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FICCIONES BOLETÍN literario de la revista El aullido TRABAJOS PREMIADOS EN EL CONCURSO DE POEMAS Y CUENTOS ILUSTRADOS Ies ramÓn y cajal (ALBACETE)) CURSO 2007-08

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FICCIONES

BOLETÍN literario de la revista El aullido

TRABAJOS PREMIADOS EN EL CONCURSO DE POEMAS Y CUENTOS ILUSTRADOS

Ies ramÓn y cajal (ALBACETE))

CURSO 2007-08

Creciendo Nuestros premios literarios y de ilustración se han hecho “mayores”, han abandonado su publicación matriz y, con el permiso de El Aullido, se presen-tan ante el público ellos solitos. Es una manera de reconocer el trabajo de nuestros jóvenes escrito-res y artistas que, una vez más, nos ofrecen sus creaciones. El gran valor de las “ficciones” que componen este boletín radica en que cada una de ellas esconde una pequeña pero diáfana verdad, a veces gozosa, a veces terrible. Otto Frank relata el dolor del padre que se reencuentra con los restos de su familia exterminada. Futuro incierto advier-

te de los peligros de la destrucción del planeta. En Paraíso encon-tramos una brillante reflexión literaria acerca de la deshumani-zación de la sociedad contem-poránea. Un día cualquiera nos

enfrenta, con un lenguaje desenfadado, a nuestras miserias y glorias cotidianas. Dieciocho de no-viembre describe un “primer amor” con una senci-llez vibrante. De cómo él “fue” París deriva de una sutilísima intuición poética que confirma que el amor verdadero todo lo invade, todo lo impreg-na. La ilustraciones no van a la zaga a los cuen-tos en interés y calidad. El circo recrea con convic-ción y cariño los elementos clásicos de la vida bajo la carpa. En Las vampiresas encontramos una per-fecta versión femenina del mito de Drácula. Y Los planetas plantean una visión sintética, entre el abstracto y el manga, de la tierra. En fin, a todos los premiados y a todos los que se presentaron, ¡enhorabuena! O el hombre inventa, o no es nada, apenas un ser que se repite.

OTTO FRANK Marina Sánchez

2

FUTURO INCIERTO Lucía Serrano

4

PARAÍSO Fátima Madrona

6

UN DÍA CUALQUIERA Irene Gómez

8

DIECIOCHO DE NO-VIEMBRE Marta Martínez

12

DE CÓMO ÉL FUE PARÍS Sara Pedrosa

15

EL CIRCO Llanos Herreros

16

VAMPIRESAS Sonia García

17

LOS PLANETAS Samuel Blas

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ÍNDICE

Concurso de cuentos y poemas ilustrados. Curso 2007-08 1

2 PREMIOS LITERARIOS

MODALIDAD CUENTO-RELATO PRIMER CICLO

Primer premio: Título: “Otto Frank” Autora: Marina Sánchez Parrilla de 2º A Pseudónimo: Manzanita

Llevo días sin comer ni beber. A me-nudo me despierto en mitad de la noche entre terribles sudores, y, más a menudo aún, sueño que ellos están aquí. Sueño, y veo a Ana sentada en el escritorio, plasmando su vida en un cuaderno de tapas rosas. Detrás de ella veo a Margot, estudiando idio-mas por correspondencia, y, a su la-do, Edith (¡mi querida Edith!) releyen-do incansablemente la biblia. Pero luego me despierto y descubro que los sueños solo son sueños, que ellas ya no volverán, porque están muer-tas, y yo, por desgracia, sobreviví al holocausto y me quedé solo, solo a mis 56 años de edad. Difícilmente podré olvidar, en lo que me queda de vida, los meses que pasé en Auschwitz, el frío, el hambre, la soledad… Más de una vez

miré la alambrada que rodeaba el campo, más de una vez tuve la tenta-ción de acercarme a la alambrada y morir electrocutado, pero luego pen-saba en mis hijas, y, aunque solo fue-ra por ellas, tenía que seguir vivien-do. Muchas noches, aunque me cueste reconocerlo, deseaba que mi compañero de cama muriera para poder quedarme con su ración de pan, e incluso tuve que traicionar a muchos de mis amigos para conse-guir algo más de sopa. Todo esto me remuerde la conciencia y me impide dormir por las noches. Pero peor que todo esto fue descubrir que me hab-ía quedado solo. La soledad es algo que a muchos les gusta, pero quien ha tenido familia no puede desear

