Guia para la Futura Ex-esposa
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Memoria selectiva para recordar lo bueno, prudencia
lógica para no arruinar el presente, y optimismo
desafiante para encarar el futuro.
Isabel Allende, escritora chilena
“En esta guía te hablaré de las experiencias que muchas
mujeres hemos pasado durante este proceso (por
supuesto, me incluyo) y de lo que, si volviéramos a vivir,
muy probablemente evitaríamos o haríamos de manera
diferente.
En especial, te hablaré del aspecto económico, que es el
tema principal de la sección MUJER Y DINERO, aunque
también te sugeriré algunos pasos que sería conveniente
que siguieras desde el punto de vista legal y emocional.
Desde luego, cada situación es única y esta es sólo una
orientación general.”
Mercedes Fernández,
columnista en el blog Mujer Sin Cadenas.
CONTENIDO
¿HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE?
i. CONSIDERACIONES ANTES DE ENTREGAR LA DEMANDA DE DIVORCIO
ii. LLEGA EL MOMENTO DE PRESENTARLE LOS PAPELES DEL DIVORCIO
iii. DESPUÉS DE QUE SE HA DADO LA SENTENCIA DE DIVORCIO
CONCLUSIón
¿HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE?
Un divorcio es un proceso doloroso y lamentable. Aunque tengas muy claro que es la
única salida posible, no deja de ser la ruptura de un proyecto de vida. Implica romper,
de tajo, con sueños, planes, posiciones sociales, estatus económico, incluso rutinas,
expectativas tuyas y ajenas, experiencias violentas de todo tipo que, por muy dolorosas
que hayan sido, eran parte de nuestra zona de confort…sí, aunque suene paradójico
pues “zona de confort” no significa que lo estés pasando muy bien, sino simplemente
que conoces el terreno y sabes cómo moverte dentro de sus límites por muy
desagradable y atormentado que te resulte.
Si ya has tomado la decisión de divorciarte, toma en cuenta la gran cantidad – e
intensidad – de emociones encontradas que estarás experimentando los próximos
meses, quizá hasta un poco más de un año. Por tu propio bien y el de tus hijos, y en la
medida de lo posible, intenta mantener una relación de respeto con quien estuvo a tu
lado un tiempo importante de tu vida. Aquí estoy hablando, por supuesto, de
matrimonios que han dejado de amarse pero dentro de los cuales no hay violencia pues,
si la hay, los buenos modales y las consideraciones salen sobrando pues te podrían
costar caras. En este tipo de casos, deja que se encargue de todo tu abogad@.
No importa si se trata de un
divorcio “amistoso” (si tal existe)
o si se trata de La Guerra de los
Roses, antes de dar el paso, te
sugiero que consideres lo
siguiente:
1. BUSCA UN/A BUEN/A ABOGAD@
Lo primero que debes hacer es averiguar hasta encontrar un buen abogado
(cuesta tiempo y dinero, pero existen y vale
la pena que uno de esos rarísimos
especímenes lleve tu divorcio) y preguntar a
quienes han sido sus clientes cuál ha sido su
experiencia y si le recomendarían.
Averigua, pregunta, cerciórate. Tienes, en tu
contra, la ira, el miedo, la tristeza, el
cansancio y el deseo de terminar todo; sin embargo, de las decisiones que tomes
ahora – entre ellas, el/la abogad@ que llevará tu caso – dependerá la calidad de
vida de los primeros años después de tu divorcio, así que haz la tarea con sumo
cuidado.
2. CONSIGUE/ASEGURA UNA FUENTE DE INGRESO Y ASESÓRATE PARA
PROTEGER TUS PERTENENCIAS
Algo que debes tener en cuenta son los tiempos de la Justicia pues esta es todo
menos expedita, por lo que, con anticipación, considera el aspecto económico.
¿Cómo te vas a mantener mientras las cosas se
regularizan y la ley le obliga a pasar una pensión?
¿Tienes un trabajo actualmente? ¿Tienes bienes que
poseías antes de contraer matrimonio? ¿Hay bienes a tu
nombre? ¿Cómo están los bienes que se crearon
durante el matrimonio? Tal vez sea el momento de
averiguar la respuesta a todas esas preguntas y permitir
que tu abogad@ te asesore acerca de la mejor forma de
proteger tus bienes; por otro lado, si no tienes un empleo, es hora de conseguir
uno, aunque sea de medio tiempo, para ir ahorrando algo de dinero.
