Gizarteratuz 50

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50 gizarte ratuz Azaroa-Abendua 2015 Noviembre-Diciembre Gizarte Gaiei buruzko Dokumentazio Aldizkaria Boletín Documental sobre Asuntos Sociales 6 Un cuarto de la población de Gipuzkoa es pobre en tiempo 8 La sociedad vasca aprueba el funcionamiento de los servicios y ayudas sociales en Euskadi 10 Retrato del tercer sector social en Euskadi 12 El sistema de garantía de ingresos reduce la pobreza laboral en Euskadi 13 El servicio de asistencia personal genera un efecto económico positivo 14 Ezgaitasunak dituzten Espainiako pertsonen gizarteratzearen onurak

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Boletín documental sobre Servicios Sociales e Intervención Social editado por el SIIS en colaboración con el Gobierno Vasco.

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  • 50gizarteratuzAzaroa-Abendua 2015 Noviembre-Diciembre

    Gizarte Gaiei buruzko Dokumentazio Aldizkaria

    Boletn Documental sobre Asuntos Sociales

    6 Un cuarto de la

    poblacin de Gipuzkoa es pobre en tiempo

    8 La sociedad vasca aprueba

    el funcionamiento de los servicios y ayudas sociales

    en Euskadi10

    Retrato del tercer sector social en Euskadi

    12El sistema de garanta de

    ingresos reduce la pobreza laboral en Euskadi

    13El servicio de asistencia

    personal genera un efecto econmico positivo

    14Ezgaitasunak dituzten Espainiako pertsonen

    gizarteratzearen onurak

  • 2 gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    novedadesberriak

    Gasteizko immigrazioaren azterketa

    Haurtzaro Batzorde Teknikoa (koord.)Estudio diagnstico sobre el fenmeno migratorio en Vitoria-Gasteiz 2014. Gasteiz, Gasteizko Udala, 275 or., 2015. Erref.: 506087.

    Ikuspegi Immigrazioaren Euskal Behatokiak burutu du Gasteizko migrazio-joerak aztertzen dituen bigarren diagnostikorako saio hau. 2004. urtean lehenengo diagnostikoa eta horren osteko Gasteizko Immigrazioa Plana (2005-2007) burutu zenetik, izugarri aldatu dira gauzak, gizartean oro har, eta bereziki Gasteizko gizartean. Izan ere, immigrante talde handi bat etortzetik pasa da egungo egoerara. 2014. urtea izan da aurrekoan baino erroldatutako atzerriko jatorria zuten biztanlerik gutxien zenbatutako urtea, eta joera luze horren hasiera 2004. urtea da. Gasteizen erroldatutako atzerritar herritartasuna duten pertsonak % 9,1 dira eta atzerriko jatorria du % 11,5ek. Horretaz gain, nabarmentzekoa da immigrantearen profilean gertaturiko aldaketa bat. Aurretik, gehienean latinoamerikarra izatetik igaro da herritartasun eta jatorri afrikarrekoa izatera, gehienean, magrebtarrak. Diagnostiko berria burutzeko, azterlanak kontuan hartzen ditu zeintzuk diren egituraren datuak, bertako herritarrek dituzten immigratutako pertsonekiko iritzi eta pertzepzioak, eta atzerritik etorritako biztanleen diskurtsoak zeintzuk diren.

    Propuestas para una nueva poltica contra las desigualdades

    Atkinson, A.Ingalits. Serie: conomie Humaine. Pars, ditions du Seuil, 442 pgs., 2016. Ref. 508301.

    Anthony Atkinson, profesor de Economa de la London School of Economics, ofrece en este interesante libro prologado por Thomas Piketty, quien fue su alumno, una nueva visin para el abordaje de las desigualdades sociales. En esencia, Atkinson no comulga con quienes defienden la igualdad de oportunidades y aboga por la igualdad de resultados: ofrecer las mismas oportunidades a todos est bien, pero para aquellos que no alcanzan un objetivo vital mnimo, no es suficiente, y el resultado es siempre la desigualdad social. Para reducir sta, se precisa una reforma radical de las polticas pblicas, basada en cinco mbitos de accin: los cambios tecnolgicos (con el Estado como inversor), la bsqueda del pleno empleo (acompaado de polticas de remuneracin ticas), la Seguridad Social (con especial incidencia en las ayudas a la familia), la redistribucin de capital (mediante una especie de herencia para todos) y, por ltimo, una fiscalidad ms progresiva. La ltima parte del libro se dedica a demostrar que sus propuestas son realizables en trminos de financiacin y sostenibilidad.

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  • 3gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    ndice de envejecimiento activo en la UE

    Zaidi, A. et al.Active Ageing Index 2014. Analytical Report. Ginebra, Comisin Econmica de las Naciones Unidas para Europa; y Comisin Europea, 50 pgs., 2015. Ref. 499616.

    Este informe refleja los datos de la segunda edicin del ndice de envejecimiento activo, que constituye la principal herramienta para evaluar las acciones de envejecimiento activo en 28 pases europeos. El ndice, elaborado conjuntamente por Naciones Unidas y la Comisin Europea, se compone de 22 indicadores de envejecimiento activo, englobados en cuatro aspectos: inclusin laboral; participacin social; acceso a una vida independiente, saludable y segura; y amigabilidad del entorno. Espaa se sita, con 32,6 puntos, en el puesto 17 de la clasificacin que encabeza Suecia, por debajo de la media europea (33,9). A pesar de la crisis econmica y de los ajustes, en el conjunto de la Unin Europea se registra una mejora de dos puntos con relacin al ndice anterior (datos de 2010); sin embargo, Espaa repite puesto y puntuacin. El informe considera que los puntos fuertes de este ltimo pas residen en la alta esperanza de vida y en sus buenos resultados cercanos a la media europea en todas las reas, excepto en el empleo. En cuanto a sus potenciales reas de accin, apunta tanto a la necesidad de aumentar los ndices de empleo como al fomento de las soluciones residenciales para una vida independiente.

    Aumentan los niveles de desigualdad y pobreza en Espaa

    Llano, J. C.El Estado de la Pobreza, 5 informe. Seguimiento del indicador de riesgo de pobreza y exclusin social en Espaa 2009-2014. Madrid, Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusin Social, 163 pgs., 2015. Ref. 505516.

    Mediante los informes de seguimiento del indicador AROPE, la EAPN ofrece una herramienta imprescindible para analizar la evolucin de la pobreza y la desigualdad en Espaa. Este quinto informe muestra un empeoramiento generalizado de la situacin social desde 2009, que se ha visto agravado en 2014, alcanzando cifras rcord en pobreza, desigualdad y privacin material severa: 13.657.232 personas viven en riesgo de pobreza y/o exclusin social (AROPE) en Espaa (29,2 % de la poblacin). Por comunidades autnomas, Ceuta (44,3 %), Murcia (37,2 %) y Andaluca (33,3 %) tienen las mayores tasas de pobreza relativa, mientras que el Pas Vasco (10,2 %) y Navarra (11,9 %) registran las menores. El informe tambin seala las diferencias en cuanto a grupos de edad: mientras que las personas mayores se ven menos afectadas, los nios y nias soportan la tasa de pobreza ms elevada desde que se calcula el indicador. En cuanto a la nacionalidad, la tasa de pobreza de la poblacin extranjera extracomunitaria (55,4 %) triplica a la de la poblacin espaola (18,4 %). En el plano de la desigualdad, se constata que el 20% de poblacin con mayores ingresos tiene rentas 7 veces mayores que el 20 % ms pobre.

    Manual de trabajo social de base emprica

    Soydan, H. y Palinkas, L. A.Evidence-based Practice in Social Work. Development of a New Professional Culture. Oxon, Routledge, 168 pgs., 2014. Ref. 502596.

    En 1972 el epidemilogo britnico Archie Cochrane public su clebre Effectiviness & Efficiency, donde sostena que las decisiones mdicas deban fundarse en las intervenciones que hubieran demostrado ms xito en estudios previos. Sentaba as los fundamentos de la medicina de base emprica (evidence-based medicine), paradigma terico que en los ltimos quince aos se ha extendido y adaptado al mbito socioeducativo. Esta obra aborda su traduccin al trabajo social y lo hace, en primer lugar, repasando los elementos generales del modelo: qu es un dato validado cientficamente, cules son las fuentes que permiten determinar el grado de validez cientfica de una prctica y qu metodologa debe seguirse para identificar la intervencin ms apropiada en un caso concreto. Seguidamente, Soydan y Palinkas exponen los retos que supone aplicar la prctica de base emprica al trabajo social y tratan de responder a las numerosas crticas que ha recibido este enfoque. Para terminar, los autores analizan la difusin de las prcticas de base emprica y la creacin de una cultura profesional en torno de aqullas, un paso que, a su juicio, permitira alcanzar un consenso sobre el valor de este paradigma para el trabajo social.

    Quines son los clientes de prostitucin?

    Gmez, A. et al.El putero espaol. Quines son y qu buscan los clientes de prostitucin. Serie: Mayor, n 524. Madrid, Los Libros de la Catarata, 190 pgs., 2015. Ref. 504560.

    En la mayora de los pases europeos, las medidas dirigidas a erradicar la prostitucin van dirigidas a quienes la ejercen. Quizs por ello escasean las investigaciones sobre prostitucin realizados desde la perspectiva del cliente. No obstante, el cliente es central en el estudio del fenmeno del sexo de pago, argumentan las autoras de este libro, porque sin l no existira esta actividad. Esta conviccin fue lo que llev gueda Gmez, Silvia Prez y Rosa M. Verdugo a llevar a cabo la investigacin Consumo de prostitucin en Espaa: clientes y mujeres. Con el fin de recopilar testimonios y opiniones sobre el fenmeno de la prostitucin, organizaron varios grupos de discusin y llevaron a cabo una serie de entrevistas entre prostitutas, clientes, trabajadores/as sociales y dueos de burdeles. Despus de analizar este material, las autoras establecieron una tipologa de los hombres que compran sexo, a saber: misginos, amigos, mercantilistas y crticos. Conocer bien el perfil de los integrantes de este colectivo es, sealan las autoras, el primer paso para poner fin a la prostitucin. El conocimiento del modo de pensar y actuar de los hombres en el mercado del sexo debe, segn ellas, servir como base para el diseo de programas de educacin afectivo-sexual y campaas de sensibilizacin dirigidos a ellos.

  • 4 gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    novedadesberriak

    Euskal gazteen ezegonkortasuna eta etxebizitza-emantzipazioa

    Carbajo, D.Los procesos de precarizacin de la juventud en la CAPV a travs de sus trayectorias residenciales. Cuadernos Sociolgicos Vascos, 29. zenb., 2015, 138 or. Erref.: 504575.

