Hambre Muhe5ndial (1)g
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República Bolivariana de Venezuela
Universidad Bicentenaria de Aragua
Vicerrectorado Académico
Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales
Escuela de Psicología
Catedra: Psicología Social
HAMBRE Y DESNUTRICIÓN
Integrantes: Docente:
Karla Piña Yecer Sánchez
José Jiménez
Cynthia Rojas
Karolaine Morales
San Joaquín De Turmero, 14 de Enero del 2016
INDICE
INTRODUCCIÓN
EL HAMBRE EN EL MUNDO ACTUAL
En el mundo actual se estima que unas 850 millones de personas se ven
afectadas por el hambre, lo que resulta paradójico ya que el mundo produce
suficientes alimentos para dar de comer a toda la población mundial.
Unos 200 millones de niños sufren malnutrición en el mundo, de las cuales hay
muchas razones por las que pueda existir el hambre, y a menudo están
interrelacionadas, tales como: la pobreza, falta de inversión agrícola, clima y
tiempo, mercados inestables y desperdicio de alimentos.
La pobreza: Usualmente las personas que viven en situación de pobreza no
pueden costearse los alimentos para ellos y su familia, esta situación de hambre
los vuelve más débiles y menos capaces de realizar su trabajo y por ende su
rendimiento laboral no es eficaz, esto lleva a un círculo vicioso en el que si no
trabaja no tiene dinero para adquirir los alimentos y si no se alimenta no rinde
adecuadamente en el trabajo.
En países en vías de desarrollo, normalmente los agricultores no pueden costear
las semillas, lo cual trae como consecuencia el no poder plantar los sembradíos
que hubiese provisto a sus familias de alimento. En algunos casos, ellos deben
cultivar sin las herramientas ni fertilizantes necesarios. Otros no cuentan con
tierra, agua o educación. En resumen, los pobres sufren de hambre y, al mismo
tiempo, el hambre es lo que los mantiene en la pobreza.
Un factor importante en los estudios sobre el hambre es la economía mundial,
porque a pesar de que se produce diariamente comida para alimentar a toda la
población mundial esta tiene un costo en el mercado el cual puede variar
dependiendo de la economía de cada país, en años recientes, el precio de los
alimentos ha sufrido una gran inestabilidad. Los precios suben y bajan sin parar,
dicha inestabilidad dificulta a las personas de bajos recursos tener acceso
consistente a los alimentos nutritivos. Estas alzas de precios traen consecuencias
permanentes sobre todo en los niños, los alimentos no están al alcance de las
personas de bajos recursos por lo que no pueden alimentar de manera adecuada
ellos mismos ni a sus familias.
La desnutrición
Las personas que pasan hambre alrededor del mundo a menudo sufren de
desnutrición que no es más la falta de nutrientes suficientes para el debido
funcionamiento del organismo, esta puede ocurrir si la persona no consume una
cantidad determinada de alimentos, que es lo que ocurre con las 850 millones de
personas que pasan hambre alrededor de mundo. Los síntomas varían y
dependen de lo que esté causando la desnutrición. Sin embargo, entre los
síntomas generales se pueden mencionar fatiga, mareo y pérdida de peso.
La desnutrición continúa siendo un problema significativo en todo el mundo, sobre
todo entre los niños. La pobreza, los desastres naturales, los problemas políticos y
la guerra contribuyen todos a padecimientos, e incluso epidemias, de desnutrición
e inanición, y no solo los países en desarrollo.
La desnutrición infantil
La alimentación en la etapa infantil es de vital importancia para el
desarrollo individual de la población. A fin de crecer y mantenerse saludable los
niños de corta edad necesitan una serie de alimentos nutritivos como la carne, el
pescado, las verduras, los cereales, los huevos, las frutas y las legumbres, así
como la leche materna.
El estómago del infante es mucho más pequeño que el de una persona
adulta por lo que no pude ingerir la misma cantidad de alimentos en una sola
comida, sin embargo sus necesidades energéticas y de crecimiento corporal son
mayores por lo que es primordial que los niños se alimenten con frecuencia a fin
de satisfacer sus necesidades.
Según estudios realizados por las naciones unidas, cada año más de 6
millones niños menores 5 años sufren de muerte prematura causada por la
desnutrición, de hecho uno de los principales elementos que une a la pobreza con
las enfermedades es la desnutrición, ya sea porque no hay comida suficiente o
porque la dieta consiste en sustitutos más baratos, usualmente altos en azúcar y
grasa. Produciéndose así un ciclo vicioso que comienza con una mala
alimentación que lleva a la desnutrición, la cual lleva a una infección que a su vez
predispone a una pérdida de apetito provocando así una mayor desnutrición.
