Ficha de clase Nº 4

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Especialización Superior en Historia Argentina Materia: Seminario de Historiografía Argentina Docente: Tamara Drajner Ficha de Clase Nº4: La Nueva Escuela Histórica Introducción La Nueva Escuela Histórica (NEH ocu!a un lugar de im!ortancia en la "istoria de argentina# esta denominación $acu%ada !or &uan Agustín 'arcía$ se ve corro orada !o aludía a este gru!o como una joven generación encargada de !roductor +el renacimien "istóricos+, -inalmente# desde sus !ro!ias "uestes )ómulo .ar ía esta ili/a insert0ndola ajo la línea erudita iniciada !or 1artolom2 Mitre, Este gru!o estuvo conformado !or figuras disimiles como Emilio )avignani# )icard Molinari# )ómulo .ar ia# entre otros, Adem0s de adscri irse a una !restigiosa tradic necesitaron crear un !unto de ru!tura con ella# lo *ue contri u3ó a modificar el es convirtiendo un relato en un sa er científico 3 unas !r0cticas en una !rofesión, De los temas o de la afinidad *ue les otorga a su coetaneidad o su !aso com4n !or la f "omogeneidad de la NEH se vio refor/ada !or dos fenómenos:la institucionali/ación 3 la !rofesionali/ación de la disci!lina "istórica, El !rimer fenómeno resulta inescindi le de la e5!ansión de las instituciones cul educación su!erior# im!lantación agili/ada !or la )eforma 6niversitaria de 7879, Si teóricos# conce!tuales 3 metodológicos !ueden considerarse modestos# no lo fue su a *ue generó una sensación de continuidad en los estudios "istóricos "asta al menos l críticos la calificaran de "omog2nea e inmodificada a lo largo de los a%os# las co3 generacionales# no así sus !ro!ios miem ros, Las tra3ectorias individuales de algun de la cantidad de estrategias individuales# dis!aridad de o!ciones !olíticas# conse De cual*uier modo# la NEH !uede considerarse en t2rminos de una tradición *ue re del consenso li eral en cu3o seno se gestaron los servicios recí!rocos gestados !or "istoriadores# el Estado 3 la !olítica, Los puntos de partida .uando inicia a el siglo # la discursividad incluía a la disci!lina nacionali/ador 3 en la !edagogía !atriótica# se le reclama a una reescritura de la satisfacer las e5!ectativas de!ositadas en su !oder co"esionador, Se genera an tensiones res!ecto de la "istoriografía !recedente e incluso una de anti !ositivista+ *ue no contendría elementos ca!aces de garanti/ar la co"esión soc relato identitario, El relato necesario tam!oco !odría ser el de Mitre, Desde la facultad de filosofía 3 letras# algunos intelectuales como )icardo )oja metodología +m0s racional# m0s científica+; si lo !rimero significa a desarraigar i 3 devociones filiales# lo segundo denuncia a las im!erfecciones t2cnicas, Ha ía *ue el relato de los legos o aficionados 3 la de los !rofesionales de investigación 3 e dic"a sede acad2mica, A diferencia de la "istoriografía !recedente# los es!acios institucional decisivo en tanto sede de !roducción gestión 3 re!roducción de sa eres 3 ejercicio circunstancias favorecidas !or la creación o reorgani/ación de instituciones dedica su!erior 3 vinculadas a la "istoria: La -acultad de Derec"o 3 .iencias Sociales 3 l 3 Letras de la 61A 3 la de Humanidades 3 .iencias de la Educación de la 6niversidad <lata, En la -acultad de Derec"o la refle5ión gira a en torno a los !ro lemas nacionale "istórica 3 se materiali/ó en una serie de te5tos 3 !u licaciones !eriódicas, .read

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Especializacin Superior en Historia Argentina

Especializacin Superior en Historia Argentina

Materia: Seminario de Historiografa Argentina

Docente: Tamara Drajner

Ficha de Clase N4:

La Nueva Escuela Histrica

Introduccin

La Nueva Escuela Histrica (NEH) ocupa un lugar de importancia en la historia de la historiografa argentina, esta denominacin -acuada por Juan Agustn Garca- se ve corroborada por Ricardo Rojas que aluda a este grupo como una joven generacin encargada de productor "el renacimiento de los estudios histricos". Finalmente, desde sus propias huestes Rmulo Carba estabilizaba el linaje de la NEH insertndola bajo la lnea erudita iniciada por Bartolom Mitre.

