Gestión del Patrimonio Cultural en Ciudades Patrimonio Mundial " Santiago de Compostela"
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UNIVERSIDAD POLITECNICA DE CARTAGENA
ESCUELA DE ARQUITECTURA E INGENIERÍA DE EDIFICACIÓN
DEPARTAMENTO DE ARQUITECTURA Y TECNOLOGÍA DE LA EDIFICIACIÓN
LA GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL
EN LAS
CIUDADES PATRIMONIO MUNDIAL.
“Santiago de Compostela”
TRABAJO FIN DE MASTER
Presentado por: FRANCISCO JAVIER SOMOZA SUAREZ
Dirigida por: DRA. MARÍA MESTRE MARTÍ
Cotutora: ALICIA CASTILLO MENA
Cartagena, 2013
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LA GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL
EN LAS
CIUDADES PATRIMONIO MUNDIAL.
“Santiago de Compostela”
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“In Memoriam”
A mi padre
A mi hermano
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Non lle poñades chatas â obra namentras non se remata
O que pense que vai mal que traballe néla.
Castelao
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1 - AGRADECIMIENTOS
En primer lugar deseo agradecer a mi Directora del Trabajo Fin de Máster. La Dra.
Arquitecta Dª María Mestre Martí, por la aceptación de la dirección del mismo, su
confianza y ánimo constante, así como los consejos y aportaciones que a lo largo de
este tiempo me ha ido transmitiendo.
De igual modo este estudio ha sido posible gracias a la colaboración, de organismos,
entidades y de las personas que los componen, que han facilitado las tareas de
búsqueda de la información y han mostrado su apoyo al proyecto:
Al Concello de Santiago de Compostela y a su Oficina de la Ciudad Histórica y de
Rehabilitación, ejemplo de una dedicación total, a la mejora de la ciudad vieja de
Santiago y sus habitantes.
Al Consorcio de Santiago y particularmente a su Oficina Técnica, espejo en el que
mirarse y ejemplo a seguir por su profesionalidad y dedicación.
Al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Dirección General de Política
Universitaria. Secretaría de Estado de Educación, Formación profesional y
Universidades por la concesión de una beca para el curso 2012-2013.
Al Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de la
Región de Murcia; por la concesión de una beca para el curso 2012-2013.
Llegar a la cumbre, no es solo el trabajo de una persona, es una labor colectiva, existe
un equipo de apoyo, una ilusión y un proyecto, que se desarrolla a lo largo de los años.
A mis padres, Jesús y Adela de mi padre la vocación hacia la obra, desde el punto de
vista, de un excelente práctico, con un gran respeto hacia los técnicos, de mi madre el
que me inculcara su amor por la lectura.
A mi hermano Jesús Vicente que siempre estuvo en el momento que lo necesité, hasta
el final, escuchando con paciencia las historias increíbles de un soñador.
A mi hijo Javier que sufre con estoica paciencia las exposiciones de mis trabajos y las
explicaciones, a pié de calle, sobre patrimonio cultural.
A mí, admirada y respetada, compañera de máster la arquitecta Raquel Párraga por
su amistad, paciencia, compañía y apoyo en los momentos difíciles pasados durante la
redacción de este trabajo.
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3 – ÍNDICE
1.- Agradecimientos
2.- Índice
3.- Introducción
3.1.- La Ciudad
3.2.- Su protección y conservación
3.3.- Declaración de Patrimonio de la Humanidad
3.4.- Normativa: Nacional, Autonómica y Local
3.5.- Convenciones, recomendaciones y exigencias de la UNESCO
3.6.- Plan Especial de Protección y Rehabilitación del Conjunto Histórico
3.7.- Plan General de Ordenación
3.8.- Plan Estratégico Santiago
4.- Análisis del Centro Histórico de Santiago de Compostela
4.1.- La inserción de la obra nueva en un contexto de alto valor
4.2.- Rehabilitación sostenible
5.- Organismos
5.1.- Real Patronato y su gestor: El Consorcio de Santiago.
5.2.- Oficina Municipal de Conservación y Rehabilitación de la Ciudad Histórica.
5.3.- Otros Organismos
6.- La participación Ciudadana
6.1.- La participación ciudadana en la intervención arquitectónica en el Casco
Histórico de Santiago de Compostela.
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7.- La Obra
7.1.- Intervención urbana
Parque do Bonaval
Plan de Brañas do Sar
Parque de Belbís
Calzada Real do Sar
Accesibilidad del Casco Histórico
7.2.- Nueva planta
Polideportivo de San Clemente
Polideportivo Xoán XXIII
Sede de la SGAE
Museo de Arte Gallego Contemporáneo
Centro Socio-cultural A trisca
Museo de las Peregrinaciones
7.3.- Intervención en el Patrimonio urbano
7.3.1.- Programa de edificios tutelados.
7.3.2.- Energía y medio ambiente para la rehabilitación de la CHSC.
7.4.- Intervención en el Patrimonio Arquitectónico Protegido
Santa María Real do Sar
Mercado de Abastos
Casa do Cabildo
Casa do Deán
Museo de las Peregrinaciones y de Santiago
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7.5.- Afección del paisaje histórico urbano
La Ciudad de la Cultura
Biblioteca Ánxel Casal
La Pasarela al Gaiás
El Teleférico.
Pabellón San Clemente
Edificio multiusos de Brañas do Sar
Edificio del CSIC.
Monte do Gozo.
8.- Conclusiones
8.1.- Valoración crítica de las intervenciones realizadas.
8.2.- Aceptación o rechazo social
8.3.- Pros y contras en la Gestión del Patrimonio Cultural de Santiago de
Compostela después de 25 años de la declaración de Patrimonio Mundial por
La UNESCO.
8.4.- Reflexiones a modo de conclusión.
9.- Siglas
10.- Bibliografía
11.- Citas bibliográficas y documentales
11.1.- Páginas web.
11.2.- Prensa.
11.3.- Varios.
12.- Créditos
12.1.- Fotografías.
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3 – INTRODUCCIÓN
“La ciudad de Compostela está situada entre dos ríos llamados Sar y Sarela. El Sar
se encuentra al oriente entre el Monte do Gozo y la ciudad, y el Sarela al poniente.
Las entradas y puertas de la ciudad son siete. La primera entrada se llama Puerta
Francesa, la segunda, Puerta de la Peña, la tercera, Puerta de Sofrades, la cuarta,
Puerta del Santo Peregrino, la quinta, Puerta Falguera que conduce a Padrón, la
sexta, Puerta sussanis, y la séptima, Puerta Mazarelos, por la que llega el precioso
licor de Baco a la ciudad.”
Códice Calixtino (capítulo IX)
La apariencia real de una ciudad no coincide necesariamente con la percepción que
tienen de ella sus habitantes y visitantes. La capacidad de un núcleo urbano de
proporcionar una imagen unitaria y sintética de sí mismo, que evoque algo importante,
es fundamental (. La ciudad no es solo una realidad objetiva formada por el paisaje, las
funciones urbanas y las características de la población; sino fundamentalmente es un
espacio vivido, valorado y percibido de forma diferente por los individuos, a través de
representaciones mentales y de impresiones individuales y colectivas. La imagen
urbana tiene, de este modo, un carácter simbólico, siendo algo más que un simple
espacio; es ante todo la expresión visible de un sistema de valores del ser humano
unido a sus creencias, ideales y esperanzas. (Amendola, 2000)
Las ciudades ponen todo su empeño en la creación de una imagen de sí misma,
positiva y de calidad, algo común en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Las imágenes determinan el significado y el simbolismo de distintas partes de la
ciudad; y condicionan la actuación de los ciudadanos ante cuestiones concretas. La
imagen, como concepto y condensación del significado que un lugar adquiere en su
progresión, restringe la complejidad del mundo real y la ordena sirviéndose de
determinados conceptos simbólicos. Es, por lo tanto, marco de compresión y de
referencia, un sistema de valores que determina los modelos de conducta y de
comportamiento de las personas. (Estébanez Álvarez, 2004)
La imagen pública está compartida por un gran número de individuos a los cuales
denominamos público. La imagen de la ciudad es utilizada por las instituciones y
organismos públicos y privados para desarrollar las estrategias concretas de
promoción, realzar algunos aspectos de su patrimonio y contrarrestar lecturas
negativas de la realidad urbana. (Escudero Gómez, 2013) (Gil de Arriba, 1994)
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3.1.- La Ciudad
Presentación
La ciudad de Santiago de Compostela tiene su origen en un hecho religioso. Este
corresponde al descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago el Mayor, en la zona
donde hoy se emplaza la ciudad patrimonial. Más allá de la veracidad de este hecho,
discutida hasta la actualidad, debemos entender que a partir de esto, la ciudad obtiene
su sentido y su reconocimiento.
Compostela se sitúa en un promontorio, rodeado por los ríos Sar y Sarela; y por las
colinas de Almáciga, Belvís y Santa Susana. Posee una situación estratégica en el
territorio. Por un lado, respecto de las ciudades gallegas más importantes; por otro,
respecto de zonas geográficas, como son el interior gallego, la zona costera ( Rías
Altas y Baíxas) y finalmente en la zona de encuentro entre los paisajes del norte y del
sur de Galicia.
El centro histórico, La Almendra, de la ciudad compostelana, corresponde a una
ciudad medieval, emplazada sobre un promontorio. Sus principales calles se disponen
de forma paralela, siguiendo los puntos más altos de su geografía. Las manzanas, se
establecen de modo alargado, dando el lado más alargado a la calle principal. Siendo
las calles transversales, vías secundarias y de servicio.
En la actualidad Compostela es la Capital de la Comunidad Autónoma Gallega.
Reconocida como ciudad de servicios, con una presencia universitaria notable y
significativa. La condición de ciudad de servicios y universitaria, se refleja en las
actividades, extra docentes y con marcado sentido cultural, que se manifiestan en la
ciudad. Del mismo modo, surge una incesante y a la vez creciente actividad, referida a
la elección de la misma como centro de reuniones. Habiendo sido esta realzada, con la
mejora y el crecimiento de las comunicaciones con la ciudad, así como de la capacidad
de acogida, de los que llegan a la misma.
Desarrollo histórico
Compostela se encuentra situada, sobre el cruce de vías romanas; donde la que se
dirigía desde Braga a Padrón, divergía hacia Lugo. Estimándose la existencia de un
castro galo anterior al romano, que adquirió alguna notoriedad en su tiempo. Los
estudios, sitúan el castro, en las zonas más altas de la ciudad patrimonial, En el actual
sector monumental las excavaciones en zonas de enterramientos nos confirman su
existencia. No se ha comprobado una continuidad entre el asentamiento romano, y el
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EL RECINTO AMURALLADO Y SU TRAZADO
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emplazamiento y trazas de la ciudad patrimonial. Debido a un proceso de abandono,
que padeció toda la región, en torno al siglo VIII.
El recinto histórico de Compostela, se basa en el hecho sagrado del descubrimiento del
sepulcro del apóstol Santiago el Mayor. Validado, a partir del reconocimiento del
mismo por las autoridades religiosas de la época. El descubrimiento se produce en el
bosque de Libredón, que se ubicaba entre los montes que rodean al emplazamiento
actual de la ciudad patrimonial. Los montes son los de Almáciga, Belbís y Santa
Susana.
Sobre la base del descubrimiento, se funda la actual ciudad, y adquiere el sentido de
lugar de peregrinación y culto. Aproximadamente en la primera decena del siglo IX,
reconocido y validado por el Obispo Teodomiro de Iria. Instalándose el “locus Sancti
Iacobi” como un espacio sagrado. Siendo acompañado el reconocimiento religioso,
por el consentimiento de la corona asturiana. Sellando el lugar, como centro y destino
del peregrinaje de la cristiandad.
“Poseía forma de óvalo con unos ejes de 220 metros en dirección este-oeste y 130
metros en dirección norte sur…se dispone en posición tangente a los caminos que
surcan el lugar por tres de sus lados.” (Alsina López, 1995)
En torno al año 830, se construye el primer recinto amurallado, con una extensión
aproximada de 3 hectáreas. Este recinto incluía parte de la actual catedral, dónde se
encuentra el santuario apostólico, y los primeros asentamientos monásticos
benedictinos. Estos eran los encargados del resguardo de las reliquias, y ocupaban la
zona central y oriental, del recinto.
En estos años, y tras la iniciativa de Alfonso II, se inicia la construcción de la iglesia
de Santiago. La primera de una serie, que se realizarán en torno al santuario. La iglesia
estaba constituida por una nave, que en su interior dejaba la cripta que contenía las
reliquias. Se conformaba como un cuerpo mayor, que incluía otro menor.
En el año 872, se comienza la ampliación de la primera iglesia, consagrándose en el
año 899. Esta ampliación, se desarrolló a partir del crecimiento, de una a tres naves.
Conservando la nave central, el ancho de la primera, manteniéndose la cabecera
cuadrada, donde se conservaban las reliquias. Convirtiéndose en basílica.
A mediados del siglo X, se realizan los primeros intentos de configurar el
asentamiento. Realizándose esto, con el fin de dar acogida a los que se iban instalando
en las cercanías del sepulcro del santo. El proceso, que nace de la voluntad de las
autoridades episcopales, tiene su cenit, en el año 960. Este año, se ejecuta un refuerzo,
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sobre el conjunto amurallado. Aún así, en el año 997, el asentamiento y los conjuntos
religiosos, son destruidos por las tropas de Almanzor.
El proceso de recuperación del asentamiento compostelano, se realiza con rapidez. En
el año 1003, se consagra la nueva basílica. Siendo en décadas posteriores, alrededor
del año 1040, y por orden episcopal, se construye una nueva muralla defensiva,
denominada de Cresconio. Encerrando esta una superficie aproximada de 30 hectáreas,
incluyendo los asentamientos exteriores a la primera fortificación y determinando el
actual casco histórico.
El asentamiento comienza a consolidarse como ciudad, a pesar de que la nueva
muralla defensiva, deja vastas zonas verdes en su interior. Contando con cuatro
iglesias, la de Santiago que contenía las reliquias, por su cabecera se la unía la de San
Salvador de Antealtares; Y a su lado norte como un brazo, la de San Juan. Estando
situada en el noreste de este recinto la iglesia de San Esteban.
La consolidación urbana que vive Compostela, durante el siglo XI, se ve refrendada a
partir del año 1075. Fecha en la que se inician las obras de la Catedral románica, que
ha desarrollado un papel fundamental, en la conformación de la ciudad hasta hoy. La
Iglesia anterior se mantiene, mientras se van realizando las obras de la Catedral
románica. La antigua basílica, es derribada en torno a 1112.
A partir de la revuelta de 1117, la Catedral será sometida a obras de fortificación,
eliminando gran parte de sus aberturas. En torno a 1124, se inician las obras del
palacio arzobispal, que se dispone alineado con la fachada de acceso a la Catedral.
Convirtiéndose el conjunto, en una suerte de fortificación, dentro de la ciudad.
Alrededor de la mitad del siglo XII, el proceso de consolidación adquiere densidad. El
trazado de las calles en el interior del recinto amurallado es casi definitivo. Las nuevas
vías que se abren, se hacen entre patios y huertas, al interior de las manzanas. En este
periodo, se van estableciendo asentamientos a lo largo de los caminos que llegan a
Compostela. Con estos aparecen las edificaciones de carácter religioso, que anteceden
a la llegada. Entre ellas destaca, la colegiata de Santa María del Sar, que se consagra
en 1137.
La Catedral continúa su proceso de edificación. En torno a 1168, comienza la
ejecución del Pórtico de la Gloria, a cargo del maestro Mateo; que las finaliza en 1188.
Siendo consagrada finalmente en el año del Seños de 1211.
En el siglo XIII, la ciudad y su destino van tomando cuerpo. Su condición de ser
objeto de peregrinaje, va determinando las formas de la ciudad. Igualmente comienzan
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a tener cierto arraigo, los caminos que se dirigían a Compostela desde el sur de
Francia. Estos conllevan un número cada vez más elevado, de peregrinos que llegan a
la ciudad. Aumentando con esto, la actividad de la misma.
En función de lo anterior, se instalan conventos en las afueras de la ciudad, en los
caminos que llegan a esta. Con esta operación, y a partir de los asentamientos que
venían tomando sitio e estos caminos, se establecen los “rueiros” que forman los
arrabales de la ciudad, dispuestos de modo lineal y paralelos a los caminos que
llegaban a Compostela. Generándose una relación de medida, entre la forma compacta
de la ciudad y sus extensiones de forma lineal. Esta aparece, a modo de trazo, que se
interna en el territorio. Al establecerse las órdenes mendicantes, en el extremo del
rueiro, se construía una medida entre la ciudad y los nuevos puntos de referencia.
El primer monasterio construido, es el de San Francisco en 1214, por la entrada norte
de la ciudad, posteriormente es el de Santo Domingo de Bonaval en 1220, junto a la
puerta del camino de Lugo. En torno a 1272, se funda el convento de Santa Clara, a la
llegada del camino de Sigüeiro. En 1310, se funda el convento de Santa María de la
Asunción, conocido hoy como el de Belbís. Finalizando con el monasterio de de San
Lourenzo de Trasouto, ubicado en el sector occidental de las afueras de la ciudad, que
cierra este proceso fundacional.
Durante los siglos XIV y XV, no se acometen actuaciones relevantes en la Catedral, se
realizan capillas nuevas. Mientas, en los claustros de la ciudad, se establecen
ampliaciones de mayor importancia. Durante este periodo, la ciudad sigue aumentando
su densidad de población, se consolida su estructura medieval, de una ciudad
mercantil, orientada en torno a los oficios.
Igualmente, los rueiros se consolidad como partes activas de la ciudad. Como
extensiones de esta, de uso agrario, identificándose con el recinto claustral, que se
ubica en su entorno.
En el siglo XV la ciudad tenía una gran actividad tanto en el interior como en sus
rueiros. Estos se tornan más densos, entre la ciudad y los monasterios que se ubicaban
en estos caminos. Toda esa actividad, propia de la ciudad medieval mercantil, tiene su
relato paralelo en las formas que en su interior se habían desarrollado.
Éstas se distancian de la monumentalidad que se puede apreciar hoy, al interior de la
ciudad patrimonial, los monumentos actuales se constituían como un elemento
cercano, en la medida que se encontraban rodeados de edificaciones y la actividad
comercial, llegaba hasta sus puertas.
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Finalizando el siglo, la situación de aparente desorden, comienza a cambiar, con la
instauración de diversas instituciones en el interior de la ciudad amurallada. En 1495
se funda la Universidad. En torno a 1499, comienzan las obras de construcción del
Hospital Real, proyectado por Enrique Egás, y emplazado a un costado del acceso a la
Catedral. Con esta intervención, no solo se incluye un gran volumen edificado dentro
de la ciudad amurallada, sino que además, comienza a conformarse el espacio que
ocupará la actual Plaza del Obradoiro. Conformándose este, como una referencia
dentro de la ciudad.
Igualmente, en este periodo, se gesta la edificación de un nuevo claustro en la
Catedral. Se inicia en torno a 1521 por Juan de Álava. En 1540, el encargado, Rodrigo
Gil de Hontañon, al trazar la fachada oriental, manda derribar edificaciones próximas,
que permiten abrir el espacio que ocupará después, la Plaza de Platerías. Junto con la
anterior actuación, comienza la edificación en 1532, del Colegio Mayor de Santiago
Alfeo, actual Colegio Fonseca, trazado aparentemente por Juan de Álava. Su
importancia aparece, en la introducción en la ciudad medieval, de una condición
universitaria, que se encontraba ajena a esta. Concluyéndose en 1544, y conlleva la
apertura de una plaza, delante de su acceso.
Al final de este siglo, se continúan las obras de grandes cuerpos claustrales, como el
Hospital de San Roque en 1578, la iglesia de la Compañía de Jesús en 1583, y la
finalización del claustro nuevo de la Catedral en 1590, todas las obras a cargo de
Gaspar de Arce. Las del monasterio de San Martín Pinario, están a cargo de Mateo
López desde 1593; la nueva iglesia de este monasterio, se traza en 1597.
Hacia 1600, dentro del proceso de reforma de los recintos conventuales benedictinos,
Mateo López proyecta en el Convento de San Paio. El paño poniente de este convento,
que se concluye en 1645, será la actuación que abra y entregue a la ciudad, el origen
de la Plaza Quintana, ubicada al oeste de la Catedral. Igualmente, las obras realizadas
en el monasterio de San Martín Pinario, abren el espacio de la ciudad y dan lugar a la
Plaza de la Inmaculada, emplazada al norte de la Catedral. Iniciándose de esta forma
un proceso de apertura, de los espacios públicos, en torno al templo mayor, germen de
la configuración espacial actual de la ciudad.
La primera mitad del siglo XVII, se configura a partir de la introducción de una
condición y de una espacialidad pública nueva, en la ciudad medieval. Aunque en
general, esta se mantiene estable en sus formas. La nueva condición introducida, la
universitaria, contribuyó a cambiar el modo, en que se dio uso, a los nuevos espacios
públicos.
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Ejecutándose en este periodo la escalinata de la fachada del Obradoiro, el claustro del
convento de San Francisco y el Colegio de San Clemente, todas ellas a cargo de G.
Martínez de Aranda. En 1645 se construye la Iglesia de San Martín Pinario,
finalizándose en 1648 las obras de la iglesia y el claustro de San Agustín, y en 1662 se
remata el Colegio de San Jerónimo, que cierra por el lado sur la Plaza del Obradoiro.
En 1657, se elabora un informe por parte de las autoridades benedictinas, que da
cuenta de las obras necesarias a llevar a cabo, para reformar la Catedral. El citado
informe es “Un verdadero programa de remodelación de la imagen de la Catedral en
términos barrocos, es decir, dando primacía al decoro y a la vistosidad de los
espacios públicos y valorando especialmente las cuestiones perceptivas en la
construcción de la ciudad.” (Alsina López, 1995)
Comenzando al siguiente año las obras de remodelación, prolongándose hasta 1672,
cuando se ven interrumpidas, por diferencias con el cabildo. Las obras de
remodelación de la Catedral, se inician con las obras que desarrollan la cabecera de
esta. Se continúa con el Pórtico Real de la Quintana en 1658, la construcción de una
corona en el ábside y el cimborrio, en 1664. Realizándose estas bajo la supervisión de
J. de la Peña de Toro. En 1680, finalizan las obras en la Torre del Reloj, a cargo de
Domingo A. de Andrade; quién a su vez otorgará la conformación actual de la Plaza
Quintana. En 1697, se traza el nuevo monasterio de San Martín del Pinario, definiendo
la Plaza de la Inmaculada en el año 1738, año de finalización de las obras.
Durante el siglo XVIII, se desarrolla una gran variedad de edificaciones religiosas, que
reflejan la importancia que esa institución, poseía en la ciudad. En las primeras
decenas, y a cargo de Fray Gabriel de las Casas, se edifican la fachada del convento
de Belvís y la iglesia del Convento de San Paio. La reforma del convento de Santo
Domingo de Bonaval y la ampliación del Colegio Fonseca, se desarrollarán a cargo de
Domingo A. de Andrade. La portada del convento de Santa Clara, se edifica en 1727,
y la Casa de Ejercitantes de la iglesia de la Compañía en 1737.
En la mitad de este siglo, se termina la remodelación de la fachada poniente de la
Catedral, sobre la Plaza del Obradoiro, y que es finalizada por Fernando Casas y
Novoa, en 1751. A su vez, en 1769 se termina la remodelación de la fachada norte de
la Catedral, bajo la supervisión de Ventura Rodríguez. Este marca una inflexión en el
barroco, orientando las formas hacia el neoclásico. Siendo en 1767, y cerrando el
periodo de las grandes obras al interior de la ciudad amurallada, se inicia la
construcción del Palacio de Raxoi, conformándose de modo definitivo, la Plaza del
Obradoiro.
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Al final del siglo XVIII, la ciudad presenta una conformación plena, en cuanto a sus
monumentalidades y a la espacialidad que estos definían. Sin embargo, las
edificaciones habitacionales, mantenían los tipos de la edad media. Esto implicaba,
una serie de deficiencias, sobre todo en el ámbito de la higiene. En 1780, se promulgan
las “Ordenanzas de Policía Urbana de la Ciudad de Santiago”, a cargo del arquitecto
Miguel Ferro, incidiendo de modo directo “En los problemas más específicos de la
técnica urbanística: regularidad y decoro de la edificación, cualidad del viario,
fluidez del tráfico y buen funcionamiento de los servicios e infraestructuras.” (Alsina
López, 1995)
A partir de este momento, se inicia un proceso de renovación de las edificaciones
civiles de la ciudad. Reflejándose primero, en la reconstitución de sus fachadas, a
partir de la estructura parcelaria medieval. El siguiente punto dónde aparece el proceso
de renovación, es en la mejora de las infraestructuras de la ciudad. Esta tarea se
extiende a lo largo del siglo XIX, reconociéndose en la pavimentación de las calles
principales, y en la instalaión del sistema de alcantarillado. Siendo un nuevo avance la
inauguración en 1873, del ferrocarril Santiago-Carril.
Junto a los puntos anteriores, se realizan dos importantes actuaciones, con un sentido
público. Estas tendrán, una fuerte repercusión en el desarrollo de la ciudad, y en su
proyección hacia el territorio, que rodea la ciudad amurallada. La primera actuación,
es referida a la construcción del Mercado de Abastos, en el sector oriental del recinto
amurallado. Construido en torno a 1870, esta edificación de estructura metálica, que
será derruida en 1937. Se constituyó como la primera obra, capaz de aglutinar, el
acontecer cotidiano de la ciudad. Se estableció como, una referencia con los arrabales
de la ciudad, a partir de su ubicación y programa. La segunda actuación, es la
urbanización de los paseos de la Alameda y de Santa Susana. Esta se comienza a
gestar desde 1827, con el fin de ordenar el espacio que quedaba entre la ciudad y las
iglesias del Pilar y de Santa Susana. Se termina de edificar en 1840, y queda
compuesto por la alameda, la herradura y el bosque de Santa Susana. Se convertirá, en
el primer paseo ilustrado de la ciudad.
Durante el siglo XIX, el proceso de obras públicas, se verá resentido. Se ralentizará, a
partir de dos acontecimientos que le restarán dinamismo. Estos son, por una parte, el
traslado de la condición de capital provincial en 1823, a favor de la Coruña, y por otro
lado, el proceso desamortizador de Mendizábal, que en 1835, contribuye a debilitar el
poder que en la ciudad de Compostela, se había gestado a lo largo de toda su historia.
La administración eclesiástica, se debilita a partir de la eliminación del Voto de
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Santiago y de los diezmos. Esto, sumado al proceso desamortizador, provoca la
desaparición de muchos monasterios y conventos.
En este siglo se llevó a cabo la demolición de los tramos y puertas, de la muralla
defensiva, que aún quedaba en pié. Esta actuación, corresponde a un proceso que se
venía gestando desde hace cuatro siglos; a través de una serie de cesiones, que se hizo
a los propietarios que colindaban con esta. En los albores del siglo XX, se destruyen el
Torreón de la Atalaya y la Puerta de San Roque, en 1830 se demuele la Puerta Fajera,
y en 1831 la Puerta del Camino.
En el inicio del siglo XX, la ciudad general, se encuentra ajena a los procesos de
industrialización; y dentro de una dependencia directa, de los poderes eclesiásticos.
Sin embargo, las actuaciones que se producen, trasladan el centro de gravedad fuera
del recinto amurallado; sentándose las bases, del futuro ensanche de la ciudad. En
1903, se inicia la construcción de la Escuela de Veterinaria, en el extremo sur del
arrabal, que se extendía desde la Puerta de Mámoa. Lo anterior, junto con la estación
de ferrocarriles y la carretera de Orense, emplazadas en esta zona, determinan la
orientación del crecimiento de la ciudad. En 1928, se termina de escribir la Facultad de
Medicina, en el extremo noroeste del recinto amurallado. A partir de 1930, se edifica
la Residencia de Estudiantes, que será el origen del Campus Sur. En esta condición, se
realizarán la mayoría de las edificaciones en la ciudad; hasta el aumento demográfico
de la década de los sesenta, que se consolidará el ensanche.
Elementos de la ciudad patrimonio
Este sector de la ciudad se estructura de acuerdo a una relación de extensión. Desde un
centro puntual, como es el santuario, se desarrolla por todo el territorio la Europa
Católica, por medio de los caminos que llegan a la ciudad. Esta relación de extensión,
aparece de modo evidente en el primer acercamiento de la ciudad, a través de su
historia.
La ciudad de Compostela se articula de acuerdo a dos instancias contrapuestas. Que
son, la ciudad amurallada y el territorio verde. Estas estancias, se atan por medio de
los rueiros, que son los asentamientos instalados, en continuidad a lo largo de los
caminos que llegaban a la ciudad. Estos se veían reforzados, a partir de la instalación
de órdenes mendicantes en sus alrededores, estableciendo una relación de medida
entre la ciudad y estos extremos.
Los rueiros, establecen una relación de pertenencia, articulada del siguiente modo:
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Primero, se configuran como extensiones de la ciudad, en la medida que desde su
continuidad y a través de sus construcciones urbanas, penetran en el campo. Segundo,
y desde esa misma continuidad, reservan un suelo, hasta el día de hoy, que queda entre
estos, y que a modo de extensión verde, acerca el campo al contorno de la ciudad
amurallada. Tercero, estas extensiones verdes han posibilitado la existencia de vistas
limpias del conjunto histórico, configurando hoy, desde la distancia, una unidad
indisoluble en la percepción de la ciudad siendo un dato importante en relación al
Paisaje Histórico Urbano.
La ciudad patrimonial de Santiago de Compostela, en una primera aproximación, se
define por aquello que está contenido por el recinto amurallado. Pero tras lo expuesto
anteriormente y a partir de su devenir histórico, la definición de un contorno en torno
al recinto amurallado, se vuelve esquemática. Por esto, en el caso de Compostela, la
ciudad patrimonial se extiende hasta los grandes cuerpos religiosos, que aún logran
medir su distancia con la ciudad.
Conforman la estructura de la ciudad los siguientes elementos:
Trama urbana: se presenta como una estructura de ciudad mercantil, de la edad
media. La calle estrecha, se convierte en el lugar de intercambio de la ciudad. El
trazado se funda, en la proyección de los caminos que llegaban a la ciudad, y que
definieron el contorno del primer recinto protegido. Tras la ampliación de este recinto,
definieron sus dos puntos clave, que son las antiguas Plazas del Hospital y del Campo,
hoy del Obradoiro y de Cervantes, respectivamente. Se mantiene su trazado hasta hoy,
pero debido a las mejoras establecidas al final del siglo XVIII, su piel se ha abierto.
Edificios públicos: en su mayoría se estructuran a partir de una tipología claustral,
ubicándose de modo disperso dentro de la ciudad, dejando plazas frontales que lo
articulan.
Edificios residenciales: responden a la parcela gótica, frente angosto y profundidad
extensa. Repartiéndose de forma equitativa entre la ciudad y los rueiros.
Plazas: la mayoría se originan en la edad media, a partir de su condición de antesalas
de los grandes volúmenes, al interior de la ciudad amurallada; estas plazas sufren
cambios hasta la definición de su forma actual en el barroco.
Estructuras claustrales: Incluyendo las iglesias anexas, se reparten de modo
uniforme en el interior del recinto amurallado como en su contorno exterior.
Mantienen su relación con el espacio público, dónde se presentan como centros de
relaciones sociales. A partir de su presencia, como grandes superficies libres, en una
24
trama urbana densa, provocaron transformaciones de su entorno inmediato.
Actualmente muchos de ellos han cambiado su uso, dirigiéndose hacia usos,
administrativos, docentes y culturales.
Barrios: La ciudad histórica, presenta cuatros barrios al interior del recinto
amurallado y cada uno de los rueiros, que aún conservan, parte de sus condiciones
originales. De esta forma, en el interior del recinto amurallado se establecen, cuatro
sectores reconocibles y que son: Sector Monumental, el de las Rúas, del Pinario y del
Mercado. Con respecto a los barrios que llegan a establecerse extramuros, surgen
hacia el oeste, el rueiro das Hortas y la carballeira de Santa Susana; por el este, Santa
Clara y San Pedro, y por el noreste el monte Belvís y hacia el sureste el rueiro del Sar.
SECTORES EN EL INTERIOR DEL RECINTO AMURALLADO
Sector Monumental.
Coincide con el emplazamiento original de la ciudad fundacional. Ocupado por tres
volúmenes patrimoniales, la Catedral, el convento de San Paio y el Palacio Raxoi,
además de las dos plazas más importantes de la ciudad, la del Obradoiro y la de
Quintana, rodeado por un borde de edificaciones menores.
Sector de las Rúas.
Emplazado al sur del sector monumental, corresponde al conjunto de calles con
dirección norte-sur, que mantienen la estructura parcelaria gótica, de frente
estrecho y profundidad alargada, las calles son la rúa del Franco, do Vilar, Nova y
Calderería. Básicamente es el sector residencial de la ciudad histórica, aunque
contiene algún edificio público; en general, se conforma con una planta baja
porticada y comercial.
Sector del Pinario.
Ubicado al norte del recinto amurallado, su borde sur, está compuesto por el eje de
la rúa de Casas Reais y Azabachería, desde el cual salen calles en dirección a las
antiguas puertas del recinto. Este sector se construye, a partir de una relación de
contraste entre volúmenes construidos de las edificaciones. De una parte el
conjunto religioso, de la iglesia y monasterio de San Martín Pinario, uno de los
volúmenes pétreos más importante del recinto, y por otro, una serie de
edificaciones residenciales menores que lo rodean. Estas, desde sus condiciones de
continuidad y extensión, establecen un contrapeso al gran volumen pétreo.
25
Sector del Mercado.
Se emplaza en la franja oriental de la ciudad amurallada, se estructura a partir del
borde exterior, que se supone el más cercano a la antigua muralla, por una secuencia
de edificios institucionales públicos y religiosos. Siendo estos la Facultad de Filosofía,
la Iglesia de San Fiz de Solovio, el Mercado de Abastos, el Convento y la Iglesia de
San Agustín y la Escuela de Artes y Oficios. El borde interior, está compuesto por
edificaciones residenciales, que dan densidad a la ciudad amurallada.
SECTORES EXTRAMUROS
Sector de As Hortas y Santa Susana.
Orientándose al oriente del recinto amurallado y presenta dos particularidades: la
primera corresponde a rúa das Hortas, conformado como rueiro pleno, al establecer la
continuidad entre lo rural y lo urbano. Se conforma a partir de una sucesión de
edificaciones austeras, alineadas entorno a la calle, dejando tras sí, un sector de huertas
profundas; que permiten liberar la ciudad amurallada. La segunda particularidad, tiene
que ver con el monte de Santa Susana; que es uno de los tres puntos elevados, que
rodean la ciudad. Siendo construido, como un paseo ilustrado, que fija la vista del
paseante directamente con la fachada más potente de la ciudad amurallada, como es la
oriental.
Sector del Sar y Belbís.
Reconocida como una, de las tres colinas que rodean a la ciudad amurallada,
ubicándose al oriente de esta. La separación con la ciudad amurallada se establece a
partir de una vaguada que las separa. Este curso de agua, desde su concepción rural
original, ha posibilitado en la actualidad su cambio a parque verde. Enlazando este con
el Parque de Bonaval, ubicado al norte del parque de Belvís. Siendo el punto más alto
de la colina coronado por el Convento de Belbís. A través de la vaguada, que se
conecta con el rueiro del Sar, se remata en el río del mismo nombre y en la Colegiata
de Santa María del Sar.
