Guía de estudio del Directorio General de la Catequesis

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  • CONTENIDO

    IntroduccIn General ......................................................................13

    Exposicin Introductoriael anuncIo del evanGelIo en el mundo contemporneo ................23

    Primera Partela catequesIs en la mIsIn evanGelIzadora de la IGlesIa ................35

    Segunda Parteel mensaje evanGlIco ......................................................................49

    Tercera PartepedaGoGa de la Fe.............................................................................59

    Cuarta Partelos destInatarIos de la catequesIs..................................................71

    Quinta Partela catequesIs en la IGlesIa partIcular .............................................81 .

  • Les deca ensendoles: Escuchen! Sali e l sembrador

    a sembrar. (Mc 4,3)

  • Introduccin General

    uRenovacin Catequtica. Este movimiento existi desde tiempos anteriores a la reali-zacin del Concilio Vaticano II (1962-1965). Se destacan por su empeo a favor de una renovacin en este campo, los catequetas: A Jungman y J. Hofinger, sin mencionar ob-viamente a muchos otros que son parte de la historia de la catequesis contempornea.

    uEl Concilio Vaticano II, ha sido para la Iglesia del s. XX lo que fue el Concilio de Trento en el s. XVI para la Reforma Catlica. De tal manera que se puede decir, que el Vaticano II ha veni-do a renovar a la Iglesia desde lo ms profundo de su ser. Este fue un Concilio eminentemen-te Pastoral, preocupado princi-palmente por aquellas cosas que afectan a su misin en el mundo. Sus cuatro grandes Constituciones son el eje cen-tral que le da sentido a todo su

    aporte teolgico-pastoral.

    En la conciencia del Vaticano

    II, se pone de manifiesto el papel de los obispos y del Papa

    como garantes de la tradicin

    apostlica, de tal manera, que el magisterio jerrquico debe

    velar por la unidad y comunin de los fieles, regular las creen-

    cias, establecer aquello que

    es vinculante como fe de la Iglesia y lo que la contradice.

    uEl decreto (CD Christus Do-minus n. 14). Hablando de la funcin pastoral de los Obis-

    pos, se recoge de manera sin-ttica para la renovacin de la

    catequesis, su naturaleza, fin y tareas propias. Adems, en

    el mismo nmero del docu-

    mento conciliar, se enfatiza la

    necesidad de la catequesis de adultos y del catecumenado,

    las fuentes de la catequesis y

  • Introduccin General14

    la necesidad de las ciencias antropolgicas.

    uElaboracin del Directorio sobre la Formacin Catequtica del Pueblo Cristiano. Igualmente, en este sentido descubrimos que los temas relacionados con la misin y la evangelizacin ocuparn un lugar central, pero al no poder profundizar en to-dos los temas especficos, y en

    nuestro caso concreto sobre la

    1. Del Directorio Catequstico General DCG (1971)

    Al Directorio Gene-ral para la Catequesis DGC (1997)

    26 aos

    El Directorio Catequstico Ge-neral (1971) toma en cuenta las exi-gencias ms sentidas de la catequesis del aquel momento, ya que, intent afrontar los problemas ms candentes que la cultura contempornea plan-teaba a la fe.

    Entre los temas afrontados y que son de gran inters para la catequesis, an en nuestros das, se encuentran:

    El haber acentuado su dimensin

    evangelizadora (n. 18);

    El haber considerado la cate-quesis de adultos como la forma principal de la catequesis (n. 20);

    El haber resaltado su dimensin antropolgica y educativa (nn. 21.30. 34.37. 38.42.46);

    El haber tratado sobre su natu-raleza y funciones (nn. 17-35) y tambin sobre sus criterios y contenidos (nn. 36-46).

    En el transcurso de los 26 aos

    catequesis, el Concilio pidi que se elaborara un Directorio sobre la formacin catequtica del pue-blo cristiano (CD n. 44). As, teniendo como teln de fondo al mismo Concilio, es promulgado el 11 de abril de 1971 el Direc-torium Catechisticum Generale (DCG), aprobado por el Pa- pa Paulo VI y preparado por la Sagrada Congregacin para el Clero.

  • Introduccin General 15

    que pasaron de ese primer Directorio al actual, aparecieron una serie de aporta-ciones por parte del Magisterio, tanto a nivel de la Iglesia Universal como de las Iglesias Particulares, que vinieron a en-

    riquecer la noble tarea de la catequesis.

    Aunque se debe mencionar que tambin, durante este perio-do ha habido momentos de crisis, de insuficiencias doctrinales y ex-periencias que han empobrecido la calidad de la catequesis. De ah, la necesidad de que el magisterio retomando toda la doctrina ema-nada durante el periodo de tiem-po que va del primer directorio al segundo, se ocupe este ltimo de afrontar esas equivocaciones que daan la verdadera identidad de la catequesis, y al mismo tiempo dar una respuesta (DGC n. 30).

    u Entre el magisterio Universal de la Iglesia que ha tenido mayor influencia para la catequesis du-rante este periodo de tiempo, se encuentran de manera indudable los siguientes:

    El Ritual de la Iniciacin Cris-tiana de Adultos (RICA),

    Promulgado el 6 de enero de 1972, por la Congregacin para el Culto Divino;

    La Asamblea General del Snodo de los Obispos de 1974.

    Que trat sobre el tema de la Evangelizacin del Mundo Con-temporneo, como fruto del mis-mo, el Papa Paulo VI promulg la Exhortacin Apostlica, Evangelii Nuntiandi (EN) en 1975, docu-mento que presenta a la catequesis como accin evangelizadora en el mbito de la gran misin de la Iglesia.

