Fundeu Tipografía

download Fundeu Tipografía

of 28

Transcript of Fundeu Tipografía

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    1/28

    ORTOPOGRAFIA

    1. f. Ling. Conjunto de usos y convenciones

    particulares por las que se rige en cada lengua

    la escritura mediante signos tipogrficos.

    Real Academia Espaola

    Todos los derechos reservados

    S

    I

    G

    O

    Donde dice...6 enero, febrero, marzo 2007 Boletn de la Fundacin del Espaol Urgente

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    2/28

    FUNDACIN DEL ESPAOL URGENTE

    Edita:Fundacin del Espaol Urgente-FunduCalle Espronceda 32.28003 Madrid-Espaa.Telfono: 91 346 74 40Fax: 91 346 76 [email protected]

    Diseo y maquetacin:slam diseo grfico, S.L.

    Fotografas:Archivo Efe, TVE

    Depsito legal: M-44166-2005

    firmainvitada

    Para leer a Juan Goytisolo en el 2006.Martn F. Yriart 1

    monogrfico

    Una visin de la ortotipografa.Jos Martnez de Sousa 4

    La decadencia de las normas. Jorge de Buen 8

    Reflexiones abreviadas.Javier Bezos 10

    Arte u oficio. Miguel Gallego 14

    laentrevista

    Jos Antonio Milln: lingista, editor y estudioso 16

    recomendaciones

    Recomendaciones que hace la fundu 18

    delafunduCrece el inters 22

    biblioteca

    24

    donde dice...

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    3/28

    1Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    firmainvitada

    Martn F. Yriart. Periodista. Profesor en excedencia de la Universidad de Buenos Aires

    Para leer a Juan Goytisolo en el 2006

    n En una biblioteca ideal existe un libro del cual cuantas ms pginas se

    leen, ms faltan siempre por leer. Este libro crece continuamente a medida

    que se avanza en l, pero su crecimiento no es espontneo, ni tampoco obra

    de un Autor dotado de poderes sobrenaturales. A este libro lo aumentan sus

    propios lectores, an sin saber que cada vez que lo abren en una pgina

    estn contribuyendo a escribir otras. Este libro singular es el Diccionario.

    Durante mucho tiempo estuvimos acostumbrados (por el maestro de escue-

    la, por el jefe de la oficina, por el bibliotecario o el juez) a que este libro ideal,

    a diferencia de los dems, tuviera una sola apariencia casi, o muy pocas.

    Cuando se materializaba en el mundo real, el libro platnico adoptaba nom-

    bres como Diccionario de la Lengua Espaola, Diccionario de Ideas Afines,

    o Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana.

    Fue un acontecimiento esencial cuando se reencarn con el patrocinio de

    autores como Mara Moliner o Juan Corominas. Cuando en 1961 irrumpi

    como Diccionario de Dudasy Dificultades de la Lengua Espaola, la evi-

    dencia fue ya abrumadora. El voraz apetito del mercado haba salido de su

    larga somnolencia. Hoy las metstasis devoran ya a las mismas clulas mu-

    tgenas, llmense ellas Panhispnicaso Esenciales, luchando por el espa-

    cio vital en las libreras.

    En respuesta a esto, las materializaciones de aquel libro platnico revelan

    que algo profundo est cambiando en la borgeana biblioteca ideal donde

    se albergan los arquetipos y los paradigmas de todos los libros posibles.

    Una conmocin de dimensiones csmicas estremeci la biblioteca ideal

    ese da, todava prximo hoy, en que el Diccionario emergi en el gris cris-

    tal convexo de la pantalla de un ordenador, sea que su imagen proviniera

    de una memoria de almacenaje distante, a travs de un cable de telfono,

    o que estuviera albergado en una negra caja de baquelita o un brillante

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    4/28

    2Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    disco plateado.

    Para qu emplean el Diccionario esos lectores

    que lo crean cada vez que lo abren en alguna

    pgina, y hacen correr las hojas con el pulgar y

    el ndice hasta encontrar la pgina, la columna, lapalabra buscada?

    Si nos atenemos a indicios medioambientales,

    unos lectores quieren ser correctos, otros quie-

    ren saber qu es lo nuevo, otros quieren dirimir

    disputas, otros son simplemente curiosos o he-

    donistas, otros sienten en la boca del estmago

    la nusea de la palabra vaca, otros estn perdi-

    dos en pginas oscuras de otros libros.

    Contaba H. W. Fowler en el prlogo a la segun-

    da edicin de The Concise Oxford Dictionary of

    Current English (Clarendon: Oxford, 1929) que

    la primera carta que haban recibido los editores

    tras la publicacin de la edicin prncipe de

    1911 era de un caballero que reclamaba la de-

    volucin del precio que haba pagado por el libro.

    Haba comprado el primer Concisepara estable-

    cer la ortografa correcta de la palabra X, y esta

    palabra no figuraba en el diccionario.

    La era de Internet pronto nos permitir saber ms

    acerca de cmo y, tal vez, para qu los lectores

    emplean los diccionarios, y eso determinar segu-

    ramente cmo se reencarnar en el futuro aquel

    ideal platnico. Mientras tanto, esto es lo que

    hay, como impuso en su da el castizo lenguaje

    de la cartilla de racionamiento y el estraperlo.

    Yo, como castellanohablante nativo, espero que,

    para empezar y como mnimo, el Diccionario de

    la Real Academia me haga posible y grato leer

    y comprender el idioma de los cls icos que

    integran elCanon de la literatura espaola e

    hispanoamericana.

    Pero entre los lexicgrafos acadmicos reina hoy

    un frenes de creacionismo inverso. No se trata

    de revelarnos, parece, la obra del Ser Supremo

    cuando concibi al Mundo en que vivimos, a

    nosotros mismos y a la lengua privilegiada en

    que hablamos, lengua de un pueblo elegido, a

    todas luces, sino de postular cmo ha ordenado

    l lo que debe serdesde hoy y hasta la Eternidad.

    Los diccionarios acadmicos pecan hoy de futu-

    rologa y a la vez de amnesia. Entierran presurosos

    el pasado inconcluso e ingresan en tropel los

    neologismos neonatos que nadie ha concebido

    an. No escarmentados con fracasos un da

    conspicuos y hoy olvidados como el de gisqui,que sobrevive como un fsil nonato, a la manera

    de ciertos huevos de dinosaurio que todava yacen

    petrificados en sus nidos originales, los dicciona-

    rios acadmicos persisten en inventar palabras.

    Baips (por by-pass), blus (por blues) o sexa-

    pil (por sex-appeal) son algunos de los probables

    futuros fsiles de reciente creacin.

    El fresco naturalismo lingstico de D. Ricardo

    Palma, batallador incansable por la moderniza-

    cin del Diccionario, parece olvidado hoy por sus

    mulos. Nadie parece haber ledo o recordar

    tampoco a D. Alfonso Reyes y sus sabios colo-

    quios de la lengua, ese bello pero indomestica-

    ble animal salvaje.

    Hoy todo parece ser ingeniera de lo que vendr.

    El DRAE y sus complementos Panhispnico y

    Esencialparecen solo preocupados por inventar

    palabras y adelantarse con ello a la misma lengua

    viviente. Qu ingenua vanidad! Como si D. Juan

    de la Calle fuera a esperar a que se publique en el

    2012 el DRAE23 para saber solo entonces cmo

    debe decir o escribir softwareen castellano.

    Y mientras tanto, dgame Ud., mi querido Prof.

    Harold Bloom, para qu me sirve el Diccionario

    de la Lengua Espaola si ni siquiera me sirve

    para leer el Canon de la literatura espaola? Me

    temo que el Diccionario arrastra desde sus or-

    genes, con leves variantes, este resto lexicolgi-

    ca (desde 1726, segn la Enciclopedia de

    Espasa)1 sin inmutarse:

    busilis. (Del lat. in rebus illis, mal separado por un igno-

    rante que dijo no entender qu significaba el busilis.) m.

    fam. Punto en que se estriba la dificultad del asunto de

    que se trata. // dar en el busilis. fr. fam. dar en el hito.

    (DRAE (2001)22: I, 336a).

    Alguien puede imaginarse que el Oxford, el

    Webster, el Robert o el Laroussese permitan

    esta pintoresca fanfarronada de un ignorante

    que dijo no entender qu significaba el busilis?

    Los correctores y enmendadores del DRAEhan

    avanzado algo aunque no mucho en lo que al

    bien de la Humanidad Lectora se refiere.

    Mara Moliner escribi en la primera edicin de

    su Diccionario de uso del espaol (Gredos:

    Madrid, 1979):

    busilis.(Originado quizs en una ancdota, resulta de la

    divisin disparatada de la expresin latina in diebus illis,

    dejando por un lado indiey por otro busilis, expresin que

    dara mucho que pensar para traducirla; inf..) Detalle. In-

    trngulis. *Quid. Toque. Detalle en que consiste la *dificul-

    tad o el *inters de algo: Ah est el busilis! (432b).

    Ya muerta D. Mara, en la segunda edicin (1988),

    para escndalo de sus descendientes, los editores

    de Gredos, quiz por ganarse el plato de sopa, re-

    tocaron el papel, suprimiendo ese elegante para-

    guas que haba abierto ella: originado quizs en

    una ancdota.

    Otro motivo puede haber sido que entre tanto J.

    Corominas y J. A. Pascual haban publicado su

    Diccionario crtico etimolgico castellano e his-

    pnico(Gredos: Madrid, 1980), donde se lee:

    busilis, punto en que estriba la dificultad de una cosa,

    extrado de la frase latina in diebus illis, mal entendido

    por un ignorante que, separando in die, se pregunt qu

    significaba bus illis, 1 doc.: 1605, Lpez de beda, p.

    119b (Nougu, BHisp. LXVI); 1615, Quijote. Tambin it.

    busillis, busili, d. Ante las dudas de Spitzer, WS VI, 208n.,

    Northrup (Speculum II, 78-80) apoy la etimologa tradi-

    cional (ya dada por Aut.) con una cita de Giraud de Barri

    que prueba la existencia de esta ancdota desde fines

    del s. XII por lo menos; V. tambin en Gili. (I, 704-705).

    Estas citas no son caprichosas. En 72 horas,

    este otoo, he ledo tres veces Pepita Jimnez.

    La primera, paseando por las pginas, por placer;

    la segunda, con lpiz, por curiosidad; la tercera,

    por furia, con diccionarios. Con el Diccionario. Y

    con los otros.