Sector de San Pedro y Santa Clara.
Se ubica al noroeste de la ciudad amurallada, y es la última de las colinas que la
rodean. Encerrado por la rúa de Santa Clara y de San Pedro, contiene varias
estructuras claustrales. La rúa de San Pedro, se establece como el punto de entrada
medieval a la ciudad, al recorrer, el camino que venía de oriente. Se configura como
un rueiro urbano, en cuanto a la disposición de sus edificaciones en continuidad,
26
convirtiéndolo en una extensión de la ciudad amurallada; ubicándose en este sector el
convento de Santo Domingo de Bonaval y el de Santa Clara.
3.2.- Su protección y conservación.
El 25 de octubre de 1780, se aprobaron las “Ordenanzas de Policía Urbana de
Santiago”, que fueron redactadas por el arquitecto Miguel Ferro Caveiro, revisadas y
corregidas por Ventura Rodríguez. En esta fecha, la ciudad de Compostela, poseía dos
realidades superpuestas dentro del recinto amurallado. Por un lado las
monumentalidades religiosas, de gran riqueza, no solo interior, sino también en sus
alrededores; por el otro, las precarias edificaciones residenciales, que a su vez,
repercutían al exterior su estado de pobreza.
En general, la ciudad presentaba una ausencia de pavimentos en las calles, además de
encontrarse sin alumbrado ni alcantarillado. Obteniéndose el agua a través de doce
fuentes, distribuidas por todo el recinto urbano.
Las “Ordenanzas de Policía Urbana de Santiago”, se establecen como una respuesta
urgente al estado de abandono en el que se encuentra la ciudad; en éstas, se definen su
actuación en torno al ensanchamiento y regularización de las calles; a partir de nuevas
fachadas rectas, con ochavos en las esquinas y sin volúmenes cerrados que
sobresalgan volando sobre la calle. Las fachadas a su vez se verán regidas por estas
ordenanzas, en cuanto a su composición simétrica, y aberturas de huecos. Se
introducen en las edificaciones, la cantería.
En el proceso de mejora del trazado de las calles, estas ordenanzas incluyen un
apartado, con especificaciones respecto al alcantarillado y la pavimentación.
Posteriormente son aprobados una serie de reglamentos y bandos municipales, que van
precisando distintos aspectos de zonas puntuales de la ciudad.
En enero de 1908, se promulgan las “Ordenanzas Municipales de Santiago de
Compostela”, se establecen como una continuidad de las de 1780; y son aplicadas a
una ciudad, ya transformada por las primeras ordenanzas.
La protección de la ciudad histórica, se establece a través de la Declaración de
Conjunto Histórico Artístico, el 8 de marzo de 1940. Redactándose en 1947 el Plan de
Ensanche, orientado hacia la zona sur de la ciudad.
Las primeras normas que regulan las edificaciones, alrededor y en el contorno del
recinto amurallado, son de 1951.
27
En 1959, se formula el Plan de Ordenación del Polígono de Vite, y un Plan General de
Ordenación, por la Dirección General de Urbanismo. Este no será aprobado, quedando
como el primer intento de zonificación de la ciudad.
En 1964, se establece una zona de respeto, otra zona de ordenación especial y zonas
verdes; todas ellas en torno a la zona Histórico-Artística, fijada en 1940.
El Plan General de Ordenación Urbana, es redactado en 1965, aprobándose en 1966.
Este plan recoge lo referente al ensanche de 1947 y del Polígono Vite de 1959. Sus
actuaciones más importantes son las referidas al proyecto de la circunvalación sur, y a
la calificación de zonas de respeto, a través de su condición de parques y jardines, en
distintas zonas que rodean la ciudad histórica.
La revisión del PGOU en 1974, consigue unos efectos mínimos sobre la ciudad,
apareciendo únicamente una zonificación que no posibilita la presencia de
herramientas de actuación.
En 1976, se amplía la Zona Histórica artística, delimitada en 1940, a los rueiros del
sector occidental de la ciudad, junto a los Monasterios de San Lourenzo y Conxo.
El Plan General de Ordenación Urbana y el Plan Especial de Protección y
Rehabilitación de la Ciudad Histórica son redactados en 1989 cuando la ciudad se
encuentra, ante dos circunstancias que la condicionarán en su crecimiento; las
referidas a la designación como capital de la Comunidad Autónoma de Galicia y el
proceso de desarrollo de la universidad.
De la misma forma, estos planes, responden a la situación de crecimiento excesivo,
generado a partir del plan de 1965.
“El proceso urbano que conoció la ciudad hasta primeros de los ochenta……se pudo
producir por la vía de la acumulación inordenada de iniciativas privadas puntuales y
de una intensidad incontrolada, articuladas sobre una infraestructura escueta hasta
llegar al límite de su colapso” (Dalda escudero & Viña Carregal, 1995).
Condicionados por la declaración de Ciudad Patrimonio de La Humanidad en
diciembre de 1985, recogen las obligaciones que establece la LPHE, de 1985, y las
recomendaciones de la Carta Europea de Patrimonio Arquitectónico de Ámsterdam, de
1975; La Convención de Salvaguardia de los Conjuntos Históricos y su Función; de la
Conferencia General de la Unesco, en 1976; y la recomendación 800 de la Asamblea
Parlamentaria del Consejo de Europa, de 1979.
28
DE LA HERRADURA
AL OBRADOIRO
29
3.3.- Declaración de Patrimonio de la Humanidad
La UNESCO es un organismo de la ONU dedicada a la educación, la ciencia y la
cultura. Su constitución fue aprobada por la Conferencia de Londres de noviembre de
1945 y entro en vigor el 4 de noviembre de 1946, una vez que 20 estado depositaron
sus instrumentos de aceptación.
Su principal objetivo es contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad en el
mundo, promoviendo, por medio de la educación, la ciencia, la cultura y la
comunicación, la colaboración entre las naciones, a fin de garantizar el respeto
universal de la justicia, el imperio de la ley, los derechos humanos y las libertades
fundamentales que la Carta de las Naciones Unidas reconocen a todos los pueblos sin
distinción de raza, sexo, idioma ni religión.
La UNESCO se dedica a combatir la guerra en “la mente de los hombres” y también
la labor de preservar y proteger el patrimonio cultural, según se menciona en su
Constitución universal.
Lo hace porque parte de la idea de que el patrimonio cultural representa lo que
tenemos derecho a heredar de nuestros predecesores y que es nuestra obligación
conservar para las generaciones futuras.
Esta idea cobro fuerza, primero; por el enorme peligro de que desaparecieran las
grandes manifestaciones culturales debido a la enorme destrucción causada durante la
Segunda Guerra Mundial, y después en la medida que el número de naciones que
ganaron la independencia aumentó, ya que el patrimonio cultural reflejaba la
continuidad e identidad de pueblos particulares.
Siendo de esta forma, la UNESCO, la entidad responsable de la protección jurídica
internacional del patrimonio cultural, y lo hace a través de la administración de
diversas convenciones que protegen los bienes culturales en conflictos armados,
impiden la importación y exportación ilícitas, y protegen el patrimonio subacuático.
Igualmente realiza esta labor mediante diversas recomendaciones para la protección
del patrimonio cultural y de la administración del Comité Intergubernamental para
fomentar el retorno de los bienes culturales a sus países de origen o su restitución en
caso de apropiación.
Asimismo, edita documentación, textos de referencia, colecciones de documentos
básicos, ejemplos de legislación nacional sobre el patrimonio cultural o informes
30
nacionales, así como numerosas publicaciones relacionadas conla protección del
patrimonio cultural.
Siendo 187 los Estados miembros que habían ratificado la Convención sobre la
Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural a fecha del año 2011. (Pérez
Ruiz, 2011)
El término de Patrimonio Cultural de la Humanidad se institucionalizó de manera
oficial en 1972 como resultado la Convención sobre la Protección del Patrimonio
Cultural y Natural, celebrada en París y aprobada por todos los países miembros de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO).
La idea de protección del patrimonio tiene su origen más próximo en la década de los
70, al construirse la presa de Asuán (Egipto) y poner esta y poner en peligro
importantes monumentos en la zona de Nubia, ante lo cual, se solicitó ayuda a la
comunidad internacional, para que proporcionara los recursos necesarios para su
salvamento, lo que permitió recuperar una parte importante de los tesoros artísticos y
fomentar la conciencia, de la defensa del patrimonio cultural, en diversos países.
La aceptación del término, por lo tanto, se relacionó con diversos problemas: La
regulación internacional del tránsito de obras de arte y monumentos arqueológicos, la
sistematización de normas y recomendaciones para la protección y conservación de
obras artísticas y monumentos, así como la reflexión sobre la forma de compatibilizar
las necesidades de desarrollo y modernización con la protección, conservación y
rehabilitación de zonas ricas en construcciones y objetos de valor artístico y cultural.
Existiendo el imperativo de definir el papel de los Estados y de la sociedad para
cumplir los fines de la conservación. Consecuentemente, la rápida acogida del término
se debió, entre otras cosas, a que existía el interés de los Estados-naciones en
establecer una normativa internacional para proteger y recuperar sus bienes culturales,
así como, en la ya mencionada de compatibilizar las necesidades del desarrollo del
desarrollo y la modernización con la de conservación y protección de sus bienes
artísticos y culturales.
Pero lo que de verdad importa es identificar la herencia, darle un significado el cual
quizá refleja la diversidad y solidaridad humana y alimentar nuestro futuro, a través,
de nuestro pasado común.
Durante este medio siglo, esta tarea ha probado ser más ambiciosa, pero también más
necesaria de la que los fundadores de la UNESCO habían imaginado.
31
La Ciudad de Santiago de Compostela fue declarada en 1985 Patrimonio Cultural de la
Humanidad por la Unesco, al considerar que a su belleza urbana y a su integridad
monumental se añadían los profundos ecos de su significación espiritual como
santuario apostólico y destino del más importante movimiento religioso y cultural de
la Edad Media: la peregrinación por el Camino de Santiago.
La justificación del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) para la
inclusión de Santiago de Compostela en la lista de Patrimonio de la Humanidad es:
Por ser un extraordinario conjunto de monumentos agrupados alrededor de la tumba
de Santiago El Mayor, y destino de todas las rutas de la mayor peregrinación de la
Cristiandad entre los siglos XI y XVIII, Santiago de Compostela es sin duda uno de
los más indiscutibles bienes patrimoniales de la humanidad. Esta ciudad debido a su
integridad monumental, reúne valores específicos y universales. Al carácter único de
sus obras maestras románicas y barrocas se añade la transcendental contribución
estética que hace uso de elementos diacrónicos y dispares para construir una ciudad
ideal que desborda a la vez Historia e intemporalidad. La modélica naturaleza de esta
ciudad de peregrinación cristiana, enriquecida por las connotaciones ideológicas de
la Reconquista, tiene su eco en la enorme significación espiritual de uno de los pocos
lugares tan profundamente embutidos de fe como para convertirse en sagrados para
toda la Humanidad. (…) (ICOMOS 1985)
ICOMOS recomienda la inclusión de Santiago de Compostela en el listado de
Patrimonio Mundial con base en los criterios I, II y VI.
Criterio I. Alrededor de la Catedral, que es una obra maestra del arte románico
mundialmente reconocida, Santiago de Compostela conserva un valioso casco
histórico digno de una de las más grandes Ciudades Santas de la Cristiandad.
Criterio II. Durante los periodos románico y barroco el santuario de Santiago de
Compostela ejerció una influencia decisiva en el desarrollo del arte y la arquitectura
no sólo en Galicia, sino también en el norte de la Península Ibérica.
Criterio VI. El bien patrimonial propuesto está asociado con uno de los mayores temas
de la historia medieval. Desde las orillas del Mar del Norte y el Mar Báltico miles de
peregrinos, portadores de la vieira y su particular vestimenta, han caminado durante
siglos hasta el santuario gallego, siguiendo los Caminos de Santiago, verdaderas rutas
de la fe. (VVAA, Patrimonio de la Humanidad, 2013)
ICOMOS sugiere que se realice en consecuencia un subsecuente número de
propuestas para asociar lugares esenciales o localizados en varios países bajo el
epígrafe único de “Camino de Santiago”, completándose el significado universal de la
inclusión de Santiago de Compostela como Patrimonio Universal.
32
33
34
35
3.4.- Normativa Local, Autonómica y Nacional.
Estado Español. Ministerio de Educación Nacional. Decreto de 9 de marzo de 1940
(BOE 18.4.1940. Declaración de conjunto histórico-artístico al casco antiguo de
Santiago de Compostela.
Real Decreto 2832/1978, de 27 de octubre, referente a la partida presupuestaria del 1
po 100 con destino a la realización de trabajos artísticos ( B:O:E: 9 de diciembre dde
1978; corrección de errores B:O:E: 23 e diciembre de 1978).
La Ley 11/1984, de 111 de diciembre, de trabajos de dotación artística en edificios y
construcciones públicas en la Comunidad de Galicia.
Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español. BOE 29/06/1985
Real Decreto 111/1986, de 10 de enero, de desarrollo parcial de la Ley 16/1985, de 25
de junio, del Patrimonio Histórico Español (BOE de 28 de enero de 1986)
Real Decreto 1680/1991, de 15 de noviembre, por el que se desarrolla la disposición
adicional novena de la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español,
sobre garantía del Estado para obras de interés cultural ( B.O.E de 28 de noviembre de
1991)
Ley 8/1995, de 30 de octubre, del Patrimonio Cultural de Galicia. DOG 08/11/1995
BOE 01/12/1995
Real Decreto 11/2002, de 11 de enero, sobre medidas de financiación de actuaciones
protegidas en materia de vivienda del Plan (2002-2005).
Decreto 1991/2002, de 6 de junio, s establecen ayudas públicas en materia de vivienda
a cargo de la Xunta de Galicia.
Ley 4/2002, de 25 de junio, del estatuto de capitalidad de la ciudad de Santiago de
Compostela.
Ley 9/2002 de Ordenación urbanística y protección del medio rural. (DOG 31 de
diciembre 2002)
Decreto 1234/2012 Bases reguladoras e convocatoria para la concesión por parte del
Consorcio de la Ciudad de Santiago de Compostela de subvenciones al mantenimiento
de edificios y elementos singulares de madera de los inmuebles de la ciudad histórica
de Santiago de Compostela. (BOP Coruña nº 207 30 de octubre 2012)
36
3.5.- Convenciones, recomendaciones y exigencias de la UNESCO
En el ámbito internacional, durante el siglo XX, desde la promulgación de “La Carta
de Atenas” (1931), En que de una forma clara se decía: “ La Conferencia, convencida
de que la conservación del patrimonio artístico y arqueológico de la humanidad,
interesa a todos los Estados defensores de la civilización, desea que los estados se
presten recíprocamente una colaboración cada vez más extensa y concreta para
favorecer la conservación de los monumentos artísticos e históricos: considera
altamente deseable que las instituciones y los grupos calificados, sin menoscabo del
derecho público internacional, puedan manifestar su interés para la salvaguarda de
las obras maestras en las cuales la civilización ha encontrado su más alta expresión y
que aparecen amenazadas…”.
Sigue siendo un referente necesario e imprescindible para la salvaguarda, valoración
en intervención en el Patrimonio cultural. Entre ellas, y como más destacada,
marcando pautas en la conservación-restauración: “La Carta de Venecia”(1964), En
su preámbulo dice: “Las obras monumentales de los pueblos, portadoras de un
mensaje espiritual del pasado, representan en la vida actual el testimonio vivo de sus
tradiciones seculares. La humanidad, que cada día toma conciencia de los valores
humanos, las considera patrimonio común reconociéndose responsable de su
salvaguardia frente a generaciones futuras.
Estima que es su deber transmitirlas en su completa autenticidad. Es esencial que los
principios encaminados a la conservación y restauración de monumentos sean
preestablecidos y formulados a nivel internacional, dejando sin embargo, que cada
país los aplique teniendo en cuenta su propia cultura y sus propias tradiciones”.
Que a pesar del tiempo transcurrido desde su promulgación, sigue estando vigente
como el primer día, y ha sido la base de muchos de los documentos relacionados con
el área, principalmente los del International Council of Monuments and Sites
(ICOMOS).
Complementada con la denominada “Carta de Florencia” Italia (1981) en materia
específica sobre jardines históricos, ratificada en Puebla, México (1986), resultado de
la reunión dedicada al “Uso contemporáneo de edificios antiguos”; “La Convención
de Granada” (1985) para la salvaguardia del patrimonio arquitectónico de Europa”
“Carta de Toledo” (1986)“La carta internacional para la conservación de las
ciudades históricas”
37
“La Carta internacional para la salvaguardia de las villas históricas” (1987) en la
que se retoman los criterios planteados y los aplica en su conservación; mencionada en
el preámbulo de la “Carta de Moscú” (1987); considerándose en “La Carta de
Burras” Camberra. Australia (1988), que apoyó las definiciones, los principios y
procesos de conservación; destacan sus conceptos de preservación, restauración,
reconstrucción y adaptación.
Se continuó con su espíritu en la denominada “Carta para la conservación de lugares
de patrimonio cultural valioso” Nueva Zelanda (1992), ampliada por “La Carta del
Patrimonio Vernáculo Construido” México (1999).
Siendo también de referencia para fundamentar e indicar los criterios de conservación
sobre el patrimonio cultural, arqueológico o arquitectónico de diversos orígenes.
La Carta de Cracovia (2000) en su artículo 8 dice: “Las ciudades históricas y los
pueblos en su contexto territorial, representan una parte esencial de nuestro
patrimonio universal y deben ser vistos como un todo, con las estructuras espacios y
factores normalmente presentes en el proceso de continua evolución y cambio.
Esto implica a todos los sectores de la población, y requiere un proceso de
planificación integrado, consistente en una amplia gama de intervenciones. La
conservación en el contexto urbano se puede referir a conjuntos de edificios y
espacios urbanos, que son parte de amplias áreas urbanas, o de pequeños
asentamientos rurales o urbanos, con otros valores intangibles.
En este, contexto, la intervención consiste en considerar siempre a la ciudad en su
conjunto morfológico, funcional y estructural, como parte del territorio, del medio
ambiente y del paisaje circundante.
Los edificios que constituyen las áreas históricas pueden no tener ellos mismos un
valor arquitectónico especial, pero deben ser salvaguardados como elementos de
conjunto por su unidad orgánica, dimensiones particulares y características técnicas,
espaciales, decorativas y cromáticas insustituibles en la unidad orgánica de la
ciudad”
No es factible la interpretación de la ciudad como una suma de edificios y
monumentos aislados o como un elenco, más o menos afortunado, de hitos, por el
contrario es un “conjunto morfológico, funcional y estructural” integrado dentro de un
territorio concreto (VVAA, Repertorio de textos internacionales del Patrimonio
Cultural, 2004)
38
3.6 - Plan Especial de Protección y Rehabilitación de la Ciudad Histórica
El Plan Especial de Protección y Rehabilitación de la Ciudad Histórica (PEPRI) fue
orientado a establecer una detallada estrategia de desarrollo, mediante la definición
propia de la escala del proyecto urbano, coherente y relacionado con la recuperación
urbana del conjunto histórico, centrada en torno a cuatro ejes principales:
1.- La preservación material de la totalidad de los edificios y estructuras urbanas que
conforman el conjunto histórico, mediante la catalogación de 1.809 edificios que han
de ser conservados en sus características arquitectónicas, incluida su arquitectura
interior (41 monumentos, 68 edificios de elevado valor arquitectónico, 300 de especial
significación arquitectónica y 1400 de interés en el conjunto histórico).
- La recuperación funcional de la ciudad histórica, consolidando y renovando su papel
preeminente en la ciudad como gran espacio cultural y de relación; recuperando el uso
residencial, la diversidad social, la actividad económica y comercial; buscando el
reequilibrio y la nivelación social y material entre los viejos arrabales y el núcleo
monumental.
- La transformación urbanística de las áreas de contacto con la ciudad contemporánea,
con tres criterios: aumentar los equipamientos, los espacios públicos y los parques
urbanos para mejorar la calidad de vida de los residentes; resolver el fundido
armonioso entre los tejidos históricos y la nueva ciudad; y cualificar las periferias del
conjunto histórico.
- El esfuerzo para compatibilizar la preservación y rehabilitación de las arquitecturas
heredadas con la presencia de la arquitectura contemporánea mediante su inserción
cuidadosa, un diálogo respetuoso con la arquitectura histórica y un compromiso
inequívoco con la cultura arquitectónica contemporánea en sus expresiones más
relevantes.
El PEPRI de la ciudad histórica recibió su aprobación definitiva en 1997. Sin
embargo, la simultaneidad de sus primeros pasos con la redacción del Plan General de
Ordenación Municipal (PGOM) hizo posible que alguna de sus acciones estructurales
pudieran desarrollarse al amparo del PGOM, vigente desde 1990.
Del mismo modo, a partir de la aprobación inicial del PEPRI, en 1994, se puso en
marcha un Plan Puente de Rehabilitación de Vivienda (PPRV), desarrollando los
criterios de intervención definidos en él.
39
Las políticas de recuperación urbana y de rehabilitación de la ciudad histórica de
Compostela están desarrollando las acciones establecidas en este Plan Especial, cuyas
líneas estratégicas son las siguientes:
En términos sociales, la recuperación urbana de Compostela está dirigida a alcanzar el
equilibrio demográfico y la diversidad social atendiendo a la capacidad y
características de las edificaciones destinadas al uso de vivienda. En esta tarea, la
población residente es el principal y más activo agente de la recuperación urbana y
residencial de la ciudad histórica. Por ello fijar a la población al barrio que habita,
mejorando sus condiciones de vivienda, atendiendo a su capacidad económica con las
ayudas públicas, constituye la primera línea de acción municipal y es la condición
necesaria para la regeneración de la ciudad histórica.
En el conjunto histórica de Santiago de Compostela, cuyo ámbito ha sido duplicado
por el PGOM al igualar el nivel de las determinaciones de los perímetros de protección
histórica-artística con las de los perímetros de respeto, están incluidos, además los
espacios centrales más representativos, las áreas del norte de la ciudad amurallada con
menores niveles de renta, los arrabales históricos de residencia popular y piezas
extramuros configuradas hoy como partes significativas de barrios populares.
El Programa de Rehabilitación del Plan especial prevé intervenir en 2400 viviendas
(sobre un parque total de unas 6000, entre ellas 560 vacías) en un periodo de 12 años
Adicionalmente, en los espacios de borde de la ciudad histórica, el Plan prevé la
construcción de 570 nuevas viviendas (un 90% del parque existente) distribuidas en
varias micro actuaciones que vivifican tejidos decaídos social y físicamente. En
conjunto, el Plan aspira a incrementar la población residente en la ciudad histórica
(17.500 habitantes en 1991) hasta no menos de 20.000 habitantes.
Disuadidas por la normativa urbanística del Plan Especial la sustitución de los usos
residenciales y la alteración tipológica por subdivisión de las unidades de vivienda, las
políticas de rehabilitación se dirigen en primer lugar a la estabilización de la población
residente, dando la respuesta “in situ” a sus aspiraciones de mejora de la vivienda.
Las técnicas de la rehabilitación ligera y os procedimientos de gestión pública de los
programas basados en el acompañamiento técnico a los usuarios desde el momento de
la decisión de intervenir hasta la conclusión de las obras están permitiendo alcanzar
resultados que en términos económicos resultan claramente ventajosos respecto a la
opción de la vivienda nueva de protección oficial, en un proceso basado en la
iniciativa privada de propietarios y usuarios, estimulada por una acción de fomento y
asesoramiento personalizado desarrollada por la oficina gestora de los programas.
40
Su financiación cuenta con la aportación consorcial de los medios técnicos y
materiales de su oficina de rehabilitación, complementados con medios personales,
administrativos y técnicos municipales; las ayudas económicas cogestionadas por el
Consorcio y el Ayuntamiento se financian con fondos provenientes del Consorcio, del
Ayuntamiento y desde el año 2000, con fondos del Plan de Vivienda, en su calidad de
Área de Rehabilitación, procedentes del Estado y de la Comunidad Autónoma. Así
pues, el Programa de Rehabilitación en desarrollo del Plan Especial de la Ciudad
Histórica incorpora de modo estable los recursos de los programas públicos de
rehabilitación en el marco general de las políticas de vivienda estatal y autonómica.
Dado lo dilatado de los plazos requeridos, garantizar la estabilidad y continuidad en
las actuaciones constituye una de las mayores dificultades con las que se enfrenta la
rehabilitación integral de un conjunto de gran tamaño. Por eso los resultados
económicos y sociales de la rehabilitación han de resistir la comparación con las
condiciones generales de la política general de vivienda, administrando con rigor los
sobrecostes que puedan derivarse de la condición patrimonial de los edificios. Los
programas públicos de rehabilitación de Santiago han conseguido mantenerse en unos
parámetros de coste que encajan en las condiciones de la política general de vivienda.
La intervención en los edificios históricos respeta la lógica constructiva de su
arquitectura y fomenta la recuperación de estructuras y materiales tradicionales con la
debida actualización tecnológica. Esto responde consecuentemente a la finalidad
primordial de la conservación: la intervención de hoy concebida como una más en la
vida del edificio, una actuación que no habrá de ser la última y que por lo tanto habrá
de ser reversible. Pero, adicionalmente, esta lógica facilita el desarrollo de
intervenciones ligeras, basadas en el reciclado, económicas y por lo tanto accesibles
para los usuarios, así como disuasorias de intervenciones radicales de cambio de uso.
Por estos motivos, los programas activos de rehabilitación que se están ejecutando en
Compostela ponen el acento en los siguientes principios: la economía de las
intervenciones atendiendo a la capacidad económica de los particulares y a los
recursos públicos disponibles; la sobriedad de los proyectos técnicos; la investigación
en tecnologías y procedimientos coherentes con las arquitecturas tradicionales; el
asesoramiento técnico cualificado que garantice el respeto a los valores culturales.
(Dalda Escudero, Planes y políticas urbanas., 2007)
El Plan Especial ha sido un documento crucial en la historia de Santiago, regulando
toda la política de rehabilitación que se ha hecho en la zona monumental, en la
actualidad se acomete su modernización. (Seijó, 2013) (Santiago X. , 2013)
41
3.7.- Plan General de Ordenación Urbana de 1989
PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO URBANO
Heredado de los años 70, el planeamiento urbano de Santiago de Compostela era, a
todas luces, deficiente. Sobre la base de este en los años 80 la ciudad alumbró, unas
transformaciones urbanas, la transformación que se produjo a partir de los 90. Las
transformaciones citadas se producen de la mano de distintos procesos de tipo social,
económico y político, que dan lugar a una evolución diferente, a la del conjunto de las
ciudades gallegas y del resto de España, que se resentían durante aquellos años de los
efectos de la crisis económica.
Al convertir el Parlamento Gallego en 1982, a Santiago de Compostela en sede de las
instituciones autonómicas de Galicia, que impulsa un proceso renovador de expansión
y diversificación terciaria, mientras la Universidad de Santiago vivía una fase de
crecimiento expansivo; en 1985 la Ciudad Histórica se incorpora al Catálogo del
Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Esto último induce una serie de transformaciones urbanas inducidas por la acción de
los agentes inmobiliarios y administraciones sectoriales, sin intervención directiva y
equilibradora de la administración urbanística, prácticamente, hasta la tramitación del
planeamiento y urbanización del Polígono Público de viviendas de Fontiñas en 1986,
daba solución de forma puntual, pero sin considerar a la ciudad en su conjunto.
El Plan General de 1989, se redacta en un momento en que la ciudad se halla inmersa
en un proceso de crecimiento urbano de características diferentes al conocido en
décadas anteriores. El crecimiento urbano, es en su cantidad importante, pero lo es
más en su calidad, porqué da lugar a una diversificación de las actividades
tradicionales, que son debidos al enriquecimiento de las funciones que la Ciudad
desempeña en un nivel comarcal, regional, nacional e internacional.
El Plan General, se redactó entre 1988 y 1989, trata de potenciar el impulso de la
Ciudad, articulando, coordinando e induciendo iniciativas al servicio de un proyecto
de ciudad, integradora en el ámbito social, con una economía diversificada y sólida,
con mejor dotación en el aspecto de los servicios públicos, eficiente funcionalmente,
en la que la armonía y la belleza de una ciudad histórica recuperada y viva lograra
integrarse en un entorno, constituido por la Ciudad en un todo, como consecuencia de
la alta calidad arquitectónica y urbanística.
42
LA CIUDAD Y SUS EXTENSIONES
43
El Plan General está marcado por los rasgos siguientes:
Santiago de Compostela, se presenta como una ciudad de tamaño medio de entre las
existentes en la Comunidad Autónoma de Galicia, centro regional especializado y con
fuerte presencia en el terciario público. Forma parte del corredor litoral atlántico
(Coruña-Vigo-Porto), su carácter de nudo y su excelente relación con la Galicia
interior a nivel de comunicaciones y servicios la sitúa en una posición de equilibrio
que articula el sistema urbano gallego. Las funciones simbólicas y representativas
refuerzan la posición actual.
La ciudad se consolida como un importante centro terciario en el que destaca la fuerte
presencia de la universidad, cuyas perspectivas de expansión demandarán una
ampliación de las infraestructuras universitarias docentes, sobre todo, investigadora y
de servicios.
El perfil de especialización, muy marcado por el terciario público, no impide la
expansión del terciario primario, más diversificado, que aumenta el peso del
comercio, los servicios de empresas, las comunicaciones y el transporte.
La relevancia cultural de su patrimonio histórico permite pensar en una consolidación
del movimiento turístico en expansión, que exige la ampliación y mejora de las
infraestructuras hoteleras y de restauración, sino al mismo tiempo el impulso de
actividades culturales, científicas y de ocio, de comunicaciones y de transporte.
La ciudad presentaba una perspectivas de desarrollo urbano en el cual, con tener
relevancia el crecimiento demográfico y su expresión residencial, vendrá a ser más
significativa la acomodación de la estructura de la ciudad a los usos de su expansión,
que configuran una ciudad abierta con gran capacidad de recepción u acogida.
La concentración y diversificación de actividades y funciones exigen producir un salto
cualitativo de la estructura urbana de la ciudad, que se hallaba colapsada. La nueva
estructura da respuesta las demandas funcionales de los movimientos, de saturación y
carencia de habitantes, en una ciudad de acogida deficitaria en infraestructura viaria,
condicionada por las características de un tejido histórico central y radial.
La nueva estructura que se propone procura el mantenimiento de una dimensión y
compacidad del agregado urbano denso que permita unas relaciones con el Centro
Histórico, con la menor dependencia del transporte privado, viable peatonalmente,
produciendo la localización en el exterior y bien relacionada con el sistema de
comunicaciones, actuaciones de finalización en los accesos a la ciudad vinculados con
44
los grandes usos direccionales (hospitalario, administrativo, ocio-recreativo, terciario
privado, industrial, etc.).
La relación de equilibrio entre tráfico rodado y peatonal exige la definición del
dimensionado y tratamiento urbano del nuevo sistema viario estructural, que depende
axialmente de la carretera de Circunvalación, que se rediseña como un gran colector
urbano y urbanizado.
La estructura urbana está concebida y se orienta hacia la configuración de una realidad
urbana finalizada y continua en sus cotas de urbanidad y urbanización. Con esta
perspectiva, el equilibrio entre el centro y sus periferias, permiten otra lectura desde la
vista del proyecto urbanístico de la ciudad, con la oportunidad las nuevas puertas y
fachadas de una ciudad abierta radialmente en sus funciones de acogida.
Los esfuerzos urbanizadores se concentran en el acabado de la ciudad existente y en la
ordenación de las zonas de expansión (Fontiñas, San Lázaro, Ponte Pedriña, etc.), que
se corrigen con las medidas de integración entre las partes, Se consigue una ciudad
integrada entre partes, funcionalmente compleja debido a sus deficiencias
estructurales, pero mejor administrada en sus recursos de infraestructuras y con un
mayor equilibrio en el nivel de urbanización y dotaciones.
El impulso a las políticas de rehabilitación y de recuperación urbana y el gran esfuerzo
disciplinar urbanístico y arquitectónico en la construcción de la ciudad de Compostela,
producirán una transformación muy positiva en la protección de los valores históricos
en el marco de una recalificación del conjunto urbano, recuperándose las condiciones
físicas, funcionales y ambientales de una ciudad con la historia y la significación de
Compostela.
LA ORDENACIÓN URBANISTICA
El proceso de formación de Santiago de Compostela, dio lugar a la configuración de
una ciudad de forma arriñonada, ceñida a las laderas del Pedroso y al cauce del Serela,
recrecida en la dirección del Camino Francés con la nueva implantación de Fontiñas y
rematada, con la implantación terciaria, deportiva y recreativa de Ponte San Lázaro
(Estadio Municipal, Palacio de Congresos, etc.).
Compostela se conforma con un crecimiento dominado por un eje Nordeste-Suroeste.
La estructura resultante no puede configurarse como una estructura mallada, ni
tampoco concéntrica y tiende a presentarse como un conjunto de piezas relativamente
cerradas, colgadas de los ejes viarios que conducen al centro histórico y que ocupan
los espacios entre ejes.
45
Estas piezas estaban en contacto con el recinto amurallado hasta la aparición de los
barrios de vivienda pública de Vite y Pontepedriña y es en este momento cuando surge
una segunda corona, a la que se añaden Fontiñas, Conxo, Cornes y Choupana.
Si, en relación a la primera corona de crecimiento, el centro Histórico y su
infraestructuras viaria actuó como nexo de de conexión y referente central, la
consolidación del sistema urbano que obliga ahora a plantearse el reequilibrio de usos
en la ciudad y la integración plena del distribuidor constituido por la actual
circunvalación.
Partiendo de esta estructura urbana, el Plan General de 1989, propone compatibilizar
la centralidad urbana de la continuidad Casco Histórico-Ensanche que concentra
servicios, comercio y actividades urbanas de todo tipo.
Adicionalmente se opta por la descentralización de los grandes usos generadores de
direccionalidad (servicios administrativos nacionales, comercio regional público y
privado, ocio recreativo regional, dotacional extensivo, sanitario regional) de modo tal
que se consigue descongestionar el centro urbano para facilitar sus funciones
comerciales y de relación, al tiempo que se difunde un cierto tipo de urbanidad en toda
la periferia; que favorece la integración de los barrios periféricos al complejo sistema
urbano de la ciudad terciaria.
La propuesta de conjunto trata de aprovechar los efectos positivos de la compacidad y
continuidad de la ciudad para mejorar la relación entre las partes y con el Centro
Histórico, así como para difundir la actividad urbana en todo el conjunto. Para su logro
de produce el remate y acabado de la ciudad expandida en los últimos treinta años
mediante:
La conclusión de los espacios intersticiales todavía vacantes, en general destinados a
dotaciones y espacios libres y el tratamiento con continuidad de la urbanización en
todo el conjunto, lo que produce una trama peatonal que permite el tránsito desde los
extramuros al interior de la Ciudad Histórica.
El remate de los bordes exteriores con propuestas vinculadas a la localización del
sistema gran terciario con la intención formal de que sirvan a la formalización de las
nuevas fachadas urbanas.