De igual forma esta problemática no solo se relaciona con la muerte
prematura, sino que también se vincula con la proliferación de algunas
enfermedades, por ejemplo: las dietas bajas en vitamina A contribuyen a
desarrollar complicaciones en ciertas enfermedades infecciosas y por su parte la
deficiencia de Yodo en la alimentación da lugar a niveles elevados de la hormona
TSH, que estimula la tiroides a aumentar sus procesos bioquímicos; el crecimiento
y proliferación celular producen la característica hinchazón o hiperplasia de la
glándula tiroides, o bocio. Por otra parte si se le añade la constante exposición de
contaminantes interiores de una vivienda inadecuada, puede llegar a retardar el
crecimiento, causar un desarrollo incorrecto de los pulmones y una mayor
prevalencia de la bronquitis crónica.
De acuerdo con datos oficiales de UNICEF, alrededor de 300 millones de
niños y niñas se van hambrientos a la cama todos los días.
A pesar de que en los últimos años se ha venido luchando para disminuir la
desnutrición en los niños casi 200 millones de niños menores de cinco años
padecen desnutrición crónica. Son niños que, ya con total seguridad, van a ver
afectado su desarrollo físico e intelectual a corto, medio y largo plazo, hipotecando
no sólo su futuro sino el de sus familias, comunidades y sociedad en general.
Pasa (2006) Babel Grafistes “ El Aula en Casa: Geografía del Mundo ” Vol.
14 página 46. Perú. Notitarde
Subalimentación:
estado, con una duración de al menos un año, de incapacidad para adquirir
alimentos suficientes, que se define como un nivel de ingesta de alimentos
insuficiente para satisfacer las necesidades de energía alimentaria.
Aunque en los países en desarrollo también se observa la mayor parte de
las mejoras registradas en los últimas dos décadas (disminución general desde
1990-92 del número de personas subalimentadas, de 203 millones), cerca de uno
de cada ocho habitantes de estas regiones (un 13,5 % de la población general)
sigue careciendo de alimentación suficiente de forma crónica (Cuadro 1). En
consecuencia, siguen siendo necesarios esfuerzos considerables para cumplir la
meta del hambre del Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015,
especialmente en los países donde se han registrado progresos inadecuados.
Vale la pena destacar que, en el mismo periodo (2012-14), la prevalencia
de la subalimentaciónha descendido del 18,7% al 11,3% a nivel mundial y del
23,4% al 13,5% en los países en desarrollo.
Es posible alcanzar la meta del hambre del Objetivo de Desarrollo del
Milenio 1 c) (ODM 1 c): reducir a la mitad la proporción de personas
subalimentadas en los países en desarrollo para el año 2015. Sin embargo, el
mundo en desarrollo no está cumpliendo la previsión de alcanzar el objetivo de la
Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de reducir a la mitad el número de
personas subalimentadas para el año que viene.
Pese a los progresos globales, persisten marcadas diferencias entre
regiones. El África subsahariana es la región donde la prevalencia de la
subalimentación es mayor,con avances apenas modestos en los últimos años.
Cerca de una de cada cuatro personas de la región sigue subalimentada. Asia, la
región más poblada del mundo, sigue teniendo el mayor número total de personas
subalimentadas. El Asia meridional ha progresado lentamente en la reducción del
hambre, mientras que se han logrado progresos más rápidos en Asia oriental y
sudoriental. En esta última subregión ya se ha cumplido la meta del hambre de la
CMA. América Latina y el Caribe en su conjunto alcanzó la meta del hambre del
ODM1, mientras que América Latina ha cumplido el objetivo más exigente de la
CMA.
Desde el período 1990-92, 63 países en desarrollo han alcanzado la meta
del hambre del ODM y 25 países han cumplido el objetivo más exigente de la
CMA. De los 63 países en desarrollo que han alcanzado la meta del hambre del
ODM, 11 han mantenido la prevalencia de la subalimentación por debajo del 5 %
desde 1990-92.
Un compromiso político constante al más alto nivel es requisito previo para
la erradicación del hambre. El compromiso supone reservar a la seguridad
alimentaria y la nutrición el primer lugar del programa político y crear un entorno
favorable para mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición a través de
inversiones adecuadas, mejores políticas, marcos jurídicos, la participación de los
interesados y un fundamento sólido de datos comprobados. También son
necesarias reformas institucionales para promover y mantener los progresos.
Tanto regiones como países han reforzado su compromiso político con la
seguridad alimentaria y la nutrición.