Este grupo estuvo conformado por figuras disimiles como Emilio Ravignani, Ricardo Levene, Diego Molinari, Rmulo Carbia, entre otros. Adems de adscribirse a una prestigiosa tradicin como la erudita, necesitaron crear un punto de ruptura con ella, lo que contribuy a modificar el estatuto disciplinar convirtiendo un relato en un saber cientfico y unas prcticas en una profesin. De esta forma, ms all de los temas o de la afinidad que les otorgaba su coetaneidad o su paso comn por la facultad de Derecho, la homogeneidad de la NEH se vio reforzada por dos fenmenos: la institucionalizacin y la profesionalizacin de la disciplina histrica.

El primer fenmeno resulta inescindible de la expansin de las instituciones culturales y de la educacin superior, implantacin agilizada por la Reforma Universitaria de 1918. Si bien los recursos tericos, conceptuales y metodolgicos pueden considerarse modestos, no lo fue su anclaje institucional que gener una sensacin de continuidad en los estudios histricos hasta al menos los aos ochenta. Sus crticos la calificaran de homognea e inmodificada a lo largo de los aos, las coyunturas y los recambios generacionales, no as sus propios miembros. Las trayectorias individuales de algunos de ellos dan cuenta de la cantidad de estrategias individuales, disparidad de opciones polticas, consensos y disensos.

De cualquier modo, la NEH puede considerarse en trminos de una tradicin que resulta inescindible del consenso liberal en cuyo seno se gestaron los servicios recprocos gestados por la historia, los historiadores, el Estado y la poltica.

Los puntos de partida

Cuando iniciaba el siglo XX, la discursividad inclua a la disciplina histrica en el proceso nacionalizador y en la pedagoga patritica, se le reclamaba una reescritura de la historia patria capaz de satisfacer las expectativas depositadas en su poder cohesionador.

Se generaban tensiones respecto de la historiografa precedente e incluso una denominada "reaccin anti positivista" que no contendra elementos capaces de garantizar la cohesin social ni proporcionar un relato identitario. El relato necesario tampoco podra ser el de Mitre.

Desde la facultad de filosofa y letras, algunos intelectuales como Ricardo Rojas reclamaban una metodologa "ms racional, ms cientfica"; si lo primero significaba desarraigar inexactitudes partidistas y devociones filiales, lo segundo denunciaba las imperfecciones tcnicas. Haba que abrir una brecha entre el relato de los legos o aficionados y la de los profesionales de investigacin y enseanza producida en dicha sede acadmica.

A diferencia de la historiografa precedente, los espacios institucionales desempearon un papel decisivo en tanto sede de produccin gestin y reproduccin de saberes y ejercicio regulado del oficio, circunstancias favorecidas por la creacin o reorganizacin de instituciones dedicadas a la educacin superior y vinculadas a la historia: La Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y la Facultad de Filosofa y Letras de la UBA y la de Humanidades y Ciencias de la Educacin de la Universidad Nacional de la Plata.

En la Facultad de Derecho la reflexin giraba en torno a los problemas nacionales desde perspectiva histrica y se materializ en una serie de textos y publicaciones peridicas. Creada para propiciar el cultivo desinteresado por las humanidades, la Facultad de Filosofa y Letras alberg grandes figuras que impulsaron las tareas de investigacin y de la creacin de una Historia de la Repblica Argentina. Promediando la primera dcada del siglo XX los jvenes historiadores comenzaron a reflejar nuevas sensibilidades intelectuales que se manifestaron en cantidad de publicaciones. Emilio Ravignani, reflexionaba sobre la historiografa argentina que para l deba reescribirse a partir de 2 premisas: la superacin del partidismo y la atencin a la crtica documental; sta deba presidir las tareas de bsqueda, recoleccin y edicin de documentos. Diego Luis Molinari, aluda a las graves lagunas cubiertas por nuestros historigrafos, la ausencia de crtica documental y la errnea interpretacin de los acontecimientos.

La discontinuidad que los nveles historiadores intentaron marcar no era slo historiogrfica sino poltica: buscaba superar la "historia de familia" y la "historia de faccin".

Estos jvenes encararon la tarea de reescribir la historia nacional, lo que signific un apreciable movimiento heurstico. Las recopilaciones documentales contaron con el financiamiento del medio facultativo y de organismos pblicos.

Las indagaciones practicadas ponen de manifiesto la existencia de un consenso en lo que concerna al perodo de la historia patria que se privilegiara en la etapa inicial: la exploracin del perodo colonial, particularmente su fase virreinal. Esto no tiene nada de sorprendente dado que de lo que se trataba era de escribir la historia de la nacionalidad que reconoca su ncleo en los sucesos de 1810 vistos como el nacimiento de la misma.