    Soziologiako Euskal Koadernoetako ale honen xedea da EAEko gazteen etxebizitza-emantzipazioa aztertzea. Beronen oinarria da doktore-tesi bat, eta bertan ondorengo bi aztergaiak hartzen dira: gazteriaren etxebizitza lortzeko ibilbideak eta egun indibiduo gisara egiturazko zein prozesuek laguntzen diguten modu teoriko batean gazteria aztertzea. Alderdi teoriko horiez gain, doktore-tesi hori burutzeko oinarria da gazteekin buruturiko elkarrizketetan osaturiko alderdi kualitatibo bat. Enpleguaren egonkortasun eza oinarri hartuz, bertan aurkezten da gazteek bizi duten ziurtasunik eza, ezegonkortasuna eta gaitasun eza. Azken batean, modu klasiko batean definitu izan da gaztea gabeziak dituen pertsona gisara, eta diagnostikoa burutzean, azaleratzen dira zenbait faktore eta egitura sozialean gertatutako aldaketa batzuek, eta horren ondorioz heldu bilakatzeko ageri diren zailtasunak. Testuak aztergai hartzen du gaztaroaren luzapena, eta garrantzia nabarmena du egungo gazteek modu batean edo bestean duten mendekotasuna, eta horren ondorioz ezin omen da erabateko trantsizio eta emantzipazioaz hitz egin.

    Primera monografa sobre monoparentalidad masculina en Espaa

    Avils, M.La monoparentalidad masculina en Espaa. Serie: Monografas, n 287. Madrid, Centro de Investigaciones Sociolgicas, 353 pgs., 2015. Ref. 502570.

    En fechas recientes, se ha observado un incremento de los hogares monoparentales masculinos en varias sociedades, si bien continan siendo minoritarios. El propsito de esta investigacin pionera es describir los hogares monoparentales encabezados por varones en Espaa, estimando su nmero y estructura, explicando los factores que inciden en su crecimiento, identificando el perfil sociodemogrfico de sus integrantes, y analizando sus condiciones de vida y pautas de interaccin. Segn la autora, mltiples causas, relacionadas todas ellas con el advenimiento de la nueva paternidad, explican la extensin de estos hogares. En cuanto a su actividad diaria, se caracteriza por las dificultades de conciliacin y la escasez de ayudas especficas, que a juicio de los padres entrevistados, se dirigen principalmente a los hogares monoparentales femeninos. Otro aspecto de inters de estos hogares es su demanda de cambios legislativos que favorezcan la custodia paterna o compartida, de modo que aquellos padres divorciados o separados que lo deseen puedan seguir ejerciendo la plena (co)rresponsabilidad en la crianza de sus hijos/as.

  • 5gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    Crisis econmica y desequilibrios territoriales en la CAPV

    Consejo Econmico y Social VascoDesequilibrios territoriales en la CAPV en el marco de la crisis econmica / Azterlana. Lurraldeen arteko desorekak EAE-n krisi ekonomikoaren testuinguruan. Serie: Estudios e Informes, n 12. Bilbao, Consejo Econmico y Social Vasco, 203, 201 pgs., 2014. Ref. 200185.

    El presente informe del Consejo Econmico y Social Vasco tiene por finalidad averiguar de qu forma ha afectado la crisis econmica a las diversas comarcas de la comunidad autnoma del Pas Vasco (CAPV) y cules son en la actualidad los principales desequilibrios territoriales que existen en Euskadi. Para ello, el estudio lleva a cabo un diagnstico eminentemente cuantitativo a partir de un panel de 52 indicadores bsicos, provenientes de las principales fuentes estadsticas disponibles en torno al impacto diferencial de la crisis econmica en las comarcas de la CAPV en aspectos como la estructura demogrfica, el mercado de trabajo y las condiciones de vida. Entre las conclusiones derivadas del estudio, destacan: la confirmacin de la existencia de desequilibrios territoriales en cuanto al impacto de la crisis; la concentracin de las situaciones divergentes en determinadas comarcas (Bilbao y Margen Izquierda); la concentracin de indicadores ms positivos en comarcas muy industrializadas (Alto Deba, Tolosa Goierri y Ayala); o el proceso de convergencia entre las diversas comarcas, que ha reducido los desequilibrios que se registraban antes de la crisis (al contrario de lo sucedido en otras comunidades autnomas).

    Situacin de la asistencia personal en Espaa

    Ortega, E. (coord.) et al.Situacin de la asistencia personal en Espaa. Madrid, Predif, 162 pgs., 2015. Ref. 506456.

    El asistente personal forma parte del catlogo de prestaciones de la Ley 39/2006, de Promocin de la Autonoma Personal y Atencin a las personas en situacin de dependencia. No obstante, a pesar de ser un servicio regulado por la normativa, la prestacin econmica dirigida a la contratacin de asistente personal sigue siendo una ayuda de uso minoritario. Conscientes de esta situacin la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Fsica (Predif), en colaboracin con otras entidades de referencia en el mbito de asistencia personal, ha creado un grupo de trabajo multidisciplinar con el fin de promover el uso de este servicio. Para cumplir con este objetivo, han elaborado esta obra, que analiza la situacin actual del servicio de asistente personal en las diferentes comunidades autnomas. Los resultados del anlisis comparativo de la normativa vigente ponen de relieve que existe una gran confusin sobre las funciones del asistente personal. En segundo lugar, los autores evidencian la necesidad de crear una normativa especfica que regule el contenido de la asistencia personal y aclare su alcance. Por ltimo, los autores consideran insuficiente la cuanta mxima prevista para esta prestacin.

    Estado actual de los servicios de atencin a vctimas de violencia de gnero

    Blank, K. et al.Wave Report 2014 Specialized Womens Support Services and New Tools for Combating Gender-based Violence in Europe. Vienna, WAVE-Network & European Info Centre Against Violence, 90 pgs., 2015. Ref. 505418.

    Esta obra, editada por la red europea Women against Violence Europe (WAVE), describe la situacin de los servicios dirigidos a mujeres y menores vctimas de la violencia de gnero en Europa. Se trata de una de las publicaciones ms completas sobre los servicios de carcter social dirigidos a la erradicacin de la violencia de gnero (atencin telefnica, centros de acogida y servicios de apoyo). Los datos descriptivos de los servicios se presentan en tablas por pases, para facilitar el anlisis comparativo. Basndose en estndares e indicadores establecidos en la Convencin de Estambul y otras herramientas legales, los autores emiten una serie de sugerencias dirigidas a mejorar los servicios existentes. En cuanto al caso especfico de Espaa, sealan, entre otras cosas, que el pas cumple con las recomendaciones del Consejo de Europa referentes al telfono de ayuda (016), algo que nicamente logra un 29 % de los pases de la Unin Europea (EU-28). No obstante, advierten los autores, el nmero de plazas en centros de acogida que en Espaa, que asciende a 3.329 mujeres, se juzga insuficiente y debera aumentar en un 28 %.

    Coordinacin de polticas de empleo y servicios sociales en la Unin Europea

    Comisin EuropeaLiterature Review and Identification of Best Practices on Integrated Social Service Delivery. Part I. Luxemburgo, Oficina de Publicaciones de la Unin Europea, 44 pgs., 2015. Ref. 502214.

    Literature Review and Identification of Best Practices on Integrated Social Service Delivery. Part II. Country Case Studies. Luxemburgo, Oficina de Publicaciones de la Unin Europea, 128 pgs., 2015. Ref. 502216.

    La Unin Europea se ha propuesto integrar los servicios sociales y de empleo, ya que facilitara a los grupos sociales ms desfavorecidos el apoyo que necesitan para mejorar sus oportunidades en un mercado laboral marcado en gran medida por la escasez de oferta y la precariedad de las condiciones de trabajo. El presente estudio, editado en dos documentos, revisa la literatura sobre coordinacin entre polticas sociales y de empleo, y su materializacin en forma de ventanillas nicas adonde puedan acudir las personas usuarias. El primer documento examina los beneficios de este tipo de reformas, as como los factores que las impulsan o frenan, y a partir de experiencias exitosas, sugiere algunas recomendaciones para las distintas fases de proceso. El segundo, por su parte, detalla la situacin en nueve pases de la Unin Europea, distinguiendo aquellos que han optado por una integracin vertical ms sistemtica y basada en la estrecha cooperacin entre distintos niveles administrativos de aquellos que han preferido una integracin horizontal reforzando el trabajo conjunto de diferentes entidades.

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    investigacionesikerketak

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    Un cuarto de la poblacin de Gipuzkoa es pobre en tiempo

    La dedicacin horaria al trabajo, las necesidades fisiolgicas y el ocio determinan la pobreza de tiempo. Entre el 16,8 % y el 25,8 % de la poblacin guipuzcoana se encuentra en esta situacin, segn los datos obtenidos en este anlisis sobre los usos del tiempo y su relacin con la pobreza y la exclusin.

    Este artculo sintetiza los resultados de un mdulo de la Encuesta de Pobreza y Exclusin Social de Gipuzkoa 2014, realizada por el SIIS Centro de Documentacin y Estudios

    a propuesta de la Direccin de Igualdad de la Diputacin Foral de Gipuzkoa, que tiene como objetivo conocer los usos del tiempo de la poblacin guipuzcoana en funcin de diversas caractersticas sociodemogrficas, definir el trmino de pobreza de tiempo y analizar la relacin que guarda con la pobreza monetaria y la exclusin social.

    Para conocer los usos del tiempo, se toman en cuenta el tiempo medio social (tiempo medio que dedica el conjunto de la poblacin a una actividad dada, considerando tambin las personas que no la realizan), la tasa de participacin y el tiempo medio por participante. A partir de estos indicadores, el estudio muestra que la ciudadana guipuzcoana invierte diariamente, en promedio, 10 horas y 11 minutos a la satisfaccin de necesidades fisiolgicas, 5 horas y 36 minutos a la vida social y el ocio, y 3 horas y 34 minutos al trabajo remunerado. Desde el punto de vista de la participacin en las distintas tareas, el 83,8 % de la poblacin dedica parte de su tiempo al trabajo domstico no remunerado, el 74,4 % a los trayectos, y el 2,7 % no participa en actividades de ocio o de carcter social. Entre los condicionantes que influyen en el uso del tiempo, destaca el factor de gnero,

    Sanz, R. et al.Pobreza y usos del tiempo de la ciudadana guipuzcoana. Zerbitzuan, n 59, 2015, pgs. 127-143. Ref. 507245.

    que muestra la desigualdad existente en la distribucin de la jornada entre hombres y mujeres. Las actividades en las que se acentan estas diferencias son el trabajo domstico no remunerado (1 hora y 14 minutos de diferencia) y los cuidados a otras personas (26 minutos de diferencia), tareas ambas en las que las mujeres emplean ms tiempo que los hombres.

    Para medir la pobreza de tiempo, se tiene en cuenta la participacin de las personas en actividades relacionadas con la vida social y el ocio, que estn condicionadas por la intensidad del resto de tiempos vitales. En este estudio se definen dos indicadores para calcular la pobreza de tiempo. Por un lado, el indicador relativo de pobreza de tiempo considera pobres a las personas que dedican a actividades relacionadas con la vida social y el ocio menos del 60 % del tiempo mediano dedicado por el conjunto de la poblacin de 16 y ms aos. Segn los resultados obtenidos, el 25,8 % de la poblacin guipuzcoana invierte menos de tres horas en actividades de ocio y vida social, y se encuentra, por tanto, en situacin de pobreza de tiempo. Esta tasa aumenta entre las personas de 30 a 44 aos, ya que estn en edad laboral activa y es ms frecuente que tengan menores a cargo. Por otro lado, el indicador objetivo de pobreza de tiempo mide el nmero de personas que durante un da promedio laborable dedican ms de 12 horas a actividades relacionadas con el trabajo. Segn este enfoque, el 16,8 % de la poblacin est en situacin de pobreza de tiempo, siendo de nuevo la edad el factor ms influyente a este respecto.

