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FUENTES VIVASEN EL BORDEInvestigación y experiencias colaborativas para la gobernanza de un sur sostenible en Bogotá

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Área de estudio, descripción y problematización de los territorios del agua del borde sur del D.C

FUENTES VIVAS EN EL BORDE

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Fuentes vivas en el borde [e-book] : investigación y experiencias colaborativas para la gobernanza de un sur sostenible en Bogotá / Dolly Cristina Palacio, María Clara Van der Hammen, Amparo de Urbina (editoras). – Bogotá : Universidad Externado de Colombia. Centro de Educación Virtual. 2018.

1 1 recurso electrónico (varias páginas) : ilustraciones, gráficas, mapas.

ISBN: 9789587900002 e-book

1. Conservación del agua -- Aspectos sociales -- Bogotá (Colombia) -- Libros electrónicos 2. Abastecimiento de agua rural -- Bogotá (Colombia -- Libros electrónicos 3. Desarrollo de recursos hídricos -- Bogotá (Colombia) -- Libros electrónicos I. Palacio Tamayo, Dolly Cristina, editora II. Van der Hammen Malo, María Clara, editora III. De Urbina González, Amparo, editora IV. Universidad Externado de Colombia VI. Título

LE 333.91 SCDD 21

Catalogación en la fuente -- Universidad Externado de Colombia. Biblioteca. EAP.

ISBN 978-958-790-000-2

© 2018, María Clara Van der Hammen, Dolly Cristina Palacio, Amparo de Urbina (editoras)© 2018, Universidad Externado de Colombia Calle 12 n.º 1-17 Este, Bogotá Teléfono (57 1) 342 0288 [email protected] www.uexternado.edu.co

Primera edición digital: noviembre de 2018

Diseño de cubierta: Centro de Educación Virtual, Universidad Externado de Colombia Corrección de estilo: José Ignacio Curcio PenenComposición: Centro de Educación Virtual, Universidad Externado de Colombia.

Prohibida la reproducción o cita impresa o electrónica total o parcial de esta obra, sin autorización expresa y por escrito del Departamento de Publicaciones de la Universidad Externado de Colombia. Las opiniones expresadas en esta obra son responsabilidad de los autores.

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ÍNDICE GENERAL

Redes de investigación colaborativa en los territorios del agua en bordes urbano rurales, la experiencia del sur de Bogotá

La iniciativaLa red tripartita: acuerdos conceptuales y sus intencionesEl proceso metodológicoEl libroAguas interiores

1. Área de estudio, descripción y problematización de los territorios del agua del borde sur del D. C.Introducción1.1. Ubicando y caracterizando el “borde urbano-rural sur del D. C.”1.2. Caracterización sociodemográfica del borde sur.............................................................71.3. El papel del agua en la relación del borde sur y Bogotá

1.4. Bordes urbano rurales en los instrumentos de ordenamiento territorial. ¿hacia dónde y cómo crecer?

2. Los territorios del agua del borde y su historiaIntroducción2.1. Historia ambiental del sur de Bogotá. ¿para qué una historia ambiental?2.2. Una historia dentro de las historias de la ciudad2.3. Los gestores y sus gestas. Enlazando historias de los acueductos comunitarios del borde urbano rural sur de Bogotá

3. Narrativas y dinámicas de los actores del agua en el bordeIntroducción3.1. Narrativas y dinámicas organizativas comunitarias alrededor de las prácticas agrícolas y ambientales en el borde rural 3.2. Narrativas y dinámicas de los actores de la acción colectiva en el borde urbano3.3. Narrativas e interacciones de los actores institucionales e institucionalizados. Entre las leyes, las experiencias y los vínculos con la comunidad, el agua y el territorio

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3.4. Dinámicas y narrativas de la gestión de los acueductos comunitarios y sus problemáticas

4. Creando vínculos colaborativos para la sostenibilidad de los territorios del aguaIntroducción. Experiencias de gestión colaborativa del agua en el territorio 4.1. Acompañamiento de la eaab en la calidad del agua de los acueductos comunitarios 4.2. Acueductos comunitarios y saneamiento básico. Una perspectiva desde el andar con sus habitantes4.3. Chocolatadas con usuarios de Aguas Claras y Quiba4.4. Entusiasmando jóvenes4.5. Vínculos entre el agua y los sistemas productivos emergentes. El caso del turismo rural y de naturaleza4.6. la educación de Remona4.7. Experiencias con la Red de Monitores del Agua: creando vínculos entre los acueductos comunitarios y las instituciones educativas

5.Hallazgos, aprendizajes y pistas para una gobernanza de redes situadas y reflexivas en contextos de borde urbano-rurales. el caso del sur de bogotá

Recogiendo las voces de la experiencia en la investigación colaborativaHallazgos desde las voces locales y la mirada de esta red tripartita

