8/3/2019 Hartazgo

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A diez aos de los atentados elpaso del tiempodeberahaber he-chosu trabajo,pero unaparte delmundose empeaen evitarlo.Sonprecisamenteaquellos que vivenms lejos los que disfrutan de lamorbosa recoleccinde olora car-nequemada,las callesdesiertasy

el climaapocalticoque con tantoxito narran lassuperproduccionesde Hollywood. Soloque en NuevaYork era realy quieneslo cuentanson testigos directos.

Elizabeth Phelps,una psiclogade la Universidad de Nueva Yorkqueha estudiadola evolucin delamemoria del11-S en3.000sujetos,descubrique cuando se leshacerecordar los acontecimientos de eseda, losquevivana cuatrokilme-

trosde lasTorres Gemelastienenmayor actividad enla amgdala ce-rebralque losque vivan alejadosdela ZonaCero. Laamgdalaes laparte del cerebro que registra lasemociones, esa que la sobredosismeditica estimulaestosdas paraentretenimientodel resto, sin re-cordarlo rpido quese cansan lasaudiencias acostumbradasa saltarde tragediaen tragedia.

En 2001, septiembre ni siquierahaba terminado cuando la cuotadepantallade la CNNregistrabayaunacada del 70%debidoa su mo-notemticaprogramacin sobrelosatentados, recuerda la revista NewYork estasemana.Lo destacableescuntoha superado nuestra ciu-

:: M. GALLEGO

NUEVA YORK. Cuando hablehoya lanacin,despusde visitarlostressitiosdondese estrellaron los avio-

nesZonaCero,Shanksville (Pen-silvania) y el Pentgono BarackObama leer enel KennedyCenterdeWashingtonun discursoenelquetendr quefusionar dosaudiencias.

El mes pasado su Gobierno en-vi directrices a las agencias ofi-

cialesdentro y fuera de EEUU so-bre cmo tenan que hablar deeste dcimo aniversario, pero lasque estaban en el exterior reci-

bieron indicaciones distintasa lasque estn dentrode EEUU. Escasicomo la programacin domsti-ca de la CNN en comparacin a ladel canal internacional, que jue-ga con gustos y necesidades dis-tintas.

Dos mensajes distintospara audiencias diferentes

Honra a los muertos. :: A. FERRERAS

NUEVA YORK. La septemberma-na seha apoderadode NuevaYork.Una confusamezclade congoja yfastidiocuyo mejortratamiento essimple, pero difcil deaplicaren finde semana: apagar la televisin.Quienes nohayanhuido yaa lapazdelcampo o la solitud delas mon-taas llegan demasiadotarde.Hoyserimposible ejercer la reflexinmesurada que sugiere la distanciade losdiezaos sinla manipulacin

emocional de la sobredosismedi-ticay social.A Suzanne Present,una profeso-

radel East Village, elvirusle cogiporsorpresael viernespor la maa-na. Puso la tele para desayunar,como unda ms, y sequedclava-

daen elasiento, mientraslas im-genesy lostestimonios dedos her-manosfranceses que casualmentese encontraban el 11-Sgrabandoundocumentaljunto a lasTorresGe-melas la transportabande vuelta aesosmomentostraumticos. A par-tirde ahno tendra descanso.Al lle-gar la noche se present atormen-tadaante su grupode meditacin.Recordar, s, lo entiendo,no debe-mosolvidar,pero,es necesarioquenos bombardeen as?, preguntatribulada.

Su profesor de meditacin, aje-no a la epidemia porque no tienetelevisin, tampoco prest mu-chaatencin a su cuita.Has vis-to el vdeo del billete de 20 dla-res que cuando lo doblas de cier-ta maneraaparecenlasTorres Ge-

melas ardiendo?, pregunt. Estdandovueltas por Internet, mra-lo. Como la aplicacin para eliPhoneque colocaen el paisajelasilueta de los edificios desapare-cidosparaquela gentese tomefo-tos con ellos.

Lapesada cargadel recuerdoElaniversariodelosataquesreviveunafechaaciagaqueNuevaYorktratadesuperarsinolvidara lasvctimas

MERCEDES

GALLEGO

Corresponsal

10 AOS DEL 11-S Domingo 11.09.11EL CORREOMUNDO44 A