A las mujeres, en la gran mayoría de los casos, nos toca la peor parte. Eso ya lo
hemos visto en mi columna MUJER Y DINERO en varias ocasiones. El hombre se
enfurece porque pierde el poder sobre su pareja y la deja en la calle.
Las mujeres pierden más del 70% de su nivel económico tras el primer año del
divorcio mientras ellos suben más del 40%, ¿y la ley?…bien, gracias.
3. BUSCA Y FORTALECE TUS REDES DE APOYO
Procura, sin embargo, que tus redes de apoyo no estén entre las amistades en
común del matrimonio ni entre amig@s y parientes que creen en el matrimonio
para toda la vida bajo cualquier
circunstancia y que, con la mejor de las
intenciones, buscarán un arreglo
entre los dos, echando a perder tus
planes de divorcio y poniendo al futuro
ex, sobre aviso. Busca apoyo en
familiares y amistades que sean
leales a ti y que no tengan la costumbre
de meter su cuchara diciéndote lo que
debes o no debes hacer pero que estén ahí, disponibles para cuando les
necesites en lo que les necesites y nada más.
No tienes idea de lo invaluable que es este recurso. ¡OJO! cuando ya has tomado
la decisión de divorciarte, es muy probable que vivas una situación para la que
muchas no estamos preparadas y nos deja de una pieza: en ocasiones, amistades
y familiares muy cercanos pueden darte la espalda justo cuando más les
necesitas pues sus creencias y paradigmas – además de las expectativas que
tenían de ti – han sido vulnerados (además de que les haces cuestionarse la
fortaleza de sus propios matrimonios, y eso” les mueve el tapete”, como decimos
en México, en especial a quienes no están todo lo felices que quisieran pero que
no desean cambiar nada, al menos por ahora) Prepárate para eso, también.
4. CAMBIA TU NÚMERO TELEFÓNICO
Consíguete un teléfono celular o móvil, o incluso, una línea fija que sea
específicamente para tratar este tema y se mantenga aparte de las líneas
que siempre utilizas. De este modo salvaguardas lo que estás haciendo y
evitas que tu ex pareja se entere antes de tiempo, es decir, antes de que
puedas presentar los documentos a la Justicia. Esta parte es la más
complicada y estresante pero debes ser muy discreta.
5. CAMBIA LAS CLAVES Y CORREOS ELECTRÓNICOS
Cambia las claves personales de tu Facebook, Twitter
y demás redes sociales. También las de tus
direcciones de e-mail. En caso de que tengas una
pareja demasiado controladora, el cambio podría
resultar contraproducente; en tal circunstancia, compra un celular y crea otras
cuentas de las que él no tenga conocimiento para que, a través de ellas, realices
todos los trámites relacionados con la preparación de tu divorcio. Durante este
paréntesis de tiempo en que te estás ocupando de planear el divorcio, evita el
contacto con amigos comunes al matrimonio; de esta manera, impides que se
filtre información y también los resguardas de una situación complicada en
cuanto a lealtades de amistad.
1. INTERRUMPE LA CONVIVENCIA
Lo primero que debes hacer es interrumpir la convivencia y evitar todo tipo de
contacto con tu pareja. Sólo lo imprescindible, lo demás déjalo en manos de los
abogados. Si es necesario, múdate a otro domicilio y
muda tus cosas contigo, pero tendrás que avisar a tu
abogado para que él te oriente. Recuerda que, según
todos los estudios de violencia hacia las mujeres, la
etapa de la relación en la que están en mayor peligro de
perder la vida es, justamente, cuando han decidido dar
por terminada la relación.
2. SI HAY VIOLENCIA HACIA TI
Si tu pareja te maltrata, o hay violencia doméstica en tu casa contigo y con tus
hijos, interrumpe de inmediato el contacto de los niños con él y levanta la
denuncia pertinente.
