Gunder Frank - Capitalismo y Desarrollo en América Latina

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  • Capitalismo y subdesarrollo en Amrica Latina Andre Gunder Frank NDICE DE CONTENIDOS PREFACIO PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIN Captulo Primero: EL DESARROLLO DEL SUBDESARROLLO CAPITALISTA EN CHILE A. Tesis del subdesarrollo capitalista. 1. La contradiccin de la expropiacin-apropiacin del excedente econmico; 2. La contradiccin de la polarizacin metrpoli-satlite; 3. La contradiccin de la continuidad en el cambio B. Las contradicciones capitalistas en Amrica Latina y en Chile C. Amrica Latina, colonial y capitalista D. El capitalismo del siglo XVI en Chile: colonizacin de un satlite E. El capitalismo del siglo XVII en Chile: desarrollo capitalista "clsico" F. El capitalismo del siglo XVIII en Chile: resatelizacin, polarizacin y subdesarrollo. 1. La polarizacin internacional a travs del comercio exterior; 2. La polarizacin interior; 3. La polarizacin latifundio-minifundio; 4. La polarizacin propietario-trabajador dentro del latifundio; 5. Polarizacin y subdesarrollo industrial G. El capitalismo del siglo XIX en Chile: consolidacin del subdesarrollo. 1. Tentativas de independencia y desarrollo econmico: Portales, Bulnes y Montt; 2. El librecambio y el subdesarrollo estructural; 3. La revolucin industrial frustrada: Balmaceda y el salitre; 4. La consolidacin del subdesarrollo

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  • H. El siglo XX: amarga cosecha de subdesarrollo. El sector "externo"; El sector "interno" I. Conclusiones e implicaciones Captulo Segundo: EL "PROBLEMA INDGENA" EN AMRICA LATINA A. El problema B. La historia C. La estructura D. El trabajador E. El mercado F. El capitalismo Captulo tercero: EL DESARROLLO DEL SUBDESARROLLO CAPITALISTA EN BRASIL A. El modelo, las hiptesis B. El desarrollo del subdesarrollo. 1. El azcar y el subdesarrollo del Nordeste; 2. Inglaterra y el subdesarrollo de Portugal; 3. El oro y el subdesarrollo de la Regin Central; 4. La guerra y el subdesarrollo del norte; 5. El monopolio y el subdesarrollo de la industria; 6. El librecambio y la consolidacin del subdesarrollo del Brasil; 7. Resumen: involucin pasiva y subdesarrollo C. El subdesarrollo del desarrollo. 1. El caf y la satelizacin externa; 2. La industria y la satelizacin polar interna; 3. Las inversiones extranjeras y el subdesarrollo; 4. Crisis en la metrpoli e involucin activa en el satlite; 5. La recuperacin de la metrpoli de Brasil y la resatelizacin; 6. El desarrollo colonialista interno y el subdesarrollo capitalista; 7. Desarrollo imperialista y subdesarrollo capitalista D. Conclusin Captulo cuarto: EL CAPITALISMO Y EL MITO DEL FEUDALISMO EN LA AGRICULTURA BRASILEA A. EL MITO DEL FEUDALISMO. 1. La tesis burguesa; 2. Las tesis marxistas tradicionales; 3. Crtica del mito del feudalismo B. LA AGRICULTURA CAPITALISTA. 1. Capitalismo y subdesarrollo; 2. Los principios organizativos;

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  • 3. Determinacin de la produccin, la organizacin y el bienestar en la agricultura; 4. Conclusiones tericas y polticas; 5. Post scriptum: ms pruebas Captulo quinto: LA INVERSIN EXTRANJERA EN EL SUBDESARROLLO LATINOAMERICANO A. El problema B. Del colonialismo al imperialismo. 1. Explotacin y acumulacin originaria en la colonia; 2. Industrializacin, libre comercio y subdesarrollo; 3. Expansin imperialista y subdesarrollo latinoamericano C. El neoimperialismo y ms all. 1. Crisis en la metrpoli y desarrollo latinoamericano; 2. Expansin de la metrpoli y subdesarrollo de Amrica Latina D. Sumario y conclusiones APENDICES * APENDICE: LA DEPENDENCIA HA MUERTO. VIVA LA DEPENDENCIA Y LA LUCHA DE CLASES * CRITICAS DE OBRAS DE ANDRE GUNDER FRANK BIBLIOGRAFA Este libro es una seleccin de textos escritos en diversas fechas. La primera edicin impresa en forma de libro se hizo en el ao 1965. La segunda edicin se hizo en 1968. La presente edicin electrnica est realizada en junio 2005, dos meses despus del fallecimiento de Andre Gunder Frank, por eumednet, basada en la traduccin de Elpidio Pacios, con revisin de Ins Izaguirre y del propio autor. Para citar este texto puede utilizar el siguiente formato: Andre Gunder Frank (1965) Capitalismo y subdesarrollo en Amrica Latina. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/textos/

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  • PREFACIO

    Creo, como Paul Baran, que fue el capitalismo mundial y nacional el que gener el subdesarrollo en el pasado y que sigue generndolo en el presente.

    Los ensayos que siguen se escribieron en pocas diferentes, en varios pases y con diversos propsitos y medios . Cada uno de ellos se propone, a su modo, esclarecer cmo la estructura y el desarrollo del capitalismo, despus de haber permeado y caracterizado, desde hace mucho, a la Amrica Latina y a otros continentes, continan generando, manteniendo y haciendo ms profundo el subdesarrollo.

    En esto s estudios, el anlisis se centra en y emerge de la estructura metrpoli-satlite del sistema capitalista. Aunque las caractersticas, contradicciones y consecuencias del capitalismo aparecen en todos ellos, en cada uno se pone nfasis especial en un rasgo particular del subdesarrollo capitalista. El estudio histrico sobre el subdesarrollo en Chile hace particular hincapi en la prdida y enajenacin del excedente econmico durante el proceso del subdesarrollo capitalista, proceso hacia el cual llam la atencin Paul Baran. El breve ensayo en torno al "problema indgena" en Amrica Latina sostiene que su base es la extensin del pillaje capitalista del excedente a las ms apartadas capas de la sociedad. Las contradicciones del desarrollo desigual y de la polarizacin internacional, nacional y regional reciben, a su vez, un anlisis ms detallado en el estudio del subdesarrollo histrico del Brasil. Finalmente, la naturaleza monopolista de la estructura del capitalismo es el ncleo del anlisis del ltimo estudio, acerca del subdesarrollo de la agricultura brasilea contempornea. La persistencia de estas contradicciones del capitalismo, que a lo largo de la historia del desarrollo capitalista engendran subdesarrollo, brota de todos los ensayos.

    El estudio acerca de Chile incluye el contexto histrico del desarrollo y el subdesarrollo capitalistas y expone detalladamente los rasgos esenciales de la estructura del sistema capitalista en los niveles mundial , nacional y local, rasgos que forman la base terica de mi tesis general. El acento en la historia se propone demostrar cmo el desarrollo histrico del capitalismo empez a introducirse , a formar y, en verdad, a caracterizar las sociedades latinoamericana y chilena ya desde la conquista, en el siglo XVI. El ensayo analiza cmo, a lo largo de las centurias siguientes, el capitalismo mundial impuso su estructura y desarrollo expoliadores a la economa interna de Chile y la integr totalmente con el sistema capitalista mundial, convirtindola en un satlite colonial de la metrpoli capitalista extranjera. El estudio sugiere tambin cmo es que la consecuencia inevitable de esa estructura y evolucin capitalista mundial, chilena y local ha sido el desarrollo del subdesarrollo en Chile.

    El segundo bosquejo , acerca del llamado "problema indgena " latinoamericano, es parte de un estudio mayor, redactado como informe para la Comisin Econmica para Amrica Latina de las Naciones Unidas. Como tal, su preparacin estuvo sujeta a cierta s limitaciones. El ensayo sostiene que esta estructura capitalista es ubicua. Hasta los pueblos indgenas de la Amrica Latina, de cuya supuesta economa de subsistencia se dice a menudo que los margina de la vida nacional, se encuentran totalmente integrados en esa estructura, si bien como vctimas superexplotadas del imperialismo capitalista interno. Siendo ya pactes integrantes del sistema capitalista, la tan frecuente poltica de tratar de "integrar" a los

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  • indgenas latinoamericanos en la vida nacional mediante uno u otro esquema de desarrollo comunal, carece, por ende, de sentido y est destinada a fracasar. El carcter particular del supuesto atraso de los indgenas, lejos de provenir del aislamiento, debe atribuirse a y comprenderse en funcin de ese mismo sistema estructural capitalista, y de las particulares manifestaciones de subdesarrollo a que da origen en diferentes circunstancias.

    El tercer estudio, "El desarrollo del subdesarrollo capitalista en el Brasil", se prepar en forma de disertaciones para la conferencia sobre el "tercer mundo" celebrada en la Escuela Nacional de Ciencias Polticas y Sociales de la Universidad Nacional de Mxico, en enero de 1965. Similar en intencin al ensayo sobre Chile, este estudio subraya particularmente las inherentes limitaciones que la estructure y el desarrollo del sistema capitalista imponen necesariamente el desarrollo industrial y econmico de sus miembros satlites. Pone de relieve tambin cmo estos pases, y en particular sus antiguas regiones exportadoras principales, como el hoy extremadamente pobre nordeste brasileo, caen por fuerza en el subdesarrollo capitalista, como consecuencia natural del desarrollo del sistema capitalista en general.

    El ensayo sobre "El capitalismo y el mito del feudalismo en la agricultura brasilea" fue escrito en Brasilia, en ntimo contacto con las figuras y las corrientes polticas de esa capital, antes del golpe militar de abril de 1964. Como este ensayo es el primero que escrib, refleja el ms bajo nivel de madurez de mi anlisis y mis conclusiones. Empero, este ensayo completa a los otros en dos importantes sentidos. Por ser de alcance ms limitado y carecer de profundidad histrica puede examinar con ms detalle un aspecto particular del subdesarrollo contemporneo: la estructura comercial monopolista de la agricultura. El ensayo sostiene que, contra la opinin de la mayora de los investigadores, burgueses y marxistas por igual, el Brasil y otras partes de Amrica Latina, pudiera aadirse no posee un a "economa dual", ni su sector agrcola es feudal o precapitalista. El anlisis procede a demostrar a continuacin cmo la ineficiencia y la pobreza, universalmente reconocidas, de la agricultura brasilea provienen del capitalismo, de la misma estructura monopolista y por ende explotadora que se analiza en otra parte de este libro.

