GESTIÓN AMBIENTAL Y SU APLICACIÓN EN LA INDUSTRIA

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MEDIO AMBIENTE Y ECOLOGA Autores: Ing. Víctor Evangelista Benítez Ing. Ángel Huamán Tena Ing. Raúl Chávez Zavaleta GESTIÓN AMBIENTAL Y SU APLICACIÓN EN LA INDUSTRIA UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ

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Universidad Nacional José Faustino Sánchez CarriónAutor: Raúl Chávez Zavaleta

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MEDIO AMBIENTE Y

ECOLOGÍA

MEDIO AMBIENTE Y ECOLOGA

Autores:

Ing. Víctor Evangelista Benítez Ing. Ángel Huamán Tena

Ing. Raúl Chávez Zavaleta

GESTIÓN AMBIENTAL Y SU

APLICACIÓN EN LA INDUSTRIA

UNIVERSIDAD NACIONAL JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ

CARRIÓN

PRÓLOGO

La intolerante acción de la humanidad que venimos ejerciendo contra nuestro

ecosistema, nos impulsa a reaccionar y plantearnos estrategias para la recuperación

de nuestros espacios ambientales que tanto destruimos para nuestro propio beneficio

y abastecimiento, sin tener en cuenta los estragos que estamos causando al

ambiente y el mundo que dejamos a las futuras generaciones.

Hoy el mundo está inmerso en una gradual globalización en cuatro aspectos

fundamentales: de la economía, del comercio, de la información y de la problemática

relativa al medio ambiente. Estas globalizaciones, son al parecer, de tendencia

irreversible por una razón muy simple: el tremendo crecimiento de la población

humana en casi todos los espacios geográficos hace no sólo posible, sino que exige

una mayor interrelación en el mundo.

La globalización respecto a la problemática ambiental es tan importante, que se

está tornando en una exigencia política y en un condicionante creciente dentro del

comercio y de la economía mundiales, dentro de pocos años va a ser casi

inconcebible que una empresa ofrezca bienes y servicios que no sean

demostradamente beneficiosos para el ambiente o al menos reduzcan los niveles de

impacto sobre el entorno.

El desarrollo sostenible, tal como se concibe hoy, implica lograr cinco objetivos

fundamentales: la paz, la justicia, la democracia, el progreso y la sostenibilidad. La

sostenibilidad del desarrollo está dada en la gestión adecuada de los recursos

naturales, fuente de bienes y riquezas. En consecuencia, no será posible un desarrollo

sostenible con modelos que destruyan el entorno y saquen los recursos naturales.

En el Perú, por desgracia, aún predomina la mentalidad de que el desarrollo es

factible a costa del entorno y de los recursos naturales. Es por esto que el

deterioro del agua, de los suelos, de los bosques, de la biodiversidad, y, en

general, del entorno humano está sufriendo impactos tremendos por actividades

económicas de tipo extractivo, depredador y contaminante, la riqueza generada en

base a tales actividades es, por ende, pasajera y de corto plazo, y no será posible en

el largo plazo.

1

Otro aspecto importante, es la educación y capacitación para una gestión ambiental

adecuada. Aquí los gobiernos locales pueden contar con el apoyo de los

gobiernos regionales y organizaciones no gubernamentales para mejorar

sustancialmente su nivel de gestión. Hoy en día es importante concebir un

gobierno local o regional que no tenga en su agenda de trabajos los aspectos

relativos al medio ambiente y la contaminación ambiental, porque, simplemente,

estaría fuera de época y contra la corriente de la historia, y no sería garante de

uno de los derechos fundamentales de la persona como es el de contar con un

entorno sano y saludable.

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INDICE

PROLOGO 1

SUMMARY 4

INTRODUCCION 6

I. EL CONTEXTO DE LA RELACION ENTRE INDUSTRIA Y MEDIO AMBIENTE

1.1 Tendencias ambientales internacionales 6

1.2 Tendencias generales del sector industrial 8

1.3 Características del nuevo auge exportador 9

1.4 Tipología de la industria desde la perspectiva Ambiental 10

II. EVOLUCION DE LA GESTION AMBIENTAL 12

2.1 Economía de frontera 14

2.2 Desarrollo de la norma ISO 14001 17

III. CUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVIDAD INDUSTRIAL 20

3.0 Requisitos del Sistema de Gestión Ambiental 20

3.1 Requisitos Generales 21

3.2 Política Ambiental 23

3.3 Planificación 25

3.3.1 Aspectos Ambientales 26

3.3.2 Requisitos Legales y Otros Requisitos 29

3.3.3 Objetivos, Metas y Programas 30

3.4 Implementación y Operación 31

IV. SISTEMAS DE GESTION AMBIENTAL 34

V. APLICACIONES A ALGUNOS SECTORES DE LA INDUSTRIA 41

VI. CONCLUSIONES 42

VII. BIBLIOGRAFIA 43

3

SUMMARY

This text aims to create a climate of opinion, and awareness related to the environment

and ecology on our planet, since man began to expand has not had any contemplation

in the care of it and has been preying on little by little without realizing that he also dwells

on the planet that is exterminated, so that we seek in this text minimally, be read by our

students and colleagues and begin to generate a current of opinion in search of a quality

of life for all we.

"The quality of life is the common goal of governments and populations. In the late

twentieth century, it is recognized that one of the major obstacles to maintaining or

improving quality of life is the deterioration of the vital systems of it depends on the

existence of the human species on the planet.

"This text is intended to make people aware of the environment and interested in it and

its related problems and have the knowledge, skills, attitudes, motivations and desires

needed to work individually and collectively in finding solutions to current problems and

prevent the emergence of new ones.

Among the main objectives we note the following:

1. Contribute to the construction of a new model of society based on principles of

sustainability. Environmental education should be a tool for a sustainable lifestyle.

2. Support the development of an environmental ethic that promotes environmental

protection from the perspective of equity and solidarity.

3. Broaden the understanding of environmental processes in connection with social,

economic and cultural.

4. Encourage awareness of environmental issues affecting both the environment itself as

the entire planet, as well as relations between the two levels: local and global.

5. Empowering people in procurement strategies and critical analysis of environmental

information.

6. Further the introduction of new pro-environmental values and promote a critical

attitude while constructive.

7. Promote motivation and channels for active participation of individuals and groups in

collective matters, and enhance the sense of shared responsibility towards the

environment.

4

8. Training in the analysis of environmental conflicts in the discussion of alternatives and

decision-making, individual and group-oriented resolution.

9. Encourage the extension of practices and sustainable livelihoods in different life

contexts based on the rational use of resources and solidarity as well as eco enjoyment.

According to the State Constitution everyone is entitled to:

1. Everyone has the right to enjoy an adequate environment for the development of the

person and the duty to preserve.

2. The public authorities shall ensure the rational use of all natural resources in order to

protect and improve the quality of life and preserving and restoring the environment,

relying on an indispensable collective solidarity.

3. For those who break the paragraph above, or provide for criminal sanctions where

appropriate administrative, and the obligation to repair the damage.

THE AUTHOR.

5

INTRODUCCIÓN

El deterioro de los suelos, la contaminación de las aguas y del aire, la

inadecuada explotación agrícola y forestal, la desaparición de especies, la

pobreza en que vive nuestra población, son algunos de los problemas que

enfrenta nuestra sociedad, por lo que se hace necesario fomentar conciencia sobre

la importancia de la conservación ambiental y el manejo eficiente de los recursos

naturales.

Los gobiernos juegan una función muy importante en la formulación de

políticas que conlleven a una reducción de la contaminación y a la conservación de

los recursos naturales y el ambiente. Cada día que pasa, las personas están más

conscientes de la urgente necesidad de protegerlos. Incluso, algunas empresas

han iniciado cambios en sus sistemas productivos con el claro objetivo de

adecuarse a las exigencias que la sociedad les impone en materia ambiental,

puesto que tendrían serias dificultades para asegurar su regular funcionamiento si

no responden positivamente a dichas demandas.

La problemática ambiental cobra cada vez mayor importancia en cada uno de los

sectores productivos de nuestro país y es tenida en cuenta dentro del proceso de

toma de decisiones. Por otra parte, a nivel mundial se viene demostrando, que

mejorar el desempeño ambiental resulta rentable y competitivo, tanto en empresas

grandes, como en las medianas y pequeñas. Como respuesta a esta tendencia y

la creciente necesidad de armonizar el desarrollo económico y sus actividades

productivas, la implementación del Sistema de Gestión Ambiental (SGA) es una

herramienta que permite que la organización demuestre a las autoridades

competentes y partes interesadas que cumple con los requisitos legales

ambientales vigentes, y se esfuerza por mejorar su desempeño ambiental,

respaldando una imagen positiva de la empresa.

I. EL CONTEXTO DE LA RELACION ENTRE INDUSTRIA Y MEDIO AMBIENTE

1.1 TENDENCIAS AMBIENTALES INTERNACIONALES

El volumen físico de la producción industrial en el mundo ha crecido

aceleradamente en las últimas décadas, al grado que en la segunda mitad del

siglo XX se han empleado más recursos naturales en la producción de bienes de

consumo que en toda la historia anterior de la humanidad.

6

Esto se ha traducido en una enorme presión sobre los recursos naturales y ha

incrementado significativamente los problemas de contaminación local, tanto por

los efectos directos de la fabricación de satisfactores como por su consumo.

Una tendencia de esta magnitud es, sin duda, insostenible, por lo que han

surgido algunas respuestas motivadas por presiones, tanto económicas como

tecnológicas, para disminuir la intensidad en el uso de materiales por unidad de

producto industrial, a través de:

• Procesos de miniaturización y sustitución de materiales.

• Búsqueda de métodos y procesos de producción que aprovechan en mayor

medida los materiales, por lo que reducen la contaminación generada por unidad

de producto industrial.

