Finanzas personales

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10 maneras de cometer un suicidio financiero Falta de cultura financiera, sensación de culpa al ganar dinero, pedido de consejos a personas equivocadas, poco tiempo para investigar qué hacer, mentalidad de jugador o el deseo de encontrar “atajos” para hacerse millonario de un día para el otro son solo algunas de las razones que pueden llevar a una persona a cometer un “suicidio financiero”. Veremos a continuación cuáles son las maneras más comunes hoy en día de caer en esta situación no deseada para nadie: Guardar pesos “debajo del colchón” El miedo muchas veces paraliza. Pero una cosa es “quedarse quieto” teniendo dinero guardado en moneda dura (dólares, euros, etcétera) y otra muy distinta es tener debajo del colchón (o en una caja de seguridad) dinero en una moneda con tendencia devaluatoria como es el peso argentino. Diversificar en distintas monedas duras como las mencionadas el ahorro que se posee y que se desea mantener inactivo puede ser el mejor consejo para no perder poder adquisitivo. Pedir dinero prestado para invertir Abarca cualquier tipo de inversión con cierto riesgo de volatilidad en el corto plazo. Es decir, pedir dinero prestado para invertirlo en algo cuyo valor puede fluctuar fuertemente de precio en el corto plazo. Al hacerlo, podemos encontrarnos atrapados en una situación angustiante si el producto de la inversión cae de precio y compromete seriamente la devolución del préstamo. Un ejemplo habitual pueden ser las inversiones en la Bolsa. Girar en descubierto de manera constante

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10 maneras de cometer un suicidio financiero

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10 maneras de cometer un suicidio financiero

Falta de cultura financiera, sensación de culpa al ganar dinero, pedido de consejos a personas equivocadas, poco tiempo para investigar qué hacer, mentalidad de jugador o el deseo de encontrar “atajos” para hacerse millonario de un día para el otro son solo algunas de las razones que pueden llevar a una persona a cometer un “suicidio financiero”.

Veremos a continuación cuáles son las maneras más comunes hoy en día de caer en esta situación no deseada para nadie:

Guardar pesos “debajo del colchón”

El miedo muchas veces paraliza. Pero una cosa es “quedarse quieto” teniendo dinero guardado en moneda dura (dólares, euros, etcétera) y otra muy distinta es tener debajo del colchón (o en una caja de seguridad) dinero en una moneda con tendencia devaluatoria como es el peso argentino.

Diversificar en distintas monedas duras como las mencionadas el ahorro que se posee y que se desea mantener inactivo puede ser el mejor consejo para no perder poder adquisitivo.

Pedir dinero prestado para invertir

Abarca cualquier tipo de inversión con cierto riesgo de volatilidad en el corto plazo. Es decir, pedir dinero prestado para invertirlo en algo cuyo valor puede fluctuar fuertemente de precio en el corto plazo. Al hacerlo, podemos encontrarnos atrapados en una situación angustiante si el producto de la inversión cae de precio y compromete seriamente la devolución del préstamo. Un ejemplo habitual pueden ser las inversiones en la Bolsa.

Girar en descubierto de manera constante

Girar en descubierto es una situación que se da cuando una persona o pyme decide pagar a sus proveedores o afrontar otro tipo de gastos, pagando con cheques sin tener el dinero depositado en su cuenta corriente bancaria, haciendo que los mismos sean abonados con dinero del banco para devolvérselos luego.

El problema es que la tasa de interés que aplica la entidad bancaria puede ser en muchos casos superior al 50%, lo que puede fácilmente comprometer el flujo de fondos y la salud financiera de la persona o empresa en cuestión.

Pagar el mínimo en el resúmen de la tarjeta

Aquellos que deciden pagar el mínimo importe posible sobre el total del gasto mensual de su tarjeta de crédito incurren en un grave error financiero: los intereses son realmente altos

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y el hábito de financiar los gastos por esta vía puede producir una “bola de nieve” de montos cada vez más elevados que obliguen a un ajuste financiero complejo y doloroso para poder cumplir con las obligaciones contraídas.

Prestar dinero contra cheques

El préstamo de dinero entre particulares siempre es riesgoso, y muchos creen erróneamente que pueden cubrir ese riesgo si reciben cheques como colaterales o garantía del dinero prestado.

El mercado de descuento de cheques es uno de los más peligrosos que existen gracias a las estafas y falsificaciones, y por ello lo mejor es no dejarse tentar por las tasas que se ofrecen y mantenerse alejado del mismo.

Endeudarse en dólares en la Argentina

Las devaluaciones bruscas y no tanto que se han dado en nuestro país en las últimas décadas demuestran que endeudarse en dólares (o en cualquier otra moneda dura) es sumamente riesgoso, que si bien puede funcionar bien en determinados períodos, cuando el dólar se “despierta” es común que tenga violentas subas que benefician a los colocadores y perjudica gravemente a los deudores de préstamos en divisa americana.

Sacar préstamos a tasa variable cuya cuota supere el 30% de nuestros ingresos

Por más que los bancos suelen tener en cuenta la relación ingresos/cuota en los préstamos otorgados, a veces es posible eludir esta limitación al solicitar otro tipo de crédito “a sola firma”, que generalmente no hacen hincapié en esta cuestión.

Tener que pagar cuotas que superen el 30% de los ingresos mensuales es la mejor manera de caer en un espiral de deudas y limitar la capacidad de gasto y ahorro.

Pedir un préstamo mirando la TNA

La tasa que suelen desglosar los bancos al ofrecer un préstamo corresponde a la TNA (tasa nominal anual), cuando la que debería interesarle al potencial deudor es la CFT (costo financiero total).

La diferencia radica en que la primera no tiene en cuenta una serie de costos derivados del préstamo, como seguro de vida, gastos administrativos e IVA sobre intereses, entre otros, mientras que la segunda sí.

La diferencia entre una y otra suele ser muy importante, por lo que mirar solamente la TNA puede dar una concepción errónea del costo del crédito.

Pensar en la jubilación estatal como garantía de ingresos

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Creer que el Estado se va ocupar de nosotros cuando llegue la edad del retiro es pecar de optimistas e ingenuos: la jubilación hoy en día sirve como complemento para aquellas personas que se encuentran en la tercera edad, pero no llega a suplir la totalidad de las necesidades económicas de los mismos.

Comenzar a ahorrar y construir con ello un fondo de retiro propio aparece como la mejor opción para no cometer un “suicidio financiero” en este campo.

Creer que al comprar en cuotas se le “gana” a la inflación

Creer que la compra en cuotas fijas le gana a la inflación es un grave error. Por más que el interés no sea visible al analizar el pago mensual, de seguro que está metido en la valoración total de lo comprado, y esto es fácilmente demostrable comparando el costo total financiado versus la compra del mismo bien en efectivo.

Para ganarle a la inflación con la compra en cuotas alguien tiene que perder, y pensar que el vendedor asume ese rol sería un poco ingenuo de nuestra parte.

Conclusión

En medio de una inflación que nadie sabe a ciencia cierta de cuánto es, una economía que amenaza con estancarse y el bombardeo constante para comprar de todo en cuotas fijas, muchos no saben cómo accionar financieramente y deciden “tirar la toalla”, llegando a comprometer seriamente su economía doméstica y la de su familia.

Frente a este desconcierto generalizado, estas 10 maneras de cometer un suicidio financiero pueden ayudar a la gente a saber qué es lo que NO tiene que hacer en materia de finanzas personales.