Feyerabend, Paul - Como Defender a La Sociedad de La Ciencia

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    Cm o d e f e n d e r a l a s o c ie d a d d e l a c ie n c i a

    PAUL FEYERABEND

    Quiero defender a la sociedad y a sus habitantes de toda clase de ideologas, incluyendo laciencia. Toda ideologa debe ser vista en perspectiva. Uno no las debe tomar demasiado enserio. Debe leerlas como (se leen) los cuentos de hadas, los que tienen un montn de cosas

    interesantes que decir, pero que contienen tambin maliciosas mentiras, o (leerlas) comoprescripciones ticas que pueden ser tiles como reglas prcticas, pero que son mortferascuando se las sigue al pie de la letra.

    Ahora bien no es sta una extraa y ridcula actitud? La ciencia, de seguro, estuvo siempre enla avanzada de la lucha contra el autoritarismo y la supersticin. A la ciencia le debemosnuestra incrementada libertad intelectual frente a las creencias religiosas y, asimismo laliberacin de la humanidad de antiguas y rgidas formas de pensamiento. Hoy estas formas depensamiento no son ms que malos sueos y esto lo aprendimos de la ciencia. Ciencia eilustracin (enlightenment) son una y la misma cosa- incluso los crticos ms radicales creenesto. Kropotkin quera terminar con todas las instituciones tradicionales y formas depensamiento, con excepcin de la ciencia. Ibsen critica las ramificaciones ms ntimas de laideologa burguesa del siglo XIX, pero deja intocada la ciencia. Levi-Strauss nos ha hechodarnos cuenta que el pensamiento occidental no es la cumbre solitaria del logro humano queuna vez se crey ser, pero excluye a la ciencia de su relativizacin de las ideologas. Marx yEngels estaban convencidos de que la ciencia ayudara a los trabajadores en su bsqueda deuna liberacin intelectual y social. Se engaaban todas estas personas? Estn todas ellasequivocadas acerca del rol de la ciencia? Son todas ellas vctimas de una quimera?

    A estas preguntas mi respuesta es un firme: s y no. Ahora, permtanme explicar mi respuesta.Mi explicacin contiene dos partes, una ms general, y otra ms especfica. La explicacingeneral es simple: cualquier ideologa que rompe el control que un sistema comprensivo depensamiento ejerce sobre la mente de los hombres contribuye a la liberacin humana. Cualquierideologa que hace al hombre cuestionar creencias heredadas es una ayuda a la ilustracin. Unaverdad que reina sin contrapeso es una tirana que debe ser derrocada, y cualquier falsedad quepueda ayudarnos en el derrocamiento de este tirano debe ser bienvenida. En consecuencia, laciencia de los siglos XVII y XVIII fue en realidad un instrumento de liberacin e ilustracin, no

    s porque la ciencia est obligada a continuar siendo un tal instrumento. No hay nada inherenteen la ciencia, o en cualquier otra ideologa, que la haga esencialmente liberadora, las ideologaspueden deteriorarse y llegar a ser religiones estpidas, por ejemplo, el marxismo. La ciencia dehoy es muy diferente de la ciencia de 1650, esto es evidente para la mirada ms superficial.

    Por ejemplo, considrese el rol que la ciencia juega hoy en la educacin. Los hechos cientficosson enseados en una edad muy temprana en la misma forma en que los hechos religiosos loeran slo hace un siglo. No se hace ningn intento de despertar las capacidades crticas delestudiante de modo que pueda ver las cosas en perspectiva. En las universidades la situacin esincluso peor, pues el adoctrinamiento es aqu llevado a cabo de una manera mucho mssistemtica. La crtica no est enteramente ausente. La sociedad, por ejemplo, y susinstituciones, son criticadas del modo ms severo y a menudo de la manera ms injusta, y estoya al nivel de la escuela primaria. Pero la ciencia es exceptuada de la crtica. En la sociedad, engeneral, el juicio de las cientficos es recibido con la misma reverencia que el juicio dearzobispos y cardenales era aceptado hasta hace no mucho tiempo. El movimiento hacia la

    demitologizacin (de la religin), por ejemplo, est ampliamente motivado por el deseo deevitar cualquier choque entre el cristianismo y las ideas cientficas. Si tal choque ocurre,entonces la ciencia est, por cierto, en lo correcto y el cristianismo est equivocado. Contineesta investigacin ms adelante y ver como la ciencia se ha hecho actualmente tan opresivacomo las ideologas que una vez tuvo que combatir. No se engae por el hecho de que hoy casinadie es muerto por sostener a una hereja cientfica; esto no tiene nada que ver con la ciencia.Tiene algo que ver con la cualidad general de nuestra civilizacin. A los herejes en ciencia anse los hace sufrir las ms severas sanciones que esta relativamente tolerante civilizacin tieneque ofrecer.

