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- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
CÁNCER DE
MAMA
índice
0. Introducción....................................................................... 021. Recomendaciones ginecológicas generales y de mama......... 032. ¿Qué es el cáncer de mama? .............................................. 053. Tipos de Cáncer de mama.................................................. 074. Factores de riesgo ............................................................. 095. Prevención y diagnóstico precoz......................................... 126. Síntomas .......................................................................... 137. Diagnóstico 7.1. Diagnóstico por imagen.......................................... 16 7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio ...................... 198. Tratamiento 8.1. Tipos de tratamiento............................................... 21 8.2. Efectos secundarios ............................................... 289. Ayuda psicológica ............................................................. 33 9.1.Vida sexual ............................................................. 35 9.2. Hablar con los hijos................................................ 3610. Consejos de vida saludable ............................................. 3811. Efectos en la fertilidad y la lactancia................................. 4212. ¿Qué pasa después del tratamiento? ............................. 44
01
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
INTRODUCCIÓN
El cáncer de mama, es el tipo de cáncer más frecuente en las mujeres españolas, y aunque la mortalidad por cáncer ha disminuido de forma importante en las últimas décadas, sigue siendo la primera causa de muerte para las mujeres en nuestro país.
El cáncer de mama es una de las pocas enfermedades malignas que puede detectarse de forma precoz en estadios iniciales en los que hay altísimas posibilidades de curación.
En la última década las posibilidades de supervivencia han aumentado de forma sustancial gracias a dos aspectos: los programas de cribado y el diagnóstico precoz, y el desarrollo de tratamientos menos agresivos y mucho más e�caces.
Por ello, son muy importantes las revisiones ginecológicas anuales, las mamografías de cribado y el diagnóstico precoz, que son las herramientas más e�caces para luchar contra la enfermedad.
Desde la Unidad de la Mujer Recoletas queremos participar en la concienciación social sobre la prevención del cáncer de mama.
02
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
01recomendaciones
03
Revisiones anuales
En primer lugar, se recomienda que, desde el momento que una mujer empieza a tener
relaciones sexuales, y a partir de los 25 años aunque no las tenga, se realice anualmente
un examen ginecológico completo que incluya la evaluación clínica, exploración
ginecológica y también de las mamas y una citología, con el �n de prevenir y
diagnosticar precozmente problemas ginecológicos.
Además de todo esto, la revisión ginecológica incluye las pruebas complementarias
necesarias en función de la edad y las necesidades de cada mujer, siendo especialmente
importantes las pruebas para la prevención y el diagnóstico precoz y certero de la
patología mamaria.
La técnica diagnóstica más e�caz para detectar el cáncer de mama es la mamografía,
que consiste en una radiografía de las mamas capaz de detectar lesiones en fases muy
tempranas de la enfermedad, ya que permite detectar lesiones en la mama hasta dos
años antes de que sean palpables y cuando aún no se han extendido.
Por ello a partir de los 40 años las revisiones deben incluir mamografía, para hacer
cribado del cáncer de mama.
Estas son las recomendaciones generales, sin embargo, en mujeres que tengan alto
riesgo personal (lesiones mamarias premalignas, radiaciones en la mama, etc.) o
historia familiar de cáncer de mama (por tener varios familiares afectos de cáncer de
mama) o sean portadoras de mutaciones en los genes relacionados con el cáncer de
mama hereditario (los más frecuentes son los genes BRCA1 y BRCA2, aunque existen
otros como el PALB2), es necesario realizar un seguimiento especial más intensivo y
empezar antes el seguimiento. Si este es tu caso, debes realizar con tu ginecólogo un
calendario de seguimiento personalizado.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
¿Qué hacer ante un bulto en el pecho?
Ante un bulto en el pecho lo primero es mantener la calma. La mayor parte de bultos
detectados en el pecho no son tumores malignos, sino que se corresponden a
tumoraciones benignas como quistes, cambios �broquísticos o �broadenomas. En
cualquier caso, siempre es necesario que un ginecólogo especializado en patología
mamaria examine el bulto para identi�car su naturaleza y descartar malignidad.
Además del examen físico de las mamas y las axilas, se ha de realizar una ecografía y/o
una mamografía y, si fuera necesario, una biopsia que ayude a conseguir un diagnóstico
preciso. Es muy importante facilitar el diagnóstico pensando algunas preguntas antes de
acudir a la consulta con el ginecólogo, como por ejemplo: ¿en qué fase del ciclo
menstrual estoy? ¿El bulto apareció antes de la regla o después? ¿Ya me lo había notado
en otras ocasiones?
Durante la menstruación, el embarazo o la lactancia resultan muy comunes los síntomas
mamarios como los dolores y molestias, la hinchazón o la asimetría de los pechos, y
como norma general, se debe consultar al ginecólogo ante cualquier lesión en la mama
que aparece por primera vez, persiste más de dos semanas o no desaparece después de
la menstruación. Se recomienda acudir al ginecólogo regularmente para los controles
necesarios según la edad y acudir al ginecólogo en caso de detectar cualquier
irregularidad en el tamaño, forma y color de las mamas, bultos en las mamas o en las
axilas, cambios en la piel del pecho, o alteraciones en los pezones (cambios de forma o
de posición, retracción, dolor, úlceras, in�amación o supuración de algún líquido).
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
01. Recomendaciones ginecológicas y de mama
01recomendaciones
04
Revisiones anuales
En primer lugar, se recomienda que, desde el momento que una mujer empieza a tener
relaciones sexuales, y a partir de los 25 años aunque no las tenga, se realice anualmente
un examen ginecológico completo que incluya la evaluación clínica, exploración
ginecológica y también de las mamas y una citología, con el �n de prevenir y
diagnosticar precozmente problemas ginecológicos.
Además de todo esto, la revisión ginecológica incluye las pruebas complementarias
necesarias en función de la edad y las necesidades de cada mujer, siendo especialmente
importantes las pruebas para la prevención y el diagnóstico precoz y certero de la
patología mamaria.
La técnica diagnóstica más e�caz para detectar el cáncer de mama es la mamografía,
que consiste en una radiografía de las mamas capaz de detectar lesiones en fases muy
tempranas de la enfermedad, ya que permite detectar lesiones en la mama hasta dos
años antes de que sean palpables y cuando aún no se han extendido.
Por ello a partir de los 40 años las revisiones deben incluir mamografía, para hacer
cribado del cáncer de mama.
Estas son las recomendaciones generales, sin embargo, en mujeres que tengan alto
riesgo personal (lesiones mamarias premalignas, radiaciones en la mama, etc.) o
historia familiar de cáncer de mama (por tener varios familiares afectos de cáncer de
mama) o sean portadoras de mutaciones en los genes relacionados con el cáncer de
mama hereditario (los más frecuentes son los genes BRCA1 y BRCA2, aunque existen
otros como el PALB2), es necesario realizar un seguimiento especial más intensivo y
empezar antes el seguimiento. Si este es tu caso, debes realizar con tu ginecólogo un
calendario de seguimiento personalizado.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
¿Qué hacer ante un bulto en el pecho?
Ante un bulto en el pecho lo primero es mantener la calma. La mayor parte de bultos
detectados en el pecho no son tumores malignos, sino que se corresponden a
tumoraciones benignas como quistes, cambios �broquísticos o �broadenomas. En
cualquier caso, siempre es necesario que un ginecólogo especializado en patología
mamaria examine el bulto para identi�car su naturaleza y descartar malignidad.
Además del examen físico de las mamas y las axilas, se ha de realizar una ecografía y/o
una mamografía y, si fuera necesario, una biopsia que ayude a conseguir un diagnóstico
preciso. Es muy importante facilitar el diagnóstico pensando algunas preguntas antes de
acudir a la consulta con el ginecólogo, como por ejemplo: ¿en qué fase del ciclo
menstrual estoy? ¿El bulto apareció antes de la regla o después? ¿Ya me lo había notado
en otras ocasiones?
Durante la menstruación, el embarazo o la lactancia resultan muy comunes los síntomas
mamarios como los dolores y molestias, la hinchazón o la asimetría de los pechos, y
como norma general, se debe consultar al ginecólogo ante cualquier lesión en la mama
que aparece por primera vez, persiste más de dos semanas o no desaparece después de
la menstruación. Se recomienda acudir al ginecólogo regularmente para los controles
necesarios según la edad y acudir al ginecólogo en caso de detectar cualquier
irregularidad en el tamaño, forma y color de las mamas, bultos en las mamas o en las
axilas, cambios en la piel del pecho, o alteraciones en los pezones (cambios de forma o
de posición, retracción, dolor, úlceras, in�amación o supuración de algún líquido).
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
02¿qué es el cáncer de mama?
05
El cáncer de mama, es el tipo de cáncer más frecuente en las mujeres españolas, supone
casi un 30% de todos los cánceres de las mujeres. Aunque la mortalidad por cáncer ha disminuido de forma importante en las últimas
décadas debido a los programas de cribado y detección precoz y a los avances en los
tratamientos, sigue siendo la primera causa de muerte en España para las mujeres.
La supervivencia por cáncer de mama ha mejorado notablemente en los últimos 20 años,
aumentando anualmente un 1,4%. Cada año disponemos de mayor información para
diagnosticar precozmente y tratar el cáncer de mama, lo que ha permitido que la
supervivencia global a los 5 años del diagnóstico de este tumor sea del 82,8% en nuestro
país. Para comprender en qué consiste el cáncer de mama es crucial estudiar a qué se
debe su aparición.
Los órganos humanos están formados por células que se dividen de forma ordenada
cuya función es reemplazar otras células envejecidas o ya muertas. Cada una de las
células tiene mecanismos de control propios para regular este proceso.Por tanto, cuando los mecanismos de control de una célula dejan de funcionar
correctamente, su división comienza a hacerse de forma descontrolada pudiendo
producir un tumor.
Las mujeres, a lo largo de su vida, experimentan variaciones en la textura y el aspecto
de sus pechos, dependiendo de su desarrollo hormonal y sexual. Por ello, es habitual que
se produzcan bultos que hagan saltar la alarma de cáncer de mama, que en muchos
casos son tumoraciones benignas como quistes, cambios �broquísticos o �broadenomas,
y que no suponen ningún riesgo.
En este sentido, solo cuando el tumor está compuesto por células malignas que se dividen
sin control y son capaces de destruir tejidos y órganos cercanos, pudiendo incluso
trasladarse a otras partes del organismo, se pueden considerar malignos y se
diagnostica el cáncer de mama.
Para que una célula normal se convierta en una célula cancerígena tienen que darse una
serie de mutaciones o alteraciones en los genes que regulan estos mecanismos de control.
Desde que comienzan las primeras mutaciones en las células hasta que se desarrolla un
tumor pueden trascurrir años. No es un proceso inmediato por lo que un diagnóstico
precoz puede prevenir el avance de la enfermedad y si está en una fase temprana salvar
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
02. ¿Qué es el cáncer de mama?
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
02
El cáncer de mama, es el tipo de cáncer más frecuente en las mujeres españolas, supone
casi un 30% de todos los cánceres de las mujeres. Aunque la mortalidad por cáncer ha disminuido de forma importante en las últimas
décadas debido a los programas de cribado y detección precoz y a los avances en los
tratamientos, sigue siendo la primera causa de muerte en España para las mujeres.
La supervivencia por cáncer de mama ha mejorado notablemente en los últimos 20 años,
aumentando anualmente un 1,4%. Cada año disponemos de mayor información para
diagnosticar precozmente y tratar el cáncer de mama, lo que ha permitido que la
supervivencia global a los 5 años del diagnóstico de este tumor sea del 82,8% en nuestro
país. Para comprender en qué consiste el cáncer de mama es crucial estudiar a qué se
debe su aparición.
Los órganos humanos están formados por células que se dividen de forma ordenada
cuya función es reemplazar otras células envejecidas o ya muertas. Cada una de las
células tiene mecanismos de control propios para regular este proceso.Por tanto, cuando los mecanismos de control de una célula dejan de funcionar
correctamente, su división comienza a hacerse de forma descontrolada pudiendo
producir un tumor.
Las mujeres, a lo largo de su vida, experimentan variaciones en la textura y el aspecto
de sus pechos, dependiendo de su desarrollo hormonal y sexual. Por ello, es habitual que
se produzcan bultos que hagan saltar la alarma de cáncer de mama, que en muchos
casos son tumoraciones benignas como quistes, cambios �broquísticos o �broadenomas,
02¿qué es el cáncer de mama?