    Hago una lista marginal de palabras difciles de

    Pepita (93). Tngase presente que soy un ha-

    blante multicultural del castellano, nacido y edu-

    cado en la Argentina, entrenado como periodista

    de medios de comunicacin internacionales,

    vido lector de literatura espaola y residente en

    Espaa desde hace una dcada. Mi lista de pa-

    labras y expresiones difciles se basa en la posi-

    bilidad de que un lector que tiene un nivel edu-

    cativo medio pueda formular una definicin apro-

    piada de su significado en una oracin simple de

    firmainvitada

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    5/28

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    6/28

    4Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    monogrfico

    Jos Martnez de Sousa. Biblilogo, ortotipgrafo y lexicgrafo

    una visin de la

    ortotipografa

    La ortografa presenta, para los tipgrafos, dos facetas bien diferenciadas: por un lado, lo que

    llamamos ortografa usual, que pretendemos conocer todos para el desenvolvimiento de

    nuestra vida diaria en lo que a comunicacin escrita se refiere, y por otro, la ortografa tcni-

    ca (normas de grafa de los elementos cientficos y tcnicos), que comprende la ortografa

    cientfica (normas de escritura cientfica) y la ortografa tipogrfica u ortotipografa (normas

    de escritura de los elementos grficos). Analizaremos algunos aspectos ortotipogrficos, en

    funcin del escaso espacio de que disponemos.

    los usos de las comillasDice la Academia (OLE99, 5.10.3) que se usan para indicar que la palabra o expresin es de otra

    lengua: En el saln han puesto una boiserie que les ha costado un dineral. Es una norma errnea:

    las palabras extranjeras no incorporadas a nuestra lengua se escriben con cursiva. En 5.10.4 dice que

    se usan las comillas en los ttulos de artculos, poemas y cuadros. Pues bien: es cierto que los ttulos

    de artculos (o los captulos de libros) se escriben de redondo y entre comillas, pero no as los de

    poemas y cuadros (pinturas), que se escriben con cursiva. En 5.10.5 dice: Cuando en un texto se co-

    menta o se trata una palabra en particular, esta se asla escribindola entre comillas. Aqu est la

    Academia tratando mal el metalenguaje; lo correcto, una vez ms, es utilizar la cursiva. Se equivoca

    asimismo la docta corporacin cuando, en el 5.10.6, dice: Cuando se aclara el significado de una pa-

    labra, este se encierra entre comillas. En tal caso se prefiere utilizar comillas simples, y pone este

    ejemplo: Espiar (acechar) no significa lo mismo que expiar las faltas. Aqu, como en el caso an-

    terior, est usando el metalenguaje, que se expresa con la cursiva, por lo que la grafa correcta sera,

    en principio, esta: Espiar(acechar) no significa lo mismo que expiarlas faltas.

    el punto en conjuncin con signos de cierreCuando una oracin o perodo termina con signos de cierre (comillas, parntesis o corchetes), el punto

    puede ir dentro o fuera de ellos; depender de si la puntuacin pertenece a la oracin cuando esta es

    independiente o al perodo. La regla aplicable al caso, admitida por la mayora de los ortotipgrafos, es:

    a) si el texto entrecomillado comienza a principio de prrafo o despus de punto (o signo que haga

    sus veces), el punto ha de colocarse dentro de las comillas de cierre (es decir, que estas abren y

    cierran el texto);

    b) si el texto entrecomillado comienza despus de dos puntos, coma, puntos suspensivos (no equiva-

    lentes a punto) u otro signo que no ejerza funciones de punto o en ausencia de signos de puntua-

    cin, el punto ha de colocarse despus de las comillas de cierre (es decir, que estas no han abierto

    el perodo o la oracin y, por lo tanto, tampoco lo cierran).

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    7/28

    5Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    Pero dice la OLE99 (5.10.7): El texto recogido dentro de las comillas

    tiene una puntuacin independiente y lleva sus propios signos ortogrfi-

    cos. Esto lo incumple la Academia cuando establece (en 5.1.2) que el

    punto se coloca siempredetrs de las comillas, corchetes o parntesis.

    Para mayor asombro, la Academia mantiene esa puntuacin incluso

    cuando la oracin o el perodo terminan con signos como la exclamacin,

    la interrogacin o los puntos suspensivos, que en esos casos tienen oficio

    y funcin de punto. Es obvio que en esta situacin sobra un punto, y sin

    duda que es el que est fuera del parntesis de cierre. La Academia es

    aqu, como en otras partes de su obra, absolutamente incoherente y su

    norma no es aceptable ni para los ortotipgrafos ni para los usuarios de la

    escritura en general.

    anglicismos ortotipogrficosEs vieja costumbre, en espaol, cerrar con parntesis de cierre las letras o

    cifras con que se distingue cada uno de los apartados de un prrafo: 1), 2),

    3), o bien a), b), c). Es anglicismo ortotipogrfico escribirlos con los dos pa-

    rntesis: (1), (2), (3), o bien (a), (b), (c). Pues bien: la Academia (OLE99,

    5.7.6) ha normalizado este uso extrao al espaol; dice: Las letras o nme-

    ros que encabezan clasificaciones, enumeraciones, etc.[,] pueden situarse

    entre parntesis o seguidas [seguidos] del parntesis de cierre, y pone

    estos ejemplos: Estos libros podrn encontrarse en los lugares siguientes:

    = (a)En los estantes superiores de la sala de juntas. = (b)En los armarios

    de la biblioteca principal, y a continuacin los mismos ejemplos con la grafa

    correcta: a), b), c), si bien los escribe mal, con el parntesis de cursiva en

    ambos casos.

    la cursiva en conjuncin con la redondaEl encuentro de signos escritos con letra cursiva y signos escritos con letra

    redonda puede dar lugar a problemas de grafa. La solucin de tales pro-

    blemas depende del punto de vista y de la formacin de quien la aplica. Sin

    duda sern distintas, en muchos casos, las visiones que de ello tengan los

    tipgrafos y los lingistas. La solucin que parece recomendable es la que

    parte de principios ortotipogrficos.

    La norma ortotipogrfica establece los siguientes principios:

    1. Los signos de puntuacin. Los signos de puntuacin que afecten a una

    palabra cuya grafa sea diacrtica (es decir, cursiva, negrita o cursiva negrita)

    se escribirn con el mismo diacrtico:

    Pamplona;

    Pamplona;

    Pamplona;

    En opinin de los lingistas, los signos de puntuacin que afectan a una

    palabra cuya grafa es diacrtica deben mantener la que corresponde al

    discurso, es decir, al texto general:

    Pamplona;

    Pamplona;

    Pamplona;

    principio que, como hemos visto, no aceptan los ortotipgrafos.

    A este respecto, dice Morato: Las cursivas tienen signos y guarismos pe-

    culiares, y con ellos, y no con los de redondo, deben emplearse. Y Mart-

    nez Sicluna dice: Las palabras de letra cursiva que se introducen en el

    texto llevarn tambin de cursiva la puntuacin y cualquier otro signo que

    las acompae.

    2. Los parntesis, corchetes, exclamaciones e interrogaciones. Tambin a

    este respecto difieren los criterios de ortotipgrafos y lingistas. En opinin

    de los primeros, los parntesis, corchetes, exclamaciones e interrogaciones

    que encierran un texto en cursiva, totalmente o en parte, se escriben siem-

    pre o bien con cursiva o bien de redonda ambos signos, el de apertura y el

    de cierre, segn los siguientes principios:

    a) Si dentro de los parntesis, corchetes, exclamaciones e interrogaciones

    va una letra, palabra, oracin o perodo todo l con cursiva, sern cursivos

    tambin los signos que los abren y cierran, tanto si aquellos son autnomos

    como si son dependientes:

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    8/28

    6Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    La palabra de marras (talud) haba sido pronunciada...

    El piojo (Pediculus humanus) afecta especialmente...

    La pelcula a que me refera(La Reina de frica) estaba protagonizada por...

    En opinin de los lingistas, la grafa correcta en estos casos es la siguiente:

    La palabra de marras (talud) haba sido pronunciada...

    El piojo (Pediculus humanus) afecta especialmente...

    La pelcula a que me refera (La Reina de frica) estaba protagonizada

    por...

    Aducen que los parntesis no pertenecen a lo encerrado por ellos, sino al

    texto general en que se insertan (el discurso). Este criterio, no compartido

    por los ortotipgrafos, en primer lugar no parece mantener la coherencia

    grfica de los signos en presencia, y en segundo lugar no parece que sea

    de aplicacin en estos casos, por cuanto eliminada la parte intraparentti-

    ca, lo que queda son los parntesis, sin sentido alguno; luego esto quiere

    decir que tales parntesis, ms que al discurso, pertenecen, propiamente, a

    lo encerrado por ellos (sin lo cual, en efecto, carecen de sentido) y, en con-

    secuencia, deben mantener su misma grafa. Esta ha sido, a lo largo de la

    historia de la ortotipografa espaola, una costumbre mantenida casi con

    unanimidad, mientras que el criterio lingstico es moderno y carece de tra-

    dicin entre nosotros.

    b) Si dentro de los parntesis, corchetes, exclamaciones e interrogacio-

    nes aparecen textos en redondo y en cursiva, los signos que los encie-

    rran, por coherencia grfica, se escriben, ambos, de redondo, incluso

    cuando la parte redonda sea solo una letra (yconjuncin, por ejemplo) y

    la parte cursiva empiece, termine o empiece y termine la parte encerrada

    por los signos:

    (mazacotees la palabra buscada)

    (la palabra buscada es mazacote)

    mazacotees la palabra buscada?

    la palabra buscada es mazacote!

    Las ltimas pelculas de Almodvar (Todo sobre mi madreyHable con

    ella) han obtenido la aprobacin de la crtica.

    piojuelo (dim. depiojo).

    Son incorrectos, pues, ejemplos como los siguientes:

    piojuelo (dim. depiojo).

    (la palabra buscada es mazacote)

    mazacotees la palabra buscada?

    (Todo sobre mi madreyHable con ella)

    La norma anterior tiene algunas excepciones. Se escriben de cursiva dentro

    de parntesis en redonda cuando las letras sean extratextuales; por ejem-

    plo, cuando en el texto se hace referencia a una letra de una frmula, una

    ilustracin, etctera (aunque en el grabado pueda aparecer de redondo):

    La direccin de la flecha (a) es la de...

