Graeber, D. y Grubacic, A. - El anarquismo o el movimiento revolucionario del siglo XXI [2004]

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    EL ANARQUISMO, O EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO DEL SIGLO XXI*

    David Graeber y Andrej Grubacic

    Queda cada vez ms claro que la era de las revoluciones no ha terminado. Se ve igualmente claro que

    el movimiento revolucionario global del siglo veintiuno ser uno que tenga sus orgenes no tanto en latradicin del marxismo, o incluso de un socialismo restringido, sino del anarquismo.

    En todas partes, desde la Europa del Este hasta Argentina, desde Seattle hasta Bombay, las ideas yprincipios anarquistas estn generando nuevas visiones y sueos radicales. A menudo sus exponentesno se llaman a s mismos anarquistas. Hay toda una plyade de otros nombres: autonomismo, anti-autoritarismo, horizontalidad, Zapatismo, democracia directa... An as, en todos los lugares unoencuentra los mismos principios fundamentales: descentralizacin, asociacin voluntaria, ayuda mutua,redes sociales, y sobre todo, el rechazo a cualquier idea de que el fin justifica los medios, y muchomenos que el objetivo de la revolucin sea el de tomar el poder estatal para imponer una visin propiaa punta de pistola. Sobre todo, el anarquismo, como la tica de la prctica -la idea de construir unanueva sociedad "en un cascarn dentro de la antigua sociedad"- se ha convertido en la inspiracinbsica del "movimiento de movimientos" (del cual los autores son parte), que tiene como objetivo

    desde el principio, ms que apoderarse del poder estatal, exponer, deslegitimizar y desmantelar losmecanismos del poder mientras se ganan espacios cada vez ms amplios de autonoma y de gestinparticipativa dentro de l.

    Hay algunas razones obvias que explican el atractivo de las ideas anarquistas al comienzo del siglo 21:las ms obvias, los errores y catstrofes que resultaron de tantos esfuerzos por superar el capitalismomediante la toma de control del aparato de gobierno en el siglo XX. Un nmero cada vez mayor derevolucionarios reconocen que "la revolucin" no va a venir en un gran momento apocalptico, de algnequivalente global del palacio de invierno, sino de un largo proceso que ha ido sucediendo en la mayorparte de la historia humana (incluso si, como la mayora de las cosas, se ha acelerado ltimamente),lleno de estrategias de vuelo y evasin tanto como de confrontaciones dramticas, y que nunca dehecho -as lo piensan la mayora de los anarquistas- llegar a una conclusin definitiva.1

    Es un poco desconcertante, pero ofrece un consuelo enorme: no tenemos que esperar hasta "despusde la revolucin" para empezar a tener una idea de lo que sera la libertad genuina. Como el colectivoCrimethink, los mayores propagandistas del anarquismo contemporneo estadounidense, dice: "lalibertad slo existe en el momento de la revolucin. Y esos momentos no son tan excepcionales comopiensas". Para un anarquista, de hecho, el intentar crear experiencias de no alienacin, de democraciaverdadera, es un imperativo tico; slo haciendo la organizacin a la manera de un@ en el presente --al menos para dar una aproximacin gruesa de cmo una sociedad libre funcionara en realidad, decmo tod@s algn da, deberamos de ser capaces de vivir- puede uno garantizar que no caeremos denuevo en el desastre. Los revolucionarios sin alegra, sombros, que sacrifican todo placer por lacausa, nicamente pueden producir sociedades tristes, sombras.

    Estos cambios han sido difciles de documentar porque hasta ahora las ideas anarquistas apenas hanrecibido atencin acadmica. Hay todava miles de acadmicos marxistas, pero casi ningn acadmico

    anarquista. Esta diferencia es algo difcil de analizar. En parte, sin duda, es porque el marxismo ha

    *Traducido por Sonia Martnez y revisado por Alfred Sola. Obtenido de Znet en espaol.