RecursosVideoComité de aguas y saneamiento ambiental de UsmeCuento del pececitoHistoria Normativa. Normas en torno al agua, el territorio y el medio ambienteResumen ejecutivoBibliografía

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ÁREA DE ESTUDIOÁrea de estudio, descripción y problematización de los territorios del agua del borde sur del D.C

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LA RED TRIPARTITA: ACUERDOS CONCEPTUALES Y SUS INTENCIONES

Caracterización sociodemográfica del borde sur

MARCELA GARCÍA*

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A continuación se expone una caracterización sociodemográfica de la población residente en el borde sur de Bogotá, así como una descripción de las viviendas en que habitan. Por motivos de disponibilidad de información, el borde sur será asumido como el territorio comprendido en las localidades de Usme y Ciudad Bolívar, en sus zonas urbanas y rurales.

Para el ejercicio se utilizaron datos secundarios de disponibilidad dispar en el área urbana y rural; a continuación se describen las fuentes utilizadas en cada caso, así como sus limitaciones.

En la zona urbana fue posible establecer una mirada evolutiva de los fenómenos, ya que para su análisis se cuenta con los microdatos de los censos Dane 1993 y 2005, datos agregados de los Censos de 1973 y 1985 e información de la Encuesta Multipropósito para Bogotá en su edición de 2014. Se utilizaron también los mi-crodatos del Sistema Único de Identificación y Clasificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales Sisbén 2016, que no es censal, pero que tiene una cobertura de más del 80 % en la zona urbana de las localidades mencionadas. Dicha fuente también fue utili-zada para analizar el conjunto de la ciudad en el año 2016, reconociendo que por la naturale-za de la misma se produce sobrerrepresenta-ción de población con carencias económicas. Adicionalmente, se utilizó información secun-daria sobre patrones demográficos producida por las entidades distritales.

De las fuentes anteriormente mencionadas, solo el Sisbén cuenta con información discriminada para la zona rural de las localidades, ya que los microdatos de los dos censos presentan infor-mación incoherente y de baja fiabilidad1 . Por lo anterior, solo es posible hacer un análisis de los datos disponibles para 2016. Se prefirió el uso de los datos del Sisbén y no el de los da-tos del Censo Nacional Agropecuario CNA de 2014 ya que, con solo dos años de diferencia, el CNA mostró una baja cobertura poblacional, por lo que se pudieron establecer problemas de fiabilidad2.

El documento se estructura en dos partes que se dedican respectivamente a la zona urbana y rural, y que caracterizan la población, los hogares y las viviendas existentes en cada zona.

Zona urbana del borde sur

Un rápido proceso de crecimiento tanto migratorio como debido a factores demográficos

1 . Como ejemplo de lo anterior, en el Censo de 2005 se contabiliza un total de 10 hogares en la zona rural de Usme.2. El CNA contabilizó para la totalidad de la zona rural de Bogotá una población de 6.012 personas, mientras que el Sisbén, solo en la zona rural de las localidades de Usme y Ciudad Bolívar, registró 7.861.

El crecimiento demográfico del borde sur se enmarca en el proceso de urbanización del país debido a una migración acelerada de población del campo a las principales ciudades por diversos motivos, entre ellos, la violencia.

Este crecimiento se concentró de manera muy notable en la zona de estudio, especialmente en el período intercensal 1973-1985, cuando hubo tasas de crecimiento cercanas al 90 %, mien-tras que en el resto de la ciudad el fenómeno sucedía a un ritmo promedio anual de 4,5 %. En este período se pasó de tener una población de 41.845 personas a una de 490.965, lo que muestra que buena parte de la población que recibió la ciudad en el período se localizó en el área de estas dos localidades, que ofrecieron oportunidades de acceso a suelo y vivienda. Para el siguiente período intercensal 1985-1993, la situación cambiaría radicalmente, pues el cre-cimiento del borde sur tuvo un comportamiento similar al que tuvo el resto de la ciudad (alrede-dor del 3,4 %). Esta estabilidad no duró mucho, pues para el período comprendido entre 1993 y 2005, el ritmo de crecimiento de la ciudad se ralentizó (alcanzando tasas anuales de 1,9 %), pero el del borde sur urbano se mantuvo constante alrededor del 3,2 %.

En el censo más reciente (2005) se contabi-lizó en el borde sur urbano 857.420 personas y 222.744 hogares. Según las proyecciones, se esperaría que para 2015 haya 1.056.852 personas y 333.378 hogares, representando el 16 % de los hogares bogotanos.

* Pasantía de Investigación en el marco del desarrollo del Doctorado en Demografía de la Universidad Autónoma de Barcelona.

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Por su parte, el crecimiento de los hogares presenta una particularidad frente el patrón descrito para las personas. En el período de mayor crecimiento poblacional los hogares crecieron en un ritmo inferior al de la población (54 %), mientras que en los períodos posteriores las tasas de crecimiento de los hogares fueron siempre mayores a las de las personas. Lo anterior evidencia uno de los cambios demográficos que sobresale para la zona, en contraste con la ciudad, y que revela los cambios en los tamaños del hogar, como se verá más adelante.

