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    MUSEO DE

    LA BIBLIOTECA NACIONAL

    Sala de las Musas

    Del 3 de noviembre de 2009

    al 31 de enero de 2010

    Biblioteca N acional de Espaa

    GRANDES PGINAS PARAUNA

    PEQUEA HISTORIADE LA ASTRONOMA

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    EL hom bre m ir desde el principio a los cielos, porque intua

    que all encontrara una buena respuesta a sus interrogantes. N a-

    ci as la disciplina m s herm osa de todas las que ha prod uci-

    do la cultura hum ana: el estudio de lo que sucede en el cielo, que hoy

    conocem os com o A stronom a. Su im portancia es tal que es uno de

    los pocos saberes com unes a civilizaciones distintas, en lugares y po-

    cas diferentes.

    Aunque ha hab ido m uchas form as y enfoques para escudriar e

    interpretar los cielos, la que ha tenido m s xito, porque contesta bas-

    tante satisfactoriam ente nuestras preguntas, es la denom inada astro-

    nom a occidental y su enfoque cientfico. C om ienza con las prim erascivilizaciones del O riente M edio, pero adquiere un im pulso notable

    en la G recia clsica y, sobre todo, alcanza niveles insospechados

    con G alileo que, en su em peo p or entender el cielo, consigue algo

    an m s im portante: el m todo de la ciencia m oderna. N ew ton y Eins-

    tein la consagran al establecer leyes universales.

    Este m todo cientfico y nuestro perm anente inters por estudiar el

    cielo han revelado a nuestra civilizacin algunas de sus respuestas

    m s fascinantes: que no estam os en el centro del universo, ni siquie-

    ra en el centro del sistem a solar. Tam bin sabem os que nuestro univer-

    so tiene aproxim ad am ente 14.500 m illones de aos y que m uchos

    de los elem entos qum icos que com ponen nuestro planeta o, inclu-

    so, nuestro organism o, proceden d e gigantescas colisiones de estre-

    llas y galaxias. Q uines som os? Ya lo respondi el astrnom o C arl

    Sa gan: Som os, por encim a de tod o, polvo de estrellas. Sabem os

    tam bin que las m asas de los planetas y estrellas se atraen entre s,

    pudiendo calcularse esa atraccin e, incluso, descubrim os que tanto

    el tiem po com o el espacio son relativos.

    Aunq ue llegar a estas respuestas, conseguidas a travs del m to-

    do cientfico, no fue fcil; en el cam ino se desarrollaron otras ciencias

    y tecnologas hoy independientes: desde la fsica de partculas o la

    qum ica farm acutica a la gentica o la biologa del desarrollo. Pero

    todo em pez con estos gigantes que, m uchas veces arriesgando

    sus vidas, escribieron sus respuestas en libros m agnficos com o los que

    aqu se m uestran.

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    C uriosam ente, las obras que m s han influido en el pensam iento

    universal no han sido las de literatura, historia, sociologa o econo-

    m a, sino, precisam ente, estos libros de a stronom a que representan

    el inicio de la m anera cientfica de buscar las respuestas para en-

    tend er el m undo y a nosotros m ismos.

    Estos m anuscritos y prim eras ediciones trazan un b reve recorrido

    por la historia de la astronom a, ilustrando sus hitos o m om entos cla-

    ve a travs de las ricas colecciones de la Biblioteca N acional. Se tra-

    ta de una m uestra de tesoros bibliogrficos, pero tam bin de teso-

    ros de la ciencia, que explican cm o esta interacciona con la sociedad

    y el pensam iento de su poca: los libros enuncian leyes fsicas (de Ke-pler o de N ew ton) pero tam bin han provocado cismas im portantes

    en la historia occidental, com o los Dilogos de G alileo y el proceso

    inq uisitorial que este tuvo que sufrir por haberlos escrito, uno de los

    episodios histricos m s estudiados en los ltim os siglos.

    En este ao de 2 009, instituido com o Ao Internacional de la As-

    tronom a, al cum plirse cuatrocientos aos de las prim eras observacio-

    nes telescpicas de G alileo, se presenta esta disciplina, desde sus

    orgenes en el legado griego de Ptolom eo hasta sus ltim as apuestas

    para el tercer m ilenio, tales com o el recin inaugurado G ran Telesco-

    pio de C anarias. Sin olvidar, com o grandes aportaciones espaolas,

    la astronom a rabe o las tablas astronm icas de A lfonso X el Sabio.

    Abrim os pues nuestro p aseo por estas pginas de m om entos es-

    telares de la astronom a com o un reco rrido por las etapas de la

    m ejor disciplina creada para responder a los grandes interrogantes

    de nuestra existencia.

    G ran Telescopio de C ana rias por Pablo B onet

    (Instituto Astrofsico de C ana rias))

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

    UNA NUEVA DISCIPLINA

    PTOLOMEO, CLAUDIOAlmagesto [Manuscrito] / Ptolomeo ;traduccin latina de Gerardo de Cremona, S. XIIIMss/10113

    L

    A civilizacin de la antigua G recia no fue la prim era en preguntar-

    se cm o poda ser el universo y nuestra posicin en l. Pero s fuela prim era en aplicar a su estudio la lgica cientfica y el razonam ien-

    to m atem tico. Los pitagricos haban concluido ya por los siglos VIy

    V a. C . que la Tierra poda ser una esfera. Eratstenes (siglo IIIa. C .)

    m idi exitosam ente la circunferencia de la Tierra. Y Platn, un siglo

    antes que Eratstenes, ya haba im aginado un cosm os com puesto por

    esferas contenidas en otras esferas, en cuyo centro se encontraba la

    Tierra, tam bin esfrica.

    Aristteles dem ostr esta esfericidad cuando, durante un eclipse lunar,

    observ que la som bra proyectada por la Tierra sobre la Luna es siem -

    pre curva. A ristarco de Sam os (310 -23 0 a. C .) intent m edir las

    distancias que nos separan de la Luna y el Sol e intuy que era el Sol,

    y no la Tierra, el que estaba en el centro del sistem a solar. Hiparco

    (siglo IIa. C .) descubri que las posiciones relativas de los equinoc-

    cios y las estrellas fijas cam biaban con el tiem po. Los griegos num e-

    raron las estrellas y describieron las constelaciones, sirvindose de ins-trum entos inventados para sealar sus posiciones. Bien podra decirse

    que los cielos fueron su legado para la hum anidad.

    Toda esta sabidura se conserv gracias al ltim o de los grandes as-

    trnom os griegos, Ptolom eo (siglo IIa. C .), quien la com pil en un

    gran libro junto con sus propias ap ortaciones, tales com o la posi-

    cin central de la Tierra en el universo. La obra, conocida en Bagdag

    desde el siglo VIII, se tradujo al rabe bajo el ttulo de al-M ajisti,es

    decir, obra m agna. Siglos m s tarde se tradujo del rabe al latn en

    la Escuela de Traductores de Toledo y se difundi por la Europ a O c-

    cidental con el ttulo latinizado de Alm agesto.

    ABUYAFAR AHMAD BENYUSUF IBN KAMMAD

    Astronomia (h. 1-18v). Geber, Tabule astronomie (h. 18v-23).[Tablas astronmicas, sin ttulo] (h. 27-66) [Manuscrito], 1262MSS/10023

    DESDE el siglo VIII, en que los rabes tradujeron elAlm agesto, has-ta los siglos XIIIy XIV, el desarrollo de las m atem ticas y la as-tronom a no tuvo lugar en la Europa cristiana, sino en O riente M e-

    dio, el norte de frica y la Espaa rabe. Es decir, los estudiosos

    que propiciaron el im pulso cientfico eran en su m ayor parte islm i-

    cos. M atem ticos y astrnom os rabes trabajaron a partir de los m -

    todos grieg os descritos en elAlm agestoy otras obras. Y construye-

    ron grandes observatorios en B ag dag, El C airo y D am asco, donde

    usaban instrum entos de cierta com plejidad para trazar los m ovim ien-

    tos planetarios.

