-doma-dor y la mimadora. Aunque las cosasno son así de sencillas. Entre el mega-domador y la mimadora existen una in-finidad de posturas intermediarias: ga-tófilos contra cinófilos (amantes de losgatos contra amantes de los perros),aficionados al labrador contra aficio-nados al pitbull, de galgos y de yorks-hire, de majestuosos persas y de alar-gados e hiperactivos orientales, de NAC(Nuevos Animales de Compañía). Larecién destitución del trono del perro,demasiado sumiso, a favor del gato,menos exigente pero también más dis-tante, más femenino, indica quizás cier-ta mutación en las expectativas de losdueños.

Esta necesidad de diversidad obede-ce a una lógica narcísica pero a su veza una lógica ostentatoria: mientras nosgusta identificarnos con nuestra mas-cota, sirve también para dar a los de-más una imagen favorecedora, singu-lar o provocativa de nosotros: imagen


Los europeos del slos animales y la taur

Los toros son, con diferencia, la más dramática de las ciencias inexactas(Francis Marmande, «A partir du Lapin», 2002, pág. 12)

Jean-Pierre DigardDirector de Investigación

del C.N.R.S.

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Palete del Toro (Louvre) predinastía, procedente de Abydos.Representa el triunfo sobre un enemigosometido entre los cuernos del «Toro del Gran Poder»,título que adoptaron los faraones. En la parte inferiorla ciudad amurallada con su signo jeroglífico, queinicia el inventario de los pueblos conquistados.


bobo (burgués-bohemio) del labrador,punk o grunge de la rata o del hurón...

3. Animales redentoresMatar animales para su consumo nodeja de provocar sentimientos de cul-pabilidad a escala universal.

Las sociedades de cazadores-reco-lectadotes de Amazona, de Nueva Gui-nea o de Siberia viven con la obsesiónpermanente que los animales cazadosse unen para escapar de sus verdugosy organizan su revuelta condenandolos humanos a la temida hambruna.Para conjurar este peligro, los cazado-res acostumbran celebrar diversos ritosdestinados a conciliarse con los ani-males, lograr su perdón, o desviar ha-cia otros su eventual venganza; así lesintroducen una golosina en la boca oles susurran el nombre de una tribu ve-cina al oído… Los indios de Amazonatraen de vuelta las crías de sus presaspara entregarlas al cuidado de las mu-jeres; y estas crecen con sus hijos, com-partiendo con ellos pecho y comidapre-masticada. Estos animalitos siguendóciles los pasos de las mujeres comosi fueran sus auténticas progenitoras ypasan entonces a considerarse parte ín-tegra de la familia, con el consiguien-te veto alimenticio que hace que laeventualidad de su consumo sea desdeentonces asimilada a un acto de antro-pología. Este amaestramiento femeni-no de ciertos animales se asimila a unaespecie de compensación de los actosde crueldad cometidos por las necesi-dades cazadoras de la comunidad.

Matar animales de forma masiva y encadena como ocurre para cubrir las ne-

cesidades alimenticias en nuestra so-ciedad, animales que han sido engen-drados y criados para este fin, a la pos-tre provoca sentimiento de culpabilidadaún mayor. Un remordimiento que pre-cisa medios de disculpas todavía máspotentes. En nuestra sociedad estos me-dios se traducen con:

1) la posesión de animales de com-pañía mimados y adulados a unnivel casi parecido al de los hijos;

2) la conservación de una fauna sal-vaje mistificada y protegida hastaun punto que raya la insensatez.

En otras palabras –nuestra sociedadno se libra de las reglas de funciona-miento propias a todos los hombres–es para otorgarnos el derecho a con-sumir nuestros animales criados paratal propósito que nos esmeramos contantos cuidados, a menudo exagerados,hacia nuestras mascotas y nuestra fau-na salvaje, haciéndoles «funcionar»como animales redentores.

Por el contrario, aquellos que no sus-criben estas representaciones –de au-téntico sentido «políticamente correcto»hacia el reino animal– que no siguen es-tas sugerencias implícitas y merman asílas defensas colectivas contra la culpa-bilidad –¿los aficionados?– son percibi-dos como una amenaza para el sistemaen su conjunto. Y como tal resultan des-aprobados, criticados y condenados sinpaliativos y en primer grado por los «ami-gos de los animales» y otros militantes«animalitarios» (Hemingway, 1938).

Lejos de ser contradictorios, la ex-plotación hasta la muerte de ciertos ani-males y la hipersensibilidad hacia lasmascotas son las dos caras, irremedia-blemente vinculadas, de una misma realidad.

Referencias BibliográficasCarrère, Bernard. 2001: Les Élevages de

taureaux de combat. Origine et évolu-tion, Mont-de-Marsan, Éditions Jean La-coste.


suroeste, romaquia

(Tercera parte)

Dibujo ilustrando el ritual funerario real llamado «Libro de laspuertas», en la tumba de Horemheb del Valle de los Reyes, de finales

de la XVIII Dinastía. Si bien este último faraón de la XVIII Dinastía quisoabandonar el arte amárnico y volver al arte tradicional, el grafismo

recoge aún características indiscutibles del período de Akematón.



¡Torero!Los Toros en el Cine

Una película que merece especialmención es «Viva Madrid que esmi pueblo», que tiene una ex-

cepcional historia. Yo tuve la gran suer-te de poder ver esta película proyecta-da en el Cine Doré de Madrid, que esla sede de la Filmoteca Nacional. Fueproducida por Marcial Lalanda y diri-gida por Fernando Delgado, en 1928.

La película, que sufrió un largo peri-plo tras su estreno, comenzó cuandoMarcial Lalanda intentaba pensar en unbuen regalo de boda para su hermanaRosa que iba a casarse con el actor Al-fonso Orozco. Marcial llegó a la con-clusión que qué regalo mejor que cos-tear una película de toros, en la cualél, que fue toda una figura por enton-ces, iba a hacer su debut cinematográ-fico y al mismo tiempo serviría paralanzar a su futuro cuñado y la produc-tora que éste pretendía crear.

Se dice que invirtió unas 97.800 pe-setas en el rodaje, que fue todo un di-neral para aquella época, pero la pelí-cula logró tal éxito que el matadorrecuperó todo su dinero con creces ensolo un par de semanas.

La historia de «Viva Madrid que es mipueblo» se basa en un chico pobre queviene a Madrid para hacerse torero yen el viaje en tren coincide con una jo-ven muchacha que viaja a la capitalpara servir en casa de una mujer rica.Desconocen que sus caminos volverána cruzarse más tarde y a pesar de losamores y desamores, la historia termi-na con final feliz.

De esta gran película, desgraciada-mente, se perdió todo rastro, porquetodas las copias se perdieron tras laGuerra Civil. No obstante, hace unosocho años, el cinéfilo mexicano JulioTéllez García compró a ciegas una latade película antigua de 16 mm en la ca-

pital de México, que resultó ser la úni-ca copia que quedaba de la película deMarcial. Con la ayuda de la FilmotecaNacional Española y la Mexicana se lo-gró restaurar la cinta original y se ex-hibió por primera vez en el Cine Doré,el 8 de noviembre de 2001, 73 añosdespués de su rodaje.

Como era una película muda, conplanos de diálogo, un pianista ameni-zaba la proyección, tocando música dela época en directo en la sala, inclu-yendo, por supuesto, el conocido pa-sodoble «Marcial, eres el más grande»,del maestro Martín Domingo. La vela-da que duraba más de 3 horas y media,fue realmente inolvidable.