El tratamiento urbano de los sistemas viarios de acceso, distribución, vías de borde y
de sus nudos urbanos, y la finalización de la dotación de equipamientos de la ciudad
consolidada.
46
LA CIUDAD HISTÓRICA COMO EJE DE LA PROPUESTA URBANÍSTICA
DEL PLAN GENERAL: LA RECUPERACION URBANA COMO MARCO
PARA SU PROTECCION Y REHABILITACION.
Por vez primera en la historia del planeamiento urbanístico de la ciudad, su conjunto
histórico es el objeto primordial de la reflexión urbanística, y su recuperación se
convierte en el objetivo principal en torno al cual gira la propuesta de ordenación de la
ciudad.
El desarrollo simultáneo y bajo una dirección común de los trabajos del Plan General
Municipal y del Plan Especial de la Ciudad Histórica ha permitido el desarrollo de
estrategias de conjunto, con incidencia en la estructura general de la ciudad y en las
políticas urbanas sectoriales, imprescindibles para dar solución a los problemas de la
ciudad histórica.
Las propuestas del sistema general de comunicaciones, la localización de los grandes
usos, la previsión de las áreas de crecimiento, el diseño del sistema de dotaciones
públicas y la regulación de la ordenación del territorio municipal, obedecen al criterio
general de propiciar una estructura urbana compacta, con una organización de usos
que alivia la congestión de las zonas centrales y dimensionada proporcionalmente en
relación a la ciudad Histórica en una escala todavía peatonal, de manera que permita a
esta parte de la ciudad mantener y reforzar las funciones urbanas que la mantienen
viva.
La puesta en marcha del Plan General a partir de 1990 permitió el desencadenamiento
de una sucesión de medidas de gran relevancia para hacer posible la política de
recuperación de la Ciudad Histórica. Estas medidas se refieren a los elementos básicos
de la estructura urbana con incidencia en la problemática urbanística del tejido
histórico.
El desarrollo, ejecutado ya en su totalidad, de las infraestructuras básicas de
comunicación de la Ciudad permiten descargar de tráfico de paso el sistema interior y,
muy especialmente, la vieja ronda exterior a la muralla (antigua carretera N-550) que
congestiona su funcionalidad interior y segrega los rueiros históricos en su conexión
peatonal con la “Almendra” central.
Buena parte de las actuaciones públicas de implantación de los grandes servicios,
equipamientos y dotaciones de la ciudad, inciden en la recuperación urbanística y
ambiental de la fachada Oeste de la Ciudad Histórica, en la que la presencia
monumental mantiene, con plena vigencia, su diálogo con el medio rural. El traslado
47
del Hospital General de Galicia hace desaparecer el mayor generador de tráfico
direccional y de demanda de aparcamiento de la zona, aliviando la congestión de O
Pombal-Campo da Estrela, evitando la entrada de importante tráfico externo en el
sistema viario urbano.
El traslado del Estadio Municipal a San Lázaro, además de incidir en el mismo aspecto
funcional, permite la reelaboración de toda la ribera del río Sarela, recuperada para
usos públicos deportivos extensivos, permitiendo aminorar el impacto de las viejas
instalaciones deportivas de Santa Isabel.
Las actuaciones universitarias en el Burgo de las Naciones, en el Campus Sur y en la
finca Simeón, contribuyen a consolidar la propuesta de ordenación para la mejora de la
fachada Oeste mediante la presencia de usos universitarios intercalados con los tejidos
residenciales ya existentes y los nuevos propuestos, de tal modo que se enriquezca su
vida urbana con usos generadores de tráficos peatonales y menos dependientes del
vehículo privado, preservando la relación de la Ciudad Histórica con el Monte
Pedroso, desechando la idea de cerrar la Ronda de Circunvalación por sus laderas.
Entre las nuevas actuaciones previstas en el Plan General se encuentran: el Plan
Parcial de Fontiñas tanto, público como privado, Planes Parciales de Sar y Almáciga
en lo referente a los polígonos sin urbanizar.
El nuevo barrio de Fontiñas, colgado del Camino Francés y de Os Concheiros, tiene
una gran incidencia sobre una de las piezas importantes del tejido histórico formada
por Belbís, Trisca, rúa do Medio y rúa de San Pedro.
A partir de la implantación de una población en torno a los 15.000 habitantes, la vía
histórica de entrada a la ciudad cobra nueva importancia, ahora como eje urbano de
acceso peatonal al Centro Histórico. Esto hará posible la integración urbana de unos
barrios históricos que, hasta el momento, ocupaban una posición excéntrica y terminal,
dando sentido a la recuperación urbana del recorrido rúa de San Pedro-Porta do
Camiño-Casas Reais, el Camino ideal.
La conclusión del Plan Parcial de Sar permite acabar el ligamiento del rueiro de Sar
con el Ensanche, con ello, además de mejorar la integración del rueiro histórico
(Calzada Real do Sar), aproximándola a una zona de servicios y dotaciones de los que
carece, enriqueciéndose el viario urbano, siendo posible disminuir la presión del
tráfico rodado en beneficio del peatonal y de la vida urbana del barrio.
La actuación del Monte da Almáciga, cumple una similar función. Restablece la
relación de los nuevos barrios de rúa do Home Santo y rúa de Betanzos, con la
48
Almáciga, integrando los ensanches pobres del Nordeste con la Ciudad Histórica, a
través de la intervención en Santo Domingo de Bonaval, con el Centro de Arte
Contemporáneo y su Parque, revalorizando el espacio simbólico de A Porta do
Camiño.
La existencia de una conciencia clara de impulsar una acción generalizada de
rehabilitación de la vivienda en la Ciudad Histórica, dependiente de la desactivación
del grave proceso de especulación inmobiliaria que sufrió la ciudad en la década de los
80. Las expectativas que generó este proceso han influido en el tejido histórico,
poniendo en grave riesgo la pervivencia de la tipología en el caserío mayor y
fomentando el abandono y deterioro del caserío menor.
La rehabilitación de viviendas, con la preservación de los edificios y la recuperación
residencial de un conjunto de tal tamaño, solo es posible en unas condiciones de
mercado normalizadas en las que las políticas de ayuda y fomento puedan cumplir la
doble función de: apoyo financiero a la vivienda para los sectores sociales que
requieren dichas ayudas y canalización de recursos públicos para preservar el
patrimonio cultural, en el caso que nos ocupa, arquitectónico.
La creación de las condiciones citadas, depende del éxito de la política general de
suelo y vivienda en el conjunto de la ciudad. Se ha establecido un programa
dimensionado y con asignación concreta de recursos y operadores que garanticen la
presencia en el mercado de una oferta significativa de viviendas a precio tasado en los
distintos regímenes de protección oficial. La manifestación real de los primeros
efectos de estas actuaciones ha sido condición previa para el impulso, a partir de 1994,
de la acción extensiva de la rehabilitación de viviendas en la Ciudad Histórica.
La delimitación del ámbito del Plan Especial de la Ciudad Histórica duplica el actual
perímetro morado de protección. Con ello se extiende la protección a los tejidos
urbanos históricos de los rueiros populares, que podrán ser rehabilitados e integrados
en la ciudad central. La mayor extensión de lo hasta ahora delimitado como Ciudad
Histórica, su nueva funcionalidad y estructura en el conjunto, ha permitido, la
identificación de piezas vacantes englobadas entre los tejidos edificados, así como
otras áreas de oportunidad, abocadas a la intervención urbanística.
El encadenamiento del proyecto urbano, desde la escala de la planificación general
hasta la del proyecto arquitectónico o de infraestructuras, pasando por la ordenación
urbanística, constituye una de las características más singulares de la transformación
urbanística que vivida en estos últimos años en la ciudad de Santiago de Compostela.
(Dalda escudero & Viña Carregal, 1995) (Dalda escudero & Viña Carregal, 1995)
49
3.8.- Plan Estratégico de Santiago de Compostela
“Santiago emprendedor y visionario, apoyado en su capacidad de articulación
participativa y cohesión social; que impulsa la producción y los servicios en un
territorio ordenado, ambientalmente sustentable, con equidad social y de género, una
ciudadanía saludable, bien educada que valora y promueve su cultura, así como la
mejora permanente de su calidad de vida.”
(Anónimo)
En el año 2007 finalizó la redacción del Plan Estratégico de la Ciudad que tiene como
objetivo impulsar el desarrollo económico y social de Santiago de Compostela, sobre
las bases de los compromisos de los principales agentes económicos y sociales,
públicos y privados, y la participación y colaboración ciudadana.
Las conclusiones se articulan en torno a seis líneas estratégicas y, alrededor de cada
una de ellas cinco o seis objetivos.
Todas parten de uno, que apuesta por:
“hacer de Compostela la puerta de una Galicia dinámica e innovadora; una ciudad
abierta, de encuentro, con un horizonte de desarrollo continuado y sostenible, capaz
de aportar a la Capital de Galicia una base económica sólida, diversificada y
competitiva”.
Afirma la condición de Santiago como capital de Galicia, refuerza su proyección
internacional, amplía su base económica y aboga por un futuro con un empleo de
calidad para sus habitantes.
Se trata asimismo de hacer de la calidad de vida urbana una señal de identidad de la
ciudad. Puntos que se reflejan en las seis líneas estratégicas en que se divide:
1.- Diversificación de la base económica.
La primera línea estratégica apuesta por diversificar la base económica que estimule la
creación de empleo de calidad, mediante la consolidación del tejido empresarial y
atracción de la nueva inversión. Para conseguir esto, propone ampliar la oferta de
suelo empresarial, promover inversiones, fortalecer el tejido empresarial existente,
consolidar las actividades turísticas y fortalecer la cultura empresarial y
emprendedora.
50
2.-Mejora de la accesibilidad y de la movilidad.
Los objetivos de la segunda línea estratégica son: conseguir la integración en las redes
de carreteras de alta capacidad, potenciar el papel de Compostela como estación
central del Eje Atlántico de la red ferroviaria europea de alta velocidad, reforzar el
papel internacional del aeropuerto de Lavacolla, impulsar la función de Santiago como
centro de intercambio modal, mejorar las infraestructuras y el transporte colectivo y
mejorar la accesibilidad al centro de la ciudad.
3.- Impulsar el atractivo y la proyección de Compostela.
Para conseguir la tercera de las estrategias, el plan considera prioritario consolidar el
papel turístico de referencia de Santiago, afirmarla como ciudad comercial y de
servicios y potenciar su proyección su proyección cultural. Además, se pretende
potenciar el papel integrador de la capital y su visibilización internacional.
4.- Innovación.
Con el fin de consolidar la formación, el I+D+I y la cultura, la cuarta línea del Plan
Estratégico apuesta por construir una ciudad del conocimiento en torno a ejes como la
Universidad de Santiago (USC), las empresas tecno-científicas, las tecnologías de la
información y os espacios para la creación, la producción y la difusión cultural. En
este aspecto la Ciudade da Cultura está llamada a jugar un papel central.
5.- Aumentar la calidad de vida.
Esta es una de las prioridades establecidas en la quinta línea, junto con la mejora de la
cohesión social, y el avance en la sostenibilidad y en la calidad ambiental de la ciudad
y de su contorno. Para eso, se establecen objetivos como un más fácil acceso a la
vivienda, la adaptación de la población a la nueva red de servicios, la dinamización del
espacio civil urbano, el saneamiento integral del municipio y la consolidación de las
buenas prácticas urbanísticas.
6.- Cooperación.
La sexta línea alude a un refuerzo de las instituciones interadministrativas de la
ciudad. El Consorcio de Santiago, el Estatuto de Capitalidad, las instituciones
supramunicipales del área urbana compostelana o las redes internacionales de
cooperación entre ciudades jugarán un papel fundamental en este cometido.
En el año 2010, como consecuencia de la experiencia y el trabajo desarrollado se
acomete la reforma del Plan Estratégico de Turismo de Santiago. Con los siguientes
51
puntos que potencian, desarrollan y amplían el anterior. (Ros Santasusana, 2010)
P01 Potenciación de nuevos nodos y ejes turísticos-culturales.
Da mayor variedad y profundidad a la oferta turística,
Reequilibrar los flujos turísticos.
Valorizar el paisaje urbano y simbólico de la Puerta del Camino.
Priorizar el Nodo Bonaval - Puerta del Camino.
P02 Museo y centro de interpretación de la ciudad.
Necesidad de disponer de un centro que permita comprender el ser y la historia de la
ciudad de Compostela.
P04 desarrollo de la “Ciudad verde” como producto turístico.
Aprovechar turísticamente un recurso de excepcional valor.
Priorizar el Eje Alameda-Campus Sur- Pazo San Lorenzo- Jardín Botánico- Campus
Norte.
Importancia estratégica del proyecto de Jardín Botánico.
Posicionar Santiago como Ciudad patrimonial, verde y floral.
P04 consolidación y ampliación de la conectividad aérea.
El objetivo prioritario, dar continuidad a las acciones iniciadas en el primer Plan
estratégico de Turismo y convertir a Santiago en el “hub” aéreo del Noroeste
peninsular.
Definir desde Turismo de Santiago una política proactiva con respecto al aeropuerto y
a las compañías aéreas para asegurar conexiones y frecuencias con los mercados
emisores prioritarios.
Aprovechar el Plan Director de Lavacolla y las mejoras de las conexiones terrestres y
ferroviarias para potenciar su papel como gran aeropuerto del Noroeste de la
península.; asegurando una buena conectividad terrestre del aeropuerto de Santiago
con las principales ciudades gallegas.
El apoyo en los actuales planes no quiere indicar, que de existir planes o estudios
posteriores que mejoren lo existente, que no se continúe en el estudio y mejora.
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P05 Descongestión de la Catedral y propuesta de equipamientos religioso
alternativos
Resolver los problemas de masificación de la Catedral.
Utilizar y poner en valor edificios de alto interés y capacidad (San Martiño Pinario,
San Francisco, santa María de Couxo, santa María do Sar, etc.).
P06 Señalización turística
Mantenimiento y mejora.
P07 Potenciación y ordenación de la oferta museística
Situar la oferta a la altura que corresponde a una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Potenciación de temas singulares y universales:
a. Museo de la Ciudad. Centro de interpretación para que el visitante
“comprenda la ciudad”.
b. Museo de las peregrinaciones: Uno de los iconos culturales con
proyección internacional.
c. Museo do Pobo Galego.
Necesidad de un Plan Museístico y Cultural de la ciudad.
P08 potenciación del binomio turismo-comercio
Las sinergias entre la actividad comercial y actividad turística son evidentes si se
desarrollan coordinadamente.
Continuación de la política de colaboración entre el sector turístico y el sector
comercial.
P09 Integración de la “Ciudad de la Cultura” con la ciudad Histórica.
La Ciudad de la Cultura es un macro proyecto excepcional, que es una realidad y
forma parte del futuro de la ciudad.
El reto de lograr que la Ciudad de la cultura sea el motor cultural y referencia
internacional.
a. Definición de un hilo conductor único que aglutine los diversos elementos y
definan claramente su posicionamiento.
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b. Definir claramente la relación conceptual y el rol de la Ciudad de la Cultura y la
Ciudad Histórica.
c. Vincular físicamente la Ciudad de la Cultura con la Ciudad Histórica mediante
un sistema que no rompa los sistemas actuales de movilidad.
P10 mejora de la accesibilidad y movilidad terrestre
Se ha avanzado en los últimos años (A-57 a Ourense). Pendiente la Autopista de Lugo
y la conexión con la autovía del Cantábrico.
El corredor Ferrovial atlántico y el AVE a la Meseta abren nuevas oportunidades.
Necesidad de un Plan de movilidad, con especial referencia a la CdC.
P11 Sensibilización y concienciación: Relación turismo-ciudadanía
Sobre la base indiscutible, de que, Santiago de Compostela es una ciudad turística:
Se deberá acercar la realidad del turismo a la ciudadanía.
Debate objetivo ante la opinión pública sobre los “pros” y los “contras” del turismo.
P12 Consolidación de Santiago como destino gastronómico
Continuación de la política de desarrollo y promoción del producto enogastronómico
buscando elementos de diferenciación y liderazgo.
Apoyar la mejora de la calidad de los establecimientos de baja gama.
P13 Calidad y formación
Continuación de la política como garantía de competitividad.
P14 equipamiento para exposiciones anexo al Palacio de Congresos
Dotación de un espacio polivalente de mediano formato como espacio expositivo
anexo al de congresos y exposiciones. Con una superficie entre 2.000 y 3.000 metros
cuadrados.
P15 Actividades culturales y espectáculos para el turista
Consolidación de los ejes o temas culturales prioritarios: Música, artes audiovisuales y
Arquitectura. Incorporar la visión turística en la programación de actividades
culturales. Programar espectáculos nocturnos destinados al mercado turístico de
calidad (visitas nocturnas teatralizadas, etc.).
54
P16 El “Camino de Santiago” en Santiago
Se pone en valor el tramo santiagués del Camino, en especial el subtramo final de la
Puerta del Camino.
Elaboración de un Plan Director del Camino.
P17 desarrollo equilibrado de la oferta de alojamiento
A corto y medio plazo, adecuación d la oferta a las necesidades del mercado.
Crecimiento en calidad my selectivo: Gran Lujo y hoteles con carácter e historia.
Reconversión de la categoría de algunos establecimientos, en especialmente de 5
estrellas.
Fortalecimiento del asociacionismo en el sector hostelero.
P18 Años santos y política de grandes eventos
La política de gestión del “Xacobeo” debería enfocarse no solo con relación a los
Años Santos, sino con relación a los Años post-Xacobeos.
Programación de una política de Años Temáticos o grandes eventos de acuerdo con el
siguiente posicionamiento:
a. De carácter religioso (Centenarios de la Catedral).
b. De carácter histórico-cultural (fundación de la ciudad, Año de la Arquitectura,
año de la Música, etc.)
c. De carácter gastronómico (Cocinas Atlánticas, tradicional gallega, etc.).
d. De carácter docente y cultural (Universidad internacional, Congresos, etc).
e. De carácter deportivo (Media Maratón del Camino).
P19 Vinculación con destinos y recursos del área de influencia
El objetivo principal es la consolidación de Santiago como capital turística de Galicia.
Continuación de la política iniciada por INCOLSA:
a. Vinculaciones y acuerdos institucionales y promocionales.
b. Estructuración y comercialización de ofertas (COMPOSTUR).
55
P20 Política y gestión de la marca e imagen “SANTIAGO DE COMPOSTELA”
Potenciación el gran valor de Santiago, su atmósfera, capaz de transmitir emociones y
sentimientos. Santiago y el Camino no deben disociarse pero sí diferenciarse. El
camino sitúa a Santiago en Europa. Posicionar a Santiago como “Ciudad Europea”,
acogedora, cultural y “mágica”. Elaborar un discurso para la Ciudad de la Cultura
aprovechando esta oportunidad, evitando el aislamiento de la misma.
P21 Consolidación y desarrollo de INCOLSA- TURISMO SANTIAGO
La necesidad de consolidarlo como instrumento indispensable para el desarrollo
turístico de la ciudad. Asegurar la continuidad del Know - how, experiencia y
profesionalidad acumulada.
Como conclusión a lo dicho podemos indicar lo siguientes puntos clave:
1. Santiago de Compostela ha demostrado su capacidad competitiva que la coloca
en una buena posición para afrontar la crisis.
2. Como motor clave para su economía la ciudad debe seguir invirtiendo en
turismo para aprovechar estas capacidades: una política meramente “a la
defensiva” sería, a todas luces, suicida.
3. La política de desconcentración y ampliación de la oferta básica es posible y
necesaria: existen recursos de alto potencial todavía desaprovechados.
4. Es urgente y fundamental definir el rol y la relación de la Ciudad de la Cultura
con La Ciudad Histórica.
5. Continúa siendo un tema crítico el asegurar las buenas conexiones aéreas para la
ciudad en un entorno de redefinición general del panorama aeronáutico
internacional, cuestión de máxima prioridad.
6. La imagen y el posicionamiento de Compostela se han ido ampliando en
positivo, pero todavía está lastrada en mercados exteriores por un bajo
conocimiento de la misma.
7. La oferta hotelera, hoy en día, es adecuada y suficiente en general. Su
crecimiento a corto plazo debería ser selectivo y cualitativo.
8. Turismo de Santiago, como instrumento indispensable para esta política
proactiva, debe ser potenciado y dotado d los medios suficientes para
desarrollarla con éxito: el actual proceso de reorganización es una buena
oportunidad para una mayor coparticipación del sector privado.
9. Santiago es el principal destino turístico de Galicia y actúa como motor de
arrastre para el conjunto de la Comunidad, y esta función debe tener su
reconocimiento por parte de todas las instituciones.
56
57
4 - ANÁLISIS DEL CENTRO HISTÓRICO
“La ciudad es un ensayo de secesión que hace el hombre para vivir fuera y frente al
cosmos, tomando de él porciones selectas y acotadas”.
“La ciudad es, ante todo, esto: plaza, ágora, lugar para la conversación, la disputa,
la elocuencia, la política. Es decir que, en realidad, la urbe clásica no debía tener
casas, sino solo fachadas como para cerrar una plaza, escena artificial que el animal
político acota e impone sobre el espacio agrícola”.
“La gente construye la casa para vivir en ella y la gente funda la ciudad para salir de
la casa y encontrarse con otros que también han salido de la suya.”
Ortega y Gasset
Santiago de Compostela, Ciudad donde el casco monumental, es a la vez centro
simbólico e institucional de la población y de Galicia, está densamente habitado y
donde se practica intensamente el comercio. Sin embargo, el hecho de que Santiago se
haya convertido en la capital política y administrativa de la Comunidad Autónoma
supone la única amenaza seria para una ciudad histórica cuya área monumental apenas
ha cambiado por las modificaciones impuestas por el urbanismo, ni ha sufrido apenas
agresiones ambientales.
Las algas y líquenes de los muros de Santiago, que tanto fascinaron a Gabriel García
Márquez en su primera visita a la ciudad, son, paradójicamente, uno de los raros
factores a largo plazo podrían alterar el más que aceptable grado de conservación
física de los monumentos de la ciudad compostelana. Además de servir de pretexto a
una nada jocosa “Flora muraría de Santiago”, editada por la universidad compostelana
hace algún tiempo, la vegetación que cubre la catedral y los principales edificios
históricos es un notable y singular ejemplo de contaminación biológica que, más allá
de consideraciones de tipo estético, contribuye de manera significativa al deterioro de
la zona monumental de la ciudad.
No tiene que causarnos extrañeza que sea un catedrático de Edafología, el profesor
Francisco Guitián, quién haya realizado el estudio más completo sobre el estado de
conservación de la Ciudad Histórica de Santiago de Compostela. Para el profesor
Guitián, que parte de la consideración general de que el deterioro del patrimonio
58
artístico (arquitectónico) compostelano, no resulta excesivo, el factor determinante es
la extraordinaria durabilidad del granito, material prácticamente exclusivo en edificios
y calzadas urbanas. Otro de los factores estudiados es el del mecanismo por el que se
produce el ascenso capilar del agua de lluvia hasta una altura, aproximada, de dos
metros en todos los edificios del área monumental. Esta acumulación de humedad, que
se ve favorecida por un clima que se ha terminado por convertir en un símbolo de la
ciudad, y en el que no son infrecuentes las precipitaciones de hasta 100 litros diarios
por metro cuadrado, es el segundo factor de degradación de la piedra, que se
manifiesta en descamaciones, formación de ampollas y caídas de placas de granito.
La lluvia ácida, principal elemento de agresión ambiental que soportan los
monumentos en Europa no afecta a Santiago, salvo, cuando excepcionalmente la
dirección de los vientos arrastra hasta la ciudad partículas contaminantes de las
industrias. Esto es considerado un privilegio de la situación relativamente no
industrializada de la ciudad.
Otros de los factores que influyen de forma directa en la conservación de la ciudad
monumental parecen estar también en relación directa con su característica de que
todavía se utiliza como ciudad residencial, en lo que se diferencia considerablemente
de lo que constituye la norma general en otros núcleos históricos. Ni siquiera el
impacto del desarrollismo, que en la época de los sesenta hizo nacer una nueva ciudad
extramuros con vocación fuertemente residencial y comercial, ha cambiado el hecho
de que el casco histórico sigue siendo el centro; en el que se vive, trabaja y se divierten
los habitantes y visitantes de Santiago.
La ciudad histórica, que conserva la estructura vial diseñada en el siglo XIII, aunque el
patrimonio arquitectónico edificado corresponda en su totalidad a los siglos XVIII y
XIX, coincidió hasta la segunda mitad del siglo XX con la ciudad habitada, lo que,
hizo que se consolidaran en ella usos prestigiosos de todo orden. De hecho, la plaza
del Obradoiro, núcleo vertebral de la ciudad vieja, es toda una representación
simbólica de la concentración del poder, al reunir en un mismo espacio la sede de la
presidencia de la Xunta, el rectorado de la universidad, la catedral, la sede episcopal y
el Ayuntamiento. A este factor de conservación hay que unir el mantenimiento de la
zona como área de uso residencial, a pesar, del estado de deterioro e insalubridad en
muchos casos de las edificaciones.
Existe un bajo porcentaje de viviendas sin habitar en la ciudad histórica, que en
función de la rehabilitación acometida sobre las mismas y su puesta en valor, que
disminuye en función del logro de habitabilidad y confort de las mismas.
59
La ubicación de la capitalidad de la comunidad autónoma, en Santiago de Compostela,
ha contribuido a incrementar la tendencia a la rehabilitación de edificios singulares,
propiciada anteriormente por la Universidad, el COAG y otras instituciones.
“Aunque podemos considerar que el proceso de conversión de usos residenciales en
administrativos o de servicios, favorecido por la nueva condición administrativa de la
ciudad, es justamente la primera amenaza que afecta a la conservación del casco
histórico como un entorno vivo y no museológico.” (Vence, 1985)
Los riesgos son evidentes, ya que la alteración de las modalidades actuales de uso, por
vía del uso terciario, podría acabar por expulsar a la población del casco histórico y
eliminar sus usos residenciales. Toda política urbanística se orienta hacia una
promoción de usos que evite esa sustitución. Tanto el PGOU como el PREPI, aunque
dilatada en el tiempo su aprobación y desarrollo, mediante el trabajo conjunto de todos
los organismos de los cuales depende, han logrado la conservación, rehabilitación y
modernización de la ciudad.
Lo que en los ochenta se veía como el peor de los males posible: La conversión del
casco histórico en una suerte de centro administrativo y en consecuencia, “El éxodo de
los actuales habitantes hacia las zonas del ensanche, destruiría la fisonomía histórica
de la ciudad, que, por otra parte, sufre el deterioro producido por la casi absoluta
inexistencia de inversiones durante los últimos años.” (Raquel Casal, 1985)
Esta situación hizo a la administración autonómica heredar un patrimonio
arquitectónico, quizá el más rico del Estado español, en una situación crítica de
abandono y deterioro, englobándose las medidas de urgencia dentro de un plan
especial.
Las administraciones públicas, en un caso digno de estudio, colaboraron juntas en
pequeñas intervenciones, en su entidad, pero grandes en el inicio de un viaje que aún
hoy continúa: la conversión parcial en zona peatonal del centro histórico y la
promoción de usos residenciales y comerciales mediante bonificaciones fiscales a los
habitantes de la ciudad vieja. (Vence, 1985)
”Recuperar el casco como un lugar de encuentro, y abordar una política de
conservación progresista frente a la concepción integrista que ha regido hasta
ahora.” (Estévez, 2008)
La Xunta de Galicia y el Concello de Santiago, aunaron esfuerzos cara a la obtención
de la declaración de Patrimonio de la Humanidad para el conjunto histórico-artístico
santiagués que finalmente se logra en el año 1.985.
60
4.1 – La inserción de la obra nueva en un contexto de alto valor
No existe un momento histórico en la ciudad que sea “más histórico” que otro. Su
realidad es la suma de una sucesión de épocas distintas que responden a momentos
sociales y culturales igual de válidos. Consecuentemente, las Ordenanzas contenidas
en los Planes Especiales de protección no pueden invitar a reproducir la escenografía
de un determinado momento en su historia urbana como si fuese el único posible. La
ciudad histórica no es únicamente arquitectura, es fundamentalmente, formas de vida,
relaciones sociales, relaciones con el entorno, actividades económicas, culturales, etc.
En la ciudad histórica es imprescindible diferenciar la edificación privada,
generalmente viviendas, de los grandes edificios singulares y monumentales. Esta
realidad debería estar recogida en las disposiciones de los Planes Especiales.
La arquitectura, especialmente la residencial, debe dar respuesta a las nuevas
realidades y demandas sociales de la población actual dentro del respeto y las cautelas
patrimoniales. Consecuentemente solo lo contemporáneo, dentro de su
heterogeneidad, puede responder con los correspondientes matices de discreción y no
banalización a su integración en lo histórico en su sentido más dinámico.
El desarrollo de Estudios de Impacto previos al proyecto arquitectónico, dónde se
analicen los aspectos arqueológicos, históricos, ambientales, funcionales y visuales, en
las intervenciones más relevantes.
En las actuaciones públicas y privadas de cierta importancia, ya sea por su directa
afección a bienes protegidos o por tratarse de actuaciones a gran escala es muy
recomendable la convocatoria de concursos de proyectos con jurado en aras a una
mejora de la calidad en el diseño y a una diversificación entre los arquitectos.
La gestión de los proyectos emblemáticos de nueva arquitectura en los centros
históricos debe ser especialmente transparente, para dar entrada a la participación
ciudadana y a las mejores soluciones arquitectónicas. Para ello hay que utilizar las
posibilidades que ofrecen los nuevos recursos tecnológicos.
La arquitectura contemporánea debe abordarse como fruto de la reflexión, el
conocimiento y el consenso (especializado y social en sentido amplio). Debe
entenderse como una disciplina que da respuesta a nuevas necesidades sociales y
funcionales mucho más allá del aspecto histórico.
Los equipamientos deben ser el resultado del estudio, reflexión y planificación sobre
los centros históricos como elementos fundamentales de los centros históricos como
61
elementos fundamentales de las ciudades patrimonio en toda su extensión. Deben
venir precedidos de un estudio de la viabilidad de su gestión.
Hay que fomentar medidas alternativas al ahorro energético que permitan minimizar el
impacto ambiental, utilizando para ello las posibilidades que ofrecen las nuevas
tecnologías.
Es necesario tener en cuenta la mayor eficacia energética de las ciudades históricas,
gracias a la estructura urbana que las conforman y los sistemas constructivos
utilizados.
Es necesario que el Plan Especial y el Plan General se redacten de una manera
coordinada, teniendo en cuenta que la ciudad es continua y única. Es importante
incorporar en los equipos redactores técnicos de diversas áreas dado el carácter
poliédrico del planteamiento.
Las normativas sobre las condiciones tipológicas, compositivas, formales, estéticas, de
la edificación de escala menor deben modularse según las diferentes unidades y
estructuras del paisaje urbano que se identifiquen en los ámbitos históricos y en otros
que incidan sobre los mismos. Siendo fundamental detectar unidades de actuación
diferenciadas de menor escala que permitan un desarrollo específico de la normativa.
La topografía es determinante para la percepción visual de, y desde el centro histórico,
y por lo tanto, para la determinación de los centros de protección. El análisis
paisajístico debe introducirse en el desarrollo en las revisiones del planeamiento, hasta
ahora basado casi exclusivamente en el plano.
Deben realizarse planes directores específicos para aquellas estructuras o secuencias
con incidencias determinantes en los paisajes urbanos: vías de acceso a las ciudades
rondas de circulación, cursos fluviales y paisajes de ribera, bordes geográficos
(barrancos, cornisas, sierras,…). Estos son los espacios óptimos para la localización de
los proyectos emblemáticos que identifican nuestras ciudades históricas en el siglo
XXI.
El planeamiento de la ciudad histórica debe promover mecanismos que faciliten la
gestión de las intervenciones en los centros históricos (oficinas de gestión específica).
Deben buscarse mecanismos que permitan facilitar la gestión de los restos
arqueológicos imprevistos. Incluso aplicar medidas que minimicen el impacto
económico que supone para el promotor. Se propone considerar la inclusión de las
zonas arqueológicas como equipamiento dentro de los estándares de la ley del suelo o
62
como parte de los aprovechamientos urbanísticos de cesión gratuita habría que
estipular los mecanismos necesarios para que esta repercusión no recaiga en su
totalidad en la administración local.
ESPACIO PÚBLICO Y ACCESIBILIDAD
En los Conjuntos Históricos es necesario un Plan Director que entienda de una manera
global el conjunto de los espacios públicos con los mismos criterios de autenticidad y
calidad que se exigen a la edificación. Es imprescindible la coordinación de las
diferentes administraciones superpuestas.
Hay que defender el derecho al espacio público regulando y controlando su posible
utilización para usos privados.
La movilidad en los Conjuntos Históricos debe estar basada en el principio de
“mínimo tráfico, máxima accesibilidad”, categorizando los tráficos (intermodalidad) y
fomentando los modos no motorizados de desplazamiento (sostenibilidad).
La accesibilidad a las personas con limitaciones motoras debe constituirse en prioridad
evitando pavimentos incómodos supuestamente históricos.
Los Conjuntos Históricos deben apostar firmemente por la reducción, de manera
gradual, del impacto de las redes de suministro en la imagen urbana, introduciendo
nuevas tecnologías.
Es necesario estar atento a nuevos usos de relación e intercambio, nuevas tecnologías,
nuevos colectivos, etc…, que usan los espacios públicos de nuestros Conjuntos
Históricos: introducción de zonas wifi, adaptación del espacio al uso de nuevos
colectivos (emigrantes, jóvenes-botellón, etc.), etc.
LA INDUSTRIA DEL TURISMO
El turismo no puede ser un fin en sí mismo, es una actividad económica que tiene que
aprender a convivir de forma equilibrada con los habitantes y usuarios de los Centros
Históricos (CH). Hay que evitar la escenografía y la tematización. La ciudad no puede
entenderse como un producto de consumo.
El turismo debe tener un carácter claramente sostenible, es decir, cualquier actuación
de fomento del turismo debe tener una repercusión directa positiva en el residente.
Siendo imprescindible eliminar la baja calidad, la banalidad y los tópicos de la oferta
turística, fomentando la autenticidad por respeto a los residentes y a los visitantes.
63
LA APROPIACIÓN SOCIAL DEL PATRIMONIO
Desde los ayuntamientos debe promoverse el conocimiento y la difusión de los valores
de la ciudad histórica como una forma de garantizar su pervivencia, mediante la
aprobación e implicación social.
Cuando la ciudad histórica recupera la riqueza y diversidad d su estructura social, tiene
garantizada su vitalidad y su transmisión al futuro.
Siendo imprescindible fomentar el conocimiento de la historia de la construcción y las
técnicas constructivas tradicionales específicas de cada ciudad entre técnicos y
operarios, permitiendo la detección y la posterior integración de aquellos elementos de
valor sin caer en la imitación.