Aunque el proceso de migración del campo a la ciudad se presentó en la totalidad de la ciudad, la zona de estudio ha sido un núcleo de atracción de población migrante que se consolida en el tiempo. Lo anterior se confirma al observar el porcentaje de población no nacida en Bogotá, que para 1993 era similar en el borde y en el resto de la ciudad (alrededor del 55 %), pero que ha ido incrementándose de manera pronunciada, representando en 2014 el 81 % de la población del borde (12 puntos porcentuales por encima del conjunto). En el mismo sentido, las cifras de la Secretaría Distrital de Planeación (2010) señalan que la tasa de migración para Usme es la más alta entre las localidades de Bogotá en los períodos 2005-2010 y 2010-2015 (22,59 y 18,5

TABLA 5. Tasas de crecimiento de personas y hogares.Bogotá y el borde sur urbano, períodos intercensales 1973-2005

1973-1985 1985-1993 1993-2005

Personas Hogares Personas Hogares Personas Hogares

Resto de la ciudad 4,5 % 6 % 3,4 % 3,2 % 1,9 % 5,2 %

Borde 89,4 % 54 % 3,3 % 17,3 % 3,2 % 5,3 %

Fuente: elaboración propia a partir de censos Dane 1973, 1985, 1993 y 2005

GRÁFICA 1. Porcentaje de población no nacida en Bogotá. Bogotá y el borde sur urbano 1993, 2005 y 2014

Fuente: Elaboración propia a partir de censos Dane 1993 y 2005. Encuesta Multipropósito Dane-Secretaría Distrital de Planeación, 2014

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vbvcbvcnbnhhgbvnbnpor cada mil, respectivamente). Para el caso de Ciudad Bolívar, en dichos períodos se registran tasas bajas pero constantes de migración (2,95 y 2,6 por cada mil).

Este pasado y presente de alta concentración migratoria en el borde sur urbano tiene una im-portante relación con las características del cre-cimiento vegetativo (resultante de nacimientos y defunciones) producido en la zona, que también es más ágil que en el conjunto de la ciudad. Lo anterior, teniendo en cuenta que los compor-tamientos demográficos de los habitantes de las ciudades guardan importantes diferencias con los de la población rural.

En términos de la fecundidad, son evidentes las diferencias entre los patrones del borde sur y los del conjunto de la ciudad. Para todos los años observados el número de hijos por mujer es mayor en el borde, aunque, como en el resto de América Latina, los dos contextos experi-mentan una reducción en la fecundidad, que en promedio reduce la cantidad de hijos en 0,2 en ambos casos. La edad media a la maternidad en el borde urbano, por su parte, es inferior dos años con respecto al conjunto de la ciudad, lo cual se mantiene estable durante el período observado. Así, para 2015 la zona mantiene sus tasas de fecundidad entre las más altas de la ciudad y sus calendarios entre los más tempranos.

Hijos por mujer 1993

Hijos por mujer 2005

Tasa global de fecundidad

(2010-2015)

Edad media a la maternidad

(2005-2010)

Edad media a la maternidad

(2010-2015)

Resto 2,1 1,9 1,9 28,5 28,6

Borde 2,4 2,4 2,2 26,1 26

TABLA 6. Patrones de fecundidad. Bogotá y el borde sur urbano 1993-2015

Fuente: elaboración propia a partir de censos Dane 1993 y 2005, Secretaría Distrital de Planeación, 2010

Los patrones de mortalidad también muestran diferencias que se concretan en dos indicadores: mientras que para 2015 la mortalidad infantil en la zona de borde rodea la tasa de 17 por cada mil, en Bogotá esta cifra es de 14,3; vale la pena señalar, sin embargo, la tendencia decreciente de ambos contextos. El otro indicador es la espe-ranza de vida, que para las localidades de Usme y Ciudad Bolívar es la más baja de la ciudad en 2015 (75,2 y 76,8 años respectivamente, en contraste con Bogotá, cuya esperanza de vida es de 80,19), siendo solo superadas por Sumapaz, la única localidad rural de la ciudad.

En suma, el borde sur urbano ha presentado un patrón de ágil crecimiento poblacional por motivos migratorios y vegetativos, con parti-cularidades frente a la ciudad en cuanto a los tipos de estructuras demográficas y caracte-rísticas socioeconómicas de la población que viene alojando, como también, de los arreglos residenciales3 y tipos de hogares que habitan

3. Este concepto explora cómo se organizan las personas para ocupar las viviendas y los motivos que hay detrás de di-chas decisiones.

en la zona, constituyéndose en la demanda de bienes y servicios urbanos tales como el agua. La descripción de estas variables es el contenido de las siguientes páginas.