    El anlisis econmico de este ensayo se dirige clara y especficamente a importantes problemas de carcter poltico. Si, como en l se sugiere, ninguna parte de le economa es feudal y toda ella se integra en un solo sistema capitalista, la opinin de que el capitalismo debe penetrar an en el resto del pas es cientficamente inaceptable, y la estrategia poltica que la acompaa apoyar a la burguesa en su esfuerzo por extender el capitalismo y completar la revolucin democrtica burguesa es polticamente desastrosa. Desde que este ensayo se escribi, su tesis ha sido confirmada por la historia. La burguesa "nacional" brasilea, no menos que la "compradora", ha participado plenamente en la dictadura militar neofascista y en los acontecimientos subsiguientes. Es de esperar, no obstante, que dicho anlisis pueda servir todava par a robustecer la base emprica y terica de la accin poltica futura necesaria para superar el subdesarrollo del Brasil, del resto de Amrica Latina y de otras regiones.

    Estos ensayos no pretenden abarcar todos los problemas econmicos y poltico s, del desarrollo y el subdesarrollo capitalistas en Chile, el Brasil o Amrica Latina, y quizs sea oportuno tomar nota de las importantes cuestiones a las que prestan poca o ninguna atencin. Mi esfuerzo por ver a distancia y subrayar la continuidad

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  • fundamental del proceso del desarrollo y el subdesarrollo capitalistas me ha llevado a subrayar me nos algunas transformaciones de lo que probablemente merecen per se. La ms importante, indudablemente, es el ascenso y la consolidacin del imperialismo. Un anlisis ms detallado del proceso histrico del desarrollo capitalista y de los problemas contemporneos del subdesarrollo tendra que dedicar ms atencin a las transformaciones especificas de la estructura econmica y las clases de estos pases subdesarrollados, como resultado del ascenso del imperialismo en el siglo XIX y su consolidacin en el XX. Paul Baran sugiri que el imperialismo, lejos de fomentar el capitalismo industrial, fortaleci el capitalismo mercantil en los pases subdesarrollados. El estudio de Chile y el Brasil confirma esta concepcin, pero no llega a examinar muchos de los cambios ocurridos al mismo tiempo en las relaciones entre los sectores comercial e industrial de estas economas. Una transformacin ms reciente, el ascenso de los pases socialistas, recibe menos atencin todava, aunque ya influye directamente sobre estos pases latinoamericanos al aumentar de modo decisivo el mbito de sus opciones polticas, e indirectamente, al reducir la esfera del mercado mundial capitalista de metrpolis y satlites.

    El esfuerzo por estudiar la estructura colonial metrpoli -satlite y el desarrollo del capitalismo me ha llevado a dedicar poca atencin especfica a la estructura y desarrollo de las clases. Esto no quiere decir que me proponga reemplazar el anlisis de las clases con este anlisis colonial. Antes bien, con el anlisis colonial intento completar el anlisis de las clases y descubrir y hacer resaltar aspectos de la estructura clasista de estos pases subdesarrollados que con frecuencia han quedado oscuros. Este es el caso, particularmente, del lugar de la burguesa y la funcin que puede o no puede desempear en el desarrollo econmico y el proceso poltico. No obstante, como en estos ensayos se da preferencia a la estructura colonial, no pueden ser , ni pretenden ser, un instrumento adecuado para examinar la lucha de clases en general e idear la estrategia y tcticas populares para que aqulla se desarrolle, pare destruir el sistema capitalista y, por ende , desarrollar a los pases subdesarrollados.

    Todos los estudios llegan a una conclusin de primera importancia: el capitalismo nacional y la burguesa nacional no ofrecen ni pueden ofrecer modo alguno de salir del subdesarrollo en Amrica Latina.

    Esta conclusin y el anlisis en que se basa tienen importante s implicaciones. Sealan l a necesidad de que en los pases subdesarrollados y socialistas se elaboren la teora y el anlisis capaces de abarcar la estructura y el desarrollo del sistema capitalista en escala mundial integrada, y de explicar su contradictoria evolucin, la cual genera a la vez desarrollo y subdesarrollo econmico en los niveles internacional, nacional, local y sectorial. Las categoras tericas especificas basadas en la experiencia del desarrollo clsico del capitalismo en los pases metropolitanos no son adecuadas por s sol as, para esta tarea. Es estril hablar en trminos de una burguesa o clase industrial nacional que fomenta la economa de un supuesto "tercer mundo", liberando a su sector capitalista nacional del colonialismo y el imperialismo metropolitano en lo exterior y expandindolo en lo interior hasta que finalmente penetra y elimina al sector tradicional o feudal de la sociedad y economa dual. Es vano esperar que los pases subdesarrollados de hoy reproduzcan las etapas de crecimiento econmico por l as que pasaron las sociedades evolucionadas modernas, cuyo desarrollo capitalista clsico surgi de la sociedad precapitalista y feudal. Esta expectacin es totalmente contraria a la realidad y est ms all de toda posibilidad prctica y terica. En su lugar ser

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  • necesario estudiar cientficamente el verdadero proceso del desarrollo y el subdesarrollo capitalista mundial y crear en la porcin subdesarrollada del mundo una economa poltica de crecimiento basada en la realidad.

    El anlisis y la conclusin tienen, por ende, implicaciones polticas de largo alcance. Si la estructura y el desarrollo del sistema capitalista mundial han incorporado y subdesarrollado desde hace tiempo hasta el ms remoto rincn de la sociedad "tradicional" y no dejan ya espacio alguno par a el desarrollo nacional clsico o par a el desarrollo del capitalismo estatal moderno, independiente del imperialismo, la estructura contempornea del capitalismo no consiente el desarrollo autnomo de una burguesa nacional lo bastante independiente para dirigir un verdadero movimiento de liberacin nacional (y, a menudo, hasta par a tomar parte activa en l), o lo bastante progresista p ara destruir la estructura capitalista del subdesarrollo de s u pas. Si ha de haber una revolucin democrtica "burguesa" y si sta ha de conducir a la revolucin socialista y a la eliminacin del subdesarrollo capitalista, no puede ser y a la burguesa, bajo ninguno de sus disfraces, la que haga esa revolucin. La misin y el papel histrico de la burguesa en la Amrica Latina que era acompaar y promover el subdesarrollo de en sociedad y de si misma han concluido.

    En Amrica Latina como en otras partes, la misin de promover el progreso histrico corresponde ahora a las mases populares solamente, y quienes honesta y realsticamente quieran contribuir al progreso del pueblo deben apoyar a aqullas en su bsqueda del progreso por y para s mismas. Aplaudir y, en nombre del pueblo, respaldar incluso a la burguesa en su ya desempeado papel en el escenario de la historia es una perfidia o una traicin.

    El anlisis y las conclusiones de estos estudios envuelven tambin implicaciones digmoslo de nuevo con palabras de Paul Baran en cuanto a la responsabilidad del intelectual. Mis propias circunstancias sociales e intelectuales son las de la clase media norteamericana, y mi formacin profesional la del ala m s reaccionaria de la burguesa de los Estados Unidos. (Mi principal profesor de teora econmica se convirti en el principal asesor de Barry Goldwater en su campaa presidencial de 1964.) Cuando hace unos tres aos vine a Amrica Latina, consideraba su subdesarrollo principalmente en trminos de problemas de falta de capital, de instituciones feudales y tradicionales que impedan ahorrar e invertir, de concentracin del poder poltico en manos de oligarquas rurales, y de muchos otros de los supuestos obstculos, universalmente conocidos, a los que se atribuyen el estancamiento de la s sociedades subdesarrolladas supuestamente tradicionales. Yo haba ledo a Paul Baran, pero no lo comprenda en realidad, como tampoco al resto del mundo. Loa programas de desarrollo, como inversiones en capital humano y estrategias discontinuas de fomento econmico, que mis investigaciones acadmicas me haban llevado a publicar en revistas profesionales, eran ms o menos similares a lo s de mis colegas, aunque yo no llegaba a los extremos de la poltica monetaria clsica, ni al anlisis social en trminos de actitudes y motivaciones seudoweberianas y neofreudianas.

    Al mismo tiempo, incluso antes de venir a los pases subdesarrollados, yo haba mantenido siempre en mi vid a personal, fuera de mi carrera de acadmico profesional, algunas perspectivas y posiciones polticas progresistas. Yo estaba, para decirlo con el ttulo de la autobiografa de mi padre, "a la izquierda, donde est el corazn". Mis opiniones me situaban siempre a la izquierda de casi todos lo s liberales norteamericanos; por ejemplo, yo no dudaba que la Revolucin Cubana

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  • era digna de apoyo, pero no comprenda su significado. Yo era, fundamentalmente, un irresponsable, un intelectual esquizofrnico: mantena separadas mis opiniones polticas y m i labor intelectual o profesional, aceptando las teoras cientficas ms o me nos como me eran entregadas y formando mis criterios polticos en respuesta al sentimiento que los hechos aislados me inspiraban. Como mucho s de mis colegas, yo era un liberal.

    Para aprender a realizar investigaciones sociales dignas de ese nombre, para hacerme ms responsable, social y polticamente, y para atreverme a decir al pueblo de los pases subdesarrollados cul economa poltica de crecimiento poda serles til, tena que abandonar mis rumbos liberales y mi ambiente metropolitano e ir a esos pases, a aprender all la verdadera ciencia poltica y la economa poltica, tanto en el clsico sentido preliberal como en el sentido marxista postliberal. Tena que librarme de la mxima liberal de que slo la neutralidad poltica permite ser objetivamente cientfico, mxima generalmente usada para defender la irresponsabilidad social, la ciencia seudocientfica y la reaccin poltica. Tena que aprender de los que haban sido perseguid os en nombre de la libertad y del liberalismo, como Simn Bolvar predijo en 1826 que lo seran. Tena que aprender que la ciencia social debe ser poltica.

    Por ende, otra implicacin de estos estudios es que, para ser responsable tanto intelectual como socialmente y, aadira yo, para ser cientficamente adecuado y polticamente efectivo es necesario, en esta rama de la ciencia y la poltica, despojarse de los estereotipos cientficos y polticos que la mayora de nosotros, no marxistas y marxista s por igual, en las metrpolis como en las colonias, hemos heredado en gran parte del desarrollo capitalista metropolitano de la era del liberalismo. Del mismo modo que la misin de la burguesa e n los satlite s del sistema capitalista, el lugar del liberalismo metropolitano, econmico, poltico, social -s, y cultural - ha pasado a la historia. Para emancipar a quienes este liberalismo y esta burguesa, han esclavizado y subdesarrollado necesitaremos una nueva economa poltica del crecimiento, formulada conforme a las lneas, que Paul Baran nos seal. Un esfuerzo conciente por desarrollarla, incluso al precio de arriesgar alguna seguridad intelectual y bienestar personal, es el menor de l os sacrificio s que la historia puede pedirnos.

