Hacia Un Mundo Libre de Armas Nucleares

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  • eJournal USA

    DEPARTAMENTO DE ESTADO DE ESTADOS UNIDOS

    FEbRERO 2010

    VOlUMEN 15 / NMERO 2

    http://www.america.gov/publications/ejournalusa.html

    Programas de Informacin Internacional:

    Coordinador Daniel Sreebny

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  • En 1931 Albert Einstein se declar a s mismo no solamente un pacifista, sino un pacifista militante. Ocho aos despus Einstein escribio al Presidente Franklin D. Roosevelt que es muy posible lograr una reaccin nuclear en cadena que genere una gran masa de uranio, con enorme poder y gran cantidad de elementos nuevos parecidos, y es concebible aunque menos certero que eso sirva para fabricar bombas extremadamente poderosas. Einstein adverta al presidente que la Alemania nazi ya haba prohibido la exportacin de uranio y sugera que el gobierno de Estados Unidos acelerara la investigacin atmica.

    Roosevelt estableci el Proyecto Manhattan, un esfuerzo acelerado de mximo secreto entre Estados Unidos, el Reino Unido y Canad, del que surgi la primera bomba atmica del mundo. Al ser detonada el 16 de julio de 1945, en el Campo de Pruebas de Alamo Gordo, en Nuevo Mxico, el director cientfico del proyecto, Robert Oppenheimer, record las palabras del Bhagavad Gita: me he convertido en muerte, el destructor de los mundos. Ms tarde Oppenheimer se opuso, sin xito, a la fabricacin de la bomba de hidrgeno, an mucho ms temible.

    En el discurso que pronunci el ao pasado en Praga, el presidente Barack Obama expuso el compromiso de Estados Unidos para buscar un mundo sin armas nucleares. Pero tambin reconoci que era posible que ese objetivo no iba a ser logrado en su vida. Cmo puede lograrse esa meta, y porqu es tan difcil llegar a ese punto, es el tema del peridico electrnico eJournal USA.

    Nuestros contribuyentes enfocan el tema desde cada ngulo. La mayora concuerda con el objetivo del presidente Obama, aunque uno de ellos, un antiguo asesor de seguridad nacional en Estados Unidos, argumenta que el mundo estara ms a salvo con pocas armas nucleares reconocidas,

    que con la promesa de abrogas al resto. Varios ensayos exploran ampliamente el Tratado de No Proliferacin Nuclear vigente y los obstculos a su ampliacin. Se revisa la poltica de la administracin Obama y tambin cmo se mira el temario desde el punto de vista de los rusos y desde la perspectiva de las naciones que han optado por la no proliferacin. Se habla de los antiguos esfuerzos para el control de armamentos, de los cuales algunos tuvieron mejor resultado que otros. Se plantea la pregunta porqu algunas naciones fabrican miles de armas nucleares? Y se presenta un perfil de un programa con el cual ya se han eliminado 15.000 ojivas nucleares.

    Cuando un conocido pacifista pide una bomba atmica y el hombre responsable de fabricarla se opone a su creciente destructividad,

    se sabe que el tema es complicado. Cuando el lder de Estados Unidos de Amrica propone la meta y en luego admite que posiblemente no la logre durante su vida, se sabe que el tema es difcil. Esperamos que los lectores de este eJournal perciban la dificultad de este tema y, lo mas importante, que todos nos decidamos, junto al presidente Obama, a construir un mundo seguro y pacfico, sin que importe el tiempo que se demore en conseguirlo.

    los Editores

    Acerca de este nmero

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    Declaro abiertamente, y con conviccin, el compromiso de Estados Unidos para buscar la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares. No soy ingenuo. Esta meta no se lograr pronto, posiblemente no lo sea durante mi vida. Requerir paciencia, y persistencia barack Obama, Presidente de Estados Unidos, 5 de Abril de 2009

  • AmenAzA y PromesA

    el compromiso de obamaEllEn O. TauschEr, subsEcrETaria dE EsTadO para cOnTrOl dE armas y sEguridad inTErnaciOnal Otras personas han hablado de conseguir un mundo sin armas nucleares. El Presidente Obama est tratando de hacerlo realidad. Transformacin en la poltica nuclear de estados UnidosJOsEph cirinciOnE, prEsidEnTE dEl FOndO plOughsharEsEl presidente Obama confronta cantidad de obstculos, especialmente el cinismo.

    Jugar seguroEnTrEvisTa cOn WiTh brEnT scOWcrOFT, Ex asEsOr dE sEguridad naciOnal dE EsTadOs unidOsUn mundo con cero armas nucleares sera un lugar mucho ms inestable.

    Contribuir a la no proliferacingEOrgE pErkOvich, dirEcTOr, y dEEpTi chOubEy, subdirEcTOr, prOgrama dE pOlTica nuclEar, Fundacin carnEgiE EndOWmEnT para la paz inTErnaciOnalLa cooperacin entre las potencias nucleares para evitar la proliferacin exige lograr un arreglo entre desarme y no proliferacin.

    Fisin, fusinLas armas nucleares pueden desatar su poder destructivo de dos maneras distintas.

    ms all de los tratados vigentesrEbEcca JOhnsOn, dirEcTOra EJEcuTiva, insTiTuTO acrOnym para diplOmacia dEl dEsarmELa conferencia de 2010 para estudiar la noproliferacin de armas nucleares debe comenzar creando el terreno bsico para elaborar un tratado para abolir las armas nucleares.

    InTenTos de desArme en el PAsAdo

    exitos y fracasosJErEmi suri, prOFEsOr dE hisTOria, univErsidad dE WiscOnsin-madisOn En el siglo XX hubo algunos xitos y algunos fracasos en el control de armamentos.

    esTAdos UnIdos y rUsIA

    Por qu los arsenales?JOnaThan rEEd WinklEr, prOFEsOr adJunTO dE hisTOria, univErsidad EsTaTal WrighTMantener los enormes y caros depsitos de ojivas nucleares fue el costo de la paz durante la Guerra Fra.

    DEPARTAMENTO DE ESTADO DE ESTADOS UNIDOS / FEbRERO 2010 / VOlUMEN 15 / NMERO 2

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    malabarismos de estados Unidos y rusiadmiTri TrEnin, dirEcTOr, cEnTrO carnEgiE mOscLos lderes rusos apoyan pblicamente la idea de un mundo libre de armas nucleares, pero carecen de una estrategia clara para impulsar su visin.

    megatones a megawatiosandrEW nEWman, asOciadO En invEsTigacin, univErsidad dE harvardGracias al programa Megatones a Megawatts, la mitad de la energa nuclear de Estados Unidos procede de las ojivas nucleares rusas desmanteladas PersPeCTIvAs

    le toca a la juventud asumir la vanguardia JOhan bErgEnas, invEsTigadOr asOciadO, insTiTuTO mOnTErEy dE EsTudiOs inTErnaciOnalEsEl avance hacia un mundo libre de armas nucleares depende de la juventud del mundo.

    Un mundo ms seguro para todosJayanTha dhanapala, prEsidEnT, cOnFErEncia pugWash dE ciEncia y asunTOs mundialEsUn acuerdo global verificable para eliminar las armas nucleares hara a todos los pueblos del mundo seguros de manera igualitaria

    el compromiso de los estados sin armamento nuclearirma argEllO, FundadOra y prEsidEnTa, Fundacin nO prOliFEracin para la sEguridad glObal Todos los pases deben entender que la abolicin de las armas nucleares favorecer la seguridad de todos los pases.

    las cifras

    recursos adicionales

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    Mientras otras personas hablan sobre cmo lograr un mundo libre de armas nucleares, el presidente Obama intenta hacerlo realidad. Ellen O. Tauscher es subsecretaria de Estado para Control de Armas y Seguridad Internacional.

    El pasado abril en su visita a Praga, el presidente Obama estableci una ambiciosa y valiente agenda: lograr la paz y la seguridad para lograr un mundo sin armas nucleares. Otros presidentes han enunciado ese objetivo, pero el presidente Obama ha dejado claro que trabajar enrgicamente para conseguirlo.

    El logro de un mundo desnuclearizado, dijo el presidente, requiere paciencia y persistencia, y puede que no suceda durante su vida. Sin embargo, el viaje puede ser

    tan importante como el destino al que se llega. Las medidas concretas que se tomen ahora nos harn ms seguros al mejorar la seguridad y la estabilidad internacional, y ayudarn a cimentar las bases de medidas futuras.

    Como una de las dos naciones con la mayor cantidad de armas nucleares, nosotros, Estados Unidos, reconocemos y asumimos nuestra responsabilidad de mostrar el camino hacia la reduccin de la cantidad y relieve de las armas nucleares.

    Mientras tanto, mantendremos un arsenal nuclear seguro y eficaz. Nunca cejaremos en nuestro compromiso de defendernos a nosotros, a nuestros aliados y a nuestros intereses, y cualquier adversario debe entender que nos defenderemos y castigaremos la agresin.

    El compromiso de ObamaEllen O. Tauscher

    amEnaza y prOmEsa

    El presidente Obama reiter en Praga su determinacin para buscar la eliminiacin de las armas nucleares

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    Como ha dicho la secretaria de Estado Hillary Clinton, el aferrarse a armas nucleares que exceden nuestros requerimientos de seguridad no hace un Estados Unidos ms seguro. El insistir en tener armas innecesarias no nos hace ms seguros. Ello hace que otros se sientan inseguros. Puede ser la excusa de algunos pases para conseguir armas nucleares y tambin dificulta que convenzamos a otros a que se nos unan, para prevenir su utilizacin.

    Estados Unidos y RUsia

    Nuestro recorrido hacia un mundo libre de armas nucleares ya ha comenzado. Estados Unidos y Rusia, los dos pases con los ms grandes arsenales nucleares, colaboran en la negociacin de un acuerdo jurdicamente vinculante que reemplace al Tratado de Reduccin de Armas Estratgicas (START) de 1991. El acuerdo, que pone lmites a la cantidad de estas armas, expir en diciembre de 2009.

    El nuevo tratado mejorar nuestra seguridad mutua y la estabilidad internacional al disponer un nivel inferior y verificable de fuerzas nucleares.

    La administracin Obama tambin propondr al Senado ratificar la renovacin del Tratado de Prohibicin Completa de los Ensayos Nucleares (PDF, 8.3MB) de 1996. Lo hacemos porque TPCEN puede hacernos ms seguros. Sabemos que es as porque nuestros magnficos cientficos que trabajan en el Programa de Administracin Cientfica de Arsenales Nucleares han perfeccionado su destreza tecnolgica hasta el punto que ya no es necesario hacer ensayos de armas nucleares.