Todos sabemos el gran torero quefue Marcial Lalanda, y en la película sepuede apreciar la histórica faena queejecutó con el toro Pañofino, de MaríaMontalvo, en la vieja plaza madrileñade Felipe II (también llamada Fuentedel Berro), junto con otras escenas pre-ciosas de un festejo celebrado en el sin-

gular marco de la Plaza Mayor de Chin-chón, pero también Marcial resultó serun buen actor. La película atesora ade-más unas escenas extraordinarias delantiguo Madrid, de monumentos desa-parecidos de la capital, y hasta de unacorrida sin peto.

Y en esto reside precisamente el ver-dadero valor del cine, que nos dejacaptar y conservar para toda la histo-ria y para generaciones venideras, loque eran las calles, los monumentos,la moda, los coches, el estilo de vida,la gente... de cada época.

Debo añadir que Téllez me comen-tó que la película «Viva Madrid que esmi pueblo» había sobrevivido en exce-lente estado, intacta y precintada en sulata original, porque nunca se llegó aestrenar, ya que cuando por fin llególa cinta a México, ya se estaban pro-yectando películas sonoras en las salasde aquel país y no hubo gran interésentre los espectadores para volver a verla proyección de una película muda.

Muriel FeinerPeriodista-Escritora

y FotógrafaUna Película especial: Viva Madrid que es mi pueblo

Alcalá, 423 (semiesq. c/ Arturo Soria) - 28027 MadridAPARCAMIENTO PROPIO, ENTRADA POR ARZOBISPO CÓS, 6

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PPaattrroocciinnaaddoorr ddee llooss TTrrooffeeooss TTaauurriinnooss ““FFeerriiaa ddee SSaann IIssiiddrroo””

ddee MMaayyoorr TTrraaddiicciióónn eenn MMaaddrriidd

77 -- XX -- 11997700


De todas las suertes de La Lidia, laSuerte Suprema es a la que de-dicó más su atención Mariano

Benlliure, modelando varias versionesde la estocada.

La primera «Estocada de la tarde» re-alizada entre 1897 y 1900, pudiera tra-tarse de un homenaje a su amigo Maz-zantini por sus monumentales volapiésen la corrida extraordinaria del 21 deabril de 1897, que él mismo le habíadescrito por carta cinco días despuésretando a Don Mariano a esculpir sufaena en bronce: Un sombrero cordo-bés, un abanico y los puros arrojadosal coso rodean al Veragua agonizante,con el número 3 en el costado, a pun-to de derrumbarse sobre la pata de-lantera derecha ya doblada y con el es-toque clavado hasta la empuñadura.Esta primera estocada la presentó a laExposición Universal de París de 1900,en la que obtuvo Medalla de Honor .

La segunda es de 1907 y evoca la fa-mosa estocada «Sin puntilla» de RafaelGonzález Madrid, «Machaquito», alMiura «Barbero» en la plaza madrileñael 9 de mayo de 1907. Al día siguien-te Don Modesto publicó en «El liberal»la carta que había enviado a Benlliu-re retándole a esculpir la monumen-tal faena. El escultor acepta el envitey representa a Barbero, marcado conel hierro de Miura y el número 86,cuando tras la fulminante estocada quele ha producido la muerte súbita, ini-cia el vuelco sobre su costado dere-cho. Luce todavía en el pitón diestroun trozo del rizado camisolín del es-pada rodeado por varios puros, dossombreros cordobeses y una moteraarrojados al albero, que recuerdan laclamorosa ovación del público. Mien-tras modelaba la figura en barro, Ben-lliure recibió un telegrama urgente delindustrial bilbaíno Chavarri que decía:«Ese toro que está usted modelandoes para mí». Efectivamente adquirió laescultura ya fundida en bronce y se laregaló a su verdadero protagonista«Machaquito».

En 1928 hizo una ter-cera estocada que esuna nueva versión dela de 1907, pero aho-ra el astado, que noluce hierro ni numeroalguno, cae sobre su

costado izquierdo:apoyado todavía

sobre tres patasinicia el vuelco

levantandola mano

dere-c h a .Pa rareco-

ger el ambiente de la plaza Benlliurereproduce ésta vez sobre el albero unsombrero cordobés, una gorra, unamontera y diversos puros, testimoniode la brillante faena «Sin puntilla».

Se podría considerar como cuarta es-tocada una variación de la de 1900, enla que el animal agónico, un Veraguamarcado con el número 10, en vez dedoblar la mano derecha como en aque-lla flexiona la pata. Sobre el albero: va-rios puros, una banderilla, dos som-breros cordobeses, un abanico y unabota de vino, evidencian la reaccióndel graderío ante la certera «Estocadade la tarde».

De cada una de estas estocadas Ben-lliure realizó varias fundiciones, perodada la técnica de fundición que em-pleaba, «a la cera perdida», retocandocada nueva cera e introduciendo pe-queñas modificaciones como los obje-tos arrojados al albero, el hierro y elnúmero del toro, la banderillas, el es-toque y el borbotón de sangre que bro-ta del castigado morrillo ...efecto queconsigue con gran realismo al calentarla cera y dejarla chorrear libremente;cada una de ellas puede considerarsecomo una pieza original, pues nada tie-nen que ver con las «series» numeradasen las que todos los ejemplares sonidénticos.

Otra cosa son las copias fraudulen-tas que se han hecho posteriormen-te,cuya calidad nada tiene que ver conlos originales de Benlliure, pero quedesgraciadamente circulan en el mer-cado e incluso se pueden ver expues-tas en muchos museos.

En la exposición «Mariano Benlliurey la feria taurina» (Madrid, abril-mayo yValencia, junio-julio de 2007) podránverse fundiciones originales de cadauna de las distintas estocadas.


La obra taurina de MarianoBenlliure: las estocadas

Lucrecia Enseñat Benlliure

Arquitecto y Directora del Archivo Benlliure

Archivo Benlliure: Bretón de los Herreros, 66 • 28003 Madrid • Tel. 914 422 417, Fax 913 990 599 • [email protected]

La estocadade la tarde.

Barcelona: Maestro Nicolau, 17 • Tel. 932 098 148Valencia: Poeta Querol, 7 • Tel. 963 527 692San Sebastian: Avda. de la Libertad, 34 • Tel. 943 426 162Marbella (Málaga): Ramón y Cajal, 5 • Tel. 952 773 235Fuengirola (Málaga): Avda. Condes de San Isidro, 33 • Tel. 952 461 719Torremolinos (Málaga): San Miguel, 1 y 3 • Tel. 952 380 767Las Palmas de G. Canaria: Av. José Mesa y López, 38 • Tel. 928 274 814Santa Cruz de tenerife: Bethencourt Alfonso, 33 • Tel. 922 243 506Palma de Mallorca: Unión, 7 • Tel. 971 718 803M

adrid Gran Vía, 68 • Tel. 915 411 211

Serrano, 42 • Tel. 914 352 729/4 930Avda. General Perón, 26 • Tel. 915 551 391Goya, 43 • Tel. 915 760 217

A los lectores de esta revista atenciónespecial en nuestras zapaterías

www.gbbravo.com



Algunos aficionados miran con menosprecio los estu-dios históricos taurinos, por creer equivocadamenteque su conocimiento no aprovecha en la práctica, y

créese que pierde el tiempo quien se dedica a investigar su-cesos que acaecieron en otras épocas.

No opina de esta forma el bibliófilo taurino Rafael Be-rrocal que, en diferentes números de la revista LLooss SSaabbiioossddeell TToorreeoo,, reproduce ilustraciones del romántico viajerosuizo Emmanuel Witz (1717-1797), cuya obra escrita bajoel título de: Combat de Taureaux en Espagne, nos ha le-gado un tesoro a los investigadores taurinos y costumbris-tas, por la gran aportación de datos y detalles del desarro-llo de las corridas de toros en el siglo XVIII.

