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Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas ISSN: 1657-8953 [email protected] Universidad Sergio Arboleda Colombia González Camargo, Javier Nicolás; Irizar, Liliana Beatriz Hacia una conceptualización humanista fundamental de las instituciones sociales. Estado del arte Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas, vol. 8, núm. 15, julio-diciembre, 2008, pp. 103-122 Universidad Sergio Arboleda Bogotá, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=100212243008 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas

ISSN: 1657-8953

[email protected]

Universidad Sergio Arboleda

Colombia

González Camargo, Javier Nicolás; Irizar, Liliana Beatriz

Hacia una conceptualización humanista fundamental de las instituciones sociales. Estado del arte

Civilizar. Ciencias Sociales y Humanas, vol. 8, núm. 15, julio-diciembre, 2008, pp. 103-122

Universidad Sergio Arboleda

Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=100212243008

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Número completo

Más información del artículo

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Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Javier Nicolás González Camargo**

Liliana Beatriz Irizar***

Recibido: 10 de agosto de 2008 - Revisado: 2 de octubre de 2008 - Aceptado: 18 de octubre de 2008

Hacia una conceptualización humanista fundamentalde las instituciones sociales. Estado del arte*

Towards an essential humanistic conception of socialinstitutions: state of the art

* La investigación Hacia una conceptualización

humanista fundamental de las instituciones

sociales, es una investigación vinculada al grupode Investigación LUMEN, de la Escuela deFilosofía de la Universidad Sergio Arboleda. Seagradece especialmente la colaboración de laestudiante Ángela María Prieto Galeano, en lalectura, comprensión y traducción de los textosen francés.** Estudiante tesista de Licenciatura en Filosofíay Humanidades, Asistente de Investigación delgrupo de investigación LUMEN, donde ade-lanta la presente investigación como trabajo degrado. Registro Colciencias # 2689074076230063.E-mail: [email protected]*** Docente investigadora de la Escuela deFilosofía y Humanidades de la UniversidadSergio Arboleda. Coordina el grupo Lumen -

reconocido por Conciencias 2006, CategoríaC- en el que dirige el proyecto Humanismo

cívico (Filosofía Política) y el proyecto El

tomismo de Lawrence Dewan (Metafísica, Éticay Filosofía Política). Dirección electrónica:[email protected].

ResumenDentro de la investigación Hacia una conceptualización humanista

fundamental de las instituciones sociales, la revisión inicial del materialbibliográfico existente permitió reconocer cuatro enfoques filosóficosdistintos que sustentan, respectivamente, diferentes enfoques socio-lógicos. Enfoques sociológicos que a su vez se encuentran latentes en lasdemás disciplinas de las ciencias humanas que aborden, de una u otraforma, el tema de las instituciones sociales. Es por ello que, tras analizar eltopos de lo que se entiende por institución, con la intención de diferenciarla noción, se analizan sintéticamente las conceptualizaciones de institución

de los enfoques empírico – positivista, crítico - dialéctico, hermenéutico –existencial, y metafísico – realista.Palabras clave

Dialéctica, antropología, institución social, institución moral, estatismo.

AbstractThe initial review of the literature for this study allowed us to recognizefour different philosophical approaches that support the same amountof sociological paradigms. Such paradigms are concurrently present inother human sciences that deal with the topic of social institutions inone way or another. Therefore, after analyzing the topos of the notioninstitution, and with the intention of distinguishing this notion, wesynthetically analyze the conceptualizations of institution as proposedby the following approaches: empirical-positivist, critical-dialectic,hermeneutical-existential, and metaphysical-realistic.Key words

Dialectic, anthropology, social institution, moral institution, statism.

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Problema de investigación y método

El tema de las instituciones sociales resultaampliamente abordado, especialmente en ciertoscampos del conocimiento tales como la economía,la sociología, la ciencia política, el derecho, lasciencias de la educación, la administración. Pero,paradójicamente, la esencia misma de lo que es

la institución, es un tema poco, superficial, otangencialmente abordado. Un enfoque de esteorden fundamental, esencial, conceptual, es elpropio de la filosofía, y en esta perspectiva sedesarrollará la investigación a la que aquí se alude.

Un enfoque filosófico sobre la cuestión de lasinstituciones sociales es no sólo de capitalimportancia para la filosofía misma, sino que resultaimprescindible para los demás campos delconocimiento que consideren el tema de lasinstituciones, en tanto que se configura como el puntode partida explícito o implícito, según el cual elposterior desarrollo del análisis institucional cobracoherencia y sentido.

Dos problemas acerca de las institucionessociales se plantean en la presente investigación detipo filosófico. El problema teórico, que se preguntapor la esencia de lo institucional: ¿qué es y qué noes una institución?; y el problema práctico, que sepregunta por el papel esencial y profundo quedesempeñan y pueden desempeñar las institucionesdentro del complejo social y con relación a laspersonas en su singularidad: ¿cómo influyen lasinstituciones en la sociedad y en la persona?

El primer problema es específicamenteontológico, el segundo, en tanto que filosófico, esfundamentalmente ético. En cuanto cuestión ética,las instituciones serán revisadas y reflexionadasen su teleologicidad y axiologicidad, así como supapel en la configuración de los diferentes ethos

públicos y privados. En el plano ontológico, unaontología de lo humano será condicióndeterminante de la ontología de lo institucional. Detal manera que una revisión de los supuestosantropológicos, tanto como de la categoríametafísica del orden, serán los puntos de partidadel análisis ontológico de la institución social.

Si bien la metodología básica y primera detoda investigación filosófica es la revisiónbibliográfica, y el análisis crítico de los postuladosde los diferentes autores en su coherencia y ensu adecuación con la realidad, esta investigación,en su etapa inicial de sintetización del estado delarte, presenta dos particularidades metodológicas.

Dado que la mayor parte de la teoría existenterespecto el tema en cuestión no es de carácterfilosófico, es necesario hacer un ejercicio deexclusión de lo no-filosófico y depuración de lofilosófico, de entre los postulados de las diversasáreas del conocimiento, hasta poder encontrar elpunto donde inducir qué concepción esencial delser de las instituciones está explícita, implícita olatente en el fondo de los diversos postulados delas diferentes áreas del conocimiento. En esteejercicio de depuración conceptual, el caminorecorrido consiste en identificar primero las visionesde las diversas tendencias en las distintas disciplinasde ciencias humanas, con los paradigmassociológicos más generales, para luego asimilaréstos a posturas filosóficas fundamentales.

Como segunda precaución metodológica, seadoptó un análisis semántico precedente, del queaquí se transcribe un resumen. Prevenciónlingüística que, más allá de su carácter preventivo,coincide felizmente, de una u otra forma, con elprimer paso de la forma de proceder de algunasdistintas tradiciones filosóficas, como la aristotélica,fenomenológica y analítica. Por lo tanto, paracomprender más fácilmente el término institución,debe iniciarse por un acercamiento a la nocióncomún, luego a la etimología, y finalmente, podránya ser identificadas las conceptualizaciones hechaspor las ciencias humanas y la filosofía.

Posterior al estado del arte, se estudiaránlos resultados obtenidos con el fin de articular undiscurso coherente y propio. Con esta meta, loscriterios de juicio y selección así como dearticulación del contenido de lo hallado en lasdistintas revisiones bibliográficas, tienen susustento en los planteamientos del Dr. AlejandroLlano, quien, con su propuesta de filosofía política,

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denominada Humanismo Cívico (1999), hasuscitado los cuestionamientos iniciales que hanconducido a esta investigación:

Tanto el concepto luhmanniano de sistema comoel habermasiano de acción comunicativa implicanuna des-ontologización del hombre y de lasociedad, que cierra el camino a unreconocimiento de las estructuras reales a las que–al cabo– apunta intencionalmente todoconocimiento. La apertura a la inteligibilidad delmundo rompe la autorreferencialidad subjetiva yamplía la capacidad de percepción y la flexibilidaddel pensamiento.

Hacia esa dirección apunta la nueva sensibilidad,para la que el descubrimiento del sentido precedea toda producción de sentido y la funda. Esteotro modo de pensar complementa y supera laesquemática y cerrada noción de sistema con lamás rica y abierta de institución. Como yaadvirtiera Arnold Gehlen, a quien la sociologíaalemana reciente debe bastante más de lo que suelereconocer, las instituciones son los auténticosórganos de exoneración de la complejidad, encuanto que incluyen en una unidadmultidimensional a los reales actores de losprocesos sociales. En lugar de intentar reducir lacomplejidad por medio de la diferenciación de lossistemas en subsistemas monofuncionales, unacabal teoría de las instituciones busca esareducción por la vía de la integración de diversasfunciones en sistemas abiertos y de lainterpenetración no autorreferencial entre sistemay ambiente, por una parte, y entre los diversossistemas, por otra. Así pues, no se prescinde de lanoción de sistema, que presenta indudablesventajas operativas, sino que se la sitúa en elhorizonte hermenéutico de las realidadesinstitucionales. (Llano, 1988, p. 38).