Concurso de cuentos y poemas ilustrados. Curso 2007-08 3

quedarse sin nadie. En más de una ocasión he teni-do entre mis manos el diario de Ana, intentando abrirlo; sin embargo, el pulso siempre me falla a la hora de correr el broche. Creo que nunca tendré el valor de leer lo que escribió mi hija durante esos dos años que permanecimos escondidos. Hace poco encontré una foto suya escondida en las páginas de un libro. Miro la foto, pensativo. Luego miro el diario, lo cojo, y, por primera vez, lo abro. Se me empañan los ojos cuando reconozco su cuidada caligraf-ía, y estoy a punto de volver a cerrar-lo, pero, en vez de eso, tomo aire y comienzo a leer. Un par de lágrimas emborronan algunas palabras de la primera página. Fue doloroso leer sobre Margot, ver sus fotos, recordar esos momentos en que estudiábamos latín, hablando en voz baja para no despertar las sospechas de los veci-nos, que podían denunciarnos en cualquier momento. Ana también hacía referencia en muchas ocasiones a su madre, y a las broncas que le echaba día sí y día también; desgra-ciadamente, nunca llegaron a llevar-se bien. Durante los dos días que estuve

leyendo el diario, en contadas oca-siones incluso sonreí, al recordar a nuestros compañeros de refugio, los Van Pels. La señora, tan presumida, tan coqueta; el marido, tan hipo-condríaco, tan sometido siempre a la voluntad de su mujer… Y luego estaba Peter, el hijo del matrimonio Van Pels. Yo ya su-ponía que él y Ana habían tenido algún tipo de relación, aunque al principio ella no parara de criticarle. El pobre Peter murió tres días antes de que liberaran el campo de con-centración, tal vez presa de la deses-peración y el hambre, aunque quizás si hubiera sabido lo cerca que estaba la libertad, habría aguantado esos tres días. Ana quería ser escritora, se pasaba horas enteras encerrada en su cuarto, soñando con publicar algún día un libro, y haré todo lo humanamente posible para que el mundo conozca su obra, solo quiero que esta desgracia no se repita nun-ca. Pero, ¿quién leerá un libro escrito por una niña sin experiencia en el arte de las letras?

4 PREMIOS LITERARIOS

MODALIDAD CUENTO-RELATO PRIMER CICLO

Segundo premio: Título: “Futuro incierto” Autora: Lucía Serrano Sánchez de 2º F Pseudónimo: Diva loca

Una mañana del año 2099 sonó mi despertador y abrí los ojos. Como cada mañana , me asomé a la ventana y observé que algo era diferente, el color del cielo era gris, pese a ser verano; había muy poca gente por las calles ,algo enturbiaba el cielo y de re-pente me di cuenta de que no se oía el can-tar de los pája-ros. Abrí la ven-tana para ob-servar mejor que ocurría y percibí un olor extraño que poco a poco invadía mi habi-tación.

Me vestí en dos minutos y salí a la calle para ver de cerca qué estaba sucediendo.

Intenté hablar con una de las po-quísimas personas con las que me cruzaba, todos estaban igual de per-

plejos que yo y solo decían: ¡Ya ha ocurrido! Está pasando lo que todos temíamos que pasara... De repente pasé frente un kiosco de prensa y compré el periódi-co de la mañana, rápidamente me

puse a leerlo. En sus titulares vi que ponía: “El agujero de la capa de ozono es abismal. Una nube de humo y gases tapa nuestro cielo, casi no tenemos agua potable, en la superficie de ríos y lagos flotan los peces muertos, la Antártida ha em-pezado a derretir-se, la sequía ha terminado con

miles de animales”. Alarmada, volví a casa y subí las escaleras lo más rápido que pude hasta llegar a mi habitación, allí en-cendí la televisión. En todos los cana-les emitían la misma noticia: “Por

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nuestra falta de responsabilidad hemos destruido la capa de ozono, y con esto, el medio ambiente”.

Los humos de las fábricas, los desechos de las centrales nucleares, los residuos que arrojamos a los lagos y ríos, el no reciclar tal y como se nos había inculcado, todo esto nos había llevado a esta situación tan crítica.

En todos los medios de comu-nicación se recomendaba salir lo me-nos posible a la calle, el oxígeno esca-seaba, había que buscar la forma de conservar lo poco que nos quedaba.