    Los astrnom os rabes, no obstante, nunca cuestionaron el m odeloptolem aico segn el cual la Tierra estaba en el centro del universo.

    Entre ellos destac al-Fargani (s.IX), quien trat de calibrar de nuevo

    el tam ao de las esferas de Ptolom eo y de hallar otro dato m s fas-

    cinante: la distancia desde la Tierra hasta la esfera que contena las

    estrellas, la m s lejana de todas, que era tanto com o calcular la dis-

    tancia desde la Tierra hasta el lm ite del cielo. D escubri que esa dis-

    tancia era inm ensa: 120 m illones de kilm etros. Seg n los clculos

    actuales, la distancia a la estrella m s cercana es aproxim adam ente

    un m illn de veces superior a la estim acin de al-Fargani.

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

    IBNAL-ZURQALLA, IBRAHIM B.Yahy Canones ad tabulas tholetanasTratados de Astronoma [Manuscrito], S. XIIIMSS/10009

    LA astronom a ptolem aica, preservada y m ejorada por los astrnom osrabes, se filtr m uy lentam ente en la Europa O ccidental a partir delsiglo XI. Y fueron m uchos los pensadores europeos que los m encionaron

    com o C oprnico, en su De revolutionibus.En Europa, el conocim iento

    de Ptolom eo y la astronom a griega lleg casi sim ultneam ente con latraduccin al latn de Aristteles (realizada en el siglo XII). La obra de

    Aristteles produjo tal im pacto en los eruditos medievales que com enza-

    ron a considerarle el filsofo, la m xim a autoridad del pensam iento,

    tam bin en ciencia y cosm ologa.

    Sin em bargo, un im portante escollo para la ciencia del M edievo fue

    la preem inencia d e la Iglesia, m s preocupada p or arm onizar las

    recin descubiertas ob ras de Ptolom eo y A ristteles con la Biblia

    que por descub rir el funcionam iento del universo.

    DANTE ALIGHIERI (1265-1321)La Divina Commedia [Manuscrito]. Inc.: Nel meo del ca-min di nostra vita (h. 2)... Exp.: La mor che muovel sole e lal-tre stelle (h. 87v), S. XIV

    Vitr/23/3

    LA astronom a aristotlico-ptolem aica fue usada por la Iglesia catlicacom o una herram ienta proselitista que proporcionaba una estructurageom trica y visual eficiente para explicar a sus fieles conceptos judeo-

    cristianos m edievales m uy abstractos. Situaba todo lo creado por Dios

    alrededor de una Tierra estacionaria ubicada en el centro absoluto. Un

    lugar desagradable, para Aristteles; abandonado por la gracia de D ios,

    segn los judeocristianos; y m insculo para al-Fargani, tras sus clculos.

    Esta representacin visual fue tan potente y sugerente que incluso se utiliz

    en la literatura. Dante, en el siglo XIV, describe en su Divina com edia el cen-

    tro de la Tierra com o el punto m s perverso y vil del universo al que se

    llega atravesando los nueve crculos infernales. El ascenso al trono de D ios

    se logra a travs de las esferas celestiales (donde se ubican los planetas

    de Ptolom eo). El talento potico de Dante, junto con el inters de la Igle-

    sia, elevaron este m odelo astronm ico a la categora de nuevo dogm a.

    ALFONSO X, Rey de Castilla[Libro de las tablas alfonses. Latn] Tabulae astronomicae[Texto impreso] / cum canonibus Lucilii SantritterVenezia : J ohannes Hamman, 31 octubre, 1492INC/340

    LA corte d e C astilla se convirti en el siglo XIIen uno de los m ayo-res focos culturales del m undo, donde el rey A lfonso X (1221-1284)patrocin el que puede considerarse com o el prim er program a euro-

    peo de investigacin. Los cientficos de la corte castellana com pila-

    ron todo el conocim iento astronm ico conocido en los Libros del sa-

    ber, una enciclopedia en la que ya se dibuj la rbita de M ercurio en

    form a de elipse. Posteriorm ente, elaboraron las prim eras tablas astro-

    nm icas que se confeccionaban desde las de Ptolom eo, las denom i-nadas Tablas alfonsinas, en las que se actualizaron los datos de num e-

    rosas estrellas o se catalogaron m uchas otras por vez prim era.

    Auspiciadas por el rey cristiano, las observaciones originales se de-

    ben al rabe cordobs al-Zarkali y su revisin a cientficos judos co-

    m o Isaac ben Sid o Yehuda ben M oshe. Se p ublicaron directam ente

    en la lengua vulgar (castellano) y no en latn, lo que era bastante no-

    vedoso en la poca . Las Tablas alfonsinas se difundieron rpida-

    m ente en toda Europa y m uchos las consideran com o el punto de

    arranque de la ciencia europ ea no islm ica.

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

    COPERNICUS, NICOLAUS (1473-1543)Nicolai Copernici Astronomia instaurata [Texto impreso]:libris sex comprehensa qui De revolutionibus orbium coelestiuminscribuntur ... / opera et studio D. Nicolai Mulerii ...Amstelrodami : excudebat Wilhelmus Iansonius ..., 1617R/38605

    LAS Tablas alfonsinas llegaron, entre otros m uchos, a un joven estu-

    diante de veintids aos de la U niversidad de C racovia (Polonia)

    llam ado N icols C oprnico (1473-1543). Tras el exha ustivo estu-

    dio que d em uestra el ejem plar que le perteneci, profusam ente ano-

    tado, concluy que las observaciones no casaban con el m odelo cos-

    m olgico vigente, el de Ptolom eo/ Aristteles. En su lugar, propuso

    una teora heliocntrica en la que tanto la Tierra com o el resto de

    los planetas se m ovan alred edor del Sol en rbitas circulares. C on

    ello, consigui sim plificar los clculos de teoras anteriores y, sobre to-

    do, que coincidieran con las observaciones de las Tablas alfonsi-

    nas. Todo esto se public en De revolutionibus orbium coelestium(So-

    bre las revoluciones de los cuerpos celestes), un libro esencial para la

    historia de la astronom a concluido en 1530 y que, por tem or a la re-

    accin eclesistica, no vera la luz hasta trece aos m s tarde, m eses

    antes de la m uerte de su autor.

    BRAHE, TYCHO (1546-1601)Tychonis Brahe Astronomiae instauratprogymnasmata [Texto impreso]Typis inchoata Vraniburgi Dan;absoluta PragBohemi:[Absolvebatur Typis Schumaniani], 1602-1603R/38621 - R/38622

    TRES aos despus de la m uerte de C oprnico y de la publicacinde su libro, naca en D inam arca Tycho Brahe (1546-1601), unnoble que p as su vida recopilando datos referentes al m ovim iento

    de los planetas en el m ayor laboratorio astronm ico de aquel tiem po,

    el construido por Federico II, rey de D inam arca. Sus m edidas, rea li-

    zadas por observacin directa, eran de una precisin extraordinaria.