    Adems, el presidente Obama dijo que Estados Unidos seguir negociando un tratado verificable para el Cese de la Produccin de Material Fisible. El mundo ya tiene un excedente de materiales para fabricar bombas, no necesitamos ms de que preocuparnos por los terroristas.

    En mayo, la Conferencia de Revisin del Tratado de No Proliferacin Nuclear (TPN) intentar lograr un consenso entre las partes firmantes para revitalizar y fortalecer el rgimen de no proliferacin. En lenguaje sencillo lo que ello significa es que cada nacin, sea potencia nuclear o no, deber desempear una funcin importante para frenar la propagacin de tecnologas peligrosas y unidas hacer frente a los que violan las normas y los acuerdos internacionales.

    El presidente Obama ha tomado medidas para enfocar la atencin al terrorismo nuclear. Ha hecho un llamado para que se realice un esfuerzo internacional para velar por la seguridad de todo material nuclear vulnerable en los prximos cuatro aos mediante el desmantelamiento de los

    mercados negros, la detencin e incautacin de materiales en trnsito, y la utilizacin de instrumentos financieros para desbaratar el trfico ilcito.

    CUmbRE nUClEaR

    En septiembre de 2009, el presidente Obama dirigi una sesin especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Se aprob la Resolucin 1887, que describe las medidas amplias que se tomarn para reforzar el rgimen de no proliferacin nuclear. El presidente tambin anunci una Cumbre de Seguridad Nuclear, en abril de 2010, para llegar a un acuerdo comn sobre la amenaza que presenta el terrorismo nuclear.

    Mientras tanto, llevamos a cabo la Revisin de la Postura Nuclear de nuestras fuerzas estratgicas. Lo que se hace, fundamentalmente, es reevaluar la funcin de las armas nucleares en la disuasin de las amenazas de seguridad en la actualidad. Puede que sea el documento que ponga fin a las ideas que datan de la Guerra Fra.

    A fin de mejorar nuestra seguridad nacional, la revisin debe trazar la ruta para reducir la funcin de las armas nucleares en nuestra estrategia militar y diplomtica, en tanto se mantiene su poder disuador eficaz, mientras existan estas armas.

    Hay momentos en los que la proliferacin parece ser inevitable, cuando aparentemente cascadas de pases y de protagonistas no estatales pueden adquirir armas o material nuclear. Sin embargo, hay que frenar y detener l a proliferacin.

    Hemos tenido un xito significativo. Ms de 180 pases han rechazado las armas nucleares. Han sido ms los pases que han desistido de tener armas nucleares, o a los que se les han negado programas de armas nucleares, que los que las han adquirido en los pasados 40 aos.

    Sin embargo, tambin sabemos que las consecuencias de que otro Estado, o de que terroristas, tengan estas armas terriblemente destructoras son muy graves y no podemos bajar la guardia. Es por ello que la no proliferacin, la seguridad nuclear y el control de armamentos ocupan los primeros lugares en la agenda de seguridad nacional de la administracin Obama.

    Vase tambin declaraciones del presidente barack Obama, la Plaza

    de Hradcany, Praga, Repblica Checa [http://www.whitehouse.gov/

    the_press_office/Remarks-By-President-Barack-Obama-In-Prague-As-

    Delivered] y Seguridad de las Naciones Unidas Resolucin del Consejo

    1887 [http://www.america.gov/st/texttrans-english/2009/September/20

    090924173226ihecuor0.5509411.html].

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    El presidente Obama ha encaminado la poltica de Estados Unidos hacia la eliminacin de las armas nucleares en el mundo. Son muchos los obstculos que afronta, entre ellos, el cinismo. Joseph Cirincione preside el Fondo Ploughshares, una entidad pblica sin fines de lucro, dedicada a asuntos de poltica nuclear y resolucin de conflictos

    El presidente Barack Obama se comprometi en su discurso del 5 de abril de 2009 en Praga a conseguir la paz y la seguridad de un mundo libre de armas nucleares. Los importantes tratados, negociaciones y conferencias pautados para 2010 demostrarn si el presidente es capaz de cumplir su promesa de elaborar una estrategia que reduzca las crecientes amenazas nucleares.

    las amEnazas dE hoy

    La poblacin del mundo afronta cuatro tipos de amenazas nucleares. La primera es la posibilidad de que un grupo terrorista adquiera un arma nuclear y la detone en una de las principales ciudades. La segunda es el peligro de que algunas de las 23.000 armas nucleares en los arsenales de nueve pases sea desplegada de manera accidental, no autorizada o intencional. La tercera es la emergencia de nuevas naciones con armas nucleares: hoy Corea del Norte, maana Irn y quizs otras despus. La ltima amenaza es el posible deterioro del entramado de la red de tratados y controles que han frenado, si no totalmente evitado, la proliferacin de armas nucleares.

    Transformacin en la poltica nuclear de Estados Unidos

    Joseph Cirincione

    Dos trabajadores frente a los ladrillos y arena que se usan en los hornos para fabricar uranio, que recuerda el acelerado programa nuclear de Corea del Norte

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    Durante los aos 90, una serie de polticas acertada redujo estas amenazas:

    Estados Unidos y Rusia, que entre ambas poseen el 96 por ciento del arsenal nuclear del mundo, negociaron tratados que redujeron notablemente sus arsenales.

    Muchos estados abandonaron sus programas de armamentos nucleares, entre ellos, Ucrania, Belars, Kasajstn, Iraq y Sudfrica.

    Estados Unidos, Rusia y otras naciones pusieron en marcha programas para la seguridad y recorte de las reservas de materiales nucleares para aminorar el riesgo de que los terroristas adquirieran o construyeran un artefacto nuclear.

    Decenas de naciones suscribieron el Tratado de No Proliferacin y colaboraron para dar mayor fuerza y extender sus restricciones globales a casi todas las naciones del mundo.

    No obstante, hubo reveses serios. Entre ellos los ensayos nucleares realizados por India y Pakistn, y los programas de desarrollo de capacidad nuclear de Corea del Norte e Irn. En 2001, la administracin del presidente George W Bush adopt una estrategia, con nfasis aadido en la intervencin militar de Estados Unidos para eliminar los regmenes extranjeros que consideraba hostiles y capaces de adquirir armamentos nucleares. Esta doctrina les sirvi de gua y justificacin para la guerra en Iraq.

    La estrategia fracas. A partir del 2000, las amenazas aumentaron marcadamente:

    Se propagaron los grupos terroristas al estilo de Al-Qaeda a un ritmo que no pudieron mantener los programas de seguridad de materiales nucleares, con lo que se elev el riesgo de un terrorismo nuclear.

    Cesaron las negociaciones para reducir las armas nucleares entre Estados Unidos y Rusia, y ambas naciones elaboraron polticas de utilizacin de armas nucleares para atacar objetivos convencionales, entre ellos los silos bajo tierra.

    Se lograron avances en los programas nucleares de Corea del Norte e Irn, alcanzando un paso ms acelerado en los pasados cinco aos que en los quince aos anteriores.

    Se debilit el rgimen de la no proliferacin y muchos temieron su derrumbe, y el inicio de programas de armas nucleares en muchos de los nuevos Estados.

    David Sanger, periodista del diario The New York Times, escribi hace poco que, cuando se hizo evidente que Iraq no posea armas de destruccin masiva, la teora de Bush perdi tanta credibilidad que dej de hablar sobre lo que constitua una amenaza suficientemente grave o inminente para hacer que Estados Unidos actuara en solitario.

    Una poltiCa nUEva

    La administracin Obama aboga por un nuevo enfoque estratgico, menos unilateral que el de la administracin Bush y ms abarcador que el de la administracin Clinton.

    Su punto de partida es reconocer que las amenazas nucleares estn entrelazadas. Por ejemplo, la falta de aplicacin de las disposiciones del tratado de no proliferacin aumenta la probabilidad de que otros Estados desarrollen armas nucleares. Ello aumenta, a su vez, la cantidad de lugares donde los terroristas puedan adquirir armas. Lo contrario es tambin cierto: los recortes significativos de los arsenales nucleares del mundo podran contribuir a generar la cooperacin internacional necesaria para mantener seguros y eliminar los materiales nucleares, con lo que se reducira la probabilidad de que los terroristas robasen o construyesen un artefacto nuclear.

    La estrategia Obama reconoce la importante funcin de la poltica de Estados Unidos en reducir las amenazas. Como la nica potencia que ha utilizado un arma nuclear, los Estados Unidos tienen la responsabilidad moral de actuar, declar el presidente en Praga. Solos, no podremos tener xito en este esfuerzo, pero podemos liderarlo.

    Obama y el presidente Dmitry Medvedev de Rusia han negociado nuevas reducciones en los arsenales de ambas naciones. Si bien las anteriores declaraciones conjuntas de Estados Unidos y Rusia solan dar mayor nfasis a la amenaza que presentaban las armas de otras naciones, el 1 de abril de 2009, ambos lderes optaron por dirigir la atencin a sus propias armas y obligaciones. Declararon:

    Hemos comprometido a nuestras dos naciones a lograr un mundo libre de armas nucleares, aunque reconocemos que este objetivo a largo plazo requiere un renovado nfasis en las medidas para el control de armamentos y la resolucin de conflictos, y su plena aplicacin por todas las naciones interesadas.

    Este plan en ciernes puede resumirse con las palabras reduccin, seguridad y prevencin. Las gestiones en los tres aspectos procedern de manera simultnea:

    La reduccin de la cantidad de armas nucleares en el mundo y su funcin en las estrategias de seguridad nacional, comenzando con Estados Unidos y Rusia, pero que a la larga incluir a todos los Estados con armamentos nucleares.

    La seguridad de todas las reservas de materiales de armas nucleares, para evitar el terrorismo nuclear y establecer la cooperacin internacional.

    La prevencin del surgimiento de nuevos Estados nucleares a travs de una combinacin de rigurosas

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    sanciones para penalizar a aquellos Estados que violen las obligaciones contradas en sus tratados y una participacin efectiva para proponer a estos Estados un futuro ms seguro libre de armas nucleares.

    La unin de todas estas medidas prcticas conforma la visin de un mundo libre de armas nucleares. Una vez considerado un ideal irrealizable, la eliminacin de las armas nucleares es ahora bien acogida por una alianza bipartidista que rene a muchas de las mentes ms prodigiosas de la seguridad nacional de Estados Unidos. Luego de que juntos publicaran un artculo en la columna de opinin del diario TheWall Street Journal, en enero de 2007, los republicanos George Shultz y Henry Kissinger (ambos ex secretarios de Estado) y los demcratas William Perry (ex secretario de Defensa) y Sam Nunn (ex senador de Estados Unidos) han dirigido una campaa en favor de abolir las armas nucleares y de medidas prcticas, tales como las del plan Obama, para avanzar hacia ese objetivo.