Los científicos y expertos an-daban detrás de una solución que cada vez era mas difícil.

Una noche en la que ya ni siquiera teníamos luz y solamente teníamos noticias por medio de apa-ratos a pilas, tales como la radio, los

expertos ya no daban esperanzas de supervivencia. Decidí meterme en la cama y pensando me quedé dormi-da.

Por la mañana mi desperta-dor sonó como siempre, me levanté, subí la persiana y observé a través de la ventana cómo lucía el sol. La gente paseaba tranquilamente por la calle y los pajarillos volaban contentos. Fui corriendo hacia el calenda-rio y... -¡Oh, Dios mío! Era 22 de febrero del año 2008.Todo había sido un sueño, aquel sueño, o mejor dicho pesadilla, fue la más real de mi vida. Desde aquel día hice todo lo que pude por mantener limpio el medio ambiente e intenté que los demás lo hicieran.

6 PREMIOS LITERARIOS

MODALIDAD CUENTO-RELATO SEGUNDO CICLO

Primer premio: Título: “Paraíso” Autora: Fátima Madrona Marcos de 4º A Pseudónimo: La generación del 2008

Hoy vuelven a mí, como si de un tesoro se tratase, aquellas palabras; a mi memoria, a mi corazón y con ellas todos mis sentidos vuelven a revivir des-pués de tanto tiem-po, aturdidos y ro-deados de frivolidad. Aquel olor a viña, a mosto, a vino y su color rosado, fuerte, el cual tú siempre asemejabas al latir de un corazón, a la sangre derramada por honor como antaño dejaban correr los grandes reyes y nobles, resurgen de entre la niebla dibujando tu rostro en mi men-te.

Parece mentira -pienso ahora- que yo creciera en aquel paraíso. Por eso, así lo llamaste; porque, según tú, el paraíso y la gloria eterna, a fin de cuentas, no serían tan distintos a ver el atardecer junto a la viña, a la brisa mañanera que golpeaba suavemente los cristales de nuestras ventanas, invitándonos a salir y disfrutar de un

día inolvidable en plena naturaleza, y al cantar de los ruiseñores que anida-ban en las ramas del pa-tio cuyas voces eran no-tas que componían una hermosa melodía. El jardín donde jugaba con mis primos cada tarde, sin darme cuenta de que el tiempo pasaba y poco a poco me iba haciendo mayor. Y crecer para qué, para olvidar un buen día todo

aquello y sumergirlo en la rutina que me haga ir de un lado a otro y llegar exhausta a casa sin poder ni jugar un rato con mis hijos porque el cansan-cio es mucho mayor. Debiste avisar-me, querido abuelo; si crecía olvidar-ía todo aquello y me dejaría llevar por los “valores” que antepone mi vida, mi sociedad: riqueza, ambición, superioridad… Antes de crecer hubiera vendido mi alma al diablo para poder morir allí, en el “paraíso”, bajo el parral más alto de la finca, cuando ya no pueda con mi vida.

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Lo sé, abuelo, lo sé. No creas que te he ignorado durante todos estos años, pero ahora no se puede hacer nada, ya todo está acabado, ya no existe tu “paraíso” porque mañana comenzarán a construir en él una lu-josa urbanización. Todo el pueblo está encantado con esta noticia por-que como dicen ellos esto traerá mu-cho dinero “pa” la aldea, incluso se han atrevido a invitarnos a su inaugu-ración. Pero no puedo volver a tu tie-rra, sabiendo que te he defraudado porque no hice nada para impedirlo. Ahora no te servirán perdones ni súplicas. Lo sé, abuelo, lo sé y enten-deré también tu pesar porque toda tu familia te ha defraudado.

Hoy, vuelven a mí estas pala-bras, pero no sólo porque tu” paraí-so” ya esté sentenciado a desapare-cer, sino porque aquella noche que las escribiste, no despertaste nunca más y esa magia de la que hablabas creí que se había perdido porque algún angelote, como tú decías, te había llevado a ti y a tu magia conti-go. Pero ahora conozco la verdad, nosotros, tu familia éramos tu magia y te hemos traicionado porque no quisimos luchar por tu tierra. Al con-trario, con tu muerte nos separamos y cambiamos todos de vida para que nada nos recordara a ti, e impedir así que el dolor reinara en nuestras vi-das. Y ¿qué hemos conseguido? Hacernos mas daño aun a nosotros mismos y herir con ello a los demás. Nuca creí que unas palabras pudieran

decir y aconsejar tanto y aun así no las escuchamos ni te hicimos caso.