Una vez que ya has tomado estas precauciones, presenta los papeles y deja que
los abogados medien entre ambos, pero no creas que todo termina ahí. ¡No! es
bueno que consideres algunas de las
siguientes recomendaciones:
Intenta NO herir el orgullo y los
sentimientos de tu futuro ex esposo. Es por
autoprotección y la de tus hij@s Hay un
dicho gringo que reza así: “When the man
gets mad, the woman gets poor”, que es
algo así como: Cuando el hombre se enoja,
la mujer se queda pobre. En este momento – y más si has sido tú quien entabló
la demanda de divorcio – su ego está muuuuy lastimado y él está furioso porque
siente que va perdiendo el control sobre ti.
Un proceso de divorcio ya es suficientemente doloroso como para que haga falta
echarle más leña al fuego. No es momento de discutir acaloradamente los
puntos y las discordias por las cuales has llegado al divorcio. Después de todo, si
hubiera habido entendimiento en estos puntos, no estarían en estas andanzas,
¿Verdad?, ¿Qué caso tiene, ahora, discutir lo que no se pudo resolver dentro del
matrimonio por tantos años? Permite que las cosas se encaminen por la vía legal
correcta más corta y concisa posible. De por sí, andar de juzgados, careos, juntas
de avenencia, división de bienes, pensiones alimenticias y demás es
terriblemente estresante y doloroso, no lo hagas aún más difícil (ni le permitas
que te meta en sus rollos) con pleitos por teléfono, en la escuela de tus hij@s, en
tu trabajo, en el de él, etc.
3. NO METAS A AMIG@S Y FAMILIARES CUANDO EL PROCESO ESTÉ EN CURSO
Permite que no se pronuncien a favor de ninguno si no lo desean. Tampoco te
dejes llevar por sus opiniones y consejos, en especial, si son del tipo de personas
que creen en el matrimonio pase lo que pase. Tú sabes
qué te llevó al divorcio y tus abogados cómo efectuarlo.
Tampoco permitas que te juzguen ni que te interroguen
como si tuvieras obligación de dar explicaciones. No
permitas que te chantajeen con el cuento de que dejas a
tus hij@s sin padre por egoísta y que si hubieras sabido
hacerle feliz, él no te maltrataría y bla, bla, bla.
Sólo tú has vivido con él y sólo tú sabes por lo que has pasado.
4. DISTRÁETE DEL PROCESO DE DIVORCIO CUANTO TE SEA POSIBLE
Esta etapa de tu vida es agotadora y terriblemente pesada para tu estado
emocional. Intenta hacer cosas que te den satisfacción. Sal con amistades – por
ningún motivo inicies relaciones románticas con nadie en esta etapa puesto que,
aparte de poner en riesgo el resultado del juicio de divorcio, te lastimaría más a
ti y a tus hij@s que no sabrían de qué va todo esto: eso de que un clavo saca a
otro clavo, es una idea poco afortunada, por decirlo suavemente-.
Conoce gente nueva, si puedes
permitírtelo, haz un viaje corto,
concédete un capricho, hazte de una
mascota, es una buena idea. Un cambio
de look también puede hacerte sentir
que estás caminando hacia una nueva
etapa de tu vida.
5. L@S HIJ@S.
Si hay niños o adolescentes de por medio, intenta, más que en ningún otro caso,
llegar a un acuerdo de divorcio pacífico. L@s hij@s no pueden ser rehenes ni
víctimas del divorcio de sus padres. Si es un divorcio especialmente violento, ten
cuidado de que tu pareja no los secuestre: es más común de lo que imaginas
pues recuerda que está furioso y quiere darte
una lección porque te percibe, por primera
vez, fuera de su control. Avisa a la escuela de
tu situación de divorcio y pide que, por
ningún motivo, saque a los niños sin tu
consentimiento.
Hay que explicar a los niños que se está en medio de un divorcio. Procura
contestar las preguntas que los inquieten. No des más detalles de los que
requieren - hay que tener muy en cuenta la edad de los hijos a la hora de dar las
explicaciones del caso.
Se dice que no se debe hablar mal de la pareja pues, después de todo, es el
padre. En términos generales, estoy de acuerdo pues hacerlo de otro modo,
aumenta la violencia y la experiencia de caos que los hijos están viviendo; sin
embargo, si tu situación es desesperada y, en ocasiones despotricas en contra de
él, tampoco te auto flageles por ello, eres un ser humano viviendo bajo una
situación de estrés intensísima.
