Henry Miller La Muerte Creadora y El Vientre Inmenso

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    LA MUERTE CREADORA Y EL VIENTRE INMENSO

    Por Henry Miller

    La muerte creadora

    El vientre inmenso

    Aves msticas siempre planearon cerca de la pluma de Henry Miller (1890-1980). Mstica laica que emecomo sacrali"aci!n de la se#ualidad$ tal como acontece en %rpico de C pricornio . Trpico de C!ncer $ yL

    cr"ci#i$in ros d $ trilo a &ormada porSe$"s $Ple$"s y Ne$"s $ son otras de las o'ras esenciales de Miller.ue tam'i n se complaci! en el ensayo.L s %id"r& del cor 'n es una olvidada * ata de su escritura

    ensaystica. Entre sus p* inas$ +emos +allado los te#tos que presentamos a continuaci!n enTe$(os Olvid dosde Te) *el , La Muerte readora $ y El vientre inmenso . En el primero$ Miller ca'al a en la evocaci!escritor in l s /. La rence$ otro de los +eraldos de un erotismo sacro y de la sensi'ilidad ante lo mtico ysim'!lica misi!n del artista. El artista es quien e#perimenta muerte y renacimiento recreadores$ y as devuelve un universo vital$ que canta$ vivo en todas sus partes .

    En El vientre inmenso se pondera al que perci'e y cele'ra la vida ina ota'le al que sa'e que todo es vien plet!rico de vida actual o potencial. uien respira aire caliente$ vive al mundo como vientre y no como tum

    /os +uertos millerianos dos +uertos de re&le#iones$ de planeos a trav s de la muerte parad!2ica que creilimitado vientre que esta lo vivo. Lo 3nico que +ay...

    E+I

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    visi!n del artista$ se destruye ese todo sint tico que se llama el mundo. El artista nos devuelve un universo vque canta$ vivo en todas sus partes.

    En cierto modo$ el artista siempre o'ra contra el movimiento tiempo-destino. 6iempre es a-+ist!rico. Aceptael Tiempo absolutamente $ como dice ;+itman$ en el sentido de que cualquiera sea la &orma en que ire (concola en la 'oca) es un rum'o en el sentido de que un momento$ todo momento$ puede ser la totalidad partista no +ay m*s que presente$ el eterno aqu y a+ora$ el momento in&inito que se ensanc+a y es llama yC cuando lo ra esta'lecer este criterio de e#periencia apasionada (que es lo que si ni&ica el o'edeceEspritu 6anto de La rence)$ entonces$ y s!lo entonces$ a&irma su calidad de +om're. 6!lo entonces enca pauta de Hom're. ?'ediente a todo impulso$ sin distinci!n de moral$ tica$ ley$ costum're$ etc. 6e a're a tolas in&luencias$ todo lo nutre. %odo es 2u o para l$ +asta lo que no comprende en particular lo

    comprende. Esa realidad &inal que el artista lle a a admitir en su madure" es ese paraso sim'!lico del vientre$ esa que los psic!lo os alo2an en al 3n punto entre la conciencia y el inconsciente$ y la uni!n con la naturalese uridad y la inmortalidad prenatales de las cuales +a de arre'atar su li'ertad. ada ve" que nacespiritualmente sue=a con lo imposi'le$ lo mila roso sue=a con poder que'rar la rueda de la vida y la muevitar la luc+a y el drama$ el dolor y el su&rimiento de la vida. 6u poema es la leyenda en la cual se re&imisterios del nacimiento y la muerte su realidad$ su e#periencia. 6e entierra en su tum'a de poema para lo

    esa inmortalidad que se le nie a como ser corporal.

    La +ina es una proyecci!n +acia el dominio espiritual de su condici!n 'iol! ica de no-ser. 6er es tene&orma mortal$ atri'utos mortales$ es luc+ar$ evolucionar. El 5araso es$ como el sue=o de los 'udista 4irvana donde ya no +ay personalidad y$ por lo tanto$ no +ay con&licto. Es la e#presi!n del deseo del +omtriun&ar so're la realidad$ so're la trans&ormaci!n. El sue=o del artista que sue=a lo imposi'le$ lo mila rosimplemente resultado de su incapacidad de adaptarse a la realidad. 5or lo tanto$ crea una realidad propia - poema-$ una realidad adecuada a l$ una realidad en la cual puede vivir sus an+elos inconscientes$ sus dsus sue=os. El poema es el sue=o +ec+o carne$ en dos sentidos, como o'ra de arte$ y como vida$ que es o'arte. uando el +om're lle a a ser plenamente consciente de su &uer"a$ su papel$ su destino$ es artista$ y de su luc+a contra la realidad.Se convierte en traidor de la raza humana. En endra la uerra porque +a lle adoa estar en permanente desacuerdo con el resto de la +umanidad. 6e sienta en el escal!n del vientre de su macon sus recuerdos de casta y sus an+elos incestuosos$ y se nie a a moverse. >ive ca'almente su sue=o 5araso. %ransmuta su e#periencia real de la vida en ecuaciones espirituales. /esde=a el al&a'eto corriente$a lo sumo puede dar una ram*tica del pensamiento$ y adopta el sm'olo$ la met*&ora$ el ideo rama. Escribe enchino . rea un mundo imposi'le vali ndose de una len ua incomprensi'le$ un en a=o que encanta y esclavi