Solo sé con certeza una cosa: jamás, y lo prometo desde mi co-razón, podré olvidar aquellas tem-pranas mañanas que nos marchába-mos a “vigilar” la viña, y probabas la uva mientras yo intentaba alejar a los malos cuervos que ansiaban lle-gar a ella, “nuestro tesoro”, así lo llamabas. Me encantaba hacerlo ca-da día y ojalá viviera así, junto a ti, toda mi vida; mas aunque nunca te lo dije, tú, querido abuelo, lo sabías. Pero por mucho que el “paraíso” muera y derriben nuestra casa enve-jecida por los veranos desamparados y los inviernos solitarios, y aunque destruyan los columpios que tú mis-mo construiste para llenar de más felicidad nuestra infancia y aunque, me duele decirlo, arrasen tu viña, sé en lo mas profundo de mi ser que cuando mi vida esté cumplida, aquí en la tierra, volveremos allí, abuelo y nieta, y me mostrarás la viña y me impregnaré del olor a tierra recién mojada, del olor de tu “paraíso”, pa-ra entonces, estoy segura, llorar de alegría porque podré vivir allí el resto de mis días.

8 PREMIOS LITERARIOS

MODALIDAD CUENTO-RELATO SEGUNDO CICLO

Segundo premio: Título: “Un día cualquiera” Autora: Irene Gómez Catalán de 4º A Pseudónimo: Ariadna

Aquella mañana, me desperté sobre-saltada al oír el radio-despertador. El vociferante locutor hacía alguna estú-pida pregunta para un concurso musi-cal. Decidí apagarlo y dormir otros cinco minutos. Descubrí que los cinco minutos se habían transformado en veinte cuando mi padre aporreó la puerta con la misma cantinela de cos-tumbre: “¡Levántate ya! " “¡Llegarás tarde al instituto!”. Adormilada, re-cordé que tenía educación física y me puse a elegir la ropa del día. Mientras me vestía me llegó el segundo aviso; esta vez, de mi madre: “Tienes el des-ayuno preparado, date prisa o lle-garás tarde”. Miré el reloj, sólo que-daban diez minutos. No tenía tiempo más que para tomar-me la taza de leche acompañada de otra monserga de mi ma-dre: “Tómate algo más, que te vas a des-mayar en clase. Acuérdate de la char-la de nutrición: el des-ayuno es la comida más importante del día”. Le di la razón,

pero me bebí el vaso y salí corriendo para no llegar tarde. Entré al aula cuando el profe-sor iba a empezar la clase. Me miró con cara de reproche y me senté. Mientras explica, se oyen leves mur-mullos. Da la sensación de que algu-nos compañeros no le escuchan. A mí se me quitarían las ganas de se-guir con las explicaciones, pero él continúa para los alumnos que están atentos. Empieza a escribir en la pi-zarra. Acaba de plantear un proble-ma de ecuaciones. Pero yo tengo en la mente otro más importante: en-contrarle solución al enfado entre dos de mis amigas. Tal vez, podría aplicar uno de esos métodos, no pa-

rece tan difícil. Si sus-tituyo lo que piensa una por lo que dice la otra y despejo, a lo mejor podría llegar al final de la ecuación. ¡Puff, menos mal!, cambio de clase. No me he enterado bien de algunas cosas, se me ha pasado el tiem-po volando.

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Y ahora, ¿qué?, Biología, ¡madre mía! Otra charla más del con-sumo responsable. “Cada persona genera al año miles y miles de tonela-das de basura...” Parece mentira que el ser humano, a pesar de todos los intentos por conseguir un mundo me-jor y todos esos rollos, se esté cargan-do la naturaleza de esta manera. “Porque, sin ir más lejos, la moda es un invento de los empresarios para manipularos y engañaros y, de esta forma, que cada año compréis más y más, derrochéis dinero y no uséis la ropa que hace poco comprasteis por-que ya está pasada de moda”. Pues no, yo no dejo de usar la ropa que me compré hace un año, y menos la de la temporada pasada. Creo que el profe-sor lleva un poco de razón en eso de que cada vez derrochamos más; y en eso de la moda, a lo mejor, también. Otra vez cambio de clase. Viene una chica a darnos una charla, ¿de