06
y que no suponen ningún riesgo.
En este sentido, solo cuando el tumor está compuesto por células malignas que se dividen
sin control y son capaces de destruir tejidos y órganos cercanos, pudiendo incluso
trasladarse a otras partes del organismo, se pueden considerar malignos y se
diagnostica el cáncer de mama.
Para que una célula normal se convierta en una célula cancerígena tienen que darse una
serie de mutaciones o alteraciones en los genes que regulan estos mecanismos de control.
Desde que comienzan las primeras mutaciones en las células hasta que se desarrolla un
tumor pueden trascurrir años. No es un proceso inmediato por lo que un diagnóstico
precoz puede prevenir el avance de la enfermedad y si está en una fase temprana salvar
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
03tipos de cáncer de mama
07
La función principal de la mama o glándula mamaria es la producción de leche durante
el periodo de lactancia.
En su parte exterior, la mama está compuesta por piel, pezón y areola. En concreto, el
pezón es el área pequeña y elevada que se encuentra en la punta de la mama. Por su
parte, la aréola es la región de piel de color más oscuro que rodea el pezón.
Además, la mama contiene tejido graso (adiposo), que es lo que causa la forma
abultada de los pechos.
En el interior de la mama, encontramos tejido glandular compuesto por lóbulos y
lobulillos que terminan en unidades más pequeñas que pueden producir leche. Estos
lóbulos y lobulillos están unidos por una serie de tubos llamados conductos que son los
encargados de conducir la leche hacia el pezón.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
Principalmente existen dos tipos de cáncer de mama, dependiendo del tejido que origina
el tumor:
- Carcinoma ductal: en este caso el cáncer se instala en los tubos que conducen la
leche hacia el pezón. Es el tipo de cáncer de mama más común.
- Carcinoma lobulillar: en este segundo tipo, el cáncer se origina en las glándulas
que forman parte principal del tejido mamario.
Por otro lado, según sus posibilidades de expansión se puede considerar que un cáncer
de mama es intraductal o in�ltrante:
- Intraductal: el tumor está dentro de los tubos sin romper la pared de los mismos, por
lo que las posibilidades de que se extienda son menores.
- In�ltrante: el tumor rompe las paredes de los tubos y facilita que el cáncer se
extienda a otros tejidos e incluso otros órganos de alrededor, normalmente a través de
los ganglios de las axilas (ganglio centinela).
03. Tipos de cáncer de mama
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
La función principal de la mama o glándula mamaria es la producción de leche durante
el periodo de lactancia.
En su parte exterior, la mama está compuesta por piel, pezón y areola. En concreto, el
pezón es el área pequeña y elevada que se encuentra en la punta de la mama. Por su
parte, la aréola es la región de piel de color más oscuro que rodea el pezón.
Además, la mama contiene tejido graso (adiposo), que es lo que causa la forma
abultada de los pechos.
En el interior de la mama, encontramos tejido glandular compuesto por lóbulos y
lobulillos que terminan en unidades más pequeñas que pueden producir leche. Estos
lóbulos y lobulillos están unidos por una serie de tubos llamados conductos que son los
encargados de conducir la leche hacia el pezón.
03tipos de cáncer de mama
08
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
Principalmente existen dos tipos de cáncer de mama, dependiendo del tejido que origina
el tumor:
- Carcinoma ductal: en este caso el cáncer se instala en los tubos que conducen la
leche hacia el pezón. Es el tipo de cáncer de mama más común.
- Carcinoma lobulillar: en este segundo tipo, el cáncer se origina en las glándulas
que forman parte principal del tejido mamario.
Por otro lado, según sus posibilidades de expansión se puede considerar que un cáncer
de mama es intraductal o in�ltrante:
- Intraductal: el tumor está dentro de los tubos sin romper la pared de los mismos, por
lo que las posibilidades de que se extienda son menores.
- In�ltrante: el tumor rompe las paredes de los tubos y facilita que el cáncer se
extienda a otros tejidos e incluso otros órganos de alrededor, normalmente a través de
los ganglios de las axilas (ganglio centinela).
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
04factores de riesgo
09
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
04. Factores de riesgo
04factores de riesgo
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- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
04factores de riesgo
11
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
05prevención y diagnóstico precoz
12
Algunos de los factores de riesgo del cáncer de mama como la edad o el factor
hereditario no se pueden evitar. Sin embargo debe prevenirse la exposición a los factores
de riesgo mencionados, realizar las revisiones ginecológicas anuales y acudir al
ginecólogo ante cualquier bulto o cambio en el pecho o en la axila que dure más de dos
semanas y no desaparezca tras la menstruación.
El cáncer de mama es una de las pocas enfermedades malignas que puede detectarse
de forma precoz en estadios iniciales en los que hay altísimas posibilidades de curación.
De ahí la importancia de las revisiones ginecológicas anuales y las mamografías de
cribado, que son las herramientas más e�caces para luchar contra la enfermedad.
Se recomienda que, desde el momento que una mujer empieza a tener relaciones
sexuales (y a partir de los 25 años aunque no las tenga) se realice anualmente un
examen ginecológico completo que incluya la evaluación clínica, exploración
ginecológica y también de las mamas y una citología, con el �n de prevenir y
diagnosticar precozmente problemas ginecológicos.
Además de todo esto, la revisión ginecológica incluye las pruebas complementarias
necesarias en función de la edad y las necesidades de cada mujer, siendo especialmente
importantes las pruebas para la prevención y el diagnóstico precoz y certero de
la patología mamaria:
• A partir de los 40 años las revisiones deben incluir mamografía, para hacer screening
del cáncer de mama cada año.
• En mujeres que tengan alto riesgo personal o familiar de cáncer de mama o sean
portadoras de mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 u otros genes relacionados con
el cáncer de mama hereditario, es necesario realizar un seguimiento de alta intensidad
personalizado con distintas pruebas de imagen.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
05. Prevención y diagnóstico precoz
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
06síntomas
13
El cáncer de mama es uno de los pocos cánceres que se pueden detectar y tratar
precozmente. Ante cualquier bulto en el pecho o anomalía detectada en los mismos, se
ha de acudir con rapidez al especialista, con el �n de conseguir un diagnóstico precoz y
certero del tipo de patología mamaria, en caso de existir, y poder proporcionar un
tratamiento adecuado, según las últimas actualizaciones cientí�cas de cualquier
enfermedad en la mama.
Existen una serie de signos de advertencia ante los cuales es muy recomendable acudir
al ginecólogo para descartar la posibilidad de que sea un cáncer:
- Bultos, nódulos o protuberancias en la mama o en la axila.
- In�amación o cambios en la forma o el tamaño de la mama o parte de ella.
- Dolor en la mama o en el pezón.
- Cambios en la piel de la mama o en el pezón (descamación, hundimiento,
engrosamientos, cambios de color…).
- Inversión o hundimiento del pezón.
- Secreción del pezón que no sea leche.
- Menos movilidad en alguna de las mamas al levantar los brazos.
La autoexploración mamaria (autoexaminarse los senos a una misma para
detectar cambios o bultos) es un tema que ha generado mucha controversia sobre si
realmente tiene alguna utilidad.
Actualmente los expertos recomiendan no hacerlo como herramienta para detectar
precozmente un cáncer de mama. ¿Por qué? Porque hay estudios que demuestran que
las mujeres se autoexploran acaban acudiendo más al médico y se les practican más
técnicas invasivas (como las biopsias) pero no se detecta en ellas un mayor número de
tumores malignos que en las que no se autoexploran. El propio Ministerio de Sanidad de
España en la Estrategia de Cáncer recoge que “En cuanto a la autoexploración
mamaria, existe razonable evidencia de ausencia de bene�cio y buena evidencia de
daño, por lo que no se debe recomendar su práctica”.
Hay una excepción a esta recomendación en contra: para aquellas mujeres que hayan
padecido cáncer de mama, sí hay evidencia cientí�ca de que tiene bene�cios en la salud,
por lo que se recomienda realizarla de forma regular siguiendo las instrucciones del
médico. Las recomendaciones generales para la autoexploración serían las siguientes:
Es crucial recordar que en la mayoría de casos los bultos que se detectan durante la
autoexploración son tumores benignos que no necesitan tratamiento. La principal
�nalidad de este tipo de exploraciones es conocer la forma habitual de las mamas y
poder detectar cambios a lo largo del tiempo para acudir a un especialista ante
cualquier duda y favorecer el diagnóstico precoz del cáncer de mama.
Se aconseja realizar la autoexploración en la semana posterior a la regla ya que durante
la menstruación los pechos pueden estar hinchados y doloridos por lo que la exploración
puede no ser certera.
El procedimiento es muy sencillo y consta de dos partes:
1. Observar los pechos frente al espejo, moviendo los brazos en diferentes
posiciones, a ambos lados del cuerpo, detrás de la nuca, etc. Se deben comprobar y
detectar posibles diferencias en la forma, el tamaño, coloración, bultos, hundimientos,
piel de naranja, forma del pezón, ulceraciones o rojeces. Es importante observar
también las axilas y comprobar que el contorno de las mamas es uniforme y ambas se
elevan de la misma forma.
2. Con un brazo detrás de la nuca, recorrer cada cuadrante del pecho con la
mano contraria utilizando las yemas de los dedos y en movimientos
circulares. Imaginar que la mama está dividida en cuatro cuadrantes que se unen en
el pezón y empezar por la parte externa hacia el interior, en líneas horizontales y
verticales. Finalmente presionar el pezón para comprobar que no hay ningún tipo de
secreción.
Si se encuentra un bulto o anomalía durante la autoexploración, antes de acudir a la
consulta, es muy importante facilitar el diagnóstico pensando algunas preguntas antes de
acudir a la consulta con el ginecólogo, como por ejemplo: ¿en qué fase del ciclo
menstrual estoy?, ¿el bulto apareció antes de la regla o después? o ¿ya me lo había
notado en otras ocasiones?
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
06. Síntomas
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
El cáncer de mama es uno de los pocos cánceres que se pueden detectar y tratar
precozmente. Ante cualquier bulto en el pecho o anomalía detectada en los mismos, se
ha de acudir con rapidez al especialista, con el �n de conseguir un diagnóstico precoz y
certero del tipo de patología mamaria, en caso de existir, y poder proporcionar un
tratamiento adecuado, según las últimas actualizaciones cientí�cas de cualquier
enfermedad en la mama.
Existen una serie de signos de advertencia ante los cuales es muy recomendable acudir
al ginecólogo para descartar la posibilidad de que sea un cáncer:
- Bultos, nódulos o protuberancias en la mama o en la axila.
- In�amación o cambios en la forma o el tamaño de la mama o parte de ella.
- Dolor en la mama o en el pezón.
- Cambios en la piel de la mama o en el pezón (descamación, hundimiento,
engrosamientos, cambios de color…).
- Inversión o hundimiento del pezón.
- Secreción del pezón que no sea leche.
- Menos movilidad en alguna de las mamas al levantar los brazos.
La autoexploración mamaria (autoexaminarse los senos a una misma para
detectar cambios o bultos) es un tema que ha generado mucha controversia sobre si
realmente tiene alguna utilidad.
06síntomas
14
Actualmente los expertos recomiendan no hacerlo como herramienta para detectar
precozmente un cáncer de mama. ¿Por qué? Porque hay estudios que demuestran que
las mujeres se autoexploran acaban acudiendo más al médico y se les practican más
técnicas invasivas (como las biopsias) pero no se detecta en ellas un mayor número de
tumores malignos que en las que no se autoexploran. El propio Ministerio de Sanidad de
España en la Estrategia de Cáncer recoge que “En cuanto a la autoexploración
mamaria, existe razonable evidencia de ausencia de bene�cio y buena evidencia de
daño, por lo que no se debe recomendar su práctica”.
Hay una excepción a esta recomendación en contra: para aquellas mujeres que hayan
padecido cáncer de mama, sí hay evidencia cientí�ca de que tiene bene�cios en la salud,
por lo que se recomienda realizarla de forma regular siguiendo las instrucciones del
médico. Las recomendaciones generales para la autoexploración serían las siguientes:
Es crucial recordar que en la mayoría de casos los bultos que se detectan durante la
autoexploración son tumores benignos que no necesitan tratamiento. La principal
�nalidad de este tipo de exploraciones es conocer la forma habitual de las mamas y
poder detectar cambios a lo largo del tiempo para acudir a un especialista ante
cualquier duda y favorecer el diagnóstico precoz del cáncer de mama.
