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EL DINAMISMO DE UNA PEQUEÑA SEMILLA Considera con qué gracia tan grande nos ha distinguido el Señor al llamarnos a este santo Instituto que ha querido ennoblecer con el hermoso y devoto título de Hijos de la Sagrada Familia. A la verdad: este solo calificativo debe llenarnos de esperanza y alegría santa, a la par que recordarnos constantemente que hemos sido llamados a copiar con mayor perfección las virtudes de que nos dieron admirable ejemplo nuestros amados padres Jesús, María y José. San José Manyanet, MD I,21, 1. o TRAS LAS HUELLAS DE SAN JOSÉ MANYANET Hoy entonamos un himno de acción de gracias a Dios por haber vivifica- do y seguir vivificando con espléndido desarrollo la semilla que san José Manyanet, nuestro fundador y padre, plantó en el campo del Se- ñor. Y agradecemos también las palabras de aliento del papa Francisco: «El Santo Padre, apreciando como don del Señor a su Iglesia el caris- ma de san José Manyanet a favor de la familia, célula de la sociedad, anima a sus hijos espirituales a proseguir en su misión evangelizadora de “hacer de cada hogar un Nazaret”, y de infundir, en el corazón de los niños y jóvenes, el amor a Jesucristo que ilumine su crecimiento humano y espiritual, les ayude a ser fieles testigos del amor de Dios, miembros vivos de la Iglesia y a hacer de la sociedad humana una verdadera familia atenta a la justicia, la paz y la caridad hacia los más pobres y necesitados.» 19 de marzo de 2014 Estas palabras del Papa nos animan a proseguir nuestra misión tras las huellas de san José Manyanet y a abrir las puertas de nuestras casas, centros de culto y de apostolado a todas las personas que quieran compartir nuestra espiritualidad y misión o se sientan llamadas a con- tinuar esta misión en la Iglesia y en el mundo. Cuadro de la Sagrada Familia que san José Manyanet entronizó en la parroquia de Sant Cugat del Rec (Barcelona) en 1865.  1 FUNDACIÓN DEL INSTITUTO. San José Manyanet concibió su obra en dos partes: en 1864, en Tremp, fundó a los Hijos de la Sagrada Familia, y en Talarn, en 1874, a las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret. 2 APROBACIÓN PONTIFICIA. Los dos Institutos han sido reconocidos por la Iglesia: los Hijos de la Sagrada Familia en 1901, y las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret en 1958. 3 SEMANA TRÁGICA DE BARCELONA. Los últimos días de julio de 1909, las comunidades del Instituto masculino fueron víctimas de la revolución. Las religiosas se vieron obligadas también a abandonar sus casas hasta que amainó la persecución. 4 UN DIFÍCIL ENCARGO PONTIFICIO. El mismo año 1909, la Santa Sede encomendó a los Hijos de la Sagrada Familia la restauración de la Orden Teatina. Durante casi siete años, el Instituto perdió su personalidad, que fue restaurada en 1916 por el papa Benedicto XV. 5 EXPANSIÓN MISIONERA. Desde 1919, los Hijos y las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret se han sentido urgidos a cruzar los Pirineos y los mares para llevar la semilla de Nazaret a Italia, Bélgica, Camerún, Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Paraguay y Argentina. 6 OTRO ENCARGO PONTIFICIO, HONROSO. En 1928, Pío XI enco- mendó a los Hijos de la Sagrada Familia el secretariado y la animación de la Asociación de la Sagrada Familia que había fundado León XIII. 7 FECHAS PARA LA ETERNIDAD. En 1984, reconocida la práctica heroica de las virtudes de José Manyanet, Juan Pablo II lo declaró beato, y en el 2004, santo. Y el pasado 13 de octubre de 2013, han sido declara- dos beatos 20 Mártires por la familia por el papa Francisco. 8 EN EL TEMPLO DE LA SAGRADA FAMILIA. En 1971 se colocó en la exposición del templo la carta que José Manyanet escribió a su obispo para comunicarle la inspiración del templo. Desde 2010, su imagen está colocada en uno de los ventanales del mismo templo. 9 LA MEMORIA DE SAN JOSÉ MANYANET. En el año 2007, en Barce- lona, junto al santuario del fundador, se inauguró el Memorial Josep Manyanet, y en el 2011, el nuevo Casal Manyanet en Tremp, como verdade- ros museos. Además de las varias biografías y otros estudios, en el año 2005 se inició la publicación de las Obras Completas de José Manyanet, que su- man ya siete volúmenes. HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA Entenza, 301 - 08029 Barcelona (España) Web: www.manyanet.org Mail: [email protected] HECHOS MÁS SIGNIFICATIVOS