En la lámina n.o 4 de la obra mencionada, aparecen enla escena unos personajes poco conocidos para los no ini-ciados en la investigación de la Fiesta; la figura del prego-nero y la del verdugo, que tuvieron protagonismo en suépoca, y era obligada su presencia en las plazas de toros,con objeto de salvaguardar el buen orden. Su labor se de-nominaba la «ronda» y el «bando», y su trabajo se ejecuta-ba una vez concluido el despejo de la plaza por los al-guaciles montados a caballo.

El pregonero tenía la función de dar lectura a un bandoantes del comienzo del festejo, el bando decía así:

¡Toda persona que origine pendencia ó bajara a la arenasin autorización se le darán doscientos azotes y se le man-dará a trabajos forzados y si es reincidente se le mandaráa galeras!

¡No se arrojará a la plaza, tendidos, ni otro sitio de ella,perros, gatos, cáscaras de melón, sandía, naranjas, ni otracosa alguna!

Este pregón lo daba en cuatro puntos diferentes de la pla-za. El verdugo seguía los pasos del pregonero, haciéndoseacompañar de un asno que portaba todos los artilugios pre-cisos para ejecutar la sentencia en el acto y a presencia delos espectadores en la misma plaza, y detener a los albo-rotadores. Según el dibujo de la época, se puede apreciaren el lomo del pollino: grilletes, cadenas, látigos y cuerdas,herramientas disuasorias –pues rara era la vez que detení-an a alguna persona– y por delante y a pie iban los algua-ciles; de esta forma se ejecutaba la «ronda» y el «bando».

La «ronda» y el «bando» estuvo vigente hasta el año 1834,que se suprimió, a petición1 de los alguaciles, por la «befa»de los espectadores, que les decían un repertorio de insul-tos inagotables, además de arrojarles todo tipo de proyec-

tiles, generalmente formados por mondas de naranjas, de pa-tatas, cáscaras de sandía, de melón y hasta gatos muertos.Una vez retirados de la plaza se dirigían a un habitáculo ala izquierda de los toriles, y allí permanecían hasta termi-nar el festejo.

A partir de la citada fecha de 1834 fue la fuerza públicaquien se encarga de hacer la labor del despejo de plaza;hasta el año 1865 en que vuelven a hacer este simulacro losalguacilillos montados a caballo, con la vestimenta negra tra-dicional, compuesta de golilla, capa corta y sombrero to-cado de plumas, limitándose a recoger la llave de chique-ros, acompañar a las cuadrillas en el paseíllo, transmitirórdenes al presidente y amonestar a los toreros.

Pero, hasta el último tercio del siglo XIX siguieron apare-ciendo en los carteles anunciadores de las corridas, en for-ma de precepto, lo que pudiéramos llamar la parte penaldel «pregón» o «bando», con la siguiente nota de adverten-cia: ¡Se prohíbe arrojar a la plaza cáscaras de naranja, pie-dras y palos, ni otra cosa que pueda perjudicar a los lidia-dores, que nadie pueda entrar entre barreras si no losprecisos operarios, ni bajar de los tendidos hasta que noesté enganchado el último toro, todo bajo pena de 20 du-cados!

1 Archivo Histórico Nacional. Sección Consejos. Leg. 11387, n.o 52

Brindis y saludosOficios Desaparecidos:

El Pregonero y el Verdugo

Tauromaquia Añeja

Fernando García Bravo

Documentalista Taurino


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Agenda Taurina 2007

Donde las dan, las toman El banderillero sevillano, Baldomero Castillo, esperaba unatarde, tras torear una novillada de Fernando Villalón, a queel mayoral que había viajado con el ganado, entregara lapropina consiguiente a las cuadrillas; y al ver que no ha-bía «de qué» en tal ocasión, exclamó un tanto airado y concierto enojo:

–¡Vaya un ganadero, que tiene unos toros que tardan enarrancarse más que el botón del capote de un «sordao»!

Y al enterarse el ganadero, cuentan que exclamó, a suvez:

–¿Eso ha dicho ese banderillero que cuando coge los pa-los le echan hojas en las manos?

¡Déjalo para mejor ocasión!Se celebraba en Madrid una corrida de Beneficencia, ycomo es costumbre, toman parte en ella los más destaca-dos toreros del momento.

Acudieron los reyes, y «El Gallo», Gaona y «Joselito» com-ponían el cartel, brindando, como es costumbre, sus pri-meros toros al entonces rey de España.

«El Gallo», en su primer toro, tuvo una de sus tardes ge-niales y al subir, a mitad de la corrida, a saludar al monar-ca, éste le dijo:

–Has estado muy bien, muy artista y muy torero, Rafael. A lo que «El Gallo» contestó: –No tiene importancia, majestá. Todavía se haserlo mejó. A lo que contestó Alfonso XIII: –¡Vaya hombre, pues déjalo para mejor ocasión!

La verdad por delante En cierta ocasión, después de efectuada la prueba de ca-ballos en la plaza de las Arenas de Barcelona, departía elpicador «Zurito» con varios críticos y aficionados en un cafécercano al coso.

Y al recaer la conversación sobre la mala suerte que pa-recía perseguir a un destacado diestro de la época, por-que, como dijo alguno, solamente tropezaba con toros man-sos, hubo de exclamar el picador cordobés:

–¿Qué quieren ustedes que les diga? Cuando un torero tie-ne tan a menudo esa desgracia, «pa» mí que tiene otra ma-yor.

–¿Cuál? –le preguntaron–. –Pues que ha perdió la valentía y no se arrima como de-

biera. Y «pa» el que no quiere arrimarse, no hay toro bravo.

Ante todo limpieza Toreaba una vez en la plaza de toros del barrio de Tetuánde las Victorias un matador que, en cuanto a su aseo par-ticular, dejaba bastante que desear, e incluso, su capote debrega parecía más bien un trapo de limpiar suelos.

Comenzó el hombre su cometido torero con muchas ga-nas y deseos, pero al poco rato, al hacer un quite, perdióel capote, que el toro se llevó prendido entre los pitones.

En ese momento un espectador le gritó: –¡Aprovecha la ocasión y dale un quiebro a cuerpo lim-

pio! Y un guasón que estaba callado, agregó: –Sí, a cuerpo limpio, pero báñate antes!

Anecdotario TaurinoPablo Ramos Colorado

«Un gran aficionado»



Querido Presidente: Es importante que los aficionados observen y sigan la tra-

yectoria y progreso de los novilleros porque hay que con-siderar que en sus manos está el futuro de la Fiesta. Al juz-garlos es frecuente caer en sensiblería y benevolencia,cuestión peligrosa. Sin querer por benevolencia se puedeequivocar y torcer una vocación. Esto no es dureza de jui-cio, es señalar el peligro, tratándose con sinceridad y buenconsejo. Al novillero, estudiante de torero, hay que decirlelo que está bien y lo que está mal, no con propósito de cen-sura, sino de advertencia. No advertirle es crearle confusiónperjudicial, aunque otro concepto sea la propaganda.

Los novilleros son estudiantes de torero, como ya se haapuntado, el examen final es la alternativa. A los estudianteshay que enseñarles a estudiar no es suficiente con darlesun libro y que se lo aprendan y lo repitan. Es necesarioque sepan leerlo y lleguen al fondo de la lección para cum-plir esto se necesita un buen libro y un buen maestro. Ellibro para que sea bueno, ha de ser claro, concreto, don-de el estudiante entre sin dudas y sin conceptos confusosy laberinticos. Un texto que enseñe y aficione al estudiohace estudiantes , uno malo hace desaplicados que abo-rrecen la asignatura.

El complemento del libro es el profesor, o primero éste.Esta cuestión aplicada a los novilleros obliga a una prepa-ración juvenil que les forme en las disciplinas y responsa-bilidades para ejercer en la profesión de torero.