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    los +om'res. 4o es que sea incapa" de vivir. l contrario$ su usto por la vida es tan poderoso$ tan vora"$ qo'li a a matarse una y otra ve". Muere muc+as veces a &in de vivir innumera'les vidas. s se ven a de la vy adquiere su poder so're los +om'res. rea la leyenda de s mismo$ la mentira dentro de la cual se constituen + roe y dios$ la mentira por la cual triun&a so're la vida.

    %al ve" una de las mayores di&icultades de la luc+a con la personalidad de un creador radica en la prooscuridad en que se al'er a$ a sa'iendas o no. En el caso de un +om're como La rence$ nos +allamos anal uien que e#alt! la oscuridad$ ante un +om're que encum'r! al m*#imo esa &uente y mani&estaci!n de vida$ el cuerpo. %odo es&uer"o por aclarar su doctrina implica una vuelta a los pro'lemas ete&undamentales$ que le +icieron &rente$ y una renovada luc+a con ellos. La rence constantemente lo llevala &uente$ al centro mismo del cosmos$ a trav s de un la'erinto mstico. 6u o'ra es enteramente sm'o

    met*&ora. El D ni#$ la orona$ el rcoiris$ la 6erpiente Emplumada$ todos estos sm'olos est*n centradmisma idea o'sesiva,la resolucin de dos opuestos en forma de misterio . pesar de la pro resi!n de un planocon&lictual a otro$ de un pro'lema vital a otro$ el car*cter sim'!lico de su o'ra se mantiene constantinmuta'le. Es +om're de una idea, que la vida tieneuna significacin simblica . Es decir$ que vida y arte sonuno.

    En su elecci!n del rcoiris$ por e2emplo$ se mani&iesta su intento de e#altar la eterna esperan"a del +oen la cual se apoya su 2usti&icaci!n como artista. En todos sus sm'olos$ el D ni# y la orona particularm pues estos &ueron sus sm'olos primeros y m*s e&icaces$ o'servamos que s!lo esta'a dando &orma concretverdadera naturale"a, ser artista. 5orque el artista que +ay en el +om're es el sm'olo imperecedero de la unientre sus yoes con&lictuales. Hay que dar un sentido a la vida por el +ec+o evidente de que carece de senHay que crear al o$ como intermedio curativo y estimulante$ entre la vida y la muerte$ porque la concluque apunta la vida es la muerte$ y el +om're instintiva y persistentemente cierra los o2os ante ese +econcluyente. El sentido del misterio$ que se +alla en el &ondo de todo arte$ es la amal ama de todos los tinnominados inspirados por la realidad cruel de la muerte. Entonces +ay que vencer a la muerte$ o disimulacam'iarla. Pero en el intento de derrotar a la muerte el hombre inevitablemente se ha visto el ligado a derrotara la vida, pues las dos estn inextricablemente relacionadas . La vida marc+a +acia la muerte$ y ne ar la unasi ni&ica ne ar la otra. El &irme sentido del destino que revela todo creador se apoya en su concienciameta$ en esa aceptaci!n de la meta$ ese marc+ar +acia una &atalidad$ i ual a las &uer"as inescruta'lesaniman y lo empu2an.

    La +istoria toda es el testimonio del &racaso insi ne del +om're en des'aratar su destino dic+o con

    pala'ras$ el testimonio de los pocos +om'res de destino que$ por +a'er reconocido su papel sim'!lico$ +iciela +istoria. %odos los en a=os y evasiones de que el +om're se +a alimentado -la civili"aci!n$ en suma-

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    &ruto del artista creador. La naturale"a creadora del +om're es la que se +a ne ado a de2arlo caer en esa uinconsciente con la vida que caracteri"a al mundo animal del cual el +om're se +a "a&ado. s como el +omreconstruye las etapas de su evoluci!n &sica en su vida em'rionaria$ as tam'i n$ al ser lan"ado &uervientre$ repite$ en el transcurso de su desarrollo de la ni=e" a la ancianidad$ la evoluci!n espiritual del +oEn la persona delartista se recapitula toda la evoluci!nhistrica del +om're. 6u o'ra es una ran met*&ora$ querevela mediante la ima en y el sm'olo todo el ciclo del desarrollo cultural a trav s del cual +a pasado+om're desde el ser primitivo +asta el ser civili"ado in&ructuoso.

    uando a+ondamos en las races de la evoluci!n del artista$ redescu'rimos en su ser las diversencarnaciones o aspectos de + roe con que el +om're siempre se +a representado a s mismo, rey$ uersanto$ ma o$ sacerdote$ etc. El proceso es lar o y tortuoso. %odo l es una conquista del miedo. La interr

    por qu lleva a la interro aci!n ad!nde ycmo . La +uida es el deseo m*s pro&undo. Huida de la muerte$ dterror innominado. C la &orma de +uir de la muerte es +uir de la vida. Esto lo +a mani&estado siempre el atrav s de sus creaciones. l vivir adentrado en su arte adopta como mundo un reino intermedio dentro del

    l es todopoderoso$ un mundo dominado y re ido por l. Ese mundo intermedio del arte$ ese mundo en se mueve como + roe$ s!lo +a sido &acti'le de'ido al m*s pro&undo sentido de &rustraci!n. 5arad!2icamsur e de la &alta de &uer"a$ de la sensaci!n de incapacidad para oponerse al destino.