    Dos terceras partes de los ex asesores de seguridad nacional y secretarios de Estado y Defensa que siguen con vida, entre ellos James Baker, Colin Powell, Melvin Laird, Frank Carlucci, Warren Christopher y Madeleine Albright, apoyan esa visin. Decenas de organizaciones e institutos de investigacin ahora promueven esta visin y sus medidas. El plan Obama representa el amplio consenso entre los principales expertos de seguridad y ex funcionarios de Estados Unidos

    los pEligRos fUtURos

    Aunque se ve muy bien en papel, la estrategia Obama debe superar obstculos formidables de carcter poltico y prctico.

    El obstculo que ms atencin genera es la oposicin de los proponentes de las armas nucleares. Las columnas de opinin de algunas publicaciones conservadoras califican el

    Los Presidentes Obama y Medvedev se enfocan en las obligaciones de Estados Unidos y de Rusia

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    enfoque de la actual administracin como dbil e ingenuo. Este argumento tiene el apoyo de algunos comentaristas y grupos de estudiosos conservadores que reiteran en los supuestos de la Guerra Fra y el valor disuasivo de un gran arsenal nuclear, no confan en un rgimen de verificacin o sencillamente rechazan el control de armamentos como un componente de la seguridad internacional.

    Pero, los duros nucleares son pocos en cantidad, y como ha dicho la secretaria de Estado Hillary Clinton, se aferran a la armas nucleares y las polticas fallidas del siglo pasado.

    Es probable que el obstculo ms serio sea la competencia por el tiempo y la energa que el presidente debe dedicar a crisis ms apremiantes. Rara vez en la historia de Estados Unidos ha heredado un presidente una gama tan amplia de problemas, entre ellos dos guerras, una recesin a escala mundial, la crisis de los servicios sanitarios, una crisis energtica, un sistema poltico profundamente polarizado y la impopularidad en todo el mundo de varias recientes polticas estadounidenses. A pesar de que la poltica nuclear es una prioridad importante y personal para el presidente Obama, debe competir con otros asuntos por su atencin constante.

    El presidente ha identificado otro obstculo: el cinismo, que se extiende por todo el espectro poltico. Tal fatalismo, mantiene el presidente, es nuestro adversario mortal. Ese fatalismo se observa en el pensamiento de los que creen que la seguridad de un mundo con menos o sin armas nucleares no sera verificable. En los que sostienen que el desarme nuclear es aconsejable pero inalcanzable, que no vale gastar esfuerzos en ello. Y en los que piensan que es aconsejable y alcanzable, pero no realizable por la presente administracin.

    Obama abord estas crticas al declarar frente al pblico reunido en Praga: Hay quienes oyen hablar de un mundo sin armas nucleares y dudan si vale la pena establecer una meta que parece imposible de alcanzar. Sabemos dnde lleva ese camino. Si no logramos alcanzar la paz, entonces sta quedar fuera de nuestro alcance para siempre.

    El xito de Obama se podr medir por su capacidad de lograr varios objetivos que ha establecido para su administracin:

    Ratificacin por el Senado del nuevo tratado de reduccin de armas nucleares con Rusia.

    Declaracin de nueva postura nuclear que reduce la funcin de las armas nucleares y abre la puerta a la negociacin de mayores recortes.

    Acuerdo sobre el plan conjunto del presidente en la Cumbre de Seguridad Nuclear, que se celebra en abril, para lograr la seguridad de todos los materiales de armas nucleares en el espacio de cuatro aos.

    Conferencia de Revisin del Tratado de No Proliferacin, que se celebrar en mayo, y reunir a todas las naciones en torno a una aplicacin efectiva de las disposiciones del tratado.

    Ratificacin por el Senado de la renovacin del tratado de 1996 para la prohibicin de ensayos nucleares.

    las opiniones expresadas en este artculo no reflejan necesariamente los puntos de vista ni las polticas del gobierno de Estados Unidos.

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    brent Scowcroft fue Asesor de Seguridad Nacional de los presidentes Gerald Ford (1974-1977) y George H.W. bush (1989-1993), y ha ocupado cargos en todas las administraciones republicanas desde Richard Nixon hasta George W. bush. En la siguiente entrevista, Scowcroft habla sobre el peligro que entraa cualquier intento de lograr un mundo sin armas nucleares. Afirma que la estrategia ms acertada son los arsenales nucleares del mundo de tal forma que se disuada para siempre su utilizacin. Scowcroft, quien preside la empresa consultora internacional Scowcroft Group, con sede en Washington, DC, hizo estas declaraciones en una conversacin con bruce Odessey, editor gerente del peridico electrnico.

    Pregunta: Primero, por qu los estadounidenses y los soviticos establecieron esos enormes arsenales de armas nucleares?

    Scowcroft: En principio, creamos que las armas nucleares, mejor dicho, que el valor de las armas nucleares estaba

    en que acabara con las diferencias entre nuestras fuerzas convencionales y las de la Unin Sovitica. Nuestra esperanza era compensar ese dficit con el impresionante potencial de las armas nucleares.Luego, cuando los soviticos desarrollaron armas nucleares para neutralizar ese desequilibrio, creo que nos pareci necesario aumentar para tener un margen de ventaja, en trminos de cantidad y calidad, y ello se convirti en una carrera armamentista intensa.

    Ms tarde creamos varios instrumentos para atender esa carrera armamentista, como el concepto de Mutua Destruccin Asegurada, que destacaba la enorme potencia de las armas nucleares y que tras la destruccin del adversario como sociedad viable no necesitaramos armas adicionales.

    Todos estos aspectos se sumaron en lo que fue la carrera de armas nucleares durante la Guerra Fra.

    P: El presidente Obama ha reiterado ahora que su objetivo es lograr un mundo sin armas nucleares. Sin embargo,

    Jugar a lo seguroEntrevista con Brent Scowcroft

    Los tcnicos trabajan en la planta nuclear de Bushehr en Irn, que sigue enriqueciendo uranio, que a su vez podra ser usado para fabricar bombas.

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    en este pas hay quien piensa que no es una buena idea. Qu opina usted?

    Scowcroft: Creo que el concepto tiene varios defectos serios. En primer lugar, me parece poco probable que alguna vez logremos el cero nuclear. Creo incluso que aun el mismo intento de lograr el cero nuclear puede obstaculizar otras medidas ms prcticas que aumentan la estabilidad del mundo nuclear, e impide otro objetivo que creo es posible y, por consiguiente, ms aconsejable, que es garantizar que nunca se utilicen las armas nucleares.Por otra parte, creo que nunca llegaremos al cero nuclear, pero aun suponiendo que se logre y nada cambie en el mundo, sera un mundo muy peligroso e inestable. No se pueden borrar los conocimientos sobre cmo construir armas nucleares y, en un mundo de cero nuclear, solo unas cuantas armas nucleares podran hacer una diferencia tremenda. Por lo tanto, creo que sera un mundo extremadamente inestable.

    De modo que en lugar de ello, yo dirigira mi atencin a cambiar la constitucin de los arsenales nucleares para que fuese poco probable recurrir a ellos en una crisis. Por ejemplo, existe el temor de que en una crisis el que ataque primero inutilizar tantas armas de su oponente que le ser posible sobrevivir un contraataque. Se puede cambiar la constitucin de los arsenales de cada bando de manera que ello sea improbable o imposible.

    P: Explique eso.

    Scowcroft: Permtame aclarar con ejemplos. Supongamos que nuestro arsenal nuclear est compuesto de diez submarinos con 200 armas nucleares cada uno. La opcin de capturar ocho de esos submarinos en un puerto y destruirlos todos con unas cuantas armas sera muy conveniente. Por otra parte, si cada bando tiene mil misiles balsticos intercontinentales de una sola ojiva, ello significa que se necesitara un nmero mayor para destruirlos. As que se estara peor y no mejor luego de un primer ataque.

    Este es slo un ejemplo del tipo de clculo que creo debemos hacer al hablar sobre este tema con la Unin Sovitica para desarrollar una estructura mutua de fuerzas nucleares que haga improbable su utilizacin.P: Aparte de Estados Unidos y Rusia, hay otros pases con armas nucleares. Cmo se aplicara su estrategia a esos pases?

    Scowcroft: Empezara con los arsenales de Estados Unidos y Rusia, y luego incluira las potencias nucleares menores. Mi esperanza sera que hubiese protocolos enrgicos

    vinculados a las reducciones de las principales potencias, que sean resistentes a la adquisicin de armas nucleares por naciones emergentes.

    P: Existen protocolos dirigidos a desalentar la proliferacin de armas nucleares, pero

    Scowcroft: Para m se trata de jugar a lo seguro. Sea nuestro objetivo el cero nuclear o que las armas nucleares nunca sean desplegadas, el resultado es el mismo: la no utilizacin de las armas nucleares. Me parece que es ms fcil trabajar con medidas a favor de la no utilizacin que con el cero nuclear.

    P: Ya se trate de su estrategia o de la estrategia que aboga la administracin de Obama de alcanzar un mundo sin armas nucleares, ambas requieren la voluntad poltica de muchos pases. Dnde est la voluntad poltica?

    Scowcroft: Las naciones adquieren armas nucleares por varias razones. Para la disuasin, por prestigio o quiz para amenazar o coaccionar. Y es necesario que las reducciones, o los intentos por eliminarlas, vayan unidos a la supresin de los motivos que invitan a poseer tales armas.

    No creo sea una casualidad que en el Tratado de No Proliferacin se exhorte al cero nuclear y se hace un llamado al desarme completo y universal. Ahora bien, si se logra un desarme completo y universal, se tiene ipso facto un cero nuclear.

    Algo que me preocupa del cero nuclear como objetivo de poltica es que se ignoren algunas medidas que se pueden tomar para reducir en el nterin la posibilidad de una guerra nuclear. Ya que esta ser la tendencia ms probable, si el objetivo es el cero nuclear, debemos intentar alcanzarlo lo ms rpida y directamente posible. Y si el proceso es, sencillamente, una reduccin numrica, se puede llegar a un punto en el que el mundo sea muy inestable y el incentivo ms grande durante una crisis sea un primer ataque.

    Estos son los tipos de cuestiones que hacen que me decida por un enfoque ms cauteloso al problema.

    P: Cmo sera posible verificar y llevar a la prctica cualquier reduccin o eliminacin de armas nucleares?

    Scowcroft: En el principio, sobre todo, se requerira bastante vigilancia. No hay duda de ello. Pero si es una vigilancia limitada es ms probable que las principales potencias la acepten mejor que una vigilancia llevada a un punto que burlarla produzca una ventaja crtica.

