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DE P R E C I O SON LOS DE

JRL' ij^F o r ' ' movimiento y en tanto • ^^B^^^ Jaba de paseo por París y L<

Mr. J. Morgan dres, comunicándose cada caá de hora, por telégrafo, con s

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V I C T O R I A

agentes de Estados Unidos, girando miles de r

formó en compañía do otros millonarios, cuenta c

gusto de recomendarlo a los lectores y sobre tp

3 ca jas p o r 5 c™ s

e n toóa la República

ha donado una fortuna a los Í^K'^^BL

la celebre obra titulada . La ^Qf^P^ dar el ejemplo de igualdad em- Andrw Carnegle pezó por regalar sus millo-nes, y apesar de eso, su ejemplo no ha tenido in

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A G U A N I M C R A L

M A R A V I L L O S O D I G E S T I V O SALUS D E P O S I T A R I O S :

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JUAN C, MONATOKIO U. FIKMAN0I2 V MEDINA

ADMINISTRACIÓN I CALLE 18 DE JULIO, 77 Y 70 GAMUCL BLIXÉN

Año II MONTEVIDEO, JUNIO >> DE 1901 Número '24

El poema de la vida f i i

I i! álbum tiene pensamiento! modelado ooo -á- mil>l¡iiii- Inipiración y veraoi eaeritoa non

loilii la eapontaneidad del sentimiento, le decía Marcelo íí MU sobrina Mtirgol, mientra-, leía MUS páginas rápldamentei

Se diría que baa beoho una selección de Inu gilllloiones, de tíllenlo*, ó inteligencia-, entre lo* que forman esa colmena bulliciosa que MC l lama

IniM en el mío Mentía IOM trinOH m ilodíosos ele //// luíl'ilu, pero en-, joven aún y por eso ignoras fe-lizmente que lo que lué ayer ventura y gloria, se transforma mañana en una pena que desgarra el corazón, ó en un pesar (pie rompe todas las fi-liriiM del alma.

Ñuscas egoísta Marcelo y escribe, sí, escribe algo que quede e i álbum como un recuerdo

cariñoso de nú lío, y S a a * , , ^ . se» el fiel reflejo de

sus n o b l e s senté

Discúlpame so-brina; no puedo ac-ceder á tu pedido, porque me'falta la materia prima: en-tusiasmo y alegrías, liara poder dar vigor á la idea, raudo vue-lo al pensamiento, ó inspiración á la fra-se; es deeir, la alrne-

>n de lo bello y lo ('< ello

sin que la luz ra dianlo de la espe-ranza consiga disi par las tinieblas del \ pasado (pie envuel-ven nuestra mente, no pueden consignar sus impresiones en tu porque tendrías que arranear la hoja al guíenle.

- H a b l a s , Marcelo, con tal desalienli vida que quien te oyese aseguraría que tú sido feliz en el pasado,

— Sí, Margo!, lo ful en extremo, porque tuvo que envidiar la dicha de otros hogares

[Qué rtible decep, i Mal

Mllbli podría e viiir el pensamiento con nítido ropaje y dar vivos coloridos á la esperanza, tuvo-•iris de la mente en nuestros días grises, cuando las ilusiones, como el sol de esl.ío, se ocultan entre las nubes tempestuosas

i se ha apoderado do

Tu reniega! del Creador cuando juzgas al mundo como una noche tenebrosa que envue lve los abismos insondables de la vida. Tú le estre-llas impotente contra la realidad cuando prcton-dos hacerme creer que vivir es sufrir. Te engn-

relia-

fio, porque la vida no en decepción, es ra m penumbra, m h a radiante; no e« lonrisa; no es tristeza, es alegría, í qué la comparo? A una eterna pri-uaiuda de More- y embalsamada

Caricaturas de actualidad

E n t r e p o d e r y p o d e r ITM8

Dar>iel Muñoz y Emilio Sanguinetti

DKSITKH do una larga ausencia han llegado lo presenta en traje de paseo y'olro en que c.-lá á Montevideo con licencia del Gobierno, acompañado del señor Emilio Sanguineiii y di 1 nuestros distinguidos compatriota* don Daniel doctor .luán Cuestas (hijo I, cuyo retrato fué hecho Muño/, y don Emilio San-guinetti, el primero Ministro en Italia y Austr ia y el se-gundo [Cónsul Genera] en Italia.

Saludamos en Daniel Mu-ñoz al diplomático que ha sabido mantener bien alto el nombre del país ante las cor-les como ante la sociedad de los países en que nos repre-senta; al escritor fecundo que ha seguidocul ti vando su agu-do ingenio, enviándonos im-presiones admirables de vida y ar te; y en Emilio Sangui-netti, al correcto funcionario y al amable caballero, que ha sabido captarse en el des-empeño de su cargo todas las simpatías y para quien sólo elogios y agradecimien-tos tienen los compatriotas que han estado en Italia.

N o hemos podido obtener el retrato del señor de los dos viajeros son de arraigo, por otra parle, Muñoz en carácter diplomático, es decir, de uni- en la sociedad montevideana. Al señor Sangui-forme. Parece que el distinguido ciudadano sólo netli, según se anuncia tiene el gobierno la talan-

encuentra aceptable el uniforme para los actos ción de confiarle otro cargo de importancia en la oficiales. E n cambio damos un buen retrato que administración.

cuando este último estuvo en Italia, antes de dirigirse á Estados Unidos como Mi-nistro Plenipotenciario.