qué nos hablará? ¡Ah!, de los niños soldados. “Bueno, chicos, ahora ten-éis que leer una historia e intentar escoger entre distintos caminos, tal como lo haría un niño soldado”. In-tentan sensibilizarnos con un cuento. Leo el principio de la historia de Bim-ba, que se quedó huérfana con cua-tro años y terminó en el ejército, su-friendo abusos sexuales y físicos. Pues vaya, la verdad es que produce mucha tristeza e impotencia saber que, mientras unos niños juegan en-tre alfombras rositas con florecitas, otros mueran de hambre o en la gue-rra. “¿Os dais cuenta, chicos, de la realidad? A ver, ¿qué creéis que pod-éis hacer para cambiarla?”. ¿Qué puedo hacer yo? ¿Irme a África o donde estén explotando a estos ni-ños para intentar cambiarlo y que me tomen por loca o que, directa-mente, me maten en una guerra? “Para empezar, chicos, ¿pensáis que podéis hacer algo?”. Digo yo que sí. Por lo menos donar algo de dinero a alguna ONG que combata estos pro-blemas. “Pues sí, eso es una opción. Pero hay otra más sencilla: primero hay que intentar cambiar el pensa-miento de la gente. Como, por ejem-plo, empezando por lo más sencillo, hablar de estos temas en casa, con los amigos...”. ¿Qué se cree, que por hablar del tema se va a modificar algo de la situación de estos niños? Menos mal, suena el timbre, por fin el recreo.

10 PREMIOS LITERARIOS

Pensándolo bien, la charla no ha estado del todo mal. Está bien que nos concienciemos y esas cosas pero, con hambre o no en el mundo, yo me como mi bocadillo de chorizo mien-tras hablo con mis compañeras de la última clase. Una de ellas comenta que su padre se ha hecho socio de una ONG y paga no sé cuánto dinero al mes. “¡Anda, callaos ya y cambie-mos de tema!”, dice otra compañera. Increíble, tan sólo hace 15 minutos que estábamos hablando de otra rea-lidad, como la de los niños soldados, y ahora el único tema de conversación posible es lo que vamos a hacer esa tarde para entretenernos. Cómo po-demos cambiar de registro tan rápido y sin apenas consecuencias. Bueno, consecuencias sí. La situación del mundo actual es consecuencia del egoísmo y derroche de unos pocos. El conserje sale a avisarnos de que ya es la hora de regresar a clase. Entramos todos con mucha desgana.

Nos toca Ética. Que si Epicuro, Aristóteles... No me entero de todo lo que explica el profesor, pero se me queda una sencilla frase en la mente, que poco a poco empiezo a meditar: “El hombre es un lobo para el hombre”. Pues sí, fíjate por dónde ese pensador llevaba razón. No hay peor enemigo que el propio ser humano, ¿cómo es posible? Si vivi-mos en una sociedad democrática, inteligente, ¿no debería ser todo al revés, que entre todos nos apoyára-mos en vez de hacernos daño los unos a los otros? Es curioso, cómo a pesar de todo, el hombre es el ani-mal más tonto e insociable del plane-ta. Hasta los cangrejos parecen tener más inteligencia que nosotros. Me-nos mal, ya se acabó la clase, pero ahora, examen de literatura. Siete preguntas, de algunas no entiendo ni el enunciado, que debo contestar en menos de cuarenta minutos. Al final, Educación Física, para rematar la jor-nada.

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Se acaban las clases y ya me puedo ir a casa. Nada más entrar oigo esa esperada y original pregunta que resume en una sóla palabra tantas horas de estudio y sacrificio: “¿qué tal el examen?” Mal. “¿Por qué, qué te ha puesto?” Pues qué me va a poner, no me acuerdo ni yo. Después de una interminable rueda de preguntas co-menzamos a comer. Mi madre nos cuenta el desarrollo de la jornada de la Convención sobre Sostenibilidad. Hubo una charla sobre los transportes del futuro, pero a la salida del Con-greso se produjo un gran atasco de tráfico porque, paradójicamente, la mayoría de los asistentes fue en co-che particular. Pongo la televisión para enterarme de algo de lo que ocurre fuera de mi ciudad. Es asom-broso. Se alternan escenas de masa-cre con la última colección primavera-verano de un diseñador neoyorquino, niños desnutridos y cadáveres en la calle de una ciudad árabe con un vídeo de campaña electoral. Harta de