Los mecanismos para lograr que estas tendencias se concreten son múltiples, y

destacan, entre ellos:

• Un cambio tecnológico que empieza a tomar en consideración no sólo los

precios de los insumos, sino su potencial de agotamiento.

• Una tendencia creciente a involucrar variables ambientales dentro de la

administración de las empresas.

• Presiones de parte de los consumidores de países desarrollados.

• Cambios en la gestión pública hacia el sector industrial.

La búsqueda de mayor eficiencia energética se ha tornado una variable clave en

el desarrollo tecnológico, más allá de lo que en muchos momentos parecieran

indicar los precios de la energía, aunque esto se manifiesta con mayor claridad

en unas regiones (Europa, Asia) que en otras. Asimismo, el uso sustentable del

agua ha adquirido una importancia creciente en el diseño y desarrollo de

algunos proyectos industriales.

Los sistemas de administración ambiental empiezan a constituirse en un

requisito para la competitividad de las empresas –particularmente en el plano

internacional– tanto por su significado en cuanto a imagen como porque pueden

ser fuente de innovaciones dentro de las empresas que llevan a compensar el

costo de su implantación y su certificación.

Hasta hace poco tiempo las variables calidad y precio eran las únicas que

dominaban las decisiones de compra en el mercado mundial; hoy también las

presiones de los consumidores de los países más desarrollados llevan a que el

7

mercado premie a las empresas que manifiestan mejor desempeño ambiental,

tanto en el qué producen como en el cómo lo producen, propiciando que los

efectos ambientales que genera la producción de los bienes de consumo sean

una variable importante dentro de las decisiones de consumo.

Las políticas ambientales hacia el sector industrial han reforzado las tendencias

a un cambio tecnológico que limite de manera creciente los impactos

ambientales y que transfiera la contaminación que se genera hacia estados

físicos en que representan un menor riesgo ambiental y de salud pública. Estas

presiones, enfocadas eminentemente hacia los puntos de emisión de

contaminantes, han llevado a cambios en los procesos productivos cada vez

más profundos, buscando tanto el ahorro como la sustitución de insumos.

Las consideraciones de índole ambiental empiezan a adquirir cierto rango entre

los factores que modelan el comercio mundial de productos industriales y su

influencia es cada vez mayor en decisiones de localización de plantas y de

métodos de producción.

Estas tendencias, que se transmiten con gran intensidad a través de los flujos

comerciales y la inversión extranjera directa, se manifiestan con mucha mayor

claridad en empresas grandes con predominio en algún sector del mercado

mundial. Sólo paulatinamente, a través de un efecto en cascada, su impacto se

hace patente en empresas de menor tamaño en las economías más

desarrolladas y en economías de países en transición. No obstante muchos

matices, resulta cada vez más evidente que existe una clara tendencia a

considerar el cuidado del medio ambiente como un prerrequisito para que una

empresa tenga posibilidades de éxito en el mercado mundial.

La mitigación de los impactos ambientales propios del sector industrial también

se manifiesta como una fuente creciente de ahorros y de oportunidades de

negocios, y la imagen ambiental de las plantas cobra una importancia creciente.

1.2 TENDENCIAS GENERALES DEL SECTOR INDUSTRIAL

La industria en nuestro país se desplegó territorialmente con escasa Atención a

las limitaciones naturales en materia de recursos; su ubicación ha atendido

8

históricamente más que nada a la disposición de mano de obra y acceso a

mercados. Este patrón ha tenido el efecto de exacerbar presiones sobre

algunos recursos naturales, en particular sobre el agua y, en lugares más

específicos, sobre los recursos maderables y del subsuelo.

El crecimiento industrial se ha constituido en un motor fundamental del

desarrollo de nuestro país. Ha sido en gran medida el impulsor del proceso de

urbanización, ha favorecido el surgimiento de un sector de servicios que ha

consolidado a las metrópolis y ciudades medias y de él depende gran parte del

crecimiento económico y el bienestar de la población.

La reestructuración productiva de finales del período sustitutivo de

importaciones hizo que cambiara el panorama en cuanto a las ramas más

contaminantes y riesgosas. En general, la producción eléctrica, química y la de

derivados del petróleo se colocaron como las más dinámicas. A ello se sumó la

producción de fibras sintéticas, resinas, fertilizantes, plásticos, pinturas,

pigmentos y gases industriales. Algo similar sucedió con el papel, el hule, la

metalmecánica, el cemento y la producción de maquinaria.

Posteriormente, como resultado del ajuste estructural aplicado a principios de

los años 80, la industria fue de los sectores de la economía que recibió mayores

impactos; solo experimentaron un auge las empresas que se reorientaron en el

corto plazo hacia las exportaciones (esto incluso en los años de la crisis más

intensa). Así, el cambio más significativo en los últimos quince años ha sido el

auge exportador de las manufacturas y el crecimiento acelerado de la industria

maquiladora.

1.3 CARACTERÍSTICAS DEL NUEVO AUGE EXPORTADOR

A partir de 1996, el sector industrial del país viene registrando un dinamismo

superior al mostrado por la economía en su conjunto y es el sector que aporta la

mayor parte de los recursos externos. En particular, el sector manufacturero ha

incrementado su impacto en el crecimiento del PIB total, y en 1999 participó con

más de una cuarta parte del incremento del producto. De 1995 a 1999 la

industria manufacturera alcanzó un crecimiento acumulado de 29.4 por ciento en

términos reales, mayor al de la producción total y del sector industrial, de 14.4 y

22.3 por ciento, respectivamente, en el periodo señalado.

9

La expansión económica se sustentó en la recuperación del mercado interno y

en el dinamismo de la actividad exportadora. Las exportaciones totales

medidas en dólares, que en 1999 incorporaron 89.5 por ciento de productos

manufacturados, 6.7 puntos porcentuales más que en 1994, crecieron 124 %

en dicho periodo, en tanto que las de manufacturas lo hicieron en 142 %. Este

crecimiento se basa en buena medida, en una multiplicación de empresas: de

acuerdo a los últimos Censos Económicos, las unidades económicas

aumentaron en 24.6% entre 1993 a 1998, registrándose poco más de 3

millones.

En el mismo periodo, el personal ocupado en la industria creció 27%, siendo

también los sectores de servicios y manufacturas los que presentan un mayor

dinamismo. El crecimiento experimentado por la industria de la transformación

una vez superada la emergencia económica de 1995, permitió que a mediados

de 1996 se recuperara la totalidad de los empleos perdidos en estas actividades

en el año precedente, manteniendo en lo sucesivo una importante generación

de empleos. En algunas ramas industriales, como es el caso de la industria de

la confección y de equipo electrónico, el tamaño promedio de los

establecimientos tiende a crecer. Sin embargo, el perfil de la industria mexicana

no ha cambiado: los pequeños establecimientos industriales de menos de 15

trabajadores representan el 92.8%; y en el otro extremo, las grandes empresas

con más de 250 trabajadores no llegan al 0.8% de establecimientos, pero

suman el 46% del personal ocupado en las manufacturas.

1.4 TIPOLOGÍA DE LA INDUSTRIA DESDE LA PERSPECTIVA

AMBIENTAL

Las tendencias industriales internacionales han influido en alguna medida en la

estructura industrial mexicana, su efecto es más claro en las empresas grandes

y medianas que tienen por lo regular una fuerte vinculación con el mercado

mundial y estas tendencias se van debilitando a medida que el tamaño de

empresa decrece, por ser empresas orientadas a la fabricación de bienes

intermedios o que carecen de acceso al crédito y a recursos de inversión.

Aún cuando es cada vez mayor la cantidad de empresas que adquieren

conciencia de que el cuidado del medio ambiente no es un “lujo”, sino una

10

fuente de competitividad y ahorro, tanto la estructura financiera mexicana como

la necesidad de afrontar otras necesidades más inmediatas inhiben que

muchas de las soluciones ambientales sean llevadas a cabo.

Con fines estrictamente ilustrativos, podríamos plantear una tipología de

empresas mexicanas de acuerdo a su preocupación ambiental con dos grandes

ejes analíticos, que son por una parte la intensidad de sus vínculos con el

mercado mundial y las exigencias ambientales que éste les plantea y por otra,

su capacidad económica y financiera. Así tenemos que hay:

• Un segmento de empresas, en general transnacionales o altamente

exportadoras, que tienen una alta preocupación por innovar procesos y buscar

cumplir con su responsabilidad ambiental más allá incluso de lo que la

normatividad les exige.

• Un segundo segmento, en general de grandes empresas orientadas al

mercado interno, que busca aprovechar las oportunidades de ahorro y negocios

que les plantea el cuidado ambiental.

• Un tercer segmento de empresas generalmente medianas y altamente

exportadoras, que busca tener un desempeño ambiental que no merme su

competitividad internacional, pero frecuentemente enfrentan problemas de

índole financiera.

• Un cuarto segmento de empresas, tanto grandes como medianas, en general

orientadas al mercado interno o a bienes básicos, que reconocen

oportunidades de ahorro y eficiencia a través de inversiones que conllevan

mejoría ambiental, pero también frecuentemente no tienen condiciones de

acceso a recursos para hacerlo.

• Un quinto segmento que carece de interés o de recursos, que

fundamentalmente está integrado por pequeñas y microempresas, aunque no

faltan empresas grandes o medianas. Las empresas de este último segmento

representan la mayoría de las empresas del país, al menos en número, aunque

cabe destacar que este comportamiento no es generalizable a todas las

pequeñas y microempresas ya que en muchos casos se presenta un

comportamiento ambiental bastante positivo.

Esta tipología debe tomarse con reservas, porque sus criterios de estratificación

son rígidos y no permiten expresar los comportamientos ambientales positivos

que reportan varios segmentos de empresas medianas y aún pequeñas (ver

11

recuadro). Más adelante, en el apartado sobre cumplimiento de la normatividad se

presentan indicadores que dan cuenta de este comportamiento positivo.