E l otro retrato representa al joven alférez Osear Mu-ñoz Caravia, hijo del señor I (aniel Muñoz, que sigue la carrera militar, en la Escuela de Módena, ha-biendo obtenido en sus exá-menes las más ¡illas clasi-ficaciones.

Ix>s viajeros, á su llegada á la patria, han podido cons-tatar con legítima satisfac-ción que las simpatías da sus conciudadanos no eran efímeras —por los testimo-nio- indiscutibles que todos ellos han recibido oficial y part icularmente. N o podría decirse que nuestra gente es olvidadiza. Las amistades

El saladero Casa Blanca

SKii'iENix) nuestro proposite ile dar á cono-cer el país y sus principales industrias, de" dicatnos hoy una página al saladero ('asa Manea de Paysandt i , que es uno de los más impértante s

por la Hota realista de Michelena, que descon-certó sus planes en pro del movimiento de Mayo. E s un puerto magnífico y para gran calado, como lo demuestra el hecho de haber atracado á su muelle el 11 de Febrero último, el vapor inglés -Raphael» de 80S9 toneladas.

sos de la ciudad de I 'aysandú, al Sur, sobre la Dicho establecimiento pertenece al progeesisla margen izquierda del río Uruguay , en un paraje ciudadano don Martín Etchebarne , concesionario pintoresco y dominante . de la Luz Eléctrica que dentro de breve se inau-

Próximo á él el Corregidor don J u a n Soto y el gurará en Paysandt i , y está montado á la a l tura misionero fray Policarpo Mandil, establecieron en de los mejores en su genero. Además, hay en su

177. .-us primeras pnblai ' inne-y un i'onveulii, del seno una escuela de in.-truccióii primaria, una cual existen todavía a lgunos vestigios. fuerte casa de comercio, una capilla, una sub-

Casa Blanca evoca también á la memoria los comisaría y numerosas poblaciones, nombres de Jo rge Pacheco, Nicolás Delgado Las vistas que de él damos hoy á conocer, lo Miguel y Saturnino del Cerro, José Arhides. íg- mismo que la del menci ido buque, han sido

acio Iglesias, Silverio Antonio Mart ínez, F r a n - tomadas por la interesante señorita A n a ' A r o z t e -isco Hiendo y otros, sorprendidos] allí en l s l l gui y las dcbcinos 'á la gentileza de un amigo.

D e Nico Pérez

M P a r a ti

or, «lijo J u a n á su amada, soy feliz, pletamenle feliz. No le figuras lo

que gozo cuando en la larde serena le deslizas sobre el césped de la quinta tan tijera y tan airosa como la alondra que en las sinuosidades de su vuelo toca apenas la tierra con lotices tu veste blanca girón arrancado del alto cirro, túnica que, para ti, tejió el invierno con alba nieve. Al verte tan seductora las flores se reúnen para formar tu séquito, los pá-jaros entonan sus tiernas melo-días, v los astros resplandecen en los cielos inflamados de re-

pente por i i Ilai ada glo-

bal. voz resuena suave, enternece-dora, cual si deshojara In divi-na flor de nuestros amores so-bre mi corazón. Mis suspiros brotan impetuosos y van á dor-mir en las combas innúmera* de tu cabellera. Todo calla y m extingue en la naturaleza: no se oye palpitar en el ambiente más ruido que el rumor de nuestro arrullo, no brilla más luz que la chispa deslum-brante de tus ojos, ni se ve otro movimiento que el dulce movimiento de tu seno. Kntonces los dos arrebatados nos dejamos mecer por el ensueño, y vivimos, de esa manera , toda una intensa vida en

pocos -egundos, convencidos de que no valdría la pena de existir si no se soñara, de que nadie entraría en el combate cruento -¡ las a lmas no emprendieran el vuelo para enlazarse, y si los labios no continuaran eulreabriéndose para bal-

palabras de amor. Al volver de nuestro encanto sien-

ilaciones irrisislibles de proster-e á tus plantas , y de rogarte que le mires así, con esos ojos He-le amor, porque de lo contrario o/, desfalleciente de ternura no ntrará acentos para suplicarle, ni mi corazón fuerza suficiente para continuar latiendo por ti. Debes ser egoísta. Debes pro-c u r a r conservarme, conseguir que no fallezca de mucho amor como otros mueren de mucha tristeza. Eso lo a lcanzarás apa-rentando que no me quieres tanto como antes .

Y de ese modo al notarte es-quiva mi orgullo se rebelará, y podré recobrar todas mis fuer-

zas aguijoneado por el poderoso deseo de vencer. De j a r édese r tu somhra . e l eco vagode tus palabras , la flor que se marchita gozosa sobre tu pecho ar-diente. Volveré á ser un hombre animoso, con la mente preparada para la siembra de numerosas ideas, y con los miembros cargados de la energía del luchador. J o s é S a l g a d o .

La fiesta del Estatuto nes patrióticas y los vivas á la Sociedad, de la que también era el cumple años. Se pasó una hermosa tarde de campo y hasta el anochecer no

LÜ

las aquí radicadas fué la que con mayor brillo ce-lebró el aniversario, ofreciendo á sus socios, ade-más de un concierto y baile —que se efectuó en su lindo teatro del Cordón —un pintoresco paseo en el Campo Eúskaro . A ambas fiestas asistió una concurrencia numerosísima y reinó en ellas gran

El paseo, sobre todo, fué magnífico. Empezó á la u n a de la tarde. Rajo los árboles se habían dispuesto largas mesas, donde lomaron asiento los asistentes. Todo fuéa legr íaen aquel momento y en medio de ella estal laban las manifestacio-

se regresó al centro. Nuestros grabados, repre-sentan: una vista de la concurrencia en el campo y otra del interior de la cancha.