Busca una terapia para ti y para tus hijos – sugiero que por separado - de esa
forma podrás dar salida a tu ira, a tu miedo, a tu descontrol en un lugar y con
una persona que pueda darte la contención y el soporte que necesitas para evitar
hacerlo en casa, donde lo atestigüen tus hij@s. En cuanto a ell@s, también
tendrán deseos de expresar emociones que no se atreven a compartir
directamente contigo, como ira contra su padre y contra ti, su miedo, su tristeza
a pesar de que hayan vivido un infierno en casa y , ¿a que no imaginas qué?, su
ira contra ti ¡sí! contra ti también pues fuiste, después de todo, quien tomó la
decisión de entablar la demanda de divorcio y, con él, la confusión que viven
ahora – aunque sean testigos de que quien agrede y lastima es él – y además,
eres tú, después de todo, a quien tienen más cerca y, en consecuencia, contra
quien dirigirán su ira, sus reclamos, su tristeza. Prepárate para ello y, si cuentas
con los medios, facilítales el lugar apropiado y la persona adecuada para que den
salida a estas fuertes emociones. De hecho, siempre hay sitios donde se da este
tipo de tratamiento por precios accesibles y, aun gratuitamente en universidades
públicas, infórmate; les será de gran ayuda a tod@s.
6. PROTEGE TU EMPLEO MANTENIENDO A JEFES Y COMPAÑEROS AL MARGEN
DE TU PROCESO HASTA DONDE TE SEA POSIBLE
¿Y por qué te aconsejo esto? Porque en las empresas les aterran los procesos
legales de sus emplead@s. No quieren problemas…la imagen, tú entiendes. Por
otro lado, necesitan gente que pueda concentrarse en su trabajo sin distraer su
atención ni sus energías en asuntos legales.
Por absurdo que pueda sonar, hay empresas tan retrógradas que, aunque es
ilegal, echan a las personas porque se divorcian. No es exageración, Lilith, mi
amiga, perdió su trabajo en una universidad muy católica cuando se enteraron
de que se estaba divorciando porque, según le dijo el
“Rector” de la misma: “Voy a ser muy franco, Lilith: le
das mal ejemplo a las alumnas” ¡En pleno siglo XXI!”.
Cuando le pregunté si iba a demandar a la seudo-
universidad, me contestó “Con una demanda legal –la
del divorcio – tengo suficiente, ya no quiero más
abogados” y así empezó a rodar de empleo en
empleo.
Que sepan lo menos posible de tu vida personal: es un seguro para conservar tu
empleo que, ahora más que nunca, es indispensable pues se avecinan problemas
para conseguir y medio asegurar la pensión alimenticia.
1. LA BATALLA POR LA PENSIÓN ALIMENTICIA
Ya te divorciaste, un juez determina lo que el ex esposo debe dar y tú, a reconstruir
tu vida ¿no? …mmm…Te la pongo de la siguiente manera: “En seis meses, de
diciembre de 2012 a mayo de 2013, el Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal (TSJDF) ha recibido 11 mil 582 demandas de pensión alimenticia, patria
potestad, guarda y custodia, y régimen de convivencias y visitas para padres e hijos”.
Fuente: Cimacnoticias.
INEFICACIA INSTITUCIONAL
Cimacnoticias comenta el caso de Claudia, una joven de 32 años a quien traen de
Herodes a Pilatos buscando quién le ayude a obligar al padre de su hija, de 6 años
con su manutención. La joven va de Los Juzgados
de la Delegación Cuauhtémoc en el Distrito
Federal al DIF y de regreso y nadie la atiende.
Cimacnoticias verificó que en los juzgados se
atiende a las mujeres, pero al día sólo se reparten
de 10 a 40 fichas, dependiendo de cuántos
abogados estén disponibles. Las fichas se
entregan a las 9 de la mañana y quien llegue más temprano es quien puede obtener
una.
Comentan que Claudia ya había intentado ir al DIF, donde también reparten fichas
de atención, pero a pesar de que en varias ocasiones llegó a las 6 de la mañana o
antes, nunca alcanzó turno. Hasta ahora sigue buscando ayuda porque no tiene
dinero para pagar un abogado ni se puede dar el lujo de perder su trabajo.