    3. La forma cursiva de las comillas y los corchetes. Para algunos tipgra-

    fos, el uso en cursiva de los corchetes ([ ])y las comillas ( , )se ha con-

    vertido en un verdadero problema. Se debe ello, naturalmente, a falta de

    costumbre. En la tipografa manual, estos signos carecan de forma en cur-

    siva, por lo que cuando se compona algo en cursiva que al propio tiempo

    debiera ir entre comillas o entre corchetes, estos signos dobles aparecan

    de redondo. Actualmente, con la digitalizacin de los signos tipogrficos, no

    hay razn para no usar de cursiva las comillas y los corchetes cuando les

    corresponda. Si se usan de cursiva o de negrita, o de ambas, signos como

    la coma, por qu causa no habra de hacerse lo mismo con las comillas?;

    y si se usan de cursiva, negrita, etctera, los parntesis, por qu no hacer

    lo mismo con los corchetes? No puede drseles tratamiento de signos ex-

    tratextuales porque no lo son.

    las llamadas de nota, antes o despus delos signos de puntuacin?Este es otro caballo de batalla de los tipgrafos. Muchos autores, y tambin

    la propia Academia, colocan las llamadas de nota (nos referimos a las que

    utilizan cifras voladitas) dentro de los signos de puntuacin: ... por ejemplo* 2;

    es obvio que cuando el lector llega aqu y se tropieza con esa solucin, le

    resulta imposible hacer la leve pausa que indica el punto y coma y luego

    pensar la llamada de nota: como esta se halla antes, lo lgico es que pri-

    mero piense la nota y despus haga la pausa. Esto es tan absurdo e irreal,

    que uno no se explica por qu algunos escritores, tipgrafos y ortotipgra-

    fos son an partidarios de colocar la llamada antes del signo. Supongamos

    el siguiente caso: ... por ejemplo12!;qu tiene que hacer el lector: introdu-

    cir la pronunciacin de la nota dentro de la exclamacin a que le obliga el

    signo? Parece que queda muy claro que la grafa correcta en estos casos

    consiste en colocar la llamada de nota (que es extratextual, no se olvide,

    razn por la cual se escribe siempre de redondo normal, aunque afecte a

    una palabra en cursiva o negrita) fuera de los signos de puntuacin: ... por

    ejemplo;*2 ... por ejemplo!12

    Quedan, naturalmente, muchos otros problemas en este amplio campo de

    la ortotipografa, pero su tratamiento rebasa los lmites de nuestra intencin

    aqu y ahora.

    monogrfico

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    9/28

    7Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    10/28

    8Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    Jorge de Buen. Profesor de tipografa (Mxico)la decadenciade las normas

    n En 1985, cuando la empresa Aldus puso en

    venta un programa de autoedicin llamado

    PageMaker, se produjo uno de los cambios ms

    importantes que ha habido en la industria edito-

    rial. Si nos ponemos a buscar en la historia una

    transformacin comparable, quizs lo ms pare-

    cido sea lo que sucedi durante la era industrial,

    cuando, gracias a la proliferacin de mquinas

    que lo hacan todo, la tipografa dej de ser un

    trabajo casi puramente manual para convertirse

    en uno medianamente mecanizado.

    El resultado de la era industrial aplicado a la ti-

    pografa fue una sobrada produccin de letras

    de imprenta. De modo que los impresores de la

    poca se toparon con una inagotable oferta de

    nuevos tipos: podan adquirir decenas de letras,

    en vez de conformarse con aquel par de estilos

    y aquella modesta seleccin de variaciones in-

    dispensables que solan atesorar en sus talleres.

    El ensanchamiento del mercado tipogrfico

    provoc que los diseadores de tipos pudieran

    apartarse de los estilos convencionales para crear

    nuevas formas exuberantes, caprichosas, llamati-

    vas, estridentes, ostentosas... Los catlogos tipo-

    grficos de finales del siglo XVIII dan buena cuenta

    de esos delirios.

    Puedo reconocer fcilmente los libros del siglo

    XIX. Sus portadas, y a menudo tambin buena

    parte de sus interiores, parecen catlogos de

    tipos: es tal la promiscuidad de los estilos que

    se ven en esas obras, que el resultado es casi

    siempre un gatuperio espeluznante. Pareciera

    que los editores hubiesen tenido la urgencia de

    aprovechar todo su inventario tipogrfico. Desde

    el primero y hasta el ltimo de sus das, con pre-

    cisin de relojera, el siglo XIX haba sido el ms

    atroz en la historia de la edicin; pero la era de

    la electrnica nos ha permitido perfeccionar el

    desastre.

    La llegada de la informtica y su concomitante

    popularizacin han puesto oficios hermticos en

    manos de profanos. La edicin de textos es, quizs,

    uno de los ejemplos ms radicales, tanto en lo

    que corresponde al diseo grfico como en las

    supuestas traduccin y correccin automticas.

    Mediante computadoras personales y programas

    de autoedicin, cualquier persona puede realizar

    actividades que, durante siglos, haban sido ex-

    clusivas de talleres costosos y trabajadores bien

    entrenados. Lgicamente, la vulgarizacin de tan

    severos oficios ha tenido un precio elevado, ya

    que desde hace dos decenios son ms abundan-

    tes los libros, revistas y catlogos mal hechos

    que los dignamente realizados.

    Esto me trae a la memoria escenas de la infancia.

    Cuando mi madre tropezaba con erratas graciosas

    en peridicos o revistas, recortaba cuidadosamen-

    te los artculos y los guardaba en una carpeta. Era

    muy entretenido revisar esa carpeta de vez en

    cuando, pero lo luminoso era aportar algn hallaz-

    go; as que yo fui adquiriendo desde nio una ten-

    dencia a buscar yerros. No saba del idioma ms

    que cualquier otro nio, y seguramente entonces

    no era capaz de distinguir ciertas faltas de ortogra-

    fa o puntuacin; sin embargo, tengo un vvido re-

    cuerdo de lo infrecuente que era hallar erratas:

    dos o tres por volumen; rara vez aparecan ms.

    Difcil es encontrar hoy un libro que tenga pocas

    Detalle ampliado del circuito de un chip de ordenador de los aos 80 (MOMA, Nueva York)

    monogrfico

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    11/28

    9Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    erratas. Reconozco que, durante los aos recientes, muchos editores hanpuesto ms cuidado en sus publicaciones, pero las obras an dejan mucho

    que desear, sobre todo cuando se comparan con las del pasado. Lo ms in-

    teresante es lo poco que todo esto importa a aquellos lectores que no tienen

    un inters particular en la filologa y la edicin, es decir, a una abrumadora

    mayora. En ese sentido, los grandes editores de nuestra poca, con su dis-

    posicin mercantilista, aciertan: algunos de los libros que ms se venden

    estn muy mal editados, pero muy pocos consumidores parecen notarlo.

    Para qu desgastarnos entonces con esta obsesin de hacer buenos

    textos? A veces pienso que nos gusta hacer filigrana con hilos de agua.

    Podra alegarse que la calidad editorial es un mensaje que unos expertos

    mandan a otros expertos, y que fuera de este exclusivo crculo no hay quien

    se preocupe por el tema. Pero as como podemos reconocer el acento del

    hablante nativo aunque apenas tengamos nociones de su idioma, tambin

    podemos deleitarnos con un buen trabajo aunque no sepamos explicar por

    qu nos parece que est bien hecho.

    Volviendo a lo que sucedi con la tipografa en el siglo XIX, es importante

    advertir que, pasado el desastre, las aguas volvieron a cierto nivel, si bien el

    nuevo nivel fue muy distinto al anterior. Durante el primer cuarto del siglo

    XX se establecieron las bases de un novedoso estilo de tipografa y edicin

    que se desarrollara con vigor durante los siguientes sesenta o setenta

    aos; un estilo, por cierto, de estructuras rgidas y minimalistas, bien aleja-

    do de las suavidades decadentes del diecinueve y aqu incluyo, con una

    reverencia, al movimiento Arts and Crafts, que fue, eso s, una espectacular

    y digna coronacin para una poca de incontinencias y miriaques.

    Lo que ahora se est desmoronando es precisamente el estilo funcionalis-

    ta del siglo XX. Durante los ltimos dos decenios, los entusiastas de la au-

    toedicin diseadores improvisados y sin conocimiento alguno de los c-

    nones editoriales han puesto en un triturador las normas que otros hemos

    estado consignando y cuidando con esmero. Y algo similar est sucedien-

    do con otras formas de escribir las lenguas: se estn contaminando o fu-

    sionando ms rpidamente que antes debido a la parla abreviada y descui-

    dada del medio ciberntico.

    Este mundo de promiscuidades solivianta mi mente de obsesivo perfeccio-

    nista. Y el lector que comparta conmigo esta compulsin coincidir en que

    las reglas son el fundamento de nuestra seguridad, y que todo caos es para

    nosotros fuente de una ansiedad incontrolable. Por fortuna, siempre habr

    obsesivos que pongan orden; sobre cada aparente desbarajuste alguien en-

    contrar una organizacin que pueda describirse con unas cuantas reglas.

    Los buenos diseadores son especialmente melindrosos ante la rigidez.

    Saben bien que no se puede llamar la atencin con lo igual, por lo que

    deben buscar afanosamente lo distinto. En ese sentido, cada norma o

    convencin es un blanco propicio para lanzarse contra ella; de hecho, pa-reciera que la hubieran puesto ah precisamente con ese propsito, como

    una gua para encontrar recursos distintivos.

    Los cnones editoriales descansan en dos pilares: funcin y tradicin. La

    funcin se construye, a su vez, con diversos componentes, como la legibili-

    dad y la diacrisis. Sobre la mezcla de sus componentes y sus rangos puede

    haber diversas opiniones; en cambio, no hay duda de que, al menos en

    estos tiempos, la tradicin no puede anteponerse a la funcin. En otras pa-

    labras, desechamos los usos tradicionales cuando se oponen a la funcin,

    pero propugnamos por la observacin de las tradiciones editoriales cuando

    no estorban.

    La tradicin se origina en la funcin. Si algo fue til durante un largo tiempo,

    pero de pronto ha dejado de ser indispensable, est pasando entonces a ser

    parte de la tradicin. La sangra, por ejemplo, es una prctica que tiene varios

    siglos de antigedad. Funciona como signo en los prrafos ordinarios, pero

    prcticamente carece de significado cuando va en un ttulo o en el primer

    prrafo de un captulo. La tradicin inglesa manda suprimir estas sangras

    superfluas, pero no as la espaola.

    En una lectura ms profunda, empero, la sangra en el primer prrafo de un

    captulo es un signo en cuanto dice al lector experto: Soy un primer prra-

    fo ortodoxo segn la tradicin espaola, y quien me compuso conoce esa

    tradicin. Sin embargo, son tan pocos los que saben leer este significado,

    que el signo ya prcticamente no tiene defensa.

    Sangrar el primer prrafo ya no puede ser una norma, y muchas otras viejas

    reglas parecen correr suertes similares; pero no vale la pena meternos aqu

    a consignar el obituario de la ortotipografa.

    Estoy convencido de que los diseadores de libros del XIX hubieran visto

    con horror lo que se les vena encima, as como yo, atrincherado y con cierta

    angustia, voy vislumbrando el porvenir del oficio. Es obvio que muchas

    viejas normas, y en especial las ms sutiles, estn en franca decadencia, y

    se ve que ya estn siendo sustituidas por otras distintas. Pero, como siem-

    pre, los que rompen las reglas bajo la premisa de que no debe haberlas, sin

    quererlo sientan tambin las bases de un nuevo sistema que solo se puede

    describir con un conjunto de flamantes normas.

    PODRA ALEGARSE QUE LA CALIDADEDITORIAL ES UN MENSAJE QUE UNOSEXPERTOS MANDAN A OTROS EXPERTOS,Y QUE FUERA DE ESTE EXCLUSIVOCRCULO NO HAY QUIEN SE PREOCUPEPOR EL TEMA

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    12/28

    10Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    Este artculo est dedicado a una serie de reflexiones, no necesariamente sistemticas, sobre

    los problemas que plantean actualmente las abreviaciones.

    las abreviacionesLas abreviacionesson una representacin abreviada de una o varias palabras. Su finalidad es doble:

    Conveniencia del que escribe, pues se teclea menos en ciertas palabras que se repiten.

    Conveniencia del que lee. Las palabras se captan por bloques de letras y un lector medio viene

    a captar un mximo de cuatro letras, por lo que las abreviaturas que no pasan de este tamao

    pueden identificarse rpidamente de forma visual.