Una población más feminizada, más joven y menos educada

Al analizar el contraste de las pirámides demo-gráficas del borde sur urbano y el resto de la ciudad para cada uno de los años, se logra es-tablecer que el Borde tiene una población más masculinizada que el resto de la ciudad, donde el índice de masculinidad se ha mantenido alre-dedor de los 90 hombres por cada 100 mujeres en todos los períodos de análisis. La dinámica en el borde, en cambio, inicia con una relación de 96 hombres por cada 100 mujeres en 1993, y la cifra termina en 92 en 2016, ya muy cerca del dato para la ciudad. Lo anterior puede mostrar un efecto selectivo de la migración que ocupó la zona, sobrerrepresentada en mujeres.

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GRÁFICA 2. Pirámides poblacionales (1993, 2005 y 2016). Borde sur urbano y resto de Bogotá

Fuente: censos Dane 1993 y 2005. Encuesta Sisbén 2016

Pirámide poblacional 1993. Borde sur urbano y resto de Bogotá



Al analizar la distribución etaria, es posible esta-blecer que la población del borde sur se carac-teriza por tener mayor presencia de personas menores de 15 años. Si bien la proporción de personas jóvenes ha venido disminuyendo en ambos contextos y en todos los períodos por motivo de la transición demográfica, el proceso de poblamiento y los patrones de fecundidad y mortalidad anteriormente presentados para la zona han mantenido una importante pre-sencia de población joven. En consecuencia, en el borde también se observa una diferen-cia en la concentración de población mayor de 60 años, que, aunque ha venido aumentando, sigue siendo menor que la registrada en el res-to de la ciudad.

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El índice o relación de dependencia muestra la relación entre grupos etarios teóricamente “inactivos” (menores de 15 años y mayores de 60 años) y la población en edades productivas. En la medida en que la relación numérica se acerca a 100, se revela una composición demográfica más asociada con condiciones de vulnerabilidad, pues implica una carga económica superior para aquellos en edades laborales. Para el caso del borde sur urbano se observa un índice significativamente más alto que el del conjunto de la ciudad, que si bien tiende a la disminución con el paso del tiempo, revela una estructura demográfica que favorece la vulnerabilidad socioeconómica.

Dicha vulnerabilidad se expresa también en las condiciones educativas de la población residente en el borde sur urbano. Al examinar el nivel educativo de los mayores de 17 años, se observa que en el borde son significativamente más altas las proporciones de población con ningún nivel educativo y con estudios de primaria, aunque se observa una disminución en el tiempo que ha implicado el aumento de población con nivel de secundaria en la zona. En los niveles universitarios en cambio (pregrado y posgrado), solo se ubicó en 20054 un 10 % de la población del borde sur, en contraste con el dato para el resto de la ciudad, que fue de 31,7 %.

4. No se analiza el dato de 2016 dado que en este tema el Sisbén presenta especialmente problemas de sobrerrepresentación en grupos con bajo nivel educativo.

Población menor de 15 años Población mayor de 60 años Relación de dependencia

1993 2005 2016 1993 2005 2016 1993 2005 2016

Resto 28,9 % 25,7 % 28,1 % 6,5 % 8,7 % 7,8 % 54,63% 52,42% 55,91 %

Borde 37,8 % 33,2 % 33 % 3,5 % 5,3 % 5,8 % 70,51 % 62,51 % 63,34 %

TABLA 7. Distribución etaria de población y relación de dependencia resto de Bogotá y borde sur urbano 1993, 2005 y 2016

GRÁFICA 3. Nivel educativo población del resto de Bogotá y el borde sur 1993, 2005 y 2016

Fuente: elaboración propia a partir de censos Dane 1993 y 2005. Encuesta Sisbén 2016


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Las actividades económicas a las que la población mayor de 17 años declaró dedicarse muestran también un contexto de vulnerabilidad profunda en el borde urbano. Para todos los años la población que manifestó estar trabajando fue casi cuatro puntos porcentuales menos en el borde que en el conjunto de la ciudad y la cifra se mantuvo estática en todo el período de análisis. Caso similar se registra para los que declararon estar jubilados, que en el borde son minoría. Mientras tanto, en las categorías de búsqueda de trabajo y de oficios del hogar, el borde presenta mayores proporciones en todos los años, revelando situaciones de falta de ingresos económicos. Sin embargo, en la zona se observa el aumento sostenido de población que reportó estar estudiando, explicada también por la alta proporción de población joven.