    Esto$ entonces$ es el rcoiris$ el puente que el artista tiende so're el a'ismo de la realidad. El 'rillo rcoiris$ la promesa que anuncia$ es el re&le2o de su creencia en la vida eterna$ su creencia en el naci

    perpetuo$ la 2uventud$ la virilidad$ la &uer"a continuas. %odos sus &racasos son nada m*s que el re&lc+oques +umanos y d 'iles con la realidad ine#ora'le. El motivo es el impacto din*mico de una voluntad qconduce a la destrucci!n. 5orque con cada &racaso real recae con mayor intensidad en sus ilusiones cread%odo su arte es el es&uer"o pat tico y +eroico por ne ar su derrota +umana. En su arte lo ra un triun& puesto que no es un triun&o ni so're la vida ni so're la muerte. Es un triun&o so're un mundo ima inario cr por l mismo. El drama est* enteramente en el dominio de la idea. 6u uerra con la realidad es re&le2o

    uerra que se li'ra dentro de l mismo.

    s como el individuo$ cuando lle a a la madure"$ la revela aceptando la responsa'ilidad$ as tam'iartista$ cuando reconoce su verdadera naturale"a$ su papel predestinado $ est* o'li ado a aceptar laresponsa'ilidad de la +e emona. 6e +a con&erido a s mismo poder y autoridad$ y de'e o'consecuentemente. 4o puede tolerar nada m*s que los dictados de su propia conciencia. s$ al aceptardestino$ acepta la responsa'ilidad de pro+i2ar sus ideas. C as como los pro'lemas con que tropie"a ca

    individuo son 3nicos para l$ as tam'i n las ideas que erminan en el artista son 3nicas y +an de ser vividaartista es el si no del Hado en s$ el si no mismo del destino. 5orque cuando por vivir su l! ica de sue=

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    reali"a mediante la destrucci!n de su propio yo$ est* encarnando para la +umanidad el drama de la vindividual que$ para pro'arse y e#perimentarse$ +a de admitir la disoluci!n. 5ero a &in de lo rar su prop!siartista est* o'li ado a retirarse$ a apartarse de la vida utili"ando s!lo la e#periencia su&iciente como para o&el sa'or de la luc+a real. 6i eli evivir anula su naturale"a propia.Tiene que vivir vicariamente. 5ara poderdesempe=ar as el monstruoso papel de vivir y morir inconta'les veces$ se 3n la medida de su capacidad pavida.

    En cada nueva o'ra el artista vuelve a representar el espect*culo del sacri&icio del dios. 5orque detr*s didea del sacri&icio est* la idea esencial del sacramento, se mata a la persona que encarna el ran poder a &que su cuerpo sea consumido y se redistri'uyan los poderes m* icos. El odio al dios es el m*s &undamentaculto al dios, se 'asa en un deseo primitivo de conse uir el poder misterioso del +om're-dios. En ese senti

    pues$ el artista siempre es cruci&icado, para ser devorado$ para ser despo2ado del misterio$ para quitarle sy su ma ia. La necesidad del dios es este an+elo de una vida me2or, es lo mismo que el an+elo de muerte.

    6e puede representar al +om're como un *r'ol sa rado de la vida y la muerte$ y si adem*s consideramos ese *r'ol representa no solamente al +om're individual sino a todo un pue'lo$ a una cultura nte ra$ tal empecemos a perci'ir la relaci!n ntima entre la aparici!n del tipo de artista dionisiaco y el concepto del cuersa rado.

    C si uiendo con la ima en del +om're como *r'ol de la vida y la muerte$ 'ien puede comprenderse c!mlos instintos vitales$ impulsando al +om're a e#presarse cada ve" m*s por medio de su mundo de &ormsm'olo$ por medio de su ideolo a$ por 3ltimo lo o'li an a prescindir de los aspectos puramente +umarelativos$ &undamentales de su ser -de su naturale"a animal$ de su mismo cuerpo +umano-. El +om're treel tronco del vivir para dilatarse en un &lorecimiento espiritual. /esde un microcosmo insi ni&icante$ peroseparado del mundo animal$ el +om're con el tiempo se e#tiende so're los cielos 'a2o la &orma del anthropos $ el +om're mtico del "odiaco. El propio proceso de di&erenciaci!n del mundo animal al c

    pertenece todava +ace que cada ve" vaya perdiendo m*s de vista su +umanidad total. 6!lo en los lm3ltimos de la &acultad creadora y cuando su mundo de &ormas no puede ya tomar mayores dimensarquitect!nicas$ comien"a a comprender de pronto sus limitaciones . Entonces lo asalta el miedo. Es entocuando verdaderamente e#perimenta la muerte -la usta de antemano$ por as decir-.