La reducción del hambre exige un enfoque integrado que incluya los
siguientes elementos: inversiones públicas y privadas para aumentar la
productividad agrícola; mejor acceso a los insumos, la tierra, los servicios, las
tecnologías y los mercados; medidas para el fomento del desarrollo rural;
protección social para los más vulnerables, incluido el refuerzo de su resiliencia
ante los conflictos y los desastres naturales; y programas específicos de nutrición
para hacer frente a las carencias de micronutrientes en las madres y los niños
menores de cinco años
SUB ALIMENTACION
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura reveló que Venezuela alcanzó la meta relativa al hambre del Primer
Objetivo de Desarrollo del Milenio, al reducir a la mitad o menos de la mitad el
número de personas subalimentadas.
La proporción de personas subalimentadas en el país es inferior al cinco por
ciento de la población total que corresponde a 30.4 millones de habitantes,
evidencian los gráficos publicados por la institución en su portal web.
En las estadísticas dadas a conocer por la organización, para los años
1990-1992 la tasa de subnutridos en el país era del 14,1% de la población; entre
2000 y 2002 de15,4%; 2006 – 2008: 6,7% y 2012 -2014 se ubicó en <5%.
Para la FAO, “la seguridad alimentaria se da cuando todas las personas
tienen acceso físico, social y económico permanente a alimentos seguros,
nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales
y preferencias alimentarias, y así poder llevar una vida activa y saludable.”
Datos Relevantes
- Alrededor de 805 millones de personas -una de cada nueve en el mundo-
padecían subalimentación crónica en 2012 – 2014 y no disponían de suficiente
comida para llevar una vida activa y sana. Esta cifra se ha reducido en 100
millones durante la última década y en 209 millones desde 1990-92.
-. La inmensa mayoría de las personas hambrientas vive en países en
desarrollo, donde la proporción de personas subalimentadas se ha reducido un
42% entre 1990-92 y 2012-14. A pesar de estos progresos, el 13.5% de las
población total de estos países, o sea, aproximadamente una de cada ocho
personas, sigue padeciendo subalimentación crónica, en comparación con un
23.4% en 19090-902.
-. Sesenta y tres países en desarrollo ya han alcanzado la meta relativa al
hambre del primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, mientras que 25 han
alcanzado el objetivo más riguroso de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de
1996, es decir, reducir a la mitad el número de personas subalimentadas para el
año 2015.
-. La meta 1C de los ODM -reducir a la mitad, para el año 2015, la
proporción de personas subalimentadas en el mundo en desarrollo- está a nuestro
alcance, pero solo si se aceleran suficientemente los progresos.
-. Sigue habiendo grandes diferencias entre las distintas regiones. América
Latina y Asia sudoriental son las subregiones que han tenido mayor éxito, mientras
que Asia occidental es la única en la que se ha registrado un retroceso efectivo.
En el África subsahariana, donde casi una de cada cuatro personas padece
hambre crónica, vive más de un cuarto de las personas subalimentadas del
mundo. Asia meridional, con más de 500 millones, es la subregión con el mayor
número de personas afectadas por el hambre crónica.
Las últimas estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO) indican que la reducción del hambre a nivel
mundial continúa. Se calcula que unos 805 millones de personas estaban
crónicamente subalimentadas en 2012-14, lo que supone una disminución de más
de 100 millones en la última década.
Sin embargo, una de cada nueve personas de todo el mundo sigue
careciendo de alimentos suficientes para llevar una vida sana y activa. La inmensa
mayoría de esta población subalimentada vive en países en desarrollo, donde se
estima que 791 millones de personas padecían hambre crónica en 2012-14.
Crecimiento Poblacional
Durante muchos siglos la población de tierra permaneció casi estable.
Nacían prácticamente las mismas personas que fallecían, manteniendo un
equilibrio que impedía que las sociedades antiguas crecieran de manera
desproporcionada. Aun así cuando este equilibrio se alteraba en determinados
periodos de prosperidad en los que la población aumentaba considerablemente
esta se veía reducida por las constantes guerras, epidemias, hambrunas o
catástrofes. De esta forma con el comienzo de la era cristiana hasta el año 1850
los habitantes de la tierra pasaron de 250 millones a 1.000 millones, sin embargo a
partir de ese momento las cosas cambiaron.
El incremento de la higiene pública y privada, los avances científico-
tecnológicos, sobre todo en la medicina, así como el auge económico y la
constante globalización permitieron que el número de nacimientos pudiera igualar
y sobrepasar al número de muertes. Por lo que para el año 1950 la población paso
de 1.000 millones a 2.500 millones de habitantes, a partir de allí se ha
experimentado un crecimiento desmedido que para 1975 llego a los 4.000
millones de habitantes y para inicios del siglo XXI la cifra de habitantes superaba
los 6.150 millones de personas.