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    Pero no es esta descripcin completamente injusta? No he presentado el asunto bajo una luzmuy distorsionada al usar una terminologa tendenciosa y distorsionada? No debiramosdescribir la situacin de un modo muy diferente? He dicho que la ciencia ha devenido rgida, queha dejado de ser un instrumento de cambio y liberacin sin agregar que ella ha encontrado laverdad, o una gran parte de ella. Al considerar este hecho adicional nos damos cuenta, as dicela objecin que la rigidez de la ciencia no es debida a la voluntad (wilfulness) humana. Seencuentra en la naturaleza de las cosas. Porque una vez que se ha descubierto la verdad quotra cosa podemos hacer sino seguirla?

    Esta trivial respuesta es cualquier cosa menos original. Se la usa cada vez que una ideologaquiere reforzar la fe de sus seguidores. Verdad es una palabra tan bellamente neutral. Nadienegara que es loable decir la verdad y malo decir mentiras. Nadie negar eso y, sin embargo,nadie sabe lo que una tal actitud conlleva. De modo que es fcil torcer las cosas y cambiar lafidelidad a la verdad en los asuntos cotidianos en la defensa dogmtica de esa (misma)ideologa. Y no es, por supuesto, verdadero que tengamos que seguir la verdad. La vidahumana es guiada por muchas ideas. La verdad es una de ellas, la libertad y la independenciaintelectual son otras. Si la Verdad, tal como la conciben algunas ideologas, entra en conflictocon la libertad, entonces tenemos una (posibilidad de) eleccin. Podemos abandonar la libertad.Pero tambin podemos abandonar la Verdad (alternativamente, podemos adoptar una idea mssofisticada de la verdad que ya no contradice la libertad; esa fue la solucin de Hegel). Mi crticade la ciencia moderna es que inhibe la libertad de pensamiento. Si la razn (aducida) es queella ha encontrado la verdad y ahora [simplemente] la sigue, entonces yo dira que hay mejores

    cosas que [este] primer descubrimiento, y luego seguir a un tal monstruo. Esto finaliza la partegeneral de mi explicacin.

    Existe un argumento ms especifico para defender la posicin excepcional que la ciencia tienehoy en la sociedad. En sntesis, el argumento dice: (1) que la ciencia ha encontrado finalmenteel mtodo correcto para lograr resultados, y (2) que hay muchos resultados que prueban laexcelencia del mtodo. El argumento est equivocado, pero la mayora de los intentos demostrar esto llevan a un callejn sin salida. La metodologa ha devenido hoy tan llena desofisticacin vaca que es extremadamente difcil percibir los simples errores [que seencuentran] en su base. Es como combatir a la Hidra crtese una horrible cabeza y ochoformalizaciones tomarn su lugar. En esta situacin la nica respuesta es la superficialidad:cuando la sofisticacin pierde su contenido el nico modo de mantener el contacto con larealidad es ser crudo y superficial. Esto es lo que intento ser.

    Contra el mtodo

    Hay un mtodo, dice la parte (1) del argumento. Cul es?, Cmo funciona? Una respuesta,que ya no es tan popular como lo fue en el pasado, es que la ciencia trabaja reuniendo hechos einfiriendo teoras [a partir] de ellos. La respuesta es insatisfactoria porque las teoras nunca sesiguen (infieren) de los hechos, en un estricto sentido lgico. Decir que ellas pueden, sinembargo, ser apoyadas por los hechos asume una nocin de apoyo que: (a) no muestra estedefecto y es (b) suficientemente sofisticada para permitirnos decir hasta qu punto, digamos, laTeora de la Relatividad es apoyada por los hechos. No existe hoy una tal nocin, ni es posibleque pueda ser encontrada algunas vez (uno de los problemas es que necesitamos una nocin deapoyo en la cual de algunos cuervos son negros pueda decirse que apoyan [la proposicin]

    todos los cuervos son negros). De esto se dieron cuenta los convencionalistas y los idealistastranscendentales, quienes sealaron que las teoras dan forma y orden a los hechos, y por lotanto pueden ser mantenidas pase lo que pase.