    Brahe construy un m od elo cosm olg ico en el que el Sol y la Luna gi-

    raban alrededor de la Tierra, en tanto que los dem s planetas lo ha-

    can alrededor del Sol. En 1572 observ una nova (estrella en explo-

    sin) en C asiopea. Ya hab a sido detectad a en el ao 1 34 a. C .,

    pero l constat que se trataba de una estrella fija exterior al siste-

    m a solar, hoy conocida com o la Estrella de Tycho. La observ d u-

    rante ao y m ed io, y public los resultados en el tratado D e nova

    stella (1573), provocando una verdadera conm ocin, ya que hasta

    entonces, desde la poca de Aristteles, se haba aceptado la natu-

    raleza eterna e inm utable de las estrellas. Y esta nueva estrella apa-

    reca y d esapareca.

    En 1 600 se le une un ayudante que llegara a ser uno de los grandes

    astrnom os de tod os los tiem pos, Johannes Kepler (1571-1630), a

    quien Brahe dej la responsabilidad de publicar su preciado catlo-

    go de estrellas, las tablas llam adas rodolfinas (1627), en honor de su

    protector Rodolfo II, y que sustituiran a las alfonsina s.

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    KEPLER, J OHANNES (1571-1630)Astronoma nova ... sev Physica coelestis[Texto impreso] / Tradita commentarijsde motibvs stellae Martis ex observationibus.G.V. Tychonis Brahe ; plurium annorumpertinaci studio elaborata Pragae ... J oanne KepleroPragae. : [s.n.], Anno Aerae Dionysianae MDCI X (1609)GMG/1461

    LAS m edidas de Brahe eran m ucho m s precisas que las alfonsinas.

    G racias a ellas, su joven ayudante K epler pudo descubrir que la

    diferencia de alrededor de ocho m inutos de arco existente entre los

    datos recogidos sobre el m ovim iento de M arte y las previsiones de la

    teora copernicana se puede resolver si se supone que los planetas

    recorren su propia rbita a una velocidad no constante. La consecuen-

    cia es la segunda ley de Kepler, llam ada ley de las reas: Las reas

    recorridas por el radio vector son proporcionales a los tiem pos em ple-

    ados en recorrerlas. C om o una velocida d no constante solo puede

    adm itirse si las rbitas no son circulares, es necesario entonces asu-

    m ir la prim era ley: Los planetas recorren rbitas elpticas en las que

    el Sol ocupa uno de los focos. Todo ello lo public en 1 609 en su

    Astronom a nova, libro fundam ental en la historia de la ciencia. En el

    prlogo de esta ob ra, el m ovim iento de los planetas se establece

    com o un m ero equilibrio de fuerzas entre los em pujes central y tan-

    gencial del Sol.

    KEPLER, J OHANNES (1571-1630)[Harmonices mundi] Ioannis KeppleriHarmonices mundi libri V ... [Texto impreso]Lincii Austriae : Sumptibus Godofredi Tampachii Bibl.Francof. : Excudebat Ioannes Plancvs, 1619R/7694

    PESE a una vida m arcada por el infortunio el fallecim iento de

    su fam ilia, las persecuciones religiosas y la pobreza, Kepler no

    desisti de sus estudios. En 1619 publica su H arm onices m undi, obra

    en la que enuncia la llam ada tercera ley de K epler, segn la cual los

    cuadrados de los tiem pos de revolucin son prop orcionales a los cu-

    bos de los sem iejes m ayores de las rbitas. Para deducirla elabor

    todo tipo de relaciones entre las m edidas heredadas de Brahe. Es-

    crita en una poca de su vida m uy difcil, en esta obra m enudean

    las consideraciones teolgicas, m sticas y poticas.

    A continua cin, se volc en la elaboracin de las Tab las rod olfi-

    nas. G racias a K epler y sus leyes los datos de Brahe fueron algo m s

    que una farragosa enunciacin de cifras, convirtindose en una he-

    rram ienta esencial para la astronom a. Hasta m ediados del siglo XV III

    se consideraron las m s exactas para deducir la posicin de los pla-

    netas, e incluso, m ed iante el tratam iento en serie de sus datos, fue-

    ron el m aterial m s valioso que us N ew ton para deducir la ley d e

    la graved

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

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    CIENTFICOS O HEREJES

    GALILEI, GALILEO (1564-1642)Siderevs nvncivs magna, longeque admirabiliaSpectacula pandeus, sus piciendaqueprononous vincuique ... [Texto impreso]Venetiis : Apud Thoman Baglionum, 16102/40418

    EN el m ism o ao de 1 609 en que Kepler public su Astronom a nova,G alileo (1 564 -1 642 ) construy su telescopio, basndose tansolo en las noticias que posea sobre su invencin. C on la m ayor re-

    solucin ptica que perm ita su artesanal telescopio observ com o

    nunca se haba hecho hasta entonces la Luna o el Sol. U na noche de

    invierno de 1610, escudriando a Jpiter, detect tres pequeos pun-

    tos de luz (finalm ente encontr cuatro) alineados con ese planeta. C o-

    m o el m agnfico cientfico que era concluy que solo poda tratarse

    de lunas que giraban alrededor de Jpiter, al igual que nuestra luna

    orbita la Tierra. O bjetos nunca vistos desde el principio del m undo

    hasta nuestro tiem po, escribi.

    Lo que pareca un sim ple descubrim iento cam bi el pensam iento oc-

    cidental, pues la existencia de satlites que giraban alred ed or de J-

    piter pona en entred icho el dogm a de la Iglesia segn el cua l un

    solo cuerpo (la Tierra) constitua el centro absoluto de todo el m ovi-

    m iento del universo.

    Inm ediatam ente (1610) public este hallazgo en otra obra fundam en-

    tal de la astronom a:Sidereus nuncius (El m ensajero sideral).

    KEPLER, J OHANNES (1571-1630)Ioannis Kepleri ... Dissertatio cum nuncio sidereo ... Galilaeo Galilaeo ... [Texto impreso]Francofurti : apud D. Zachariam Palthenium, 16112/34923(4)

    U

    NA copia d elSidereus nuncius lleg a m anos de Kepler en Pra-

    ga. M aravillado, escribi una extensa carta a G alileo que pos-teriorm ente fue publicada bajo el ttulo de C onversacin con el m en-

    sajero sideral. En ella, Kepler elogia encendidam ente los descubrim ientos

    y las teo ras de G alileo , insinund ole q ue le regalara o prestara

    uno de los telescopios con los que aquel sola obsequiar a los nob les

    italianos.

    G alileo le agradeci la carta y le contest: H a sido usted el prim e-

    ro, y prcticam ente el nico, que ha dem ostrado tener fe en m is ase-

    veraciones. Pero no le envi ninguno de los ya fam osos telescopios

    que construa para m ejorar sus ingresos. Finalm ente, fue un conocido

    com n quien se lo prest a Kepler.

    G alileo nunca lleg a ver los telescopios originales holandeses, pero

    los perfeccion notablem ente sustituyendo una de sus dos lentes cn-

    cavas por una convexa, con lo que se obtena una im agen correcta,

    frente a la invertida de los holandeses.