Introducción

La investigación propuesta: Hacia una

conceptualización humanista fundamental de

las instituciones sociales, requiere, comoprimera medida, estudiar detenidamente el topos

filosófico que permita identificar los diversosenfoques existentes que teoricen y determinenla esencia de las instituciones y su respectivo

alcance operativo. Fruto de ese estudio, es elestado del arte que a continuación se expone.

Como ha sido indicado, el mayor volumen dematerial existente corresponde a diversas áreasdel conocimiento que no son la filosofía, pero deentre las cuales se pueden identificar o inferirpostulados de tipo ontológico relativos al ser delas instituciones, correspondientes por lo tanto aun planteamiento filosófico de las mismas. Lascitaciones y ejemplos aquí identificables podríanser interminables, y llevarían en la mayor parte delos casos a las mismas conclusiones. Por ello seha preferido la austeridad en citas y ejemplos deeste tipo y la prolijidad en generalizaciones alrespecto, con la intensión de agilizar el tránsito alestudio, más detallado, de las concepcionespropiamente filosóficas. Quien esté familiarizadocon las ciencias sociales, o con una de ellas,seguramente encontrará que la concepciónsupuesta del ser de las instituciones a la que estéacostumbrado, se compagina con alguna de lasaquí inferidas.

De acuerdo con el modo de procederindicado, la revisión del material perteneciente aotras ciencias humanas, por una parte, y delespecíficamente filosófico, por otra, ha permitidoidentificar al menos cuatro enfoques distintos, loscuales, sin embargo, no han tratado de manerasistemática el tema del ser de las instituciones.Bajo esta perspectiva, los trabajos, o bien hansido amplios y profundos pero de índole nofilosófica, o bien poseen el carácter de capítulosinmersos en tratados y estudios relativos a otrostemas filosóficos. Los trabajos de tipo extra-filosófico han sido fruto de una reflexión que hapermitido reconocer la importancia de contar conuna concepción clara del ser de las institucionesen la dinámica interna de sus propias disciplinas.Ejemplos de ello son aquellos estudios que hantenido por finalidad aclarar el concepto deinstitución para fundamentar el Derecho en unaperspectiva iusnaturalista, como los estudios deHauriou, o aquellos otros que han analizado eltema para fundamentar las ciencias socialespositivas, como los de Kliemt.

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En ninguna circunstancia ha sido posible darcon un estudio riguroso, profundo y extenso quebusque sustentar teóricamente y de formaexclusiva las instituciones desde el planoestrictamente filosófico. De ahí que la revisióndel material existente haya constituido un examenlaborioso que ha llevado algo más de un año.

Con esto no se pretende señalar que se tratede una revisión concluida. Siempre cabe laposibilidad de encontrar alguna nueva aserciónen un texto de filosofía, ciencias humanas, y hastade literatura, que permita inferir toda unaconcepción referente al ser de las instituciones.Descubrimiento que sin duda sería bienvenido enesta investigación. Para el fin previsto, sinembargo, un estado del arte como el que sigue,resulta, junto con el enfoque humanista adoptado,suficiente punto de partida para poder dar inicioa la propia tarea investigativa y propositiva.

Resultados

Semántica y etimología

Al acercarse a los diccionarios genéricos seencuentran diversas notas del término institución;así, en el Diccionario de la Real Academia (2001,p. 1286) se entiende por institución un“Establecimiento o fundación de algo. Cosaestablecida o fundada.”, y de instituir se dice allímismo “Fundar una obra pía, un mayorazgo, etc.Dándoles rentas y estatutos para su conservacióny funcionamiento.”; En tanto en el Multidiccionariode la Lengua Española (Espasa-Calpe, 2005, p.202), en su sección de significados se encuentra,además de las notas ya dichas, que la instituciónes un “Organismo que desempeña una función deinterés público”, e instituir es “fundar, establecer”.En la sección de Sinónimos y Antónimos del mismoDiccionario, son propuestos como sinónimos deinstitución los términos fundación, sociedad,

organismo, asociación (p. 594) y no se indica laexistencia de algún antónimo. Por sinónimos deinstituir son propuestos fundar, instaurar, crear,

erigir, constituir, en tanto por antónimos suprimir,

abolir. (p. 594).

De lo indicado pueden señalarse las notas:surgimiento en el tiempo o novedad (fundación,establecimiento), independencia o sustancialidad(cosa establecida o fundada), materialidad ynormatividad (rentas y estatutos), pretensión deperdurabilidad (para su conservación), carácterfuncional (para… funcionamiento) carácterestructural (organismo), carácter público (interéspúblico).

Etimológicamente, el término instituciónproviene del latín, donde significabaestablecimiento bajo la locución institutio, onis.

Junto con institutum, locución que significaba algosimilar a corporación, instituto; eran términosderivados del verbo fundar, instituir, bajo lalocución instituere. (García de Diego, 1954, p. 335).La voz institutio, onis tenía además lasconnotaciones de: formación, instrucción,educación, sistema, método, doctrina, disposición,arreglo, proyecto, plan. A su vez, la locucióninstitutum, i connotaba: Designio, finalidad, asunto,materia, plan, manera de vivir, regla de conducta,plan de vida, hábitos, costumbres, pacto,estipulación, fundamento, principio. Ambaspalabras tenían su origen en el verbo latino instituo,

is, ere, tui, tutum, que designaba, entre otras, lasideas de: fijar en, establecer, preparar, construir,instituir, regular, disponer, formar, organizar algoque existe. Dicho verbo estaba compuesto de lasraíces in, preposición, y statuo (Blánquez Fraile,2002, pp. 821-822).

Statuo, uis, uere, ui, utum indicaba poneren una posición determinada, colocar, poner enpie, levantar, erigir. Dicha palabra era provenientede status, us que significaba: acto de estar enpie, situación de lo que está quieto o en reposo,condición, estatuto personal, estado jurídico. Asu vez, Status, us, se originaba del verbo sto,

stas, stare, steti, statum, (Blánquez Fraile, 2002)que tenía los valores semánticos de: estar de pie,mantenerse derecho, en una posición o inmóvil,depender de, consistir en, resuelto. La locuciónlatina de sto, tenía mucho en común con el griegoisteemi (Blánquez Fraile, 2002). En griego,isteemi significaba, entre otras connotaciones:

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colocar, disponer, poner en pie, erigir, establecer,instituir, surgir, permanecer, resistir, organizar parasí (Pabón, 1982, p. 312).

De todo ello, se recopilan las diversas notasy connotaciones indicadas, agrupándolas porextensión y similitud, resultando seis grupossemánticos: connotación substancial estática;connotación temporal-dinámica; connotación

sistemática-organizacional; connotación

social; connotación individual; connotación

mediática.

Paralelamente, hay que recalcar quecomunidad, sociedad, asociación, fundación,organización e institución, no son exactamentelo mismo. El término comunidad es el másextenso, indicando la simple aglutinación real oideal de seres humanos en torno un elementocomún. En el término sociedad, en general, laconsideración organizacional es muy ambigua, ypor ende, la consideración funcional es casi nula.La sociedad puede considerarse inclusive sinrelación a un fin, y tan sólo se diferencia de lacomunidad por su pretensión de realidad.

Asociación es un concepto que enfatiza elelemento originario voluntario y contractual,evocando un poco un carácter de igualdad, delegalidad, carácter que organización difuminadándole mayor énfasis al elemento funcional, esdecir, a un sistema, no necesariamente voluntarioo humano, dispuesto a un fin. Fundación es untérmino que, en sí mismo, hace hincapié en elmomento de origen, de nacimiento, de unainstitución. Finalmente, institución se diferenciaintuitivamente de organización en tanto que tieneexplícita la nota de pretensión de perdurabilidad,pues una organización puede ser fugaz, como laorganización en equipos de unos niños para jugarpelota, en tanto, por otra parte, institución refierea lo humano, en cambio organización puedereferir a estructuras no humanas. Ahora bien,usualmente con los términos organización,asociación, o fundación se señala funcionalmentelo mismo que con el término institución, perocomo se señaló, tienen profundas diferencias de

sentido dadas por sus respectivos significadosoriginarios. Diferencias que permiten indicar eltérmino institución como el más rico y precisopara significar las organizaciones humanas objetode la presente investigación.