Se aconseja realizar la autoexploración en la semana posterior a la regla ya que durante
la menstruación los pechos pueden estar hinchados y doloridos por lo que la exploración
puede no ser certera.
El procedimiento es muy sencillo y consta de dos partes:
1. Observar los pechos frente al espejo, moviendo los brazos en diferentes
posiciones, a ambos lados del cuerpo, detrás de la nuca, etc. Se deben comprobar y
detectar posibles diferencias en la forma, el tamaño, coloración, bultos, hundimientos,
piel de naranja, forma del pezón, ulceraciones o rojeces. Es importante observar
también las axilas y comprobar que el contorno de las mamas es uniforme y ambas se
elevan de la misma forma.
2. Con un brazo detrás de la nuca, recorrer cada cuadrante del pecho con la
mano contraria utilizando las yemas de los dedos y en movimientos
circulares. Imaginar que la mama está dividida en cuatro cuadrantes que se unen en
el pezón y empezar por la parte externa hacia el interior, en líneas horizontales y
verticales. Finalmente presionar el pezón para comprobar que no hay ningún tipo de
secreción.
Si se encuentra un bulto o anomalía durante la autoexploración, antes de acudir a la
consulta, es muy importante facilitar el diagnóstico pensando algunas preguntas antes de
acudir a la consulta con el ginecólogo, como por ejemplo: ¿en qué fase del ciclo
menstrual estoy?, ¿el bulto apareció antes de la regla o después? o ¿ya me lo había
notado en otras ocasiones?
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
El cáncer de mama es uno de los pocos cánceres que se pueden detectar y tratar
precozmente. Ante cualquier bulto en el pecho o anomalía detectada en los mismos, se
ha de acudir con rapidez al especialista, con el �n de conseguir un diagnóstico precoz y
certero del tipo de patología mamaria, en caso de existir, y poder proporcionar un
tratamiento adecuado, según las últimas actualizaciones cientí�cas de cualquier
enfermedad en la mama.
Existen una serie de signos de advertencia ante los cuales es muy recomendable acudir
al ginecólogo para descartar la posibilidad de que sea un cáncer:
- Bultos, nódulos o protuberancias en la mama o en la axila.
- In�amación o cambios en la forma o el tamaño de la mama o parte de ella.
- Dolor en la mama o en el pezón.
- Cambios en la piel de la mama o en el pezón (descamación, hundimiento,
engrosamientos, cambios de color…).
- Inversión o hundimiento del pezón.
- Secreción del pezón que no sea leche.
- Menos movilidad en alguna de las mamas al levantar los brazos.
La autoexploración mamaria (autoexaminarse los senos a una misma para
detectar cambios o bultos) es un tema que ha generado mucha controversia sobre si
realmente tiene alguna utilidad.
Actualmente los expertos recomiendan no hacerlo como herramienta para detectar
precozmente un cáncer de mama. ¿Por qué? Porque hay estudios que demuestran que
las mujeres se autoexploran acaban acudiendo más al médico y se les practican más
técnicas invasivas (como las biopsias) pero no se detecta en ellas un mayor número de
tumores malignos que en las que no se autoexploran. El propio Ministerio de Sanidad de
España en la Estrategia de Cáncer recoge que “En cuanto a la autoexploración
mamaria, existe razonable evidencia de ausencia de bene�cio y buena evidencia de
daño, por lo que no se debe recomendar su práctica”.
Hay una excepción a esta recomendación en contra: para aquellas mujeres que hayan
padecido cáncer de mama, sí hay evidencia cientí�ca de que tiene bene�cios en la salud,
por lo que se recomienda realizarla de forma regular siguiendo las instrucciones del
médico. Las recomendaciones generales para la autoexploración serían las siguientes:
Es crucial recordar que en la mayoría de casos los bultos que se detectan durante la
autoexploración son tumores benignos que no necesitan tratamiento. La principal
�nalidad de este tipo de exploraciones es conocer la forma habitual de las mamas y
poder detectar cambios a lo largo del tiempo para acudir a un especialista ante
cualquier duda y favorecer el diagnóstico precoz del cáncer de mama.
Se aconseja realizar la autoexploración en la semana posterior a la regla ya que durante
la menstruación los pechos pueden estar hinchados y doloridos por lo que la exploración
puede no ser certera.
06síntomas
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El procedimiento es muy sencillo y consta de dos partes:
1. Observar los pechos frente al espejo, moviendo los brazos en diferentes
posiciones, a ambos lados del cuerpo, detrás de la nuca, etc. Se deben comprobar y
detectar posibles diferencias en la forma, el tamaño, coloración, bultos, hundimientos,
piel de naranja, forma del pezón, ulceraciones o rojeces. Es importante observar
también las axilas y comprobar que el contorno de las mamas es uniforme y ambas se
elevan de la misma forma.
2. Con un brazo detrás de la nuca, recorrer cada cuadrante del pecho con la
mano contraria utilizando las yemas de los dedos y en movimientos
circulares. Imaginar que la mama está dividida en cuatro cuadrantes que se unen en
el pezón y empezar por la parte externa hacia el interior, en líneas horizontales y
verticales. Finalmente presionar el pezón para comprobar que no hay ningún tipo de
secreción.
Si se encuentra un bulto o anomalía durante la autoexploración, antes de acudir a la
consulta, es muy importante facilitar el diagnóstico pensando algunas preguntas antes de
acudir a la consulta con el ginecólogo, como por ejemplo: ¿en qué fase del ciclo
menstrual estoy?, ¿el bulto apareció antes de la regla o después? o ¿ya me lo había
notado en otras ocasiones?
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
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Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
07. Diagnóstico
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
07diagnóstico
17
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
07diagnóstico
18
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
07diagnóstico
19
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
- Antecedentes familiares: las mujeres con antecedentes directos de cáncer de
mama, es decir, una madre, una abuela o una hija que ha sufrido la enfermedad, tiene
más posibilidades de contraerla. El riesgo aumenta cuando el número de familiares
directos que han padecido cáncer de mama es superior a tres.
En estos casos se recomienda realizar un estudio genético:
El diagnóstico genético de cáncer de mama es una innovadora prueba que
analiza los genes cuya mutación está asociada con más frecuencia a los cánceres
hereditarios: los genes BRCA1 y BRCA2 y otros genes. Cuando estos genes presentan
anomalías, tanto el cáncer de mama como el cáncer de ovario incrementan
sustancialmente la probabilidad de desarrollo y es necesario realizar un seguimiento de
alto riesgo y valorar con el ginecólogo la carga familiar de cáncer de mama y la
posibilidad de cirugías pro�lácticas (quitar los ovarios o las mamas para evitar la
aparición de cáncer). Las pruebas genéticas de los genes relacionados con el cáncer de mama no forman parte
de la batería estándar de estudios, sino que pueden ser solicitados como análisis
complementarios cuando la historia familiar sugiere una tendencia a desarrollar cáncer
de mama. Se trata de un sencillo estudio que solo requiere de una muestra de sangre, o
bien de una muestra de células bucales.
- Obesidad durante la menopausia.
- Radioterapia en la pared costal (y por ende en la mama) durante la infancia o
adolescencia
- Dieta: realizar actividad física regular y evitar las grasas y aumentar el consumo de
�bra reducen el riesgo de padecer cáncer de mama y otros cánceres . Se recomienda
mantener una dieta equilibrada que incluya fruta, verduras y cereales.
- Consumo de tabaco: aunque no hay evidencia aun de la relación entre el tabaco
y el cáncer de mama, el consumo de tabaco aumenta el riesgo de desarrollar muchos
cánceres malignos, por lo que dejar de fumar es una recomendación general de
prevención del cáncer.
- Consumo de alcohol: consumir alcohol de constante aumenta el riesgo de cáncer
de mama. Se recomienda moderar o eliminar su consumo.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
07diagnóstico
20
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Se desconoce el origen exacto del cáncer de mama. Sin embargo, existen algunos
factores que se relacionan con un mayor riesgo de aparición:
- Sexo: ser mujer es el factor de riesgo más importante. Las glándulas mamarias
femeninas están sometidas al estímulo de las hormonas, lo que aumenta el riesgo. Existe
el cáncer de mama masculino pero su incidencia es muy baja: 100 veces menor que en
la mujer.
- Edad: el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la edad, apareciendo en la
mayoría de los casos en mujeres mayores de 50 años. Sólo un 10% de los diagnósticos
se realizan en mujeres menores de 40 años.
- Factores hormonales: las mujeres que han tenido más ciclos menstruales (y con
ello más exposición a las hormonas femeninas) debido a que tuvieron su primera regla
antes de los 12 años y/o que alcanzaron la menopausia después de los 55 años tienen
un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de seno. Por la misma razón, también
tienen un riesgo ligeramente más elevado las mujeres que no han tenido hijos o que los
han tenido después de los 35 años.
- Anticonceptivos: el uso de anticonceptivos orales parece aumentar levemente el
riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero solo durante un período limitado.
- Tratamiento hormonal: los tratamientos hormonales de larga duración para
paliar los efectos de la menopausia están desaconsejados.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
08tratamiento
21
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
08. Tratamiento
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
08tratamiento
22
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
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8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
08tratamiento
24
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
08tratamiento
25
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
08tratamiento
26
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
08tratamiento
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
27
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
08tratamiento
28
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
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8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
08tratamiento
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
30
Las pruebas aportan información muy valiosa al especialista para el diagnóstico, ya que
permiten distinguir la existencia de lesiones en las mamas, su tamaño y localización, y
valorar signos sospechosos de que la lesión sea maligna.
7.1. Diagnóstico por imagen
7.1.1 Mamografía: es la exploración más e�caz para detectar precozmente
los tumores malignos de mama. Es una radiografía especial de las mamas con muy baja
dosis de radiación que es analizada por un radiólogo especialista en imágenes de
mama.
Si la imagen observada en la mamografía es compatible con una lesión benigna lo más
probable es que se recomiende repetirla a los 4 a 6 meses.
Si se detecta una imagen sospechosa de malignidad, el médico solicitará otras pruebas
de imagen adicionales para conocer la naturaleza de la lesión (ecografía, resonancia
nuclear magnética) y/o la realización de biopsia.
La mamografía digital directa capta imágenes con mayor resolución que la
mamografía convencional, lo que permite detectar lesiones en fases tempranas y reducir
la radiación.
Existen dos tipos de mamografía:
1. La mamografía de cribado (screening en inglés) que se realiza en mujeres sin
síntomas, y permite la detección de cáncer de mama en fases muy tempranas de su
desarrollo.
2. La mamografía diagnóstica se realiza en mujeres con síntomas de patología de
la mama, cuando se palpa un nódulo, o cuando la mamografía de cribado no es normal.
La mamografía diagnóstica lleva más tiempo que la de cribado, ya que se realizan
radiografías en distintas posiciones para estudiar adecuadamente la posible lesión.
Limitaciones
La precisión de la mamografía en el diagnóstico depende del tipo de lesión, de la
estructura de la mama y de la localización. La mamografía tiene limitaciones en el
diagnostico cuando la estructura es muy ¬�brosa, en edades jóvenes o en situaciones
post-gestacionales en las que la lesión puede tener una densidad similar a la estructura
de la mama.
El hecho de no aparecer signos de malignidad en una mamografía no excluye que no lo
presente en el 100% de los casos. Por ello es necesario realizar controles periódicos para
comparar y poder valorar cambios respecto a las mamografías anteriores que sugieran
la existencia de una transformación maligna, que habrá que comprobar mediante
biopsia y análisis histológico de los tejidos.
Precauciones
No es conveniente realizar mamografías de screening en mujeres embarazadas o con
sospecha de embarazo por el posible impacto negativo en el desarrollo del feto. Por ello,
cuando exista un retraso en la menstruación y/o se tenga sospecha de una posible
gestación, se debe aclarar esta duda antes de realizar la mamografía.
Si la paciente posee implantes mamarios puede realizarse la mamografía pero debe
informar a su técnico o radiólogo de la existencia de implantes para utilizar, en caso de
ser necesario, técnicas radiológicas especiales.
Por otro lado, los implantes mamarios muestran una sombra en la mamografía que
puede esconder pequeños tumores, por lo que pueden ser necesarias técnicas de
desplazamiento manual de las prótesis y la realización de proyecciones radiológicas
complementarias que ayuden al diagnóstico �nal.
