Fichte y Nietzsche Reflexiones sobre el origen del nihilismo · 1884, se decide Nietzsche por el...

15
Fichte y Nietzsche Reflexiones sobre el origen del nihilismo * 1. Con el título Fiel-de y Nietzsche se intenta indicar la es- trecha y en cieflo modo sorprendente relación que hay entre estos das grandes creadores de nuevas y revolucionarias concep- ciones acerca del hombre y de la realidad. Se llega aquí inclusive a defender que Ficlite y Nietzsche son momentos de un mismo proceso, de un mismo impulso creador, cuya inauguración presi- de Fichte, y en el que Nietzsche incita, diagnostica, inclusive pro- tagoniza, una de sus posibles derivaciones. 2. No se afirma que Fichte contenga ya itt nuce lo más signi- ficativo del mensaje de Nietzsche, como en relación a Ja doctrina del Nihilismo pretenden hoy algunos investigadores. Más bien, que es quien ha forjado las condiciones que determinan e im- pregnan la atmósfera en que vivió Nietzsche. De hecho, cuando «el gran Fichte», como le llama Nietzsche, impone inexcusable- mente a los románticos y continuadores la nueva concepción del hombre y del compromiso de éste consigo mismo, con los otros y con la realidad, limita y angosta el campo en el que cada cual tendrá que abrirse camino sin ayuda ajena. Y la tarea que con ello se impone al ser humano resulta tanto más inevitable, cuan- to más «existencialmente» es presentada; porque el espíritu de los tiempos recoge y agranda el eco de la doctrina sobre el hom- bre nuevo, primero desde el romanticismo y después de modo generalizado, hasta que el vivir humano pierde sus viejas y fir- * El presente estudio, redactado originalmente en alemán, fue leído y ofrecido a discusión en la sesión anual de la Europ¿iische Nietzsche- GeselZscht4t. Lo he traducido bastante fielmente, salvo en pocas expresio- nes en que he buscado un giro más adecuado al espíritu de nuestro idioma. Lo que si he hecho ha sido aumentar, y en algún caso detallar, las notas, por creerlo necesario para una edición española.

Transcript of Fichte y Nietzsche Reflexiones sobre el origen del nihilismo · 1884, se decide Nietzsche por el...

Fichte y Nietzsche Reflexionessobre el origendel nihilismo *

1. Con el título Fiel-de y Nietzschese intenta indicar la es-trechay en cieflo modo sorprendenterelación que hay entreestosdasgrandescreadoresde nuevasy revolucionariasconcep-ciones acercadel hombrey de la realidad.Se llegaaquí inclusivea defenderque Ficlite y Nietzscheson momentosde un mismoproceso,de un mismo impulso creador,cuya inauguraciónpresi-de Fichte,y en el queNietzscheincita, diagnostica,inclusivepro-tagoniza, una de sus posibles derivaciones.

2. No seafirma queFichte contengaya itt nucelo más signi-ficativo del mensajede Nietzsche,como en relacióna Ja doctrinadel Nihilismo pretendenhoy algunos investigadores.Más bien,que es quien ha forjado las condicionesque determinane im-pregnanla atmósferaen quevivió Nietzsche.De hecho, cuando«el gran Fichte», como le llama Nietzsche,impone inexcusable-mentea los románticosy continuadoresla nueva concepcióndelhombrey del compromisode ésteconsigomismo, con los otrosy con la realidad,limita y angostael campo en el que cadacualtendrá queabrirsecamino sin ayuda ajena.Y la tareaque conello se impone al serhumanoresultatanto másinevitable,cuan-to más «existencialmente»es presentada;porqueel espíritu delos tiemposrecogey agrandael eco de la doctrina sobreel hom-bre nuevo, primero desdeel romanticismoy despuésde modogeneralizado,hastaqueel vivir humanopierde sus viejas y fir-

* El presenteestudio, redactadooriginalmenteen alemán, fue leído yofrecido a discusión en la sesión anual de la Europ¿iische Nietzsche-GeselZscht4t.Lo he traducidobastantefielmente, salvo en pocas expresio-nes en que he buscadoun giro más adecuadoal espíritu de nuestroidioma. Lo que si he hecho ha sido aumentar,y en algún caso detallar,las notas, por creerlo necesarioparauna edición española.

106 Estudiosdel Departamentode Historia de la Filosofía

mesbases.El hombrese haceresponsablede sí mismo,y no porpuro debercomo en Kant, sino por necesidad.En unapalabra,lo que Ficlite encarnaes la ruptura con el viejo mundo y muyespecialmenteen la medida en que proclamala identificaciónentre actuary ser, sin posiblerecursoa Dios, a una moral o aun bien extraño.Su grandezapersonalse refleja en el anunciode su trascendentaldescubrimientocomo unaalegre Iniciacióna la Vida feliz <Anweisurtq zum seligen Leben>. ¿Habrásospe-chadoen algúnmomentoquesu mensajeliberadorseconvertiríaen cargay desesperaciónparalos otros?Seguroqueno. El hablópara«vivos»,no para «muertos».Y «vivos»eranparaél, aquellosquepuedeny quierenrealizar la autoafirmacióny protagomza-ción de sí mismos.Perosu doctrina afectabamásprofundamen-te que las dc Spinozay Kant, y ahorade modo ya definitivo, ala naturalezadel Bien, esto es; a la naturalezadel apoyo obje-tivo y mostrencodel actuar. El desmoronamientode un Bienaisladoy extraño(no, naturalmente,del Bien mismo) en tornoal cual gravitaría la voluntad, puso primeramenteen crisis laseguridaden ra autodestinacióny en el conseguirorientarseporreferenicia a instancias exteriores; posteriormentedeformó elBien tn Valor. Con ello nacela doctrina de los valores,la Axiolo-gía, queno es eúel fondo másqueunaescapatoriaparala incó-modae inévitableconfrontacióndel hombrecon el Bien, y quea fin de cuentasno resuelveel ptoblema, como inteútaremosindicar.