Si desde las prcticas formales abundaba el consenso, la dinmica gener competencias institucionales y espacios compartidos, antagonismos latentes y valoraciones pblicas de la actividad.

De esta forma, antes de la Reforma los nuevos historiadores comenzaron a transitar los espacios universitarios en pleno proceso de reestructuracin.

La visibilidad de la NEH

La Reforma Universitaria fue el factor decisivo que consolid las trayectorias que ya se vislumbraban una dcada antes. A partir de la dcada del '20 los miembros del grupo comenzaron a instalarse en las carreras de Historia y Derecho de Buenos Aires y La Plata, cuadro que se completa con la creacin del Instituto Nacional del Profesorado por Joaqun V. Gonzlez.

La presencia de los nuevos historiadores en prestigiosas instituciones redund en una reorientacin de las mismas, tal como ocurri tambin con la Junta de Historia y Numismtica.

Los dos mbitos universitarios mencionados (Buenos Aires y La Plata) funcionaron como una especie de diarqua rectora de los estudios histricos en la argentina, por entonces, la junta todava funcionaba como un espacio de sociabilidad poltico intelectual y de legitimacin convergente ms que como un lugar de produccin historiogrfica; cuando lo sea - a partir de los '30 -, la diarqua mutar en triarqua.

En cada uno de estos espacios pronto se hicieron visibles claras hegemonas internas que plasmaron vertientes diferenciadas del tronco comn; en todas se desarrollaron actividades estandarizadas (publicaciones peridicas, produccin monogrfica, expansin de redes internas y externas, relaciones con poderes pblicos), pero las distingua cierta expresin propia volcada en temas, elencos y perfiles historiogrficos: La escuela Histrica de La Plata, El Instituto de Investigaciones Histricas, La Junta de Historia y Numismtica Americana, La Historiografa local, provincial y regional.

Obras, temas, perspectivas y preocupaciones

En 1927 Ravignani escriba un balance historiogrfico en el que afirmaba "la actual produccin historiogrfica se halla casi toda absorbida por profesores universitarios, miembros de instituciones que tienen como finalidad principal la elaboracin histrica y algn que otro francotirador, si me preguntara si existe alguna obra sistemtica sobre el pasado nacional... La respuesta es negativa.... Ni Mitre ni Lpez han sido sustituidos (...) aun no puede sostener que se ha logrado la renovacin y el progreso que muchos anhelamos"

En efecto entre la segunda y tercera dcada del siglo XX, desde la literatura y el ensayismo abundaban las interpretaciones sobre el pasado nacional aunque los historiadores no podan exhibir un relato integral sobre ese pasado; ello no significa que las tareas preparatorias para tal relato, en mbitos especializados, no gozaran de dinamismo.

Ricardo Levene public en 1927 sus clebres investigaciones acerca de la historia econmica del Virreinato del Plata. Su obra giraba en torno a la perspectiva econmica y jurdica, segn el autor ntimamente ligadas. Conceptualmente tributaria de Mitre, aport una nutrida base documental para concluir que el Virreinato tuvo su "propia y diferenciada estructura"

Emilio Ravignani parta de otras preocupaciones ms en sintona con los debates en torno al sistema poltico argentino y dentro de ste, la viabilidad del federalismo. Afrontaba el estudio de los orgenes histricos de la Constitucin de 1853. Desde all identific la centralidad de temas como el rgimen de pactos, la gnesis de autonomas provinciales, el caudillismo y la experiencia rosista. Resinificaba la etapa considerada "anrquica" y el rol de los caudillos en la medida en que durante aquella y por accin de stos tuvo lugar el surgimiento de la entidad provincial

En sntesis, cuando culminaba la dcada del '20 es posible percibir dos ncleos desde donde se narra la historia argentina: uno de ellos colocado en Mayo y el otro en torno a la estructura del Estado Federal. En el primer caso, la tradicin que se encolumnaba tras Levene retomaba aquella otra que hallaba en Mitre el principal referente; en el segundo, Ravignani prolongaba la vertiente constitucionalista "prerrevisionista" que retoma la tradicin caudillista.

Sin embargo, la multiplicidad de temas, perspectivas y vertientes institucionales encontraba su unidad en el conjunto de prcticas que otorgaban carcter cientfico a sus productos y estatuto profesional a sus ejecutantes.

La homogeneidad de la tradicin va a reposar en la concepcin del "historiador de profesin" aquel que, en palabras de Ravignani retomando a Croce, es capaz de realizar 4 operaciones: heurstica, crtica, interpretacin y exposicin.