La protección del tiroides no es necesaria, ya que con la mamografía no se radia
directamente la glándula tiroides, por lo que no supone ningún bene�cio en la
prevención del cáncer de tiroides y puede comprometer el diagnóstico.
7.1.2. Ecografía mamaria con sondas de alta resolución para
complementar el diagnóstico por mamografía, que permite realizar biopsias y punciones
guiadas para avanzar en el diagnóstico del tumor y poder dirigir mejor el tratamiento.
La ecografía se utiliza como método complementario y no de primera elección en el
cribado porque no permite detectar las microcalci�caciones iniciales tan fácilmente como
la mamografía, por lo que no es tan efectiva para detectar los primeros signos del cáncer
y conseguir un diagnóstico precoz. La ecografía es la prueba de elección (gold standard)
ante el hallazgo de un nódulo en mujeres menores de 35 años. 7.1.3 Mesa de estereotaxia: tecnología muy avanzada que permite
localizar de forma tridimensional tumores no palpables o microcalci�caciones
detectadas por mamografía. Una vez localizadas, podemos dirigir de forma muy precisa
las biopsias o marcar las lesiones para extirparlas en el quirófano con la mínima
resección de tejido sano alrededor.
7.2. Biopsia y diagnóstico de laboratorio
La biopsia es la única manera de diagnosticar la presencia real de un cáncer, lo que se
denomina diagnóstico de con�rmación. Consiste en extraer una muestra de tejido del
área sospechosa para que sea examinada en el laboratorio por un médico especialista
en anatomía patológica, que con�rma la naturaleza de las lesiones, lo que determinará
el tratamiento a realizar.
Hay varios tipos de biopsias, como la biopsia por aspiración con aguja �na, la biopsia
por punción con aguja gruesa (“tru-cut”), la biopsia asistida por vacío y la biopsia
quirúrgica. Cada tipo de biopsia tiene ventajas y desventajas y la elección de cuál se va
a utilizar depende de cada caso y lesión especí�camente (tipo, tamaño, localización,
número de lesiones, situación clínica, etc.).
Una vez obtenida la muestra de tejido por biopsia, se realiza el diagnóstico
histopatológico en el laboratorio, pudiendo realizarse distintos procedimientos:
7.2.1. Anatomía patológica: diagnóstico del tipo de tumor mediante el
análisis de los tejidos obtenidos por las biopsias.
7.2.2. Inmunohistoquímica: procedimiento especial que permite
determinar si las células del tumor tienen receptores en su super�cie para algunos
factores pronósticos (hormonas, Her2, etc.), que son de suma importancia para el
tratamiento y el pronóstico del cáncer de mama.
7.2.3. Análisis del ganglio centinela mediante OSNA: técnica que
permite el análisis intraoperatorio en 30 minutos del ganglio centinela (primer ganglio
linfático sobre el que drena la mama y que es habitualmente el primero en
comprometerse por las células tumorales malignas) en pacientes con cáncer de mama.
La novedad de este sistema permite analizar los ganglios centinela durante el
procedimiento quirúrgico, evitando que la paciente deba volver a someterse a una nueva
cirugía para realizar el vaciamiento axilar si el análisis intraoperatorio diera negativo.
7.2.4. Diagnóstico genético del cáncer de mama: es una prueba
especí�ca para pacientes con antecedentes familiares de cáncer de mama, en la que se
analiza la existencia de mutaciones en los genes más frecuentemente relacionados con
el cáncer de mama hereditario (genes BRCA 1 y BRCA 2).
7.2.5. MammaPrint: es un estudio molecular del tumor que permite
determinar qué riesgo tiene de volver a aparecer en los diez años posteriores al
diagnóstico y, con ello, optimizar los controles de seguimiento necesarios y el
tratamiento, ya que permite también predecir qué pacientes pueden bene�ciarse de la
quimioterapia en algunos tipos de cáncer de mama.
08tratamiento
31
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
08tratamiento
32
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
09ayuda psicológica
33
La reacción ante el diagnóstico en primer lugar es incredulidad, anestesia emocional y
shock. Una vez superado el shock inicial, sentir miedo, ansiedad o estar deprimida es
normal. Los sentimientos de tristeza suelen estar relacionados no solo con la enfermedad
sino también con el abandono de la actividad cotidiana.
Otros sentimientos comunes entre las pacientes de cáncer de mama son la tensión, la
ansiedad, la angustia, la inquietud y las di�cultades para dormir debido al miedo y la
incertidumbre. El primer paso para superarlo es hablar de ello.
La actitud de la paciente es primordial para superar los cambios a los que se enfrenta.
Para ello no es necesario hacerse la fuerte ni prohibirse estar triste. Pasar por momentos
de desánimo no afectará a la evolución de la enfermedad pero afrontarla de manera
positiva hará el proceso un poco menos duro. También es importante que la paciente
busque gente en la que pueda encontrar apoyo y tener con ellos una buena capacidad
comunicativa, esto le ayudará a afrontar mejor la enfermedad y los tratamientos.
Es normal que unos días antes de la revisión se sienta mayor preocupación o
intranquilidad. Lo más importante es hacer frente al miedo y evitar que la enfermedad se
convierta en el centro de la vida de la paciente. Si tiene cualquier pregunta sobre
elcáncer no debe dudar en preguntar a su médico. Tener información le ayudará a
comprender mejor la enfermedad y le dará seguridad para hacerle frente.
Por ello, es muy importante cuidarse y afrontar la enfermedad y los cambios que
conlleva con valentía y positivismo para poder adaptarse a la nueva imagen y continuar
con su vida cotidiana. Algunas de las siguientes recomendaciones pueden ser de gran
utilidad:
- Valorar los aspectos personales y las cualidades propias, y no dejarse llevar por lo
meramente físico. Al �n y al cabo, la mayoría de estos cambios son temporales.
- No esconder cicatrices ni negarse a verlas, es de gran ayuda acostumbrarse a la nueva
imagen. Dedicar unos minutos a mirase el pecho contribuirá a disminuir el malestar.
- Potenciar las partes del cuerpo con las que la paciente se siente más cómoda para
ensalzarlas. Cuidar la piel, el pelo, las uñas, etc.
- Contactar con otras mujeres que han pasado por lo mismo es una gran ventaja a la
hora de afrontar la situación. Compartir experiencias, emociones y saber qué les ha
ayudado a ellas.
Recurrir a ayuda psicológica contribuirá a buscar estrategias para afrontar mejor las
situaciones a las que se enfrenta la paciente. Esperar sentirse desbordada no es
aconsejable, existen profesionales especializados en los casos de cáncer que conocen
todo el proceso de la enfermedad y ayudarán a la paciente desde el inicio a afrontar las
cosas de una manera positiva y a sobrellevar la enfermedad lo mejor posible.
9.1. Vida sexual
Algunas mujeres experimentan cambios en su vida sexual debido a los efectos
provocados por la quimioterapia o los tratamientos hormonales. Algunas de estas
consecuencias son:
- Amenorrea o supresión de la menstruación
- Sofocos
- Cambios de sueño
- Sequedad vaginal
- Alteraciones emocionales
- Pérdida de elasticidad vaginal
- Dolor en el coito
- Disminución de la capacidad de llegar al orgasmo
- Cansancio
- Pérdida de deseo sexual debido al malestar general que genera la enfermedad
- Deterioro en la autoestima y sentimiento de pérdida de atractivo físico
Para recuperar una vida sexual placentera y sana la comunicación con la pareja es
fundamental. Es importante también buscar nuevas formas de proporcionar y recibir
placer. Por ejemplo, la utilización de cremas hidratantes, lubricantes y otros métodos de
excitación pueden hacerlo más fácil. Existen también fármacos para mejorar los
síntomas como los sofocos o la falta de sueño.
Una comunicación abierta sobre los miedos y preocupaciones de ambos miembros de la
pareja evitará que el sexo se convierta en un tema tabú. Hablar de ello reforzará la
con�anza y facilitará relaciones más satisfactorias.
9.2. Hablar con los hijos
Hablar con los hijos de la enfermedad es otro de los aspectos que más preocupa a las
mujeres con cáncer de mama. Ocultar la enfermedad no supone un método de
protección y el apoyo de los hijos y el resto de familiares y amigos puede ser
determinante a la hora de superar todo el proceso.
En el caso de los hijos menores es importante hacerse entender sin dar demasiados
detalles que no comprendan. Ofrecerles información veraz pero sencilla es la clave,
desde el principio. Así como permitir que hagan preguntas y resuelvan todas las dudas
que les puede suponer la enfermedad.
Si tus hijos te hacen alguna pregunta y no sabes la respuesta o tienes alguna duda al
respecto, puedes decirles que lo preguntarás a los médicos que te están ayudando y así
el resultado de la respuesta lo vais a poder conocer conjuntamente.
Dependiendo de su edad, necesitarán más información. Sin embargo, es importante
facilitarles una información mínima que les ayude a enfrentarse a la situación:
- Dónde se encuentra el cáncer. - Qué tratamiento va a recibir la paciente.
- Cómo va a afectar la enfermedad a las rutinas familiares.
Independientemente de su edad, es importante que transmitas a tus hijos:
- Que estás dispuesta a hablar con ellos en el momento que quieran para poder
explicarles lo que necesiten saber.
- Comentarles que si tienen alguna duda o preocupación sobre algo que le hayan
dicho sus amigos o sobre la información que ellos hayan encontrado, pueden
hablarlo abiertamente contigo.
Existen, además, cuentos especializados para que los hijos de mujeres con cáncer de
mama comprendan la enfermedad y lo que supone para su madre. Este puede ser un
buen método para hacérselo entender con facilidad.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
09. Ayuda psicológica
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
La reacción ante el diagnóstico en primer lugar es incredulidad, anestesia emocional y
shock. Una vez superado el shock inicial, sentir miedo, ansiedad o estar deprimida es
normal. Los sentimientos de tristeza suelen estar relacionados no solo con la enfermedad
sino también con el abandono de la actividad cotidiana.
Otros sentimientos comunes entre las pacientes de cáncer de mama son la tensión, la
ansiedad, la angustia, la inquietud y las di�cultades para dormir debido al miedo y la
incertidumbre. El primer paso para superarlo es hablar de ello.
La actitud de la paciente es primordial para superar los cambios a los que se enfrenta.
Para ello no es necesario hacerse la fuerte ni prohibirse estar triste. Pasar por momentos
de desánimo no afectará a la evolución de la enfermedad pero afrontarla de manera
positiva hará el proceso un poco menos duro. También es importante que la paciente
busque gente en la que pueda encontrar apoyo y tener con ellos una buena capacidad
comunicativa, esto le ayudará a afrontar mejor la enfermedad y los tratamientos.
Es normal que unos días antes de la revisión se sienta mayor preocupación o
intranquilidad. Lo más importante es hacer frente al miedo y evitar que la enfermedad se
convierta en el centro de la vida de la paciente. Si tiene cualquier pregunta sobre
elcáncer no debe dudar en preguntar a su médico. Tener información le ayudará a
comprender mejor la enfermedad y le dará seguridad para hacerle frente.
Por ello, es muy importante cuidarse y afrontar la enfermedad y los cambios que
conlleva con valentía y positivismo para poder adaptarse a la nueva imagen y continuar
con su vida cotidiana. Algunas de las siguientes recomendaciones pueden ser de gran
utilidad:
09ayuda psicológica
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- Valorar los aspectos personales y las cualidades propias, y no dejarse llevar por lo
meramente físico. Al �n y al cabo, la mayoría de estos cambios son temporales.
- No esconder cicatrices ni negarse a verlas, es de gran ayuda acostumbrarse a la nueva
imagen. Dedicar unos minutos a mirase el pecho contribuirá a disminuir el malestar.
- Potenciar las partes del cuerpo con las que la paciente se siente más cómoda para
ensalzarlas. Cuidar la piel, el pelo, las uñas, etc.
- Contactar con otras mujeres que han pasado por lo mismo es una gran ventaja a la
hora de afrontar la situación. Compartir experiencias, emociones y saber qué les ha
ayudado a ellas.
Recurrir a ayuda psicológica contribuirá a buscar estrategias para afrontar mejor las
situaciones a las que se enfrenta la paciente. Esperar sentirse desbordada no es
aconsejable, existen profesionales especializados en los casos de cáncer que conocen
todo el proceso de la enfermedad y ayudarán a la paciente desde el inicio a afrontar las
cosas de una manera positiva y a sobrellevar la enfermedad lo mejor posible.