El concepto de institución en las cienciashumanas

Según Macionis & Plummer (1999), losparadigmas sociológicos básicos son: el

funcionalismo, la sociología del conflicto, y el

interaccionismo simbólico. Y en la contempo-raneidad, perspectivas novedosas como las de lossupuestos racionales –elección racional y teoría

de los juegos–, neoinstitucionalismo, etno-

metodología, entre otras, son actualizacionesrevisadas, sutilizaciones, de las tres teorías básicasindicadas. Según Giddens (1997), a las tres señaladasse agrega, diferenciada, la teoría estructuralista.Macionis & Plummer (1999) identifican, además,la distinción de enfoque epistemológico, bajo lacual existe una sociología positivista, otra realista,

y otra humanista. No corresponde a la presenteinvestigación realizar un estudio pormenorizado delas diferentes tendencias teóricas en la sociología,pero sí identificar las posturas básicas que adoptanen torno a lo que son las instituciones, haciendomayor énfasis en algunas posturas que en otras,según la relevancia de sus aportes para lainvestigación que aquí se propone.

En cualquier caso, en la sociología, lainstitución es un objeto privilegiado porque lainstitución es un fenómeno social que puedeestudiarse objetivamente, pero, puesto que lasinstituciones son la substancia del fenómenosocial, las instituciones, además de ser un objetoque puede tratarse como cosa y estudiarse comoalgo objetivamente dado, son preconcebidasinterpretativamente de alguna determinadamanera. Al no ser una simple substancia dada,sino surgida en el tiempo, como producto, totalo parcial, del mismo quehacer social, suinterpretación difiere de un enfoque sociológicoa otro, y diacrónicamente al interior de losmismos enfoques.

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Para los funcionalistas la institución es unaforma que tiene el hombre de satisfacer susnecesidades, y es, siguiendo a Durkheim, la quedefine el campo mismo de la sociología. SegúnAbram Kardiner la institución es un medio peroen dirección opuesta, es el medio por el cual lasociedad actúa sobre el individuo. En elfuncionalismo, existe una gran tradición en tornoa la institución, que puede remontarse hastaWeber y su análisis de la burocracia (Weber,1977); y fundarse siguiendo a Durkheim, quienafirma que la institución es lo que diferencia lasociedad humana de las sociedades animales.Según Abbagnano, (2004, p. 609) para Durkheim,una institución es un “conjunto de normas queregulan la acción social”. Continuando la tradiciónfuncionalista, Malinowski y sus seguidores, segúncuenta Augustins (1996) tienen un conceptobastante claro de institución:

(…) en su acepción más general designa todoaquello que, en una sociedad dada, toma la formade un dispositivo organizado, tendente alfuncionamiento o a la reproducción de esasociedad, resultante de una voluntad original(acto de instituir) y de una adhesión, al menostácita, a su supuesta legitimidad.

Una institución comporta necesariamente valoresy normas (…) siempre explícitos, que tienden aengendrar entre los miembros de la sociedadconsiderada comportamientos estereotipados (…)B. Malinowski (1944) habla a este respecto de carta.Cada uno debe poder evaluar exactamente laconformidad de los comportamientos con lasnormas de la institución. Además, es frecuente(…) una estructura de autoridad particular. No esraro que posea un sistema de sanciones y unconjunto de ritos de paso… (p. 392).

Según la interpretación de Jeudy-Ballini,(1996, p. 453), para Malinowski “los finesimplicados no son nada más que necesidades.”También se habla allí del mapa, en cuanto serefiere al concepto malinowskiano decomportamiento estereotipado, que incluye en élla finalidad del grupo institucionalizado.Continuando esta corriente sociológica, Meaddiferencia la institucionalización vista

subjetivamente, de la vista objetivamente.Distinción según la cual, vista subjetivamente, lainstitución es lo que el individuo tiene de los demás,y vista objetivamente, es una fórmula organizada,preexistente y sobreviviente, pero que el individuopuede cambiar (Macionis & Plummer, 1999).

La corriente funcionalista desembocasociológicamente en la teoría de sistemaspropuesta por el alemán Niklas Luhmann. A la luzde la lectura de Llano (1988), Luhmann terminadesinstitucionalizando a la sociedad contem-poránea y futura que renuncia, y renunciaría cadavez más, a la estabilidad institucional, por sumirseen el vértigo de la complejidad sistémica. Lasfunciones de la sociedad serán asumidas por lossistemas autopoiéticos, más funcionales, flexibles,y autónomos. Dice Llano del sistema luhmanniano:“Es producto de una autopoiesis, de unaautoproducción evolutiva, de la que no es posibledar fundamentos ontológicos: se trata de un procesode diferenciación puramente funcional.” (Llano,1988, p.34).

Al otro lado de la sociología, es muy interesanteel juego dialéctico que la teoría del conflicto deherencia marxista hace en torno a las instituciones.De todo el material seleccionable, y de todas lasdiversas posiciones que al interior de la teoría deconflictos han surgido, entre las cuales cabe destacar,por su operatividad epistemológica, la teoría demicropolítica de G. Deleuze y F. Guattari; se haescogido para el presente estudio señalar el análisisque Jean Duvignaud (1974) hace en torno al temade las instituciones. Su posición será tratada másadelante, dentro de los análisis filosóficos. Por logeneral, los miembros de la teoría del conflicto sonmucho más conscientes y sensibles de su filiacióny dependencia filosófica de la escuela marxista a laque pertenecen, que otros sociólogos a susrespectivos trasfondos filosóficos. Así mismo, elmarxismo, a diferencia del positivismo, presentamuchos más cambios internos que se ven reflejadosen las concepciones esenciales de institución.

Ahora bien, el trabajo de Duvignaud, resultamucho más detallado, sintético, prometedor y,

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especialmente, enfocado en el tema esencial yno fenoménico de las instituciones, que otrasposturas de corte marxista, o de conflicto, talescomo las que Deleuze, Guattari, Derrida, pudiesenofrecer.

Dentro del denominado interaccionismo

simbólico y humanismo, puede ubicarse lapropuesta sociológica de Pierpaolo Donati (2006),denominada sociología relacional, según la cual,

Las relaciones sociales son hechos reales pero noson “cosas” (…) sin tener que ser “reificadas”como si debieran imitar la forma de ser del mundonatural. (…) fenómenos relacionales (…) queemergen a partir de un tipo específico deinteracción –mediado por ciertos valores, normas,metas y recursos- que tiene lugar en undeterminado contexto social simbólico yestructural. (García Ruiz, 2006, pp. 23 – 24)

La propuesta de Donati hace una críticacontundente a las corrientes macro sociológicasque pretenden compactar estructura y cultura enfórmulas tales como poder-conocimiento,

interés-conocimiento, o cultura-praxis, puesexcluyen la posibilidad de analizar otrasconfiguraciones posibles de relación. Estapropuesta resulta altamente relevante en elmarco de recuperar lo personal sobre losistemático o estructural.

Para la psicología social, la institución es unasituación social en la que se halla inmerso unindividuo, o una forma posible de estructura deun grupo que otorga determinados estatus yexige diferentes roles, como se da a entenderen las explicaciones de Yves Rajaud (1978),Françoise Armengaud (1978), Annie Lévy (1978)y Olivier Kaeppelin (1978).

Desde la antropología positiva, el conceptode institución adoptado es básicamente el mismoconcepto malinowskiano, como puede verseclaramente en la obra de Bonte & Izard (1996).

En Derecho, institución, es un términoconceptuado jurídicamente como herencia de la

legislación romana, pero con un sentido diferente.Siguiendo a A. J. Bahm, las instituciones son “Losmodelos de comportamiento socialmenteaceptados y reforzados por la autoridad o la ley,a diferencia de las tradiciones y costumbres (…)”(Cabanellas, 1996, p. 446). En derecho, el términoInstitución tiene otras dos acepciones muydiferentes y que no atañen directamente alpresente estudio, la institución como una antiguaforma de herencia, y la institución como un corpusdefinido de estudio de la jurisprudencia. En unsentido histórico-jurídico, además, institucionesera el título dado al compendio legislativo-didácticoque Justiniano y otros legisladores y estadistasbizantinos redactaron o mandaron redactar.