Nuestra intención es, por tanto, denunciaresa deformacióndel Bien en Valor, que Nietzscheencuentraya como un aconte-cimiento cultural e histórico; dejarclaro suorigen remoto,perogenuiÚo en la doctrina de Fichte; y, por último, hacercompren-sible el Nihilismo como la respuestacorrespondienteauna ma-neraespecial de valoración: la cristiana.

3. Con ello damosya por supuestodesdeun principio quemuy especialmentela obra de Nietzscheno se deja analizar~ensí misma al margendel movimiento histórico en quenace,mo-vimiento que él lléga a manipular y a proyectaral futuro. SuperÉsamientonos invita a dirigir nuestraatenciónal espíritu deunaépocacjue todavíaen parte—o tal vez especialmente—,esla nuestra:Paraconseguircaptarlaesprecisohallar su morfemay revivirlo en nuestroespíritu. Sólo así saldrá a la luz la plata-

Fichte y Nietzsche.Reflexionessobreel origendel nihilismo 107

forma cultural, cuyo origen es impensablesin Fichte. El granfundadordel llamado Idealismoalemánfue el iniciador de casitodaslas corrientesdel pensamientoposterior,el que marcó lastendenciasque la historia emprendiótrasél por sus gigantescascontribuciones,y al que aún no rendimos justicia. Con razónafirma Friedrich Heer: «Las posibilidadesdel siglo xix y de unabuenaparte de las del siglo xx radican de hecho en el pensa-miento, en la voluntady enlos proyectosde estehombre»1• YaFriedrich Schlegel, como es bien sabido, habíavisto muy tem-pranamenteen Fichte una de las tres grandestendenciasde la

2época,junto al Willzelm Meister y a la revolución francesa

4. Quizáno seanecesarioaclarar,quecuandonos referimosa la mencionadaconexión entre Nietzschey Fichte, no pensa-mos en unasecuelaimnediatade la lecturay estudiode la obrade Fichtepor aquél.Raravezfue estudiadoFichteenserioduran-te la segundamitad del siglo XIX, y apartede los Discursos a laNación alemanafue un autor muy poco leído. Por otra parte,Nietzscheno ha desperdiciadomucho tiempo en el estudio delos filósofos.El mismoSchopenhauer,al quedescubrióno muchodespuésde la salidade la Schulpforta, como él mismo nos cuen-ta, fue, al menosal principio, muy superficialmentecomprendi-do, como afirma con razón Iwo Frenzel. Sólo más tarde, hacia1884,se decideNietzschepor el estudiode la Filosofía¾En 1881habíaleído a Spinoza(«casi no conocíaa Spinoza»4), y la ver-dades que la interpretaciónquehacedel mismo dejamuchoquedesear.La poderosapersonalidadde Nietzschey sumodo de mar-car profundamentecuanto tocabano le permitían una desapa-sionadalectura de los otros. Wilamowitz-Moellendorf,que en-toncesteníaveinticuatroañosde edad,pudo señalaren suagudacrítica del Nacimientode la Tragedia, pocosmesesdespuésdesu publicación, graves lagunasen los conocimientosfiolóficos

1 En Europa Mutter der Revolutionen,Stuttgart,1964, p. 93.2 Frag. 216, de los Fragmente(Atheneaum,1798, 12): ‘Dic Franz6siscbe

Revolution, Fichtes Wissenschaftslebreund Goethes Meister sind dicgr6sstenTendenzendes Zeitalters..

Carta a Overbeck,de 7 de abril de 1884. Cf. la carta a Peter Gast,dcl 2 de septiembredel mismo año.

4 Carta a Overbeck,de 30 de julio de 1881.

108 Estudiosdel Departamentode Historia de la Filosofía

de Nietzsche~, lo quecon seguridadno le animó mucho a pro-seguír~sutarea de Cátedra.Pero ello no significa que Nietzscheno estuvieratotalmentecompenetradocon el espíritu de su épo-ca. Sólo que sus conocimientosy, sobretodo, supeculiarmanerade‘trabajarlos, tenían más que ver con una especiede vivenciaadivinatoria, quecon el estilo del serenoanálisis.Con seguridadconsigúió una más hondapenetraciónen la obra de Hélderlin(eñtorícescasiun désconocido)y en la de JeanPaul, al limite desu adolescencia,que en la de otros autdresde caráctermáses-peculativo.