    Ellas pueden ser conservadas porque la mente humana, ya sea consciente o inconscientemente,realiza [siempre] su funcin ordenadora. El problema con estas visiones es que ellas asumenpara la mente aquello que quiere explicar para el mundo, es decir, que funciona de una maneraregular. Hay una sola visin que supera todas estas dificultades. Fue inventada dos veces en elsiglo XIX, por [John Stuart] Mill, en su inmortal ensayo Sobre la libertad, y por algunosdarwinianos, quienes extendieron el darwinismo a la batalla de las ideas. Esta visin toma eltoro por las astas: las teoras no pueden ser justificadas y su excelencia no puede ser mostradasin referencia a otras teoras. Podemos explicar el xito de una teora por referencia a una

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    teora ms comprensiva (podemos explicar el xito de la teora de Newton usando la TeoraGeneral de la Relatividad); y podemos explicar nuestra preferencia por ella comparndola conotras teoras. Una tal comparacin no establece la excelencia intrnseca de la teora que hemoselegido.

    En realidad, la teora que hemos elegido puede ser sumamente repugnante. Puede contenercontradicciones, puede estar en conflicto con hechos bien conocidos, puede ser engorrosa, pococlara, ad hoc en lugares decisivos, y as sucesivamente. Pero puede an ser mejor quecualquier otra teora disponible en aquel momento, puede en realidad ser la mejor teora

    repugnante que hay. Tampoco se eligen los estndares de juicio de una manera absoluta.Nuestra sofisticacin se incrementa con cada eleccin que hacemos, y lo mismo ocurre connuestros estndares. Estos compiten tanto como compiten nuestras teoras, y elegimos losestndares ms apropiados a la situacin histrica dentro de la cual ocurre la eleccin. Lasalternativas rechazadas (teoras, estndares, hechos) no son eliminadas. Ellas sirven comocorrectivos (despus de todo, podemos haber hecho la eleccin equivocada), y ellas tambinexplican el contenido de las visiones preferidas (entendemos [algo] relativamente mejor cuandoentendemos la estructura de sus competidoras; conocemos el significado pleno de la libertadslo cuando tenemos una idea de la vida en un estado totalitario, de sus ventajas y haymuchas ventajas tanto como sus desventajas. El conocimiento as concebido es un ocano dealternativas canalizadas y subdivididas por un ocano de estndares. [Este] obliga a nuestramente a hacer elecciones imaginativas y as lo hace crecer, la hace capaz de elegir, imaginar,criticar.

    Hoy esta visin es a menudo conectada con el nombre de Karl Popper. Pero hay algunosdiferencias decisivas entre Popper y Mill. Para empezar, Popper desarrollo su visin pararesolver un problema especial de la epistemologa: quera resolver las condiciones favorables alcrecimiento humano. Su epistemologa es el resultado de cierta teora del hombre, y no alrevs. Tambin, estando Popper influido por el Crculo de Viena, mejora la forma lgica de unateora antes de discutirla; mientras que Mill usa cada teora en la forma en que ocurre en laciencia. En tercer lugar, los estndares de comparacin de Popper son rgidos y fijos, mientrasque a los de Mill se les permite cambiar con la situacin histrica. Finalmente, los estndares dePopper eliminan competidores de una vez por todas: las teoras son ya sea no falsables, ofalsables, y lo no refutable no tiene lugar en la ciencia. Los criterios de Popper son claros, noson ambiguos, (estn) formulados con precisin; los criterios de Mill no lo son. Esto sera unaventaja si la propia ciencia fuera clara, inequvoca, y formulada con precisin fuera clara,inequvoca, y afortunadamente no lo es.

    Para empezar, ninguna nueva y revolucionaria teora cientfica es formulada de una manera quenos permita decir bajo qu circunstancias debamos verla como un peligro; muchas teorasrevolucionarias son infalsables. Existen versiones falseables, pero ellas no estn casi nunca deacuerdo con afirmaciones bsicas aceptadas: cada teora moderadamente interesante esfalsada. Adems, las teoras tienen fallas formales, muchas de ellas contienen contradicciones,ajustes ad hoc, y as sucesivamente. Aplicados con rigor los criterios popperianos eliminaranla ciencia sin reemplazarla por nada comparable. Ellos son intiles como una ayuda a la ciencia.