(Cimacnotocias, periodismo con perspectiva de género). Fuente: Anayeli García
Martínez Cimacnoticias | México, DF.- 11/07/2013
También ha ido al Instituto de la Mujer - Inmujeres (al que también acudió mi amiga
Lilith) y…nada. Dicho instituto es un adorno política y feministamente correcto que
sirve para dos cosas: para nada y para lo mismo
Como podrás darte cuenta, cuando todo ha terminado y se da el fallo de divorcio, la
batalla por lograr que tu flamante ex marido cumpla con sus obligaciones para con
sus hij@s, acaba de comenzar y lo que necesitas, como decía Kalimán es “serenidad
y paciencia”.
Es importante que tengas en mente todo lo anterior porque, necesariamente, retrasa
la reconstrucción de tu vida como cabeza de familia. Es por ello que no me canso de
decirte: allégate recursos desde antes de empezar todo pues los dos primeros años
vivirás, financieramente hablando, entre los círculos octavo y noveno del infierno de
Dante: fraude y traición pues, al percibirte prácticamente sin recursos, te ves en la
necesidad de malbaratar tus bienes (y hay gente que “huele” cuando necesitamos
recursos y abusa sin contemplaciones – abogángsters incluid@s -) y eso no es justo.
Protégete y protege a tus hij@s pues, como dice el doctor Osvaldo Otemberg,
psicoanalista y abogado en derecho de familia en Buenos Aires, Argentina: "El
perjuicio es mayor si tiene hijos a cargo. Aunque trabaje, sus recursos suelen ser
escasos para mantener al conjunto familiar y, si no tiene empleo, su situación puede
volverse desesperante, en tanto dependerá del aporte del ex marido. Los recursos
judiciales para reclamar si no cumple son siempre tardíos e insuficientes, quedando
la mujer en una situación de litigante permanente".
2. LA RECONSTRUCCIÓN DE TU VIDA COMO CABEZA DE FAMILIA
Andrea sale a las 7 de la noche de su casa para ir a trabajar a una fábrica y regresa a
las 7 de la mañana para preparar el desayuno de sus tres hijos y llevarlos a la
escuela.
“Sólo así estoy tranquila, atendiéndolos yo misma. Mientras ellos estudian yo
duermo un par de horas, luego hay que
prepararles la comida y recogerlos de la
escuela”, narra y subraya: “No tengo de otra, si
no trabajo no comemos”.
Así vive –“al día”, como ella dice– esta jefa de
familia de 33 años, y así es para muchas otras
mujeres que constituyen los 5.3 millones de
madres solteras, separadas o divorciadas en
México, según datos del Inegi. De estas mujeres, sólo 3.7 millones tienen ingresos
por trabajo, 15 por ciento no tienen ingreso monetario por ninguna vía, y el resto
recibe transferencias de gobierno o apoyos familiares, de acuerdo con información
del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) Fuente. Cimacnoticias Por: Gladis
Torres Ruiz Cimacnoticias | México, DF.- 24/12/2012
El proceso de divorcio suele ser largo y difícil; sin embargo, en algún punto,
técnicamente terminará; no obstante, en realidad es, también, un nuevo comienzo.
Mientras enfrentas una nueva vida, por tu cuenta, en muchos casos, por primera vez
(pues, en nuestras culturas latinoamericanas, muchas mujeres aún suelen pasar de la
tutela de los padres a la del marido y no siempre pueden darse la oportunidad de
ser independientes antes de casarse) te sientes entusiasmada y angustiada
simultáneamente. Puedes volver a ser soltera si es que no tuviste hij@s o puedes ser
una madre soltera. Cualquiera que sea tu situación, ahora enfrentas nuevos retos,
nuevas emociones y sobre todo, una nueva realidad.
Ya te vas a tu casa con el fallo de divorcio bajo el brazo. El juez ordena al ex marido
pasar cierta cantidad como pensión y tú crees que él siempre la respetará. Te sientes
muy cansada pero tranquila: ¡Todo terminó!, te dices… ¡¿Y ahora?! Habrá que tomar
decisiones que modificarán tu vida y la de tus hij@s durante días, meses y años
después del divorcio.