9.1. Vida sexual
Algunas mujeres experimentan cambios en su vida sexual debido a los efectos
provocados por la quimioterapia o los tratamientos hormonales. Algunas de estas
consecuencias son:
- Amenorrea o supresión de la menstruación
- Sofocos
- Cambios de sueño
- Sequedad vaginal
- Alteraciones emocionales
- Pérdida de elasticidad vaginal
- Dolor en el coito
- Disminución de la capacidad de llegar al orgasmo
- Cansancio
- Pérdida de deseo sexual debido al malestar general que genera la enfermedad
- Deterioro en la autoestima y sentimiento de pérdida de atractivo físico
Para recuperar una vida sexual placentera y sana la comunicación con la pareja es
fundamental. Es importante también buscar nuevas formas de proporcionar y recibir
placer. Por ejemplo, la utilización de cremas hidratantes, lubricantes y otros métodos de
excitación pueden hacerlo más fácil. Existen también fármacos para mejorar los
síntomas como los sofocos o la falta de sueño.
Una comunicación abierta sobre los miedos y preocupaciones de ambos miembros de la
pareja evitará que el sexo se convierta en un tema tabú. Hablar de ello reforzará la
con�anza y facilitará relaciones más satisfactorias.
9.2. Hablar con los hijos
Hablar con los hijos de la enfermedad es otro de los aspectos que más preocupa a las
mujeres con cáncer de mama. Ocultar la enfermedad no supone un método de
protección y el apoyo de los hijos y el resto de familiares y amigos puede ser
determinante a la hora de superar todo el proceso.
En el caso de los hijos menores es importante hacerse entender sin dar demasiados
detalles que no comprendan. Ofrecerles información veraz pero sencilla es la clave,
desde el principio. Así como permitir que hagan preguntas y resuelvan todas las dudas
que les puede suponer la enfermedad.
Si tus hijos te hacen alguna pregunta y no sabes la respuesta o tienes alguna duda al
respecto, puedes decirles que lo preguntarás a los médicos que te están ayudando y así
el resultado de la respuesta lo vais a poder conocer conjuntamente.
Dependiendo de su edad, necesitarán más información. Sin embargo, es importante
facilitarles una información mínima que les ayude a enfrentarse a la situación:
- Dónde se encuentra el cáncer. - Qué tratamiento va a recibir la paciente.
- Cómo va a afectar la enfermedad a las rutinas familiares.
Independientemente de su edad, es importante que transmitas a tus hijos:
- Que estás dispuesta a hablar con ellos en el momento que quieran para poder
explicarles lo que necesiten saber.
- Comentarles que si tienen alguna duda o preocupación sobre algo que le hayan
dicho sus amigos o sobre la información que ellos hayan encontrado, pueden
hablarlo abiertamente contigo.
Existen, además, cuentos especializados para que los hijos de mujeres con cáncer de
mama comprendan la enfermedad y lo que supone para su madre. Este puede ser un
buen método para hacérselo entender con facilidad.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
La reacción ante el diagnóstico en primer lugar es incredulidad, anestesia emocional y
shock. Una vez superado el shock inicial, sentir miedo, ansiedad o estar deprimida es
normal. Los sentimientos de tristeza suelen estar relacionados no solo con la enfermedad
sino también con el abandono de la actividad cotidiana.
Otros sentimientos comunes entre las pacientes de cáncer de mama son la tensión, la
ansiedad, la angustia, la inquietud y las di�cultades para dormir debido al miedo y la
incertidumbre. El primer paso para superarlo es hablar de ello.
La actitud de la paciente es primordial para superar los cambios a los que se enfrenta.
Para ello no es necesario hacerse la fuerte ni prohibirse estar triste. Pasar por momentos
de desánimo no afectará a la evolución de la enfermedad pero afrontarla de manera
positiva hará el proceso un poco menos duro. También es importante que la paciente
busque gente en la que pueda encontrar apoyo y tener con ellos una buena capacidad
comunicativa, esto le ayudará a afrontar mejor la enfermedad y los tratamientos.
Es normal que unos días antes de la revisión se sienta mayor preocupación o
intranquilidad. Lo más importante es hacer frente al miedo y evitar que la enfermedad se
convierta en el centro de la vida de la paciente. Si tiene cualquier pregunta sobre
elcáncer no debe dudar en preguntar a su médico. Tener información le ayudará a
comprender mejor la enfermedad y le dará seguridad para hacerle frente.
Por ello, es muy importante cuidarse y afrontar la enfermedad y los cambios que
conlleva con valentía y positivismo para poder adaptarse a la nueva imagen y continuar
con su vida cotidiana. Algunas de las siguientes recomendaciones pueden ser de gran
utilidad:
- Valorar los aspectos personales y las cualidades propias, y no dejarse llevar por lo
meramente físico. Al �n y al cabo, la mayoría de estos cambios son temporales.
- No esconder cicatrices ni negarse a verlas, es de gran ayuda acostumbrarse a la nueva
imagen. Dedicar unos minutos a mirase el pecho contribuirá a disminuir el malestar.
- Potenciar las partes del cuerpo con las que la paciente se siente más cómoda para
ensalzarlas. Cuidar la piel, el pelo, las uñas, etc.
- Contactar con otras mujeres que han pasado por lo mismo es una gran ventaja a la
hora de afrontar la situación. Compartir experiencias, emociones y saber qué les ha
ayudado a ellas.
Recurrir a ayuda psicológica contribuirá a buscar estrategias para afrontar mejor las
situaciones a las que se enfrenta la paciente. Esperar sentirse desbordada no es
aconsejable, existen profesionales especializados en los casos de cáncer que conocen
todo el proceso de la enfermedad y ayudarán a la paciente desde el inicio a afrontar las
cosas de una manera positiva y a sobrellevar la enfermedad lo mejor posible.
09ayuda psicológica
35
9.1. Vida sexual
Algunas mujeres experimentan cambios en su vida sexual debido a los efectos
provocados por la quimioterapia o los tratamientos hormonales. Algunas de estas
consecuencias son:
- Amenorrea o supresión de la menstruación
- Sofocos
- Cambios de sueño
- Sequedad vaginal
- Alteraciones emocionales
- Pérdida de elasticidad vaginal
- Dolor en el coito
- Disminución de la capacidad de llegar al orgasmo
- Cansancio
- Pérdida de deseo sexual debido al malestar general que genera la enfermedad
- Deterioro en la autoestima y sentimiento de pérdida de atractivo físico
Para recuperar una vida sexual placentera y sana la comunicación con la pareja es
fundamental. Es importante también buscar nuevas formas de proporcionar y recibir
placer. Por ejemplo, la utilización de cremas hidratantes, lubricantes y otros métodos de
excitación pueden hacerlo más fácil. Existen también fármacos para mejorar los
síntomas como los sofocos o la falta de sueño.
Una comunicación abierta sobre los miedos y preocupaciones de ambos miembros de la
pareja evitará que el sexo se convierta en un tema tabú. Hablar de ello reforzará la
con�anza y facilitará relaciones más satisfactorias.
9.2. Hablar con los hijos
Hablar con los hijos de la enfermedad es otro de los aspectos que más preocupa a las
mujeres con cáncer de mama. Ocultar la enfermedad no supone un método de
protección y el apoyo de los hijos y el resto de familiares y amigos puede ser
determinante a la hora de superar todo el proceso.
En el caso de los hijos menores es importante hacerse entender sin dar demasiados
detalles que no comprendan. Ofrecerles información veraz pero sencilla es la clave,
desde el principio. Así como permitir que hagan preguntas y resuelvan todas las dudas
que les puede suponer la enfermedad.
Si tus hijos te hacen alguna pregunta y no sabes la respuesta o tienes alguna duda al
respecto, puedes decirles que lo preguntarás a los médicos que te están ayudando y así
el resultado de la respuesta lo vais a poder conocer conjuntamente.
Dependiendo de su edad, necesitarán más información. Sin embargo, es importante
facilitarles una información mínima que les ayude a enfrentarse a la situación:
- Dónde se encuentra el cáncer. - Qué tratamiento va a recibir la paciente.
- Cómo va a afectar la enfermedad a las rutinas familiares.
Independientemente de su edad, es importante que transmitas a tus hijos:
- Que estás dispuesta a hablar con ellos en el momento que quieran para poder
explicarles lo que necesiten saber.
- Comentarles que si tienen alguna duda o preocupación sobre algo que le hayan
dicho sus amigos o sobre la información que ellos hayan encontrado, pueden
hablarlo abiertamente contigo.
Existen, además, cuentos especializados para que los hijos de mujeres con cáncer de
mama comprendan la enfermedad y lo que supone para su madre. Este puede ser un
buen método para hacérselo entender con facilidad.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
La reacción ante el diagnóstico en primer lugar es incredulidad, anestesia emocional y
shock. Una vez superado el shock inicial, sentir miedo, ansiedad o estar deprimida es
normal. Los sentimientos de tristeza suelen estar relacionados no solo con la enfermedad
sino también con el abandono de la actividad cotidiana.
Otros sentimientos comunes entre las pacientes de cáncer de mama son la tensión, la
ansiedad, la angustia, la inquietud y las di�cultades para dormir debido al miedo y la
incertidumbre. El primer paso para superarlo es hablar de ello.
La actitud de la paciente es primordial para superar los cambios a los que se enfrenta.
Para ello no es necesario hacerse la fuerte ni prohibirse estar triste. Pasar por momentos
de desánimo no afectará a la evolución de la enfermedad pero afrontarla de manera
positiva hará el proceso un poco menos duro. También es importante que la paciente
busque gente en la que pueda encontrar apoyo y tener con ellos una buena capacidad
comunicativa, esto le ayudará a afrontar mejor la enfermedad y los tratamientos.
Es normal que unos días antes de la revisión se sienta mayor preocupación o
intranquilidad. Lo más importante es hacer frente al miedo y evitar que la enfermedad se
convierta en el centro de la vida de la paciente. Si tiene cualquier pregunta sobre
elcáncer no debe dudar en preguntar a su médico. Tener información le ayudará a
comprender mejor la enfermedad y le dará seguridad para hacerle frente.
Por ello, es muy importante cuidarse y afrontar la enfermedad y los cambios que
conlleva con valentía y positivismo para poder adaptarse a la nueva imagen y continuar
con su vida cotidiana. Algunas de las siguientes recomendaciones pueden ser de gran
utilidad:
- Valorar los aspectos personales y las cualidades propias, y no dejarse llevar por lo
meramente físico. Al �n y al cabo, la mayoría de estos cambios son temporales.
- No esconder cicatrices ni negarse a verlas, es de gran ayuda acostumbrarse a la nueva
imagen. Dedicar unos minutos a mirase el pecho contribuirá a disminuir el malestar.
- Potenciar las partes del cuerpo con las que la paciente se siente más cómoda para
ensalzarlas. Cuidar la piel, el pelo, las uñas, etc.
- Contactar con otras mujeres que han pasado por lo mismo es una gran ventaja a la
hora de afrontar la situación. Compartir experiencias, emociones y saber qué les ha
ayudado a ellas.
Recurrir a ayuda psicológica contribuirá a buscar estrategias para afrontar mejor las
situaciones a las que se enfrenta la paciente. Esperar sentirse desbordada no es
aconsejable, existen profesionales especializados en los casos de cáncer que conocen
todo el proceso de la enfermedad y ayudarán a la paciente desde el inicio a afrontar las
cosas de una manera positiva y a sobrellevar la enfermedad lo mejor posible.
9.1. Vida sexual
Algunas mujeres experimentan cambios en su vida sexual debido a los efectos
provocados por la quimioterapia o los tratamientos hormonales. Algunas de estas
consecuencias son:
- Amenorrea o supresión de la menstruación
- Sofocos
- Cambios de sueño
- Sequedad vaginal
- Alteraciones emocionales
- Pérdida de elasticidad vaginal
- Dolor en el coito
- Disminución de la capacidad de llegar al orgasmo
- Cansancio
- Pérdida de deseo sexual debido al malestar general que genera la enfermedad
- Deterioro en la autoestima y sentimiento de pérdida de atractivo físico
Para recuperar una vida sexual placentera y sana la comunicación con la pareja es
fundamental. Es importante también buscar nuevas formas de proporcionar y recibir
placer. Por ejemplo, la utilización de cremas hidratantes, lubricantes y otros métodos de
excitación pueden hacerlo más fácil. Existen también fármacos para mejorar los
síntomas como los sofocos o la falta de sueño.