    Entonces los instintos vitales se convierten en instintos mortales. Lo que antes pareca todo li'ido$ impuincesante de creaci!n$ a+ora se ve que encierra otro principio, la admisi!n de los instintos de muerte. 6!lo ecima de la e#pansi!n creadora lle a a +umani"arse verdaderamente. Entonces siente las races pro&undas ser$ en la tierra. Enrai"ado. La supremaca y la loria y la ma ni&icencia del cuerpo se a&irman por &in

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    su ener a. 6!lo entonces asume el cuerpo su car*cter sagrado $ su verdadero papel. La triple divisi!n de cuerpo$mente$ alma$ se torna unidad$ trinidad sa rada. C con ella viene la comprensi!n$ de que no puede e#altaaspecto de nuestra naturale"a so're los dem*s$ salvo a e#pensas de al uno de ellos.

    Lo que llamamos sa'idura de la vida lle a aqu a su apo eo- cuando se adivina ese car*cter &undamesa rado del cuerpo-. En las ramas m*s altas del *r'ol de la vida se rnarc+ita el pensamiento. La rand&lorescencia espiritual en virtud de la cual el +om're se elev! a proporciones de dios$ perdiendo as contactla realidad -porque l mismo era la realidad-$ ese ran &lorecimiento de la @dea se convirti! entoncesi norancia que se e#presa como el misterio del 6oma. El pensamiento vuelve a recorrer el tronco reli iosolo +a sostenido y$ a+ondando en las races mismas del ser$ redescu're el eni ma$ el misterio del cu

    edescu're el parentesco entre la estrella$ la 'estia$ el +om're$ la &lor$ el cielo. Bna ve" m*s se advierte q

    tren o del *r'ol$ la columna misma de la vida$ es la &e reli iosa$ la aceptaci!n de la propia naturale"a ar'!reun an+elo de al una otra &orma de ser-. Esta aceptaci!n de las leyes del propio ser es la que preservainstintos esenciales de la vida$ aun en la muerte. En el ascenso$ el imperativo$ la o'sesi!n 3nica$ era el asindividual del propio ser. 5ero una ve" en la cima$ cuando se +an sentido y perci'ido los lmites$ se reve

    ran perspectiva y se reconoce la seme2an"a de los seres circundantes$ la interrelaci!n de todas las &ormleyes del ser -la a&inidad or *nica$ la totalidad$ la unidad de la vida-.

    /e modo que el tipo m*s creador -el tipo de artista individual- que m*s alto +a 'rotado y con maydiversidad de e#presi!n$ tanto que pareca divinoF$ ese tipo creador de +om're$ para conservar en elementos mismos de la creaci!n$ tiene pues que convertir la doctrina$ o la o'sesi!n de individualidad$ enideolo a com3n$ colectiva. Ase es el verdadero sentido del Maestro-Modelo$ de las randes &i uras qdominado la vida +umana desde el principio. l lle ar a la cum're m*s alta de su &loraci!n$ no +an +ec+oque recalcar su +umanidad com3n$ su innata$ enrai"ada$ ineludi'le calidad de +umanos. 6u aislamiento$ alturas del pensamiento$ es lo que les causa la muerte.

    uando consideramos una &i ura olmpica como Goet+e$ vemos un *r'ol +umano i antesco que no aotra meta e#cepto el desplie ue de su propio ser$ e#cepto la o'ediencia a las leyes or *nicas pro&undanaturale"a. Eso es sa'idura$ la sa'idura de un espritu maduro en la cum're de una ran ivili"aci!n. Es lo qu 4iet"sc+e llama'a la &usi!n de dos corrientes diver entes en un ser, el tipo so=ador apolneo y el dionisie#t*tico. %enemos en Goet+e la ima en del +om're encarnado con la ca'e"a en las nu'es y los pies 'ie plantados en el suelo de la ra"a$ la cultura$ la +istoria. El pasado$ representado por el suelo +ist!rico$ cultel presente$ representado por las condiciones cam'iantes del tiempo que componen su clima mental se nutri

    tanto del pasado como del presente . Due pro&undamente reli ioso sin necesidad de adorar a un dios. 6e +a+ec+o un dios. En esta ima en del Hom're ya no ca'e el con&licto. 4i se sacri&ica l al arte$ ni sacri&ica e

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    la vida. La o'ra le Goet+e$ que &ue una ran con&esi!n - +uellas de la vida $ deca l -es la e#presi!n posu sa'idura$ y sali! de l como cae de un *r'ol una &ruta madura. 4in una situaci!n era demasiado no'le psus aspiraciones$ nin 3n detalle demasiado insi ni&icante para su atenci!n. 6u vida y su o'ra asumi proporciones randiosas$ una amplitud y ma2estad arquitect!nicas$ porque tanto su vida como su o'ra tenmisma 'ase or *nica. on e#cepci!n de da >inci$ l es quien m*s se acerca al ideal de +om're-dios de

    rie os. En l se dieron el ocio y el clima m*s &avora'les. %ena san re$ ra"a$ cultura$ tiempo, todo. Calimenta'a.