    Antiguamente tenan otros propsitos, como permitir el ahorro de materiales o ajustar las lneas, pero

    hoy tales usos han desaparecido por completo.

    Normalmente, los anlisis ortotipogrficos se centran en el primero de los aspectos, mientras que el se-

    gundo se suele pasar por alto. Por ejemplo, se rechaza la abreviatura lib. para libroporque no se gana

    ms que un carcter y por ello se debera emplear l. No obstante, no hay que olvidar la segunda faceta

    de las abreviaturas, y en bloques donde se concentra gran cantidad de informacin, como las bibliogra-

    fas, el rpido reconocimiento visual puede ser importante, sobre todo porque no hay contexto: l. es poco

    expresivo del significado (es libro o lnea?) y libro ya se pasa en un carcter del lmite de cuatro; en

    cambio lib. se distingue claramente y se diferencia de ln., y por tanto funciona muy bien como poste

    visual fcilmente reconocible. De forma parecida, es ms expresivo dejar abierta una enumeracin con

    etc., un marcador visual rotundo por su concisin, que con etctera (en cualquier caso, no parece que

    tenga mucho sentido que lo mismo unas veces se escriba de una manera y otras de otra, como a

    menudo se propone con etc./etctera, puesto que la uniformidad es siempre una ayuda a la lectura).

    Hace tan solo unos pocos decenios, la situacin sobre las abreviaciones era ms o menos clara: tena-

    mos abreviaturas y abreviaturas comerciales. Dentro de las primeras se podan englobar las siglas, pues

    no tenan tratamiento especial: igual se escriba s. e. u o. y O. N. U., que VV. AA. En la actualidad, las

    abreviaturas se han especializado y se clasifican en varios grupos: abreviaturas (y dentro de estas las

    abreviaturas comerciales) y siglas (y dentro de estas los acrnimos). Aunque en la prctica esos son los

    dos grupos esenciales, se pueden encontrar otras clasificaciones, en ocasiones bastante complejas, que

    incluyen literaciones, sigloides, siglnimos, inicialismosy otras categoras; el panorama no puede ser ms

    confuso, porque las clasificaciones varan de un autor a otro y a menudo se mezclan los mtodos de

    formar las abreviaciones con la forma de leerlas. Desde el punto de vista del usuario medio de la lengua,

    una clasificacin tan compleja y a menudo con muchos matices sutiles solo es un obstculo y un medio

    seguro de que las normas, de haberlas, sean imposibles de recordar y de aplicar debidamente.

    Javier Bezos. Corrector ortotipogrfico y de tipografa tcnica

    reflexiones

    abreviadas

    monogrfico

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    13/28

    11Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    La sigla es un tipo especial de abreviatura, sin que est claro en qu se di-

    ferencia una de otra. Originalmente, las siglas (o lo que ahora entendemos

    por siglas) eran bsicamente abreviaturas de nombres propios que toma-

    ban la primera letra de cada palabra, por lo que se componan con mays-

    culas. Como no siempre eran pronunciables y haba que deletrearlas, se

    ampli la forma de crearlas mediante los acrnimos, que no solo tomaban

    las primeras letras de cada palabra, sino tambin alguna ms intermedia

    para poder formar un nombre pronunciable: as, en lugar de RNFEtenemos

    Renfe. Aunque se suele caracterizar el acrnimo por la inclusin de letras

    intermedias, en realidad su razn de ser es permitir la lectura oral; as se

    suele definir en francs e ingls y as debera hacerse en espaol, aunque

    no es raro ver an otras definiciones del trmino.

    Por razones tipogrficas, en las siglas se abandonaron primero los espacios

    y luego los puntos. Aunque a la sigla suele asociarse una forma de lectura,

    desde el origen se ha tratado ms bien de una consecuencia de la necesidad

    de tener que leerlas: donde era posible se lea como una palabra (O. N. U.), si

    no se poda se deletreaba en todo o en parte (U. G. T., C. S. I. C.), y si tam-

    poco era posible, se llegaba a la lectura plena (JJ. OO., EE. UU.). A este res-

    pecto, no hay nada nuevo en las siglas.

    Actualmente las siglas no se limitan a los nombres propios, sino que tam-

    bin puede expresar un concepto; tambin es mtodo para formar neolo-

    gismos, en lo que se ha mostrado extremadamente productivo: ovni, lser,

    opa, sida... Es un sistema muy conveniente para el lector, que puede captar

    un concepto en la lectura de una vez, sin necesidad de tener que leer un

    sintagma completo y a menudo largo (lo cual no justifica el abuso que se

    hace de ellas). Es, en definitiva, su objetivo bsico, con independencia de

    su lectura, y lo que en buena medida caracteriza a la sigla: a diferencia del

    resto de las abreviaturas, se usan con profusin en el texto.

    Las abreviaturas suelen formar el pluralaadiendo -so -es: Dirs., nms.,

    Dres. Las de una letra lo pueden formar duplicando la letra: pp. Eso se ha

    aplicado a algunas siglas (en el sentido original del trmino), como CC. OO.,

    lo que hoy crea incoherencias en el sistema (comprese EE. UU. con

    URSS), con un hbrido entre sigla y abreviatura que parece difcil de justifi-

    car, salvo, acaso, por el factor secundario del mtodo de lectura (figura 1);

    la tradicin en este caso tampoco nos ayuda, porque estamos tratando con

    fenmenos ortotipogrficos nuevos. Puesto que la evolucin de las siglas

    fue sobre todo por motivos grficos, para no obstaculizar la lectura, no

    parece razonable excluir estos casos del proceso, por lo que algunos

    medios lo practican: EE UU, CC OO, AA PP AA (con espacios finos entre

    cada bloque).

    Figura 1. Evolucion de la escritura de las siglas

    La formacin del plural con duplicacin viene a ser una especie de cultis-

    mo, como prueba que muy a menudo se vean usados en singular (una

    BBDDes una base de datos, la CCAA de Madrides una sola comunidad

    autnoma) y las incoherencias en su aplicacin (BDpara base de datos,

    con plural BBDD, APA para asociacin de padres de alumnoscon plural

    AAPPAA). En cierto modo, se podra decir que no es realmente productivo

    y que solo permanecen de verdad los casos ya establecidos como RR. CC.,

    AA. VV. o, un tanto atpicamente, FF. CC. (ferrocarriles, con F duplicada

    aunque ferro- no vara). Por otra parte, parece que solo funciona bien

    cuando son dos o tres letras y no ms.

    La regla acadmica es que las siglas, como las abreviaturas en el francs, son

    invariables. Cmo saber si un cartel que dice PC de oferta se refiere a uno

    o a varios? Y congreso de ONG? Una norma ortogrfica no debe ser obs-

    tculo a la comunicacin: si por una norma ortogrfica se resiente la capaci-

    dad de comunicacin, esa norma hay que revisarla. Yo ya escribo CDs y TVs,

    pues me parece un plural grfico conciso, dafano, legible y reconocible. El

    hecho de que a los ingleses se les haya ocurrido antes no es razn suficien-

    te para rechazarlo. Ms bien al contrario, en espaol las abreviaturas han

    tenido siempre plural, y su ausencia puede denotar un galicismo.

    LA EXPLOSIN DE LAS SIGLAS ES UN FENMENONUEVO, QUE IRNICAMENTE PODRA BENEFICIARSE DEL SENTIDO PRCTICO DE HACEAOS PARA SU TRATAMIENTO GRFICO

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    14/28

    12Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    siglas: versal o versalita?Las siglas plantean un importante reto a la tipografa actual. De recienteaparicin, el tratamiento ortotipogrfico de las siglas ha pasado por la evo-

    lucin mencionada antes en la que se comenz como con cualquier otra

    abreviatura (O. N. U.), para reducir posteriormente el espaciado (O.N.U.) y

    finalmente suprimirse los puntos (ONU). La evolucin sigue abierta,

    porque la composicin en maysculas tiene un doble problema: las letras

    son ms grandes en las maysculas y sus trazos son por regla general

    ms gruesos que los de las minsculas. Eso causa que las siglas creen

    manchasen el texto que destruyen la uniformidad del gris tipogrfico y

    que pueden distraer al lector.

    Desde los aos ochenta, como poco, en ingls se ha aplicado la solucin

    de componer las siglas con versalitas, una idea que recibi un especial

    apoyo en The elements of typographical style, de Robert Bringhusrt; si las

    versalitas son reales, se corrige el problema del gris tipogrfico. Sin embar-

    go, desde el punto de vista ortotipogrfico, la propuesta no deja de ser pro-

    blemtica, puesto que las versalitas han pasado a tener en el texto la doble

    funcin de maysculas disminuidas (que ya tenan, pero solo en folios y t-

    tulos) y de un tipo especial de minsculas. Peor an, hay siglas que combi-

    nan maysculas y minsculas (como ARNm), y la simple sustitucin de ma-

    ysculas con versalitas produce resultados descuadrados; la reduccin de

    las minsculas que algunos tipgrafos proponen es, simplemente, tipogr-

    ficamente inaceptable porque perdemos el equilibrio por el que se supone

    se usan las versalitas. Adems, hay que tener en cuenta que no todas las

    familias tipogrficas incluyen versalitas, y las seudoversalitas, que algunos

    sistemas generan a partir de las versales por simple reduccin, tiene los

    trazos demasiado finos. Un problema aadido es que la sversalita es idn-

    tica a la minscula y el plural con la adicin de esa letra es irreconocible.

    En definitiva, por una razn u otra, hay bastantes tipgrafos que ven en las

    versalitas una solucin parcial y no es de extraar que se haya experimen-

    tado con otras posibilidades.

    En los ltimos aos est ganando popularidad la composicin con una

    letra algo menor y con una ligera prosa (espaciado entre letras). Esa pe-

    quea reduccin (cuyo valor exacto hay que tantear para conseguir un

    equilibrio correcto) iguala los trazos de las letras maysculas y minscu-

    las (al menos los de las astas ms gruesas) y la prosa contribuye a que

    no se vea como un bloque monoltico. Una de las ventajas de este siste-

    ma es que la combinacin de maysculas y minsculas, que se da en al-

    gunas siglas, no queda demasiado descuadrada. En todo caso, si no se

    tienen versalitas reales, es preferible esta solucin a las seudoversalitas

    (figura 2).

    Figura 2. Tipografa de las siglas

    El problema sigue abierto y es probable que aparezcan nuevas soluciones.

    Quin sabe si, con el tiempo, el intermedio entre versales y versalitas se

    impone y se acaban incluyendo con su propio diseo en las familias tipo-

    grficas. En todo caso, no hay que olvidar la posibilidad de usar una fuente

    con poco contraste entre maysculas y minsculas, sobre todo en textos

    con muchas siglas o smbolos.

    abreviaturas comercialesDesde hace mucho tiempo, en el sistema ortogrfico del espaol tenemos

    lo que se conoce como abreviaturas comerciales y que tambin encontra-

    mos en otras lenguas. Se caracterizan por formarse con una barra, bien sea

    tras una letra o entre dos letras: c/u, s/f. Las abreviaturas comerciales

    (aunque en realidad no todas estn relacionadas con el comercio) apenas

    han evolucionado y se mantiene un repertorio ms o menos fijo.