    1Esto no quiere decir que los anarquistas estn en contra de la teora. Podra no ser necesario un Gran Ideario, en

    el sentido que nos es familiar hoy. Ciertamente el anarquismo no utilizar una nica teora, el Gran IdearioAnarquista. Eso sera completamente contrario a su espritu. Mucho mejor, pensamos, algo ms en el espritu de

    los procesos anarquistas de toma de decisiones: aplicado a la teora, esto significara aceptar la necesidad de unadiversidad de grandes perspectivas tericas, unidas solamente por ciertos compromisos y premisas compartidas.Ms que basarse en la necesidad de probar que las suposiciones fundamentales de los dems estn equivocadas,

    busca encontrar proyectos particulares sobre los cuales reforzarse unos a otros. Slo porque las teoras soninconmensurables en ciertos aspectos, no significa que no puedan existir o incluso reforzarse las unas a las otras,de la misma manera que individuos que tienen nicas e inconmensurables opiniones sobre el mundo no quiere

    decir que no puedan ser amigos, o amantes o trabajar en proyectos comunes. Ms an que el Gran Ideario, lo queel anarquismo necesita es lo que podra llamarse un glosario de ideas: una forma de resolver las cuestionesinmediatas que surgen de un proyecto transformador.

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    tenido siempre una cierta afinidad con el mundo acadmico de la que el anarquismo obviamentecareca: el marxismo fue, despus de todo, el nico gran movimiento social inventado por un doctor. Lamayora de las referencias de la historia del anarquismo asumen que es bsicamente parecido almarxismo: el anarquismo se presenta como la invencin de ciertos pensadores del siglo 19 (Proudhon,Bakunin, Kropotkin...) que sirvi entonces para inspirar a organizaciones de clase obrera, se vioenvuelta en luchas polticas, se dividi en corrientes...

    El anarquismo, en la historia convencional, se presenta normalmente como el pariente pobre delmarxismo, tericamente un poco cojo pero compensando ideolgicamente, quizs, con pasin ysinceridad. Realmente la analoga es algo forzada. Los fundadores del anarquismo no pensaron quehaban inventado algo nuevo. Consideraban sus principios bsicos -ayuda mutua, asociacinvoluntaria, toma de decisiones igualitaria- tan viejos como la humanidad. Lo mismo sucede con elrechazo del estado y toda forma de violencia estructural, desigualdad, o dominacin (anarquismosignifica literalmente "sin dirigentes") -incluso con la hiptesis de que todas estas ideas estn dealguna forma relacionadas y se apoyan unas a otras. Nada de esto se vio como una doctrinasorprendentemente nueva, sino como una tendencia persistente en la historia del pensamientohumano, y una que no puede comprenderse bajo ninguna teora ideolgica general.

    En parte es como una fe: la creencia de que la mayora de las formas de irresponsabilidad que

    parecen hacer necesario el poder son de hecho los efectos del poder mismo. En la prctica sinembargo hay un cuestionamiento constante, un esfuerzo por identificar cada relacin obligatoria ojerrquica en la vida humana, y desafiarlas para que se justifiquen ellas mismas, y si no pueden -lo quenormalmente es el caso- un esfuerzo por limitar su poder y as aumentar el alcance de la libertadhumana. Tal como un suf podra decir que el sufismo es el corazn de verdad tras todas las religiones,un anarquista podra argumentar que el anarquismo es el ansia de libertad tras toda ideologa poltica.

    Es fcil encontrar fundadores de escuelas de marxismo. Tal como el marxismo surgi de la mente deMarx, tenemos leninistas, maostas, althusserianos.... (Notar que la lista empieza con cabezas deestado y se diversifica en profesores franceses -que, a su vez, pueden generar sus propias corrientes:lacanianos, foucaultdianos....)

    Las escuelas de anarquismo, por el contrario, emergen casi invariablemente de alguna clase de

    principio organizacional o forma de prctica: anarco-sindicalistas y anarco-comunistas,insurreccionistas y plataformistas, cooperativistas, individualistas, etc.

    Los anarquistas se distinguen por lo que hacen, y cmo se organizan ellos mismos para hacerlo. Y dehecho esto ha sido siempre en lo que los anarquistas han pasado la mayora de su tiempo pensando ydiscutiendo. No han estado nunca demasiado interesados en las clases de cuestiones generalesfilosficas o de estrategia que preocupaban a los marxistas como son los campesinos una clasepotencialmente revolucionaria? (los anarquistas consideran que esto es algo que han de decidir lospropios campesinos) o, cul es la naturaleza del bien material? Ms bien, (los anarquistas) tienden adiscutir sobre cul es la forma realmente democrtica de organizar una asamblea, y en qu punto laorganizacin deja de ser un instrumento de toda la gente y comienza a erosionar la libertad individual.Es el "liderazgo" algo necesariamente malo? Alternativamente, se preguntan sobre la tica deoponerse al poder: qu es una accin directa? Debera alguien condenar a otro por asesinar a un

    cabeza de estado? Cundo es correcto tirar un ladrillo?