II. EVOLUCION DE LA GESTION AMBIENTAL

Se denomina gestión ambiental al conjunto de diligencias conducentes al

manejo integral del sistema ambiental. Dicho de otro modo e incluyendo el

concepto de desarrollo sostenible, es la estrategia mediante la cual se organizan

las actividades antrópicas que afectan al medio ambiente, con el fin de lograr una

adecuada calidad de vida, previniendo o mitigando los problemas ambientales.

La gestión ambiental responde al "cómo hay que hacer" para conseguir lo

planteado por el desarrollo sostenible, es decir, para conseguir un equilibrio

adecuado para el desarrollo económico, crecimiento de la población, uso racional

de los recursos y protección y conservación del ambiente. Abarca un concepto

integrador superior al del manejo ambiental: de esta forma no sólo están las

acciones a ejecutarse por la parte operativa, sino también las directrices,

lineamientos y políticas formuladas desde los entes rectores, que terminan

mediando la implementación.

Actualmente se deben reconocer los esfuerzos realizados, que manifiestan la

necesidad de atención y de acciones concretas para cambiar de la situación. Son

cambios básicos necesarios, en los cuales la sustentabilidad ambiental se viene

tornando el principio organizador del desarrollo sustentable.

Los esfuerzos efectivamente realizados reflejan la comprensión de los problemas

ambientales, correspondientes a cada época, y la forma en que ellos vienen

afectando la Tierra y a la vida del Hombre en ella.

A inicios de la década del setenta, con relación a la situación ambiental, el

aumento de la población mundial, además de los derrames de petróleo en los

océanos y de las emisiones de dióxido de carbono, constituían las principales

amenazas al bienestar del Hombre. Al inicio de la década siguiente la percepción

de los problemas se amplía, ya se discutía el efecto invernadero, la contaminación

de los océanos, la deforestación, la pérdida de la biodiversidad y la lluvia ácida. A

finales de la misma década, otros factores eran incorporados como amenazas no

solo para el Hombre, sino también para el Planeta. Entre ellos se destacaban: el

agravamiento de los cambios climáticos globales, la reducción de la capa de

ozono asociada a los CFC’s, los residuos tóxicos, la pérdida de hábitats, la

12

contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, la disponibilidad de agua

dulce, la intensificación de la degradación ambiental de los países en desarrollo, el

desperdicio de energía, las pérdidas de suelo y la desertificación, la

marginalización.

Los esfuerzos por percibir y entender los problemas ambientales hicieron que el

Hombre también entendiese cuál es el tipo de relación entre él y la naturaleza que

determinará los problemas ambientales, su intensidad y calidad. Al admitirse que

toda actividad humana, económica y sociocultural tiene lugar en un contexto

biofísico y que interfiere en él, hace necesario transformar la calidad e intensidad

de esas relaciones.

En este contexto, la gestión ambiental, entendida, de manera amplia como aquel

“campo que busca equilibrar la demanda de recursos naturales de la Tierra con la

capacidad del ambiente natural, debe responder a esas demandas en una base

sustentable” (COLBY, 1990, p.1), surge como el elemento fundamental en la

búsqueda de la sustentabilidad ambiental. Su principal objetivo es conciliar las

actividades humanas y el medio ambiente, a través de instrumentos que estimulen

y viabilicen esa tarea, la cual presupone la modificación del comportamiento del

Hombre en relación con la naturaleza, debido a la actual situación de degradación

de la naturaleza.

Los cinco paradigmas de la gestión en la relación entre el hombre y la

naturaleza

Las diferentes etapas de esa progresión para comprender los problemas

ambientales y sus causas, corresponden a diferentes maneras de describir la

relación fundamental entre el Hombre y la naturaleza, y por tanto a cinco estadios

en la evolución de la percepción de esa relación, que se traducirán en la gestión

que es practicada.

COLBY (1990) identificó cinco elementos que más se destacan y los asoció a

cinco paradigmas, cada uno de ellos con interrogantes y exigencias diferentes,

percibiendo diferentes amenazas y riesgos que se presentan como problemas

para el desarrollo. Como no podría ser de otra manera, propone diversas

soluciones y estrategias de gestión.

El análisis que sigue, tiene como referencia la formulación de COLBY (1990).

13

2.1 Economía de frontera.

Fue el paradigma dominante en los países industriales hasta los años sesenta, en

el cual la naturaleza existe como un instrumento para beneficiar al Hombre,

siendo explorada, manipulada y modificada por él, sin importar la manera, siempre

para mejorar la calidad material de su vida.

La naturaleza corresponde al mismo tiempo a la oferta infinita de recursos

físicos y como receptáculo de los subproductos del sistema de producción y de

consumo. Así se establece un flujo de recursos de la naturaleza a la economía y

otro flujo de residuos de vuelta para el medio ambiente.

En la teoría y en la práctica, economía y naturaleza están separadas, siendo que

el proceso económico de producción y consumo ocurren dentro de un sistema

totalmente cerrado, en el cual los únicos factores limitantes son trabajo y capital,

pues el resto es contorneado por los avances tecnológicos con su inconfundible

capacidad de resolver problemas.

Ese enfoque originó una forma de gestión de la relación entre la actividad

humana y la naturaleza, de orientación unilateral, sin duda antropocéntrica, donde

el daño, cuando era notado, podía ser fácilmente reparado, gracias al desarrollo

tecnológico que, así como el progreso y el crecimiento económico, también era

infinito.

La debilidad de ese abordaje surgió de la diferencia existente entre

vulnerabilidad y daño ecológico entre los ecosistemas tropicales y templados y de

las diferencias entre los tipos de problemas ambientales que ellos enfrentaban.

Hasta hace poco, sólo el agotamiento y los daños ecológicos impuestos a los

trópicos eran irreversibles, mientras que los problemas ambientales de los países

industrializados eran muy diferentes, se relacionaban más con la contaminación

industrial.

A) Ecología profunda

Es considerado el paradigma opuesto al anterior, correspondiendo más

característicamente a un movimiento político, a un sistema ético, de valores

fundamentalmente diferente, reaccionando contra las consecuencias del sistema

dominante, que dejó atrás aspectos éticos, sociales y espirituales que intentan ser

rescatados por la ecología profunda.

Al contrario de la jerarquía de la economía de frontera, el Hombre es colocado en

una posición de subordinación a la naturaleza, lo que fundamenta el

14

establecimiento de algunos de sus dogmas básicos: igualdad de las especies,

reducción de la población humana, autonomía bioregional (reducción de la

dependencia económica, tecnológica, cultural y de comercio apenas entre regiones

integradas, con características ecológicas comunes), promoción de la diversidad

ecológica y cultural, economía orientada al no crecimiento, fin de la dominación

de la tecnología, mayor uso de sistemas tecnológicos y de gestión de sociedades

nativas. A pesar que su implementación exija profundas reformas en los sistemas

legales, económicos y sociales, así como en las concepciones de desarrollo,

algunos de sus principios podrán ser aprovechados en futuras concepciones de

desarrollo.

Su fragilidad está vinculada a su propia inviabilidad, pues no es posible esperar

que el mundo retorne a un estilo de vida tan diferente del actual, además de ser

impracticable, para un gran número de personas sería indeseable.

B) Protección Ambiental

A fines de la década del sesenta, los problemas ambientales de los países

industrializados, como la contaminación, la destrucción de hábitats y de especies,

exigieron mayor atención, lo que trajo como consecuencia el debilitamiento del

paradigma dominante hasta entonces.

La estrategia de ese paradigma fue la institucionalización del medio ambiente, de

los estudios de impacto ambiental como forma legal de evaluar los costos y

beneficios de la contaminación ambiental. Los gobiernos crean agencias de

protección ambiental, responsables del establecimiento de límites y mecanismos de

corrección cuando éstos fueran sobrepasados, complementados por instrumentos

de comando y control.

Los límites aceptables de contaminación, eran determinados por la aceptación y

viabilidad económica a corto plazo de las empresas, lo que los tornaba arbitrarios

a la mayoría de ellos. Se justificaba porque los niveles ecológicamente

correctos todavía no eran conocidos.

En la industria, la gestión ambiental tenía como principal objetivo controlar el

daño, los límites se concentraban, predominantemente en medidas al final del

proceso, en lugar de un tratamiento en toda la planta.

15

Los resultados de este enfoque con relación a las respuestas de las empresas,

son todavía menos significativos, pues la gestión ambiental es vista como costo

adicional, que no tiene facilidades de traducir beneficios ecológicos en términos

monetarios. Los problemas ambientales todavía no son asimilados como límites

reales, principalmente debido al carácter omnipotente de la tecnología, entonces,

la interacción entre la actividad humana y la naturaleza se mantiene unilateral y

antropocéntrica, produciendo crecientes saldos negativos para la naturaleza.

C) Gestión de Recursos

La principal razón de cambio del paradigma anterior a este, se asocia al

crecimiento de los movimientos ecológicos en algunos países en desarrollo. Tema

básico del Informe Brundtland, este tipo de abordaje tiene como eje central, la

incorporación de todo tipo de recursos, biofísicos, humanos, financieros y de

infraestructura, en los cálculos de las cuentas nacionales.

Se contrapone directamente con el paradigma anterior en el tratamiento de

algunos temas: los vinculados con el agotamiento de recursos, ahora considerado

tema de preocupación; la contaminación pasa a ser vista como un recurso

negativo, que provoca la degradación del capital natural; el clima y los procesos

de regulación son recursos fundamentales y vitales, que deben ser gerenciados

por este enfoque; parques y reservas son considerados recursos genéticos y

elementos fundamentales como reguladores climáticos.