    Figura 3. c/u en Unicote

    Su origen est en los manuscritos comerciales, donde no era complicado

    escribir letras ms pequeas y volar la que preceda a la barra. Esta dispo-

    sicin se mantiene viva en lo manuscrito, sobre todo en c/u(cada una, que

    incluso recoge el repertorio de caracteres Unicode, figura 3), y hasta no

    hace mucho se sola respetar tambin en formularios y estadillos impresos.

    En lo relativo al punto, lo tradicional ha sido trasladar la forma manuscrita a

    lo impreso, aunque Jos Martnez de Sousa propone aadrselo al final

    (c/u.) y Euniciano Martn tras cada letra (c./u.). Puesto que la barra ya es

    suficiente diacrtico y el punto ya tiene muchos usos, parece preferible

    mantener la coherencia entre las formas manuscrita e impresa y preservar

    la forma tradicional sin punto; de hecho, la tendencia actual es eliminar los

    puntos donde no hacen falta (como en las siglas) y no aadirlos donde nor-

    malmente no se ha considerado necesario.

    Para poder usar las abreviaturas comerciales en lo impreso, se necesitaba

    tiempo y esfuerzo adicional, ya que no se contaba con ellas ya fundidas.

    Eso podra explicar que, salvo en remendera, se simplificase la forma de

    componerlas. Pero ahora los medios digitales permiten manipular con

    mucha ms facilidad los tipos y podra ser el momento de considerar la po-

    sibilidad de recuperar la forma genuina de las abreviaturas comerciales.

    Merece la pena esta recuperacin? O ya se ha asentado definitivamen-

    te la grafa simplificada? Son preguntas que dejo abiertas.

    monogrfico

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    15/28

    13Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    smbolosEn toda la exposicin anterior han quedado fuera de forma intenciona-da los smbolos, que a menudo se definen como abreviaturas tcnicas

    sin punto y normalizadas. No es una definicin muy apropiada, porque

    los smbolos son ms bien representaciones, grficas o textuales, de

    conceptos, que a menudo se pueden combinar con cifras u otros sm-

    bolos para formar expresiones segn ciertas reglas establecidas, ya

    sea por tradicin, ya sea por convenios internacionales, nacionales, lo-

    cales o personales. Estas reglas pueden llegar a ser muy complejas y

    especficas y por tanto su asimilacin a las abreviaciones es dudosa y

    deberan quedar fuera de una regulacin lingstica (como hace la RAE

    de forma por lo general bastante desatinada). Entre los smbolos tene-

    mos los matemticos, los qumicos, las unidades fsicas y las unidades

    monetarias.

    Por consiguiente, un smbolo no es estrictamente una abreviacin, sino

    un elemento de un lenguaje simblico que sigue sus propias normas y

    que tiene un valor propio y autnomo de una palabra (me limito a los

    smbolos que suelen aparecer intercalados en un texto). Por ejemplo,

    45 km/h, no es la abreviacin de cuarenta y cinco kilmetros por

    hora, sino una expresin matemtica con sentido por s misma que no

    se lee sino que se explica; en este caso, la barra es una representacin

    completa de una determinada operacin que puede expresarse de di-

    versas formas (por, entre, dividido entre, el cociente de, etc.) y

    que podra representarse matemticamente de otras maneras sin que

    cambie la explicacin (como 45 km h 1). En otras ocasiones, intentar

    expresar verbalmente un conjunto de smbolos puede ser una tarea

    poco menos que imposible (figura 4). El sistema internacional destaca

    este punto (seccin 5.1) y recuerda que los smbolos son entidades

    matemticas y no abreviaciones de palabras.

    Los smbolos casi siempre carecen de punto, pues normalmente sera un

    smbolo ms aadido a otro smbolo, pero no por ello se debe concluir que

    todo conjunto de letras sin punto debe asimilarse a ellos (en el supuesto de

    que no sea un sigla). Por ejemplo, las abreviaturas bibliogrficas de los

    libros de la Biblia (Gen, Jds) y de ciertas publicaciones y obras carecen de

    punto por comodidad y legibilidad, como ocurre con las abreviaturas comer-

    ciales, pero no por ello deberan ser consideradas smbolos, pues no forman

    parte de un lenguaje formal simblico; as, Jos Fernndez Castillo en sus

    Normas para correctores y compositores tipgrafos (Madrid, Espasa-Calpe,

    1959) las considera siglas.

    conclusinEn los ltimos aos las abreviaturas y las siglas han dado un giro coperni-

    cano y es tiempo de reconsiderar las reglas. Es necesario, sobre todo, sim-

    plificarlas para que sean de aplicacin sencilla y directa y no descuidar las

    necesidades de la tipografa, que es, en definitiva, lo que busca la ortotipo-

    grafa. Las reglas no pueden consistir en teoras basadas en un complejo

    entramado de categoras con multitud de casos que solo contribuyen a

    alejar la ortografa del usuario medio y del lado enormemente prctico que

    debe tener. Es evidente la utilidad de esas clasificaciones, que son necesa-

    rias para clarificar la situacin; sin embargo, deben ser el punto de partida,

    no el de llegada, para que nos permitan establecer un sistema coherente y

    sencillo de entender y de aplicar. La explosin de las siglas es un fenme-

    no nuevo, que irnicamente podra beneficiarse del sentido prctico de

    hace aos para su tratamiento grfico.

    Figura 4. Lectura de combinaciones de smbolos?

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    16/28

    14Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    Miguel Gallego. Director de produccin editorialarte u oficio

    UN LIBRO BIEN EDITADO Y PRODUCIDO DEBERAFACILITAR LA COMPRENSIN DEL MENSAJE QUE ESOS TEXTOS Y ESAS IMGENESTRANSMITEN. UNA ENCICLOPEDIA DEBE PEDIR A GRITOS QUE ALGUIEN BUSQUE UNAENTRADA Y ADEMS AYUDAR A QUE EL LECTOR LA ENCUENTRE

    n Existe, en el caso del diseo editorial, una re-

    lacin directa entre el oficio y la norma? Entien-

    do que s, del mismo modo que considero que al-

    gunos pueden encontrar dicha relacin incluso

    contradictoria.

    La idea que tiene una gran parte del pblico del

    concepto diseo lo digo por experiencia perso-

    nal en el sector (sea este editorial o grfico en ge-

    neral) suele estar mucho ms relacionada con la

    creatividad que con una normativa. Y cuando se

    habla de creatividad se suele caer en la trampa de

    hablar de un valor intangible relacionado con lo

    contemporneo, distinto y diferenciador. Mi opi-

    nin es que el diseo no es buen diseo si la

    forma no se amolda al contenido para ordenarlo,

    modularlo, diferenciarlo (o cualquier otra funcin

    que se requiera de este). El diseo no es un arte,

    es un oficio, guste o no al sector.

    No creo que este sea el lugar (ni yo la persona)

    ms indicado para una exposicin sobre errores

    y aberraciones tipogrficas en el sector editorial,

    pero s creo poder afirmar que el sector editorial

    espaol podra mejorar mucho con una sola

    medida: formacin.

    El trabajo de diseador grfico o diseador edito-

    rial se ha popularizado en los ltimos veinte aos

    de un modo para los profesionales del sector

    abrumador. La parte positiva ms evidente para la

    industria (a fin de cuentas, eso es un libro hoy en

    da: un producto industrial) es el abaratamiento

    de los procesos de produccin, de los tiempos y

    de los recursos necesarios para llevar a la im-

    prenta un libro. Producir hoy un libro es ms

    barato que hace treinta aos. Vayamos ahora

    con la parte negativa, la otra cara de la moneda.

    El acceso a miles de tipos de letra y a programas

    informticos de diseo y maquetacin por parte

    de usuarios no cualificados, sin conocimientos

    ortotipogrficos (y a veces incluso ortogrficos),

    ha producido en el pasado, y sigue produciendo

    ahora, una degeneracin progresiva del oficio

    de hacer libros. El trabajo de tipgrafo, seamos

    realistas, casi se ha perdido. No me refiero solo

    al poco remunerado esfuerzo de unos cuantos

    locos maravillosos que se empean en inventar,

    reinterpretar y ampliar familias tipogrficas. Me

    refiero sobre todo a aquellas personas que se

    dedican a seleccionar familias tipogrficas apro-

    piadas para cada uso, componer textos con je-

    rarquas adecuadas a cada obra, pero aun as

    normalizadas. Como bien apunta Jos Martnez

    de Sousa en su libro Ortografa y ortotipografa

    del espaol actual (Ed. Trea, 2004), en Espaa

    nunca se ha editado un cdigo tipogrfico

    formal. Existen libros de estilo o cdigos tipo-

    grficos, pero no son normativos. Mirando en

    nuestro entorno, en Alemania sin ir ms lejos,

    existen normas ortotipogrficas recogidas en

    Producir hoy un libro esms barato que hace treinta aos

    monogrfico

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    17/28

    15Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    varios manuales recomiendo echar un vistazo

    a las excelentes ediciones de Hermann Schmidt

    Verlag Mainz Detailtypografie(Frierich Forssman

    y Ralf de Jong, 2002) y Lesetipographie(Hans

    Peter Willberg y Frierich Forssman, 1997) y

    con las que se ayuda a estudiantes y estudiosos

    a respetar una normativa que facilita leer un

    texto y no confunde al lector. Mi opinin profe-

    sional es que un libro bien editado y producido

    debera facilitar la comprensin del mensaje que

    esos textos y esas imgenes transmiten.

    Una enciclopedia debe pedir a gritos que al-

    guien busque una entrada y adems ayudar a

    que el lector la encuentre. Una novela o un

    ensayo no deben importunar al lector con flori-

    turas que lo distraigan del contenido; cuanto

    ms acertada sea la tipografa ms discreta ser

    su presencia. Parecen, y quiz sean, verdades

    de Perogrullo, pero cada vez se ven ms libros

    que incumplen reglas bsicas del diseo y la or-

    totipografa sin que justifique esa osada ningu-

    na razn comercial convincente. Se trata de pura

    ignorancia o dejadez.

    Si a ello aadimos la tendencia innata en los

    pases mediterrneos a ir por libre, nos encon-

    tramos con errores ortotipogrficos y tipogrficos

    graves (uso de falsas cursivas y negritas o falsas

    versalitas, lneas hurfanas y viudas, por nombrar

    solo las ms comunes). Afortunadamente, a pocos

    diseadores serios se les ocurre deformar en

    algn eje el glifo tipogrfico o llevar la prosa de un

    texto a lmites de legibilidad por el mero hecho de

    hacer entrar los textos. Y aunque el softwarede

    edicin ha dado pasos de gigante en los ltimos

    dos o tres aos mediante la incorporacin de la

    correccin ptica de la prosa y otros avances, el

    conocimiento de unas cuantas familias tipogrfi-

    cas es imprescindible por parte del diseador.