  • eJournal USA 12

    No sera fcil, no hay duda de ello. Sin embargo, ahora tenemos normas de conteo. Y tenemos medios, aunque no perfectos, de verificar que cada una de las partes ha cumplido sus obligaciones. Podemos mejorar eso y debemos hacerlo.

    P: No sera ms fcil aplicar en la prctica el cero nuclear que un nmero reducido de armas nucleares?

    Scowcroft: No necesariamente. No se va a llegar a un cero nuclear inmediatamente. De modo que an cuando estemos en vas de alcanzar el cero nuclear, es necesario verificar que se han llevado a cabo las medidas reductoras. Y luego, aun cuando se haya alcanzado el cero nuclear, cmo se comprueba? Es posible que la comprobacin del cero nuclear sea ms fcil que la vigilancia de un nmero mayor de armas nucleares, pero no necesariamente. La cuestin de la verificacin es un problema no importa el camino que se tome.

    P: Hemos hablado de Estados poseedores de armas nucleares. Cul es la forma ms segura de evitar que las armas nucleares lleguen a manos de los terroristas?

    Scowcroft: Me parece que como cuestin prctica debemos mantenerlas lejos de las manos de los terroristas mucho antes de llegar a cero. Es un problema inmediato, un problema que requiere la cooperacin, que interesa a la gran mayora de pases. Evidentemente, no todos, pero la mayora. Luego, el incentivo comn es evitar la proliferacin de armas nucleares.

    P: Se siente optimista sobre la capacidad del mundo de evitar la guerra nuclear?

    Scowcroft: Ahora mismo, s. Creo que las probabilidades de un ataque nuclear se han reducido de manera notable. Ello se debe menos a las armas que al cambio en las relaciones entre las potencias nucleares. Creo que la poltica de no utilizacin crea de por s barreras que refuerzan la no utilizacin de las armas nucleares. Es mucho lo que podemos hacer para persuadir a Irn, Corea del Norte y otros pases que consideran indispensables las armas nucleares, de que no las necesitarn para sentirse seguros.

    Creo que hemos avanzado en ese sentido. Hace 20 aos eran muchos ms los pases que aspiraban a ser potencias nucleares. Todava no estamos fuera de peligro, pero si fracasamos con Irn, tendremos un enorme problema. Si Irn se reafirma en su derecho de enriquecer uranio, le seguira una catarata de pases de esa regin, como Egipto, Arabia Saudita y Turqua, y de otras partes del mundo que no necesariamente quieren armas nucleares, pero querrn estar preparados para lidiar con Irn. Tendramos un mundo mucho ms complejo.

    P: Cmo se puede persuadir a Irn y a Corea del Norte de que no necesitan armas nucleares?

    Scowcroft: Creo que el caso de Irn es el ms peligroso por la naturaleza de la regin en la que est localizado. Es necesario convencerlos de que si continan enriqueciendo uranio en su pas, sea o no sea su objetivo adquirir la capacidad nuclear, su seguridad se ver disminuida y no

    Los soldados y la ciudadana celebra en Pyongyang una pruebla nuclear

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    incrementada. Ello se debe a que los pases de la regin seguiran sus pasos y la consecuencia sera un entorno mucho ms peligroso en esa parte del mundo.Tambin debemos proponer, quizs conjuntamente con Rusia, a estar dispuestos a elaborar un sistema en el que la Agencia Internacional de Energa Atmica (IAEA) garantizara un suministro de uranio enriquecido para combustible de los reactores nucleares, sin derecho a veto nacional, siempre que Irn cumpla las normas de IAEA. Sera posible proporcionar el uranio enriquecido a un precio que no podra igualar el producto iran. Y la IAEA recibira el combustible ya utilizado.No hemos llegado tan lejos. Los rusos y nosotros estamos a medio camino de proponer esta solucin. Pero, cuando se trata de un pas que por otras razones no ha tomado la

    determinacin de optar por la capacidad de enriquecer uranio, ello sera un argumento muy convincente.Esas son los tipos de medidas que tomara. Sobre Corea del Norte, declarara nuestra intencin de que si la Repblica Democrtica Popular de Corea desiste de las armas nucleares, estableceramos relaciones normales y le proporcionaramos junto a China y otras potencias un marco de seguridad en el que se sentiran seguros y no amenazados por Estados Unidos. Puede que no funcione, pero creo que vale la pena intentarlo.

    las opiniones expresadas en este artculo no reflejan necesariamente los puntos de vista ni las polticas del gobierno de Estados Unidos.

    En la Casa Blanca, en mayo de 2009, (desde la izq.) Kissinger, Shultz, Nunn y Perry durante una campaa en favor de abolir las armas nucleares.

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    Muchos ex funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos Republicanos y Demcratas ahora abogan en favor de eliminar la armas nucleares. Al frente de ellos se hallan Henry Kissinger y George Shultz, ex-secretarios de Estado bajo presidencias Republicanas; William Perry, ex-secretario de Defensa bajo presidencia Demcrata y Sam Nunn, ex-senador de Estados Unidos, del Partido Demcrata, que presidi la Comisin del Senado para Servicios Armados. Estas cuatro personas escribieron dos importantes comentarios, publicados con un ao de diferencia, en el diario The Wall Street Journal, titulados Hacia un mundo libre de armas nucleares, el 4 de enero de 2007 y Hacia un mundo libre de armas nucleares, el 15 de enero de 2008.

    Punto de Inflexin Nuclear

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    Ms que nunca, prevenir la proliferacin de las armas nucleares requiere la cooperacin entre Estados Unidos, Rusia y China y de las potencias nacientes. Para lograr esta cooperacin, es necesario crear medidas para mantener el acuerdo entre el desarme y la no proliferacin. George Perkovich es vicepresidente de estudios y director del Programa de Poltica Nuclear, en la Fundacin Carnegie para la Paz Internacional; Deepti Choubey es su director adjunto.

    El inmenso alcance destructivo de la primera bomba atmica persuadi a muchos dignatarios de la necesidad de refrenar ese poder. De ah naci el objetivo de la no proliferacin y la bsqueda de un rgimen de no proliferacin: una serie de normas, reglas, instituciones y prcticas para prevenir la propagacin de las armas nucleares y tambin de los materiales y conocimientos necesarios para adquirirlas.

    El Tratado de no Proliferacin Nuclear (TNP) de 1968 estableci ese rgimen, pero los retos de hoy hacen peligrar su estabilidad y efectividad. Solamente con medidas que refuercen la relacin entre el desarme verificable de las potencias nucleares actuales y la no proliferacin en los pases no nucleares se podr fortalecer la cooperacin y hacer que todos estemos ms seguros.

    Estados Unidos solo no pudo contener la propagacin de las armas nucleares. Una vez que la Unin Sovitica adquiri la bomba en 1949 y otros se prepararon para seguirle, la no proliferacin se torn factible nicamente por medio de la cooperacin. Esto no fue sencillo. No slo que los adversarios geopolticos tenan que convenir, pero los estados que posean armas nucleares tenan que encontrar puntos en comn con la vasta mayora de los pases que no las posean.

    Al primero de estos grupos no se lo pudo obligar a que abandonara sus armas, igual que al segundo no se lo pudo

    Contribuir a la no proliferacinGeorge Perkovich y Deepti Choubey

    Egipto tiene su base de investigacin nuclear en Inshas y se resiste a conceder a IAEA autoridad para hacer inspecciones ms efectivas.

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    obligar a renunciar al derecho de construir sus propias armas. Slo un rgimen de reglamentos mutuamente acordados sobre la no proliferacin podra hacerlo. Estos reglamentos tenan que satisfacer los intereses esenciales de los pases no poseedores mientras que toleraran, por lo menos temporariamente, la posesin de armas nucleares de los pases que ya las tenan.

    Despus de una serie de fracasos iniciales, Estados Unidos y la Unin Sovitica se comprometieron a la negociacin multilateral, que result en el proyecto de lo que vendra a ser el TNP. Las dos superpotencias estuvieron igualmente interesadas en impedir que otros adquirieran armas nucleares. Cada una actu tambin como protectora de muchas naciones no nucleares. Estos pases podran abstenerse de construir sus propias armas nucleares si estuvieran seguros de que su superpotencia los protega contra la amenaza de la otra.

    El aCUERdo tnp

    El TNP entr en vigor el 5 de marzo de 1970. El mismo consiste en una serie de acuerdos. Los pases con armas nucleares convienen en obrar de buena fe en procura del desarme nuclear, en que no transferirn armas nucleares ni los medios para producirlas a pases sin armas nucleares, y que reconocern el derecho inalienable de los pases sin armas nucleares al acceso a energa nuclear

    para usos pacficos. A su vez, los pases sin armas nucleares prometen que no adquirirn armas nucleares.

    Conforme al TNP, el desarme y la no proliferacin deben reforzarse mutuamente. Al adherirse ms pases al TNP, cada pas debe confiar en que su vecino o adversario no est fabricando armas nucleares y, de esta manera, estar ms seguro en su decisin de no proliferar. Similarmente, los pases nucleares existentes deben sentirse en condicin de reducir gradualmente sus materiales estratgicos con miras a un total desarme nunclear.

    Este rgimen de no proliferacin ha tenido un xito sorprendente, si bien es imperfecto. El TNP figura entre los tratados ms universales: todos los pases excepto India, Israel y Pakistn se han unido al mismo. Corea del Norte se ha adherido pero se retir subsiguientemente y ha ensayado un artefacto nuclear, siendo el nico pas en desarrollar armas nucleares a pesar de su obligacin bajo el TNP de no hacerlo.

    Muchos pases han abandonado o cambiado completamente sus intentos clandestinos de adquirir armas nucleares. Iraq estuvo procurando un programa tal durante la Guerra del Golfo de 1990 a 1991. Por temor al aislamiento y a la coaccin del exterior, Libia abandon sus gestiones en 2003 y en cambio procur la cooperacin internacional. Taiwn y Corea del Sur acabaron sus trabajos en armas nucleares por la presin secreta ejercida por Estados Unidos y despus de obtener la reafirmacin

    El ministro Roberto Amaral seala en un mapa las minas de uranio en Brasil, uno de los pases claves que se resiste a la reglamentacin ms estricta contra la no proliferacin.

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    de las garantas estadounidenses sobre su seguridad. Belars, Kazajstn y Ucrania acordaron adherirse al TNP a principios de la dcada de 1990 al reducir Estados Unidos y Rusia sus arsenales nucleares y cultivar un clima acogedor para el desarme nuclear. Argentina y Brasil liquidaron sus incipientes programas de armas nucleares, y Sudfrica renunci a sus reservas secretas para armas nucleares principalmente por razones internas pero indudablemente las reducciones en armas nucleares posteriores a la Guerra Fra crearon las normas que lo indujeron a ir en esa direccin.