Permanece, la concepción antropocéntrica, de acuerdo con la cual los recursos

deben ser gerenciados para que puedan ser usados de forma continua. Ese tipo

de idea era justificada pues predominaba una onda de optimismo, en función de

modelos que respondían al Club de Roma, suplantando sus conclusiones acerca

de la escasez. Al mismo tiempo, la crisis de la deuda de los países en desarrollo

se tornaba más aguda, estimulando el aumento de las tasas de extracción y de

destrucción de recursos naturales, para viabilizar el pago de la deuda y la atención

de necesidades inmediatas, impuestas por el crecimiento muy rápido de las

poblaciones de estos países.

Son factores que, considerados en su conjunto, fomentaron la continuación de los

esfuerzos, fuera de los círculos políticos y económicos de decisión, conducidos,

principalmente por organismos no gubernamentales, que llevaron al

perfeccionamiento de técnicas y metodologías de monitoreo ambiental,

disponibilidad de informaciones con relación al agotamiento de recursos, etc.

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Las estrategias de gestión inherentes a este paradigma, también identificado

como Eficiencia Global, deben incluir: eficiencia energética, conservación de

recursos en general, restauración ecológica, monitoreo de la salud social y de los

ecosistemas, adopción del principio del contaminador pagador, para internalizar

los costos sociales de la contaminación y preferencialmente el uso de tecnologías

limpias. En este sentido, el tema principal en la utilización de las fuerzas del

mercado para una gestión ambiental eficiente.

D) Ecodesarrollo

Habiendo evolucionado a partir de las limitaciones de las anteriores, el

ecodesarrollo se coloca como un paradigma más adecuado al futuro, pues es él

que presupone mayores y más profundos cambios en el pensamiento y en la

práctica.

La gestión ambiental es reorientada hacia la protección ambiental, no más en un

sistema cerrado, el cual es sustituido por el modelo de economía biofísica, una

economía abierta, termodinámicamente encajada dentro del ecosistema, parte del

flujo de recursos biofísicos (energía, materiales y los ciclos de procesos ecológicos)

sale del ecosistema para la economía, y la energía degradada (no utilizable) y

otros subproductos (contaminación) fluyen de vuelta para el ecosistema.

Uno de los principales objetivos de este paradigma es sustituir el principio del

contaminador pagador por el principio de pagar para prevenir la contaminación,

por medio de la reestructuración de la economía, de acuerdo con los principios

ecológicos de reducción de la actividad económica.

El ecodesarrollo incorpora preocupaciones culturales y de equidad social presentes

en varias escuelas de la ecología profunda, en un movimiento dirigido a sintetizar

valores biocéntricos y antropocéntricos, convergiendo en el ecocentrismo, en una

posición ni por encima ni por debajo de la naturaleza. El autor también traduce

ese movimiento como una tentativa de ecologizar la economía, tarea que

exige la incorporación de las incertidumbres ecológicas en un modelo económico

y en mecanismos de planificación, determinando la incorporación de todas las partes

en el establecimiento de metas, selección de medios, división de responsabilidades

y beneficios.

La concepción de ecodesarrollo, su teoría de gestión ambiental, de desarrollo y

medio ambiente se fundamentan en el reconocimiento de que el Hombre y la

naturaleza no son desligados como suponían la filosofía occidental y los enfoques

gubernamentales.

17

La propuesta de un modelo alternativo de desarrollo, coincide con un período de

flujo intenso, en dirección a una síntesis de los cinco paradigmas, o a otro

diferente, que traduzca una nueva etapa de la evolución y conocimiento del

Hombre. Dado que los imperativos económicos y ambientales que se imponen

aumentan a cada una de las etapas, aún hoy es la relación entre el medio

ambiente y los estadios de desarrollo diferenciados que constituyen el desafío que

necesita ser resuelto.

Es necesario que el próximo paradigma rompa con la resistencia a los cambios,

provoque el fin de la inmovilidad política, cultural, y del comportamiento,

estimulando las transformaciones institucionales y la cooperación efectiva entre

países ricos y pobres, de la forma exigida para enfrentar los desafíos actuales.

El momento actual de la relación entre Hombre y naturaleza y de su percepción,

las discusiones en torno a los medios de implementar el desarrollo sustentable se

reflejan en las propuestas de política y en los conceptos e instrumentos de gestión

ambiental y desarrollo, así como en el progreso del dominio de uso de estos

instrumentos, tanto en nivel de gobierno, como en nivel de empresas.

2.2 DESARROLLO DE LA NORMA ISO 14001

Es ineludible la responsabilidad de cada individuo como ciudadano del mundo de

aportar elementos de protección y recuperación del medio que le rodea. A menos

que se realicen cambios drásticos en las formas de vida y de desarrollo

económico, se reafirmarán las predicciones formuladas en décadas pasadas a

través de los límites del crecimiento medidos por encargo de los miembros del

club de Roma al “Massachussets Institut of Technology” (Meadows & Meadows,

1973) y se iniciará el viaje sin retorno del planeta.

El planteamiento anterior, es la mayor preocupación de las organizaciones del nivel

mundial desde hace mas de cinco lustros. Es así cómo desde las décadas de

los 70 y 80, los esfuerzos orientados al control de la contaminación y el

desmesurado nivel de consumo del planeta, se centraron en desarrollar en el

ámbito de cada nación, las estructuras legislativas y reguladoras y las estrategias

de ejecución de las mismas; sin embargo, en ese entonces, en el ámbito industrial

sólo se obtuvo una respuesta reactiva y no un compromiso directo de

responsabilidad empresarial, salvo importantes iniciativas desarrolladas por la

Cámara de Comercio Internacional, que a mediados de los años 80 marcaron el

18

inicio de una nueva visión empresarial en cuanto al manejo ambiental del sector

privado se refiere.

La interacción entre los aspectos ambientales y empresariales comenzó a dar

frutos según se enunció anteriormente, después de la Conferencia de las

Naciones Unidas sobre ambiente humano, realizada en Estocolmo en 1972, a

partir de lo cual se desarrollaron diferentes iniciativas de carácter mundial que

culminan sus fases de conceptualización de los problemas ambientales cuando se

creó la Comisión “Brundtland”, denominada Comisión Mundial sobre Ambiente y

Desarrollo, que retomo la iniciativa formulada a partir de los límites del Crecimiento

del club de Roma y planteó el concepto de desarrollo sostenible mediante la

promulgación del documento “Nuestro Futuro Común”, publicado en abril de

1987, en el cual se le pide a la industria además de adquirir compromisos serios

frente al desarrollo, que formulara sistemas de gestión ambiental efectivos.

El informe de la Comisión "Brundtland" recibió aceptación de más de 50

líderes mundiales en la 42 sesión de la Asamblea General de las Naciones

Unidas, quienes solicitaron una conferencia más amplia para discutir y tomar

decisiones acerca del futuro del planeta y la humanidad. Así se organizó la

Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que se

llevó a cabo en Río de Janeiro (Brasil) en 1992.

A partir de este momento, el movimiento de gestión ambiental se ha venido

extendiendo en forma paulatina por todo el mundo. En la conferencia internacional

de Río de Janeiro de 1992, las Naciones Unidas solicitaron a la Organización

Internacional de Normalización (International Standard Organization-ISO) que

considerara la posibilidad y formulara las potenciales ventajas de establecer una

norma Internacional de Gestión Ambiental. Con tal fin, la ISO que en 1991 había

conformado un grupo asesor estratégico sobre medio ambiente (Strategic Advisory

Group on the Environment,-SAGEISO/ TC207) empezó a ajustar los trabajos en

el tema.

En ese sentido, uno de los encargos que la ISO hizo al SAGE fue el de

recomendar un plan estratégico global para la normalización del rendimiento y la

gestión ambiental en el escenario industrial global, emulando. Consiguientemente,

se estableció un grupo de trabajo, para que formulara y estandarizara el proceso

de auditoría de la gestión ambiental en el escenario empresarial y de los

proyectos.

19

En 1946 se formó un grupo internacional con representación de los grupos

nacionales de normalización, para desarrollar normas de fabricación, comercio y

comunicación. El grupo fue denominado Organización Internacional para la

Estandarización (International Organization for Standardization), o ISO.

Hoy en día, la ISO se compone de los grupos de normas nacionales de 111

países. El objetivo de la organización es facilitar el intercambio eficiente de bienes

y servicios. Aunque la adherencia a las normas ISO es voluntaria, en ocasiones,

los países adoptan normas ISO y las hacen obligatorias. Además, el mercado

global exige a menudo que las organizaciones se adhieran a las normas ISO para

el comercio internacional.

La ISO constituyó en 1979 el Comité Técnico 176 (TC 176) para desarrollar

normas globales para la gestión de la calidad y sistemas de aseguramiento de la

calidad. El trabajo del TC 176 produjo en 1987, la publicación de las normas de

calidad ISO 9000, que han sido implantadas con éxito en diferentes

organizaciones en el mundo.

Al finalizar el trabajo de la norma ISO 9000, y a raíz de los resultados de la

Conferencia de Río de 1992, surgió la creación de un nuevo comité ISO para

tratar temas sobre el medio ambiente, denominado el Comité Técnico 207 (TC

207), encargado de desarrollar la norma ISO 14000.

ISO 14000 es un conjunto de documentos de gestión ambiental que, una vez

implantados, afectarán todos los aspectos de la gestión de una organización en

sus responsabilidades ambientales tales como: identificar y gestionar los impactos

en el medio ambiente; llevar a cabo la auditoría ambiental; medir su

comportamiento ambiental; hacer creíble la publicidad para sus productos; analizar

el ciclo de vida de sus productos y procesos, y transmitir información ambiental

a sus empleados y al público en general. Además la norma ISO 14001, ayudará a

las organizaciones a tratar sistemáticamente asuntos ambientales, con el fin de

mejorar el comportamiento ambiental y las oportunidades de beneficio económico.