    La falta de centros de formacin especfica en

    diseo editorial (salvo honrosas excepciones)

    con un programa docente adecuado a las nece-

    sidades del sector, y sin perder de vista el carc-

    ter industrial de este, lleva a que las personas

    interesadas en fabricar libros lleguen a las

    editoriales o estudios de diseo sin los conoci-

    mientos bsicos necesarios para ejercer su

    oficio. La formacin continua brilla tambin por

    AFORTUNADAMENTE, APOCOS DISEADORESSERIOS SE LES OCURREDEFORMAR EN ALGN EJE ELGLIFO TIPOGRFICO OLLEVAR LA PROSA DE UNTEXTO A LMITES DE

    LEGIBILIDAD POR EL MEROHECHO DE HACER ENTRARLOS TEXTOS

    su ausencia.

    Imprescindible para m sera una formacin tc-

    nica muy completa antes de llegar a la industria.

    Se debera exigir a los diseadores un conoci-

    miento tcnico y terico de su oficio para el que

    hoy no existen certificaciones. Y eso solo se

    puede hacer a travs de colegios profesionales

    o movimientos asociativos sectoriales. Si al pau-

    prrimo estado de la formacin en Espaa aa-

    dimos la falta de contacto institucional casi ab-

    soluta entre la industria que produce los libros y

    los diseadores que dan trabajo a esa industria,

    y la separacin tambin en la formacin acad-

    mica y prctica de tcnicos y diseadores,

    cmo esperamos mejorar la calidad del libro?

    Cundo comenzar el intercambio de profesio-

    nales entre industria y centros de formacin? La

    pregunta est formulada. A ver quin se atreve.

    A contestar, me refiero.

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    18/28

    16Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    laentrevista

    Jos Antonio Milln:lingista, editor y estudioso

    Jos Antonio Milln, lingista, editor, estudioso de las nuevas

    formas de comunicacin y de creacin (y rescatador de algunas que

    yacan en el olvido), agitador cultural, divulgador amensimo y parti-

    cipante incansable en mesas redondas, cursos, ciclos y congresos,

    ha desarrollado numerosas y arriesgadas empresas intelectuales

    en la Red, ha escrito cuentos, novelas, ensayos, ha experimentado

    con textos electrnicos, ha inventado acrsticos y palndromos, ha

    animado una rara enciclopedia wikiy ha creado una de las pginas

    web ms fascinantes e inencasillables () que

    existen en espaol.

    n Sus amigos tienen un problema: cuando hablan de usted a perso-

    nas que no lo conocen: no saben decir qu es ni a qu se dedica.

    Cmo se definira profesionalmente?

    Permtanme que conteste con una ancdota familiar. Mi abuelo, Nicols

    Gonzlez Ruiz, periodista y maestro de periodistas (fund la primera Escue-

    la de Periodismo de Espaa) trabaj durante muchsimos aos en el diario

    Ya. All tenan, como es natural, el especialista en economa, en poltica in-

    ternacional, en deportes, en ecos de sociedad (como se llamaba entonces)

    y as sucesivamente. Pues bien: a l le llamaban el especialista en todo lo

    dems. Me gusta pensar que yo tambin soy, a mi manera, en un terreno

    que tiene que ver con la edicin, con la Red, con la literatura y con la lings-

    tica (reas todas en las que hay profesionales excelentes), un especialista

    en todo lo dems. Y quizs no est mal que exista algo as, verdad?

    n Usted fue quien dirigi la creacin del Centro Virtual Cervantes.

    Qu fines se perseguan con ese nuevo espacio en la Internet?

    Puffff... Si ahora se dice que estamos en la Web 2.0, ese proyecto (inaugura-

    do en 1997) sera la Web 0.0, como mnimo... La verdad es que pretendamos

    de todo, porque la Web en espaol era un territorio virgen, y un sitio web de

    una institucin oficial, como el Instituto Cervantes, era una marcianada abso-

    luta. Tengo que decir que tuve la suerte de contar con dos marcianosexce-

    lentes, que entendieron el asunto y lo apoyaron desde el principio: el mar-

    qus de Tamarn (entonces director de la institucin) y Jos Manuel

    Blecua (su alma acadmica). En ese proyecto se sentaron las bases de

    muchos materiales y servicios que an siguen ah, lo que demuestra que

    funcionaron: foros de participacin sobre temas lingsticos y didcticos,

    textos electrnicos (el Quijotede Rico), facsmiles digitales de documentos

    de los archivos pblicos, materiales de enseanza, un buscador especiali-

    zado (el Oteador)... Hoy existen por todas partes muchas de estas cosas,

    pero entonces eran puras propuestas.

    foto:SusanaNarotzky

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    19/28

    17Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    n Cmo ha influido el lenguaje de las nuevas

    tecnologas en la lengua general?

    A m me hace mucha gracia ver cmo los dispo-

    sitivos y los procesos tcnicos van entrando en el

    habla de todos. Hay un caso que presenta una

    continuidad notable: en la poca de la pianola (ar-

    tefacto mecnico que produca msica a partir de

    unos rollos perforados, creado hacia finales del

    siglo XIX) surge el cambia el rollo, para sugerir a

    alguien que deje de repetir la misma cosa; la

    frase luego se convierte, a mediados del siglo XX,

    en cambia el disco [de gramfono]. Pues bien,

    ahora tenemos lo de cambia el chip, aplicado

    ms que a las palabras a los comportamientos o

    estados de nimo. Creo que en nuestra lengua

    y por tanto en nuestra mente estn vigentes

    metforas globales (por ejemplo, la que ve al ser

    humano como un mecanismo), y sus encarnacio-

    nes concretas dependen del cacharro que est

    en uso en cada momento. La verdad es que es-

    tamos en una poca plena de cachivaches (que

    algunos llaman gadgets), con lo que es de espe-

    rar que muchos se vayan incorporando a la

    lengua. Ya he odo a alguien quejarse de su falta

    de memoria, decir golpendose la cabeza: Ya no

    me da el disco duro....

    n Qu opina de lo que algunos llaman es-

    paol global, estndar, internacional, etc., y

    que usted llam espaol comn en el con-

    greso de Zacatecas? Para qu sirve y qu

    futuro tiene?

    No deja de ser una entelequia. Cada vez soy

    ms enemigo de esos constructos que, bajo

    pretexto de facilitar la comunicacin o la ense-

    anza, en el fondo enmascaran una realidad

    multiforme y dinmica.

    n Las crticas constructivas ms conocidas al

    Diccionario panhispnico de dudas son las

    de Jos Martnez de Sousa y las de usted.

    Adems de esas crticas, qu es lo ms des-

    tacable para usted de esa obra? La utiliza

    usted?

    Como se puede imaginar, pertenezco a la clase de

    consultadores compulsivos de obras de referen-

    cia, y sus miembros nunca consultamos solo una...

    El DPDtiene un lugar especial en mis marcado-res del navegador. Para m lo ms destacable de

    la obra es el aspecto abarcador de variantes del

    espaol en el mundo (la vertiente llamada, en pa-

    labra que no me gusta nada, panhispnica). En

    los otros aspectos, uno pocas veces encuentra

    cosas que no estuvieran ya contenidas en otros

    lugares. Eso s: funciona como un agregador de

    obras diversas.

    n De dnde surge la idea de escribir un li-

    bro dedicado a desvelar los misterios de la

    puntuacin?

    Perdn imposiblesurge de un encargo editorial,

    lo que digo con la cabeza muy alta. Me encantan

    los encargos, porque ahorran uno de los trabajos

    ms grandes de la escritura: cul de los libros

    que podra o querra o me apetecera escribir es

    el que voy a emprender ahora? Los escritores

    nos pasamos con frecuencia ms tiempo diluci-

    dando estas cosas que escribiendo. Por eso un

    encargo oportuno da una gran sensacin de

    alivio... Ahora estoy haciendo otros dos libros por

    encargo, y lo estoy pasando muy bien. Claro: uno

    tiene que tener editores tentadores, que conoz-

    can las debilidades y las fortalezas de uno...

    n Cmo empez a coleccionar las historias

    de las palabras que luego se convertiran en

    su ltimo libro, El candidato melanclico?

    Desde pequeo: siempre me han llamado la

    atencin las etimologas. Primero empez mi

    padre, que es mdico, a desvelarme los cortes

    que tena dentro la palabra anatoma, y cosas por

    el estilo, y yo materialmente alucinaba. Era como

    si de pronto se hubiera abierto el suelo bajo mis

    pies, para mostrar que el terreno que me sopor-

    taba habitualmente estaba formado por inconta-

    bles capas que acumulaban eras de tensiones

    geolgicas: una sensacin de vrtigo... Luego

    tuve la suerte de tener en Preu (este hito revela

    inmediatamente mi edad) un profesor de latn y

    griego, el padre Santos Santamarca, que era un

    monstruo: la de cosas que me ense! No haba

    raz griega o latina que no relacionara inmediata-

    mente con tropecientas palabras espaolas,

    francesas, inglesas o alemanas...

    n Su ltimo libro, el vigsimo en veinte aos

    como autor, Flor de Farola, se cay de la Red.

    Seguirn cayendo ms? Para cundo ve-

    remos en papel su coleccin de injurias e in-

    sultos? Cul es la joya de esa coleccin?

    Bueno: Flor de Farola es otro encargo editorial!

    Jos Pons, de Melusina, me dijo: aqu hay un libro,

    y yo no quera crermelo.... pero era verdad. S:

    hay otras partes de la web que irn aterrizando en

    libros, pero no adelantemos acontecimientos...

    Respecto a las injurias, hay una que me encanta,

    y que es muy madrilea. Est oda en medio del

    trfico, en boca de un automovilista que conside-

    raba que el conductor de un coche de servicio

    pblico le haba jugado una mala pasada. Asom

    la cabeza y le grit: Taxista!. S: a veces la

    verdad es el peor insulto...

    n Qu le ocupa ms tiempo: sus obras de

    creacin literaria novelas y cuentos o los

    ensayos dedicados a la lingstica? Se di-

    vierte igual con ambas ocupaciones?

    En realidad, y por motivos misteriosos, la ficcin

    literaria pura me ha abandonado (o yo la he aban-

    donado a ella). Me quedan los ensayos lingsti-

    cos que me proporcionan muchos placeres:

    cunto disfrutan los lectores comunes cuando

    les descubres cosas de su lengua!, los cuentos

    infantiles que son un territorio riqusimo y libre

    para la creacin y los ensayos visuales, que

    desde hace unos aos van tomando la forma de

    series de fotografas comentadas (como Umbra-

    les: http://jamillan.com/umbrales). Los dos lti-

    mos aspectos los reno en una obra que me

    complace anunciar en primicia para Donde digo...

    Se trata de un cuento para nios y mayores, que

    he escrito en aleluyas e ilustro con fotografas:

    Quasibolo. La vida casi normal del seor de la

    seal (Serres, 2007). Es la biografa definitiva

    de ese personaje esquemtico que aparece en

    las seales de trfico (por ejemplo, en un paso

    cebra) y en los locales pblicos (donde sale co-

    rriendo por la SALIDA). Es un gran desconoci-

    do, y recopilando informacin en todo el mundo

    he llegado a reconstruir su vida... La verdad es

    que me lo paso bomba haciendo estas cosas...

    y encima me pagan!