Si los novilleros son los futuros matadores de toros, sedebe procurar que sean distintos. Ni mejores, ni peores,distintos, sin falsear las normas básicas, sin desvirtuar losfundamentos del toreo, sin volver las espaldas al pasado deltoreo y no querer saber nada de aquello. Prescindir del pa-sado es no tener punto de apoyo, ni referencia, con éstecriterio no habría historia.

La escuela de novilleros en tiempos pretéritos era las ca-peas y las dehesas ganaderas, donde se aprendía a cono-cer al toro y sus querencias, defenderse y sortear su em-bestida sometiéndole, a lidiar, dos saberes sin los cualesno se puede ser torero. Entre el toro de la capea, o la vacade tienta se puede ejercer de todo. No esperar a la res bue-na y quedarse en el burladero cuando sale la dificultosa, conel pretexto de que se vicia el estilo , y cuando llegue laocasión en la plaza ese toreo no gusta porqué no es boni-to. Hay que pensar que como esa res salen muchos toros,en los que el torero no se ha de poner bonito, tendrá que

ponerse torero, que es más que bonito. Si no se puede po-ner torero, porque no sabe, nada mas, que ponerse boni-to, ¿a que espera? La duda por no saber que hacer, el mie-do por falta de técnica, y muchas veces a la enfermería. Lamayor parte de las cogidas no tienen otra causa. Torearbien no es ponerse bonito, sino ponerse torero, a veces, fe-amente torero. Lo bonito se puede confundir con lo afec-tado remilgado, amanerado, que linda en lo cursi. El toreo


De los Noviboletin 45.qxd 12/2/07 16:09 Página 56

no es bonito, el toreo tiene una belleza más fuerte y másartista, que eso que se llama bonito.

El toreo es grandioso, si el toro es toro, y el torero es unhombre que sabe torear.

¿No es bonito un pase ayudado por bajo con las dos ma-nos a un toro bronco, que se defiende con tarascadas decuello elástico, como si fuera goma? Esos pases cargando lasuerte, sin quitarle la muleta de los ojos, aguantando el re-

mate y dando el paso adelante para ganarle el pase siguiente,cuando el toro se revuelve, seguro de su presa, no son bo-nitos, son grandiosos. Ver al toro abrir la boca para respirar,salpicando de espuma el rompeolas de la muleta y los ma-chos de la taleguilla que aprietan la pierna sin aflojarse se,no son pases bonitos, son el fundamento de la tauromaquia.

Cuando se lidia novillos que los toreros no pueden po-nerse bonitos, porque tienen dificultades desconcertantesde la incertidumbre, hay que ponerse torero. Asimismo, sidespués de un puyazo de toro bravo, acusa falta de bravura,por estas alternativas de casta, el novillo no es claro, tam-poco lo es para ponerse bonito, hay que saber ponerse to-rero. Lo peor es, cuando tampoco se sabe poner torero.Razón por la que siempre hace falta una escuela de Tau-romaquia para novilleros. Si antes las capeas representa-ban la forma tradicional del aprendizaje torero, dura apren-dizaje que podemos considerarlo ya en deshuso. Con latransición política en España, y la nueva administración te-rritorial en Comunidades Autónomas, se prodiga la idea decrear Escuelas de Tauromaquia, con el fin de adiestrar alos futuros toreros, savia para renovar el porvenir taurino.En el toreo muchos son los llamados y pocos los elegidos.

Con el nuevo proyecto de pedagogía taurina, de hechodesaparece la figura del maletilla, incansable andarín decaminos en busca de donde poder dar unos pases a cual-quier res que fuera posible en capeas, cercados , o tenta-deros. Duro aprendizaje de vida errante con toda suerte decircunstancias, el nuevo sistema instituido por diversas pun-tos de la geografía española patrocinado por ayuntamien-tos , o gobiernos comunitarios, redime al aspirante a tore-ro del cupo de eventualidades que tenia que pasar hastallegar a la gloria torera, si es que la lograba. Cuantos deellos se han quedado en el empeño.

La formula de Escuelas de Tauromaquia generalizada des-de la década de 1980 tiene su antecedente histórico en laEscuela de Tauromaquia de Sevilla fundada en 1830, bajoel patrocinio de Fernando VII, y dirigida por el primer co-loso del toreo, Pedro Romero. Las nuevas aulas taurinasdesarrollan una función social, evidente factor de progre-so, con la abolición del antiguo


illeros

«Pipo» con Tico Medina en la puerta de la marisquería del hermano del primero, degustando unos mariscos.Los novilleros que torean enseñan el cartel (1968).

El Duende de EmbajadoresAutor

Continuará.


Iniciar esta serie de artículos sobre casas y negocios con Don Juan JoséGómez Álvaro, reciente premio Escalera del Éxito n.º 124, es para mí unplacer. No puedo ser objetiva, me siento un miembro más de la familia

Gómez y el proyecto de reforma del restaurante marinero «LA TABERNA DEJUAN» ha salido de nuestro estudio.

Cuando Juan me encargó el diseño de su restaurante lo consideré un reto,pues nunca me han gustado los restaurantes marineros con anclas y redescolgando. Además, el local era estrecho, largo y con techos muy bajos.Para ambientarlo como «marinero», decidí recrear la terraza de la cubiertade un yate de lujo perteneciente a un coleccionista de antigüedades náu-ticas. Mediante unas lonas en los techos, iluminadas como si las traspasa-ra la luz del sol, traté de conseguir dar la sensación de mayor altura de te-cho y acortarlo en longitud. La madera de iroko en el suelo y paredes, juntocon una pintura que imita la tela, acabaron por dar el toque definitivo. Paralos paramentos se escogieron unos paneles con piezas náuticas antiguasde colección, adquiridas en diferentes anticuarios especializados en la ma-teria, y, con el fin de proteger la pintura de las paredes de las rozadurasprovocadas por las sillas, se colocó un pasamano que recuerda a los delas embarcaciones.

Cuando te sientas a comer te olvidas del estrés y te relajas disfrutando deuna excelente comida, sintiendo que estás a bordo de un yate en el marmediterráneo.


Isabel G.LaranjinhaInteriorista del estudio

Arqte2

Juan habla de los restau-rantes como si se tratara desus hijos; «los quiero a to-

dos por igual». Sin embargo, esen el restaurante marinero, ytras la insistencia de Doña Jua-na, su mujer, donde quiso per-sonalizar su espacio creandoun salón que muestra con or-gullo «el camarote de Juan».

EL RESERVADO

VVIISSIITTAAMMOOSS EELL NNEEGGOOCCIIOO DDEE::



Recientemente tuvimos el privi-legio de visitar la finca Campo-cerrado en la provincia de Sa-

lamanca, perteneciente a la familiaCobaleda desde 1899. Al iniciar la vi-sita, Don Fernando Madrazo Arranznos cuenta, con gran admiración, lalucha que tuvo su abuelo, Don ManuelArranz Sánchez, casado con DoñaJuana Cobaleda, para lograr un en-caste ganadero de BRAVO y cómoconsiguió lidiar en Madrid por primeravez en 1926, recibiendo durante 50años numerosos galardones. Hoy endía, y tras haber vendido el encasteen 1976, es Fernando, junto con su fa-milia, el que intenta recuperar la bra-vura y la casta en su hierro.

Tras esta breve reseña históricanos centramos en el motivo denuestra visita, «la vivienda». Se

accede a través de una magníficapuerta que, tras pasarla, nos trasladaa otra época y el tiempo parece ha-berse detenido. Son llamativas las chi-meneas, repartidas por toda la casa, lanobleza y sobriedad de los materialesutilizados, la viguería en los techos, asícomo un estudiado lucernario y sobretodo, el pavimento hidráulico que,pese a tener más de 100 años, pre-senta un diseño muy actual.