Ellos bastan para dar ¡dea fiel número de con-currentes y hasta de los medios de locomoción de que se sirven muchos, que son ciclistas en todo momento y en toda ocasión.

L a s fotografías que reproducimos las debemos á un buen aficionado, el señor ( íandolfo á quien recurrió su colega en momento de verdadero apu-r o . . . fotográfico. Diremos á este respecto que no tiene el repórter porque arrepentirse: el señor ( íandolfo domina perfectamente la fotografía.

Rincón Azul

Don Ruperto Méndez Kl martes falleció en esta ciudad el ciudadano don Kupeito Mén-

dez, miembro de antigua y distinguida familia de nuestra sociedad, y fué el acto de la inhumación de sus restos un testimonio elocuente de los vínculos de amistad que lo ligaban á altas personalidades, Don Ruperto Méndez estaba afiliado al partido nacionalista al que prestara en otras épocas sin servicios, pagando como tantos otros el tributo de sangre á la causa. Durante dos períodos legislativos ocupó una banca en la ( ' amara de Diputados, en representación de los de-partamentos de Artigas y Montevideo. Con anterioridad á esas fechas desempeñó la Jefatura Política de Kloros, dando en ella pruebas de intachable honradez y mostrándose activo y laborioso en el cumplí miento de sus delicados deberes.

En el taller de una artista 'PUeStea por la modestia de la distinguid Ira máquina fotográfica. Tarea difícil ha lido. Con la señorita Angela Kobrún

lulo

A ella debía HOJO i BLAI algunos días es taba t esta página y que es .

oliiíd. losde i

i muchos ile ellos,

ii se revela artista

i) a lgunas lind ItrO poder e! no que apat

su estudio

inos cuenta pendiente, ls ilustraciones y desdo •oto que hace (rente á ¡•ti la carátula de este Impresiono favorable-

lad de trabajos, ya con-algunos, en que la señorita

teligente y excepcionalmente laboriosa, laestría en el dibujo, gusto y delicadeza

vida para sus personajes. Kn la fologralía lomada de su tal ler , ; ! pesar de haber sufrido gran re-ducción atendiendo á las exigencias de la Revista, hallarán los lec-tores á más de uno de nuestros hombros históricos y á más de una persona conocida ó amiga. No es necesario decir de quienes se trilla pues que resal tan perfectamente en el mismo grabado. Ka Sta. Lebrón cuya sencillez, en la mayor parle de los casos, imnone el silencio al-rededor de sus cuadros, señala en cada uno de estos rasgos propios, que si tuvieran mayor exteriorizaeión habrían sido títulos sulieienlos

• de artista lama nacional. Kn su modestia, pretiere en la mayoría de los casos i entre la admiración de los íntimos. l¡o,h> v I I I .AM' I I desea contribuir cu esta ' /can timideces y sean notorias las bondades artísticas de quien tanto vale.

B O C E T O , DE Á N G E L A L E B R Ú N

"10 npiiponb i n|i ii O.i|uil |;,|

•|[|B .i|i OHJ¡ iiujj.mb 011 onb o|tloi -ii| O.iuiwnw un X OIHIJI ofop un ii||.iiilm op op.ioii» -oj OIIIOÍ) iio.niponb oAi\.i||.i.i oiujdno IIH ii.i ojod lo.iiiyiiliup ojiiuplnop opoi II.I.IIIIH.i uo.) OPIIIIAINLIHI) I l N opjIlllJI A i.iIiiiii ll| .I|IN: | < I; | • I .mi lodlIH IIH .i|U.llll.)|l|OII i.l.iiillii.mi npjllJ.i; ( MMIOAJod 0HOIIIIIIII| un iiinpunHoHii .i| hopoi A iih'ii.I.K] ii| imid iiiqu.iM.i '.opitiiiiui '.i|iiii||U(| ' 11 v> i < 1111111 II.IAIII ni.i mili /;,/

¿jaoBij op oi| onft? -ojio jij o.i.mil) HA' OJO(J ¡ouonq IIIII H;,| | ¡IIIII¡|HW| oiif)!

•opjiij.i; j jod ouiAjo|in .mi) 'iuii|;) .)|i KIII.III •tuo no| y iiA||iiX.iu npii.)||í)p UIIII no;) OJ.HO|IIOO '00

i!|¡| .U)|.M|| .i|i HA llplUOlllllll.) 'llJOJIiy «.-IIi:|v •.loiiiii IIH DOS z¡|oj onj ÜU X 'o\i

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•ii9¡q oipuojd -uio» o| ii||¡) ojod 'ii|Hi)ndnoj \i\ opuo;pnpj 'BZOO, .11.) il| uo.) O|II.)IIUIAOIII o»|pi»uii|»iu un oy.iq |;,|

¿uA' \i9\m OJII» OH? :oi|H(/dojd y--:ii|D|piiii uo;) pftmSud .i| A' O|IJIUÍ) OUffllt un iioo ouwpxo ¡uoupuní uojny ujjuj^ tftj|l—

