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A carla fue publicada el20de Noviembre de 1994 enun periódico de Alaska: elAnchorage Daily News. En

ella se aludía a unas peligrosas inves-tigaciones militares -probablementerelacionadas con un invento de Niko-la Tesla- en e[ transcurso de las cua-les se habrían estado enviando hacesde partículas desde la superficie de laTierra hacia la ionosfera. El proyectoal que se hacía referencia no era otroque el HAARP, Programa de lnvesti-gación de la Aurora Activa de AltaFrecuencia. Su objetivo: bien modifi-car las condiciones de la ionosfera in-troduciendo cambios químicos en sucomposición -lo que llevaría consigoun cambio climático-, bien bloquearlas comunicaciones mundiales.

Aquella información debió impre-sionar vivamente al científico NickBegich, quien junto a la periodistaJeanne Manning se puso inmediata-mente manos a la obra para realizar

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una profunda investigación al respec-to. Fruto de la misma vio la luz el libroAngels Don't Play This HAARP (Losángeles no tocan este arpa), en el queambos autores plantean inquietanteshipótesis. Una de ellas, por ejemplo,que, de ponerse en marcha, el pro-yecto HAARP podría tener peoresconsecuencias para nuestro planetaque las pruebas nucleares.

I.AB§R¡NTO DE NhITERESES

Begich y Manning están convenci-dos de que a través del proyecto HA-ARP se estaría enviando hacia la io-nosfera un haz de parlículas electro-magnétlcas orientadas y enfocadasque estarían contribuyendo a su ca-lentamiento. Las ondas electromag-néticas así lanzadas rebotarían allí,regresando a la Tierra, donde estarí-an penetrándolo todo, tanto los seresanimados como los inanimados.

La versión oficial es, sin embargo,bien distinta. Según ésta, el HAARP esuna investigación académica cuyo ob-jetivo es cambiar las condiciones de laionosfera con el fin de obtener mejo-ras en las comunicaciones mundiales.No obstante, después de haber estu-diado determinados documentos mili-tares norteamericanos, Begich y Man-ning aseguran que el objetivo es muydistinto: la explotación de la ionosferacon fines meramente militares.

Para evitar la oposición de la opi-nión pública al proyecto, los militareshan jugado olra vez una baza que lessuele dar muy buenos resultados: lade la prensa. Así, no resulta raro leeren los periódicos norteamericanosque el HAARP no es esencialmentedistinto de otros calentadores ionos-

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sica más atrevida que ha tenido lugardesde las explosiones de bombas nu-cleares en la atmósfera. Tras realizaruna serie de pruebas con "éxito",Alaska conseguiría no sólo ser el es-cenario de los grandes proyectos mili-tares del futuro, sino también enormesmercados para su gas natural.

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Begich y Manning cuentan en sulibro que los poderes militares de Es-tados Unidos engañan intencionada-mente al público mediante sofistica-dos juegos de palabras y una desin-formación exagerada. Según la ver-sión oficial, las posibilidades del sis-tema HAARP son muchas. Por ejem-plo, dotar a los militares de una he-rramienta capaz de sustituir el efectodel impulso electromagmético de lasbombas nucleares explosionadas en

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féricos que ya funcionan en diferen-tes partes del mundo, como Arecibo,Puerto Rico, Tromso, Noruega o laantigua Unión Soviética.

Pero mientras la polémica prosigue,también lo hacen las investigacionespor parle de los organismos más inte-resados en que este proyecto salga

adelante: el Ministerio de Defensa deEstados Unidos y la Universidad deAlaska. No podemos olvidar que conla puesta en marcha del mismo, losmiiitares conseguirÍan un escudo de-fensivo relativamente barato, mientrasque Ia universidad se apuntaría untanto relativo a la manipulación geofí-

Pertenece a: Víctor Fco. Carrasco Ferradalnvestigador OVNI

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la atmósfera. Asimismo, contribuiría areemplazar el sistema de comunica-ciones con submarinos de muy bajafrecuencia por una tecnología máseficaz, a crear un nuevo sistema deradar "más allá del horizonte" o a eli-minar las comunicaciones en un áreamuy extensa sin afectar a las de lospropios interesados.