En el ámbito político y económico, eldenominado neoinstitucionalismo, de granexpansión en el mundo anglosajón, ha desarrolladouna especie de teoría de las instituciones,desarrollada en el plano fenoménico, es decir,desde el análisis de los fenómenos comprobables.A esta corriente pertenecen, entre otros, teóricostales como Douglas C. North, Gary S. Becker,Ronald H. Coase, Anthony Giddens, Walter Powelly Paul J. DiMaggio. Existe abundante bibliografíareferente al estudio del neoinstitucionalismoeconómico y político; la revista de economía

institucional, publicada por la Universidad delExternado de Colombia, es un ejemplo en lenguaespañola. En un artículo allí publicado, afirmanNelson y Sampat (2001, p. 21) “el nuevo análisisinstitucional en ciencia política (Hall y Taylor, 1994)se ocupa de las estructuras que inducen y guíanlas estructuras colectivas”, y se ha estudiado cómose forman las estructuras institucionales queabordan o impiden el uso excesivo o mal uso delos recursos comunes, dando una idea del enfoqueque adoptan estos estudios económicos.

En cuanto a la noción esencial de institución,la definición de Douglas C. North puedeconsiderarse la paradigmática de los estudioseconómicos: “Institutions are the rules of thegame in a society or, more formally, are thehumanly devised constraints that shape humaninteraction”1 (Acemoglu, 2004, p. 9). En tanto,

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para Rawls el marco de instituciones decualquier sociedad tiene “tendencias acumu-lativas, sociales, históricas y naturales” (Rawls,2003, p. 46). De dichas instituciones, hay unasmás generales y fundamentales, que Rawlsaglutina bajo el concepto de estructura básica,“Por estructura básica entiendo las principalesinstituciones políticas, sociales y económicas deuna sociedad.” (Rawls, 2003, p. 36), conceptoque es fundamental en su argumentación de lajusticia como imparcialidad. Sin embargo, Rawlsno conceptualiza ontológicamente el concepto deinstitución, adoptando, aparentemente, elconcepto funcionalista.

De esta forma, puede generalizarse que,dentro de las ciencias sociales y humanas, algunasaquí caracterizadas, el concepto de instituciónadopta una serie de connotaciones propias de loque por tal conceptualizan los distintos paradigmassociológicos. En este sentido, el paradigmapositivista o empírico, abarca la inmensa mayorparte de disciplinas, tales como las cienciaspolíticas, la antropología, la gestión o administracióny la economía. El paradigma del conflicto abarcaprincipalmente las ciencias de la educación y lasociología, aunque también se haya presente enciertas corrientes de la antropología y del derecho,de corte estructuralista. El paradigma relacional,o de interaccionismo simbólico, tiene gran vigenciaen el ámbito de las ciencias de la comunicación.

Enfoques filosóficos

Se señaló la primacía del enfoque positivistao empírico en la espistemología de las cienciassociales. Pues bien, dicho enfoque tiene un fondofilosófico, y por lo tanto, una concepción esencialde lo que son las instituciones. Harmut Kliemt ensu libro Moralische Institutionen –Empiristische

Theorien ihrer Evolution, editado en 1985,traducido al español como Las instituciones

morales. Las teorías empiristas y su evolución

(1986), analiza pormenorizadamente el conceptoy la concepción que desde el empirismo, sustratofilosófico profundo del positivismo, se tiene de lainstitución.

Kliemt (1986) identifica como parte de estamisma tradición a la actual Teoría de los Juegos,

y sus representantes, así como a Quine, y enalguna medida a Rawls, y cita a otros numerososautores, antecesores suyos, tales como HansAlbert (1977), Viktor Vanberg (1975), AlfrenBohnen (1975), Karl Dieter Opp (1979), WernerRaub y Thomas Voss (1981), de todos los cualesdice “Podrían mencionarse fácilmente otrosautores (...)” pero “Este trasfondo esesencialmente científico-social y metodológico yno filosófico-moral en sentido estricto” (Kliemt,1986, p. 6). Él arguye la importancia y el valorde realizar un estudio filosófico tal, el que él mismoemprende, y su posibilidad:

es posible reconstruir una línea coherente deargumentación empirista que se remonta hastaHobbes, que en su totalidad conduce a unaplausible perspectiva empirista de las institucionesmorales, al concebirlas como instituciones socialesespecíficas y, en el sentido amplio de esteconcepto, “explicarlas” evolutivamente sobre unabase empirista-individualista (Kliemt, 1986, p. 7).

Kliemt diferencia a las instituciones socialesen general, las que define como las organizacionescreadas por los hombres mismos sobre las cualesse sustenta la convivencia humana (Kliemt, 1986,p. 11), y dentro de ellas, las instituciones morales,que vienen a ser todos los fenómenos morales,pues para el empirismo, todos estos hechos sonentendidos como institucionales, por lo tantosubjetivos e históricos, no objetivos y naturales.

El mismo Kliemt reconoce la importancia deun punto de partida antropológico para lacomprensión de las instituciones “Ciertamente,todo sistema social de instituciones tiene queremontarse, en última instancia, de algunamanera a disposiciones ‘naturales’ delcomportamiento humano” (Kliemt, 1986, p. 110).En este sentido, el fondo de la antropología latenteen la visión empirista es eminentementehobbsiana, con su consabido individualismo. Sinembargo, Kliemt identifica latente la concepciónde Shaftesbury, que afirma la tendencia humanaal altruismo. Estas dos antítesis fueron sintetizadas

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entonces por Hume, “Por así decirlo, Hume seencuentra con una pierna teórica en el terrenode la concepción hobbesiana con la que se sienteafín, mientras que con la otra, apoyada en lasreflexiones de Shaftesbury, mentiene elequilibrio” (Kliemt, 1986, p. 34); de esta manera“es posible conciliar una tendencia al egoísmocon respecto al ámbito lejano y una tendencia alaltruismo con respecto al ámbito próximo.”(Kliemt, 1986, p. 34).

Para entender plenamente esta conciliación,y su posterior ampliación a las formasinstitucionales, es necesario identificar lospreceptos gnoseológicos supuestos. Para empezar,la distinción, propia de Hume, entre los juicios dehechos, y por otra parte los juicios deontológicos,o de deber-ser, que no encuentran directo asideroen los hechos. En segundo lugar, la concepciónempirista del papel de la fantasía y la imaginaciónhumanas en los procesos de conocimiento einterpretación del mundo, pues “De acuerdo conla concepción empirista, las correspondientes ideasde una determinación externa al proceso,independiente de los intereses, de las institucionessociales adecuadas, son sólo productos falsos dela fantasía humana.” (Kliemt, 1986, p.166, 169).El rechazo a la causalidad metafísica, originariode Hume, que es suplido en los modernosempiristas por el concepto de desarrollo: “Sólo lacomprensión del proceso de desarrollo posibilitala renuncia a una explicación metafísica de laaparente “objetividad” de los hechos tradicionalesen general y de los hechos “institucionales” de lasreglas o de las normas en especial.” (Kliemt, 1986,p 111, 112), relativizando por ello el concepto denatural aplicable a lo humano.

De esta forma, se soluciona la visión empíricade las instituciones como aquellos actos humanosque se realizan por la mezcla del altruismo en elámbito próximo, y el egoísmo en el ámbito lejano,mezcla hecha en función de los mismos interesesde progreso y paz del hombre. Posterior a lo cual,una vez surgida la institución, y desarrollada éstaen el tiempo, la fantasía e imaginación humanasse encargan de ver ese desarrollo supraindividual

como objetivo y autónomo, lo que Kliemt entiendecomo el argumento de la objetividad (Kliemt,1986). Pese a lo cual las instituciones, ningunasde ellas, ni aún las costumbres morales, pierdennunca su carácter convencional y egoísta,manteniéndose en un relativamente estable estadode equilibrio reflexivo.

Estabilidad reforzada por las leyes ycoacciones, según el argumento analítico de la

intersubjetividad (Kliemt, 1986), siendo éstas asu vez reforzadas por los sentimientos de simpatíay rechazo asimilados por las personas, una vezque ellas han sido educadas en los sistemasinstitucionales de estímulos, y sus reglas de juego“Por más que éstas se remonten a instintosnaturales, una vez que se ha formado el contextosocial, desarrollan su pleno vigor sólo dentro de unsistema generalizante de presión y contrapresión,creado artificial y lentamente, a partir de pequeñosgrupos.” (Kliemt, 1986, p. 104).

La obra de Kliemt, centrada principalmenteen la conceptualización de lo moral como instituciónsubjetivamente histórica, tiene un gran interés parael estudio de lo que podría denominarse unparadigma empirista de la acción. Para elanálisis y comprensión de lo que son lasinstituciones sociales conceptualmente, serámenester profundizar en los puntos ya reseñados,de la tradición empirista.

Ahora bien, antes se afirmó la sensibilidaddel paradigma del conflicto en sociología, conrelación a su enfoque filosófico, de origenmarxista. En este sentido, Jean Duvignaud(1974), en el artículo de la obra titulada La

sociologie, guide alphabétique, dedicado a lasinstituciones, ofrece una excelente síntesis dela concepción de origen marxista de lo que sonesencialmente las instituciones.