En resumen, el carácter complejo de la ciudad requiere respuestas complejas,
entendidas como el compromiso de actuar desde todos los ámbitos que afectan a la
escena urbana de forma coordinada. La gestión de esta complejidad, de ninguna forma
puede dejarse a la improvidsación, es imprescindible desde la instituciones que tienen
la obligación de esta gestión crear equipos profesionales multidisciplinares
suficientemente dotados y preparados. (VVAA, Carta para la integración de la
arquitectura contemporánea en las ciudades patrimonio de la humanidad, 2009)
Como colofón, me gustaría finalizar con un fragmento del libro Topografía
Sentimentaal, de Dimitris Pikionis, en concreto “Lo dijo la piedra”, que sintetiza de
manera más prosáica , la humildad necesaria a la hora de aproximarse, desde una
visión inequívocamente contemporánea, a la construcción de la ciudad histórica:
“En este día en concreto quiero sumergirme en el espectáculo del terreno bañado en
una luz plácida e invernal. Aquí hay formaciones de piedras elaboradas por fuerzas
superiores, rocas, cantos rotos, piedras, el polvo nacido del suelo y sus partículas, tan
inabarcables como las estrellas. Me agacho y recojo una piedra. La acaricio con la
mirada, con los dedos. Es un trozo de piedra caliza. El fuego forjó su forma divina, el
agua esculpió y la dotó de su fino revestimiento de arcilla, con manchas alternas de
blanco y amarillo rojizo ferruginoso. Le doy vueltas entre mis manos, estudio la
armonía de sus contornos. Me deleita la manera en que los entrantes y salientes, la
luz y la sombra se equilibran en la superficie. La siento crecer, expandirse en mi
imaginación. Sus superrfficies laterales se convierten en laderas de colina, en crestas,
en nobles precipicios. Sus huecos se convierten en grutas, de cuyas grietas fluyen
hilillos de agua Ella configura los contornos del paisaje. Ella es el paisaje. Es el
64
templo destinado a coronar los empinados peñascos de nuestra propia Acrópolis,”
(Pikionis, 1935)
4.2.- Rehabilitación sostenible
Se trata de entender este presente, como un tránsito de culturas y de civilizaciones,
mas allá de las ideologías y contemplarlo como generador de innovación conceptual y
tecnológica en un compromiso creativo a formular con nuevos parámetros.
En la actualidad las medidas paliativas que atenúan el impacto ecológico de la
construcción, son acción prioritaria. Sin embargo es el tiempo de las preguntas, que
posibiltitarán las respuestas de amplio calado en las estructuras sociales, en las
productivas, en las extractivas y en las culturales. Es lo que, suponemos en un futuro,
será el paradigma de una nueva civilización.
Es inevitable el ampliar el campo visual sobre la disciplina de la arquitectura y el
urbanismo, sin rebasar el territorio convencional del debate proyectual (teoría y
técnica) y ejercitar una nueva mirada sobre nuestra área de decisiones, y muy
especialmente sobre la realidad transformada por la entrada de los requerimientos
ecológicos y por el desbordamiento de los límites convencionales de lo arquitectónico
y urbanístico que la aceleración social ha impuesto a nuestra cultura.
Los problemas son fruto de la resistencia general a una nueva cultura, que debemos
construir para resolver las graves y urgentes patologías ecológicas de nuestro entorno.
La resistencia no solo planteada directamente desde las estructuras económicas
privadas o públicas, sino indirectamente ( pero también económicamente interesadas)
desde operadores culturales, sociales, políticos, etc que ven cuestionadas sus
posiciones e intereses, y presentan una resistencia numantina y de graves
consecuencias a la transformación moral de nuestro entorno social y medioambiental.
Cualquier reflexión sobre la adecuación del entorno urbano al natural mejora,
obviamente, el índice de sostenibilidad de vivienda y ciudad. Sin embargo se trata de
una sostenibilidad de vivienda y ciudad. Tenemos a nuestra disposición una tecnología
desarrollada o en vías de desarrollo con la que progresar en una historia que recupere
el equilibrio medioambiental local pero sobre todo planetario en un orden solidario.
Todas las líneas y conductas que hacen ciudades mas sostenibles y naturaleza en
armonía con ellas, pasan por reivindicar la ecología como una moral, una ideología
que lo informa todo: la vida social, la Política, El Pensamiento, La Cultura, etc.
(Viaplana & Helio, 1995)
65
66
5 - LOS ORGANISMOS
“La ciudad es también una arquitectura, un hablar, unas tradiciones religiosas y
profanas, unas costumbres, un estilo y hasta una cocina: un orbe entero que lo
contiene todo; un sistema de vida. Un lugar privilegiado, una luz que le es propia, un
paisaje (…) Y es también un rumor que resuena por la plazas y calles; unos silencios
que se estabilizan en lugares de donde nada puede romperlos; un tono en las voces de
sus habitantes y una especial cadencia en su hablar; una altura en los edificios y un
modo de estar plantada en el lugar que le es propio.”
Manuel Zambrano
5.1.- Real Patronato y su Gestor: El Consorcio de Santiago.
La normativa del consorcio interadministrativo, nacida de la mano de la normativa de
régimen local, ha dado un gran salto evolutivo para situarse entre las entidades
públicas instrumentales más emergentes del sector público autonómico. Sin embargo,
la creciente presencia de los consorcios en el ámbito autonómico no ha supuesto una
actualización de su régimen jurídico, ya que la mayoría de las Comunidades
Autónomas todavía no han llevado a cabo la regulación normativa de esta figura.
(Ferreira Fernández, 2000)
La coordinación entre las distintas administraciones, la unión de fuerzas como medio
de lograr un fin de utilidad común. La existencia de múltiples intereses cruzados, de
orden público y privado, y la cooperación entre todos ellos es una condición
imprescindible para conseguir el objetivo principal de los mismos. El concepto básico
de protección de la ciudad es el Urbanismo y que este es competencia del
Ayuntamiento (Concello). Por su parte, la dimensión patrimonial lo es del gobierno de
la Comunidad (Xunta), por lo que la primera unión o coordinación resulta
imprescindible.
Es aconsejable no perder de vista de que la vida de un Plan especial “comienza
justamente cuando se termina de aprobar y para ello hay que dotarse de una agencia
de gestión, llámese Gerencia, Consorcio, Oficina del historiador o como se quiera”.
Una oficina que informe (la comunicación debe ser un proceso continuo), que
difunda, que recabe fondos, que coordine las diversas administraciones, que pueda
adquirir edificios, los rehabilite y los ponga de nuevo en el mercado, que ejecute
67
obras, que promueva incluso actividades culturales, cursos, etc., y que se encargue de
que el Plan marche por la senda y en la dirección previstas….” (Dominguez, 2001)
El Consorcio de la ciudad de Santiago de Compostela fue creado en 1992 para
impulsar la ejecución del proyecto urbano de la capital de Galicia, declarada
Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1985. De titularidad
municipal, personalidad jurídica y patrimonio propios, es una administración pública
participada por el Gobierno de España (60%), el Gobierno regional de Galicia (35%) y
el Gobierno municipal de Santiago de Compostela (5%). El Consorcio propone,
promueve y tutela, financiera y técnicamente hasta su materialización, iniciativas y
proyectos de calidad para la ciudad histórica de Santiago de Compostela, siempre
fomentando la coordinación y cooperación leal y activa entre las diversas
administraciones y agentes.
Durante los años de existencia del mismo, el Consorcio ha desarrollado una intensa
labor financiera y técnica en la materialización del proyecto urbano para la capital
gallega. A la ejecución de equipamientos estratégicos como el Palacio de Congresos,
el Multiusos del Ser, la estación de autobuses y aparcamiento de Xoán XXIII, se suma
una decidida apuesta por la recuperación de la relación de la ciudad con el territorio,
que ha supuesto la adquisición de 70 Hectáreas de espacios verdes de gran calidad
urbana para incorporarlos al dominio público, y que sitúan la ratio actual de espacio
verde en Compostela en 20m2/habitante. En esta línea, el proceso iniciado para
incorporar al dominio público las Brañas del Sar es uno de los proyectos
fundamentales, dada la trascendencia de este espacio en el futuro urbano de
Compostela.
La rehabilitación e intervención en monumentos, edificios singulares y espacios libres,
desarrollada siempre en estrecha colaboración con los habitantes, se traduce en la
realización de más de 1500 intervenciones en edificios, viviendas y locales
comerciales desde 1994. Además, con el objetivo de iniciar la progresiva sustitución
de la cultura de rehabilitación puntual por la del mantenimiento y conservación, como
auténtica garantía de conservación, el Consorcio ha puesto en marcha recientemente
“Ter y Manter”, un nuevo programa para incentivar las obras y labores de
mantenimiento en las viviendas y edificios de la ciudad histórica.
La política cultural del consorcio de Santiago está íntimamente ligada a las políticas
públicas de rehabilitación y conservación de la ciudad histórica, tanto en el campo de
la música, de la ciencia, como en el de la investigación y editorial, con la publicación
de cerca de un centenar de títulos desde 1993. (www.consorciodesantiago.org)
68
5.2.- Oficina Municipal de Conservación y Rehabilitación.
Desde 1992 el Consorcio de Santiago promueve, a través del Concello de Santiago, un
conjunto de medidas de fomento y ayuda tendentes a garantizar la mejora de las
condiciones de vida de los habitantes de la Ciudad Histórica de Santiago de
Compostela y el mantenimiento de su conjunto edificado, reconocido como
Patrimonio de la Humanidad.
El Consorcio de Santiago, en virtud del Convenio firmado el día 27 de abril de 1994,
encomienda al Concello el establecimiento de las medidas para la ejecución de las
actuaciones de rehabilitación de la CHSC y que continúen la labor emprendida en
1992 en la que, con la colaboración ciudadana, se adecentaron los exteriores de los
edificios del centro Histórico, como medida de protección de sus interiores, mejorando
al tiempo su imagen urbana.
En junio de 1994, el Concello de Santiago contrata, mediante concurso público, los
servicios de una empresa especializada para diseñar el organigrama, el método y las
funciones de la Oficina Municipal de Conservación y Rehabilitación de la Ciudad
Histórica, la OMCRCH ocupa parte del Pazo de Vaamonde, sede del Consorcio de
Santiago, una vez rehabilitado su interior y dotada de los medios técnicos adecuados a
la función que desarrollará en adelante.
El criterio que ha guiado las actuaciones de la OMCRCH está basado en la
conservación del Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad Histórica a través de la
mejora de las condiciones de uso de los edificios que la conforman, consecuencia de
las necesidades de sus habitantes y conforme a la orientación y determinaciones
recogidas en el PEPRI.
Definidas en este las actuaciones que deben llevarse a cabo en el conjunto de la
Ciudad Histórica, actúa como órgano que encauza, aúna o requiere los esfuerzos de los
ciudadanos para completar intervenciones puntuales cuando se considera que el
momento es oportuno, en función de las carencias o deseos de los usuarios en cada
ámbito y de las intervenciones de recuperación urbana programadas en el Plan
Especial.
El ámbito de actuación lo forman 2.829 edificaciones, de las que 169 son dotacionales.
Existen 6.717 viviendas y 1.857 locales comerciales.
Siendo sus límites definidos en el PGOM y en las modificaciones del PEPRI.
69
Desde enero de 1995, en que sus plazas fueron cubiertas por concurso público, la
Oficina de Rehabilitación está compuesta por:
Un Director Técnico como Coordinador de los diferentes programas de rehabilitación
y de los recursos técnicos de la misma. Arquitecto.
Un Gestor como Coordinador de los aspectos administrativos de la rehabilitación y
supervisores de las obras. Economista.
Dos coordinadores de proyectos y obras. Directores de los proyectos generados por los
programas de rehabilitación y supervisores de las obras. Arquitectos.
Un Coordinador del Área de formación, encargado de diseñar los programas de
educación y fomento del a rehabilitación. Coordinador de la primera visita técnica de
diagnóstico de las viviendas que se realiza cuando los inquilinos o propietarios
solicitan la colaboración de la Oficina de Rehabilitación. Arquitecto.
Un Jefe de la sección Técnica. Encargado de la coordinación del Área de producción
de memorias y presupuestos. Encargado del mantenimiento del equipo informático.
Arquitecto Técnico.
Dos delineantes especializados en el manejo de programas informáticos.
Formalización de documentaciones técnicas.
Dos auxiliares administrativas, encargadas de tareas administrativas, atención al
público y archivo.
Un Conserje. Encargado de papelería, fax y fotocopias.
Para el diseño de los primeros programas se tomó como base el diagnóstico que se
formula en el Avance del Plan Especial de la Ciudad Histórica, según el cual: “Desde
el punto de vista de su actual realidad urbanística, la característica más destacable y
que la singulariza entre el conjunto de ciudades históricas similares es, sin duda, su
relativa vigencia como realidad urbana, conservada todavía en gran medida en sus
aspectos residenciales, funcionales, económicos y sociales”.
No obstante, se constata asimismo la existencia de determinados fenómenos
patológicos de carácter estructural:
“El avance del proceso de tercerización, el abandono del centro por sus habitantes
tradicionales, el deterioro del patrimonio edificado y el ambiente urbano, (…) que se
70
hacen patentes en distintos grados y con distinta intensidad, pero en todos los casos
con una tendencia a la progresiva agravación”.
Por esta causa se puso en marcha, con anterioridad a la aprobación definitiva del Plan
Especial de la Ciudad Histórica, pero plenamente incardinados en la estrategia de
recuperación urbana por él diseñada. El Programa Puente de Rehabilitación Interior de
Viviendas y el Plan Piloto y, posteriormente el Programa Puente de Ayudas a los
Locales Comerciales.
Los Programas Puente se conciben como instrumentos de intervención inmediata,
dirigidos a actuar sobre la generalidad de los inmuebles de la ciudad histórica con
medidas de tipo remediador y encaminado a frenar o contrarrestar los efectos más
perniciosos de aquellos procesos detectados en el Avance del Plan Especial. Por su
ámbito temporal, tiene vocación de transitoriedad, a la espera de la aprobación
definitiva del Plan Especial, a partir del cual se establece un marco de ayudas a la
rehabilitación más estables y permanentes.
El Plan Piloto tiene un contenido eminentemente estructural, dirigido a conducir
intervenciones singulares y espacialmente discretas y a coordinar una serie de
actuaciones, en apoyo de las estrategias trazadas por el Plan Especial, y con un
horizonte temporal de medio y largo plazo.
5.3.- Otros organismos.
ICOMOS
ANTECEDENTES
Fundado el año 1965 en Varsovia (Polonia), tras la elaboración de la Carta
Internacional sobre la Conservación y Restauración de Monumentos y los Sitios
Histórico-Artísticos (ICOMOS) es la única organización internacional no
gubernamental que tiene como cometido promover la teoría, la metodología y la
tecnología aplicada a la conservación, protección, realce y apreciación de los
monumentos, los conjuntos y los referidos a los sitios.
OBJETIVOS
Actuar como un foro internacional que ofrezca todo tipo de posibilidades para el
diálogo y el intercambio a los profesionales de la conservación.
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Reunir, profundizar y difundir información sobre los principios, técnicas, legislación y
políticas de conservación y salvaguardia.
Colaborar, en el ámbito nacional e internacional, a la creación de centros
especializados en documentación.
Fomentar la adopción y aplicación de las convenciones y recomendaciones
internacionales relativas a la protección, conservación, realce y apreciación de los
monumentos, los conjuntos y los sitios histórico-artísticos.
Participar en la elaboración de programas de formación de especialistas en
conservador, Poner su red de expertos al servicio de la comunidad internacional.
PROGRAMA
Incrementar la representatividad de ICOMOS en todos los continentes.
Elaborar los documentos doctrinales necesarios para la aplicación de la Carta de
Venecia dentro del marco evolutivo de la noción de patrimonio.
Definir los métodos de gestión del patrimonio para asegurar su conservación, realce y
apreciación.
Desarrollar los programas de formación en un marco multilateral, en cooperación con
sus comités Nacionales e Internacionales.
Dotar al centro de documentación internacional sobre la conservación de un archivo de
diapositivas y una videoteca que abarquen el conjunto del patrimonio arquitectónico y
de los sitios de interés histórico-artístico en todo el mundo.
Llevar a cabo misiones de peritaje a petición de las administraciones públicas y de
toda persona jurídica que juzgue necesaria la consulta a peritos para resolver un
problema técnico de conservación.
Afianzar ante la UNESCO su papel de consejero técnico, especialmente en el campo
de la elaboración de la Lista del Patrimonio Mundial y el seguimiento de los bienes
inscritos en la misma.
Informar a los profesionales de la conservación mediante la publicación trimestral de
un boletín de información, Noticias de ICOMOS, y de las actas de coloquios.
Sensibilizar al público para la protección del patrimonio a través de los medios de
comunicación y de la celebración de la jornada Internacional sobre los Monumentos y
los Sitios Histórico-Artísticos (18 d abril).
72
MIEMBROS
Individuales, institucionales, asociados y benefactores.
Todos ellos, en razón de sus actividades profesionales, deben ser competentes en
materia de conservación de monumentos, conjuntos o sitios históricos. Pueden ser
arquitectos, historiadores de arte, arqueólogos, urbanistas, ingenieros, juristas,
archiveros y bibliotecarios, o profesionales de la administración pública.
EL CENTRO INTERNACIONAL DE DOCUMENTACION
En 1965, y a instancia de la UNESCO, se decidió la creación, en el seno del ICOMOS,
de un “organismo internacional de documentación sobre conservación y restauración
del patrimonio monumental”.
Un año más tarde, el Coloquio de Bruselas fijó las orientaciones y objetivos de dicha
entidad. De forma paralela, se creó un Comité de Documentación (1969), al mismo
tiempo que el Comité Nacional de Estado Unidos conseguía una subvención especial
de la “National Park Foundation”.
En 1972 se instaló el Centro en el Hotel Saint-Aignan , y se adquirió la anaquelería y
otro material gracias a la ayuda de la UNESCO.
Desde su inauguración en 1974, ha sido objeto de constantes mejoras. En 1977 se le
asignan un documentalista y un ayudante, y ya en 1978 estaban en proceso de
ejecución el diseño y puesta en marcha de un sistema documentario.
El sistema concebido para satisfacer las necesidades inmediatas, debía ser
reemplazado por otro internacional informatizado, cuya implantación requería la
elaboración de un “tesauro”, así como una mayor diversificación de los fondos
documentales disponibles en el Centro para su consulta pública y a la disposición de
los profesionales y estudiosos de la temática de la protección y conservación del
patrimonio cultural.
Objetivos que se alcanzan en el tiempo previsto, y en el primer semestre de 1981 se
abría una nueva era con la introducción de la informática, el establecimiento de la red
UNESCO-ICOM-ICOMOS, la creación de la base de datos bibliográficos “ICOMOS”
y la conexión directa con la UNESCO.
En 1986, el Centro de Documentación entró también a formar parte de la Conservation
Information Network, creada por el Getty Conservation Institute, posibilitando así el
acceso directo de todos los investigadores a la base de datos el ICOMOS.
73
74
6 – LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA
“Llamamos, pues, ciudadanos de una ciudad al que tiene la facultad de intervenir en
la función deliberativa y judicial de la misma, y ciudad en general, al número total de
estos ciudadanos que basta para la suficiencia de la vida.”
Aristóteles
Hablar del patrimonio cultural supone la identificación de una serie de rasgos
inherentes al territorio. Estos rasgos diferenciadores determinan las señas de identidad
de las comunidades que ocupan un espacio geográfico. En su más amplio sentido, el
patrimonio cultural y natural pertenece a todos los pueblos. Cada uno de nosotros tiene
el derecho y la responsabilidad de comprender, valorar y conservar sus valores
universales.
La participación ciudadana es la piedra angular en la transformación de nuestra
sociedad contemporánea. No puede entenderse políticas intervencionistas en ámbitos
como son el social, cultural y medioambiental sin contar con los colectivos sociales
que articulan y vertebran la vida urbana. La memoria colectiva inherente al patrimonio
cultural de cada comunidad o localidad es insustituible y una importante base para el
desarrollo no solo actual sino futuro. En diferentes foros internacionales se van
definiendo estos criterios.
Como en la denominada: Declaración de México sobre las Políticas Culturales, en la
que se destaca que: “En su sentido más amplio, la cultura puede considerarse
actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales,
intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o grupo social.”
La identidad del colectivo social parte del reconocimiento de los valores culturales
heredados, que quedan como huellas de un paisaje que llamamos cultural.
El sentimiento de pertenencia a un territorio establece una relación de dependencia con
este último. La vinculación al mismo se genera por la identificación de elementos
culturales y medio ambientales existentes en el paisaje. Dichos elementos son la clave
del lenguaje de interrelación que configura el sentimiento de pertenencia a un mismo
colectivo social. (Arrieta Urtizberea, 2008)
75
6.1.- La participación ciudadana en la intervención arquitectónica del
Casco Histórico de Santiago de Compostela.
A la hora de analizar la percepción y valoración conjunta que los residentes de la
ciudad tienen en relación al desarrollo en su ciudad parten de dos ideas fundamentales;
por un lado, la importancia que le asigna el turismo como factor del desarrollo local,
observando directamente qué papel juega como motor de generación de riqueza y
empleo; y, el grado de conocimiento y percepción que la población residente tiene de
los distintos elementos que configuran la oferta turística del destino por excelencia:
Santiago de Compostela.
La Ciudad Histórica compostelana “pierde capacidad de renovarse” y cada vez son
menos los vecinos que pueden vivir en ella. Se queda sin compostelanos. Mientras,
aunque el de Compostela es uno de los cascos históricos más sobresalientes en
rehabilitación, así lo avalan numerosos reconocimientos nacionales e internacionales,
podemos comprobar que en cuanto a la habitabilidad se queda, en algunos apartados,
en un aprobado raspado. Es la opinión de los que en ella habitan.
Y es que vivir en nuestra Ciudad Histórica es un lujo por la posibilidad de poder
residir en el corazón de nuestra historia, por poder llevar una vida de barrio
beneficiada por la ausencia de tráfico, por poder disfrutar de una amplia oferta cultural
o tener a un paso los productos del Mercado de Abastos, entre otras muchas razones,
también está siendo un lujo en el sentido más literal de la palabra.
“Las políticas de rehabilitación han traído una transformación muy positiva, pero han
dado lugar también a un notable encarecimiento del barrio” “En la mayor parte de los
casos, los precios del casco histórico los marca el nivel de gastos que los visitantes,
locales o foráneos, son capaces de mantener durante una semana, no la capacidad de
gasto de los propios habitantes”.
Por otra parte, las distintas medidas, planes o proyectos que se estén desarrollando en
la ciudad así como su grado de participación en los mismos, con lo que, a tenor de los
resultados, podemos afirmar que cumple plenamente con los objetivos. La población
local se ve plenamente vinculada al turismo que se da en su ciudad y disfruta de las
ventajas que presenta, aunque sufre, de forma estoica, las carencias y limitaciones de
un casco histórico limitado en su crecimiento. La importancia de captar nuevos
residentes evitando el encarecimiento del barrio.
Con estos resultados los vecinos alertan de un descenso de la población ya que solo
residen los propietarios. (VVAA, Santiago se queda sin habitantes, 2012)
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77
7 - LA OBRA
“La arquitectura se está convirtiendo de Nuevo en parte integral de nuestra
existencia, en algo dinámico y no estático. Vive, cambia, expresa lo intangible a
través de lo tangible. Da vida a materiales inertes al relacionarlos con el ser humano.
Concebida así, su creación es un acto de amor.”
Walter Gropius
En Santiago de Compostela se ha conseguido transformar una ciudad histórica
mediante el planeamiento y la arquitectura. El camino no ha sido fácil, pero el balance
es claramente positivo, alcanzando un reconocimiento general. Las conclusiones,
siempre provisionales, deducidas del tiempo transcurrido indican que la cuestión
esencial es el proyecto: desde la idea hasta el plan hay que recorrer un largo y
complicado camino, pero el trayecto entre el plan y su ejecución no es menos
complejo, y la mejor forma de abordarlo con garantías: “es el ejercicio del consenso y
el diálogo entre la administración y los ciudadanos”.
La función del planeamiento es diseñar la ciudad y, además, aprovechar sus recursos:
no todas las partes tienden a crecer de la misma manera ni con los mismos usos,
algunas deben ser protegidas, porque el desarrollo ha de partir de criterios de
sostenibilidad.
Es por eso es importante el ejercicio de la solidaridad urbana basada en la calidad de
vida mediante el reparto de la riqueza, apoyado en una política fiscal que distribuya
los recursos para implantar servicios, equipamientos e infraestructuras en las áreas más
desfavorecidas.
Si partimos de estos presupuestos, es competencia de la administración local, y a ella
compete, impulsar el proceso de crecimiento económico, combinando adecuadamente
lo público con lo privado.
La administración tiene que participar con los demás agentes en el mercado del suelo y
la vivienda de forma sostenida a lo largo del proceso de planificación y gestión.
Negociando acuerdos que garanticen la viabilidad del plan y el mantenimiento de la
calidad de los espacios públicos. (Estévez, 2008)
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7.1 – Intervención urbana
Proceso y fases de peatonalización
Políticas de recuperación del espacio urbano en la Ciudad Histórica: compartir la
ciudad privilegiar al peatón
El proceso de peatonalización, o más bien de regulación del tráfico, en el ámbito de la
Ciudad Histórica de Santiago de Compostela ha sido parte consustancial del proceso
de revitalización y rehabilitación de su conjunto monumental, declarado Patrimonio de
la Humanidad por la UNESCO en 1985.
La recuperación urbana es un proceso que busca un nuevo equilibrio de usos de la
ciudad para propiciar una dinámica favorable a la reconstrucción de la diversidad de
actividades, a la regeneración del tejido residencial y a la revitalización demográfica,
social y funcional mediante la preservación de los valores arquitectónicos, culturales y
ambientales de las edificaciones que configuran el conjunto histórico conjugado con la
querencia de una nueva arquitectura que le añade una huella contemporánea.
En el casco viejo se conjuga la conservación material de los edificios en el marco de
las estrategias generales dirigidas tanto a su revitalización económica, como a la
rehabilitación de viviendas, a la regeneración demográfica y a la inserción funcional
del barrio como conjunto de la ciudad.
El proceso de peatonalización del recinto de intramuros, consolidado como un
privilegiado espacio de relación, y la construcción de estacionamientos públicos en su
entorno, fomentaron un cambio sustancial en la movilidad que permitió ganar espacio
para los peatones y restringir el acceso de vehículos.
El espacio público de la ciudad es continuo:el cielo penetra en la ciudad a través de él,
la arquitectura le marca recorridos… comprende todo lo que la vista alcanza, se
apropia de las fachadas de los edificios y de las perspectivas que estos definen y
encajan, y también del paisaje.
Por eso, la intervención sobre el espacio público es seguramentee la acción más visible
e influyente en la ciudad consolidada.
Sería incomprensible y posiblemente inviable el primero de estos procesos, es decir, la
devolución al peatón de un espacio que inicial e históricamente le era propio, sin los
mecanismos de intervención pública que han favorecido el desarrollo de un riguroso y
prolongado programa de rehabilitación del conjunto histórico y monumental:
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viviendas, comercios, iglesias, conventos, etcétera, programa que ha obtenido
numeroso reconocimientos, tanto en el ámbito estatal como internacional.
A los problemas comunes de ordenación del tráfico en las ciudades se añade, en el
caso de los conjuntos histórico-monumentales, una serie de factores que se complican
extraordinariamente la organización y regulación de los flujos de tráfico.
Entre estos factores podemos resaltar:
a. El propio dimensionamiento de unos espacios (calles y plazas) que fueron
concebidos a otra escala y con otras necesidades.
b. La necesidad de compatibilizar un uso turístico y por tanto un fácil acceso
de los visitantes que constituyen en todas estas ciudades singulares una
fuente de ingresos fundamental, con el uso de los propios ciudadanos.
c. El tremendo y constante impacto de la contaminación acústica y
ambiental sobre un patrimonio irreemplazable.
d. El recelo e incluso frontal oposición que en una buena parte de
ciudadanía, y especialmente en el sector del comercio, suscitó, suscita y
suscitará el término “peatonalización”.
Como en todas aquellas ciudades que adoptaron, con mayor o menor profundidad,
políticas de regulación del tráfico rodado; el proceso en Santiago de Compostela fue
largo y laborioso y se remonta a principios de la década de los 80. En esa época y
aunque parezca increíble, a efectos de circulación rodada la ciudad histórica tenía
idéntica consideración (lo que significaba una total desconsideración) que cualquier
otra parte de la ciudad. Como ejemplo aclaratorio en aquella época, no tan lejana, la
Plaza del Obradoiro corazón de la ciudad histórica, era utilizada como aparcamiento.
Todos sabemos que la masiva popularización del automóvil como medio de transporte
ha cambiado radicalmente el funcionamiento de las ciudades y ha modificado las
costumbres y hábitos ciudadanos. En una primera etapa fue privilegiada además su
presencia como signo de modernidad y progreso, conformándose los espacios
disponibles (muy escasos en las ciudades históricas) para hacer compatible el tránsito
de peatones y vehículos.
Mientras las nuevas zonas urbanas (caso de los ensanches) incorporaban áreas
delimitadas y diferenciadas para el peatón (aceras) y los vehículos (la propia calzada)
las zonas monumentales, que carecen de esta división, sufrieron un progresivo
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estrangulamiento a medida que los flujos de tráfico se incrementaban, creando
conflictos de preferencia e incluso problemas de seguridad.
En nuestro caso particular, al hecho de tratarse de una ciudad marcadamente turística y
universitaria se añadía que los más relevantes organismos públicos (Ayuntamiento,
Universidad, Catedral, Gobierno autónomo, etcétera) se concentran también en el
casco histórico, generando una intensa actividad y, en consecuencia, flujos muy
intensos tanto de peatones como de tráfico rodado.
En este contexto el Ayuntamiento emprende el proceso de regulación del tráfico en la
zona monumental con objeto de recuperar para uso predominantemente peatonal este
ámbito y a la vez frágil. Un proceso que se realiza de forma escalonada y progresiva
desde principios de la década de los 80, comenzando en principio por calles de escasa
circulación rodada y aplicándolo en franjas horarias determinadas.
Fase 1
El ámbito se va ampliando progresivamente hasta que en el año 1988 se produce un
salto cualitativo y cuantitativo determinante, con la aprobación de una ordenanza que
regula el tráfico en la zona monumental.
Fase 2
La apelación a la comprensión ciudadana se basa en la consideración de que el
corazón de Compostela es su zona histórica y monumental. “Un tesoro de piedra (se
decía en los folletos informativos de la época) que fue creado con el esfuerzo y la
imaginación de nuestros antepasados a la medida de las necesidades del hombre. Ellos
hicieron rúas y plazas para la convivencia, para escuchar y gozar las múltiples voces
de una ciudad viva”.
Sin embargo el precio de un progreso sin medida apagó esas voces con la presencia de
un tráfico cada vez más denso. El tráfico desbordó la capacidad de una ciudad que fue
pensada para el hombre; los vehículos desplazaron a las personas usurpando el
espacio, y rúas y plazas se convirtieron en aparcamientos. Todos nosotros estamos
pagando, en aras de nuestra comodidad, el tributo de perder una ciudad que fue
siempre una invitación al encuentro.
Es fácil compartir una reflexión de este tipo en todas aquellas ciudades que han tenido
que afrontar el reto de recupera la función social de unos centros históricos, que
queríamos vivos y dinámicos, para lo cual era fundamental la recuperación del
protagonismo del peatón.
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En el caso de Santiago de Compostela, y simultáneamente con la aplicación de la
ordenanza, el ayuntamiento inicia los trabajos necesarios para la ejecución de una serie
de aparcamientos que bordeen el casco histórico (alguno incluso en el propio centro)
de forma que se ofrezcan alternativas a la eliminación de plazas de estacionamiento, y
se facilite a los ciudadanos un acceso próximo y cómodo a la zona peatonal. Este
proceso, desarrollado de manera escalonada y permisiva, no generó ninguna reacción
notable de oposición por parte de la población afectada.
La celebración del Año Jubilar de 1993 aconseja abordar en profundidad La
regulación del tráfico y mediante un Bando se extiende la peatonalización a la práctica
totalidad del conjunto histórico. Esta nueva fase si provoca un fuerte rechazo social,
especialmente por parte de los comerciantes y residentes. Los comerciantes, porque
recelaban que la dificultad de acceso en vehículo repercutiría directamente en la
disminución de su volumen de ventas, pese a que ya en esta época actuaciones
similares en ciudades habían demostrado que con una adecuada reorientación los
cascos históricos se convertían en atractivos “centros comerciales”. Los residentes,
porque las restricciones de estacionamiento menoscababan su comodidad.
El acceso al casco histórico se reguló a través de dos tipos de tarjetas así como
mediante horarios de carga y descarga de mercancías restringidas. Las tarjetas eran de
dos tipos:
a. Comercios: Una por establecimiento, con permiso de paso y parada por un
tiempo máximo de 10 minutos.
b. Residentes: paso y parada durante el día (por un máximo de 10 minutos), así
como aparcamiento en su calle durante la noche.
Este tipo de medidas permitía un eficaz control de los flujos de tráfico, pero con un
alto coste del dispositivo policial necesario para su ejecución.
La experiencia acumulada durante el Año Santo de 1993 y el previsto incremento de
turistas y visitantes para el siguiente Año Santo de 1999 aconsejó la aprobación de la
Ordenanza Municipal de Tráfico de 1998, que contemplaba ya la peatonalización de la
totalidad de la zona monumental de nuestra ciudad.
En este intervalo se había generado primero y consolidado después lo que podemos
calificar como “reconquista” del espacio público de la ciudad histórica por parte de los
peatones. Al amparo de la rehabilitación de locales comerciales y viviendas los
ciudadanos habían, literalmente hablando ocupado unas calles de nuevo gozosas, que
invitaban a deambular y demorarse en sus terrazas, tiendas, pubs…o atender a las
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propuestas de los músicos o artistas ambulantes. Oponerse ahora a una opinión pública
ya mayoritaria que hacía suya la calle era jugar contracorriente y la resistencia a las
siguientes medidas fue menguando.
Entre estas medidas cabe citar la instalación de los “bolardos electrónicos” para el
control mecánico de las entradas de vehículos, bien mediante tarjetas autorizadas o
bien accionando un mando desde un control central previa identificación del usuario.
Una medida que permitió liberar para otra funciones de seguridad al personal de la
Policía Local que hasta entonces asumía la regulación de los accesos.
Hoy en día el ámbito de la ciudad histórica es un espacio donde el peatón es
consciente de ser un privilegiado y participa activamente de ese privilegio. Pudiera
parecer que en los tiempos actuales, donde la vida cotidiana parece desarrollarse en
torno al automóvil, las restricciones de accesos a zonas determinadas (caso de los
conjuntos históricos) tendrían que acarrear una regresión poblacional y comercial.
Sin embargo, sopesados pros y contras, y considerando las singularidades de una
ciudad como Compostela, con flujos constantes de turistas durante todo el año, una
intensa actividad universitaria y congresual, etcétera la decisión de establecer una
discriminación positiva a favor del peatón, junto con los programas de rehabilitación
urbana, ha generado dinámicas sociales y económicas que propiciaron la revitalización
del conjunto histórico y monumental.
En tal medida que hoy Compostela es conocida y reconocida como la ciudad histórica
más vital y más agradable de transitar y el rigor de los programas de rehabilitación
desarrollados, con la premisa de que la permanencia de los habitantes y usos
tradicionales es fundamental para la supervivencia de una ciudad histórica, habiendo
obtenido sucesivos reconocimientos y premios.
Es de conocimiento público que una de las principales dificultades cuando se afronta
la mejora de la calidad de vida en las ciudades es el problema del tráfico. La
regulación de sus flujos, junto con las adecuadas políticas de planificación urbana y de
transporte público, son herramientas imprescindibles para devolver el protagonismo de
la ciudad a los ciudadanos, que son básicamente peatones.