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EL DINAMISMO DE UNA PEQUEÑA SEMILLA

Considera con qué gracia tan grande nos ha distinguido el Señor

al llamarnos a este santo Instituto

que ha querido ennoblecer con el hermoso y devoto título de

Hijos de la Sagrada Familia.A la verdad: este solo calificativo

debe llenarnos de esperanza y alegría santa,

a la par que recordarnos constantemente

que hemos sido llamados a copiar con mayor perfección

las virtudes de que nos dieron admirable ejemplo

nuestros amados padres

Jesús, María y José.

San José Manyanet, MD I,21, 1.o

TRAS LAS HUELLAS DE SAN JOSÉ MANYANET

Hoy entonamos un himno de acción de gracias a Dios por haber vivifica-do y seguir vivificando con espléndido desarrollo la semilla que san José Manyanet, nuestro fundador y padre, plantó en el campo del Se-ñor. Y agradecemos también las palabras de aliento del papa Francisco:

«El Santo Padre, apreciando como don del Señor a su Iglesia el caris-ma de san José Manyanet a favor de la familia, célula de la sociedad, anima a sus hijos espirituales a proseguir en su misión evangelizadora de “hacer de cada hogar un Nazaret”, y de infundir, en el corazón de los niños y jóvenes, el amor a Jesucristo que ilumine su crecimiento humano y espiritual, les ayude a ser fieles testigos del amor de Dios, miembros vivos de la Iglesia y a hacer de la sociedad humana una verdadera familia atenta a la justicia, la paz y la caridad hacia los más pobres y necesitados.»

19 de marzo de 2014

Estas palabras del Papa nos animan a proseguir nuestra misión tras las huellas de san José Manyanet y a abrir las puertas de nuestras casas, centros de culto y de apostolado a todas las personas que quieran compartir nuestra espiritualidad y misión o se sientan llamadas a con-tinuar esta misión en la Iglesia y en el mundo.

Cuadro de la Sagrada Familia que san José Manyanet entronizó en la parroquia de Sant Cugat del Rec (Barcelona) en 1865.

 1 FUNDACIÓN DEL INSTITUTO. San José Manyanet concibió su obra en dos partes: en 1864, en Tremp, fundó a los Hijos de la Sagrada Familia,

y en Talarn, en 1874, a las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.

2 APROBACIÓN PONTIFICIA. Los dos Institutos han sido reconocidos por la Iglesia: los Hijos de la Sagrada Familia en 1901, y las Misioneras

Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret en 1958.

3 SEMANA TRÁGICA DE BARCELONA. Los últimos días de julio de 1909, las comunidades del Instituto masculino fueron víctimas de la

revolución. Las religiosas se vieron obligadas también a abandonar sus casas hasta que amainó la persecución.

4 UN DIFÍCIL ENCARGO PONTIFICIO. El mismo año 1909, la Santa Sede encomendó a los Hijos de la Sagrada Familia la restauración de la

Orden Teatina. Durante casi siete años, el Instituto perdió su personalidad, que fue restaurada en 1916 por el papa Benedicto XV.

5 EXPANSIÓN MISIONERA. Desde 1919, los Hijos y las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret se han sentido urgidos a cruzar

los Pirineos y los mares para llevar la semilla de Nazaret a Italia, Bélgica, Camerún, Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Paraguay y Argentina.

6 OTRO ENCARGO PONTIFICIO, HONROSO. En 1928, Pío XI enco-mendó a los Hijos de la Sagrada Familia el secretariado y la animación

de la Asociación de la Sagrada Familia que había fundado León XIII.

7 FECHAS PARA LA ETERNIDAD. En 1984, reconocida la práctica heroica de las virtudes de José Manyanet, Juan Pablo II lo declaró beato,

y en el 2004, santo. Y el pasado 13 de octubre de 2013, han sido declara-dos beatos 20 Mártires por la familia por el papa Francisco.