El HAARP sería también -siemPresegún la versión oficial- una herra-mienta eficaz de disuasión que obliga-ría a revisar buena pade de los acuer-dos de paz y no-proliferación de ar-mas nucleares, así como un medioideal para la prospección de yacimien-tos de petróleo, gas natural y minera-les. Y, entre otras cosas, supondríatambién un instrumento válido paradetectar posibles ataques de avioneso misiles en vuelo bajo (lo cual resultaaún difícil con los radares convencio-nales).

Desde luego, estas utilidades pa-recen interesantes en base a polÍticasde defensa nacional que, además,resultarían muy baratas. Sin embar-go, el proyecto tiene "otra cara" muypeligrosa y es precisamente ésta laque Begich y Manning describen ensu libro con el fin de darla a conocera la opinión pública para que ésta re-accione en contra de la puesta enmarcha del proyecto HAARP, previs-ta para 1998.

PETIGRO ¡h¡'VlINENTE

Parece ser que son doce las pa-tentes que forman la médula espinaldel proyecto HAARP. Una de ellas, lanúmero 4.686.605 -del físico texanoBernard Eastlund-, que hace refe-rencia a un "método y un equipo paracambiar una región de la atmósfera,ionosfera y/o magnetosfera", estuvoclasificada por orden expresa del Go-bierno durante todo un año. Porque,en realidad, el calentador ionosféricode Eastlund es diferente a otros co-nocidos hasta la fecha: la radiaciónde radiofrecuencias (RF) se concentra

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y enfoca en un punto de la ionosfera,consiguiendo proyectar una cantidadde energía sin precedentes, que pue-de alcanzar hasta los 10 gigawatios.La enorme diferencia de potencial ge-nerada -dicen Begich y Manning- po-dría cambiar e incluso desplazar la io-nosfera, provocando un caos total enlas comunicaciones de la Tierra, tantoterrestres como marítimas, así comodestruir misiles o aviones, cambiar lascondiciones atmosféricas al modificarla absorción de los rayos solares yaumentar las concentraciones deozono, nitrógeno e incluso afectar ne-gativamente al cerebro.

Sin embargo, éstas no son las im-plicaciones más peligrosas del HA-ARP. Hay otras mucho más graves.En este sentido, Begich afirma que, enrelación al proyecto, existe un informesobre el desarrollo de un sistema ca-paz de manipular y trastornar los pro-cesos mentales humanos mediante laradiación pulsada de frecuencias deradio sobre extensas zonas geográfi-cas. El material más completo sobreesta tecnología se encuentra en losescritos de Zbigniew Brzezinski, exconsejero de Seguridad Nacional con

el presidente Carter y con J. F. Mac-Donald, consejero cientÍfico del presi-dente Johnson. En ellos se informasobre el uso de los transmisores deenergía para la guerra física y medio-ambiental y cómo pueden afectar ne-gativamente a la salud y el Pensa-miento humanos. Otro de los docu-mentos descubiertos por Begich per-tenece a la Cruz Roja lnternacional yen él este organismo advierte de losefectos perniciosos de la energía ra-diada. lncluso deja constancia de lasbandas de frecuencia que generan es-tos efectos, que -¿casualmente?- ¡secorresponden con las gamas quepuede transmitir el HMRP!

^: UN PROGRAMA DE-coNTRot soctAl?En 1970 Zbigniew Brzezinski avi-

saba sobre la aparición de una socie-dad controlada por la tecnología y di-rigida por una élite capaz de influir enlos votantes gracias a la superioridadde sus conocimientos cientÍficos. En

Angels Don't Play This HAARP, Be-gich retoma esta idea cuando asegu-ra que, sin los obstáculos presenta-dos por los valores liberales tradicio-nales, esta élite no dudaría en utilizar,incluso, técnicas capaces de influiren el compoftamiento de la gente Pa-ra afianzar su poder. Pues bien, paraalgunos este futuro orwelliano podríaestar acercándose -si es que no estáaquí ya- peligrosamente.