No es posible darnos por satisfechos con la configuración de espacios acotados para
un uso peatonal, porque eso supondría delimitar espacialmente la propia convivencia
ciudadana. La ciudad nació como lugar privilegiado de encuentro, y éste se produce en
la dimensión humana y física del paseante urbano, es decir, del peatón. (Sánchez
Bugallo, 2010)
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CALZADA REAL DO SAR
“Al caminar por esta tierra, nuestro corazón experimenta de nuevo aquella
asombrosa alegría sentida de niños cuando descubrimos la capacidad de movernos en
el espacio, la alternante pérdida y recuperación del equilibrio que es caminar.”
(Pikionis, 1935)
En el programa de intervención sobre el espacio público, la obra de reurbanización de
la Calzada Real do Sar, finalizada en el año 2010 tras una complicada tramitación
administrativa previa que había consumido más de cinco años, ha sido, por el
momento la última obra de reurbanización intensa promovida técnica y
financieramente por el Consorcio de Santiago.
La obra, que bién puede ser considerada una urbanización “especial” con proyecto de
la Oficina Técnica del Consorcio bajo la dirección de la arquitecta Lourdes Pérez
Castro, obra finalizada sin variación económica de los costes previstos. Una actuación
sobre una superficie de más de 4000 metros cuadrados con un costee inferior a los
800.000,00 euros.
Poniendo en valor un espacio de gran signifficado, no sólo histórico, sino también de
futuro para Compostela, en la medida en la que los acesos peatonales a la Ciudad de la
Cultura de Galicia, en su mayor parte, están llamados a ser resueltos desde la ahora ya
renovada Calzada Real do Sar.
De la consideración del espacio público como soporte e las inraestructura urbanas, y
en el convencimiento de que la habitabilidad de la ciudad histórica, y también su
competitividad y productividad, depende hoy de la modernización y puesta al día de
las obsoletas y degradadas infraestructuras urbanas, se comienza a trabajar en la puesta
en marcha del Plan Director de Infraestructuras urbanas dee la ciudad histórica. Es,
desde luego un desafío extraordinario, que requiere una dinámica de colaboración
público-privada que implique en franca colaboración a ciudadanos, empresas
distribuidoras y administraciones, pero no hay duda de que su pronta y correcta
formulación depende la habitabilidad, competitividad y productividad de la ciudad
histórica, y sin duda también, la protección del patrimonio de la humanidad que
representa. En relación con los espacios verdes, el consorcio, sin renunciar a la
incorporación a dominio público de nuevos y estratégios ámbitos con valor paisajístico
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Y ambiental, comienza a impulsar la elaboración de la denominada “Estrategia de
verde urbano para la ciudad de Santiago de Compostela”
La intervención en la Calzada Real de Sar, en la que se ha reciclado y reutilizado
mayoritariaamentee las piedras del pavimento existente, contando con el apoyo
técnico del equipo de “ A pedra que pisas”, los arquitectos Juan Coira y Francisco
Basanta, y el maestro cantero Fernando Nantes. Además buena parte del material
empleado en los nuevos enlosados de la calzada, en los muros o en elementos de
mobiliario urbano, procede de la piedra acopiada por el Taller de Enlosados,
procedentes de otras obras promovidas por el Consorcio, como por ejemplo la reorma
de la antigua sede del Banco de Españaa en la plaza de Platerías.
Las iniciativas para el mantenimiento y conservación de los pavimentos enlosados, en
las que se ha generado el conocimiento técnico y los protocolos de intervención no
sólo para garantizar la mejor conservación de los mismos, sino también su
manipulación y modificación, deben entenderse también relacionada con el gran
desafío, que sin duda afectará intensamente a los pavimentos históricos.
La Calzada de Sar se sitúa en la parroquia de santa María de Sar, al sureste de la
ciudad de Santiago de Compostela. Esta calzada formaba parte del antiguo Camino
Real de Castilla, siendo el tramo común de dos caminos medievales que comunicaban
la ciudad con el interior de Galicia y con el Reino de Castilla.
De la antigua vía medieval solo se conserva un tramo de aproximadamente 450
metros, que va desde la rúa Cruceiro de Sar, hasta picaños, siendo la pavimentación
que encontramos hoy en día del siglo XVIII. Incluida en el Catálogo d Bienes
Culturales del PGOM de la ciudad de Compostela como elemento de arquitectura del
territorio e identificada con el código E-76.
Se trata de un espacio único dentro de la ciudad. Hoy en día, este tramo aislado de la
Calzada Real posee una singularidad y un carácter que lo hacen poseedor de la
entidad de lugar en sí mismo. La Calzada es un espacio con unos límites muy bien
definidos y con un tratamiento interior homogéneo que ha sobrevivido hasta nuestros
días sin apenas cambios.
La Calzada mantiene una estrecha relación con la ciudad histórica de la que de alguna
manera forma parte; una ciudad histórica que llega hasta la falda del Monte Gaiás, a
través, del rueiro tradicional de Sar; un delicado tejido urbano al pie del camino que se
abre paso entre el espacio original de huertas de Belvís en primer lugar y de las Brañas
de Sar en segundo, para encaramarse al monte.
La posición geográfica elevada y la orientación de la Calzada hacen que el contacto
visual con las Torres de la Catedral, el epicentro compostelano, sea directo. Tras las
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Torres se eleva el Monte Pedroso, otra de las referencias simbólicas del entorno
geográfico de Santiago, con el que la propia calzada establece un diálogo a uno y otro
lado de la Ciudad Histórica.
La Calzada que ha llegado hasta nuestros dias ya no es el lugar de tránsito del pasado,
sino más bien un espacio doméstico, un patio trasero comunitario en que sentarse a
pasar la tarde mientras los niños juegan y las gallinas picotean el suelo en busca de
alimento. Es este carácter estancial, de jardín interior, el sentido de la Calzada de Sar
hoy. Un espacio muy vivido por sus habitanes que realmentee lo sienteen como un
lugar propio. Este hecho se expresa claramente en la forma en que las viviendas se
relacionan con la Calzada a través de espacios en los que lo público y lo privado se
entremezclan, generando una serie de injerencias de las que el proyecto se empapa
para tratar de darles respuesta. Toda suerte de jardineras, un banco junto a la puerta,
una maceta, un rosal que alguién riega, el elpudo en la calle, la huerta sin cancela, son
pequeños gestos que expresan el sentido comnitario que tiene este espacio; imposibles
en cualquier otra parte de la ciudad.
El tramo interior de la Calzada es sin duda el espacio más introvertido y el que mejor
conserva la memoria del pasado, la esencia del camino al pie del monte que daba
acceso a las casas y a las huertas. Parte de este aantiguo camino medieval permanece
todavía intacto en cuanto dejamos la rúa Cruceiro do Sar atrás y vamos ascendiendo la
cuesta; a medida que la ciudad desaparece y la calle deja de serlo para convertirse en
un jardín longitudinal limitado por la ladera que baja y por las pequeñas viviendas que
desde sieempre abrían el camino.
En los extremos de la Calzada todo es mucho más confuso, pues son las zonas más
expuestas al hambre de una ciudad entregada al vehículo, a los errores de un
crecimiento urbano desordenado. Esta situación se hace sobre todo palpable en el
acceso a la Calzada desde el oeste, donde en unos pocos metros se amontonan las
entradas a las viviendas y a los garajes, cada uno a su cota, cada uno buscando su
conexión con la red viaria sin que el peatón sea capaz de encontrar su espacio en esta
frontera tomada por el coche.
Para dar respuesta a estas dos realidades tan diferenciadas el proyecto apostó por la
más respetuosa de las restauraciones para abordar la recuperación de la antigua
Calzada en todo el tramo en que esta se conserva, mientras que en las dos áreas de
conexión con la ciudad intentará resolver los conflictos actuales que la accesibilidad a
las viviendas, tanto de las personas como de los vehículos plantea, de manera que
eesta transición entre dos mundos sea lo más gradual posible.
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El estado original de la Calzada presentaba múltiples alteraciones debidas a la
desaparición de piezas y múltiples asientos del pavimento debidos al tráfico pesado,
etc. El origen en buena parte de estas deficiencias son las esorrentías naturales que se
producen desde el Monte Gaiá y que cruzan el camino en varios puntos. El diseño
original de la Calzada ya se defendía de la acción del agua mediantee su sección curva
que conducía a eesta hacia los canales laterales de evacuación de pluviales. Sin
embargo, parte de estos canales se encontraban o tupidos por tierra y plantas o
deteriorados, por lo que su recuperación resultaba fundamenteal. Esta restauración de
los canales se acompaña en la intervención de la ejecución de una nueva red
subterránea de evacuación d pluviales que asegure la conservación de la calzada.
La restauración no se limita a las habituales operaciones de “bacheado” sino que se
trata de un trabajo inteegral de levantado de la práctica totalidad de la calzada,
compactación de la base y posteerior recolocación del pavimento original.En cuanto a
las hiladas formalizadas en “espina de pez” se mantienen durante todo el proceso sin
levantar, recolocando sólo aquellas que se encontraban desniveladas, o en el caso de
estar rotas, se sustituyen por otras de la propia calzada, no nuevas. Se trataaba que esta
auténtica espina dorsal de la Calzada se conserve lo mas inalterada posible.
Un elemento nuevo que se incorpora al ámbito de actuación es el paso lateeraal, un
camino en contacto con las edificaciones de unos 80 centímetros de ancho realizado
con piezas de granito claramente diferenciadas del pavimento de la calzada, que se
colocan sobre un canal técnico para el paso de todos los servicios urbanísticos.
El borde exterior, es decir, la franja de anchura variable entre el paso de granito y las
fachadas de las viviendas o los muros de cierre de las parcelas se resuelve con un
tratamiento vegetal, tratando de conseguir la mayor superficie ajardinada posible
intentando agrupar la distintas zonas disgregadas para facilitar su mantenimiento
conjunto. Esta franja verde see ve interrumpida por grandes piezas de granito en forma
de losas, rampas o escaleras, delante de las puertas de las viviendas o portalones de las
parcelas, siempre tratando de forma individualizada cada caso.
Para resolver el contacto con el Monte Gaiás y antes de proceder a la restauración de
la calzada, se aborda el desbroce y perfilado del talud. El contacto entre eestos taludes
y la Calzada, ya está resuelto en muchos tramos en los que aparece la roca viva que en
su momento se excavaría para trazar el camino medieval. En otras zonas donde este
contacto no está resuelto se propone la creación de muros d madera que se hincan
directamente sobre el terreno. Lo que posibilitará en su día la eliminación del mismo y
la intervención sobre las zonas que careen de un tratamiento de contención.
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Los tramos de acceso a la Calzada, son sin lugar a duda, las áreas de mayor
complejidad de toda la intervención. Tratamos con una zona en la que se concentran
multitud de accesos a viviendas y garajes, cada una de ellas a una cota suficiente. En
su estado original los peatones y los vehículos conviven de manera confusa en unos
espacios en los que la relación entre las viviendas y el espacio de la calle no está
resuelta. Se trabaja con el criterio de conseguir la mayor superfficie ajardinada posible
en las franjas que se generan entre la zona de rodadura y las viviendas, tratando de
agruparlas para facilitar su mantenimiento como sucede en la zona central e la
Calzada.
Dando continuidad a la acera de losas de granito, logrando de esta forma asegurar un
espacio de circulación exclusivo para los peatones del que en situación inicial se
carecía. Al definir la zona de rodadura a una supericie mínima necesaria para dar
acceso a los dierentes garajes, utilizando el espaio libre resultante para “esponjar” la
relación entre las viviendas y la calle.
Finalmente como complemento a todo lo anterior se instala un sistema de regulación
de acceesos de vehículos mediante un bolardo móvil, gestionado mediante tarjetas de
residentes. Incluyendo en diversas zonas y de forma puntual “bolos” de granito
recuperados de otras obras. (Panero Pardo A. , Restauración de la antigua Calzada
Real, 2011)
Cuando entras en la Calzada la sensación es la de acceder a un jardín secreto, un
espacio olvidado por la ciudad, un lugar detenido en el tiempo. Acceder, traspasar un
umbral invisible para escuchar todo lo que el camino tiene que contarnos sobre su
historia, sobre la historia de la ciudad.
La calzada es un esqueleto de piedra que serpentea a media ladera entre el monte y un
pequeño vallee que se abre hacia el río, hacia las brañas. La calzada contiene en si
misma la historia del camino en el mndo rural gallego, explicándonos esa frontera tan
bien definida entre aquellas tierras fértiles y productivas, y aquellas otras que la
topografía abrupta ha destinado a monte. Una cuestión pendiente.
El camino es un espacio acotado, que se sabe dónde empieza y dónde acaba; un lugar
que sus habitantes sienten como propio. Y sin embargo todo ha cambiado. El
crecimiento de la ciudad, la construcción d la calle inerior, provocaron que la Calzada
dejase de ser una vía d tránsito, lo que supuso a la vez su salvación, pero a la vez, la
función que le daba sentido. El proyecto quiere habrir una puerta en este jardín para
que el caminante retorne al que fue su hogar y pueda llegar a oír las historias sobre el
tiempo y la distancia que la Calzada quiera contarle.(Martín Prieto, Adrián 2011)
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LA CALZADA Y SU ENTORNO
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LA CALZADA Y SU ENTORNO
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A CASA DEL DEÁN
“El sentimiento no se equivoca nunca, porque es la vida; lo que se equivoca es la
cabeza, que no es más que un instrumento de control.”
Antonio Gaudí
La Casa del Deán es sin duda el Palacio urbano compostelano más emblemático del
Barroco Gallego del siglo XVIII. Obra del canónigo maestreescuela Diego Juan de
Ulloa y el arquitecto Clemente Fernández Sarela, ocupa 1.017 metros cuadrados en los
números 1 y 3 de la rúa do Vilar, situados en la esquina de esta calle con la rúa
Xelmírez, que da paso a la plaza de Platerías.
Vinculado al complejo catedralicio y concebido para representar domésticamente al
Cabildo y a su Deán Presidente, fue, además residencia del Deán presidente del
Cabildo de la Catedral de Santiago, lugar de recepción y acogida de visitantes ilustres
a la ciudad.
La Casa del Deán es una edificación emblemática en la trama de la almendra del
Casco Histórico de Santiago, catalogada como Edificación Monumental Nivel 1, el
más alto nivel de protección del Plan Especial de Protección y rehabilitación de
Santiago de Compostela.
En la actualidad la Casa del Deán acoge la oficina de Atención al Peregrino (OAP), en
cuyos despachos se entrega la denominada “Compostela” a los que pueden acreditar
la peregrinación a Santiago. Estas dependencias resultaban realmente escasas durante
los meses de verano dada la afluencia de peregrinos que formaban largas colas en el
exterior del edificio a lo largo de la rúa do Vilar. La actuación llevada a cabo en el
Patio de la Parra y en las dependencias anexas viene a dotar de un nuevo espacio de
acogida a los peregrinos y aumenta de forma significativa los espacios de atención de
la OAP.
En el Patio de la Parra ya estaba todo antes de que llegase el proyecto: la vegetación,
el agua, el sol en la piel, los pájaros, la humedad en las zonas de sombra, el olor a
tierra, los sonidos de una Compostela abarrotada que se desdibujan más allá del acceso
a través del paso de carruajes… Estaba la Parra y con ella estaba la experiencia del
tiempo, la secuencia de estaciones, los años, la lluvia que traen las borrascas y el calor
del verano, escritos en cada anillo de crecimiento de su retorcido tronco. Porque la
parra es el tiempo en un espacio atemporal, en un recorte de la epidermis vegetal de la
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Compostela primitiva; de la Compostela anterior al trabajo de los canteros que tallaron
la piedra. Atravesar el umbral, abrir el pesado portón de carruajes y cruzar el paso de
piedra fría, para descubrir el patio, es regresar a ese momento. Avanzamos un poco
más, tomando asiento bajo la parra, allí se han colocado en la reconstrucción del muro
unas piezas de sillería reutilizadas a modo de banco. Es verano y estamos en un
espacio cubierto por un techo de hojas cuyas transparencias pintan la luz de todas las
densidades y tonos del color verde. Desde aquí, desde este lugar de sombra, toda la
intervención se genera por sí sola. Cada uso, cada material, cada elemento
constructivo corre a ocupar su lugar en torno al patio de manera natural, como si una
fuerza centrifuga e invisible impulsase y guiase hacia su destino, sin que nada pueda
hacer el arquitecto por evitarlo, salvo des cubrir poco a poco los secretos de este
espacio interior al descubierto.(Pérez Castro, Lourdes 2010)
La principal cualidad del patio, es su carácter de espacio doméstico, interior e
introvertido, alrededor del cual va sucediendo la arquitectura en las pequeñas piezas
que se recuperan: las antiguas caballerizas, la “Casa de Lucas” o el cobertizo del pozo.
El patio surge así como la estancia principal de este nuevo conjunto, como el salón
comunitario en que reunirse.
La intervención acometió primeramente la denominada “Casa de Lucas” como Oficina
de Atención al Peregrino, con 129,62 metros cuadrados, desarrollados entre la planta
baja de la casa y primera planta del palacete anexo al edificio principal. Contando con
dos accesos: uno desde la rúa do Vilar y otro desde el interior del Patio de la Parra. En
la planta baja se ubica una zona de recepción de peregrinos y un par de locales
comerciales que dan directamente hacia la calle, mientras en la planta primera se
localizan los despachos donde se expide la Compostela. Comunicando esta zona de
despachos con la planta primera del edificio principal donde se localizan el resto de
puestos de atención a los peregrinos.
El visitante que accede desde el Patio de la Parra se encuentra con un primer espacio
de acogida que fluye con la doble altura que provoca la colocación de la escalera, que
emerge del propio enlosado de granito con un primer tramo de piedra, para
convertirse, a medida que asciende, en un elemento ligero. Se trata de una escalera de
madera de castaño sin tabicas, permeable a los huecos existentes que bajo ella se abren
al Patio de la Parra; un elemento que no se impone al espacio en que se ubica, sino que
se acomoda a este aceptando sus reglas, asumiéndolas a la hora de definir su trazado,
su replanteo en la propia obra. Dentro de la secuencia de acceso resulta clave el
descansillo de losa de madera de la escalera, de generosa dimensión. Desde aquí, a una
cota ligeramente más baja que la de la planta primera se tiene la sensación de estar a
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punto de dar el primer paso que nos conducirá al escenario en el que se representa una
función en la que también nosotros vamos a participar. Quizás de ahí los tres últimos
escalones sueltos, como un elemento de mobiliario, temporal, apoyados sobre el
descansillo…
El primer espacio de la OAP en planta primera está inundado por la luz de dos
lucernarios con forma de pirámide truncada que se recortan en la techumbre de
entablado de madera. Desde aquí se produce el acceso a los despachos de atención a
los peregrinos localizados en cuatro estancias consecutivas cubiertas con bóvedas de
cañón cuyo intradós se remata con un entramado de madera pintada en blanco
suspendido de la propia bóveda. El recorrido del visitante se produce siempre por la
cara interior del edificio hacia el patio, teniendo en todo momento visiones cruzadas
de este y del resto de las edificaciones, hasta llegar al edificio principal por el que se
desciende de nuevo a la planta baja para salir a la calle a través del monumental
zaguán de acceso. Por su parte los empleados de la OAP cuentan con un recorrido
interior propio que no interfiere con las circulaciones del público. El despacho del
director de la OAP se asoma sobre la rúa do Vilar, localizándose en la zona de planta
primera que avanza sobre los soportales.
En las caballerizas cubierta con una bóveda de cañón sobre arcos formeros y fajones,
pavimento de piedra, que le confiere un carácter monumental. Una intervención
mínima encaminada al saneamiento y conservación de paramentos, pavimentos, techos
y una nueva carpintería interior y exterior. Nada más es necesario para recuperar y
mantener el espíritu de este espacio que se ilumina desde el patio a través del gran
portón de acceso, por el que uno espera ver entrar en cualquier momento a un mozo
con un caballo de la mano.
El cobertizo del pozo, pieza en el que el paso del tiempo y el abandono había causado
más daños y del que únicamente se conservaba la fachada hacia el Patio de la Parra, se
habilitó como consigna y servicios dónde el peregrino encuentra, el último guiño a su
largo camino, pues los paramentos se han revestido con grandes fotografías de los
espacios verdes de Galicia embebidas en el butiral del vidrio retroiluminado. En
cuanto a la propia consigna, en planta baja se crea un puesto para la persona encargada
que tiene acceso directo mediante una escalerilla mínima a la zona de almacenamiento
de mochilas en el altillo. La escalera principal se resuelve con los mismos criterios que
la de la OAP arrancando del enlosado con un primer tramo de piedra y ejecutándose el
segundo tramo en madera y con escalones sin tabica. La barandilla de la misma, que
tiene continuidad como protección del altillo, se reduce a una estructura tubular de
diámetro 28 milímetros de acero, complementada con una urdimbre de cuerda en los
95
entrepaños. La cubierta a un agua no llega a tocar el muro posterior en cuyo encuentro
nace un lucernario que recorre toda su longitud y cuya luz resbala por el revoco hasta
los aseos de planta baja, por detrás de la estantería para mochilas. La cubierta se
reviste por el interior de tabla y se pinta en su totalidad en blanco para el aumentar la
luminosidad y ligereza del espacio.
Sobre el monumental zaguán de acceso al edificio eclesiástico principal de la Casa del
Deán desde la rúa do Vilar. Se recupera la doble altura original eliminando la
entreplanta existente. Un adecentamiento general con el traslado de la agencia de
viajes y las dependencias comerciales, que se reubican en los espacios comerciales
resultantes en la planta baja del palacete anexo hacia la rúa do Villar, la antigua “Casa
de Lucas”, ahora con acceso desde esta calle y desde el propio Patio de la Parra.
Los trabajos de arqueología previos, cuyos resultados se tienen en cuenta a la hora de
la intervención, se ponen en valor algunos elementos encontrados, así como varios
tramos de la red de saneamiento del edificio original, tanto en el patio, como en el
interior de alguno de los locales de la OAP o en el volumen de la futura consigna
dónde aparecieron los restos de un pozo.
En la lectura de los paramentos encontramos lo siguiente: “El mortero de
revestimiento contenía alquitrán para tratar de impermeabilizar las paredes. Este
mortero se eliminó mecánicamente durante los trabajos previos de rehabilitación de
esta parte del edificio quedando todavía algunos restos en aquellas partes en que se
encontraba más adherido al soporte. En cuanto al mortero de junta, se trata de un
mortero de cal que, en algunas zonas donde la estancia ha sufrido reparaciones, fue
sustituido por un mortero de cemento. También se ha localizado un mortero de relleno
de tipo acrílico utilizado para rellenar pequeños huecos probablemente en época
reciente.”
“Hemos detectado que los principales mecanismos de deterioro vienen ocasionados
por la presencia de sales en disolución. La cristalización salina depende de la
permeabilidad de la piedra y de su capacidad para retener agua con sales disueltas,
estas aumentan hasta 20 veces su volumen al cristalizar e hidratarse.”
El informe recoge de manera detallada cada una de las patologías observadas en los
distintos paramentos del zaguán y concluye que el origen de todas ellas está en la
infiltración de agua ya sea directamente a través de la fachada por grietas o desde el
subsuelo.”Al no ser posible intervenir directamente sobre el origen de las humedades,
se apuesta por el saneamiento completo de los revocos y juntas, aplicación de mortero
de cal, muy permeable”. (Panero Pardo Á. , Intervención en la Casa del Deán, 2011)
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FACHADAS
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PATRIO DE LA PARRA Y CABALLERIZAS
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CASA DEL CABILDO
“La arquitectura debe hablar de su tiempo y su lugar, y a la vez, anhelar la
eternidad.”
Frank Gehry
Las políticas de rehabilitación han sido en muchas ocasiones incapaces de coger el
paso de la sutil pero permanente transformación que es en mi opinión genuina de la
ciudad. La transformación de la ciudad, su rehabilitación permanente, dispersa,
puntual y a pequeña escala, ha existido siempre y es el fundamento de su permanencia
y de su eficiencia urbana en el tiempo.
La recuperación de la ciudad histórica como factor de cohesión social y dinamización
económica, es rentable únicamente en procesos constructivos coherentes
tecnológicamente con la realidad física de los edificios históricos y en el marco de
complejos proyectos urbanísticos muy atentos a la realidad cotidiana de sus habitantes.
Esa coherencia tecnológica y compatibilidad constructiva es una de las claves que
explican la permanencia de los edificios históricos, su supervivencia hasta nuestros
días, paradójicamente en esa dinámica de cambio continuo en adaptación a las
cambiantes necesidades o expectativas de los habitantes que los han ido ocupando en
el tiempo. Como ya sabíamos en otras disciplinas, la permanencia es consecuencia de
la capacidad de adaptación, abordando todos los cambios necesarios pero únicamente
los imprescindibles para satisfacer las expectativas del cambio y sostener un balance
evolutivo positivo y energéticamente rentable. El reciclaje y la reutilización, la
reversibilidad y la coherencia tecnológica de nuestras intervenciones tienen también
una lectura energética, pero sobre todo son el resultado de asumir que la rehabilitación
ha existido siempre, y nuestra intervención, ni es la primera ni será la última en esa
hermosa cadena evolutiva.
En la intervención sobre la Casa del Cabildo, tan renombrada por su fachada
bambalina a la Plaza de Platerías, la exhibición de la denominada “espalda de la Casa
del Cabildo” en el gran ventanal bajo el que hemos obligado a pasar para entrar desde
la última planta de Raíña a la Casa del Cabildo, se puede apreciar la sutil
transformación de la fachada a la espalda en el tratamiento de fábrica, no sólo porque
se frenen las cornisas y los relieves decorativos. Fijándose, uno aprecia cómo cambia
sutilmente la finura de la labra de piedra, y, entonces, abajo a la derecha, se reconoce
sobre uno de los sillares una montea, emocionante y concluyente evidencia de la
100
inteligencia de la construcción que gobernó el trabajo de Clemente Fernández Sarela y
de quienes siguieron sus indicaciones.
La Casa del cabildo o Casa de la Estrella, construida entre 1754 y 1758, es una pieza
única dentro de la trama urbana compostelana y, tras la fachada barroca del Obradoiro
de la Catedral, la más importante intervención de escenografía barroca en la capital de
Galicia. Lamentablemente abandonado, el inmueble se encontraba en un estado de
conservación muy deficiente y progresivo deterioro, tal y como recoge el Plan
Director elaborado en el año 2006 por el equipo dirigido por el arquitecto Mario
Crecente.
El Consorcio de Santiago adquiere la titularidad de la Casa del Cabildo, así como la
del inmueble anexo en la calle Raíña nº1, el día 15 de diciembre de 208, fecha del acta
de ocupación del edificio.
La historia de la Casa del Cabildo ha sido investigada y descrita por el profesor de la
Universidad de Santiago, Don Miguel Taín Guzmán, quien además ha colaborado en
el proceso de rehabilitación. La edificación nace como respuesta urbana del Cabildo
Catedralicio para conformar el espacio de la Plaza de Platerías. Se trata, junto con la
fachada del Obradoiro, de la más importante y conocida intervención de escenografía
barroca urbana de cuantas se realizaron en la ciudad de Santiago de Compostela.
La construcción se lleva a cabo entre los años 1754 y 1758 a cargo de uno de los
principales arquitectos del barroco compostelano, Clemente Fernández Sabela,
discípulo de Fernando de Casas Novoa, el arquitecto de la fachada de la Catedral hacia
la Plaza del Obradoiro. Fernando de Casas estaba llamado a ser también el arquitecto
de la Casa del Cabildo pero fallece en 1750 y es Sarela, aparejador hasta la fecha en
múltiples obras de la Catedral, quien asume la dirección de los trabajos. Clemente
Fernández Sarela se había ocupado anteriormente de la edificación y restauración de
varia viviendas que el Cabildo poseía en Santiago, así como del Pazo de Bendaña
(1750) y la Casa del Deán (1752), ambos rehabilitados recientemente por el Consorcio
de Santiago. Sin embargo su obra más destacada será la Casa del Cabildo. Prueba
quizás de la satisfacción que causó la obra finalizada es el hecho de que el
“aparejador” Clemente Fernández Sarela se convierte en “arquitecto” y como tal firma
en la inscripción sobre placa conmemorativa que puede leerse en lugar destacado de
la fachada “AN DOMN., 1758. ARCHITECTO SARELA”. Al gusto clásico, nada
corriente por cierto, en nuestras latitudes.
El solar de la Casa del Cabildo estaba ocupado originalmente por tres viviendas que se
abrían a la Plaza de Platerías. Dos de estas viviendas avanzaban más allá de la fachada
101
actual, dificultando el giro de los carros cargados de materiales de construcción que
venían desde la rúa del Vilar y cruzaban la Plaza de Platerías, el Hospital Real, los
Colegios de Fonseca y San Gerónimo, que por aquel entonces se encontraba en obras.
Esta circunstancia, sumada a la intención de dotar de mayor espacio y belleza a la
Plaza de Platerías, lleva al Cabildo a adquirir dos de las tres viviendas, que serán
demolidas, mientras que la tercera, en la esquina con la rúa Raíña, mantiene su
independencia. Lo anterior y la capacidad del arquitecto Sarela para resolver de
madera unitaria la fachada barroca envolviendo las tres viviendas, son las claves para
entender el proyecto.
En la Casa del Cabildo nos encontramos ante una operación de marketing que una
institución con enorme poder en la ciudad lleva a cabo “para desahogo y hermosura de
Platerías”. Solo así es posible entender un edificio de las características de la Casa del
Cabildo, en el que la tríada clásica, “firmitas, utilitas y venustas”, la “utilitas” parece
diluirse en mera consecuencia inevitable de buscar la belleza construyendo. La Casa
del Cabildo es una tela escénica, un fondo barroco para la Plaza de Platerías. En este
sentido el planteamiento de Sarela no dista mucho del concepto de “edificio anuncio”
que el arquitecto norteamericano Robert Venturi desarrollará 200 años después.
Ambos coinciden a la hora de formular un tipo de Arquitectura en la que la fachada
adquiere radicalmente autonomía respecto del contenido funcional. La fachada del
Cabildo se tira a cordel siguiendo la línea de la rúa Fonseca, sin importar en absoluto
que el fondo interior del nuevo inmueble se reduzca a 2,70 metros. Haciendo
imposible cualquier distribución funcional de vivienda. Con la finalidad de otorgarle el
mayor espacio a la plaza, se configura una solución de fachada con un desarrollo muy
plano de molduras y marcos, lo que confiere un aspecto de bidimensionalidad a la
fachada hasta llegar a la cornisa, a partir de la cual, se despliega todo el alarde
escultórico de la época. Nos encontramos ante un barroco de placas, que dibuja con
difuminados trazos de sombra toda suerte de motivos sobre un lienzo de piedra. La
orientación norte de la fachada hace que la luz que la baña sea siempre difusa y salvo a
primera hora de la mañana, la percepción de la Casa del Cabildo es la de un decorado
pintado, lo que nos remite de nuevo al fondo escénico, a la escenografía urbana, al
juego barroco, al edificio-anuncio,…
Debido al poco espacio disponible se habilitan dos viviendas de dos plantas
comunicadas por escaleras centrales que de este modo son compartidas en la vida
cotidiana de dos familias. En la planta primera, sobre las bóvedas de piedra, se sitúan
las cocinas, con sus solados cerámicos para evitar incendios, y con sus chimeneas que
se desarrollan por el interior de los muros que delimitan la caja de escaleras, mientras
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que la planta segunda se llevan los dormitorios, separados de la cubierta por el
“fallado” (bajo cubierta no habitable).
En el bajo se crean cuatro tiendas que la propiedad arrienda a los plateros de la ciudad,
lo que reporta grandes beneficios, dado que desde 1418 la conocida Plaza dos Ourives
es el único espacio donde está permitido a los orfebres y plateros trabajar y vender sus
productos.
Clemente Fernández Sarela, tiene una concepción muy clara y rotunda de su edificio e
impone sin contemplaciones un orden de fachada que envuelve a las tres viviendas
originales. Resulta especialmente interesante detenerse en la esquina en la que la
vivienda en Raíña, convive con el nuevo orden de fachada y con la planta segunda de
la Casa del Cabildo que pasa sobre esta, provocando una insólita invasión de la
propiedad existente. El inmueble de Raíña, está formado por un bajo hacia la rúa del
mismo nombre, dos plantas y bajo-cubierta, localizándose una vivienda por planta. En
el bajo originalmente se localizaban las cuadras, que posteriormente, se convertiría en
cafetería, local que ha llegado hasta la fecha de comienzo de los trabajos de
rehabilitación. El acceso al inmueble se realizaba en la esquina derecha (oeste) de la
fachada que daba acceso a la caja de escalera.
En esta esquina oeste del edificio nos encontraos con una buena parte de los “trucos”
que el arquitecto emplea para resolver la fachada telón hacia Platerías de manera
unitaria y transmitir al espectador la idea de que se encuentra ante un nuevo y único
edificio, resuelto de una vez en su totalidad.
La Casa del Cabildo no es un edificio en realidad, ni tampoco dos, sino una operación
urbana y de Arquitectura, dentro de un proceso iniciado mucho antes de su concepción
material por el arquitecto Clemente Fernández Sarela. La Casa del cabildo evidencia
de manera ejemplar el continuo proceso de transformación urbana de un organismo tan
complejo como la Ciudad Histórica. Es una vez más el testimonio del cambio continuo
y adaptación a la realidad cotidiana de los ciudadanos. El tejido construido de la
ciudad, evoluciona y cambia adaptándose siempre a los condicionantes económicos,
sociales y culturales de cada época; esto es, al uso, a la necesidad de cada momento,
pero también al gusto de la época o de las modas, así como a las normas impuestas
para vivir en sociedad. La Arquitectura, de este animal viejo que es la Casa del
cabildo, calificada como preindustrial o tradicional, se fundamentaba sobre un único
pilar al que supedita todo su criterio constructivo: eficacia en la gestión de la energía
que precisa para su conservación y habitabilidad. (Panero Pardo A. , Intervención en la
Casa del Cabildo, 2011)
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FACHADA
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INTERIORES
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MUSEO DE LAS PEREGRINACIONES Y DE LA CIUDAD
“El museo tiene que ser la primera obra de arte.”
Frank Lloyd Wright
El edificio del antiguo Banco de España, polémico desde su construcción, es del
arquitecto Romualdo de Madariaga. En 1936 el Ayuntamiento de Santiago de
Compostela concede autorización para la compra de las casas situadas en la Plaza de
Platerías, procediéndose a su demolición. Parece ser, que durante la II República ya se
iniciaron las gestiones para su adquisición. Entre ellas se encontraba la Casa Espinosa
de Domingo de Andrade.
Tras un largo proceso, lleno de tensiones y polémicas, termina inaugurándose en 1949.
La polémica sobre el proyecto y el edificio, se centró fundamentalmente en su acceso
en chaflán que rompía la configuración de la plaza, consiguiéndose que fuera
modificada que se realiza iniciada ya la construcción.
Es posible apreciar lo dicho en el suelo y en la cimentación. La altura del edificio se
consiguió rebajar de sus dimensiones iniciales, de esta forma el edificio destaca por la
robustez del material de que está construido, sin que en la composición de sus
fachadas se aprecien diferencias con los estilos arquitectónicos de Compostela.