8 EN EL TEMPLO DE LA SAGRADA FAMILIA. En 1971 se colocó en la exposición del templo la carta que José Manyanet escribió a su obispo

para comunicarle la inspiración del templo. Desde 2010, su imagen está colocada en uno de los ventanales del mismo templo.

9 LA MEMORIA DE SAN JOSÉ MANYANET. En el año 2007, en Barce-lona, junto al santuario del fundador, se inauguró el Memorial Josep

Manyanet, y en el 2011, el nuevo Casal Manyanet en Tremp, como verdade-ros museos. Además de las varias biografías y otros estudios, en el año 2005 se inició la publicación de las Obras Completas de José Manyanet, que su-man ya siete volúmenes.

”HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIAEntenza, 301 - 08029 Barcelona (España)Web: www.manyanet.org Mail: [email protected]

HECHOS MÁS SIGNIFICATIVOS

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I. EN TREMP SE CUMPLIÓ UN DOBLE DESIGNIO DE DIOS

II. HIJOS DE LA SAGRADA FAMILIA JESÚS, MARÍA Y JOSÉ

III. NUESTRA MISIÓN EN LA IGLESIA Y EN LA SOCIEDAD

IV. LA SANTIDAD DE JOSÉ MANYANET Y DE SUS HIJOS

La casa donde nació san José Manyanet convertida en museo etnológico con el nombre de Casal Manyanet.

Países en donde están presentes los dos Institutos fundados por san José Manyanet.

En Tremp (Lleida), en 1833 y en 1864, con el nacimiento de san José Manyanet y la fundación de nuestro Instituto de Hijos de la Sagrada

Familia, se cumplió un doble designio de Dios para la vida de la sociedad y de la Iglesia. José Manyanet fue el instrumento providencial, el porta-dor de un nuevo carisma y estilo de vida religiosa y apostólica que había de producir abundantes frutos.

Dios había preparado el hogar de Manyanet para el nacimiento y creci-miento de José. Sus padres, sus hermanos, parientes y conocidos, un sacerdote y el maestro de la villa, fueron los primeros testigos de aquel acontecimiento y los primeros intérpretes. Todos reconocieron en José, niño y joven, el depositario de una gracia que ya iluminaba su destino.

Y Dios preparó también el corazón y la mente del ya sacerdote José Manyanet para revelarle el misterio de su Familia humana como una co-munidad de fe, esperanza y caridad, de alabanza y de servicio, escuela de Evangelio, norma de vida consagrada, ejemplo de vida doméstica y escuela para el crecimiento integral de los niños y jóvenes. Todo un programa de vida y de evangelización para el joven apóstol.

Con la aprobación y bendición de su prelado, renunciando a cargos ho-noríficos en el palacio episcopal de la Seu d’Urgell, José Manyanet de-positó la pequeña semilla nazareno-familiar en el campo de la Iglesia y de la sociedad. Era la primera parte de una obra que se completaría con las Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret.

Diversas causas impidieron al Fundador llevar el Instituto allende los ma-res antes de su muerte. Pero, depositada la semilla de la universalidad

en el corazón de las Constituciones, no cesaron los Superiores Generales y sus religiosos de enarbolar la bandera nazarena en otros países: Italia (1919), Estados Unidos (1920), Argentina (1924), Colombia (1975), México (1981), Brasil (1982) y Venezuela (1985).

Las obras apostólicas de la Congregación son muchas y variadas, pero siempre en coherencia con el don fundacional que nos hace hijos, testigos y apóstoles del misterio de Nazaret en favor de la familia y de la educación e instrucción católica de la niñez y juventud.

Merece particular mención la labor desarrollada en la propagación de la devoción a la Sagrada Familia: la formalización y extensión de la Visita Men-sual Domiciliaria de la Sagrada Familia (desde 1907), nuestra contribución a la extensión de la fiesta de la Sagrada Familia a la Iglesia universal (1921), el Secretariado de la Asociación de la Sagrada Familia, de León XIII (1928), la erección del templo de la Sagrada Familia en Roma (1972), respondiendo a un deseo del papa Pío XII, la creación del centro de documentación y estu-dio Nazarenum (1987) y la organización de los Congresos Internacionales sobre la Sagrada Familia (1992-2006), como hitos más significativos.