De acuerdo con un documentodonde se explican las posibles aplica-ciones de los campos electromagnéti-cos artificiales en situaciones cuasi-militares, Begich asegura que este ti-po de técnicas de control, al igual quelos sistemas de seguridad de las ba-ses militares o los métodos anti-per-sona utilizados en las guerras tácticas,entrarían dentro del amplio radio deacción del proyecto HAARP. Es más,según é1, los sistemas electromagnéti-cos podrían ser empleados inclusopara provocar transtornos fisiológicos

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Sobre estos líneas, maPo que muesü:o ot oscalentodor€s ionodéricns. Ala dcha.,Tone deWotdencffie construida según los diseños de

Tesla (prcculsom del Haary?). Allado, anibqsistemo de tronsrnisión de eneryía dd Haotp;

debojo, el Écudo Globol según Eoxlund,

de impoñancia moderada o grave, ta-les como distorsiones perceptualesy/o desorientación, y hasta para esti-mular las capacidades paranormalesde determinados individuos. Al pare-cer, el documento citado explica tam-bién otra "ventaja" de estas técnicas,tan silenciosas como difíciles de neu-tralizar'. su extensa cobertura con unsolo sistema. Finalmente Begich sepregunta si este impactante docu-mento hace referencia a un proyectoya en marcha y evalúa la posibilidadde que se trate del HAARP, puestoque es el transmisor de frecuencias deradio más potente del mundo.

Y otro dato muy significativo. Re-sulta que, según el Gobierno de Esta-dos Unidos, uno de los usos del HA-ARP es su capacidad para localizaryacimientos minerales, silos subterrá-neos de misiles y túneles, una facetadel proyecto a la que en 1996 el Se-nado destinó nada menos que 15 mi-llones de dólares. La cuestión es quela frecuencia necesaria para que lasradiaciones penetren en la Tierra que-da dentro de la banda más asociadacon los transtornos de las funcionesmentales humanas y, paralelamente,

también puede tener efectos ne-gativos sobre las rutas de migra-ción de aves y peces, que siguen sustrayectos dependiendo de campos deenergía hasta ahora no alterados.

A§¡ PRET§NP§Nñ/tAN¡put"AR Et cl"¡fwA

Por si fuera poco, a la posible ma-nipulación de las mentes humanas ylas modificaciones en la ionosfera ha-bría que sumar nuevos efectos nega-tivos. El propio creador del calenta-dor ionosférico del proyecto HAARP,Bernard Eastlund, asegura que su in-vento podría, también, controlar elclima. Una afirmación que ha llevadoa Begich a concluir que si el HAARPoperase al cien por cien podría crearanomalías climatológicas sobre am-bos hemisferios terrestres, siguiendola teoría de la resonancia tan emplea-da por Tesla en sus inventos. Uncambio climatológico en un hemisfe-rio desencadenaría otro cambio en elotro hemisferio. Una posibilidad queno se puede descarlar, sobre todo atenor de las opiniones de científicosde la Universidad de Stanford, que

aseguran que el clima mundial podríaser controlado mediante la transmi-sión de señales de radio, relativa-mente pequeñas, a los cinturones deVan Allen (cinturones de radiaciónque rodean la Tierra). Por resonancia,pequeñas señales activadoras pue-den controlar energías enormes.

En Angels Don't Play This HAARP,Begich se pregunta si estos conoci-mientos van a ser empleados con fi-nes bélicos o pacÍficos, pues -segúnexplica- hay precedentes de lo se-gundo, precisamente durante la Gue-rra de Vietnam. Así-dice-, el Depar-tamento de Defensa estadounidensehabría llegado a manipular relámpa-gos y huracanes a través de dos pro-yectos: el Skyfire (Fuego del Cielo) yel Stormfury (Furia de la Tormenta),en los que también se habría estadotrabajando para producir efectos agran escala a partir de pequeñasfuentes activadoras.

