Historia Eclesiástica.�“La era de los mártires”�

Caps. 1-7

La Biblia y la historia.   La Biblia es un libro de carácter

histórico, aportando sobre s u j e t o s , a c o n t e c i m i e n t o s , procesos, desarrollo teológico y filosófico.

  “Los Hechos del Espíritu Santo en los Apóstoles”.

  La historia de la iglesia ha sido movida por la acción del Espíritu Santo.

  Los primeros cristianos escucharon y recibieron el evangelio como judíos.

  Después traspasó Palestina abarcando los límites del Imperio Romano.

  Cristo vino en el momento oportuno a desarrollar su misión (cumplimiento del tiempo).

  Los cristianos como pobres de la tierra.

La primera iglesia.   Error de idealizar la historia de la iglesia primitiva.

La conversión masiva y la vida en común fue paralela al caso de Ananías y Safira y a los problemas de distribución de bienes.

  La división entre judíos y gentiles.

  El cristianismo como una facción dentro del judaísmo. Guardaban el sábado y asistían al culto al Templo.

  Los apóstoles como autoridad. Jacobo, hermano de Jesús fue el primer líder de la iglesia de Jerusalén (asesinado el 62 d.C., por iniciativa del Sumo Sacerdote).

  Los judíos helénicos sufrieron persecución. Producto de ella se expandieron a otras ciudades, llevando el mensaje de Cristo.

  Cristianos judaizantes (Pablo en Gálatas).

  Final de la vida de los apóstoles lleno de leyendas, asociadas a sus martirios (la estadía de Pedro en Roma y su crucifixión; el posible viaje a España de Pablo y su posterior encarcelamiento y muerte en Roma; la ancianidad de Juan –varios dirigentes cristianos tenían ese nombre).

  En el siglo II varias comunidades pusieron, míticamente, a un apóstol como el fundador de su iglesia.

La persecución.   Choques del cristianismo con el Estado. Predicar

pasando por alto la ley.

  Nerón, Domiciano. Juan escribiendo en términos poco elogiosos sobre el imperio.

  Persecución y martirio. Acusación y negación a adorar a otros dioses.

  Siglo II: situación precaria de la iglesia. Trajano.

  Siglo III: Septimio Severo prohibió la conversión al cristianismo y al judaísmo so pena de muerte. Decio promovió la apostasía promoviendo el culto a los dioses romanos. La última gran persecución vino a manos de Diocleciano.

El fin de la persecución.

  311: Edicto de Tolerancia.

  Constantino llega al poder.

  313 : E d i c t o d e M i l á n , devolución de lugares de reunión, cementerios y otras propiedades confiscadas, más el acuerdo de eliminar la persecución.

“Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás, cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión... que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle”.

Copias de las constituciones imperiales de Constantino y Licinio.

La defensa de la fe.   Emerge en el contexto de la persecución.

  Finalidad: elevar el concepto que de ella tienen los conciudadanos, disminuyendo la amenaza de la persecución.

  Rumores populares: orgías (“fiesta del amor”), relaciones incestuosas (“hermanos”), comer pan con carne de un niño (cuerpo de Cristo, niño nacido en un pesebre), adoración a un asno crucificado.

  La defensa frente a esto fue la vida, el testimonio.

Críticas más elaboradas.

  Cristianos presentados como gente mal educada, bárbara, con un mensaje aparentemente sabio, pero lleno de contradicciones.

  Dios judeo-cristiano presentado como ridículo porque se inmiscuye en el mundo.

  Elemento central de la crítica: la resurrección.

  Los apologistas (siglo II): Arístides, Justino Mártir, Taciano, Atenágoras, Teófilo (obispo de Antioquía), Orígenes y Minucio Félix. Sus obras son la producción teológica más importante de la época.

  Adorar al Dios único implicaba alejarse de las prácticas paganas.

  El mensaje de la fe es único.

  Ante la amenaza del gnosticismo y el marcionismo la cristiandad responde con el canon del Nuevo Testamento, con el establecimiento de un credo común y con las ideas de la sucesión apostólica y la catolicidad de la iglesia.

  Pensadores destacados: Ireneo de Lyon (cómo los propósitos de Dios se cumplen en la historia), Clemente de Alejandría (la ligazón entre fe y razón), Tertuliano (defensor de la ortodoxia, el primero en escribir en latín –luego se pasa a una facción herética) y Orígenes (ligazón de la fe con el neoplatonismo).

  La Escuela de Alejandría tiene una preponderancia en la discusión: ligazón fe-filosofía.

“La fe es, por así decirlo, como un conocimiento en compendio de las cosas más necesarias, mientras que la gnosis es una explicación sólida y firme de las cosas que se han aceptado por la fe, construida sobre ella por medio de las enseñanzas del Señor. Ella conduce a lo que es infalible y objeto de ciencia. A mi modo de ver, se da una primera conversión salvadora, que es el tránsito del paganismo a la fe, y una segunda conversión, que es el paso de la fe a la gnosis. Cuando esta culmina en la caridad, llega a hacer al que conoce amigo del amigo que es conocido”.

Clemente de Alejandría, Protréptico.