•o»sii|j| luojnv BJJBJA] tO WIOnpH 1l| JOA II (//UB0|1I JUMK JIIUIV \V OII|I).-»A oí)|Ud un uo 'onb HOOUOIIIO OIIJ X 'ii|JBqa ñu w8| -OII«J BJII|;> opniiiioj'HOHnii|dB HO| opojiidiuii |y

•K¡mqxo uo BqotlOM OH onb BpiuouiBiia OAB oiuoo 'Hofu HOfo HO| X iiooq *| oitiouuo* 'IIOW-JIU

ii|., ,i|i:. op opil.llll^lH mpi.ií.liiil ii|UH)1jll|C ¡OjJBUOOHll

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op udoo muí oiuoa |uii|¡j¡dHo X O|UOOHOAJO|3 'od mili un y opiiii|iiiiDojd X opilli|iipu 'op.iujo; j op

(IIIOIIIJ |op K.iiioi.iii|H,i|ini.) HII| Y jB)In| jiifop liix uoi •nono X Hii|iinHoj(I uo nunujop ou OHOIAIIJI ojnfiid un ouioo ii|uo|iioo OJDIUOIH 'ii||o 'KO|.)IIIOJ1 woppip •¡iiuoj HIIH IIOO Hoopid HO| opinioopiíi '()|pOIIBA|p |0 110 pllp¡llllllllll| ll|HII|li.l nx BipipOlllooll 'pitftlXlloo Bi|.)|p H| op ojtií.iH X z¡|oj opuiliil op llllllOipiOlj IIH lipo) IIOO 'HO|0|JV H1UIII0U.I 'O.ipid |0 lio 1,,.

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de iendo < i la platea.

— ¿V cómo le vil á Muríii Aurora con IManco? — preguntó ríe repente Clara con HII tono lijero (le pfljtfO alegre. ¡I)cme notician, hombre!

Oenrdo eOBtMt¿ con una frase trivial, por de-licadeza y por piedad.

DeclaOS que María Aurora era desgraciada. Héctor BlaSCO se. había entregado á IIIH relacio-nen di: entre bastidores; comentábanse cruelda ilen y humillacioneK moralcH sufridas por la po-bre muchacha; él era imprudente y no sabía disi-mular su» devaneos; ella le había amado ciega y el despertar fué lerrinlc. g n u dolor de mujer decep nada, en fin.

(¿uizá nada quedase ya de da aquella radiante dicha d recién casados, cuya imagen ll< vaha Clora al partir dos añ< a t rás !

- ¿ N o le ha escrito á usted María Aurora en tanto tiempo? preguntó (¡erardo sondeándola.

Al principio, sí contestó ella con su habitual lijereza. Después, como si se hubiera muerto.

Iba á empezar el gran dúo del jardín y ambos se dispusieron á escuchar. Lfl dulce música de (íounod murmuraba en la orquesta el lema de amor y las primeras frases del diálogo «bajo la pálida claridad de los astros de oro», vibraban claras y tranquilos en la sala silenciosa; un gran perfume de poe-ía flotante en los acordes difun-díase por la escena l lenando el humilde jardín de Margarita. ¡Amor, Amor! Las cuerdas, cada vez más vibrantes, sollozaban temblorosas en los violines, anunciando la emoción del beso; y poco á poco, en un crescendo lento, en su ascensión triunfal, el lema fué expandiéndose hasta am-

pliarse tremante como un grito de pasión al caer Margarita en los brazos de Fausto.

Entonces fué cuando Clara, mirando á María Aurora, la vio con el cuerpo doblegado, caídos los pliegues de la cara en un total aflojamiento de cansancio, las cejas levantadas en impotente esfuerzo por alzar los paríanlos llenos de sufri-miento-. ¡Dormida, completanientedormida,mien-tras en la escena lo- labios de Margarita recibían el cándenle bautismo del beso!

(Qué sinvergüenza! murmuró Clara levan-tándose. ; Mañana se lo digo! ¡Han tenido que despertarla los aplausos!

Y despidiéndose de I ¿erardo; • Nos vamos ya agregó.—

A descansar del viaje. . . (Que-ría sólo ver un acto para sor-prenderlos á ustedes.

Prefiero sorprender iiiana-na á María Aurora. ¡Cómo se lo le diga que la he visto ilur-

i iendo! puso!

Fué en aquella mismo salo on que radian tan esplendente la felicidad la noche del casamiento, donde Clara, apenas pasadas las primeras expan-siones, le dijo de pronto con los ojos llenos de bur las :

Pero, ¡qué sueño, hija, qué sueño! ¡Sorpresa ex t raña! María Aurora, al oiría, se

echó en sus brazos con un impulso rápido, llo-rando á mares.

Y dijo, sacudida entera por los sollozos: - ¡Sí! Todo, lodo ha sido un sueño!

A r t u r o Giménez Pa»tor .