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    HEYDEN, J ACOB VAN DER (1573-1645)[Retrato de Galileo Galilei][Material grfico] / J ac. Ab Heyden [sculpsit][S.l. : s.n., entre 1590 y 1645?]AguafuerteII/616

    G ALILEO G alilei naci en Pisa en 1 564. La fam ilia tena una bue-na posicin social, con antepasados prestigiosos, y el padre,Vincenzo G alilei, fue un virtuoso intrprete y m sico terico. Los ingre-sos fam iliares eran, sin em bargo, escasos; m s an tras la m uerte

    de Vincenzo , cuando a sus veintisiete a os G alileo tuvo que

    hacerse cargo de sus tres herm anos m enores y de la deuda contra-

    da para costear la g enerosa dote prom etida a una de sus herm anas,

    m otivo de denuncias y litigios con el cuado. Por su parte, G alileo

    nunca se cas, pero tuvo tres hijos. A su com plicada situacin fam i-

    liar se aadan las dificultades econm icas propias de los docentes

    de la poca, cuyas plazas dependan, adem s, del apoyo de be-

    nefactores y m ecenas.

    Fue el prim er cientfico en el sentido m oderno, al sostener que la m e-

    jor aproxim acin a la verdad solo se obtiene con la experim entacin

    y se revela en el lenguaje m atem tico. Por dem ostrarlo, la Inquisicin

    lo encarcel de p or vida en su dom icilio de Florencia, donde m uri

    en 1642 con casi 78 aos.

    GALILEI, GALILEO (1564-1642)Istoria e dimostrazioni in torno alle macchiesolari e loro accidenti [Texto impreso]In Roma : Appresso Giacomo Mascardi, 16132/16482

    G ALILEO estaba fascinado con su telescopio. El m ismo a o en quedescubri las luna s de Jpiter (16 10), apuntndolo hacia elSol, com prob que este presentaba unas m anchas oscuras. Esto supo-

    na una verdadera hereja, pues el Sol era un sm bolo de D ios y, por

    tanto, deba ser perfecto e inm utable; jam s podra estar m anchado.

    G alileo, conoced or de lo controvertido de su hallazgo, quiso asegu-rarse de que las m anchas no eran sim plem ente debidas al transito de

    algn p laneta. D e tanto observar el Sol qued prcticam ente ciego,

    pero d em ostr que era im perfecto, porque tena m ancha s y que,

    adem s, no era inm utable, pues las m anchas cam biaban de form a y

    posicin.

    El sab io italiano public sus hallazgos y sus m aravillosos dibujos so-

    bre las m anchas solares en su libro H istoria y dem ostraciones sobre

    las m anchas solares y sus propiedades (1613). Su castigo p or sos-

    tener esta evidencia fue tal que, prcticam ente, ningn cientfico se

    atrevi a m irar al Sol hasta 1843, cuando Sa m uel H einrich Scha-

    w abe anunci, tras estudiarlo detenidam ente, que el nm ero de m an-

    chas pareca crecer y m enguar en un ciclo de diez aos. Este ltim o

    descubrim iento fue el com ienzo del m oderno estudio de la fsica so-

    lar, pero G alileo fue el brillante pionero.

    1514

    Grandes pginas para una pequea historia de la AstronomaCientficos o herejes

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    GALILEI, GALILEO (1564-1642)Tractatus de proportionvm instrumento quvd merito Com-pendium universae Geometrice dixevis ... [Texto impreso]Ed. SecundaArgentorati : typis Davidis Hautti, 16352/37013

    UNO de los grandes prob lem as de la ciencia de la poca deG alileo eran los bajos salarios con los que cientficos y profeso-res apenas podan sobrevivir. Por lo que m uchos de ellos ap licaronsus conocim ientos a la invencin de artilugios que com ercializaban

    com o fuente de ingresos adicionales.

    El sabio italiano dem ostr para ello notable habilidad. Antes del te-

    lescopio, desarroll un artilugio conocido com o com ps, un instru-

    m ento de m etal graduad o que poda em plearse com o calculadora.

    A l principio fue m uy usado por los artilleros para calcular las eleva-

    ciones req ueridas pa ra dispa rar sus cao nes a d istintas distan-

    cias. La fam a y utilidades del instrum ento fue en aum ento, utilizn-

    dose tanto para calcular el cam bio de divisas com o el inters

    com puesto. G alileo venda los com pases y, adem s, im parta cla-

    ses sobre cm o utiliza rlos. Este Tratadoes un m anual de geom e-

    tra prctica donde se abordan este y otros asuntos. C osech bas-

    tante xito. D e hecho, esta es la segunda edicin de su traduccin

    al latn desde el italiano.

    GALILEI, GALILEO (1564-1642)Il Saggiatore [Texto impreso]Roma : Giacomo Mascardi, 16233/69246 (1)

    GALILEO contina realizando observacin em prica pero, a la vez,

    desarrolla un m tod o y lo hace en uno de sus libros m s suges-

    tivos,El ensayador, donde proclam a una idea que ha influido m uch-

    sim o en el pensam iento occidental posterior: La naturaleza est es-

    crita en lenguaje m atem tico. Es decir, com prensible por los hum anos

    y susceptible de ser descodificado. Recha za, por tanto, los argum en-

    tos de autoridad. El siguiente prrafo ha sido clave en el desarrollo

    cientfico de O ccidente; G alileo responda de esta m anera tan m or-daz a una interpretacin totalm ente fantasiosa que haban hecho los

    jesuitas sobre los com etas:

    M e parece, por lo dem s, que Sarsi tiene la firm e conviccin de que

    para filosofar es necesario apoyarse en la opinin de cualquier c-

    lebre autor, de m anera que si nuestra m ente no se esposara con el ra-

    zonam iento de otra, debera quedar estril e infecund a; tal vez pien-

    sa que la filosofa es com o las novelas, producto de la fantasa de un

    hom bre, com o p or ejem plo la Ilada o elO rlando furioso, donde lo

    m enos im portante es que aquello q ue en ellas se narra sea cierto.

    Sr. Sarsi, las cosas no son as. La filosofa est escrita en ese grand-

    sim o libro que tenem os ab ierto ante los ojos, quiero decir, el univer-

    so, pero no se puede entender si antes no se aprend e a entender la

    lengua, a conocer los caracteres en los que est escrito. Est escrito

    en lengua m atem tica.

    1716

    Grandes pginas para una pequea historia de la AstronomaCientficos o herejes

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    GALILEI, GALILEO (1564-1642)Dialogo Doue nei congressi di quattrogiornate si discorre sopra i due massimisistemi del mondo Tolemaico e Copernicano [Texto impreso]Fiorenza : Per Gio. Batista Landini, 16322/25572

    PUESTO que El ensayador, donde G alileo expona tm idam ente elm odelo heliocntrico copernicano, haba p asado la revisin de laIglesia, G alileo escribi otro libro donde defenda su tesis de m ane-ra m s clara: D ilog o sobre los dos m xim os sistem as del m undo

    (1632). C onocido com o Dilogo, es una de las obras m s im portan-

    tes del pensam iento universal. En l defiende (y dem uestra) el m ode-

    lo copernicano segn el cual es la Tierra la que gira alrededor del

    Sol, y no al contrario. Tam bin afirm a que el Sol tiene m anchas oscu-

    ras que cam bian con el tiem po, con lo cual no es ni perfecto ni inm u-

    table com o crean los telogos. Sabedor de que iba a desatar las iras

    de la Iglesia, escribi la obra en form a de dilogo, un recurso g rie-

    go que permita ensear teoras no convencionales sin que pareciera

    que el autor las aprobaba.

    El libro no solo es una joya del pensam iento cientfico sino tam bin

    de la literatura. Los personajes no eran inventados, sino que podan

    deducirse fcilm ente sus identidades. Por un lado est Salviati, que

    representa al propio G alileo exponiendo su teora. En el otro extrem oencontram os a Sim plicio, con el que es fcil relacionar al papa

    U rbano VIII. En m edio de am bos, incorpora un m oderador, en teora,

    neutral: Sa gredo, a quien la hbil plum a de G alileo va decantando

    por los postulados de Salviati.