    En ese momento e#celso en que aparece Goet+e$ en que el +om're y la cultura est*n en la c3spide$ to pasado y el &uturo se desplie an. ll se entrev el &inal en adelante el camino desciende. /espu s del olGoet+e aparece la ra"a dionisaca de artistas$ los +om'res de la poca tr* ica que pro&eti"! 4iet"sc+e y

    cuales l mismo &ue e2emplo ma n&ico. La poca tr* ica$ en que se siente con &uer"a nost*l ica tom*s est* ne ado para siempre. ?tra ve" se revive el culto del Misterio. El +om're de'e volver a representar uve" m*s el misterio del dios$ el dios cuya muerte &ecunda +a de redimir y puri&icar al +om're de la culp pecado$ +a de li'erarlo de la rueda del nacimiento y el devenir. El pecado$ la culpa$ la neurosis$ todos sonla misma cosa$ el &ruto del *r'ol de la ciencia. El *r'ol de la vida se torna as en *r'ol de la muerte. 5erosiempre el mismo *r'ol. C de este *r'ol de la muerte es de donde +a de volver a sur ir la vida$ de donde la vtiene que renacer. Lo cual$ como lo atesti uan todos los mitos del *r'ol$ es precisamente lo que ocurre.

    momento de la destrucci!n del mundo $ dice :un $ re&iri ndose a C drasil$ el &resno del mundo$ esconvierte en la madre tutelar$ el *r'ol de la muerte y la vida$ pre=ado En este punto del ciclo cultural de la +istoria es cuando tiene que aparecer la transvaluaci!n de todosvalores . Es la inversi!n de los valores espirituales $ de todo un completo de valores reinantes. El *r'ol vida conoce entonces su muerte. El arte dionisiaco de los #tasis rea&irman entontes sus derec+os. 6o'reviedrama. eaparece lo tr* ico. Gracias a la locura y el #tasis se representa el misterio del dios$ y encele'rantes e'rios se despierta el deseo de morir -morir creadoramente-. Es la conversaci!n de ese mism

    instinto vital que impuls! el *r'ol del +om're +asta su e#presi!n plena. Es salvar al +om're del temor a lmuerte para que pueda morir.

    van"ar +acia la muerte. 4o retroceder +acia el vientre. 6alir de las arenas movedi"as$ del &lu2o estancoinvierno de la vida$ y nuestro drama consiste en alcan"ar un espacio &irme para que la vida pueda avan"nuevo. 5ero ese espacio &irme s!lo puede procurarse so're los cad*veres de quienes est*n deseoso de morir.

    ,-. /"en(e0 Henry Miller$L s %id"r& del cor 'n $ Iuenos ires$ 6ur$ 19JJ.

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    EL VIENTRE INMENSO

    Co)o dice el diccionario$ el vientre es el lu ar donde se en endra y co'ra vida al una cosa. En la meden que yo puedo comprender$ nunca +ay nada m*s que vientre. nte todo y por 3ltimo$ el vientre d 4aturale"a lue o$ el vientre materno y$ &inalmente$ el vientre dentro del cual vivimos y somos$ que lmundo. 4o aceptar el mundo como un vientre es$ en ran parte$ causa de nuestro dolor. reemos que la crino nacida vive en estado de 'ienaventuran"a creemos que la muerte es una li'eraci!n de los males de la vid pero todava nos ne amos a considerar la vida en s como una 'ienaventuran"a y un 'ien. C sin em'ar o$ enmundo que nos rodea$ 7acaso no se en endra y co'ra vida todo ui"* sea nada m*s que or de nues

    ilusiones considerar la tum'a como un re&u io y los nueve meses que preceden al nacimiento como &elicidad. 7 ui n sa'e al o acerca de la vida uterina o la vida del m*s all* 4o o'stante$ +a prendido$desaparecer* 2am*s$ la idea de que esos dos estados de inconsciencia si ni&ican ausencia de dolor y luc+aende 'ienaventuran"a. 5or otra parte$ sa'emos por e#periencia que +ay personas vivas y que andan pormundo en lo que se llama estado de &elicidad. 76on m*s inconscientes que los dem*s o lo son menos rela mayora de nosotros coincidira en que son menos inconscientes. 7En qu di&ieren entonces sus vidas del tipo corriente de +om're mi modo de ver$ la di&erencia est* en su actitud ante el mundo$ en el

    importantsimo de quehan aceptado el mundo como vientre no como tumba . 5ues no parecen ni lamentar lo pasado ni temer lo venidero. >iven con un estado intenso de conciencia$ pero aparentemente sin miedo.