Le preguntamos a Fernando cuáles su rincón preferido y él, sin du-darlo, nos llevó al cuarto de es-

tar de su madre. Se trata de un salon-cito intimista y acogedor, con tresgrandes ventanales que dejan ver elcampo. Todo en él gira en torno a unamesa camilla de tela estampada, lugartradicional de tertulias, que consiguedar una alegría y calor a la estanciaen contraste con la austeridad que pre-domina en la zona noble de la casa.

F ernando nos cuenta cómosu madre, Doña Juana,tomó la decisión de realizar

la reforma de los 700 m2 de casapara así regalar a cada uno de sus7 hijos un apartamento de aproxi-madamente 100 m2. Manos a laobra, con sus escasos conoci-mientos de construcción, metro enmano y una cuadrilla de albañilesdel pueblo, comenzó la reforma.Fue capaz de aprovechar cadacentímetro, cada rincón y salvar losinconvenientes provocados por laestructura de cubierta. «He con-seguido ganarle 5 centímetros albaño y ya cabe la ducha» eran loscomentarios habituales de doñaJuana durante el año que duraronlas obras. Cuando vemos estos pe-queños apartamentos nos queda-mos admiradas por la capacidadde integración y el riguroso respe-to que se ha demostrado con lascaracterísticas del edificio. Cual-quier hueco está bien aprove-chado y donde parece imposible,consigue colocar un armario em-potrado, una ducha o un inodoro.Todos los materiales utilizados sonoriginales, restaurados y adapta-dos a las nuevas necesidades dela vivienda, sin alterar la esenciade la misma.

El apartamento de Fernan-do es tremendamente aco-gedor y refleja plenamente

la personalidad de sus propieta-rios. Todos los muebles han sidobuscados con esmero en anti-cuarios consiguiendo que convi-van con objetos decorativos rela-cionados con las aficiones de suspropietarios: la caza y la gana-dería.

EENN CCAASSAA DDEE::

En las dos fotos superiores po-demos ver el apartamento deFernando, con la escalera in-tegrada en la estructura de cu-bierta.

La primera foto inferior nosmuestra la sala principal dela vivienda de doña Juana.Debajo, nos encontramoscon el cuarto e estar.


Bufa el toro, llora el cielo sopla el viento, brama el trueno.Con la muleta el torero torea los elementos, hurtando con maestría los rayos de los dos cuernos.

Con el compás abierto, con el compás marcado, con el compás de los tiempos temiendo mudas proclamas de los tres blancos pañuelos.

De las múltiples acep-ciones de la pala-bra tiempo (que no

tiempos) voy a referirmea las dos que, a mi jui-cio, más incidencia tie-

nen en el mundo de los to-ros: tiempo como estado

atmosférico y tiempo comoduración de las cosas.El tiempo atmosférico ha tira-

nizado siempre toda clase deeventos y celebraciones. Los to-ros no son una excepción.

Si nos remontamos a los orí-genes de los festejos taurinos,

éstos se desarrollaban en cualquierlugar considerado más o menos útilpara ello: calles, plazas, corrales... Amedida que pasaron a ser algo más

que fiestas populares con una gran do-sis de espontaneidad, se celebraron enescenarios más adecuados. Las plazasde las ciudades y pueblos comenzaron

a ser tenidas en cuenta en lascorrespondientes ordena-

ciones urbanas, cuidan-do, al diseñarse la pla-

za mayor, que éstatuviese balconadasy ventanales para

la contemplación de los espectáculos taurinos. De ello te-nemos claros ejemplos en la mayor parte de las plazas sur-gidas al amparo de estas disposiciones.

Con el tiempo los festejos taurinos se convirtieron en es-pectáculos cuya contemplación requería el pago de unacantidad para sufragar gastos y retribuir a los actuantes,que se iban profesionalizando. Se optó por la construcciónde plazas con un destino único y concreto: celebrar en ellascorridas de toros. Se tuvo en cuenta la estética del mo-mento (la mayoría sujetas al estilo mudéjar) y la comodi-dad de los espectadores (sólo lograda parcialmente). Elmismo Francisco Montes en su «Tauromaquia» dice que lasplazas deben estar en el campo, a poca distancia de la po-blación, procurando que se hallen al abrigo de los vientosque con más fuerza reinen en el lugar.

En resumen: siempre se ha tendido a la mayor comodi-dad e idoneidad de las plazas de toros.

Pero trasladémonos rápidamente de época y entremosen una de nuestras ultramodernas plazas:

Deambulando por los aledaños adivinamos que allí hayun coso porque nuestro instinto de aficionados nos lleva-ría a descubrirlo dentro de una central nuclear (tampoco esmuy distinta la situación real). Entramos en un «Palacio»por el «acceso norte» que nos indicaba un luminoso en blan-co y azul, no se necesitaban almohadillas para los cómo-dos sillones de plástico. Una bocanada de calor de cale-facción nos saludó en pleno enero. No había ni sol nisombra, sino una magnífica luz que mataba (eso, mataba)cualquier contraste de luz y sombra, de color, de matices...realmente me quedé gratamente sorprendido cuando sonóun pasodoble... por un momento esperé un vals.

Estábamos cómodos, muy cómodos. Calientes, muy ca-lientes. Pero... ¿es eso lo que queremos? ¿qué precio pa-gamos por ello?

Seguro que todos recordamos los antiguos carteles queanunciaban la celebración de la corrida «si el tiempo no loimpide». ¡Qué oportuno condicionante! ¡Qué bello aquellode los toros con sol y moscas!

A veces las inclemencias del tiempo (no hablo, claro está,de situaciones extremas ni de incomodidades más o menosacusadas) nos han traído cosas distintas, situaciones arries-gadas. Porque el toreo lleva en su esencia variedad y ries-go. Todos recordamos faenas gloriosas bajo el aguacero olidias poderosas contra el toro y el viento, ese segundoenemigo del torero al que también estamos a punto de mi-nimizar o destruir. Vamos camino de homogeneizar la fies-


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Alfredo OteroVilloriaAbogado


ta por completo, eliminando los elementos que la haceninesperada y cambiante, sorprendente e irrepetible.

Una parte importante de la afición está satisfecha con lasmejoras que introducen los nuevos medios tecnológicos,ya que así pueden darse más corridas y el buen tiempoestá garantizado. Pero ¿estamos seguros que cantidad y se-guridad son conceptos que ayudan a esta fiesta enferma yachacosa? Personalmente dudo mucho que la comodidadde estos «palacios» y su complicidad en alejar el escaso ries-go del espectador (en los toros el riesgo debe estar omni-presente, hasta para el espectador, en su aspecto y medi-da) ayuden a mantener esta fiesta bárbara y cruenta, peroauténtica y vitalista que lucha por no sucumbir ante la mo-dernidad y el hedonismo.

De las múltiples facetas en las que el tiempo, medidopor calendario o cronómetro, puede influir en los toros,voy a hacer unas consideraciones sobre la segunda, la delreloj, y más concretamente en el aspecto de los avisos.

En los primeros tiempos de la fiesta, la faena era unamera preparación para la muerte del toro. Pero pronto losmatadores, entre ellos Francisco Romero y Costillares, sepercataron de las posibilidades estéticas de aquella primi-tiva muleta. Y comenzaron a alargarse las faenas a gusto ycapricho de sus protagonistas. Seguramente surgieron abu-sos y hubo de ponerse coto a ello con una limitación tem-poral a este juego de la faena. La Presidencia comienza aordenar con su criterio reglamentario y avisa al torero paraque termine su quehacer y los alguacilillos le amonestan,si, por su impericia, emplea un tiempo excesivo. Los su-cesivos Reglamentos comenzaron a regular los avisos. Nofaltaron opiniones contrarias a la reglamentación de tiem-pos iguales para toros y circunstancias desiguales. Pero pre-valeció el criterio de limitación, que impedía los abusos dealgunos espadas. Del discreto aviso del alguacilillo se pasóal toque de clarines e incluso al redoble de tambores, paramayor escarnio del espada afectado. Así, con diversas mo-dificaciones y nuevas expectativas, los avisos han perma-necido.