Toma en cuenta estas sugerencias que, si las ignoras, pueden ocasionarte problemas
financieros a futuro:
Planes de pensión, fondos de jubilación: es imprescindible que averigües esto
pues el tiempo vuela, los años pasan y no querrás terminar de arrimada con
tus hij@s ¿verdad?
Cambiar los beneficiarios en cuentas de inversión y testamentos si tenías uno.
Vender una casa o más propiedades, si las hubo y dividirlas
Quitar un ex cónyuge de la membresía del gimnasio o salir tú de ella
Cambiarte a una zona residencial más modesta pues ahora, con tu salario
deberás resolver los gastos de cada mes
Involucrar a tus hij@s en la creación de un nuevo presupuesto y en la forma
de cuidar los recursos con los que contará la nueva familia.
Tal vez cambiar a l@s hij@s a escuelas menos costosas o, incluso, a escuelas
públicas
Gestionar la pensión alimenticia (paciencia, paciencia, paciencia)
No todo es dinero, por supuesto, también están aspectos como tu salud física y
emocional, tu autoestima, abrirte paso como mujer en un mundo construido
mayoritariamente para hombres por hombres, la reconstrucción de tu vida
sentimental.
Ahora, después del divorcio, se trata de avanzar por ti misma en un mundo de
hombres. Tal vez notes un cambio en el trato ahora que eres “una divorciada”
(por más que la sociedad se declare de mente abierta y moderna). Tendrás que ir
al banco, al taller mecánico tú sola, cuando estabas acostumbrada a que lo
hicieran el papá, el hermano, el marido; tendrás que contratar los servicios de
electricistas, carpinteros, jardineros, fontaneros y decir qué es lo que quieres
(algo, no siempre muy fácil para muchas mujeres), negociar precios, reclamar
cuando algo no quedó como querías. Parece una tontería, pero cuesta trabajo
empezar cuando, culturalmente, muchas de esas actividades las realizaba la
pareja.
Pero no te asustes: ser divorciada no es el fin del mundo. Es, de hecho, el inicio
de una etapa que, si bien es dolorosa y llena de incertidumbre al principio, es,
también, la oportunidad de diseñar el tipo de vida que te gusta y de vivirla en
tus propios términos si es que aprendiste la lección, pues hay mujeres tan
asustadas de esa libertad que inmediatamente
buscan otro hombre que se haga cargo de ellas y
de sus hij@s, desperdiciando la invaluable
oportunidad de crecer como personas, como
mujeres, como madres y ayudar a sus hij@s a ser
más independientes, también.
En esta primera etapa, lo más importante, después
de afianzar el aspecto económico, sin el cual nada
de lo demás es posible, es reforzar tu autoestima y
trabajar en tu empoderamiento. Es como recoger
los pedazos del rompecabezas en el que quedó
hecha tu vida anterior. Pero, esta vez, tienes la
oportunidad de cambiar el diseño del mismo.
Reconstruir la autoestima – y, en ocasiones, construirla por primera vez - es un
proceso que toma tiempo. En el camino, muchas veces, las mujeres fuman o
comen mucho o, por el contrario, no comen nada y duermen tanto como
pueden, pues lo único que desean es desconectarse de esta nueva realidad que
las asusta y les resulta tan pesada.
Es una época en la que las mujeres pueden enfermar, a veces de gravedad,
pueden subir mucho de peso o, por el contrario, perder más de diez kilos.
Pueden descuidar su aspecto exterior o, en el afán de encontrar una pareja
sustituta, se arreglan con más esmero del acostumbrado pues, además de que,
en principio, en este mundo de hombres, es difícil arreglarse la vida como mujer,
está también esa creencia de que una mujer completa es aquella que tiene un
hombre al lado y el hecho de estar sola la hace sentirse menos valiosa, como
defectuosa. Le da vergüenza salir a la calle, a un restaurante, a un evento sin un
hombre al lado que la valide como mujer.
Hay mujeres que se permiten vivir aventuras, seguidas de períodos de celibato,
antes de que estén listas para iniciar una relación más estable. Las hay, por otro
lado, quienes deciden no volver a relacionarse sentimentalmente con hombres.