    Al relacionar la pobreza de tiempo con la pobreza monetaria, se observa que el 20 % de la poblacin con ingresos equivalentes ms reducidos dispone, por trmino medio, de 1 hora y 42 minutos diarios ms de tiempo para actividades de ocio y relaciones sociales, tiempo que disminuye a medida que aumenta el ingreso equivalente. El 2,5 % de las personas encuestadas sufren ambos tipos de pobreza, pero cabe destacar que el 61,4 % no se encuentra en ninguna situacin de pobreza.

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    Los resultados obtenidos en el estudio confirman la persistencia de los roles tradicionales de gnero en lo referente a los usos del tiempo, ya que los hombres dedican ms tiempo al trabajo remunerado (1 hora y 17 minutos de diferencia) y las mujeres hacen lo propio con el trabajo domstico y el cuidado de otras personas (1 hora y 40 minutos de diferencia). Al margen de la variable gnero, el componente generacional tambin resulta relevante, de modo que las personas en edad reproductiva y laboral entre 30 y 44 aos disponen de menos tiempo libre y de ocio (menos de 4 horas al da). Atendiendo a la nacionalidad, se observa que el tiempo medio por participante de las personas extranjeras es mayor, tanto en el caso del trabajo remunerado, como en el de las tareas domsticas y los cuidados a otras personas; y si se tiene en cuenta el tamao del municipio de residencia, cabe destacar que las personas que viven en municipio de ms de 50.000 habitantes (Donostia e Irun) dedican ms tiempo al ocio y la vida social.

    En definitiva, el 25,8 % de la poblacin guipuzcoana est afectada por la pobreza de tiempo, ya que su disponibilidad horaria para el ocio es menor de 3 horas. Si se utiliza un indicador ms restrictivo, como es el porcentaje de poblacin que dispone de menos de 12 horas diarias para satisfacer sus necesidades fisiolgicas y de tiempo libre, la tasa sera del 16,8 %. Los factores de gnero y edad influyen en la pobreza de tiempo de la misma manera que en los usos del tiempo. Por ltimo, es significativo que las personas que sufren pobreza de tiempo tienen menores tasas de pobreza monetaria que las que disponen de mayor tiempo libre.

    Tiempos medios y tasa de participacin en actividades de la vida diaria durante un da promedio laborable. Gipuzkoa (2014)

    Tiempo medio social

    Tasa de participacin (%)

    Tiempo medio participante

    Trabajo remunerado 3:34 48,6 7:20

    Formacin 0:40 14,0 4:46

    Trayectos 0:49 74,4 1:06

    Trabajo domstico no remunerado 2:06 83,8 2:30

    Cuidados a otras personas 1:01 33,9 3:02

    Vida social y ocio 5:36 97,3 5:45

    Necesidades fisiolgicas 10:11 100,0 10:11

    Diferencia entre mujeres y hombres de los tiempos medios y tasa de participacin en actividades de la vida diaria durante un da promedio laborable. Gipuzkoa (2014)

    Tiempo medio social

    Tasa de participacin (%)

    Tiempo medio participante

    Trabajo remunerado -1:17 -7,3 -1:27

    Formacin -0:04 -1,6 -0:02

    Trayectos -0:07 -4,1 -0:05

    Trabajo domstico no remunerado +1:14 +17,6 +1:00

    Cuidados a otras personas +0:26 +7,0 +0:43

    Vida social y ocio -0:20 -1,8 -0:15

    Necesidades fisiolgicas +0:08 +0,0 +0:08

    Distribucin de las situaciones de pobreza relativa. Gipuzkoa (2014)

    Slo pobreza de tiempo

    Slo pobreza monetaria

    Ambas

    Ninguna

    23,3

    12,8

    2,5

    61,4El SIIS Centro de Documentacin y Estudios ha elaborado una bibliografa temtica sobre uso del tiempo, que puede consultarse en .

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    investigacionesikerketak

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    La sociedad vasca aprueba el funcionamiento de los servicios y ayudas sociales en EuskadiEl ltimo Socimetro Vasco muestra la percepcin positiva general de la sociedad vasca sobre la situacin actual de los servicios y las ayudas sociales en Euskadi. Aun y todo, el 62 % de las personas encuestadas pagaran ms impuestos con el objetivo de tener ms prestaciones y recursos, un porcentaje mayor que en la encuesta de 2013 (50 %).

    El volumen 59 del Socimetro Vasco serie de estudios demoscpicos sobre la realidad social en Euskadi se centra en las desigualdades y prestaciones sociales, mostrando

    la percepcin de las 2.520 personas entrevistadas a domicilio entre el 13 y el 19 de octubre de 2015. Entre los temas abordados en el estudio, cabe destacar el del funcionamiento de los servicios sociales y el del gasto en ayudas sociales. El 54 % de las personas encuestadas piensan que el funcionamiento de los servicios sociales en el Pas Vasco es bueno o muy bueno, aunque el 42 % creen que son poco o nada eficaces para paliar las situaciones de pobreza. La atencin a las personas en situacin de pobreza sigue igual o ha empeorado en los ltimos aos, segn el 64 % de las personas entrevistadas. Entre las razones principales del empeoramiento, se sealan el aumento del nmero de personas que necesitan atencin y el recorte del gasto en proteccin social. Si se compara con los datos de 2013, el porcentaje de personas que consideran que la atencin ha mejorado ha aumentado del 18 % al 26 %.

    En cuanto al gasto pblico en servicios sociales, el 67 % opina que las instituciones vascas deberan destinar a los servicios sociales ms dinero que en la actualidad, y ms de la mitad prefiere tener ms prestaciones y servicios sociales, pagando ms impuestos. Los nios y las nias en

    situacin de abandono, las personas en paro y las familias con personas con discapacidad a su cargo son los principales colectivos que deberan recibir ms ayuda por parte de las administraciones pblicas, segn los datos del estudio.

    Si las personas entrevistadas no pudieran hacer frente a los gastos de necesidades bsicas, el 57 % pediran ayuda a su familia o entorno ms cercano, el 35 % solicitaran una ayuda social pblica y el 5 % acudiran a una organizacin sin nimo de lucro. En caso de que la ayuda ofrecida por el entorno ms cercano o las ONG no fuera suficiente, el 91 % solicitara una ayuda social pblica. Sobre las ayudas sociales, la mayora est de acuerdo con que las personas que las reciben las necesitan para vivir, que evitan que haya personas en situaciones de pobreza extrema y que en este mbito existe un fraude menor que en otros, como por ejemplo, en el pago de impuestos. Por otro lado, la mayor parte de las personas encuestadas no creen que la posibilidad de recibir ayudas sociales haga que la gente se vuelva perezosa (50 %), ni que deberan ser preferentemente para las personas que han nacido aqu (54 %), ni que gran parte de quienes reciben ayudas sociales no quieran trabajar (53 %).

    Sobre la renta de garanta de ingresos (RGI), el 40 % de las personas entrevistadas admiten conocer a alguien en su entorno que recibe o ha recibido esta ayuda, de las cuales ms de la mitad cree que a esa persona le ha servido para hacer frente a sus necesidades bsicas. El 57 % opina que deberan poder recibir esa ayuda ms personas, aunque el 13 % cree que se deberan exigir ms aos de empadronamiento o de trabajo actualmente se piden tres de empadronamiento o cinco de trabajo, y el 10 % piensa que la RGI no se debera conceder a quienes no tengan la nacionalidad espaola.

    Gabinete de Prospeccin SociolgicaDesberdintasun sozialak eta laguntzak / Desigualdades sociales y prestaciones. Vitoria-Gasteiz, Eusko Jaurlaritza-Gobierno Vasco, 104 pgs., 2015. Ref. 507055.

  • 9gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    Valoracin del funcionamiento de los servicios sociales en Euskadi y Espaa (%) Opinin sobre el gasto pblico en servicios sociales y los impuestos (%)

    * Respuesta mltiple.

    40

    80

    90

    70

    30

    60

    50

    20

    40

    30

    10

    20

    10

    50

    7

    Muy bueno

    47

    11

    Bueno

    62

    19

    19

    2015

    50

    36

    13

    2013

    56

    31

    13

    1999

    139

    Ni bueno ni malo

    19

    37

    Malo

    5

    17

    Muy malo

    9

    25

    NS/NC

    10

    0

    Ms prestaciones y servicios sociales, pagando ms impuestos

    Menos prestaciones y servicios sociales, pagando menos impuestos

    NS/NC

    100

    Colectivos que deberan recibir ms ayuda (%)*

    49

    41

    37

    31

    30

    21

    20

    19

    17

    13

    6

    2

    0 10 20 30 40 50 60

    Infancia en situacin de abandono

    Personas mayores que viven de forma independiente

    Pensionistas

    Personas en paro

    Mujeres vctimas de malos tratos

    Personas con discapacidad independientes

    Familias con personas con discapacidad a cargo

    Jvenes

    Inmigrantes

    Familias con mayores dependientes a cargo

    Personas solas con menores a cargo

    Vctimas del terrorismo

    Euskadi

    Espaa

  • 10

    investigacionesikerketak

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    Retrato del tercer sector social en Euskadi

    Este informe ofrece una completa radiografa de las organizaciones del tercer sector de accin social en el Pas Vasco. En su mayora, son asociaciones (89,62 %), destacando la notable proporcin de entidades de mbito barrial, local y comarcal (26,73 %), as como el predominio femenino tanto entre el personal remunerado (68,24 %) como entre el voluntario (56,52 %).

    Despus de varios estudios similares circunscritos a territorio vizcano (2007, 2010), el Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia se propone en este informe

    retratar el tercer sector social en el conjunto de Euskadi. Los objetivos especficos de este libro blanco son identificar las entidades que lo componen, a fin de actualizar el directorio en lnea que mantiene el Observatorio (); estimar la dimensin del sector (nmero de entidades, de personas implicadas, contribucin socioeconmica); describir las caractersticas de esas organizaciones y de las personas que las integran; y finalmente, sealar los retos del sector y sugerir orientaciones para alcanzarlos. A lo largo de todas las fases del estudio, el Observatorio ha contado con la colaboracin de las organizaciones de segundo nivel y superiores, y en particular de Sareen Sarea-Red de Redes del Tercer Sector Social de Euskadi.

    La primera tarea que emprende el informe es delimitar su objeto de estudio, pues como es sabido, no existe un consenso en torno a las caractersticas que definen el tercer sector de accin social. Esta investigacin, en concreto, opta por ceirse a aquellas iniciativas formalizadas y en activo, surgidas de la sociedad civil, gestionadas de forma autnoma, sin carcter lucrativo, con algn grado de participacin voluntaria, cuya finalidad sea promover la inclusin social y

    el ejercicio efectivo de los derechos, y que desarrollen su actividad en y desde el Pas Vasco. Mediante registros oficiales, listados no oficiales y bsquedas en internet, el estudio cifra en 3.487 las organizaciones en activo que constituyen el tercer sector en Euskadi. Para recabar informacin sobre ellas, se llev a cabo una encuesta, a la que respondieron el 10,4 % de las entidades (364), por lo que la muestra resultante puede considerarse representativa, con un margen de error de 4,86 %. Adems, se realizaron seis entrevistas a informantes claves, dos seminarios de trabajo con redes del sector, as como tres grupos de discusin presenciales (uno por territorio).