En las excavaciones previas a la ejecución del proyecto y dentro de las excavaciones
arqueológicas tendentes a determinar el trazado real de la muralla que rodeaba,
limitaba y protegía a la “Almendra” del casco histórico se han localizado restos del
trazado de la misma así como de la red de evacuación de aguas.
De esta forma se desarrolla dentro de su carácter como Banco de España de la época,
donde la apariencia representa más que su contenido real, una sucursal bancaria en la
planta baja, y unas viviendas en la primera y segunda planta.
La plaza, esta plaza se inscribe dentro del tipo de plazas que son el resultado de una
operación de demolición efectuada en la trama urbana preexistente y motiva la
supresión de una manzana o un conjunto de ellas, con la finalidad de valorar
arquitectónicamente un edificio importante.
La intervención en el edificio bajo la dirección del arquitecto Manuel Gallego Jorreto
para convertirlo en el futuro Museo de las Peregrinaciones y de la Ciudad de Santiago
de Compostela.
107
El proyecto parte de la relación del edificio con el conjunto monumental donde se
inserta. El nuevo museo no se puede concebir al margen de su ubicación al pié de la
Catedral, ni de su emblemática ubicación en la Plaza de Platerías. Ni por supuesto de
su ubicación en el Casco Histórico compostelano.
Por lo que respecta al interior del edificio, las modificaciones que se han llevado a
cabo, afectan fundamentalmente a la utilización de su interior como espacio
expositivo, con detrimento de su empleo con otros usos. La escasa altura de la primera
y segunda planta, motivó la creación de un espacio integrador y de relación que
permite una fácil orientación del visitante. De esta forma se consigue un espacio
generoso en altura que permita la relación visual desde las diferentes plantas; espacio
que se incorpora al antiguo edificio como de nueva creación.
Se parte de la aceptación del edificio como parte consolidada de un conjunto
finalizado, la ampliación del museo se realiza incorporando un elemento
complementario de nueva arquitectura que se aproxima a la antigua, respetando el
edificio existente. Aunque aún existe la vieja polémica sobre si debería retranquearse
el edificio para tomar la alineación de la Casa del Deán, aunque eso supondría la
modificación de la trama urbana existente. Se conserva la fachada, el edificio no está
catalogado, podría demolerse en su totalidad pero se opta por dejar la misma porque
ya es una vista habitual, y su sustitución provocaría polémica. (Carlos de Año, 2008)
La actuación se integra sin variar la altura y conservando cornisas como referencias
importantes. Esta construcción ligera, se plantea con vidrio, material perfectamente
compatible con la piedra. Una construcción adosada al edificio antiguo como una
galería llena de vibraciones y transparencias; que recojan el movimiento de la gente y
la vida del Museo que se realizan a la luz del día.
El proyecto tiene como objetivo que el espacio del Museo permita el funcionamiento
diverso y complejo como centro de exposiciones. La espectacular presencia de la
Catedral, y sobre todo, de la torre de la Berenguela, se hace presente a través de un
gran lucernario, una vez que los visitantes lleguen a la primera planta transformándose
de una manera espectacular el recorrido por el mismo a medida que se va ascendiendo,
elevándose hacia el cielo y la luz.
Los usuarios de la cafetería del mismo también podrán disponer de una visión de la
Catedral y de los edificios colindantes, que añade otro atractivo a este lugar.
El futuro museo con una superficie construida de 3.466 metros cuadrados, no se
concibe como una sede única, ya que se complementará el nuevo edificio con el que
actualmente se ubica en la Casa Gótica, con una superficie útil de 1.284 metros
cuadrados y con la Casa del Cabildo de 236 metros cuadrados. (Gallego Jorreto, 2008)
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FACHADAS
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INTERIORES
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FACHADA FRONTAL
FACHADA LATERAL
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MERCADO DE ABASTOS
“Si vuestra obra de arte es buena, si es verdadera, encontrará su eco y se hará su
lugar…Dentro de seis meses, de seis años, o después de nuestra muerte. ¿Qué más
da?”
John Ruskin
La almendra del casco histórico, así llamada recientemente por algunos autores el hoy
recinto ex - amurallado de la Compostela histórica, con una extensión de 29,2ha,
dispone, en su perímetro naciente, con frente a la calle Virgen de la Cerca del actual
Mercado de Abastos proyectado en 1937 por el arquitecto asturiano Joaquín Vaquero
Palacios, y construido en los primeros cuarenta, en el mismo lugar que el precedente
decimonónico, supuso un ejemplo de obra maestra en sí misma y de ambientación del
entorno.
Resulta extremadamente singular, como dos lenguajes formales antagónicos,
distanciados 70 años, han dado respuesta arquitectónica adecuada a la misma
actividad, basados en el respeto a su primera traza decimonónica.
Las abiertas calles, cubiertas de acero y cristal, sobre una estructura reticular de
columnas de fundición, con basamentos pétreos, fueron sustituidas por largas naves de
bóvedas peraltadas, de hormigón, semicerradas en sus testeros con pesados muros
pétreos. A la ligera estructura decimonónica le sucede el pesado y cerrado cuerpo del
mercado actual. La esbeltez de la columna de fundición, en cuya luz de vano se
situaban dos tiendas, frente a la unidad repetitiva de voluminosas pilares, capiteles y
dinteles de piedra de cada tienda.
A una intervención arquitectónica de la vanguardia de la época totalmente ajena al
carácter histórico-artístico del lugar, le sucede otra depurada arquitectura, que
constituye una lección magistral de arquitectura integrada en su entorno.
Su autor, modestamente lo expresaba así“…realicé un proyecto, creo yo, en una
escala íntima, con sabor romántico y barroco, dos estilos dispares, pero que se
conjugan en Santiago, diría yo, en toda Galicia…”.
El campanario barroco de la iglesia colindante de S. Fix, proyectada por el arquitecto
Simón Rodríguez, y la portada románica de la misma, disiparían cualquier duda al
visitante.
112
Si imaginamos cada nave sin el elemento caseta, es decir, sin los cierres frontales y
laterales de que disponen, decir que estábamos ante un sorprendente conjunto seriado
de ocho templos, de planta basilical romana de tres naves, carentes de ábsides y
dispuestas contiguas y paralelas cada cuatro, en simetría con respecto a un atrio
central. Éste, a su vez, podría disponer del correspondiente campanario, en la planta
superior de su torreta central. Los testeros semiabiertos comunican las naves con las
calles exteriores y con el atrio interior.
Si, según hemos visto, la arquitectura global del Mercado ha mantenido básicamente
su carácter original, no ha sucedido lo mismo con las fachadas interiores de las
casetas, en las naves Es aquí, donde el atentado al patrimonio construido de origen, ha
experimentado su mayor agresividad.
De las 333 unidades de que disponen las naves, tan solo una veintena mantienen hoy el
diseño de puerta mostrador de madera de Vaquero Palacios.
La falta de un criterio establecido y coordinado, que hubiera previsto la adaptación de
los frentes de casetas a la de expositores frigoríficos de carne, o la de bandejas de
pescados y mariscos, han producido su actual y agresivo aspecto, con la pérdida de la
uniformidad del proyecto de origen, pero al mismo tiempo con una diversidad de
modelos y diseños.
Coexisten más de 15 modelos distintos de ambos expositores, unos 12 carteles
anunciadores de diferente entidad y unas 6 calidades de revestimientos de pilares.
Acero inoxidable, alicatados, plaquetas, mármoles, hacen este papel. Paralelamente, la
libre asignación de casetas a un solo usuario o firma comercial, permitida hasta esta
intervención, ha colmado la amplitud de los frentes agredidos. Prácticamente, una de
las naves, se encuentra desfigurada en la mayor parte de sus frentes.
No obstante, y pese al panorama expuesto, ya se ha detenido este crítico periodo de
deterioro. La ASUCA (Asociación de usuarios de casetas) a la que no todos
pertenecen, ha promovido un proyecto coordinado de actuación para los frentes de
caseta dos unidades de caseta es el frente máximo establecido, que podrá mostrarse
exteriormente unido.
Como criterio general, se ha respetado y tratado de potenciar los valores constructivos
de la arquitectura de Vaquero Palacios desde tres líneas de actuación, que pueden
resumirse en las acciones de reposición, sacar a la luz los detalles ocultos y dialogar en
los nuevos. (Morenas Aydillo, 1995)
113
EXTERIOR
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INTERIOR
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SEDE DE LA SGAE
“La piedra natural ha sido y es el mejor de los soportes para la expresión estética y
arquitectónica, por lo que la historia de la arquitectura es, en esencia, la historia de
la arquitectura en piedra”
Rafael Moneo
La Finca de Vista alegre, uno de los espacios verdes más destacados del entorno
próximo al casco histórico de Santiago de Compostela. Definida como un parque
universitario, la finca recoge un conjunto de edificaciones cuyo propósito, ya sean
estas públicas o privadas, es albergar actividades de orden académico e investigación.
El proyecto del arquitecto Antón García-Abril expresa desde la contraposición y
dualidad, que tanto en la escala, el timbre y su materialidad construyen el espacio,
alcanzando la complejidad. La distorsión, superpuesta a la armonía evoca la pureza de
ambas condiciones espaciales, provocando inquietud tanto material como espacial.
Ajeno a cánones, el edificio quiere desarrollar temas arquitectónicos dentro de una
composición y geometría sencilla, recogiendo las resonancias espaciales de los ecos de
sus límites, que en el exterior son la carballéira, el jardín, el agua, y la luz galaica, y en
el interior los planos de piedra de colocación anárquica y el muro de luz cambiante de
cálida sensación, que conforman el espacio.
Se ha pretendido hacer una arquitectura plenamente enraizada con Galicia desde sus
particularidades culturales y ambientales, marcando la memoria del lugar. Parece que
el edificio siempre estuvo allí y ha sido el entorno, lo que se ha ido modificando en el
transcurso de los siglos.
La obra utiliza el granito de una forma radical, evidenciando su sistema de extracción
y enfatizando su estereotomía, situando al edificio más cerca de la Naturaleza que de
la Arquitectura. Quiere significar el encuentro entre la vanguardia y la herencia
monumental de Compostela.
La fachada de granito, representa precisamente la tradición arquitectónica de Santiago
pero, en lugar de un muro compacto, se opta por un conjunto escultórico de bloques de
piedra, que cierra por uno de sus lados una galería acristalada. La otra pared de la
galería la compondrá una vidriera de CD´s virtual, generada mediante una pantalla
gigante que ofrecerá imágenes cambiantes. (www.galiciarquitectura.es, 2010)
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FACHADAS
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INTERIORES
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NOCTURNO
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PLANTAS
SECCIÓN A-Á SECCIÓN B-B´´
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CENTRO GALEGO DE ARTE CONTEMPORÁNEO
“La arquitectura moderna no significa el uso de nuevos materiales, sino utilizar los
materiales existentes en una forma más humana.”
Alvar Aalto
El edificio del Centro de Arte Contemporáneo de Galicia, se sitúa en el borde del
recinto de la antigua huerta del convento de San Domingos de Bonaval y en paralelo a
la rúa Valle-Inclán. Su construcción apoya la ordenación de un área, en el límite de la
ciudad histórica, que engloba el convento de San Roque, el convento de San
Domingos y la porta do Camino (Entrada antigua del Camino Francés); el bloque
comprendido entre la rúa das Rodas y la de Valle-Inclán y los espacios libres y
plataformas adyacentes.
La ubicación del CGAC aproxima su acceso principal a las entradas al convento y la
iglesia de San Domingos, resultando una estructura de desarrollo sensiblemente
longitudinal en la dirección Sur-Norte, que limita al Oeste (paralela a la rúa Valle-
Inclán) y al Este (paralela al cementerio Bonaval), respectivamente. Los frentes Norte
y Sur, que completan la definición del área construida, están condicionados al Norte
por la esquina del muro soporte del recinto del colegio La Salle y por la rúa da
Caramoniña y al sur por los portales que dan acceso al convento y a la iglesia de San
Domingos.
La solución adoptada libera los portales de gran expresión arquitectónica sobre la base
de la importancia, para la ciudad y sus habitantes, del nuevo edificio apunta a la franca
participación en los espacios públicos adyacentes (la rúa de Valle- Inclán y a la
sucesión de plataformas entre la porta do Camino y San Domingos), sin lo que tendría
la condición de un simple anexo y una renuncia a la expresión de lo que representa.
Esta solución permite intervenir, de una forma decisiva, en la ordenación de una zona
confusa y degradada, definiéndose un espacio que unifica las sucesivas intervenciones
que nunca han estado integradas por un estudio de conjunto. Permitiendo la
integración del recuperado jardín Este del convento de San Roque y de las plataformas
de acceso al convento de San Domingos.
El frente oeste del convento de San Domingos no estaba expuesto; su aparición en el
paisaje urbano estaba condicionada por los muros del recinto, estando el acceso a los
portales enmarcados por estos muros y el propio edificio.
En la solución ejecutada, vemos con claridad el propósito de rehacer un orden
preexistente y destruido, empleando la fuerza de transformación que compete a un
123
edificio como CGAC. Las razones y objetivos anteriormente descritos obligan a un
cuidadoso estudio de: volúmenes, materiales y lenguaje.
El edificio del CGAC asume la competencia de mediar en esta difícil relación ,
transformando un aglomerado de edificios y espacios en un tejido coherente,
englobando tanto el convento de San Domingos como cualquier modesta
construcción, lo mismo una plaza que un jardín privado.
El proyecto del CGAC acometió de una forma valiente, pero ordenada, la inserción de
un edificio en un espacio que, poco a poco, se ha ido llenando de edificios de muy
diferente escala y significación, relacionados solo en parte y de forma relativa. En esta
fase compete al edificio hacer de mediador en estas difíciles relaciones, efectuando la
transformación de un aglomerado de edificios y espacios en un tejido coherente. Que
englobe desde el convento de San Domingos a cualquier modesta construcción, lo
mismo una plaza que un jardín privado.
La relación del CGAC con el convento, mantiene la preponderancia de este en el
contexto urbano, sustituye en cierto modo y en el sentido de restitución de lo
anteriormente existente, al muro límite del recinto hasta entonces derrumbado. El
volumen adoptado se constituye en elemento mediador de las escaleras del convento,
del bloque entre las rúas de valle-Inclán, das Rodas y del colegio La Salle, terminando
con el aislamiento entre estas y estableciendo unas nuevas relaciones de alineamiento
e imbricación entre ellas.
Dentro del criterio de preservación-transformación empleado, subordina la elección
del material de revestimiento, un aplacado de granito en las superficies exteriores del
edificio, austero, a plomo, sin recargos, con variedad punta en la coloración del mismo
que permite diferenciar los cuerpos que lo constituyen.
El clima de Santiago que condiciona su elección por la durabilidad del mismo y la
persistencia de los materiales tradicionales, contribuye a una homogenización del
color del mismo. Se indica que el uso del granito asume una expresión propia del
sistema constructivo al que se subordina, una estructura que se caracteriza por el uso
de grandes vanos abiertos.
Piedra opuesta piedra, aplacado frente a sillar, taller que no “obradoiro”, muestran un
nuevo edificio, austero y sencillo, que crece a la sombra de sus hermanos mayores que
lo protegen y arropan, con una entidad propia pero perfectamente integrado en el
conjunto dónde se ubica. (Siza Vieira, 1995)
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COMPOSICION
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FACHADAS
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INTERIORES
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CENTRO SOCIO-CULTURAL “A TRISCA”
“This time weare going to make it”
John Hedduk.
El trazado urbano de este lado del barrio de San pedro, el opuesto al acceso desde
Belbís, se ha ido completando en los último setenta años con viviendas de barrio, y esa
llanura al bord del precipicio verde, dónde en el pasado sonaron coplas y pasodobles y
los niños despedían el tren de la Coruña, se ha convertido hoy en una modesta plaza
mirador, para ver el monte Gaiás y su nuevo inquilino por el oeste disfrutando,
además, de unas hermosas vistas en sentido opuesto dónde resaltan el cogollo histórico
y su mar de cubiertas de teja para el disfrute de los habitantes del barrio.
Entre la calle que da acceso a esta plazoleta y margen de las propiedades de las monjas
benedictinas, quedaba una solar en forma de cuña por completar, el propio Concello
de Santiago, por iniciativa de su Alcalde, decide hacerse con la parcela para construir
un edificio sociocultural que regenerase el entorno y dotase de un nuevo dinamismo al
barrio.
En esa ubicación se encuentra una de las construcciones con firma internacional que
dan forma y polémica a la nueva ciudad.
“Piel de granito que se tensa convirtiéndose en vidrio, en diálogo con la masa de la
iglesia”de esta forma definían Kim Skapish y Steven Hillyard la obra póstuma de
John Hedduk (five architects) de gran interés hacia la investigación y la docencia en
“The Cooper Union”, rehusando ser partícipe de una constrrucción indiscriminada. Su
aporte a la arquitectura como grupo fue la relectura del racionalismo poético de
Gropius, Breuer y Le Corbusier, desarrollando la diversidad de un nuevo vocabulario
formal transmisible mediante obras pequeñas y siempre a escala residencial. Debido a
su escasa producción artística,la ciudad de Santiago de Compostela tiene el honor y
privelegio de tener dos de sus obras, la que tratamos y las Dos Torres de Belbís, que
no se ejecutaron por razones políticas, que finalmente fueron construidas al borde de A
Ciudade da Cultura cuando Peter Eisenman, amigo y colega, las recuperó a petición
expresa de su autor. Su trabajo planteó una modesta reivindicación en la que se trata
solamente de arquitectura y no de la salvación del hombre o de la redención de la
tierra, pero como dijo Arthur Drexler “Para quienes aman la arquitectura, eso no es
poco”.
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FACHADAS
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INTERIORES
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PARQUE DE BONABAL “O PARQUE DO SILENCIO”
“No hay mejor arquitectura que la de un árbol.”
Toyo Ito
La construcción del CGAC fue el primer paso de una intervención urbanística de
mayor alcance a escala de barrio. Simultáneamente el ayuntamiento encomienda al
arquitecto Álvaro Siza la recuperación de lo que fuera la huerta conventual de los
dominicos y del antiguo cementerio municipal adyacente como parque público. En
esta actuación con la colaboración de Isabel Aguirre, nos muestra la dimensión
verdadera de su capacidad con el ejercicio de humildad que desarrolla en un entorno
que lo había fascinado con sus “plataformas invadidas por la vegetación y contenidas
por muros medio destrozados”.
Situadas al nordeste del casco histórico, mirando hacia poniente, las propiedades dl
antiguo convento, transferidas al ayuntamiento al amparo de la desamortización de
1836, se divide en dos partes: la huerta y jardín y el que fue cementerio de la ciudad
entre 1837 y 1960. En esta zona se respeta la arquitectura funeraria (enterramientos en
superficie, nichos y ceniceros ya vacíos) que en Galicia tiene una significación casi
mística.
En la otra parte, separada por un potente muro, se recupera el bosque y huerta
conventual con sus viejas murallas, ruinas, manantiales y vegetación. Se consolidan
los muros de contención y se asciende por un sistema de elegantes rampas que
facilitan la accesibilidad.
El parque de Bonaval es, sin duda, un lugar memorable. Los sonidos proceden de los
manantiales, canalizados con piedra, y de los pájaros que retornaron, unidos a los
olores del campo próximo. Y arriba, desde la cima, se descubre otra imagen inédita de
la ciudad, con las torres de la catedral, como siempre, gigante y sensual.
Entre las intervenciones escultóricas insertas, merece una mención especial, la de
Eduardo Chillida, que trabajó en perfecta sintonía con Siza, hasta materializar un
pórtico de acero “corten” con pilares cilíndricos y una viga anudada, que titula “Puerta
de la Música” como homenaje al Pórtico de la Gloria. Es una estructura potente y sutil
al mismo tiempo, que reposa sobre un tapiz de césped dando la impresión de haber
surgido directamente del suelo. Posteriormente, Leopoldo Novoa instaló en el sector
del antiguo cementerio un círculo lítico. (Estévez, 2008)
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VISTAS GENERALES
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VISTAS GENERALES
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ANTIGUO CEMENTERIO
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CIUDADE DA CULTURA
“Ninguna casa debería estar nunca sobre una colina ni sobre nada. Debería ser la
colina, pertenecer a ella. Colina y casa deberían vivir juntas, cada una feliz de la
otra.”
Frank Lloyd Wright
El contenedor de cultura ideado por Eisenman para su ubicación en el monte Gaiás, es,
sin lugar a duda, una metáfora de la ciudad antigua de Santiago. La perspectiva de la
Ciudad de la Cultura es la misma, los edificios están colocados en paralelo a la
catedral, y su diseño está basado en la trama del casco santiagués y en el dibujo de una
concha de vieira, símbolo de la ciudad.
Las calles que dividen el espacio se inspiran en los rueiros y soportales del centro.
Naturalmente, como todo en Santiago, su medida es la catedral.
“No la sobrepasa en altura, cualquier proyecto que lo haga sería impensable. El
templo siempre será el corazón de esta ciudad.”(Minia Bravo)
La CdC respeta la razón de ser el núcleo de peregrinación: el sepulcro del apóstol que
veneran los peregrinos. El diálogo entre el casco y el monumento de Eisenman se
entiende bien sobre el monte Gaiás.
El paralelismo de las torres Hejduk con las de la catedral, es evidente, en homenaje a
John Hejduk, recuperadas del Beibás, lucen como una pareja de fortificaciones, es una
alegoría a las del templo.
El proyecto de Eisenman es un guiño a Galicia. Los edificios paralelos y sinuosos bajo
un mismo plano de cubierta aluden a la topografía accidentada de la región. Desde
arriba, a vuelo de pájaro, parecen incisiones en el monte, más que construcciones
elevadas a partir del suelo.
La CdC como Santiago es de piedra, calzadas que elevan la vista en formas sinuosas
hacia el cielo azul y gris de la zona.
La arquitectura por la arquitectura, es la religión de Eisenman, miembro de la escasa
élite de arquitectos al servicio del poder y de sus obras faraónicas, discutibles y
criticables, pero que marcan un hito perdurable en el tiempo.
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TORRES Y CUBIERTAS
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INTERIORES
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PLANTA Y SECCIÓN
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IMPACTO VISUAL
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POLIDEPORTIVO XOÁN XXIII
“La arquitectura tiene que fundirse con el entorno, no ser un elemento
diferenciador.”
Mies van der Rhoe
El pequeño pabellón deportivo construido en la ladera que desciende desde la avenida
de Xoán XXIII fue concebido como parte d la reordenación de esta importante vía de
acceso al casco histórico.
Los autores de este conjunto urbano, los arquitectos catalanes albert Viaplana y Helio
Piñón, fueron también, los encargados del diseño del pabellón.
Este equipamiento deportivo se dispuso en una fuertee peendieente ajardinada con la
intención de que su volumen pasase desapercibido para los viandantes de la avenida
mientras contemplan el paisaje deel Monte Pedroso, verdadero protagonista de la
panorámica.
Esta, y no otra, es la razón por la que él pabellón se entierra parcialmente en el terreno
con una cubierta inclinada en un único plano que acompaña a la ladera en su descenso.
Esta cubierta se prolonga een un gran voladizo, que crea un espacio cubierto de acceso
que, con su baja altura, resulta especialmeente acogedor.
El recorrido desde la avenida de Xoán XXIII hasta el interior del pabellón
polideportivo, forma parte necesaria dde la visita al ediicio.
A través de un recorrido intencionalmente ajardinado, se nos obligará a rodear el
pequeño edificio viendo su facchada posterior ciega sobresaliendo ddel terreno, girar
por su lateral, que resulta un claro esquema de su sección, y recorrer el espacio bajo el
gran voladizo para penetrar en el edificio a través dee su piel de cristal.
Desde la parte superior de las gradas se ofrece todo su espacio iluminado cenitalmente
por un lucernario que arroja luz rasante sobre el muro del fondo.
Bajo estas gradas se dispone todo el meenudo programa de vestuarios y almacenes,
ejemplarmente resuelto. (www.santiagoturismo.es, 2010) (www.galiciarquitectura.es,
2010)
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VISTA DE CONJUNTO
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FACHADAS
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POLIDEPORTIVO SAN CLEMENTE
“No existe la arquitectura antigua o moderna, existe la arquitectura buena o mala.”
Oscar Niemeyer
La obra forma parte de una de las importantes actuaciones que se realizaron en los
años noventa en la ciudad modificando claramente su fisonomía. El encargo se realizó
al prestigioso arquitecto alemán Kleihues, de amplia y dilatada carrera profesional.
El proyecto es un complejo que incluye un aparcamiento público, una serie de piezas
dedicadas al uso comercial y finalmente, el propio pabellón polideportivo que es la
pieza central del conjunto.
Situado en una parcela integrada en el casco histórico, la mayor virtud del proyecto
fue ser capaz de integrarse en un entorno tan espacial, lleno de referencias históricas,
creando un diálogo atractivo entre la arquitectura contemporánea y las preexistencias
históricas. La continuidad de la Arquitectura, de la que en Compostela es escuela
desde su fundación, nos permite valorarlo como un escalón más en la historia de la
misma.
La posición del pabellón lo convierte en un magnífico mirador con vistas a la ciudad
vieja y a uno de los espacios verdes de Santiago de Compostela con mayor encanto y
misterio: La Herradura.
Ejecutado con pesados muros de granito en los testeros, y fachadas longitudinales
totalmente acristaladas, dejando ver el interior. Impacta en su visión, por su
compacidad y líneas rectas, tanto desde “La Herradura como desde los miradores del
Obradoiro.
Ninguno de los materiales empleados en su construcción son los existentes en el
entorno (la teja roja, los paramentos encalados y los zócalos de granito y remates de
las esquinas de los edificios contrastan con los muros de granito, el cristal y el cobre
de la cubierta).
Su sobreelevación sobre la cota del mirador-plaza aún después del “recorte” en su
altura máxima, detalles como el lucernario-chimenea perfectamente incorporado al
entorno, cual barco varado en medio de la ciudad histórica.
(www.galiciarquitectura.es, 2010)
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FACHADAS
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EL BARCO VARADO
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LA OBRA EN SU ENTORNO
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LA OBRA EN SU ENTORNO
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AVENIDA XOÁN XXIII
“ Siempre he afirmado que los lugares son mas fuertes que las personas, el escenario
más que el acontecimiento. Esa posibilidad de permanencia es lo único que hace al
paisaje o a las cosas construidas superiores a las personas.”
Aldo Rossi
En los años 60, el asfalto se había introducido de forma abrupta en la ciudad histórica,
a través, de la principal entrada de turistas, rompiendo transversalmente el substrato
territorial preexistene; provocando por el Norte la rotura del tejido histórico de la
ciudad.
El nuevo acceso, amplio y desconsiderado, acabó por aglutinar un conjunto de
actuaciones urbanas estándar que parecían ignorar la cualidad monumental del
municipio que los engendraba.
Los montes que circundan Santiago nos enseñan que sus formas, leves y romas, se
encuentral mal ocultas bajo las piedras de la vieja ciudad. Si entramos por Xoán XXIII
las vemos asomar, no sin esfuerzo, entre las rúas Nova y Vella, y bajar con más de un
tropiezo, hasta el rio del fondo.
El proposito esencial del Proyecto de Ordenación, que nos ocupa, es compatibilizar los
requisitos funcionales de acceso y acogida con las exigencias ambientales que impone
la cualidad histórica de Santiago.
Así, la Avenida Xoán XXIII pierde su aspecto suburbano para convertirse en un salón
que es entrada simbólica y principal a la ciudad para turistas, visitantes y peregrinos.
Para restañar esa fractura, se remodela el vial y se crea bajo la rasante una edificación
para la dotación de nuevos servicios.
“La única respuesta es la que dimana del Plan y del proyecto, que implican a su vez el
factor tiempo, pues el tiempo permite ir modelando opiniones y pareceres que
contribuyen a hacer bien las cosas y avalan, en cierta medida, la pertinencia de las
intervenciones.” (Estévez Fernández, 2001)
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El proyecto se ha limitado a recuperar las formas naturales de siempre. En el mismo
borde del perímetro histórico se ha rehecho un espacio anterior, ahora de piedra, para
convertirlo en lugar de acogida y entrada.
Sirve, por añadidura, de paso y de parada de vehículos; pero lo esencial ya no es esto.
Quizás se trata, si más, de un espacio abstracto, quieto, previo a las promesas que
ofrecen las inquietas y altivas torres del fondo.
Una rotonda ordena los accesos, al intecambiador de autobses y coches, al nuevo
aparcamiento; este se desaroolla en cuatro niveles, se recorre en una sola dirección con
atajos y se comunica por la planta segunda con el existente, funcionando de forma
simultánea los dos con una sola entrada y dos salidas.
El aparcamiento existente reduce su capacidad al inutilizar la planta cubierta superior.
En la superficie de la avenida aparecen dos construcciones que se corresponden a los
accesos peatonales, acpgiendo una de ellas, conjuntamente con éste, la oficina de
información y turismo.
Desde el intercambiador de autobuses se accede, mediante dos rampas, primero a los
servicios para pasajeros, consistentes en aseos, cafetería, espera, telefonos, etc.
Y finalmente, a la Avenida Xoán XXIII. Este mismo recorrido sirve para restituir la
continuidad entre la rúa Costa Nova y otro lado de la avenida.
En la cubierta de la planta primera del nuevo aparcamiento se ubica una zona de
juegos, que conectará mediante un paso subterráneo, con el colexio Público al que
sirve.
El salón propiamente dicho recibe un tratamiento de superficie que contempla un
pavimento granítico, con losas en los pasos de peatones y adoquines mecanizados en
las zonas de paso de vehículos.
Una marquesina recorre longitudinalmente el salón, protegiendo de la lluvia por medio
de una cubierta de vidrio y del sol con unas lamas de acero “corten”. La esbelta
marquesina de acero y vidrio define un espacio de 300 metros de longitud que conecta
con la ciudad histórica, logrando un atractivo efecto de fugado.
Una sucesión de bancos dobles de estructura metálica y lamas de madera y una
baranda de acero inoxidable completan el mobiliario urbano del paseo. (Viaplana &
Helio, 1995)
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MARQUESINA LINEAL
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INTERIORES
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LA OBRA EN SU ENTORNO
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BIBLIOTECA ESTATAL “ÁNXEL CASAL GOSENDE”
“La arquitectura debe hablar de su tiempo y su lugar, y a la vez, anhelar la
eternidad.”
Frank Gehry
El desarraigo de la arquitectura a favor de otros medios de representación ha
contribuido a favorecer el confusionismo actual. Este siglo el más prolífico sin duda
por la cantidad de caminos abiertos, lenguajes explorados y propuestas inacabadas, no
se ha visto correspondido por una sociedad que ha perido la conciencia social del arte.
Si, en general, sobre la arquitectura se produce una percepción distraida, es evidente
que Andrés Perea busca que su obra sea contemplada con cierta atención planteando
sus edificios como experiencia para los usuarios.
Andrés Perea indaga en los límites de la disciplina. Explora caminos poco transitaos
donde el espacio adquiere un protagonismo inusitado. Utilizando para ello, la rotura de
las reglas del juego, Sus edificios se retuercen, disfrutan adaptándose a difíciles
perímetros, adquiriendo un aspecto casi biológico.
El espacio para Andrés Perea no tiene límite pero busca aportar ese lugar. Su
arquitectura ha superado la pesada losa de la memoria y liberada de esa carga, explora
nuevos caminos personales buscando hacer de cada lugar un manojo de lugares, de
cada edificio una ciudad. (VVAA, Andrés Perea y su obra, 1999)
Para su diseño Perea opta por una arquitectura blanda o de diícil impacto (físico,
cultural y perceptivo), que apuesta por un lenguaje constructivo amable y una
tipología innovadora argumentada en los requerimientos funcionales y en la evocación
de objeto abierto y transparente.
Esta opción nos lleva a un proyecto de inmediata compresión que llega casi a niveles
de precognición desde el exterior. La extremadamente fácil orientación en el mismo,
así como el control e identicación inmediata de los diferreentes servicios del
programa, desde su interior, permiten al usuario tomar conciencia de un espacio con
vocación doméstica, cotidiana y de alta funcionalidad. (Lago, 2013)
Urbanísticamente el lugar es un estado inconcluso y residual consecuencia de las
actuaciones arquitectónicas que han sido consolidados sin resolver los enlaces con los
nuevos trazados. Fundamentalmente el lugar adolece también de graves problemas de
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circulación. El solar de forma iregular, con un borde claro la avenida Xoán XXIII y un
linde perpendicular a este que le separa del solar A del Estudio de Detalle, propiedad
de IGVS. Orientado su lindero paralelo a la avenida d Xoán XXIII al Nornoroesta, a
25º Norte. La topograía del solar con muy uerte pendiente 22%, 11 metros de desnivel
en el sentido de acceso o transversal del solar. El edificio aprovecha la fuerte
pendiente para situarse como un mirador al paisaje de la ciudad y a las colinas del
Oeste. La posición del edificio hace de él un objeto protagonista de la cornisa de esta
ladera urbana desde el entoro inmediato pero también desde las vistas lejanas desde el
lado opuesto de la vaguada. (Cultura, 2010)
En 1995 se firma un convenio, entre la Consellería de Cultura de la XXunta de Galicia
y el Ministerio de Cultura para la construcción de una nueva sede para la antigua
biblioteca publica. Convocado el concurso resultó ganador para la redacción y puesta
en marcha el proyecto del arquitecto Adrés Perea Ortega junto con Roberto Medín. El
nuevo edificio, con una supericie de más de 580 metros cuadrados, se inaguró el 28 de
marzo de 2008. (www.rbgalicia.org)
La nueva biblioteca se sitúa en uno de los extremos de la avenida Xoán XXIII, en
contacto con la ciudad histórica y con la inmediata vecindadd de los monasterios de
San Martín Pinario y San Francisco. El edificio se incrusta en una ladera cortándola
con un muro de contención de once metros de altura,profusamntee decoraddo con
vegetación que termina por ocultarlo, sobre el que se eleva una fachada trasera de
trazado sinuoso, ciega que le da un aspecto industrial a la vez que para adaptarse al
complejo parcelario de la zona. Este trazado irregular es utilizado para alojar una
escalera secundaria y un núcleo de servicios.
Hacia la avenida, que coincide con las vistas del monte Pedroso, en la misma
orientación que la fachada principal de la Catedral, el edificio muestra una supericie
enteramentee vidriada que revela su disposición interior, coincidiendo con el dibujo de
su sección longitudinal, apenas velado por una serie de bandas horizontales metálicas
que juegan y s confunden con el despiece de la carpintería.
El rectángulo del alzado principal es un gran escaparate abierrto al paisaje, que
muestra el movimiento y la acción del contenedor d libros que vibrará de actividadd,
con las circulaciones principales expuestas a través del cierre de vidrio. La forma de
esta extensa piel transparente queda perilada por la superficie de hormigón blanco que
cierra la biblioteca lateralmente, redondea las esquias superiores, y traza una contenida
ondulación superior subrayando la vountad monumental de la pieza y afirmando
formalmente su contemporaneidad. (www.santiagoturismo.es, 2010)
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FACHADAS
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INTERIORES
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SECCIÓN
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LA OBRA EN SU ENTORNO
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EL FUNICULAR AL GAIÁS
“Airiños, airiños aires, airiños da miña terra;
airiños, airiños aires, airiñoslevaime a ela.”