  • Introduccin General16

    Redemptor Hominis (4-3-79);

    Dives in Misericordia (30-11-80);

    Dominum et Vivificantem

    (18-5-86); Redemptoris Missio (7-12-

    90).

    uIgualmente, en esta misma lnea son de resaltar, las Exhor-taciones Apostlicas Postsino-dales:

    Familiaris Consortio (22-11-81) y Christifideles Laici (30-12-88).

    Por ltimo, es igualmente de gran relieve para la catequesis, la propues-ta de que se elaborara un Catecismo Universal para la Iglesia Catlica por parte de los padres sinodales, del Snodo Extraordinario de 1985. En el fondo de esta peticin por parte de los padres sinodales est el deseo de proponer un texto catequtico que estuviera en continuidad con la reflexin que fue iniciada por el Va-ticano II, es decir, poder incorporar la riqueza doctrinal y pastoral en una sntesis orgnica de la fe, presente en la tradicin de la Iglesia, para trans-mitirla en la formacin catequtica a los fieles. El Catecismo fue entregado

    a los Obispos mediante la Constitu-cin Apostlica Fidei Depositum el 11 de octubre de 1992.

    Asamblea Sinodal de 1977.

    Tom como tema central de su reflexin a la Catequesis, como

    fruto de la misma el Papa Juan Pablo II promulg en 1979 la Exhortacin Apostlica Ca-techesi Tradendae, la cual, forma una unidad coherente con la Evangelii Nuntiandi, y en donde se vuelve a colocar la catequesis en el marco de la evangelizacin.

    u Del magisterio propio de Juan Pablo II, es de destacarse por su gran valor para la cateque-sis, las siguientes encclicas:

  • Introduccin General 17

    Finalmente, podemos decir que as como el Directorio de 1971 tuvo como teln de fondo la doctrina del Vaticano II, el direc-torio de 1997 aparte de la doc-trina conciliar, recoger toda la reflexin teolgica-pastoral emanada del magisterio ponti-ficio posterior al Concilio, hasta

    nuestros das.

    Dentro del magisterio es impor-tante mencionar, sobre todo por la cercana cultural, las aportaciones que los Documentos de Puebla (1979) tienen sobre la catequesis y, a nivel nacional tiene su valor y vigen-cia en el espritu de una catequesis renovada en nuestro Pas, que con el lema Catequesis de Rostro Nuevo tiene nuestra Gua Pastoral para la Catequesis de Mxico (1992).

  • Exposicin Introductoria 21

    Les deca ensendoles: Escuchen! Sali e l sembrador

    a sembrar. (Mc 4,3)

    Y sucedi que, al sembrar, parte de la se m i l la c ay a l bo r de l de l camino. Vinieron los pjaros y se la comieron.

    (Mc 4,4)

  • Exposicin IntroductoriaEl anuncio del Evangelio en el mundo contemporneo

    (nn. 14-33)

  • Exposicin Introductoria 25

    IntroduccinEsta Exposicin introductoria, pretende hacernos tomar conciencia de la

    necesidad de mirar siempre el campo de la siembra y hacerlo desde la fe y la misericordia, la invitacin consiste en que los agentes de la evangelizacin y de la catequesis deben estar siempre, atentos a la situacin de los hombres y de las mujeres de hoy.

    Dios acta hoy

    Es Jesucristo el sembrador que sigue hoy a travs de la Iglesia y bajo la accin del Espritu Santo sem-brando la Palabra de Dios.

    El pasaje representa, las actitudes y disponibilidad de las diferentes personas para acoger la Palabra de Dios.

    Palabra de Dios

    Este pasaje del Evange-lio en muchas ocasiones ha sido tomado como fuente de inspiracin para reflexionar en torno a la tarea de la evange-lizacin.

    Siguiendo la lectura de la parbola del Sem-brador (Mc 4, 3-9; Lc 5-8), la semilla cay en diferentes terrenos.

    2. El campo del mundo

    Mirando pues al mundo, la Iglesia descubre tres realidades en las cuales quiere estar presente para conver-

    tirse en luz que ilumine y sal que trasforme. Esas tres realidades, son las siguientes:

    Se necesita urgentemente

    De aqu, la urgente nece-sidad que el evangelizador tiene de dar una mirada al mundo desde la fe", es decir, conocer su realidad, descubriendo por un lado la accin de Dios, como luces, pero por el otro, la fuerza del pecado que limita al hombre para ser un receptor de la

    buena semilla.

    1. Una vez sali un sembrador a sembrar (Mc 4,3)

  • Exposicin Introductoria26

    La culturay las culturas

    Ya que, la evangeliza-cin tiene la tarea fun-damental de ensear y defender la dignidad inviolable de la perso-na humana.

    Esto porque la Iglesia, siempre a la luz del evan-gelio, debe saber asumir todos los valores posibles de las culturas y saber dis-cernir los elementos cul-turales que obstaculizan el desarrollo integral de la persona.

    Porque este factor tiene para el sembrador una particular relevancia, sobre todo, porque en la cultura actual se vive una fuerte difusin de la indiferencia religiosa, aunado a otro tipo de actitudes de rechazo al Evangelio. Es por eso que la evangelizacin encuentra en este cam-po un terreno preferente

    de actuacin.