    A partir de 2001, el rgimen de no proliferacin se ha adaptado a tratar la amenaza, antes inimaginable, del terrorismo nuclear. Las iniciativas para evitar que el combustible y la tecnologa nucleares cayeran en manos de los terroristas incluyen:

    Cooperacin bilateral entre Estados Unidos y Rusia; Compromisos multilaterales del Grupo de Ocho,

    formado por los principales pases industrializados; Una convencin sobre el terrorismo nuclear; La iniciativa de seguridad contra la proliferacin; La iniciativa global para combatir el terrorismo nuclear; La Resolucin 1540 del Consejo de Seguridad de las

    Naciones Unidas, requiere que todos los miembros de la ONU adopten y apliquen medidas contra la proliferacin de armas de destruccin masiva, sus medios de transporte y materiales relacionados.

    los RiEsgos sigUEn ah

    A pesar de estos xitos, persisten riesgos reales. Uno es que la relacin mutuamente reforzada entre desarme y no proliferacin pudiera estar debilitndose. Si Irn ignora la prohibicin impuesta por el Consejo de Seguridad de la ONU, de adquirir plantas armas nucleares y Corea del Norte mantiene sus armas nucleares, la probabilidad de una proliferacin mayor entre sus vecinos aumentar al debilitarse la confianza en el rgimen de no proliferacin.

    Los escpticos en los pases con armas nucleares, incluso Estados Unidos, arguyen que ni la reduccin de las armas nucleares ni las medidas como la prohibicin global de todos los ensayos nuclearesel Tratado de Prohibicin Completa de los Ensayos Nucleares (TPCEN) desalentarn a los violadores de los reglamentos, como Irn, de procurar armas nucleares. Tampoco, arguyen estos crticos, persuadirn a los principales pases sin armas nucleares como Brasil y Sudfrica a que cooperen en lo que respecta a hacer cumplir las reglas sobre la no proliferacin. La historia sugiere que este punto de vista es demasiado cnico.

    Existen medios para apuntalar la confianza. Si todos los pases convienen en aceptar el llamado Protocolo Adicional al TNP, el Organismo Internacional de Energa Atmica (OIEA) tendra los medios para hacer inspecciones ms efectivas para asegurar que no se est desviando materiales e instalaciones nucleares para usos pacficos. Esto sera especialmente importante en Irn. Por intermedio de la OIEA, los pases podran negociar tambin reglamentos nuevos para prevenir la propagacin de las capacidades de enriquecimiento de uranio y de reprocesamiento del plutonio que aumentan los riesgos de proliferacin. Pero pases estratgicos que no poseen armas nucleares, como Brasil, Sudfrica y Egipto, bloquean las gestiones tendientes a que el Protocolo Adicional sea universal y a que se adopten mecanismos internacionales en lugar de nacionales para el suministro de combustible nuclear, debido en parte a que no creen que las potencias nucleares establecidas hacen lo suficiente para que el orden nuclear sea ms equitativo.

    Los xitos del pasado demuestran cmo hacer frente a estos retos. Detrs de esos xitos est la cooperacin de las grandes potencias. La proliferacin ser ms probable si las principales potencias mundiales de la actualidad no coinciden en cmo abordar la tecnologa cambiante y las nuevas amenazas.

    La crisis iran demuestra vvamente que se requiere la cooperacin entre Estados Unidos, Rusia y China para movilizar la legtima autoridad ejecutoria del Consejo de Seguridad de la ONU. Los rusos y los chinos son ms renuentes que los estadounidenses a aplicar sanciones y otras tcticas coercitivas contra los pases que no cumplen. Entre sus razones figura su opinin de que Estados Unidos procura superarlos militarmente. Al abordar estas inquietudes, el proceso de reduccin de armas nucleares y el dilogo estratgico estadounidenseruso pueden aumentar la cooperacin y crear consenso sobre una postura ms firme contra los presuntos proliferadores. Estados Unidos y China estn iniciando un proceso similar que podra conducir a una cooperacin en prevenir la competencia nuclear y la inestabilidad en Asia.

    Asimismo, ser necesaria la cooperacin de Estados Unidos, Rusia y China para poner en vigor el TPCEN y negociar una prohibicin para la produccin de materiales fisles para armas nucleares.

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    El dEsaRmE y la no pRolifERaCin

    La relacin entre desarme y no proliferacin sigue siendo crucial. Si los actuales pases poseedores de armas nucleares no reducen sus arsenales, los pases estratgicos no nucleares resistirn probablemente cualquier reglamento ms estricto contra la proliferacin. Si estas armas continan siendo la moneda de las grandes potencias, potencias nacientes como Brasil, Egipto, Sudfrica e Irn podran oponerse a cualquier lmite adicionales a adquirirlas. Igual si las ventajas que la proliferacin nuclear ofrece para la seguridad son debatibles(Est ms segura una potencia nuclear cuando sus vecinos se sienten amenazados y construyen sus propios arsenales nucleares?)las consideraciones como la percepcin de la justicia y el orgullo nacional pueden ser polticamente ms convincentes.

    La reduccin multilateral de los arsenales nucleares puede requerir que primero se ponga fin a los ensayos nucleares y a toda produccin de material fsil para las armas. Los tratados que alcanzan estos objetivos pudieran ser la manera ms factible para atraer a India, Pakistn e

    Israel al proceso del desarme y, por lo tanto, acercarlos al rgimen de no proliferacin.

    La tensin de las compensaciones recprocas entre la no proliferacin, el desarme yun tercer factor el comercio de la energa nuclear, impide progresos en las medidas especficas que impulsaran cada objetivo, con lo que el mundo es menos seguro y menos prspero que lo que de otra manera podra ser. Una o dos superpotencias ya no pueden imponer las reglas. El nmero de los pases que deben cooperar ahora nmero que slo empieza con Estados Unidos, Rusia y China significa que no puede basarse un resultado satisfactorio en una regla que se aplica a unos y otra a otros. Mientras que unos pocos pases tienen ventajas que les denegaran a otros, los otros se resistirn.

    El presidente Obama ha reconocido este problema y ha llegado a la conclusin de que la manera ms efectiva para evitar del uso de armas nucleares es poner fin a la proliferacin, y que la nica manera sostenible de prevenir la proliferacin es motivar a todos los pases a vivir sin armas nucleares, no importa cunto tiempo se demore en alcanzar esa meta mxima. Tal como dijo el presidente en su discurso de abril de 2009 en Praga:

    Hay quienes arguyen que no es posible poner fin a la propagacin de estas armas, que no se la puede controlar que estamos destinados a vivir en un mundo en el que ms pases y ms gente posean lo ltimo en instrumentos de destruccin. Este tipo de fatalismo es un adversario mortfero, pues si creemos que la propagacin de las armas nucleares es inevitable, en cierta forma admitimos en nuestro fuero interno que el uso de armas nucleares es inevitable.Para prevenir este terror, dijo Obama, Estados Unidos

    est comprometido a buscar la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares.

    Vase tambin Proliferation Security Initiative [http://www.state.gov/ t/isn/c10390.htm], The Global Initiative to Combat Nuclear Terrorism [http://www.state.gov/t/isn/c18406.htm], and U.N. Security Council Resolution 1540 [http://www.un.org/News/Press/docs/2004/sc8076. doc.htm].

    las opiniones expresadas en este artculo no reflejan necesariamente los puntos de vista ni las polticas del gobierno de Estados Unidos.

    Los Estados Unidos, Rusia y China deben cooperar para que el Comprehensive Test Ban Treaty (CTBT) entre en vigor; Tibor Tth es el Secretario Ejecutivo de la Organizacin del Tratado.

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    Dos procesos diferentes hacen que las armas nucleares produzcan reacciones nucleares en cadena, que aumentan su poder en forma exponencial: la fisin y la fusin.

    Las bombas de fisin, frecuentemente llamadas bombas atmicas, detonan al bombardear con neutrones el material fsil, istopos de uranio o plutonio, que dividen los tomos en elementos ms livianos, emitiendo en el proceso enorme cantidad de energa.

    Hay dos tipos de bombas de fisin. Una, un artefacto tipo can, que emplea un propulsante explosivo para disparar una masa de material fsil contra otra; la bomba lanzada sobre Hiroshima en la Segunda Guerra mundial fue de este tipo; el otro tipo, un artefacto de implosin, emplea un explosivo qumico para comprimir el plutonio en una densidad crtica para crear la reaccin en cadena; la bomba lanzada sobre Nagasaki fue de este tipo.

    La bomba de fisin puede emitir energa equivalente a unas 500.000 toneladas del explosivo qumico TNT. La bomba de fisin que destruy a

    Hiroshima tena la potencia estimada de 15.000 toneladas de TNT.

    El poder destructivo de las bombas de fusin, conocidas tambin como artefactos termonucleares y bombas de hidrgeno, excede enormemente al de las bombas de fisin. Estados Unidos deton por primera vez una Bomba H en 1952; la Unin Sovitica, en 1953. La bomba de fusin ms poderosa que se haya detonado la Bomba Tsar, ensayada en 1961 emiti una energa equivalente a unas 50.000.000 de toneladas de TNT.

    Las bombas de fusin son activadas por los dos procesos: la fisin y la fusin. En un arma tpica de dos estapas, los materiales fsiles detonan primero para comprimir y calentar los combustibles de fusin, como los istopos de hidrgeno tritio y deuterio, a decenas de millones grados. Igual que en el sol, la reaccin en cadena que ocurre en la segunda etapa fusiona los tomos del hidrgeno en tomos ms pesados de helio y en el proceso emite enorme cantidad de energa.

    Fisin, fusin

    FuerzadestructivaequivalenteentoneladasdeTNT

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    Fuentes: Enciclopedia Britnica, Wikipedia

    EjemplosdelPoderodelasArmasNucleares

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    Adems de llegar a un acuerdo sobre los pasos siguientes en el desarme nuclear, la conferencia de revisin del tratado sobre la no proliferacin de 2010 debera empezar a preparar el terreno para un tratado para abolir las armas nucleares. Rebecca Johnson es directora ejecutiva del Instituto Acronym para la Diplomacia de Desarme, en Inglaterra.

    Si bien se debe apoyar y fortalecer el actual rgimen de no proliferacin de armas nucleares, el Tratado de No Proliferacin de Armas Nucleares (TNP) vigente no tiene la combinacin correcta de obligaciones y poderes para resultar en un mundo libre de armas nucleares.