Ln nuestra g a l e r í a

Cuento viejo

He asociaron, acompañando a l a s autoridades, fa-milias distinguidas del Salto y laboriosos vecinos c|ue veían en e - e acto una detnostra- ~^ ~ ción práctica de ade-lanto local. E n el plan que diseminó los D e p a r t a m e n t o de Ingenieros por toda la República, nues-tro ministro de Fo-mento ha luchado con algunos incon-venientes, pero al I i n s e i m p o n e s u bondad y empiezan los I idarii

ter oficial, el Jefe Político señor Antonio O. Vi-llalba, los miembros de la .lunfa señores A tire-

lio Novoa, B e n i t o ^ Kolari, B . Larré y

J . S. Bruné, el jefe de la inspección téc-nica señor C a r l o s Bonassoy su primer ayudante don San-tiago B e r t e l l i . Al declararse i n a i i g u -

• palpar sus resulta- E , , P / , s o • los. Las obras de Itapebí (• rancie lo comprueban. La fiesta á que nos referimos se realizó el de Mayo último y

l levantada asistían á ella con oaráe

d e p a r t a m e n t o del u to , se pronuncie!

r o n discursos q u e fueron escuchados con na tura l entusiasmo y aplánchelos con toda justicia porque ellos respon-dían á los sentimientos de tocios los c i rcunstantes .

La Rentrée

D • a r a el director de e lux coristas - q comentaba el •

i alma, pensó i

relataban

l 'or Ioí paailioe, entre los bastidores, donde las inas fabrican sus casas caire el polvo, en los marines, donde las adr ices suelen lambién ha-r que se les edifiquen casas y no de tela, por lo aquel infierno triste y sucio del proscenio se biaba de la famosa Koné, que acaba de entrar

su cuarto después de tres meses de ausencia •omprensible, sin que nadie supiera donde es-m. Lo peor era que Kené había vuelto triste, atida, con un humilde vestido y sin una alhaja. Á la luz del foco de ga l sus grandes ojos rus-os parecían velados, como cañ-

ados de mirar y de llorar; su lermoeo pelo ondeado caía dos-uidado y sin gracia, rodeando ina cara pálida y ojerosa, en la |Ue había desaparecido el trillo de la piel antes sati-tada y color de rosa y la l ¡ xpresión de altivez con

imponía su vo-lad la dueña . La ren-te Kené parecía, pues,

gr<

derrota en la que quizás había ella perdido algo de su corazón y de su vida. Kra así : tres meses antes Kené había cometido una tonte-ría: se había enamorado y había abandonado el teatro como un prisionero su cárcel, ó un pájaro su jaula, para dedicarse á amar en una casita escondida en un bosque, cerca de un arroyo que murmuraba, siempre alegre, á viejos árboles y entre perfumadi Klla, que hacía un aito vivía esa \ la artista, vida de fiebre, de deseos embriaga como el champagne, falta de su tran-quilo suelto de niila y perdida la mitad de sus ilusiones, —sintió un día una ex t raña languidez. Pensó en descansar sola y olvidada, en cualquier rincón que no fuera aquel escenario que parece la realidad de la vida Iras la vida ficticia, la verdad ruda y triste tras el engaño del papel pintado, donde nunca hay sol, ni aire puro y como entre un vaho de perfumes, como si entre el humo de un pebetero se dibujara una imagen querida sin-tió que amaba á alguien y tuvo u n a gran ansia de ser también amada ella sola, por aquel simpá-tico muchacho á quien veía todas las noches: an-sia de amor á pleno sol en la tranquil idad de un jardín desierto. Y como si amaneciera en su co-razón, como si la placida alegría de una aurora

sombra de enredaderas.

le locura, que

•apar con él, á }hea calladas, á

corretear por senderos de un bosque jun tando

dailero. Y se escapó esa misma noche, sin cam-biarse su trajo de teatro. Kn su casita del bosque pasó días deliciosos hasta que una m a ñ a n a de otoño un viento fuerte hizo que el suelo quedara lleno de hojas secas, de pobres que como restos de su esplendor sólo tenían, al rodar, un quejam-broso frou froit como una última súplica para que el caminante no la- deshiciera entre el polvo. Pasaron más días y cayeron más hojas. Kl suelo oslaba alfombrado de amarillo y el arroyo llevaba, ya muertas, muchas de ellas. Las brisas eran más

fr ías , losamancecresmás tardíos v las noches más largas para Kené, porque su amante , tan fiel al principio, tan tierno y cariñoso, empozaba á dejarla sola en ellas. Al fin llegó el terrible momento: el uníanle de Kené le envió cor-lesmenle su despedida. Kené sin-

tió un dolor inmenso, sintió que dentro del pecho algo se expandía y la ahogaba, sintió el corazón apretado y que su cabeza la doblaba un enorme peso. Kstuvo enferma, como loca, llo-rando, más de un mes, en tanto que fuera de su cuar-to, en el campo empeza-ban las nevadas y los vie-

los árboles aparecían vestidos de Illanco y sin hojas, el arroyo tur-nio y el suelo lleno de barro. Tu-k-o que vender sus alhajas, sus rajes de s e d a . . . Débil y vaci-

lante todavía volvió al teatro. Kl empresario, con su tono paternal volvió á acogerla y por eso Kené hacía su rr.nlrrr aquel la noche, pálida y abatida y por eso la comentaban tanto sus compañeros.

Al mes ya había cambiado Kené y había ad-quirido coches, caballos, casa, alhajas y aumen-tado su fama de cantante y de belleza tiránica. Hien es cierto que otro mes después se suicidaba por ella arruinado, desesperado, loco de amor y desdeñado el mismo muchacho simpático de la aventura .

Kené se había vengado y triunfante, altiva, es-pléndida de hermosura y de lujo, paseaba son-riente, en su coche el mismo día del entierro de su ex amante ,

Fot entonces cuando el empresario frotándose las manos dijo:

— F u é unn buena lección para Kené . Ahora es seguro un lleno por noche.

Sour l .