    El marxismo, de esta manera, ha tendido a ser un discurso analtico o terico de la estrategiarevolucionaria. El anarquismo ha tendido a ser un discurso tico de la prctica revolucionaria. Comoresultado, donde el marxismo ha producido teoras brillantes sobre la praxis, han sidomayoritariamente los anarquistas los que han estado trabajando en la praxis en s misma.

    En este momento, hay una cierta ruptura entre las generaciones del anarquismo: entre aquellos cuyaformacin poltica tuvo lugar en los 60 y 70 -y que a menudo no se han sacudido los hbitos sectariosdel siglo pasado- o que simplemente funcionan en esos trminos, y los activistas ms jvenes muchoms informados, entre otras por ideas indgenas, feministas, ecologistas y cultural-revisionistas. Losprimeros se organizan principalmente a travs de las Federaciones Anarquistas altamente visiblescomo la IWA, NEFAC o IWW. Los segundos trabajan predominantemente en las redes del movimiento

    social global, redes como la de la Accin Global de los Pueblos, que unifica colectivos anarquistas enEuropa y otros lugares, integrado por grupos que van desde activistas maores de Nueva Zelanda,

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    pescadores de Indonesia, o el sindicato de trabajadores de correos de Canad2. Este segundo grupo -a los que podramos referirnos ambiguamente como "anarquistas con a minscula", son ahora ya conmucho la mayora. Pero a veces esto es difcil de decir, ya que muchos de ellos no vocean susafinidades muy alto. De hecho, hay muchos que se toman los principios anarquistas de anti-sectarismoy apertura tan en serio que se niegan a referirse a ellos mismos como "anarquistas" por ese mismomotivo3.

    Pero las tres ideas fundamentales presentes en todas las manifestaciones de ideologa anarquista sondefinitivamente la del anti-estado, el anti-capitalismo y la poltica prefigurativa (es decir, modos deorganizacin que conscientemente se asemejan al mundo que queremos crear. O, como dijo unhistoriador anarquista de la guerra civil espaola "el esfuerzo de pensar no slo en las ideas sino enlos hechos del futuro mismo")4. Esto est presente en cualquier colectivo, desde los "jammingcollectives" hasta Indymedia, todos ellos pueden llamarse anarquistas en este sentido ms nuevo5. Enalgunos pases, hay slo un grado muy limitado de confluencia entre las dos generacionescoexistentes, mayormente en la forma de seguimiento de lo que cada uno est haciendo -pero nomucho ms.

    Una razn para ello es que la nueva generacin est mucho ms interesada en desarrollar nuevasformas de funcionamiento que argumentar sobre los puntos ms finos de la ideologa. El ms

    importante de estos ha sido el desarrollo de nuevas formas del proceso de toma de decisin, loscomienzos, al menos, de una cultura alternativa de democracia. Las famosos "reuniones populares" deAmrica del Norte, donde miles de activistas coordinan eventos a gran escala mediante consenso, sinuna estructura directiva formal, son los ms espectaculares.

    Realmente, incluso llamar a estas formas "nuevas" es un poco engaoso. Una de las principalesinspiraciones de la nueva generacin de anarquistas son los municipios autnomos Zapatistas deChiapas, basados en las comunidades de lengua Tzeltal y Tojolobal que han estado utilizando elproceso de consenso durante miles de aos -solo que ahora ha sido adaptado por los revolucionariospara asegurar que las mujeres y la gente ms joven tienen voz. En Amrica del Norte, "el proceso deconsenso" emergi ms que nada del movimiento feminista de los 70, como parte de una reaccin msamplia en contra del estilo macho de liderazgo tpico de la Nueva Izquierda de los 60. La idea delconsenso en s misma fue tomada de los cuqueros, quienes tambin dicen haber sido inspirados por

    las Seis Naciones y otras prcticas de los norteamericanos nativos.