Duvignaud distingue claramente el sentidoen el que las instituciones son estudiadas desdela sociología y las ciencias sociales, “Laexterioridad o la interioridad de las institucionesno constituye el problema central de la sociología.

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Es más pertinente el problema de saber cómoel conjunto de las determinaciones socialesatraviesan la institución, y recíprocamente cómolas instituciones actúan sobre el conjunto de lasdeterminaciones sociales.” (Duvignaud, 1974,p. 244), determinaciones sociales que vendríana ser “La relatividad de las instituciones en eltiempo y en el espacio, las relaciones quemantienen con los sistemas culturales y con losmodos de producción” (Duvignaud, 1974, p.244). De tal manera que la interioridad y

exterioridad de las instituciones vendría a ser,desde esta perspectiva, el objeto de estudiopropio de la filosofía.

La antropología aquí supuesta, es,naturalmente, una antropología materialista.Igualmente hobbesiana e individualista, si bienpadece de la superposición del valor de la justiciacomo igualdad, por encima de cualquierindividualismo. En tanto gnoseológicamente, lavisión marxista está apoyada en la premisa de ladialéctica más que de la prueba empírica. Ladialéctica entendida como el método porexcelencia, tanto de la realidad, como delconocimiento, como de la acción. Siendocoesencial a la dialéctica, la crítica.

Entendido esto, cabe la conclusión deDuvignaud, según la cual “Se comprende ahoraque no solamente es inútil sino antididácticoofrecer una definición firme de la institución.”(Duvignaud, 1974, p. 249), pues, para él, “puedey debe sustituir un concepto decididamentedinámico, negativo y contradictorio, en unapalabra, más dialéctico.” (Duvignaud, 1974, p.249), según acusa él mismo, al contrario delconcepto tímidamente reformista de Mauss yFauconnet en la segunda edición de la granenciclopedia (Duvignaud, 1974, p. 249). Estáclaro que el sentido que toma Duvignaud de ladialéctica, es el sentido fuerte, similar al deAdorno o Derrida, y por esto el concepto deInstitución que de aquí se derive seráclaramente distinto del concepto de institucióndel empirismo en su proyección positivista, comoel mismo Duvignaud lo hace notar.

El carácter educativo de toda institución, ysu mediación simbólica, están claramenteafirmados por Duvignaud,

Pero una visión funcional y funcionalista de lasinstituciones disimula el efecto principal de suestructura, que es un efecto simbólico en elproceso de reproducción de las relaciones sociales(...) todas las instituciones, sean cuales sean lasclasificaciones antiguas o modernas que sepropongan para diferenciarlas, son “educativas”a su manera y en sí mismas (...) por el sólo efectode su duración que estructura las relacionessociales en el sentido de las pertenencias yreferencias segmentarias instituidas. (Duvignaud,1974, 246).

Como medios de reproducción simbólica

indentifica Duvignaud: modos específicos desocialización, soportes ideológicos y organizativos,medios de presión, criterios de pertenencia yreferencia.

Duvignaud encuentra que las institucionesen general “tienen siempre una base material,

simultáneamente económica, organizativa,social.” (Duvignaud, 1974, p. 245), sin embargo,según él mismo, difiere esta afirmación dematerialidad de la de Malinowski, en el sentidoen el que, para el marxismo, “las superestructurasactúan sobre las infraestructuras (...) de la mismamanera que las infraestructuras actúan sobre lassuperestructuras” (Duvignaud, 1974, p. 245), esdecir, se encuentra una relación dialéctica, y nolineal, de simple base o sustrato unidireccional.

De las críticas que hace el autor, es digna demencionarse la que hace al funcionalismopositivista, al que le acusa de dar primacía a lanorma sobre la relación, en compatibilidad con lapropuesta de Donati (2006), “es cierto, de todasmaneras, que ha habido error y deslizamientoteórico a partir del momento en que las normas

sociales se han adelantado a las relaciones socialespara dar un contenido a la idea de institución.”(Duvignaud, 1974, p. 243), y en la que señala laincompatibilidad entre la necesidad de coacción yla de acuerdo “Pero si la coacción es indispensable

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para la supervivencia de estas instituciones ¿quénecesidad hay de un acuerdo general con sususuarios?” (Duvignaud, 1974, p. 243).

Critica también la pretensión que se sentó,dentro del mismo criticismo, en proponer al grupo

como la antiinstitución, propuesta según la cual“El grupo es la anti-institución, el consensoprivilegiado en detrimento de la coacción exterior,la solidaridad en detrimento de la continuidad, laespontaneidad en detrimento de la organización,la creatividad en detrimento de la alienación, lacomunidad en detrimento de la sociedad, lo vividoen detrimento de la objetividad, la afectividad endetrimento de la política.” (Duvignaud, 1974, p.248); a la que antepone Duvignaud los estudiosde la psicoterapia y la pedagogía institucionales,en los cuales se apoya para dar su contundentecrítica “En realidad, la instancia anti-institucionaldel grupo es fantasmática; este fantasma procededel descononocimiento de las particularidadesinstitucionales que permiten la existencia delgrupo” (Duvignaud, 1974, p. 248).

Así mismo, del socioanálisis afirma quepretende establecer al inconciente como sujeto dela historia, y de “desalojar el sujeto de la institución,es decir, el conjunto de las fuerzas sociales queactúan en una situación aparentemente gobernada”(Duvignaud, 1974, p. 248).

Duvignaud identifica entonces a la institucióncomo “el lugar donde se articulan, se hablan, lasformas que toman las determinaciones de lasrelaciones sociales.” (Duvignaud, 1974, pp. 250-251), teniéndola entonces por sujeto dialéctico dela historia. En este sentido, dice “El sujeto de lahistoria ya no será, a partir de entonces, un espírituabsoluto encarnándose en las instituciones, sino laacción instituyente de las masas contra el ordeninstituido.” (Duvignaud, 1974, p. 248), afirmaciónque depura con el tercer elemento, la negaciónpor la institucionalización de lo instituyente “Conestos tres momentos de lo instituido, loinstituyente y la institucionalización, el conceptode institución se inscribe como útil de análisis delas contradicciones.” (Duvignaud, 1974, p. 251).

De esta manera, su posición fundamental consisteen que la dialéctica social estructural debe ser unaconstante espiral de negaciones realizadas por loinstituyente a lo instituido, y por la instituciona-

lización a lo instituyente.

Finalmente, identifica tres momentos queotorgan distintos contenidos al concepto deinstitución. El momento de la universalidad, el dela particularidad, y el de la singularidad. Así,

en su momento de la universalidad, el concepto deinstitución tiene por contenido la ideología, lossistemas de normas, los “patterns”, los valores queguían la socialización. (...) en su momento de laparticularidad, el contenido del concepto deinstitución no es otro que el conjunto de lasdeterminaciones materiales y sociales que van anegar la universalidad imaginaria del primermomento. (...) en su momento de la singularidad,finalmente, el concepto de institución tiene porcontenido las formas organizativas, jurídicas oanómicas, necesarias para alcanzar ese objetivo (...)o determinada finalidad” (Duvignaud, 1974, p. 250).

Duvignaud, en su breve pero profundo artículorespecto la institución ha señalado rutasinteresantes de análisis, tales como lo educativo,lo simbólico, lo universal – particular – singular;así como histórico – dinámico, la relación entrecoacción y consenso, entre otras que prometenser fructíferas en el estudio sobre las instituciones.

Maurice Hauriou fundó, en la transición delsiglo XIX al XX, una escuela de filósofos delderecho que centraron su preocupación en eltema de las instituciones. Dichos filósofos teníancomo finalidad justificar el derecho mismo. Alanalizar las instituciones tenían en mente un finextrafilosófico: sustentar epistemológicamente alderecho. Esto se vio reflejado en los resultadosmismos de sus investigaciones, resultados que seenfocaron principalmente en el nivel deobjetividad de las instituciones, y en el criterio deidentificación del momento jurídico de las mismas.

La obra de Hauriou es de una gran profundidade interés. Su estudio directo ha permitido identificar

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elementos de gran importancia. En tanto el estudiogeneral de dicha escuela se ha facilitado por lalabor del prologuista de la obra en lenguaespañola de Hauriou, Arturo Enrique Sampay y,principalmente, por la obra de recopilación queDesqueyrat realizó en 1933.