Una comunicación abierta sobre los miedos y preocupaciones de ambos miembros de la
pareja evitará que el sexo se convierta en un tema tabú. Hablar de ello reforzará la
con�anza y facilitará relaciones más satisfactorias.
09ayuda psicológica
36
9.2. Hablar con los hijos
Hablar con los hijos de la enfermedad es otro de los aspectos que más preocupa a las
mujeres con cáncer de mama. Ocultar la enfermedad no supone un método de
protección y el apoyo de los hijos y el resto de familiares y amigos puede ser
determinante a la hora de superar todo el proceso.
En el caso de los hijos menores es importante hacerse entender sin dar demasiados
detalles que no comprendan. Ofrecerles información veraz pero sencilla es la clave,
desde el principio. Así como permitir que hagan preguntas y resuelvan todas las dudas
que les puede suponer la enfermedad.
Si tus hijos te hacen alguna pregunta y no sabes la respuesta o tienes alguna duda al
respecto, puedes decirles que lo preguntarás a los médicos que te están ayudando y así
el resultado de la respuesta lo vais a poder conocer conjuntamente.
Dependiendo de su edad, necesitarán más información. Sin embargo, es importante
facilitarles una información mínima que les ayude a enfrentarse a la situación:
- Dónde se encuentra el cáncer. - Qué tratamiento va a recibir la paciente.
- Cómo va a afectar la enfermedad a las rutinas familiares.
Independientemente de su edad, es importante que transmitas a tus hijos:
- Que estás dispuesta a hablar con ellos en el momento que quieran para poder
explicarles lo que necesiten saber.
- Comentarles que si tienen alguna duda o preocupación sobre algo que le hayan
dicho sus amigos o sobre la información que ellos hayan encontrado, pueden
hablarlo abiertamente contigo.
Existen, además, cuentos especializados para que los hijos de mujeres con cáncer de
mama comprendan la enfermedad y lo que supone para su madre. Este puede ser un
buen método para hacérselo entender con facilidad.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
La reacción ante el diagnóstico en primer lugar es incredulidad, anestesia emocional y
shock. Una vez superado el shock inicial, sentir miedo, ansiedad o estar deprimida es
normal. Los sentimientos de tristeza suelen estar relacionados no solo con la enfermedad
sino también con el abandono de la actividad cotidiana.
Otros sentimientos comunes entre las pacientes de cáncer de mama son la tensión, la
ansiedad, la angustia, la inquietud y las di�cultades para dormir debido al miedo y la
incertidumbre. El primer paso para superarlo es hablar de ello.
La actitud de la paciente es primordial para superar los cambios a los que se enfrenta.
Para ello no es necesario hacerse la fuerte ni prohibirse estar triste. Pasar por momentos
de desánimo no afectará a la evolución de la enfermedad pero afrontarla de manera
positiva hará el proceso un poco menos duro. También es importante que la paciente
busque gente en la que pueda encontrar apoyo y tener con ellos una buena capacidad
comunicativa, esto le ayudará a afrontar mejor la enfermedad y los tratamientos.
Es normal que unos días antes de la revisión se sienta mayor preocupación o
intranquilidad. Lo más importante es hacer frente al miedo y evitar que la enfermedad se
convierta en el centro de la vida de la paciente. Si tiene cualquier pregunta sobre
elcáncer no debe dudar en preguntar a su médico. Tener información le ayudará a
comprender mejor la enfermedad y le dará seguridad para hacerle frente.
Por ello, es muy importante cuidarse y afrontar la enfermedad y los cambios que
conlleva con valentía y positivismo para poder adaptarse a la nueva imagen y continuar
con su vida cotidiana. Algunas de las siguientes recomendaciones pueden ser de gran
utilidad:
- Valorar los aspectos personales y las cualidades propias, y no dejarse llevar por lo
meramente físico. Al �n y al cabo, la mayoría de estos cambios son temporales.
- No esconder cicatrices ni negarse a verlas, es de gran ayuda acostumbrarse a la nueva
imagen. Dedicar unos minutos a mirase el pecho contribuirá a disminuir el malestar.
- Potenciar las partes del cuerpo con las que la paciente se siente más cómoda para
ensalzarlas. Cuidar la piel, el pelo, las uñas, etc.
- Contactar con otras mujeres que han pasado por lo mismo es una gran ventaja a la
hora de afrontar la situación. Compartir experiencias, emociones y saber qué les ha
ayudado a ellas.
Recurrir a ayuda psicológica contribuirá a buscar estrategias para afrontar mejor las
situaciones a las que se enfrenta la paciente. Esperar sentirse desbordada no es
aconsejable, existen profesionales especializados en los casos de cáncer que conocen
todo el proceso de la enfermedad y ayudarán a la paciente desde el inicio a afrontar las
cosas de una manera positiva y a sobrellevar la enfermedad lo mejor posible.
9.1. Vida sexual
Algunas mujeres experimentan cambios en su vida sexual debido a los efectos
provocados por la quimioterapia o los tratamientos hormonales. Algunas de estas
consecuencias son:
- Amenorrea o supresión de la menstruación
- Sofocos
- Cambios de sueño
- Sequedad vaginal
- Alteraciones emocionales
- Pérdida de elasticidad vaginal
- Dolor en el coito
- Disminución de la capacidad de llegar al orgasmo
- Cansancio
- Pérdida de deseo sexual debido al malestar general que genera la enfermedad
- Deterioro en la autoestima y sentimiento de pérdida de atractivo físico
Para recuperar una vida sexual placentera y sana la comunicación con la pareja es
fundamental. Es importante también buscar nuevas formas de proporcionar y recibir
placer. Por ejemplo, la utilización de cremas hidratantes, lubricantes y otros métodos de
excitación pueden hacerlo más fácil. Existen también fármacos para mejorar los
síntomas como los sofocos o la falta de sueño.
Una comunicación abierta sobre los miedos y preocupaciones de ambos miembros de la
pareja evitará que el sexo se convierta en un tema tabú. Hablar de ello reforzará la
con�anza y facilitará relaciones más satisfactorias.
09
9.2. Hablar con los hijos
Hablar con los hijos de la enfermedad es otro de los aspectos que más preocupa a las
mujeres con cáncer de mama. Ocultar la enfermedad no supone un método de
protección y el apoyo de los hijos y el resto de familiares y amigos puede ser
determinante a la hora de superar todo el proceso.
En el caso de los hijos menores es importante hacerse entender sin dar demasiados
detalles que no comprendan. Ofrecerles información veraz pero sencilla es la clave,
desde el principio. Así como permitir que hagan preguntas y resuelvan todas las dudas
que les puede suponer la enfermedad.
Si tus hijos te hacen alguna pregunta y no sabes la respuesta o tienes alguna duda al
respecto, puedes decirles que lo preguntarás a los médicos que te están ayudando y así
el resultado de la respuesta lo vais a poder conocer conjuntamente.
Dependiendo de su edad, necesitarán más información. Sin embargo, es importante
facilitarles una información mínima que les ayude a enfrentarse a la situación:
- Dónde se encuentra el cáncer. - Qué tratamiento va a recibir la paciente.
- Cómo va a afectar la enfermedad a las rutinas familiares.
09ayuda psicológica
37
Independientemente de su edad, es importante que transmitas a tus hijos:
- Que estás dispuesta a hablar con ellos en el momento que quieran para poder
explicarles lo que necesiten saber.
- Comentarles que si tienen alguna duda o preocupación sobre algo que le hayan
dicho sus amigos o sobre la información que ellos hayan encontrado, pueden
hablarlo abiertamente contigo.
Existen, además, cuentos especializados para que los hijos de mujeres con cáncer de
mama comprendan la enfermedad y lo que supone para su madre. Este puede ser un
buen método para hacérselo entender con facilidad.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
10consejos de vida saludable
38
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
10. Consejos de vida saludable
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
10consejos de vida saludable
39
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
Estas alteraciones también provocan una mayor sensibilidad al sol por lo que es
conveniente:
- Evitar una exposición directa.
- Cubrir la piel con telas ligeras.
- Proteger la cara y manos con crema solar.
- Utilizar sombreros, gorras o pañuelos para proteger el cuero cabelludo.
Por otro lado, se debe tener especial consideración a la zona tratada con radioterapia:
- Lavar con agua tibia y jabón.
- Evitar colonias o perfumes con alcohol.
- No rascarse o rozarse con collares, cadenas, etc.
- Evitar la depilación durante el tratamiento.
8.2.2.2. Caída del pelo
Con la quimioterapia uno de los cambios físicos más frecuentes y que más afecta a la
autoestima de las pacientes de cáncer de mama es la caída del pelo.
Recordar que el pelo se recuperará cuando termine el tratamiento es una buena manera
de sentirse mejor, pero es esencial saber que cuando vuelva a crecer puede que su color
o textura sea diferente, de manera que una mujer con el pelo liso puede recuperarlo
rizado.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Para evitar que el cambio de imagen sea demasiado brusco se recomienda:
- Cortarse el pelo cuanto antes.
- Elegir la manera de cubrir el cuero cabelludo que mejor se adapte a cada paciente (pañuelo, gorros, pelucas, etc.).
- Si se utiliza peluca esta no podrá pegarse al cuero cabelludo ya que los pegamentos son perjudiciales y se debe descansar al menos 6 o 7 horas sin la peluca. - Plantearse empezar a maquillar las cejas para que al caerse el cambio no sea tan evidente.
- Utilizar gorros para dormir en los meses más fríos. - No utilizar productos para evitar la caída del cabello.
- Utilizar gafas de sol para proteger las pestañas.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10consejos de vida saludable
40
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
En la actualidad existen múltiples opciones terapéuticas para el cáncer de mama. El plan
e tratamiento se establece de forma personalizada en función del tipo de cáncer de
mama y el grado de malignidad e las células, el estadio TNM, la edad y situación
general de la paciente y su estado hormonal, si está en edad reproductiva o no, si tiene
receptores hormonales o a otros tipos de tratamiento, y, por supuesto, sus preferencias
personales. El plan terapéutico puede incluir una o más terapias especí�cas dirigidas a
tratar las células cancerosas de diferentes formas y reducir el riesgo de recurrencia del
cáncer de mama.
Además de los tratamientos estándar (el tratamiento que se usa actualmente) y hay otros
tratamientos que se encuentran en investigación en ensayos clínicos. Un ensayo clínico
es un estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u obtener
información sobre tratamientos nuevos para pacientes de cáncer.
8.1 Tipos de tratamiento El tratamiento del cáncer de mama, es multidisciplinar y distintas especialidades trabajan
juntas para combinar terapias y ofrecer a la paciente las mayores posibilidades de
curación. Presentamos aquí un resumen de los diferentes tipos de tratamiento disponibles
para las pacientes de cáncer de mama:
8.1.1. Cirugía
Este método se basa en una intervención quirúrgica que dependerá del tamaño, la
localización y la extensión del tumor, así como los posibles riesgos y particularidades de
cada caso en concreto. Según este análisis, existen varios tipos de cirugía:
• Cirugía conservadora: extirpar solo el tumor con un margen de tejido sano
alrededor y puede realizarse extirpando sólo el tumor (Tumorectomía) o extirpando todo
el cuadrante de la mama (Cuadrantectomía).
• Mastectomía: los casos más graves en los que es necesaria la extirpación completa
de la glándula mamaria.
Tanto la tumorectomía como la cuadrantectomía están consideradas como técnicas
quirúrgicas conservadoras y siempre se han de complementar con un tratamiento de
radioterapia para poder destruir las células afectadas de la mama. La elección o no de
una técnica conservadora y de la extirpación de los ganglios de la axila dependerá del
Resultado de la biopsia selectiva del ganglio centinela (OSNA).
8.1.2. Radioterapia
La radioterapia es una técnica que funciona para el tratamiento de determinados
tumores a través de radiaciones con el empleo de rayos X. Es un tratamiento que se lleva
a cabo con el �n de destruir las células cancerígenas.
La radioterapia se utiliza siempre tras el tratamiento de cirugía conservadora y puede ser
de varios tipos:
- Radioterapia externa: se caracteriza porque la radiación procede de una fuente
que se encuentra fuera del organismo. Necesita de una plani�cación o simulación
previas para de�nir diferentes parámetros que dependerán del tipo, localización y
extensión del tumor y de la anatomía de cada paciente.