Rosalía de Castro
El diseño del Funicular al Gaiás que firman Carbajo y Barrios Arquitectos Asociados,
con un trazado de dos ramales que unirían la futura estación del AVE cruzando el
barrio del Sar y el parque de As Brañas a través de un tendido que apenas supera los
mil metros. Con seis pilastas, todas ellas desmontables, serían suficientes para poner
en marcha el nuevo sistema. El otro trayecto conectaría la Ciudad de la Cultura con el
casco histórico. La zona de desembarco se establecería en el campo de fútbol de Blvís.
La actuación permitiría poner en valor las ruelas de A Tafona y Fontíñas, que forman
parte de los senderos tradicionales de conexión y tránsito por el parque. Si finalmente
el plan previsto se lleva a cabo, se derribaría la casa da Xuventude, ya que el citado
edificio tapona el acceso a Belvís desde la Praza do Matadoiro. Esta segunda línea
necesitaría ocho pilastras (dos en el espacio del parque)
El funicular se diseña como una solución para descongestionar el asfalto. Según los
promotores de la idea, el teleférico no sólo sería un medio para uso y disfrute de los
turistas. Las autoridades locales pretenden integrar el sistema en la red de servicios
públicos de la capital gallega. Una vez operativo el enlace entre la AP-9 y la Ciudad
de la Cultura, los habitantes de los municipios limítrofes podrían estacionar sus
vehículos en las instalaciones del monte Gaiás para, a continuación acercarse al casco
urbano en el telecabina. Con el aliciente de incorporar el teleférico a las tradicionales
tarjetas de abono de transporte público.
“Tras ver y revisar el proyecto, considero que es perectamente compatible con el
patrimonio. Por una parte, el impacto sobre el paisaje es mínimo, ya que no estamos
hablando de una carretera, y, por otro lado, tiene un carácter fácilmente reversible”.
Recorrer los 2,6 kilómetros que abarca el trazado del teleférico (desde la estación del
AVE hasta Belvís) no llevaría más de 12 minutos, marca difícil de superar por el
transporte urbano de autobúses. El teleférico se perfila como la opción más viable para
conectar al Gaiás con el casco urbano. Otras alternativas como el minimetro o el travía
se descartan por sus altos costes de implantación y mantenimiento. (Otero, 26)
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LA PASARELA AL GAIÁS
“ A veces, las cosas no son como uno quisiera….pero, siempre son como deben ser.”
Siria Grandet
El proyecto de una pasarela peatonal de 700 metros, del escultor Xosé Francisco
López Noya y el arquitecto Carlos Henrique Fernández Coto, que una el casco
histórico de Compostela con la Ciudad de la Cultura (desde el parque de Belvís y el
monte Gaiás, atravesando las Brañas del Sar, el espacio natural que separa a ciudad del
complejo de Eisenman y que el Concello de Santiago convertirá en los próximos años
en un gran parque urbano, sin causar un impacto severo sobre el mismo en palabras de
sus diseñadores “un territorio casi vírgen en el que hay que actuar con cuidado.”
presenta ventajas en relación con otras alernativas en razón de que es:
Es un elemento fijo, que no precisa de energía para su funcionamiento; un elemento de
comunicación que no precisa mantenimiento periódico, a excepción del de
conservación y limpieza común a cualquier sistema similar; Su trayectoria y
materiales que lo componen están diseñados para que el impacto visual sobre el Valle
del Sar sea mínimo.
Constituye un nuevo paseo, una nueva rúa para la ciudad de Compostela, durante las
24 horas, independientemente de cualquier situación metereológica.
La visión del territorio por sus usuarios es similar, con la ventaja de poder detenerse
para disfrutarlo con detalle, más allá de ir a una altura menor, cuatro metros, lo que
significa que no producirá ninguna sensación de vértigo. La pendiente de sus dos
rampas está calculada para que pueda ser transitada por cualquier persona con
movilidad reducida, incluso por personas en silla de ruedas. Permitiendo, al mismo
tiempo, el acceso en bicicleta, motocicleta y carros eléctricos de vigilancia, seguridad,
mantenimiento y suministros.
El triángulo inferior, permite la instalación de cualquier tipo de conducción (agua,
fibra óptica, electricidad, telefonía, etc.) para la comunicación de la Ciudad de la
Cultura cola capital.
Se interrelaciona con la zona de los Humedales del Sar, con el resultado de la
comunicación del Casco Histórico y la Ciudad de la Cultura, sin aislarla, y en
consecuencia se dá continuidad al tejido urbano de Compostela.
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La ubicación en la mitad del recorrido, de un bloque intermedio, permite el descenso
al Valle del Sar, el acceso a la pasarela desde este mismo enclave, estando previsto un
espacio para exposiciones, información, centro de interpretación, seguridad, etc.
Para el acceso en la zona de Belvís, está prevista la instalación de un ascensor para
facilitar el acceso a la misma desde la Avenida de Lugo; al igual que al final del
trayecto, a los pies de la CdC que contará con otra pequeña edificación que contiene el
ascensor que da acceso a la misma.
La pasarela, inspirada en un Cienpiés, es similar artefacto orgánico, apoyado en el
Valle del Sar. En consonancia con la presencia de este elemento, se consigue tanto en
su configuración como con los materiales de que estará construido, la creación de un
elemento que a la vez que mantiene un gran respeto con el entorno y con el territorio
sobre el que se asienta, no suponga un fuerte impacto visual para el mismo.
Se ha optado por la sección más estable con menos material, que es el triángulo
invertido, que con la prolongación tangencial sobre sus caras, permite unos soportes
ligeros en forma de tijeras con una cimentación oculta en el terreno, que minifica el
impacto sobre la orografía natural del terreno.
Consta de dos ramales rectos, de 350 metros cada uno de ellos, que partiendo del
aparcamiento de Belvís y desde el vial del camino de acceso a la CdC, a unos 200
metros de distancia de los edificios que la componen. En la intersección entre los dos
trechos de la pasarela se ubica el edificio, pequeño en sus dimensiones pero grande en
sus usos, de comunicación con las Brañas del Sar . El diseño de la pasarela evita al
máximo el impacto en el paisaje del valle y de la propia ciudad de Compostela. La
pasarela en todo su recorrido, está cubierta, por lo que puede utilizarse en cualquier
situación metereológica y estación anual.
Construida en acero y vidrio con un ancho de cuatro metros,dando como resultado , el
ser visual y estructuralmente ligera; podríamos decir, que levita sobre el Sar
permitiendo a los caminantes la visión del mismo sin obstáculos, ya que el volúmen de
la misma y las dimensiones de sus soportes, hacen que estos, pasen prácticamente
inadvertidos.
La pasarela, es a la vez, una construcción sostenible y reversible; que llegado el caso
de la ejecución de otro sistema de acceso, podría desmontarse, incluso los cimientos,
reciclarse o reutilizarse. Su forma de triángulo invertido de la misma, permite el paso
del sol y la lluvia para que la capa vegetal de las Brañas del Sar no se vea afectada por
su construcción.
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DE BELBÍS
AL GAIÁS
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TRAZADOS ENTRE BELBÍS Y EL GAIÁS
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SECCIONES
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MULTIUSOS FONTES DO SAR
“Prados, ríos, arboredas, pinares que move o vento, paxariños piadores, casiña do
meu contento, muiño dos castañares, tes craras de luar,campaniñas trimbadoras da
igresiña do lugar, amoriñas das silveiras que eu lle daba ó meu amor, caminiños
antre o millo, ¡adiós, para siempre adiós!.”
Rosalía de Castro
El Palacio Multiusos del Sar es un edificio destinado a albergar instalaciones lúdicas y
de uso deportivo multitudinario, que se compatibiliza con una ocupación diaria para la
práctica de deportes y preparación de deportistas, amén de cursos de mantenimiento de
alcance municipal.
Está situado en un valle, regado por el río Sar a su paso por Santiago de Compostela,
en el polígono urbano que rodea la Colegiata de Sar. Su privilegiado emplazamiento
al borde del río y próximo al nuevo cinturón periférico de la población, hacen de él un
lugar idóneo, no solo para la práctica y/o contemplación de espectáculos de diverso
tipo, sino que constituye una alternativa ciudadana de esparcimiento y disfrute de la
naturaleza, para lo que se ha concebido el tratamiento de un entorno urbanizado como
un verdadero parque.
El edificio emerge sobre un terreno ligeramente inclinado que se ha ido moldeando
para formar las dos plataformas dedicadas a aparcamiento, los trazados de los nuevos
accesos rodados y los márgenes del río en su totalidad, configuran un nuevo parque
fluvial, dotado de recorridos peatonales, carril bici, praderas y arbolado de diferentes
especies.
El planteamiento general del proyecto es el de conseguir unos espacios diversificados
lo suficientemente autónomos para que en ellos se puedan compatibilizar usos y
actividades dispares y que, al mismo tiempo, estuvieran dispuestas las diferentes
piezas que lo integran, de tal forma que permitiesen la mayor flexibilidad en cada una
de las dependencias.
El empleo de un riguroso soporte geométrico ha facilitado la definición de cada uno de
los componentes básicos de la edificación. Las dos partes principales multiusos, el
vestíbulo general y la gran sala, surgen de dos tramas geométricas distintas. Para el
vestíbulo se ha utilizado una retícula ortogonal y, para la gran sala, otra de trazado
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circular que concuerda con la anterior, definiendo aquellos aspectos que exigen un
trazado ortogonal, como la cubierta, el graderío, etc. La superposición de estas dos
tramas geométricas en algunas partes del edificio, lejos de quitarle claridad y
rotundidad, que lo caracteriza, y que hace que su aspecto adquiera la complejidad que
de una instalación de las dimensiones y características como la presente pueda ser
identificado por sus usuarios y alcanzar la representatividad necesaria en el conjunto
de la ciudad y el territorio.
Las dos geometrías complementarias que generan los trazados de la planta del
Multiusos, se manifiestan nítidamente en la volumetría general y en la configuración
de los espacios interiores, de forma que cada uno de sus componentes pueden ser
identificados claramente. La sala principal se define como un cilindro pétreo de 20
metros de altura, coronada por una cubierta compuesta a base de un conjunto de
lucernarios de sección triangular. El gran vestíbulo y la galería que circundan la sala se
cierran con una cristalera de 6 metros de altura, cubierta por un tejado inclinado de
chapa de cobre.
La organización interior del edificio, a pesar de la complejidad exigible para albergar
las distintas dependencias, resulta clara e identificable, supeditándose a los distintos
modos de utilización y funcionamiento en el tiempo y en el espacio, tanto para
espectáculos deportivos, como culturales (musicales, teatrales, etc.).
El Multiusos del Sar de Santiago de Compostela tiene la pretensión de ser un edificio
que permanezca y se mantenga en uso por muchos años. Para ello se han empleado en
su construcción materiales de resultados conocidos, huyendo de aquellos cuya
duración todavía no ha sido confirmada por la experiencia y el paso del tiempo. Esta
actitud, casi podríamos decir, constructivista, está patente en cada uno de los detalles
y formas empleados en la obra.
En el tratamiento de la urbanización exterior se han seguido los mismos criterios que
con el edificio principal, renunciando expresamente al empleo de cualquier artificio en
trazados generales o en los detalles de cada una de las partes. Las dos grandes áreas de
aparcamiento exterior están organizadas en plataformas, separadas por taludes
ajardinados, y se comunican entre sí mediante un túnel practicado bajo la plaza de
entrada al edificio.
La voluntad puesta en que cada unidad de obra se defina formalmente por sí misma,
alcanzando toda su plenitud en la rotundidad de las formas y texturas de las
envolventes exteriores, en las que se ha recurrido a los materiales tradicionales de
Galicia.
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FACHADAS
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INTERIORES
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LA OBRA EN SU ENTORNO
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SANTA MARÍA DE LA MERCED DE CONXO
“De todas las rancias ciudades españolas, la que parece inmovilizada es un sueño de
granito, inmutable y eterno, es Santiago de Compostela. La ciudad de las conchas
acentúa su aroma piadoso como las rosas que en las estancias cerradas exhalan al
marchitarse su más delicada fragancia. Rosa mística de piedra, flor romántica y
tosca, como en el tiempo de las peregrinaciones conserva una gracia ingenua de viejo
latín rimado. Día por día, la oración de mil años renace en el tañido de sus cien
campanas, en la sombra de sus pórticos, con santos y mendigos, en el silencio sonoro
de sus atrios con flores franciscanas entre la juntura de las losas, en el verdor
cristalino de sus campos de romerías, con aquellos robles de excavado tronco que
recuerdan las viviendas de los ermitaños. En esta ciudad petrificada huye la idea del
Tiempo. No parece antigua sino eterna. Tiene la soledad, la tristeza y la fuerza de una
montaña.”
Valle-Inclán
En el centro del barrio de Conxo está el Monasterio de Santa María. Según la
tradición, fue fundado por la señora Rusuida para dar digna sepultura a su marido,
asesinado cuando hacía el Camino de Santiago. En cualquier caso, los documentos
históricos atribuyen la fundación al arzobispo Xelmírez con el fin de albergar una
comunidad de monjas.
De planta cuadrangular con muros de sillería de granito, su fachada actual es del siglo
XVIII según el proyecto de Simón Rodríguez, organizándose en dos plantas y de sus
despejados muros sólo destaca la portería (Fernández Sarela, siglo XVIII) enmarcada
por las columnas de orden toscano rematadas por cilindros en los que se apoya el
entablamento sobre el que se coloca un balcón y el escudo mercedario. Se orna con
imágenes de santos mercedarios. La iglesia posee planta de cruz latina, crucero,
capillas laterales con tribuna, cubiertas de bóveda de cañón y cúpula de media naranja
con cuerpo cuadrado al exterior y tejado a cuatro aguas. (www.turgalicia.es, 2010)
El claustro románico de la época de su fundación en el siglo XII, conserva dos de sus
alas en las que puede leerse la inscripción fundacional del año 1129. Las monjas que
lo habitaron pasaron al Monasterio de Antealtares en el siglo XV. Posteriormente fue
habitado por frailes mercedarios.
En el siglo XIX, tras el traslado de esta congregación a POIO, acogió el Sanatorio
Psiquiátrico Provincial. Desde 193, es Hospital Psiquiátrico perteneciente al sistema
sanitario público (SGAS). (www.santiagoturismo.es, 2010)
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ESCALERA REAL
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EXTERIORES
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COLEGIATA DE SANTA MARÍA DO SAR
“El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados.”
Paul Friedrich Richter
Los investigadores del Románico tienen una obligada cita en la Catedral de Santiago
de Compostela y asimismo en la edificación, de finales del siglo XII y comienzos del
XIII, de la Colegiata de Santa María do Sar. Alzada muy cerca de los márgenes del río
Sar, bajo la advocación mariana. Paradojas de la arquitectura: el orgullo de su fábrica
doblegado por los años por la orografía y por los errores del alarife, requieren un
sostén poderoso. De ahí los arbotantes alzados entre los siglos XVII y XVIII con el
propósito de evitar la caída de los muros septentrionales. Con todo, esa inestabilidad
se torna virtud, y muchos visitan el lugar para ver la inclinación de los muros y
columnas interiores hacia las naves laterales.
El claustro románico y la pila bautismal del siglo XII dan fe de un viejo patrimonio
que fue enriqueciéndose a partir del XVII. En principio, este lugar fue casa de retiro
para los canónigos de la regla d San Agustín. Un dato de interés: fueron los canónigos
quienes fomentaron la fundación de la Orden de Santiago en 1170. No está de más
recordar a un soberbio caballero profeso de dicha orden, Quevedo, autor del
“Memorial por el Patronato de Santiago y por todos los Santos naturales de España,
a favor de la elección de Cristo nuestro señor”. Ahí acaba la digresión libresca, pues
de inmediato sale al estrado Munio Alonso (Nuño Alfonso), quién fuera miembro del
Cabildo, tesorero de la Catedral, colaborador estrecho del obispo Diego Gelmírez y
coautor de la Historia Compostelana. 1112 y 1134, Alonso fue obispo de
Mondoñedo. Luego retornó a Santiago con el propósito de fundar un monasterio
agustino. A su muerte, acaecida en 1136, el eclesiástico solicitó a Gelmírez que
cumpliera con ese deseo. Así lo hizo el arzobispo: el 1 de septiembre de 1136 es la
fecha que figura en el diploma fundacional, un documento cuyo texto fue confirmado
por Alfonso VII el 20 de julio de 1137. A efectos arquitectónicos, el estilo elegido fue
instaurado por el Maestro Mateo. (www.CVC.cervantes.es, 1997-2013)
Tras un periodo de esplendor y un prolongado declive mitigado económica y
artísticamente a lo largo del siglo XVIII. La Colegiata se convierte en parroquia d la
Archidiócesis de Santiago. El cambio nos sitúa en el siglo XIX. Pasando en 185 a
formar parte del Patrimonio Nacional; siendo en el año 2000, a instancias de la Xunta
cuando se acomete la renovación del fabuloso Museo de Arte Sacro de la Colegiata.
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ANTES Y DESPUES
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IMPACTO URBANO
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MONTE DO GOZO
“Dios no se cansa de perdonarnos, somos nosotros los que nos cansamos de pedir
perdón.”
Jorge Mario Bergoglio (Papa Francisco)
El Monte do Gozo, Monxoi o Monte Gaudii, es la antesala a la ciudad de Santiago de
Compostela para los peregrinos. La cumbre con sus 368 metros es el punto del
Camino Francés desde el que se divisan, por primera vez, las torres de la Catedral
como un faro que indica el camino a seguir.
Con ocasión del año Santo de 1993, la Xunta de Galicia abordó una serie de
actuaciones encaminadas a dotarla de un conjunto de equipamientos y servicios
dirigidos a los peregrinos.
Los 600.000 metros cuadrados se ordenaron contemplando cuatros zonas construidas,
unidas por ajardinamientos y viales. Estas piezas son: El Camping de Celestino
García, la zona residencial de José Antonio Franco, el Auditorio de Alfonso Penela y
el Centro Europeo de Peregrinación y Pastoral Juvenil de Iago Seara.
Todas las edificaciones construidas se pegan al terreno, se imbrican con él, en algunos
casos, como en el Auditorio, es parte de él. Así con el fin de mimetizarlos con el
terreno dónde se ubican, las cubiertas de los numerosos pabellones del área e acogida,
de los edificios del camping y de los volúmenes de Centro de Peregrinaciones son de
cobre, que al oxidarse presenta un color verde pálido, mimetizando edificios y áreas
ajardinadas.
El auditorio delimita su perímetro con una serie de pequeñas construcciones auxiliares,
de piedra de aspecto rústico y acero oxidado “Corten”, dispuestas en diferentes
posiciones giradas para evitar el trazado de un cierre continuo, que, con el tamaño del
recinto, no podría conciliarse con el carácter abierto y blando de la actuación. Algunas
de las edificaciones deben señalarse por su singularidad, como la capilla del Centro de
Peregrinación, íntima y poética, o los tres volúmenes de los aseos y lavanderías del
camping, con una presencia que sirve como elemento de referencia y orden, con sus
grandes lucernarios coronando su volumen de hormigón ciego. Completan el esquema
del mismo las esculturas de los peregrinos en el Camino hacia la catedral.
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VISTA DE CONJUNTO
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VISTA DE CONJUNTO
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LA OBRA Y SU ENTORNO
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8 – CENTRO DEL CSIC
El estudio de arquitectura Pesquera Ulargi será el encargado de desarrollar el proyecto
de construcción del Instituto de Ciencias del Patrimonio del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, que tendrá su sede en Santiago de Compostela, en el
espacio verde de las Brañas de Sar. Su propuesta fue elegida por el jurado al terminar
la segunda fase del concurso, en el que se examinaron seis propuestas diferentes.
Entre otros aspectos, la propuesta ganadora fue seleccionada sobre la base de su
integración en el entorno y la solución arquitectónica y funcional del programa.
También se consideraron aspectos como la sencillez y la economía de la construcción,
el ahorro de energía, la gestión del agua y el coste de mantenimiento posterior del
edificio. (www.consorciodesantiago.org)
Bajo el lema “Anthropos”, Pesquera e Ulargi, presentaron su proyecto para el nuevo
edificio que destaca por su funcionalidad, su integración en el paisaje y su eficiencia
energética. Su arquitectura apenas sobresale del terreno y está conformada por
diferentes estructuras cúbicas interconectadas entre si y que contienen tantos los
despachos, en su parte exterior, como los almacenes, laboratorios y el centro de
documentación, en su interior. (Deaño, 2009)
Destaca la originalidad de la cubierta, conformada por un manto vegetal, que actúa a
modo de alfombra verde en continuidad con el paisaje. Los despachos de abren al
oeste, sobre la ladera, a modo de ojos sobre la ciudad y las Brañas del Sar. Estas
estancias están tratadas como muebles, lo que permite unirlas o separarlas según las
necesidades.
En lo referente a energía la nueva construcción será un edificio de fácil mantenimiento
y capaz de gestionar los recursos energéticos de forma eficiente. Los materiales
constructivos y los revestimientos garantizan un mayor ahorro gracias a la adaptación
del edificio al terreno y su cubierta vegetal, una cámara de aire intermedia y ventilada
permitirá, mediante un sencillo sistema de apertura y cierre en verano e invierno, que
el circuito de renovación de aire por “plenum” será utilizado como aporte gratuito de
frío o calor para su climatización. Igualmente estará dotado de un sistema de captación
de energía solar y producción de electricidad y agua caliente sanitaria.
El parque urbano de Brañas de Sar, donde se ubica, será un gran espacio verde de
conexión entre la Ciudad de la Cultura de Galicia y el centro urbano de Compostela.
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EMPLAZAMIENTO Y VISTA DEL CONJUNTO
185
186
8 – CONCLUSIONES
“El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más
sencillamente por fuera.”
Ernest Hemingway
A través de un proceso de evolución histórica, Santiago de Compostela, ha
consolidado su forma actual. Desarrollándose a lo largo de un proceso histórico, este
se ha formado a partir de una superposición de las distintas formas de dominio e
influencia, que sobre la ciudad han tenido lugar. La forma consolidada de la ciudad, es
la que hoy se reconoce como zona patrimonial.
La mirada de quien visita la ciudad no puede distinguir entre los diferentes estratos
históricos; y toda su atención se dirige a los momentos cronológicos que marca el
nacimiento de los monumentos. Incluyéndose todo dentro de lo antiguo sin establecer
diferencias entre los estratos que dan forma a lo histórico.
La ciudad se fundó, se fortificó, consolidándose finalmente. Teniendo que ver este
proceso con la colmatación de un perímetro. No con una organización interna que
definiera los espacios públicos cotidianos. El espacio medieval se presentaba dentro de
una complejidad densa; donde la variedad existente de actividades comerciales se
mezcla y desarrolla a lo largo de sus calles. La forma en que se construyó la ciudad,
contenía una serie de cotidianeidades que repercutían en el modo de construir la
misma. Entre ellas la falta de un servicio de higiene pública, la ausencia de un sistema
de abastecimiento de agua, y la inexistencia de pavimentación de las calles entre los
más necesarios. Lo anteriormente citado configuraba una realidad espacial que dista de
la imagen preconcebida, de una aldea ideal.
La actual espacialidad de la ciudad otorgada a la ciudad medieval; incluye los nuevos
ideales del siglo XIX. A pesar de algunos procesos de transformación, durante el
barroco, en el interior del recinto amurallado; incidiendo estos, de forma general, en el
entorno de las monumentalidades religiosas y administrativas.
El proceso de transformación del siglo XIX no extendió la ciudad fuera de su
perímetro amurallado ni modificó en gran medida su trazado. En cambio, apareció una
nueva faz de la ciudad presentando un lenguaje ilustrado sobre el anterior mundo
187
medieval. Dejando huellas en la misma que son fácilmente reconocibles e
identificables en la actualidad.
Lo que actualmente denominamos ciudad histórica o ciudad patrimonial; corresponde
en su mayoría a las obras de rehabilitación y mejora que se realizaron en el siglo XIX.
De esta forma, a lo largo de los siglos, se ha ido entregando a las generaciones
venideras el tejido urbano, lo que hoy reconocemos como un valor la trama urbana, el
tejido de la ciudad dentro de su recinto amurallado. Cuando repasamos las distintas
declaraciones de protección y valor que se refieren a la ciudad observamos que éstas
hacen referencia a la forma lograda; en Compostela adquiere la denominación popular
de “La Almendra”.
El periodo ilustrado adquiere valor a través de los sucesivos proyectos de alineación e
higiene que dan la forma actual a la ciudad histórica. El periodo que no ha sido
valorado en toda su magnitud en la medida y extensión que sus actuaciones se
orientaron hacia aspectos menos espectaculares que sus periodos anteriores. En
general no se llevó a cabo ninguna obra reconocible; siendo el énfasis de sus
actuaciones dirigido al tejido de la ciudad.
Este es el soporte actual de la monumentalidad de la zona patrimonial; actualmente se
valora el tejido de la ciudad de una forma similar a los edificios monumentales. La
transformación realizada en este periodo es una actuación que se desarrolla dentro de
un proceso de evolución que llega hasta nuestros días y propio de la ciudad. A esta
transformación que podíamos denominarla autogeneración; conserva los valores de
representación que la propia ciudad contenía; a pesar de llevar a cabo un profundo
proceso de transformaciones.
Las actuaciones de finales del siglo XX y principios del XXI marcan una nueva forma
de relación entre la ciudad histórica y la ciudad contemporánea, al convertirse aquella
en un sector de esta, apareciendo saturada de contenidos y guardiana de una parte de la
memoria de la ciudad. En la actualidad, pierde su condición originaria, de centro de la
ciudad contemporánea; en la medida que esta construye sus formas, sin una jerarquía
definida; partiendo de una estructura policéntrica. Apareciendo entre ellas una relación
de complementariedad, entre una zona histórica de alto valor y diferentes centros
funcionales (administrativos, educativos, lúdicos, etc).
La ciudad histórica encuentra su camino hacia el abandono apareciendo éste como
consecuencia de una despoblación interior y en algunas ocasiones de las propias
actuaciones tendentes a su rehabilitación; consecuencia de la tendencia a convertir, la
zona patrimonial, en un parque temático histórico.
188
Las actuaciones de rehabilitación en su mayoría, se presentan por medio de la
implantación de programas educativos y administrativos en los edificios y zonas
abandonadas. Como complemento de estas actuaciones surgen otras que se orientan a
resaltar el valor turístico de los monumentos.
La implantación de una serie de actuaciones, en torno a la actividad turística, conlleva
una pérdida, de la complejidad y diversidad que caracterizó a la ciudad. Estas
actividades que determinan la temporalidad, de las zonas que las contienen y en donde
se ubican, entre los monumentos. De esta forma se elimina el tiempo superpuesto, de
quién habita la ciudad, por el tiempo definido del visitante o peregrino.
El proceso de despoblamiento evidente, al que está sometida la ciudad histórica,
repercute en la calidad del espacio público. La presión inmobiliaria, de tiempos
pasados, que pueden observarse en el proceso de terciarización, determinan las nuevas
actuaciones en el interior del recinto histórico.
Los procesos de despoblación y terciarización; en los que se ve envuelta la zona
patrimonial en la actualidad, va dejando este sector sin habitantes y vacía su espacio
público. Es fácilmente reconocible el proceso de abandono del centro histórico a favor
de las actividades terciarias y turísticas. Estas imponen su temporalidad, definiendo los
momentos de saturación.
Esta es la actualidad de la zona histórica ubicada dentro de un proceso de actuaciones,
que buscan su recuperación; pero cuyos efectos tienden a lograr una ciudad terciaria.
La ciudad histórica va perdiendo lo que constituye su cotidianidad; esto es sus
habitantes. Mientras las políticas de recuperación, que se llevan a cabo en la ciudad
histórica, no consideren de un modo real y efectivo, el mantener y recuperar, sus
habitantes de un modo real y efectivo; a la ciudad histórica, esta no logrará su
recuperación plena. Es quienes habitan la ciudad, quienes constituyen la complejidad y
diversidad de esta. La forma plena alcanzada por la ciudad histórica, corresponde a
cuando se conformaba como tal; como ciudad que acogía a sus habitantes, y daba
lugar a la presencia plena e intensa, de sus acontecimientos.
La zona patrimonial se reconoce dentro de la ciudad, en la medida de que se conserve
íntegramente, dentro de las posibilidades. Se distinguirá, como un elemento complejo,
donde sus habitantes forman la piedra angular. La potencialidad de la ciudad histórica
la constituye la memoria y la capacidad de evocación que contiene. A partir de esto, y
por una relación de complementariedad, se establece como una de las zonas
reconocibles, que constituye la ciudad policéntrica contemporánea. La relación de
complementariedad, se instaura a través de un proceso de reconocimiento, de la
189
memoria y la evolución que la zona histórica contiene. Reflejándose este proceso, en
la instalación de las sedes representativas, de administraciones e instituciones,
presentes en la ciudad.
La parte complementaria está construida mediante una articulación entre las zonas que
conforman la ciudad contemporánea. Articulación, que contiene una distancia de
reconocimiento, entre las zonas de la ciudad y que se emplaza en el contorno de la
zona patrimonial.
Dentro de las zonas de la ciudad, la correspondiente a la ciudad histórica, las políticas
de conservación, restauración y rehabilitación, están asumidas de de modo pleno.
Asegurando al menos la pervivencia de las formas de la ciudad histórica. Por lo que, la
actualización de la zona patrimonial, su presencia en la ciudad de hoy, se juega en el
espesor de su contorno. Este espesor, presenta una relación de densidad, que es
directamente proporcional con la capacidad de resistencia que contiene; a la presión
que ejercieron y ejercen, los desarrollos urbanos.
El contorno de la ciudad histórica lo constituían las murallas defensivas de la ciudad.
Éstas, cundo se presentaron como un obstáculo al desarrollo y expansión de la ciudad
fueron demolidas. En ese momento la orientación de la ciudad histórica era la
monumentalidad; grandes obras como catedrales y conjuntos monacales. Las murallas
defensivas formaban parte de la ciudad; no pertenecían al mundo del monumento era
algo de lo que se podría prescindir si fuese necesario. El valor del tejido de la ciudad
no estaba suficientemente considerado no se consideraba una ciudad dentro de otra
ciudad; como podría ser una ciudad histórica.
La ciudad histórica se articula, con el resto de la ciudad, por medio de la delimitación
que construyen los fragmentos espaciales memorables. En la medida, que los
fragmentos espaciales memorables encontrados en el contorno de la zona histórica,
sean capaces de ir construyendo la contemplación, como acontecimiento pleno; se
estará articulando la zona histórica con el resto de la ciudad.
La inclusión, en el perímetro de la Ciudad Histórica, de arquitectura contemporánea
universal, unos edificios singulares que en la mayoría de los casos alteran la visión
desde extramuros de la misma y en los más crea una nueva ciudad espejo de la actual
sin historia; cosecha final de una época ni mejor ni peor que las anteriores.
La Catedral versus la Ciudad de la Cultura; monumentalidad enfrentada, lo civil
frente a la representatividad religiosa, historia milenaria frente a un proyecto
faraónico.
190
8.1.- Valoración crítica de las intervenciones realizadas.
Si a Casas Novoa nunca le hubieran encargado la ampliación de la fachada de la
Catedral de Santiago, seis siglos después de la puesta de su primera piedra, no
disfrutaríamos hoy de uno de los mejores ejemplos del barroco por sus convicciones
inversas y filosofías plásticas enfrentadas. Pero Compostela es distinta y por eso existe
para unir polos opuestos dentro de un mismo caldo, maclar sabores varios y enriquecer
la ciudad con los mejores augurios para una ciudad engendrada alrededor de una
tumba.
Aunque, seamos sinceros. No siempre nuestro querido Pueblo es el mejor aliado a la
hora de abrirse a lo que no es costumbre. Así el debate urbano de Santiago se centra en
temas tangenciales tintados de rehúso, como la conocida cuestión sobre el teleférico
del Gaiás y la pasarela de Viaplana y Piñón en la avenida de Xoán XXIII. ¿A quén se
lle ocorre por formigón e ferro ó lado da catedral”. Sería una apreciación que
fácilmente se podría escuchar en las rúas empedradas de nuestra ciudad.
Pero es que no hay mejor argumento que poner en contraste algo cuando esto se quiere
revalorizar. Fue en la región toscana, cuna del “quattrocento” y de los mejores vinos
“di tavola”, donde se inaguraba una primitiva consciencia del Patrimonio. La primera
obra que tengo en mente en la que existe una intención clara de rehabilitar de manera
no destructiva con elementos contemporáneos, es la fachada de la iglesia florentina de
Santa María Novella de Alberti. Esta se adhieere como un mecanismo artificioso,
moderno, distanciándose del gótico anterior perectamente conservado.
Tanto la rehabilitación, dar nueva vida a un edifficio, como la restauracción son a fin
de cuentas una regeneración de usos que se han quedado obsoletos por un ritmo
cambiante, y por ello, no me veo partícipe de una actividad centrada en la
reconstrucción y en volver a un talante dogmático. Soy más bien un enamorado de
Santiago y por eso prefiero reinterpretarlo. El postmodernismo fracasó en el
agotamiento por enésima vez de los neos y de los ismos con sus descaradas copias de
la Antigüedad. El progreso sugiere que no deberíamos seguir golpeándonos con la
misma piedra.
El futuro ya no es Star Trek ni Barbarella, pero tampoco el pasado es la visión
romántica de la Venecia que propone las Vegas ni la Acrópolis o Santa Tecla
reconstruida como parque temático reinventado. Cada momento tiene unas
herramientas y unos determinados “modus operandi” , que serán válidos siempre y
cuando se busque la autenticidad y pureza con ellos, manteniéndose alerta de los
191
humos de modas triviales e historicismos manidos, independientemente del momento
en que se realicen.
Creo pues en el tatuaje de la recuperación urbana, y confio tanto en la época en la que
me ha tocado vivir como en el respeto a la integridad del edificio histórico sin que ello
se acerque siquiera a convertirse en mera contradicción.
Si no queremos ser partícipes de una historia plana del mañana mantengamos la
autonomía del oficio sin romper con el carácter del lugar, y recordemos, como en su
momento intuyeron Piranesi y Valadier que recuperar no es imitar y mucho menos
duplicar.
La Ciudad de la Cultura
La última obra del siglo XX, que continúa su crecimiento en el presente siglo es la
denominada Ciudad de la Cultura ( Ciudade da Cultura ); obra que no deja indiferente
ni a los compostelanos ni a sus visitantes peregrinos o turistas. Proyectada sobre el
Monte Gaiás, pequeña colina situada al este de la ciudad, diseño del estadounidense
Peter Eisenman, propiciada por la Xunta de Galicia y “gran y genial locura” de su
Presidente Don Manuel Fraga Iribarne.
La CdC, es en sí, un contínuo quebradero de cabeza por dos razones fundamentales:
los costes y su desproporción. Once años de obras, 686.000,00 metros cuadrads de
parcela (784 campos de fútbol), 175.000,00 metros cuadrados urbanizados, 52.000,00
metros cuadrados edificados y un presupuesto cuatro veces mayor del inicial (400
millones de euros).