    Los datos de la encuesta sealan que el 57 % de las organizaciones del tercer sector social tienen su sede en Bizkaia; el 29 %, en Gipuzkoa; y el 14 %, en lava. Atendiendo a la poblacin de cada territorio, habra, por tanto, 1,7 organizaciones por cada 1.000 habitantes en Bizkaia, 1,6 en lava y 1,4 en Gipuzkoa. Si se toma en cuenta la distribucin dentro de cada territorio, la mayor concentracin se da en lava, seguida de Bizkaia y Gipuzkoa (el 77,55 % de las entidades alavesas, el 53,31 % de las vizcanas y el 45,88 % de las guipuzcoanas ubican su sede principal en Vitoria-Gasteiz, Bilbao y Donostia, respectivamente). Bizkaia es el territorio donde el tercer sector canaliza mayor proporcin de voluntariado y genera ms empleo: el 64,11 % y el 73,35 % del total, respectivamente. En trminos econmicos, el conjunto de entidades del tercer sector gestion en 2014 un volumen econmico equivalente al 2,2 % del PIB vasco. Y en cuanto a la forma jurdica, el 89,62 % son asociaciones.

    El anlisis por mbito fundamental de actuacin pone de relieve que las entidades de carcter cvico o que actan de forma transversal representan el 33,73 % de las estudiadas; las dedicadas a los servicios sociales son el 25,33 %; el 13,13 % se dedican a la cooperacin internacional al desarrollo; el 12,96 %, al tiempo libre; el 8,83 %, a la salud; el 4,24 %, al empleo; y el 1,78 % restante, a otros mbitos; sin que existan diferencias significativas entre territorios.

    Equipo del Observatorio del Tercer Sector de BizkaiaLibro blanco del tercer sector social de Euskadi / Euskadiko hirugarren sektore sozialaren liburu zuria. Bilbao, Observatorio del Tercer Sector de Bizkaia, 254 pgs., 2015. Ref. 507401.

  • 11gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    10 30 50 70 9020 40 60 80

    Las organizaciones que trabajan en el mbito de los servicios sociales, y en particular, en la atencin a la dependencia, tienden a gestionar un volumen econmico mayor; adems, suelen contar con mayor proporcin de personal remunerado (presente en el 88,40 % de ellas), que muchas veces tiene mayor peso que el voluntario (32,44 % de los casos). En cambio, las entidades de las esferas del tiempo libre y la intervencin transversal suelen gestionar un volumen econmico menor que la media (el 62,58 % y el 44,06 %, respectivamente, manejan 12.000 euros o menos al ao); en estas ltimas organizaciones, adems, la proporcin de voluntariado es muy elevada (slo una de cada tres tienen a alguna persona contratada). Examinando el alcance geogrfico de su actividad, se constata que el 26,73 % trabaja a escala barrial, municipal o comarcal; el 35,52 % se circunscribe al mismo territorio histrico en el que se ubica; alrededor de una de cada cinco (22,56 %) opera en el conjunto de la CAPV; y que slo el 15,20 % lo hace en los mbitos estatal o internacional.

    El informe tambin se detiene en caracterizar a las personas que forman parte de estas entidades, y en este aspecto, cabe destacar algunas coincidencias entre personal contratado y voluntariado. As, el perfil de persona empleada es una mujer (68,24 %) menor de 50 aos (82,91 %), universitaria (66,14 %), con una antigedad de ms de 5 aos (59,55 %) y que desempea tareas de intervencin (85,26 %). Las tasas de contratacin temporal y a tiempo parcial en el sector son ligeramente superiores a la media del Pas Vasco. Entre las personas voluntarias, por su parte, tambin predominan las mujeres (56,52 %), las personas con estudios universitarios (43,08 %) y las que desempean tareas de intervencin directa (82,13 %), si bien la distribucin por edad es ms equilibrada (las personas mayores de 65 aos suponen el 21,92 %) y la antigedad, algo menor (el 51,92 % lleva menos de 5 aos en la entidad). Cuatro de cada diez dedican menos de cinco horas semanales al voluntariado.

    Personas remuneradas y voluntarias en el tercer sector social, por territorio histrico. CAPV, 2014

    N % % sobre A o B

    Personal remunerado (A)

    Araba 3.037 8,46 2,26

    Bizkaia 26.336 73,35 5,78

    Gipuzkoa 6.534 18,20 2,20

    CAPV 35.907 100,00 4,05

    Voluntariado (B)

    Araba 13.967 11,16 50,50

    Bizkaia 80.262 64,11 98,08

    Gipuzkoa 30.974 24,74 64,53

    CAPV 125.203 100,00 79,50

    Organizaciones del tercer sector social segn volumen de ingresos. CAPV, 2013 (%)

    Organizaciones del tercer sector social segn la evolucin de los ingresos que reciben del sector pblico, del sector privado y de donaciones personales regulares. CAPV, desde 2008 y ltimos tres aos (%)

    20 40 60 80

    30,83 17,1452,03Evolucin desde 2008

    19,39 27,6952,93Evolucin ltimos 3 aos

    FINANCIACIN PBLICA

    35,92 36,2227,86Evolucin desde 2008

    27,45 44,7227,84Evolucin ltimos 3 aos

    PERSONAS DONANTES REGULARES

    32,93 34,2432,83Evolucin desde 2008

    22,17 40,9736,85Evolucin ltimos 3 aos

    FINANCIACIN PRIVADA

    Ha aumentadoHa disminuidoSe ha mantenido

    0 100

    12.000 /ao

    12.000-60.000 /ao

    60.001-300.000 /ao

    300.001-1.500.000 /ao

    > 1.500.000 /ao

    32 21 26 912

    0 100

  • 12

    investigacionesikerketak

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    El sistema de garanta de ingresos reduce la pobreza laboral en Euskadi

    Las rentas mnimas en Europa se han rediseado para compatibilizar el cobro de un salario bajo con las ayudas sociales. Este estudio describe los cambios introducidos a este respecto en Francia y Reino Unido, y analiza el xito del modelo vasco de rentas mnimas para frenar la pobreza en los hogares con sueldos bajos.

    Como consecuencia del incremento del nmero de trabajadores pobres, en los ltimos aos varios pases de Europa han modificado sus sistemas de

    garanta de ingresos para hacer ms sencillo compatibilizar prestaciones asistenciales e ingresos laborales. Este artculo describe, en primer lugar, las reformas realizadas en ese sentido en Francia y Reino Unido, para despus examinar el efecto del sistema de estmulos al empleo desarrollado en el marco de la renta de garanta de ingresos (RGI) en Euskadi. Este ltimo anlisis toma como base la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales de la CAPV, elaborada por el Gobierno Vasco.

    En ausencia de la renta de garanta de ingresos (RGI) y las ayudas de emergencia social (AES), el autor calcula que, en 2014, estaban en pobreza real el 4,3 % de las personas en hogares vascos en los que haba al menos una persona ocupada. Prcticamente el 60 % de las personas afectadas por pobreza laboral accedan a estas ayudas, que consiguieron reducir la incidencia de este fenmeno un 42 %. Aunque el sistema es mucho ms eficaz a la hora de sacar de la pobreza a las personas con empleo que a las que no lo tienen, la reduccin de la pobreza real en el conjunto de la poblacin es mayor, pues alcanza el 61 %.

    Incluso considerando las limitaciones introducidas en los ltimos aos, el sistema

    de garanta de ingresos ha sido, por tanto, capaz de reducir de forma significativa el fenmeno de la pobreza laboral entre la poblacin vinculada al mercado de trabajo en Euskadi, sin arrastrar a la baja los salarios y consiguiendo una tasa de acceso a la prestacin superior a la que se registra en pases que han dedicado mayores recursos a estas ayudas. Zalakain defiende, en este sentido, que la proteccin del empleo de bajos salarios resulta esencial para articular un modelo amplio de garanta de ingresos, sobre todo en el escenario de relaciones laborales que parece configurarse durante la lenta salida de la crisis.

    De cara al futuro, el autor considera prioritario garantizar que la cuanta de las prestaciones corresponde a las necesidades de las familias beneficiarias (especialmente en el caso de las que tienen tres o ms miembros) y que toda la poblacin en situacin de necesidad tiene acceso al sistema. Adems, cree conveniente reflexionar sobre las consecuencias de las actuales restricciones temporales y revisar las cuantas mximas establecidas para quienes compatibilizan empleo y prestaciones, con la idea de proteger mejor a las y los trabajadores pobres, cuyo nmero previsiblemente aumentar en un futuro inmediato. Por ltimo, Zalakain advierte de que el empleo de bajos salarios debe complementarse con otras medidas relativas al salario mnimo, la negociacin colectiva o la articulacin de un modelo productivo no basado en el empleo de bajos salarios.

    Incidencia de la RGI y la AES en la intensidad de las situaciones de pobreza real en hogares con al menos una persona ocupada. Euskadi, 2008-2014 (%)Distancia al umbral de pobreza real 2008 2012 2014

    Poblacin perceptora antes de prestaciones 42,9 56,3 52,8

    Poblacin perceptora despus de prestaciones 0,6 12,4 9,6

    Poblacin no perceptora 9,1 22,3 20,9

    Zalakain, J.El papel de los sistemas de garanta de ingresos en el abordaje de la pobreza en el empleo: la experiencia del Pas Vasco. Lan Harremanak, n 31, 2014, pgs. 36-62. Ref. 505552.

  • 13gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    El servicio de asistencia personal genera un efecto econmico positivo

    Los resultados de esta investigacin, encargada por el la Oficina de Vida Independiente de la Comunidad de Madrid, ponen de relieve que existen motivos econmicos para fomentar el uso de la prestacin dirigida a contratar asistente personal.

    De las prestaciones contempladas en la Ley 39/2006, del 14 de diciembre, de Promocin de la Autonoma Personal y Atencin, una de las de menor

    implementacin es el servicio de asistencia personal. En la actualidad, la prestacin econmica de asistencia personal (PEAP) supone en torno al 0,1 % del total de las prestaciones del Sistema para la Autonoma y Atencin a la Dependencia (SAAD). En un intento de promover el desarrollo de este servicio, la Oficina de Vida Independiente de la Comunidad de Madrid ha encargado este informe. Se trata de una investigacin que pretende evaluar el efecto econmico directo e indirecto del servicio de asistencia personal, y despus compararlo con el del servicio residencial dirigido a personas con discapacidad en la Comunidad de Madrid. Para cumplir con este objetivo, se aplica el enfoque de retorno social de la inversin (SROI) sobre el perfil de persona usuaria tipo de los dos servicios en cuestin. Este mtodo de anlisis economtrico tiene en cuenta, por un lado, la inversin pblica en los servicios, y por otro, los beneficios de dicha inversin en concepto de impuestos (directos e indirectos), cotizaciones a la Seguridad Social, creacin de empleo y otras fuentes de riqueza para el Estado.