Arturo Enrique Sampay, prologuista, editory traductor al español de la obra de MauriceHauriou La teorìa de la institución y de la

fundación. Ensayo de vitalismo social. (1968),estudió detenidamente el desarrollo de la teoríade las instituciones en los institucionalistasfranceses de la primera mitad del siglo XX,haciendo un recorrido por el desarrollo delpensamiento de estos filósofos del derecho.Discípulos directos de Hauriou, fueron: GeorgesDumesnil que con Du rôle des concepts dans

la vie intellectuelle et morale, presentada en1892 como tesis de grado, establece lo que seránlos sustratos metafísicos de este grupo que, juntocon Frédéric Rauh, Victor Delbós y Jean Jaurés,son los personajes a quienes Hauriou (1968)denomina como los del Café de la Paix. Comúna todos ellos será afirmar que la moral, y por lotanto, las instituciones, no están dadas porcostumbre inerte, ni proyección subjetiva, sinoque se sustentan en la naturaleza humana comocapaz del bien y del mal.

En este sentido, Louis Le Four (1933), haafirmado claramente la filiación metafísica detodos estos autores, desde la cual afirma:

L’institution est une idée directrice qu’on tantede réaliser à plusieurs. Celle idée ne peut être, ouplus exactement, ne doit être que conforme aubien commun, qui est le but du droit et mêmeaussi de la morale, de la morale sociale du moins.2

(p. XV).

Para Desqueyrat resulta evidente el ordena-miento del conjunto de las instituciones en virtudde una jerarquía de valores como fuente deordenamiento de las diversas instituciones y lasinstituciones en sí mismas, identificando así, y talvez sin ser muy conciente de ello, el punto dequiebre de todo debate macropolítico,

La hiérarchie des buts et des institutions se trouvesuspendue à un dernier but, á une institution ultimequi commande toute la série. Pour Duguit, ce dernierbut est la solidarité. Pour l’ecole de Nancy, il est leBien commun. Mais nous sommes toujours enprèsence d’une hiérarchie de valeurs. La questionqui se pose alors est de savoir si la raison peutjuger des valeurs et, dans l’affirmative, quelle est laveleur suprême. Qu’on le veuille ou non, il autprendre parti.3 (Desqueyrat, 1933, p. 319, 392).

Desqueyrat profundizó en los “ires y venires”internos de la teoría de las instituciones en laperspectiva de la escuela del Café de la Paix ysus polemistas en el ámbito de la filosofía delderecho, para, mediante una crítica a éstos,estructurar su propio análisis al tema de lasinstituciones.

Siguiendo este camino, la principal crítica quehace Desqueyrat a Hauriou y sus discípulos, secentra en el casi absolutismo al que se acercan,pues si bien estaban en contra del absolutismoestatista de autores como Rousseau o Kant, seallegaban peligrosamente a un absolutismoinstitucional o corporativo. Dicha crítica la sustentaen dos pilares que trata extensamente, y que suprologuista, Louis Le Fur, ha sabido sintetizar. Unprimer pilar sería, afirma, conceptualizar lainstitución como institución-persona, según elgusto de Hauriou, afirmando de sobremanera suautonomía, y por lo tanto, su identidad vital, de lacual, diría Desqueyrat “Tout ce qui existe a

évidemment une réalité, mais n’est pas pour

cela un être vivant”4 (Le Fur, 1933, p. XII). Ensegundo término, la sobreexaltación de Hauriou ala voluntad colectiva, de la cual dirá Desqueyrat

Une volonté ou un but collectif ne son pas parcela même nécessairement bons. Il ne faut done niexalter sans limites la volonté collective (enlaquelle se résume en somme l’institution,puisqu’elle consiste en une oeuvre entreprise àplusieurs), ni, en présence d’une volontè collectivede ce genre, dénier tout rôle à la volontéindividuelle.5 (Le Fur, 1933 p. XI).

Desqueyrat también critica duramente aDelos por querer hacer de la institución la

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fundamentación absoluta y exclusiva de lafilosofía del derecho, y a Renard por acercarsedemasiado a la teoría contractualista del origende la institución, y por hacer pagar al individuo elcoste del ajuste de lo individual a lo social,acercándose demasiado a un colectivismo(Desqueyrat, 1933).

Desqueyrat hace una recopilación de lodicho acerca de las instituciones, encontrandoque, si bien hay un largo pasado relativo al tema,en tanto las nociones de bien común y pacto socialeran ya presentes desde Aristóteles y losempiristas ingleses, respectivamente, fueronHauriou y Rigaud quienes dieron al concepto deinstitución su primera expresión clara y biendesarrollada.

El mismo autor, además de las críticas descritas,realiza igualmente una más con respecto a lasimplicaciones jurídicas de los postulados de unosy otros. Pero lo más importante del trabajo deDesqueyrat, es, por una parte, la identificación claray precisa de la fusión de la metafísica y la técnica

en la cuestión de la institución “Ainsi lamétaphysique et la technique se trouvent liées danstoute théorie objectiviste de l’institution”6 (Desque-yrat, 1933 p. 158); entendiendo por técnica loprocedimental – jurídico, y lo estructural– político,y por metafísica su ordenamiento axiológicoinevitable. Y por otra parte, Desqueyrat invitaconstantemente, y él da un primer paso algo tímido,a pensar la institución independientemente de losintereses y disciplinas ajenos a ella y la filosofía.

Maurice Hauriou tiene el mérito de habersistematizado el tema de la institución como loafirmo Desqueyrat, tema que trató por vezprimera en Science social traditionnelle (1896),luego en L’institution et le droit statutaire (1906),y finalmente, en La théorie de l’institution et

de la fondation (1925).

Además de las ideas ya comentadas por mediode sus críticos y discípulos, como su importantedistinción entre institución-persona e institución-

cosa, el concepto que llega a elaborar Maurice

Hauriou respecto la institución, está cargado deimplicaciones. Con relación a la primacía entre laregla de derecho, y la institución, afirma Hauriou lasegunda, dado que “si el medio social estuvieradotado de un poder creador, la regla de derechosería un deplorable instrumento de creación, porqueel principio que existe en ella es un principio delimitación.” (Hauriou, 1968, p. 37).

En cuanto a la objetividad o subjetividad de lainstitución, dice Hauriou

Es evidente el error fundamental de toda estaconstrucción: consiste en tomar la reacción por laacción y la duración por la creación; los elementossubjetivos son los que constituyen las fuerzascreadoras y, por lo tanto, la acción; los elementosobjetivos (...) no son sino elementos de reacción,de duración y continuidad (...) es necesario dejarjuntos de lado al sistema totalmente subjetivo y altotalmente objetivo, porque han tomado el uno laacción por la duración, y el otro la duración por lacreación. (Hauriou, 1968, p. 38).

Desafortunadamente, de la profunda definicióninicial de institución que elabora Hauriou, “unainstitución es una ida de obra o de empresa que serealiza y dura jurídicamente en un medio social;para la realización (...) se organiza un poder (...)se producen manifestaciones de comunióndirigidas por órganos del poder y reglamentadaspor procedimientos” (Hauriou, 1968, p. 39, 40), eldesarrollo posterior de las diferentes notas en estadefinición enunciadas, no alcanza la profundidadfilosófica deseada, seguramente porque el interésespecífico de Hauriou es argumentar que “Elverdadero elemento objetivo del sistema jurídicoes la institución (...) el elemento objetivo subsisteen el corpus de la institución y este solo corpus,con su idea directriz y su poder organizado, esmuy superior en virtud jurídica a la regla dederecho, porque son las instituciones las quedeterminan las reglas de derecho” (Hauriou, 1968,p. 76, 77), y en este sentido, sus análisis estánencaminados a mostrar la objetividad de lainstitución y su prelación jurídica.

Finalmente, Hauriou identifica los momentosde nacimiento, vida y muerte de una institución,

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y los caracteriza un poco. Con respecto a lainstitución-cosa habla muy poco y enfatiza en lainstitución-persona, mirando, desde la perspectivade la epistemología del derecho, no sinimplicaciones filosóficas, cómo se dan en ella lacontinuidad, la distribución del poder, la comuniónconsensual, el procedimiento, la idea directriz, elfin y la función.

Paul Ricoeur, en su obra, Soi-même comme

un autre, pretende sustentar la ética partiendo delanálisis hermenéutico del sí mismo. Y de estabúsqueda concluye afirmando que “Llamemos‘intencionalidad ética’ a la intencionalidad de

la ‘vida buena’ con y para otro en instituciones

justas.” (Ricoeur, 1996, p. 176). Afirmación quesustenta paso a paso a lo largo del libro, obligándoloa teorizar el concepto de institución.