Trabaja Buscó trabajo Oficios del hogar Estudió Jubilación

Año 1993 2005 2016 1993 2005 2016 1993 2005 2016 1993 2005 2016 1993 2005 2016

Resto 41,7 40,6 40,2 1,7 3,3 4,3 14,2 11,1 12,4 17,1 21,8 28,5 1,6 3,2 2,5

Borde 37,2 36,4 36,7 1,9 3,8 4,1 15,2 13,6 12,6 15,2 24,4 31,2 0,5 1,0 1,3

TABLA 8. Actividad económica del resto de Bogotá y el borde sur urbano 1993, 2005 y 2016

TABLA 9. Tamaño promedio del hogar: resto de Bogotá y borde sur urbano 1993, 2005 y 2016



Hogares más numerosos y extensos

Las transformaciones demográficas y socioe-conómicas presentadas anteriormente tienen una expresión en la forma en que las personas se organizan para ocupar una vivienda en el núcleo básico de consumo que es el hogar5. El tipo y tamaño de los hogares son variables di-námicas que caracterizan la demanda de bienes y servicios urbanos tales como el agua.

5. Entendido como el conjunto de personas con o sin vínculos familiares, que comparte la misma vivienda y que tienen un pre-supuesto común.

El primer elemento que se revela es que en el borde sur urbano es donde en promedio se concentran los hogares más numerosos de la ciudad. Como en América Latina, en Bogotá y en el Borde sur, esta variable viene disminu-yendo por el cambio de los comportamientos reproductivos. Aun así, en el borde urbano se mantiene una tasa de 3,8 personas por hogar, en promedio, casi medio integrante más que en el conjunto de la ciudad.

1993 2005 2016

Resto 3,8 3,4 3,4

Borde 4,2 3,8 3,8

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Lo anterior se explica a partir de un proceso de transformación en la tipología predominante de los hogares que, si bien se genera en el conjunto de la ciudad, en el borde sur presenta un ritmo más lento que permite la persistencia de formas de cohabitación más tradicionales. En este sentido, las formas más modernas, que son los hogares unipersonales y no nucleares6, muestran la misma tendencia en el borde sur urbano: aunque incrementan, lo hacen a un ritmo un poco más tímido que en el resto de la ciudad.

En las categorías más tradicionales de hogares se observan dos tendencias: la disminución leve de hogares nucleares, aunque esta se mantiene como la categoría principal en el borde y en el conjunto de la ciudad. Una segunda tendencia a resaltar es la importante presencia de hogares ex-tensos, que suelen ser los más numerosos y que tienen una tendencia al decrecimiento en el conjunto de la ciudad, mientras que en el borde sur incrementa a lo largo del período observado. Este tipo de hogar incorpora una lógica de solidaridad y funcionalidad especialmente importante en contextos de pobreza.

En cuanto a la composición de los hogares, conviene señalar también la proliferación de hogares monoparentales de jefatura femenina en el borde, que pasaron de conformar el 16 % en 1993 a sumar cerca del 24,6 % en 2016. Esta tendencia es similar numéricamente a la observada en el resto de la ciudad. Usualmente los hogares con jefatura femenina se asocian con mayores condiciones de vulnerabilidad, por implicar un único ingreso que carga con las desigualdades en términos educativos y salariales que afectan a las mujeres, especialmente en algunas generaciones.

6. Aquellos que no tienen un núcleo de pareja completa o incompleta con o sin hijos.

Unipersonal Nuclear Extenso Compuesto Sin núcleo

1993 2005 2016 1993 2005 2016 1993 2005 2016 1993 2005 2016 1993 2005 2016

Resto 8,8 14,0 14,4 58,5 59,0 59,5 20,7 16,8 20,2 4,8 4,3 1,6 6,4 5,8 4,3

Borde 6,8 9,5 11,4 63,2 63,5 60,0 21,7 19,9 23,2 3,7 3,7 2,1 4,0 3,4 3,3

TABLA 10. Distribución de hogares según tipología Laslett. Resto de Bogotá y borde sur 1993, 2005 y 2016


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El proceso de urbanización informal y su huella

Además de particularidades en su composición sociodemográfica, el borde sur urbano presenta características singulares en su forma de de-sarrollo y, en consecuencia, en los tipos de vi-vienda producidos.

MAPA 11. Sectores censales del borde sur urbano según el origen predominante de sus viviendas

Fuente: Marcela García, con base en los archivos de legalizaciones de la Secretaría Distrital de Planeación. Diagramación de José Javier Rodríguez

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Una segunda tendencia muestra que con el paso del tiempo los hogares que viven en arriendo han ido en aumento, alcanzando en 2016 el 56 % en el Borde. Lo anterior puede explicarse por la convergencia de varios fenómenos: un primer elemento está asociado con el esquema de desa-rrollo progresivo que permite la expansión de la vivienda, adicionando espacios o incluso pisos completos en función de las necesidades o posibilidades de los miembros del hogar que ejerce la propiedad del inmueble. Usualmente estos espacios construidos son ocupados por otros hogares, familiares o no, en diferentes formas de ocupación, entre las que se encuentra el arrendamiento. Otras posibilidades, menos frecuentes, tienen que ver con los procesos de movilidad residencial que generan el ingreso de la vivienda al mercado de alquiler, dando paso a segundas generaciones de hogares que no necesariamente fueron “colonizadores” de la zona7.