    Los resultados del estudio demuestran que, para cada persona que utiliza el servicio residencial, el retorno al Estado es de 76,26

    euros por cada 100 euros invertidos. Si se tiene en cuenta la totalidad de ingresos y gastos movilizados en torno a cada persona usuaria de centro residencial, el retorno al Estado de la inversin pblica es de aproximadamente 76 euros por cada 100 euros invertidos. Para el servicio de asistencia personal, se estima una recuperacin de casi 92 euros por cada 100 euros invertidos. No obstante, si se considera el conjunto de ingresos y gastos movilizados en torno a una persona que utilice el servicio de asistencia personal, el retorno obtenido asciende a 132 euros por cada 100 euros pblicos invertidos. Este estudio constituye, por lo tanto, una contribucin importante a la, hasta ahora, escasa evidencia cientfica existente sobre los beneficios econmicos de implantar el servicio de asistencia personal.

    Aunque el mtodo del retorno social de la inversin permite apreciar tanto el valor econmico como el valor social del servicio de asistencia personal, los autores recuerdan el carcter aproximativo y exploratorio de esta investigacin, puesto que los resultados no responden a criterios de representatividad estadstica. Considerando que el movimiento de vida independiente en Espaa y otros pases viene, desde hace tiempo, subrayando la importancia de la asistencia personal para salvaguardar los derechos humanos y garantizar una buena calidad de vida de la poblacin con diversidad funcional, los autores reclaman que se promuevan estudios ms extensos que ayuden a desarrollar este tipo de servicios.

    Frmulas para calcular el retorno social de la inversin (SROI)

    IntersocialAnlisis economtrico. Estudio comparativo de la asistencia personal y la atencin residencial. Madrid, Oficina de Vida Independiente de la Comunidad de Madrid, 69 pgs., 2014. Ref. 505782.

    100

    Inversin pblica = coste pblico de los servicios + subvenciones a la persona o a la entidad de presta servicios + incentivos a la persona o a las empresas

    Retorno = impuestos + Seguridad Social + aportacin de la riqueza (demanda agregada al PIB)

    SROI = retorno inversin pblica inversin pblica

  • 14

    investigacionesikerketak

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    Ezgaitasunak dituzten Espainiako pertsonen gizarteratzearen onurak

    Azterlan honetan kontuan hartzen dira ezgaitasunen bat duten pertsonak osatutako kolektiboaren enplegu, hezkuntza eta irisgarritasunaren alderdiak. 2013 .urteko datuen arabera, Espainian langabetu dira ezgaitasunen bat dutenetatik heren bat baino gehiago (% 35); pobrezia-arriskuan dago bizilagun horietatik % 60a; eta ez du inolako errentarik ez prestazio publikorik jasotzen % 10ak.

    Ezgaitasunak dituzten pertsonen erabateko partaidetza eta inklusioa aldezten ditu Nazio Batuen Erakundeak sustaturiko Ezgaitasunak dituzten Pertsonen

    Eskubideen inguruko Hitzarmenaren 3. Artikuluak. Hitzarmen hori sinatu zuen Espainiak 2008. urtean, eta ezgaitasunak dituzten pertsonen alde lan egiten duen Espainiako CERMI erakundearen esanean (Ezgaitasunak dituzten pertsonak ordezkatzen dituen Batzordea), lege eta araudiek duten garrantziaz haratago, bertan aurkezten den antzeko azterketen bidez nahi da azaldu gizarte osoarentzat onura izaten duela eskubide horiek ezarri eta bermatzeak. Berauen esanean, txostenak izaera berritzailea du. Lehenik, ikuspegi positibo bati heltzen diolako, hau da, inklusioaren aldeko kostuak soilik hartzeaz gain, kontuan hartzen direlako horrek izaten dituen onurak. Bigarrenik, ohikoa izaten ez den bezala, bertako edukiek kontuan hartu dituzte enplegua, hezkuntza eta irisgarritasunaren gaiak. Azkenik, azterlan honetan jarraituriko metodologiak ebaluatzen ditu, modu kuantitatibo batean, kostu eta onurak neurtzeko inklusio sozialaren inguruan bideratutako inbertsioen itzulkin ekonomikoak zeintzuk diren.

    Ezgaitasuna duten pertsonen inklusio aktiboa garatzea du xede Espainiako Ezgaitasunaren 2012-2020 Estrategiak. Horri

    lotuta, bertan laburbiltzen den azterlanak helburutzat du erakustea inbertsio sozial egokia dela hori bai ezgaitasuna duten pertsonentzat bai gizarte osoarentzat ere. Zehazki neurtu nahi dira laneko eta prestakuntzarako arloetara bideratzen diren inbertsio horiek izaten duten garrantzia. Nabarmentzekoa da azterlan honetarako enpleguaren arloko erreferentzia gisara Estatistika Institutu Nazionalak (INE) 2011 eta 2013 urteetan buruturiko azterketak hartzen direla oinarri. Datu horien arabera, ezgaitasuna duten pertsonen enpleguaren tasak 2011. urtean % 26,8 izatetik, beheratu egin dira 2013. urteko % 24,3 izatera, nahiz eta hazi egin den enplegua duten pertsonen zenbatekoa (2011. urtean 337.252 izatetik, 2013. urtean 346.600 pertsonen zenbatekora heldu arte). Baina langabeziaren tasa hazi egin da urte horien artean (2011. urtean % 26,8 izatetik, 2013. urteko % 35a gertatu arte), eta okerrerako joera hartu izanaren erakusgarri gertatzen da ehuneko altu hori.

    Ezgaitasuna duten pertsonen lan-txertatzearen inguruko panoramika bati begiratuz gero, 2011. urteko datuek erakusten dute lanean jarduteko adina dutela 1.262.000 pertsonek, hau da, Espainian lan egiteko adinean dauden pertsonen % 4,1. Halere, horietatik soilik 336.700 pertsona ari ziren lanean urte horretan. Enplegurako politika aktiboak bideratu arren, enpleguren bat duen kolektibo horren ehunekoa da % 26,72koa, hau da, biztanleria orokorraren % 58,47aren datuarekin erkatuz, erdia baino apalagoa. Gainera, ezgaitasunak izan eta enpleguren bat duten pertsonen ezaugarri batzuek ezkortzat hartu daitezke. Adibidez, 45 eta 64 urteren arteko langileak dira horietatik guztietatik % 53,9. Bestalde, oso gutxi dira enplegu bat duten gazteen zenbatekoa (% 3,3). Lan egiten duten ezgaitasuna duten pertsona horietatik % 80ak ezgaitasun fisikoren bat du, ezgaitasun mentalen bat duten % 20aren aldean. Ezgaitasunen bat duten pertsonen kontratuetatik heren bat (100.000 kontratu inguru), hobaridunak dira, eta horren ondorioz, kenkariak izaten dituzte Gizarte Segurantzako kuotak ordaintzean edota soldatetarako dirulaguntzak jasotzen dituzte.

    ONCE FundazioaLos beneficios de la inclusin social de las personas con discapacidad. Madril, Cermi Bilduma, 68. zkia. 126 or., 2015. Erref.: 505245.

  • 15gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    Ezgaitasunen bat duten pertsonen ia-ia erdiak jasotzen ditu 500 euro baino gutxiagoko soldatak, 2011. urteko datuetan oinarrituz. Azterlanaren deliberamenduen arabera, ezgaitasunen bat duten 736.000 bizilagunek (% 60) dute pobrezian erortzeko arriskua. Pobrezia-arrisku hori behatuz, soldata jasotzen dutenen artean % 3,3ko pobreziaren tasa omen dago; % 21,6koa da erretiroa jasotzen dutenen artean; eta ezgaitasunen bat duten biztanleetatik % 10ak ez du inolako errentarik ez prestazio publikorik jasotzen. Betiere, emakumeek izaten dute pobrezia pairatzeko arriskurik gehien. Ezgaitasunen bat duten pertsonetatik erdiak baino gehiagok (% 57) jasotzen du prestazio publikoren bat, eta horietatik ia-ia bosten bat aktiboa da (% 19,3). Hemen ere 45 eta 64 urte bitarteko biztanleak izaten dira proportziorik handienean prestazioren bat jasotzen dutenak, eta gizonezkoak gehiago izaten dira (% 60,3) emakumeen aldean (% 53,1). Ezgaitasunik ez duten biztanleen aldean, gutxi gorabehera, % 4,3ak soldaten araberako diskriminazioa pairatzen dute ezgaitasunen bat dutenek, eta ezgaitasunen bat duten emakumeen artean bikoitza izaten da diskriminazio hori; hau da, beraien taldearekiko eta ezgaitasunik ez duten emakumeen aldean.

    Aurretik aipaturiko Espainiako 2012-2020 Estrategiaren arabera, ezgaitasunak dituzten pertsonen aldeko politika aktiboak premiakoak izan arren, ez dute lortzen ezgaitasunik ez duten biztanleen maila berberara iristea. Hori dela-eta, estrategia horrek aintzat hartzen du prestakuntza profesionalari garrantzia ematea. Ezgaitasunen bat duten pertsonak lan-merkatura txertatzeko azterlanak eginiko kalkuluen arabera, inbertitutako euro bakoitzeko, 1,55 eta 1,58 euro bitarteko itzulkinak lortzen omen dira (2011. urteko kalkuluetan). Egileek nabarmentzen dute ezgaitasunen bat duten pertsonek herrialdearen ongizatea haztea lortzen dutela. Adibidez, 2011. urtean, jardunean ari ziren ezgaitasunen bat zuten pertsonek enpleguaren tasa osoaren % 1,84a ordezkatzen omen zuten, eta berauek lortu zuten % 1,83 ekarpena egitea Barne Produktu Gordinari.

    Ezgaitasunen bat duen langile batek urte batean duen produktibitatearen media 32.857 eurokoa, eta ezgaitasunik ez duen zerbitzuen arloko langile baten urteko produktibitatearen media hori da 36.574 eurokoa. Ezgaitasunaren graduaren arabera aldeak nabarmendu arren, askoz ere produktibitate apalagoa izatearen ohiko hautematea ezeztatzen du datu horrek. Bestetik, azterlanak

    Ezgaitasunen bat duten eta ezgaitasunik ez duten biztanleek lan-munduan duten partaidetza*

    Ezgaitasunen bat duten pertsonak %

    Ezgaitasunik gabeko pertsonak %

    Landunak 337.352 26,72 17.953.339 58,47

    Langabetuak 124.384 9,86 4.995.687 16,27

    Ez aktiboak 800.315 63,42 7.757.114 25,26

    Guztira 1.261.951 100,00 30.706.140 100,00

    Iturria: INE jatorri hartuta egileek egina.

    Ezgaitasunen bat duten pertsonak kontratatzeko pizgarrien kostu, mozkin eta itzulkinak (euroak)

    Onuradunak Kostuak Mozkinak Itzulkinak

    Larria ez den ezgaitasuna 47.025 361.930 1.038.900 2,87

    Larria den ezgaitasuna 48.675 592.120 1.115.850 1,88

    Guztira 95.700 957.050 2.154.750 2,25

    Iturria: Gizarte Segurantzaren datuak erabiliz egileek egina.

    baieztatzen du errentagarria dela maila ekonomikoan eta integratzailea dela sozialki ezgaitasunak dituzten pertsonen hezkuntzan inbertitzea. Zehazki, ezgaitasunak dituzten pertsonen artean, unibertsitatera joan direnek bigarren mailako hezkuntza jaso dutenen aldean % 40 gehiago irabazten dute, eta % 72 gehiago lehen mailako ikasketak dituzten pertsonekin alderatuz.