En el campo de la pastoral familiar y de la educación, nuestros centros, tan-to de Europa como de América, han sido pioneros en la enseñanza de la música, de las Escuelas de Padres, de los cursos de idiomas en varios países de Europa y de América y en el uso de los medios de comunicación y nue-vas tecnologías aplicadas a la educación y a la enseñanza.

San José Manyanet encontró también en la Sagrada Familia la escuela para su santificación personal. Con Jesús, se sintió otro hijo de esta

Familia y aprendió a crecer en la intimidad de este hogar, junto a María y José, hasta alcanzar la verdadera santidad.

A partir del decreto sobre la práctica heroica de sus virtudes (1982), con la apro-bación de dos milagros atri-buidos a su intercesión, el papa Juan Pablo II lo decla-ró beato en 1984 y santo el 16 de mayo de 2004. «Inspi-rándose en la escuela de Nazaret —dijo el Papa—, ha sido, con entrega heroica, un verdadero apóstol de la fa-milia.»

La canonización de José Ma-nyanet ha sido un gran don para la Iglesia y para los Hijos e Hijas de la Sagrada Fami-lia. Es una invitación a poner nuestro corazón en Nazaret y a comprometernos en la pastoral de la familia inspira-da en las virtudes y ejemplos practicados por Jesús en la Familia de Na zaret.

A lo largo de estos 150 años, muchos de nuestros hermanos han vivido su vocación y misión con una fidelidad y una generosidad dignas de en-comio y reconocimiento. Merecen mención especial los Mártires por la familia —15 sacerdotes, 4 religiosos y un joven exalumno— que han sido declarados beatos en el 2013 por el papa Francisco.

Además, desde el año 2007, el siervo de Dios Magín Morera (1908-1984) está esperando en la Congregación de las Causas de los Santos el estu-dio de su vida y virtudes que culmine, según esperamos, con el recono-cimiento de la práctica heroica de sus virtudes.

Todos ellos son una prueba y una garantía de la autenticidad de nuestra vocación y misión evangélicas en la sociedad y en la Iglesia.

El sacerdote José Manyanet es-cogió con acierto la fecha de su

consagración como Hijo de la Sagra-da Familia: el 2 de febrero de 1870. Él, primero, y luego sus compañeros pronunciaron los votos de castidad, pobreza y obediencia en la intimidad de la capilla del colegio San José de Tremp, comprometiéndose a honrar muy especialmente a la Sagrada Fa-milia de Nazaret y procurar la forma-ción cristiana de las familias principal-mente por medio de la educación e instrucción católica de los niños y jó-venes.

A partir de este momento, la peque-ña semilla empezó a expandirse en la diócesis de Barcelona y sucesiva-mente en las de Girona, Lleida, Vic y Tarragona, abriendo colegios de pri-mera y segunda enseñanza, escuelas-talleres, casi todos en zonas y barria-das pobres, y centros de culto.

En 1869, fruto de su sensibilidad ecle-sial, propuso al obispo Caixal y a sus amigos los señores Bocabella-Puig la idea de erigir en Barcelona un templo expiatorio en honor de la Sagrada Familia de Nazaret. Otro amigo y admi-rador, Antonio Gaudí, daría dimensiones arquitectónicas y artísticas ex-traordinarias al proyecto.

Durante más de 30 años, la vida de nuestro Fundador se identificó total-mente con el desarrollo del naciente Instituto. A él le dedicó sus mejores energías de mente y corazón y también sus fuerzas físicas. Atendió y cuidó personalmente la formación de los religiosos; escribió importantes libros y opúsculos, tanto para propagar la devoción a la Sagrada Familia como para la formación de los religiosos, las familias y la dirección de los colegios y escuelas.

El 22 de junio de 1901, León XIII otorgaba la aprobación canónica definitiva a los Hijos de la Sagrada Familia. José Manyanet ya entonó el Nunc dimit-tis... En Barcelona, el 17 de diciembre de 1901, lleno de méritos y virtudes, fue acogido por Jesús, María y José en el Nazaret del cielo.

Crucifijo del obispo José Caixal ante el cual José Manyanet y los primeros religiosos reno-varon la profesión religiosa en 1871.

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Imagen de san José Ma nyanet colocada en el Vaticano después de su canonización.