7. Esta variable no fue incluida en el Censo Básico 2005 sino solo en el Censo Ampliado que, se ha demostrado, tiene importantes problemas de representatividad.

Como se dijo anteriormente, la zona es fruto de un proceso de crecimiento acelerado que reci-bió buena parte de la migración del campo a la ciudad por motivos de disponibilidad de suelo, generando un patrón de desarrollo informal aso-ciado con esquemas de autoconstrucción.

De hecho, es posible establecer que de la totali-dad de los sectores censales incluidos en el área de estudio el 62 % pueden catalogarse como de origen predominantemente informal, ya que más del 50 % de su área construida ha sido parte de procesos de legalización de barrios, el 17 % de los sectores puede catalogarse como de origen medianamente informal, ya que esta situación se presenta en menos del 50 % de su área construida, y solo un 15 % de los sectores es de origen 100 % formal.

La extendida presencia del desarrollo urba-no informal en el borde sur urbano marca un conjunto de características de las viviendas que aportan a la constitución de un entorno urbano particular; algunas de ellas se abordan a continuación.

Tenencia

Un primer elemento se refiere a la tenencia de la vivienda, que revela por lo menos dos ten-dencias. Por un lado, la mayor concentración de propietarios en la zona del borde, lo cual se asocia con los esquemas de acceso a la vivienda informal usualmente construida por la misma familia, que prevé su uso en conjunto con su comunidad, sin intermediación de constructores.

Propia pagada Propia pagando En arriendo Otra condición

1993 2016 1993 2016 1993 2016 1993 2016

Resto38,6% 22,5% 16,1% 10,2% 43,2% 60,1% 2,1 % 7,2%

Borde 42,5% 27,9% 18,1 % 10,3% 37,5% 56,0% 1,9% 7,0%

TABLA 11. Distribución de hogares según tenencia de la vivienda. Resto de Bogotá y borde sur urbano 1993 y 2016

Fuente: elaboración propia a partir de Censo Dane 1993 y encuesta Sisbén 2016

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Tipologías residenciales

Un segundo elemento se refiere a las tipologías residenciales, que evidencian una alta concen-tración de casas en el borde sur urbano. Esta categoría, aunque se reduce con el paso del tiempo, constituye en 2005 cerca del 70 % del parque residencial de la zona, mientras que en el resto de la ciudad dicho porcentaje solo rodea el 36 %. Esta preferencia por la vivienda “unifa-miliar” se asocia directamente con el ya mencio-nado proceso autoconstructivo y de desarrollo progresivo que permite la modificación de la vivienda en función del crecimiento del hogar y de las posibilidades económicas del mismo, y que facilita la corresidencia de los hogares extensos y compuestos, tan numerosos en el borde. En contraposición, se entiende la propie-dad horizontal como una tipología producida formalmente que no permite ninguna modifi-cación estructural8.

8. Esta categoría no se analiza en 2016, ya que el Sisbén junta en una misma categoría las opciones de casa y apartamento.

Casa Apartamento Cuarto*

Año 1993 2005 1993 2005 1993 2005

Resto 57,5% 36,6% 37,1% 54,1% 4,6% 9,2%

Borde 79,0% 68,5% 13,8% 23,4% 7,3% 7,8%

TABLA 12. Distribución de hogares según tipología de la vivienda. Resto de Bogotá y borde sur urbano 1993 y 2005

Fuente: elaboración propia a partir de censos Dane 1993 y 2005

De otra parte, el proceso autoconstructivo también tiene una implicación en la calidad de la vi-vienda, que puede explorarse en el material de las paredes y los pisos. Mientras que en el resto de la ciudad solo el 1,6 % de las viviendas tienen paredes en materiales distintos al ladrillo y que se asocian a bajas condiciones de calidad, en el borde este porcentaje es del 4,3 % en 2016, mos-trando una disminución frente al dato en 1993 (7,4 %), lo que muestra tendencia a la mejoría de las condiciones físicas de las viviendas. Dentro de los materiales alternos utilizados en el borde, sobresalen la tapia, la madera, el zinc y los materiales prefabricados.

* No se puede comparar esta categoría en 1993 y 2005 dado que se preguntaron y contabilizaron de manera distinta en los dos censos.

Ladrillo Tapia Bahareque Madera Guadua Zinc Pre Fabricado

1993 2016 1993 2016 1993 2016 1993 2016 1993 2016 1993 2016 2016

Resto 97,3% 98,4% 0,8% 0,5% 0,2% 0,0% 1,1% 0,4% 0,1% 0,0% 0,5% 0,1% 0,6

Borde 92,6% 95,7% 1,0% 0,5% 0,3% 0,1% 2,7% 1,2% 0,6% 0,0% 2,6% 0,9% 1,7

TABLA 13. Distribución de hogares según material de las paredes de la vivienda. Resto de Bogotá y borde sur urbano 1993 y 2016


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En cuanto al material de los pisos, el panorama muestra diferencias aún más evidentes en la calidad de la vivienda, pues mientras el 74,4 % de las viviendas del resto de la ciudad tenían pisos en materiales de buena calidad, este porcentaje solo alcanzó el 54,8 % para las viviendas del borde, dato que mostró una evidente mejoría frente al registro de 1993, que era de 29,6 %. De los materiales de pisos asociados con baja calidad residencial, el principal en el borde sur es el cemento, que se presenta en un 41,4 % de las viviendas. Sobresale que el 2 % presenta pisos en tierra.