Tendencias mundiales
A pesar de que continúan realizándose progresos en la lucha contra el hambre, un
número inaceptablemente alto de personas carece todavía de los alimentos
necesarios para disfrutar de una vida activa y saludable. Las estimaciones
más recientes indican que unos 795 millones de personas de todo el
mundo, lo que equivale a algo más de una de cada nueve, estaban
subalimentadas en 2014-16 .La proporción de personas subalimentadas
respecto de la población, conocida también como prevalencia de la
subalimentación , se ha reducido desde el 18,6 % en 1990-92 hasta el 10,9
% en 2014-16, lo que significa que ha disminuido el número de personas
subalimentadas en un contexto de población mundial creciente. Desde
1990-92, el número de personas subalimentadas en todo el mundo ha
descendido en 216 millones, lo que equivale al 21,4 %, pese a que la
población mundial creció en 1.900 millones de personas durante el mismo
período. La gran mayoría de las personas que pasan hambre viven en las
regiones en desarrollo , donde se calcula que había 780 millones de
personas subalimentadas en 2014-16 La prevalencia de la subalimentación
Conclusiones principales
• De los 129 países en desarrollo objeto de seguimiento, un total de 72 han
alcanzado la meta 1.C de los ODM, relativa al hambre. También han
alcanzado el objetivo más ambicioso de la CMA 29 de ellos. Otros 12
países de los 72 que se considera que han alcanzado la meta 1.C de los
ODM han mantenido la prevalencia de la subalimentación por debajo o muy
cerca del 5 % desde 1990-92. • La mayoría de los países que han
alcanzado las metas internacionales relativas al hambre disfrutaban de
condiciones políticas estables y crecimiento económico, además de
políticas de protección social sólidas destinadas a los grupos de población
vulnerables. En estos países, el compromiso de luchar contra la inseguridad
alimentaria se tradujo en resultados satisfactorios pese a las dificultades
que suponían el rápido crecimiento de la población, la volatilidad de los
precios de los alimentos, los altos precios de los alimentos y la energía, el
desempleo creciente y las recesiones económicas de finales de la década
de 1990 y de los años posteriores a 2008. • En varios de los países que no
han podido alcanzar las metas internacionales en relación con el hambre,
las catástrofes naturales, las provocadas por el hombre o la inestabilidad
política, han generado una situación de crisis prolongada que ha
imposibilitado la protección de los grupos de población vulnerables y el
fomento de las oportunidades de ingresos para todos. En otros países, los
beneficios del crecimiento económico no se han extendido a la población
pobre, debido a la ausencia de políticas eficaces de protección social y
redistribución de los ingresos. A corto plazo, la única forma de hacer frente
a la inseguridad alimentaria es la intervención humanitaria. A medio y largo
plazo, la erradicación del hambre solo podrá lograrse si todas las partes
interesadas contribuyen a diseñar y promulgar políticas en aras de la
mejora de las oportunidades económicas, la protección de los grupos
vulnerables y la preparación ante los desastres. Las medidas adoptadas en
los planos mundial y regional deberían tener en cuenta las particularidades
nacionales y la exposición a las catástrofes naturales y provocadas por el
hombre, especialmente en los pequeños Estados insulares en desarrollo.
En América Latina
La desnutrición infantil en América Latina y el Caribe se presenta como un
indicador más de las desigualdades de nuestra región. Aun cuando ha habido un
proceso de disminución sostenido en el largo plazo, durante la presente década en
varios países dicho proceso se ha frenado y, en algunos casos retrocedido. Este
hecho genera dudas sobre la capacidad de alcanzar la meta establecida en los
Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), respecto de bajar a la mitad la
prevalencia de desnutrición infantil entre 1990 y 2015.
Desnutrición en Venezuela
Según una serie de informes publicados por la UNICEF las enfermedades
infecciosas intestinales y respiratorias agudas fueron responsables de 15 de cada
100 muertes en menores de 1 año y 27 de cada 100 muertes en la población de 1
a 4 años de edad en Venezuela durante el periodo 1994-2004. Estas cifras tan
alarmantes se deben a varios factores entre ellos la falta de higiene, el ambiente
en el que se desarrollan estos niños o las condiciones inadecuadas de las
viviendas; de esta forma se encuentra un elemento decisivo sobre estos como lo
es la desnutrición, de manera que los infantes de los grupos sociales más
desfavorecidos presentan un mayor riesgo de padecerlas y de fallecer
posteriormente en caso de no recibir la atención médica adecuada
En vista de la grave situación en la que se encontraba el país, se comienza a
desarrollar un sistema con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria de la
población de más bajos recursos a través de canales de distribución confiables y
de la venta de productos alimenticios a precios altamente competitivos, creándose
para finales del año 2003 la misión mercal. Para llevar acabo semejante proyecto
se estructura en dos áreas de atención: los puntos de venta y programas
especiales alimentarios.