tanta hipocresía y esperpentismo, apago la tele y sigo comiendo, como si nada. Ni mi madre ni mi padre co-mentan nada de los problemas mun-diales que nos afectan a todos. Aca-bamos de comer y, para variar, me meto en la habitación a pasar toda la tarde estudiando mis queridas ma-temáticas. No puede haber mejor plan para toda la tarde, ¿verdad? Después de interminables horas, llegó la cena. Mientras comía-mos, vimos en la tele una nueva se-rie que intenta reproducir lo que su-cede en un instituto. Pero claro, en plan fantasía porque ¿dónde hay profesores como los que salen en la serie? ¿Y los alumnos? No pude se-guir viéndola porque el sueño me invade. En la cama intento resumir todo lo que había vivido en las últi-mas horas... pero el sueño acaba por invadirme y me quedo durmiendo. Mañana será otro día.

12 PREMIOS LITERARIOS

MODALIDAD CUENTO-RELATO BACHILLERATO

Premio único: Título: “Dieciocho de noviembre” Autora: Marta Martínez Romero-Laín de 1º D Pseudónimo: The lion mouth “Tuky”

Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas. Desde mi boca llegará hasta el cielo lo que estaba dormido sobre tu alma.”

Pablo Neruda

Todo comenzó un día de mayo. No era un día cualquiera; actuábamos dos grupos de guitarra en un peque-ño concierto organizado por el I.E.S. Ramón y Cajal. Llevábamos tres me-ses ensayando, pero ese día nos jun-taban con el primer grupo para acor-dar el orden de las canciones y ensa-yar. Fue ahí cuando me llamó la aten-ción un chico de pelo moreno, ojos azules, alto y delgado. Al terminar el ensayo, cuando tan solo faltaban diez minutos para actuar, nos empezamos a colocar pa-ra salir al escenario; pero, sin darnos cuenta, aquel chico y yo intercambia-mos más de una mirada. Cuando fina-lizó la actuación se acercó hasta mí, me sonrió y me dijo que habíamos actuado muy bien. Yo, devolviéndole la sonrisa, le di las gracias. Mi mejor amiga vino hasta mí y me dio la enhorabuena, mientras aquel chico no paraba de mirarnos,

como si la conociera. Fue entonces cuando se acercó hasta nosotras y de forma discreta le dijo adiós. Mi ami-ga me explicó que fue compañero suyo, y le pregunté su nombre. Ella me contestó muy segura de si misma que su nombre era Alex. Pasaron dos días y me crucé con Alex en el instituto. Mantuvimos una pequeña conversación en la que me dijo su nombre, preguntó por el mío y me dijo que estaba en segundo de Bachillerato. Los días, semanas y meses pasaron. Fue entonces cuan-do, hablando con una amiga, me di cuenta de que no dejaba de pensar en Alex; a pesar de que no lo conocía lo suficiente, me estaba empezando a enamorar de él. Alex, como un buen estudian-te, aprobó la selectividad con buena nota y empezó a solicitar plaza en las universidades de Valencia y de Ali-cante.

Durante el verano no vi más a Alex. No sabía nada de él, pero a fina-les de agosto me encontré con el no-vio de mi vecina, me dijo que era muy amigo de Alex y que se conocían des-de segundo de Se-cundaria. Yo le conté que me gus-taba y él, sin pen-sarlo un minuto, me dio su móvil, lo abracé y le di las gracias. Un viernes por la noche decidí mandarle un men-saje; fue entonces cuando empezamos a ser muy amigos , a quedar , a llamar-nos…Me di cuenta de que era un chico fantástico y que cada día me ena-moraba más y más de él, no solo por su aspecto sino por su forma de ser. No quería echar a perder nuestra amis-tad, por eso hasta no saber con certe-za que Alex sentía algo por mí yo no le diría nada, incluso estaba dispuesta a desenamorarme de él, ya que lo único que no quería era perderle co-mo amigo. Alex y yo no nos veíamos tanto como antes, ya que él estaba estu-diando fuera, y era cada fin de sema-na cuando quedábamos para ir a la biblioteca, o para dar una vuelta por el centro, pero lo único que nos man-

tenía unidos eran los mensajes por el móvil y nuestra fuerte amistad. El viernes, dieciocho de no-viembre, me llegó un mensaje de Alex, diciéndome que al día siguiente