Tierra Cemento Madera Otro material

1993 2016 1993 2016 1993 2016 1993 2016

Resto 2,3% 0,3% 20,5% 19,6% 9,7% 5,4% 67,5% 74,7%

Borde 8,6% 2,0% 56,5% 41,4% 5,3% 1,7% 29,6% 54,8%

TABLA 14. Distribución de hogares según material de los pisos de la vivienda. Resto de Bogotá y borde sur urbano 1993 y 2016


Vivienda y servicios públicos

Otro indicador de calidad de la vivienda es su conexión a servicios públicos. En este punto vuelve a observarse un proceso de expansión sostenida en el tiempo desde 1993, cuando se observaban coberturas diferenciales entre el resto de la ciudad y el borde, siendo este menos atendido por los diferentes servicios públicos, especialmente el alcantarillado. A pesar de la relativa universalidad de los servicios, en 2016 existe aún un 0,9 % de viviendas sin acueducto y un 2 % sin alcantarillado.

Electricidad Acueducto Alcantarillado

Año 1993 2005 2016 1993 2005 2016 1993 2005 2016

Resto 89,0% 99,5% 99,9% 91,1% 99,1% 99,7% 85,8% 98,6% 99,6%

Borde 86,9% 98,7% 99,9% 84,5% 95,6% 99,1% 68,7% 94,8% 98,0%

TABLA 15. Distribución de hogares según cobertura de servicios públicos. Resto de Bogotá y borde sur 1993, 2005 y 2016

Fuente: elaboración propia a partir de censo Dane 1993 y Encuesta Sisbén 2016

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La encuesta Sisbén 2016 cuenta con información referida al uso del agua, que muestra que a pesar de la alta cobertura en el borde sur urbano, persisten problemas de calidad en el servicio. Se registra por ejemplo que el 1,1 % de los hogares tienen acceso al agua por medio de pozos con bomba, de pilas públicas, de ríos, quebradas o manantiales, carrotanques o donaciones.

Acueducto Pozo con bomba

Río, quebrada, manantial Pila pública Carrotanque Donación

Resto 99,6 0,1 0,1 0,0 0,0 0,1

Borde 98,9 0,1 0,3 0,1 0,1 0,4

TABLA 16. Distribución de hogares según forma de acceso al agua. Resto de Bogotá y borde sur 2016

Fuente: elaboración propia a partir de censo Dane 1993 y Encuesta Sisbén 2016

Adicionalmente, un total de 1.625 hogares manifestaron que el suministro de agua no llega todos los días de la semana y, de ellos, cerca del 50 % afirmaron que tienen el servicio menos de 4 días a la semana. Se indagó, además, si cuando llegaba el agua el suministro era continuo durante el día, a lo que 1.113 hogares respondieron negativamente.

Zona rural del borde surUna población más envejecida, masculinizada y sin educación

En 2016 el Sisbén contabilizó 7.861 personas y 2.067 hogares en las veredas de las localidades de Ciudad Bolívar y Usme. A continuación se presentan algunas de sus principales características.

Con respecto a la estructura demográfica de la zona urbana del borde sur, la zona rural muestra un mayor proceso de envejecimiento y una menor disponibilidad de población en edad de trabajar que en la zona urbana del borde. Lo anterior se evidencia en: a) una relación de dependencia superior a la de la zona urbana (67, 6 %), b) un menor aporte de población menor de 15 años (31,5 %) y c) una

mayor proporción de personas mayores de 60 años (9 %), siendo incluso superior al porcentaje del conjunto de la ciudad (7,8 %).

Adicionalmente, en la zona rural se registra una alta masculinización de la población, ya que por cada 106,5 hombres se contabilizaron 100 muje-res, siendo este un patrón muy distinto al obser-vado para la zona urbana, en donde la cantidad de mujeres es superior a la de hombres.

Lo anterior evidencia un proceso de emigración selectiva de la población rural en edades labo-rales, y principalmente de mujeres, en busca de oportunidades laborales y académicas.

Estas tendencias se hacen visibles en la pirámide de población de la zona urbana en comparación con la rural que se presenta a continuación.

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Al analizar el nivel educativo de los mayores de 17 años, se hace evidente la alta proporción de población sin educación o que solo presenta estudios primarios. En total estos dos grupos suman el 64,2 % de la población en la zona rural, mientras que en el área urbana solo alcanzaba los 37,1 %. Esta condición tiene también relación con la alta presencia de población mayor.