III. CUMPLIMIENTO DE LA NORMATIVIDAD INDUSTRIAL

Para estimular, vigilar y asegurar el cumplimiento de la ley por parte de la

Industria, el Ministerio del Ambiente lleva a cabo dos programas fundamentales:

el Programa de Verificación de las Fuentes de Contaminación de Jurisdicción

Federal y el de Auditorías Ambientales Voluntarias.

20

estrategia basada en la imposición de “castigos ejemplares”, contra la opinión

generalizada de que el éxito de las funciones de control se mide por el número de

clausuras definitivas de empresas. Así, por ejemplo, en el caso de un predio

contaminado con residuos peligrosos cuyo propietario se declare dispuesto a

invertir en la restauración y a regularizar su situación legal, resulta preferible

acordar condiciones y plazos para asegurar dicha acción y vigilar estrictamente su

cumplimiento, sin perjuicio de la sanción administrativa a la que se haga acreedor

el infractor. La alternativa exclusivamente persecutoria, en cambio, conlleva a un

proceso judicial de resultados inciertos en términos ambientales.

3.0 Requisitos del Sistema de Gestión Ambiental

La Sección 4 de la ISO 14 001, contiene todos los requisitos que debe cumplir,

como en la ISO 9001, la palabra «debe» quiere decir que se tiene que tomar esta

medida.

Se debe tener un sistema de gestión ambiental bien documentado del que se

pueda demostrar ante un auditor que es efectivo y que cumple con las regulaciones.

3.1 Requisitos Generales La implementación de un sistema de gestión ambiental especificado en esta

Norma Internacional pretende dar como resultado la mejora del desempeño

ambiental. Por lo tanto, esta Norma se basa en la premisa de que la organización

revisará y evaluará periódicamente su sistema de gestión ambiental para identificar

oportunidades de mejora y su implementación. El ritmo de avance, extensión y

duración de este proceso de mejora continua se determinan por la organización a

la vista de circunstancias económicas y otras circunstancias. Las mejoras en su

sistema de gestión ambiental están previstas para que den como resultado mejoras

adicionales en el desempeño ambiental.

La organización debe establecer, documentar, implementar, mantener y mejorar

continuamente un sistema de gestión ambiental de acuerdo con los requisitos de

esta norma, y determinar cómo cumplirá estos requisitos.

Esta Norma Internacional requiere que la organización:

a) Establezca una política ambiental apropiada.

b) Identifique los aspectos ambientales que surjan de las actividades, productos y

servicios, pasados, existentes o planificados de la organización, y determine los

impactos ambientales significativos.

c) Identifique los requisitos legales aplicables y otros requisitos que la organización

suscriba.

21

e) Establezca una estructura y uno o varios programas para implementar la

política y alcanzar los objetivos y metas.

f) Facilite la planificación, el control, el seguimiento, las acciones correctivas y

preventivas, las actividades de auditoría y revisión, para asegurarse de que la

política se cumple y que el sistema de gestión ambiental sigue siendo apropiado.

g) Tenga capacidad de adaptación a circunstancias cambiantes.

Una organización sin un sistema de gestión ambiental debería inicialmente

establecer su posición actual con relación al medio ambiente, por medio de una

evaluación. El propósito de esta evaluación debería ser considerar todos los

aspectos ambientales de la organización como base para establecer el sistema de

gestión ambiental.

La evaluación debería cubrir cuatro áreas clave: La identificación de los aspectos ambientales, incluidos aquellos asociados

con la operación en condiciones normales, condiciones anormales incluyendo

arranque y parada, y situaciones de emergencia y accidentes.

La identificación de requisitos legales aplicables y otros requisitos que la

organización suscriba.

Un examen de todas las prácticas y procedimientos de gestión ambiental

existentes, incluidos los asociados con las actividades de compras y

contratación.

Una evaluación de las situaciones previas de emergencia y accidentes previos.

Las herramientas y métodos para llevar a cabo la evaluación podrían incluir el uso

de listas de verificación, realizar entrevistas, inspecciones y mediciones directas,

resultados de auditorías anteriores o de otras revisiones, dependiendo de la

naturaleza de las actividades.

Una organización posee la libertad y flexibilidad para definir sus límites y puede

elegir implementar esta Norma en toda la organización o en unidades operativas

específicas de ésta.

Debe definir y documentar el alcance de su sistema de gestión ambiental. La

definición del alcance tiene como fin aclarar los límites de la organización dentro

de los cuales se aplicará el sistema de gestión ambiental, especialmente si la

organización es parte de otra más grande en un lugar dado. Una vez que se haya

definido el alcance, todas las actividades, productos y servicios de la organización

que se encuentren dentro de ese alcance se deben incluir en el sistema de

22

gestión ambiental. Cuando se establezca el alcance, se debería observar que la

credibilidad del sistema de gestión ambiental dependerá de la selección de los

límites de la organización.

Si una parte de una organización está excluida del alcance de su sistema de

gestión ambiental, la organización debería poder explicar esta exclusión. Si esta

Norma es implementada para una unidad operativa específica, se pueden usar las

políticas y procedimientos desarrollados por otras partes de la organización para

cumplir los requisitos de esta Norma, siempre y cuando sean aplicables a la

unidad operativa específica.

3.2 Política Ambiental

La política ambiental es la que impulsa la implementación y la mejora del sistema

de gestión ambiental de una organización, de tal forma que puede mantener y

potencialmente mejorar su desempeño ambiental. Esta política debería reflejar el

compromiso de la alta dirección de cumplir con los requisitos legales aplicables y

otros requisitos, de prevenir la contaminación, y de mejorar continuamente.

La política ambiental constituye la base sobre la cual la organización establece sus

objetivos y metas, y debería ser lo suficientemente clara de manera que pueda ser

entendida por las partes interesadas tanto internas como externas, y se debería

evaluar y revisar de forma periódica para reflejar los cambios en las condiciones

y en la información.

Su área de aplicación (es decir, su alcance) debería ser claramente identificable y

debería reflejar la naturaleza única, la escala y los impactos ambientales de las

actividades, productos y servicios que se encuentran dentro del alcance definido

del sistema de gestión ambiental.

La alta dirección debe definir la política ambiental de la organización y asegurarse

de que, dentro del alcance definido de su sistema de gestión ambiental, ésta:

a) Es apropiada a la naturaleza, magnitud e impactos ambientales de sus

actividades, productos y servicios.

b) Incluye un compromiso de mejora continua y prevención de la contaminación.

c) Incluye un compromiso de cumplir con los requisitos legales aplicables y con

otros requisitos que la organización suscriba, relacionados con sus aspectos

ambientales.

d) Proporciona el marco de referencia para establecer y revisar los objetivos y las

metas ambientales.

23

e) Se documenta, implementa y mantiene.

f) Se comunica a todas las personas que trabajan para la organización o en

nombre de ella.

g) Está a disposición del público.

Su política ambiental debe estar en consonancia con el tamaño y la naturaleza de

su compañía y con el impacto que tenga en el medio ambiente. Debe afirmar que

la mejora continua es uno de sus objetivos estratégicos. Debe decir, que cumple

con todas las regulaciones relevantes. Debe definir cómo y cuándo revisará

su sistema, incluyendo las metas y objetivos que haya definido. Todos los

empleados deben estar informados de su política, y tiene que estar a disposición

del público.

La dirección de la empresa debe preparar y comunicar por escrito su política

relativa a las cuestiones ambientales; es algo que afecta a su entorno inmediato

(por ejemplo ruido, calidad de vida en el trabajo, descarga, declive, desecho de

productos, estética del barrio, etcétera). Asimismo, debe incluir los impactos que

haya descubierto en el análisis del ciclo de vida de su producto o servicio.

La política ambiental debería comunicarse a todas las personas que trabajan para

la organización o en nombre de ésta, incluyendo contratistas que trabajen en las

instalaciones de la organización. Las comunicaciones a los contratistas pueden

tener una forma diferente a la declaración de la política propiamente dicha,

como por ejemplo reglamentos, directivas, procedimientos, y pueden, por lo tanto,

incluir solamente las secciones pertinentes de la política.

La alta dirección de la organización debería definir y documentar su política

ambiental dentro del contexto de la política ambiental de cualquier organismo

corporativo más amplio del cual sea parte y con el respaldo de dicho organismo.

La alta dirección puede estar constituida por una persona o por un grupo que

dirijan y controlen la organización al más alto nivel.

Ejemplo

Una gran corporación con muchas instalaciones, que tiene que hacer frente a

muchas regulaciones y a muchos requisitos de los consumidores, ha redactado su

declaración política ambiental.

La corporación X reconoce que es responsable de controlar, preservar y mejorar

el medio ambiente que controla. La administración del medio ambiente es una

24

política estratégica fundamental para la corporación X. Por lo tanto, cada división

de esta corporación debe tener definido un comité de dirección con carácter

permanente que regularmente planifique, controle y coordine un sistema de

gestión ambiental.

La principal finalidad de dicho sistema será la prevención de la contaminación, el

cumplimiento de todas las regulaciones relevantes y la satisfacción de los

requisitos de los clientes relacionados con las cuestiones ambientales. Estos

comités definirán objetivos y proyectos cuantificables con respecto a su política

ambiental. Cada sistema de gestión ambiental se comprometerá con el principio

de mejora continua. Todas las finalidades, proyectos, objetivos y el sistema de

gestión ambiental serán completamente revisados por la dirección ejecutiva de la

corporación por lo menos una vez al año.