    GALILEI, GALILEO (1564-1642)Systema cosmicum, in quo dialogis IV.de duobus Mundi systematibus, Ptolemaico et Copernico[Texto impreso]Lugduni : Sumptibus Ioan. Antonii Huguetan ..., 16412/21192

    EL Dilogode G alileo tuvo un xito arrollador. Se tradujo rpida-

    m ente a l latn desde el origina l italiano, e incluso al chino, an-tes de los cinco aos. Ledo por todos los estam entos culturales, aca-

    b para siem pre con el m odelo cosm olg ico ptolem aico q ue haba

    im perado durante 1 .600 aos. Su influencia fue tal que un ao des-

    pus de pub licad o, en 1 633, la Iglesia catlica am enaz a G ali-

    leo, que ya tena 70 aos, con torturarlo si no se retractaba. G a-

    lileo, gravem ente enfermo de artritis, se aterroriz ante la posibilidad

    de ser som etido a los potros de tortura del Santo O ficio y prefiri

    la retractacin.

    U n extracto del texto de condena seala: Por cuanto t, G alileo []

    fuiste denunciado, en 1 615, a este Santo O ficio por sostener com o

    verda dera una falsa doctrina enseada por m uchos, a saber: 1. La

    proposicin de ser el Sol el centro del m undo e inm vil en su sitio es

    absurda, filosficam ente falsa y form alm ente hertica, porque es

    precisam ente contraria a las Sagradas Escrituras. 2. La proposicinde no ser la Tierra el centro del m undo, ni inm vil, sino que se m ue-

    ve, y tam bin con un m ovim iento diurno, es tam bin absurda, filos-

    ficam ente falsa y, teolgicam ente considerada, por lo m enos, errnea

    en la fe.

    1918

    Grandes pginas para una pequea historia de la AstronomaCientficos o herejes

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

    Cielo. Hemisferio Norte. Cosntelaciones. 1793Hemisferio Septentriol [Material cartogrfico]/ Vicente Lpez Enguidanos incidit. [S.l.: s.n], 1793Mr/21

    CUNTO m ide el cielo? C op rnico haba hallado q ue la dis-tancia entre la Tierra y el Sol era de 3,2 m illones de kilm e-tros. Tycho Brahe la am pli a 8 m illones y Kepler a 2 2,4 m illones

    de kilm etros. En el siglo XVIIel desarrollo de los instrum entos de m e-

    dida y el trabajo de Kepler o G alileo permitieron a otros astrnom os,com o C assini o Flam steed , m edir de form a m s exacta el cielo. En

    1673 se ca lcul que el Sol estaba a 140 m illones de kilm etros de

    la Tierra (la m edida actual establece 149,5 m illones de kilm etros).

    A finales de la dcada de 1670 se em pez a sospechar el gran ta-

    m ao del sistem a solar: el universo m s all del Sol, donde estaban

    todas las estrellas, deb a ser extraordinariam ente inm enso.

    GALILEI, GALILEO (1564-1642)Discorsi e dimostrazioni matematiche intorno due nuovescienze attenenti alla Mecanica & i Movimenti locali ...[Texto impreso] Leida : Appresso gli Elsevirii, 16383/49976

    SEGN la leyenda, tras su retractacin, G alileo pronunci las c-leb res palabras eppur, si m uove (y sin em bargo, se m ueve).Susenem igos los jesuitas derrotaron y hum illaron pblicam ente al m ayor

    cientfico de todos los tiem pos, condenndolo a prisin perpetua,

    quem ando ejem plares de su obra y leyend o su sentencia en tod as

    las universidades.

    A s y todo, anciano, enferm o, cieg o, hum illado y recluido, G alileo

    fue capaz de term inar el m s im portante de todos sus libros Discursos

    y dem ostracin m atem tica en torno a dos nuevas ciencias relaciona-

    das con la m ecnica (1638). A lejad o de la astronom a por im pera-

    tivo inquisitorial, recopil en Dos nuevas ciencias todos sus trabajos

    sobre m ecnica, inercia y pndulos, y sobre la fuerza de los cuerpos,

    aplicando el anlisis m atem tico a asuntos cuyo estudio hasta en-

    tonces haba sido prerrogativa de filsofos o telogos. C onsiderado

    el prim er texto cientfico en el sentido m oderno, fue sacado clandes-

    tinam ente de Italia por discpulos de G alileo e im preso en Leiden,

    en 1638. El texto influy enorm em ente en el desarrollo cientfico y tec-

    nolg ico de todos los pases europeos del m bito no catlico.

    Cielo. Hemisferio Sur. Constelaciones. 1700. (Ca. 1725)Planisphaerii Coelestis Hemisphaerium Meridional[Material cartogrfico] : Calculatum ad finem Anni MDCCpro Aevo XVIII praesente / multis Stellis autum et edituma Carolo Allard. Escala indeterminada. Amstelo-Batavo[Amsterdam] : Ex officina I. Covens et C. Mortier, [Ca. 1725]Mr/21

    EN el ao 1700 ya casi todos los astrnom os coincidan en que la Tie-

    rra rota sobre su propio eje y orbita alrededor del Sol. Sin em bargo,

    nadie pudo detectar un cam bio anual en la posicin de las estrellas. El pa-

    ralaje estelar se define com o el cam bio aparente en la posicin de una es-

    trella causado por el desplazam iento del globo de un extrem o a otro de larbita terrestre. C uando regresam os a la posicin inicial en la rbita des-

    de donde observam os la estrella, esta recupera su posicin original.

    Las estrellas y el Sol se m overan com o la Tierra o estaban fijas? En

    1700 los astrnom os intuan que deban m overse; es decir, que de-

    ba de haber cam bios en el paralaje estelar, pero los telescopios no

    eran lo suficientem ente sofisticados para detectarlo. H ubo que espe-

    rar a la m ejora en la precisin de m edida de los instrum entos de la

    Revolucin Industrial para detectar que, efectivam ente, el Sol no es in-

    m vil, sino que se desplaza por la Va Lctea y que el resto de las es-

    trellas tam bin lo hacen dentro de la galaxia.

    Cientficos o herejes

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    LA CONQUISTA DEL COSMOS

    NEWTON, ISAAC, SIR (1642-1727)Philosophiae Naturalis Principia mathematica[Texto impreso] / auctore Isaaco Newtono ...Editio secunda auctior et enmendatiorCantabrigiae : [s.n.], 17133/47518

    ELao en que m uri G alileo naci el que ha sido considerado com oel m ayor cientfico de todos los tiem pos, Isaac N ew ton (1642-1727).G alileo haba intuido que el universo se rige por leyes que el ser hu-

    m ano poda llegar a com prender, pero no las pudo establecer. Fue en

    1687 cuando N ew ton, a partir de los datos de Brahe, las leyes de Ke-

    pler y lasDos nuevas cienciasde G alileo, orden todo ese disperso co-

    nocim iento. C on una brillantez m atem tica im pecable estableci las le-

    yes universales que rigen el m undo y las public en su Philosophiae

    naturalis principia m athem atica,libro pico en la historia de la ciencia.

    Y, en palabras del escritor Alexander Pope, se hizo la luz.

    A parecen las fam ossim as tres leyes de N ew ton, conocidas de to-

    dos los escolares desde entonces: la ley de la inercia, la ley funda-

    m ental de la dinm ica, y la ley de accin y reaccin.

