francisco j. barba corsini

lecciones/documentos de arquitectura

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arquitectura: función y emoción

dirección colecciónJUAN MIGUEL OTXOTORENA

dirección ejecutivaJOSÉ MANUEL POZO

coordinaciónRUBÉN A. ALCOLEA

maquetaciónMARÍA EGUARAS

ediciónT6 EDICIONES

fotomecánicaCONTACTO GRÁFICO

impresiónPAPEL DIEZ

depósito legal

ISBN 978-84-89713-97-9

© ESCUELA TÉCNICA SUPERIOR DE ARQUITECTURA. UNIVERSIDAD DE NAVARRA DICIEMBRE, 2006

T6 ediciones S.L.Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad de Navarra31080 Pamplona. España. Tel. 948/425600. Fax 948/425629www.unav.es/arquitectura/publicacioneswww.spetsa@unav.es

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Presentación

Francisco Barba Corsini va a impartir tres lecciones. En la primera va adisertar sobre su experiencia de trabajo vivida en Berlín en el año 1957.Allí asistió y vivió en primera persona la exposición de vivienda Interbau1957, una reunión de los mejores arquitectos del momento en la que sepusieron en común investigaciones sobre el tema de la vivienda.

La segunda lección pretende mostrar más detalladamente un proyectodesarrollado con otros compañeros: una ciudad para cincuenta mil habi-tantes en Barcelona. Al hilo del proyecto, se hablará acerca del desarro-llo de la ciudad moderna y de las diferencias de criterio en un modo dever el urbanismo que difiere en gran medida del tipo de urbanismo másextendido en las ciudades contemporáneas.

Por último, la tercera sesión mostrará más expresamente su obra, sobretodo en referencia a un proyecto de gran interés y que, por desgracia,ha desaparecido: la habilitación de trece apartamentos en La Pedrera deGaudí. Este interesante ejercicio de diseño no lo era sólo de arquitectu-ra, sino también de mobiliario, aunque lamentablemente han sido demo-lidos. Barba Corsini ha traído una serie de documentos personales queserán donados a la biblioteca, así como los informes que él mismo reali-zó a propósito del proyecto de La Pedrera. Dado que mucha de la infor-mación está en estos documentos, las sesiones tratarán de ilustrar otrosaspectos, sobre todo anécdotas, que puedan hacer la disertación másatractiva.

Francisco Barba Corsini fue profesor de la escuela de arquitectura deBarcelona y protagonista activo dentro del ambiente del Grup R, grupovanguardista y pionero que en los años cincuenta, en la posguerra espa-ñola, se convirtió en una de las puntas de lanza de la arquitectura espa-ñola. Sus miembros realizaron varias exposiciones que, en su momento,no hicieron sólo un cierto ruido, sino que además ejercieron un fuerteimpulso para relanzar la arquitectura moderna española. Barba Corsini hatenido, desde entonces, un cierto protagonismo en diversos proyectos dela escuela y, a través de sus escritos, ha teorizado acerca del urbanismoy sus intervenciones. Además, cabe decir que Barba Corsini sigue toda-vía en activo, tal y como podemos comprobar aquí, por lo que no mequeda más que cederle la palabra y escuchar sus lecciones.

Juan M. Otxotorena

Francisco J. Barba Corsini en la Escuela de Arquitectura, Pamplona, 2004.

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Introducción

Mi voz nunca ha sido una maravilla, pero aunque esté algo afónico, loúnico que pretendo es que me entendáis. Si hay alguna dificultad paraentenderme, no duden en interrumpirme en cualquier momento.

Quiero dar gracias por haberme invitado a la Escuela de Arquitectura dePamplona, y en su nombre al arquitecto y profesor Rubén Alcolea, que meinvitaron, en la carta del cinco de octubre de 2004 a dar tres charlas losdías nueve, diez y once de noviembre del presente año. En su propuestame pidió hablar de la arquitectura de los años cincuenta en adelante.Agradezco la confianza de la Escuela de Arquitectura, pero me gustaríaexplicar mi especial interés y cariño hacia Pamplona. A comienzos delaño 1995 fui a parar a una clínica de Barcelona. Recuerdo que estandoen cama con fuertes dolores, llegaban unos médicos y decían en catalán:“este señor no sabemos lo qué tiene”. Cuando llegaba el viernes o elsábado, los médicos desaparecían y ya no los veía más. Después deestar quince días hospitalizado y perdiendo peso a raíz de un kilo al día,mi mujer me dijo: “Nos vamos a Pamplona, que me he encontrado a lahermana del Doctor Brugarolas y me ha hablado tan bien de la clínicaUniversitaria que nos vamos allí”. No pude ni llevar maleta. Nos metimosen una ambulancia, que por cierto casi nos mata en un accidente del queyo no me enteré, y llegamos aquella noche a la Clínica Universitaria. Eltrato que yo había recibido en Barcelona cambió radicalmente al llegaraquí: el interés, la atención del equipo de la clínica Universitaria, etc. Ladecisión fue muy rápida y el doctor Óscar Beloqui cambió el panoramacompletamente. De aquí se deriva mi especial cariño por Pamplona y losnavarros. Mi mujer cogió tanto cariño a Pamplona que estaba empeñadaen venirse a vivir aquí, porque pensaba que, ya que me habían sacadoadelante una vez, me podían seguir sacando adelante las veces quehiciera falta. No lo hicimos ya que yo, aunque no me estaba muriendo, noestaba para historias.

De acuerdo con vuestros deseos, voy a hablar sobre la arquitectura delos años cincuenta en adelante hasta llegar a la Interbau de 1957, que serefiere especialmente a proyectos de vivienda. Soy poco amigo de con-ferencias magistrales, y prefiero más las conversaciones, por lo que sialguien tiene algo que decir, por favor, que lo diga.

Soy arquitecto desde 1943, por tanto hace ya sesenta y un años queestoy dedicado a esta profesión. Cuando acabé los estudios, interrumpi-dos por la guerra, no sabía lo qué era ser arquitecto. En la escuela éra-mos entre doce y catorce compañeros que deseábamos ganar el tiempoperdido por la guerra. Entre los profesores quiero destacar a algunos, delos que me queda un buen recuerdo: Nebot, tío de Gil Nebot, un granseñor y gran dibujante. También a Josep María Jujol, hombre curioso,

taciturno, gran dibujante y colaborador de Gaudí, al que ayudó de mane-ra especialmente viva en diversas y estupendas intervenciones.Recuerdo que en clase de composición, sus retoques nos hacían creerque los dibujos los habíamos hecho nosotros. Jujol venía, nos cogía undibujo que era un desastre daba cuatro toques y quedaban perfectos.Ràfols, una especie de santo, también gran dibujante y que explicaba lahistoria del arte con un entusiasmo tal que provocaba siempre nuestrosaplausos. El elegante Bona, buen arquitecto neoclásico, que llamaba aun alumno ingeniero si desentonaba con su corbata. Todos estos sonnombres que supongo habréis oído.

Sobre la arquitectura que se hacía en los años cincuenta, presentaré unavisión general de las mejores obras modernas en Europa, EEUU y en todoel mundo. Todas estas imágenes son fruto de viajes, es decir, no han sidosacadas de ningún libro. Echaréis en falta obras de época muy intere-santes, y a lo mejor alguna de las que os enseñaré no os parecerán inte-resantes, pero la realidad es que creo que al ser vividas en primera per-sona tienen para mí el mayor interés.

Durante todos mis viajes tuve la suerte de conocer a una serie de arqui-tectos de los que, por supuesto, habréis oído hablar. Conocí a Richard J.Neutra, con quien estuvimos cenando en Barcelona. También a WalterGropius, con quien en algún libro aparezco fotografiado junto a él. Estuvecon Gropius en Boston, donde me enseñó los dormitorios de laUniversidad de Harvard. A Kenzo Tange le conocí en Barcelona, y des-pués estuve con él y su mujer en Japón. Con Gio Ponti me encontré enMilán. También tuve el gusto de estar con Félix Candela justo antes de sumuerte, con Mies Van der Rohe en Chicago, y un largo etcétera. Conocía gente que, he de reconocerlo así, me llenaron mucho la vida. Creo quecon personas como éstas, el contacto humano, no sólo el arquitectónico,es muy importante y gratificante.

En cuanto a mis proyectos de aquella época, debo decir que estuvieroninfluidos por la enseñanza recibida de la Escuela de Arquitectura deBarcelona, de clara tendencia neoclásica. Nuestro modelo era la arqui-tectura del excelente arquitecto Duran Reynalds, junto con la que mos-traba el libro Los palacios de Italia septentrional y de La Toscana, de laeditorial Canosa.

Empecé a mostrarme disconforme, sigo con mi historia de estudiante,con los modelos de esta arquitectura en algún proyecto de cierta impor-tancia, como el edificio La Equitativa, en el Paseo de Gracia, para ofici-nas y apartamentos. Es un edificio que hice para la marquesa deVillamediana encima del túnel de Sarriá, por lo que los trenes pasan pordebajo y, por suerte, no hacen vibrar al edificio. En colaboración con uningeniero hice un arco que salvaba el túnel. Respecto al edificio, las plan-tas están bien resueltas y su fachada intenta salir del neoclasicismo.

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Al poco tiempo, y con un fuerte bajón de trabajo, desarrollé una crisis per-sonal. Dispuesto bien a encontrar un camino o bien a dejar la arquitectu-ra, llegué a destruir libros de mi biblioteca, todos ellos de arquitecturaneoclásica. Eran todos ellos unos libros preciosos pero que, en aquelmomento de rabia, los tiré.

Un día me encontré por la calle a un amigo que era director de la com-pañía de películas Warner Bross y me dijo: “Acaba de llegar una películaque creo que te interesará”. Fuimos a verla al día siguiente en la sala deproyecciones de la Warner Bross. La película era The Fountain Head -ElManantial-, de Ayn Rand, que como es sabido trata de la vida de un arqui-tecto, encarnado por Gary Cooper y que con todo entusiasmo lucha pordefender sus ideas de arquitectura moderna por encima de los intereseseconómicos. Esta película parece inspirada en la vida de Sullivan, que enChicago fue pionero de la arquitectura moderna. Fue aquél, al ver la pelí-cula, un momento importante en mi vida, y que se ha repetido variasveces. Incluso un grupo de alumnos de una exposición que hubo enBarcelona me regalaron el libro El Manantial, que no lo tenía. Lo tengo envídeo y, a veces cuando estoy de mal humor, lo pongo. Fue uno de aque-llos momentos de la vida en el que dices: “Aquí pasa algo”.

La visión de aquella película me impactó, y se produjo en un momentoque yo estaba bajo de ilusiones. Creo que ahí empezó mi camino e ilu-sión por la arquitectura. Estudié arquitectura porque ya desde pequeñoera arquitecto, aunque de pronto me encontré con que iba siendo arqui-tecto y que no sabía muy bien lo que eso significaba. Me decían quehabía que hacer la arquitectura neoclásica que he comentado, pero medaba cuenta de que esto no valía la pena. Estuve a punto de dejar la pro-fesión, y fue entonces cuando esta película me hizo reaccionar. Se abrióasí un camino para trabajar en la dirección que deseaba.

Voy a seguir explicando el plan que seguiré en estas lecciones de arqui-tectura. La propuesta que he recibido es de llevar a cabo tres charlas,aunque yo no puedo dedicarme los tres días a explicar mi vida, que creoque no es muy interesante. Veremos por tanto, en la primera lección, unasdiapositivas de lo que considero más importante en Europa, los EstadosUnidos o Japón, y después un resumen de lo que supuso la Interbau de1957 en Berlín, que considero una muestra única y extraordinaria de loque proponían los mejores arquitectos de la época para la realización deviviendas.

La Interbau se realizó en un momento en que los arquitectos estábamosalgo despistados: Europa estaba prácticamente destruida y, en unmomento dado, los alemanes, con todo su genio y su carácter, decidie-ron dar una lección de lo que podía ser un mundo activo de arquitectura.Se llamaron a los mejores arquitectos del momento entre los que estabaWalter Gropius, Alvar Aalto, Pierre Vago o Le Corbusier, e hicieron, cada

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Página referente al arquitecto Walter Gropius, Interbau 1957.

uno de ellos, un edificio en el barrio Hansa de Berlín, que había sido unespacio bombardeado y, por tanto, vacío. El resultado no fue una lecciónde urbanismo, pero sí una lección del esfuerzo de un país que quiere saliradelante. Se construyeron una serie de edificios de los que he podidotraer documentación. No os voy a mostrar la Interbau completa porquesería muy aburrido, pero he dejado en la biblioteca de esta escuela unacopia en español con mucha documentación al respecto. Lo más intere-sante de la Interbau son las plantas, los estudios que se hicieron, ya loveréis. Algunos de ellos, como por ejemplo el edificio de Aalto, tienenplantas muy interesantes, aunque no sean edificios especialmente bellos.El más interesante, según decían en aquel entonces, era el de un suizollamado Gottwald.

La segunda lección tratará sobre el urbanismo actual y sobre la vida ennuestras ciudades. Presentaré el resumen del proyecto que hicimos deBadalona-Montigalá-Batlloria, una ciudad para cincuenta mil habitantes,de 1969, realizada junto a los compañeros Cardenal, Ballesteros yLaguardia. Se trata de un buen proyecto, que intenta humanizar la ciudaden contra de la “ciudad-carretera”, de la que soy un absoluto enemigo.Creo que ha llegado el momento de que la ciudad se estudie de otramanera. La ciudad es para las personas y no únicamente para loscoches. Es éste un elemento, un artefacto, para ayudar a las personas,pero no para hacerles la vida inadecuada o imposible. Además, conside-rando que el objetivo de la nueva ciudad debe ser conseguir que el hom-bre se sienta más libre y feliz, este proyecto parte de la vía perimetralcomo límite, disponiendo primero zonas de vida del hombre, la mujer y elniño, y seguidamente, el estudio de las vías interiores de circulación roda-da, en contra del actual urbanismo, que considera primero las vías de cir-culación. Es esto último lo que ha pasado en Barcelona con el ensanche,que está bien, es bonita, pero que se ha llevado a cabo a base de, en vezde estudiar cómo van a vivir las familias y cuando estén las familias cómova ser la ciudad, alargar las calles y dejar los espacios restantes paravivir. De eso ya hace años, cuando se redactó el Plan Cerdá, y entoncesestaba bien, porque había caballos, pero ahora, cuando los automóvilesson mayoría, ya no funciona de una manera tan apropiada.