GRÁFICA 4. Pirámide poblacional 2016. Borde sur urbano y rural

GRÁFICA 5. Nivel educativo población borde sur rural 2016

Fuente: elaboración propia a partir de Encuesta Sisbén 2016


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En cuanto a las actividades laborales de la población, sobresalen importantes diferencias con los comportamientos del borde urbano: de un lado, la mayor presencia de población que trabaja (en el borde urbano es solo el 36,7 %, mientras que en el borde rural es el 51,1 %) y que se desempeña en labores del hogar (que en el borde urbano es solo un 12,6 %, mientras que en el borde rural es el 31,6 %), y de otra parte, la baja proporción de población cuya actividad principal es el estudio (que solo alcanza el 3,5 %, mientras que en la zona urbana es del 31,2 %). Lo anterior tiene que ver con las formas del trabajo agrícola que requieren una alta dedicación a trabajos del hogar, pero en su conjunto denota una importante condición de vulnerabilidad socioeconómica.

GRÁFICA 6. Actividad económica del borde sur rural 2016.


Por su parte, el tamaño promedio de los hogares es prácticamente igual que en la zona urbana, siendo de 3,7 integrantes; sobresale el hecho de que más del 28 % de los hogares tienen más de 4 integrantes. Principalmente se trata de hogares nucleares, más intensamente presentes que en la zona urbana, contrario a lo que sucede con los hogares extensos, que se presentan con menor intensidad. Sorprende la alta proporción de hogares unipersonales, los cuales pueden estar evidenciando las condiciones de residencia de las personas mayores en la zona rural.

Unipersonal Nuclear Extenso Compuesto Sinnúcleo

Borde Urbano 11,4% 60,0% 23,2% 2,1% 3,3%

Borde rural 12,9% 65,3% 17,6% 1,9% 2,3%

TABLA 17. Distribución de hogares según tipología Laslett. Borde sur rural 2016


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Mayor presencia de viviendas de baja calidad

A pesar de que los estándares de calidad residencial son distintos para las zonas urbanas y rurales, en el borde sur rural se registran condiciones de baja calidad residencial expresadas, en primer lugar, en el alto nivel de hacinamiento, ya que el 17 % de hogares no residen en casas ni apartamentos sino en cuartos (condición que solo se presenta en un 7,8 % en la zona urbana). Los materiales de construcción de las viviendas también revelan condiciones deficitarias, ya que cerca del 10 % de las mismas cuentan con paredes de materiales precarios como la tapia pisada, el bahareque, la madera burda, el zinc, tela, cartón o latas. Esta cifra no llega al 3 % en el área urbana del borde.

Bloque, ladrillo, piedra, madera pulida Tapia pisada Bahareque Material

prefabricado Madera burda Zinc, tela, cartón, latas

85,3 2,0 1,7 5,2 3,0 2,8

TABLA 18. Distribución de hogares según material de las paredes de la vivienda. Borde Rural 2016


Adicionalmente, un 18,5 % de los hogares reside en viviendas con pisos de tierra o madera (que en la zona urbana del borde solo llegan al 3 %), ampliamente reconocidos por los problemas de salubridad que acarrean, mientras que en un 63 % de los casos se trata de viviendas con pisos de cemento o gravilla, considerados de baja calidad (mientras que en el borde urbano suman el 41,4 %).

Alfombra, mármol, parqué, madera pulida

Baldosa, vinilo, tableta o ladrillo

Cemento o gravilla Madera burda Tierra o arena

1,4 18,0 63,0 9,6 7,9

TABLA 19. Distribución de hogares según material de los pisos de la vivienda. Borde Rural 2016


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Con respecto a la cobertura de servicios públicos, se revela que es prácticamente universal en el caso de la energía eléctrica, mientras que solo se cubre al 15 % en alcantarillado y al 79,9 % de los hogares en materia de acueducto. Esta condición es especialmente contrastante con la de la zona urbana del borde, donde tanto el acueducto como el alcantarillado tienen cober-turas que superan el 98 %.

Esta baja cobertura también se acompaña de problemas de calidad, ya que el 15,2 % de los hogares manifestó obtener el agua para consu-mo de ríos, quebradas o manantiales, otro 4 % de carrotanques y un total de 3,6 % la obtiene de pozos con o sin bomba, de pilas públicas o donaciones. Este 22, 4 % que reúne las formas de acceder al agua diferentes a la del acueducto muestra la enorme diferencia de la zona rural y urbana, ya que en esta última dicho porcentaje es el 1,1 % de la población.

Además, el 7 % de los hogares afirmaron que el agua no llega todos los días, declarando en su mayoría que llega menos de 5 veces a la semana. Un 6,8 % afirmó también que el suministro de agua no es continuo durante el día cuando se cuenta con el servicio.

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