5. Naturalmente,Nietzschehabíaleído algo de Fichte,quizáen los tiempos de la Schulpforta. Por lo menos creo encontraren su obra referenciasa dos obras,de aquél: A los Discursosy alllamado.Escrito dei Ateísmo,(Sobre el fundamentode nuestraFe en un Gobierno divino del Mundo). Y es curioso comprobar,que las pocasalusiones a Fichte acontecenen el arn, lareflexión sobre germanismo,salvo en un caso. Pero esta excep-ción es en el fondo relativa. Se encuentraen la ¶/ita que compu-so para Geor~ Brandes,cuando dice que tuvo «la felici4ad» deser « alumno de la Venerable Schulpfortade la que hanproce-dido tantósjKlopstock,Fichte, Schlegel,Rank, etc.) queentranen consideraéiónen la literatura alemana»6 Susescasasalusio-nesnospermitensaber,apesarde todo, queleyó los Discursos ala Náción alemana (citados en Más allá del Bien y del Mal) y,casi c&i toda seguridad,el Escrito sobre el Ateísmo. Efectiva-mente,enAurora ciYa la fráse«delgranFichte»,de que«la verdadtiéne que set dicha, aunqueel mundo se hagaañicos>’; la cual,si ño me equivoco, es vna libre transcripcióndel texto siguiente:«No débesffiehtir, aunqúeél mundose desmoroneen minas»~.

Es tipico el que Kant, y tras él Fichte, hayan visto paradiginá-tidamenteel talanteffiéral del hombre(por los abundantésejem-pios extraídcisdé esteárea)en su valor para decir la verdad,osea,en uña fórma especialde afirmarse a sí mismo.

6. Y a pesarde esasescasasalusionesa Fichte debemósver

en éstealiniciador de la orientaciónen la que se inscribirápos-5 Los escritosde la «polémica»(de Rohde,Wagnery Wilamowitz-Mdllen-

dorf) han~sidoreeditadosporOirus,Hidelsheim,1969.6 Carta del 10 de abril de 1888.7 FIcan!, S. W.: y PP. 185-186.

Fichte y Nietzsche.Reflexionessobreel origen del nihilismo 109

teriormente Nietzsche,sobre todo si consideramosla doctrinadel Nihilismo y su elaboracióncomo uno de los temascentralesde su pensamiento.Estamosde acuerdocon Heideggercuandomencionacomolas cinco importantesrúbricasde la «Metafísica»de Nietzsche: el «nihilismo», la «inversión de todos los valoresprecedentes»,la «voluntad de poder»,el «eternoretorno de loigual» y el «superhombre»8. Efectivamente, reúnen estascincotemáticas fundamentales lo más decisivo del pensamientodeNietzsche. Resulta especialmentefácil ver, cómo la doctrinade los valoresde Nietzscheestáen relaciónconsu concepcióndela Voluntad y su proclamacióndel Nihilismo. En el fondo sonsólo aspectosde una única concepciónrevolucionariadel serhumanoy de surealidad,niveles de un profundizamientoprogre-sivo en la nulidad de los valoresde la moral convencional,enel descubrimientode la contraposiciónentreley y espontaneidadde la vida. En estrechaconexión con estosgrandestemasestánla teoría del Superhombre,fórmula expresivaque concentraysublima sus precedentesadmoniciones,cargadasde emotividad,acercade la convulsiónque debesufrir el hombre; y el EternoRetornode lo Igual, dramatizaciónpoéticay desesperadadel des-tino, en un intento casi inconceptuablede encerraral Nihilismosobre sí propio, como afirma en su conocidadeclaración de laVoluntad de Poder: «Pensemoseste pensamientoen su formamás fructífera: La existencia, tal como es, sin sentido ni metá,pero retornando inevitablemente,sin un jinale en la nada: eleterno retorno’. Esta es la forma más extrema del Nihilismo:

9

¡La nada (lo ‘sinsentido’) eterna!»

7. Pero no nos dejemosengañarpor la conexión de la Nadacon el Nihilismo. El Nihilismo de Nietzscheno es un encuentrocon la Nada, sino con una concretanegación: la de los valoresprecedentes.Como Nietzschemismo afirma: «¿Porquées nece-sario apartir de ahoraelsurgimientodelNihilismo?Porquenues-tros mismos valoresprecedentesextraende él su última conse-cuencia; porqueel Nihilismo es la lógicade nuestrosgrandesva-lores e idealespensadahasta el fin; porquetenemosque comen-zar por vivir el Nihilismo paradescubrircuál era propiamenteel

~ Nietzsche,1. cd., Neske,1961, vol. II, p. 40.9 Der WiZle zur Mac/it, 2.’ cd., Nauniarn, 1906; 55, p. 48. (Hoy resulta

inadmisibleel radical rechazo de Schlechtade estaobra.>

110 Estudiosdel Departamentode Historia de la Filosofía

valor,de esos ‘valores>... Alguna vez necesitamostener nuevosvalores»lO~ En suma,tienen que ser destruidosy superadoslosidealesquenosha dejadoen herenciala cultura occidental..- ennombrede nuevosvalores; valoresqueencontraránsu origen enla voluntad de poder, en la voluntad autónoma.Y para ello esprecisoqueel campode la acciónprácticasehagaproblemáticoy pasajeramentenulo. Si se consideraque tal campoes la reali-dad en que vive el hombre,más aún, la única con que cuenta,entonceséstequedainmersoprovisionalmenteen la nadade losvaloresvacíos de una tradición, que se ha hecho inválida..

