Gorjeos

1
GORJEOS Chirp, chirp, chirp, chirp. Miré alrededor de mi oficina, preguntándome de dónde vendría ese ruido. ¿De la izquierda? ¿De la derecha? No, parecía provenir justamente de arriba de mí. Miré hacia arriba, pero no vi nada. -Chirp, chirp, chirp, chirp. “¿Qué es ese ruido?” me pregunté. Sonaba como un grillo. Pero, cuando miré a mí alrededor, no había ningún grillo. El ruido era tan fuerte que no podía concentrarme en lo que estaba haciendo. Caminé hacia el pasillo y di vuelta la esquina. Todavía podía escuchar el ruido; así de fuerte era. Cuando volví a mi oficina unos minutos más tarde, encontré a un compañero de trabajo dando vueltas, revisando las plantas y mirando debajo de mi escritorio. -Viene de allí arriba -le dije, señalando el cielorraso. Él giró la cabeza para escuchar, y luego asintió. Sí, sabíamos que el grillo estaba allí arriba, aunque no podíamos verlo. Mi compañero de trabajo se sacó el zapato y lo arrojó al aire. Cuando chocó contra el cielorraso, se hizo silencio. -Volverá -dijo. Y sí, unos minutos más tarde los ruidos comenzaron nuevamente. Aunque no podía ver el grillo, sabía que estaba allí. Y así ocurre con el Espíritu Santo. No podemos verlo, pero podemos saber que está trabajando. Jesús dijo: “El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu”. El Espíritu Santo puede cambiar tu vida, si se lo permites. ¿Por qué no lo invitas a que entre en tu corazón hoy? Por Helen Lee Robinson

description

Historia

Transcript of Gorjeos

  • GORJEOS Chirp, chirp, chirp, chirp. Mir alrededor de mi oficina, preguntndome de dnde vendra ese ruido. De la izquierda? De la derecha? No, pareca provenir justamente de arriba de m. Mir hacia arriba, pero no vi nada. -Chirp, chirp, chirp, chirp. Qu es ese ruido? me pregunt. Sonaba como un grillo. Pero, cuando mir a m alrededor, no haba ningn grillo. El ruido era tan fuerte que no poda concentrarme en lo que estaba haciendo. Camin hacia el pasillo y di vuelta la esquina. Todava poda escuchar el ruido; as de fuerte era. Cuando volv a mi oficina unos minutos ms tarde, encontr a un compaero de trabajo dando vueltas, revisando las plantas y mirando debajo de mi escritorio. -Viene de all arriba -le dije, sealando el cielorraso. l gir la cabeza para escuchar, y luego asinti. S, sabamos que el grillo estaba all arriba, aunque no podamos verlo. Mi compaero de trabajo se sac el zapato y lo arroj al aire. Cuando choc contra el cielorraso, se hizo silencio. -Volver -dijo. Y s, unos minutos ms tarde los ruidos comenzaron nuevamente. Aunque no poda ver el grillo, saba que estaba all. Y as ocurre con el Espritu Santo. No podemos verlo, pero podemos saber que est trabajando. Jess dijo: El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dnde viene y a dnde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espritu. El Espritu Santo puede cambiar tu vida, si se lo permites. Por qu no lo invitas a que entre en tu corazn hoy? Por Helen Lee Robinson

    GORJEOS