    Los derechoshumanos

    Situacinreligioso-moral

  • Exposicin Introductoria 27

    3. La Iglesia en el campo del mundo

    Analizando el Campo del Mun-do, al cual se tiene que enfrentar el sembrador, pasamos ahora a la Iglesia, en cuanto los discpulos de Jess estn inmersos en el mundo como levadura, pero que no quedan inmunes de experimentar el influjo

    de las situaciones humanas, es por eso necesario plantearse la situacin actual de la fe de los cristianos.

    Desde el punto de vista de la catequesis, es necesario descu-brir si sta ha sido capaz de hacer despertar una nueva experiencia viva de Dios; un redescubrimiento ms hondo de Jesucristo; el hacer sentir a todos, co-rresponsables de la misin de la Iglesia en el mundo y la toma de concien-cia de las exigencias sociales de la fe.

    Ante la situacin actual de la fe de los cristianos que la viven de diferentes maneras, se hace necesario hacer una revisin de la vida interna de la comunidad eclesial, para descubrir si est res-

    pondiendo a los nuevos retos y desafos que la fe de los cristianos y del mundo le ponen delante hoy.

    Ante esta panormica se nos presenta un anlisis a nivel general de la situacin de la catequesis en estos tiempos:

    vAspectos positivos: Es una de las acciones eclesiales

    ms relevantes; Su carcter misionero que tiende

    a asegurar la adhesin a la fe en un mundo donde el sentido religioso se oscurece;

    El carcter de formacin integral de la catequesis;

    El incremento de la catequesis de adultos;

    Las orientaciones del magisterio.

    v Algunos problemas que deben hoy encontrar soluciones:

    La catequesis como escuela de fe, aprendizaje y entrenamiento de toda la vida cristiana no ha pene-

    trado plenamente;

  • Exposicin Introductoria28

    La interrelacin entre Sagrada

    Escritura y Sagrada Tradicin y

    Magisterio, no fecunda an de

    modo armnico la transmisin

    catequtica de la fe;

    La naturaleza eclesial de la cate-

    quesis no aparece con claridad;

    Es necesaria una presentacin

    ms equilibrada de toda la ver-

    dad del misterio de Cristo;

    Existen lagunas doctrinales: la

    necesidad de una ms slida for-

    macin moral, de una adecuada

    presentacin de la historia de la

    Iglesia y de la doctrina social. La

    prctica catequtica muestra una

    vinculacin dbil y fragmentaria

    4. La siembra del Evangelio

    Al finalizar esta Exposicin Intro-ductoria, en donde en lneas gene-rales se ha analizado el terreno en el que hay que anunciar el Evangelio, se tiene que tomar en consideracin que para poderlo hacer de una mane-ra ms eficaz, necesitamos saber leer

    los signos de los tiempos, porque

    con la liturgia; No se atiende debidamente a las

    exigencias y originalidad de la pe-dagoga propia de la fe, cayendo en el dualismo contenido-mtodo;

    Existe el problema de saber trans-mitir el Evangelio en el horizon-te cultural de los destinatarios;

    Se da una escasa educacin del sentido de la misin ad gentes.

    Como bien nos podemos dar cuenta, son ms las carencias o problemas a los que tenemos que enfrentarnos si queremos ser en el hoy de la Iglesia y del mundo buenos sembradores.

    en ellos es necesario saber descubrir los signos de la presencia y del de-signio de Dios, en pocas palabras, significa el deseo de la Iglesia por

    tratar de descubrir el sentido de la situacin actual dentro de la historia de la salvacin.

  • Exposicin Introductoria 29

    Finalmente, se nos presentan algunos retos que hay que tomar en consideracin para la catequesis actual, los cuales nos servirn de pau-ta para el estudio y reflexin de las

    partes del Directorio. Los retos son:

    Ser un servicio fundamental al interior de la evangelizacin, con acentuado carcter misionero;

    Dirigirse a sus destinatarios de

    siempre a partir de los adultos; Moldear la personalidad creyen-

    te y ser escuela de pedagoga cristiana;

    Anunciar los misterios esenciales del cristianismo proponiendo la experiencia trinitaria;

    Considerar como tarea prioritaria, la preparacin y formacin de catequistas.

  • O t r a p a r t e c a y e n t e r r e n o p e -d r e g o s o , d o n d e n o h a b a m u c h a t i e r r a ; b r o t e n s e g u i d a , p o r q u e la tierra era poco profunda,

    (Mc 4,5)

  • PRIMERA PARTELa Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia

    (nn. 34-91)

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia 37

    La accin sacerdotal:

    La accin proftica:

    La accin regia:

    1. La catequesis y su relacin con la misin proftica de la Iglesia

    Vayan por todo el mundo y anuncien el Evangelio a toda la creacin

    (Mc 16,15).

    1

    2

    3Lo importante en este momento

    es que comprendamos que la cate-quesis, participa de la misin evan-gelizadora de la Iglesia, estando toda

    Cada una de stas accio-nes se respon-

    sabiliza de una

    de las tareas que edifican a la Iglesia.

    Es la que tiene que ver con la liturgia y el culto de la comunidad cris-

    tiana.

    1

    2

    3 Se ocupa de los aspec-tos organizativos y es-tructurales que condu-cen al pueblo de Dios hacia su fin verdadero.

    Es la que se ocupa de todo lo que se refiere al servicio de la Palabra de Dios, es decir, a la tarea de anunciar el mensaje de la Buena Nueva del reino de Dios.

    De acuerdo al mandato misionero de Cristo, la Iglesia, en la persona de los apstoles y despus de sus sucesores ha buscado siempre cumplir esta tarea encomendada por Jess.