Las hay, finalmente quienes deciden tener una relación estable con alguien pero
sin vivir en la misma casa. Son mujeres que prefieren disfrutar de la libertad de
no tener que compartir su tiempo, su espacio ni sus energías cuidando de un
hombre, sus comidas, su ropa, sus tiempos y exigencias. Disfrutan no tener que
dar cuentas a nadie, no tener que seguir posponiendo sus proyectos de vida, sus
sueños; disfrutan de no tener que salir de una reunión justo cuando se está
poniendo divertida porque hay que regresar a preparar la cena. Sobre todo, son
mujeres que no se permiten volver a depender financieramente de un hombre…
Es, en verdad, una liberación.
No hay una conducta que pueda considerarse “correcta” o “incorrecta”, sólo ten
cuidado de no involucrarte demasiado pronto en una relación seria. Es
importante que te repongas del todo antes de rehacer tu vida sentimental, de lo
contrario, es muy probable que pasen dos cosas: primero, llevarás a esa relación,
todo lo que aún no ha sanado de la relación anterior, incluida la rabia, la tristeza
y el miedo, lo que no es justo ti, para tu pareja ni para tus hij@s; segundo, hay
muchas probabilidades de que te relaciones con hombres muy parecidos al
hombre de quien te has divorciado. Todo lo anterior, afectará seriamente a tus
hij@s quienes no entenderán qué pasa con sus vidas.
MUJERES: SERES-PARA-LOS-OTROS O SERES-PARA-SÍ-MISMAS
Para algunas, con el divorcio, viene el aburrimiento. Este problema puede ser
auto-inducido, debido a que se rehúsa a vivir su vida después de su divorcio.
Estamos acostumbradas a ser seres-para-los-otros, como dice la doctora Marcela
Lagarde y, al no tener un marido a quien cuidar (en especial cuando los hijos ya
van siendo mayores) nos quedamos, de pronto, frente a nosotras mismas y a
nuestras vidas: ¿y ahora, qué? ¿Qué hago conmigo y con mi vida cuando siempre
supe qué hacer por y para l@s demás? ¿Qué quiero para mí? ¿El proyecto de vida
que creí que era mío es aun lo que quiero hacer? ¿Ya cambié de opinión? Para
muchas viene la culpa de ser seres para ellas mismas y empiezan a inventarse
causas humanitarias para rehuir el compromiso consigo mismas.
Estábamos acostumbradas a dejar que nuestras vidas giraran alrededor de los
proyectos del marido y de los hijos, a pasar las tardes, los fines de semana y aún
los períodos de vacaciones haciendo cosas con y por la familia y el marido. Ahora
que estamos “solas” (así dicen muchas mujeres) no saben qué hacer con sus
ratos libres, aunque no sean muchos.
No te permitas sentarte a no hacer nada. Haz algo que te guste y te dé placer. Si
te gusta cocinar, hazlo; escribe, inscríbete en algún curso (siempre hay cursos
gratuitos en casas de la cultura u otras dependencias de gobierno). Hay sitios en
los que proyectan cine de arte de manera gratuita. Hay espectáculos de todo
tipo que son gratuitos, si son del tipo de espectáculos que disfrutas, asiste. Haz
algo para romper el ciclo de aburrimiento que viene con el divorcio.
El aburrimiento y la falta de actividades y proyectos propios te llevan a
experimentar el sentimiento de soledad lo que, muy pronto, te llevará a sentir
pena por ti.
Piensa en lo que es disfrutable para ti y reúnete con amig@s que gusten del
mismo tipo de actividades. Después de la tormenta que significó el divorcio,
viene el placer de reconstruir tu vida a tu medida si decides asumir el riesgo y la
responsabilidad por ti misma.
CONCLUSIÓN
No he encontrado una estadística que diga cuánto tiempo tardarás en recuperar tu
estabilidad financiera, emocional y psicológica, pero te llevará de cuatro a seis años,
conducir tu vida familiar con cierta seguridad, tomando como referencia, tanto mi caso
personal como el de otras mujeres divorciadas con quienes tengo contacto.
Es por eso que no puedes soslayar la parte económica pues es la base sobre la cual
podrás tomar decisiones para ti y para tu familia de aquí en adelante. Es la que te dará
la paz mental suficiente para crear nuevos proyectos de vida, ahora que eres la
protagonista y no esa “gran mujer” que está detrás…siempre detrás.