Como puede ver, a partir de esta declaración se han cumplido casi todos los

requisitos con respecto al medio ambiente a los que debe atenerse la política

global de una compañía. Además, la declaración define específicamente la

importancia estratégica de un sistema de gestión ambiental. De la dirección de la

empresa dependerá asegurarse de que la política de la compañía es comunicada

y comprendida por todos los empleados. Los directores también tienen que poner

esta política a disposición del público. Ello se puede hacer de diferentes maneras

como, por ejemplo, incluyendo la política en todos los folletos de la compañía.

3.3 Planificación

La planificación empieza definiendo si la compañía puede controlar o influir en los

resultados de sus operaciones, productos y servicios. La dirección de la empresa

debe identificar cuáles de esos puntos de control tienen un impacto significativo

en el medio ambiente.

Una manera de ayudar en esta fase de la planificación es preparar una lista

actualizada de todas las regulaciones y requisitos ambientales que afectan a la

compañía. En esa lista también deberá incluirse los requisitos de los clientes que

tengan algo que ver con el medio ambiente.

Ejemplo

En EE UU, algunos de los apartados de la ley del derecho a estar informado dicen

que su compañía debe hacer llegar la información relativa al uso de los productos

químicos peligrosos a entidades como el cuerpo local de bomberos (para

planificar un plan de emergencia) y a las entidades de protección del medio

25

ambiente. Asimismo, el cliente también le puede exigir que diseñe sus productos

de tal modo que aproveche al máximo las posibilidades de ser reciclados.

Ambos requisitos deberán ser incluidos en su lista de puntos de control ambiental.

La obtención de esta información no siempre es fácil, pero alguien tiene que

determinar qué requisitos se refieren a cuestiones ambientales. Además, debe

informarse acerca de las regulaciones ambientales que afectan a las actividades,

productos y servicios de su compañía. Se recomienda mantener contacto asiduo

con todas las entidades reguladoras locales y estatales.

Al utilizar esta información, se empezará a definir las metas y objetivos. Se utiliza

también para preparar los planes ambientales. Estos planes se parecerán a los

planes de control de calidad requeridos por la ISO 9 000. Los objetivos tienen que

poder medirse fácilmente; además, tiene que considerar qué impactos de su

compañía pueden ser controlados económicamente. Asimismo, ha de tener en

cuenta las consideraciones de otras partes externas implicadas y al mismo

tiempo, tiene que respetar su política ambiental original.

Los planes ambientales deben designar cargos específicos que se responsabilicen

del cumplimiento de los propósitos y objetivos definidos, también deben incluir

los plazos relativos a su cumplimiento e incluirán una breve descripción de las

medidas que se vayan a tomar para conseguirlo. Se espera que en la fase de

planificación de su sistema de gestión ambiental incluya nuevos proyectos,

productos y procesos.

La junta directiva, debe tener siempre al día toda la información y los planes

ambientales. En muchos casos, el equipo directivo formará un comité de

planificación ambiental. Dicho comité deberá informar directamente a la junta

directiva de la empresa. Debe incluir a los directores de cada uno de los

departamentos de su compañía.

3.3.1 Aspectos Ambientales

Según la Norma, la organización debe establecer, implementar y mantener uno o

varios procedimientos para:

a) Identificar los aspectos ambientales de sus actividades, productos y servicios

que pueda controlar y aquellos sobre los que pueda influir dentro del alcance

definido del sistema de gestión ambiental, teniendo en cuenta los desarrollos

26

nuevos o planificados, o las actividades, productos y servicios nuevos o

modificados.

b) Determinar aquellos aspectos que tienen o pueden tener impactos significativos

sobre el medio ambiente (aspectos ambientales significativos).

Este apartado proporciona un proceso para que una organización identifique los

aspectos ambientales y para que determine los que son significativos y deberían

atenderse como prioritarios por el sistema de gestión ambiental de la

organización.

Una organización debería identificar los aspectos ambientales dentro del alcance

de su sistema de gestión ambiental, teniendo en cuenta los elementos de entrada

y los resultados (previstos o no) asociados a sus actividades actuales o pasadas

pertinentes, a los productos y servicios, a los desarrollos nuevos o planificados, o

a las actividades, productos y servicios nuevos o modificados. Este proceso

debería considerar las condiciones de operación normales y anormales,

condiciones de parada y de arranque, al igual que cualquier situación

razonablemente previsible de emergencia.

Las organizaciones no tienen que considerar cada entrada de producto,

componente o materia prima de manera individual. Pueden seleccionar categorías

de actividades, productos y servicios para identificar sus aspectos ambientales.

Aunque no hay un solo enfoque para identificar aspectos ambientales, el enfoque

seleccionado podría considerar, por ejemplo:

a) Emisiones a la atmósfera

b) Vertidos al agua

c) Descargas al suelo

d) Uso de materias primas y recursos naturales

e) Uso de energía

f) Energía emitida, por ejemplo, calor, radiación, vibración

g) Residuos y subproductos

h) Propiedades físicas, por ejemplo, tamaño, forma, color, apariencia.

Además de aquellos aspectos ambientales que una organización puede controlar

directamente, una organización debería considerar los aspectos en los que

puede influir, por ejemplo: aquellos relacionados con bienes y servicios usados

por la organización y con los productos y servicios que suministra. Sin embargo,

27

en todas las circunstancias, es la organización la que determina el grado de

control y también los aspectos sobre los que puede tener influencia.

Se deberían considerar los aspectos generados por las actividades, los productos y

servicios de la organización, tales como:

Diseño y desarrollo.

Procesos de fabricación.

Embalaje y medios de transporte.

Desempeño ambiental y prácticas de contratistas, y proveedores.

Gestión de residuos.

Extracción y distribución de materias primas y recursos naturales.

Distribución, uso y fin de la vida útil de los productos.

Los asociados con la flora y fauna y la biodiversidad.

El control e influencia sobre los aspectos ambientales de los productos

suministrados a una organización pueden variar significativamente, dependiendo

de la situación del mercado, de la organización y de sus proveedores. Una

organización que es responsable del diseño de su producto puede influir

significativamente en estos aspectos, por ejemplo, cambiando un solo material de

entrada, mientras que una organización que necesita suministrar de acuerdo con

especificaciones de producto determinadas externamente puede tener pocas

opciones para elegir.

Respecto a los productos suministrados, se reconoce que las organizaciones

pueden tener control limitado sobre el uso y disposición final de sus productos, por

ejemplo por parte de los usuarios, pero de ser posible puede considerar poner en

conocimiento de estos usuarios los mecanismos apropiados de gestión y disposición

final, a fin de ejercer influencia.

Los cambios en el medio ambiente, ya sean adversos o beneficiosos, que son el

resultado total o parcial de aspectos ambientales se denominan impactos

ambientales. La relación entre los aspectos ambientales y sus impactos es de

causa y efecto. En algunos lugares, la herencia cultural puede ser un elemento

importante del entorno en el que la organización opera y por lo tanto debería

tenerse en cuenta para entender sus impactos ambientales.

Puesto que una organización podría tener muchos aspectos ambientales e

impactos asociados, debería establecer los criterios y un método para determinar

los que considera significativos. No hay un único método para la determinación de

28

los aspectos ambientales significativos. Sin embargo, el método usado

debería dar resultados coherentes e incluir el establecimiento y aplicación de

criterios de evaluación, tales como los relacionados con temas ambientales,

problemas legales e inquietudes de las partes interesadas, externas e internas.

Cuando se genera información relacionada con aspectos ambientales significativos,

la organización debería considerar la necesidad de conservar la información

con propósitos históricos, al igual que usarla en el diseño e implementación de

su sistema de gestión ambiental.

El proceso de identificación y evaluación de los aspectos ambientales debería

tener en cuenta la localización de las actividades, el costo y tiempo que se

requiere para emprender el análisis, y la disponibilidad de datos fiables.

La identificación de aspectos ambientales no requiere una evaluación detallada

del ciclo de vida. La información generada con propósitos reglamentarios u otros se

pueden usar en este proceso. Este proceso de identificación y evaluación de

aspectos ambientales no pretende cambiar ni aumentar las obligaciones legales

de una organización.

La organización debe documentar esta información y mantenerla actualizada y

asegurarse de que los aspectos ambientales significativos se tengan en cuenta en

el establecimiento, implementación y mantenimiento de su sistema de gestión

ambiental.

3.3.2 Requisitos Legales y Otros Requisitos

Según la Norma, la organización debe establecer, implementar y mantener uno o

varios procedimientos para:

a) Identificar y tener acceso a los requisitos legales aplicables y otros requisitos

que la organización suscriba relacionados con sus aspectos ambientales.

b) Determinar cómo se aplican estos requisitos a sus aspectos ambientales.

La organización necesita identificar los requisitos legales que son aplicables a sus

aspectos ambientales. Estos pueden incluir:

a) Requisitos legales nacionales e internacionales

b) Requisitos legales estatales/provinciales/departamentales

c) Requisitos legales gubernamentales locales

29

Ejemplos de otros requisitos a los que una organización puede estar suscrita

incluyen, si es aplicable:

Acuerdos con autoridades públicas.

Acuerdos con clientes.

Directrices no reglamentarias.

Principios o códigos de práctica voluntarios.

Etiquetado ambiental voluntario o responsabilidad extendida sobre el producto.

Requisitos de asociaciones comerciales.

Acuerdos con grupos de la comunidad u organizaciones no gubernamentales.

Compromisos públicos de la organización o de su organización matriz.

Requisitos corporativos/de la compañía.

La determinación de cómo aplican los requisitos legales y otros requisitos a los

aspectos ambientales usualmente se hace en el proceso de identificación de

estos requisitos. Sin embargo, puede no ser necesario contar con un procedimiento

adicional para hacer esta determinación.

Se debe asegurar de que estos requisitos legales aplicables y otros requisitos que

la organización suscriba se tengan en cuenta en el establecimiento,

implementación y mantenimiento de su sistema de gestión ambiental.