    Las acciones pastorales de la Iglesia desde hace mucho tiempo se han divi-dido en tres:

    ella al servicio de la Palabra a travs del ejercicio del profetismo cristiano.

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia38

    2. El concepto de Evangelizacin

    El Directorio General para la Ca-tequesis hace:

    El Concepto de Evangelizacin en el DGC est fuertemente sustentado:

    A partir de estos documentos, descubrimos que el DGC encua-dra a la Evangelizacin:

    Una clarificacin de este concep-to, presentando a la catequesis como un elemento interior a la evangelizacin, es decir, como etapa o momento especial de la misma.

    En el magisterio concil iar y postcon-ciliar, especialmente en los documentos conciliares: Dei Verbum y Ad Gentes; en cuanto a los documentos postconciliares tenemos: Evangelii Nuntiandi y Redemptoris Misiio.

    En su relacin con: la Revelacin Divina, la Evangelizacin y la Mi-sin Proftica. Esta relacin se da de manera estrecha, ya que, el fundamento de la Evangelizacin se encuentra en la realidad de la Revelacin, su tarea es la de trans-mitirla, de ah su relacin igual-mente estrecha con el ministerio de la Palabra o la misin proftica de la Iglesia.

    Este concepto de reciente uso como tal en la teologa pastoral, ha ido evolucionando paulatinamente

    adquiriendo cada da un perfil cada

    vez ms rico y ntido.

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia 39

    3. La Catequesis

    3.1 Antecedentes:

    As pues, la Evangelizacin a partir del no. 48 del DGC es pre-sentada:

    Como el marco, en donde cada una de las acciones evangelizado-ras tiene su lugar y su importancia en la Misin Evangelizadora de la Iglesia. En esta perspectiva, la ca-tequesis es una de estas acciones evangelizadoras, la cual tiene su propio lugar y funcin en el ser-vicio a la Palabra Revelada.

    El concepto de catequesis, al igual

    que el de evangelizacin, ha sido

    tambin ampliamente clarificado

    a partir del magisterio conciliar y

    postconciliar. Como ya se ha apun-

    tado, en la presentacin general, el

    Vaticano II no se ocup de modo

    especfico sobre el tema de la cate-

    quesis, lo cual no supone un olvido.

    As pues, son de importancia

    las dos citas de CD (nn. 14 y 44). La

    EN en el nmero 44, nos presenta

    a la catequesis como un medio de la Evangelizacin, idea sta que

    ser retomada en el Directorio en el nmero 4.

    En la lnea de la catequesis es de gran valor la Catechesi Traden-dae para descubrir su lugar y tarea dentro de la Misin Evangelizado-ra de la Iglesia. En el nmero 18, de dicho documento se recoge nuevamente la idea fundamental de que la catequesis es uno de los momentos de la Evangelizacin.

    As entonces, el DGC en su primera parte, sta que estamos re-pasando, se dedicar a ubicar a la ca-

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia40

    tequesis dentro de la Evangelizacin, como el mismo ttulo lo sugiere. De tal forma, que el Directorio pretende clarificar el papel de la catequesis en

    cada uno de los grandes momentos o

    etapas de la Evangelizacin, es decir, en la etapa misionera, la iniciacin cristiana y la vida comunitaria.

    El directorio, nos presentar en primer lugar la relacin que guarda la catequesis con el as llamado primer anuncio en la etapa propiamente misionera; dirigida a los no creyentes o a los que viven en la indiferencia religiosa. La catequesis es presentada tambin al servicio de la iniciacin

    cristiana, ponindose a sta en rela-cin estrecha con los sacramentos del Bautismo, Confirmacin y Eucaris-ta. Igualmente, la catequesis aparece relacionada con su tarea propia de ser un medio de educacin permanente de la fe.

    3.1.1. La Catequesis: primer anuncio, iniciacin cristiana y educacin permanente de la Fe

    3.1.2. Relacin entre Catequesis y Enseanza Religiosa

    En el segundo captulo de esta primera parte del Directorio, se aborda el tema relacionado con la Catequesis y la Enseanza Religiosa Escolar manifestando que entre s-tas, existe una relacin de distincin y complementariedad, ya que, aun-que existe esta "relacin" profunda entre una y la otra, cada una debe

    mantener su carcter propio. Parece importante esta clarificacin, sobre

    todo cuando en ciertos crculos eclesiales se tiende a confundir a la catequesis, o peor an, suplirla con la enseanza religiosa escolar.

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia 41

    3.2. Naturaleza o carcter propio de la catequesis

    Lo esencial de la catequesis: Es la de ser una accin eclesial,

    es decir, la Iglesia misma es el origen, lugar y meta de toda la accin catequstica, porque de ella nace, se realiza y se desarrolla. Ya que, por la catequesis, la Iglesia se construye y edifica.

    La Catequesis cumple su tarea: A la Iglesia, el seor Jess le

    encomend la tarea de anunciar fielmente el Evangelio, as que, al anunciarlo, celebrarlo, vivirlo y transmitirlo a travs de la cateque-sis, est cumpliendo el mandato misionero que Jess le encarg.

    Esta misin de anunciar el mensaje del Evangelio tiene dos momentos:

    El transmitir la fe recibida de la Iglesia, el cual tiene el sentido de entrega, que germina y crece en el corazn del cate-quizando;

    Y convertirse en respuesta personal, que se enriquece con los diferentes valores de las distintas culturas en donde se proclama el mensaje.