    Parte de este libro se escribi y prepar para la imprenta con la ayuda financiera de la Fundacin Louis M. Rabinowitz, a la que quiero expresar mi gratitud por la confianza y la ayuda que me brind. Quiero tambin dar gracias a los amigos y colegas que leyeron el manuscrito, en todo o en parte, y me hicieron sugerencias tiles: Deodato Riveira, Wanderley Guilherme y Ruy Mauro Marini, en el Brasil; Enzo Faletto, Clodomiro Almeyda y Dale Johnson, en Chile; y Alonso Aguilar y Fernando Carmona, en Mxico. El lector y yo debemos estar agradecidos al extinto John Rackliffe, quien corrigi el manuscrito de modo excelente y facilit la comunicacin. Mi esposa, Martha, ha tenido que soportar los viajes de un pas a otro y ha sido paciente conmigo a lo largo de mi trabajo.

    ANDR GUNDER FRANK

    Mxico, 26 de julio, 1965

    1. Por esta razn no ha sido posible reexaminar ciertas fuentes locales.

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  • PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIN

    A la edicin revisada en ingls (en rstica) y a las ediciones en espaol, portugus, francs e italiano, se le ha aadido el ensayo "La inversin extranjera en el subdesarrollo latinoamericano". Este ensayo, escrito a peticin de la Bertrand Russell Peace Foundation en mayo de 1966, en Mxico, no se incluy en la edicin original en ingls por razones tcnicas. Slo se le han hecho ligeras revisiones, para incorporarle algunos datos nuevos que hemos recopilado en los dos aos posteriores a su publicacin.

    Su inclusin contribuye a remediar algunas de las omisiones mencionadas en el prefacio de la primera edicin. Este ensayo intenta abordar, aunque a travs de la perspectiva de las inversiones extranjeras, el desarrollo del subdesarrollo capitalista de Amrica Latina en su conjunto. Es tambin ms histrico puesto que trata de rastrear la transformacin de la economa latinoamericana a travs de las diversas etapas del desarrollo de su subdesarrollo. Es un esfuerzo por escribir una breve historia econmica del continente, en la que se muestra cmo cada etapa lleva a la que le sigue y surge de la que le precede. A travs del papel instrumental de las inversiones extranjeras, se observa cmo cada etapa resulta posible y la siguiente, necesaria.

    Ms que los otros ensayos, ste pone de relieve la decisiva importancia del medio siglo inmediatamente posterior a la independencia, en la determinacin del destino ulterior de Amrica Latina. Porque durante estos primeros decenios del siglo pasado se libr y se perdi la batalla por la independencia econmica latinoamericana. Al igual que Amrica del Norte, Amrica Latina pas por la experiencia de una guerra civil entre los intereses industriales nacionales y los exportadores agrcolas antinacionales. Pero mientras que en el norte las circunstancias coloniales facilitaban el fortalecimiento de los nacientes intereses industriales lo bastante para ganar esta guerra civil, tanto econmica como polticamente, en el sur la inversin extranjera en el subdesarrollo era mucho mayor y llevaba a los intereses nacionalistas a perder esta lucha por la supervivencia... y, al mismo tiempo, su ltima oportunidad de llegar al desarrollo econmico por la va del capitalismo.

    La derrota de los intereses de le industria nacional y la victoria de los intereses antinacionales exportadores de materias primas, franquearon en Amrica Latina la entrada al imperialismo clsico, cuando el desarrollo capitalista mundial propici la oportunidad tanto en la metrpoli como en Amrica Latina. Ms que los otros, este ensayo pone asimismo mayor nfasis en la trasformacin estructural de la economa y la sociedad latinoamericanas provocada por el crecimiento imperialista. Y al igual que los otros ensayos, ste seala cmo el subdesarrollo causado por el imperialismo en Amrica Latina allan el camino al neoimperialismo contemporneo y a un subdesarrollo estructural an ms profundo, que hoy slo pueden ser eliminados por medio del socialismo.

    Es importante subrayar que se trata de un problema de subdesarrollo estructural a nivel nacional y local, a pesar de haber sido creado y de verse todava agravado por la estructura y el desarrollo de la economa capitalista mundial. La atencin consagrada a la contradiccin expropiacin-apropiacin del excedente econmico de los satlites por la metrpoli, y en particular por la metrpoli capitalista mundial,

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  • ha llevado a algunos lectores a suponer que el peso de la argumentacin en este libro descansa sobre el subdesarrollo "externo". Sera conveniente, pues, aprovechar la oportunidad para llamar la atencin del lector acerca de que la tesis del libro (Capitulo I, A) es justamente que, de manera encadenada, las contradicciones de la polarizacin expropiacin-apropiacin y metrpoli-satlite penetran totalmente el mundo subdesarrollado, creando una estructura "interna" de subdesarrollo. Fidel Castro dijo en una ocasin que no importaran los dlares que los imperialistas extraen de Amrica Latina si al menos dejaran que los pueblos latinoamericanos usaran los recursos restantes para su propio desarrollo. As es. Como se subraya en la pgina 22, "para la generacin de subdesarrollo estructural, an ms importante que el drenaje del excedente econmico... es el infundir a la economa nacional del satlite la misma estructura capitalista y sus contradicciones fundamentales". Esta tesis la confirma incontables veces la experiencia revisada en el presente libro: la polarizacin interna y la generacin de la estructura latifundista del Chile del siglo XIX (I, H, 2); el sector interno del Chile del siglo XIX (I, H, 2); la estructura econmica del "problema indio" (II); la generacin de la estructura domstica del subdesarrollo en el Brasil colonial, que impidi el desarrollo an despus de aflojadas las restricciones coloniales (III, B); la involucin activa de las dcadas de 1930 y 1940 en Brasil (III, C, 4); el colonialismo interno en Brasil (Ill, C, 6); la estructura monopolista de la agricultura brasilea (IV); la trasformacin de la estructura econmica, social, poltica y cultural "interna" de Amrica Latina por un siglo de imperialismo y neoimperialismo (V). Adems, si el subdesarrollo no fuera en realidad ms que una condicin "externa" impuesta desde afuera y manifiesta primordialmente en la extraccin del capital mediante el comercio y la ayuda, como alegan algunos, entonces, por cierto, podran considerarse adecuadas las simples soluciones "nacionalistas" criticadas en este libro. Pero, precisamente porque el subdesarrollo es integralmente "interno"-"externo", slo la destruccin de esta estructura del subdesarrollo capitalista y su sustitucin por el desarroll socialista, puede ser capaz de constituir una lnea poltica idnea para combatir el subdesarrollo.

    Quedan las otras omisiones del libro. Salvo la adicin del mencionado ensayo, slo se han corregido erratas de imprenta y errores del autor. El libro, pues, adolece an de la falta que se hizo notar en el prlogo de la primera edicin de un anlisis adecuado de la estructura de las clases en Amrica Latina. Un crtico ha observado un defecto que guarda relacin con el anterior: el empleo del enfoque estructural, colonial o neocolonial, que no revela automticamente cules sectores de la poblacin, que son a la ves satlites y metrpoli, son amigos potenciales de la revolucin, y cules son enemigos ciertos o probables. En efecto, necesitamos saberlo. Pero el enfoque de la estructura de clases no revela inmediata e inequvocamente tampoco este aspecto de la anatoma y la fisiologa sociopolticas. O no habra lento desacuerdo sobre quines son amigos y quines son enemigos dentro de la izquierda. Eso requiere un anlisis y no un esquema general de las colones o las clases. Otro de los recientes ensayos del autor, "Quin es el enemigo inmediato? Amrica Latina: subdesarrollo capitalista o revolucin socialista", intenta dar otro paso hacia el anlisis necesario y demuestra cmo la estructura colonial, esencia del presente libro, de hecho ha formado y transformado la estructura de las clases en Amrica Latina y por qu, precisamente, aunque el enemigo principal es el imperialismo, el enemigo inmediato es la burguesa en Amrica Latina (Este ensayo ser incluido en un segundo volumen acerca del desarrollo del subdesarrollo en Amrica Latina, de prxima publicacin, en el que la estructura de las clases y la poltica de partidos reciben mayor nfasis.)*

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  • Otro crtico ha observado que el presente libro proporciona la base analtica socioeconmica para fundar las conclusiones polticas de Regis Debray. Ojal fuera as. Pero el planteamiento general aqu sugerido no sustituye el anlisis. Para distinguir entre amigos y enemigos y encontrar los medios poltico-militares con que combatir a los ltimos, debemos analizar la estructura clasista y colonial en momentos y lugares particulares. Y, por supuesto, debemos luchar, porque la teora revolucionaria, como la misma revolucin, no avanza sino a travs de la prctica revolucionaria entre el pueblo.

    Andres Gunder Frank

    Montreal, 17 de abril de 1968

    * Cf. A. Gunder Frank, James O. Cockcroft, Dale L. Johnson, Economa poltica del subdesarrollo en Amrica Latina, Bs. As. 1970, pp. 447-456. [N. del E.]

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  • Captulo I: EL DESARROLLO DEL SUBDESARROLLO CAPITALISTA EN CHILE

    "El comercio de este Reino es una paradoja de trfico y una contradictoria de opulencia no experimentada hasta su descubrimiento, floreciendo con lo que otro se arruina, y arruinndose con lo que otros florecen, por consistir su abundancia en la

    negociacin de tratos extranjero y sus decaimientos en la libertad de otros y es que se ha mirado no como comercio que es necesario mantener abierto, sino como heredad

    que es necesario mantener cerrada..."

    JOS ARMENDRIZ Virrey del Per, 1736

    A. TESIS DEL SUBDESARROLLO CAPITALISTA

    Este ensayo sostiene que el subdesarrollo de Chile es el producto necesario de cuatro siglos de desarrollo capitalista y de las contradicciones internas del propio capitalismo. Estas contradicciones son: la expropiacin del excedente econmico a los ms y su apropiacin por los menos; la polarizacin del sistema capitalista en un centro metropolitano y en satlites perifricos, y la continuidad de la estructura fundamental del sistema capitalista a lo largo de la historia de su expansin y transformacin, a causa de la persistencia o reproduccin de estas contradicciones en todas partes y en todo tiempo. En mi tesis que estas contradicciones capitalistas y el desarrollo histrico del sistema capitalista han generado subdesarrollo en los satlites perifricos expropiados, a la vez que engendraban desarrollo en los centros metropolitanos que se apropiaron el excedente econmico de aqullos; y adems, que este proceso contina.