- Radioterapia interna: la radiación a la que se somete a las pacientes afectadas se
lleva a cabo de forma más directa a través de un material radioactivo en la zona en la
que se sitúa el tumor (braquiterapia).
8.1.3. Quimioterapia
El objetivo de la quimioterapia pasa por destruir las células que contienen el tumor con
el objetivo de hacer que la enfermedad se reduzca o, en algunos casos, desaparezca.
Esta técnica se realiza mediante el empleo de una gran variedad de fármacos llamados
antineoplásicos o quimioterápicos.
Esta técnica de tratamiento se puede recibir bien con un solo medicamente o bien con
una combinación de dos o más, siendo la vía intravenosa la administración más
frecuente. La quimioterapia puede recibirse en dos momentos determinados:
• Como tratamiento inicial antes de la cirugía, cuando se intenta reducir el tamaño del
tumor (quimioterapia neoadyuvante).
• Después de la cirugía, para poder prevenir la aparición de metástasis (quimioterapia
adyuvante).
La quimioterapia se administra en lo que se denominan ciclos en los que alternan fases
de tratamiento con fases de descanso. Estos periodos, que pueden ser semanales,
quincenales o trimestrales, entre otros, varían en función del tipo de medicamentos que
se suministran a la paciente.
Entre los posibles efectos secundarios de este método se encuentra la infertilidad, por lo
que es recomendable que las mujeres jóvenes que quieran tener hijos y vayan a
someterse a quimioterapia recurran a técnicas de preservación de la fertilidad y
congelen ovocitos.
8.1.4. Tratamiento hormonal
La llamada también hormonoterapia se lleva a cabo mediante hormonas que actúan
sobre las células malignas de la mama, impidiendo de esta manera que se expandan
utilizando las células sanas. Gracias a este tratamiento de bloqueo, el tumor puede
disminuir de tamaño e incluso desaparecer.
En función de la edad y de la situación hormonal de la mujer, hay distintos tipos de
hormonas suministradas en este tratamiento:
• Tamoxifeno: Hormona que impide que las células cancerígenas crezcan y se
reproduzcan alrededor del organismo. Es una pastilla que se toma todos los días y el
tratamiento puede durar entre 5 y 10 años. En cualquier caso se administrará después
de la cirugía y puede ser utilizado tanto por mujeres que hayan llegado a la menopausia
como para las que todavía no lo han hecho.
• Grupo de Inhibidores de la Aromatasa: tales como el Anastrozol, Letrozol y
Exemestano, combaten las células cancerígenas a través del bloqueo de la enzima
aromatasa, la encargada de elaborar los estrógenos en las mujeres menopáusicas, por
lo que este grupo solamente se utilizará para mujeres que ya no tengan ciclo menstrual.
8.1.5. Tratamiento biológico
Una de las características de las células cancerígenas es que pueden producir una serie
de proteínas, distintas a las de las células normales, que les permiten dividirse y
proliferar más rápidamente.
Una de estas sustancias es la proteína HER2, cuyos altos niveles provoca una
sobreexpresión causando una mayor agresividad del tumor o un mayor riesgo de
recaídas posteriores. El tratamiento biológico lo que trata es de, mediante la
administración de fármacos, impedir la reproducción de esta proteína e inhibir su
impacto.
8.1.6. Reconstrucción mamaria
La reconstrucción mamaria es un procedimiento que se realiza para restablecer la
apariencia de la mama después de una mastectomía, consiguiendo una apariencia
similar a la otra mama.
Puede realizarse de manera inmediata tras la cirugía o esperar a que transcurra un
tiempo, aconsejable cuando la paciente debe someterse a un tratamiento de
radioterapia tras a cirugía.
Esta intervención no inter�ere ni retrasa el tratamiento ni modi�ca la evolución y
pronóstico de la enfermedad, pero es una intervención compleja que puede necesitar
más de una actuación para conseguir los resultados deseados.
La reconstrucción mamaria tras mastectomía puede realizarse con prótesis mamarias
(directas o expansor-prótesis), con reconstrucción autóloga (que usa tejidos musculares
o dermograsos propios) y con reconstrucción del complejo areola pezón y/o tatuaje del
mismo (que se puede realizar en el mismo tiempo quirúrgico o después).
Para muchas mujeres que han sufrido cáncer de mama, la reconstrucción mamaria les
proporciona una mayor estabilidad emocional, ya que mejora su imagen y les ayuda a
enfrentarse de una forma más positiva, contribuyendo a mantener una vida social y
sexual más activa.
Sin embargo, someterse a una reconstrucción mamaria es una opción que cada mujer
debe decidir por sí misma, recibiendo toda la información necesaria y sopesando todas
las posibilidades.
Muchas mujeres pre�eren utilizar prótesis externas que se colocan en el sujetador
para ayudar a recuperar el aspecto anterior a la operación y reequilibrar la
descompensación de peso que se produce por la extirpación de la mama. Normalmente
están hechas de silicona y se adaptan a cada mujer en su �gura, forma y tamaño; y a
sus necesidades como la práctica de deporte.
Existe ropa interior femenina adaptada. Muchas �rmas de ropa íntima ofrecen
colecciones de sujetadores diseñados para mujeres mastectomizadas que les permite
mantener su feminidad y sentirse cómodas. Estas prendas no tienen aros ni costuras
incómodas, cuentan con tirantes algo más anchos y tienen una tela interior para
introducir la prótesis externa. También, se pueden encontrar con rellenos para igualar
una mama a la otra en el caso de las mastectomías parciales.
8.1.7. Cirugía oncoplástica
La cirugía oncoplástica se basa en controlar de forma local el cáncer de mama alterando
lo menos posible la estética de la mama y la pérdida de la imagen corporal de la
paciente.
Se basa en la extirpación del cáncer de mama, la remodelación de la mama afectada y
en muchos casos por cuestiones de simetría, cambios estéticos en la otra mama.
Este tratamiento se basa en los principios y técnicas de la cirugía plástica y permite la
conservación del pecho con el mejor resultado posible, evitando la mastectomía en
algunos casos.
Con esta técnica se reduce el impacto psicológico negativo de la paciente y se consigue
que los cambios físicos como consecuencia de la enfermedad sean menores.
8.2. Efectos secundarios del tratamiento del cáncer de mama
El tratamiento de cáncer conlleva una serie de efectos secundarios, cambios físicos, que
afectan a los pacientes incluso después de superar la enfermedad y que pueden ser
difíciles de superar.
No todas las pacientes experimentan los mismos cambios ya que dependiendo de su
enfermedad y su estado y el tipo de tratamiento puede tener algunas diferencias. Sin
embargo, en la mayoría de los casos de cáncer los efectos secundarios del tratamiento
suelen ser:
• Fatiga.
• Cambios en la memoria y la concentración.
• Dolor.
• Cambios en el sistema nervioso.
• Problemas en la boca y los dientes.
• Cambios de peso y hábitos alimenticios.
• Problemas digestivos.
• Incontinencia urinaria.
• Síntomas relacionados con la menopausia.
8.2.1. Linfedema
El linfedema o edema linfático puede ser una consecuencia del tratamiento quirúrgico del
cáncer de mama que consiste en la hinchazón del brazo de la mama afectada debido a
la acumulación de líquido (linfa).Se debe a la extirpación de los ganglios linfáticos de la axila, que di�culta la eliminación
de la linfa por lo que tiende a acumularse en el brazo. El riesgo de aparición aumenta si
es necesario administrar radioterapia para completar el tratamiento.
Su aparición puede ser inmediata o de forma gradual al cabo de meses o años. Se
calcula que 1 de cada 4 mujeres operadas de cáncer de mama lo padecen y el 75% de
estas lo desarrollan durante el primer año de cirugía.
Algunos de los síntomas son: - Fiebre elevada
- Calor en el brazo
- Escalofríos
- Enrojecimiento de la piel
- Manchas rojizas
- In�amación.
Ante cualquier de estos signos es recomendable acudir a un médico lo antes posible, ya
que se podría desarrollar una infección.
Una vez diagnosticado el linfedema existen tratamientos basados en el drenaje y el
masaje linfático, así como el vendaje de compresión. Todos ellos deben ser realizados
por un �sioterapeuta especializado y para mantener sus efectos se deberá usar de forma
permanente un manguito o media de compresión.
Para retrasar la aparición del linfedema o incluso prevenirla existen una serie de
recomendaciones como una adecuada higiene, evitar la compresión del brazo con ropa
ajustada y evitar el calor y el peso en ese brazo, ser muy cuidadoso con hacerse heridas
que puedan infectarse, no usar cuchilla sino maquinilla eléctrica para depilarse, hacer
una dieta rica en frutas y verduras con poca sal, así como realizar ejercicios para
fomentar la movilidad del brazo.
8.2.2. Cambios corporales
Como consecuencia de los tratamientos el cuerpo y el aspecto físico de la mujer pueden
sufrir algunos cambios.
La cirugía, la quimioterapia y la radioterapia pueden suponer cicatrices, pérdida de
mama, pérdida de cabello, alteraciones en la piel, y aumento o disminución de peso.
8.2.2.1. Alteraciones en la piel
Algunas de las consecuencias de la quimioterapia y la radioterapia son alteraciones en
la piel como sequedad y picor. Para prevenirlas es recomendable:
- Utilizar cremas hidratantes o aceites naturales durante el tratamiento.
- Ducharse con agua tibia y no caliente.
- Secarse sin frotar después del baño.
10consejos de vida saludable
41
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11efectos en la fertilidad y la lactancia
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11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
11. Efectos fertilidad y lactancia
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
11efectos en la fertilidad y la lactancia
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Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
12¿qué pasa después del tratamiento?
44
Una vez �nalizado el tratamiento de cáncer de mama es importante realizar las
revisiones periódicas que indican los médicos.
El especialista decidirá la periodicidad de dichas revisiones según el caso. Sin embargo,
lo habitual es realizarlas cada 3 meses durante los dos primeros años, ampliar el
periodo a cada 6 meses durante el tercero, el cuarto y el quinto año; y realizarlas
anualmente a partir de quinto año. Se debe tener en cuenta que el riesgo de enfermedad
disminuye con el tiempo.
Realizar un seguimiento de la enfermedad es fundamental para:
1. Detectar una posible recurrencia.
2. Diagnosticar un tumor en la otra mama.
3. Tratar los efectos adversos del tratamiento anterior.
4. Prop<orcionar apoyo psicológico e información para que la paciente retome
su vida con normalidad.
Estas revisiones pueden incluir:
- Anámnesis: la paciente debe exponer a su médico cualquier problema físico que
haya podido aparecer tales como dolor, pérdida de apetito o de peso,sangrados vaginales, vértigos, tos, dolores de cabeza, etc.
- Exploración física: minuciosa de la mama intervenida en caso de cirugía
conservadora de la otra mama, y de la región torácica si se ha hecho mastectomía.
- Analítica de sangre con determinación de los marcadores tumorales.
- Radiografía de tórax.
- Pueden realizarse también otras pruebas como ecografía hepática o
gammagrafía óseas. Estas pruebas no deben de realizarse de forma rutinaria,
solamente cuando la presencia de síntomas o datos en la exploración física o analítica lo
aconsejen.
Vivir con el miedo a una posible recurrencia es muy difícil. En general, ocurre en el 30%
de los casos de las pacientes que no vieron afectados sus ganglios linfáticos inicialmente
y el 70% de las veces en las que el cáncer si afectó en un primer momento a los ganglios
linfáticos. En el caso de sufrir una recidiva, se tratará como un nuevo cáncer.
Para aumentar la prevención es esencial que la paciente esté pendiente de cualquier
cambio que observe en sus mamas, tanto la ya tratada como la otra.
Cabe recordar que muchas mujeres, sufren incomodidad leve o dolores agudos en la
mama tratada, la cicatriz, el hombro y la axila. Estas son consecuencias normales de la
enfermedad y no suponen signos de una reaparición de la enfermedad.
Se recomienda acudir inmediatamente a un especialista si se experimenta alguno de los
síntomas comunes del cáncer de mama, como son:
- Un nódulo palpable en la mama o en la cicatriz.
- Alteraciones en el pezón o la areola.
- Secreción por el pezón de una mama.
- Dolor en la mama sin relación con el ciclo menstrual.
El diagnóstico de cáncer conlleva un gran impacto al que no es fácil hacerle frente.