Ricoeur escribe entonces, en clave dedialéctica hermenéutica y existencial, por lo quesu antropología consiste en el reconocimiento desí mismo, mediante el otro. Aquí, el concepto deidentidad narrativa, como la capacidad dedecirse a sí mismo a otro, es fundamental. Elúltimo capítulo de la obra de Ricoeur, su décimoestudio, tiene por título ¿Hacia qué ontología?,y su pretensión es precisamente, una antropologíatal cual ha sido descrita. En cuanto a lasinstituciones, Ricoeur dedica la tercera parte desu séptimo estudio, el sí y la intencionalidad

ética, y, relativamente, la primera parte de sunoveno estudio, Institución y conflicto.

El criterio gnoseológico que fundamenta todala obra de Ricoeur, es por él denominado comoatestación. “la noción de atestación por la queentendemos caracterizar el modo ‘aléthico’ (o‘veritativo’) del estilo apropiado a la conjuncióndel análisis y de la reflexión, al reconocimientode la diferencia entre ipseidad y mismidad, y aldespliegue de la dialéctica del sí y del otro”(Ricoeur, 1996, p. XXXIV). La atestación tieneun carácter de confianza y de verdad que sesobrepone a las propuestas escépticas, odeconstruccionistas, pero permanece frágil, según“una fragilidad específica a la que se añade la

vulnerabilidad de un discurso consciente de sufalta de fundamento. Esta vulnerabilidad seexpresará en la amenaza permanente desospecha, sin olvidar que la sospecha es elcontrario específico de la atestación.” (Ricoeur,1996, p. XXXVI).

Ricoeur busca también reivindicar laveracidad de los predicados deontologícos,desacreditados por la ruptura Humeana, apro-piándose de la argumentación analítica que alrespecto realiza MacIntyre (1987), para luegosustentar un horizonte de articulación de la éticateleológica, de corte aristotélico, con la éticadeontológica, de corte kantiano.

La muy significativa propuesta de Ricoeural respecto, puede resumirse así,

se establecería entre las dos herencias una relacióna la vez de subordinación y de complementariedad,reforzada, en definitiva, por el recurso final de lamoral a la ética (…) ¿En qué afecta a nuestro examende la ipseidad esta articulación de un géneroparticularísimo entre objetivo teleológico y momentodeontológico? (...) al objetivo ético corresponderáprecisamente lo que llamaremos, en lo sucesivo,estima de sí, y al momento deontológico, el respetode sí. (Ricoeur, 1996, p. 175).

Posteriormente arguye su definición de laintencionalidad ética de la siguiente manera

Y, si la estima de sí extrae efectivamente su primerasignificación del movimiento reflexivo por el quela valoración de ciertas acciones estimadas buenasse vuelve hacia el autor de estas acciones, estasignificación sigue siendo abstracta mientras lefalte la estructura dialógica introducida por lareferencia al otro. A su vez, esta estructuradialógica sigue estando incompleta fuera de lareferencia a las instituciones justas. (Ricoeur, 1996,p. 176, 177).

A partir de la cual se hace necesario pensarlas instituciones, no como algo objetivamentedado, sino como el punto de referenciaindispensable para completar el panorama derealización del sí mismo. Esto porque, si bien el

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reconocimiento del otro se hace pleno en laamistad hasta llegar a lo más profundo de laintimidad,

La amistad no es, sin embargo, la justicia, en lamedida en que ésta rige las instituciones, y aquélla,las relaciones interpersonales. Por esta razón, lajusticia abarca a numerosos ciudadanos, mientrasque la amistad sólo admite un número pequeño demiembros; además, en la justicia, la igualdad esesencialmente igualdad proporcional, habidacuenta de la desigualdad de las contribuciones,mientras que la amistad sólo reina entre gente debien e igual rango; en este sentido, la igualdad espresupuesta por la amistad, mientras que, en lasciudades, sigue siendo un blanco que hay quealcanzar. (Ricoeur, 1996, p.191)

De esta forma, Ricoeur entiende porinstitución “la estructura del vivir-juntos de unacomunidad histórica –pueblo, nación, región, etc.,estructura irreducible a las relaciones interper-sonales y, sin embargo, unida a ellas en un sentidoimportante, que la noción de distribución permitiráaclarar después.” (Ricoeur, 1996, p. 203); nociónesta que sustenta en las propuestas de Ricoeur,la importancia de la inclusión de los terceros, enel reparo de la diferencia originaria, de parte dela exigencia de igualdad propia de la justicia.

Por otro lado, para Ricoeur, “La idea deinstitución se caracteriza fundamentelmente porcostumbres comunes y no por reglas coaccio-nantes. De este modo, somos llevados al ethos

del que la ética toma su nombre.” (Ricoeur, 1996,p. 203), y esto lo sustenta retomando el conceptode poder de Arendt, concepto entendido como laproyección del trabajo en un espacio común, quees muy distinto del poder de dominación. DiceRicoeur, “Según Arendt, el poder procededirectamente de la categoría de acción en cuantoirreducible a las de trabajo y de obra: esta cate-goría reviste una significación política (...) sisubrayamos, por una parte, la condición depluralidad y, por otra, la de concentración.”(Ricoeur, 1996, p. 203). Por pluralidad entiende“la extensión de las relaciones interhumanas atodos los que el cara a cara entre el “yo” y el

“tu” deja fuera como terceros.” (Ricoeur, 1996,p. 204), terceros que por la institución devienenen terceros incluidos, en el horizonte existencialdel sí mismo.

“Esta inclusión del tercero, a su vez, no debelimitarse al aspecto instantáneo del querer obrarjuntos, sino desarrollarse en la duración. El poderrecibe esta dimensión temporal precisamente dela institución. Y ésta no concierne sólo al pasado,a la tradición, a la fundación más o menos mítica,(...) concierne aún más al futuro, a la ambición dedurar, es decir, no al pasar sino al permanecer.”(Ricoeur, 1996, p. 204), así es como la instituciónse configura en portadora de la tradición y laperdurabilidad, no por medio de una relación depoder excluyente heredada, sino de una pretensiónde convivencia e inclusión anhelada.

Para Ricoeur, la institución entendidadistributivamente, es decir, como pretensión decompartir los favores de la amistad al tercero, seconstituye como el puente de unión entre el planointerpersonal y el plano de la sociedad. Laigualdad proporcional, es decir, la justicia, tieneen lo social el papel que la solicitud tiene en lopersonal. Sacar al sí mismo de su solipsismo, yllevarle a su autoidentificación y respeto en elotro y por medio del otro. La solicitud hace delotro un rostro, para Ricoeur, la igualdad, latenteen el seno de las instituciones, hace de los otros

un cada uno (Ricoeur, 1996, p. 211 ss).

Así mismo, Ricoeur establece la importanciaética de la institución, encontrándola comoresponsable de una especie de prudencia, osabiduría práctica acumulativa, a nivel social,utilizando para ello el concepto Hegeliano deSittlichkeit: “la Sittlichkeit hegeliana –quetambién echa sus raíces en las Sitten, en las‘costumbres’- se presenta como el equivalentede la phrónesis de Aristóteles: una phrónesis

de varios, o más bien pública, como el propiodebate” (Ricoeur, 1996, p. 285).

Es importante recalcar, para finalizar estareseña a la propuesta de Ricoeur, el carácter

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supra-relacional de la institución, pero nosubstancial, de tal manera que “La institución encuanto regulación de la distribución de lasfunciones, por tanto en cuanto sistema, es muchomás y otra cosa distinta que los individuosportadores de funciones. Con otras palabras, larelación no se reduce a los términos de la relación.Pero una relación no constituye tampoco unaentidad suplementaria.” (Ricoeur, 1996, 210), ideaque recalca luego “Sólo que una cosa es admitirque las instituciones no derivan de los individuossino siempre de otras instituciones previas, y otra,conferirles una espiritualidad distinta de la de losindividuos” (Ricoerur, 1996, 278).

Los filósofos españoles Jacinto Choza yRicardo Yepes Stork dedican, en sendas obras decompendio de antropología, un capítulo al tema delas instituciones. Ambos autores conciben comola fuente radical de la proyección social al eros,siendo Choza quien más profundiza en estefundamento antropológico del eros comotendencia natural, fuente de acciones

originarias que determinan al eros, en lo que éldenomina los nueve radicales de la sociabilidad(Choza, 1980). Dice Choza al respecto, “En susinicios, cada una de esas acciones es una invención,un descubrimiento, la obra de un genio (...) y abreun camino para la reproducción o repetición deactos que apuntan a la realización de un valor (...)Las acciones vitales crean de este modo, ad intra

lo que se denominan hábitos, y ad extra lo quese denominan costumbres” (Choza, 1988, p. 454).