    La conquista espaola incorpor e integr de lleno a Chile en el expansivo sistema capitalista mercantil del siglo XVI. Las contradicciones del capitalismo han engendrado un subdesarrollo estructural en Chile desde que ste comenz a participar en el desarrollo de ese sistema universal. Contrariamente a la tan difundida opinin, el subdesarrollo de Chile y de otros pases no es un atado de costes original o tradicional, ni una etapa histrica del crecimiento econmico por la cual han pasado los pases capitalistas hoy desarrollados. Antes bien, el subdesarrollo de Chile y de otros pases, no menos que el desarrollo econmico mismo, vino a ser a lo largo de los siglos el producto necesario del proceso, plagado de contradicciones, del desarrollo capitalista. Este mismo proceso contina engendrando subdesarrollo en Chile, y este subdesarrollo no puede ser ni ser eliminado con ms desarrollo capitalista. En consecuencia, el subdesarrollo estructural continuar siendo engendrado y profundizado en Chile hasta que los chilenos mismos se liberen del capitalismo.

    La interpretacin que aqu se ofrece difiere no slo de las interpretaciones generalmente aceptadas de la naturaleza y las causas del subdesarrollo y el desarrollo en general, sino tambin de las opiniones de importantes comentaristas y analistas de Ia sociedad chilena de ayer y de hoy. Por ejemplo, durante la campaa electoral de 1964 tanto el candidato presidencial democristiano-liberal-conservador como el candidato socialista-comunista dijeron que la sociedad chilena

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  • contempornea contiene elementos "feudales"; en su comentario posterior a esas elecciones, Fidel Castro se refiri tambin a los elementos "feudales" de Chile, y G. M. McBride, en su libro de bien merecida fama Chile, Land and Society, escrito en los aos 30, sostuvo que todo Chile adoleca del "dominio de una pequea clase de aristcratas terratenientes del viejo orden feudal".

    El marxista Julio Csar Jobet, en su Ensayo crtico del desarrollo econmico-social de Chile, sugiri que el siglo XIX haba presenciado la formacin de una burguesa que se levant "sobre las minas de la economa exclusivamente feudal de la primera parte del siglo XIX (citado por Pinto, 1962). Anbal Pinto, en su fundamental Chile: Un caso de desarrollo frustrado, que desde su aparicin en 1957 ha influido en todos los trabajos histricos y econmicos acerca de Chile, retrocedi un poco ms para sugerir que "la independencia abri las puertas", no obstante lo cual sostiene que el "comercio exterior pas a ser la fuerza motriz del sistema econmico domstico" slo posteriormente, y que hacia finales del siglo XVIII Chile era y continu siendo una "economa reclusa". Max Nolff, ampliando el anlisis de Pinto, formula su teora del desarrollo industrial chileno en el supuesto de que Chile tuvo durante todo el perodo colonial una "economa de subsistencia cerrada". Hasta el marxista Hernn Ramrez (1959), cuyos Antecedentes econmicos de la Independencia de Chile proporcionen amplia prueba de que los anteriores juicios acerca de Chile en el siglo XVIII y siguientes no estn bien fundados, se refiere a una supuesta "tendencia autrquica" en la economa chilena antes de ese tiempo.

    De acuerdo con lo que he ledo de la historia de Chile y de la de Amrica Latina en general, tales referencias a una economa de subsistencia autrquica, cerrada, reclusa y feudal no representan cabalmente la realidad de Chile y de Amrica Latina desde la conquista del siglo XVI. Adems, el no reconocimiento y la incomprensin de la naturaleza y el significado de la economa exportadora capitalista, abierta y dependiente, qua ha caracterizado y plagado a Chile y a sus hermanos a lo largo de la historia posterior a la conquista, conducen inevitablemente e una mala interpretacin y comprensin de la verdadera naturaleza del capitalismo de hoy, de las verdaderas causas no slo del subdesarrollo pasado sino del todava ms profundo del presente, y de los caminos de accin necesarios para eliminar ese subdesarrollo en lo futuro. El esclarecimiento de esas cuestiones es el objeto de este ensayo.

    Especficamente, no puedo aceptar los supuestos fundamentos empricos y, por ende, las formulaciones del problema y de la poltica para el desarrollo de Chile expuestas por Anbal Pinto, Max Nolff (este ltimo, principal asesor econmico de Allende, candidato presidencial en 1964 de la coalicin socialista-comunista), y otros autores vinculados a los principios del anlisis de la Comisin Econmica para la Amrica Latina de las Naciones Unidas. Estos analistas, partiendo del criterio inexacto de que Chile tuvo en los siglos anteriores a la independencia poltica una economa de subsistencia cerrada y reclusa, atribuyen el posterior subdesarrollo de la economa chilena al supuesto error de desarrollarse "hacia afuera" en vez de "hacia adentro", una vez que la independencia, segn ellos, abri la puerta en el siglo XIX. De haber escogido entonces Chile el desarrollo capitalista hacia adentro, hoy estara desarrollado, sugieren dichos autores, quienes asimismo arguyen que Chile podra desarrollarse todava si se apresurara y por fin se dedicara al desarrollo (todava capitalista) hacia adentro.

    Mi interpretacin de la historia chilena y mi anlisis del capitalismo me obligan a rechazar tanto la premisa como la conclusin. Por causa, precisamente, del

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  • capitalismo la economa de Chile estaba ya subdesarrollndose durante las tres centurias anteriores a la independencia. Y si las innatas contradicciones del capitalismo continan operando hoy en Chile, como mi anlisis sostiene y mi observacin confirma, ninguna forma de desarrollo capitalista, hacia afuera o hacia adentro, podr salvar a Chile del continuo subdesarrollo. En verdad, si el desarrollo hacia afuera dependiente e incompleto ha estado en la entraa de la economa chilena desde la conquista misma, la supuesta opcin al desarrollo capitalista, independiente y nacional hacia adentro no existi siquiera en el siglo XIX. Mucho menos existe hoy.

    1. Todas las fuentes entre parntesis se refieren a la bibliografa citada.

    1. La contradiccin expropiacin-apropiacin del excedente econmico

    La primera de las tres contradicciones a las que atribuyo el desarrollo y el subdesarrollo econmico es la expropiacin-apropiacin del excedente econmico. Fue Marx, en su anlisis del capitalismo, quien identific y destac la expropiacin de la plusvala creada por los productores y la apropiacin de la misma por los capitalistas. Cien aos despus, Paul Baran subray el papel del excedente econmico en la generacin de desarrollo econmico y tambin de subdesarrollo. Baran llam excedente econmico "real" a esa parte de la produccin que se ahorra y se invierte en realidad (por lo que slo es una parte de la plusvala). Baran distingui tambin y puso an ms en relieve el excedente econmico "potencial" o potencialmente invertible, el cual no est a disposicin de la sociedad, porque la estructura monopolista de sta impide su produccin o (de ser producido) es objeto de apropiacin y derroche en usos suntuarios. La diferencia entre quienes perciben ingresos altos y bajos y gran parte de la incapacidad de los primeros para canalizar sus ganancias hacia inversiones productivas, puede atribuirse tambin al monopolio. Por tanto, la no realizacin y el desaprovechamiento del excedente econmico "potencial" en inversiones se debe, esencialmente, a la estructura monopolista del capitalismo. Yo investigo en este trabajo cmo el subdesarrollo de Chile ha resultado de la estructura monopolista del capitalismo mundial.

    La contradiccin de la expropiacin-apropiacin monopolista del excedente econmico en el sistema capitalista es ubicua, y sus consecuencias, en cuanto a desarrollo y subdesarrollo econmico, mltiples y diversas. Para investigar el desarrollo o subdesarrollo de una parte determinada del sistema capitalista mundial, como es Chile o una parte de Chile debemos situarla en la estructura econmica de todo el sistema mundial e identificar su propia estructura econmica. En este estudio veremos que Chile ha estado sometido siempre a un alto grado de monopolio exterior e interior. Por competitiva que pueda haber sido la estructura econmica de la metrpoli en cualquier etapa dada de su desarrollo, la estructura del sistema capitalista mundial total, as como tambin la de sus satlites perifricos, ha sido sumamente monopolista en toda la historia del desarrollo capitalista. Por ende, el monopolio exterior ha llevado siempre a la expropiacin (y, por consiguiente, al desaprovechamiento para Chile) de una parte importante del excedente econmico producido en Chile y a la apropiacin del mismo por otra parte del sistema capitalista mundial. Especficamente, yo reseo los hallazgos de dos estudiosos de la economa chilena que trataron de identificar el excedente

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  • econmico potencial contemporneo de que se apropian otros y que no est a disposicin de Chile.

    La estructura capitalista de monopolio y la contradiccin entre la apropiacin y la apropiacin del excedente impregnan toda la economa chilena, tanto la anterior como la presente. En verdad, es esta relacin explotadora la que, a modo de cadena, vincula las metrpolis capitalistas mundiales y nacionales a los centros regionales (parte de cuyo excedente se apropian), y stos a los centros locales, y as a los grandes terratenientes o comerciantes que expropian el excedente de los pequeos campesinos o arrendatarios y, a veces, de stos a los campesinos sin tierra a Ios cuales explotan a su vez. En cada eslabn de la larga cadena, los relativamente escasos capitalistas de arriba ejercen un poder monopolista sobre los muchos de abajo, expropindoles su excedente econmico en todo o en parte, cuando a su vez no son expropiados por los an menos que estn encima de ellos, para su propio uso. El sistema capitalista internacional, nacional y local genera as en cada punto desarrollo econmico pera los menos y subdesarrollo para los ms.

    2. La contradiccin de la polarizacin metrpoli-satlite

    La segunda y, para nuestro anlisis, ms importante contradiccin capitalista fue introducida por Marx en su examen de la centralizacin inminente del sistema capitalista. Esta contradiccin del capitalismo se manifiesta en la existencia de dos polos: un centro metropolitano y varios satlites perifricos, y fue eso lo que describi el virrey Armendriz del Per cuando en 1736 observ que el comercio del imperio capitalista mercantil de Espaa, de su virreinato del Per dentro de l, y de la capitana general de Chile dentro de ste, a su vez, era "una paradoja de trfico y una contradictoria de la opulencia [...] floreciendo con lo que otro se arruina, y arruinndose con lo que otros florecen". Paul Baran observ esta misma contradiccin dos siglos despus, cuando coment que "el precepto de la ntima relacin entre el capitalismo e imperialismo monopolista de los pases adelantados y el atraso econmico y social de los pases subdesarrollados no constituye ms que diferentes aspectos de lo que es, en realidad, un problema global" (Baran, 1957).