    3.3. Finalidad de la Catequesis

    La esencia de la Catequesis: Es la de ser portadora del men-

    saje evanglico

    La finalidad de la Catequesis: Es la de llevar al catequizando a

    vivir una experiencia de comu-nin con Jesucristo.

    La de llevar al bautizado, a ex-presar con una fe madura la profesin de fe en el nico Dios:

    Padre, Hijo y Espritu Santo. Esta profesin en el misterio de Dios Trinidad ser un signo en el cris-tiano, del paso de una fe inicial a una fe madura.

    Tambin, hay que recordar que la profesin de fe en el misterio de Dios, debe de darse en el seno de la Iglesia que es la depositaria de la ver-

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia42

    dadera fe, una fe que por tal motivo se da como una respuesta personal, como creo, pero que tambin se expresa como creemos, al mani-festarse como una fe comunitaria, es decir, de Iglesia. Es as como estas

    dos formas de fe no pueden darse una sin la otra (n. 83).

    3.4. Las tareas de la Catequesis

    Las tareas de la Catequesis co-rresponden:

    A la educacin de las diferentes dimensiones de la fe.

    Esta educacin se refiere a la formacin cristiana integral que abarca todas las dimensiones de la fe. No debemos olvidar, que dicha educacin consiste en una formacin cristiana integral que abarca todas las dimensiones y etapas de la vida del cristiano, como tendremos tiempo de ver ms adelante.

    Las tareas de la catequesis son en un primer bloque:

    Propiciar el conocimiento de la fe. La educacin litrgica.

    La vida en Cristo como educacin moral.

    Y la de contemplar su misterio a travs de la Fe.

    Conocimiento de la fe:

    Nos referimos a que la Catequesis, tiene que conducir, poco a poco, al cristiano a una comprensin de toda la verdad revelada del de-signio de Dios. Porque esta pro-fundizacin en el conocimiento de la fe, debe llevar a iluminar la existencia humana del cristiano.

    Educacin litrgica:

    Significa que una tarea de la cate-quesis ser la de ensear a celebrar la fe en el misterio de Dios, espe-cialmente en los sacramentos.

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia 43

    La Vida en Cristo como educa-cin moral y la de contemplar su misterio a travs de la Oracin:

    Creer en Cristo, significa tambin

    vivir y contemplar su mpisterio a travs del seguimiento del Maestro, iluminada por la mo-ral cristiana, la cual tendr que ir acompaada por una vida de profunda oracin (nn. 84 y 85).

    1a. EtapaEl precatecumena-do

    2a. EtapaEl catecumenado

    3a. EtapaEl tiempo de purifi-cacin e iluminacin

    4a. EtapaEl tiempo

    de la mystagogia

    Otras tareas relevantes que debe-mos tomar en cuenta en la prctica catequstica, debern ser la iniciacin y educacin, para llevar al catequi-zando a experimentar una fe comu-nitaria, que debe al mismo tiempo, llevarlo a tomar un compromiso para la misin a travs de una vida apostlica (n. 86).

    3.5. Momentos del proceso catequstico y la inspiracin catecumenal que los anima

    Catequesis: Proceso de maduracin y Crecimiento en la Fe.

    Accin gradual = Es decir, que avance paso a paso.

    El Catecumenado Se desarrolla en cuatro etapas, las cuales sern puntoBautismal de inspiracin para una catequesis gradual:

    Caracterizado por el primer anun-cio o primera evangelizacin;

    En donde se r e a l i z a u n a catequesis in-

    tegral;

    En donde se da una p r epa ra -cin ms inten-sa a los sacra-mentos de la

    iniciacin;

    Que se identifi-ca por la expe-riencia de los sacramentos y la entrada en la comunidad.

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia44

    Estas etapas del catecumenado bautismal inspiran los distintos momentos de la catequesis, es por eso importante tener un mejor co-nocimiento de esta experiencia, para que la catequesis que impartimos mantenga este mismo espritu.

    As entonces, el deseo es que nuestra catequesis, inspirada en el catecumenado bautismal, tome en cuenta algunos de sus elementos, con el objetivo de lograr una renovacin de nuestra prctica catequstica.

    Tomando en cuenta que la ma-yora de nuestros catequizandos ya estn bautizados, y para no confun-dirla con lo que es propiamente el ca-tecumenado bautismal, la llamamos catequesis postbautismal. La cual tiene la ventaja de que al tratarse de personas ya bautizadas, la catequesis toma como base el Bautismo ya reci-bido, cuya virtud debe desarrollarse en ella (n. 90).

  • La Catequesis en la Misin Evangelizadora de la Iglesia 47

    p e r o , e n c u a n t o s a l i e l s o l s e m a r c h i t y s e s e c p o r q u e n o tena raz.

    (Mc 4-6)

  • SEGUNDA PARTEEl Mensaje Evanglico

    (nn. 92-136)

  • El Mensaje Evanglico 51

    La idea de fondo es la de no perder de vista que una de las tareas fundamentales de la evangelizacin y de la catequesis

    es la de transmitir con toda fidelidad el contenido del Mensaje Cristiano o Evan-glico.

    Podemos hablar entonces de:

    Dos dimensiones de la Fe Cristiana

    Como adhesin a Dios, es decir, en

    donde la fe consiste en entregarse a la Palabra de Dios y confiarse en ella.

    IntroduccinLa intencin de esta parte del DGC, la podemos sintetizar con el texto

    de Jn 17,3.

    Padre, sta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el ni-co Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo.

    (Adems: Mc 1,14-15 y 1 Co 15,1-4).