Pero repitamosque tal nadaes sólo relativa, como el Nihi-lismo de Nietzschees sólo un relativo Nihilismo, aunquehayacomprometidoel sercon la problemáticarealidaddel mundo delos valores,queno otra es la tendencianativa de la Axiología.

8. De hécho, la presentacl~ñdel valor como algo que vále,pero quepropiamenteno es,como ya se anunciabaen el Micro-cosmosde Lotze —por tanto,enlos añosjúVeniles de Nietzsche—,presuponeque la realidad encaradadesdeel punto de vista dela vida afectivao de la voluntad(queasí se desarrollael plantea-miento de Lotze) es una trama de valores. Bástaráque en laconfrontacióndel hombrecon lá +ealidadcobre la voluntaduncierto primado, para que la Axiología puedapretendersu «pri-macía»sobréla Metafísica.El problemaradicáen determinarlanaturalezade ese «cierto» primádd.No bastaráuno de caráctergnoseológico,comoen el fondo acontecíaen Kant. Perotampocoun primádométafisicodeberíaconduciraperderel suelodel ser:Solamentecuandoen la anteposiciónde la voluntad,como úni¿afuentesubjetivadeauto-orientación,se ignoraya la implantacióndel hombreen el ser, sepuedellegar a la «conclusión»de que elserno puedejugarya hingúnpápelparael hombre.

Esa negación del ser por la Axiología, que en realidad essu presupuesto,y que sigue inmediatamentea su concepcióndela voluntad como mera facultadpreferencial, de valorar y esti-mar, es lo que posibilita la transformacióndel Bien en Valor,y el quése puedajuzgar a éste —al Valor— como plasmaciónde deseos.El presuntodesenmascatamientodel Bien-Ser comomeroValor y como apreciación«subjetiva»(naturalmente,quea

lO Qp cit., Prefacio,4, p. 4.

Fichte y Nietzsche.Reflexionessobreel origen del nihilismo 111

vecescon razón),presuponeel sinsentidode todo aquello quesefunda sólo en nuestrosdeseos;de todo aquelloque es sólo esti-mación, valoración.En la evaluacióny valoración como únicafuenteotorgadorade sentidoes en lo que se basaradicalmenteel Nihilismo, porque toda estimación conlíeva arbitrariedad.Nietzscheno ha dado el pasodefinitivo, aunquese mueveen elmarcode laAxiología, aunquedenunciael devenirenelser: Igno-rabaquela Metafísica,desdeLeibniz y, sobretodo, desdeel Idea-lismo, ha perdidoel miedoal devenir.Lo quele ha impresionadoha sido la fácil denunciade la carenciade fundamentode los vie-jos valoresy de lo problemáticodel conceptohombrecreadoporel Cristianismoen la cultura occidental; porqueel hombreestácomprometidocon sus valoresy éstos con sus deseos.Las con-clusionesde la Metafísica acerca de un mundo establey fuerade cualquier contradicción, dice Nietzsche, «son en el fondodeseos;gustaríaqueexistieratal mundo»1¼

9. La arbitrariedad en la concepcióndel mundo, del hom-bre y de la realidades en el fondo el contrapoloy, a la vez, laconsecuenciacultural del Romanticismoy de las doctrinas desu mentorespiritual,Fichte.Peroimplica la incomprensióndesuconcepcióndel Bien, quees el a priori exigido por el impulso,existente antes’de todaexperiencia.Este Bien que descubrimosen nuestravoluntadpreviamentea todavivencia, como algo queya era (¿algo análogo al ¶6 -rC ij’u ELWLL de Aristóteles?) colocaa la voluntad sin más en el centro de la vida humanaa quiendevuelve«lo quenosotrosmismostransferimósal individué aje-no», por emplear las palabrasde Hegel12 Pero la fundarnenta-ción filosófica del papelcapitalde la voluntadparala vida huma-na y parasucaptaciónde la realidad,queejerció un rápidoinflu-jO sobreel nacienteromanticismode Jena,implicaba,apanedela liberacióndel hombrede atadurasextrañas(y de los inevita-bles equivécosen torno a la nueva doctrina),unapesadacargaparael serhumano,frecuentementeexperimentadacomo respon-

II Op.cit., 579, p. 430.12 Es la famosafrasede Volksrellgionund Christentum,dondeconsegu-

ridad se ha referido por primera vez, sin tematizarlo,al proceso de laEntfremdung: El hombre ha enajenado sus bienes propios transfirién-dolosa un «extraiNo» (iii dasfremde Individuum —el subrayadoesmío—>,es decir, a Cristo. NOEL: HegeistheologischeJugendschriften, 1907, p. 71.