    D espus dedujo la ley de la gravitacin universal, cuyo enunciado

    afirm a: Dos cuerpos cualesquiera se atraen recprocam ente con una

    fuerza directam ente p roporcional a sus m asas e inversam ente p ropor-

    cional al cuadrado d e la d istancia q ue los separa.

    HALLEY, EDMOND (1656-1742)Catalogus Stellarum Australium [Texto impreso]/ Authore Edmundo HalleioLondini : Typys Thomae J ames TypographiMathematici Regii, 1679GMm/280

    E

    L im pacto social de la obra de N ew ton no tena precedentes his-

    tricos: dem ostraba que el universo, y todo lo que hay en l, des-de los planetas hasta una m anzana que ca e del rbol, funciona se-

    gn unos principios esencialm ente m ecnicos. El m undo no estaba ya

    regido por la m agia o por los dioses, sino por ecuaciones m atem ti-

    cas inteligibles que describan leyes generales.

    N ew ton, no obstante, no era partidario de publicar sus hallazgos. Fue su

    am igo Edm ond H alley (1656-1742) quien le anim y financi su libro.

    H alley, astrnom o real, perteneca, junto a N ew ton, a la Royal So-

    ciety. A los veinte aos em prendi un largo viaje a la isla de Santa

    Elena donde, siguiendo los pasos de John Flam steed, determ in la po-

    sicin de 341 estrellas que le llevaron a recopilar el catlogo de las

    estrellas australes, editado en Londres en 1679.

    Cielo. Hemisferio Sur.Constelaciones. 1793Hemisferio Meridional [Material cartogrfico]/ Vicente Lpez Enguidanos incidit[S.l. : s.n], 1793Mr/21

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

    HALLEY, EDMOND (1656-1742)Tabulae astronomicae [Texto impreso]Londini : J ames, 17203/34333

    A PLICANDO los m tod os de clculo a naltico inventados por N ew -ton, H alley reco nstruy las rbitas de veinticuatro com etasconocidos por entonces, com probando q ue las de tres de ellos (vis-

    tos en 1531, 1607 y 1 682), eran sim ilares. Prop uso entonces la

    idea de que se trataba de un nico cuerpo celeste, ob servad o entres retornos sucesivos, y pronostic su regreso para el ao 1758.

    M uchas cosas m e hacen creer que el com eta observado por A pia-

    no en el ao 15 31 es el m ism o q ue Kepler y Regiom ontano des-

    cribieron m s adecuad am ente en 1 607, y el que yo he visto volver

    y he observado en el ao 1 682.

    En confianza , podra predecir su vuelta para 1758. Si esta previsin

    es respetad a, no ha y razn pa ra dudar que tam bin los otros com e-

    tas volvern. En 1 758, diecisis aos despus de la m uerte de H a-

    lley, el com eta a pareci y fue nom brado com o su descubridor.

    HERSCHEL, J OHN F. W., SIR (1792-1871)Grandes descubrimientos astronmicoshechos recientemente por Sir J ohn Herschelen el Cabo de Buena Esperanza [Texto impreso]/ Traducido del ingls por Francisco de CarrinBarcelona : Ignacio Estivill, 1836R/33998

    DESPUS del telescopio de G alileo, se necesitaron telescopios m a-yores para observar m s all del sistem a solar. En 1 773 W i-lliam H erschel construy uno de 1 8 cm de apertura y descubri, jun-

    to a su herm ana C aroline, el planeta U rano. C on un telescopio an

    m ayor (1,22 m de espejo y una distancia foca l de 12,2 m ), aco-

    m eti su m ayor proyecto: determ inar la estructura de nuestra gala-

    xia, la Va Lctea. C oncluy que tena form a de d isco y que este

    era m s grueso en el centro. Situ al Sol com o una de las estrellas

    que estn en ese centro. (H oy se sabe q ue nuestra galaxia tiene for-

    m a de espiral y que el Sol no est en el centro, sino en uno de losbrazos). U no de sus hallazg os m s notab les fue com prob ar que el

    Sol no era inm vil, sino que se m ueve y en su trayectoria arrastra

    a todos los planetas que orbitan a su alred ed or. (En la actualidad

    se sabe q ue g ira alrededor del centro de la Va Lctea donde

    se ha detectado un agujero neg ro a 220 km / s y que tarda 250

    m illones de aos en com pletar la rbita).

    En 1 83 3 su hijo John, otro de los grandes astrnom os de la po-

    ca, realiz observaciones en el hem isferio sur. Posteriorm ente junt

    sus observaciones con la base de datos de su padre, elab orando el

    m ayor y m ejor catlog o d e cm o era el universo a m ediad os del

    siglo XIX. John H erschel fue el prim ero en usar otra de las grandes he-

    rram ientas que revolucion la astronom a: la fotografa. Ya no haca

    falta recordar o d ibujar dnde estaban y cm o variaban los objetos

    estelares con el tiem po.

    La conquista del cosmos

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

    EINSTEIN, ALBERT (1879-1955)Teora de la relatividad especial y general [Texto impreso]Madrid : [S.n.], 1921 ([Toledo] : [Imp. de Suc. de S. Pelez])VC/15774/12

    A com ienzos del siglo XX, Albert Einstein (1879-1955) revolucionla astronom a al introducir en la ciencia el concepto de relativi-dad: la nocin de que no hay m ovim ientos absolutos en el universo,

    com o establece la m ecnica clsica de N ew ton, sino relativos. La

    teora de la relatividad dem uestra, por ejem plo, que no residim os enun espacio plano o euclidiano uniforme o que no existe un tiem po ab-

    soluto para cada acontecim iento, sino un entorno diferente en el es-

    pacio-tiem po curvad o.

    Si decisiva es la relatividad para la era nuclear, donde realm ente se

    ha notado su influencia ha sido en la astronom a: cam bi para siem -

    pre nuestra concepcin del universo: el big-bang, las estrellas de neu-

    trones, el universo en expansin o los agujeros negros son concep-

    tos que no pueden entenderse sin la relatividad.

    La teora consta de dos partes independientes. De ellas, la relatividad

    general, publicada en 1 916, explica m uchos fenm enos de la astro-

    fsica m oderna, com o la relacin entre el espacio-tiem po y la m ate-

    ria: considera que la gravedad es la interaccin que las vincula. Exis-

    te un aforism o que lo resum e: La m ateria le dice al espacio-tiem pocm o ha de curvarse; el espacio-tiem po le dice a la m ateria cm o ha

    de m overse.

    HALE, GEORGE ELLERY (1868-1938)Ten years work of a mountain observatory[Texto impreso] Washington : Carnegie Institution, 19157/36391

    LA teora general de la relatividad no fue m uy b ien recibida en unprincipio porque las condiciones para com probar sus postuladosestaban m uy alejadas de lo que pod a experim entarse en la Tierra.

    Se necesitaban telescopios e instrum entos gigantescos y, sobre to-

    do, extraordinariam ente caros. G eorge Ellery H ale (1868-1938),

    cuando an era investigador predoctoral, invent el espectroheli-grafo, un instrum ento que se revel fundam ental para el exam en de

    la atm sfera y de la superficie del Sol a longitudes m uy p recisas,

    lleg ando a fotografiar las protuberancias solares. Pero H ale se ca-

    racteriz sobre todo por una extraordinaria habilidad para buscar

    benefactores y determ ina r las m ejores aplicaciones pa ra usar el

    dinero destinado a la construccin de g randes telescopios. G racias

    a su gestin, se construy un gran telescopio en la U niversidad de

    C hicag o, despus en M ount W ilson y, finalm ente, en M onte Palo-

    m ar. En 1918 instal en M ount W ilson un instrum ento con un reflec-

    tor de 2,54 m , conocido com o telescopio H ooker. D urante 3 0 aos

    fue el telescopio m s grande de la Tierra y transform nuestro cono-

    cim iento del universo. En l trabajaron brillantes astrnom os com o

    Edw in H ubble (1865-1972) y M ilton H um ason (1891-1972). C on

    este telescopio ob servaron que lo que predeca la teora general de

    la relatividad era cierto.