Grupo Editorial Planeta (2007), Norma Odreman. “Biblioteca Escolar: Desarrollo
Humano Sostenible-Salud Integral-Prevención” Vol.9 página 108. Venezuela.
Cadena tricolor.
Repercusiones del hambre en el comportamiento
Privarse de alimento durante mucho tiempo perjudica la salud mental y
física. La privación de alimento induce a la somnolencia, atenúa las emociones e
impide pensar con normalidad. El deseo de comer se hace prioritario y se diluyen
los valores morales. El hambre extrema puede tener un efecto deshumanizador
que lleve al robo, al asesinato e incluso al canibalismo. A menudo el hambre va
acompañada de enfermedad y epidemias, que tienen su origen en el estado de
debilitamiento de los afectados.
La mayoría de las muertes por hambre se deben a desnutrición
permanente. Las familias sencillamente no tienen suficientes alimentos (o tal vez
no cuentan con recursos para adquirirlos debido a su carestía). Esto, a su vez, se
debe a la extrema pobreza.
Se relaciona con el aprendizaje, con factores sociales, cognoscitivos (de
conocimiento) y físicos.
Como el tener hambre implica el hecho de comer y el comer es una
conducta, es por lo que la psicología tiene íntima relación con la nutrición.
¿Cómo se inicia la conducta de comer? A través de los mecanismos
fisiológicos y de regulación de ingesta de alimentos para:
1) Satisfacer demandas fisiológicas inmediatas
2) Mantener a largo plazo un peso corporal ideal y estable
Por lo tanto, comer es una conducta motivada, pero también determinada
por factores:
ü Sociales
ü Económicos
ü De aprendizaje
ü Cognoscitivo
ü Estrés.
Campesinos con hambre
La FAO calcula que aproximadamente la mitad de las personas que sufren
de hambre en el mundo son de comunidades de pequeños agricultores, quienes
viven de lo que logran obtener de las tierras marginales, propensas a ser
afectadas por desastres naturales como sequías o inundaciones. Otro 20% está
conformado por familias de agricultores sin tierras y alrededor de un 10% vive en
comunidades que dependen de la pesca, la ganadería o recursos del bosque
como medios de subsistencia.
El 20% restante vive en barrios marginales que se encuentran en la
periferia de las grandes ciudades de los países en vías de desarrollo. La cantidad
de personas que sufren de hambre y tienen escasez de recursos, que se
encuentran en las ciudades, está aumentando rápidamente, junto con la población
urbana del mundo.
Niños
Un aproximado de 146 millones de niños en países en vías de desarrollo
sufren de bajo peso para la talla (The State of the World’s Children, UNICEF,
2009). Muchas veces el hambre infantil es heredado: cada año, aproximadamente,
nacen 17 millones de niños con bajo peso, como resultado de una nutrición
inadecuada antes y durante el embarazo.
Mujeres
A pesar de que las mujeres son las principales productoras de alimentos en
el mundo, debido a las tradiciones culturales y estructuras sociales, las mujeres se
ven más afectadas por el hambre y la pobreza. Es muy frecuente que una mujer
con retraso de crecimiento o bajo peso – debido a una alimentacion inadecuada –
dé a luz a un niño con bajo peso.
Alrededor de un 50% de las mujeres embarazadas, en países en vías de
desarrollo, padecen de anemia (UNICEF), lo que significa que 315,000 mujeres
mueren cada año al dar a luz debido a hemorragias. Como resultado, las mujeres,
en especial aquellas embarazadas o en periodo de lactancia, a menudo necesitan
un incrementar su ingesta de alimentos. alimentos en el mundo una nuf the
World'ursos esta creciendo res de los paen de
Bibliografía
http://es.wfp.org/content/pma-que-causa-el-hambre
http://www.eumed.net/rev/cccss/09/sbc.htm
http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/11800645/El-hambre-en-el-mundo-t-practico.html
http://agustinos-es.org/misiones/mataqui0002.htm
http://cadtm.org/Crisis-mundial-el-problema-del
http://www.fao.org/3/a-i4646s/i4646s01.pdf
FAO, FIDA y PMA. 2014. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2014. Fortalecimiento de un entorno favorable para la seguridad alimentaria y la nutrición. Roma, FAO.