Y, en efecto, es más que posibleque las afirmaciones de Begich nosean tan descabelladas como pudie-ra parecer en principio. No en vano,

ffiffiffiffiffireffieffiffiffiffi ffiffi effiffi ffi#ffi&ffi ffiffiwffiffixffi&ffi§#ffiffieffiffiN el núrrero 3 de surevista Earthpuls*F/ashpornfs, hlick

§egleh inforrna de quevarias diputados delFarlamento Europeomantienen contactcs con éldesde hlarzo de este año. Elprin-:ero en preücuparse poreste terna fue un miernbrodet partido conservadorbritánico que, junto condlputados de algunos otrospaíses, han creado un comitéde investigacién para realizarlas indagaciones pedinentessobre el controvertido¡:royecto HAARP. Y es rnás:hasta la fecha se haconseguido la colaboracién

cle varios científicosindependientes, cuy0stestimonios han venido aconfirmar algunas de lashipótesis vertidas en AngelsDan't Play This HAARP"

La próxima puesta enrnarcha del proyecto en1§98 preocupa también a laprensa. De hecho, variosmedios de comunicación detodo el rnundo han estadoinvestigando el terna, quefue objeto de un repodajeen el programa de televisiónvía satélite Tele f'/lunda. Parsu parte, la BBC-TV hatratado varios aspectos delproyecto y la traducción dela obra de Begich y Jeanne

Manning aljaponés yalernán está llevando eldebate a escala mundial.

Asi¡nismo, variasorganizaciones de Alaska -como los fideicomisarios deAiaska, el Centro de Alaskapara el Medio Ambiente y otrasagencias medioambientales-enviarc¡n en Mayo de 1§96 unacaüa a John Hecksclrer, unode los responsables deiproyecto, solicitando que iasFuercas Aéreas de §stadosUnidos preparasen unsuplemento a su DeclaraciónFinal sot¡re el impactoambiental de ia puesta enmarcha del proyecto HPÁRP.Según se afirrna en dicha

misiva, existen indiciossuficientes como para solicitaruna revisión de la declaraciónde impacto ambiental, ya quee! proyecto podría afectar muynegativarnente al entorno. Losfidercomisarios de Alaskaexigen iguah"nente que el armaaérea financie unainvestlgación independiente alrespecto.

Finalrnente, Nick Begichinvita también a loslectores de Angels Don'tFlay This HAARP a escribira John Heckscher yexpresar sus propiasinquietudes y opinionessobre el tema.

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unos años antes, en 1958, el caPitánT. Orville -consejero principal de laCasa Blanca encargado de los estu-dios sobre cambio climático- admitióque el Depadamento de Defensa es-taba investigando "métodos para ma-nipular las cargas de la Tierra y el cie-lo con la intención de producir cam-bios en el clima" por medio de un hazelectrónico que ionizaría o desioniza-ría la atmósfera sobre una zona de-terminada. Después, en 1966, el Pro-fesor Gordon J. F. MacDonald-miembro del Comité Científico delPresidente- realizaría un comentariopreocupante'. "La clave de la guerrageofísica -dijo- está en identificar lainestabilidad ambiental que, sumadaa una pequeña cantidad de energía,tiberaría cantidades ingentes de lamisma". Y en su libro futurista UnlessPeace Comes (A menos que la Pazllegue), MacDonald incluiría un capí-tulo titulado How to Break The Envi-ronment (Cómo destrozar el medioambiente) en elque describe los usosde la manipulación climática, modifi-cación del clima, desestabilización oderretimiento de los casquetes pola-res, técnicas para reducir el ozono,ingeniería de terremotos, control deolas oceánicas y manipulación de lasondas cerebrales desde camPosenergéticos terrestres. Decía que es-te tipo de arma iba a ser desarrolladay, una vez puesta en marcha, seríaprácticamente imposible de detectarpor sus víctimas. ¿Se estaría refirien-do ya al proyecto HAARP?