Es importante recalcar que no son suficienteslos radicales de la sociabilidad, originarios del eros

para configurar lo social, se requiere, por supuesto,del logos, “la conjunción de logos y eros en estetipo de acciones vitales y de actividades socialeses lo que da lugar al ethos en general y a lo quecabe denominar más en concreto el ethos social.”(Choza, 1988, p. 454). Para Choza, instituciónpuede definirse como “una reflexión de lacostumbre sobre sí misma” (Choza, 1988, p. 456),lo que marca el momento de diferenciación delos ámbitos privado y público, ya que dichareflexión es equivalente a la reflexión de una

voluntad autoconciente, generando un nuevogrado de voluntad, la voluntad pública.

Para Choza, la institución siempre se configuracomo un acercamiento del humano a sus finestrascendentales, “el hombre tiende espontánea-mente a un fin que es la realización y elreconocimiento de la verdad-bondad-belleza de loreal, porque para él ser significa precisamente eso,existir en referencia a otras personas y acoger enesa referencia la totalidad del acontecer.” (Choza,1988, p. 459); de esta manera, el telos de lainstitución es el mismo telos humano, supradi-mensionado, de forma que permita a la personaacercarse a valores a los que en soledad no hubierapodido llegar, ni siquiera conocer.

Así mismo, la institución tiene otro papelfundamental para la persona, que es versereconocida en los otros. Dice Choza, “de modoanálogo a como la imposición del nombre significaser acogido y reconocido por la conciencia social,el reconocimiento de la responsabilidad y elotorgamiento de la capacidad para determinadasactividades (la mayoría de edad, por ejemplo, yotros acontecimientos) significa ser acogido y serreconocido por la conciencia pública.” (Choza,1988, p. 468).

Ahora bien, Stork entiende a la institucióncomo un reparto de tareas, asumidas por cadaquién, intermediadas por unos principios deconvivencia, para la consecución de los fines delhombre, y la define como “un conjunto de rolesunificados bajo una autoridad, jurídicamenteregulados, y puestos al servicio de una tareacomún” (Stork, 1996, p. 247). Para Stork, quienconsidera a las instituciones como parte del plexo

instrumental de la ciudad, una comunidad estanto más rica, tanto más instituciones haya, ymás ricas sean éstas. El sentido de la riquezasupuesto es un sentido de riqueza antropológico,cultural y no económico.

Stork busca reivindicar el valor de laobediencia, resaltar el papel de la comunicación ydel valor, y de los símbolos en la mediación y

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transmisión de los valores, así como de la tradición.Todas estas consideraciones axiológicas orienta-das a las instituciones constituyen la trama, juntocon el eros, de las relaciones humanas en al ámbitode lo común. En este sentido, identifica Stork cincoámbitos de lo común: bien común, ley común, tareacomún, obra común, y vida común como espacioy tiempo compartidos (Stork, 1996, p. 252, 253);son los puntos de comunión acumulables queayudan a conseguir a los miembros de unasociedad, una vida lograda más plena.

Partiendo de los tipos de valores, Stork dividea las instituciones sociales en cinco tipos:familiares, económico-profesionales, jurídico-políticas, educativo-asistenciales y cultural-religiosas (Stork, 1996, p. 256). Lo que le permiteacercarse a una tesis propositiva de un pluralismode valores encarnados mucho más rico yprometedor que el pluralismo abstracto delestatismo permisivista. De esta manera, Storkrevaloriza el papel de la tradición en sistemasabiertos, que acumulan el legado de posibilidadesde despliegue, heredando por tanto, dentro de sí,las posibilidades mismas de auténtica novedad.Por supuesto que, dada la brevedad del capítuloen una obra de mayor amplitud de perspectiva,la profundidad y riqueza que dichos análisisprometerían, no se desarrolla plenamente. En lasposteriores ediciones de la obra, revisada porJavier Aranguren, se reduce el tema de lasinstituciones en extensión, y se profundiza en loque allí se denomina institución comunitaria,que es el concepto del deber ser de la institución,en tanto esta se sustente en verdaderos actos desolidaridad, amistad y virtud social, y no como unentramado frío de normas.

Conclusiones

La revisión de la bibliografía identificada hapermitido encontrar cuatro perspectivas distintasrespecto el ser de las instituciones: la empírica-positivista-funcionalista, la crítica-dialéctico-marxista, la hermenéutico-existencialista, y lametafísico-realista. Dichas perspectivas sonincompatibles e irreducibles cabalmente por una

especie de síntesis que las asimilase a todas ellas.Motivo por el cual se hace necesario adoptar unapostura desde la que, críticamente, se asimilenlos aspectos compatibles y verdaderos de cadauna de ellas.

La única perspectiva que, en virtud delenfoque adoptado, se considera coherente emplearcomo criterio de juicio de todas ellas, es laperspectiva de la verdad más amplia y abarcante.Consecuentemente, el siguiente paso es realizarun estudio detallado de las obras aquí indicadas,con el fin de identificar cada elemento verdadero,matizable y falso, de lo hasta ahora dicho del serde las instituciones. La única posibilidad de realizardicho trabajo es contrastando lo dicho con lo queaparece en las instituciones como esencialmenteverdadero, partiendo de la experiencia vital, y elconocimiento histórico hoy día acumulado.

Hecho esto, será posible sintetizar y asociarlas diferentes notas de lo institucional, articuladassobre la esencia misma del ser de las institucionessociales. Y luego de ello, insertar el discurso delo institucional en relación al corpus general dela filosofía: filosofía de la historia, filosofía política,ética. Y en función de la epistemología de lasciencias humanas: filosofía del derecho, de laeconomía, de la educación, entre otras.

La primera apreciación que, de los datosobtenidos, puede hacerse, permite valorarjustamente la importancia de cada perspectivamencionada. La obra de Kliemt, entendida comoun estudio juicioso y sintético que resumeinmensamente la labor de investigación de laspropuestas empíricas y funcionalistas, ha permitidoreconocer elementos importantes delfuncionamiento de las estructuras institucionales,y de las posturas adoptadas coherentemente desdeuna antropología en clave individualista. El brevepero sustancioso estudio de Duvignaud, hapermitido tener una idea clara respecto a la posiciónmarxista del ser de las instituciones, y recuperarel valor de la dinamicidad del proceso institucional,así como sus análisis respecto al elementoeducativo y reproductivo de las instituciones.

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La perspectiva hermenéutica y existencialistade Ricoeur, facilita la vinculación de la instituciónen el panorama general de la ética, y prometegrandes resultados de la recapitalización de losconceptos de concentración y distribución, asícomo de justicia. Igualmente, facilita sustentarla importancia y veracidad de los postulados,desde la existencia misma de las personas en sudesenvolvimiento en el mundo, y desde el análisisdirecto de la acción y el lenguaje.

La obra de los miembros Café de la Paix ysus interlocutores, recopilada principalmente en eltrabajo de Desqueyrat, permite reconocer un puntode partida metafísico-realista, que aporta impor-tantes elementos de interpretación del momentode fundación institucional, y de articulación de lasinstituciones mismas en el plano general de lasociedad, en relación con la naturaleza humana.Dichos aportes deben ponerse en sintonía con lasobras de los filósofos españoles que, en la mismalínea, amplían enormemente la radicalidadantropológica de las instituciones, rompiendo lalimitación juridizante y estatista del enfoquefrancés, e inclusive, de los enfoques funcionalistay marxista, para poder seguir la invitación deDesqueyrat a pensar la institución como un asuntoautónomo y anterior al derecho y al estado.

Notas

1 Traducción libre: “las instituciones son las reglasdel juego en una sociedad, o, más formalmente, soncoacciones humanamente establecidas que regulanla interacción humana”.

2 La institución es una idea directriz que se tratade realizar entre varios. Esta idea no puede ser, omás exactamente, no debe ser más que conformeal bien común, que es la meta del derecho, y todavíamás de la moral, de la moral social.

3 La jerarquía de metas y de instituciones seencuentra suspendida a una última meta, a unainstitución última que pide toda la serie. Para Duguit,esta última meta es la solidaridad. Para el colegiode Nancy, es el Bien Común, pero nosotros

estamos siempre en presencia de una jerarquíade valores. La cuestión que se posa ahora, estáen saber si la razón puede juzgar los valores, puesde afirmarlo ¿cuál es el valor supremo?, quiéraseo no, es necesario tomar parte.

4 Todo lo que existe tiene evidentemente unarealidad, pero no es por ello un ser viviente.

5 Una voluntad o una meta colectiva no son poresto mismo necesariamente buenas. Es necesariono exaltar sin límites la voluntad colectiva. (En lacual se resume en suma la institución, pues ellaconsiste en una obra por varios) ni, en presencia deuna voluntad colectiva de este género, denegar todorol a la voluntad individual.

6 Así, la metafísica y la técnica se encuentranligadas en toda la teoría objetivista de la institución.

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