    El consenso es a menudo malinterpretado. Se oyen muchas veces crticas que afirman que (elconsenso) causara una conformidad sofocante, pero casi nunca son crticas formuladas por alguienque haya observado realmente un proceso de consenso en accin, al menos uno guiado pormoderadores cualificados, con experiencia (algunos experimentos recientes en Europa, donde haypoca tradicin en estas cosas, han resultado un poco "crudos"). De hecho, la hiptesis operante es quenadie puede realmente convertir a otro completamente a su punto de vista, y probablemente no deba.En lugar de eso, el objetivo del proceso de consenso es permitir a un grupo decidir un curso de accincomn. En lugar de votar propuestas de arriba abajo, se trabajan las propuestas y se vuelven a revisaro reinventar, hay un proceso de compromiso y de sntesis, hasta que se llega a algo que todo el mundopuede aceptar. Cuando se llega a la etapa final, cuando llegamos al momento de "encontrar elconsenso", hay dos niveles de objecin posible: uno puede "apartarse a un lado", que viene a decir "no

    me gusta esto y no voy a participar en ello aunque no voy a impedir que nadie lo haga" o "bloquearlo",lo que tiene el efecto de un veto. Uno slo puede bloquear una propuesta si siente que viola losprincipios fundamentales o las razones de ser del grupo. Podra decirse que la funcin que en laconstitucin de los EEUU. se relega al Tribunal Supremo, la de rechazar decisiones legislativas queviolan los principios constitucionales, se relega aqu a cualquiera que tenga el suficiente coraje para

    2Para ms informacin sobre la excitante historia de Accin Global de los Pueblos, sugerimos el libro "We are

    Everywhere: The irresistible Rise of Global Anti-capitalism" (Estamos en todos los lugares: el levantamientoirremediable del anti-capitalismo global), editado por Notes from Nowhere, London: Verso 2003. Ver tambin la

    pgina web PGA: http://www.zmag.org/Spanish/www.agp.org.3

    Cf. David Graeber, "New Anarchists" ("Los nuevos anarquistas"), New left Review 13, Enero-Febrero 2002.4

    Ver Diego Abad de Santilln, "After the Revolution", (Despus de la Revolucin) New York: Greenberg

    Publishers 1937.5Para ms informacin sobre el proyecto de indymedia ir a la pgina web:

    http://www.zmag.org/Spanish/www.indymedia.org.

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    punto la respuesta parece obvia. No se debera dar lecciones, ni sentar ctedra, ni siquiera pensar enuno mismo en trminos de profesor, sino que se debe escuchar, explorar y descubrir. Extraer y hacerexplcita la lgica tcita subyacente a las nuevas formas de prctica radical. Ponerse al servicio de losactivistas proveyendo informacin, y exponiendo los intereses de la elite dominante escondidoscuidadosamente tras los discursos autoritarios, supuestamente objetivos, ms que tratar de imponeruna nueva versin de lo mismo. Pero al mismo tiempo, muchos reconocen que la lucha intelectual

    necesita reafirmar su papel. Muchos estn empezando a sealar que una de las debilidades bsicasdel movimiento anarquista de hoy, con respecto a los tiempos de, digamos, Kropotkin o Reclus, oHerbert Read, es exactamente el descuido de lo simblico, lo visionario, y el pasar por alto laefectividad de la teora. Cmo pasar de la etnografa a las visiones utpicas -idealmente, con tantasvisiones utpicas como sea posible? No es coincidencia que algunos de los grandes reclutadores alanarquismo en pases como los EEUU. hayan sido escritoras feministas como Starhawk o Ursula K. LeGuin.8

    Una manera en la que esto est empezando a ocurrir es a medida que los anarquistas empiezan arecuperar la experiencia de otros movimientos sociales con un cuerpo ms desarrollado de teora,ideas que vienen de crculos cercanos a, y de hecho inspirados por, el anarquismo. Tomemos porejemplo la idea de la economa participativa, que representa una visin anarquista por excelencia yque suplementa y rectifica la economa anarquista tradicional. Los tericos de Parecon proponen la

    existencia de no slo dos, sino de tres clases sociales distintas del capitalismo avanzado: no slo elproletariado y la burguesa, sino una "clase coordinadora", cuya labor es la de gestionar y controlar laproduccin de la clase trabajadora. Esta es la clase que incluye la jerarqua directiva y los consultoresy consejeros profesionales bsicos para su sistema de control -como abogados, ingenieros y contablesimportantes, etc. Mantienen su posicin de clase por su monopolio relativo del conocimiento,cualificaciones, y conexiones. Como resultado, los economistas y otros que trabajan en este mbitohan estado tratando de crear modelos de una economa que eliminara de forma estructural lasdivisiones entre trabajadores intelectuales y fsicos. Ahora que el anarquismo se ha vuelto claramenteel centro de la creatividad revolucionaria, los proponentes de tales modelos han estado cada vez ms,si no intentando usar la bandera anarquista exactamente, entonces por lo menos enfatizando el gradoen que sus ideas son compatibles con una visin anarquista9.