3.3.3 Objetivos, Metas y Programas

La organización debe establecer, implementar y mantener uno o varios

programas para alcanzar sus objetivos y metas. Estos programas deben incluir:

a) La asignación de responsabilidades para lograr los objetivos y metas en las

funciones y niveles pertinentes de la organización.

b) Los medios y plazos para lograrlos.

Los objetivos y metas deberían ser específicos y medibles cuando sea

factible. Estos deberían abarcar temas a corto y a largo plazo, y deben ser

coherentes con la política ambiental, incluidos los compromisos de prevención de

la contaminación, el cumplimiento con los requisitos legales aplicables y otros

requisitos que la organización suscriba, y con la mejora continua.

Cuando una organización establece y revisa sus objetivos y metas, debe tener

en cuenta los requisitos legales y otros requisitos que la organización

30

suscriba, y sus aspectos ambientales significativos. Además, debe considerar sus

opciones tecnológicas y sus requisitos financieros, operacionales y comerciales,

así como las opiniones de las partes interesadas. Cuando una organización

considere sus opciones tecnológicas, debería considerar el uso de las mejores

técnicas disponibles cuando sea económicamente viable, eficiente desde el

punto de vista de los costos, y se juzgue apropiada. La referencia a los

requisitos financieros de la organización no significa que las organizaciones

estén obligadas a emplear metodologías para la contabilidad de costos

ambientales.

La creación y el uso de uno o más programas son importantes para el éxito de la

implementación de un sistema de gestión ambiental. Cada programa debería

describir cómo se lograrán los objetivos y metas de la organización, incluida su

planificación en el tiempo, los recursos necesarios y el personal responsable de la

implementación de los programas. Estos programas se pueden subdividir con el

fin de abordar elementos específicos de las operaciones de la organización.

El programa debería incluir, consideraciones sobre las etapas de planificación,

diseño, producción, comercialización y disposición final. Esto puede llevarse a

cabo para las actividades, productos o servicios actuales como para los nuevos.

En el caso de los productos, puede tratar el diseño, los materiales, los

procesos de producción, la utilización y la disposición final. Para las

instalaciones o modificaciones significativas de los procesos, puede tratar sobre

la planificación, el diseño, la construcción, la puesta en servicio, el

funcionamiento y, en el momento apropiado que determine la organización, el

cese de la actividad.

La organización debe establecer, implementar y mantener objetivos y metas

ambientales documentados, en los niveles y funciones pertinentes dentro de la

organización.

3.4 Implementación y Operación

Al igual que con la ISO 9 000, deberá definir líneas de responsabilidad y

después dotarles con los recursos y el personal necesarios para cumplir con su

trabajo. Asimismo, deberá nombrar a un responsable como coordinador oficial

del sistema de gestión ambiental. Este coordinador es responsable de la

implementación y de la revisión regular del sistema de gestión ambiental, así

como de la información a la dirección de la empresa. Todo ello ha de estar

documentado.

31

Todos los empleados que puedan tener un impacto significativo en el medio

ambiente tienen que estar debidamente formados para cumplir con determinados

niveles de preparación y conocimientos. Esto es similar al requisito de formación

de la ISO 9 000. Además, debe informar a sus empleados en relación a:

La importancia de cumplir las políticas y procedimientos ambientales.

El tipo de impacto que tiene su compañía.

Quién es el responsable de controlar dichos impactos.

Los posibles costes del no cumplimiento.

Por lo tanto, cualquier empleado cuya posición pueda afectar potencialmente al

medio ambiente o bien que tenga una posición crítica en su sistema de gestión

ambiental, debe ser competente. La competencia se considera como la

combinación adecuada de la educación, la formación y la experiencia. El

responsable determinará esta combinación y quién la documentará mediante un

plan de formación y las descripciones de los puestos de trabajo.

Internamente, debe definir y mantener un método de procedimiento para la

comunicación de todas las cuestiones relativas al medio ambiente. Dicha

comunicación tomará una o dos formas:

La primera será la comunicación entre funciones y niveles dentro de su

compañía.

La segunda será la comunicación recibida de los clientes, reguladores, y otras

partes externas interesadas.

Dichas comunicaciones deberán seguir un procedimiento estándar para su

recepción, documentación y respuesta. Externamente, la dirección debe decidir

cómo comunicar la información relativa a los aspectos ambientales SIG de su

compañía. Ello también se puede incluir dentro del procedimiento de comunicación

interna.

El control y la mejora de cada objetivo y propósito se asignan a un responsable

específico. Se fijarán unos plazos de tiempo. A medida que se adopten

nuevos proyectos o métodos de producción, habrá que modificar o ampliar

el plan del sistema de gestión ambiental para dar cabida a todas las

innovaciones.

32

Debe incluir una descripción de su sistema de gestión ambiental y de la

interacción entre las personas más importantes, lo que puede realizarse en un

Manual Ambiental. También puede sustituir alguna documentación por cuadros de

referencia que indiquen dónde se encuentra la documentación relativa a la

descripción de su sistema de gestión ambiental.

Naturalmente, el control de documentos juega un papel fundamental en su

sistema de gestión ambiental. Hay que tener un procedimiento por escrito.

En cuanto al control de documentos, la ISO 14 001 exige lo siguiente:

Debe poder accederse fácilmente a todos los documentos controlados.

Deben autorizarse todos los documentos controlados antes de ser emitidos.

Todos los documentos controlados se revisan periódicamente y además,

siempre que es necesario todas las revisiones de un documento están

disponibles en su lugar correspondiente.

Los documentos atrasados son retirados.

Los documentos atrasados conservados como referencia o por motivos

legales están visiblemente marcados como en desuso.

Todos los documentos controlados deben ser legibles, estar fechados, estar

identificados para el nivel de revisión, claramente descritos y guardados

ordenadamente.

Todos los documentos controlados y los datos se conservan durante un

tiempo determinado.

Según los requisitos de control operativo contenidos en la ISO 14 001, para las

operaciones cotidianas se ha de desarrollar un plan de control ambiental.

Utilizará un gráfico de flujo de su proceso para identificar los puntos en los que

sea preciso aplicar el control ambiental. Estos puntos son situaciones en las que

la ausencia de procedimientos o de instrucciones de trabajo podrían provocar la

desviación de sus objetivos, proyectos y/o de su política ambiental.

Cada uno de estos puntos debería contenerse en el plan junto con los criterios que

se deberían cumplir y la forma en la que debería reaccionarse de no cumplirse

éstos. Además, deberá incluir el modo en el que va a comunicar sus requisitos a los

proveedores y contratistas.

33

Su plan de operaciones ambiental tendrá en cuenta los criterios operativos

utilizados en sus procedimientos. Asimismo, recogerá la aplicación y el

mantenimiento de procedimientos específicos relacionados con las cuestiones

ambientales identificadas en sus procesos, productos y servicios.

Exclusiva de la ISO 14 001 es la necesidad de un procedimiento para cubrir

emergencias. Si una compañía sufre un vertido o un impacto accidental, ¿Cómo

podrá prever dañar al medio ambiente en el futuro, al mismo tiempo que corrige la

situación?

Después de que sucede un accidente o que se supera una emergencia, la

dirección de la empresa debe revisar lo ocurrido y decidir cómo prevenir que

suceda de nuevo y determinar si el procedimiento debería o no cambiarse.

Otro requisito interesante respecto a la preparación y la respuesta ante

situaciones de emergencia es la aplicación de tests anuales sobre su

procedimiento de respuesta ante emergencias, lo cual podría implicar

simulaciones y otros ejercicios similares.

IV. SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL

Podemos decir con todo convencimiento que todas las empresas, en función de

su actividad, tienen una re-percusión ambiental. Por ello, cada día se hace más

necesario que estas empresas asuman la responsabilidad que les corresponde en

la protección del medio ambiente, sin que ello afecte a su competitividad o a su

rendimiento productivo.

Se define Sistema de Gestión Ambiental como aquella parte del sistema

general de gestión que comprende la estructura organizativa, las responsabilidades,

las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para elaborar,

aplicar, revisar y mantener la política ambiental de la empresa.

Por lo tanto, vemos que la implantación de un sistema de gestión ambiental

implica la realización de las siguientes acciones y etapas:

34

Figura 1. Acciones y etapas en la implantación de un SGA

Un Sistema de Gestión Ambiental (Environmental Management System – EMS) es

parte de una estructura global de gerencia incluyendo la estructura organizacional,

actividades de planeación, responsabilidades, prácticas, procedimientos y los

recursos para el desarrollo, la implementación, la revisión y el mantenimiento de

las políticas ambientales.

¿Por qué implantar los SGA?

Los Sistemas de Gestión Ambiental permiten a la empresa de forma inmediata:

Establecer una Política Ambiental adaptada a sus necesidades y problemas

específicos.

Esta política marca los objetivos generales y principios de acción de la

empresa respecto al medio ambiente, incluido el cumplimiento de todos los

requisitos normativos legales correspondientes al medio ambiente.

Identificar los aspectos ambientales que resultan de sus actividades, productos o

servicios existentes, pasados o planificados para el futuro, con la finalidad de

determinar los impactos ambientales significativos.

Los impactos ambientales son todas aquellas modificaciones del medio

ambiente, negativas o positivas, totales o parciales, que resultan de las

actividades, productos o servicios de una empresa que interactúan con el

medio ambiente.

Identificar las exigencias de orden legal y reglamentario aplicables a la

empresa.

35

De esta forma se reduce la probabilidad de recibir sanciones por incumplimiento

de la normativa ambiental y, por tanto, los costes que de ello se derivan.

Identificar las prioridades y fijar los objetivos ambientales apropiados para la

empresa.

De esta forma conocemos los propósitos ambientales concretos, ex-presados

en términos de eficacia ambiental, que una empresa se plantea conseguir

como resultado de la política ambiental.