112 Estudiosdel Departamentode Historia de la Filosofía

sabilidadinsoportable.De estamanera,Fichte seconviefle en elfundadorde unaMetafísicadel Bien, pero tambiénen origendeun «clima» cultural y de unanuevaactitud espiritual,’porqueelhombrequeahorásabequeno puedeapoyarseen criterios quele seanextraños,sesientefácilmenteperdidoal tenersequemedircon la vieja tradición,quetendríaquedesentrañarparaasumirlasin dejarse devorarpor ella. En esta búsqueda:a través de simismo de las rauícesdel Bien y de la Voluntad constitutiva,bas-tará que le fallen las fuerzas,para queen lugar de encontrarelreino de1lo humafiocreahallar la Nada en él y fuera de él. Lasadvertenciasde Jácobi y su denunciade las amenazadorascon-secuenciasdél Idealismo (en las que, como hoy sabemos,noes dondeaparecepor’ primera vez el término «Nihilismo»), asícomo en ir reiteradacita que se dan muchas’veceslos román-ticos con el tema de la Nada, podemosver una confirmaciónde lo que decimos. Paraesté punto son espécialmenteinstruc-tivos los escritos de Kohlschmidt” y Pdggeler‘~. Ya en 1955afirmaba Kútt Húbner, en su lección inaugural FL¿hte Saá-treibid der Nihulismus,‘que «el Nihilismo no es un descubrimientodé Schopenhauero de Nietzsche»~ Y Wolfgang Thnke dedicaunapartedé la Introduccióna su Fichte al tema dél Nihilismo,lo=alizáñdólo: definitivamente en Fichte 16 lo que en ¡ni opiniónes confundir uit punto de apoyo para el Nihilismo con su ela-boracióny tématizáción.

10. Siñ duda,’el Nihilismo tiene muchoquever con el grañ«malestaren la>cultura»(por emplearla exprési6n‘del titulo delconocido libró de Freud)que va’ in crescendoa pártir del Idea-lismo. Én el campode la Filosofíá se relacioná;¿óncretamenfe;con el pésádolastre que hace gravitar sobreél ser humano la

13 Wernet KOHLSCHMTnT: Nihilismurdér Rornantilc, en «Neue SchweizerRundschau»;~XII?(1953)1~eproducidoen Ver Nihilismusats Ph¿InornendaGet&i~sgeschichtein da wissenschaftlichenDiskussion unseresJahrhun-derts. Ed. por DieterArendt, Dannstadt,1974, pp. 79-98.

‘4 Otto PÓGOBLER: Hegel und die Anf4nge der Nihulisrnus-Diskussion,en ‘Man andWorld. 3», 3-4 (1970). Repr. en la colectáneatít. en la notaprecedente.:

‘~ En ‘Zeitschrift «ir philosophisclie Forschung»‘X (1956). Repr. ni¡oc. ¿it., pp. 126-143. La cita del texto en p. 140.

16 Fichte. Sein ¡md Reflexion-Gribtdlagen¿ter kritischeñ 1/ernunft. Ber-lin, 1970¿p.26 ts.

Fichte y Nietzsche.Reflexionessobreel origendel nihilismo 113

MetafísicadelBien de Fichte.Comoéstehabíaconseguidoimplan-tar de nuevo en el horizontedel Ser el enfoquekantianode laacción,seráinteresanterevisar,aunquede modo sucinto, lo másesencialde la concepciónde Kant acercade este tema,paracom-prendermejor la contribución de Fichte.

La Filosofía modernaalcanzaen Kant su más alto nivel deracionalización.Pero Kant no se ocupa de tematizar el funda-mento, la ratio, comoestructuradel ser.La ratio es paraél desdeun principio razón (Vernunft): la cúspidede lo humano,comométodo,como dinámicadel pensar,como nuestrapropiariquezay señorío.Cuestionescomo las de la diferenciaentre ratio essen-di y cognoscendisonencaradasenel fondo a título metodológico.El sueñodel Racionalismoy de la llamadaAufklárung encuentrasu realización cuandoKant declaraa la razón conductoradelcomportamientohumano,fundamentosubjetivo y a la vez abso-luto de la orientacióndel pensar,desdeel punto de vista teóricoy práctico; cuandove en ella la clave del «pensarpor sí mismo»(Selbstdenken):«Pensarpor si mismosignificabuscarla supremapiedrade toque de la verdaden si mismo,estoes, en su propiarazón; y la máxima del pensar siemprepor sí mismo es laAujkldrung» ~ Mas la coronación de la razón como supremaclave y fundamentode la autonomíadel serhumanoen el pen-sary actuar,presuponeel primado de suuso práctico y con elloel primado de la voluntad (de una voluntad que ya no es unafacultadapetitiva).De hecho,lo único quees puramenteracionalen el hombrees la autodeterminaciónde su comportamiento,noel conocer.Por esoel imperativocategóricodebeser formal, ennombrede la razón; formal, o sea,racionalpuro. El triunfo delRacionalismoen Kant tiene lugaren el orden de la planificaciónde la acción,en el reino de la libertad. Pero debemosreconocerqueesa racionalizaciónformal nos señalaúnicamentecómo te-nemosqueactuar,no qud debemoshacer.

11. Nosotros,para Kant, somos en realidad razón; nuestraintimidad se llama ratio. Es más,la ratio estálimitada anuestrainismidad; y justamenteen tanto que disposición práctica, entanto quegobiernodel cómo de nuestroactuar.Por eso,e] únicoBien seencuentraen la intenciónde nuestravoluntad,no en las

‘7 En Was heisst: sich im Denken orlentieren? Mc. VIII, p. 146, nota.

