Fragmento de Plata Quemada 4 Veces

2
Lucía era muy observadora, su trabajo en la panadería le había desarrollado una capacidad especial de observación, casi un sexto sentido (declaró), porque era capaz de recordar la cara de un cliente ocasional sólo con verlo pasar por cualquier calle de la ciudad varios días después. Pero no hacía falta ninguna capacidad especial para comprender lo que estaba sucediendo en la esquina con esos tipos del Studebaker. En ese barrio de Montevideo todos se conocían y no era común que hubiera novedades o que pasaran cosas raras. Desde que ella estaba al frente del negocio sólo una vez un hombre había tenido una descompostura y se había muerto en la vereda, de golpe, de un ataque al corazón. Quedó tirado en la calle boca arriba, sin poder respirar, y con un pañuelo blanco trataba de taparse la cara. Lucía se acercó cuando el hombre ya estaba muerto y estuvo sola con el cadáver frente al negocio hasta que apareció el idóneo de la farmacia de la esquina y llamó a la Asistencia. Esta vez las cosas eran distintas y había posibilidades de intervenir antes de que fuera tarde. Por eso levantó el teléfono y si bien vaciló, porque no le gustaba meterse en la vida de los demás, después sintió una extraña emoción, como si algo importante estuviera en sus manos, y llamó a la policía. Enseguida apagó la luz del negocio y se sentó a mirar. Plata quemada. Ricardo Piglia Ed. Planeta. Buenos Aires, 1997 (pp. 120-121) …………………………………………………………………………………………………………… Lucía era muy observadora, su trabajo en la panadería le había desarrollado una capacidad especial de observación, casi un sexto sentido (declaró), porque era capaz de recordar la cara de un cliente ocasional sólo con verlo pasar por cualquier calle de la ciudad varios días después. Pero no hacía falta ninguna capacidad especial para comprender lo que estaba sucediendo en la esquina con esos tipos del Studebaker. En ese barrio de Montevideo todos se conocían y no era común que hubiera novedades o que pasaran cosas raras. Desde que ella estaba al frente del negocio sólo una vez un hombre había tenido una descompostura y se había muerto en la vereda, de golpe, de un ataque al corazón. Quedó tirado en la calle boca arriba, sin poder respirar, y con un pañuelo blanco trataba de taparse la cara. Lucía se acercó cuando el hombre ya estaba muerto y estuvo sola con el cadáver frente al negocio hasta que apareció el idóneo de la farmacia de la esquina y llamó a la Asistencia. Esta vez las cosas eran distintas y había posibilidades de intervenir antes de que fuera tarde. Por eso levantó el teléfono y si bien vaciló, porque no le gustaba meterse en la vida de los demás, después sintió una extraña emoción, como si algo importante estuviera en sus manos, y llamó a la policía. Enseguida apagó la luz del negocio y se sentó a mirar. Plata quemada. Ricardo Piglia Ed. Planeta. Buenos Aires, 1997 (pp. 120-121) …………………………………………………………………………………………………………… Lucía era muy observadora, su trabajo en la panadería le había desarrollado una capacidad especial de observación, casi un sexto sentido (declaró), porque era capaz de recordar la cara de un cliente ocasional sólo con verlo pasar por cualquier calle de la ciudad varios días después. Pero no hacía falta ninguna capacidad especial para comprender lo que estaba sucediendo en la esquina con esos tipos del Studebaker. En ese barrio de Montevideo todos se conocían y no era común que hubiera novedades o que pasaran cosas raras. Desde que ella estaba al frente del negocio sólo una vez un hombre había tenido una descompostura y se había muerto en la vereda, de golpe, de un ataque al corazón. Quedó tirado en la calle boca arriba, sin poder respirar, y con un pañuelo blanco trataba de taparse la cara. Lucía se acercó cuando el hombre ya