Vivir en la ciudad supera a vivir en el campo, aunque soy un amigo radi-cal del campo y de la naturaleza. Tanto es así que, como coletilla, digoque la fealdad la hemos inventado los hombres, la naturaleza siempre esbella. Ese proyecto que os enseñaré el segundo día no llegó a realizarse,como es natural. En su lugar hay un desgraciado complejo industrialcomercial terrible. Lo mejor de todo ello es que ahora se ha situado unasucursal de Ikea, un fantástico modelo de organización, pero la zona esterrible. Una pena, porque aquél fue un proyecto interesante, humano. Elproyecto propuesto empezaba situando las zonas de vida para despuéstrazar las vías de circulación, que es lo contrario a lo que actualmente seestá haciendo. Se trata de humanizar la ciudad, cuya idea original coin-

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Vista interior de los apartamentos en La Pedrera, Barcelona, 1953-1955.

cide, en cierta manera, con los esquemas de la Bauhaus. Otro ejemplode obra propia que veremos en la segunda lección es un barrio para LaCaixa, en Barcelona. Éste funciona muy bien.

La tercera lección pretende mostrar el conjunto de los proyectos realiza-dos en mi estudio desde el principio hasta finales del siglo XX. Son ejem-plos diversos de viviendas unifamiliares, colectivas, edificios industriales,etc. En todas ellas luché, en lo posible, por crear una atmósfera favorablea las personas. No recuerdo haber hecho ningún edificio sin haber bus-cado el objetivo de que la gente viva bien. En Badalona, como en otrogrupo que hay, pretendo que la gente se pueda reunir, se encuentre y seacerque a la vida de pueblo. Me preguntaron una vez en una entrevista:“Usted en los planos siempre pone la persona como va a vivir, dibuja lamesa, la cama, la mesita de noche, etcétera, ¿por qué?” Mi respuesta fueque no recordaba haber hecho nunca ningún proyecto sin haberlo con-cebido alrededor de la manera de vivir, y eso, la forma en la que se vive,está reflejada en los planos. Después entraré en la arquitectura de inte-riores y diseño de mobiliario, ya que dediqué un año entero de mi vida aun proyecto muy interesante. Me pasaba las mañanas pensando y luegodibujando en el estudio. De este proyecto empecé haciendo unos planosy en cuanto empecé a realizar el proyecto, los planos se rompieron y setiraron. Entonces se hicieron unos bocetos, unos dibujos de cada unidad.

He olvidado decir una cosa, el origen del encargo: un ingeniero que habíatrabajado en una casa que yo había hecho en la calle Tavern enBarcelona me preguntó si me veía capaz de hacer algo en las buhardillasde La Pedrera, que era entonces un nido de ratas, al igual que en casitodas las casas antiguas. La última planta estaba dedicada a lavaderos,trasteros y carboneras, y en La Pedrera, además, como es un espacioconformado con arcos parabólicos unidos por catenarias, era absoluta-mente inútil, además de una porquería.

Este ingeniero también me pregunto si se me ocurría hacer algo paramejorar la renta porque los propietarios se quejaban que La Pedrera nodaba nada de renta. Les propuse hacer un apartamento y me dijeroncomo condición para desarrollar el trabajo que si el proyecto era aproba-do se harían los trece apartamentos y que, si no, no se harían cargo delos gastos derivados de la redacción del estudio. Hicimos el apartamen-to, vinieron los amigos de Gaudí: el vizconde de Güell y el arquitectoCésar Martinell. Su primera impresión fue de rechazo, pero al cabo de unmomento dijeron que estaba muy bien, que siguiera adelante. Fue asícomo se hicieron todos los apartamentos.

También diseñé el mobiliario, especialmente para aquel espacio en LaPedrera, y que aún hoy se comercializa en la galería H2O. Al hacer losapartamentos me vi obligado a diseñar también el mobiliario porque en elmercado no encontré nada que viera adecuado. Estuve luchando con

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una silla y, al final, salió una silla hecha con cartón y tijeras. Creo que, ensu conjunto, es una colección de muebles bastante interesante.

El objetivo de mis proyectos es siempre el mismo: primero que funcioneny, después, que emocionen. El conjunto de mi obra y, por tanto, de mi vidaestá reflejada en el libro de arquitectura de los años 1953 a 1994 que hetenido el gusto de traer a la biblioteca de esta escuela.

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Interbau 1957

Voy a mostrar unas diapositivas que están bien, y que no pretenden darlecciones de nada. Muchas de ellas las habéis visto: Ronchamp, de LeCorbusier, conocida de sobra -no pretendo más que mostrarlo, no pre-tendo ni defenderlo ni atacarlo, me parece interesante recordar esto-; o elpabellón de la feria del Bruselas, también de Le Corbusier.

Philip Johnson es un hombre sorprendente. Fue el que hizo el proyectode la puerta de Madrid, aunque el que lo puso en marcha fue Gómez Hall,que fue ayudante mío durante muchos años en Barcelona y que luegomontó una importante empresa.

Hay algunas imágenes de algún arquitecto que se repiten mucho, porquesoy un entusiasta suyo. Ésta es una fotografía, que habréis visto muchasveces, de la famosa chimenea, lo hemos visto con la silla de Mies van derRohe y la pongo porque es un recuerdo. También muestro uno de losmuchos pasteles de Bruce Goff. Fue ayudante de Frank Lloyd Wright, y untipo muy interesante, pero que lo ha retorcido todo y lo ha querido todo tanacabado y tan adornado que éste no es el mayor de los pasteles, pero meparece interesante enseñarlo porque hay minerales y ladrillos, de todo.

Os mostraré a continuación unas fotografías de un arquitecto que admiromucho a pesar de que era un cantamañanas acabado, que es FrankLloyd Wright. Es Marina City, en California, con la cubierta de cobre. Escurioso porque yo he empleado el cobre en Barcelona y no he consegui-do nunca que me salga verde. Me queda marrón y me molesta mucho vercómo hay señores que consiguen que les quede de color verde. Sondiversas situaciones de la obra de Frank Lloyd Wright. Wright era, apartede un egoísta y un excéntrico, un tío pequeño, terriblemente presumido.Tenía siempre un coche descapotable y, si podía ser, amarillo. Además,se lió con la mujer de un buen cliente suyo, luego le prendieron fuego asu casa y mataron a la mujer y a sus cuatro hijos. Después tuvo hasta tresincendios, pero, detrás de todo esto, está el tremendo valor de Wright devolver a levantar el Taliesin y de volver a poner en marcha su arquitectu-ra, consiguiendo la admiración de todo el mundo. Su madre murió y, enconsecuencia, su padre quedó viudo. Ambos tenían una señora, quevivía alquilada, y que cuando murió la madre decidió hacerse cargo deFrank Lloyd Wright. Wright siempre consideró que sería un gran arquitec-to y él, desde muy pequeño, consideraba que sería, no sólo el mejorarquitecto de América, sino del mundo entero. Eso es lo que yo he leídoen una serie de libros. Me parece un tipo sumamente interesante, a pesarde sus falsedades. También un gran arquitecto y, además, un buen poeta.Sobra decir que soy un especial admirador de Wright, al que no conocí.También lo soy de Mies van der Rohe, al que conocí en Chicago, y sobre-todo por la joya que nos ha dejado en Barcelona: el pabellón de 1929.

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Os mostraré imágenes de Monterrey. Fuimos allí porque yo estaba en losEstados Unidos para hacer unas fábricas para un grupo americano. EnMonterrey me llamó la atención esta casa, porque tiene también la cubier-ta de cobre verde, no marrón como las mías. Tiene la sensibilidad deWright.

La Casa de la Cascada, que supongo todos reconoceréis, es emocio-nante. Resume eso de que la arquitectura debe funcionar pero ademásdebe emocionar. Hay algunas obras de arquitectura que, a veces, si con-siguen emocionar como esta casa, la funcionalidad queda en un segun-do o tercer plano. La encuentro tan emocionante que tengo esta fotogra-fía colgada en un pequeño rincón de mi despacho: me gusta muchoverla. Hemos de buscar en la vida una arquitectura emocionante, porquela vida sin emoción se va acercando a la vida animal. Para resolver unproblema ya es mucho que funcione, pero tiene además que emocionary la emoción es belleza. La emoción es Arte.

Aquí os enseño el aeropuerto de Saarinen. Ero Saarinen, hijo de ElielSaarinen, es un finlandés cuyo padre hizo el famoso edificio de correosde Finlandia, en Helsinki. Ero Saarinen tomó parte en el concurso para elayuntamiento de Montreal, al igual que yo.

Ésta es una obra que me gusta mucho. Es de Kevin Roche. De él he esco-gido unas cuantas, porque a mí me satisfacen. No pretenden dar una lec-ción, sino recordar que en aquella época se hacían obras que hoy díaquedarían muy bien. Ahora está muy de moda la arquitectura descom-puesta, de Frank Gehry, que está haciendo ahora unas bodegas que noson más que otra versión de lo de Bilbao. Ni lo alabo ni lo critico, sin máslo comento.

Félix Candela reconoció en una conversación que tuvimos cuando estu-vimos juntos, que comenzaba sus proyectos dibujando lo que le gustaba,es decir, algo que funciona y que emociona. La práctica es absoluta-mente al revés, ya que en casos muy especiales de personas con unagran sensibilidad puede servir, pero en general no suele ser así. Primerohay que dibujarlo y, luego, hacerlo funcionar. Candela decía que el cál-culo, hoy en día, es capaz de resolverlo todo. Murió poco después enMadrid. Era un individuo que valía mucho.

Hablaré ahora de módulos habitables. Están en Tokio y los he visitado:son unas unidades prefabricadas que se montan, son además indivisi-bles. Creo que humanamente no tienen justificación posible, pero lo quees interesante es su dimensión. Miden dos con veinte metros de largo poruno con veinte de ancho, y en ese espacio está la cama, el televisor, elordenador y todos los aparatos necesarios. Son similares al hábitat deMontreal, de Moshe Safdie, que son unidades que estaban también muybien. Son ensayos muy interesantes que normalmente luego no se repi-

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ten, pero sirven para ofrecer ideas frescas. No recuerdo que el hábitat deMontreal se haya repetido, y menos aún el ejemplo japonés.

Tomé parte en el concurso para el ayuntamiento de Montreal con esteproyecto, que creo que está muy bien. Lo ganó Saarinen con un proyec-to que considero mucho mejor que el mío. Es decir, yo se lo hubiera dadotambién a él. En ese aspecto reconozco que el suyo era mejor, por nodecir estupendo. Saarinen murió de un infarto, mientras viajaba en aviónen uno de sus muchos viajes.

Buckminster Fuller fue un sabio capaz de inventarlo todo. Entendía detodo, y su cúpula geodésica es una solución que conocéis todos, que seha extendido y que ha tenido unas posibilidades inmensas. Fuller viene aser una especie de Leonardo da Vinci, porque a Fuller se le conoce, prin-cipalmente, por la cúpula, aunque también inventó un sinfín más de cosas.

La ópera de Sydney abrió el camino a la arquitectura libre y también a sercapaces de hacer lo de Frank Gehry. Frank Gehry hace algo que luegoqueda muy bien, pero es que todo le queda bien, aunque con muchasreservas. Yo no he estado viendo lo de Bilbao, me gustaría pasearme pordentro y ver si funciona realmente, como sí hace el Guggenheim deWright de Nueva York. El edificio de Wright es una espiral que, tantosubiendo como bajando lo ves todo. Al contrario de otros museos, dondepara ver las exposiciones tienes que meterte en habitaciones.

Ésta es una imagen de un muy bello edificio: la catedral de Tokio, deKenzo Tange. Aquí vemos una obra de Fisac, que ha sido demolida bár-baramente hace poco. No es que quiera comparar esto con lo que hiceyo en La Pedrera, que también ha sido derruido, pero destruir este edifi-cio de Fisac me parece monstruoso. Era, sin duda, un magnífico ejemplode buena arquitectura.

Este es un proyecto de un edificio que íbamos a hacer en Barcelona, perofue un momento en que el sector de la construcción cayó y hubo quedejar de trabajar en ello. Lo curioso de aquel encargo es que debían pro-yectarse unas viviendas que pudieran convertirse fácilmente en oficinas,o incluso plantearlo al revés, diseñando unas oficinas que se pudieranconvertir en viviendas. Aquel proyecto no se realizó, y en su lugar seconstruyó otro. Está muy cerca de mi casa, y cada vez que lo veo lo con-sidero peor. Creo que es una de las cosas más feas de Barcelona. Laplanta estaba muy estudiada, aunque no voy a entrar en detalles. El pro-yecto estaba completo. Íbamos a empezar las obras pero, como hecomentado, decayó la construcción y con los cambios políticos no sepudo ejecutar.

Mostraré ahora imágenes de jardines japoneses. Creo que son una le-cción magistral de cómo con arena se puede conseguir belleza. Estas

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Proyecto para Montigalà/Batlloria en Badalona, 1969.

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otras muestran unos apartamentos o habitáculos en Polinesia. Lo he traí-do aquí precisamente como contraste a todo lo demás, pretendiendovoluntariamente que estuviera fuera de tono. Esta arquitectura es del tipode la que todos hubiéramos querido hacer. Insisto en que la fealdad la hacreado el hombre y que la naturaleza, en cambio, siempre es bella. Conesta imagen acabo esta primera parte. A veces tengo miedo de quedar-me corto, aunque normalmente me pasa al revés. En realidad, eso lessuele pasar a todos los arquitectos. Yo ya he llegado a una edad quesupera a la de las estadísticas, pero se me despierta la vida cuandohablo de un tema que me interesa y que además ha sido mi vida.

Ahora os hablaré de la Interbau de 1957. La Interbau no fue una exposi-ción. Tuvo lugar en Berlín cuando la ciudad estaba destruida. Entonces,un gobierno fuerte dijo que se iba a hacer un esfuerzo para demostrarque Berlín podía volver a ser un referente. Se escogió el barrio Hansa y loedificaron.

Llamaron a una serie de arquitectos más o menos prestigiosos, que vaisa ver ahora y de los que os explicaré algunas cosas. Creo que lo másinteresante de la Interbau es el estudio de las plantas, que os recomien-do fervientemente. He dejado en esta biblioteca documentación sobretodo lo que se hizo en aquel entonces, publicado por los alemanes.Pueden consultarlo si les interesa. Las plantas de los proyectos son dig-nas de estudio, todas ellas realizadas por gente muy buena.