Reuniones nacionalistas

Callos M. Joanicú y José M. Tinvim. Según los órganos do la prensa diana, en medio á los cniu-siasmos partidarios no escasearon las manifes-taciones contrarias al acuerdo electoral que se tramita, como es notorio, entN altas persona lidadea políticas del país. Sea como fuere, justo es decir que la Comisión Directiva del club «Francisco Lavandeira puede sentirse satisfe-

la. Nuestros grabados (pie represt sajes de la tiesta, reproducen fotografías to-madas por el señor Marlorell, que nos las

cedió galantemente. Ko.io v BLANCO refleja el movimiento político

del país que, producido en esta forma, significa cultura y elevación de miras, pues que tiende á fomentar la necesaria unión de elementos que lian de concurrir más larde á una obra cívica común. Ku fiestas como la de que habíanlos se facilitan medios y se estrechan vínculos.

Los sucesos de Cerro Largo

l i a n tenido gran repercusión durante toda la se-mana que termina, los sucesos de Cerro Largo, denunciados por el periódico La De-fensa de Meló, y que motivaron el sumario cuya instrucción se confió al inspector de policías señor Pablo /.ufriategui. Un diario de esta capi-tal ha publicado las resultancias de ose sumario, renovando los mismos cargos, formulados ahora por el di-putado doctor Martín Suárez, que toma así una participación directa en ol interesante asunto.— Los mis-mos sucesos de Corro Largo están, para la prensa diaria, relacionados con el nombramiento del general Muni/.ldo que tienen nuestros lectores noticia y que han .-ido causa de alaques por parte de El Xm tu-

ro y Espinosa, que se presentar su renuncia de la

Son da actualidad palpitante, pues, las fotografías que reproducen los grabados que acompañan esta nota, despojada de todo comentario, de acuenlo con la índole de nuestra revista. N o es posible todavía, por otra parte, ata el momenlocn que es-cribimos, saber qué solución da rá el señor Presidente de la República á los conflictos producidos cuya grave-dad á m t d k se oculta y que han si-do origen en los días t ranscurr idos

semana de un semillero de no-ticias lo suficientemente sensacionales para ha-cer oscilar los valores en la Rolsn.

Una boda en Esperanza Se lia celebrado recientemente cu

aquella ciudad de Sania Fe Í R A . ) el enlace del doctor don Daniel AIOIIHO Criado con la señorita Magdalena Vio-net Tavernig, concurriendo á la cere-monia civil y religiosa varias familias de Montevideo y Buenos Aires vincu-ladas al nuevo hogar cuya felicidad la-brarán las dotes de inteligencia y co-razón de ambos esposos. Relacionados éstos en las dos orillas del Plata, deja-mos constancia de su boda en esta nota social, con augurios de eterna dicha

I para la feliz pareja.

Carta abierta flor director de R o j o y Bi.ani

Mi distinguido amigo:

» tareas en su ¡lustrada pu-¡ prolongado silencio.

cuatro compases y servia un pi , otro par; en fin, e se sorbió todos los pares de I.

iq.re-otros cuatn sentaciones dres.

H e tenido un barítono que se fué de la com-pañía porque el bajo en una zarzuela salía can tando :

Yo soy ilfl Valle ile Anilorra Id viejo Pastor.

y como el barítono se l lamaba Pastor, afirmó que el bajo intrigante le había desacreditado ante las cazueleras.

U n bajo que me djjo á medias la representación porque tenía hipo.

Resumen: que el director es una es-pecie de Cristo á quien estos judíos un poco más civilizados que los antiguos judíos martirizan más lenta; pero quizás más cruelmente.

N o le sorprenda, pues, mi brusca reti-rada causa de lo anormal de mis cir-cunstancias.

Como á todo se acostumbra uno voy Usted no puede calcular el lío en que me he

metido. Dirigir una compañía de zarzuela, es peor, muchísimo peor y sobre todo más difícil que go-bernar una Nación por revuelta y levantisca que sea.

E n el teatro desde la tiple al porta-cestas no hay uno que no sepa al dedillo todos sus derechos; pero son escasos, muy escasos, los que conocen sus deberes ó por lo menos confiesan conocerlos.

¡ Y los caprichos de todos ellos que tiene que soportar el que los maneja!

Yo tuve en Zamora una tiple, que haciendo la Pr incesa de los Ursinos se empeñaba en bailar en el tercer acto un zapateado bajo pretexto de que tocaba muy bien las castañuelas.

Un tenor (generalmente los tenores están lo-cos y si son nragoneses más ) , que se empeñó estrenar en el Rigolelto un frac que le habían regaladado el día de su beneficio.

U n a tiple tuve en Londres, que cuando can-taba me obligaba á poner en cada bastidor una comparsa con un par de huevos á la copa.

en R o j o Y B l a n c o ,

Su s e g u r o servidor y afectísi

688

En n u e s t r o H o s p i t a l Una operación notable

El doctor J u a n Francisco Can6888 acaba de practicar una operación tan difícil como intere-sante en el Hospital de Caridad. Se trata del su-

gente ex traerla. El doctor Canessa .-e decidió, pues, á practicar al herido la trepanación y valiéndose de un aparato especial— después de anestesiar al paciente ayudado por el doctor Catal ina y el prac-ticante Calzada hizo en el hueso frontal un agujero que agrandó luego, sencillamente, con un escoplo y un martillo. Con una pinza especial buscó el proyectil entre la masa encefálica, en-contrándolo y extrayéndolo con toda felicidad, como asimismo algunos trozos de huesos que la bala había ar ras t rado á su paso.

jeto Cabino Nievas, que el martes último preten-dió suicidarse descerrajándose un tiro en la ca-

m el cerebro y era ur-

JA colocó luego un tubo para dirm bro herido y Cab ino Nievas se encuentra actual-mente en un estado muy satisfactorio. Los graba-dos reproducen tres de las escenas de la difícil operación, cuyo feliz resultado prueba una vez más el talento y la habilidad del distinguido facultativo que es verdadero maestro y que más de una vez ha l lamado la atención de co-legas y discípulos por lo avanzado de sus pro-cedimientos y la certeza de sus operaciones.