  • 16

    bibliografabibliografia

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    atencin domiciliariaenvejecimiento

    Revisin sistemtica sobre las visitas domiciliaras a personas mayores

    Grant, S. et al.Home visits for prevention of impairment and death in older adults: A systematic review. Campbell Systematic Reviews, vol. 10, n 3, 2014, pgs. 86. Ref. 198748.

    Las visitas que profesionales sociales y sanitarios realizan a las personas mayores en su propio domicilio

    pueden servir para facilitar informacin sanitaria, apoyar a las y los pacientes en el cumplimiento de sus tratamientos, detectar necesidades, y derivar a estas personas a los servicios sociales o sanitarios cuando se juzga pertinente. Desde esta perspectiva, se consideran intervenciones positivas gracias a su capacidad de prevenir el deterioro cognitivo y funcional, evitar o posponer la atencin residencial u hospitalaria, y disminuir, en ltimo trmino, la mortalidad. Ahora bien, existen evidencias cientficas que avalen estos efectos positivos? La forma de averiguarlo es llevar a cabo una revisin sistemtica de estudios aleatorios con grupo de control que evale tanto los resultados obtenidos como la solidez metodolgica en que se asientan.

    Basndose en estos criterios, Campbell Collaboration ha elaborado un informe sobre

    la eficacia de las visitas domiciliarias a personas mayores de 64 aos. La revisin, que incluye 64 estudios con un total de 28.642 participantes, muestra que estas intervenciones no reducen la mortalidad absoluta a largo plazo y no inciden en la tasa de institucionalizacin, de hospitalizacin o de cadas. Por otro lado, hay evidencias dbiles de mejoras en la calidad de vida y evidencias muy dbiles de beneficios en el desempeo de tareas, pero tales efectos podran no ser clnicamente significativos. El documento concluye afirmando que, a da de hoy, no existen pruebas suficientes a favor o en contra de tales intervenciones, lo cual no quiere decir que algunos programas no puedan ser efectivos. De acuerdo con el informe, la incgnita sobre la utilidad de las visitas domiciliares persistir mientras los estudios empricos que se incluyen en las revisiones sistemticas no se enmarquen en una teora explcita del cambio, y no expliquen mejor cmo se realizan las intervenciones, y cmo se comparan el grupo experimental y el de control.

    empleotendencias

    La evolucin del desempleo de larga duracin durante la crisis

    Heidenreich, M.The end of the honeymoon: The increasing differentiation of (long-term) unemployment risks in Europe. Journal of European Social Policy, vol. 25, n 4, 2015, pgs. 393-413. Ref. 506442.

  • 17gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    El autor de este artculo pretende, mediante el anlisis de datos procedentes de la encuesta de Ingresos y Condiciones de Vida de la Unin Europea (EU-SILC), detectar las tendencias de evolucin del paro de larga duracin en Europa. Se interesa, concretamente, por la incidencia de la crisis en las tasas de desempleo de larga duracin. Los resultados del anlisis llevado a cabo ponen de relieve que el inicio de la crisis econmica puso fin a una de las dcadas ms inclusivas en la historia del mercado laboral europeo. A partir de 2008, se increment de manera notable el ndice de desempleo de larga duracin. Lo que resulta todava ms preocupante, seala el autor, es que la crisis parece haber supuesto un retroceso en los logros alcanzados gracias a las polticas de activacin durante los primeros aos del siglo XXI. Se observa el resurgimiento de patrones de segmentacin laboral frecuentes en el pasado. El riesgo de padecer desempleo de larga duracin se ha incrementado de manera especialmente notable entre las personas con un nivel educativo bajo, los padres y madres de familias monoparentales, la poblacin inmigrante y las personas con discapacidad. Las mujeres y los trabajadores de ms edad se ven relativamente menos afectados por el desempleo de corta duracin, pero estn sobrerrepresentados en el colectivo de parados de larga duracin. En otras palabras, la crisis ha acrecentado la dualizacin y marginacin social y ocupacional del mercado de trabajo, y una parte significativa de la poblacin en

    edad activa est excluida de forma persistente en el mercado laboral. Esto es as hasta el punto de que el autor afirma que la situacin actual, inducida por la crisis, pone en serio peligro el potencial de inclusividad y de crecimiento de la sociedad europea.

    tendenciasdependencia

    Cul es el resultado de las reformas de los cuidados de larga duracin en Europa?

    Ranci, C. et al.Not all that glitters is gold: Long-term care reforms in the last two decades in Europe. Journal of European Social Policy, vol. 25, n 3, 2015, pgs. 270-285. Ref. 505994.

    Desde la dcada de los noventa, muchos pases europeos han reformado sus sistemas de cuidados de larga duracin. En este tiempo, prcticamente todos los pases han experimentado una creciente demanda de cuidados de larga duracin de carcter formal, debido al creciente envejecimiento demogrfico, combinado con la paulatina incorporacin de las mujeres al mercado laboral. Ahora bien, a pesar de que los sistemas de cuidados de larga duracin se enfrentan a un mismo reto, la manera de afrontar este problema se diferencia mucho de un pas a otro. Por ello, los autores de este artculo han decidido llevar a cabo un estudio comparativo de las reformas en ocho pases europeos. Los pases incluidos en el anlisis han sido seleccionados por considerarse representativos de

    diferentes modelos de Estado social: el nrdico (Dinamarca y Suecia), el anglosajn (Reino Unido), el continental (Alemania y Francia), el mediterrneo (Espaa e Italia) y, por ltimo, el modelo de Europa del este (Repblica Checa). A la hora de describir las reformas, se han tenido en cuenta varios aspectos: en primer lugar, se explican los motivos que las originaron; despus, se enumeran los principales actores participantes en el proceso y las principales caractersticas de las reformas; y por ltimo, se resumen sus principales resultados.

    En lo que se refiere a las consecuencias de las reformas, los autores constatan que existe una tendencia generalizada a mantener o aumentar la cobertura de los servicios de larga duracin. No obstante, sealan los autores, se trata, en la mayora de los casos, de un universalismo restringido. En otras palabras, la universalizacin de los servicios de larga duracin se ha llevado a cabo, pero en la prctica, la falta de medios presupuestarios ha limitado el acceso a los servicios. Esta situacin ha provocado una creciente privatizacin y refamiliarizacin de los cuidados. Conviene, por otro lado, tener en cuenta que la ampliacin de la cobertura se ha realizado, en parte, a expensas de un empeoramiento de las condiciones laborales de los profesionales de cuidados y de una bajada de la calidad de los servicios.

    tendenciasinclusin

    Anlisis de la distribucin de la renta en Espaa (1985-2011)

    Consejo Econmico y Social de EspaaInforme distribucin de la renta en Espaa: desigualdad, cambios estructurales y ciclos. Serie: Coleccin Informes, n 3. Madrid, Consejo Econmico y Social de Espaa, 180 pgs., 2013. Ref. 197801.

    El Consejo Econmico y Social de Espaa (CES) edita este completo informe sobre las variaciones en

    la distribucin de la renta entre 1985 y 2011. El fenmeno se analiza primero desde una perspectiva funcional, es decir, indagando en si la renta procede del salario o se trata de rendimientos de capital, para despus centrarse en la distribucin de esa renta entre los hogares, en las diferencias territoriales, y, por ltimo, en las polticas redistributivas. Al utilizar fuentes estadsticas secundarias bien conocidas, el libro no aporta grandes novedades, aunque merece destacarse la claridad expositiva y el detallado anlisis de las cifras macroeconmicas.

    En el periodo examinado en el documento, la renta disponible por los hogares espaoles aproximadamente se dobl. La desigualdad se recort durante la segunda mitad de los aos ochenta, aument durante la crisis de principios de los noventa, no se redujo durante la

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    bibliografabibliografia

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    etapa de crecimiento posterior y se agudiz con la crisis de 2008. Los altos ndices de desigualdad obedecen, segn el estudio, a una elevada proporcin de hogares con baja intensidad laboral, que est relacionada con los salarios reducidos y el desempleo. A diferencia de lo que se observa en la Unin Europea en su conjunto, en Espaa el riesgo de pobreza se ha incrementado de forma notoria entre las personas sin empleo y entre las y los trabajadores pobres. El estudio confirma, adems, que la transmisin intergeneracional de la pobreza se mantiene, sin que los mecanismos redistributivos puedan evitarlo.

    A este respecto, el CES seala como un xito la configuracin de un Estado del bienestar en Espaa, si bien advierte que el reducido gasto social marca una diferencia muy importante respecto a la mayora de vecinos europeos. El sistema tributario le parece proporcional o ligeramente regresivo hasta el inicio de la dcada de los noventa, pues luego redujo su potencial recaudatorio y en consecuencia su capacidad distributiva, en sintona con otros pases econmicamente desarrollados. A partir de 2010, se produjo una reestructuracin impositiva que entre otros factores ahond todava ms su enfoque regresivo, privando al sector pblico de los fondos suficientes para alentar la recuperacin econmica y recortar las desigualdades de renta.

    experienciasinclusinLos bancos de tiempo y las monedas complementarias mejoran la empleabilidad

    Boyle, D. et al.The Potential of Time Banks to Support Social Inclusion and Employability. Serie: JRC Scientific and Policy Reports, n 26.346. Luxemburgo, Unin Europea, 92 pgs., 2014. Ref. 501053.

    Este informe, resultado del proyecto europeo ICT for Employment (), explora las oportunidades y desafos de los bancos del tiempo y las monedas complementarias. Este tipo de iniciativas vive un momento de expansin y diversificacin, hasta el punto de que los autores identifican seis modalidades, que atienden a poblaciones y necesidades tambin diferentes, sin que apenas se observen contactos entre programas de distintas ramas. Los resultados de la investigacin apuntan, por lo dems, a que los bancos de tiempo y las monedas complementarias contribuyen al bienestar y la salud mental de quienes participan en ellos, al tiempo que mejoran la eficacia de los servicios pblicos y promueven el emprendimiento. Otro aspecto de inters es la alta proporcin de mujeres que se benefician de estos programas, lo cual plantea la duda de si deberan esforzarse por atraer a ms hombres.