Lo que ha cambiado desde entonces es su sentido e in-terpretación. De aquel oprobio y humillación que suponíarecibir un aviso, se ha pasado, si no al reconocimiento yvaloración positiva de este hecho, al menos sí a la neutra-lidad e indiferencia. Por supuesto que estoy hablando de esasensación generalizada de percibir el aviso, por parte delmatador y del público, como algo natural y normal. No merefiero a esas esporádicas dilatadas faenas que pueden pro-

ducirse por múltiples y variadas razones, cuya justificaciónes admisible. Parece que la tendenciaactual de determinados espadas esdespreciar los tiempos y contar susavisos por toros estoqueados. Esuna moda alargar las faenas sinninguna justificación, comono sea esa de «hacer las cosasdespacio» (lo que se ajusta a larealidad cuando se produce la len-titud con el toro), o ese absurdo,cuando menos en la lógica,de «torear sin torear».

Las cosas en su justamedida y, si existenunos tiempos estable-cidos deben cumplir-se, porque, entreotras cosas, cuandode verdad se torea,es muy difícil que eltoro aguante más delo establecido. Y laemoción, cuando sur-ge, también tiene su lí-mite temporal. Si debehaber excepciones, yasurgirán perfectamentejustificadas, pero sin con-vertir lo raro en rutina ylo lógico en inhabitual.

En el tiempo regla-mentado se han realiza-do casi todas las faenasmemorables. Que no nosconfundan con suplir lacalidad por la cantidad.

El tiempo aquí tam-bién tiene su lugar.


en los Toros

Relojes en formade «Vendedorambulante de relojes» en zincpolicromado.Alemania s. XIX.


Al sur de la provincia de Salamanca, cerca ya de la Co-munidad de Extremadura, a escasa distancia de la Sie-rra de su mismo nombre y muy próximo al lugar por

el que discurren la conocida Vía de la Plata y el CaminoReal, se encuentra enclavada Béjar, «la verde maravilla»como la llamara el poeta Gabriel y Galán que en su poe-sía dedicada a la Virgen del Castañar termina los versoscon esta estrofa «Y almas y cuerpos al par en salud podráncantar este su más dulce anhelo:de Béjar al Castañar y delCastañar al Cielo». Sus 16.000 habitantes la convierten enla segunda ciudad, tras la capital. Es un importante centroindustrial textil, famoso por la calidad de sus paños, cuyaindustria, que se remonta al siglo XIII, se consolidó en 1691,siendo, además, la cuna de la Capa Española.

A 2 km del núcleo urbano, en un maravilloso paraje, ypara mayor realce del mismo, se halla el Santuario en elque se venera a la Virgen bajo la advocación de «El Casta-ñar», y muy cercana de él la Plaza de Toros de «El Casta-ñar», o de «Campo», como también fue conocida.

Es el siglo XVII la época de la que se conservan los pri-meros documentos de la celebración de funciones tauri-nas; así lo acredita la existencia de un documento de mayode 1607, que da fe de haberse corrido un toro con ocasiónde una visita del Duque don Álvaro de Zúñiga, aunque esfácil imaginar que ya anteriormente se celebraran este tipode festejos, sobre todo con motivo de la conmemoraciónde alguna fiesta religiosa, como eran las de San Antón, Cor-pus Christi y San Juan, entre otras, o la visita a la Villa de


José Luis García GarcíaPresidente de la Plaza

de Toros de SegoviaDecano de los Presidentes

Plaza deBéjar

y otras

Plaza deBéjar

y otras


algún personaje relacionado con el Ducado. Dichas cele-braciones taurinas tenían lugar, en aquel entonces, en laPlaza Mayor y en ella se continuaron celebrando hasta quese construyó la plaza de toros.

En 1667 la Cofradía de la Virgen del Castañar y ante lanecesidad de allegar fondos suficientes para levantar la sa-cristía de la ermita, elevó al Consistorio del Concejo unapetición para que «se hiciese una plaza para el efecto y finque en dicha petición se refiere», que, a su vez, le dio tras-lado a la Duquesa Regente doña Teresa Sarmiento de laCerda. Ante la negativa de la duquesa para acceder a laconstrucción de la plaza de toros, éstos continuaron cele-brándose en la Plaza Mayor de la Villa.

Esta petición denegada por la Duquesa madre, sería añosmás tarde concedida por su nieto el Duque don Juan Ma-nuel Diego López de Zúñiga y Guzmán Sotomayor y Men-doza.

De la construcción de la plaza da fe el acta fechada «endoce días de el mes de septiembre de mil setecientos yonce años» contenida en el Libro I de la Cofradía de la Vir-gen del Castañar y en la que en diversos pasajes se dice:

«... y para que fiesta tan deuota tenga la perpetuidadque se deue y desea y hauerse reconocido el aumen-to en que seua poniendo, nacido del gran zelo de losdeuotos, auiendo costeado la fiesta (tres o quatro añosque se abía hecho) diferentes sacerdotes, y otros caua-lleros y personas honrradas que an sido mayordomosde su voluntad y deuoción, y oy lo son de su deuocióny voluntad, y en la misa forma lo están pidiendo, y seespera lo pediran para en adelante, y se a consegui-do licencia de dicho Señor, Excelentísimo, para hacerPlaza junto a dicha hermita y tener fiesta y corrida detoros...»

En otro punto de dicho acta se señala:

«Item que para la dicha fiesta de Ntra. Señora del Cas-tañar se an de nombrar en cada un año quatro Ma-yordomos en esta Villa y lugares de su partido admi-tiendo en primer lugar a las personas que de voluntadlo pidan, y estos an de hacer la costa y fiesta de torosen la Plaza que ahora se a hecho tan embrebe queparece deuerse atribuir a milagro de la Virgen...»

Se dice también en el acta:

«It, Se acordó que a de salir procesión de dicha Her-mita fenecida la Misa, lleuando a Ntra. Señora en sus

Andas por la calle que está hecha asta dar buelta ala Plaza y voluer a la dicha hermita a colocar a suMajestad en su altar y ...»

Por último, en tan repetido acta se acuerda:

«It, Se acordó que si algunos deuotos hicieren pared oasientos para ver toros o comedias en la Plaza queestá hecha para utilidad de la fiesta y aumento que loque se diere de limosna por dichos asientos a de en-trar en poder del Mayordomo que se nombrare conlas demás limosnas.»

Por tanto, del contenido del referido Acta se puede afir-mar que la Plaza de Toros de «El Castañar» o de «Campo»,como también era conocida, estaba construida en sep-tiembre del año 1711. El importe de su construcción, segúnlas cuentas reseñadas en dicho Libro de Cuentas de la Ma-yordomía de la Virgen del Castañar, fue de 4.334 reales devellón, distribuidos de la siguiente forma:

– 1.500 reales en que se remató la obra de la Plaza loque toca a manos.

– 260 reales en que se ajustaron los toriles y el corral.– 240 reales que se dio de agasajo a los maestros de la

obra.– 264 reales que costaron ocho carros de cal para la obra

a 33 reales cada uno.– 128 reales que costó el aserrar la madera para el ta-

blado, puertas y demás que se labró sin la obra quehicieron de limosna los carpinteros.