    Las consecuencias de la contradiccin capitalista metrpoli-satlite en cuanto al desarrollo y al subdesarrollo econmico estn resumidas en los Fundamentos del marxismo-leninismo:

    Caracteriza al capitalismo el hecho de que el desarrollo de ciertos pases se realiza a costa del sufrimiento y la adversidad de los pueblos de otros pases. Por el creciente desarrollo de la economa y la cultura del Ilamado "mundo civilizado", o sea de unas pocas potencies capitalistas de Europa y Amrica del Norte, paga un precio terrible la mayora de la poblacin del mundo, esto es, los pueblos de Asia, frica, Amrica Latina y Australia. La colonizacin de estos continentes hizo posible el rpido desarrollo del capitalismo en Occidente, pero signific ruina, miseria y una opresin poltica monstruosa para los pueblos esclavizados. El carcter en extremo contradictorio del progreso donde el capitalismo impera es aplicable incluso a diferentes regiones del mismo pas. Al desarrollo comparativamente rpido de las ciudades y los centros industriales acompaan, por regla general, el atraso y la decadencia de los distritos agrcolas (Kuusinen, sin fecha: 247-248).

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  • As pues, la metrpoli expropia el excedente econmico de sus satlites y se lo apropia para su propio desarrollo econmico. Los satlites se mantienen como subdesarrollados por falta de acceso a su propio excedente y como consecuencia de la polarizacin y de las contradicciones explotadoras que la metrpoli introduce y mantiene en la estructura econmica interior del satlite. La combinacin de estas contradicciones, una vez firmemente implantadas, refuerza los procesos de desarrollo en la cada vez ms dominante metrpoli, y los de subdesarrollo en los cada vez ms dependientes satlites, hasta que se resuelven mediante el abandono del capitalismo por una o ambas partes interdependientes.

    El desarrollo y el subdesarrollo econmico son las caras opuestas de la misma moneda. Ambos son el resultado necesario y la manifestacin contempornea de las contradicciones internas del sistema capitalista mundial. El desarrollo y el subdesarrollo econmico no son simplemente relativos y cuantitativos porque uno representa ms desarrollo que el otro; estn relacionados y son cualitativos por cuanto cede uno es estructuralmente diferente del otro, pero uno y otro son causados por su mutua relacin. No obstante, desarrollo y subdesarrollo representan lo mismo, porque son producidos por una sola estructura econmica y un proceso capitalista dialcticamente contradictorios.

    Por tanto, no se les puede considerar como productos de estructuras o sistemas econmicos supuestamente diferentes, o de supuestas diferencias en las etapas de crecimiento econmico dentro de un mismo sistema. Un nico proceso histrico de expansin y desarrollo capitalista en todo el mundo ha generado simultneamente y contina generando desarrollo econmico y subdesarrollo estructural.

    No obstante, como sugieren los Fundamentos del marxismo-leninismo, la contradiccin metrpoli-satlite no slo existe entre la metrpoli capitalista mundial y los pases satlites perifricos, pues se encuentra tambin entre las regiones de esos mismos pases y entre "el desarrollo rpido de las ciudades y los centros industriales y el atraso y la decadencia de los distritos agrcolas". Esta misma contradiccin metrpoli-satlite penetra an ms hasta caracterizar a todos los niveles y las partes del sistema capitalista. Esta contradictoria relacin entre el centro metropolitano y el satlite perifrico, como el proceso de expropiacin-apropiacin del excedente, recorre todo el sistema capitalista mundial al modo de una cadena, desde su alto centro metropolitano mundial hasta cada uno de los diversos centros nacionales, regionales, locales y empresariales. Una consecuencia obvia de las relaciones externas de la economa del satlite es la prdida de una parte de su excedente econmico a manos de la metrpoli. La apropiacin por la metrpoli del excedente econmico de este otros satlites tiende a generar desarrollo en la primera, salvo que, como ocurri en Espaa y Portugal, la metrpoli sea a su vez convertida en satlite y otros se apropien de su excedente antes de que pueda iniciar firmemente su propio desarrollo. En todo caso, la metrpoli tiende a dominar cada vez ms al satlite y a hacerlo todava ms dependiente.

    Para la generacin de subdesarrollo estructural, an ms importante que el drenaje del excedente econmico del satlite, despus de la incorporacin de ste al sistema capitalista mundial, es el infundir a la economa nacional del satlite la misma estructura capitalista y sus contradicciones fundamentales. Esto es, tan pronto como un pas o un pueblo es convertido en satlite de una metrpoli capitalista externa, la expoliadora estructura metrpoli-satlite organiza y domina rpidamente la vida econmica, poltica y social de ese pueblo. Las contradicciones del capitalismo se reproducen internamente y generan tendencias al desarrollo en la

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  • metrpoli nacional y el subdesarrollo en los satlites internos de ste, como ocurre a nivel mundial, pero con una importante diferencia: el desarrollo de la metrpoli nacional adolece, necesariamente, de limitaciones, entorpecimiento o subdesarrollo que la metrpoli capitalista mundial no conoce, porque la metrpoli nacional es al mismo tiempo satlite, mientras que la metrpoli mundial no lo es. De modo anlogo, las metrpolis regionales, locales o sectoriales del pas satlite ven limitado su desarrollo por una estructura capitalista que las hace depender de toda una cadena de metrpolis situadas sobre ellas.

    Por consiguiente, a menos que se liberen de esta estructura capitalista o que el sistema capitalista mundial sea destruido totalmente, los pases, regiones, localidades y sectores satlites estn condenados al subdesarrollo. Esta faceta del desarrollo y del subdesarrollo capitalistas, o sea la penetracin de toda la estructura econmica, poltica y social interior por las contradicciones del sistema capitalista mundial, recibe atencin especial en este examen de la experiencia chilena, porque plantea el problema del anlisis del subdesarrollo y la formulacin de un enfoque poltico y econmico que le ponga fin, de modo muy diferente de y, a mi juicio, ms realista que otros enfoques de la cuestin.

    La disertacin precedente sugiere una tesis subsidiaria que envuelve ciertas implicaciones importantes con respecto al desarrollo y el subdesarrollo econmico: si la condicin de satlite es la que engendra el subdesarrollo, un grado ms dbil o menor de relaciones metrpoli-satlite puede engendrar un subdesarrollo estructural menos profundo o permitir una mayor posibilidad de desarrollo local. El ejemplo de Chile ayuda a confirmar esta hiptesis. Adems, desde una perspectiva mundial, ningn pas que haya estado firmemente atado como satlite a una metrpoli, a travs de su incorporacin al sistema capitalista mundial, ha alcanzado nunca la categora de pas econmicamente desarrollado sin abandonar el sistema capitalista. Ciertos pases, notablemente Espaa y Portugal, que fueron parte en un tiempo de la metrpoli capitalista del mundo, se convirtieron sin embargo en naciones subdesarrolladas por haberse convertido en satlites comerciales de la Gran Bretaa a partir del siglo XVII. Es tambin significativo, para la confirmacin de nuestra tesis, el hecho de que los satlites, caractersticamente, han disfrutado de sus temporales auges de desarrollo durante guerras o depresiones en las metrpolis, que momentneamente debilitaron o aflojaron su dominio sobre la vida de aqullos. Como ms adelante veremos, el mayor aislamiento en que estaba Chile de la metrpoli espaola, con relacin a otras colonias, y su menor grado de interdependencia con Espaa y de dependencia de ella en tiempos de guerra o depresin, contribuyeron materialmente a fortalecer los intentos chilenos de desarrollo a lo largo de los siglos.

    1. El desarrollo de las ex colonias britnicas en Amrica del Norte y en Oceana fue posible porque los nexos entre ellas y la metrpoli europea no igualaron nunca la actual dependencia de los pases subdesarrollados de Amrica Latina, frica y Asia. La industrializacin del Japn despus de 1868 debe atribuirse al hecho de que era entonces el nico pas importante no incorporado an al sistema capitalista mundial; no haba empezado, por ende a subdesarrollarse. De igual modo, el hecho de que Tailandia est hoy menos subdesarrollado que otros pases del sureste de Asia se debe a que, a diferencia de los otros pases, no fue nunca colonia, hasta que el reciente advenimiento de Ia "proteccin" de los Estados Unidos inici all tambin el subdesarrollo.

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  • 3. La contradiccin de la continuidad en el cambio

    Las dos contradicciones precedentes sugieren una tercera contradiccin del desarrollo y el subdesarrollo econmico capitalista: la continuidad y ubicuidad de sus elementos estructurales a lo largo de la expansin del sistema capitalista en todo tiempo y lugar. Como lo dijo Engels, "hay contradiccin en que una cosa siga siendo la misma pese a cambiar constantemente". Aunque la estabilidad y continuidad estructural puede haber caracterizado o no al desarrollo capitalista "clsico" en la metrpoli europea, el sistema capitalista, a travs de su expansin y desarrollo en escala mundial, mantuvo en conjunto su estructura esencial y engendr las mismas contradicciones fundamentales. Y esta continuidad de la estructura y las contradicciones del sistema capitalista mundial son los factores determinantes que tenemos que identificar y comprender si queremos analizar y combatir eficazmente el subdesarrollo de la mayor parte del mundo actual.

    Por esta razn hago hincapi en la continuidad de la estructura capitalista y en su generacin de subdesarrollo ms que en los muchos cambios y transformaciones histricos, indudablemente importantes, por los cuales Chile ha pasado dentro de esta estructura. Mi propsito general es contribuir a la formulacin de una teora general ms adecuada del desarrollo econmico capitalista y, particularmente, del subdesarrollo, no acometer el estudio detallado de la realidad chilena pasada y presente.

    Mi insistencia en la contradiccin del cambio continuo implica que la misma no se ha resuelto en Chile. Lo que no quiera decir que no pueda resolverse. Mi revisin de la historia del desarrollo capitalista en Chile revela que en el transcurso del tiempo se han resuelto varias contradicciones imponentes. Aunque pueda haberse credo, en la poca de la independencia, por ejemplo, que los acometimientos haban llevado o llevaran a la resolucin de la contradiccin fundamental que determina el curso de la historia chilena, no ha sido este el caso. Es importante, por ende, comprender las verdaderas contradicciones menores que se resuelven ms fcilmente y a menor costo, pero que en ltima instancia no cambian nada esencial y a la larga hace ms costosa y/o ms distante lo resolucin de las contradicciones fundamentales. Creo que varios caminos de accin contemporneos para la "liberacin" de los pases subdesarroIlados y la eliminacin del subdesarrollo, por bien intencionados que sean quienes los proponen, empeoran las cosas a la larga (y a menudo a la corta tambin). La comprensin de las realidades del capitalismo y el subdesarrollo no basta, desde luego, pero es sin duda esencial; no puede tener xito ninguna revolucin que carezca de una teora revolucionaria adecuada. He ah lo que me propongo.