    En 1 929 realizaron uno de los descubrim ientos m s polm icos des-

    de C oprnico: dem ostraron que el universo est en expansin cons-

    tante. Ello desafi lo que se pensaba hasta entonces: m s all de la

    Luna todo deba ser perfecto e inalterable. Y ahora resultaba que se

    expanda.

    La conquista del cosmos

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    La conquista del cosmos / Horscopo o calendario?

    Gran Telescopio Canarias [Texto impreso] : conceptualdesign / [project director, Pedro lvarez Martn][Tenerife : Grantecan], D.L. 1997DL/798715

    EL viaje por la com prensin del cosm os contina, solo hem os em -pezado a vislum brar algo: que el universo es plano, que se ex-pande indefinidam ente y que tuvo un principio con una fuerte explo-

    sin, el big bang, hace 1 4.500 m illones de aos.

    La teora inflacionaria seala que al com ienzo de todo hubo una singu-

    laridad en el espacio tiem po, que an la ciencia actual no puede resol-

    ver, en la que toda la m ateria del universo se condensaba en un punto

    infinitam ente pequeo. Esta explot y com enz un proceso en el que

    prim ero se form aron las partculas subatm icas, luego los tom os y, fi-

    nalm ente, las estrellas, los planetas, las galaxias y hasta la propia vida.

    La Iglesia catlica ha defendido, desde 1 951, esta teora inflaciona-

    ria. Sin em bargo, recientes estudios tericos hablan de m ultiversos; es

    decir, que puede que existan universos paralelos a este o que este m is-

    m o proceda de otro anterior que colaps.

    Una nueva generacin de telescopios, com o el G ran Telescopio de C a-

    narias (G TC ), pretende averiguarlo. Ubicado en la isla de La Palm a, es

    la apuesta espaola por la astronom a en este tercer m ilenio, al igual quelasTablas alfonsinaslo fueron en el segundo. Inaugurado en 2 009, ha-

    ce pocos m eses, es hasta la fecha el m ayor telescopio ptico del m undo.

    HORSCOPO O CALENDARIO?

    GI L DE BURGOS, J UAN (fl. S. XIV)Tablas astronmicas [Manuscrito], S. XIVMSS/23078

    LAS tablas astronm icas establecen las posiciones de los astros ob-

    servadas desde un lugar determ inado y unas fechas concretas. Tras

    las Tablas alfonses, que otorgaron fam a m undial al rey de C astilla,

    otros reyes o nobles intentaron patrocinar sus propias tablas com o for-m a d e obtener un hueco en la historia m s all d e acontecim ientos

    m undanos com o bod as, guerras o anexiones territoriales. Se sabe,

    por ejem plo, que el rey de A rag n Pedro IV m and tam bin elaborar

    una s tablas sobre la posicin de los astros desde Barcelona.

    GIUNTINI, FRANCESCO (1523-1590)Sepeculum AstrologiaeLugduni : In Officina Q. Phil. Tinghi, Florentini, 1581GMG/307V.2

    EN un principio, la astronom a y la astrologa eran un nico conoci-m iento. Sin em bargo, la ciencia m oderna las ha separado totalm en-te. La astronom a, al contrario que la astrologa creencia supersticiosa,

    segn la cual el m ovim iento de los astros y su posicin relativa influyen enel destino de las personas y en el curso de la historiaes una ciencia exac-

    ta que utiliza leyes fsicas y m atem ticas para estudiar el universo, prede-

    ciendo con exactitud el com portam iento fsico de los cuerpos celestes.

    Este libro,El espejo astrolgico (1581), est escrito por Francesco

    G iuntini (1523-1590), m s conocido com o Junctinus, uno de los m ayo-

    res astrlogos de la poca. Tard 20 aos en escribirlo y en l se des-

    criben desde las esferas de Sacrobosco hasta ideas absurdas com o,

    por ejem plo, que los inicios de las enfermedades estn relacionados

    con conjunciones astrales.

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

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    Horscopo o calendario? / La msica, lazo familiar de los Galilei

    RO, PEDRO DEL (fl. ca. 1790)Compendio metdico y claro del Cmputo eclesisticoantiguo y moderno [Texto impreso] [S.l. : s.n., 1790] (Madrid)1/10887

    LA astronom a rige m s que ninguna otra disciplina nuestra vida dia-

    ria. El calendario por el que organizam os nuestros asuntos cotidia-

    nos se divide en aos, es decir, el tiem po que tarda la Tierra en com -

    pletar su m ovim iento de traslacin alrededor del Sol; y en das, es decir,

    el tiem po que la Tierra tarda en realizar un m ovim iento com pleto d erotacin o giro sobre s m isma. El actual calendario usado en O cciden-

    te proviene del papa G regorio XIII, que en 1582 lo im puso en la C ris-

    tiandad sustituyendo al vigente hasta ese entonces, el calendario julia-

    no, instaurado por Julio C sar en el ao 46 a. C .

    Los rom anos calcularon que la Tierra tarda 365,25 das en orbitar el Sol.

    Por tanto, cada cuatro aos habra un bisiesto. Pero la realidad es que

    tarda algo m enos: exactam ente 3 65,242189, o lo que es lo m ism o,

    365 das, 5 horas, 48 m inutos y 45,16 segundos. La Iglesia quera que

    coincidiera la celebracin de la Pascua de Resurreccin con el equi-

    noccio de prim avera (en el hem isferio norte), pues es el m om ento astro-

    nm ico en el que el invierno desaparece y los das com ienzan a ser m s

    largos (el Sol resucita). Por ese m otivo la Iglesia eligi la prim era sem a-

    na de la prim era luna llena para la Sem ana Santa en el ao 3 25.

    C om o la fecha de la Sem ana Santa establece el resto de las fiestas

    m viles del ao litrgico, era necesario que el ao litrgico coincidie-

    ra con el ao civil y este con el astronm ico. El calendario gregoria-

    no propone un com plejo sistem a para eleg ir los aos bisiestos que

    perm ite ajustar hasta 3 65,242.

    LA MSICA, LAZO FAMILIAR DE LOS GALILEI

    MERSENNE, MARIN (1588-1648)Harmonie universelle [Texto impreso] Paris :Pierre Ballard, Imprimeur de la musique du Roy, 1636M/3063

    LAteora de la arm ona de las esferas parece tener su origen alre-

    ded or del siglo V a. C ., asociada al supuesto d escubrim iento,

    por parte de los pitagricos, de las relaciones m atem ticas sim ples

    de las consonancias m usicales. Esta teora de la concordancia m usi-

    cal fue expresad a por Platn en uno de sus dilogos, elTim eo.