Voy a leer algo que escribí en el año 1957 y que, insisto, no lo digo ahora,sino que lo escribí entonces cuando viajábamos:

“Visita al barrio Hansa de Berlín del arquitecto Barba Corsini en agosto de1957. La creación del barrio Hansa es realmente excepcional. Es unesfuerzo público y muy interesante porque se presentaron un montón desoluciones de viviendas realizadas por arquitectos de primera fila. Esexcepcional haber realizado en el corazón de una gran ciudad un barrioque podemos llamar “para la vida mejor”, donde la vivienda queda incor-porada al ambiente exterior, al paisaje; se ha podido realizar aquí primerodebido a la destrucción de la ciudad por los bombardeos y, después,dada la enorme valentía de unos hombres dirigentes que son perfecta-mente conscientes del momento en que viven. Parece que el barrio Hansase ha edificado con miras a viviendas de tipo económico, aunque la ver-dad es que no es así. Las viviendas son, en general, de superficie redu-cida llegando a treinta y seis metros cuadrados, pero también en ese casoel programa es reducido. Las viviendas no son económicas, son más bienlo que en España clasificaríamos como “viviendas buenas”. Muy superio-res a las que realizamos para la clase media. Sin embargo, algunos de losproyectos a veces derrochan bastante espacio, cosa fácilmente solucio-nable mediante un buen estudio. De la primera impresión resulta un urba-nismo atractivo e interesante. La exposición está a medio construir.

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Página referente al arquitecto Gunther Gottwald, Interbau 1957.

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El bloque es alto, feo y pesado. Las fachadas construidas con placas decemento. El azul lo emplean en gran cantidad. En conjunto: ordenación,simplicidad y repetición. El plan de ordenación de Berlín parece bueno,del orden del de Rotterdam pero a gran escala. Berlín tiene unos dosmillones de habitantes en la zona occidental y un millón doscientos en laoriental. La idea del bloque aislado, de gran altura, queda a veces fuerade la escala humana y hace al hombre sentirse pequeño. Resuelve, encambio, el problema de liberar el suelo, e incluso permite una mejor orga-nización”.

Esto es lo que por aquel entonces, en 1957, escribí. Ahora intentaré hacerun recorrido por el contenido de aquella muestra, la Interbau. La idea rec-tora de la exposición fue la creación del nuevo tipo de barrio, situado enel mismo lugar donde se había devastado el antiguo. Se decidió aplazarla exposición hasta el año 1957, inaugurándola el seis de julio, y comple-mentando a una feria técnica de construcción. La intención era presentara discusión pública los problemas de la construcción moderna, inspirán-dose en el alto ideal de trasmitir un mensaje de nuevos valores.

Voy a ofrecer aquí un breve resumen de algunos de los proyectos, aun-que la documentación completa, como ya he dicho antes, queda a su dis-posición en la biblioteca de esta escuela.

Proyecto de los arquitectos Klaus Müller-Rehm y Gerhard Siegmann. Esta obra ha procurado renunciar a toda clase de revestimiento. Las plan-tas son sumamente interesantes. Fijaos que se compone casi totalmentede unidades pequeñas con diferentes soluciones. Hay cinco soluciones ycinco unidades de vida que resuelven el problema. El núcleo de comuni-caciones consta de una caja de escalera que contiene también los ascen-sores y los conductos de basura. La base fue edificada en forma de H,ligeramente desplazada, lo que constituye un atractivo especial. A la cajade la escalera central puede llegarse desde cada una de las plantasdesde unas galerías abiertas. Los ascensores se encargan de la circula-ción interior del edificio, ya que la caja de la escalera, en realidad, sólo seutiliza como escalera de incendios. La planta baja esta dotada de todaslas instalaciones necesarias para este tipo de edificios. Se hallan en ellatambién las acometidas de la calefacción, que funciona a distancia. Ochode las viviendas tienen treinta y dos metros cuadrados, y los demás, situa-das en las esquinas, son de cuarenta y dos metros cuadrados útiles. Cadauna de las viviendas, por tanto, dispone de los siguientes espacios: unahabitación, un hueco empotrado para una pequeña cocina empotrada, uncuarto de baño montado y un pequeño espacio trastero. Además, cadauno de los pisos está dotado de un balcón individual.

Proyecto del arquitecto Günther Gottwald. Se decía que la obra de Gottwald era la más interesante de la Interbau.El método de construcción por compartimentos, en el que las paredes

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Página referente al arquitecto Pierre Vago, Interbau 1957.

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maestras son a la vez las divisorias, permite construir en material ligero,en este caso madera prefabricada, las paredes exteriores ya que éstasno tienen ninguna función estructural de apoyo. Cada planta tiene ochoviviendas, y cada una de ellas dispone de un cuarto trastero en el sóta-no. Sólo la cocina y el baño son de emplazamiento firme e inalterable ensu forma. En general, estos edificios no me impresionaron por su belleza,ya que eran más bien fríos. En cambio, al estudiar sus plantas, se da unocuenta de que son muy interesantes.

Proyecto del arquitecto Walter Gropius. El proyecto de Gropius es, a mi entender, el edificio más bonito de todala Interbau. Está muy bien resuelto. Coincidió que los balcones son dehierro esmaltado y yo, por aquel entonces, estaba haciendo en Barcelonaun grupo de casas que había mandado esmaltar. Me costó una barbari-dad encontrar quien esmaltará en los balcones unas placas. Entoncespareció que yo había copiado a Gropius. Gropius, por supuesto, no habíacopiado de mí, pero yo tampoco a él: simplemente coincidió que amboshacíamos este tipo de balcones. La casa construida según los planos deWalter Gropius tiene nueve plantas que contiene sesenta y cuatro vivien-das en serie. Las plantas no son extraordinarias pero están bien. Si seestudian siempre se aprende algo. Muchas de ellas comprenden tresmedias habitaciones de setenta metros cuadrados de superficie útil. Lasdos viviendas de cada planta se agrupan alrededor de las escaleras.Miran al norte los pisos y una media habitación con baño en el centro,dotado de un tabique que lleva las instalaciones ya empotradas. Doshabitaciones, con la cocina en medio, miran al mediodía. Todas las vivien-das tienen acceso directo al pasillo. Los balcones del sur proporcionanbuena protección contra el sol de las habitaciones. El ático contiene dosestudios de ciento cincuenta metros cuadrados aproximadamente.Conocí a Gropius en Boston, en un viaje que hicimos para visitar las ciu-dades dormitorio que Sert había hecho allí. Estuvimos con Gropius, Serty sus esposas visitando aquello. Entre otras cosas, había un parking queyo no puedo menos que pensar que se parece mucho a un auditorio quetenemos en Barcelona.

Proyecto del arquitecto Pierre Vago. El arquitecto Pierre Vago, de París, diseñó una casa de apartamentos enserie, de cincuenta y nueve viviendas. Tienen éstas un tamaño muy dis-tinto: las hay de una, dos, tres, cuatro y cinco habitaciones. Veinticuatroviviendas disponen de una sala de mayor tamaño, que permite un acce-so amplio a la luz, al aire y al sol, teniendo una altura de una planta ymedia. Es decir, rebasa considerablemente las medidas del piso prome-dio de una luz de dos metros setenta. Las salas de estar, con sus techosde nivel diferente, se agrupan alternativamente, lo que se ve claramenteen la fachada que mira a saliente, debido a las diferencias de altura delos techos en varios pisos. Todas las viviendas disponen de armariosempotrados y, algunas, también cocinas empotradas, así como de un

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Página referente al arquitecto Alvar Aalto, Interbau 1957.

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traga-basuras en la cocina y de ventilación artificial. Los cuartos de bañose encuentran en el interior. Lo interesante sería que si tenéis cierta curio-sidad, mirarais la planta, porque es una lección. En su momento fue unalección para mí y ahora que han pasado cincuenta años sigue siendo unagran lección, ya que lo que estamos haciendo ahora no es dar solucionesespecialmente buenas a las cosas. Alguna vez se acierta, pero la verdades que si yo cojo lo que hemos hecho de arquitectura moderna enBarcelona, más de una vez preferiría la arquitectura de piedra artificial ala mayor parte de lo que está construyéndose.

Proyecto del arquitecto Niemeyer.Esto es de Niemeyer y, aparte de que tiene cara de Niemeyer, la duda essi es del padre o del hijo, porque a mí no me salen los números. No hayduda que es Niemeyer. Siempre es una arquitectura limpia, sorprendente,interesante, valiente. Niemeyer tiene, supongo que será del padre, quesigue trabajando, más de noventa años y supongo el hijo estará con él. Esun tipo muy válido aunque hizo Brasilia que es una ciudad que no funcio-na, como es lógico. La ciudad requiere humanidad, a pesar de que hahecho edificios muy interesantes. La obra se subdivide en compartimen-tos autónomos, siendo las paredes exteriores también las maestras.Hacen al mismo tiempo de divisorias de las viviendas individuales.Forman parte del sistema de construcción los muros que abrazan lascajas de las escaleras, que tienen el efecto de soportes huecos. La distri-bución del peso de dos compartimentos se trasmite sobre fundamentosseparados mediante unas vigas de apoyo en forma de V. Los soportes enV han de expresar, según dice el arquitecto, la idea de unas vecindadesorgánicas en vez de una especie de “máquina de vivir”. Las viviendas dela casa tienen tamaños varios, desde dos o tres hasta cuatro habitaciones.

Proyecto de los arquitectos Jaenecke y Samuelson.Eso me parece que es de un sueco, de Samuelson. La casa tiene diezplantas, construida como un bloque de fachada alargada. Fue edificadasegún el proyecto de los arquitectos suecos Fritz Jaenecke y StenSamuelson. Se sube a los pisos por los cuatro ascensores, cuyas cajastambién cooperan en reforzar la construcción. Las escaleras sólo debenusarse en caso de emergencia. Ocho o nueve viviendas tienen un ascen-sor a su disposición. El bloque de viviendas recibe la calefacción de lacentral a distancia. Algunas viviendas quedan amuebladas al estilosueco, con muebles procedentes de aquel país. Para que los vecinos, almirar desde los pisos altos, tengan sensación de seguridad, se ha colo-cado delante de las ventanas una especie de balcón como área neutral.A las dos fachadas longitudinales de la casa se ha antepuesto un siste-ma de balcones o galerías continuas.

Proyecto del arquitecto Alvar Aalto.Llegué a tener más contacto con Alvar Aalto que con los demás porquele conocí en Barcelona. Además, un buen día me fui a Finlandia, y aque-

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Página referente al arquitecto Le Corbusier, Interbau 1957.

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llo no era tan fácil, porque fue la época en que Rusia dominaba enorme-mente y Finlandia estaba medio en manos de Rusia. Yo recuerdo que encasa mi madre me decía: ¿pero ya sabes donde vas, hijo mío? Estuve enFinlandia, en Helsinki, y llamé por teléfono a Alvar Aalto. Me invitó y fui acomer con él, muy amable, encantador. Estaba casado con Elisa. Habíaquedado viudo de su mujer y se había casado con Elisa, que era unaarquitecto que había trabajado con él. Era la hermana de la secretaria deAlvar Aalto. Me invitaron a comer y luego en el coche me llevó a ver unasobras que estaba haciendo. Fue un hombre sumamente agradable.Luego volví a Finlandia con unos amigos y Alvar Aalto seguía siendo lamisma persona encantadora, pero vivía ya en plan de genio. Ya habíahecho una casa y el estudio especialmente de recibo. Había cola degente que iba a visitarle, casi a besarle la mano, estaba en el periodo degenio. El hombre que a mí me interesó fue el primero. La casa era un patiogrande, con una sala de dibujo y unas salas de recibo. Las obras de Aaltotodas las que he conocido, siempre han sido excepcionales.

Por otra parte, Aalto también diseñaba. Tenía una galería de arte que sellamaba Artek, que la llevaba un arquitecto que era Oker Yeder. Me acuer-do del nombre porque su suegra vivía en Barcelona, en una casa que yohabía hecho en la calle Madrazo. La Villa Mairea famosa de Alvar Aalto esMairea Gullichson. Mairea estaba casada con Gullichson, un fabricantede chocolate, y Leif, el hermano del fabricante, era el que vivía en unacasa que había hecho en Barcelona. La casa estaba llena de suecos, deextranjeros, porque era una casa un poco diferente. Es decir: la relacióncon Aalto ha venido por varias partes con los Gullichson. Luego estuvi-mos otra vez en Finlandia y fue muy amable. El proyecto de Aalto en laInterbau es de siete plantas, con diez apartamentos cada una, cinco encada lado de la escalera. Cada planta abarca un departamento de unapieza y dos habitaciones. La planta es muy interesante: tiene un dormito-rio doble divisible en dos, que Aalto ha empleado mucho. Una casa dedos dormitorios, uno doble y el otro de tres metros de ancho, pero con unpanel en medio, que puede dividirse en dos. Entonces queda la cama, lamesita de noche y armario. Esta es una buena solución. En la soluciónque yo he empleado en varios edificios hay dos puertas de entrada, dosarmarios, y una habitación que en un momento dado se puede cerrar.

Proyecto del arquitecto Hans Schwippert.Esta casa pilón de dieciséis plantas fue proyectada por el Profesor DoctorIngeniero Schwippert de Dusseldorf. El edificio comprende sesenta y unaviviendas, que en parte se extienden a través de dos pisos. El edificio fueerigido según el método sueco, es decir, con elementos prefabricados demontaje. Las paredes maestras, así como los techos y las escaleras, fue-ron levantados de hormigón, preparado en el mismo lugar de la obra. Elbloque de viviendas tiene tres tipos de pisos. El primero tiene cien metroscuadrados de superficie, con forma de U agrupado alrededor de un bal-cón central en la parte sur de la casa. El segundo tipo tiene dos plantas

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Página referente al arquitecto Le Corbusier, detalle de plantas, Interbau 1957.

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y es colocado alrededor de un gran balcón central que enlaza los dospisos. En la planta superior se encuentran el cuarto de baño y en la parteinterior los dormitorios. El baño tiene ventilación artificial. La planta bajaqueda accesible desde la caja de la escalera, que permite la entrada alas salas de estar y a la cocina, que también tiene ventilación artificial yaque se halla en el interior de la vivienda. El tercer tipo son viviendas deplanta única, con cuarto de estar, una cocina comedor interior y unaentrada al baño por un cuarto trastero, que hace de protección contra losolores para que no penetren en la casa.