    Para lograr esta meta se requiere un tratado universal para la abolicin de las armas nucleares. Dado que un acuerdo, y la ratificacin de un tratado tal no ocurrirn pronto, la Conferencia de Revisin del TNP de 2010, fijada para mayo en Nueva York, debe establecer la abolicin nuclear como el objetivo de los futuros esfuerzos para la no proliferacin. La conferencia debe comprometerse tambin a dar los pasos interinos prximos para reducir el papel de las armas nucleares en las doctrinas de seguridad y su cantidad s en los arsenales existentes, mientras pone las bases para hacer que el mundo est libre de armas nucleares.

    Estados Unidos pUEdE maRCaR El Camino

    Una gran parte del mundo reaccion con alivio y entusiasmo cuando, en un discurso que pronunciara en abril de 2009 en Praga, el presidente Barack Obama declar con conviccin el compromiso de Estados Unidos a buscar la paz y la seguridad de un mundo libre de armas nucleares.

    El presidente entendi claramente cules son los retos que enfrentar para alcanzar esa meta. Abord la necesidad de reducir el papel que desempean las armas nucleares en las estrategias de seguridad nacional, de procurar medidas concretas adicionales para el desarme, y de emprender un

    esfuerzo global sobre la seguridad nuclear, incluso fortalecer la aplicacin prctica de las regulaciones para evitar que materiales y tecnologas peligrosas caigan en manos de gente que pueda usar armas nucleares para amenazar o atacar a otros.

    La importancia del discurso de Praga radica en dos temas esenciales: 1) el reconocimiento de que la no proliferacin y el desarme sern sostenibles slo cuando las armas nucleares pierden (y se percibe que han perdido) su valor militar, poltico y de seguridad; y 2) la importancia de la sociedad civil. Estamos hoy aqu porque demasiada

    Ms all de los tratados vigentes

    La conferencia de revisin del NPT 2005 no pudo lograr acuerdos.

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    Rebecca Johnson

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    gente ignor las voces que decan que el mundo no poda cambiar, dijo Obama. Estamos hoy aqu debido a la valenta de aquellos que se irguieron y asumieron riesgos.

    Si Obama puede poner en vigor polticas y medidas prcticas para reducir tanto el valor percibido como el nmero de las armas nucleares, Estados Unidos puede convencer a otros pases claves para resolver el impasse nuclear.

    REsUltados mixtos Con El tnp

    El TNP (acordado en 1968, entr en vigor en 1970), prorrogado y actualizado por las conferencias de revisin de 1995 y 2000, es la piedra angular del rgimen de no proliferacin surgido despus de la Crisis de los Misiles en Cuba de 1962. El mismo obliga a los pases no nucleares a renunciar a la fabricacin de armas nucleares y requiere a los pases nucleares a procurar el desarme. El tratado permite tambin la transferencia de tecnologa nuclear hacia los pases que adoptan programas de energa nuclear para fines mdicos, energticos y otros propsitos no militares.

    Con 189 pases adheridos, el TNP tiene una enorme influencia normativa, pero su gnesis durante la Guerra Fra lo ha dejado con debilidades que dificultan que se fortalezca su estructura y que se ponga en prctica en forma suficiente los poderes para prevenir la propagacin de armas y materiales nucleares hacia gobiernos y terroristas determinados a poseerlos.

    Cada cinco aos se sostienen conferencias de revisin, y el resultado es decididamente mixto. En 1990, la conferencia termin en estancamiento despus que Estados Unidos se neg a comprometerse a negociar un Tratado de Prohibicin Completa de los Ensayos (TPCE), a pesar de que el TNP abogaba por ese objetivo.

    Luego la denuncia de los programas nucleares clandestinos en Iraq y Corea del Norte expuso la insuficiencia de las salvaguardias del TNP y de otros mecanismos de cumplimiento. Por ello, el Organismo Internacional de Energa Atmica (OIEA) cre el Protocolo Adicional para fortalecer sus poderes de inspeccin y suplementar las salvaguardias requeridas de los pases que no tienen armas nucleares.

    Residentes de Hiroshima y Nagasaki muestran su apoyo a la no proliferacin en una reunin de la NPT en Nueva York, en 2005.

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  • eJournal USA 21

    Hacia 1995, Estados Unidos estaba al frente de las negociaciones multilaterales sobre un TPCE en Ginebra. En conformidad con el tratado original, que estableci una duracin inicial de veinticinco aos para el TNP, la conferencia de 1995 requiri que se adoptara una decisin acerca de si se prorrogara el tratado y por cuanto tiempo sera prorrogado.

    Las difciles negociaciones diplomticas, que tuvieron lugar durante cuatro semanas, resultaron en que la conferencia de 1995 decidi prorrogar el TNP indefinidamente despus de fortalecer los procesos de revisin del tratado y de adoptar varios principios y resoluciones formulados para avanzar con determinacin hacia la realizacin plena y puesta en prctica efectiva de las disposiciones del tratado. Entre estos principios figuraba establer de zonas no nucleares reconocidas internacionalmente, especialmente en las regiones de tensin, como el Oriente Medio.

    La seccin de los Principios y Objetivos que trata sobre el desarme comprende tres elementos bsicos: la conclusin de un TPCE, un tratado para fijar un lmite a la produccin militar de materiales fsiles como el plutonio y el uranio altamente enriquecido, y una dedicacin resuelta a esfuerzos sistemticos y progresivos para reducir las armas nucleares en todo el mundo, con la meta final de eliminar esas armas. Las negociaciones sobre el TPCE concluyeron con xito, resultando en un tratado en 1996, pero las negociaciones para un Tratado para la Supresin de Materiales Fsiles (FMCT) no llegaron a materializarse.

    La Conferencia de Revisin del TNP de 2000 tuvo lugar en condiciones an ms difciles. En mayo de 1998 India y despus Pakistn realizaron varias explosiones nucleares. En octubre de 1999, el Senado de los Estados Unidos declin ratificar el TPCE.

    A pesar de estos obstculos, una coalicin de siete pases sin armas nucleares negoci directamente con los cinco pases declarados con armas nucleares, sobre un programa de accin sobre el desarme nuclear, lo que llev a que en la conferencia de 2000 hubiera consenso sobre el documento final ms sustancial que se haya producido hasta el momento. Los participantes fortalecieron el lenguaje sobre el desarme nuclear, las inspecciones de la OIEA, la adhesin universal al TNP y la seguridad.

    Sin embargo, cuando las partes del TNP se reunieron nuevamente en mayo de 2005, la conferencia de revisin fue incapaz de adoptar acuerdo alguno. Estados Unidos repudi sus compromisos previos al desarme y quiso que se concentrara nicamente en el incumplimiento

    de pases como Irn y Corea del Norte. Los pases sin armas nucleares criticaron el progreso insuficiente hacia el desarme de los pases con armas nucleares. Los pases rabes queran un mayor progreso en lograr su objetivo de que el Oriente Medio fuera una zona libre de armas nucleares y de toda arma de destruccin masiva, mientras que Irn se neg a aceptar toda crtica sobre su propio programa nuclear, el que muchos teman que podra ser usado para producir armas nucleares en el futuro. Las diferencias demostraron ser demasiado grandes para ser superadas.

    las nECEsidadEs dE hoy

    Para que exista cualquier posibilidad de xito en la conferencia de revisin de 2010, las partes no slo deben prestar atencin a las advertencias de las conferencias pasadas pero tambin deben reconsiderar las exigencias de hoy para lograr la seguridad nuclear, la no proliferacin y el desarme.

    Hay seales que sugieren que la conferencia de 2010 tendr ms xito que su predecesora inmediata. Es improbable que esta vez el TPCE sea un obstculo mayor. Ms de 150 de los 180 pases signatarios han ratificado ahora el tratado de prohibicin de ensayos nucleares. Si bien el mismo carece todava de nueve de las ratificaciones requeridas para entrar en vigor, Estados Unidos y China sealan que procurarn la ratificacin y que obrarn para asegurar que otros pases hagan lo mismo. Aunque el Senado de Estados Unidos rechaz el TPCE en 1999, el presidente Obama se comprometi a un nuevo y enrgico esfuerzo para lograr su aprobacin.

    Una comisin preparatoria de la conferencia de revisin de 2010 ha aprobado un nmero de medidas, incluso:

    Participacin universal en el TNP; Fortalecimiento de las salvaguardias contra la

    proliferacin, incluso mejorar las inspecciones de las instalaciones nucleares;

    Garantas sobre el derecho al uso pacfico de la energa nuclear siempre y cuando los programas estn de conformidad con los requerimientos de no proliferacin;

    Compromisos para aumentar la seguridad de los programas nacionales y del transporte de materiales nucleares;

    Apoyo a las negociaciones sobre nuevas zonas libres de armas nucleares, con atencin especial a la no proliferacin y el desarme regionales en el Oriente Medio;

    Medidas para abordar la retirada del tratado (para evitar que otros emulen a Corea del Norte);

  • eJournal USA 22

    La importancia del compromiso de la sociedad civil, incluso la educacin sobre el desarme y la no proliferacin.

    Ms fundamental, los retos a la seguridad y la proliferacin nuclear en el siglo XXI requieren ir ms all del TNP. El discurso del presidente Obama en Praga refuerza el creciente entendimiento de que la verdadera seguridad requiere no solamente la reduccin y gestin de las armas nucleares sino su eliminacin. Las conversaciones de 2010 para el desarme deben estar dirigidas a transformar el rgimen de no proliferacin de la Guerra Fra en un rgimen de abolicin nuclear para que haya seguridad en el siglo XXI y ms all.

    Los lderes que desean paz y seguridad en un mundo libre de armas nucleares deben echar los cimientos ahora. Deben quitarles valor a las armas nucleares, al definir y promulgar rigurosos requerimientos jurdicos, tcnicos, de seguridad y de verificacin. Deben crear tambin los entendimientos ticos, los compromisos polticos, los arreglos cooperativos para la seguridad internacional, los controles prcticos y las instituciones para la verificacin necesarios para que las naciones se sientan seguros sin armas nucleares.

    Otro paso es estigmatizar las armas nucleares como inhumanas e inutilizables para todos. Antes de que se acordaran los tratados que prohiban la produccin y posesin de armas biolgicas y qumicas (en 1972 y 1993 respectivamente), los pases dieron el primer paso

    importante al declarar que el uso de esas armas inhumanas sera considerado un crimen de lesa humanidad. Si ahora se diera un paso similar para prohibir el uso de armas nucleares, ello fortalecera grandemente los esfuerzos de no proliferacin y desarme.

    En las Naciones Unidas se ha discutido durante dcadas la abolicin de las armas nucleares y varios gobiernos la han promovido. En octubre de 2008, el secretario general de la ONU, Ban Kimoon, esboz un plan de desarme de cinco puntos y sugiri empezar a trabajar con un marco de instrumentos separados, mutuamente reforzadores, o una convencin sobre armas nucleares, con el respaldo de un sistema fuerte de verificacin, tal como se ha propuesto hace mucho tiempo en las Naciones Unidas.