Facilitar las actividades de planificación, control, vigilancia, corrección, auditoría y

revisión para asegurar al mismo tiempo que la política ambiental se aplica y

que el Sistema de Gestión sigue siendo adecuado.

Ser capaz de adaptarse al cambio de las circunstancias.

Pero más allá de estas ventajas in-mediatas de los SGA, las empresas buscan

otros resultados, o actúan motivadas por otras razones de fondo. Estas

razones pueden ser muy diversas:

La seguridad entendida como reducción del riesgo de accidentes, de

interrupciones indeseadas, de sanciones o expedientes legales, de conflictos

con las Administraciones Públicas, los vecinos o los consumidores. La Política

Ambiental se configura como una parte más de la política integral de seguridad

de la empresa.

La Calidad global de los productos, servicios y procesos tiende a incorporar la

gestión ambiental como un componente más. Como las empresas necesitan

un alto nivel de calidad global para competir, les interesa incorporar la Calidad

ambiental.

El ahorro en el consumo energético o de materias primas durante el proceso

productivo.

El mercado, con la finalidad de captar nuevos clientes, mantener los actuales o

completar la oferta de productos en el mercado, en la medida que la variable

ambiental sea importante en la decisión de la compra.

La imagen, mejorando la buena imagen de la empresa de cara al exterior y a

las Administraciones públicas.

La implantación de un SGA tiene un efecto muy positivo en la imagen

corporativa de la empresa, por lo que podemos utilizarla como una herramienta

más de marketing.

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La producción, mejorando los procesos pro-ductivos, asegurando la óptima

utilización de materias primas y haciendo más eficiente el consumo energético.

La implantación del SGA supondrá una revisión de todos los procesos

productivos de la empresa realizando, si son necesarios, los correspondientes

cambios que comporten disminuciones en el consumo de agua, energía y

materias primas o minimicen la producción de residuos y/o emisiones, lo cual

comportará una optimización de los costes de producción en general.

La financiación consiguiendo mediante un buen historial medio-ambiental

ventajas en la negociación de créditos bancarios, aumentar la cotización en

bolsa u obtener ayudas públicas.

El futuro y la permanencia de la empresa anticipándose a las exigencias de la

administración y de los clientes como arma para subsistir y competir.

En la figura 2 se muestran de forma mucho más generalizada las motivaciones

que llevan a las empresas a implantar un SGA.

Figura 2. Motivaciones para la implantación de un SGA

La implantación de un SGA permite establecer un compromiso de mejora continua

de la actuación ambiental al ritmo más adecuado para cada empresa. A medida

que los procesos de producción sean más eficientes, los costos se reducirán y el

medio ambiente se beneficiará.

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Figura 3. La Mejora Continua

MEJORA CONTINUA

POLÍTICA AMBIENTAL

PLANIFICACIÓN

REVISIÓN POR LA

DIRECCIÓN Y MEJORA

IMPLEMENTACIÓN Y

OPERACIÓN

VERIFICACIÓN Y ACCIONES

CORRECTIVAS

No obstante, para que un sistema de gestión ambiental sea eficaz, es necesaria la

implicación de todo el personal de la empresa, desde el jefe hasta el último

operario. Si no es así, la implantación no dará los resultados esperados.

La mejora continua se convierte en el objetivo permanente del sistema para

incrementar la probabilidad de aumentar la satisfacción de los clientes y de otras

partes interesadas.

La mejora continua no se da por sí sola, es todo un trabajo que puede ser el

comienzo de un gran cambio y que involucra a todos los miembros de la

organización. Una vez cumplida esta parte, se realizan las auditorías por parte de

la Empresa Certificadora.

A modo de resumen diremos que la implantación de un SGA representa la

sustitución de soluciones costosas de última hora para la protección del medio

ambiente por unos procedimientos integrados que conducen a una protección

preventiva del medio ambiente, al mismo tiempo que comportan un mayor

rendimiento de la actividad y un aumento de la competitividad.

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Por lo tanto, la implantación de un SGA ayuda a realizar mejoras en los siguientes

apartados:

a) Los procesos de fabricación.

b) Los tipos y cantidades de materias primas empleadas.

c) El conocimiento de los efectos que tienen las actividades sobre el me-dio.

d) La comunicación tanto interna como externa.

e) Otros.

En teoría podemos decir que cualquier empresa, independientemente de la

actividad productiva que desempeñe, puede implantar un SGA.

En la realidad antes de proceder a la implantación de un SGA la empresa tiene

que analizar los beneficios que obtendrá de esta implantación y los costes que

puede suponer.

No obstante, el SGA de la Unión Europea se dirige tan solo a aquellas empresas

con actividades industriales relacionadas con la producción de energía eléctrica,

gas, vapor y agua caliente y a actividades de reciclaje y/o tratamiento, destrucción

y eliminación de residuos sólidos o líquidos.

A la hora de implantar un SGA son varios elementos los que se encuentran

implicados en el sistema:

La empresa.

El verificador y/o el certificador.

El organismo competente.

Los grupos interesados.

Es obvio que la empresa es el primer elemento y más importante implicado en la

implantación de un sistema de gestión ambiental. El éxito de esta implantación

depende del compromiso adquirido a todos los niveles y funciones, desde la alta

dirección a los trabajadores.

Una vez implantado el SGA en una empresa, es necesario llevar a cabo

revisiones periódicas a cargo de un cuerpo objetivo, imparcial, independiente,

capacitado y debidamente acreditado. Esta revisión consistirá, a grandes rasgos,

en examinar la política, el programa, el sistema de ges-tión, la evaluación inicial y

la audito-ría interna, a efectos de comprobar que todos ellos se ajustan a la norma

según la cual se ha implantado. Este verificador y/o certificador debe estar

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acreditado por un organismo de acreditación con el fin de poder ejercer sus

funciones garantizando su imparcialidad e independencia.

El organismo competente tiene como función principal garantizar el correcto

funcionamiento y la fiabilidad del SGA. Por otro lado es el organismo competente

el que registra las empresas que implanten los SGA. Este registro es el trámite

que hace oficial la implantación de un SGA en una empresa.

Otro elemento importante en la implantación de los SGA son los grupos

interesados. La aceptación de una empresa por los grupos interesados es

fundamental para su supervivencia. Por ello la comunicación con las partes

interesadas es una parte importante del éxito en la implantación del SGA. En la

tabla 1 se muestran los posibles grupos interesados en la implantación de un SGA

en una empresa.

SECTOR PÚBLICO SECTOR PRIVADO SECTOR CIVIL

Poderes públicos:

- Ejecutivo.

- Legislativo.

- Judicial.

Entidades financieras.

Empresarios.

Inversores.

Accionistas.

Sindicatos.

Trabajadores.

Contratistas.

Compañías aseguradoras.

Clientes.

Competidores.

Proveedores.

- Asociaciones de vecinos.

- ONG y grupos ecologistas.

- Consumidores.

- Medios de comunicación.

- Publicidad en general.

Tabla 1. Posibles grupos interesados en la implantación de un SGA en una empresa.

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Figura 5. Fases de implantación de un SGA

La empresa puede y debe realizar una Pre-auditoría de Certificación que a

manera de ensayo final, permite enmendar todos los errores que el nuevo sistema

de calidad implantado pueda presentar antes de la evaluación formal realizada ya

por la Empresa Certificadora.

Los Auditores de la Empresa Certifica-dora dan su aceptación tras llevar a cabo la

Auditoría Final, en la cual se acepta la certificación o se rechaza, por lo regular se

va a la segura ya que la Pre-auditoría es casi parecida a la Auditoría Final.

V. APLICACIONES A ALGUNOS SECTORES DE LA INDUSTRIA

Se muestra en el archivo adjunto.

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VI. CONCLUSIONES

1. La inserción de la política ambiental para la industria en un marco más

amplio de criterios de sustentabilidad. Ello supone una evolución

institucional que abarca la estructura legal, aspectos tecnológicos y

mejores capacidades administrativas; el mejoramiento de la información

disponible; el reforzamiento de las relaciones con otros sectores

gubernamentales (por ejemplo, autoridades fiscales, de industria y

comercio, etc.) y el reconocimiento en general, de la problemática

ambiental de la industria como parte de los retos del desarrollo.

2. Lo anterior presupone, hacer explícitos los vínculos e incluso los peligros

entre la dinámica comercial, la competitividad industrial y el desempeño

ambiental, potenciando los puntos de convergencia entre ellos.

3. Asimismo, es necesario hacer explícitas las prioridades de la política

Ambiental hacia la industria en términos de salud pública. La emergencia de

una agenda ambiental cada vez más compleja conlleva el riesgo de soslayar

la protección a la salud como el propósito fundamental de la regulación

ambiental de las actividades industriales.

4. Sin duda, todavía es un imperativo la coordinación efectiva entre los órganos

de gobierno para fines regulatorios.

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VII. BIBLIOGRAFIA.

1. Instituto Nacional de Ecología. Gestión Ambiental hacia la Industria.

México. 2000.

2. COMEI S. I. Gestión Ambiental. Colombia. 2002.

3. GESTIOPOLIS. Gestión Ambiental y Sostenibilidad. Colombia. 2008.

4. SILVIA CHARPENTIER Y JESSICA HIDALGO. Las Políticas Ambientales en

el Perú. Edición gráfica: Carlos Valenzuela. 1999.

5. J. GLYNN HENRY. Ingeniería Ambiental. 2002. Edición Prentice. Hall. México

6. Ley marco del sistema nacional de gestión ambiental. Congreso de la

República. Perú. 2004.

7. ANDIA VALENCIA, Walter. Manual de Gestión Ambiental. Perú. 2009. Editor.

Centro de Investigación y Capacitación Empresarial.

8. C. ENKERLIN, Ernesto. Ciencia Ambiental y Desarrollo Sostenible. México.

2001. Editorial Thomson.

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