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    6e +a dic+o que el miedo$ que desempe=a un papel predominante en nuestras vidas$ &ue en un tiempva o$ innominado$ un eco$ casi podra decirse$ del instinto vital. 6e +a dic+o que con el avance de la civilese miedo innominado paulatinamente &ue cristali"ado en un miedo a la muerte. C en la cum're decivili"aci!n ese miedo a la muerte se torna miedo a la vida$ tal como e2empli&ica la conducta del neur

    +ora 'ien$ el miedo no tiene nada de raro, sea cual &uere la &orma en que se mani&iesta es al o queconocemos tan 'ien que cuando aparece un +om're que carece de l en se uida nos esclavi"a. En la +istoriala +umanidad +a +a'ido menos de un pu=ado de +om'res as. 5oco importa que +ayan sido &uer"as del 'iedel mal, el temor que suscitan es el temor que suscita el monstruo. En verdad que todos &ueron monstruollamar*n %amerl*n$ Iuda$ risto o 4apole!n. Dueron &i uras +eroicas$ y el + roe$ se 3n los mitos$ siemen &orma so'renatural. El + roe$ en suma$ es el que escapa a la conmoci!n del nacimie El + roe entonces es una suerte de monstruo inmune al dolor y al su&rimiento, est* del lado de la vida. 5el mundo es un lu ar donde las cosas se en endran$ co'ran vida. La vida se le revela como un arte$ no com prue'a. Go"a de la vida reorden*ndola se 3n sus propias necesidades. ui"* a&irme que lo +ace por los de pero sa'emos que tam'i n es un em'ustero. El + roe es el +om're que se dice a s mismo, aqu es dondsuceden las cosas$ no en otra parte. ?'ra como si el mundo &uera su casa. 6eme2ante conducta$ desde lu provoca una con&usi!n espantosa$ pues como todos sa'en$ la ente rara ve" est* en su casa$ siempre est* elado$ siempre ausente . La vida$ como se la llama$ para la mayora de nosotros es una lar a poster aciuna ra"!n 'ien simple, el M@E/?.

    omo vemos siempre que estalla una uerra$ el temor a la uerra se vence en el momento en que unencuentra realmente metido en ella. 6i la uerra &uera en realidad tan terri'le como la ima ina la ente$tiempo que se la +a'ra suprimido. Hacer la uerra es tan natural para los seres +umanos como +acer el amoamor puede volver co'ardes a los +om'res tanto como el miedo a la uerra. 5ero cuando un +om're se enamodesesperadamente$ comete cualquier crimen$ y no solamente se siente 2usti&icado$ sino tam'i n contenten el orden de las cosas. Los +om'res m*s sa'ios son aquellos que +a'lan de la ilusi!n, M C . La ilusi!n es el antdoto del miedo

    uando est*n en actividad$ vuelven a'surdamente il! ica la vida. 5ero es precisamente esa dualidad paradde la vida la que nos mantiene$ la que nos +ace ir y venir alternativamente de un vientre a otro. El mundono s!lo es el mundo +umano$ es el vientre de todo$ del nacimiento$ de la vida y de la mu El +om're luc+a constantemente por constituirse en parte de ese tercer vientre$ omnmodo$ EL MB4/?. el caos ori inal$ el asiento de la creaci!n misma. 4in 3n +om're lo lo ra del todo. Es una condici!n del E6conocida ni por el &eto ni por el cad*ver. 5ero el alma la conoce$ y si 'ien es inalcan"a'le$ no por eso es mverdadera.

    Es curioso que en nuestra len ua el ver'o que e#presa el ser sea intransitivo. La mayora de las perso+allan natural que el ver'otu be (ser) sea intransitivo. 5ero sa'emos que +ay len uas que no +acen la distinci!n

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    entre ver'os intransitivos y transitivos. El espritu de tales len uas est* m*s pro&undamente arrai ado sm'olo. 5uesto que 3nicamente mediante el sm'olo comprendemos pro&undamente al o$ cuanto m*s precconceptual lle a a ser una len ua$ m*s est ril se torna. Las len uas modernas$ todas ellas$ re&le2an m*smuerte que est* dentro de nosotros. e&le2an muy claramente el +ec+o de que consideramos la vida en sun "a u*n$ poco importa que desem'oque en el cielo o en el in&ierno. ontra ese automatismo estancadcontra lo que luc+! La rence su vida entera esa entre a a los instintos de muerte es lo que en&urece+om're como line. La muerte real no causa terror a los seres ordinarios$ inteli entes y sensi'les. La ran pesadilla es la muen vida. La muerte en vida si ni&ica la interrupci!n de la corriente de la vida$ la anticipaci!n de un pronatural de muerte. Es la &orma alternativa de reconocer que el mundo no es en realidad m*s que un ran viel lu ar donde todo co'ra vida. %odo lo que vive tiene voluntad$ esto es$ creatividad. La voluntad est* ver'o$ el modi&icativo m*s importante de nuestra oraci!n, los ver'os sonipso facto transitivos. 6in em'ar o$ lamente puedeconvertir en intransitivos los ver'os$ como puede anular la voluntad. 5ero por naturale"a lover'os son sm'olos de acci!n$ independientemente de que la acci!n consista en +acer$ tener$ respirar o ser.