    En la dcada pasada esto ha sido advertido por varios pensadores, Kuhn y Lakatos, entre ellos.Las ideas de Kuhn son interesantes pero, lamentablemente, son demasiado vagas para levantarotra cosa que un montn de aire caliente (To give rise to anything but lots of hot air). Si nome cree, mire la bibliografa. Nunca antes la bibliografia sobre filosofa de la ciencia haba sido

    invadida por tantos aduladores e incompetentes. Kuhn incentiva a hablar con seguridad acercadel mtodo cientfico a gente que no tiene idea por qu una piedra cae al suelo. Ahora bien, yono tengo objecin a la incompetencia, pero s la objeto cuando viene acompaada deaburrimiento y farisesmo. Y esto es exactamente lo que ocurre. No obtenemos ideas falsasinteresantes, sino ideas aburridas o palabras que no tiene relacin con ninguna idea. Ensegundo lugar, cada vez que uno trata de hacer las ideas de Kuhn ms definitivas, encuentraque son falsas. Hubo alguna vez un perodo de ciencia normal en la historia del pensamiento?No, y desafo a cualquiera a probar lo contrario.

    Lakatos es inmensamente ms sofisticado que Kuhn. En vez de teoras estudia programas deinvestigacin que son secuencias de teoras conectadas por mtodos de modificacin llamadosheursticos. Cada teora en la secuencia puede estar llena de faltas. Puede estar infestada por

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    anomalas, contradicciones, ambigedades. Lo que cuenta no es la forma de las teoras [enparticular], sino la tendencia exhibida por la secuencia. Juzgamos los desarrollos histricos, loslogros en un perodo de tiempo, ms bien que la situacin en un momento particular. Historia ymetodologa son combinadas en una nica empresa. Se dice que un programa de investigacinprogresa si la secuencia de las teoras conduce a nuevas predicciones; se dice que estestancado si se limita a absorber hechos que han sido descubiertos sin su ayuda.

    Una caracterstica decisiva de la metodologa de Lakatos es que tales evaluaciones ya no seencuentran atadas a reglas metodolgicas que le digan al cientfico que mantenga o abandone

    un programa de investigacin. Los cientficos pueden persistir con un programa estancado o,pueden incluso tener xito en hacer que dicho programa supere a sus rivales, y ellos por lotanto proceden racionalmente cualquiera sea lo que estn haciendo (siempre y cuando, elloscontinen llamando estancado a un programa que lo est, y progresivo a un programaprogresivo). Esto significa que Lakatos ofrecepalabras que suenan como los elementos de unametodologa; [pero] no nos ofrece una metodologa. No hay mtodos, de acuerdo con lo msavanzada y sofisticada metodologa hoy en existencia. Esto finaliza mi respuesta a la parte (1)del argumento especfico.

    Contra los resultados

    De acuerdo con la parte (2), la ciencia se merece una posicin especial porque ha producido

    resultados. Este es un argumento [vlido] slo si puede darse por descontado que ninguna otracosa ha producido jams resultados. Ahora, puede admitirse que casi todos los que discuten elasunto asumen tal supuesto. Puede tambin admitirse que no es fcil mostrar que la asuncines falsa. Formas de vida diferentes de la ciencia han desaparecido o degenerado hasta un puntoque hacen imposible una justa comparacin. An as, la situacin no es tan desesperada comolo fue hace slo una dcada. Hemos llegado a conocer mtodos de diagnstico mdico y terapiaque son efectivos (y tal vez incluso ms efectivos que las partes correspondientes de lamedicina occidental), y que, sin embargo, se basan en una ideologa que es radicalmentediferente de la ideologa de la ciencia occidental. Hemos aprendido que hay fenmenos talescomo la telepata y la telekinesia que son borrados al ser abordados cientficamente, y quepodran ser usados para hacer investigacin en una forma enteramente nueva (pensadores mstempranos tales como Agrippa e Nettesheim, John Dee, e incluso [Francis] Bacon eranconscientes de estos fenmenos). Y entonces no es el caso que la Iglesia salv almas,

    mientras que la ciencia a menudo hace precisamente lo opuesto? Por supuesto, nadie creeahora en la ontologa que subyace a este juicio. Por qu? En razn de presiones ideolgicasidnticas a aquellas que hoy da nos hacen escuchar a la ciencia con exclusin de toda otracosa. Es cierto, tambin que fenmenos tales como la telekinesia y la acupuntura puedeneventualmente ser absorbidos (incluidos) dentro del cuerpo de la ciencia y pueden, por tanto,ser llamados cientficas. Pero ntese que esto ocurre slo despus de largos perodos deresistencia, durante los cuales una ciencia que no contiene an los [referidos] fenmenos quiereprevalecer sobre formas de vida que los contiene.