Proyecto de los arquitectos Raymond López y Eugène Beaudouin. Se disponen los dos pisos de forma que se encuentren a diferentes altu-ras, para demostrar así su idea de las viviendas particulares también enel aspecto exterior. Las viviendas, elevadas de los cuatro costados, sehallan así conectadas con la planta central por medio de unas escalerasespeciales, parando también los ascensores en la planta central. Las uni-dades de vivienda comprenden veinte viviendas de una pieza, ochodepartamentos de una habitación y media, diecisiete pisos de dos habi-taciones, diecisiete viviendas de dos habitaciones y media, siete vivien-das de tres habitaciones y una vivienda de tres habitaciones.

Proyecto del arquitecto Otto Senn.El bloque de viviendas de cuatro plantas y dieciséis pisos proyectado porel arquitecto Otto Senn de Basilea ocupa una base pentagonal. Un círcu-lo que se piensa dibujado alrededor del pentágono, con un diámetro deveinte metros ochenta centímetros, determina la superficie de base deledificio que descansa sobre una planta zócalo. En cada una de las plan-tas de tipo estándar se encuentran tres departamentos, subdividiéndosede la siguiente forma: dos pisos de dos habitaciones, un piso de tres pie-zas y uno de cuatro cuartos. Se hallan colocados en forma de abanicoalrededor del pentágono del vestíbulo central, que recibe su luz desde laescalera. La planta ático comprende cuatro departamentos, tres de unahabitación y media y uno de dos piezas y media.

Proyecto del arquitecto Le Corbusier.Ahora saltamos a la máxima figura de Europa: Le Corbusier otra vez. Unaespecie de unidad de Marsella, que aquí repite en cierta manera. Yo estu-ve en la unidad de Marsella, supongo la habréis visto más de uno, luegovolví un par de veces. Las cosas, cuando se hacen, se hacen con ilusiónaunque después empiecen a aparecer fallos. Yo recuerdo haber incluidotubos para basuras en un edificio bastante importante de Barcelona. Mehe pasado la vida tapando tubos de basura ya que éstos no se puedenhacer en España porque te tiran de todo y es una porquería. Por eso loshemos tenido que tapar todos. La calefacción a distancia sí que funcio-na. Es muy barata porque cuesta cuatro pesetas cada calefacción pero,claro, también resulta que para viviendas un poco buenas han salidounos sistemas automáticos de calefacción individual. El hecho de sepa-

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Edificio en la Ronda Mitre, planta entresuelo, Barcelona, 1960.

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rar las personas de los grupos también supone evitar problemas de lascomunidades de vecinos: cuantas menos uniones haya, mejor.

La calle de tiendas de Le Corbusier, en Marsella, me impresionó máscuando la vi por segunda vez. A las tiendas no les gustaba mucho ellugar. Había un altillo que se asomaba sobre la zona de estar, que más deuno lo cerraba. Se hicieron cambios y te dabas cuenta que había tal can-tidad de recomendaciones que eran los fallos de la unidad de habitación.Luego Le Corbusier, que era un hombre práctico, cuando tuvo oportuni-dad, repitió la unidad de habitación una y dos veces. Está muy bien, perono parece que sea recomendable. El bloque comprende quinientas vein-tisiete viviendas y consta de diecisiete plantas. Son piezas largas de plan-ta baja y dúplex arriba. No voy a insistir porque es muy conocido. Él hizoun edificio tipo unidad de habitación también en el Hansa. Su principiorector es el de la Unité, es decir, que se tiende a cierta autonomía, en elsentido de concentrarse las viviendas en una casa torre. El antiguo tipode bloque de viviendas queda sustituido por otro distinto. Se evitan lospatios interiores, pero se consiguen las ventajas al reducirse los gastos encuanto a acometidas, sostenimiento de las viviendas, etcétera. Muchasinstituciones de la vida diaria que se necesitan constantemente, talescomo tiendas, lavaderos, pero también una escuela de párvulos, un club,una consulta de médico u otra de abogado, se encuentran dentro del blo-que. Hay nueve calles-pasillo, es decir, unas arterias que atraviesan elbloque en sentido longitudinal. Se encuentran en las plantas primera, ter-cera, quinta, séptima, octava, novena, décima, decimotercera y decimo-sexta respectivamente. Disponen de alumbrado artificial y son conecta-das con los ascensores, dando acceso a las viviendas directamente. Sehan ideado tres células standard de habitación, de un ancho de cuatrometros y de un alto de dos metros y medio, que permiten variaciones enel tipo de vivienda. La célula primera comprende cocina, servicio de aseoy sala de estar. La segunda célula abarca dormitorio y cuarto de baño. Latercera consiste en otra sala más, que quien desease, pudiera subdivi-dirla en dos piezas. Éstas son soluciones en que el arquitecto lo resuelvetodo y lo prevé de modo fantástico en el proyecto, pero luego viene lavida y lo cambia.

Hice un edificio importante en Barcelona, en Mitre (del que también hayun libro) en que, en su momento, se montó una farmacia, una guarderíainfantil, una lavandería, un snack-bar, y toda una serie de servicios paraque las viviendas pequeñas pudieran tener un nivel de vida adecuado. Lapretensión era conseguir que gente que tuviera una capacidad económi-ca baja alcanzara una dignidad de vida buena y se viera capaz de meter-se en una superficie no grande, de unos cuarenta y siete metros, peroque hicieran una vida realmente digna. Además, contenía todos los ser-vicios. ¿Qué ha pasado? Pues que estas viviendas que se alquilaban alprincipio en setecientas pesetas y luego en mil trescientas, ahora seestán alquilando por cien mil, lo cual me parece una monstruosidad.

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Estuve el año pasado en contacto con el ministerio, estaban tratando elestudio de viviendas de alquiler invendibles, y les mandé un comentariocon este ejemplo. Estas viviendas que se hicieron, para vivir en ellas concuarenta y tantos metros en los que se vive bien, resulta que la vida lo haorganizado de tal manera que ahora los vecinos en lugar de tener todoslos servicios aquéllos, sólo tienen un bar al lado del otro y un sitio dondecomer. Yo estoy muy contento de aquel grupo de trescientas cincuentaviviendas, que eran una unidad suficiente que yo había programadocomo arquitecto. Pero la vida te lo desprograma y te lo cambia. Pero fun-ciona de otra manera, y lo malo es el precio que pagan ahora. Podríahacerse lo mismo por la mitad, cuarenta mil o cincuenta mil pesetas, seríaun precio muy bueno de alquiler. La vida luego cambia las cosas y lopone a tono de lo que es la vida y, en este caso, yo paso por ahí y veo ala gente reunida, los vecinos hablándose, etcétera. Son unos patios conunas viviendas en forma de L. Estas viviendas aparte de que tienen estepatio y, por tanto, están bastante cerradas por fuera, no les molesta lacalle, pero tienen unas habitaciones que son como células. Bueno, si leshe despertado un poco de curiosidad, pueden consultar la documenta-ción que aparece en ese libro. La cocina es elementalmente sencilla, perouna señora no comprenderá que una cocina pueda ser una banda y otrabanda, aunque la verdad es que estas cocinas de doble banda funcio-nan muy bien.

Hay que procurar entender al cliente, no pegarse con él. Hay que tratar-lo con habilidad, como a un ser humano, y procurar que te acabe pidien-do. Es decir, que hay que llevar al cliente a tu terreno, convencerlo, peroteniendo mucha inteligencia emocional. En la vida, todo el éxito quepodamos tener debe mucho también al trato humano que se da a lagente, dando a entender que estás ayudando a resolver su problema.Esto es un consejo, de lo que les decía antes: que el diablo sabe más porviejo que por diablo.

Creo que he cumplido mi cometido en cuanto a lo que quería decir. Heinformado de lo que fue el barrio Hansa y la Interbau de 1957. Además,tenéis documentación de sobra para verla. Por otra parte, también pare-ce que hemos cumplido con el horario previsto.

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Urbanismo actual

Ayer hablábamos de un tema muy interesante. Analizábamos una seriede edificios modernos desde los años cincuenta hasta ahora, edificiosque, personalmente, creo que son muy buenos.

También vimos proyectos construidos para la Interbau, la exposición quese dio en Berlín en 1957. Además, comenté un poco el trabajo de losarquitectos de aquella época, entre los que estaban: Alvar Aalto, WalterGropius o Niemeyer. Quedó una explicación un tanto resumida, porque lono resumido es muy extenso. Creo que lo interesante es ver las plantas,aunque no podríamos dedicarnos a ver plantas porque es un problemade estudio de tipo más personal. Yo invito a algún profesor a que lo estu-die en profundidad, que creo que realmente vale la pena.

Hoy voy a tratar un tema algo más polémico, y que además a mí me inte-resa mucho. Creo, sin embargo, que tendría que levantar mucha máspolémica aun. Me da la impresión de que estamos cometiendo, mejordicho, los urbanistas están cometiendo un grave error: el error de laampliación de las ciudades. Yo vivo en Barcelona y conozco bien estaciudad. La ciudad Olímpica en Barcelona está bien, y las casas estánbien enclavadas dentro de las calles por donde pasan los coches. Sinembargo, lo único diferente que tiene, en comparación con la otra partede Barcelona son las manzanas, que aunque más grandes, siguenteniendo los mismos inconvenientes.

Para que sepáis a que me refiero voy a leer un escrito que ha salido publi-cado en la prensa y que se titula: “Barcelona y el nuevo urbanismo”.Hablo sobre Barcelona pero esta crítica podría extenderse a la prácticageneralizada del urbanismo actual. Una de las ciudades de España quetiene una urbanización más agradable es Vitoria, que ha buscado unaposición intermedia entre la calle peatonal y la circulación. En Vitoria, real-mente, aún se puede vivir un poco. Otra ciudad agradable es, quizá porsimpatía, Pamplona. Se trata de una ciudad que gana en simpatía, por loque los errores se ven menos, aunque siguen existiendo.

Me preocupa cómo se va resolviendo la ampliación de las nuevas ciuda-des, y especialmente de mi ciudad Barcelona, en la que hasta el Jefe deTráfico, Antonio Riu, pide que el coche deje de ser el rey de la ciudad(artículo de Luis Sierra en La Vanguardia, el sábado diez de junio de2000). Salió en varios artículos y alguno tengo recortado.

Pero las ideas que se les pueden dar a los urbanistas sobre este tema,o al menos a los que yo conozco, les entran por un oido y les salen porel otro, quedándose impertérritos, preocupados con los coeficientes,con las densidades, con los datos técnicos, etcétera. Con datos técni-

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cos no se hace urbanismo. El urbanismo pensado es otra cosa. Debenllevarse a cabo pensando que hay que vivir mejor, que las casas sonpara que la gente sea más feliz, y que en las ciudades actuales vivimossometidos a una tensión que no apreciamos porque acabamos acos-tumbrándonos.

El hecho de atravesar un semáforo cada vez que se cruza una calle, yque haya una serie de coches que pasan o no pasan, genera tensión. Elpeatón se defiende, y normalmente no es atropellado, aunque recuerdoque hace unos años, un coche arrancó antes de tiempo y atropelló a unapobre señora destrozándola por completo. Se trata de pensar en otrourbanismo, que no es el urbanismo que se hace actualmente. Voy aseguir con esto porque salió un artículo en la prensa y prefiero aclararlo.

Seguimos aplicando el mismo criterio de principios del siglo XX, conti-nuando con la ciudad carretera. Nuestras ciudades están hechas para lacirculación del automóvil, olvidando que el único protagonista es el hom-bre, y que el objetivo es hacerle la vida mas fácil y feliz. Hay que acabarcon el continuo riesgo y tensión a la que estamos sometidos los ciudada-nos de la ciudad carretera. Desde principios del siglo XX han cambiadolos datos del problema. Como dijo Einstein, “la perfección de los mediosy la confusión en los objetivos caracterizan nuestra época”. Todo ello seráposible si el nuevo urbanismo se plantea con estos objetivos. Intento aquídecir lo que creo que debería ser: es preciso humanizar la ciudad respe-tando al hombre, a la mujer, al niño. El automóvil se utiliza para desarro-llar conjuntamente la vida humana, pero no debe mezclarse a la propiavida. Naturalmente, lo primero es disponer de una buena red de metro,así como de las necesarias comunicaciones de superficie.Concretamente hoy, vuelvo a referirme a Barcelona porque es la queconozco más y además está escrito en la prensa catalana, a pesar de seruna ciudad abierta al mar el ciudadano sigue jugándose la vida en lacalle y vive en plena tensión.

Cuando estaba de alcalde Porcioles se hizo una vía de tránsito, y yo hiceun edificio bastante grande en esta vía que no existía. Al principio habíaunos jardines pero luego, para ahorrarse que la vía de tránsito pasara porotro lado recto, hicieron una curva. Plantearon una autopista en mitad dela ciudad, decía el alcalde que esta ronda estaría llena de vida y yo digoque una ronda llena de vida, es decir, llena de coches, sólo es aceptablesi es subterránea.

No se pueden hacer cosas de este tipo en superficie, aunque siemprehay excepciones. En lo posible hay que hacer conexiones subterráneas.El túnel de Mitre era una gran mejora, concebido pasando necesaria-mente por debajo de Vía Augusta. Sin embargo, después, en lugar depasar por debajo, que me dijeron los ingenieros que estaba perfecta-mente resuelto, lo han pasado por encima, y hay seis calles que van a

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parar al mismo sitio. Eso no funciona. Las cosas, o se hacen bien o no sehacen. Mientras no se complete no puede funcionar y, en cualquier caso,no justifica el gasto total. Yo recuerdo que en el proyecto original, al llegara la carretera de Sarriá, seguía recta y subterránea hasta empalmarse conotras calles y esa curva no aparecía.

Espero que en el nuevo urbanismo se tenga en cuenta el objetivo fun-damental: el respeto a la vida ciudadana. No se puede seguir con la ideade calles para coches flanqueadas por casas. El hecho de hacer estascalles supone que luego las casas quedan paralelas a las calles, conuna acera delante normalmente pequeña, y ni siquiera un jardín. Y sisales de casa y vas muy deprisa te echas a la calzada. Normalmente hayacera y nos quedamos contentos con esto. Yo creo que, hoy en día, esoes absolutamente inaceptable, porque además, al continuar haciendomás y más calles, cada vez más largas, hay más coches, por lo que, deseguir así, dentro de diez años se duplicará o triplicará el volumen decoches.