Aun cuando sea posible relativizar el fenmeno de la profesionalizacin, ella ciertamente oper como criterio legitimante de la labor historiogrfica, el mtodo funcion como sustento y como sublimador de las discrepancias de sus cultores: ms all de las adscripciones polticas o diferentes lecturas sobre el pasado, los historiadores "profesionales" delimitaron el espacio de la discordia mediante el establecimiento de criterios mnimos que deban ser aceptados.

Hegemona y fragmentacin

El perodo de entreguerras y particularmente los aos '30 constituyen una de las etapas de mayor densidad problemtica en el contexto contemporneo. En materia de estudios histricos, los gobiernos de la dcada pusieron especial nfasis en elaborar una liturgia patritica compuesta por celebraciones, monumentos, identificacin de lugares histricos y fijacin de efemrides, continuaban as, demandando servicios a la Historia bajo la frmula de "fortalecimiento de la conciencia nacional"

El golpe del '30 desencaden sobre el mundo universitario una serie de medidas marcadas por la intolerancia y la vulneracin de los principios reformistas: intervencionismo estatal, restricciones polticas y presupuestarias. Sin embargo, esto no supuso alteraciones en la labor de la NEH que se manifest en 2 tipos de intervenciones: las tradicionales operadas al interior del espacio acadmico pblico y otras que se desarrollaron desde y sobre la sociedad civil como parte de una respuesta ms vasta al clima poltico y cultural.

En primer lugar, el exponente ms conocido fue Ricardo Levene que tras algn avatar derivado del golpe de Estado logr acceder a la presidencia de la Universidad de La Plata. Levene supo crear a partir de un reducido nmero de colaboradores una escuela en la que se formaron generaciones de discpulos y despleg una serie de estrategias para perpetuar su posicin: institucionalizacin, publicaciones, construccin de redes internas y externas. Esto se expres en la creacin del Instituto de Historia del Derecho (1936) a cuya cabeza se coloc prolongadamente. La institucin fue dotada de un ambicioso plan de publicaciones, permitindole ampliar la red de contactos en el pas. El orden abierto en 1932 favoreci particularmente al sector ms conservador de la NEH representado por la Junta. Levene gestion ante el presidente Justo la promulgacin de un decreto para convertir la Junta en Academia Nacional de la Historia.

En segundo lugar, y buscando incidir en la sociedad civil, en 1931 se funda la Sociedad de Historia Argentina en donde convivan diversas generaciones y universos. Se dio una estructura similar a la Academia de Historia: institucin que guardaba relaciones con poderes estatales, conformada por socios numerarios y honorarios y que contaba con filiales en el interior del pas. Su actividad se desplegaba en congresos y publicaciones propias y sus objetivos se relacionaban con la promocin de la circulacin del conocimiento histrico y la fundacin del "verdadero nacionalismo" en el conocimiento del pasado, articulando el universo liberal-conservador con un nacionalismo de nuevo cuo.

La nueva Escuela Histrica despus de la Nueva Escuela Histrica

El agrietamiento de la tradicin liberal fue correlativo con el angostamiento de las capacidades explicativas del paradigma que la NEH aventaba desde principios de siglo y que ya se perfilaba insuficiente. A la ausencia de renovacin de perspectivas se sumaba los avatares poltico institucionales y los clivajes socioculturales, los senderos terminaron por bifurcarse a partir de distintos posicionamientos polticos, diversas formas de intervencin pblica, lecturas contrapuestas del pasado, etc. La experiencia abierta en 1943 fue decisiva.

El peronismo no gener demandas especficas sobre la disciplina, como lo hizo el liberalismo conservador, el oficialismo no se preocup por construir su propia versin sobre el pasado nacional. La presin ms poltica que ideolgica que las burocracias estatales impusieron a la universidad explican los alejamientos de algunos intelectuales, entre ellos Emilio Ravignani.

Los programas no sufrieron modificaciones sustantivas, la ausencia de historiografa peronista y el efecto inercial de la NEH explican la ausencia de cambios drsticos. Un ejemplo particular fue Ricardo Levene, para quien la experiencia inaugurada en 1946 no constituy obstculo insalvable en la medida en que su "neutralidad erudita" lo coloc al resguardo, opt as, por desarrollar mecanismos adaptativos.