    Cosas similares estn empezando a suceder con el desarrollo de las visiones polticas anarquistas.

    Bien, sta es un rea donde el anarquismo clsico tena ya ventaja sobre el marxismo, que nuncadesarroll una teora de organizacin poltica. Escuelas distintas de anarquistas han abogado amenudo por organizaciones sociales muy especficas, aunque a menudo claramente en desacuerdolas unas con las otras. An as, el anarquismo en su conjunto ha tendido a promover lo que a losliberales les gusta llamar "libertades negativas", "libertades de", ms que libertades sustantivas,"libertades para". A menudo ha celebrado este compromiso como evidencia del pluralismo delanarquismo, de su tolerancia ideolgica, o su creatividad. Pero como resultado, ha habido unarenuencia a ir ms all del desarrollo de formas de organizacin a pequea escala, y una creencia enque estructuras ms grandes, ms complicadas, pueden improvisarse despus en el mismo espritu.

    Ha habido excepciones. Pierre Joseph Proudhon intent dar con una visin total de cmo unasociedad libertaria debiera operar10. Se considera generalmente como un intento fallido, pero sealabael camino hacia visiones ms desarrolladas, como el "municipalismo libertario" de los Ecologistas

    Sociales de Norteamrica. Hay un desarrollo vivaz, por ejemplo, de cmo equilibrar los principios delcontrol de los trabajadores -enfatizado por el grupo de Parecon- y la democracia directa, enfatizado porlos Ecologistas Sociales11.

    Sin embargo, hay muchos detalles por definir: cul es el conjunto total de alternativas institucionalespositivas del anarquista a las legislaturas contemporneas, a los tribunales, a la polica, y a diversasagencias ejecutivas? Cmo ofrecer una visin poltica que englobe la legislacin, su implementacin,

    8Cf. Starhawk, "Redes de Poder: Notas de un Levantamiento Global", San Francisco 2002.Ver tambin

    http://www.zmag.org/Spanish/www.starhawk.org.9

    Albert, Michael: "Economa Participativa", Verso 2003. Ver tambinhttp://www.zmag.org/Spanish/www.parecon.org.10

    Avineri, Shlomo. "El pensamiento social y poltico de Karl Marx". Londres. Cambridge University Press, 1968.11Ver "The Murray Bookchin Reader", editado por Janet Biehl, Londres. Cassell 1997. Ver tambin la pgina

    web del Instituto para la Ecologa Social: http://www.zmag.org/Spanish/www.social-ecology.org.

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    adjudicacin y cumplimiento y que muestre cmo realizar efectivamente cada uno de estos apartadosde forma no autoritaria -no slo para proporcionar una esperanza a largo plazo, sino para darrespuesta inmediata al sistema electoral, legislativo y judicial actuales, y por tanto, a muchas opcionesestratgicas--? Obviamente, nunca podra haber una lnea de partido anarquista sobre esto, elsentimiento general entre los anarquistas con letra minscula es que por lo menos necesitaramosmuchas visiones concretas. Sin embargo, entre los experimentos sociales reales en las crecientes

    comunidades autogestionadas en lugares como Chiapas y Argentina, y los esfuerzos por parte deactivistas/ "acadmicos" anarquistas como la recientemente formada Red de Alternativas Planetarias olos foros como La Vida Despus del Capitalismo es Posible para empezar a localizar y compilarejemplos exitosos de formas econmicas y polticas, se est empezando a trabajar12. Es claramente unproceso a largo plazo. Pero, bueno, el siglo anarquista tan slo acaba de comenzar.

    David Graeber es profesor ayudante en la universidad de Yale (EEUU.) y activista poltico. AndrejGrubacic es historiador y socilogo de la antigua Yugoslavia. Ambos estn involucrados en la Red deAlternativas Planetarias (Planetary Alternatives Network, PAN).

    12Para ms informacin sobre el foro La Vida Despus del Capitalismo Es Posible ir a

    http://www.zmag.org/Spanish/www.zmag.org/lacsite.htm.