En cuanto a la ciudad existente, sólo cabe aplicar parches, al igual quese están planteando en otras ciudades europeas. Tengo la esperanza deque si el objetivo se respeta, el futuro de estas ciudades permitirá a losciudadanos vivir más felices. Insisto en que el sujeto del urbanismo, elsujeto de la ciudad, no es el coche. No podemos empezar proyectandomarcando las vías.

Cuando yo proyectaba, también he trabajado en urbanismo, funcionabaasí: te daban un plano de la ciudad y ya sabías que había que continuarlas calles. Si continuamos las calles aumentamos el problema, hay quehacer otro tipo de urbanismo, otro tipo de ciudad. No olvidemos quecuando acaba la feliz época de la niñez, el individuo se limita a un solosector de la vida perdiendo la concepción del conjunto. Diseño, cons-trucción y economía forman una unidad independiente e inseparable.Debemos funcionar para que las cosas emocionen, pero son las emocio-nes las que nos separan de la vida vulgar, la vida sin emoción es lo máspróximo a la vida animal.

El arquitecto es un creador de atmósferas. Mies decía que lo primero quepensaba al proyectar era la atmósfera. Es fundamental para los proyec-tos pensar cómo es, qué atmósfera va a quedar y cómo se va a encon-trar uno. Cuando uno va a la montaña se encuentra bien, cuando va a laplaya, al mar o a las rocas se encuentra bien, cuando uno oye música,etcétera. Todo eso va emocionando y todo eso va creando una emoción.Delante de un edificio feo uno se encuentra mal. Desgraciadamente estoocurre y no nos damos cuenta. Ocurre en unos edificios que, además,están frente a las calles y están jugando con el paso de la circulación. Laciudad vacía es muy agradable, la ciudad vacía de coches, no de perso-nas. La ciudad llena de coches es un disparate.

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Cuadro resumen de los objetivos del Urbanismo.

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Hasta ahora los errores se podían permitir, y sobretodo hace tiempo, por-que se partía del Plan Cerdá, concebido para el paso de coches decaballos. Pero la venta de automóviles, que es uno de los negocios másgrandes que hay, aumenta, se venden más coches, más automóviles, ytodo eso se traduce en calles llenas y riesgo para las personas. La ciu-dad está hecha como solución a los problemas que el hombre encuentraa la vida en el campo, pero una vez allí le surgen otros problemas, comola tensión y el riesgo por la circulación.

Creo que el planteamiento para abordar el urbanismo en las nuevas ciu-dades debe partir de la idea clara de que el objetivo es que el hombre,la mujer y el niño vivan mejor y más felices. El urbanismo actual podría serbueno, como he dicho antes, cuando se hizo el Plan Cerdá, pero no sirvepara la vida del siglo XXI. Hemos de proyectar para la vida del siglo XXIuna nueva ciudad respetando la vida de las personas y, después, el trán-sito rodado, evitando el situar las casas al borde de la calle-carretera. Hayque situar primero los grupos de vida. En los proyectos de urbanismo, yesto que digo me consta que va en contra del urbanismo que se estáhaciendo, deben situarse primero los grupos de vida y luego el tránsitorodado, contando con un aporte importante de elementos comunitarios, yespecialmente con vías subterráneas, metros, etcétera.

Hasta ahora lo planteo todo como teoría. La ciencia, el arte y la filosofíadeben apoyar un nuevo orden. El mejor urbanista es el que tiene más sen-tido común y sabe vivir mejor. No es tan interesante el poder contar contantos datos de estadísticas y de coeficientes, aunque sea esto a lo quese aferran hoy en día los urbanistas.

Los lugares de interés deben estar dentro de un área de ochocientosmetros de radio, lo que supone una distancia de quince minutos andan-do desde la vía de circulación perimetral. Los accesos a las unidadesserán subterráneos y podrán acceder al correspondiente aparcamientodentro de la zona de negocios.

Según algunos estudios realizados, los males sociales son fruto de laefectividad del grupo social. Respecto a estos pobres chavales desgra-ciados, que de mayores son ladrones u otras cosas, la medicina aceptaque tiene más importancia el ambiente en el que se han desarrollado depequeños, mucha más importancia, que las células de composicióngenética de los chavales. Un chaval, de pequeño, se deforma.

En cuanto a las plazas, el tamaño real de una plaza, y lo digo por com-paración con esa plaza que han hecho en Barcelona, cuyo éxito es quees la plaza más grande del mundo, debe ser aquél en el que quepan unmáximo número de personas en la hora activa. Los espacios y plazasgigantes intimidan a la gente y no funcionan bien. La plaza inmensa delForum de Barcelona se puede calificar como una soberbia tontería: no se

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Croquis del proyecto en Montigalà/Batllòria, Badalona, 1969.

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trata de que la plaza sea grande, se trata de que sea adecuada y acor-de a las necesidades.

Respecto al mantenimiento de nuestros objetivos espirituales e intelec-tuales, se utiliza más la memoria que las ideas. El hombre puede vivir enapatía sensorial hasta perder de vista la pobreza y desgracia de su entor-no. Esto está pasando en multitud de desgraciados que han perdido devista lo que es la vida y viven en pobreza, y esto lo crea también la mane-ra con que nosotros respetamos las ciudades y las zonas degradadas.

En cuanto al niño, es difícil creer que un niño criado entre las tristes callesde una ciudad, o en una vía de puro tránsito, sea capaz de buscar belle-za. Ha quedado en un estado de apatía sensorial. Salvo alguna excep-ción, ha perdido incluso la conciencia del mal ambiente que le rodea.

Creo que con sentido común, entusiasmo y creatividad, pero sobre todocon sentido común, podremos hacer buena arquitectura sabiendo que elobjetivo es, en resumen, que la buena arquitectura debe, primero, fun-cionar y, además, emocionar. Es decir, debe mejorar la vida. En cuanto alurbanismo, aun más, ya que trata de la vida no sólo en familia sino detodos los grupos humanos. Estas ideas se pueden seguir extendiendocon reflexiones, artículos y demás. Es fácil decirlo si se piensa como lohago yo, pero encontrar la solución es más difícil.

Como ejemplo, voy a mostrar un centro urbano de cincuenta mil habitan-tes. Se trata de un proyecto que hicimos tres compañeros, Laguardia,Ballesteros y Cardenal, que además de arquitectos eran también buenosamigos. Es el proyecto de Montigalá, en Badalona. Creo que este pro-yecto es un ejercicio de estudio de cómo vivir mejor, que es a lo que nole dedicamos tiempo los arquitectos. Decía César Manrique que él nohacia arquitectura, sino que lo que hacía era mejorar la vida. Él luchabapor mejorar la vida y es lo que debemos conseguir. Además, esto es fun-damental para el desarrollo de un buen urbanismo.

El proyecto fue al gobierno, en Madrid, y allí nos felicitaron. Al cabo depoco tiempo aquéllos lo liquidaron, lo vendieron por partes y, ahora, hanhecho una zona industrial realmente desastrosa. También han construidoun Ikea que es un almacén fantástico, pero por el contrario no hay urba-nismo y creo que era una zona que lo merecía. En principio, el proyectodebía albergar cincuenta mil habitantes, y se realizó pensando que debíaser una lección, o un modelo, de lo que podía ser una ciudad.

Las facultades del arquitecto se pueden definir como lógica pura, creati-vidad y técnica, pero al final, para los buenos proyectos, hay que empe-zar de nuevo, hay que inventarlos dentro de un sentido común. Es enton-ces cuando aparece la necesidad de conocer una técnica infalible y,luego, ponerse a merced de la inspiración. Cada edificio debe ser inven-

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Maqueta proyecto Montigalà/Batllòria, Badalona, 1969.

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tado y no copiado. Una cosa que repito siempre: la buena arquitecturaprimero tiene que funcionar y después tiene que emocionar.

El esquema que sirvió de base para desarrollar el proyecto de Montigaláparte de una clara influencia de la Bauhaus. Hay varios grupos que sonunidades-escuela, y eso quiere decir que son unidades que tienen unaescuela primaria. Cada grupo de unidades-escuelas crean un barrio, ytienen un centro local y unas tiendas de primera necesidad, como vere-mos luego. El centro urbano está constituido de viviendas de baja densi-dad y de alta densidad, es decir, que hay edificios altos y bajos.

El proyecto estaba encajado, pero el hecho a destacar es que creo quehay que dejar libertad al arquitecto o arquitectos que proyecten, queplanteen su punto de vista dentro del respeto a la persona, a la familia yal ser humano en la ciudad. Las ciudades no pueden ser cárceles o algoque cree una tensión como nos está creando. Me parece que lo dijedurante la otra sesión: un día, no hace mucho, que no había demasiadoscoches, salimos a la calle y comentamos “qué bien está la ciudad”, esmuy agradable una ciudad donde no te atropellan.

Para desarrollar el proyecto nos dieron un área entera, en la que debíaplantearse una teoría de la ciudad humanizada. Se estableció una líneaperiférica, una zona más noble, que está libre, en la que hay agua yverde. En la parte de abajo se sitúa la zona deportiva y fuera se implan-tan edificios altos para dar más potencia al centro.

En el centro urbano, por tanto, hay una vía en un sentido y otra vía pea-tonal en el otro. Los coches no entran en esta ciudad.

Me gustaría entrar en detalles pero para eso hay que leer la memoria, enla que se explica perfectamente. Este proyecto se hizo hace veinticinco otreinta años, de manera que tendría que acordarme de memoria demuchas cosas. De lo que me acuerdo es de que la ciudad era una buenasolución para la ciudad moderna y en este caso estuvimos trabajandosobre un proyecto en un terreno caro, un buen terreno, que ahora se hancargado, como pasa casi siempre. Pienso, sin embargo, que podríahaber sido un buen ejemplo de ciudad humana y humanizada.

Se parte también de la libertad del arquitecto, es decir, nosotros dábamosincluso unas alturas de unos seis metros para las bajas y las altas libres,aunque dejábamos plena libertad para que el proyectista planteara den-tro del respeto general lo que quisiera. No pretendíamos dar ningún tipode inciso ni nada, hay que dejar al arquitecto que se divierta, que escuando hace buena arquitectura y es cuando crea.

Me doy cuenta de lo importante que es, cuando sales de casa a la calle,el encontrarse con gente, con un amigo, alguien con quien puedes

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comentar algo. Primero, te enteras de cosas, segundo, tu cabeza seesfuerza en quedar bien con alguien a quien le tienes que explicar algo.Porque en la vida casera, yo le explico chistes a mi mujer y los sabetodos, entonces he de buscar a veces gente de fuera para que se ría deun chiste. El contacto con los demás es una medicina, a mi manera dever, necesaria. La están recetando los médicos y la ciudad tiene esta grancualidad.

Soy un partidario acérrimo de la ciudad, no de la ciudad jardín sino de laciudad latina, de la ciudad con bastante densidad. La densidad, cuandointeresa mucho, se puede conseguir elevándose en altura, no hay alturamás límite que la altura del riesgo, del fuego y de la economía. La alturaes igual, con ascensores en lugar de calles, las calles no sólo se hacenpara transitar sino que se hacen calles para comunicar a unos con otros.

Ahora os mostraré otra obra realizada en Badalona, de unas cuatrocien-tas viviendas, situadas en la avenida de Navarra, que es la carretera deMadrid a Francia. Aparecen tres edificios altos y varios edificios bajos conpasarelas a diferentes niveles: vida de pueblo. Veréis que la ciudad espeatonal. Una vez fui con un grupo del Colegio de Arquitectos deBarcelona, a visitar la obra; pregunté delante de ellos a algún vecino deallí lo qué pensaban sobre las viviendas. Todos contestaron que eran muyfelices, y que estaban muy bien. Desde luego, se desarrolló como unazona peatonal.

El trazado se ajusta en lo posible a la topografía del terreno, y define deforma concreta la fisonomía de la ordenación. Al sur, su trazado sinuosorecoge las circulaciones ajenas al plan y se acerca a los puntos clave depenetración en la urbanización. Al norte, su trazado se desarrolla parale-lamente al segundo cinturón de ronda.

Se entienden como accesos las derivaciones previstas que enlazan conel cinturón perimetral. Son en total siete. Pasados estos accesos, se hablade las penetraciones. Se definen como tales las derivaciones que par-tiendo del cinturón perimetral dan acceso a la zona de habitación, elnúmero de penetraciones también es siete: tres al sur prestan servicio nosólo a las viviendas sino también a la zona comercial; la central accedeal centro cívico, a un amplio aparcamiento y a la estación central de trans-porte colectivo; las laterales acceden a los centros de distritos y a impor-tantes aparcamientos para carga y descarga de los mercados centralesy los locales comerciales.

Respecto a las zonas verdes, en la exposición de criterios se ha hechohincapié en la necesidad de creación de espacios libres, no sólo entre losedificios sino que éstos tengan continuidad en zonas abiertas que llevana un contacto directo con la naturaleza. Basados en este criterio se hanresuelto los espacios libres especificados en los planos.

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Respecto a la red peatonal, se establece una separación total entre la cir-culación rodada y la peatonal. Ésta última enlaza las distintas unidadesescuela entre sí con el centro cívico y las zonas deportivas e industriales.En cuanto a la unidad escuela, se establecen ocho, cuatro de ellas en lazona norte del polígono, limitadas por el segundo cinturón de ronda y lavía perimetral principal, y las otras cuatro al sur. Como red viaria secun-daria se entiende el conjunto de calles que van a enterrarse y que entranen los parques. Se ha tendido a que los accesos a las viviendas se efec-túen por su cara norte.

Siguiendo, y para acercarnos más a la vida vulgar, os voy a presentar unproyecto ya realizado, y con éxito, que es el que anteriormente oscomentaba.

El objetivo era conseguir una vida de pueblo con una plaza central quese pretendía que fuera un centro de vida. La verdad es que en esta plazacentral hemos visto de todo, desde bailar sardanas hasta reuniones fami-liares. Y además, pregunté después a los vecinos y dijeron que estabanmuy bien y muy contentos de vivir así. Es completamente peatonal y nopasan coches. El esquema en planta se estableció con un módulo desiete con setenta metros y la modulación se llevó a cabo en centímetros.Me preocupaba mucho la modulación en aquella época.

En la sección se ve que el conjunto se concibe como una pantalla de tresedificios de hormigón armado, roto a martillo. Éste es un hormigón queme entusiasma, de un color, esta vez, adecuado, ya que los grises que-dan mal. Se hace un encofrado como en triángulo y cuando está casi fra-guado le dan unos martillazos y resulta este hormigón. Quizás alguno delos profesores aquí presentes lo haya empleado en alguna ocasión.