114 Estudiosdel Departamentode Historia de la Filosofía

cosas;porquela realidades sólo escenariode nuestraactuación;en ella no hay propiamentecaminosprácticos ni en verdades-tructuraracional per se. La razón,como encamaciónde nuestraautonomía,hasuprimidoel fundamentoobjetivo,la ratio essendi.Al final, la razón corre el peligro de entraren conflicto con ellogos. Y el pensamientocrítico en la perspectivateoréticasalvatambién,de hecho, al cómo, no al qué del conocimiento,por lomenoshastauna alcanzadaetapade la filosofía kantiana. Sóloa fines de la décadadel 80 revisaKant, unade cuyasgrandezasconsisteen no retrocedernuncaante ningún problema,la cues-tión de la estructuraracionaldela realidadnatural.¿Cómohu-bierasido posiblequeel filosofar en nombrede la razóncondu-jera a la renunciaa toda explicación racional de la, realidad?Kant buscaen la Crítica de la Facultad de Juzgar la solución amuchosproblemashastaentoncesirresueltos,pero sobre todoal de la confrontaciónnaturalezay razón,o si se prefiete, natu-ralezay libertad. Sabemoscuál es la soluciónque ofrece: Echan-do manode un conceptoanálogoal de la «intención»volitivá (alde «propósito»de la voluntad),desarrollalahipótesisde un mun-do, cuyos elementos,los entia, fuesenproductos(arte-factos)deun Entendimiento,cuyos conceptoscontuviesenel fundamentodel ser de cadacosa,en la medidaen que expresaranla finalidadde ellas.De hecho,sólo conocemosensentidopropioun productoartificial, un arte-facto,cuandoentendemospara qué sirve (laacumulaciónde datos acercade un objeto manufacturado,sóloenriquecensu descripción, sin que por ello lo «entendamos»).Todo ¡actum humano(a diferenciadel actum, que de suyo esinmanente,aunquepuedatener «repercusionesexteriores»al su-jeto), adquiereautonomíay entidad externasal agente,aunqueesté relacionadocon él d&ffianera dupla: Por su origen, físico(existe como resultadode un hacer,¡acere) y por su: constitucióncon «sentido»(esla plasmaciónde una«intención»).El entearti-ficial, por lo tanto>estáincardinadoen unatrama,en unaestruc-tura, en un orden de fines, en una razón teleológica.Peroel arte-facto es en cierto modo lo contrario del ente natural. La granaudaciafilosófica de la última Crítica de Kant no radicaen ad-mitir a título hipotético el queel mundohaya sido creadoporun Entendimiento(naturalmente,razonable),o sea,enunavueltaa un cierto tipo de creacionismo;sino en haceringresara ‘laNaturalezaen el orden de la -t-ñxvn, del arte (en su originaria

Fichte yNietzsche.Reflexionessobreelorigendel nihilismo 115

acepción),por lo tanto en la trama de los fines, quepor analogíaa la dinámicade la libertad, animadapor la intención, encarnauna razón (la teleológica) compatible por tanto con «la» razón.«La finalidad de la naturaleza»—nos dice Kant en la Introduc-ción a la terceraCrítica— «esun particular conceptoa priori...Este conceptoes totalmentediferente del de la finalidad prác-tica (del arte humanoo de la moral), aunque en realidad estápensadopor analogía a los mismos»(el subrayadoes mio) íS Laadmisión a título hipotético de una finalidad en la Naturalezaesel uso másarriesgadoque jamás llevaraa caboKant del «comosi», porque atañe nada menosque a la ratio essendi,pensada,como acabamosde ver, sobre el modelo de nuestraintimidad,o sea,a partir de la razónpura práctica.Con ello termina Kantsu tarea>sin haberllegadoa comprometerseauténticamenteconel Ser. El ciclo del Racionalismoha encontrado,al menospro-visionalmente,su plenitud.

12. Esta rápida alusión al pensamientode Kant trae a luzdos doctrinas dignas de consideración.Una señalacómo pesasobre el hombre la responsabilidadúnica de sus acciones,asícomo la difícil tarea de tener que determinaren cadaocasiónel principio próximo (la conversiónde la ley en máxima) de suactuar.Otra, que la Naturaleza,en tanto que camporeal de todaacción,sereconcilíaconel orden práctico,si esganadamedianteuna«reflexión»,queproyectasobreella la estructurateleológica,tan íntimamenteconectadacon la vida afectivay el juicio valo-rativo a través del conceptode «fin». La primera doctrina, laética, la que quizá impresionó más a los contemporáneosdeKant y les ofreció la mejor imagen de su grandezay dignidad,permanecióen sí misma sin gran influjo, segúnse deducede lasreferenciasde los coetáneos,salvo en el casoquizá de Fichte;porque se remitieron a admirarla, sobrecogidospor el rigorismodel deber,que despojabaal hombre de lo «humano»terenciano,justamenteen el momentoen que se comenzabaa sermássen-sible a las fuerzasrecónditasde la vida espiritual (recuérdeseaHerder).La doctrina de Kant no fue, pues,experimentadacomoineludible y pesadacarga, porque no se la llegó a asumir. Deahí que el imperativo categórico,el primado de la razón pura

18 Mc. y, Introducción,IV, p. 181.

116 Estudiosdel Departamentode Historía de la Filosofía

práctica, los postulados,el móvil de la acción ética,etc, dieranque pensar,e inclusive prepararan el terrenopara otra manerade encararlos,pero no se los llegó a tomarsobre sí. La gran con-cepciónkantianacarecióen estepunto depenetraciónexisténcial.