Transcript of Fragmento de Plata Quemada 4 Veces

Luca era muy observadora, su trabajo en la panadera le haba desarrollado una capacidad especial de observacin, casi un sexto sentido (declar), porque era capaz de recordar la cara de un cliente ocasional slo con verlo pasar por cualquier calle de la ciudad varios das despus. Pero no haca falta ninguna capacidad especial para comprender lo que estaba sucediendo en la esquina con esos tipos del Studebaker. En ese barrio de Montevideo todos se conocan y no era comn que hubiera novedades o que pasaran cosas raras. Desde que ella estaba al frente del negocio slo una vez un hombre haba tenido una descompostura y se haba muerto en la vereda, de golpe, de un ataque al corazn. Qued tirado en la calle boca arriba, sin poder respirar, y con un pauelo blanco trataba de taparse la cara. Luca se acerc cuando el hombre ya estaba muerto y estuvo sola con el cadver frente al negocio hasta que apareci el idneo de la farmacia de la esquina y llam a la Asistencia.Esta vez las cosas eran distintas y haba posibilidades de intervenir antes de que fuera tarde. Por eso levant el telfono y si bien vacil, porque no le gustaba meterse en la vida de los dems, despus sinti una extraa emocin, como si algo importante estuviera en sus manos, y llam a la polica. Enseguida apag la luz del negocio y se sent a mirar. Plata quemada. Ricardo PigliaEd. Planeta. Buenos Aires, 1997 (pp. 120-121)Luca era muy observadora, su trabajo en la panadera le haba desarrollado una capacidad especial de observacin, casi un sexto sentido (declar), porque era capaz de recordar la cara de un cliente ocasional slo con verlo pasar por cualquier calle de la ciudad varios das despus. Pero no haca falta ninguna capacidad especial para comprender lo que estaba sucediendo en la esquina con esos tipos del Studebaker. En ese barrio de Montevideo todos se conocan y no era comn que hubiera novedades o que pasaran cosas raras. Desde que ella estaba al frente del negocio slo una vez un hombre haba tenido una descompostura y se haba muerto en la vereda, de golpe, de un ataque al corazn. Qued tirado en la calle boca arriba, sin poder respirar, y con un pauelo blanco trataba de taparse la cara. Luca se acerc cuando el hombre ya estaba muerto y estuvo sola con el cadver frente al negocio hasta que apareci el idneo de la farmacia de la esquina y llam a la Asistencia.Esta vez las cosas eran distintas y haba posibilidades de intervenir antes de que fuera tarde. Por eso levant el telfono y si bien vacil, porque no le gustaba meterse en la vida de los dems, despus sinti una extraa emocin, como si algo importante estuviera en sus manos, y llam a la polica. Enseguida apag la luz del negocio y se sent a mirar. Plata quemada. Ricardo PigliaEd. Planeta. Buenos Aires, 1997 (pp. 120-121)

Luca era muy observadora, su trabajo en la panadera le haba desarrollado una capacidad especial de observacin, casi un sexto sentido (declar), porque era capaz de recordar la cara de un cliente ocasional slo con verlo pasar por cualquier calle de la ciudad varios das despus. Pero no haca falta ninguna capacidad especial para comprender lo que estaba sucediendo en la esquina con esos tipos del Studebaker. En ese barrio de Montevideo todos se conocan y no era comn que hubiera novedades o que pasaran cosas raras. Desde que ella estaba al frente del negocio slo una vez un hombre haba tenido una descompostura y se haba muerto en la vereda, de golpe, de un ataque al corazn. Qued tirado en la calle boca arriba, sin poder respirar, y con un pauelo blanco trataba de taparse la cara. Luca se acerc cuando el hombre ya estaba muerto y estuvo sola con el cadver frente al negocio hasta que apareci el idneo de la farmacia de la esquina y llam a la Asistencia.Esta vez las cosas eran distintas y haba posibilidades de intervenir antes de que fuera tarde. Por eso levant el telfono y si bien vacil, porque no le gustaba meterse en la vida de los dems, despus sinti una extraa emocin, como si algo importante estuviera en sus manos, y llam a la polica. Enseguida apag la luz del negocio y se sent a mirar. Plata quemada. Ricardo PigliaEd. Planeta. Buenos Aires, 1997 (pp. 120-121)

Luca era muy observadora, su trabajo en la panadera le haba desarrollado una capacidad especial de observacin, casi un sexto sentido (declar), porque era capaz de recordar la cara de un cliente ocasional slo con verlo pasar por cualquier calle de la ciudad varios das despus. Pero no haca falta ninguna capacidad especial para comprender lo que estaba sucediendo en la esquina con esos tipos del Studebaker. En ese barrio de Montevideo todos se conocan y no era comn que hubiera novedades o que pasaran cosas raras. Desde que ella estaba al frente del negocio slo una vez un hombre haba tenido una descompostura y se haba muerto en la vereda, de golpe, de un ataque al corazn. Qued tirado en la calle boca arriba, sin poder respirar, y con un pauelo blanco trataba de taparse la cara. Luca se acerc cuando el hombre ya estaba muerto y estuvo sola con el cadver frente al negocio hasta que apareci el idneo de la farmacia de la esquina y llam a la Asistencia.Esta vez las cosas eran distintas y haba posibilidades de intervenir antes de que fuera tarde. Por eso levant el telfono y si bien vacil, porque no le gustaba meterse en la vida de los dems, despus sinti una extraa emocin, como si algo importante estuviera en sus manos, y llam a la polica. Enseguida apag la luz del negocio y se sent a mirar. Plata quemada. Ricardo PigliaEd. Planeta. Buenos Aires, 1997 (pp. 120-121)