No pretendo haberlo inventado, aunque lo he utilizado mucho. Creo quecon esta técnica, el hormigón armado da una calidad pétrea. El hormigónliso, al estilo de Le Corbusier, como no le metas unos colores, por ejem-plo el rojo, al cabo de cierto tiempo por más que tenga mucho mérito ysea muy valiente, no queda bien.

Cada edificio era de un color, rojo, amarillo, rojo, azul, rojo y verde, y losbloques bajos se constituían de viviendas francamente buenas, de cua-tro dormitorios.

En la plaza situamos unos bancos excepcionales, a los que tengo un grancariño, porque yo soy enemigo de los bancos rectos que se están ponien-do tan de moda últimamente.

El hormigón roto lo volvería a utilizar. De hecho, lo he repetido incluso encasas unifamiliares. Si se hace bien tiene mucha calidad. Quizá lo supe-ra sólo la piedra, que es algo siempre bueno, que tiene mucha historia,

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Imágenes del edificio en el barrio de Badalona, 1966-1967.

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pero para hacer arquitectura valiente de hormigón, este tipo va bien, nosólo por la forma, sino por la textura.

Las fotos las hizo Catalá Roca. Este magnífico fotógrafo siempre me hacíauna observación interesante, y aquí me dijo que el grupo tenía un mérito,que era que los niños que se pasean por las calles y pasarelas, de mayo-res se acordarían de estos rincones. Esto para mí fue una satisfacciónporque habíamos creado una buena atmósfera. En arquitectura hay quetender a crear una buena atmósfera, donde te encuentres bien. Esto lodescubrió Francesc Catalá Roca.

Los bancos que hice en la plaza y de los que, como he dicho, soy unentusiasta, son todo lo contrario a lo que se ha hecho, por ejemplo, enBarcelona en el Moll de la Fusta. Mis bancos funcionan, la gente se sien-ta, se reúne. Es un diseño muy personal, porque tuve dificultad para con-seguir que los forraran de cerámica, teniendo que ponerme de acuerdocon unos estudiantes de cerámica y hacerlo por mi cuenta. Estoy muycontento de ellos. Los he repetido en muchas ocasiones, sustituyendo alos bancos completamente rectos. El espacio conforma una gran plaza,en la que se reúnen no sólo los vecinos sino que he visto al alcalde deBadalona reunirse aquí. Es como una plaza del pueblo. En las ciudadeslatinas hemos descubierto una serie de cosas importantes en compara-ción con las americanas. Los latinos somos muy comunicativos, nosgusta hablar con el vecino, y la plaza del pueblo es un lugar adecuado,sobre todo las antiguas y aquéllas en las que no ha intervenido ningúnarquitecto, ya que acostumbran a ser preciosas: desde Santillana del Mara plazas castellanas no muy grandes. Son lugares que uno recuerda conemoción.

Ahora hablaré de un edificio interesante, de los últimos que hice enBarcelona. La propiedad estaba formada por cinco sociedades y conse-guí poner a todo el mundo de acuerdo. En lugar de que cada uno hicie-ra su casita decidimos llevar a cabo una unidad arquitectónica. Se trata-ba de viviendas de renta baja que intentaban resolver el problema dealquiler. Eran alquileres a mil trescientas pesetas, con familias de uno, doso más hijos.

Esta manzana de Barcelona tiene una anécdota curiosa, ya que teníadelante todo un jardín que el alcalde Porcioles eliminó para que pasara laautopista de Mitre que he comentado antes. Después se han agrandadolas aceras, quedando así una zona de vegetación con mesas y sillas quecreo que es realmente útil.

Cuando conseguí este proyecto era una manzana cerrada. Ahora hay dosbloques y el ayuntamiento obligaba a hacer manzana cerrada. Sin embar-go, yo quería hacer lo otro. Me fui a ver a un buen amigo, Manuel Ballvé,que es quien hizo la ley del suelo, y me propuso presentar las dos solu-

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Bancos en la plaza del barrio de Badalona, 1966-1967.

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ciones al ayuntamiento. Manuel me dijo “insiste en que te den el permisopara la manzana cerrada, y seguramente te darán lo contrario”.Efectivamente, les pareció mejor la otra opción y al final concedieron elpermiso para la otra solución.

Hay siete casas y está estudiado el paso de una a otra. Sin embargo, lle-gué a la conclusión de que lo más económico y cómodo era poner unaescalera por casa. Después de analizar esos grupos en los que hay unaescalera larga, como hizo Le Corbusier en Marsella, se llega a la conclu-sión de que con una escalera por vivienda habría menos aglomeración y,además, resultaría incluso más práctica.

En la ronda General Mitre hemos ensanchado las aceras y he consegui-do lo que buscaba. Pero no deja de ser una autopista, cuando en reali-dad debería haber sido un jardín. Se hicieron unos dibujos en los que semostraba lo que pretendíamos, a nivel de esquema y para que la gentese enterara. En definitiva se buscaba mejorar el nivel de vida de gentecon pocos recursos económicos pero manteniendo un nivel aceptable deeducación. Se proyectaron viviendas muy económicas. Todos los servi-cios que se necesitan en una casa, como panadería, estudios fotográfi-cos, lechería, farmacia, lavandería y varios más, estaban previstos allí. Lamayoría de estas tiendas se llevaron a cabo, como la lavandería o lapanadería, aunque algunas tuvieron que ser cerradas debido a la pica-resca española. Se trataba, en definitiva, de una unidad autosuficiente,con calefacción para todos o conductos para evacuar la basura, aunqueestos últimos tuvieron que ser eliminados porque no había suficiente nivelde educación y los vecinos tiraban allí toda clase de cosas.

La gente que vive allí se reúne con cierta frecuencia, y algunos son muybuenos amigos. Se hace vida de vecindario, de pueblo, y eso es lo queyo buscaba. Creo que la gente se encuentra bien ahí. Hay cuatro aparta-mentos por rellano en cada portal y, en cada apartamento, un dormitoriogrande con un elemento de puerta corredera grande a la japonesa, unmecanismo que empleé después de mi visita a Japón. Este edificio hasido un éxito y ha pasado de un alquiler de mil trescientas a unas cien milpesetas, que pienso que es una barbaridad. La unidad apartamento-vivienda funciona muy bien y ha sido algo muy repetible.

La exposición de la Interbau me influyó mucho en aquella época y, sobretodo, en la concepción de las plantas, ya que visité todos los edificios. Laque más me llamó la atención fue la de Alvar Aalto. Aquel viaje ayudó aformarme en un momento importante. Me fijé mucho en muchas cosas y,aunque la mayor parte las tengo olvidadas, las sigo llevando dentro y lastengo digeridas. Fue importante en su momento porque en Europa nohabía nada, estaba todo destruido. Es algo interesante cuando estássediento de información.

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Planta de situación y vista interior del edificio en Ronda General Mitre, Barcelona, 1960.

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La fachada de este edificio ha salido en el índice de arquitectura deCataluña. La entrada se sitúa por la calle Mitre y la salida por detrás. Laparte baja eran todo tiendecitas que han tenido un éxito tremendo. Hayportero y vigilancia continua casa por casa.

En planta primera, la ley permitía hacer un treinta por ciento de renta libre,por eso se cambió la planta primera, que son apartamentos diferentes yque se alquilaron también todos. Ahora se están alquilando libremente lasseis unidades.

Hubo en Madrid, en Nuevos Ministerios, una exposición de las solucionesque se han hecho en cada uno en estas viviendas, que derivaron en hastadoscientas propuestas. Fue interesante porque se vio como cada uno lohabía adaptado.

El sistema constructivo que se empleó aquí era hormigón masivo.Trajimos de Austria a Winkler, que era un ingeniero que utilizaba el hormi-gón sin arena que se usó en la reconstrucción de Berlín. Tenía muchocascote y funcionaba muy bien. Trajo también un sistema de encofradoque permitía que cada dos días levantáramos una planta. Estoy muyorgulloso de este edificio. El ideal era hacer unas viviendas libres con susparques pero en la parte vieja de la ciudad no hay más remedio quehacer esto. Que cada usuario haga su pirueta y el arquitecto también, siuno lo hace mal el otro peor y muchas veces se hace un pastel. Al poderunificarlo hicimos algo con cierto interés que resuelve el problema delalquiler. Como ya he dicho se está alquilando a cien mil pesetas pero sepodría estar alquilando a la mitad con buena renta. Yo propondría que serepitiera esta unidad, porque resuelve el problema del alquiler y, portanto, el problema de la vida.

Los precios a los que están ahora la venta de pisos en Barcelona son dis-paratados, supongo que aquí también será parecido. Antes una pareja, alcomprarse un piso, necesitaba veinte millones y ya era una barbaridad;pero ahora están en ciento cincuenta millones, y ¿cómo se paga eso? Elmisterio supongo que está en las hipotecas.

La fachada de la parte de detrás es lisa, con vidrio de color gris y azul.Cristal semitemplado que ha aguantado el paso de los años con distintostonos de color. La encuentro muy bonita y demuestra que se puede haceruna fachada plana pero con un poco de interés e imaginación. La car-pintería fue objeto también de un estudio especial. Cuando yo hice estolas carpinterías eran muy malas pero a pesar de todo salió adelante ysalió bien.

Los ascensores pueden salir a la escalera o al rellano. Si sales al rellanoy no hay nadie en la vivienda te puedes ir por la escalera y además haydos circuitos, uno a la zona de dormir y otro a la zona de servicios. Es un

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Edificio en la Ronda General Mitre, Barcelona, 1960.

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dormitorio doble: un dormitorio grande que he repetido muchas veces yque, mediante un elemento móvil se puede transformar en dos. Es unavivienda que funciona, en la que yo he vivido y que creo que realmenteestá bien aunque no llega a los cien metros cuadrados.

Hoy hemos hablado primero de la ciudad que podía servir de modelopara que aprendieran los humanistas, para que en vez de hacer una ciu-dad carretera hagan ciudades humanas. Después, he mostrado un barrioque es una adaptación de lo que ya está hecho, donde la gente puedevivir bien y donde está todo resuelto: tienen tiendas, aparcamiento y lagente está contenta. Ya he dicho que pregunté a la gente si eran felicesallí, y la gente me contestó que sí. Por eso me siento satisfecho, porquelo que pretendo es precisamente eso: que la gente sea más feliz.Finalmente hemos hablado de una unidad autosuficiente: las viviendas deMitre. Este edificio funciona muy bien, pero no deja de ser un grupo decasas en una ciudad tan inhabitable como las demás, con la ventaja deque este proyecto tiene un espacio delante en el que se han montadomesas y donde la gente se reúne y hace vida de barrio. Esto me satisfa-ce, porque es lo que yo quería.

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Vista de la entrada del edificio en la Ronda General Mitre, Barcelona, 1960.

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Obra propia

Hoy voy a hablar de mi propia obra, la más personal de todas. Como yadije el primer día, yo he sido arquitecto desde que nací, aunque al aca-bar la carrera no sabía lo qué era ser arquitecto. Tuve además una crisisy estuve a punto de dejar la carrera de arquitectura. Entonces aparecióun amigo de la Warner que me dejó una película con la que retomé la ilu-sión por hacer arquitectura.

Cuando los arquitectos construimos, desde pequeñas casas a ciudades,modificamos la forma y el ambiente de la existencia humana, es decir, losarquitectos influimos en la vida del hombre, y por eso es importante cono-cer al ser humano y sus reacciones, porque sólo así es posible entenderlo qué siente en diversas circunstancias.

Pienso que la arquitectura debe centrarse mucho en un discurso huma-nista. La arquitectura no es la técnica de hacer edificios, ya que la arqui-tectura debe, primero, funcionar y luego emocionar. Cuando dicen queuna obra de arquitectura es extraordinaria, me pregunto: cuando te sepa-ras ¿queda bien? Porque ya puede ser la estructura interesante que si latransmisión que nos hace es mala, la arquitectura es mala. A nadie leimporta que a la antena de Foster, en el Tibidabo de Barcelona, se le veanlos cables. Lo que importa es que cuando estés delante te sientas bien.Por ejemplo, Foster ha hecho una torre en Londres muy bella de la mismaforma que un supositorio y Nouvel ha hecho lo mismo pero, a mi modo dever, mal.

Pero sigamos adelante. Para conseguir buena arquitectura precisamos lalógica, la imaginación y la técnica. Peter Zumthor, a quien le dieron el pre-mio Mies van der Rohe de Barcelona, dijo en la entrevista que el arqui-tecto es un creador de atmósferas. Yo también lo creo, pero hemos decrear atmósferas en las que nos encontremos bien, porque la arquitectu-ra ha de despertar la emoción favorable. La música nos crea una reac-ción especial, al igual que al estar frente a un bello paisaje. Esas, porejemplo, forman parte de la serie de cosas que condicionan la emocióndel hombre. El arquitecto es un creador de atmósferas en las que el hom-bre puede sentirse bien, es decir, en armonía. También hay que ser críti-co, porque hay cierta arquitectura mala que quiere pasar por buena,escudándose en los avances tecnológicos o constructivos.

Tuve la suerte de conocer a bastantes buenos arquitectos, como Aalto,Kenzo Tange, Mies o algún otro. Quiero comentar algo que oí a la mujerde Alvar Aalto. Aino, contaba en una reunión: “Alguien ha inventado unacosa muy interesante: hace diez kilos de café y los concentra en diez gra-mos. Al decir esto, un niño preguntó si eso era bueno, y resultó que no,

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que no era nada bueno”. Eso es lo que puede pasar cuando queremoshacer una obra buena. También le ha pasado a Nouvel, que ha hecho unesfuerzo tremendo con la torre Agbar. Yo comparto que haya gente quelo respete porque ha hecho un esfuerzo casi sobrenatural, pero yo invitoa que sometan el edificio a una buena crítica. Ahora están de moda lastecnologías elaboradas, como por ejemplo la utilizada por Calatrava, alque respeto y admiro profundamente, pero hay que tener mucho cuidadocon el que maneja la estructura, para que cuando la veas puedas decirque ha quedado bien. Por muy compleja que pueda ser una estructura oun edificio, y por mucho trabajo que haya llevado su desarrollo, si el resul-tado es malo aquello no sirve. Por eso creo que la técnica es tan buenacomo peligrosa. Lo resuelve prácticamente todo, pero no garantiza enabsoluto ni belleza ni armonía. Los arquitectos necesitamos la técnicapara resolver los problemas de forma adecuada, pero la “chispa del arte”es la que produce emoción. Es importante no olvidar nunca que la arqui-tectura es arte.