    Con la continuidad se relaciona tambin la discontinuidad. Mi anlisis de la experiencia chilena sugiere qu puede haber habido oportunidades en que incluso ciertos cambios estructurales dentro de la estructura capitalista de Chile podan haber alterado materialmente el curso de la posterior historia del pas. Cuando tales cambios no se efectuaron, o los esfuerzos por llevarlos a cabo no se realizaron como las circunstancias del momento requeran, esas oportunidades como la inversin del excedente econmico producido por las minas de salitre de Chile se perdieron para siempre. La experiencia de Chile sugiere que la historia de la evolucin del subdesarrollo en muchas partes del mundo fue y todava es

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  • probablemente jalonada por desaprovechamientos semejantes de las oportunidades de eliminar o reducir los sufrimientos creados por el subdesarrollo.

    B. LAS CONTRADICCIONES CAPITALISTAS EN AMRICA LATINA Y EN CHILE

    El proceso histrico de la expansin y desarrollo del capitalismo sobre la faz del globo cre toda una serie de relaciones metrpoli-satlite eslabonadas entre s como la cadena de la apropiacin del excedente que antes se mencion, pero tambin en las ms complejas y diversas formas que adelante se indicarn. No es este el lugar para inquirir acerca de los orgenes histricos, en la Europa medieval, del sistema capitalista que en siglos recientes se extendi desde all a todos los rincones de la tierra, aunque tal pesquisa es importante sin duda pare comprender el carcter esencial del sistema capitalista-imperialista del mundo contemporneo y los problemas de desarrollo y subdesarrollo econmico que engendr y sigue engendrando. Tal vez baste observar que desde ciudades de Italia, como Venecia, y despus de Iberia y del noroeste de Europa, se extendi una red comercial que en el siglo XV abarc el mundo mediterrneo, partes del frica subsahariana y las islas atlnticas adyacentes, las Indias occidentales, Amrica y parte de las Indias orientales y de Asia en el siglo XVI, los otros abastecedores africanos del centralizado comercio de esclavos y la economa de la Europa occidental y posteriormente de la Amrica del norte tambin, en los siglos XVI a XVIII, y el resto de frica, Asia, Oceana y la Europa oriental en las centurias siguientes, hasta que toda la faz del globo qued incorporada en un solo sistema orgnico, mercantilista o mercantil-capitalista, y despus tambin industrial y financiero, cuyo centro metropolitano se desarroll en la Europa occidental primero y en la Amrica del norte despus, y cuyos satlites perifricos se subdesarrollaron en todos los dems continentes.

    Los indgenas y los negros de la Amrica del norte evidentemente sufrieron la misma relacin de dependencia, mientras que los inmigrantes blancos pero no, naturalmente, la poblacin indgena de Oceana y hasta cierto punto de frica del sur puede decirse que en cierta medida quedaron incluidos en la metrpoli capitalista mundial.

    La Amrica Latina se convirti en un satlite o conjunto de satlites perifricos de la metrpoli ibrica y europea. En alianza con sus aprovechados monarcas, el capital mercantil espaol, el portugus, como tambin el italiano y el holands, partiendo de la pennsula ibrica en busca de rutas comerciales hacia las Indias y el oro, conquistaron algunas avanzadas en las Antillas y en la costa americana y las convirtieron en satlites comerciales suyos por medio de la guerra, la toma de esclavos, el pillaje, la creacin de empresas de exportacin minera y agrcola alimentada, por esclavos y, gradualmente, tambin por medio de las relaciones mercantiles. Estos satlites militares, productores y mercantiles de la metrpoli ibrica sirvieron luego de trampolines para la conquista y el establecimiento de nuevas avanzadas satlites en la tierra firme americana, las que a su vez se emplearon pare conquistar e incorporar a los que haban de convertirse en satlites continentales an ms distantes (en parte, de los satlites antes citados, que llegaron a ser sus metrpolis, y en parte de la metrpoli europea directamente). As pues, al igual que otros pueblos y continentes, todo el continente latinoamericano y sus pueblos quedaron convertidos en una serie de constelaciones econmicas menores, cada una con su propia metrpoli menor y sus propios satlites menores,

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  • componindose stos a su vez de todava ms metrpolis y satlites; pero todos ellos dependiendo directa o indirectamente del centro metropolitano europeo. ste se traslad primero a los Pases Bajos y luego a Inglaterra (la cual se apropiaba del excedente hispanolusoamericano y de otros excedentes econmicos para su propia acumulacin de capital y su posterior industrializacin), convirtindose as Espaa y Portugal en satlites del centro metropolitano britnico.

    Al principio, la metrpoli final de Chile fue Espaa. El hecho de que la misma Espaa se convirtiera luego en satlite de la Europa noroccidental, particularmente Inglaterra, influye en mi anlisis; pero en un ensayo dedicado especficamente a Chile slo necesito tener en cuenta sta y otras transformaciones del sistema capitalista mundial en la medida en que influyen directamente en el proceso chileno. La estructura econmica de Chile, tanto nacional como internacional, ha sido profundamente afectada, incluso determinada, por la estructura y las transformaciones del sistema capitalista mundial en su conjunto. Dentro de los lmites de este ensayo debemos, sin embargo, tomar estos ltimos cambios principalmente como "datos". Las mismas consideraciones valen, desgraciadamente, para la aparicin y la desaparicin de Lima como centro metropolitano tambin satlite dependiente de la metrpoli europea, y del cual Chile dependa ms directamente.

    Chile lleg a tener su propia metrpoli en Santiago y en el puerto de Valparaso. Expandindose desde este centro, los intereses mineros, agrcolas, mercantiles y estatales incorporaron al resto del territorio y del pueblo chilenos en la expansiva economa capitalista y los convirtieron en satlites perifricos de Santiago. En relacin con el centro metropolitano nacional, podemos considerar como satlites perifricos a los centros mineros, los centros comerciales, los centros agrcolas y, a veces, los centros militares de la frontera. Pero stos, a su vez, se convirtieron (a veces permanentemente) en metrpolis o micrometrpolis de sus respectivas regiones interiores, poblaciones, minas, valles agrcolas o latifundios todava mas pequeos, que fueron a su vez micrometrpolis de sus periferias.

    Una de las tesis principales de este ensayo es que esta misma estructura se extiende desde el centro macrometropolitano del sistema capitalista mundial hasta los obreros agrcolas ms supuestamente aislados, los cuales, mediante esta cadena de relaciones metrpoli-satlite estn atados a la metrpoli mundial y, por ende, incorporados al sistema capitalista mundial en su conjunto. La naturaleza y el grado de estas ataduras difieren en tiempo y lugar, y estas diferencias producen disimilitudes importantes en las consecuencias econmicas y polticas a que dan origen. Tales diferencias deben ser finalmente estudiadas caso por caso. Pero estas disparidades entre las relaciones y sus consecuencias no salvan su similaridad esencial, por cuanto todas ellas, en una u otra medida, se fundan en la explotacin del satlite por la metrpoli o en la tendencia de la metrpoli a expropiar y hacer suyo el excedente econmico del satlite.

    Son varias las relaciones metrpoli-satlite de este tipo. Tenemos, por ejemplo, la relacin entre la frtil e irrigada tierra llana de un valle cultivable y la de las colinas que lo circundan, menos productivas agrcolamente o menos valiosas comercialmente; entre las tierras de la cabecera de un ro, favorecidas por un sistema de irrigacin gravitacional, y las tierras menos favorecidas de la parte baja del ro; entre los latifundios y los minifundios que los rodean; entre la empresa latifundista manejada por su propietario o por un administrador y las empresas aparceras o arrendatarias que dependen de ella; incluso entre el campesino (o

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  • empresa) arrendatario y los asalariados permanentes u ocasionales qua pueda emplear; y, por su puesto, entre cada serie de metrpolis y cada serie de satlites de una a otra parte de esta cadena. Fundamentalmente, las mismas relaciones operan entre la gran firma industrial (a menudo "moderna" o "eficiente") y las empresas ms pequeas que le suministran elementos para su proceso de fabricacin, o productos para sus agencias de venta; entre los grandes comerciantes y financistas y los pequeos comerciantes y prestamistas, entre los comerciantes urbanos y los terratenientes traficantes y los pequeos productores o consumidores rurales que dependen de aqullos para venderles sus productos o para setisfacer sus necesidades de produccin, consumo, crdito y otras.

    Podemos apuntar sucintamente algunas de las condiciones de control monoplico relacionadas con la expropiacin de los ms por los menos que encontramos una y otra vez en nuestro examen de la historia chilena. Las fuentes del poder monopolista ejercido sobre el excedente econmico chileno que se transfiere al extranjero son ms evidentes, quizs, que las de sus semejantes nacionales. Aunque el producto principal de la exportacin de Chile ha cambiado varias veces durante le historia del pas, cada vez ha sido este sector exportador la fuente principal del excedente econmico potencialmente invertible, y cada vez este sector exportador ha estado bajo el dominio de intereses extranjeros. Extranjeros han sido los propietarios de las minas que producan el excedente. Y cuando no eran los dueos de las minas o de la tierra que daban el producto de exportacin, los extranjeros se apropiaban gran parte del excedente mediante el ejercicio de un poder de compra monoplico sobre el producto en cuestin, y el monopolio de su venta en otra parte. Por aadidura, los extranjeros han posedo o controlado una gran proporcin de los almacenes, el transporte, los seguros y otros servicios relacionados con la exportacin de la principal mercanca productora de plusvala. En ocasiones los extranjeros han monopolizado o controlado el abastecimiento de los factores de produccin que requera la mercanca exportable. Los extranjeros se han valido e menudo de su poder financiero y de su mayor integracin mundial vertical u horizontal, de la industria de la que el producto chileno formaba parte. Similar posesin o control monoplico ha existido sobre otras industrias chilenas, adems de la primaria de exportacin.