Ciertamente la imaginacin peronista tendi a resignificar figuras del panten liberal exaltando algunas caractersticas funcionales a su propia visin del mundo, como el caso de San Martn a quin se resalt en su condicin de militar

En la reestructuracin del campo universitario que sigui al golpe de Estado de 1955, el sector de la NEH, desplazado una dcada antes retorn a los espacios facultativos, una restauracin que, sin embargo, se produca sobre realidades profundamente modificadas. Estos historiadores estuvieron acompaados por "colegas renovadores" con quienes compartieron la comn condena al peronismo pero cuyos intereses historiogrficos eran ostensiblemente diferentes. As, los herederos de la NEH exhibieron todava una centralidad institucional gracias a la solidez del dispositivo institucional que haban sabido construir.

Bibliografa:

- DEVOTO, F - PAGANO, N.: Historia de la historiografa Argentina, Buenos Aires, Sudamericana, 2009

Anexo n3:

Apuntes de historia argentina: historia oficial vs. Revisionismo

En principio, parece importante sealar que se trata de dos corrientes de pensamiento surgidas durante el primer cuarto del siglo XX.

La denominada Historia oficial est encarnada por autores tales como Emilio Ravignani, Ricardo Levene, Rmulo Carbia y Diego Luis Molinari, quienes, segn Romero, fueron quienes sentaron las bases del trabajo profesional historiogrfico, y de lo que es aceptable en el mbito acadmico y cientfico.

Asimismo, se seala a estos hombres como los fundadores de la Nueva Escuela de Historia Argentina, movimiento cuyo destino ltimo, si podemos decirlo as, era escribir la historia de la Nacin de forma tal que ese relato fuera aceptado, o ms bien internalizado diramos, por la gente en su sentido comn.

La Nueva Escuela comparte con Bartolom Mitre la obsesin por el documento y, de lo que nos dice Romero, inferimos que el mtodo de trabajo de estos historiadores era aquel concebido por las corrientes de la Modernidad, abocndose al relato de lo poltico, los hechos, las fechas, los nombres. Y los procesos estaban ligados a un hombre, encarnacin heroica de la gesta nacional en cualquiera de sus mbitos.

Es importante sealar respecto de este movimiento que Romero indica que en cualquier comunidad compleja, con intereses diversos y proyectos diferentes, coexisten diversas versiones del pasado, pero entre esas voces, la del Estado es la ms fuerte. Al respecto, la Nueva Escuela se convirti en una especie de voz oficial de los acontecimientos histricos de la Nacin, preexistente del Estado y factor aglutinante del mismo.

La ruptura, de carcter intelectual, se produce con la aparicin del revisionismo, corriente que se opone a algunos aspectos en los que la Nueva Escuela haba puesto el acento.

Cules son esos aspectos? Por un lado, en un primer momento el revisionismo discute el valor irrefutable de la prueba documental y cambia el sentido de los documentos, por los cuales la Nueva Escuela senta especial apego, ya que la erudicin no sustitua a la interpretacin.

Por otra parte, las visiones revisionistas no constituyen un conjunto homogneo, ms bien -y por el contrario-, es la sumatoria de tendencias polticas que se traducen en historiografas diversas.

Otro punto destacable es el hecho de que mientras la Nueva Escuela representa el profesionalismo y el apego a las reglas del academicismo, las corrientes revisionistas, aun cuando ocuparon espacios en instituciones oficiales y acadmicas tejieron alrededor de s una romntica marginalidad segn dice Romero, y se presentaron como los hacedores de una suerte de contrahistoria.

Romero no refiere explcitamente el tratamiento que la Nueva Escuela dio a los caudillos, pero s afirma que los primeros revisionistas hicieron un rescate militante de estas figuras, en particular de la de Rosas, aun cuando estos historiadores (hombres como los Irazusta, Ibarguren y Palacio) tenan poca simpata por una perspectiva de pasado en la que los sectores populares tuvieran alguna autonoma en sus acciones habida cuenta de su genealoga tradicional.

Por ltimo, Romero destaca las circunstancias que marcaron al revisionismo en la poca del peronismo. Si bien los historiadores revisionistas creyeron que haba llegado la hora de la victoria () para el rgimen, era mucho ms importante ligarse con un pasado heroico ms difundido y establecido, como era el de la Nueva Escuela Histrica (). Si bien luego el peronismo, en la poca de la proscripcin, se acercar al revisionismo a medida que la izquierda se va integrando a aquel, en un primer momento la legitimacin de ese gobierno estuvo marcada por la primera de las historiografas que aqu analizamos.

Fuentes:Romero, Luis Alberto (Coord.) La Argentina en la escuela. La idea de Nacin en los textos escolares.