La primera casa que os voy a mostrar tuvo un gran éxito. Salió en lasrevistas e incluso fue a la exposición internacional de La Haya. Vistaahora es una casa vulgar, pero en su momento fue el arranque de mi vidade arquitecto, con unas ideas claras de lo que debía ser la arquitectura.Debía ser el arte de hacer que el hombre viva mejor. La técnica vendrádespués, pero lo importante es lo que nosotros hacemos por la humani-dad.

Coincidió, además, con que en mi estudio hubo una caída del trabajo y,dando vueltas a cómo salir de aquella situación, puse en marcha a dosamigos para hacer unas casitas en Barcelona, ya que ellos tenían dinero,aunque muy poco. Como era tan poco el dinero, para hacer las viguetasde los forjados compraba hierro y había un obrero que me lo doblaba. Asíera como hacíamos las viguetas.

Creo que esta casa no tenía nada de extraordinario, pero supuso un granimpulso a nuestro trabajo. Como ya he dicho, la vivienda consiguió aca-barse y resultó gozar de un cierto éxito. Las plantas muestran, siemprecon los muebles perfectamente dibujados, lo bien aprovechada que estásu distribución. Yo nunca he hecho un plano sin haber dibujado la vida,mostrando cómo se debería vivir de una manera óptima. Algunos inquili-nos después cambiaron la posición del mobiliario, es decir, la manera devivir, pero no importa. Lo fundamental es que la gente viva a gusto. Lamanera de vivir que yo he planteado siempre es una manera de vivir, a mientender, buena. Los cambios a veces la mejoran y, en muchas otras oca-siones, yo diría que casi en la mayoría, la empeoran.

Es una casa muy sencilla y no pretendo enseñar nada del otro mundo,sino que es el reflejo de un momento particular especialmente malo, degran desilusión por la profesión, en el que llegué a romper libros, algunos

de ellos muy buenos, ingleses, de arquitectura neoclásica o clásica.También recuerdo que un buen arquitecto de Barcelona estaba mirandoesta casa junto a un cliente suyo, y éste le decía que quería una casaparecida.

También es la primera casa que puedo decir que hice como arquitecto.Acababa de hacer dos edificios importantes, y después me quedé conpoco trabajo. Entonces, un médico me encargó una casa en Cadaqués.La casa está situada en dos laderas muy bonitas, con una visión fantás-tica además de un viento tremendo, la tramontana. Pensé que lo lógicoera situar una espalda al viento y colocar un paraguas para la lluvia.Detrás de esta idea salió la casa.

A menudo me cuesta mucho conseguir una buena planta. Me acuerdoque en una ocasión, proyectando una casa, me pasé cuatro meses conla planta, intentando buscar un poco de sol en fachada. Finalmenteresultó que nadie se asomaba a la terraza a tomar el sol. Y es lógico:nadie sale a las terrazas, sobretodo en las ciudades, cuando hay cochesdebajo.

Esta casa, en cambio, la proyecté en sólo quince días. Tanta presteza fuedebida a que un día vino la futura propietaria al estudio, llorando, pidien-do que les hiciera la casa. Entonces la hicimos rápidamente. Creo que lacasa está muy bien, creo que es diferente a las demás. Si hoy me repi-tieran ese encargo, la volvería a hacer igual. Es una de las obras a las quele tengo más afecto. ¡Incluso sucedió que uno que venía en yate se enca-prichó con la casa y quería comprárla!

En el interior hay una chimenea de Uralita. Empecé a hacer chimeneas deUralita, con placas de Uralita rayada y doblada, en unos apartamentosque hice. A menudo he tenido que luchar con el poco dinero que tenía,incluso en los apartamentos de La Pedrera. En esta casa, la chimeneavalía cien pesetas, que entonces era más dinero que ahora, pero quepese a todo era muy poco dinero. También se utilizó piedra de Cadaqués,una piedra fantástica, de lajas, medio pizarrosa. Tiempo después la hevuelto a utilizar, llevando piezas hasta Barcelona. Al final se acabó la pie-dra de Cadaqués y era imposible encontrarla en ningún sitio, por lo quetuvimos que recurrir a otros tipos de piedra de otros lugares.

Los agujeros de las paredes se hicieron después. Es una buena manerade hacer aberturas. Me parece que lo hacen así en la India o en Turquía:primero se construyen las paredes y después las ventanas. El hecho deabrir un agujero justo donde se está sentado para ver, da lugar a que seaproveche al máximo. Estos agujeros están hechos precisamente a laaltura de una persona sentada. La cubierta está separada de la pared, esdecir, cada viga apoya. Hay un elemento de hierro con una placa en laque apoya la viga de arriba, consiguiendo así liberar la parte de abajo.

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Chalet Pérez del Pulgar, Cadaqués, 1967-1968.

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También en Cadaqués tuve la ocasión de hacer dos casitas con un pro-grama muy completo: necesitábamos tener una habitación de matrimo-nio, otra habitación de una cama, siempre que fuera posible litera, otrahabitación, de dos camas, otra de posibles invitados y dos aseos. Ambasviviendas se fueron haciendo y realmente funcionaron también muy bien.La historia tiene también su gracia, porque lo he repetido más de una vez.Hice unos planos en mi estudio de Barcelona y me fui a Cadaqués des-pués de haberlo estudiado todo muy bien con un contratista, que ademásde muy buen contratista era el alcalde; lo pusimos en marcha un domin-go y me volví a Barcelona. Al día siguiente, lunes, volví a Cadaqués, lepedí los planos y los rompí todos. Pensé que aquello no era lo propio deCadaqués. Allí mismo, con un bastón, marqué las casas. Es un buen pro-cedimiento, algo caro y absurdo, además de no recomendable, pero aveces no hay más remedio y es necesario hacerlo así.

En todos estos casos, estoy hablando de una arquitectura muy controla-da económicamente. Ahora veo que se llama a grandes arquitectos defuera o de dentro, pero todos grandes arquitectos, unos mejores y otrospeores. En aquel momento te discutían los aspectos económicos, aunqueyo siempre cobré por encima de mis honorarios. Además, los clientes losabían, me parece que teníamos un contrato especial yo y otro compa-ñero, un buen amigo, que habréis conocido y que es un gran arquitectoJosé Antonio Coderch. Teníamos un contrato y cobrábamos lo que creía-mos que debíamos cobrar. A pesar de todo, nuestros honorarios han sidomuy bajos, yo puedo decir que la mayor parte de los honorarios queganaba me los gastaba en el estudio que tenía, un magnífico estudio congente, pero gastándotelo no te quedaba nada.

El interior de la casa es muy sencillo, con una chimenea que ahora estápatentada y que se fabrica para su venta. Además, curiosamente, se vanvendiendo algunas chimeneas de éstas. Desde luego, con esto ospodréis divertir, no pretendáis vivir del diseño pero sí pasarlo bienhaciéndolo. En esta vivienda también hay bancos de obra. Los he hechocasi siempre así porque son más baratos y además permiten tumbarte ydormir en ellos, incluso a toda la familia. Además es algo muy barato por-que es la obra y lo demás son colchonetas de espuma más o menosdensa y almohadones, en los almohadones se pueden hacer filigranasde colores.

En una ocasión, le hice una casa muy bonita a un americano, pero un díallegué y me había pintado una pared de verde. Yo le dije que esa paredtenía que ser gris, y él me contestó que la quería verde. Concluí diciendoque no volvería nunca más a su casa y así acabó la historia. La casa esta-ba acabada y, cuando después he pasado por delante, me he dadocuenta de que la pared pintada de verde no está tan mal. En resumen, yono tenía razón. Con esto quiero decir que hay que aprender a entender alcliente, aunque cada uno tenga su carácter. También hay que intentar

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Chalet en Algeciras, 1969.

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emocionarle y llevárle a nuestro terreno, para que acabe pidiendo lo quetú quieres hacer.

El único libro que yo he leído referente a esta relación humana y amisto-sa es Realismo Biológico, de Richard J. Neutra, un libro antiguo pero unode los textos básicos. En él se habla del trato con el cliente, y precisa-mente defiende que el cliente tiene sus opiniones y su corazón y que susargumentos, en general, proceden de la memoria. El cliente no razonapor gustos, sino por lo que le dictan sus recuerdos. Yo tengo una anéc-dota muy graciosa sobre un edificio muy importante. El cliente me dijo:“sobre todo no me pongas muro cortina”. Yo le respondí: “no, no, no sepreocupe”. Ya os imaginaréis que acabó poniendose un muro cortina,aunque llamado de otra manera.

Esta otra vivienda se la hice a unos holandeses fabricantes de papel.Está en Almería, en una zona que era una especie de bosque o de mon-taña que había comprado un grupo de gente. A la cabeza estaba unaventurero que salió en todos los medios porque lo buscaba la policía deno sé dónde. Aparecieron los millonarios más curiosos que he visto enmi vida, a veces aparecía un millonario que venía en un avión, y en elavión traía caballos. Creo que la planta es interesante. Empleé el cobre,pero no por primera vez, lo había empleado ya en Barcelona y en todaslas ocasiones he intentado conseguir ese color verde tan característicodel cobre. A mí no se me pone verde, me queda marrón. No es quequede feo, no está mal, pero mi ilusión es que hubiera sido verde. Ladueña de la casa quería tomar el sol y por eso tiene una escalera quepermite subir a tomar el sol. Es una casa bastante romántica. El revocoestá realizado a escoba, consiguiendo así una expresión que no tiene elrevoco fratasado liso.

También hay una anécdota interesante. Se aprende mucho de las anéc-dotas aunque la mayor parte de vosotros sois aún muy jóvenes. Como yoestaba en Barcelona mandé la maqueta a Almería, y fui de tanto en cuan-to. Un buen día voy con la maqueta y me encuentro que hay ocho chi-meneas, y dije: “¿De dónde han salido estas chimeneas?”. Las habíancopiado literalmente de la maqueta. Aunque a mí, la verdad, no me impor-tó entonces demasiado, me dije: “Tengo tiempo hasta mañana de car-garme ocho chimeneas”. Esa es otra de las cosas que hay que aprender,si se lo hubiera dicho así al contratista me hubiera mandado a paseo,pero con suavidad, al día siguiente, me había cargado las ocho chime-neas y las había sustituido por otras que son una especie de cilindros dehierro negros, que me parece que quedaron bien.

El foco de interés era hacer un estanque más o menos grande, mediolleno de agua con la pared del fondo de antracita, de un negro brillante.Esta pared, en la que se sustituyó la piedra por antracita, es un elementoque intenta añadir algo de emoción al espacio. El riesgo está en que el

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Planta tipo del edificio de viviendas en la calle Muntaner, 1957-1958.

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agua no se cuide y deje de ser azul. Recuerdo que el día de la inaugura-ción el agua no estaba azul, se había ensuciado, y entonces me acordéde repente que el azul de metileno iba muy bien para solucionar este pro-blema. Así, con azul de metileno, pudimos convertir aquella agua algo tur-bia en un color azul, con gran éxito en la inauguración.

Este otro proyecto resultó ser diferente a los demás, y se llenó de extran-jeros, desde suecos a alemanes. Alemán era el director de la BoeringerIngelheim, que luego fue amigo mío y me encargó dos fábricas. Lola esta-ba casada con Leif Gullichson. Seguro que habéis oído hablar de VillaMairea, de Alvar Aalto, una obra que hizo a los Gullichson. Éstos enFinlandia tenían una fábrica de chocolate y mucho dinero. Su hermanoestaba casado con Lola que por asuntos de salud tenía que vivir con elclima húmedo de Barcelona. Aquí hicimos amistad y luego nos vimosvarias veces. La relación de Lola con Alvar Aalto se debe a que Aaltomontó la tienda Artek con Maire Gullichson, que es una tienda muy impor-tante que tenían en Helsinki y que contaba con los diseños de Aalto enmadera. Recuerdo que estuve en Finlandia y Alvar Aalto me invitó acomer. En aquel entonces él estaba resolviendo el nudo de la curva enmadera y a partir del nudo hizo una serie de mobiliario muy bueno. AlvarAalto siempre fue un hombre encantador, un artista y una persona muyvital. Aunque parece que el vino le ayudó un poco en todo eso, con vinoy sin vino fue un hombre encantador. Se quedó viudo y se casó con la her-mana de la secretaria y fue entonces cuando me invitaron a comer a sucasa. Después de la comida me llevó a pasear y me enseñó algunas desus obras.

También construí unas viviendas en la calle Muntaner. Eran cuatro o cincocasas con una banda de hierro esmaltado blanco, igual a la que apareceen una fotografía de la Interbau, en un proyecto de Gropius. Podría pare-cer que yo me hubiera inspirado en Gropius, aunque no fue así. Han reha-bilitado sólo el hierro, y estoy luchando para que respecto a todo lodemás, se respeten las casas. A no ser que un edificio aparezca en uncatálogo de arquitectura, no se respeta en absoluto, y aunque uno se diri-ja al Colegio de Arquitectos, tampoco es que se nos defienda demasia-do. Dicen que no tienen recursos para defender una fachada, por muchoque se esté cambiando y la están fastidiando completamente. A mí meparece muy mal y creo que los colegios deberían gestionar mejor losrecursos, no ya por respeto al derecho de propiedad intelectual, que tam-bién, sino por la decencia artística de la ciudad.

Estas viviendas en la calle Muntaner eran de renta limitada, es decir, muyeconómicas. Su distribución está más o menos bien. Hacia el interior sedejó el ladrillo visto, como en Madrazo. En las plantas de arriba, incluso,se dejó la tochana pintada, sin yeso alguno. En su momento fue unabuena solución. Recuerdo que una amiga me gastó una broma, diciendoque la pared le recordaba a las que su padre tenía en las cuadras.

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Primero se hizo un estudio de la fachada, pero un día, al ver la SagradaFamilia, me di cuenta de que ésta tenía un ritmo vertical muy bueno, yentonces cambiamos la fachada, dándole un ritmo similar.

En todos estos casos estoy hablando de una arquitectura muy sencilla.No se trata de los rascacielos que se hacen ahora, de esas obras tre-mendas. La mía es una arquitectura en la que los propietarios estabansiempre, continuamente, velando para que les salieran los números.