    /e +ec+o s!lo +ay una corriente constante de actividad$ un movimiento de apro#imaci!n o apartamiento dvida. Esa actividad contin3a a3n en la muerte$ resultando all a menudo la actividad m*s &ruct&era. 4o teun verdadero len ua2e para la muerte$ puesto que nada sa'emos de ella$ puesto que no la +emos e#perimen

    s!lo tenemos conceptos$ contrasm'olos que son e#presi!n de la vida en &orma ne ativa. %odo lo que realmconocemos es devenir$ cam'io y trans&ormaci!n intermina'les. Las cosas se recrean constantemente.verdadero temor$ el terror verdadero$ est* en la idea de &i2aci!n. Es una ideaviviente de la muerte.

    l unas personas nacen muertas. l unas dan la impresi!n de vivir s!lo a medias. ?tras parecen radiantes ener a. 4o importa que se est del lado de la vida o del lado de la muerteLa vida es tan maravillosa con si no menos como con si no m*s. El verdadero mila ro es estarse qu6i ni&icara convertirse en /ios$ o en muerto en vida. Es la 3nica posi'le escapatoria del vientre$ y pordesde lue o$ la noci!n de /ios est* tan arrai ada en la conciencia +umana. /ios es suma$ lo cual es lo misque decir cesaci!n. /ios no representa la vida$ sino la reali"aci!n$ que es la 3nica &orma le tima de muerte

    En esta &orma le tima de muerte que di o est* detr*s de la idea de reali"aci!n$ +ay la m*s comsu'ordinaci!n al instinto vital. Asta es la idea que +a o'sesionado a todos los mani*ticos reli iosos$ la msensata idea de que 3nicamente viviendo al o +asta la plenitud puede +a'er un &in. Es una idea enteramamoral$ totalmente artstica. Los artistas m*s randes +an sido los inmoralistas$ es decir$ los partidar

    vivirla +asta el &in. 5or su puesto que inmediatamente &ueron mal comprendidos por sus discpulos$ por andan predicando en su nom're$ propa ando tal o cual evan elio. Esas randes &i uras esta'an im'uidas de

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    idea, la de llevar las cosas a un &in. todos les o'sesiona'a el su&rimient La idea de que el vientre puede ser un lu ar de casti o o tortura es 'astante reciente. uiero decir con eque tiene unos pocos miles de a=os. oincide con la p rdida de la inocencia. %odas las ideas so're el 5arimplican la conquista del miedo. El 5araso es siempre una condici!n que se merece o ana mediante la luLa eliminaci!n de la luc+a es la luc+a mayor, la luc+a por no luc+ar. 5orque la luc+a$ err!neamente o no$ que ver con el nacimiento. 5ero +u'o un tiempo en que el nacimiento era &*cil. Ese tiempo es a+ora tanto centonces. 5ara so'repasar el dolor y el su&rimiento$ para superar la luc+a$ +ay que aprender el artequili'rista... l caminar por la cuerda &lo2a por encima de los opuestos uno lle a a estar plena y a udamconsciente -peli rosamente consciente-. El estado consciente se e#tiende para a'arcar los opuesaparentemente con&lictuales. Estar sumamente consciente$ que si ni&ica aceptar la vida tal como es$ elimterrores de la vida y mata las &alsas esperan"as. /ira m*s 'ien$ mata la esperan"a$ porque$ vista desde unall*$ la esperan"a se presenta m*s como un mal que como un 'ien.

    4o di o nada so're ser &eli". uando realmente comprende uno lo que es la &elicidad$ se apa a uno comlu". %oda medida para una vida me2or aqu en la tierra si ni&ica mayor su&rimiento y a&licci!n. %odo planea para ma=ana si ni&ica la destrucci!n de lo que a+ora e#iste. El me!or modo es el "ue existe ahora en estemismo momento. Es el me2or porque es a'solutamente 2usto -lo cual no quiere decir que ten a nada que ver la 2usticia-. 6i dese*ramos al o me2or o peor-$ no tenemos m*s que e#i irlo y 'ien que lo tendremos. El m

    es un sue=o que se va cumpliendo de un momento a otro$ y s!lo el +om're est* pro&undamente dormidmedio de su creaci!n. 4acimiento y renacimiento$ y los monstruos son una parte de la creaci!n tanto como*n eles. El mundo se torna interesante y +a'ita'le s!lo cuando lo aceptamosin toto con los o2os del todoa'iertos$ s!lo cuando lo vivimos +asta el &in como vive +asta el &in el &eto su vida uterina. prop!sito$ 7+a odo +a'lar al una ve" de un &eto inmoral 7? de un cad*ver co'arde 75uede al uien decir +a'itantes de los 'osques de ustralia llevan una vida acertada$ una 'uena vida C las &lores 7acaso contri'uyal pro reso y la invenci!n 6on estas peque=as pre untas las que a menudo pertur'an a los &il!so&os. 6a'o

    intelectual. 5ero de ve" en cuando est* 'ien +acer pre untas a las cuales no se puede responder, +ace mvivi'le la vida.