– 200 reales que además de la limosna que hicieron loscerrajeros, costó la clavazón que en todo se gastó.

– 170 reales que pagaron de algunos carros para llevarpiedra, porque les faltaba a los obreros entre semana,por no haber habido devotos que lo hiciesen como lohicieron en la demás que llevaron.

– 1.072 reales que importó el agasajo que se dio a losdevotos que fueron a trabajar de limosna y sin jorna-les y sin el vino que dieron algunos devotos, el pan,vino, queso y otras cosas que importó dicha cantidad.

– 500 reales que se dejaron de hacer buenos en la parti-da de la Plaza que costó 2.000 reales y no van hechosbuenos más de 1.500». (sic)

Constatada, pues, documentalmente la fecha de su cons-trucción y sin ánimo de suscitar polémica alguna se pue-de afirmar que es la más antigua de cuantas plazas existenen España y, por ende, en el mundo.


e Toros «El Castañar», r, año 1711... s Históricas

e Toros «El Castañar», r, año 1711... s Históricas (Primera parte)


PP arece incuestionable que la actual eclosión regla-mentista es un hecho insólito sin precedentes en lahistoria de la Tauromaquia, a juzgar por

los reglamentos publicados y los anunciados.Si obviamos por ahora ahondar en las causas,

lo que no admite vuelta de hoja es que –abiertoel melón por el País Vasco y Navarra– transferidasa las Comunidades las competencias en materia deespectáculos públicos con carácter exclusivo e in-corporadas a sus respectivos Estatutos, nada hayque objetar en puridad legal a que éstas elaborensus propios textos reglamentarios; cosa bien distin-ta es que, teniendo presente su naturaleza, se de-bieron enfocar las reformas de la manera más ade-cuada para preservar la unidad e identidad esencialde la Fiesta.

Al intervenir en esta cuestión controvertible, reco-nozco de entrada que me han producido perplejidadciertos comentarios acríticos o elogiosos hacia la pro-fusión de nuevos reglamentos por parte de afamadoscronistas e informadores taurinos, toda vez que al ver-lo de otra forma, mi entusiasmo es perfectamente des-criptible y matizable.

Así, si considero muy positiva la reglamentación porlas Comunidades Autónomas de los Festejos TaurinosPopulares, tengo una opinión diferente en lo que res-pecta a los Festejos Mayores (corridas de toros, novi-lladas y rejoneo), porque sólo en los primeros encuentrosingularidades reales importantes circunscritas a ámbi-tos espaciales más reducidos, regional, comarcal e in-cluso local, donde se recrean, viven y sienten, en for-ma de tradiciones arraigadas en la cultura popular,transmitidas de generación en generación, mediante re-presentaciones periódicas con ocasión de ferias y fiestaspatronales: como manifestación cultural, las autoridadesautonómicas competentes deben fomentarlos, al tiempoque por exigencias de seguridad, sanidad y trato a losanimales, requieren la regulación jurídica que garantice aparticipantes y espectadores protección en sus personasy derechos.

En cambio, los Festejos Mayores, Convencionales o For-males demandan un tratamiento distinto, por ser un pro-ducto histórico, un patrimonio cultural resultado de unproceso evolutivo secular que, trascendiendo o integrandoparticularismos en aras de una conformación nacional, ra-cional y homogénea en su estructura, consolidación desuertes, condiciones de las reses, estatuto de participantes


PPrrooffuuss iióónn Julio Martín Fraile

Ex Presidente de la Plaza de Toros

de Valladolid

Cea Bermúdez, 24 • 28003 MadridTels. 608 115 819 y 679 591 190

Reapertura


y espectadores y en la organización del espectá-culo, cristaliza en la sistematización de los regla-mentos generales, como fórmulas mayoritaria-mente aceptadas en cada época; proceso evolutivoselectivo, en la medida que, superando o incor-porando peculiaridades locales, afianza las fórmu-las de alcance nacional; y abierto, como ponen derelieve la sucesión de reglamentos generales y lasmodificaciones de los mismos para adaptarlos a lasnecesidades de cada momento.

Por cuanto antecede, me preocupa que los feste-jos convencionales puedan verse afectados por unadesenfrenada carrera por el reglamento propio, si,en lugar de basarse en criterios homogéneos abor-dados de forma combinada y consensuada entre lasdistintas Comunidades para no perder la perspectivanacional, se dejaran llevar por pruritos de originalidad,legislando cada uno a su aire y por su cuenta, por elriesgo de iniciar un proceso regresivo hacia los regla-mentos de plaza y desembocar en una indeseable ce-remonia de la confusión, en una Babel de diecisiete«lenguas».

Para evitar este maremagnum, considero que la ela-boración de los nuevos reglamentos debió abordarseconjuntamente por las administraciones autonómicas, in-cluso en combinación con la central, aprovechando ins-trumentos legales de cooperación multilateral administra-tiva para la búsqueda de criterios y puntos de vistacomunes con que racionalizar las reformas, de maneraque, respetando las competencias respectivas, conserva-ran los principales logros históricos, dejasen abiertas laspuertas a necesarias innovaciones y garantizaran las tradi-ciones y usos más arraigados.

Como no quiero especular en el vacío, me he permitidocontrastar estas observaciones con la lectura de los regla-mentos más significativos. A este respecto, si prescindo delvasco y del navarro, por su motivación palmariamente na-cionalista, tomo como referentes el aragonés y, funda-mentalmente el andaluz, verdadero paradigma por el vo-lumen de sus reformas y amplitud del ámbito de aplicación.

Pues bien, de las numerosas reformas que introduce conrelación al Reglamento estatal, la mayoría, consideradas ensí mismas, son irrelevantes para la identidad y desarrollo dela Fiesta, pero contempladas en conjunto resultan trascen-dentes, pues, al ser tan numerosas, conforman un regla-mento distinto, con lo que, si hicieran lo propio otras Co-munidades, se produciría la temida, por caótica, dispersión.


RReeggllaammeennttaarriiaa

Reglamento Taurino cuya primeraedición data de abril de 1947.

(Primera parte)


Alguien dijo: «Recordar es volver a vivir»; la verdad es quees totalmente cierto...

Torero de Beneficencia

Y qué decir de la corrida extraordinaria de Beneficencia,la más importante de toda la temporada, no solo de Madridsino de toda España. Ser «torero de Beneficencia» era el tí-tulo más apreciado por los matadores de toros, por lo quemás de uno la toreaba gratis y otros se pagaban los torosa lidiar y además entregaban un generoso donativo.

Quizás ha sido Manuel Rodríguez «Manolete» el espadaque más categoría ha dado a esta corrida de Beneficencia.Se recuerdan todas sus actuaciones y en especial las de losaños 1944, 1946 (única toreada por el cordobés en Espa-ña ese año) y la de 1947 última toreada en Madrid unosdías antes de su mortal cogida en Linares. En todas cortóorejas y fue herido gravemente en esta.

Escuchar conversaciones y consejos de Domingo Do-minguín, Manuel Bienvenida (el Papa Negro), José MaríaCossío, amigos de mi padre, en sus tertulias antes de cadafestejo en el Café Suizo (plaza de Manuel Becerra, esqui-na a la calle Doctor Esquerdo) y desde allí ver bajar, ca-mino de la plaza, al picador a caballo llevando a la grupaal monosabio que había ido a buscarle y a continuación latartana con el resto de los picadores, embargaban de emo-ción al que esto escribe. Y al ratito, los «hispano», con subaca de capotes y portadores de arte, torería y miedos.

Ver correr un toro a una mano a El Boni, entre otros,banderillear a Magritas, Malla, Orteguita, Faroles... picar aEl Aldeano y presenciar los batacazos al de reservar...