    Mediante una revisin bibliogrfica y el estudio de diez casos exitosos, los autores identifican una serie de retos de estos servicios, que tienen que ver con su sostenibilidad, la relacin con los servicios pblicos y el uso efectivo de la tecnologa. Por ejemplo, aunque los bancos de tiempo representan un ahorro de dinero pblico, es difcil de cuantificar y no est claro cmo puede transformarse en una financiacin que permita sostener la infraestructura humana y tcnica imprescindible para su funcionamiento. Adems, la normativa sobre bancos de tiempo y monedas complementarias resulta todava imprecisa en ciertos aspectos, como el de la fiscalidad. Tambin se necesitan estudios ms detallados sobre la intervencin de estos servicios en el mercado de trabajo, y en concreto, sobre cules son los mecanismos ms eficaces de cara a impulsar el autoempleo desde estos dispositivos en distintos contextos, y sobre el papel que los programas de microcrditos latinoamericanos pueden desempear en Europa.

    infanciadesproteccinLa situacin de los menores inmigrantes no acompaados en la Unin Europea

    Policies, Practices and Data on Unaccompanied Minors in the EU Member States and Norway. Synthesis Report: May 2015 / Policies, Practices and Data on Unaccompanied Minors in the EU Member States and Norway. Annexes to the Synthesis Report: May 2015. Helsinki, European Migration Network, 48, 61 pgs., 2015. Ref. 505902.

    sta es la segunda edicin de un estudio que tiene por objetivo describir y comparar las polticas dirigidas

    a menores no acompaados (MENA) en la Unin Europea. Desde que se public la primera edicin, en 2010, el nmero de MENA se ha incrementado de manera considerable. En 2014, 24.075 menores no acompaados solicitaron asilo en algn pas de la UE. Alemania, Austria, Italia, Reino Unido y Suecia, que son los pases que ms MENA acogen, asumen un 70 % de los menores llegados. En cuanto a las caractersticas de stos, se sabe que casi todos (un 86 %) son chicos y que mayora (un 65 %) tiene entre 16 y 17 aos. Los principales pases de origen son Afganistn, Eritrea, Gambia, Marruecos, Somalia y Siria.

    En cuanto a la recepcin de menores no acompaados, queda claro que les ha beneficiado el hecho de que la UE haya avanzado en materia de acogida de refugiados (tanto de menores como de adultos) durante los ltimos aos. En lo que se refiere a los recursos de acogida disponibles y la normativa que protege a los menores, se observa claramente una brecha entre los MENA que solicitan asilo y los menores no solicitantes de asilo; la normativa y, por lo tanto, los sistemas de atencin protegen mejor a los MENA refugiados que al resto de los menores no acompaados. Por ello, los autores de este informe

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    presentan una serie de buenas prcticas que contribuyen a la mejora de la proteccin de los MENA, en general, y de los menores que no solicitan asilo a su llegada, en particular.

    infanciainclusinHaurtzaroaren pobrezia eta gizarte-bazterketa Europan

    Save The ChildrenPobreza infantil y exclusin social en Europa. Una cuestin de derechos. Brusela, Save The Children, 44 or., 2014. Erref.: 197317.

    Save The Children erakundeak 2014. urtean argitaratutako txosten honen arabera, 27 milioi haurrek dute pobrezia edo gizarte-bazterketa pairatzeko arriskua Europan. Milioi batean hazi da haurren arrisku hori 2008 eta 2012. urteen artean; eta horietatik milioi erdi baten hazkuntza gertatu da urte bakar baten bitartean, 2011 eta 2012. urteen artean. Europar Batasuna osatzen duten herrialde kideen artean, 18 urte azpiko biztanleriaren % 28ak bizi du pobre edo baztertua izateko arrisku hori. Txostenak nabarmentzen du ez dela soilik dirurik ez izatea, pobre izateak erlazioa du gizarte-bazterketarekin, haurrentzako arreta-zerbitzuen gabeziarekin, kalitatezko hezkuntza edota etxebizitza egoki bat izatearekin. Herrialdeen arteko aldeak kontuan hartzeke, adibidez, derrigorrezko bigarren hezkuntzako lehenengo maila bukatuta ikasketak uzten ditu adin horretako Europako haurren % 13ak; eta ehuneko hori heltzen da % 25 izatera zenbait

    herrialdetan. Bestetik, Europar Batasuneko haurretatik % 11 bizi da etxebizitzaren gastuak ordaintzera % 40 baino gehiago bideratzen duten familietan. Besteak beste, egoera larri horiei aurre egiteko Save The Children erakundeak eskatzen die Europar Batasuneko kideei familientzako gutxiengo diru-sarrerak bermatuko dituen dirulaguntzak bideratzea, kalitatezko hezkuntza eta ongizate-sistema bat indartu eta desabantailen ziklo hori eteteko ekimenerako plan nazionalak sustatzea.

    Estudio paneuropeo sobre mendicidad infantil

    Healy, C. et al.Report for the Study on Typology and Policy Responses to Child Begging in the EU. Bruselas, Comisin Europea, 337 pgs., 2012. Ref. 199694.

    Lejos de ser un problema superado, la mendicidad infantil contina presente, con mayor o menor intensidad,

    en muchas grandes ciudades europeas, sobre todo del este del continente, y ha despertado un creciente inters en los ltimos aos. El presente estudio representa una notable aportacin al conocimiento sobre la materia, debido no slo a la escassima literatura disponible, sino a lo ambicioso de su planteamiento, que abarca quince pases europeos (trece de la Unin Europea, ms Kosovo y Albania) e incluye una revisin bibliogrfica y legislativa, sesiones de observacin no

    participante, y entrevistas a nios/as que mendigan y a agentes institucionales implicados en su proteccin. Los objetivos centrales del estudio son, por un lado, elaborar una tipologa de las prcticas de mendicidad infantil que considere tanto factores sociolgicos como legales; y por otro, evaluar las polticas sociales y legales aplicadas.

    Aunque el marco normativo internacional permite perseguir los casos de explotacin infantil ligada a la mendicidad, las autoras del informe observan dificultades para intervenir cuando las sospechas recaen sobre los/as tutores/as legales. En otros casos, la inaccin de los poderes pblicos deriva de un reparto poco claro de responsabilidades, de restricciones presupuestarias, de dficits formativos del personal encargado de actuar o de la falta de medidas de proteccin para grupos concretos de menores, como migrantes en situacin irregular, o chicas y chicos por encima de la mayora de edad penal, por ejemplo.

    Pero qu se puede hacer para reducir la mendicidad infantil? El documento preconiza una estrategia holstica, que conjugue medidas de proteccin (corto plazo), persecucin de delitos (medio plazo) y prevencin (largo plazo), vehiculadas a travs de acciones coordinadas y protocolizadas por todos los agentes implicados, y que establezca frmulas para que las nias y nios afectados participen tambin en el diseo de intervenciones. Las autores consideran imprescindible que profesionales con la formacin

    adecuada estudien los casos individualmente, tratando de identificar el inters superior del menor. Otras medidas sugeridas son los programas de registro administrativo de menores pues muchos/as no tienen documentacin en regla, as como las campaas de sensibilizacin dirigidas a sus progenitores.

    inclusingnero

    Intervencin con hombres maltratadores en los centros penitenciarios

    Filardo, C.Intervencin desde el trabajo social con hombres maltratadores en los centros penitenciarios espaoles. Documentos de Trabajo Social, n 52, 2013, pgs. 9-30. Ref. 196927.

    El presente artculo, ganador de la XVII edicin del Premio Cientfico de la revista Documentos de Trabajo Social en su modalidad Teora y Prctica del Trabajo Social, tiene como objetivo reflexionar sobre la intervencin que, desde el trabajo social, se est realizando con los hombres maltratadores, dedicando especial inters a aquellos programas que se estn desarrollando en los centros penitenciarios espaoles con el objetivo de favorecer la reinsercin social de los internos condenados por violencia domstica. El artculo parte de constatar que la privacin de libertad, combinada con el tratamiento teraputico, es la alternativa ms beneficiosa para atajar la violencia en el seno familiar. Tras exponer una serie de conceptos

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    bibliografabibliografia

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    bsicos en torno a este tipo de violencia, la autora analiza las caractersticas psicosociales de los maltratadores , la tipologa de hombres maltratadores y la de relaciones violentas, los modelos tericos explicativos de la violencia domstica teora generacional, teora sistmica, enfoque de gnero, teora psicoanaltica y modelo ecolgico. Posteriormente, el artculo se centra en los programas de intervencin con maltratadores y presenta los diferentes modelos y mbitos temticos de intervencin, as como los distintos niveles de estas intervenciones, para finalizar con la exposicin de los principales programas que se estn llevando a cabo en los centros penitenciarios espaoles. La autora concluye que la intervencin con hombres maltratadores en el mbito penitenciario resulta fundamental por dos motivos: en primer lugar, para favorecer la reinsercin de estos internos; y, en segundo, para atajar la violencia domstica que stos han ejercido sobre sus parejas o hijos/as, y evitar as futuras reincidencias de conductas violentas. Si bien es cierto que, ante estas situaciones violentas, se debe primar la seguridad de la vctima, la autora argumenta que las intervenciones sobre las conductas del agresor se vuelven cada vez ms necesarias, mxime cuando la entrada en prisin puede incrementar la irritacin y agresividad del agresor.

    polticas socialesinfancia

    La inversin en infancia se ha reducido 6.370 millones de euros desde 2010

    Gonzlez-Bueno, G. et al.La infancia en Espaa 2014. El valor social de los nios: hacia un Pacto de Estado por la Infancia. Madrid, Unicef Comit Espaol, 68 pgs., 2014. Ref. 198602.

    Desde que en mayo de 2012 Unicef Comit Espaol publicara su segundo informe bienal sobre la situacin

    de la infancia en Espaa bajo el ttulo El impacto de la crisis en los nios, la gran mayora de indicadores sociales respecto a la situacin de la infancia no han hecho sino empeorar. Al incremento del riesgo de pobreza, se ha unido el continuado aumento del desempleo en los hogares con nios y los cada vez peores datos de privacin material. Por este motivo, Unicef hace, mediante el presente informe, una llamada de atencin a las administraciones pblicas y a la sociedad espaola sobre las consecuencias a medio y largo plazo en los nios, no slo de la crisis, sino de un modelo de polticas de infancia que ha puesto de manifiesto su debilidad, especialmente en el mbito social.

    Los autores exponen dos circunstancias que evidencian la necesidad de reconsiderar

    seriamente la inversin en la infancia: el descenso de la poblacin operado en Espaa en 2012, y la creciente desigualdad en los hogares con nios. La estimacin de la inversin en polticas de infancia basada en el anlisis de los presupuestos de 2007, 2010 y 2013 de la Administracin General del Estado y de las 17 comunidades autnomas evidencia que la dotacin presupuestaria para infancia ha cado, en trminos reales, un 6,8 % desde 2007 y un 14,6 % desde 2010, lo que equivale a una reduccin de 772 euros por nio. Segn los autores, otros escenarios son posibles, pero para ello es necesario alcanzar un consenso social y poltico que permita un nuevo enfoque, ms centrado en el bienestar de las personas y, a la vez, ms estratgico respecto a la infancia. Unicef propone un pacto entre los agentes sociales a favor de la inversin social en la infancia como una de las polticas que permitirn una transformacin tanto del pas como de sus ciudadanos en un entorno cada vez ms complejo y variable.

    polticas socialesinclusin

    Qu polticas sociales pueden disminuir la pobreza?

    Rovny, A. E.The capacity of social policies to combat poverty among new social risk groups. Journal of European Social Policy, vol. 24, n 5, 2014, pgs. 405-423. Ref. 497665.