La CdC es para unos el símbolo de la desmesura un hermoso ejercicio de arquitectura
que sitúa y ubica una pica en la contemporaneidad. Ideada como el espejo de la
Ciudad Histórica, un nuevo Santiago del siglo XXI, que desplaza el centro hacia las
Brañas del Sar; con el objetivo principal de ser un foco turístico de un atractivo similar
al de la Catedral, torres contra torres, en un combate sin sangre, ni heridos a la espera
que el paso de los siglos la identifique como un elemento más de Santiago de
Compostela. Ciudad Histórica frente a Ciudad de la Cultura.
Ajena a la polémica, el coloso sinuoso, crece como un pétreo pavimento que reviste al
Monte Gaiás grandioso ciclorama para la Catedral. Sorprenden sus formas curvas, la
línea del genio, dista dos kilómetros de la Catedral, pero en esta tierra ondulante y
pedregosa dos kilómetros es una excesiva distancia. En el caso de no disponer de
vehículo propio lo suyo es alcanzar la CdC en autobús con el condicionante de la
reserva previa, o con las líneas urbanas C5, C6 y C9 condicionadas por el día de la
192
semana y el horario de las mismas. El acceso no es de fácil localización: la
señalización es escasa y la ruta complicada para el foráneo aunque el enlace con la
Autopista del Atlántico mejora el mismo; existen dos proyectos de unir Compostela
con el Gaiás mediante una pasarela o un teleférico, proyectos polémicos desde la idea
previa, el propio Eisenman opina que la idea le parece “Kitsch”. (Feijóo entierra la
segunda fase de la Ciudad de la Cultura, 2013)
Quizá lo más sorprendente, aparte de las cifras económicas del proyecto, es la relativa
indefinición programática en torno al destino final del edificio. Están previstos los
inevitables grandes museos (Museo de Galicia, Centro de Arte, Centro de Recursos
escénicos, Biblioteca, Archivo de Galicia y Edificio de Servicios Generales). Este
programa ambicioso contrasta con la política llevada a cabo durante los dos últimos
decenios de recuperación de contenedores históricos y de inserción de pequeñas o
medianas piezas de arquitectura contemporánea en el casco histórico o en su perieria
inmediata: polideportivo Kleihues, Museo Arte Contemporáneo de Galicia de Siza,
Biblioteca del Estado de Perea, Paseo de Piñón y Vilaplana.
Ante lo anterior podemos preguntarnos aunque la respuesta no es sencilla:
¿Tiene Santiago de Compostela, ciudad en torno a los cien mil habitantes, capacidad
de consumo cultural para los equipamientos urbanos además de para esta gigantesca
operación periurbana?
¿Supondrá la financiación de la CdC y sus gastos de funcionamiento y gestión un
carga demasiado pesada para la ciudad y su gobierno autónomo, que solo podrá
hacerse a costa de descuidad el resto de los equipamientos culturales, no solo de las
demás ciudades y villas gallegas, sino del propio centro urbano de Santiago.
Las respuesta negativa a las dos nos lleva a contemplar un futuro, real y negro, de la
Ciudad de la Cultura; la paralización de la construcción de las siguientes edificaciones
que la forman, la inauguración meramente testimonial sin dotaciones y la gran
exposición propagandística vacía de contenido.
Desde la visión territorial la CdC significa un cambio de rumbo. Se abandona la
escala peatonal del casco histórico y la lógica de la continuidad del conjunto de la
fábrica urbana a favor de las lógicas de la fragmentación y la discontinuidad y de su
derivada obligatoria: el uso necesario de un medio de transporte (público o privado).
El complejo cultural, aunque relativamente próximo, se erige al otro lado de la
circunvalación, que discurre por el Valle del Sar. Estando su ladera puntualmente
edificada de forma diseminada (Picaños, Cruceiro do Sar). No existiendo de momento
193
una conexión sencilla, salvo el enlace umbilical con la red viaria interurbana
(Autopista del Atlántico).
Estas cuestiones se piensa serán postergadas por el efecto mediático que conlleva la
inauguración del macro-edificio, en la estela de lo que se denomina “efecto
Guggenheim” ha supuesto para Bilbao. En todo caso este tipo de cálculos, de corte
economicista, no deberían oscurecer los interrogantes urbanísticos y medioambientales
suscitados. (VVAA, Ciudade da Cultura, 2006) (Lucio R. L., 2010) (VVAA, Ciudade
da Cultura, 2008)
El Pabellón San Clemente
Desde el parque de la Herradura la arquitectura compostelana patrimonio de la
humanidad ofrece una panorámica emocionante. Pero ahora uno de los ángulos
provoca rechazo: se trata del esqueleto de un polideportivo, obra de Joseph Paul
Kleihus. El complejo supera la altura permitida en casi tres metrros, según Lago Seara,
director general de Patrimonio de la Xunta de Galicia. Seara explica que cuando se
aprobó el proyecto se puso una condicción: “ Que desde ese lugar excepcional de la
Herradura no se rompiese la histórica secuencia de edificios y tejados hasta la
Catedral”. Eso no se ha cumplido, dice Seara, que propone que se reconstruya la obra
de acuerdo a lo acordado inicialmente.
El alcalde, Xerardo Estévez, arquitecto, defiende el proyecto y la inclusión de las
obras contemporáneas en los conjuntos históricos, aunque admite que se debe obrar
con extrema prudencia. En su opinión, el secreto de la perspectiva de Santiago es que
“los edificios se solapan hasta llegar a la catedral, y el de Kleihues está
perfectamente integrado en esa cascada”. Sostiene que cuando la construcción esté
terminada será “una lección de arquitectura” para no repetirla núnca más ratifica
el que sucribe. (Fernández Rubio, 1993)
Como puede ser posible que un proyecto con todas las autorizaciones se encuentre, en
un momento dado, incumpliendo desde el uso de materiales hasta las alturas máximas.
Podemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Se revisó? ¿ El hecho de ser el autor un
arquitecto de prestigio impidió poner objeciones al mismo? ¿ Puede crecer el edificio
o prima la economía sobre la estética y el respeto al Patrimonio Cultural? Y finalmente
¿ La intervención de la política resuelve o complica el conflicto?.
Las respuestas concisas y contundentes: No podemos afirmar que no se revisaran,
aunque empezamos a dudarlo, las autorización a las modificaciones del mismo; No
cabe la menor duda que su autor es conocido mundialmente; uno de los problemas que
surgen, a diario con la arquitectura de autor es la excesiva permisibilidad a los
“genios” por parte de las administraciones; el edificio crece para no eliminar plazas en
el aparcamiento existente bajo él. La empresa concesionaria y a la vez la que financia
194
el proyecto, no puede permitirse una merma de plazas; finalmente la intervención de la
política, o mejor dicho, de los políticos que no gustan que “le toquen” su obra dan
como resultado una valoracción de algo complementario en menosprecio de lo que si
posee valor.
La rotura de la visión desde “A carballeira de Santa Susana” del Santiago románico-
barroco con inclusiones verdes no vinculantes; por un equipamiento deportivo de autor
conocido y famoso. Que rompe la continuidad de la visión con un elemento
discordante, sin teja, sillería, madera ni revestimiento blanco, ajeno a Compostela.
El Monte do Gozo
El Monte do Gozo, situado a las afueras de Santiago, ha sido objeto de duras críticas
por el Consejo de Cultura Gallega, institución asesora de la Xunta, que se quejó de las
obras que está ejecutando la propia Xunta, sobre un proyecto municipal, en este
significado lugar para los que peregrinan a Santiago de Compostela. A esta crítica se
unieron intelectuales, ecologistas, arquitectos y también encarna Otero, única concejal
del BNG (Bloque Nacionalista Gallego) en el ayuntamiento. Todos proponían repoblar
la zona con vegetación autóctona y no intervenir en nada más. Otero dice de las
construcciones, “son una barbaridad que en su opinión rompe el encanto del monte
para siempre, que además, son ilegales, y cuyo proyecto son obra del director general
de Patrimonio de la Xunta”.
Las obras una iglesia y una residencia religiosa afectan más a la concejala por su
significado que por el impacto paisajístico. Seara “niega que las obras sean ilegales,
la Comisión de Patrimonio no les puso ninguna objección y matiza que hizo el
proyecto antes de ocupar el cargo actual”. Añade que cuando todo el Monte do Gozo
esté acabado, la perspectiva mejorará muchisimo, “porque las construcciones están
alejadas más de 50 metros del camino y hay masa arbórea en ambos lados del
mismo”. Xerardo Estévez dice: “lo dominante es el conjunto verde y que las
arquitecturas pasan inadvertidas”. (Fernández Rubio, 1993)
Urbanización y aparcamiento de Xoán XXIII
La década de los noventa ha sido para Compostela el momento de reorganizarse
urbanamente y apostar por arquitecturas orientadas al futuro. Sufriría en estos años un
cambio singular en la vertiente norte de la ciudad adosada a la almendra histórica. La
nueva adaptación de microtejidos estratéjicos como la Finca de Vista Alegre y el
paseo de Xoán XXIII, alongarían un centro urbano que poco a poco se va
desprendiendo de islas vacías interiores.
195
Recuperar la vía, que continúa la calle, que sirve de unión entre la iglesia de San
Francisco con la plaza del Obradoiro resulta un encargo directo del Consorcio de
Santiago en el año 1991 a los catalanes Albert Viaplana y Helio Piñón. Esta avenida
ha sido fruto de una operación quirúrgica que abrió un nuevo acceso al centro de
Santiago con la ruptura del trazado histórico circundante en la que han ido
apareciendo facultades y diverso programa público.
Este proyecto tiene como punto de partida la puesta en valor de las formas naturales
del eje oeste y sus magníficas vistas del monte Pedroso, pero sin perder la orientación
de la ciudad antigua, lo más importante. Hacer compatibles las necesidades adecuadas
al acceso con las exigencias ambientales de escala y atentas a la tradición de la ciudad,
se volvieron cualidad esencial de la estrategia adoptada. La intervención se traduce en
el combo de un intercambiador de autobuses y coches al mismo tiempo que su
supericie se extiende como manto rocoso patrimonial. Aprovechando la pendiente se
estratifica el uso industrializado de los vehículos con el paseo humano de la capa
superior.
“El paseo se distingue por una marquesina o soportal abstracto que recorre el eje,
dotándolo de una interesante expresividad, radical ypermeable, más que hacerlo
funcionar como típico lugar dee cobijo. Aquí el acero y lamas de vidrio conviven con
el granito propio de la imagen de compostela, y por qué no, puede que algún día se
integre como parte activa del nuevo patrimonio santiagués”. (Costa Fraiz, 2000)
8.2.- Aceptación o rechazo social.
La Ciudad de la Cultura
De la sabiduría popular siempre hemos escuchado: “Núnca llueve a gusto de todos” o
“Para gustos los colores”, estos refranes, de entre los muchos existentes, sobre el
tema nos dan pie para poder comenzar a cuestionarnos, la aceptación o el rechazo
social de la obra realizada en estos 25 años. Podríamos decir que lo realizado en
Santiago de Compostela no ha dejado indiferente a ninguna persona u organismo, a
favor o en contra, la indiferencia en este caso no existe. Él propio autor del presente
trabajo no ha logrado salir de su asombro al descubrir una labor muy bien hecha
mejorable pero difícilmente superable, incomparable en España, copiada pero no
superada; una obra supera a otra una iniciativa es mejor que la anterior pero al mismo
tiempo da pie a la siguiente que es mejor que la que la precede.
Como los premios y felicitaciones a la labor realizada en Santiago de Compostela,
supera por su número e internacionalidad la finalidad del presente trabajo y con el
196
pensamiento en una crítica constructiva que refuerce los cimientos a la vez que abra
nuevas vías a un futuro cercano. Haremos un recorrido en estos 25 años por la prensa
y organismos nacionales e internacionales respecto a las críticas a la labor realizada.
Aunque sea reiterativo comenzaremos con la admirada y a la vez denostada “Cidade
da Cultura” ,así en gallego, como gustan denominarla. La nueva Santiago que renace
en el Gaiás desde su proyecto y comienzo de su ejecución ha sido una obra polémica.
Haremos la cuentra atrás, la Ciudad a medio construir, infradotada e inagurada a gloria
y adoración de su arquitecto, bajo un titular “ Partiendo de Fraga…de frente…hacia
el desastre” mejorando este con el siguiente titular el 2/4/2013 “Feijóo entierra la
segunda fase de la Ciudad de la Cultura tras gastarse 400 millones de euros”
Feijó optó por ganar tiempo y aplazó cualquier decisión hasta 2014. Ayer los 41 votos
del PP pidieron dejar en barbecho para siempre los dos solares que faltan en esa
colosal finca de 148.000 metros cuadrados. (EL PAIS, 27)
El enorme coste de la construcción tampoco ha encontrado correspondencia en los
objetos y en las funcionalidades que las edificaciones albergan. De hecho, incluso años
después de iniciarse las obras, la Xunta de Galicia aún no había decidido qué
cometido quería que cumpliera cada uno de los emplazamientos.
“Desde su origen la Ciudad de la Cultura ha sufrido hasta cuatro reorganizaciones.
Finalmente, se ha decidido albergar en los cuatro edificios ya construidos el archivo y
la biblioteca autonómicos, el Museo de Galicia y los servicios de administración. Esta
última construcción, se ha aprovechado el espaciodisponible para alojar todos los
servicios de tecnología de la Xunta de Galicia.
Pero el complejo aún ofrece mucho espacio libre que el presupuesto autonómico no
está en condiciones de vestir con contenidos de atractivos y de calidad”. (El
Confidencial, 2013)
No obstante, si la controversia ha despertado la inversión económica, no han levantado
menos discrepancia los contenidos con que llenar el extraordinario complejo cultural,
y tampoco si en algún momento futuro podrá llegar a ser rentable. Para bien o para
mal lo cierto es que el complejo cultural gallego sigue siendo utilizado como arma
arrojadiza entre los partidos políticos y de este conflicto echaron mano hasta los
bufones.
Desde la Xunta de Galicia se cree que dos años es poco tiempo para que el proyecto
esté apuntalado; pero aseguró que en este periodo han cambiado muchas cosas y
197
confía en que el complejo del monte Gaiás esté, muy consolidado, como proyecto
arquitectónico y cultural para el año 2018. (Ciudad de la Cultura, años de polémica y
un futuro incierto, 2013)
Lo cierto es que el proyecto cultural “megalómano, a mayor gloria de Fraga”, como lo
define la oposición, echa andar sin rematar, ya que sólo el edificio de la Biblioteca de
Galicia y el Archivo se encuentran operativos; los otros cuatros edificios proyectados
el Museo de Galicia, con salas dedicadas a exposiciones temporales; el Centro de Arte
Internacional, el Centro de la Música y las artes escénicas y el edificio de Servicios
Centrales siguen en ciernes.
Si están listas, en cambio, las dos enormes torres Hejduk. Las torres, no son un
capricho del arquitecto Eisenman, quien ha reconocido en más de una ocasión que
constituyen un homenaje a la figura de su colega Hejduk, “amigo y maestro, un
hombre muy católico, que sentía un profundo respeto por Santiago”. “ Le dije que
lo esencial de mi proyecto era construir en primer lugar esas torres, por temor a que
se acabase el presupuesto”
Fraga destacó ayer, el hecho de que la Cidade da Cultura haya generado polémica
“indica simplemente que los grandes asuntos se discuten seriamente en Galicia”
“ A quién Dios se la dé, San Pedro se la bendiga”, añadió el exmandatario gallego
tras aseverar que la jornada de ayer suponía el inicio de “ un sueño hecho realidad”
(Moreno, 2011)
El conselleiro de Cultura, Roberto Valera, durante una visita con un grupo de
eurodiputados al proyecto arquitectónico que se construye en Santiago sobre el Monte
Gaiás, y en alusión a las obras sobredimensionadas, ha asegurado que la Ciudad de la
Cultura “no es un elefante blanco”(expresión atribuida a posesiones que tienen un
costo de mantención mayor que los beneficios que aportan).
“La definición de elefante blanco quizá sea por el tamaño, pero no por lo que quiere
decir”, comentó Valera, quién opinó que “nació con polémica, como todos los
grandes proyectos arquitectónicos”, pero añadió que “todo el mundo acabará
asumiendo. esto como algo propio, independientemente del efecto dinamizador que
va a tener para Galicia”, tanto cultural como económico”. (Varela, 2010)
R. Frank Gehry me enseño trinta de sus nuevos edificios que había hecho en seis
meses. Yo le dije: “Dime , Frank, ¿Cúal es el bueno?. Él contestó: “No se trata de
eso”. Pero lo que yo querría pensar con este edificio es que los mecanismos de juicio
están en el propio edificio, que quien lo visita puede decidir si es bueno o no y no en
198
relación con otros factores. Y eso marca una diferencia entre este trabajo y el de
Gehry, por ejemplo, que no es necesariamente, en cada edificio, tiene ese mecanismo
para juzgarlos amargen de otros factores.
No nos involucramos en política. Desde nuestro punto de vista el proyecto se convirtió
en político cuando el Gobierno gallego cambió. Mientras Fraga mandó estuvimos
libres de política. Puede que él no pero nosotros si. Cuando llego el PSOE tuvimos que
demostrar que el proyecto sería bueno para galicia.
“Hoy podría ser más político que arquitectónico. Es, evidente, fabulosamente
arquitectónico pero la política, la agenda de Feijóo y como este proyecto puede servir
a su futuro político, es decir, decisiones que no tienen nada que ver con la
arquitectura deciden el proyecto. Por eso mi respuesta, si usted pregunta si finalmente
es más arquitectura que política, tiene que se rotundamente no”. (Zabalbeascoa,
2010)
Para unos la Cidade es un símbolo de la desmesura; para otros un hermoso ejercicio de
arquitectura que pone una pica en la contemporariedad. Su objetivo es ser un foco
turístico tan atractivo como lo es la Catedral. (Zabalbeascoa, 2010)
Esta moda partió del mal copiar el modelo Guggenheim de Bilbao.Digo mal copiar
porque la estrategia en Bilbao se baso en una completa reestructuración de la ciudad,
especialmente de esa zona, y funcionó. Estaba pensada desde su configuración urbana
y desde un proyecto más global. Pero las copias no tuvieron en cuenta y simplemente
buscaron arquitectos de élite que hicieran una obra de referencia que las pusiera en el
circuito de ciudades con arquitecturas de firma. Nada de observar las necesidades
específicas de cada urbe.
Fraga lo promovió y Peter Eisenman fue el arquitecto elegido en concurso para
llevarlo a cabo. Toda arquitectura de firma conlleva el no contradecir al arquitecto y la
Xunta no ha sabido controlar la ejecución del proyecto otorgándole la potestad
absoluta.
Cuando el ex consejero de cultura, Jesús Pérez Varela, no dio importancia a las
advertencias de uno de los arquitectos que conformaban el jurado internacional que
eligió por unanimidad el proyecto de Eisenman, Wilfried Wang, manifestó que ese
proyecto duplicara el tamaño propuesto, que se encarecería el coste y superaría el
tiempo previsto para llevarlo a cabo. Este arquitecto alemán, fue capaz de predecir
paso a paso lo que iba a ocurrir.
199
“La Ciudad de la cultura de Galicia es uno de los ejemplos de la burbuja inmobiliaria
cultural, en la que todas las ciudades inventaron y lucharon por tener inraestructuras
culturales de firma, sin planificación alguna, a lo loco. Administraciones que
invirtieron millones de euros en grandes teatros, auditorios y museos que, además de
sobrepasar de largo los presupuestos, fechas y características iniciales, han quedado
a medio construir o no albergan ningún evento. Todo ha sido un cúmulo de
despropósitos”. (Espigares Rooney, 2012)
Nuestro principal objetivo era no imitar el Bilbao de Frank Gehry. No queríamos un
Bilbao II. Vimos que el lugar es literalmente una montaña mágica, un sitio antiguo. Y
queríamos algo que se arraigara en la tierra, no un edificio chic y moderno, que
hablara de la piedra, de la luz de galicia.
Por eso llevamos la misma piedra que forma Santiago histórica al edificio nuevo, y
hemos conseguido que las calles de la ciudad lleguen a la falda del monte Gaiás.
El modelo de Bilbao no valía para Santiago, porque Bilbao es un solo edificio que
atrae toda la vida de la ciudad hacia si y se apodera de ella, le roba el espacio a otras
partes. Y en Santiago la protagonista es y debe seguir siendo la Catedral, el Obradoiro,
que es epecial para peregrinos y visitantes, cristianos o paganos.
Así que la idea es que la Cidade da Cultura fuera un filtro por el que la gente pasa y
que funcione como una transición antes de entrar en la ciudad. No es el fin, sino un
descanso. (www.lapagina0.com)
El Pabellón San Clemente
Las polémicas obras del polideportivo que construye en el casco histórico de Santiago
de Compostela el arquitecto alemán Josef Kleihues se reanudarán de inediato, tras el
acuerdo para la modiicación parcial del proyecto alcanzado entre la Xunta de Galicia y
el Concello de santiago. El propio Kleihues ha dado su consentimiento para rebajar en
1,5 metros la altura de la obra.
Las obras del polideportivo, que cubre la parte superior de un aparcamiento
subterráneo, también diseñado por el arquitecto alemán, son promovidas por el
Concello con motivo del año Santo. El Alcalde, arquitecto de profesión, defendía la
pertinencia de construir edificios modernos para enriquecer la zona histórica,
declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Sin embargo, la Xunta y su Gobierno, entendían que las obras habían sobrepasado en
casi tres metros la altura autorizada en el proyecto inicial y de este modo afectaban
200
gravemente a una de las perspectivas mas famosas de Santiago: La vista del conjunto
de la Catedral desde el paseo de la Herradura.
Añadido a lo anterior, no se habían utilizado los materiales obligatorios en el casco
histórico; ya que Kleihues sustituyó el granito y la teja del país por cristal, y cobre
para el tcho. Ante estas alegaciones, la Comisión de Patrimonio de la ciudad
recomendó a la Xunta que paralizase las obras. (HERMIDA, 1993)
“Me cortaría las manos antes de dañar santiago”, dice el arquitecto alemán Kleihues.
Hasta este punto tremendo han llegado las cosas por una nueva construcción de
Santiago. El prestigioso profesional, autor e inductor de grandes obras arquitectónicas,
es el responsable del proyecto para un polideportivo que se alza en la perspectiva
tradicional de Santiago trazada desde el parque de la Herradura por decisión de la
Comisión de Patrimonio que estima que su cornisa rebasa en 2,80 metros la altimetría
pactada.
Como suele ocurrrir con un Plan Especial de reordenación urbana, restauración,
protección y construcción de nuevos edificios de la amplitud e intensidad que ahora
trata de mejorar la ciudad jacobea, las discusiones profesionales y vecinales no altan.
Existen respecto al uso peatonal de algunas zonas, con protestas de comerciantes y han
surgido al emerger la arquitectura de edificios nuevos con factura moderna.el alcalde
ya dijo una vez que así como Santiago había pasado históricamente de tener un peril
arquitectónico del románico a otro del siglo XVIII, su mandato introduciría, en partee,
la fisonomía de una buenaa arquitectura moderna.
Esta ha sido la guía que ha inspiraddo los encargos a arquitectos nacionales ( desde
Moneo a Helio Piñón y Viaplana), una mayoría gallegos y algunos internacionales,
como el mismo Kleihues y el portugués Álvaro Siza, en Madrid, para exponer, junto
con el alcalde Xerardo Estévez, las directrices del plan especial.
El asunto comienza a desplazarse hacia un terreno donde, al cabo, la política deberá
encontrar salida, pero entretanto, vibra el conocido debate sobre el valor de lo nuevo y
de lo viejo; la importancia de lo antiguo sobre las aportaciones estimables de lo
contemporáneo.
Y esto, sin contar la posición de la empresa concesionaria de la explotación del
aparcamiento subteráneo, sufragadora de las obras, que vería reducida sus plazas de
explotación en el caso de que se decidiera “hundir” el complejo.
Joseph Kleihues opina “que el deseo de rebajar su estructura responde al principio de
que hay que “hundir o humillar” lo nuevo en veneración mitológica del pasado”.
201
Hace unos cuatro años, él mismo escribió un artículo sobre la ciudad de santiago de
Compostela resaltando los elementos de su identidad, en cuanto a materiales, podían
sintetizarse en la presencia del granito, el hierro forjado y la madera lacada, pero en su
obra él mismo ha empleado como enlace tan solo el revestimiento de granito.
Pero claramente una cosa “es predicar y otra dar trigo”, podríamos interpretar que el
proyectista o en tal caso el ejecutor del proyecto tiene una “patente de corso”, nadie le
pone trabas a su trabajo, no importa el resultado final del mismo, tan solo el hecho de
qe está firmado por un arquitecto importante y conocido, y como tal, no existe la
posibilidad de crítica ya sea esta constructiva o motivada por una contradicción con
los principios que informan la adjudicación del proyecto y su posterior desarrollo.
Aunque esto perjudique como el caso de Santiago a su Ciudad Histórica.
Y en cuanto a su altura el Concello sostiene que la rasante respeta la primacía de la ”la
biblioteca nueva de Fonseca” aunque no descartan que efectivamente se haya
producido un mal entendido. Por que la biblioteca nueva de Fonseca parece que
pueden entenderse dos construcciones distintas.
Una de los años cuarenta, la más nueva, inferior en altura al polideportivo, y la otra,
del siglo XVIII con la que se amplió el palacio renacentista de Fonseca y llamada, a su
vez “biblioteca nueva de Fonseca” en un tratado de Bonet Correa sobre el barroco
gallego y tomada como referencia por Kleihues. (Verdú, 1993)
El director general de la Unesco, el español Federico Mayor Zaragoza, ha defendido
en Santiago de Compostela las actuaciones “audaces” en los conjuntos históricos y
señaló que el polémico polideportivo que se construye en el casco antiguo de la ciudad
gallega “reúne las garantías necesarias”.
“Las obras del mismo, que forman parte de las actuaciones urbanísticas programadas
por el Concello con motivo del Año Santo, estan paralizadas por la Comisión del
Patrimonio Artístico de la Xunta. Según este organismo, Kleihues rebasó en casi tres
metros la altura autorizada y utilizó materiales prohibidos en el casco viejo
compostelano. Mayor zaragoza desmintió que las obras del polideportivo puedan
poner en peligro la declaración de la ciudad gallega como patrimonio de la
humanidad, otorgada por la Unesco”. (Hermida, 1993)
El profesor de arte Antonio Bonet Correa, representante de la Unesco en la Comisión
de Patrimonio de la Xunta, había señalado hace algunas semanas que el organismo
internacional podría tomar medidas contra Santiago si continuaba adelante el proyecto.
202
8.3.- Pros y contras en la Gestión del Patrimonio Cultural de Santiago de
Compostela, después de 25 años de la declaración de Patrimonio Mundial
por la UNESCO.
La declaración en 1985 de la ciudad de Santiago de Compostela como Patrimonio de
la Humanidad vino a cerrar un círculo necesario para el desarrollo de la ciudad en el
final del siglo XX; teeniédo su continuidad en la actualidad y su progreso hacia el
2021.
Los condicionantes de esa designación, la redacción simultánea del Plan especial de la
Ciudad Histórica y del Plan General de Ordenación Urbana ha permitido realizar la
transformación de una ciudad varada en los años 70, en franca decadencia, para
convertirla en una ciudad cosmopolita e internacional.
La transformación de la ciudad se llevó a cabo mediante un doble frente. Mientras por
un lado se acometía la recuperación del Casco Histórico logrando el mantenimiento de
la población y la revitalización del mismo. En otro aspecto la elección de los mejores
arquitectos, nacionales e internacionales, para el diseño de la nueva arquitectura que
ocuparía las “ínsulas vacías” existentes en la ciudad así como la creación del nuevo
Santiago extramuros con la Ciudad de la Cultura.
La iniciativa “Santiago verde” con la creación y recuperación de los espacios
existentes, en franco abandono por una u otra razón, para disfrute del habitante y el
visitante de la ciudad. La creación del mayor parque urbano en las Brañas del Sar
como elemento de transición de la Ciudad Histórica hacia la nueva Ciudad de la
Cultura. Un enfrentamiento entre “La Almendra” y la arquitectura contemporánea
ubicada sobre el Gaiás.
Pero en este camino no todo ha sido un camino de rosas, las restricciones de
presupuesto han impedido la finalización de la Ciudad de la Cultura, las limitaciones
técnicas, urbanísticas o de organismos de los que dependen la toma de decisiones, así
como, la intervención de la política, o mejor dicho, de los políticos en la toma de
decisiones que corresponden a los arquitectos o técnicos; han limitado y en algunos
casos cercenado la realización de obras necesarias para completar el desarrollo de
Santiago de Compostela en el siglo XXI.
El gran proyecto que comenzo en 1985 y que durante los últimos 25 años se ha
realizado en Compostela no finaliza en el 2010, tiene y tendrá su continuidad en el
siglo XXI y de cara al 2021 fecha del Xacobeo. Eje entorno al que giran todas las
cosas en Santiago de Compostela.
203
8.4.- Reflexiones a modo de conclusión.
Indudablemente Santiago de Compostela es una ciudad excepcional. Su oferta al
visitante responde claramente a un conjunto de factores endógenos entre los que prima
la propia capacidad de atracción, del visitante y de los propios habitantes de la misma,
por su patrimonio histórico, artístico, cultural y gastronómico que, a suvez ha sido
potencializado por las Administraciones Públicas (Concello, Xunta, Estado,
Comunidad Europea, etc) y por los agentes privados (hosteleros, reposteros,
comerciantes, etc);y, a su vez por el conjunto de factores externos, vinculadodos
fundamentalmente a la necesidad del consumo de los individuos (locales y foráneos)
de todas estas cualidades, anteriormente citadas, de las que dispone la ciudad y más
concretamente , su Centro Histórico.
La creación y puesta en funcionamiento de un organismo público denominado
Consorcio de la Ciudad de Santiago de Compostela, en el que participan las
administraiones Central, Autonómica y Local, presidido por el Rey de España,
contribuye a la puesta en valor de su patrimonio, a su rehabilitación y a la imagen
cultural de la ciudad. En Compostela durante los últimos años, se ha producido un
gran auge socioeconómico y urbanístico vinculado a la dotación de grandes
infraestructuras.
Atendiendo a una clasificación funcional, más del 70% de los bienes monumentales
compostelanos (sobretodo, aquellos situados en el casco antiguo) tienen un nivel de
uncionalidad turística secundaria o principal, es decir, nos encontramos ante una
ciudad patrimonial en la que la actividad diaria tanto cultural, educativa, religiosa se
complementa perfectamente con la actividad turística, sin generar distensiones entre
residentes y turistas.
Todo ello denota que nos encontramos ante una ciudad altamente cualificada, no solo
como atractivo turístico sino también como emplazamiento residencial-funcional en el
que conviven, perfectamente interrelacionados, residentes y visitantes.
Compostela se ha convertido en una muestra de la mejor arquitectura mundial,
polideportivos, centros culturales, centros de arte, bibliotecas, centros universitarios,
museos se sitúan de forma única y espectacular dentro y fuera de la ciudad. La
declaración como Patrimonio de la Humanidad, y la aplicación del Plan Especial y el
Plan General de Ordenación Municipal, ha supuesto un antes y un después para la
misma, del Santiago decadente abandonado y en ruinas a la Compostela que renace de
sus cenizas, cual Ave Fénix, y se muestra al mundo como un ejemplo a seguir.
204
205
9 – SIGLAS
AEGPC: Asociación Española de Gestores del Patrimonio Cultural
AGA: Archivo General de la Administración
AGE: Archivo General del Estado
BIC: Bien de Interés Cultural
BICG: Bien de Interés Cultural de Galicia
BNG: Bloque Nacionalista Galego
BOE: Boletín Oficial del Estado
BOG: Boletín Oficial de Galicia
CA: Comunidad Autónoma
CAG: Comunidad Autónoma de Galicia
CCAA: Comunidades Autónomas
CdC: Ciudad de la Cultura, Ciudade da Cultura
CEP: Conjunto Europeo del Paisaje
CH: Conjunto Histórico
COMPOSTUR: Compostela turismo
CPHE: Consejo del Patrimonio Histórico Español
CSC: Consorcio de Santiago de Compostela
CSIC: Consejo Superior de Investigaciones Científicas
DL: Depósito Legal
DOG: Diario Oficial de Galicia
EIA: Evaluación de Impacto Ambiental
ICAHM: Consejo Internacional para la Gestión del Patrimonio Arqueológico
206
ICCROM: Centro Internacional de Estudios para la Conservación y Restauración de
Objetos de Museos
ICOM: Consejo Internacional de Museos
ICOMOS: consejo Internacional de Monumentos y Sitios
INCOLSA: Información y comunicación local. Turismo Compostela
IPCE: Instituto de Patrimonio Cultural de España
ISBN: International Standard Book Number
LPHE: Ley del Patrimonio Histórico Español
LPHG: Ley del Patrimonio Histórico de Galicia
OAP: Oficina de Atención al Peregrino
OCPM: Organización de las Ciudades del Patrimonio Mundial
OMCRCH: Oficina Municipal de Conservación y Rehabilitación de la Ciudad
Histórica
ONU: Organización de las Naciones Unidas
OPHE: Observatorio del Patrimonio Histórico Español
PEPRI: Plan Especial de Protección y Rehabilitación
PES 2020: Plan Estratégico de Santiago 2020
PGOU: Plan General de Ordenación Urbana
PHE: Patrimonio Histórico Español
POU: Plan de Ordenación Urbana
PPRV: Plan Puente de Rehabilitación de Viviendas
RD: Real Decreto
TIC: Tecnologías de la Información y la Comunicación
UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura
207
208
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14.- Archivo Municipal de Santiago/ Google
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28.- Concello de Santiago/ Consorcio de Santiago
32/33.- ICOMOS
34.- Google
42.- Paisajes españoles
56.- J. Panero
65.- Santiagoturismo
73/76/185.- J. Panero
88/89/90.- Consorcio de Santiago
91/96/97.- Consorcio de Santiago
98/103/104.- Consorcio de Santiago
105.- Consorcio de Santiago
108/109/110.- Museo de las peregrinaciones
112/113/114.- Arquitectura de Galicia
115/116.- Joaquín Vaquero
118/119/120/121.- SGAE
124/125/126/127.- Siza Vieira/Google/ escuela de arquitectura
129/130/131.- Proyecto de ejecución/ arquitectura de Galicia
132/133/134.- Santiagoturismo
135.- Santiagoturismo
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136/137/138.- Cidade da Cultura
139/140.- Cidade da Cultura
142/143.- Viaplana & Helio
145/146/148.- arquitectura de Galicia
147.- Google
151/152.- Arquitectura de Galicia
153.- Proyecto de ejecución
154.- Paisajes españoles
157/158.- Biblioteca pública “Ángel Ostende”
159.- Proyecto de ejecución
160.- Paisajes españoles
162.- El Correo Gallego
165/166.- Concello de Santiago
167.- El Correo Gallego
170/171/172.- Consorcio de Santiago
174.- Santiagoturismo
175/177.- Todocolección
178.- Concello de Santiago
180.- Consorcio de Santiago
181.- Santiagoturismo
182.- Arquitectura de Galicia
184.- Consorcio de Santiago
207.- J. Ruiz
211.- Cidade da Cultura. Torres Hejduk
219.- Celta(Símbolos celtas)
220.- Archivo Catedral de Santiago. Pórtico de la Gloria.
221.- Xacobeo 2021.
219
En
San Pedro del Pinatar
a
1 de octubre de 2013
220
221
XACOBEO 2021