    Es importante aclarar que estos dos aspectos son INSEPARABLES uno del otro, pero pueden ser examinados por separado, para tener una mayor claridad de cada uno de stos.

    Como Contenido de la Revelacin y

    del mensaje Evanglico.

  • El Mensaje Evanglico52

    En esta segunda parte del documento se analizar con mayor detenimiento lo que se refiere al segundo aspecto, es decir, el Contenido del Mensaje Evan-glico. El Documento lo presenta en dos captulos:

    Captulo I

    En donde se nos presentan las normas y criterios que se deben seguir para fundamentar, formular y exponer el contenido del mensaje evanglico en la catequesis.

    1. Normas y Criterios para la presentacin del Mensaje Evanglico en la Catequesis

    El captulo primero de la se-gunda parte del Directorio, en primer lugar nos recuerda que la fuente fundamental del conteni-do de la catequesis est:

    en la Palabra de Dios, contenida en la Sagrada Escritura y en la Tradicin, bajo la gua del Ma-gisterio Eclesistico que es quien nos la ensea y transmite por el mandato apostlico conferido por Cristo a los apstoles.

    Captulo II

    En ste, se hace referencia al con-tenido de la fe tal como lo expone el CEC (Catecismo de la Iglesia Catlica). En donde se nos presenta el CEC como texto de referencia doctrinal para la catequesis. Para lo cual, tambin se nos presentan algu-nos criterios para que en referencia con ste, se elaboren en las Iglesias Particulares (Dicesis) catecismos locales que guarden la unidad de la fe, pero tomando en cuenta las di-versas situaciones y culturas a las que se orienta el catecismo local.

  • El Mensaje Evanglico 53

    Criterios Generales

    Que se deben guardar y seguir en la presentacin y transmisin del Mensaje:

    Centrado en la persona de Jesucristo y en el Misterio Trinitario.

    Centrado en el don de la Salvacin.

    Con un carcter Eclesial

    Con un carcter Histrico, porque se realiza en el tiempo de la Iglesia

    Debe ser un Mensaje Integro, Org-nico y Gradual

    Y como principio metodolgico debe ser para la persona humana, a quien se dirige el mensaje-contenido de la fe.

    cristocEntrismo

    mEnsaJE LibErador

    mEnsaJE EcLEsioLgico

    mEnsaJE incuLturado o En contExto

    mEnsaJE JErarquiZado

    mEnsaJE signiFicativo

    2. Esta es nuestra fe, sta es la fe de la Iglesia

    En la celebracin del Sacramento del Bautismo, despus del Rito de Renuncia al demonio y al pecado, viene la proclamacin de la Profe-sin de Fe, en donde a travs, de tres preguntas se presenta en sntesis los contenidos fundamentales de nuestra fe cristiana y en la que todo

    bautizado debe creer y proclamar. Al finalizar las preguntas y la respuesta

    a cada una de ellas con la expresin Creemos o S Creo el que bau-tiza dice:

  • El Mensaje Evanglico54

    Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar, en Jesucristo Nuestro Seor.

    idEas FundamEntaLEs dEL sEgundo captuLo

    De esta manera, podemos ver como el CEC y los Catecismos Lo-cales (que pueden ser a nivel Dioce-sano, Regional o Nacional) deben ser la sinfona de la UNICA FE, por lo cual, forman una unidad y al mismo

    El Catecismo de la Iglesia Catlica y su papel que desempea en el conjunto de la catequesis eclesial.

    La necesidad de los Catecismos Locales, ya que, inspirados en el CEC deben adaptar e inculturar el contenido de la fe a las diferentes situaciones y culturas de los destinatarios de la catequesis.

    La importancia de los Catecismos, radica en cuanto que ellos deben expresar y ofrecer para los catecumenos y catequizandos, lo que Ella (la Iglesia) CREE, CELEBRA, VIVE Y PROCLAMA.

    El captulo segundo de esta parte del Directorio, se ocupa exactamente de esto, de los contenidos funda-

    mentales de nuestra fe cristiana, de lo que creemos.

    tiempo manifiestan la rica diversidad

    de la formulacin de esa misma fe, reflejando as dos aspectos categri-cos de la Iglesia: la Catolicidad y la Colegialidad de la Iglesia.

  • El Mensaje Evanglico 57

    Otra parte cay entre la maleza y c u a n d o l a m a l e z a c r e c i , a s f i x i la semilla que no dio fruto.

    (Mc 4-7)Otra parte cay en tierra

  • TERCERA PARTELa Pedagoga de la Fe

    (nn. 137-162)

  • 61La Pedagoga de la Fe

    Introduccin

    Objetivo fundamental

    Descubrir a la catequesis como el ejercicio de una pedagoga original de la fe, descubrien-do que la tarea fundamental de la iglesia es la de transmitir el Evangelio, sin olvidar que esta obra es accin ante todo del Espritu Santo.

    La labor del Espritu

    Se vale de personas que reciben la misin de anunciar, por lo cual sus capacidades y expe-riencias humanas entran a formar parte de la pedagoga de la fe, de ah que la catequesis deba inspirarse en la as llamada pedagoga divina, para que la accin del Espritu sea ms eficaz.

    1. La Pedagoga de Dios, Fuente y Modelo de la Pedagoga de la Fe

    Cmo acta

    la Pedagoga de la Fe?

    En qu se inspira

    la Pedagoga de la Fe?