    ecuerdo una &rase que me perse ua cuando era m*s 2oven, el +om're camino del orden . 4o sa'a loquera decir e#actamente$ pero me &ascina'a. rea. Hoy$ aunque con&ieso con &ranque"a que no ssi ni&ica esa &rase$ creo m*s que nunca. reo en todo$ 'ueno y malo. reo m*s y menos de lo que es v

    reo m*s all* de todo el volumen del pensar +umano.#reo en todo . reo en una vida colectiva y tam'i n en lavida individual. reo en la vida del mundo$ del 3tero que es. reo en las contradicciones de la vida uterin

    este mundo. reo en tener dinero y tam'i n creo en no tenerlo. C crea o no$ act3o siempre. ct3o primer

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    averi uo despu s. 5orque nada me parece m*s cierto que todo lo e#istente e#iste por un fiat . 6i al o es elmundo$ es un acto. El mundo no es pensamiento$ pero 'ien puede ser unacto de pensamiento. uienes act3an$ori inan reacciones$ como decimos. En las a onas del alum'ramiento la madre s!lo reacciona, el que act3el &eto. C viva o muera la madre$ para el &eto es lo mismo. 5ara un &eto lo importante es el nacimiento.

    /e modo similar$ para el +om're lo importante es nacer$ nacer al mundo$ al mundo -tal-como-es$ no mundo ima inario$ an+elado$ no a un mundo me2or$ m*s &eli"$ sino a ste$ el 3nico mundo$ el m

    H? . Hoy +ay muc+as personas que ima inan que la &orma de +acerlo es pa ar a otro para que les pertenderse so're un so&* y les escuc+e el relato de sus penas. ?tros tam'i n creen que las parteras qdesempe=an esa tarea de'eran pa ar ellas mismas para volver a nacer.

    6iempre +ay edentores$ y de al 3n modo a los edentores siempre se las dan por la ca'e"a. 4adie descu'ierto todava c!mo salvar a quienes se nie an a salvarse a s mismos. C adem*s -una peque=a pre uuterina-$ 7queremos realmente que nos salven 6i as &uera$ 7para que$ por qu $ qu +ay que salvar

    >emos c!mo los 'ancos astan el dinero que a+orramos para ellos vemos c!mo los o'iernos astan impuestos que nos o'li an a pa ar a &in de prote ernos $ dicen ellos...74o sa'emos que /ios nos est* daconstantemente su amor ilimitado En los lu ares m*s altos se da y asta muc+simo. 75or qu entonces ndamos a nosotros mismos$ con derroc+e$ con a'undancia$ completamente 6i comprendi ramos que s

    parte del proceso intermina'le$ que no podemos perder ni anar nada$ sino vivir +asta el &in$comportaramos como lo +acemos @ma ino el +om're del a=o K000 de nuestra era a'riendo la puerta casa y saliendo a un mundo in&initamente me2or que ste tam'i n puedo ima inarlo saliendo a un min&initamente peor que el nuestro. 5ero en el &ondo de mi cora"!n creo para l$ Mr. :o+n /oe en personae#actamente el mismo mundo que ste que a+ora +a'itamos. La &auna y la &lora qui"* sean di&erentes$ podr* ser di&erente$ las ideolo as podr*n ser di&erentes$ /ios podr* ser di&erente$ pero :o+n /oe misdi&erente y$ por lo tanto$ todo ser* lo mismo. Me siento tan cerca del :o+n /oe del a=o K000 de nuest

    como del :o+n /oe del a=o K000 antes de risto. 6era incapa" de ele ir entre los dos. ada uno tiene su promundo al cual pertenece. uien no comprenda lo maravilloso que es el mundo$tant pis para l. El mundo es elmundo$ y al mundo le interesa m*s su propio nacimiento y muerte que la opini!n que Mr. :o+n /oe pueda teso're l.

    La mayor parte de los tra'a2adores activos del mundo contempor*neo consideran nuestra vida so're la tiecomo un 5ur atorio o un @n&ierno. 6udan y luc+an por convertirla en un ielo para el +om're del &uturo.nie an a &ormul*rselo a s mismos de este modo$ dicen pules que es para +acerse un ielo para ellos mism poco m*s adelante. El tiempo pasa. 5lanes quinquenales. 5lanes para die" a=os. (/inosaurios$ dinast

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    dnamos.) Entretanto se carian los dientes$ viene el reumatismo$ lue o la muerte. 5ero nunca el ielo. /e amodo$ el cielo siempre est* en lontanan"a$ siempre all la vuelta. Ma=ana$ ma=ana$ ma=ana... ( )

    ,-. /"en(e0 Henry Miller$ La sa'idura del cora"!n$ Iuenos ires$ 6ur$ 19JJ.