    El desarrollo de las m atem tica s en el siglo XVI est asociad o a

    un estudio m s profundo de las prop orciones m atem ticas de los

    intervalos m usicales, aspecto este especialm ente p resente en el tex-

    to de M arin M ersenne H arm onie universelle. C ontem porneos su-

    yos que trabajaron esta relacin m atem tico-m usical fueron Ren

    D escartes del que M ersennne es considerado m entor, que la

    estudi desde un p unto de vista estrictam ente m atem tico aunq ue

    aadindole, novedosam ente, un valor em ocional al intervalo. D es-

    de el punto de vista de la m agia natural analizaron esta relacin

    A thanasius Kircher y Robert Fludd. C on este ltim o autor polem iz

    Kepler quien, en su H arm onices m undi(1619), trabaj con la hi-

    ptesis de a sociar distintas frecuencias m usicales a las distintas ve-

    locidades ang ulares de los planetas, lo que le llev al estableci-

    m iento de su tercera ley.

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

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    GALILEI, VINCENZO (1533-1591)Dialogo della musica antica et della moderna [Texto impreso]:a facsimile of the 1581 Florence edition New York: BroudeBrothers, [1967]M/19500

    EL padre de G alileo, Vincenzo G alilei, fue un m sico notable, noslo com o com positor sino tam bin com o terico m usical. Segnuno de los m s im portantes bigrafos de G alileo, Stillm an D rake, el

    m todo de trabajo de G alileo en la ciencia fue equivalente al que supadre utiliz en la m sica.

    El Dialogo della m usica antica et della m oderna se inserta en la po-

    lm ica que Vincenzo sostuvo con su m aestro Zarlino sobre la determ i-

    nacin de consonancias y disonancias, la especificacin de los dis-

    tintos m odos y sobre la prctica del contrapunto.

    GALILEI, VINCENZO (1533-1591)[Fronimo Ingls]Fronimo [Texto impreso] : 1584 / translated and edited byCarol MacClintock[S.l.] : American Institute of Musicology, 1985M/16682

    ILFronim oes fundam entalm ente un tratado de intabulacin, es decir,

    escritura en tablatura: sistem a idiom tico para cada instrum ento que

    representa, en el caso del lad, cuerdas y trastes.

    Il Fronim ocontiene abundante m sica de los m s im portantes com po-

    sitores de la poca, puesta en tablatura para lad, adem s de la

    explicacin de cm o com poner en los distintos m odos, ejem plificn-

    dolos con piezas m usicales que denom ina ricercares.

    GALILEI, MICHELAGNOLO (1575-1631)Il primo libro dintavolatura di liuto [Msica notada] /

    introduction de Claude ChauvelGenve : Minkoff, 1988MP/1529

    M ICHELAGNOLO G alilei, hermano m enor de G alileo, fue destinadoa la m sica desde m uy tem prana edad por su padre. Trabajdurante unos aos en Polonia y, tras el fallido intento de situarse en la

    corte de los M edici, se estableci en la bvara.

    La publicacin de Il prim o libro dintavolatura di liuto, dedicado a M a-

    xim iliano I de B aviera, provoc un duro enfrentam iento epistolar en-

    tre los herm anos. G alileo reproch a M ichelagnolo el excesivo gas-

    to de la im presin de la obra y las posibles consecuencias para el

    nom bre de la fam ilia. M ichelagnolo le replic que d ab a por bueno

    tal dispendio si con ello daba a conocer los frutos de su corto talen-

    to. So lo public esta ob ra que es una coleccin de p ieza s organi-

    zada s segn los m odos en form a de suite.

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    La msica, lazo familiar de los Galilei

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    Grandes pginas para una pequea historia de la Astronoma

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    DOCUMENTOS DE ASTRONOMAProyeccin de los siguientes documentales:

    C on la colaboracin de RTVE, Centro A stronm ico de vila e Instituto

    de A strofsica de C anarias

    Pasin por Einstein. RTVE (2005).

    La evolucin de la astronom a a travs de la historia. C entro A stro-

    nm ico de vila (2009).

    Pioneros de la astronom a en C anarias.G ran Telescopio de C ana-

    rias. A cadem ia C anaria de Televisin (2009).

    Consulte la programacin diaria.

    10, 11, 12, 13, 14 y 19 de noviem bre (Pases a las 12 y las 17 h.

    Duracin aproxim ada, 1 h.).

    17 , 1 8 y 20 de noviem bre (Pases a las 12 y a las 18 .3 0 h.

    Duracin aproxim ada, 1 h.).

    ESO y Bachillerato.

    Aforo lim itad o 90 pa x.

    PROGRAMA DE ACTIVIDADES

    J VENES ASTRNOMOS: VIVIENDO EN EL ESPACIOLos participantes m ontarn una estacin espacial para entender las

    dificultades y retos para enviar a los astronautas al espacio. Actividad

    de la Sem ana d e la C iencia d e 2009.

    10, 11, 12, 13, 17, 18, 19 y 20 de noviem bre.

    D e 11 a 1 2 h. 2 . y 3.erciclo de Prim aria y 1 . y 2 . de ESO .

    M xim o 2 5 alum nos.Inscripcin previa.

    VISITAS GUIADAS A GRANDES PGINASPARAUNA PEQUEA HISTORIA DE LA ASTRONOMA:10, 11, 12, 14, 17, 18, 19 y 21 de noviem bre.

    D e 18 a 1 8.30 h.

    A partir del 2 4 de noviem bre, m artes y jueves a las 17 :3 0 h. y

    sbados a las 18 :00 h.

    Inscripcin previa.

    CONFERENCIAS

    ElD ilog o de G alileo: el poder de la divulgacin cientfica yde la literatura escrita por cientficos. Por C arlos Elas, profesor

    titular de Periodism o C ientfico de la U niversidad C arlos III de

    M adrid.

    [12 de noviem bre a las 18.30 h.]

    La piedra de G alileo: por qu ignor G alileo el m agnetis-

    m o?Por M anuel Lozano Leyva, catedrtico de Fsica N uclear,

    Atm ica y M olecular de la U niversidad de Sevilla.

    [19 de noviem bre a las 18.30 h.]

    La fam ilia G alilei y la m sica. C oncierto-conferencia por Isa-

    bel Lozano M artnez, D epartam ento d e M sica de la Biblio-

    teca N acional y M iguel ngel Jim nez Arniz, catedrtico de

    guitarra del Real C onservatorio de M sica de M adrid.

    [21 de noviem bre a las 18.30 h.] Aforo lim itado 90 pax.

    3534

    PROYECTO, TEXTOS Y SELECCIN DE PIEZASC arlos Elas, profesor titular de Periodism oC ientfico. Universidad C arlos III de M adrid

    [Textos y seleccin de piezas m usicales:

    Isabel Loza no M artnez (D pto. de M sica BN E)

    y M iguel ngel Jim nez Arniz, catedrtico de

    guitarra del Real C onservatorio de M sica

    de M adrid]

    Coordinacin y direccinServicio de Museo de la BNELaboratorio de Restauracin BN E

    Lab oratorio de Encuadernacin BN E

    Laboratorio de Fotografa y D igitalizacin BN E

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    19/19

    BIBLIOT

    ECA NACIONALPaseo de Recoletos 20

    28001 MADRID

    TELFONOS: 91 580 78 00 (Centralita)91 580 78 03 / 48 (Informacin)

    [email protected]

    www.bne.es

    Transportes

    METRO: lnea 4, estaciones de Coln y Serrano

    AUTOBUSES: 1, 5, 9, 14, 19, 21, 27,

    37, 45, 51, 53, 74, 150

    RENFE: estacin de Recoletos

    Horario exposicin

    Martes a sbados de 10:00 a 21:00 h.

    Domingos y festivos de 10:00 a 14:00 h.ltimo pase 30 minutos antes del cierre

    Entrada gratuita

    MUSEO

    NIPO:5

    52-09-003-0

    D.L.:

    M-

    45835-2009