Pueden surgir cambios a nivel físico, psicológico y social, como pérdida de la capacidad
física, linfedema, altibajos emocionales, cambios en la situación laboral, cambios en la
relación familiar y personal, entre otros.
Algunas pacientes notan que estos cambios afectan a su calidad de vida y repercute en
su estado de ánimo y sus relaciones sociales. La enfermedad puede hacer que muchos
sentimientos parezcan ser más intensos e incluso que cambien cada día.
Todos estos sentimientos son normales:
- Agobio
- Negación
- Enfado
- Temor y preocupación
- Esperanza
- Estrés y ansiedad
- Tristeza o depresión
- Fatiga que no desaparece
- Culpa
- Soledad
- Gratitud
Para aprender a sobrellevar todos estos sentimientos, es fundamental pedir ayuda a
profesionales, contactar con otras mujeres que hayan pasado por lo mismo o participar
en grupos de apoyo para recibir orientación sobre cómo afrontar la enfermedad.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
12. ¿Y después del tratamiento?
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
Una vez �nalizado el tratamiento de cáncer de mama es importante realizar las
revisiones periódicas que indican los médicos.
El especialista decidirá la periodicidad de dichas revisiones según el caso. Sin embargo,
lo habitual es realizarlas cada 3 meses durante los dos primeros años, ampliar el
periodo a cada 6 meses durante el tercero, el cuarto y el quinto año; y realizarlas
anualmente a partir de quinto año. Se debe tener en cuenta que el riesgo de enfermedad
disminuye con el tiempo.
Realizar un seguimiento de la enfermedad es fundamental para:
1. Detectar una posible recurrencia.
2. Diagnosticar un tumor en la otra mama.
3. Tratar los efectos adversos del tratamiento anterior.
4. Prop<orcionar apoyo psicológico e información para que la paciente retome
su vida con normalidad.
Estas revisiones pueden incluir:
- Anámnesis: la paciente debe exponer a su médico cualquier problema físico que
haya podido aparecer tales como dolor, pérdida de apetito o de peso,sangrados vaginales, vértigos, tos, dolores de cabeza, etc.
- Exploración física: minuciosa de la mama intervenida en caso de cirugía
conservadora de la otra mama, y de la región torácica si se ha hecho mastectomía.
- Analítica de sangre con determinación de los marcadores tumorales.
- Radiografía de tórax.
12¿qué pasa después del tratamiento?
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- Pueden realizarse también otras pruebas como ecografía hepática o
gammagrafía óseas. Estas pruebas no deben de realizarse de forma rutinaria,
solamente cuando la presencia de síntomas o datos en la exploración física o analítica lo
aconsejen.
Vivir con el miedo a una posible recurrencia es muy difícil. En general, ocurre en el 30%
de los casos de las pacientes que no vieron afectados sus ganglios linfáticos inicialmente
y el 70% de las veces en las que el cáncer si afectó en un primer momento a los ganglios
linfáticos. En el caso de sufrir una recidiva, se tratará como un nuevo cáncer.
Para aumentar la prevención es esencial que la paciente esté pendiente de cualquier
cambio que observe en sus mamas, tanto la ya tratada como la otra.
Cabe recordar que muchas mujeres, sufren incomodidad leve o dolores agudos en la
mama tratada, la cicatriz, el hombro y la axila. Estas son consecuencias normales de la
enfermedad y no suponen signos de una reaparición de la enfermedad.
Se recomienda acudir inmediatamente a un especialista si se experimenta alguno de los
síntomas comunes del cáncer de mama, como son:
- Un nódulo palpable en la mama o en la cicatriz.
- Alteraciones en el pezón o la areola.
- Secreción por el pezón de una mama.
- Dolor en la mama sin relación con el ciclo menstrual.
El diagnóstico de cáncer conlleva un gran impacto al que no es fácil hacerle frente.
Pueden surgir cambios a nivel físico, psicológico y social, como pérdida de la capacidad
física, linfedema, altibajos emocionales, cambios en la situación laboral, cambios en la
relación familiar y personal, entre otros.
Algunas pacientes notan que estos cambios afectan a su calidad de vida y repercute en
su estado de ánimo y sus relaciones sociales. La enfermedad puede hacer que muchos
sentimientos parezcan ser más intensos e incluso que cambien cada día.
Todos estos sentimientos son normales:
- Agobio
- Negación
- Enfado
- Temor y preocupación
- Esperanza
- Estrés y ansiedad
- Tristeza o depresión
- Fatiga que no desaparece
- Culpa
- Soledad
- Gratitud
Para aprender a sobrellevar todos estos sentimientos, es fundamental pedir ayuda a
profesionales, contactar con otras mujeres que hayan pasado por lo mismo o participar
en grupos de apoyo para recibir orientación sobre cómo afrontar la enfermedad.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
12¿qué pasa después del tratamiento?
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física, linfedema, altibajos emocionales, cambios en la situación laboral, cambios en la
relación familiar y personal, entre otros.
Algunas pacientes notan que estos cambios afectan a su calidad de vida y repercute en
su estado de ánimo y sus relaciones sociales. La enfermedad puede hacer que muchos
sentimientos parezcan ser más intensos e incluso que cambien cada día.
Todos estos sentimientos son normales:
- Agobio
- Negación
- Enfado
- Temor y preocupación
- Esperanza
- Estrés y ansiedad
- Tristeza o depresión
- Fatiga que no desaparece
- Culpa
- Soledad
- Gratitud
Para aprender a sobrellevar todos estos sentimientos, es fundamental pedir ayuda a
profesionales, contactar con otras mujeres que hayan pasado por lo mismo o participar
en grupos de apoyo para recibir orientación sobre cómo afrontar la enfermedad.
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.
CÁNCER DE
MAMA
Guía del Cáncer de Mama
Guía elaborada por especialistas de las Unidades de Ginecología, de Mama y de Apoyo Psicológico de la Unidad de la Mujer Recoletas.
Unidad de la Mujer 2018 ®. Todos los derechos reservados
Clínica Ginecológica RecoletosDirección: Calle Acera de Recoletos, 12 - 47004
ValladolidTeléfono: 983 30 94 72
Teléfono Reproducción Asistida: 983 21 99 20
E-mail: info@�vrecoletos.com
Número de Registro Sanitario: 47-C24-0033
Durante el tratamiento es mejor realizar ejercicio suave, como por ejemplo caminar y se
recomienda evitar las piscinas durante la radioterapia. Una vez �nalizado el tratamiento
se puede aumentar la intensidad con actividades de toni�cación a bajas intensidades
para no fatigarse en exceso.
Por último, en el caso de las pacientes que estén realizando un tratamiento con
radioterapia, es fundamental estirar y realizar ejercicios de movilidad articular del
hombro para que la articulación pierda la menor capacidad de movimiento posible,
siempre manteniendo la zona seca de sudor.
11.1. Fertilidad
Haber sufrido cáncer de mama no es sinónimo directo de di�cultades para tener hijos.
Sin embargo, es cierto que las pacientes sometidas a un tratamiento hormonal o de
quimioterapia pueden sufrir problemas de fertilidad.
Por ello, se recomienda antes de realizarse el tratamiento recurrir a técnicas de
preservación de la fertilidad, como la vitri�cación de ovocitos o la congelación de
embriones, para, una vez superado el tratamiento, poder tener descendencia si lo
desean.
Se desaconseja quedarse embarazada durante la administración de los tratamientos, ya
que los fármacos utilizados pueden causar malformaciones en el feto.
Asimismo, si la paciente ha terminado la quimioterapia pero no ha recibido tratamiento
hormonal, se recomienda esperar unos 2 años para buscar un embarazo.
Se aconseja pedir información al especialista sobre los tratamientos más adecuados.
11.2. Lactancia
Si tras el embarazo una mujer lactante es diagnosticada con cáncer de mama, durante
el transcurso de la enfermedad se recomienda no amantar al bebé. Además, la cantidad
de leche suele disminuir debido a los cambios que se producen en el cuerpo a causa de
la enfermedad.
Tras superar la enfermedad, la mujer no podrá amantar a su bebé con la mama afectada
en el caso de que se le haya realizado una mastectomía, ya que esta operación provoca
la ausencia de leche. Sin embargo, si podrá hacerlo con la otra mama.
El haber atravesado un cáncer de mama y amamantar no conlleva ningún riesgo para
el bebé. De igual modo, amamantar a un niño no es motivo para que el cáncer reincida
o resurja nuevamente.
12
El momento del diagnóstico de una enfermedad como el cáncer de mama puede suponer
un sinfín de dudas y preguntas para la persona afectada por no saber de qué manera
afrontar la situación.
Lo mejor en estos casos, además de pedir consejo a los profesionales médicos en torno
a todas las cuestiones relativas a la afección y apoyarse en familiares y amigos para
hacer lo más llevadera posible la situación, es seguir una serie de consejos en materia de
nutrición y ejercicio físico para sobrellevar la enfermedad, y afrontar con energía y
buena salud los tratamientos y los periodos de recuperación.
10.1 Alimentación
Una buena y adecuada nutrición es muy importante para los pacientes con cáncer de
mama, ya que una alimentación sana y equilibrada ayuda a tener una mejor tolerancia
a los tratamientos y mantiene la calidad de vida de la persona afectada. Recurrir a los
alimentos adecuados en todas las fases de la enfermedad contribuye a tener una mejor
salud y una mayor resistencia.
Entre las recomendaciones más habituales en materia de nutrición destacan:
• Sigue una dieta mediterránea rica en frutas, verduras, legumbres, pan y otros cereales,
frutos secos, así como el uso de aceite de oliva y grasas monoinsaturadas.
• Realiza 5 comidas al día sin que pasen más de 3 horas entre una y otra, siempre que
sea posible.
• Evita los alimentos fritos o a la parrilla y decántate por los alimentos cocinados al vapor
o al horno.
• Come en pequeñas dosis que te aporten un alto valor nutricional y energético en lugar
de ingerir grandes cantidades de comida de un solo golpe.
• Aumenta considerablemente el consumo de pescados y aves en detrimento de las
carnes rojas.
• Consumir vitamina D y una exposición moderada al sol.
• Bebe agua, al menos 2 litros al día.
• Reducir o eliminar el consumo de tabaco y alcohol.
• Mucho cuidado con el consumo de antioxidantes. No se deben tomar a la vez que la
quimioterapia puesto que pueden disminuir el efecto de la misma.
Todos estos hábitos de nutrición sana favorecen a que los pacientes puedan soportar
mejor los efectos del cáncer y de su tratamiento, ya que algunas técnicas para combatir
esta enfermedad obtienen mejores resultados si el paciente afectado goza de una buena
salud y tiene las su�cientes calorías y proteínas que el organismo necesita.
Por otro lado, también debemos controlar la alimentación tras haberse sometido a
cualquiera de los tratamientos descritos anteriormente, ajustándose en cada caso a los
mismos parámetros de equilibrio y valor nutricional seguidos durante el transcurso de la
medicación. Una alimentación sana aportará mayor fuerza y energía para una e�caz
recuperación y devolverá la calidad de vida que se haya podido ver afectada durante la
enfermedad.
10.2 Actividad física
Al igual que la alimentación, el cuidado de nuestro cuerpo también es fundamental a la
hora de poder sobrellevar mucho mejor el cáncer. Realizar ejercicio físico que no
requiera grandes esfuerzos mejora radicalmente la calidad de vida de los pacientes
durante todo el proceso.
Actividades físicas como caminar, técnicas como el yoga o el Tai Chi, o dar paseos en
bicicleta, son ejercicios que crearán un efecto positivo sobre las personas afectadas,
mejorando la sensación de bienestar y permitiendo una mayor resistencia a los
tratamientos. Existen estudios que demuestran que el ejercicio físico disminuye las
recaídas en el cáncer de mama.
Del mismo modo que debemos conocer la importancia del ejercicio físico, el descanso y
el sueño son cruciales para la salud de una mujer con cáncer de mama, ya que tanto la
enfermedad como el tratamiento provocan cansancio.
En este sentido, el ejercicio físico también puede mejorar la salud de la paciente y su
calidad de vida ya que favorece el descanso, incrementa la fuerza muscular, reduce el
cansancio y promueve la actividad lo que también tiene efectos psicológicos positivos.
Además, ayuda a dormir mejor.
Las actividades de resistencia también son muy aconsejables, siempre que se adapte la
intensidad a las necesidades de cada paciente. De manera que los días de más
cansancio es mejor no forzarse.