En una ocasión, un amigo, que tenía un piso y una empresa importante,me preguntó qué haría yo con su piso. Le pregunté qué tenía de especialsu piso, y me contestó que lo más característico es que tenía un balcón.Entonces decidí que el balcón, que hasta aquel momento estaba fuera,podría pasar a ser un espacio interior, haciendo así una terraza ajardina-da. Desarrollé la zona de estar con una chimenea de cobre y, detrás, lazona de comer. Es madera, pero los techos eran todos grises o negrosbrillantes. Ésta es una solución cara porque debe estar todo muy bienpintado, pero da un resultado muy interesante, con mucha profundidad.

El siguiente edificio del que voy a hablar es algo posterior, y creo que esde los mejores edificios de viviendas que he hecho. Tiene una distribu-ción especialmente limpia. El ascensor está en el centro de la escalera, ysale a cada uno de los pisos. Si no hay nadie en las viviendas, se puedenir por la escalera y no se encuentran encerrados, como pasa a veces.Luego también hay un circuito que se hace por la zona de estudio. Porahí se pasa, se da la vuelta, y se llega a los dormitorios. Hay, además, otrocircuito por el interior de la zona de servicio, por el que también se llega.Empleo mucho el doble circuito para facilitar los movimientos. Hay otrasolución que empleo bastante a menudo, que es proyectar una habita-ción de una longitud de tres metros y pico con dos camas, pero que enun momento dado se puede cerrar por el medio. Entonces, esa habita-ción es fácilmente convertible en dos células. La carpintería exterior esnegra, con un juego de colores rojo, azul, verde y amarillo. En cuanto sehan hecho obras, los vecinos lo han pintado de blanco, porque todos lopintan de blanco y acaban con las composiciones.

Vamos a abordar otro tema muy distinto, el de los poblados. El New YorkTimes dedicó dos páginas enteras al poblado que hice en Menorca. Ahíyo también tengo una casita. Son viviendas muy pequeñas pero gracio-sas y la gente les tiene un gran cariño. Esto puede ser criticable y, dehecho, es criticable. Está hecho por un compañero mío aparejador, unartista muy menorquín que vivía ahí. Tras varias discusiones le dije: “Hazlo que quieras, porque lo que hagas va a estar bien”. Y apareció el pobla-do. Tenía que haber sido un grupo de apartamentos, que es lo que hapasado en Ibiza, que se han cargado la isla. En cambio, este poblado hasido muy imitado, y muy mal, pero ha salvado a Menorca muchos añosporque lo han imitado como pueblecito. Si hoy tuviera que repetir un pue-

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blecito haría las casas con patios, seguramente. Los propietarios pensa-ban que estábamos haciendo unos apartamentos en altura y, cuando sedieron cuenta, ya estaban hechas unas seis casas, sin tener por tantotiempo de reaccionar. Entonces seguimos adelante así. La iglesia nuncaha llegado a acabarse, nunca he sabido por qué.

Como ya he dicho, es una intervención que ha sido muy criticada, pero lagente le tiene un gran cariño, lo respetan mucho, y cada año se pinta todode blanco. De vez en cuando los autocares que vienen se colocan delan-te y hay una cola inmensa para fotografiar las casitas, y luego se metenpor el pueblo. Si algo es molesto es que se llena de fotógrafos, pero estoes la defensa de un poblado.

Después me encargaron unos apartamentos en el puerto de Mahón. Eraun proyecto muy difícil, ya que es muy comprometido meterse en una islay querer decir “voy a hacer algo que esté bien”. En esos casos te dascuenta, más que nunca, de que lo que han ido haciendo no está bien.Están mejor aquellas intervenciones que no han hecho nada, que hancogido lo viejo y lo han utilizado de nuevo, sin modificaciones sustancia-les. En el esquema del proyecto se repite la idea de onda, trabajandotambién con el revoco a escoba. Cuando estábamos fotografiando el pro-yecto, estábamos Catalá Roca y yo en una barca. La barca se movía sinparar y, además de eso, estaba lloviendo. Pese a todo, Catalá Roca hizouna fotografía maravillosa. Sin duda, creo, es el grupo más bonito delpuerto. Tiempo después hice un nuevo grupo al otro lado.

Como contraste a estos proyectos cercanos al mar, también construí unedificio en la montaña, en la estación de esquí de la Molina. Los propie-tarios compraron ese terreno y me encargaron un edificio. Me di cuentade que, pese a estar junto a una estación de esquí, pocas veces llegabaa cubrirse de nieve. Cuando yo tenía diez años sí que se veía la nieve,ahora no llega apenas nunca. El edificio lo hice decididamente oscuro, demadera muy oscura con la idea de que se viera lo menos posible, y real-mente no molesta. Está el bosque alrededor, con sus colores tan carac-terísticos, los verdes y marrones. El edificio sigue los colores del bosque.La gente siempre está en contra, tú puedes hacer un detalle en tu casaque la crítica siempre la tendrás. Cada una de las viviendas está protegi-da de las vecinas, por lo que nunca la ve. Yo he vivido ahí, y es franca-mente estupendo. Los dormitorios tienen ese mecanismo por el cual sepuede poner un cerramiento plegable y convertirse en dos células. Haytreinta y seis apartamentos y hay diseñadas otras tantas chimeneas, dife-rentes casi todas. Hay situados espejos de manera estratégica en algu-nas paredes, donde se mira y se ve el paisaje reflejado.

Además de proyectos residenciales he construido otro tipo de edificios,como la fábrica Boeringer, el grupo de laboratorios que está junto a ella,o el Cine Victoria. Éste último tiene las paredes interiores de ladrillo visto,

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Estación de esquí en la Molina, 1967-1969.

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con salientes, también de ladrillo, para mejorar la acústica. El resultadofue excepcional. Hay una pantalla de treinta metros de longitud, de mim-bre. Esta única sala, con la riqueza plástica de los salientes de ladrillo,tenía una categoría importante, aunque ahora deba transformarse encinco salas.

Me presenté al concurso para la Caja de Ahorros de Granada, que natu-ralmente fue ganado por un proyecto parecido a una caja. El mío era unbuen proyecto. Se trataba de dos pirámides conectadas por puentes, enuna se situaba toda la parte administrativa y en la otra el contacto exte-rior. Es un proyecto del que estoy contento, y quizá de los mejores de losque había. Ya he dicho que en Montreal era mejor el proyecto deSaarinen, pero aquí quizá lo fuera el mío.

Cuando estaba haciendo el edificio en la calle Tavern, el primero en elque yo me empecé a encontrar un poco arquitecto, un ingeniero quehabía colaborado en algo me dijo: “Yo soy el administrador de La Pedreray como tú has hecho aquí algo diferente me gustaría invitarte para ver sieres capaz de convertir las buhardillas de La Pedrera, inútiles, llenas deratas y de carbón”.

Esta obra de Gaudí consta básicamente de dos patios alrededor de loscuales se distribuían las viviendas. La cubierta se sustenta por unos arcosparabólicos que se van repitiendo cada metro. Las claves de los arcosparabólicos está en la catenaria, el ambiente gaudiniano es de una emo-ción fabulosa y yo planteé trece apartamentos, numerados del uno alcatorce para evitar el trece.

Hicimos un apartamento y vinieron algunos amigos de Gaudí, como el viz-conde de Güell o el arquitecto César Martinell. Ahora lo de Gaudí se haexagerado de tal manera que si Gaudí hubiera dejado un zapato en lapared, habría que dejar el zapato allí mismo intacto. Y si Gaudí hubierahecho algo en esta última planta de la Pedrera, también habría quehaberlo conservado intacto.

Mi propuesta era la de hacer unos anillos por todo el perímetro en la plan-ta más baja de la cubierta y un dúplex arriba. Lo interesante sería poderver el color, que creo que era muy bonito. Había trece apartamentos,todos ellos diferentes. Incluso estaban previstos unos paneles basculan-tes con una pintura que tenía que hacer Tapies, pero que por ahorrar nose lo encargaron. Me parece que costaba cinco mil pesetas y acabamosponiendo litografías por no gastar dinero. Los dueños de La Pedrera con-trolaban mucho el gasto.

Empecé a hacer planos de los apartamentos, pero después los destruí.Por la mañana estábamos en la obra y por la tarde hacíamos los dibujosque debían servir para trabajar al día siguiente, y así sucesivamente. Por

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Bocetos de los apartamentos de La Pedrera, Barcelona, 1953-1955.

eso se llegó a hacer una colección bastante extensa de dibujos, queincluso se ha publicado. Los dibujos servían de proyecto para hacer laobra. De estos dibujos empezó a salir mobiliario. El apartamento demuestra fue el primero que se acabó. El sofá lo mandé hacer expresa-mente porque no había en el mercado nada que me satisficiera. El paneldebería haber sido de Tapies, y es excéntrico según se vea en una pos-tura o en otra. Aparecieron aquí los primeros pasos de un mobiliario quedespués ha resultado una colección de muebles, aunque yo nunca penséen diseñar muebles.

Hace cosa de un año me llamó una señorita, la secretaria del grupo de laCaja que compró el edificio después de haberse cargado todo, y me dijo:“Quería preguntarle una cosa, hemos visto en la cubierta muchas chime-neas, que parecen un grupo de guerreros y quería saber las que hahecho usted y las que ha hecho Gaudí”. Le dije: “Las que no le gusten lashe hecho yo, y las que le gusten las hizo Gaudí”. Resultó que alguna delas chimeneas que han quedado son de las que hice yo, pero como no losaben... En realidad no las hice yo, sino que las hizo un albañil.

Cada puerta era de un color. Se llenó de extranjeros y uno de los que vinofue un arquitecto. Se instaló aquí y lo mandó para la revista Interiors.Luego salió para revistas francesas, alemanas, americanas, brasileñas.En Brasil hubo una revista que llegó a decir que La Pedrera la habíahecho yo y los apartamentos Gaudí. Tiene gracia.

Los apliques se resolvieron sobre el papel. Toda la parte de diseño demobiliario se hizo sobre el terreno, normalmente sobre una cartulina opapel, y el resultado es bueno. El hecho de meterte en esta arquitecturagaudiniana es como si escucharas una música, o estuvieras en un paisa-je. Es la emoción de la atmósfera. Todo estaba cerrado, yo tuve que rom-per todo eso, dejar los arcos porque eran resistentes, doblarlos y triplar-los para darles fuerza y así se fue resolviendo, creando esas zonas.

Las sillas aparecieron después de una intensa búsqueda de mobiliario.Un día, doblando un papel, cortando por abajo y cerrando, apareció lasilla sola. Las escaleras las hacían en alambre y después el cerrajero lasconvertía. El sillón es extraordinario, lo hizo un amigo mío, de Roma, queestá ahora trabajando en Mónaco, Julio Lafuente. La chimenea siemprees una plancha un poco ondulada de Uralita y el suelo negro. Llegué aestar con el presidente de la Caja, que me prometió que dejaría dos apar-tamentos de muestra, pero se tiraron todos. Les propuse que dejarandiferentes ambientes pero no me hicieron caso.

Hice el último proyecto con los muebles completamente diferentes, inspi-rados en el mueble moderno, no los hemos lanzado al mercado pero losdemás sí, quizá los lancemos algún día. Ahora estoy haciendo la soluciónde mesa redonda continua que se adapta a todo, con forma de serpien-

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Mobiliario diseñado para los apartamentos de La Pedrera, 1953-1955.

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te. El banco es para mí la pieza más bonita de la colección. Lo encuen-tro elegantísimo, aunque un poco grande. Muchos de estos mueblesestán ahora en el museo de Arte Moderno de Barcelona.

Me gustaría acabar con una imagen de una obra de arte, a la que no lle-gamos nunca los arquitectos, pero que sí puede servirnos como inspira-ción, para saber que la naturaleza es bellísima. Es la montaña deMontserrat. La obra de Dios, de la Providencia, supera con creces cual-quier cosa que los hombres podamos hacer.

También me gustaría acabar con unos consejos a los estudiantes, ya quecreo que puedo permitirme el lujo de aconsejar a los más jóvenes. Seríami deseo transmitir a los estudiantes, a la juventud, la idea de que estáisen el momento de mayores posibilidades creativas, pues aún sois libres.Hay que imaginar la arquitectura como un modo de mejorar la forma devida con plena libertad, incluso a veces por encima de la técnica, quecada proyecto aporte una mejora a la vida, por pequeña que sea. La ruti-na nos acaba atando de tal manera que puede convertir la arquitecturaen eso, en rutina. Mi consejo es que mientras podáis proyectar con liber-tad, olvidéis los clichés grabados en la memoria y proyectéis libremente,que os olvidéis hasta de los maestros, que salga de dentro. Cuando salede dentro sale mejor, por eso hay que proyectar libremente hasta entraren la utopía. Después, la vida materialista y el dinero ya os cortarán lasalas.

Los arquitectos jóvenes debéis pedir y exigir que se cuente con vosotrosen las obras importantes, que siempre van a parar a los mismos, conresultados buenos y malos, mediante concursos libres con jurados justos.La labor técnica debe ser un medio para realizar el acto creador, pero esla imaginación la que puede crear un mundo mejor para un hombre másfeliz. Dijo Einstein que la perfección está en los medios y la confusión enlos objetivos, y esto es el reflejo de la época. Los arquitectos podemosayudar a los demás hombres a ser más felices. Para acabar, diré algo quehe repetido muchas veces: la buena arquitectura primero debe funcionary, después, emocionar.

Pamplona, noviembre de 2004

colección lecciones/ documentos de arquitecturanúmeros publicados

1. Javier Carvajal FerrerSobre la génesis del proyecto. A propósito del nuevo edificio de bibliotecas de la Universidad de Navarra. Febrero 1997

2. Julio Cano LassoMi visión de la arquitectura. Junio 1997

3. Fernando RedónEl oficio del arquitecto. Noviembre 1997

4. Carlos SobriniDos conferencias sobre mi obra. Febrero/Mayo 1997

5. José Antonio CorralesObra construida. Noviembre 1998

6. César Ortiz-EchagüeCincuenta años después. Noviembre 1999

7. Federico CorreaArquitecto, crítico y profesor. Noviembre 2000

8. Oriol BohigasRealismo, urbanidad y fracasos. Diciembre 1999

9. Leopoldo Gil NebotHablando a futuros arquitectos. Noviembre 2001

10. Antonio Fernández AlbaReflexiones. Noviembre 2002

11. Fray Coello de PortugalLa arquitectura, un espacio para el hombre. Noviembre 2003

12. Francisco J. Barba CorsiniArquitectura: función y emoción. Diciembre 2004