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    20/28

    18Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    recomendaciones

    recomendaciones que

    hace la fundu

    aguaLa Fundu considera necesario recordar que la palabra agua es de gnero femenino. La Fundu ha podido obser-

    var que en muchos medios de comunicacin se confunde el gnero de la palabra agua y se utiliza como si fuese

    masculino. Esa confusin se debe a que al tratarse de una palabra de gnero femenino que comienza por la letra 'a'

    tnica (es decir, que el acento va en esa 'a'), agua va precedida por el artculo 'el', el agua, y eso hace que muchos

    hablantes supongan que se trata de una voz masculina. As, se ven y se oyen noticias en las que se escriben o se

    dicen cosas como el mismo agua, consume mucho agua, queda muy poco agua, etc., en lugar de la misma

    agua, consume mucha agua y queda muy poca agua. La Fundu considera necesario recordar que el uso

    correcto en espaol es en femenino, aunque esa palabra se use con el artculo determinado 'el'.

    bimensual, bimestral, bienal y bianualLa Fundu considera necesario precisar los significados de las palabras bimensual, bimestral, bienal y bianual. Bi-

    mensuales el adjetivo con el que se designa lo que ocurre o se hace dos veces al mes. El espacio de tiempo de dos

    meses es un bimestre, luego lo que suceda o se repita cada bimestre ser bimestral. Con el adjetivo anual no

    cabe ninguna duda: es lo que sucede una vez al ao. Pero si es dos veces al ao ser bianual. Dos aos son un bie-

    nio, voz a la que corresponde el adjetivo bienal, que se aplica a 'lo que sucede u ocurre cada dos aos'. Adems, lo

    quincenal cada quince das es al mismo tiempo bimensual, aunque lo bimensual no tenga por qu ser quince-

    nal, ya que no todo lo que sucede dos veces al mes sucede cada quince das. Tambin lo semestral cada seis

    meses puede equivaler a bianual, sin viceversa.

    boomLa Fundu ha podido observar que en los diarios de informacin econmica es habitual el uso de la palabra boom

    escrita sin comillas ni cursiva, es decir, sin ninguna marca tipogrfica que indique que se trata de un extranjerismo:

    El boom de la construccin dispara los cortes telefnicos. En espaol, cuando se utiliza una palabra procedente

    de otra lengua hay que escribirla con letra cursiva, y si no se cuenta con esa posibilidad hay que ponerla entre co-

    millas. Adems, en el caso de la palabra boom, la Fundu recuerda que hay una forma ya adaptada al espaol bum

    UNO DE LOS OBJETIVOS DE LA FUNDACIN DEL ESPAOLURGENTE ES EL ANLISIS DIARIO DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIN. RESULTADO DEESTE EXAMEN, CENTRADO EXCLUSIVAMENTE EN LOS ASPECTOS LINGSTICOS, SONLAS RECOMENDACIONES QUE, ENTENDIDAS COMO ADVERTENCIAS ENCAMINADAS APROPORCIONAR CRITERIOS DE UNIFORMIDAD IDIOMTICA, SE DIFUNDEN MEDIANTE LOS

    SERVICIOS DE LA AGENCIA EFE. LAS RECOMENDACIONES QUE SIGUEN SON ALGUNAS DELAS QUE SE PUEDEN ENCONTRAR EN LA PGINA WEB DE LA FUNDU: WWW.FUNDEU.ES

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    21/28

    19Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    y que aparece en los principales diccionarios, como en el Diccio-

    nario panhispnico de dudasde la Asociacin de Academias de

    la Lengua Espaola, donde se define as: Interjeccin onomato-

    pyica utilizada para imitar el ruido de un golpe o de una explo-

    sin: Una chispa o una palabra soez, y bum!, todos al infierno.

    2. Adaptacin grfica de la voz inglesa boom ('estruendo, esta-

    llido'), usada con el sentido de 'xito o auge repentino de algo':

    Tuvo cierta resonancia antes del bum de la novela latinoameri-

    cana, cuando el minibum de la novela social espaola. (Su plural

    es bums). La Fundu recomienda, pues, que se utilice la forma

    hispanizada bum y que si en alguna ocasin se opta por la

    versin inglesa boom se escriba entre comillas o en cursiva.

    decimoprimero y decimosegundoLa Fundu considera oportuno anunciar los cambios en el uso

    de decimoprimeroy decimosegundo incluidos por la Asociacin

    de Academias de la Lengua Espaola en el Diccionario panhis-

    pnico de dudas. Hasta la aparicin de ese diccionario, todos los

    manuales de estilo y los diccionarios de dudas avisaban de que

    era incorrecto en espaol usar los ordinales decimoprimero y

    decimosegundo, y decan que las formas correctas eran und-

    cimo(u onceno)y duodcimo. Esa norma ha cambiado y en el

    espaol actual ya es lcito usar las dos formas que hasta hace

    muy poco tiempo se consideraban incorrectas. La Fundu anun-

    cia esos cambios para que se sepa que ya se pueden escribir,

    sin miedo a equivocarse, decimoprimeroy decimosegundo.

    elicoEl adjetivo elico, segn se explica en el Diccionario de la

    Lengua Espaola de la Real Academia Espaola (DRAE), sig-

    nifica, entre otras cosas, perteneciente o relativo al viento y

    producido o accionado por el viento (erosin elica, rotor

    elico). Vista esa definicin, resultara dudoso el uso de elico

    al lado de sustantivos que no pueden ser producidos o accio-

    nados por el viento, como: sector elico, compra elica, etc.

    Pero en ese mismo diccionario hay una explicacin, en la pala-

    bra parque, en la que se dice que un parque elico es una

    planta o instalacin de varios generadores elicos, es decir,

    que ese adjetivo puede aplicarse tambin a lo relacionado con

    la energa elica, y no solo a lo 'producido o accionado' por el

    viento. La Fundu precisa, pues, que son correctos esos nuevos

    usos de elico, y es por lo tanto correcto hablar del sector

    elico y del parque elico, como lo es hablar de las turbinas

    elicas o de los rotores elicos.

    escritura de los cntimosLa Fundu, en su anlisis diario del uso del espaol en los medios

    de comunicacin y en su atencin diaria al servicio de consultas

    sobre el buen uso del espaol, considera necesario aclarar la co-

    rrecta escritura de los cntimos de euro. Se plantean frecuente-

    mente dudas sobre la correcta grafa de las cifras referidas a la

    fraccin del euro los cntimos. As, para representar por escri-

    to lo que en la lengua hablada es doce cntimos, hay cierta in-

    seguridad que puede producir graves errores, pues en ocasiones

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    22/28

    20Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    algunos redactores optan por la forma 0,12 cntimos sin

    darse cuenta de que lo que han escrito es el equivalente a

    0,0012 euros, es decir 12 diezmilsimos de euro. Las nicas

    formas correctas de reproducir por escrito y con cifras lo que en

    la lengua hablada es doce cntimos son las dos siguientes:

    12 cntimos o 0,12 euros.

    guardarralLa Fundu considera necesario explicar la forma correcta de

    escribir guardarralen espaol. La Fundu ha podido observar

    que en los peridicos y en los rtulos de algunos informativos

    de televisin aparece con frecuencia la palabra guardaral y

    advierte de que esa grafa es un error de escritura, pues la

    forma correcta en espaol es guardarral. Se trata de una pala-

    bra compuesta por los trminos 'guarda' y 'ral', y al quedar la

    letra 'r' entre dos vocales es necesaria su duplicacin para

    mantener la pronunciacin original /erre/. La palabra guar-

    darral, tomada del ingls guard rai, an no est registrada en los

    diccionarios de la Real Academia Espaola, pero es de uso co-

    rriente y est bien formada, por lo que no hay ningn inconve-

    niente para su utilizacin en espaol. La Fundu precisa, pues,

    que la nica forma correcta de escribir esa palabra en espaol

    es guardarral.

    holdingLa Fundu recomienda la traduccin de la voz inglesa holding. El

    Diccionario panhispnico de dudasexplica que holdingsignifica

    'sociedad financiera cuyo activo est constituido, bsicamente,

    por acciones y participaciones en otras sociedades' y propone

    que en espaol se sustituya por la palabra grupo, como en: El

    presidente del grupo francs Paribas, investigado por fraude.

    Otras posibles traducciones de holdingal espaol son: consor-

    cio, grupo financiero, grupo industrial, grupo de empre-

    sas, sociedad de cartera o sociedad de participacin. La

    Fundu recomienda que se evite el uso de la palabra inglesa y

    que en su lugar se opte, segn el contexto, por cualquiera de

    las posibles traducciones antes citadas.

    omisin del artculoLa Fundu advierte de la frecuente omisin del artculo ante

    el sustantivo en construcciones que comienzan por la mayora

    de, parte de, el resto de, el tanto por ciento de, etc. As, cada

    vez resulta ms habitual or y leer en los medios: La mayora

    de comunidadesfinalizan las clases de primaria y secundaria

    esta semana, Vecinos de Xbia denuncian que la mayor

    parte de contenedoresde basura estn rotos, La totalidad

    de presos polticos mapuches se encuentran en huelga de

    hambre, El 50 % de espaolescreen que la ausencia de la

    madre que trabaja perjudica a sus hijos, El resto de candida-

    tosestn centrados en la direccin de sus empresas. Segn

    el Diccionario panhispnico de dudas, el sustantivo, en estas

    construcciones, debe ir necesariamente precedido de artcu-

    lo (o de otro determinante), con lo que en los ejemplos cita-

    dos tendra que haberse escrito: la mayora de lascomunida-

    des o de nuestrascomunidades, o de aquellas comuni-

    dades, la mayor parte de loscontenedores, la totalidad

    de lospresos polticos mapuches, el 50 % de losespaoles

    recomendaciones

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    23/28

    21Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    o el resto de loscandidatos. La Fundu recomienda, pues,

    poner especial cuidado en no omitir el artculo (o el determi-

    nante que corresponda) en las construcciones formadas por

    la mayora de, parte de, el resto de, el tanto por ciento de, etc.,

    + sustantivo.

    plural de hper y sperLa Fundu considera necesario explicar el plural de las pala-

    bras hpery sper. Se trata de dos palabras formadas por el

    acortamiento de otras dos: hipermercado y supermercado.