    Por medio del monopolio colonial o del "librecambio" basado en la superioridad tecnolgica y/o financiera, los extranjeros han disfrutado tambin a menudo de posiciones monopolistas, en la esfera de la exportacin de mercancas a Chile. Estas relaciones de las empresas comerciales extranjeras con sus socios chilenos, de las que resulta la explotacin de los ltimos por las primeras, permitieron a los intereses extranjeros controlar a los diversos intereses chilenos, tanto en lo poltico como en lo econmico. Cuando esta relacin econmica no fue suficiente para dar a los extranjeros el grado de control que deseaban, le completaron a menudo con la fuerza poltica y militar.

    En el plan nacional se dan formas anlogas y de otro tipo de dominio monopolista, y de ellas resulta asimismo la expropiacin del excedente econmico producido por los ms en los niveles inferiores, y su apropiacin por los menos en los altos niveles de la economa nacional chilena. Siempre ha habido un grado mayor o menor de concentracin monopolista de la propiedad y dominio de los principales medios de produccin de la industria y de la agricultura, de los servicios de transporte y almacenamiento de los canales del comercio y, lo que probablemente es ms importante, de la banca y otras instituciones financieras, as como tambin de las principales posiciones econmicas, polticas, civiles, religiosas y militares de la

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  • economa nacional y la sociedad chilena. En verdad, el grado de concentracin monopolista, a lo largo de la historia de Chile y de otros pases subdesarrollados, probablemente ha sido siempre mayor que en los pases desarrollados, en pocas recientes.

    En nuestro anlisis de la historia chilena hemos encontrado una y otra vez que los exportadores e importadores extranjeros o nacionales, as como otros grandes comerciantes y financistas, dominan y se apropian el capital de los comerciantes relativamente menores de la capital de la nacin y los de las regiones. Estos ltimos, a su ves, se alzan sobre los comerciantes, los productores y los consumidores, a quienes explotan directa o indirectamente gracias a nuevas series de relaciones en las que un capitalista aniquila a muchos. Aparte la ms obvia expropiacin de los productores por los poseedores del capital, podemos distinguir tambin otros tipos de apropiacin, por uno o varios capitalistas, del capital y el excedente de muchos. Esta contradiccin existe asimismo entre una empresa industrial o agrcola relativamente grande y sus productores agrcolas, quienes dependen de la oferta de parte de lo que consumen o de la demanda de parte de lo que producen, o necesitan capital, crdito, canales de venta, intervencin poltica y otros servicios en general. Todas estas relaciones econmicas dentro del sistema capitalista internacional, nacional, local y sectorial se caracterizan de manera tpica por la contradiccin expropiacin-apropiacin vinculada a los elementos monopolistas de las relaciones mismas y a la estructura o red econmica que stas forman en su conjunto.

    Cada una de estas relaciones o constelaciones metrpoli-satlite, cualesquiera sean los otros sentimientos o relaciones que puedan contener, se apoyan en una fuerte y a la larga determinante base econmica comercial. Toda la red de relaciones metrpoli-satlite, o todo el universo de constelaciones econmicas, surgi por razones esencialmente econmicas y comerciales. Digamos lo que digamos de la metrpoli capitalista, primero comercial, luego industrial, despus financiera, el carcter esencial de las relaciones metrpoli-satlite, en la periferia del sistema capitalista mundial, sigue siendo comercial, por ms "feudales" o personales que parezcan estas relaciones. Es a travs de estos nexos econmicos y tambin, por supuesto, de los nexos polticos, sociales y culturales, que el asalariado ocasional se vincula, en la mayora de lo casos de hecho, con el campesino arrendatario que lo emplea (o, con ms frecuencia, directamente con el dueo de la tierra), el arrendatario con el terrateniente y con el comerciante (o ambas cosas), que est a su vez relacionado con el mayorista de la metrpoli comercial (o a veces a un gran comerciante nacional o internacional), que tiene vinculaciones con la metrpoli nacional industrial, financiera, comercial e importadora, finalmente vinculada con el centro mundial, de modo que el ltimo miembro y el ms "aislado" se conecta con la cspide capitalista mundial.

    Cada una de estas relaciones entre satlite y metrpoli es, en general, un cauce a travs del cual el centro se apropia de una parte del excedente econmico de los satlites. De este modo, aunque en parte es expropiado en cada peldao de la escalera, el excedente econmico de cada uno de los satlites menores y mayores gravita hacia el centro metropolitano del mundo capitalista.

    C. AMRICA LATINA, COLONIAL Y CAPITALISTA

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  • Las tres contradicciones del capitalismo, la expropiacin-apropiacin del excedente, la estructura centro metropolitano-satlite perifrico y la continuidad en el cambio, hicieron su aparicin en Amrica Latina en el siglo XVI y desde entonces han caracterizado a este continente.

    Amrica Latina fue conquistada y su pueblo colonizado por la metrpoli europea para expropiar el excedente econmico de los trabajadores del satlite y apropirselo para su acumulacin de capital, iniciando con ello el presente subdesarrollo del satlite y el desarrollo econmico de la metrpoli. La relacin capitalista metrpoli-satlite entre Europa y Amrica Latina fue establecida por la fuerza de las armas. Y por esta misma fuerza, as como por la fuerza de la creciente vinculacin econmica y de otro tipo, se ha mantenido esta relacin hasta hoy. Las principales transformaciones ocurridas en Amrica Latina en los cuatro ltimos siglos han sido producto de sus respuestas a las influencias econmicas, polticas y otras que, o bien partieron de la metrpoli, o bien surgieron de la estructura metrpoli-satlite. Excepto en la Cuba postrevolucionaria, todos estos cambios no han alterado las esencias de esa estructura.

    Marx observ que "la historia moderna del capital comienza con la creacin, en el siglo XVI, de un comercio y un mercado mundialmente expansivos". (Marx, I:146.) Despus de Marx, la contradiccin capitalista de la expropiacin-apropiacin fue subrayada, entre otros, por Werner Sombart y Henri Se. Este ltimo escribe en su Orgenes del capitalismo moderno:

    Las relaciones internacionales constituyen el fenmeno principal que uno encuentra cuando trata de comprender la causa de la acumulacin primaria del capital (...). La ms fecunda fuente del capitalismo moderno se halla, sin duda, en los grandes descubrimientos martimos (...). Los orgenes del comercio colonial consisten ante todo, como dice Sombart, en la expropiacin de los pueblos primitivos, incapaces de defenderse contra los ejrcitos invasores. Mediante verdaderos actos de piratera, los mercaderes europeos obtuvieron enormes ganancias (...). No menos lucrativas fueron las prcticas de trabajo forzoso que Ios europeos exigieron de los aborgenes de las colonias (...) y de los negros importados de frica por los tratantes de esclavos, comercio criminal ste, pero que cre, no obstante, enormes riquezas (...). Debemos reconocer que esta fue una de las fuentes (...) del capitalismo. (Se, 1961: 26, 40.)

    La conquista y la incorporacin a la estructura metrpoli-satlite del capitalismo fueron ms rpidas y llegaron ms lejos en la Amrica Latina que en otras partes. Razones? El oro, el azcar y la expropiacin de ambos a los satlites latinoamericanos y su apropiacin por la metrpoli europea y, ms tarde, tambin por la norteamericana. As, Sergio Bag escribe en su clsico Economa de la sociedad colonial-Ensayo de Historia comparada de Amrica Latina:

    "La revolucin comercial, que se inicia en el siglo XV, al multiplicar el capital mercantil y estimular su vocacin internacionalista, vincul la suerte de un pas con la de otro, intensificando su interdependencia econmica". "La economa que las metrpolis ibricas organizaron en Amrica fue de incuestionable ndole colonial, en funcin del mercado centro-occidental europeo. El propsito que anim a los productores luso-hispanos en el nuevo continente tuvo el mismo carcter. No fue feudalsmo Io que apareci en Amrica en el perodo que estudiamos, sino capitalismo colonial... Iberoamrica nace para integrar el ciclo feudal". "Si alguna caracterstica bien definida e incuestionable podemos encontrar en la economa

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  • colonial es la de la produccin para el mercado. Desde los primeros tiempos del rgimen hasta sus ltimos das, ella condiciona toda la actividad productiva"... "Es as como las corrientes que entonces predominaban en el mercado internacional europeo constituyen elementos condicionantes de primera importancia en la estructuracin de la economa colonial. Esto es, por otra parte caracterstico de todas las economas coloniales, cuya subordinacin al mercado extranjero ha sido y sigue siendo el principal factor de deformacin y aletargamiento".

    La penetracin capitalista, adems de convertir a la Amrica Latina en satlite de Europa, introdujo pronto en ella esencialmente la misma estructura metrpoli-satlite que caracterizaba las relaciones latinoamericanas con Europa. El sector que explotaba las minas y exportaba los minerales fue el alma de la economa colonial, y aunque nunca dej de ser un satlite de la metrpoli europea se convirti en todas partes en un centro metropolitano del resto de la economa y la sociedad nacional. Surgi o se cre una serie de sectores y regiones satlites pera abastecer a las minas de madera y de combustible, a los mineros de comida y ropa, y a los ociosos dueos de minas, comerciantes, funcionarios, clrigos, militares y gorrones, de la parte de los elementos de su vida parasitaria que no importaban de la metrpoli con el producto del trabajo forzoso indgena e importado. Creci de este modo una economa ganadera, triguera y textil que no era menos comercial y s ms dependiente que la economa minera misma.

    El ganado, que entonces era una fuente de bienes de consumo y exportacin mucho ms importante que ahora, y el trigo, rengln principal de la hacienda espaola, se produjeron desde el principio en grandes haciendas que espaoles y criollos posean y administraban. Los primeros trabajadores fueron, por fuerza, esclavos, despus indgenes encomendados o sujetos a la mita; ms tarde brazos alquilados, obligados a la servidumbre por deudas o por diversos contratos de aparcera que aseguraban su permanente disponibilidad. La tierra, al principio en gran parte intil para los espaoles, pero despus progresivamente buscada y ms valiosa a medida que el valor comercial de sus productos aumentaba, se adquira por merced, por conquista, por expulsin de los indgenas de sus tierras comunales, y posteriormente de los mestizos y hasta de los pobladores blancos de sus predios, ocupndose primero la tierra secuestrada y legalizndose despus la ocupacin mediante soborno y falsificacin de documentos, a menudo mediante compra o embargo por deudas del propietario anterior, o por diversos medios fraudulentos, pero nunca, debe observarse, por encomienda, pues sta slo otorgaba derechos sobre los indgenas y no sobre la tierra.