    Este artculo intenta, en primer lugar, identificar los grupos poblacionales ms vulnerables a los nuevos riesgos sociales. El segundo objetivo del estudio es analizar los efectos de diferentes polticas sociales en el nivel de pobreza de estos grupos. Para ello, se ha llevado a cabo un anlisis de regresin mltiple de datos de dieciocho pases de la OCDE de 2004. Se comparan los efectos sobre la pobreza de diferentes polticas: polticas laborales activas y pasivas, normativa de proteccin laboral, poltica familiar y gasto social en atencin a la infancia. El autor pretende tambin averiguar si la densidad de sindicatos y la participacin poltica femenina en el Parlamento tienen algn efecto sobre el nivel de pobreza.

    Segn el estudio, los grupos poblacionales ms expuestos a los nuevos riesgos sociales son, por una parte, los y las jvenes de entre 18 y 30 aos con bajo nivel educativo. Se identifica, en segundo lugar, un grupo de riesgo constituido por hombres de entre 55 y 64 aos con un nivel educativo bajo. Los resultados del anlisis de regresin mltiple revelan que las polticas activas de empleo son el factor de mayor importancia sobre el nivel de pobreza. Las polticas pasivas de empleo, es decir, el subsidio de desempleo, parecen beneficiar solamente a los hombres mayores. Las ayudas a la familia, por su parte, estn relacionadas con la reduccin de la pobreza entre mujeres y hombres jvenes con un nivel educativo bajo. La generosidad de las polticas sociales (el gasto social) protege nicamente a los hombres de mayor edad. En cuanto a la densidad de sindicatos, ejerce una influencia positiva sobre el nivel de

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    pobreza de los hombres mayores, pero su efecto es insignificante para otros grupos de riesgo. Por ltimo, el autor considera que la presencia de mujeres en el Parlamento est relacionada con el desarrollo de polticas pblicas para erradicar la pobreza.

    La conclusin ms importante del estudio es que algunas de las polticas sociales alivian la pobreza solamente entre los grupos poblacionales de mayor edad, dejando desprotegidas a las generaciones ms jvenes, que, por lo tanto, se encuentran expuestas a los nuevos riesgos sociales. Los resultados de esta investigacin parecen indicar que no existe una frmula nica para erradicar la pobreza. De este resultado se desprende, afirma el autor, que las polticas sociales deben ser el resultado de una combinacin de varios elementos complementarios.

    polticas socialesgnero

    Necesidades de las mujeres maltratadas en el rea rural de Bizkaia

    Asociacin pro Derechos Humanos ArgituzInforme de identificacin de necesidades y obstculos encontrados por las mujeres vctimas de violencia de gnero del rea rural de Bizkaia en el acceso efectivo a los servicios y prestaciones de apoyo, atencin y justicia = Txostena: Bizkaiko landa-ingurunean genero-indarkeriaren biktimak diren emakumeek laguntza, arreta eta justizia zerbitzu zein prestazioetarako benetako sarbidea izateko dituzten beharrizanak eta oztopoak identifikatzea. Bilbao, Diputacin Foral de Bizkaia, 116, 116 pgs., 2015. Ref. 499519.

    El presente informe analiza las necesidades y los obstculos encontrados por las mujeres vctimas de violencia de

    gnero en el acceso a servicios y prestaciones, con el objetivo de mejorar y adaptar los recursos pblicos de la red de atencin a vctimas de violencia de gnero a la situacin de estas mujeres en el entorno rural de Bizkaia. Para ello, se han realizado 26 entrevistas a mujeres residentes en municipios vizcanos de hasta 5.000 habitantes que fueron vctimas de violencia de gnero fsica, psquica o sexual a manos de su pareja o expareja masculina, y que dejaron atrs esa situacin. Para contextualizar estas entrevistas, se han recopilado testimonios de profesionales de la red de atencin y proteccin a mujeres. Aunque el informe se centra en el entorno rural, las recomendaciones propuestas son tambin aplicables al entorno urbano. Entre ellas, destacan la potenciacin del compromiso vecinal contra la violencia de gnero, la descentralizacin de los recursos, la adaptacin de los trmites al difcil estado emocional de estas mujeres, y una mayor coordinacin entre los profesionales del sector jurdico y los servicios sociosanitarios, mediante la comunicacin constante y sistemas de control de calidad de los recursos. Se recomienda tambin fomentar la especializacin en violencia de gnero de los profesionales judiciales y policiales, as como considerar este tipo de

    violencia un factor de riesgo para el ejercicio de los deberes parentales, con el fin de proteger a hijos e hijas.

    prestaciones econmicasenvejecimientoAdecuacin futura de las pensiones de jubilacin

    Comit de Proteccin SocialThe 2015 Pension Adequacy Report: Current and Future Income Adequacy in Old Age in the EU. Volume I and II (Country Profiles). Bruselas, Comision Europea, 376, 369 pgs., 2015. Ref. 507036.

    Este nuevo informe del Comit de Proteccin Social de la Unin Europea vaticina que cada vez ser ms importante

    alcanzar una cotizacin de 40 a 45 aos para poder recibir una pensin digna. Adems de la duracin de la carrera laboral, en algunos Estados miembros el mantenimiento de los ingresos futuros tras la jubilacin depender en gran medida de la complementariedad mediante seguros privados. Segn el informe, las pensiones proporcionan actualmente a la mayora de las personas mayores de la Unin Europea la posibilidad de disfrutar de un nivel de vida semejante al de la poblacin ms joven. Persisten, sin embargo, las desigualdades de gnero, de tal modo que las mujeres estn ms expuestas a la pobreza y tienen pensiones ms bajas (40 % inferiores a las de los hombres, de promedio),

    como consecuencia de unos salarios ms bajos y de una vida laboral ms corta por haberse ocupado de responsabilidades familiares. El informe considera que, si se desea que las futuras generaciones de jubilados puedan acceder a unas pensiones adecuadas, los Estados miembros deben aplicar polticas firmes que permitan al mximo nmero de trabajadores seguir trabajando hasta la edad de jubilacin legal. En 2012, slo la mitad de las jubilaciones se produjeron por haberse cumplido la edad de jubilacin, por lo que, en el futuro, ser esencial proporcionar a las personas la asistencia sanitaria y social necesaria para que mantengan su empleabilidad a medida que envejecen. Paralelamente, advierte el informe, los regmenes de pensiones tambin deben proteger a aquellos que no pueden permanecer en el mercado laboral durante un periodo lo suficientemente largo para adquirir los derechos exigidos para acceder a una pensin.

    investigacin y evaluacinempleo

    Monogrfico sobre empleo informal

    VV.AA.Empleo informal en la economa mundial. Subsistencia, infraccin y elusin. Revista Internacional del Trabajo, vol. 132, n 3-4, 2013, pgs. 1.397-1.641. Ref. 195908.

    Los casos de personas que trabajan por cuenta ajena sin contrato laboral o de

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    bibliografabibliografia

    gizarteratuz 50 azaroa-abendua 2015 noviembre-diciembre

    empresarios/as que eluden total o parcialmente los pagos a la Seguridad Social estn a la orden del da. Aunque estas prcticas no suscitan la misma preocupacin social que problemas laborales como el subempleo o los bajos salarios, tambin atentan contra los derechos de las y los trabajadores, al tiempo que disminuyen los fondos disponibles para las prestaciones contributivas del sistema de bienestar. Estas y otras cuestiones relacionadas con el empleo informal se analizan en el presente monogrfico de la revista cientfica de la Organizacin Internacional del Trabajo.

    El artculo que abre el monogrfico pretende dotar al nmero de un marco conceptual, y con este propsito, revisa las distintas definiciones de empleo informal, las metodologas ms habituales para cuantificar el fenmeno, las principales teoras explicativas, y las polticas preventivas y coercitivas aplicadas en este mbito. Los diez artculos restantes abordan distintas formas de incumplimiento o elusin de la normativa salarial, indagan en los factores que subyacen a tales prcticas, u ofrecen ejemplos de medidas implementadas para erradicarlas. Tres de los estudios se han realizado en pases de nuestro entorno. Williams y Padmore examinan los pagos salariales no declarados en la Unin Europea y estiman que una de cada dieciocho personas asalariadas se encuentra en esa tesitura, y que los pagos de este tipo representan, de media, el 25 % del salario bruto de aqullas. Haigner et al. indagan

    en los factores que aumentan la probabilidad de aceptar empleo informal en Alemania: estar o haber estado en desempleo es el ms importante, pero percibir un elevado grado de burocracia y entre los hombres estar disconforme con la propia posicin social tambin inciden en el mismo sentido. Por ltimo, Perraudin, Thvenot y Valentin analizan la prctica de establecer relaciones de trabajo con contratos no laborales en Francia, una forma legal de eludir la normativa, que, segn las autoras, pone de relieve la diferencia entre cumplir la letra de la ley y el espritu de sta.

    investigacin y evaluacintendenciasPoblacin potencialmente atendida por los servicios sociales en Gipuzkoa en 2017

    SIIS Centro de Documentacin y EstudiosLa demanda potencial de servicios sociales en Gipuzkoa en 2017. Donostia-San Sebastin, SIIS Centro de Documentacin y Estudios, 45 pgs., 2014. Ref. 198928.

    El presente trabajo tiene como objetivo estimar la futura poblacin afectada por alguna de las situaciones contempladas en el Mapa de Servicios Sociales de Gipuzkoa, con la mirada fijada en 2017, ao previsto para el trmino de la vigencia del mapa actual. Promovido por el Departamento de Poltica Social de la Diputacin Foral, este estudio analiza la situacin actual y la evolucin prevista de los colectivos beneficiarios de la cartera de servicios sociales.

    Segn los pronsticos, en 2017 habr cerca de 117.000 personas afectadas por algn tipo de dependencia (48,7 %), situaciones de exclusin social (43 %) o desproteccin (8,3 %). Gipuzkoa es el nico territorio vasco que no ha perdido poblacin en los ltimos aos, aunque cabe destacar el aumento del nmero de personas mayores de 65 aos, sobre todo de mayores de 84 aos. Esto conlleva un aumento de la dependencia, estimndose que habr 11.873 hombres y 20.460 mujeres en situacin o riesgo de dependencia. Tambin aumentar el nmero de cuidados informales, aunque debe subrayarse que la reduccin del tamao de las familias, el crecimiento de la movilidad geogrfica y la incorporacin de la mujer al mercado laboral seguramente influirn en una disminucin a largo plazo de este tipo de cuidados. Adems, teniendo en cuenta la evolucin de los ltimos aos, agravada por la crisis econmica, crecer el nmero de personas que se encuentran en exclusin social y residencial grave, hasta alcanzar las 50.100. Por ltimo, las personas menores de edad desprotegidas, las mujeres vctimas de violencia machista y las personas mayores de 65 aos en situacin de desproteccin se incrementarn, si bien disminuir el nmero de personas con discapacidad que sufren cuidados negligentes.

    investigacin y evaluacinenvejecimientoNuevo paradigma del envejecimiento y la salud

    Beard, J. et al.Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud. Ginebra, Organizacin Mundial de la Salud, 252 pgs., 2015. Ref. 505720.

    El aumento de la longevidad repercute en la estructura de las poblaciones, lo cual requiere un replantearse

    el concepto de envejecimiento. Este informe, realizado por la Organizacin Mundial de la Salud (OMS), presenta un marco de accin para promover el envejecimiento saludable en torno