    Estas dos ltimas no presentan ninguna peculiaridad en sus

    respectivos plurales hipermercadosy supermercados, pero

    sus acortamientos s plantean dudas al mencionarlos en plural:

    Se dice los hper y los sper o los hperes y los spe-

    res? Ambas palabras hpery sperfuncionan como sustan-

    tivos, y como tales pueden formarse sus plurales regulares sin

    contravenir ninguna norma gramatical: hperesy speres, es

    decir, esas formas son correctas, si bien su uso es muy escaso:

    hpereses casi inexistente y speresse limita al espaol de

    algunos pases de Centroamrica. El uso ms extendido es el

    de dejarlas invariables los hper y los sper, y as es

    como se recogen en el Diccionario panhispnico de dudas,

    donde se nos indica que escribamos ambas palabras igual en

    singular y en plural. Ambas formas los hper/los hperes

    y los sper/los speres son correctas, pero dado que las

    ms extendidas entre los hispanohablantes son los hper y

    los sper, la Fundu aconseja que se prefieran estas lti-

    mas. No son correctos los plurales hpers y spers y por lo

    tanto deben evitarse.

    uso del prefijo auto-Segn el Diccionario panhispnico de dudasresulta inadecua-

    do aplicar el prefijo auto- con valor de 'a s mismo' unido a

    verbos reflexivos y sin que quepa otra interpretacin, como

    ocurre en Una joven se autoinmola en Gaza, donde el pro-

    nombre reflexivo se aporta ya el significado de 'a s mismo' y,

    por tanto, el uso del prefijo es redundante. Sin embargo, la Aca-

    demia acepta el uso de auto-con valor reflexivo en aquellos

    casos en los que exista ambigedad interpretativa, como ocu-

    rre en se autolesionantes de ser capturado, donde, gracias

    al prefijo, no hay duda de que el sujeto se provoc a s mismo

    la lesin, o en se autoproclamemperador, donde solo cabe

    interpretar que el ttulo se lo asign la propia persona. Por todo

    ello, la Fundu recuerda que auto-no debe unirse a verbos que

    ya tienen de por s valor reflexivo, excepto en aquellos casos en

    que ayude a superar una ambigedad.

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    24/28

    22Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    IDIOMA CON SELLO DE GARANTA. Si todos los productos ofrecen garanta

    de funcionamiento y la posibilidad de devolucin en caso de falla, si cada

    vez ms empresas se encuadran en las normas ISO de calidad, por qu

    no esperar que algn da suceda lo mismo con el idioma, que a fin de cuen-

    tas como el agua, la luz y las cloacas es un servicio pblico esencial?

    Ya no es utpico pensar en esto. El cable nos informa de que una audito-

    ra lingstica realizada por la Fundu durante una semana en los noticie-

    ros transmitidos por Televisin Espaola (TVE) permiti constatar una

    mejora en el espaol utilizado por los profesionales del canal. El lengua-

    je explica el informe se ajusta a una norma culta y de fcil comprensin

    para el espectador, aunque aade que se pueden detectar algunos fallos

    que conviene evitar, la mayor parte de ellos corresponde a errores lxicos,

    el uso del lesmo (el empleo demasiado frecuente de lecomo complemen-

    to directo), omisin de artculos o faltas de concordancia, etc.

    Cuando hace algunos meses visit Buenos Aires, el lexicgrafo cataln

    Alberto Gmez Font que dirigi el Departamento de Espaol Urgente de la

    Agencia Efe durante muchos aos nos adelant que la Fundacin del

    Espaol Urgente (Fundu), de la cual es coordinador general, ofreca a los

    medios dicho servicio de control de calidad idiomtica. Por entonces ya se

    haban anotado, adems de la Agencia Efe, el canal Telecinco y la CNN en Es-

    paol, y tambin empresas y hasta un ministerio, para la redaccin de sus me-

    morias, la confeccin de manuales de estilo, etc. Una o dos veces al ao rea-

    lizaran auditaras idiomticas y se les otorgara una suerte de sello de calidad.

    Para bien del idioma y de la cultura, el proyecto camina. La verificacin del

    buen uso del idioma en los medios es muy necesaria. La mayora de la

    gente no tiene una seguridad absoluta en el uso de nuestra lengua y toma

    como modelo de prestigio o ejemplo el espaol que oye en la televisin o

    en la radio, que ve escrito en los diarios o las revistas, porque supone que

    delafundu

    crece

    el inters

    LAS RECOMENDACIONES DE LA FUNDUVIAJAN YA CON IBERIA, SE LEEN EN 20 MINUTOSY SE OYEN EN RADIO NACIONAL, LASER Y PUNTO RADIO. DE MAYO A NOVIEMBRE DEL AO PASADO, EL NMERO DE PERSONASQUE CONSULTARON NUESTRA PGINA WEB CRECI, SEGN LA OJD, UN 61 %

    Ana Blanco

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    25/28

    23Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    quienes all trabajan estn preparados. Lo cual, por lo que omos y leemos,

    es ms bien lo contrario.

    La experiencia de la Fundu, especialmente en los medios de prensa, de-

    bera servir de modelo. En TVE hasta la fecha se han elaborado cinco in-

    formes, dice ahora un muy entusiasmado Gmez Font: Es reconfortante

    comprobar que valoran nuestro trabajo. Tras una poca de vaco, la direc-

    cin de los servicios informativos ha mostrado gran inters en atender las

    sugerencias. Nadie fue sancionado, apercibido o advertido; simplemente

    se analiz el producto. En este caso, el producto esencial del trabajo del

    comunicador: la lengua.

    En la Argentina, las polticas de Estado que faltan en materia idiomtica

    bien podran empezar por una auditora sobre el uso del espaol en la te-

    levisin y la radio estatales. Para dar el ejemplo. Por qu no?

    (Publicado en el nmero 32 de Idiomas y Comunicacin,octubre-noviembre del 2006, Buenos Aires)

    CURSOS Y SEMI NARIOS. Durante el ltimo trimestre del 2006 la Fundacin

    del Espaol Urgente, representada por su coordinador general, Alberto

    Gmez Font, particip en los siguientes cursos y seminarios: encuentro de

    intelectuales Pretexto Covarrubias, organizado por la Caja de Burgos y

    celebrado en Lerma, Covarrubias y Santo Domingo de Silos; simposio inter-

    nacional celebrado en Bulgaria, organizado por la Universidad San Clemente

    de Ojrid, de Sofa, para conmemorar los 45 aos del departamento de

    Filologa Espaola; jornadas de capacitacin organizadas por la empre-

    sa Ocean Translations, en Rosario (Argentina), con una ponencia sobre

    Topnimos y gentilicios: tradicin, transcripcin y traduccin, y II semina-

    rio sobre La lengua espaola y medios de comunicacin: nuevas tenden-cias, organizado por la Universidad de Mlaga. Adems, Gmez Font visi-

    t en noviembre la Academia Argentina de las Letras (Buenos Aires) invi-

    tado por su presidente, Pedro Luis Barcia.

    CONVENIOS. La Fundu acord con la Agencia Espaola de Cooperacin

    Internacional (AECI) la coedicin de una coleccin hispanoamericana de

    libros sobre lenguaje denominada Espaol urgente. Los dos primeros ttu-

    los previstos son Crnicas del espaol urgente. Luquesinas, de Jos Luque

    Caldern, y Oral y Escrito, de Raquel Diez Rodrguez de Albornoz.

    Con CELER SOLUCIONES firmamos un convenio por el que esta empre-

    sa especializada en traduccin multilinge, documentacin y publicacin

    electrnica e impresa colaborar con las actividades de nuestra fundacin

    en defensa del idioma.

    A partir de su prxima edicin, la Fundu participar en el consejo asesor

    del premio de periodismo sobre economa, innovacin y tecnologa que

    convoca anualmente Accenture, empresa consultora de gestin y servicios

    tecnolgicos. Las recomendaciones de la Fundu sern publicadas tam-

    bin por las Cmaras de Comercio de Espaa. La primera en hacerlo ha

    sido la cmara de Burgos.

    De acuerdo con los convenios suscritos con la Universidad de Alcal y la

    de Castilla-La Mancha, tres nuevas becarias se han incorporado al equipo

    de la fundacin para completar su formacin de posgrado: Judith Gonzlez

    Ferrn, Zaida Nez Bayo y Mara M. Ramrez Cruz, licenciadas las tres en

    Filologa Hispnica.

    Alberto Gmez Font en la bibliotecade la Academia Argentina de las Letras

    foto:Xos

    Castro

  • 7/31/2019 Fundeu Tipografa

    26/28

    24Donde dice... nmero 6 enero-febrero-marzo2007

    1.Lagramtica

    descomplic

    ada

    Estaobraes

    tdesti-

    nadaapens

    arconla

    gramtica,n

    oame-

    morizarla.Ellenguaje

    eselpensamiento,y

    conocerlae

    structura

    denuestrolenguaje

    equivaleac

    onocer

    cmosehanestruc-

    turadonues

    trasrazo-

    nes.Lagram

    ticatro-

    cealoquep

    ensamos,

    nospermite

    averiguar

    loquepasa

    enel

    almadequienhablay

    nosayudaa

    ordenar

    larealidad.

    Lagramticadescom-

    plicadarompecon

    muchosenfoquesde

    lasgramtic

    asactua-

    lesaunsincontra-

    decirsusreglasy

    ofreceunnu

    evoestilo

    deexplicarla

    s.Setrata

    delaprimeragram-

    ticaescritap

    orunpe-

    riodista,loc

    uallahace

    msamena

    yfcilde

    comprender.Coneste

    librorepasaremosla

    gramtica;a

    prendere-

    mosorecordaremos

    lasnormas;

    descubri-

    remoslasco

    nsecuen-

    ciasdenoconocerlas

    ylaentende

    remosde

    otramanera

    msfcil

    yamena.

    LEXGRIJELM

    O.

    Taurus,Madr

    id,2006

    1

    2.Nuevasfascinan-

    teshistoriasdelas

    palabras(TomoII)

    Conunamenopero

    rigurosoestilocolo-

    quial,elautorseabre

    caminojuntoconel

    lectorporentrelahis-

    toriadelaspalabras

    queusamosadiario.

    Losantecedentesde

    losvocablosestudia-

    dossoninvestigados

    cuidadosamente

    hastaalcanzarenal-

    gunoscasoslasfron-

    terasdelaprehistoria

    delahumanidad.Es

    unpaseoporlahisto-

    riadelacivilizacin

    enelqueseincluyen

    referenciasaculturas

    yaextinguidaspero

    quedejaronsuim-

    prontaenpalabrasde

    nuestralengua.

    RICARDO

    SOCA.

    AsociacinCultural

    AntoniodeNebrija,

    Montevideo,2006

    3.Guaparaunuso

    ig

    ualitariodellen-

    guajeperiodstico

    Estaguaeslase-

    gundadeunatriloga

    cu

    yoobjetivogeneral

    esavanzarenla

    ig

    ualdadentremujeresy

    hombres.Enellase

    ofrecenaquellasalter-

    nativasque,siseusan

    demodoreflexivo,no

    discriminanniocultan

    a

    lasmujeres.

    Elcontenidodeeste

    trabajocomienzapor

    subrayarlaimportan-

    ciadelpapeldelos

    m

    ediosdecomunica-

    cinennuestrasocie-

    dad.Trasdefinirel

    conceptodesexismo

    lingsitico,lasauto-

    ra

    shanhechohinca-

    pienqueesteno

    estreidoconla

    economalingstica.

    Conestoseproponen

    contribuiradeshacer

    eltpicodequeun

    le

    nguajenosexistaes

    sinnimodetenerque

    desdoblarcontinua-

    m

    enteenmasculinoy

    fe

    meninoy,portanto,

    deconstruirun

    discursorecargado

    y

    lento.

    M