    En 2010 no bastarn las inquietudes y exhortaciones generalizadas. Si eso fuera todo lo que la conferencia puede lograr, entonces apenas se haya secado la tinta, reaparecern ensanchadas las grietas en el rgimen de no proliferacin. Ser mucho mejor que los pases avancen con audacia para asegurar un futuro libre de la amenaza o del uso de armas nucleares.

    las opiniones expresadas en este artculo no reflejan necesariamente los puntos de vista ni las polticas del gobierno de Estados Unidos.

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    El siglo 20 ha tenido algunos xitos y fracasos en el control de armamentos. Jeremi Suri es profesor de la ctedra de Historia E. Gordon Fox, en la Universidad de Wisconsin-Madison.

    la ConfEREnCia dE washington sobRE aRmas navalEs

    La conferencia de Washington sobre armas navales, que sesion del 12 de noviembre de 1921 hasta el 6 de febrero de 1922, produjo los primeros acuerdos internacionales importantes sobre el desarme, desde el Congreso de Viena en 1815. La conferencia tambin seal el surgimiento de Estados Unidos como protagonista diplomtico de peso, a pesar de que el pas haba rechazado el Tratado de Versalles al trmino de la primera guerra mundial.

    La conferencia de Washington, presidida por el secretario de Estado Charles Evans Hughes, produjo tres

    tratados importantes. Los pactos estuvieron dirigidos a estabilizar el equilibrio de poder internacional. Adems, expresaban la esperanza popular del mundo en el desarme y la cooperacin pacfica entre las naciones principales.

    El Tratado de los Cinco de Limitacin del Podero Naval firmado el 6 de febrero de 1922 por Estados Unidos, Gran Bretaa, Japn, Francia e Italia asignaba a los firmantes una proporcin fija de acorazados y de cruceros de combate (naves capitales). Los signatarios tambin se comprometan a un intervalo de 10 aos en la construccin de nuevas naves capitales. Por cada cinco naves capitales mantenidas por Estados Unidos y Gran Bretaa, ahora Japn mantendra tres y Francia e Italia mantendran 1,75.

    En la prctica, esto significaba una reduccin en el tamao de la flota de guerra de cada nacin posterior a la primera guerra mundial. La proporcin de naves favoreca a Estados Unidos y a Gran Bretaa, pero los japoneses recibieron muchos beneficios en el Pacfico norte, que era su rea de operaciones principal. Como

    xitos y fracasos

    inTEnTOs dE dEsarmE En El pasadO

    La Conferencia sobre Armamento Naval, realizada en Washington DC, entre 1921 y 1922, acord tres importantes tratados.

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    Jeremi Suri

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    parte del tratado, Estados Unidos se comprometi a no ampliar sus instalaciones navales en Filipinas, Guam, la isla Wake o las Aleutianas. Los britnicos se comprometieron a no ampliar sus instalaciones en Hong Kong.

    El Tratado de los Cinco fue acompaado por el Pacto de las Cuatro Potencias, firmado por Estados Unidos, Gran Bretaa, Japn y Francia el 13 de diciembre de 1921. Este pacto pona fin a la alianza anglo-japonesa de 1902 y creaba esferas de poder protegidas en el Pacfico para cada uno de los signatarios. Cada uno de ellos se comprometa a resolver las disputas futuras por medio de arbitrajes y no por la guerra.

    La conferencia termin con un gran Tratado de las Nueve Potencias firmado por Estados Unidos, Gran Bretaa, Japn, Francia, Italia, China, Blgica, los Pases Bajos y Portugal el 6 de febrero de 1922. Este tratado defenda los principios de la Puerta Abierta para China, adelantados por primera vez por el entonces secretario de estado estadounidense John Hay en 1899. Las nueve potencias acordaron respetar la integridad territorial de la China post-imperial y no emprender acciones para limitar el acceso en la regin. Cada uno de los signatarios tendra el derecho de comerciar en el vasto mercado chino.

    La conferencia de Washington sobre armamentos navales apuntaba a un futuro optimista de cooperacin entre las principales potencias militares tras la devastacin de la primera guerra mundial. Cre un precedente

    para futuras negociaciones de control de armamentos, particularmente en la segunda mitad de la guerra fra. Desafortunadamente, los tratados firmados en 1921 y 1922 carecieron de mecanismos firmes de verificacin y aplicacin. Muchos de los signatarios, particularmente Japn, violaron los tratados en la dcada siguiente. Estas violaciones contribuyeron al estallido de la segunda guerra mundial en el Pacfico.

    El plan baRUCh

    El Plan Baruch fue la primera propuesta importante para la regulacin internacional de la energa atmica, presentada por Estados Unidos en la Comisin de Energa Atmica de las Naciones Unidas el 14 de junio de 1946.

    El Plan Baruch surgi de las deliberaciones de una comisin estadounidense encabezada por el subsecretario de estado Dean Acheson y por David Lilienthal, presidente de la Direccin del Valle del Tennessee, una de las compaas de electricidad ms grandes del mundo.

    Trabajando en estrecha cooperacin con los cientficos, Acheson y Lilienthal haban propuesto la creacin de una Direccin de Desarrollo Atmico, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, para supervisar la distribucin de material nuclear fisible y el funcionamiento de instalaciones con capacidad para fabricar armas nucleares.

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    Bernard Baruch present en las Naciones Unidas, en junio de 1946, la propuesta de Estados Unidos para regular la energa atmica.

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    Acheson y Lilienthal tambin trataron de crear un proceso de licenciamiento para los pases que procuraban desarrollar su capacidad de produccin de energa nuclear pacfica. Esperaban que el licenciamiento fomentara el uso civil de la energa nuclear y ayudara a impedir su uso para fabricar armas.

    El presidente Harry Truman escogi a Bernard Baruch, distinguido comerciante y asesor de la Casa Blanca, para presentar el plan a las Naciones Unidas. Baruch revis controversialmente la propuesta de Acheson y de Lilienthal. Baruch requera una regulacin ms rigurosa y profunda de toda la investigacin y produccin de energa nuclear civil y militar por medio de una Direccin de Desarrollo Atmico.

    Baruch tambin peda que se prohibiera a todo estado el desarrollo de capacidad nueva de produccin de armas nucleares. La Direccin de Desarrollo Atmico tendra autoridad para confiscar instalaciones y recursos nacionales y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas castigara con la eliminacin de su poder de veto a los violadores de la prohibicin de

    armas nucleares. Si se hubiera adoptado, la propuesta de Baruch habra congelado el monopolio nuclear de Estados Unidos y habra prevenido el desarrollo de la capacidad sovitica.

    La Unin Sovitica rechaz el plan Baruch. Los historiadores han debatido si la propuesta original de Acheson-Lilienthal habra tenido ms xito. Eso parece improbable, dado que los soviticos ya se haban embarcado en su propio proyecto para fabricar armas nucleares. No obstante, el plan Baruch y su predecesor Acheson-Lilienthal comenzaron el debate internacional sobre la regulacin de armas nucleares que tuvo por resultado el Tratado de No Proliferacin de Armas Nucleares de 1968.

    CiElos abiERtos

    La ciudad suiza de Ginebra fue la sede el 18 de julio de 1955 de la primera reunin cumbre de los gobernantes ms poderosos del mundo desde la Conferencia de Postdam diez aos antes. La reunin

    Eisenhower, Faure y Eden en la cumbre de Ginebra.

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    de 1955 incluy al presidente estadounidense Dwight Eisenhower, al primer ministro britnico Anthony Eden, al primer ministro francs Edgar Faure y a dos lderes soviticos: Nikolai Bulganin y Nikita Khrushchev. En los dos aos siguientes a la muerte de Josef Stalin en 1953 no estaba claro quien gobernaba la Unin Sovitica.

    El 21 de julio de 1955 Eisenhower present a los gobernantes all reunidos una propuesta espectacular, llamada acuerdo de Cielos Abiertos entre las grandes potencias. Conforme a esta propuesta, las naciones principales de la guerra fra permitiran que los otros condujeran vigilancia area abierta de sus territorios. El sobrevuelo libre por aviones y eventualmente por satlites permitira ms transparencia.

    Eisenhower crea que la transparencia reducira los temores irracionales y exagerados sobre las intenciones del enemigo y por lo tanto estabilizara las relaciones internacionales. Tambin entenda que la Unin Sovitica se beneficiaba con mayor grado de secreto impuesto a su sociedad cerrada: poda adoptar poses, engaar y conspirar dentro de su territorio con ms facilidad que las democracias abiertas en Europa occidental y en Estados Unidos.

    Los gobernantes soviticos no estaban dispuestos a reducir el secreto en su sociedad y rpidamente

    rechazaron la propuesta de Cielos Abiertos. No obstante, los programas de reconocimiento militar areo y por satlite durante una dcada hicieron que la transparencia desde el aire fuese una realidad prctica. Y ms tarde, los gobernantes estadounidenses y soviticos, y despus rusos, retornaran al llamado de Eisenhower de ms transparencia desde el aire en busca de la estabilidad internacional.

    tRatado dE limitaCin dE aRmas EstRatgiCas

    El Tratado de Limitacin de Armas Estratgicas (SALT I), firmado por el presidente estadounidense Richard Nixon y por el gobernante sovitico Leonid Brezhnev en Mosc el 26 de mayo de 1972, fue el primer tratado de control de armamentos que limit expresamente la fabricacin de armas nucleares nuevas.

    Conforme al tratado, las dos superpotencias se comprometieron a no ampliar por cinco aos sus ya enormes arsenales de misiles balsticos intercontinentales nucleares. Tambin se comprometieron a no construir nuevas plataformas de misiles nucleares lanzados desde submarinos sin retirar un nmero equivalente de misiles intercontinentales viejos o lanzados desde submarinos.

    SALT I fue acompaado por el Tratado de

    Nixon y Brezhnev firman el acuerdo SALT I en mayo de 1972 en Mosc.

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    Misiles Antibalsticos (ABM). Este tratado limitaba a las superpotencias a no ms de dos sitios de misiles antibalsticos en sus respectivos pases. El tratado estaba dirigido a asegurar que ninguno de los bandos pudiera esperar que podra proteger a la mayor parte de su poblacin de un ataque nuclear. Conforme a la lgica de la disuasin nuclear, esta perspectiva de destruccin mutua asegurada fomentara la prudencia constante de los gobernantes de la guerra fra para evitar el conflicto armado.