    Los monarcas slo concedan tierras a quienes se hacan acreedores a ello por vivir en la capital de la colonia o de la provincia. A menudo los propietarios de tierra no se distinguan de los poseedores de derechos exclusivos sobre el comercio internacional o interior, la explotacin de minas, los medios de transporte, el capital usurario, los empleos civiles y religiosos y otras fuentes de privilegios.

    La propiedad privada surge, pues, en circunstancias favorables para que cambie de manos; sus ttulos se heredan, se negocian, se transfieren por compraventa; los compradores surgen entre Ios funcionarios (cuyos buenos sueldos les permiten disponer de dinero, tan escaso entonces) y entre quienes han logrado enriquecerse con rapidez gracias al comercio y, sobre todo, a las minas de oro y plata. Es lgico, por tanto, que encomenderos funcionarios fuesen los primeros propietarios rurales e iniciaran un lento proceso de acumulacin de tierras que alcanzar su apogeo en el siglo XVII (Cspedes, 1957): III, 414).

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  • Fue el nexo monetario y la dura realidad econmica en que se apoyaba, y no principalmente las tradiciones, los principios o las relaciones sociales aristocrticas o feudales, lo que rigi en Amrica Latina desde el comienzo. Y fue la concentracin estructural de la propiedad, del predominio y del capital la que tambin concentr la tierra, los brazos encomendados, el comercio, las finanzas y los empleos civiles, religiosos y militares en unas pocas manos. El poder del capital monopolista predomin desde el principio y contina predominando. La sede geogrfica, econmica, poltica y social de esta apropiacin y acumulacin monopolista de capital fue, por supuesto, la ciudad y no el campo, por mucho que ste haya sido la fuente de la riqueza.

    La ciudad colonial vino a ser el centro metropolitano interior predominante, y el campo el satlite perifrico dependiente. Al mismo tiempo, el dominio y la aptitud para el desarrollo econmico de la ciudad latinoamericana fueron coartados desde el principio, pero no por su regin satlite o alguna supuesta estructura feudal de aqulla (antes bien, la estructura del campo fue y sigue siendo la fuente principal del desarrollo econmico urbano), sino por su propia condicin de satlite de la metrpoli mundial extranjera. En cuatrocientos aos ninguna metrpoli latinoamericana ha superado esta limitacin estructural de su desarrollo econmico. Un investigador de la Amrica Central observa:

    "La posicin privilegiada de la ciudad tiene su origen en la poca colonial. Fue fundada por el conquistador para cumplir las mismas funciones que todava cumple en la actualidad: las de incorporar al indgena en la economa trada y desarrollada por ese conquistador y sus descendientes. La ciudad regional era un instrumento de conquista y es an en la actualidad de dominacin". (Stavenhagen, 1963: 81.)

    De dominacin, empero, no slo de su propio grupo gobernante sino tambin de la metrpoli imperialista, cuyo instrumento es la ciudad latinoamericana, con su disperso sector terciario "de servicios".

    Una vez introducidas en la Amrica Latina, en los niveles internacional y nacional, las contradicciones capitalistas de la polarizacin y la expropiacin-apropiacin, sus consecuencias necesarias, esto es, desarrollo limitado o subdesarrollo en las metrpolis del continente y desarrollo del subdesarrollo estructural, lejos de retardar su aparicin varios siglos, hasta despus de la revolucin industrial inglesa, como con tanta frecuencia se sugiere, comenzaron a generarse y brotar desde luego. Bajo el subttulo de "Dinmica de las economas coloniales", Aldo Ferrer confirma nuestra tesis en La economa argentina, las etapas de su desarrollo y problemas actuales:

    "Si se pretende determinar cules fueron las actividades econmicas dinmicas en la economa colonial, deben recordarse las caractersticas de la economa de la poca y se concluye qua fueron aquellas estrechamente ligadas al comercio exterior. La minera, los cultivos tropicales, las pesqueras, la caza y la explotacin forestal, dedicadas fundamentalmente a la exportacin fueron las actividades expansivas que atrajeron capital y mano de obra. En estos casos, (economas coloniales) la produccin se realizaba generalmente en unidades productivas de gran escala, sobre la base de trabajo servil. Los grupos de propietarios y comerciantes vinculados a las actividades exportadoras eran, lgicamente, los de ms altos ingresos, conjuntamente con los altos funcionarios de la Corona y del clero (que muchas veces consiguieron sus puestos por la compra de los mismos). Estos

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  • sectores constituan la demanda dentro de la economa colonial y eran los nicos sectores en condiciones de acumular. Forzando el concepto, constituan al mismo tiempo el mercado interno colonial y la fuente de acumulacin de capital.

    En estas condiciones, al mismo tiempo que el sector exportador era muy poco diversificado, la composicin de la demanda tampoco favoreca la diversificacin de la estructura productiva interna. Cuanto ms se concentraba la riqueza en un pequeo grupo de propietarios, comerciantes e influyentes polticos, mayor fue la propensin de adquirir los bienes manufacturados de consumo y durables (consistentes en buena proporcin de bienes suntuarios de difcil o imposible produccin interna) en el exterior, y menor fue la proporcin del ingreso total de la comunidad gastado internamente... El sector exportador no permita, pues, la transformacin del sistema en su conjunto, y una vez que la actividad exportadora desapareca, como ocurri con la produccin azucarera del noreste del Brasil ante la competencia de la produccin antillana, el sistema en su conjunto se desintegraba y la fuerza de trabajo volva a actividades de neto carcter de subsistencia. Independientemente de las restricciones que las autoridades solan imponer sobre las actividades que dentro de las colonias competan con las metropolitanas, poca duda cabe que tanto la estructura del sector exportador como la concentracin de la riqueza constituyeron obstculos bsicos para la diversificacin de la estructura productiva interna, la elevacin consecuente de los niveles tcnicos y culturales de la poblacin y el surgimiento de grupos sociales vinculados a la evolucin del mercado interno y a la busqueda de lneas de exportacin no controladas por la potencia metropolitana. Este chato horizonte del desarrollo econmico y social explica buena parte de la experiencia del mundo colonial americano y, notoriamente, de las posesiones hispano-portugueses". (Ferrer, 1963: 31-32).

    Poniendo en mis propios trminos las observaciones y el anlisis de Ferrer, se puede observar cmo el establecimiento de la estructura metrpoli-satlite entre Europa y las colonias latinoamericanas, y dentro de estas mismas, sirvi para fomentar desde luego un desarrollo limitado o subdesarrollo en la metrpoli colonial (nacional despus) y un subdesarrollo estructural en los satlites perifricos de estas metrpolis coloniales. Bagu y Ferrer observan que la exportacin del excedente econmico de las colonias fue la causa y la fuerza motriz que las llev a ser partes integrantes del expansivo sistema capitalista mundial. Como anota Ferrer explcitamente, el sector dinmico de las colonias o satlites fue el de la exportacin, es decir, la metrpoli interior. Desde el principio mismo, esta metrpoli interior y ms tarde nacional expropi el excedente econmico de sus satlites perifricos y, sirvindose de esta metrpoli interior como instrumento de expropiacin, la metrpoli mundial se apropi a su vez de gran parte de ese mismo excedente econmico. Algo de este excedente econmico de las periferias provinciales qued, por supuesto, en las diversas metrpolis latinoamericanas. Es decir, como seala Ferrer, el producto interno se concentr all, como tambin, en consecuencia, la actitud nacional para el consumo y la inversin o la acumulacin. Pero la misma estructura metrpoli-satlite, cuyo desarrollo, en primer lugar, dio existencia a la Amrica Latina que conocemos, cre y sigue creando en estas metrpolis latinoamericanas (quizs an ms ahora) intereses que indujeron a sus grupos dirigentes a satisfacer por medio de importaciones gran parte de su concentrada demanda de consumo.

    Esta estructura conspir tambin contra la inversin por aqullos del excedente econmico apropiado de sus compatriotas, en fbricas para su propio consumo o

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  • para la exportacin, y mucho menos, por supuesto, para el consumo de los expropiados. Las consecuencias de la estructura metrpoli-satlite del capitalismo internacional sobre la estructura y el proceso capitalista nacional no se resumen nicamente, por tanto, en la apropiacin por la metrpoli mundial del excedente de los centros nacionales, que adems de ser satlites de aqulla son metrpolis de sus respectivos satlites perifricos, de cuyo excedente econmico se apropian a su vez. Los efectos del capitalismo mundial y nacional calan ms hondo y conducen a la orientacin errnea y el mal empleo hasta del excedente que queda a disposicin del satlite.

    Esta ha sido, pues, la regla del desarrollo econmico y, simultneamente, del subdesarrollo a lo largo de la secular historia del capitalismo. Si los grupos gobernantes de los pases satlites han encontrado provechoso, de vez en cuando, adoptar un grado relativamente mayor de industrializacin y desarrollo autnomos, como ocurri en el siglo XVII y varias veces despus, no fue porque hubiese cambiado la estructura esencial del sistema capitalista mundial sino nicamente porque el grado de dependencia de las metrpolis mundiales haba menguado temporalmente, debido al accidentado desarrollo del belicoso sistema capitalista mundial. Durante las depresiones y las guerras, el desarrollo industrial y econmico de los satlites latinoamericanos tom impulso, slo para ser cercenado de nuevo o reencauzado en el subdesarrollo por la subsiguiente recuperacin y expansin de la metrpoli, o por el restablecimiento de la integracin activa de sta con sus satlites.

    Vale decir que en el conjunto de Amrica Latina, las tres contradicciones del capitalismo hicieron su aparicin desde el principio y comenzaron a ejercer sus inevitables efectos. A despecho de todas las transformaciones econmicas, polticas, sociales y culturales por las que han pasado la Amrica Latina y Chile desde el perodo inmediatamente posterior a la Conquista, han retenido los elementos de la estructura capitalista que la colonizacin implant en ellas. La Amrica Latina, lejos de haber superado recientemente o de no haber superado an el feudalismo (que, en realidad, nunca conoci), o de haber tomado hace poco un papel activo en el teatro del mundo, inici su vida y su historia posterior a la Conquista como parte integrante y explotada del desarrollo capitalista mundial. Eso explica su subdesarrollo de hoy.

    1. Eduardo Arcila Faras escribe en El rgimen de la encomienda en Venezuela (1957: 307):

    "La encomienda y la propiedad territorial en Amrica son instituciones que no tienen entre s ninguna relacin. Entre los institucionalistas no existe confusin alguna al respecto, y los historiadores especializados han puesto cada cosa en su sitio. En realidad no se justifica el hacer aqu esta aclaracin sobre una materia muy clara, sino en razn del desconocimiento que existe en Venezuela tanto so