La última recepción diplomática El lunes último se realizó en el Palacio «le ( ¡ob iemo la recepción del nuevo ministro de Alemania

Kirón Wangenheim, con el ceremonial de costumbre. De ese acto damos una ligera nota callejera, la-nentando carecer de otras que pudieran presentarnos el nuevo ministro en traje de ceremonia y en el

momento de la recepción. AI pretenderlo, se nos dijo — y nosotros no discutimos —que á esos actos sólo puede ser admitido el fotógrafo oficial. De la ceremo-nia realizada se recogió la misma impresión de todas las de su índole; en los discursos se hicieron, de parte á parte, promesas de contribuir id mantenimiento de las relaciones de los dos países. . . Después, el diplo-mático fué presentado á los secretarios de Es t ado y el ministro subió á poco en su carruaje rodeado de la escolta presidencial. 101 distinguido diplomático se encuentra ahora en Buenos Aires para donde partió al día siguiente de su recibimiento.

Perrerías

¿ N o ? Entonces , no son ustedes de Ion asiduos concu-

•rcntes al Cibilx. Allí mora nuestro héroe, porque Hoque, perro

¡r todo, es algo así como el héroe de una novela le Moníepíu.

N o es artista, aun cuando pasa la vida metido entre basti-dores.

N o es perro, aun cuando olfatee como los de su raza, ande en cuatro patas, y lleve al cuello un hermoso collar de cascabeles dobles .

¡toque, es el ideal de los seres que co-mulgan con A l a n K a r d e n , p o r q u e

;1 espíritu de algún

Desgraciadamente, Roque fué engendrado para a lgo más, pero, á última hora, nació perro.

¿ L o van conociendo ustedes? ¿ N o recuerdan haberlo visto por esas calles,

con -it gabán de terciopelo oarmoH¡, ó -n oapita con cuello de pieles, -irviendo de limili/o á la -

Nuestras fiestas

il y Lú velada Ufa y 11.° aniversario da sus respectivas fundí

D e e s a fiesta, á la que < rreucia numerosa y selecta, vista sacada por Filial con representa uno de los ntíni del programa, la terminan.', nerva, cantarlo por la- alut

Uruguayo y que fué coronado con un ber-ilio titulado Apoteosis de la f ic t ic ia ; y

.-ti cuyo cuadro la dio-a bri l lantemente caracte-rizada por la señorita de lliarra, aparece desple-gando un manto ríe luz sobre el Liceo f r anco l ' ruguavo, liermo-amenle np re -en t ado por la se-ñorita . lu-ia Celilierli y -obre el Instituto, repre--eniado á -u vez por el niño I'edro l lormaeclie .

La vi-la da ¡dea del carácicr de la lie-la, que como decimos tuvo un brillante éxito y dejó la-mas (ríala- impresione- en todo- los

En la noche del miércoles de .-sin semana, la Asociación ríe Dependientes ofreció una hermosa fiesta en su local al larlo riel Teat ro Solís. Como la Comisión Directiva ha resuelto ofrecer una tertulia mensual á sus socios cumplió esta vez, de una manera brillante, su decisión. La concurren-cia que llenó el amplio salón pasó una noche inol-

vidable. Todo fué allí animación y alegría, que no se interrumpió hasta el final, cuando ya de ma-drugada empezaron á retirarse las familias que asistían. Nuest ro grabado reproduce una fotogra-fía tomarla íi luz ríe aluminio, en momentos en que los danzantes se preparaban á bailar unas cuadri l las .

lia respira loallit i .Después

u l e ectalivu y de

suspensión á lii espera, del tan desea-do fruto. Víctor Ma-nuel lia cxperimenta-,lo una emoción mez-cla «le alegría y de-cepción, y la reina Hiena ha hecho más que *u pueblo, que ra marido, y que todos loa que te preocupa-ban por MU interesan-tísimo estado, ha brin dado al reino italiano elprirncrdcscendienlc

ción e| acontecimiento del !."dc Junio. Víctor Manuel hubiera deseado y aní lo esperaba, que fuera un príncipe y no una princesa, el dccen diente, que con tanta ansiedad han esperado. rJse príncipe He hubiera llamado del l'iamonte ó de liorna, pero la voluntad del coberano no se cum-plió en esta vez, y contra todos HIJS deseos resul-tó una princesa (pie desde el día del alumbra-miento se llama Yolanda Margari ta. Sin embar-go no desmayó por eso» pues cuando le dieron la noticia, de (pie era del nexo débil la recién na cala, dijo con tono de resignación: -Todo CM em-pelar. Va vendrá un varón*.