    Y esto lleva a una ulterior objecin en contra de la parte (2) del argumento especfico. El hechode que la ciencia tiene resultados cuenta en su favor slo si estos resultados fueron logradosslo por la ciencia, y sin ninguna ayuda desde fuera. Una mirada a la historia muestra que laciencia casi nunca obtiene sus resultados de esta manera. Cuando Coprnico introdujo unavisin nueva del universo, no consult predecesores cientficos [sino] a un pitagrico loco comoFilolao. Adopt sus ideas y las mantuvo en oposicin a toda regla adecuada de razonamientocientfico. La mecnica y la ptica deben mucho a los artesanos, la medicina, las parteras ybrujas. Y en nuestro propio tiempo hemos visto como la interferencia del Estado puede [hacer]avanzar la ciencia: cuando los comunistas chinos se negaron a ser intimidados por el juicio delos expertos y ordenaron traer la medicina tradicional de vuelta a las universidades y hospitales,hubo una protesta mundial (y se dijo) que la ciencia se arruinaba en China. Ocurri justamentelo contrario: la ciencia china avanz y la ciencia occidental aprendi de ella.

    Donde quiera que miremos vemos que grandes avances cientficos se deben a interferenciasexteriores que prevalecen en contra de las ms bsicas y racionales reglas metodolgicas. Laleccin es clara: no existe un solo argumento que pudiera ser usado para apoyar el rol

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    excepcional que la ciencia juega hoy en la sociedad. La ciencia ha hecho muchas cosas, peroigualmente lo han hecho otras ideologas. La ciencia a menudo procede sistemticamente, perotambin lo hacen otras ideologas (Basta con que se consulte la historia de muchos debatesdoctrinarios que tuvieron lugar en la Iglesia) y, adems, no hay reglas dominantes a las quehaya que adherirse bajo cualquier circunstancia; no hay una metodologa cientfica que puedausarse para separar la ciencia del resto [de las ideologas]. La ciencia es slo una de las muchasideologas que impulsan a la sociedad y debera ser tratada como tal(esta afirmacin se aplicaincluso a las secciones ms progresivas y ms dialcticas de la ciencia). Qu consecuenciapodemos extraer de este resultado?

    La consecuencia ms importante es que debe haber una separacin formal entre el Estado y laciencia, as como existe actualmente una separacin formal entre la Iglesia y el Estado. Laciencia puede influir sobre la sociedad, pero slo en la misma proporcin en que a cualquiergrupo poltico o de presin se le permite influenciar a la sociedad. Los cientficos pueden serconsultados acerca de proyectos importantes, pero el juicio final debe ser dejado a los cuerposconsultivos democrticamente elegidos. Estos cuerpos estaran formados principalmente delegos Seran ellos capaces de arribar a los juicios correctos? Ciertamente que s, porque lacompetencia, las complicaciones y los xitos de la ciencia son ampliamente exagerados. Una delas experiencias ms regocijantes es ver como un abogado, que es un lego, puede encontrardebilidades en el testimonio, en el testimonio tcnico del experto ms avanzado, y as prepararal jurado para su veredicto. La ciencia no es un libro cerrado que se entiende slo despus deaos de entrenamiento. Es una disciplina intelectual que puede ser examinada y criticada por

    cualquiera que est interesado, y que parece difcil y profunda slo por causa de una campaasistemtica de confusin llevada a cabo por muchos cientficos (aunque, me alegro de decirlo,no por todos).

    Los rganos del Estado no deberan nunca vacilar en rechazar el juicio de los cientficos, cuandotengan razones para hacerlo. Tales rechazos educarn al pblico general, lo harn tener msconfianza en s mismo, y puede incluso conducir a mejoras. Considerando el apreciablechovinismo del establishment cientfico podemos decir: mientras ms Lysenko affairs mejor.No es la interferencia del Estado lo reprochable en el caso de Lysenko, sino la interferenciatotalitaria que mata a los oponentes en vez de tomar en cuenta sus consejos. Tres hurras porlos fundamentalistas de California que triunfaron al lograr que se eliminara de los textos deestudio una formulacin dogmtica de la teora de la evolucin, y que se incluyera en ellos elrelato del Gnesis, aunque s que ellos llegaran a ser tan chovinistas y totalitarios como lo sonhoy los cientficos, si se les diera la posibilidad de dirigir la sociedad por s mismos. Las

    ideologas son maravillosas cundo se las usa en compaa de otras ideologas. Ellas seconvierten en aburridas y doctrinarias tan pronto como sus mritos conducen a la remocin desus oponentes.

    (*) How to defend society against science, en Ian Hacking (ed.), Scientific Revolutions, Oxford UniversityPress, Oxford, 1981, pp 156167.