    Descubre en la Revelacin divina a un Dios que toma a su cargo a la persona humana, a la manera de un Padre, de un Maestro, de un Sabio, de un Educador que se adapta a las diversas edades y situaciones de la vida.

    La pedagoga de la fe se inspira tambin en la Pedagoga de Cristo, sobre todo, por la relacin Maestro-discpulo y en la Pedagoga de la Iglesia, evidenciada por la imagen de sta como Madre y Maestra.

    Debe ayudar a crecer como su maestro a cada discpulo en: Sabidura, Edad y Gracia ante Dios y los hombres. De tal manera que el discpulo pueda llegar al estado de hombre perfecto.

    Cul es el fin de la Catequesis inspirada en la Pedagoga di-

  • La Pedagoga de la Fe62

    3. Opciones Metodolgicas

    2. Los fines de la relacin entre la Pedagoga Divina y la Catequesis

    DEBE LLEVAR A:

    Un dilogo de salvacin, entre Dios y la Persona;

    Aceptar el principio del carcter progresivo de la Revelacin;

    Reconocer la centralidad de Jesucristo;

    Reconocer el valor de la experiencia comunitaria de la fe;

    Enraizada en la relacin interpersonal;

    Que se haga pedagoga de signos;

    Encontrar su fuerza de verdad, como su compromi-so permanente de dar testimonio en el inagotable amor divino.

    Entendiendo estas exigencias, se llega a la comprensin de que la catequesis se debe configurar como

    un proceso, un itinerario o camino que lleve a la madurez en la fe.

    Para lograr sus objetivos pedaggicos de la cate-quesis.

    Promover una progresiva y coherente sntesis entre la adhesin plena a Dios y los contenidos del men-

  • 63La Pedagoga de la Fe

    4. Elementos de Metodologa

    Una consecuencia de la Pedagoga de la Fe es la bsqueda de una metodologa en la catequesis. En la historia ha existido una diversi-dad de mtodos en la catequesis, lo importante es que cualquiera que sea ste, se cuide guardar la relacin contenido-mtodo. Entre stos dos debe existir una necesaria correlacin, de tal manera que un buen mtodo de catequesis ser

    garanta de fidelidad al contenido.

    Entre los diferentes mtodos existen-tes siguen siendo de gran aprecio el mtodo inductivo y deductivo.

    Otros elementos metodolgicos que deben ser tomados en cuenta en una catequesis renovada, son los siguientes:

    la pedagoga de Dios, tomando sus lneas constitutivas, para que guiada por el Esp-

    saje cristiano;

    Desarrollar todas las dimensiones de la fe;

    Impulsar a la persona a confiarse totalmente a Dios;

    4.1. Otros elementos Metodolgicos

    Experiencia Humana La experiencia humana en la catequesis

    Ya que sta asumida por la fe, viene a ser en cierto modo el mbito en el que se manifiesta y realiza la salvacin. De tal manera, la iluminacin y la interpretacin de la experiencia humana a la luz de la fe se convierte en una tarea permanente de la pedagoga catequtica.

  • La Pedagoga de la Fe64

    Actividad y Creatividad de los catequizandos

    La comunidad, persona y catequesis

    Memorizacin en la Catequesis

    Funcin del Catequista

    La memorizacin en la catequesis

    Ya que sta es un elemento constitutivo de la fe, siempre y cuando no se convierta en una memorizacin mecnica, sino que sta se integre armnicamente entre las diversas funciones del aprendizaje.

    La funcin del catequista Ser de gran valor, ya que, ningn mtodo exime al catequista del trabajo personal fincado en el don del Espritu, de tal modo

    que la espiritualidad y el testimonio trans-parente de vida cristiana en el catequista constituyen el alma de todo mtodo. Es as como el catequista se convierte en un me-diador que facilita la comunicacin entre las personas y el misterio de Dios.

    La actividad y la creatividad de los catequi-zandosQue los lleve a dar una respuesta activa al don de Dios por medio de la oracin, la participacin en los sacramentos y en las dems acciones litrgicas, etc.

    La Comunidad, persona y catequesisYa que, la pedagoga catequtica se hace eficaz

    en la medida en que la comunidad cristiana se convierte en referencia concreta y ejemplar para el itinerario de fe de cada uno. Por lo cual, la comunidad se concibe como fuente, lugar y meta de la catequesis.

  • 65La Pedagoga de la Fe

    Importancia del Grupo

    Comunicacin Social

    La importancia del grupoQue se manifiesta en cualquier momento y etapa de la catequesis.

    La comunicacin socialEspecialmente por el uso de los diferentes medios de comunicacin, tan importantes hoy para la evangelizacin y la catequesis, tomando en cuenta de manera prioritaria los medios audiovisuales.

  • (Mc 4-7)Otra parte cay en t ierra buena y creci, se desarroll y dio fruto: e l tre inta, e l sesenta, y hasta e l ciento por uno.

  • CUARTA PARTELos destinatarios de la Catequesis

    (nn. 163-214)

  • Los Destinatarios de la Catequesis74

    2. La catequesis segn la condicin inicial de la Fe

    Se abre al camino de la iniciacin de catecmenos y nefitos (nue-vos en la fe);

    Si se dirige al desarrollo de la fe de los bautizados, hablamos ms bien de catequesis de profun-dizacin o de fundamentacin;

    Si se considera la evolucin fsica y psquica de los catequizandos, se trata de la catequesis por edades y si se tienen en cuenta los diferentes contextos socio-culturales, se presenta una cate-quesis segn categoras.