iba a ir a la biblio-teca y me pregun-taba que si me quería ir. Yo le dije que sí. Esa maña-na me encontré con Alex en la bi-blioteca, estudia-mos un poco y después nos fui-mos a dar una vuelta, a hablar, como hablábamos antes, pero ese día iba a ser especial. Alex estaba un poco nervioso. Pensé que era por los exámenes. Nos

sentamos en un banco, comimos chucherías, hablamos y, de repente, me dijo que le gustaba una chica y que no sabía si ella sentía lo mismo por él. Yo, como era su mejor amiga, le di mi opinión y le dije que si no se arriesgaba a decírselo jamás sabría si ella sentía algo por él. Parecía que se iba tranquilizando, y rápidamente cambiamos de tema; empezamos a hablar sobre la universidad, el insti-tuto; hablamos de nuestros exáme-nes, de la diferencia que había entre estar en primero de Bachillerato,

Concurso de cuentos y poemas ilustrados. Curso 2007-08 13

como estaba yo, y primero de facul-tad, como estaba Alex, y lo cierto es que sí se notaba el cambio. Pasába-mos por la avenida cuando me di cuenta de que era la una y media y le dije a Alex que me tenía que ir. Él, caballerosamente, me acompañó has-ta la puerta de mi casa, me dio las gracias por haberle ayudado tanto, y, mientras yo estaba buscando las lla-ves para subirme a casa, me cogió de la mano, tomó aire, lo soltó, me miro a los ojos, y, con una voz que no le salía del cuerpo me dijo: ¿sabes?, eres tú, la chica a la que amo, la que no me puedo quitar de la cabeza, ni

en Valencia ni en Albacete. Te quie-ro, exclamó, y se quedo callado espe-rando una respuesta. Yo, llena de emoción, me acerqué a Alex y lo abracé. Al terminar nuestro sentido abrazo, me besó y, con una sonrisa tan amplia como el universo, le con-fesé lo enamorada que estaba de él. Hoy día veinte de febrero de dos mil ocho puedo decirles con total seguridad que el amor, estar enamo-rado, ser feliz y, sobre todo, arries-garse son las pequeñas cosas que llenan la vida, porque, sin todo esto, nadie estará contento con el pasado y, cuando se intenten dar cuenta, sabrán que ya es demasiado tarde para cambiarlo. Por eso, hay que vi-vir y disfrutar la vida al máximo y no desperdiciarla ni un segundo.

14 PREMIOS LITERARIOS

MODALIDAD POESÍA BACHILLERATO

Premio único: Título: “De cómo él fue París” Autora: Sara Pedrosa Sánchez de 1º A Pseudónimo: Mía Wallace

Tanto andar de cinco en cinco me perdí, Quedé perdida en el rococó de las calles. Y las luces me hablaban de oro y Versalles Y la brisa y el humo me hablaban de ti. Del corazón verde, los ojos rojos, Los espejos debajo de una noche clara. Los labios de caricia, sonrisa extraña, El baile sobre asfalto de unos locos. Cómo saber, qué decir tiene, De secretas llaves y ébano astillado, Flujo de piel y piernas que entre tanto Desplumados bolsillos voraces entretienen. Mi calle, sí, mis calles. El hormigón se levanta y me tiemblan las ideas, Todo un mundo, un barco en botella, Ardiente caverna, corazón de entalle. Las agujas devoran todo, y lo demás Madera, trapo, sombras empolvadas, Sonrisas vacías mal reveladas, Aire, un recuerdo, un lienzo en aguarrás. Y las abrazo fuerte, las retrato desnudas, Las quiero en silencio pantanoso, amargo. Volveré a veros, calles, en mi letargo, Dormidas os besaré en tiempo de muda.

Concurso de cuentos y poemas ilustrados. Curso 2007-08 15

MODALIDAD DE ILUSTRACIÓN PRIMER CICLO DE ESO

Primer premio: Autora: Llanos Herreros Sánchez de 2º E

16 PREMIOS DE ILUSTRACIÓN

MODALIDAD DE ILUSTRACIÓN PRIMER CICLO DE ESO

Segundo premio: Autora: Sonia García Moreno de 1º E

Concurso de cuentos y poemas ilustrados. Curso 2007-08 17

18 PREMIOS DE ILUSTRACIÓN

Concurso de cuentos y poemas ilustrados. Curso 2007-08 19

MODALIDAD DE ILUSTRACIÓN PRIMER CICLO DE ESO

Accésit: Autor: Samuel Blas Gómez de 1º C

20 PREMIOS DE ILUSTRACIÓN

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