    SALT I comenz un proceso de discusiones de control de armamentos serio y sostenido entre Estados Unidos y la Unin Sovitica. Fue la pieza central de la dtente de la dcada de 1970 que dio lugar a la cooperacin cientfica, econmica y cultural ms grande entre Oriente y Occidente.

    El 18 de junio de 1979 el presidente estadounidense Jimmy Carter y Brezhnev firmaron el segundo Tratado de Limitacin de Armas Estratgicas (SALT II), amplindolo, pero tras la invasin sovitica

    a Afganistn varios meses despus el Senado de Estados Unidos nunca ratific el acuerdo. No obstante, el sucesor de Carter, el presidente Ronald Reagan, sigui cumpliendo con las promesas del SALT II sin ratificar. Las negociaciones en torno a SALT I y SALT II brindaron las bases de los grandes acuerdos de control de armamentos de Reagan con el gobernante sovitico Mikhail Gorbachev en los ltimos aos de la guerra fra.

    tRatado dE REdUCCin dE aRmas EstRatgiCas

    El Tratado de Reduccin de Armas Estratgicas (START), firmado el 31 de julio de 1991 por el presidente estadounidense George H.W. Bush y el gobernante sovitico Mikhail Gorbachev, marc el fin de la Guerra Fra. Por primera vez las dos superpotencias acordaron igualar el tamao de sus arsenales nucleares y emprender grandes reducciones de las armas nucleares y sistemas de ataque existentes. El Tratado de Limitacin de Armas Estratgicas (SALT I) de 1972 slo haba limitado la fabricacin futura de armas. START redujo sustancialmente los arsenales existentes.

    Conforme a START, Estados Unidos y la Unin Sovitica mantendran no ms de 1.600 sistemas de ataque nuclear estratgico. Esto reducira sus respectivos arsenales nucleares a 6.000 bombas estratgicas cada uno, de las cuales no ms de 4.900 pueden ser instaladas en misiles balsticos. Esto representa una reduccin del 30 al 40 por ciento de las fuerzas nucleares estratgicas generales de cada nacin. El 23 de mayo de 1992, los estados nucleares sucesores de la Unin Sovitica Rusia, Ucrania, Kazajstn y Belars firmaron el Protocolo Lisboa de START. Las tras naciones ltimas renunciaron a las armas nucleares en sus territorios y Rusia asumi todas las obligaciones soviticas heredadas de START. START fue ratificado oficialmente el 5 de diciembre de 1994 con una duracin inicial de 15 aos y extensiones posibles de cinco aos despus de eso.

    las opiniones expresadas en este artculo no reflejan necesariamente los puntos de vista ni las polticas del gobierno de Estados Unidos.

    El ltimo silo del misil Minuteman II, de EE. UU., es destrudo en diciembre de 1997, cumplimiendo las disposiciones de START.

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    El mantenimiento de enormes y caros arsenales de bombas nucleares fue el costo de la paz durante la Guerra Rra. Jonathan Reed Winkler es profesor de historia adjunto en la Universidad Estatal Wright de Ohio

    En los peores momentos de la Guerra Fra Estados Unidos y la Unin Sovitica sumaban entre ambos decenas de miles de bombas nucleares. Al final, ninguna de ellas fue usada jams por causa de la ira. Por qu estas dos superpotencias crearon colosales arsenales de bombas nucleares, particularmente si ninguna de ellas esperaba usarlas nunca? La respuesta es compleja.

    Si hubieran estallado las hostilidades durante la Guerra Fra, tanto Estados Unidos como la Unin Sovitica se proponan usar armas nucleares contra fuerzas militares opuestas, blancos industriales y centros urbanos.

    Cada lado entendi temprano que una guerra nuclear sera enormemente destructiva para ambos, para sus enemigos y, en efecto, para el resto del mundo. Como resultado, ambas superpotencias llegaron a considerar a las armas nucleares principalmente como un disuasivo que le hara pensar dos veces a cada bando antes de ir a la guerra.

    Tras la inmensa devastacin de la Segunda Guerra Mundial pocos deseaban un conflicto que fuera an ms destructivo. Al final, los gastos para mantener los enormes arsenales de bombas nucleares fueron el costo de la paz entre las dos superpotencias durante ms de 50 aos.

    Estados Unidos lleg a la conclusin a fines de la dcada de 1940 que necesitaba una gran cantidad de armas nucleares por diversas razones. Dado que las guerras futuras podan ocurrir ataques por sorpresa, como el de Pearl Harbor, Estados Unidos construira un arsenal tan grande que su capacidad para tomar represalias sobrevivira a cualquier ataque.

    la gUERRa fRa

    Estas ideas se desarrollaron an antes de que Estados Unidos identificara plenamente a la Unin Sovitica como su principal rival. Al emerger la Guerra Fra qued en claro que los soviticos tenan una fuerte ventaja numrica en

    fuerzas convencionales. En caso de que estallase la guerra los soviticos podan aplastar fcilmente a los ejrcitos de Estados Unidos y de la OTAN en las primeras semanas. Estados Unidos lleg a la conclusin de que slo las armas atmicas podan contrarrestar esa ventaja.

    Despus que los soviticos detonaron su propia bomba atmica en 1949, negando la ventaja de Estados Unidos, y se aliaron con la Repblica Popular de China, las autoridades estadounidenses decidieron finalmente construir la bomba de hidrgeno, an ms poderosa e implementar un gran aumento de capacidad militar convencional y nuclear para hacerle frente a la Unin Sovitica.

    A comienzos de la dcada de 1950 Estados Unidos estaba en camino de tener un importante arsenal nuclear. Contaba con unos 1.600 bombarderos de larga y media distancia, en comparacin con 200 de los soviticos. Ambos bandos tambin fabricaron armas tcticas, incluso, por ejemplo, artillera de campo atmica y cargas de profundidad nucleares.

    La escala de los preparativos nucleares de Estados Unidos, entre 1948 y mediados de la dcada de 1960, se debi a una cantidad de razones.

    Primero, hasta comienzos de la dcada de 1960 Estados Unidos haba tenido informacin imperfecta sobre el verdadero podero militar sovitico (los aviones de reconocimiento de gran altura y los satlites suministraron informacin mejor). Como resultado, se haba sobreestimado mucho la capacidad industrial sovitica.

    Segundo, Estados Unidos sigui temiendo a la superioridad convencional sovitica en Europa. Las armas atmicas tcticas fueron vistas como el contrapeso. El enorme ejrcito rojo poda ganar poco con apoderarse de territorio europeo donde entonces quedaba sujeto a devastadores contraataques nucleares.

    Tercero, el presidente Dwight Eisenhower quera usar el equipamiento nuclear masivo para preservar la paz. Semejante arsenal sera comparativamente ms barato y menos perjudicial para la economa estadounidense, que instalaciones convencionales permanentes en tiempo de paz para equiparar a las fuerzas soviticas numricamente

    Por qu los arsenales nucleares?Jonathan Reed Winkler

    EsTadOs unidOs y rusia

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    superiores. La amenaza de Eisenhower, de escalar cualquier conflicto a una guerra nuclear plena represalia masiva frenara a la Unin Sovitica y tambin contendra a los aliados estadounidenses e incluso al propio Estados Unidos.

    topE mximo dEl aRsEnal

    Sin embargo, el arsenal nuclear tena que ser suficientemente grande para asegurar que las fuerzas nucleares de Estados Unidos pudieran llevar a cabo misiones de guerra a pesar de accidentes, defensas soviticas eficaces y prdidas ante cualquier primer ataque sovitico. En su punto mximo, en 1966-1967, el arsenal nuclear estadounidense lleg a 31.000 bombas, con unos 2.200 bombarderos y misiles estratgicos para transportarlas.

    Los temores de un ataque por sorpresa se aplacaron en la dcada de 1960 con la adopcin de misiles balsticos lanzados desde submarinos. Era casi imposible saber donde estaban los submarinos de propulsin nuclear en el ocano en un momento dado. Como resultado ambos bandos se sintieron confiados en que el otro no poda lanzar un ataque por sorpresa y escapar de la represalia.

    La dependencia sovitica y estadounidense en la trada de fuerzas nucleares estratgicas bombarderos tripulados,

    misiles lanzados desde tierra y misiles lanzados desde submarinos significaba la Destruccin Mutua Asegurada, conocida por la sigla MAD. La idea de MAD confirm que la guerra nuclear sera imposible de ganar y ayud a estabilizar la guerra fra.

    A pesar del concepto MAD, la Unin Sovitica se embarc en preparativos sustanciales de armas nucleares en la segunda mitad de la Guerra Fra para alcanzar y superar a Estados Unidos en algunas reas, en tanto que Estados Unidos se concentr en cambio en el sudeste de Asia. Se entiende que en su apogeo en 1986 el arsenal sovitico de bombas nucleares exceda las 40.000. En 1979 los sistemas estratgicos soviticos de ataque llegaron a tener unos 2.500 bombarderos, misiles lanzados desde submarinos y misiles lanzados desde tierra.

    A pesar de que la utilidad marginal de los preparativos con armas nucleares al final de la Guerra Fra fue pequea, su presencia hizo tan inconcebible la idea de una guerra nuclear que se la evit. Aunque caro, ese fue el precio de evitar una catstrofe.

    las opiniones expresadas en este artculo no reflejan necesariamente los puntos de vista ni las polticas del gobierno de Estados Unidos.

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    los gobernantes rusos apoyan pblicamente la idea de un mundo sin armas nucleares pero carecen de una estrategia clara para adelantar esta visin. Dmitri Trenin es director del Centro Carnegie de Mosc. Este artculo aparece en el nmero de febrero de 2010 de eJournal USA, A World Free of Nuclear Weapons (Un mundo libre de armas nucleares).

    En 1986 el gobernante sovitico Mijail Gorbachev ofreci su visin de un mundo libre de armas nucleares. El nuevo pensamiento de Gorbachev ayud a revertir la carrera de las armas nucleares e impuls una serie de acuerdos para reducir los arsenales estratgicos.

    Casi un cuarto de siglo despus, el liderazgo sovitico ha vuelto a depender de la doctrina de disuasin nuclear. Aunque los gobernantes soviticos no desafan la visin del presidente Barack Obama a largo plazo, de un mundo sin armas nucleares, y Rusia sigue negociando acuerdos nuevos para reducir los arsenales de armas nucleares, la disuasin nuclear se encuentra an ms arraigada en la mentalidad de

    la comunidad de seguridad rusa que durante la guerra fra. Hay por lo menos dos razones para esto.

    Primero, Rusia es una potencia militar convencional relativamente dbil. En los das de Gorbachev la Unin Sovitica desplegaba ms tanques que el resto de los pases del mundo combinados y mantena en Europa Oriental medio milln de hombres en alto estado de preparacin. Una dcada despus, cuand