13. Justamenteaquí es dondeentraFichte en oposición(in-voluntaria, pero eficaz) a Kant. Impresionadoprofundamentedésdeun principio por la doctrina de la libertad del gran pen-sador,así como por su declaracióndel primado de- la voluntad(que él va a reelaborardentro de otrascoordenadas),coñseguiráfundar su concepciónde ‘la acciónhumanaal margendel forma-lismo, haciéndolasurgir no del puro deber(o no solamentedeél), sino de la necesidadexistencial de ser.Porqueal hombreleva su existenciaen el actuar;o como él migmo dicé, porque~«suexistencia’consistepuramenteen actuar»19 Con ello tocamoselnúcleo de la nueva orientación de la Filosofía. Lo que mássorprendede Fichte es el giro decisivo que da a la Etica, aldesvelarque el móvil qúedisparala acciónestámontadosábreuna necesidadinsoslayable y de corteontológico.El seráel des-cubridor de la paradoja,de que el hombre es necesariamentelibre.

La Tathdndlung20 originaria, la esenciade todo acto, perma-

19 Grundlage ¿ter gesamtenWissenschaftslahre,5. W., 1, 279.20 Tathandlunges un término intraducible, con el que Ficlite quiere

expresaraquella exclusiva,operacióndel Yo soy absoluto, en- la que lohechoen la acción (Tat) y la acción misma (Handlung) coinciden. Su sen-tido se encuentradescrito en la obra anteriormentemencionada,p. 196,dé la ~igúiente manera: «La accióny lo hecho (Tat) ~on uxiá ‘y la misniacosa; de ahí que el Yo soy seaexpresiónde una Tathandlung.»Con ellorechazaclara y tajantementeel qúe el nivel principial de la Filosofía (realy rnetodológico>puedahallarse en una instanciafactual (Tatsaehe),comoocurría con el cóflocido «principio de conciencia»de Reinhoid. En lassucesivasexposiciánesde su doctrina seguirá fiel á estepunto capital desupensamiento.Así, en? la W. L. dé 1804 repetirá que el’ error deprincipiode los sistemasprecedentesha consistidoen partir de Tatsachen,de algoque es falctisch (5. W., X, 194). Pero en estaobra cree convenientellamarGenesisa la Xathandtung,advirtiendo que debe entenderseel términogrie~o en elmismo sentido queelalemán (ibidehi). Ello, natúralménte,1%nos áutorizaa‘traducir Tathandlung,cuandoapareceen lbs textos’ & ‘lásprimeras obras.de ‘Fichte, por «génesis»,como ha hecho JuanCmz en suversión de la obra citada (Madrid, Aguilar, 1975), Es conocidala anécdotaque cuentaOrtegay Gassetde Cohen,quien al leer el Quijoteen la traduc-ción de Tieck, se admirabade que Sancho mencionaramuchasveces la

Fichte y Nietzsche.Reflexionessobreel origen del nihilismo 117

neceríaencerradaen sí misma,si a través del hombre21 no sehiciera objetiva, es decir, si no entraraen relacióncon un objeto.Segúnsus palabras:«Sólo la pura actividad del Yo, sólo el Yopui’o es infinito. Pero la actividadpuraes la queno tieneningúnobjeto y se retrotrae sobresí misma. En la medida en que elYo ponelímites y.. - seponea sí mismo en esoslímites, no dirigesu actividad (la del ponerse)inmediatamentehacia sí.- - Por esotal actividad no es ya pura, sino objetiva» 22• Lo que, natural-mente,no significa que Fichte ‘haya olvidado el carácterinma-nentede la acciónprácticay la confundacon su ejecucióno consus condicionamientos.La cuestión que está en juego es la delmotor de la acciónreal: la actividad se abismaríaen sí misma,no se haría gestohumano,si no encontrarala resistenciade unobstáculo(Anstoss,).Por ello, presuponedesdesus escritosmástempranos, como, por ejemplo, en el Compendiode lo Peculiarde la Doctrina de la Ciencia (1794), «una actividad opuesta(delNo-Yo)», quede hecho«suprimiríay aniquilaríala actividad delyo plenamenteen el conflicto, si se igualasea ésta».Por lo quepodráterminarafirmandode la acción<‘Handiung) que«estética,antitética y sintética a la vez» 23

14. Todo ello presuponeel íntimo compromisoentre Hom-bre y Naturaleza: Sin Naturaleza,o si se prefiere, sin No-Yo,nuncallegaríael Yo a ponerseen movimiento.«El Yo es puestoen movimiento sólo por aquella contraposiciónpara actuar,ysin un tal primer motor fuera de él nunca actuaría.- - Por esoen su existencia,el Yo es dependiente».Y un poco másadelanteañade: «Por ello la Doctrina de la Cienciaes realista» 24 ¿Exa-geramos,pues,cuandoencaramoseste«realismo»de Fichte (que

palabra Tathandtung, con la que el romántico habla vertido nuestrahazaña.Ello conducea Ortegaa indicar al lector que Tathandlungsigni-fica «acto de voluntad,decisión», lo queno deja de serun curioso desliz.<Meditación de El Escorial, en «El Espectador»,VI) - Efectivamente,la Tat-handlungesla hazañaontológicaradical; pero todahazañano esTathand-lung. Confiemos que no se le ocurra a un nuevo traductor de Fichteregalamoscon estaversión.