Kn el nacimiento de e-la priiui-a, como en la mayoría de Ion casos análogo», ne ha hecho un derroche desmedido de aparato-a preparación. \ se han ofrecido perdonen y limo-na \ á iodos aquellos (pie merecieran la piedad de la joven -oberana, y íi lodos los (pie se eneueiiiran en con (liciones de recibir un óbolo de tan empingoro-tada procedencia

E lena había dest inado 2000 liras, para cada uno de los niños, que dentro de -u n iño , naciera

I los pri-

en la misma hora que id suyo, y ante Ui gadora noticia, se produjo una verdadera cion entre los niños próximon á nacer, hiH madres próximas lí alumbrar. Knti meros hubo muchos, que no pudieron n ner sietemesinos y puntuales como ingleses para llegar á una hora tija, y otros que tuvieron (pie retardar su viaje para llegar juntos, con el que, ya desde tan joven, empieza á interrumpir las le-yes creadas por la sabia naturaleza.

Kl problema de acertar ra la hora fué muy sencillo para las madres que tuvieron lo dicha de encontrarse en Koma en ese día; pero como to-dos tienen ambiciones, y hay en Italia muchos millones de habitantes separados de la ciudad eterna, el problema se complicó de tal modo que la inmensa mayoría tuvieron que valerse del sim-ple cálculo, para conquistarse, las dos mil liras ofrecidas.

Kl propósito del rey de indultar an el día del alumbramiento 6 los penados políticos y li los penados por conspiración y atentado, produjo en las cárceles corriente de alegría que jamás han experimentado los condenados á vivir entra rejas. He vieron anarquistas do esos que en cualquier época se hubieran almorzado un par de soberanos con papas fritas con la mnyor naturalidad del mundo, (pie deseaban á la reina felicidades sin fin, ni rey mil anos de vida, y al futuro príncipe la más feliz presentación en el mundo de los vi-vos. Todo esto lo decían con lagriman en los ojos j con cara de ángeles como si jamás hubiera pa-sado por sus cabezas una mala idea.

I»s médicos del (¿uirinal, que siguieron los pa-sos de la princesa Yolanda, dorante don meses, fueron los encargados de elegir el ama que debe amamaniarhi, y para llevará cabo tan agradable cometido, examinaron una por una, á todiw las ro-bustas aldeanas que se encontraban en condicio-nes de hacer frente á tan singular concurso, y después de detenido examen táctil y óptico, resol-vieron dar su voto á In que, según la mayoría, te-nía las mayores... y man nobresnlientes.,. con-(liciones para tan augusto cometido.

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Es de actualidad entre nosotros la* escena •produce el adjunto grabado por estal-

lad en los días que co-r d e l a , que tanto preo-

18. y á nuestra policía, ito, que pueda esüible-ón entre la famosa ru-onte Cario, la más cé-lula del mundo, y las

, ile vida mísera existen en la ciudad de San Felipe y Sant iago.

Pero todo es relativo, y si bien es cierto que aquella es la reina de las casas de jue-go y la soberana en el mundo de los derro-ches, no lo es menos que allí van á dejar sus fortunas los más grandes jugadores del mundo, mientras en las nuestras solo exis-ten personajes euriatadoa que podrían ape-nas pasar allá como míseros p o r t e r o s . Es te asunto de las casas de juego en Mon-tevideo que tanto llama la atención públi-ca, no tiene mayor importancia metálica en realidad, del punto de vista de la ruinn de los hombres. L a s fortunan que se jue-gan aquí, con peligro para las f a m i l i a s -como dicen las crónicas diarias —son ape-nas los salarios de algún buen obrero ó los sueldos de algdn empleado, y nada m á s ; los lectores saben que en una sola hora de Monte Cario se juega más oro en una mesa de ruleta que durante todo un nho en to-das las que funcionan en Montevideo. Y á propós i to :—habrá nuestra policía encon-trado el medio que viene desde tanto tiempo buscando, —de evitar que se juegue tanto

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PROBLEMA D e se i s p a t o s v e n d i d o s á d o s rea les c a d a

u n o , c u a n t o i m p o r t a n

JEROGLÍFICOS

Prima \ Que pri Esta charada que

sencillo; más . orno ,| Un homenaje tierno y s A ella tan pura como una Como una prueba de que e rworfo"

., hada ruerida.

1 \ »

ate. I.ogogrifo ; ( a-r. Emilio l'imentel. Elida Mar tidolile. remidió, muerdo, retoque,

»«•: Capiu'""

Correspondenc ia de R O J O Y B L / \ J \ Í C O Tarjetero Postal

P o r falta d e e s p a c i o n o c o n t e s t a m o s en e s t e n ú m e r o á l o s c o l a b o r a d o r e s , d e q u i e n h e m o s rec ib ido trabajos y cartas . Lo hare-m o s en el n ú m e r o p r ó x i m o .

S e c c i ó n A m e n a

Lady.—Creo que no esta en lo cierto cuand no me ocupo de Vd. Kspero alguna composu

Las tres Nenas. — Aceptare soluciones yj i

! quedan aceptad

ofrece también la espero, aut niflerlas. Veremos.

Júpiter.—Gradas. Irán. Dos Astros-—Su» nuevos

exepttiando el del negro porvenir. Lirio.—Buenos Aires.—En breve aparecerán. Gn Forfaits.—En todo de acuerdo. Aceptado, Turquita.—VA mejor agradecimiento es mandar

vas colaboraciones. Ua equivocación no es culpa Creo que no es un motivo para suprimir su

Jt/Yt/í.de.-Hasta hoy jueves, no he recibido

Mam. Zelle. - Q