    La Catequesis

    Salir de la trampa que la ha anclado

    deBe

    a la

    Etapa de la Infancia

    Y la Ha reducIdo

    A una simple Prepara-cin Presacramental

    Catequesis Infantilla

  • Los Destinatarios de la Catequesis76

    De acuerdo a situaciones especiales, mentalidades y ambientes de los destinatarios2a.

    c a t E q u E s i s

    Discapacitados e Inadaptados

    para

    Los Marginados Ciertos AmbientesGrupos

    Diferenciados

    A partir de los diferentes contextos socio-religiosos de los destinatarios, as tenemos:3a.

    catEquEsis

    En una situacin de pluralismo y complejidad. En relacin con la religiosidad popular. En un contexto ecumnico. En relacin con el hebrasmo. Y en relacin con los as llamados "nuevos movimientos reli-

    giosos".

    Se tendra que hacer a partir de los distintos contextos socio-culturales de los Destinatarios4a.

  • Los Destinatarios de la Catequesis 79

    (Mc 4-8)Y aadi: Quin tenga odos para or, que

    oiga!(Mc 4,9)

  • La Catequesis en la Iglesia Particular

    (nn. 215-285)

    QUINTA PARTE

  • La Catequesis en la Iglesia Particular 83

    Introduccin

    En esta quinta parte del DGC

    el tema central gira en torno a:

    La Iglesia Particular en relacin con los Agentes de la Catequesis y la organizacin pastoral de la misma.

    Captulos que Presenta:

    i y ii iii iv

    Estos dos primeros captulos se ocuparn de meditar sobre los Agentes, ya que, la cate-quesis es una tarea comn a todos los miembros de la Iglesia, pero diferenciada, de ah su necesidad de analizarla. Y por otro lado, se nos dan los criterios necesarios para la for-macin sobre todo de aquellos que dentro de la comunidad prestan su servicio segn su respectiva responsabilidad y carisma, en el ministerio de la catequesis.

    Se hablar de los as llama-dos lugares de la cateque-sis, en donde de hecho se realiza o se debera de dar.

    Se refiere ms propiamente a los aspectos organizativos, de esta importantsima tarea de cada Iglesia particular: organismos responsables, la coordinacin de la catequesis y algunas tareas propias del servicio catequtico.

    1. Los agentes de la catequesis

    1Er. paso

    Reflexionar sobre la necesidad y la importancia que debe tener este ministerio de la catequesis, dentro de la Iglesia Particular, de tal for-ma que siendo la catequesis una responsabilidad comn de todos sus miembros, al mismo tiempo debe ser diferenciada. De tal modo que los obispos, presbteros, diconos, religiosos (as) y laicos (en donde los padres de familia ocupan un lugar privilegiado) la han de realizar segn su respectiva responsabilidad y carisma.

  • 84 La Catequesis en la Iglesia Particular

    2o. paso

    La necesidad de la formacin para el servicio de la catequesis, como

    responsabilidad de la misma Iglesia Local.

    La formacin de los Agentes Catequistas debe abarcar

    EL sEr EL sabEr EL sabEr hacEr

    Que abarca la dimensin humana y cristiana de la formacin;

    Al saber se refiere a la ne-cesidad de conocer bien el mensaje que transmite y al mismo tiempo, al destinata-rio que lo recibe;

    Se refiere a la capacidad que el catequista debe tener para poder ser un educador del hombre y de la vida del hombre.

    Necesitan de una madurez humana, cristiana y apostlica

    Necesitan de una formacin bblico-teolgica y en las ciencias humanas

    Necesita de una formacin pedaggica

  • La Catequesis en la Iglesia Particular 85

    2. Lugares y vas de la catequesis

    As tenemos:

    la comunidad cristiana,

    a la familia,

    las asociaciones, movimientos y agrupaciones de fieles y

    la Parroquia

    la Escuela Catlica

    las comunidades eclesiales

    de base.

    pastoraLcatEqutica

    La Catequesis entrar en un nuevo esta-do de renovacin cuando hablemos

    de ella como

    Cuando hablamos de la catequesis dentro de las Iglesias Particulares, se tienen que mencionar los lugares y las vas concretas por donde sta

    deba encontrar su ambiente adecua-do para lograr su finalidad.

    3. La organizacin de la pastoral catequtica

  • 86 La Catequesis en la Iglesia Particular

    La Catequesis Una organizacindEbE

    tEnErquE

    adEms

    no puEdE quEdar

    No sea ajena

    quE garanticE

    a Las dEms

    Al margen de los planes y proyectos

    Su funcionalidad

    Y el cumplimien-to

    de su Misin propia

    Acciones y tareas

    eclesiales

    dE una

    Pastoral de

    Conjunto

    Juntos realicen el mandato

    misionero de Jess

    para quE

    dEntro dE quE Es

    La Iglesia particuLar

    La Evangeliza-cin

  • Les deca ensendoles: Escuchen! Sali el sembrador a sembrar.Y sucedi que, al sembrar, parte de la semilla cay al borde del camino. Vinieron los pjaros y se la comieron.Otra parte cay en terreno pedregoso, donde no haba mucha tierra; brot enseguida, porque la tierra era poco profunda,pero, en cuanto sali el sol se marchit y se sec porque no tena raz. Otra parte cay entre la maleza y cuando la maleza creci, asfixi la semilla que no dio fruto. Otra parte cay en tierra buena y creci, se desarroll y dio fruto: el treinta, el sesenta, y hasta el ciento por uno.Y aadi: Quin tenga odos para or, que oiga!

    (Mc 4, 4-9)