21 0, segúnla terminologíade sus primeros escritos,a través del Yo-Inteligencia (Ich-Intelligenz), que toma de Kant mismo (cfr. la Deduccióntrascendentalde las Categorías)y que no estáexentade equívocos.

Op. cit., S. W., 1, 256.~ Grundriss des Eigentiimlichender Wissenschaftslehre,5. W, 1, 337.

Op. cit., 5. W., 1, 279.

118 Estudiosdel Departamentode Historia de la Filosofía

no debeconfundirsecon el materialista, que intenta derivar elespíritu de la Naturaleza)como una reimplantacióndel pensaren el Ser?Pensamosque no. Sus restantesexposicionesde laFilosofía,sobretodo, a partir de 1804, confinnannuestropuntode vista.

15. Donde aquelcompromisoentreHombrey Ser encuentrasu más alta expresiónes en la doctrina fichteana acerca delBien, quizá nuncatan clara y simplementeexpuestacomo en lasegundanota de la edición danesade 1976 de su Destino delSabio. Según nuestra opinión esta doctrina constituye la revo-lución filosófica más decisiva acaecidaen el pensamientooc-cidental; por lo menos, está a la altura de sus más relevanteshazañas.El Bien no es ya una propiedaddel objeto, de la cosa,que como una fuerza atractiva pone en movimiento nuestravoluntad, según pensabala tradición. Esta tendía a fundir elBien-Ser,el Bonum, con los bienes de los entia. El Bien de lascosasaparececomo una propiedadque tiene la virtud de atraer-nos, como el alimento y la bebidaparecenprovocaren nosotrosel hambreo la sed (el ejemplo procededel mismo Fichte), «por-que nós ha gustadoun par de veces».Pero,«¿dedóndepodríaprocederel que me haya gustado?».Con ello se planteael viejoproblemadel primum movensde la vojuntas,que tanto dio quepensara Tomásde Aquino (recuérdesesú primitiva teoría de lacoaptatio, posteriormenteenriqueciday ampliadapor él mismo)y a tantos otros escolásticos,sin qúe llegasena una soluciónsatisfactoriay ampliamenteaceptada,comoel CardenalCajetanoconfirma. No, el Bien es lo quefue desdesiempre: «El quealgosea un bien para nosotrosno procedede que nos haga felices,sino al revés: nos hacefelices, porqueantesde nosotros,antesdel afecto,antesde la felicidad, era un Bien» ~. Por lo tanto, nonossatisfaceporquetengasobrenosotrosun poder.En esecaso,nos sería exterior. Si a pesar de ello era ya para nosotrosunBien, ello implica el que es el presupuesto,el constitutivo delmismo movimiento de la voluntad: lo que convierteal quereren un impulso. «Impulso»-—dice aquíFichte— «eslo primero ysupremoen el hombre; exige su objeto antesde cualquiercono-

~ AusgewáhlteWerke, Ed. Medicus,1, 274 a-b. Cfr. Ak.-Ausg., 1, 3, pá-ginas 73-74 (texto en la trad. danesa).

FichteyNietzsche.Reflexionessobreel origen del nihilismo 119

cimientoy antesde su existencia»(esdecir,antesde quelo «que-rido» exista). Con ello queda el hombreentendido como vidaimpulsivay constituidopor su confrontaciónal obstáculoal queenvuelvey abarca.El impulso es aquí auténtico y verdadero:«Así ocurrecontodo impulso humano,tanto conlos físicos comocon los morales»~. Y con ello se inaugurala Metafísica de laVoluntad en la nueva etapade la Filosofía, quese abre con elIdealismo. Pero a la vez ganala finalidad de la Naturalezauncontenidonuevoy real. Ya no es la estructuraformal (y de suyohipotética) del mundo, como en Kant; sino el marcode fuerzasque encuentransu a priori transcendentaly metafísico en elBien, al que sirven, porqueéste es al fin el que define y deter-mina la ac¿ióny su dinámica orientadora.Orientaciónque sedesplegaráen el mundocomo Cultura, en nombrede la Razón.

16. El que la Voluntad recibael primado metafísico—y nosolamenteel gnoseológico,marcael destinode la Filosofía con-temporánea.Peroello no podía evitar varios extravíos- La Axio-logía no es uno de los menospeligrosos.Pero también puedenhallar en Fichte, sin culpapor su parte,incitación y estimulo, elNihilismo y el Irracionalismo, tan lejanos a sus convicciones.¿SeriapensableNietzsche sin Fichte y sin su Corte romántica?Pensamosque no.

OSWALDO MARXET

26 Loc. cd.