Y la afición: exigente, respetuosa y respetada, admiran-do, sobre todo, el valor y buen hacer de los importantes yanimando a los debutantes, comprensivo con sus defi-ciencias (al fin y al cabo llegaban a Madrid con una pre-paración de «capeas»). Y el Ronquillo, la voz justa en el mo-mento oportuno.

Esta afición, que se conocía al dedillo la vida y milagrosde los toreros madrileños: Vicente Pastor, Manolo Escude-

ro, los hermanos Dominguín –asistiendo a las verbenas adivertirse como uno más– de todos los novilleros, por ba-rrios: Chamberí, Pardiñas, Usera, Tetuán, la Cava... Aque-lla afición madrileña que cuando algún torero salía paraAmérica llenaba la estación –donde viajaban hasta Vigo oCádiz para embarcar y tardar tres semanas en llegar a losdestinos de sus actuaciones– para despedirles y desearleséxitos. Aquel espectador del 9, el ingeniero Montes, quecon su índice derecho arbitraba las vueltas al ruedo.

Los periodistas Curro Melojas y «Timbales», los más es-cuchados en Radio Madrid y Radio España respectiva-mente,... Aquel partidario ferviente de Antonio Bienveniday éste con su «muletilla»;, del tercer espada no tenemos in-formación. Claro, el espada no había abonado la parte co-rrespondiente por su información al oyente.

No es añoranza por mi parte. Si acaso, la certeza de queen algunas ocasiones el pasado, sobre todo en el conjun-to de la Fiesta en la plaza de las Ventas, ha sido mejor o,cuando menos, más agradable.


Ramón Sánchez AguilarCronista Taurino


RRaammóónn SSáánncchheezz AAgguuiillaarr yy SSaallvvaaddoorr SSáánncchheezz--MMaarrrruueeddoo cceelleebbrraann yy aaggrraaddeecceenn aa JJoosséé LLuuiiss LLóóppeezz FFeerrrreerroo,, eell ppaattrroocciinniioo ddee ««MMiisscceelláánneeaass»» yy eell mmeecceennaazzggoo ddee llaa 22..aa GGrraann GGaallaa ddee eennttrreeggaa ddee TTrrooffeeooss TTaauurriinnooss ««AAssaaddoorr RRiibbeerraa ddee AArraannddaa

yy MMaarriissqquueerrííaa LLóóppeezz FFeerrrreerroo aa llooss TTrriiuunnffaaddoorreess ddee llaass FFeerriiaass ddee SSaann IIssiiddrroo yy SSaann SSeebbaassttiiáánn ddee llooss RReeyyeess 22000066»»

MMiisscceelláánneeaass««RReeccoorrddaarr eess vvoollvveerr aa vviivviirr»»

LLooss 7755 aaññooss ddee LLaass VVeennttaass

(Segunda parte)y última



GGrraann GGaallaa ddee eennttrreeggaa ddee TTrrooffeeooss TTaauurriinnooss ««AAssaaddoorr RRiibbeerraa ddee AArraannddaa yy MMaarriissqquueerrííaass LLóóppeezz FFeerrrreerroo»»

aa llooss TTrriiuunnffaaddoorreess ddee llaass FFeerriiaass ddee SSaann IIssiiddrroo yy SSaann SSeebbaassttiiáánn ddee llooss RReeyyeess 22000066En el «Asador Ribera de Aranda» y «Marisquerías López Ferrero», se concedieron los Segundos Premios Tautinos a los me-jores de San Isidro y San Sebastian de los Reyes. Más de doscientos invitados disfrutaron como en las grandes tardes. Elacto fue presentado por Pedro Saiz, cronista taurino, quien llevó el ritmo de la velada y de la entrega de los premios,siempre ayudado por su esposa Encarna, como se suele decir taurinamente «de quitarse el sombrero». Asisteron los miem-bros del jurado y personalidades del Mundo de los Toros. Todo ello gracias a un gran aficionado, como es el propietarioy promotor de estos trofeos José Luis López Ferrero.

Triunfadores y galardonados, jurado y organizadores se fotografían para la posteridad.

Pedro Saiz, presentador de la velada.

Toni, responsable de Organización dela sala, hace entrega a la Sra. de PedroSaiz, Encarna Cañizares, encargados

de la presentación de los trofeos, de unmerecidísimo trofeo.

Victoriano del Río, José Luis López Ferrero y José Pedro Gómez Ballesteros hacen entrega al matador de toros Gabriel Picazo de su trofeo como triunfador

de la feria de San Sebastian de los Reyes.

Feria de San IsidroMatador de Toros: Enrique PonceNovillero: Alejandro TalavanteRejoneador: Pablo Hermoso de MendozaMejor estocada: José Ignacio RamosTorero de plata: Luis Carlos ArandaPicador: Pedro IturraldeToro: «Novelero» de la Ganadería

de Ana María BohorquezGanadería: Victoriano del RíoA la Verdad del Toreo: Fernando Cruz

Feria de San Sebastian de los Reyes

Matador de Toros: Gabriel PicazoNovillero: José Ramón García «Chechu»Rejoneador: Pablo Hermoso de MendozaSubalterno: José Antonio CarreteroGanadería: Victoriano del RíoMejor faena: Julián López «El Juli»Mejor estocada: César JiménezToro: «Murgorcito» de la Ganadería

de Nazario IbánezAl «Buen Gusto»: José Pedro Orio


Colección Los Sabios del Toreo«Bos Taurus», cuarto libro de la CCoolleecccciióónn

Autor: Juan Carlos Navas GómezEEssccaalleerraa ddeell ÉÉxxiittoo 122

JUSTIFICACIÓN DE TIRADADe esta edición: Bos Taurus, se han impreso QUINIENTOS EJEMPLARES

sobre papel offset ahuesado de 90 gr y cartulina de 200 gr y cubiertas en cuatricromía:

450 Ejemplares nominados y numerados, para los «amigos de la cultura»25 Ejemplares numerados en números romanos, destinados al autor15 Ejemplares numerados en números romanos, destinados al editor10 Ejemplares destinados a Organismos Oficiales y a la Biblioteca Nacional

Las personas que se encuentren interesadas en la adquisición de estos libros pueden solicitarlos a nuestra editorial

(Se servirán por riguroso orden de petición hasta fin de existencias)

Algunos amigos de la cultura colaboran en la publicación de esta edición

AUDI - F.TOMÉ;BANKPIME;BERROCAL - LIBROS ANTIGUOS;BOSQUES NATURALES;CARLOSARAUJO TRIGO; CASINO GRAN MADRID; CONSTRUCCIONES ORTIZ;

DAVID SHOHET ELÍAS; DYDNET; EVENTOS - EL CARDENAL - RTE.; GRUPO BALLESOL;GRUPO CASTILLO Y CÍA., S.A.; GV ASESORES, S.A.; IMAGEN BETA; JOSÉ LUIS LÓPEZ FERRERO;JOTA CINCO - RTE.; KERMOS; LA ANTIGUA TAHONA DE MAGALLANES; LA MADRILEÑA - RTE.;LIBRERÍA M.a VICTORIA RODRÍGUEZ; LLORENTE - TOYOTA; LUIS & TACHI; MONOCOMP, S.A.;

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TSUBAKI - CADENAS; UNIÓN DE BIBLIÓFILOS TAURINOS; UNIÓN MÉDICA LA FUENCISLA

Edición AGOTADAAutor: José Julio García


Edición AGOTADAAutor: Benjamín Bentura Remacha


Edición AGOTADAAutor: César Palacios


Primer libro de la Colección Segundo libro de la Colección Tercer libro de la Colección


FEBRERO - escaleradelexito.com · 12 - D. MATÍAS PRATS CAÑETE - PERIODISTA CRONISTA TAURINO 13 -...

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