EI§NTiFICOS C§NTKAEL HAARP

El gran peligro del proyecto HA-ARP es que se desconocen las con-secuencias que supondría enviar tan-ta energía hacia la ionosfera. La doc-tora estadounidense ElizabethRauscher afirma que el HAARP Pre-tende "bombear" cantidades ingen-tes de energía hacia una configura-ción molecular sumamente delicadaque compone las capas de lo que lla-mamos ionosfera y advierle de la vul-nerabilidad de estas capas a las re-acciones catalíticas, ya que un cam-bio pequeño podría desencadenaruno mucho mayor y de consecuen-

cias desconocidas. Rauscher descri-be la ionosfera como una burbuja dejabón que rodea a la atmósfera de laTierra con movimientos espirales ensu superficie. Si se hace un agujerolo suficientemente grande -dice-, po-dría reventar dejándonos sin el escu-do protector contra los rayos cósmi-cos. Por su parte, Barbara Zickuhr,miembro de la Liga anti-Haarp, com-para a los científicos y militares queestán detrás del proyecto con niñosque juegan con un palo afilado tra-tando de despertar a un oso dormi-do, sólo paraver qué podría pasar...

Otro investigador, Paul Schaefer,de Kansas City, ingeniero electrónicoy constructor de armas nucleares,habla en Angels Don't Play this HA-ARP de los desequilibrios provoca-dos durante la era industrial y aiómi-ca, especialmente aquellos causadospor la irradiación a la atmó-fera de gran cantidad depaftículas diminutas de altavelocidad. Schaefer sostie-ne que la velocidad antina-tural del movimiento de par-tículas de alta energía en laatmósfera y las bandas deradiación que rodean a laTierra son la causa de lostranstornos del clima. Se-gún el modelo propuestopor este científico, mediantelos terremotos y la actividad

volcánica desaforada, la Tierra esta-ría descargando su calor acumulado,aliviando su "estrés" y tratando de re-cuperar el equilibrio perdido. Schae-fer es terminante al afirmar que, si sequiere preservar vivo al planeta, debecesar la producción de partículasinestables que lo están enfermando.Habría que empezar -asegura- Porcerrar todas las centrales nuclearesdel mundo y terminar con las Prue-bas atómicas, la guerra atómica Y

cualquier iniciativa relacionada con laGuerra de las Galaxias, además, Porsupuesto, de no poner en marcha el

controvertido proyecto HAARP.Por todo ello, los autores de Angels

Don't Play This HAARP lideran unacampaña para salvaguardar la ionos-fera. Además, pretenden exigir latransparencia de los secretos militaresy protestar contra todo tipo de experi-mento que atente directamente contrala supervivencia de la humanidad. i:,4

Los lectores interesados en su-marse a esta iniciativa y aqoyar aNick Begich pueden escribirle -eninglés- a:

§arfhpulse Presstr §. Box 201393Ameftorage, Alaska 9952A, EEUU"v¡¡t¡vw¡.thrane"com

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A lo izda.,representación delEscudo de Teslo

previsto por lo exURSS poro proteger

una ciudod de unataque de misiles

(¿precursor del hoorp?),Arribo, e/ escudo

operando. Debajo,defendiendo una

ciudad.

deE eru§emfeder!ssres$e6rÉae deE

pr*yect# HeeffiF,**r*r*r* §*s*§ciffid,

e5#guflffi q§"Ee 5# imvemt*pedrí* eemÉr*!*r e§ *§imm,

§* q*s* p*drá* *r*d*cinx*,§#§*ffi ffi*g§cfu, *m

#§3#ffi}#§i#§

c§ica:***§&gi*ms s*fur**rvsfu*s fueem§s§*r§**

LOS HOMBRES PODRÁN SER ff MAMÁS"No existe problema insalvable alguno que impida hoy a unhombre geitar en su interior a un bébé durante todo el periodonormal dl=e un embarazo. Los avances científicos ya lo hacenposible, aunque el riesgo de pérdida sea aún alto. Otra cosa e§,bbv¡ambnte, ia valoraclón étíca y moral que de esa posibilidadhagamos v eue, como siempre, será distinta según- quien laex§rese. U-n doÉmico reportáie de Andrés Rodríguez Alareón.

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